Predicación sepelio de …
- 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de
los que duermen, para que no os entristezcáis como los
otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a
los que durmieron en él. (1 Tesalonicenses 4:13-14)
Introducción
La muerte de un hermano en la fe, ciertamente produce
dolor y algunas inquietudes debido a esa nueva realidad: su
ausencia y su separación de todos aquellos cercanos a él.
I- Una realidad ineludible
- Desde que nuestros primeros padres pecaron, todos
estamos destinados a morir (Hebreos 9:27)
- Vivimos en un mundo en el cual no hay nada que nos
garantice el conservar la vida.
¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su
estatura un codo? Lc.12:25
Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Mt.10:30
II- Una esperanza para quienes deciden seguir a Dios
– Jesús con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. (1 Tesalonicenses.4:16)
por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo
por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro. (Romanos 8:37-39)
III- Oportunidad para todos en vida, para asegurar su
futuro después de la muerte
– En Adán heredamos muerte, pero en Jesús heredamos
vida eterna
– Jesús vino para que TODOS tengamos vida, y vida en
abundancia (San Juan 10:10)
Conclusión
El apóstol Pablo nos hace ver que tal cual como Jesús murió
y resucitó, así también Dios hará que todo creyente que
confesó que Jesús era su Señor, resucite para vivir
juntamente con Él por la eternidad. Amados todos, anímese
vuestro corazón y tenga paz, pues tenemos la segura
esperanza que en la eternidad veremos a nuestro hermano
que hoy se nos ha adelantado! (1 Tesalonicenses 4:17)……
Que el Dios de paz consuele y fortalezca todos nuestros
corazones