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ANAMNESIS PSICOLÓGICA

I. DATOS DE FILIACIÓN

Nombres y apellidos : J. S. V. H.

Lugar y fecha de nacimiento : Sullana, 28 de Julio de 2007

Edad : 8 años 2 meses

Sexo : Masculino

Grado de instrucción : 3° de Primaria

Hermanos : Ninguno (Hijo Único)

Ocupación : Estudiante

Estado Civil : Soltero

Religión : Católico

Residencia : Transversal Marañón 797-1

Madre : Virginia M. Hernández Sernaqué

Padre : No Refiere

Fechas de entrevista : 01 / 10 / 2015

07 / 10 / 2015

Lugar de las Entrevistas : Casa del evaluado

Informantes : Virginia M. Hernández Sernaqué (Madre)

Juana Sernaqué Fernández (Abuela)


II. MOTIVO DE CONSULTA

La madre refiere que su hijo es un niño que le causa muchos problemas porque es muy
inquieto, siempre la han citado a los colegios donde ha estudiado para darle quejas por su mal
comportamiento, pero indica que su conducta ha empeorado al ingresar al colegio donde
estudia actualmente porque los profesores no están preparados para ayudar a niños como su
hijo y no cuenta con un departamento psicológico que asuma casos como el de su hijo.

III. PROBLEMA ACTUAL

J.S. es un niño de ocho años que tiene muchos problemas en el colegio ya que tiene
una amenaza de expulsión de la institución educativa “San José Obrero” donde actualmente
cursa el tercer grado de primaria por presentar una conducta agresiva contra sus compañeros,
llegando, los profesores, a decir que es capaz hasta de matar.

La madre refiere que su hijo siempre ha sido inquieto desde que estaba en inicial pero
que nunca tuvo problemas tan graves como los que ha presentado al ingresar al colegio donde
estudia actualmente y de donde tiene una amenaza de expulsión.

J.S. presenta muchas dificultades relacionadas con el colegio porque sus compañeros
se burlan de él, según refiere le ponen apodos como “Juana marrihuana” o se ríen de que no
viva con su padre; según refiere el niño ante estos insultos reacciona “defendiéndose”.

La actitud de los profesores ante estos hechos, según la madre, es inapropiada ya que
al niño lo cambian de aula constantemente, no le prestan atención, no hacen nada para que la
hostilidad de sus compañeros cese; creando en J.S. un rechazo por las clases, se niega algunas
veces a asistir y en las últimas semanas ha vomitado antes de salir para su colegio.

La madre además refiere que en las últimas semanas se han entablado unos conflictos
entre la I.E. y ella ya que las autoridades del colegio han entablado una denuncia ante la
fiscalía contra la madre por abuso contra el menor y la madre por su parte también ha iniciado
un proceso legal contra el colegio por los abusos contra su hijo ante la Demuna.

La abuela del menor refiere que los problemas del niño se deben en parte a la actitud
de la madre contra el pequeño ya que su madre desde muy temprana edad (2 años
aproximadamente) lo ha maltratado físicamente y tiene reacciones muy impulsivas; refiere
que hasta la actualidad lo grita e insulta regularmente aunque ya no lo golpea físicamente.

Un dato importante con respecto a J.S. es que la madre cuenta que por lo menos en dos
ocasiones ha dicho que “preferiría estar muerto”, que “ya no aguanta más”. Al interrogarle a
la madre el contexto en el cual había dicho esas frases, mencionó que fue cuando le estaba
llamando la atención para que haga sus tareas. El menor también manifiesta sentirse un poco
triste porque sus compañeros no quieren jugar con él.

IV. HISTORIA FAMILIAR

J.S. vive en casa de su abuela, ubicada en la transversal Marañón, frente al Hospital de


la solidaridad, con su madre, abuelos y una prima.

El padre de J.S. no vive con el pequeño ni con su madre, este abandonó a la madre
desde el primer día de nacido J.S., desde allí nunca se ha hecho cargo del niño y la madre
menciona que el menor sólo lo ha visto de lejos porque se lo han enseñado pero que nunca
han conversado como padre e hijo. El padre de J.S. tiene otros hijos y según refiere la madre
están en un juicio por alimentos; el padre se niega a pasarle una pensión a su hijo alegando
que la madre del menor tiene los medios suficientes para mantenerlo. También cabe resaltar
que este señor ha pedido que le quiten su apellido al niño alegando que no es suyo y
solicitando una prueba de ADN, que nadie quiere costear.

La madre de J.S. es una mujer de 41 años, ama de casa que se ayuda con la venta de
productos “Natura” para el mantenimiento de su hogar y de su hijo. Refiere que anteriormente
trabajaba en el área de ventas en el rubro de la ferretería; no tiene actualmente ninguna pareja
ya que se dedica a tiempo completo al cuidado de su hijo. No asiste a reuniones sociales y
tampoco ingiere alcohol. Su propia madre la describe como una mujer con “poca paciencia”,
“impulsiva” y que siempre ha sido rebelde desde la adolescencia. Es una mujer de contextura
muy delgada, tendinosa, usa el cabello corto, no mira a los ojos cuando conversa; utiliza las
cejas delineadas con lápiz cosmético por encima de las huellas de sus cejas naturales
rasuradas completamente.

La abuela del niño, la señora Juana, es una mujer de 64 años, que se dedica a las
labores del hogar, ha ayudado en la crianza de su nieto desde pequeño ya que su hija Virginia
trabajaba y era ella quien se quedaba a cargo del niño. Refiere que no convive con su esposo
desde hace más de veinte años pero que ella le ha brindado un cuarto para que duerma por
consideración a que es el padre de sus hijos.

El abuelo del menor es el señor Pablo Hernández de 76 años de edad. Es periodista de


profesión y aún sigue ejerciendo su carrera en medios de comunicación radial y escrita. El día
de la entrevista el señor Pablo estaba visiblemente en estado de ebriedad, la familia nos contó
que era algo común en él tomar casi a diario. En el tiempo que convivió con su esposa fue una
persona irresponsable, según dice la señora Juana, no le daba dinero para los gastos del hogar
y su familia pasaba mucha necesidad. Este personaje también ha tenido más hijos fuera del
matrimonio y esto ocasionó el rechazo por parte de su hija Virginia, quién siempre discutía y
le reclamaba por su comportamiento.

En casa de J.S. también vive su prima Milkita; ella es nieta de la señora Juana, hija de
un hijo fallecido. La niña vive con ellos porque su madre al perder a su esposo se vuelve a
acompañar y se va a vivir con su nueva pareja y deja a la niña al cuidado de la madre de su
esposo (la señora Juana). Es una niña muy reservada, poco afectuosa, no le gusta darle
muestras de cariño a nadie, cuando intentan abrazarla o darle un beso rehúye.

En el siguiente cuadro se resume la composición familiar de J.S.:

Nombre Edad Ocupación Parentesco


Virginia Marisol Hernández Sernaqué 41 Ama de casa Madre
Juana Sernaqué Fernández 64 Ama de casa Abuela
Pablo Hernández Fiestas 76 Periodista Abuelo
Milkita Hernández Salvador 14 Estudiante Prima

V. NIÑEZ

El embarazo de la señora Virginia fue bastante difícil, en primer lugar por los
malestares propios de la gestación como son las náuseas y vómitos que se prolongaron
durante los nueve meses. Además tuvo una infección a las vías urinarias. En tercer lugar, fue
difícil sobre todo en el plano emocional-afectivo, ya que según refiere la señora Virginia al
momento de comunicarle a su pareja que estaba embarazada él no tomó bien la noticia y quiso
abandonarla. Por tanto nos dice que al momento del embarazo se sentía muy sola, no quería
salir de su cuarto, no sentía el apoyo de sus familiares y mucho menos de su pareja.

