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¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ABROGAR Y DEROGAR?

Derogar y abrogar son conceptos en la terminología jurídica muy comunes y como abogados y
estudiantes del derecho debemos conocer. El día de hoy los analizaremos, y determinaremos sus
diferencias y clases.

1.- ¿QUÉ ES LA ABROGACIÓN?

La abrogación consiste en la anulación o supresión total de la vigencia y de la obligatoriedad de


una Ley. En la actualidad esto sucede a menudo por la entrada en vigor de una nueva Ley que rija
el mismo derecho de la anterior.

2.- ¿CUÁLES SON LAS CLASES DE ABROGACIÓN QUE EXISTEN?

La abrogación puede ser expresa o tácita. Le llamamos abrogación expresa, cuando un nuevo
ordenamiento declara la abrogación del anterior que regulaba la misma materia que regulará ese
nuevo ordenamiento. En cambio, la abrogación tácita es cuando no resulta de una declaración
expresa de otro ordenamiento, sino de la incompatibilidad total o parcial que existe entre los
preceptos de una ley anterior y otra posterior, debiendo aplicarse u observarse, ante la
incompatibilidad de preceptos, los del ordenamiento posterior, es decir, los que contengan el
segundo ordenamiento emitido, sin que ello obste, al que se puedan seguir aplicando disposiciones
del primer ordenamiento, que son compatibles con los contenidos en el segundo, si el campo de
regulación del primer ordenamiento (anterior) es mayor que del segundo (posterior). Ante este
supuesto, la abrogación sólo se da en el límite de la aplicación de la nueva ley o la posterior.

3.- ¿QUÉ ES LA DEROGACIÓN?

La derogación, es la privación parcial de los efectos de una ley, esto es, la vigencia de
algunos preceptos se concluye, pero no así de todo el ordenamiento jurídico en el que se
contienen.

4.- ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ABROGAR Y DEROGAR?

En el derecho mexicano, normalmente el procedimiento que sigue la abrogación de una Ley,


termina con la declaración de la aplicación del nuevo ordenamiento que entra en vigor. En cambio,
en la derogación, obedece al hecho que algunas de las disposiciones (artículos) contenidas en una
Ley u ordenamiento, contravengan lo establecido a este ordenamiento en general, por lo que se
suprimen o se reforman, para que exista una armonía en la totalidad de la Ley.

LA DIFERENCIA DE ABROGACIÓN Y DEROGACIÓN

En diversas ocasiones, escuchamos, leemos o nos describen por medio de noticias, artículos de
opinión, tweets o diversas publicaciones en redes sociales, ciertos términos que se ocupan la
actividad parlamentaria en el proceso de las leyes en México, por esta razón para que se tenga una
mejor idea de lo que significa compilamos los siguientes conceptos para que tengamos una mejor
idea de lo que se habla cuando se trate de ellos

En primera instancia, tenemos el concepto del Derecho Parlamentario, el cual se refiere al estudio
conjunto de las relaciones político-jurídicas que se desarrollan al interior de las asambleas y que es
parte del derecho constitucional relativo a la organización interna y funcionamiento del Parlamento,
así también, el Derecho parlamentario implica el análisis de las normas que crean, establecen,
impulsan, garantizan y rigen las acciones de los parlamentos, las interrelaciones sociopolíticas que
mantienen con los otros poderes del Estado, los partidos políticos, las instancias de la sociedad
civil y los individuos, así como con los valores y principios que animan su existencia institucional y
lo motivan a procurar su realización.

Dicho lo anterior, compartimos el siguiente listado de conceptos parlamentarios:

ABROGACIÓN. (Garita, 2018)

Supresión de una ley, código o norma jurídica en su totalidad. En su obra Poder Legislativo, el
doctor Jorge Fernández Ruiz, afirma que de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española,
abrogación y derogación son vocablos sinónimos, más en el contexto jurídico no existe tal
sinonimia, pues desde el derecho romano proviene la distinción entre ambos vocablos; así en el
apartado 102 del título XVI “Sobre la significación de las palabras” del Libro L, del Digesto de
Justiniano se lee el siguiente texto: “La Ley puede ser derogada y abrogada: se deroga cuando se
suprime una parte y se abroga cuando se elimina toda ella”.

