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nuestro "hogar común", el segundo capítulo de la encíclica del Papa argumenta que
nuestras convicciones de fe pueden y deben motivar a los cristianos a asumir su
responsabilidad como cuidadores de la creación. A menudo ocurre que muchos
cristianos sienten que la administración ambiental es secundaria o tangencial para
vivir la fe, pero el Papa quiere borrar este sentimiento. La ciencia tiene un
papel que desempeñar en la conversación sobre el futuro del mundo, pero también
nuestra fe cristiana. Para hacer este argumento, el Papa Francisco comienza
destacando las muchas narraciones bíblicas que hablan del amor y la sabiduría de
un Dios que es Creador y sustentador de toda la Creación. Las narraciones bíblicas,
dice, "sugieren que la vida humana se basa en tres relaciones fundamentales y
cercanas entrelazadas: con Dios, con nuestro prójimo y con la tierra misma" (66).
Si bien todas estas relaciones han estado plagadas de rupturas en nuestra
afirmación de poder y dominio, nuestro llamado particular como personas de fe es
de integridad, reconciliación y paz. En efecto, este llamado nos desafiará a ser
el tipo de personas que no permitirán que la tierra sea despojada y olvidada.
El Papa también medita sobre el misterio del universo, que él ve como una
revelación continua de lo divino, "un regalo de la mano extendida del Padre de
todos" (76). Es nuestra fe en Cristo que "nos permite interpretar el significado
y la belleza misteriosa de lo que se está desarrollando" (79). Haciendo referencia
al pensador franciscano medieval San Buenaventura, el Papa Francisco señala una
antigua comprensión del mundo como el "libro de la creación", el precioso libro
de Dios "cuyas letras son la multitud de cosas creadas presentes en el universo"
(85). De esta manera, el Papa nos pide que volvamos a aprender cómo "leer" la
Creación para descubrir el mensaje y el significado inherentes a ella. Uno de los
mensajes clave que el Papa Francisco lee en el "libro de la creación" es que
estamos "unidos por lazos invisibles y juntos formamos una especie de familia
universal" (89). En otro lugar, hace eco de esto al decir que en el orden creado
por Dios "todo está conectado" (91).
El Papa termina este capítulo con referencia a Jesús, que encarna la ternura,
la conciencia contemplativa, el contacto con la naturaleza y las personas, el
asombro y el asombro ante los dones de Dios y la reconciliación que el Creador
desea para toda la Creación.
Preguntas:
1. Según Francisco, la Biblia enseña que la armonía entre el creador, la
humanidad y la creación fue interrumpida por nuestra presunción de tomar el lugar
de Dios y negarnos a reconocer nuestras limitaciones creativas. ¿Qué significa
presumir tomar el lugar de Dios? ¿Cómo nuestro estilo de vida y la ética de nuestro
lugar de trabajo exceden los límites creativos?
2. ¿Cómo pueden nuestras actitudes y acciones de esta semana ser más como Jesús?