El parto de J.S. fue normal, pero le indicaron que había nacido con un coagulo en la
cabeza, sin embargo la pediatra le dijo que no era nada grave, que paulatinamente se iba a ir
desapareciendo. A los dos meses de nacido la madre lo lleva de viaje a Ayabaca y esto junto
con que no le llevó ropa adecuada le provocó una bronconeumonía que lo llevó a estar
internado en el hospital por varios días. Al cuarto mes de nacido tuvo una recaída de la
bronconeumonía. La madre refiere que para la bronconeumonía le aplicaron Cefalogen de
1mg.

Después de estos episodios adquirió una alergia a la piel bastante fuerte que le provocó
unas ampollas en todo el cuerpo. De igual manera estuvo en tratamiento para su cura. La
madre refiere que su primera infancia fue bastante difícil para ella ya que siempre lloraba por
todo, era algo que la “desesperaba”. Siempre sufría de gases y a los nueve meses le detectaron
que era intolerante a la lactosa.

El desarrollo evolutivo del niño se realizó sin ningún tipo de retardo, caminó en su
primer año de vida, fue destetado al año dos meses y no implicó ningún problema ya que se
dio de manera natural. Balbuceó desde los nueve meses y habló de manera entendible al año.

J.S. hizo pataletas desde casi los tres años cuando no le daban lo que quería, la madre
le echa la culpa a la abuela porque, según ella, siempre lo complacía en todo y apenas lloraba
se apresuraba a darle lo que pedía. Este tiempo coincide con la edad a la que la madre empezó
con los castigos físicos, aunque la abuela refiere que la madre empezó a golpear a J.S. con una
correa desde los dos años, aún antes de este tiempo.

La madre menciona también que desde hace un tiempo ha empezado a orinarse la


cama de forma esporádica, y también a tener pesadillas, despertándose a mitad de la noche.

La madre refiere que los problemas del niño se iniciaron porque ella era muy
sobreprotectora y no dejaba que explore su ambiente, lo cuidaba de que se ensucie, de que se
enferme y por ello no le daba libertad para que se desenvuelva de manera normal. Es por ello
que cree que lo que no le dejaba realizar en casa lo hacía otros sitios como el colegio.
VI. EDUCACIÓN

La escolaridad de J.S. inicia a los tres años con la entrada en la I.E.I. “Nuestra Señora
de Lourdes” conocida popularmente como “Los Amarillitos”. Según menciona la madre
durante inicial de tres años no tuvo mayores problemas, se adaptó muy rápidamente y el
primer día de clases no lloró al momento de dejarlo allí; fue una etapa fácil de sobrellevar
excepto por las travesuras realizadas por su hijo pero que nunca fueron objeto de mayores
complicaciones.

En inicial de cuatro años sí refiere problemas sobre todo relacionados con su profesora
la señora Isabel Tume, quien castigaba con frecuencia al niño, llegando a golpearlo con un
látigo, según refiere la madre, haciendo caso a las palabras de su hijo quien le contó tal cosa.
Sin embargo en aquella ocasión no le reclamó ni averiguó nada referente al hecho,
simplemente pidió a la directora que cambie de aula a su niño para el siguiente año.

En inicial de cinco años estuvo con otra profesora y no tuvo problemas fuera de lo
común, sin embargo las travesuras de J.S. eran comunes e hizo que lo hagan recordado por
todos sus profesores, según relata la madre.

Terminado el periodo de inicial, la madre lo inscribe en el colegio “San José Obrero”


de los Hermanos Maristas. Según cuenta la madre allí empezaron los verdaderos problemas
de Juan ya que su mala conducta se incrementó y las citaciones al colegio para hablar de la
conducta de J.S. se incrementaron.

El problema relacionado con la conducta de J.S. se ha incrementado tanto que la


institución había decidido rotarlo permanentemente de salones ya que “ningún profesor lo
quería tener en su aula” sin embargo ante la insistencia de la madre la directora optó por
cambiarlo de la sección de tercero “C” a tercero “A”.

Los inconvenientes referidos por la madre con respecto a la institución educativa son
muchos, según ella el niño no recibe un buen trato, su estima personal es constantemente
afectada con los insultos de sus compañeros, con las llamadas de atención inadecuadas que
realizan los profesores y un sinnúmero de cuestionamientos que le han valido para presentar
una demanda contra dicha institución educativa a través de la Demuna.

Por su parte las autoridades del colegio refieren que las conductas agresivas de Juan
son excesivas y temen pueda lesionar o atentar gravemente contra la salud de algún
compañero ya que mencionan que el niño ya ha querido asfixiar a un alumno de la institución
educativa. Las autoridades del plantel creen que estas conductas se deben a patrones
familiares o específicamente a maltratos recibidos por el niño dentro del hogar, por lo cual
han prevenido a las autoridades a través de la fiscalía para que tome interés en este caso.

VII. CAMBIOS DE RESIDENCIA

Al indagar sobre los cambios de residencia se manifestó que J.S. no había vivido en
otro lugar que no fuera su domicilio actual.

VIII. ACCIDENTES Y ENFERMEDADES

J.S. no ha sufrido accidentes, y las enfermedades que podemos mencionar fueron a


muy temprana edad, luego de los primeros años no ha presentado problemas que puedan ser
significativos.

Para rememorar, las enfermedades que ha tenido J.S. son principalmente dos cuadros
de bronconeumonía a los dos y cuatro meses de nacido. Luego presentó una alergia cutánea
bastante fuerte y finalmente se le detectó intolerancia a la lactosa.

Todo lo anterior está referido al plano físico, sin embargo los problemas de conducta
han llevado a la madre a buscar ayuda para su hijo y por ello ha acudido a neurólogos,
psicólogos y a un psiquiatra que le puedan dar solución a los problemas de su hijo.

La madre refiere que el año pasado acudió al Hospital de la solidaridad y fue atendida
por el psicólogo de dicho centro, con el cual inició sesiones semanales de terapia. Por
recomendación del mismo psicólogo visitó al neurólogo, según refiere la madre se le realizó
un mapeo cerebral pero no dio mayores detalles del mismo.

Al tiempo que asistía al psicólogo, el examinado fue atendido por un psiquiatra en el


mismo Hospital de la Solidaridad y desde el año pasado ha asistido mensualmente a consulta
con dicho psiquiatra. El diagnóstico dado por el médico fue Bipolaridad (Sin embargo la
madre no sabía ningún otro dato como si era de tipo I o II).