DEROGACIÓN. (Garita, 2018)

Derogar es suprimir una norma, de manera que cesa su vigor y por tanto, su obligatoriedad. Es el
trato que se le da a las leyes cuando se suprime alguna de sus partes. Específicamente, la
derogación se refiere a la supresión de una disposición en concreto sin ulterior adición; es decir, se
trata de la eliminación de algún pasaje de la ley o decreto. En la derogación existen algunas reglas
que la doctrina utiliza para fijar sus límites. El decreto promulgatorio de la reforma debe contener la
referencia específica al numeral, inciso, fracción o párrafo que se deroga. Como se trata de una
eliminación del texto, la simple referencia al dispositivo derogado consuma la derogación, sin
necesidad de referirse al texto completo afectado.

La derogación puede ser expresa, genérica o tácita. La derogación expresa es indicada,


generalmente en sus artículos transitorios, declarando la derogación que puede ser de carácter
específico; en cambio en la derogación genérica se recurre a la vaga fórmula: “Se derogan todas
las disposiciones que se opongan a la presente Ley”. En cambio, la derogación tácita es producto
no de una declaración de la nueva ley sino de la incompatibilidad existente entre las disposiciones
de la ley anterior y las de la nueva, lo que da lugar a suponer la abrogación o derogación de la
anterior.

Para robustecer aún más esta diferencia de conceptos parlamentarios, aportamos solo PARA
ORIENTAR esta Tesis aislada, que puede ser consultar al dar clic en su rubro:

El término abrogar que deriva del latín «abrogatio», implica anular, lo que significa la supresión total
de la vigencia y, por lo tanto, de la obligatoriedad de una ley. La abrogación puede ser expresa o
tácita; es expresa, cuando un nuevo ordenamiento declara la abrogación de otro anterior que
regulaba la misma materia que regulará ese nuevo ordenamiento; es tácita, cuando no resulta de
una declaración expresa de otro ordenamiento, sino de la incompatibilidad total o parcial que existe
entre los preceptos de una ley anterior y otra posterior, debiendo aplicarse u observarse, ante la
incompatibilidad de preceptos, los del ordenamiento posterior, es decir, los que contengan el
segundo ordenamiento emitido, sin que ello obste, al que se puedan seguir aplicando disposiciones
del primer ordenamiento, que son compatibles con los contenidos en el segundo, si el campo de
regulación del primer ordenamiento (anterior) es mayor que del segundo (posterior). Ante este
supuesto, la abrogación sólo se da en el límite de la aplicación de la nueva ley o la posterior. En
cambio la derogación es la privación parcial de los efectos de una ley, esto es, la vigencia de
algunos preceptos se concluye, pero no así de todo el ordenamiento jurídico en el que se
contienen. En nuestro sistema mexicano normalmente el procedimiento que se sigue al abrogarse
un ordenamiento jurídico es declarar la abrogación del mismo y además, derogar las disposiciones
que se opongan al nuevo ordenamiento. Esta forma de actuar, obedece a la existencia de las
diversas disposiciones que se emitieron con fundamento en el ordenamiento abrogado, que
pueden resultar congruentes o no con las disposiciones que contiene el ordenamiento que abrogó
el anterior. De ahí, el que sólo se deroguen aquellas disposiciones que contravengan el nuevo
ordenamiento, pudiendo subsistir las que no lo contravengan, sino, por el contrario, que se ajusten
a las nuevas disposiciones normativas, lo que significa que subsista la eficacia jurídica de esas
diversas disposiciones que no se opongan al nuevo ordenamiento.

¿ES POSIBLE INTERPRETAR UNA NORMA DEROGADA TÁCITAMENTE?

