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Génesis 11-12. El Pacto con Abraham. Posterior a la caída en Génesis 3, el siguiente gran
evento es el llamado de Abram. Como parte de ese llamado, se introduce el pacto que Dios
establece con él, renombrándolo y transformándolo en Abraham. Este pacto es esencial
para comprender la función de la nación de Israel en el plan eterno de Dios.
Éxodo 11-12 y 20. La última plaga, la primera Pascua en Egipto y el Decálogo. Cuatro siglos
después de los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, encontrarás a sus descendientes, el pueblo
de Israel, esclavizados en Egipto. Luego de múltiples advertencias al faraón, Dios trae
sobre los egipcios la décima plaga: la muerte de los primogénitos. Al mismo tiempo, Dios
instruye a su pueblo por medio de Moisés para celebrar la primera Pascua, dar inicio al
calendario judío, promulgar la ley, y establecer a Israel como una nación redimida e
independiente de camino a la Tierra Prometida.
1 Samuel 12. La historia de Israel desde Moisés hasta Saúl. Si deseas conocer de manera
sucinta la historia teológica de Israel, desde el éxodo hasta el final de la época de los jueces, el
discurso de despedida del profeta Samuel es imprescindible. Presenta a Dios como el perfecto
y misericordioso rey de Israel, desechado por su pueblo.
2 Samuel 7. El Pacto con David y el Reino de Dios. Si el pacto con Abraham describe la
elección de la nación de Israel como el canal de bendición y redención para todas las
naciones, el pacto con David proclama las bendiciones eternas prometidas al pueblo de Dios
por medio de una familia específica. El reino de Dios será consumado en un descendiente del
linaje de David.
Nehemías 9. La historia de Israel desde Abraham hasta el regreso del exilio en Babilonia. Al
igual que 1 Samuel 12, este pasaje te ayudará a entender la historia de Israel a lo largo de los
siglos. Este resumen histórico enfatiza la fidelidad y misericordia de Dios,
constantemente perdonando y restaurando a su pueblo en fidelidad a Su pacto, y por amor a
Su nombre.
Jeremías 32-33. La promesa del Nuevo Pacto y el Reino Eterno. Luego del exilio del
pueblo de Judá en Babilonia, este pasaje ratifica al pueblo el compromiso que Dios tiene para
cumplir las promesas hechas a David y a su descendencia. Es sobre esa base que Dios
establece un Nuevo Pacto con su pueblo, prometiendo restauración y salvación eterna por
medio del “renuevo justo de David”, el Mesías prometido.
Los Evangelios. La historia de la vida, muerte y resurrección de Jesús, el Señor y Salvador del
mundo. Un renombrado predicador dijo en cierta ocasión que sería bueno que cada hijo e hija
de Dios pudiera leer alguna porción de los evangelios todos los días de su vida. ¿Por qué?
Porque en los evangelios descubres la inauguración de Nuevo Pacto y del cumplimiento de las
promesas hechas a Abraham y David en la persona de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios
encarnado. En Jesús el Salvador, encontrarás la razón de tu fe y tu esperanza. ¡Conócelo! ¡Lee
los evangelios!
1 Corintios 15. La centralidad del Evangelio desde la muerte de Jesús hasta la resurrección y la
vida eterna. Si deseas una presentación sucinta del mensaje del evangelio y sus beneficios
para todo aquél que cree, medita en 1 Corintios 15. El pasaje presenta primero los elementos
esenciales de la proclamación del evangelio (v. 1-4). Posteriormente, dedica el resto del
capítulo a la doctrina de la resurrección corporal como un elemento esencial a la promesa de
salvación.
Efesios 1-2. La historia desde la eternidad pasada hasta la iglesia. En el Antiguo Testamento el
pueblo de Dios encuentra su expresión primaria en la nación de Israel, donde, primero en el
tabernáculo y después en el templo, Dios escogió morar en medio de su pueblo. En el Nuevo
Testamento, la presencia de Dios, posterior a la asunción de Jesús se encuentra en la
iglesia, el pueblo de Dios en el Nuevo Pacto. Los primeros dos capítulos de Efesios te
ayudarán a conocer las bendiciones de esta maravillosa realidad espiritual de la cual formas
parte como miembro del cuerpo universal de Jesucristo.
Apocalipsis 21-22. El fin de la historia. Por último, será importantísimo que conozcas también
el fin de la historia. Los últimos dos capítulos de la Biblia narran con plena certeza la sublime
esperanza que aguarda a todos los fieles, cuando el reino de Dios sea consumando, y el
precioso Salvador sea la luz, la gloria, el gozo, y la paz de su pueblo para siempre.