Los medicamentos recetados por el psiquiatra fueron:


VALPRAX* 250mg Dos cucharadas, tres veces
al día

RISPERIDONA** 2 mg Una pastilla mañana y


noche

GABAPENTINA*** 300 mg Una pastilla en la noche

*VALPRAX está indicado para su uso como terapia única o adyuvante en el


tratamiento de las convulsiones de ausencias complejas o simples, incluyendo petit mal, y es
útil en la convulsiones primarias generalizadas con manifestaciones tónico – clónicas.
Valprax puede usarse como adyuvante en pacientes con múltiples tipos de crisis que incluyen
tanto las convulsiones de ausencia o tónico – clónicas

**RISPERIDOMA está indicado para el tratamiento de la esquizofrenia de


mantenimiento en adultos y adolescentes entre 13 y 17 años. Manía bipolar para el
tratamiento de corto plazo de episodios agudos maniáticos asociados a comportamientos
bipolar I en adultos, niños y adolescentes de 10 a 17 años. Solo o en combinación con litio o
valproato para el tratamiento acorto plazo de manía aguda o episodio mixtos asociados con
desorden bipolar I en adultos. Irritabilidad asociada con desórdenes autistas, para el
tratamiento de irritabilidad asociada con desórdenes autistas en niños y adolescentes entre 5 y
16 años incluyendo síntomas de agresión deliberada propia o hacia los demás; estados de
ánimos cambiantes

***GABAPENTINA está indicado en terapia combinada en el tratamiento de crisis


parciales o crisis parciales secundariamente generalizadas en adultos y niños mayores de 6
años. Está indicada en monoterapia en el tratamiento de crisis parciales secundariamente
generalizadas en adultos y niños mayores de 12 años.

IX. HÁBITOS E INTERESES

Dentro de los intereses que muestra J.S. está el juego de ajedrez, llegando a ocupar el
tercer lugar en la categoría ocho de los juegos regionales. Además la madre refiere que tiene
muchas cualidades para hablar en público, siendo muchas veces elegido para dar las
exposiciones en las ferias del día del logro. Siempre participa en las actividades del colegio,
como actuaciones, recitaciones y hasta cantando.

Muestra interés por el futbol, ha estado inscrito en una academia a la cual dejó de
frecuentar pero actualmente los días sábados sale a jugar con su primo Miguel por allí cerca
de su casa. Algo peculiar al momento de tratar este punto, es que la madre acompaña a todos
lados a su hijo, cuando va a jugar futbol con su primo, cuando va a la academia, etc.

El niño está inscrito en la catequesis familiar en la parroquia Nuestra Señora del


Tránsito y cursa la primera etapa. Asiste todas las semanas a sus charlas y según refiere la
madre no presenta conductas distractoras, participa activamente y muestra mucho interés en
asistir puntualmente a sus charlas. Como en el caso anterior la madre también se queda
durante todo el tiempo de la charla muy cerca de su hijo, según ella, escuchando los temas
porque son muy interesantes.

Juan no presenta problemas con las actividades académicas y demuestra interés en los
estudios, sin embargo necesita mucha vigilancia para que realice las tareas (según refiere la
madre).

X. ACTITUD CON LA FAMILIA

El evaluado vive en casa con su madre, sus abuelos y su prima. La relación más
cercana es con su madre ya que ella es una persona que no lo deja solo en ningún momento
(incluso en las entrevistas con nosotros). Como la madre misma refiere siempre lo ha
sobreprotegido, no le gustaba que se ensucie, que salga a la calle. Actualmente la madre lo
acompaña a absolutamente todas las actividades que realiza el niño: lo lleva al colegio, lo
lleva a su academia de futbol y lo espera durante todo el tiempo del entrenamiento,
igualmente cuando el niño va a recibir su catequesis de primera comunión la madre también
se queda escuchando el tema muy cerca del niño.

El niño refiere que se siente “más o menos” porque es “malcriadito”, pero no se queja
directamente de nada en particular de su familia, constantemente recalca que su mamá lo
castiga “pero que no con correa”.

La abuela es quien nos informa mucho más en este aspecto y nos cuenta que la madre
es quien tiene actitudes negativas para con el niño y que le preocupan mucho; nos cuenta que
desde muy pequeño siempre lo ha maltratado físicamente pero que actualmente, aunque ya no
físicamente, si lo maltrata psicológicamente porque diariamente lo grita e insulta para que
haga las tareas. Esto es algo que lo confirma el niño al contarnos que su mamá usa palabras
soeces.

La abuela nos cuenta que la madre del niño nunca lo ha dejado hacer nada por sí
mismo, que actualmente lo baña, le cepilla los dientes, hasta hace poco le daba la comida en
la boca, lo lleva a todos lados, que para que no se ensucie lo deja sentado en un solo lado y le
prohíbe que se mueva. Ellos duermen juntos, en la misma cama y a la abuela no le gusta que
la madre se bañe y salga desnuda delante del menor.

Un hecho que pasó poco tiempo antes de la entrevista fue que Juan quiso empujar por
las escaleras a su madre cuando lo estaba reprendiendo; el menor presenta una actitud
desafiante a las órdenes que le hace la madre, por ejemplo si ella le pide que le alcance algo él
le suele responder que lo haga ella, que él no su empleado; responde a todas las personas que
le llaman la atención, cuando no quiere hacer algo él no lo hace y dice “no quiero hacerlo”,
“es aburrido”.

XI. ACTITUDES FRENTE A LA ENFERMEDAD

Al preguntarle al pequeño si sabía qué tenía, nos dijo que sí, que él tiene un Trastorno
Bipolar, pero que eso si se cura si pone de su parte. Dice que él si ha mejorado, que pone de
su parte para mejorar y que toma todos sus medicamentos todos los días.

La actitud suele parecer positiva al hablar de su trastorno pero en realidad no parece


darse cuenta o tener un poco de remordimiento cuando responde de manera grosera a las
personas o no obedece las órdenes que se le dan.

XII. SUEÑOS

Juan tiene constantes pesadillas y se despierta por las noches asustado y según refiere
la madre, le pide que no lo deje, que no lo abandone. No tiene una habitación ni cama propia
y duerme con su madre.
Los contenidos de las pesadillas están relacionados con monstruos que se lo llevan y
esto causa mucha ansiedad al despertar.
EXAMEN PSICOPATOLOGICO

I. OBSERVACIONES GENERALES

Las entrevistas fueron hechas en casa del evaluado y en muchos de los casos frente a
la mirada de la madre y de la abuela quienes se resistían a dejarnos solos con el niño. Esto en
cierta manera impedía que el niño se exprese con total libertad pero se ha hecho el mayor
esfuerzo por ganarse la confianza del pequeño y pueda de esta manera contar de manera
sincera lo que piensa, siente y hace.

II. DESCRIPCIÓN GENERAL

Se trata de un niño de 8 años cuyo rostro expresa ser una persona muy lista e
inteligente, se le ve algo engreído por la manera de encogerse de hombros, cogerse las manos,
ladear la cabeza y responder con un tono de voz muy bajo cuando no quiere responder alguna
pregunta. Su aspecto físico denota un estado de salud bueno, su contextura es gruesa, su color
de piel es blanco y su talla aproximada es de un metro treinta centímetros.

En todas las oportunidades denota arreglo personal, que se evidencia en el cabello bien
cortado, las uñas de las manos limpias, y pulcritud en su vestimenta; en su vestimenta alterna
polos sintéticos de selecciones deportivas con pantalones cortos de tela y sandalias.