Introducción

Conforme la norma Constitucional el artículo 103 señala que “(…) una ley solo se deroga por otra
ley” concordante con ella, el Código Civil en su Título Preliminar, exactamente en el artículo I, bajo
la sumilla “Abrogación de la ley” señala que: “La ley se deroga sólo por otra ley. La derogación se
produce por declaración expresa, por incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior o cuando la
materia de ésta es íntegramente regulada por aquella. Por la derogación de una ley no recobran
vigencia las que ella hubiere derogado.
En tal sentido, tomando en cuenta la norma antes las formas que puede asumir la derogación de
una ley se produce i) por declaración expresa, ii) por incompatibilidad entre nueva ley y la anterior o
cuando la materia que de esta es íntegramente regulada por aquella.

Bajo lo antes precisado, el Código Civil establecería tres formas de derogación aplicables a las
normas, la primera conocida como derogación expresa y las otras dos llamadas derogación tácita.
Sobre el particular Marcial Rubio precisa que “la primera es la llamada derogación expresa y
consiste en la mención de las normas anteriores que son derogadas por la nueva. La otras don son
las formas de derogación tácita y son descritas de la siguiente manera: cuando existe
“incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior”, cuando “la nueva materia de esta-la norma
anterior- es íntegramente regulada por aquella- la nueva norma (RUBIO CORREA, 2007, p. 23).

De otro lado, Juan Espinoza señala una clase más, la derogación indirecta de la leyes
subordinadas, la cual consiste en “quitar eficacia a las normas de ley (o equiparadas) que
dependen de institutos expresa o tácitamente abrogados y cuya supervivencia no solo carecería de
fundamento sino que estaría en pugna con las innovaciones legislativas introducidas (ESPINOZA
ESPINOZA, 2003, p. 33).

Por ello el principio general en el derecho es que el único instrumento que pueda derogar y dejar
sin efecto una norma jurídica es otra norma jurídica de igual o mayor rango, La ley solo es
derogable por otra ley. Sin embargo, existen determinadas circunstancias en los que de manera
clara precisa y expresa no se advierte la existencia de una derogación normativa y ello genera una
gran complicación al sistema jurídico en razón de no saber a ciencia cierta si dicha norma podría o
no ser aplicada. En tal sentido, lo que se quiere determinar aquí quien será el responsable de
advertir la aplicabilidad o no de tal norma en el caso en concreto.

Definición

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define derogar como “abolir, anular una
cosa establecida como ley o costumbre”.

Según el derecho romano, la derogación viene del latín derogare, que supone la revocación parcial
de la ley, a diferencia de la abrogación que significa la supresión completa de una ley.

Para Hans Kelsen, referenciado por Aguiló Regla, “la derogación consisten en la eliminación de la
validez de una norma por otra. Escribe Kelsen: “Así como una norma jurídica puede eliminar
completamente la validez de otra. También esas normas derogatorias son normas no
independientes, que solo pueden ser entendidas conjuntamente con otras que estatuyen actos
coactivos” (AGUILÓ REGLA, 2019, pp. 223-224).

Por su parte Marina Gascon precisa que “La derogación es la expresión del principio de la lex
posterior Pues bien, otra cuestión que parece fundamental para determinar los efectos y el alcance
del instituto derogatorio es la de si estamos ante un principio lógico o ante un principio
exclusivamente histórico-jurídico” (GASCÓN AVELLÁN, 2019, p. 850).

Hablamos de derogación expresa cuando una norma jurídica resta validez a otras normas, es decir
la elimina del ordenamiento jurídico.

En doctrina se señala que “LA DEROGACIÓN.- Es la extinción parcial de la norma y no podemos


llamarlo abrogación parcial, en tanto que la abrogación es total o es ninguna, las modificaciones
parciales a la norma jurídica se denominan derogación, y en dicha institución podemos encontrar
diversas formas o modalidades entre otros podemos señalar; a) DEROGACIÓN PARCIAL.- Es la
modificación parcial de una norma; b) DEROGACIÓN TOTAL.- Es la modificación total de una
norma.”

Tipos de derogación normativa

Como hemos señalado, en nuestro sistema el sustantivo derogación, es el único que define a todas
las formas enunciadas de modificación o supresión de una ley. Así, de conformidad con el artículo I
del Título Preliminar del Código Civil, la derogación de las leyes puede ser expresa o tácita.

