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Al igual que con cualquier otra actividad, el estudio de las Escrituras demanda una cierta
preparación previa, ciertos pre-requisitos que te alistan para la tarea. En este breve artículo
descubrirás algunos de los elementos necesarios antes de comenzar un estudio fiel y eficaz.
Estos incluyen aspectos espirituales y prácticos sin los cuales, el estudio sería irrelevante e
intrascendente. Al hacer la pregunta ¿qué necesito para estudiar la Biblia?, considera incluir en
tu respuesta las siguientes afirmaciones:
NECESITO A DIOS
La Biblia es inspirada por Dios. Dios es su autor divino. Y de acuerdo con las Escrituras, “nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” pues “se han pues de discernir
espiritualmente.” (1 Cor. 2:11, 14).
Aparte de la ayuda sobrenatural de Dios, tu comprensión del mensaje de las Escrituras no irá
más allá de simples observaciones superficiales. Antes que nada debes acercarte a la Biblia
descansando en, y dependiendo de la guía del Espíritu Santo mientras lees y escuchas la voz
de Dios en Su Palabra. De aquí surge la necesidad de una actitud constante de dependencia
en oración. Debes con el salmista rogar al Señor, “abre mis ojos y miraré las maravillas de tu
ley.” (Salmo 119).
NECESITO HUMILDAD
Los tres puntos anteriores proclaman una realidad trascendente: Cuando abres la Biblia para
estudiar su mensaje, te acercas a ella necesitado. Necesitas la guía e iluminación del Espíritu
de Dios, necesitas la Palabra de Dios, y necesitas al pueblo de Dios. Por lo tanto, tu actitud no
debe ser auto-suficiente ni pedante, sino por el contrario, humilde. Recuerda, “Dios resiste a los
soberbios, pero da gracia a los humildes.”
NECESITO SANTIDAD
El estudio de la Biblia es una experiencia de comunión con Dios. Leerla es entrar en la
presencia de tu Dios y Salvador para que Él te aconseje con su sabiduría, te aliente con sus
promesas, te conforte con su gracia, y te exhorte con la verdad de su Palabra. Recuerda por
tanto que ante la santidad de Dios solo estará “el limpio de manos y de corazón puro”, y que
“sin santidad nadie verá al Señor.”
NECESITO TIEMPO
Descubrir el mensaje de las Escrituras y su valor para tu vida es similar a excavar un tesoro
preciado: requiere paciencia, perseverancia y dedicación. Y todas estas actitudes demandan tu
atención prolongada.
Las Escrituras exhortan a los fieles a nunca apartarse de ella y de su mensaje; sino por el
contrario, a meditar en ella de día y de noche (Salmo 1; Josué 1:8). Debes por tanto ser
generoso con el tiempo que dedicas al estudio de la Palabra de Dios.
NECESITO SILENCIO
La voz de Dios es muchas veces ahogada y acallada por las muchas otras voces y ruidos que
saturan la vida moderna a todas las horas del día y de la noche. Pero el estudio efectivo
demanda concentración y enfoque. Procura estudiar las Escrituras en un ambiente que permita
la meditación silenciosa y profunda.
NECESITO ORDEN
Dios es un Dios de orden. Busca que tu tiempo de estudio sea realizado en un lugar de trabajo
ordenado, limpio y libre de distracciones. Esto conducirá a una meditación más eficaz.
NECESITO ESCRIBIR
Finalmente, toda persona comprometida con el estudio fiel de las Escrituras debe considerar
seriamente el tomar notas mientras estudia. Alguien ha dicho que la tinta más débil es más fiel
que la mejor memoria. Escribir te permitirá aclarar tus pensamientos y te ayudará a retener
mejor tus ideas en preparación para la enseñanza y la predicación.
EN EL PRIMER COMENTARIO DEJO EL LINK DE LA PARTE 1.
Crédito Carlos Astorga para Lifeway citado por Biblias Holman