Generalmente es un niño que puede prestar atención por un tiempo bastante limitado
pero cuyo tiempo ha ido aumentando muy lentamente siempre y cuando no interrumpamos
sus juegos ya que si se hace eso no presta absolutamente nada de atención y voltea
constantemente o se para para ir a otro sitio

III. ACTITUD DURANTE LA ENTREVISTA

Durante el transcurso de las entrevistas la actitud de J.S. ha ido cambiando; cuando


recién lo conocimos parecía un niño sumamente tranquilo, algo retraído y cabizbajo; utilizo
en aquella ocasión un tono de voz muy bajo y en ningún momento miró a los ojos a los
entrevistadores; utilizó frases negativas contra sí mismo en un tono culposo, es decir él mismo
se calificaba como “malcriado”.
En la segunda entrevista su actitud fue completamente distinta, ya que su
comportamiento fue excesivamente distraído y confrontacional; no quiso trabajar ni responder
preguntas y si su madre le llamaba la atención le respondía con prontitud para callarla.
Expresaba que se sentía aburrido y que no iba a responder las preguntas

Esta actitud fue cambiando relativamente ya que logramos acercarnos un poco más al
niño y pudimos lograr que converse algunas cosas con nosotros pero hasta ahora no se abre
totalmente ya que la presencia de la madre interfiere con el trabajo con el niño. Cuando está
conversando algo con nosotros voltea constantemente a ver si su madre lo está mirando o
escuchando qué es lo que dice. Ha pedido en una oportunidad que se retiren su madre y su
abuela pero estas se han negado a hacerlo y esto hasta cierto punto ha cortado la disposición
que puede tener el menor a ser totalmente sinceros con nosotros.

IV. PROCESOS PARCIALES

A. ESTADOS DE CONCIENCIA

Percepción

El niño tiene una percepción adecuada ya que tiene una ajustada “conciencia de
objeto” y no presenta trastornos cuantitativos ni cualitativos de la percepción. No manifiesta
tener incremento o disminución en el número de unidades de percepción por unidad de
tiempo. Tampoco presenta alucinaciones de ningún tipo.

Atención

El evaluado presenta una atención disminuida ya que no es capaz de dirigir voluntaria


y selectivamente la atención, localizándola en un determinado asunto de tal manera que le
permita operar sobre este según sean sus deseos, intereses y objetivos. Su atención es dispersa
y superficial constantemente se levanta, mira a otro lado, te ignora mientras le hablas o habla
con otra persona mientras te diriges a él… no se focaliza en un solo punto.

Conciencia

El evaluado presenta lucidez de conciencia. En todo momento tiene una interioridad


real de la vivencia es decir está familiarizado a su acontecer psíquico y tiene una clara
frontera de las vivencias del mundo interno y externo. Sabe quién es, como se llama, y todo lo
relacionado con una interiorización real de sus vivencias. Así mismo tiene una adecuada
función de alerta.

Orientación

El evaluado presenta una adecuada orientación alopsíquica temporal, es decir tiene una
noción del tiempo que transcurre, sabe la fecha, el día, el momento del día, el año, la estación
del año. Así mismo, su orientación alopsíquica espacial no presenta alteración alguna ya que
dimensiona los objetos con los que interactúa, los reconoce por sus apariencias externas y
guarda recuerdos de su relación vivencial con ellos, permitiéndole saber en qué lugar se
encuentra: país, ciudad, calle, etc.

De la misma manera tiene una adecuada orientación autopsíquica que le permite saber
quién y qué es.

B. FUNCIONES COGNOSCITIVAS

Inteligencia

Su inteligencia es de nivel promedio. Hace uso de esta inteligencia para poder


desenvolverse con naturalidad en el mundo y hasta para tener respuestas rápidas con las
cuales contestar ante las demandas de la figuras de autoridad.

Memoria

Su memoria está conservada, siendo capaz de asociar hechos pasados con cierta
facilidad, y evocarlos en el presente. Esto se relaciona con su rendimiento escolar ya que la
madre refiere que aunque es inquieto no presenta dificultades en lo académico

Pensamiento

El evaluado presenta un pensamiento concreto, no como trastorno sino porque a su


edad aún no ha logrado una abstracción adecuada, la cual irá adquiriendo cuando llegue a la
adolescencia. Sin embargo, puede establecer secuencias lógicas de tipo simple en los procesos
de causa y efecto. El flujo de ideas, en el evaluado, era normal y en cuanto al contenido
denotaba ideas normales de tipo concreto las cuales se originan a parir del sensorio. No se
evidenció dificultades con el control de ideas.

Lenguaje

El evaluado presenta fluidez y espontaneidad en su lenguaje, siendo este claro y


entendible; el tono de voz es alto. Tiene una adecuada comprensión del lenguaje lo que se
evidencia en la ejecución de órdenes y en una adecuada repetición.

C. ASPECTO VOLITIVO

El menor presenta mucha vitalidad, sus movimientos son rápidos y ágiles. Muestra
siempre una predisposición para la acción y suele desplegar mucha energía en lo que hace,
misma que parece no agotarse. Aunque, por acción de los medicamentos que toma en
oportunidades se le nota somnoliento. Muestra un conocimiento sobre su problema y voluntad
para mejorar.

D. ESTADO AFECTIVO

El examinado manifiesta una cierta ansiedad relacionada sobre todo con las
consecuencias desagradables de sus conductas impulsivas. Por lo general sus sentimientos de
estado próximos al cuerpo o sentimientos vitales están relacionados con lo agradable,
sentimientos como vigor, ímpetu, sensación de bienestar. En cuanto a sus sentimientos de
valor ajeno se puede notar cierta hostilidad en su trato con las figuras de autoridad.

Sus impulsos y emociones suelen aflorar en forma incontrolada ante situaciones que
no puede tolerar, sus reacciones afectivas son inestables e inmaduros y esto le genera un
sentimiento y malestar que se expresa con una actitud rabiosa ante su madre y sus
compañeros.
INSTRUMENTOS DE EVALUACION

PRUEBAS APLICADAS

 Test De Inteligencia Factor “G” Escala 2 De Raymond B Cattell


 Test Guestaltico Visomotor De Bender
 Test De Apercepción Infantil Con Figuras De Animales
 El Test Del Dibujo De La Familia Louis Corman

INTERPRETACION DE RESULTADOS

A nivel intelectual el examinado presenta un C.I. de 107 que lo ubica en un rango


normal promedio que obtiene al responder al test de inteligencia factor “G” escala 2 de
Raymond B Cattell, lo cual indica que se encuentra en proceso de desarrollo de la habilidad
de clasificar adecuadamente las propiedades comunes de pertenencia y no pertenencia de un
conjunto, además no refleja la capacidad de efectuar diferentes grados de abstracción,
análisis–síntesis a nivel sensorio perceptual en el área de clasificación.

Así mismo tiene un nivel bajo para comprender figuras sin significados, viendo las
relaciones que hay entre ellas ya que esto ocasiona que no desarrolle un método sistemático
de razonamiento y abstracción en el área de matrices.

Con relación al test gestáltico viso-motor de Bender, el evaluado no presume tener


una lesión cerebral, su edad maduracional se encuentra acorde con su edad cronológica y su
grado escolar posible es el tercer grado de primaria, esto se puede verificar en los datos de
afiliación que el niño se encuentra en dicho grado escolar.

Decimos que no presume lesión cerebral porque este es un diagnóstico médico, pero sí
encontramos algunos indicadores que para la edad cronológica que tiene hace presumir de una
disfunción cerebral mínima (DCM) ya que obtiene cuatro indicadores altamente significativos
para este criterio relacionado con la rotación e integración de las figuras. A pesar de ello se
debe tener en cuenta que esto no determina si el niño presenta inmadurez o disfunción en la
percepción viso-motriz como resultado de la afectación neurológica.