Derogación expresa
La derogación —la derogación expresa— es el acto normativo que tiene como efecto primordial y
típico la supresión de esa cualidad de las reglas jurídicas. (JIMÉNEZ CAMPO, 1991, p. 276).

“La derogación se da cuando la misma norma señala que norma dejara de tener vigencia y a partir
de qué fecha, que generalmente es la fecha de entrada en vigor de la norma que se deroga.
Además de la Ley existe en nuestra legislación la figura del Legislador negativo, esto es el Tribunal
Constitucional, que deroga las normas lesivas y contrarias a la constitución, el mismo que se ha
hecho presente en diversas sentencias como son los casos de los procesos (…).En estos casos la
sentencia que declaran inconstitucional la norma legal determinada deberá de publicarse en el
diario oficial El Peruano y a partir de ello dejara de tener eficacia la norma inconstitucional, sin
embargo dicho efecto no es retroactivo. Esta figura ya es reconocida por la Constitución de 1993 en
su artículo 103.” (CORNEJO YANCCE, 2019).

De otro lado Gascón señala que “La derogación expresa no es asunto de incompatibilidad
normativa. En la derogación expresa no está presente una contradicción entre dos normas, sino, si
acaso, entre dos actos normativos: el acto de promulgación de la norma y el acto derogatorio de la
misma” (GASCÓN AVELLÁN, 2019, p. 851).

La derogación es expresa, cuando la ley señala de manera expresa que deroga la antigua. En la
derogación expresa, el legislador señala en forma precisa y concreta los artículos que deroga. Es
decir, no resulta necesaria ninguna interpretación, pues simplemente se excluye del ordenamiento
uno o varios preceptos legales, desde el momento en que así lo señale el legislador.

Derogación tacita

“Cuando una norma jurídica no señala expresamente la norma que es derogada, sino que existe
entre otros incompatibilidad, colisionan en su contenido regulatorio con otra norma. En
determinados casos la norma que deroga simplemente manifiesta que se derogan todas las
normas que se opongan a la presente norma, frase por la cual se deroga tácitamente todas
aquellas que se opongan en su contenido regulatorio a la nueva norma. Esta institución se basa en
el antiguo aforismo “lex posterior derogat anterior” (la ley posterior deroga a la anterior) y el “generi
per speciem derogatum”, entre norma general y especial se prefiere a la norma especial”
(CORNEJO YANCCE, 2019).

Respecto de la derogación tácita Diez Picazo señala que, No es ésta, sin embargo, una «auténtica
derogación» (DÍEZ-PICAZO, 1990, p. 331) porque —dicho ahora en muy pocas palabras— no
provoca la pérdida de vigencia de la lex praevia, sino su mera inaplicación ad casum por el órgano
judicial, apreciada que sea aquella antinomia. Así, la derogación por incompatibilidad no se sitúa,
como la expresa, en el plano de la creación normativa, sino en el de la aplicación del Derecho, y
por ello sus efectos no son irreversibles ni tan siquiera —añado— generales por necesidad, pues
es evidente que la incompatibilidad apreciada por un órgano judicial puede no ser advertida —o si
advertida, superada— por otro juzgador. La construcción que resumo me parece por entero
inobjetable y además —ya en un plano diverso— oportuna, inmersos como estamos en un clima
(no lo sé llamar de otro modo) de replanteamiento, no siempre riguroso, de la posición del juez ante
la ley. Es pertinente, por ello, subrayar que «la decisión sobre qué reglas pertenecen activamente al
ordenamiento corresponde exclusivamente al legislador» (DÍEZ-PICAZO, 1990, p. 323).

La derogación es tácita, cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con
las de la ley anterior. Este tipo de derogación supone un cambio de legislación, una
incompatibilidad con respecto a lo regulado en la nueva ley y la ley que antes regía o regulaba
determinada circunstancia. Hecho que hace necesaria la interpretación de ambas leyes, para
establecer qué ley rige la materia, o si la derogación es total o parcial.