Con respecto a los indicadores emocionales; es un niño no adaptado, con dificultades


de comportamiento y aprendizaje ya que en la aplicación de dicho test no obtuvo una postura
adecuada y cómoda, no prestó atención a lo que desarrollaba y no analizaba las imágenes de
las tarjetas realizando los dibujos de prisa. Presume características de hiperactividad al
realizar el test en un tiempo promedio de 5 minutos. La mayoría de niños necesitan un tiempo
de 6 minutos y 20 segundos.

Para evaluar los rasgos de personalidad fue conveniente aplicar el test de apercepción
infantil con figuras de animales. En la primera lámina es sumamente relevante que el
evaluado haya omitido en su narración la figura de la madre y justamente diga que los pollitos
están comiendo un caldo de “gallina” como si se tratara de que estos pollitos se estén
comiendo a la madre. Si relacionamos esta lámina con la historia personal de J.S. este relato
tiene relación con el hecho de que la madre no ha cumplido con su papel de benefactora ya
que como se refiere en la entrevista ella no se encarga de la preparación de los alimentos para
su hijo, papel ocupado por la abuela. Es presumible que esta situación se haya dado desde
muy temprana edad habiendo carencia oral en J.S. lo que ha conllevado a desarrollar rasgos
de personalidad oral agresiva que se manifiestan en insultos, gritos y en general en una
posición desafiante hacia esta.

En la segunda lámina se evidencia toda una situación conflictiva “guerra” entre la


madre y el niño junto a otro adulto. Es difícil identificar a ese otro adulto, ya que
normalmente suele ser el otro progenitor pero en el caso específico de J.S. al no tener, ni
haber tenido la figura paterna podemos identificar a ese adulto como la abuela o demás
familiares con quienes se une para pelear con la madre considerando a esta la más “débil”.

Con respecto a la lámina tres el niño presenta una fuerte inhibición negándose a crear
cualquier historia relacionada con la imagen y limitándose a decir que es “un león viejito”,
“además que necesita un bastón”. Con esta escueta pero significativas palabras podemos
darnos cuenta la falta de identificación del niño con una imagen paterna y en caso la tenga en
su abuelo lo ve como un ser viejo e indefenso al cual no tiene temor.

La lámina cuarta generalmente trata temas de rivalidad fraterna no es relevante para el


niño justamente por ser el hijo único

En la lámina quinta la imagen muestra una gran cama y una cuna con dos ositos; las
verbalizaciones de J.S. fueron “no hay nadie, no veo nada” inhibiendo los dos temas de esta
lámina que son el sueño y los progenitores en la cama. Con respecto al tema del sueño es
sumamente significativo ya que J.S. no duerme bien y que se levanta por que sueña cosas
feas. De la misma manera inhibe el tema de los progenitores en la cama reflejando de esta
manera conflictos relacionados con el hecho que refiere su abuela “la madre se pasea desnuda
por el cuarto delante de su hijo”, esta situación puede reflejar problemas ya que el niño se
encuentra próximo a la pubertad y la conducta exhibicionista de la madre puede acelerar el
despertad sexual del niño.

Con relación a la lámina sexta estaría estrechamente relacionado con los problemas de
sueño que presenta el niño o más específicamente a uno con las pesadillas que hacen que se
despierte por las noches cuyo contenido estaría íntimamente relacionado con una idea
persecutoria y de muerte.

En la lámina séptima refleja claramente la agresión experimentada por el menor ya


que sin más rodeos dice que el tigre se come al mono representando estos personajes a él y a
su madre, sin embargo es sumamente interesante que aunque el tigre se coma al mono (la
madre se coma al hijo) el tigre recibe su castigo quedándose atrapado entre las lianas y
renegando por este hecho hasta que muere; visualizamos aquí el desquite del hijo.

Con relación a la lámina octava el examinado solo se ha enfocado a la figura


secundaria de dicha lámina inhibiendo así la imagen primaria (un mono adulto riñendo a un
mono pequeño) anulándola de su campo visual producto de la ansiedad que le produce esta
imagen con relación a las llamadas de atención de su madre.

En la lámina nueve J.S. manifiesta miedo a ser dejado solo ya que esto se encuentra
relacionado con la manifestaciones en la entrevista de su madre “él se levanta cuando tiene
sueños feos me abraza y me dice mami no me dejes”. Aunque la madre nos refiere que estos
terrores nocturnos se dieron por un tiempo, no son diarios o excesivamente frecuentes.

En la última lámina el examinado proyecta una mala relación con su madre


manifestado en la verbalizaciones, refiriéndose al perro grande como un perro sarnoso, así
mismo hace alusión al tema de esta lámina con respecto al castigo del sexo puesto proyectado
con una pelea entre ambos y resultando ganador el hijo.

En resumen de estas laminas se puede llegar a concluir que el tema principal de estas
narraciones son la agresividad y agresividad oral en relación a la madre. El héroe principal es
el mismo niño que lucha en castigar a la madre. Así mismo se analiza que las figuras están
vistas con relaciones ambivalentes, estas demostradas en la narraciones del niño donde
proyecta inconscientemente que su madre es agresiva con él, en las entrevista el niño refiere
que su madre es buena y cariñosa, pudiendo representar esto una formación reactiva o una
amenaza directa de la madre por quedar bien.
J.S. presenta ansiedad en los temas repetitivos ante el daño físico (castigo) y de ser
abandonado, presenta, mecanismos de defensa como negación al inhibir algunas figuras de las
láminas y formación reactiva al manifestar inconscientemente agresión ante la madre y
conscientemente expresar afecto y cariño; estos mecanismos figuraran de manera notable en
su estructura de la personalidad.

Con respecto al área familiar se utilizó el test del dibujo de la familia Louis Corman
manifestando inhibición en los dibujo ya que borró los hombros derechos de los dos
personajes presentes, el orden de las figuras dibujadas son: primero el hijo y luego la madre.
J.S., fue muy rápido dibujando por que utilizó un minuto para cada personaje, los detalles que
tiende a volver son los pájaros a los que llama “águilas”, al momento de pedirle que dibujara
expresó reacciones afectivas como el rechazo, al negarse a dibujar refiriendo “no se dibujar,
ya no me preguntes, tus preguntas son difíciles”. Ante las preguntas realizadas con relación al
dibujo manifiesta que la madre es la más buena y amable de la familia y el hijo el menos
bueno porque se porta mal; así mismo afirma que la persona menos feliz es el hijo por ser
llorón, malcriado, nervioso, y juguetón. Al momento de preguntarle si el dibujo le gustó
refiere “son extraterrestres”.

Es un niño extrovertido, con gran expansión vital pero a la vez presenta violencia
expresada en las pruebas aplicadas anteriormente, es una persona audaz. J.S. Sin ambargo, el
niño ha perdido una parte de su espontaneidad, ya que vive dominado a lo reglado, sobre todo
por las censuras constantes de su madre y profesores ante su vitalidad.

Con relación a las estructuras formales J.S. obedece, pese a su naturaleza y vitalidad, a
un sistema educativo carente de espontaneidad y vitalidad. El examinado presenta agresividad
y la expresa al dibujar animales salvajes

Finalmente podemos decir que J.S. está expuesto a un modelo de pareja (los abuelos)
que viven juntos pero que no tienen ningún tipo de relación conyugal, que ha sufrido la
infidelidad del padre y que este mismo es una persona bebedora. No vive con su padre y esto
le causa una serie de complicaciones como la burla de sus compañeros. Su madre es una
persona impulsiva, de reacciones agresivas, que tiene precedentes de agresión física y verbal
contra J.S.
CONCLUSIONES

Se puede llegar a la conclusión de que el sujeto está atravesando por una dificultad y
malestar que el entorno le genera en especial su madre, compañeros de escuela y educadores,
ya que para el examinado le es difícil manejar y responder de forma asertiva, dichas
situaciones le generan presión, ansiedad que lo desequilibra psicológicamente motivando a
que responda de manera impulsiva, agresiva, y oposicionista desafiante. Estas conductas
respondientes se generan de forma habitual cuando sus compañeros lo insultan, su madre y
profesores le imponen órdenes y este descarga sus impulsos y es ahí donde se observa su
pobre autocontrol y ausencia de razonamiento ante las acciones emitidas.

El examinado tiene una visión negativa de su entorno y sobre todo de las figuras de
autoridad que se expresa en la manifestación de no obedecer las órdenes emitidas por sus
mayores y la agresividad expresada mediante conductas disruptivas en el salón de clases
provocando una mala relación con sus compañeros. El evaluado no dispone de recursos para
enfrentar mejor el contexto que lo abruma ya que reacciona ante la frustración con poca
tolerancia y mucha impulsividad.

El sujeto muestra una motivación y actitud positiva dirigida a comprender y


solucionar, sus dificultades manifestadas en una carta escrita dirigida a su madre donde refiere
“mamá voy a cambiar para vivir felices los dos”.

RECOMENDACIONES

Se cree beneficioso que el evaluado acceda a una revisión especializada acerca de sus
problemas como son el trastorno negativista desafiante (313.81) y el trastorno por déficit de
atención con hiperactividad tipo hiperactivo-impulsivo (314.01).lo cual incida en ayudarlo,
apoyarlo en primer lugar en el entendimiento de sus problemas para que luego desarrolle
actitudes que le permitan una mejor comunicación con su entorno seguidamente se le indica a
la familia conocer, aprender y tener conocimientos acerca de dichos problemas ya
mencionados para que así cumplan el soporte emocional que el sujeto requiere.

El cambio esperado no es posible si no se hace un trabajo conjunto con el niño, la


familia, los maestros y compañeros; solo de esta manera se podrán ver resultados
significativos que ayuden a una mejor adaptación a su ambiente familiar y escolar.
Es recomendable que los educadores adquieran técnicas de instrucción para poder
emplearlas a la hora de emitir órdenes al niño y que este pueda llegar a relacionarse de manera
adecuada con sus compañeros y con todas las figuras de autoridad.
DIAGNÓSTICO

Por lo que se ha expuesto tanto en el análisis de resultados de los test aplicados como
en el análisis funcional de la conducta podemos decir que el evaluado presenta el trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tipo con predominio hiperactivo-
impulsivo codificado en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM
IV como 314.01. Además presenta el trastorno oposicionista desafiante codificado en el
DSM IV como 313.81.

Con respecto al trastorno por déficit de atención con hiperactividad la asociación


psiquiátrica americana a través del DSM IV define que:

“La característica esencial del trastorno por déficit de atención con hiperactividad es
un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad, que es más frecuente y
grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar. Las
deficiencias de la atención pueden manifestarse en situaciones académicas, laborales o
sociales.

Los sujetos afectos de este trastorno pueden no prestar atención suficiente a los
detalles o cometer errores por descuido en las tareas escolares o en otros trabajos. El trabajo
suele ser sucio y descuidado y realizado sin reflexión. Los sujetos suelen experimentar
dificultades para mantener la atención en actividades laborales o lúdicas, resultándoles difícil
persistir en una tarea hasta finalizarla. A menudo parecen tener la mente en otro lugar, como
si no escucharan o no oyeran lo que se está diciendo.

Pueden proceder a cambios frecuentes de una actividad no finalizada la otra. Los


sujetos diagnosticados con este trastorno pueden iniciar una tarea, pasar a otra, entonces
dedicarse a una tercera, sin llegar a completar ninguna de ellas. A menudo no siguen
instrucciones ni órdenes, y no llegan a completar tareas escolares, encargos u otros deberes.

Estos sujetos suelen tener dificultades para organizar tareas y actividades. Las tareas
que exigen un esfuerzo mental sostenido son experimentadas como desagradables y
sensiblemente aversivas. En consecuencia, estos sujetos evitan o experimentan un fuerte
disgusto hacia actividades que exigen una dedicación personal y un esfuerzo mental
sostenidos o que implican exigencias organizativas o una notable concentración.

Los hábitos de trabajo suelen estar desorganizados y los materiales necesarios para
realizar una tarea acostumbran a estar dispersos, perdidos o tratados sin cuidado y
deteriorados. Los sujetos que sufren este trastorno se distraen con facilidad ante estímulos
irrelevantes e interrumpen frecuentemente las tareas que están realizando para atender a
ruidos o hechos triviales que usualmente son ignorados sin problemas por los demás (p. ej., el
ruido de un automóvil, una conversación lejana). Suelen ser olvidadizos en lo que concierne a
actividades cotidianas (p. ej., olvidan citas, olvidan llevarse la lonchera). En situaciones
sociales, los déficits de atención pueden expresarse por cambios frecuentes en la
conversación, no escuchar a los demás, no atender las conversaciones y no seguir los detalles
o normas de juegos o actividades.

La hiperactividad puede manifestarse por estar inquieto o retorciéndose en el asiento


(no permaneciendo sentado cuando se espera que lo haga así), por un exceso de correr o saltar
en situaciones en que resulta inadecuado hacerlo, experimentando dificultades para jugar o
dedicarse tranquilamente a actividades de ocio, aparentando estar a menudo «en marcha» o
como si «tuviera un motor», o hablando excesivamente. La hiperactividad puede variar en
función de la edad y el nivel de desarrollo del sujeto. Los niños pequeños y preescolares con
este trastorno difieren de los niños pequeños normalmente activos por estar constantemente en
marcha y tocarlo todo; se precipitan a cualquier sitio, salen de casa antes de ponerse el abrigo,
se suben o saltan sobre un mueble, corren por toda la casa y experimentan dificultades para
participar en actividades sedentarias de grupo en las clases preescolares (p. ej. para escuchar
un cuento). Los niños de edad escolar despliegan comportamientos similares, pero usualmente
con menos frecuencia que los más pequeños. Tienen dificultades para permanecer sentados,
se levantan a menudo, se retuercen en el asiento o permanecen sentados en su borde. Trajinan
objetos, dan palmadas y mueven sus pies o piernas excesivamente. A menudo se levantan de
la mesa durante las comidas, mientras miran la televisión o durante la realización de tareas
escolares. Hablan en exceso y producen demasiado ruido durante actividades tranquilas. En
los adolescentes y adultos, los síntomas de hiperactividad adoptan la forma de sentimientos de
inquietud y dificultades para dedicarse a actividades sedentarias tranquilas.