Al respecto Gascón puntualiza que “En este punto, debemos concluir con Bobbio que en el
ordenamiento no hay una exigencia lógica de coherencia normativa. Más exactamente: sobre el
legislador no pesa ninguna carga de legislar coherentemente, de modo que cuando una
contradicción normativa se produce no hay ningún principio ínsito a la propia idea de ordenamiento
que haga suponer que la norma posterior «deroga» a la anterior. La imposibilidad de satisfacer al
mismo tiempo dos normas incompatibles, que es a lo que conduce una contradicción o
incoherencia normativa, podría resolverse simplemente inaplicando la anterior o la posterior
(piénsese en un ordenamiento de tipo tradicionalista) o las dos, pero desde luego no ha de
resolverse necesariamente haciendo cesar la vigencia de la anterior en el tiempo. La derogación
sólo tendrá lugar en la medida en que el propio ordenamiento así lo determine, es decir, en la
medida en que exista una norma sobre la producción jurídica que establezca el efecto
derogatorio” (GASCÓN AVELLÁN, 2019, p. 854).

Sobre ese aspecto, lo que se advierte es un grave problema en la aplicación de una norma dentro
del ordenamiento jurídico por ausencia de seguridad; ello en el sentido, de no saber a ciencia cierta
si la norma que ha sido derogada tácitamente lo está vigente o no en su real dimensión. A
diferencia de la derogación expresa, es fácilmente determinable advertir que una norma
desaparece o es eliminada del ordenamiento para dar paso a una nueva porque así lo ha
establecido de manera clara y precisa la propia norma que ha dejado sin efecto a la anterior. Aquí
no hay problema ni interpretación alguna que podría dar paso al análisis frente a una norma que ha
sido expelida del ordenamiento legal.

Sin embargo en el caso de la derogación tácita no se advierte tal circunstancia y por ende complica
la labor del operador de justicia, al respecto es importante poner a consideración lo señalado por
Gascón, para quien “Hemos dicho en este trabajo que la derogación expresa hace cesar la
vigencia de las disposiciones jurídicas. La derogación tácita, por el contrario, ya se conciba en
clave de mera regla de preferencia, de derogación o de invalidez sobrevenida, termina
resolviéndose en un problema de interpretación que, sobre todo allí donde no existen mecanismos
fuertes de unificación jurisprudencial, puede constituir una seria amenaza para la certeza del
Derecho y para la igualdad en su aplicación. Al final, por tanto, la derogación tácita plantea un
problema de inseguridad jurídica, en el sentido de falta de certeza o de conocimiento claro de las
normas vigentes, y, derivadamente, de desigualdad en la aplicación de la ley, pues si la valoración
de la derogación de una norma se deja en manos de los operadores jurídicos, es muy posible que
no todos ellos la estimen unánimemente derogada (o no derogada) (GASCÓN AVELLÁN, 2019, p.
858).

Resulta claro entonces que a diferencia de la derogación expresa, donde desde su origen existe
una disposición que señala cual es la norma que ha de dejarse sin efecto y sin validez a
consecuencia del nacimiento de la nueva norma; en la derogación tácita o de carácter implícita, no
se advierte con precisión que norma quedo derogada, lo que representa una dificultad que da
origen a una incertidumbre jurídica. Así, siendo determinante en la derogación tácita la idea de
incompatibilidad, será necesario determinar cuáles son las normas incompatibles, circunstancia que
ha de exigir determinar dicha incompatibilidad lo que exige una interpretación de las disposiciones
normativas en relación a un caso en concreto; pero además debe tenerse en cuenta que el
resultado de la interpretación es una aspecto que puede generar posiciones a favor y en contra de
manera que, se ha de trasladar la responsabilidad al órgano jurisdiccional quien ha de determinar
la existencia de incompatibilidad por lo que es un tema de criterio no existiendo la certeza que de la
derogación expresa. Reiteramos aquí cabe la interpretación de ambas leyes para establecer que
ley se encuentra vigente y al existir tal circunstancia no hay texto claro y expreso que disponga una
derogación propiamente dicha.

Conclusiones

La derogación es la expresión legal que hace referencia al hecho de que una norma jurídica resta
validez a otras normas, es decir la elimina del ordenamiento jurídico.

La derogación es expresa, cuando la ley señala de manera enunciativa que deroga la antigua.

La derogación es expresa no requiere de interpretación alguna ya que simplemente se excluye del


ordenamiento uno o varios preceptos legales, desde el momento en que así lo señale el legislador.

La derogación es tácita, surge cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden
conciliarse con las de la ley anterior.

En el caso de la derogación tácita surge la idea de incompatibilidad, será necesario determinar


cuáles son las normas incompatibles, circunstancia que ha de exigir determinar dicha
incompatibilidad lo que exige una interpretación de las disposiciones normativas en relación a un
caso en concreto.

Aquí cabe la interpretación de ambas leyes para establecer que ley se encuentra vigente y al existir
tal circunstancia no hay texto claro y expreso que disponga una derogación propiamente dicha.
DEROGACION DE LA NORMA JURIDICA, TITULO PRELIMINAR DEL CODIGO CIVIL

COMO SE EXTINGUE UNA NORMA JURIDICA?

Artículo I.- Abrogación de la ley

La ley se deroga sólo por otra ley. La derogación se produce por declaración expresa, por
incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior o cuando la materia de ésta es íntegramente
regulada por aquella. Por la derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere
derogado.

El principio general en el derecho es que el único instrumento que pueda derogar y dejar sin efecto
una norma jurídica es otra norma jurídica de igual o mayor rango, La ley solo es derogable por otra
ley.

Sin embargo en general podemos encontrar diversas causas de carácter interna y otra de carácter
exógeno que pueden variar, limitar o finiquitar la vigencia de una norma jurídica, entre estos
podríamos señalar;

Causas Endógenas.- Las que se encuentran en la misma norma, por ejemplo una norma que
declara el Estado de Emergencia en un lugar determinado de un país, tendrá un tiempo de
vigencia, luego de la cual ya no tendrá vigencia.

Causas Exógenas.- Acá debemos de diferenciar entre la institución de la ABROGACION, con la


institución de la DEROGACION, pues son instituciones diferentes;

LA ABROGACION.- Es la extinción total y absoluta de una norma jurídica.

LA DEROGACION.- Es la extinción parcial de la norma y no podemos llamarlo abrogación parcial,


en tanto que la abrogación es total o es ninguna, las modificaciones parciales a la norma jurídica se
denominan derogación, y en dicha institución podemos encontrar diversas formas o modalidades
entre otros podemos señalar;

DEROGACION PARCIAL.- Es la modificación parcial de una norma,

DEROGACION TOTAL.- Es la modificación total de una norma

DEROGACION TACITA.- Cuando una norma jurídica no señala expresamente la norma que es
derogada, sino que existe entre otros incompatibilidad, colisionan en su contenido regulatorio con
otra norma. En determinados casos la norma que deroga simplemente manifiesta que se derogan
todas las normas que se opongan a la presente norma, frase por la cual se deroga tácitamente
todas aquellas que se opongan en su contenido regulatorio a la nueva norma. Esta institución se
basa en el antiguo aforismo “lex posterior derogat anterior” (la ley posterior deroga a la anterior). Y
el “generi per speciem derogatum”, entre norma general y especial se prefiere a la norma especial.

DEROGACION EXPRESA.- La derogación se da cuando la misma norma señala que norma dejara
de tener vigencia y a partir de qué fecha, que generalmente es la fecha de entrada en vigor de la
norma que se deroga.

Además de la Ley existe en nuestra legislación la figura del Legislador negativo, esto es el Tribunal
Constitucional, que deroga las normas lesivas y contrarias a la constitución, el mismo que se ha
hecho presente en diversas sentencias como son los casos de los procesos ( ).

En estos casos la sentencia que declaran inconstitucional la norma legal determinada deberá de
publicarse en el diario oficial El Peruano y a partir de ello dejara de tener eficacia la norma
inconstitucional, sin embargo dicho efecto no es retroactivo. Esta figura ya es reconocida por la
Constitución de 1993 en su artículo 103 ( ).

Esta demás manifestar que la derogatoria de una norma no implica que las normas que hayan sido
derogadas por la norma derogada recobren la vigencia en el tiempo.

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