La impulsividad se manifiesta por impaciencia, dificultad para aplazar respuestas, dar


respuestas precipitadas antes de que las preguntas hayan sido completadas, dificultad para
esperar un turno, e interrumpir o interferir frecuentemente a otros hasta el punto de provocar
problemas en situaciones sociales, académicas o laborales. Los sujetos afectos de este
trastorno típicamente hacen comentarios fuera de lugar, no atienden las normas que se les dan,
inician conversaciones en momentos inadecuados, interrumpen a los demás excesivamente, se
inmiscuyen en los asuntos de los demás, se apropian objetos de otros, tocan cosas que no
debieran, hacen payasadas. La impulsividad puede dar lugar a accidentes (p. ej., golpearse con
objetos, golpear a otras personas, agarrar una cazuela caliente) y a incurrir en actividades
potencialmente peligrosas sin considerar sus posibles consecuencias (p. ej., patinar en un
terreno abrupto).”

Como vemos los síntomas de Juan concuerdan con lo anteriormente expuesto ya que
el menor presenta signos generales de inatención, hiperactividad e impulsividad. Sin embargo
tiene un predominio de los síntomas hiperactivos e impulsivos por lo que lo ubicamos en el
subtipo hiperactivo-impulsivo. Los criterios diagnósticos que presenta el DSM IV son:

A. (1) o (2):

(1) seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos
durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el
nivel de desarrollo:

Desatención

 (a) a menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores


por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades

(b) a menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades


lúdicas

 (c) a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente

(d) a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u


obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad
para comprender instrucciones)

(e) a menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades

 (f) a menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que


requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)

(g) a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej., juguetes,
ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas)

 (h) a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes

(i) a menudo es descuidado en las actividades diarias


(2) seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han
persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e
incoherente en relación con el nivel de desarrollo:

Hiperactividad

 (a) a menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento

(b) a menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se


espera que permanezca sentado

(c) a menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo


(en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)

(d) a menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de


ocio

 (e) a menudo «está en marcha» o suele actuar como si tuviera un motor

(f) a menudo habla en exceso

 (g) a menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las


preguntas

 (h) a menudo tiene dificultades para guardar turno

 a menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej., se


entromete en conversaciones o juegos)

B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban


alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad.

C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más


ambientes (p. ej., en la escuela [o en el trabajo] y en casa).

D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la


actividad social, académica o laboral.

E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno


generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor
por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de
ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad).

Es importante señalar que el evaluado cumple con la mayoría de los criterios


diagnósticos que presenta el DSM IV para considerarlo dentro de esta clasificación ya que
durante las sesiones en que lo hemos conocido constantemente se distraía cuando se le
hablaba, se paraba constantemente de su asiento, se movía en la silla, cogía nuestras hojas o
se paraba a leer lo que escribíamos. Por lo conversado con la madre y abuela estas conductas
no solo se daban en el transcurso de la entrevista sino que se daban en otros ambientes como
el hogar y la escuela.

Por lo anterior dicho se confirma el diagnóstico de que Juan presenta el trastorno por
déficit de atención con hiperactividad tipo hiperactivo-impulsivo.

Sin embargo, en el evaluado este trastorno tiene comorbilidad con el trastorno


negativista desafiante el cual se puede definir de la siguiente manera:

“La característica esencial del trastorno negativista desafiante es un patrón recurrente


de comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de
autoridad, que persiste por lo menos durante 6 meses y se caracteriza por la frecuente
aparición de por lo menos 4 de los siguientes comportamientos: accesos de cólera discusiones
con adultos, desafiar activamente o negarse a cumplir las demandas o normas de los adultos,
llevar a cabo deliberadamente actos que molestarán a otras personas, acusar a otros de sus
propios errores o problemas de comportamiento, ser quisquilloso o sentirse fácilmente
molestado por otros, mostrarse iracundo y resentido o ser rencoroso o vengativo. Para
calificar el trastorno negativista desafiante, los comportamientos deben aparecer con más
frecuencia de la típicamente observada en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables,
y deben producir deterioro significativo de la actividad social, académica o laboral”.

Esto es claramente observable en Juan ya que es frecuente que se le observe


responderle de manera grosera a su madre cuando este le da alguna orden. Se encoleriza
contra ella y desfoga toda su cólera con insultos, gritos, golpes. En su escuela tiene muchos
problemas con sus profesoras por este tipo de conductas en donde le falta el respeto a las
maestras y agrede a sus compañeros. El DSM IV sigue dando algunas otras especificaciones
de este trastorno:
“Los comportamientos negativistas y desafiantes se expresan por terquedad
persistente, resistencia a las órdenes y renuencia a comprometerse, ceder o negociar con
adultos o compañeros. Las provocaciones también pueden incluir la comprobación deliberada
o persistente de los límites establecidos, usualmente ignorando órdenes, discutiendo o no
aceptando el ser acusado por los propios actos. La hostilidad puede dirigirse a los adultos o a
los compañeros y se manifiesta molestando deliberadamente a los otros o agrediéndolos
verbalmente (normalmente, sin las agresiones físicas más serias que se observan en el
trastorno disocial)”… Este último punto es necesario aclararlo debido a que en Juan la
hostilidad no solo se manifiesta por los insultos sino que se concreta de forma física en golpes
(golpear a la madre, ahorcar a su compañero, etc.) y esto se debe a que este trastorno se funde
con los síntomas impulsivos de la hiperactividad que conlleva a que actúe de sin pensar
(conductas acting out).

“El trastorno se manifiesta casi invariablemente en el ambiente familiar, pudiendo no


ponerse de manifiesto en la escuela ni en la comunidad. Los síntomas del trastorno suelen ser
más evidentes en las interacciones con adultos o compañeros a quienes el sujeto conoce bien,
y, por lo tanto, pueden no manifestarse durante la exploración clínica. Normalmente los
sujetos con este trastorno no se consideran a sí mismos negativistas ni desafiantes, sino que
justifican su comportamiento como una respuesta a exigencias o circunstancias no
razonables”.

Estas conductas desafiantes u oposicionistas, en Juan, no solo se presentan en su


familia sino que están generalizadas a otros ámbitos como el escolar donde tiene serios
problemas y está a punto de ser expulsado. Los criterios diagnósticos son los siguientes:

A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos


6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:

(1) a menudo se encoleriza e incurre en pataletas

(2) a menudo discute con adultos

(3) a menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas

(4) a menudo molesta deliberadamente a otras personas

(5) a menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento


(6) a menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros

(7) a menudo es colérico y resentido

(8) a menudo es rencoroso o vengativo

Nota. Considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con


más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo
comparables.

B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la


actividad social, académica o laboral.

C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de


un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.

D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más,


tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.

Como vemos el paciente reúne todos los criterios para diagnosticársele con este
trastorno y como se ha aclarado en los párrafos anteriores presenta conductas que nos dirigen
a este diagnóstico de manera indiscutible.

Por tanto diremos que el examinado presenta el TRASTORNO POR DEFICIT DE


ATENCIÓN CON HIPERACTVIDAD TIPO CON PREDOMINIO HIPERACTIVO-
IMPULSIVO (314.01) y el TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE (313.81).
ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA CONDUCTA
Análisis topográfico:

Niño de ocho años, estudiante de tercer grado de primaria que desde el primer año que
cursó estudios en su institución educativa, presentó conductas agresivas contra sus
compañeros y profesores. Dicha agresividad se expresa en conductas como golpear, patear y
hasta querer ahorcar a sus compañeros. Esta agresividad también se manifiesta hacia las
figuras de autoridad como sus profesores a los cuales no les hace caso en sus llamadas de
atención. No solo presenta agresividad sino también una serie de conductas disruptivas en el
aula, ya que es incapaz de quedarse quieto en un solo lugar y prestar atención a la clase;
conversa, juega con sus útiles, se levanta de su asiento, camina por el aula

Recientemente ha empezado a presentar rechazo por el colegio a tal nivel que llora y
hasta vomita antes de que lo lleven a su centro de estudios.

El evaluado ha presentado estas conductas desde que estaba en inicial ya que la madre
cuenta que constantemente era llamada al colegio para recibir quejas de su hijo, ya que este
siempre se distraía en clase desobedecía a las profesoras y rompía objetos del colegio.

En el ámbito familiar las conductas que presenta el menor son similares a las
presentadas en el colegio ya que se niega a realizar las cosas que le pide su madre, le responde
de manera grosera a ésta con frases como “yo no soy tu empleado, hazlo tú”, “siempre quieres
que haga todo yo”. Su abuela es una persona que lo engríe en todo; niega que el pequeño
tenga algún problema y arremete con críticas hacia la madre y los profesores del colegio.

La madre, es una mujer de 45 años, madre soltera, fue abandonada por el padre del
niño cuando este nació. Se muestra como una persona calmada responsable y muy
preocupada por su hijo, sin embargo estas conductas difieren de lo que cuenta la abuela del
niño ya que manifiesta que desde muy pequeño lo agredía físicamente dándole correazos.
Aunque esta conducta ha desistido en la actualidad lo sigue agrediendo verbalmente
utilizando frases degradantes contra su hijo como “imbécil” “burro” “bruto”; todas estas
conductas se presentan básicamente en el momento que le está enseñando las tareas.

Las reacciones del niño ante la madre son agresivas ya que este le responde los
insultos de manera frontal, le alza el tono de voz (la grita) la golpea dándole puñetes; en una
ocasión intento tirarla por las escaleras. Este tipo de conflictos se dan casi a diario ya que la
abuela manifiesta que está cansada de escuchar los gritos todos los días cuando le va a
enseñar las tareas.
Análisis funcional

Estímulos Organismo Respuestas Consecuencias


Externos Determinantes biológicas Respuestas externas
 Insultos de los anteriores  Amenaza de expulsión
compañeros  Depresión de la madre  Cambios constantes de aula
 Llamadas de atención de durante el embarazo  Ser llevado a psicólogos y
la profesora Determinantes biológicas psiquiatra
 Agresiones de la madre actuales  Clima familiar
(físicas y verbales)  Niño de ocho años desfavorable
 Abandono del padre
 Estudiante
 Carácter impulsivo de la
madre Repertorio de conducta
Operantes Respuestas internas
Respuestas internas  Reaccionar de ,manera Motóricas
impulsiva , sin pensar Motóricas
Motóricas  Ahorcar a sus compañeros  se justifica diciendo que lo
Historia de aprendizaje
 Amenazar a sus  Tratar de tirar a su madre molestaron
compañeros  Constantes peleas de la por las escaleras  se encierra en su cuarto
 Discutir con la madre madre del menor con el  Pararse constantemente del
abuelo de este.  molestar a sus compañeros
 Moverse en su asiento, asiento
mover las  Conducta impulsiva y Respondientes
piernas(aburrimiento) agresiva de la madre
Cognitivas
Cognitivas
 “Les voy a dar su
Cognitivas merecido”  “soy malo”
 “mis compañeros no me  “ yo no soy empleado de  “yo no pienso obedecer sus
quieren” nadie” órdenes”
 “mi madre me quiere Psicofisiológicas Psicofisiológicas
tratar como empleado”  tensión muscular,  tratamiento
Psicofisiológicas sudoración, farmacológico
 Predisposición constante enrojecimiento(en
a la irritabilidad situaciones abrumadoras,
discute)
HIPOTESIS

Las conductas disruptivas que presenta el evaluado son consecuencia de la falta


de respeto a las figuras de autoridad como la madre y docentes. Estas conductas se
mantienen en el tiempo por la falta de conocimiento y técnicas adecuadas por parte de la
familia y docentes para contrarrestar esta hiperactividad, que se manifiesta en conductas
impulsivas y agresivas hacia sus compañeros y autoridades por tanto lo que se requiere
es modificar la conducta del niño para que aprenda a controlar su impulsividad además
de cambiar las actitudes que tiene hacia las figuras de autoridad e idear maneras más
eficientes de que se pueda relacionar con su familia, amigos y maestros.
TRATAMIENTO

Al llegar a esta parte lo primero que se debe tomar en cuenta es que dentro de la
psicología existen varios enfoques teóricos desde los cuales se pueden entender las
diferentes aplicaciones prácticas de la actividad terapéutica; sin embargo en este caso lo
que usaremos es el enfoque conductual cognitivo para lograr mejoras significativas en el
proceso de adaptación al medio de Juan.

La Terapia conductual Cognitivo es una forma de entender cómo piensa uno


acerca de sí mismo, de otras personas y del mundo que le rodea, y cómo lo que uno hace
afecta a sus pensamientos y sentimientos. Es importante que el individuo pueda
reconocer sus propios pensamientos y de esta manera a través de esta terapia se le
puede ayudar a cambiar la forma cómo piensa ("cognitivo") y cómo actúa
("conductual") y estos cambios le pueden ayudar a sentirse mejor.

Sin embargo es importante recalcar que esta terapia no es como la terapia


psicoanalítica en donde la persona habla del pasado, de lo que le sucedió en un
momento específico de su vida, la TCC se centra en problemas y dificultades del "aquí
y ahora". En lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas en el pasado,
busca maneras de mejorar su estado anímico ahora.

Como su mismo nombre lo indica, este enfoque contiene en sí dos modelos


teóricos: el modelo conductual y el modelo cognitivo. En lo referente al modelo
conductual se considera que las “conductas normales y anormales están regidas por los
mismos principios y lo que se busca es aplicarlos a conductas específicas, utilizando
procedimientos y técnicas para disminuir o eliminar conductas desadaptadas e instaurar
o incrementar aquellas adaptadas”. (Labrador)

En lo referente al modelo cognitivo, podemos definir a la terapia cognitiva como


un procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado que se utiliza para
tratar diferentes alteraciones; parte del supuesto que los afectos y la conducta del
individuo están determinados en gran medida por su modo de estructurar el mundo, es
decir por sus pensamientos.

Hemos escogido esta terapia como la mejor forma de tratamiento para el menor
porque como lo refirió la madre en el motivo de consulta este presenta una serie de
conductas desadaptadas que están provocando un deterioro significativo en su vida
escolar ya que el menor agrede de manera constante y persistente a sus compañeros de
clase; este deterioro no solo se da en el ámbito académico sino que también es
significativo en su ambiente familiar presentando conductas hostiles y desafiantes
contra la madre y las figuras que representan alguna autoridad. En este sentido se ve
urgente la intervención para contener estas conductas que están afectando
significativamente su desarrollo normal y sano.

Sin embargo a estas conductas subyacen ideas equivocadas del menor que están
referidas a la falta de afecto y cariño por parte de sus compañeros y familiares, piensa
que no lo quieren, que su madre lo quiere tratar como su empleado a quien quiere decir
lo que tiene que hacer. Ante estas cogniciones el menor reacciona de manera agresiva,
como dando la contra o defendiéndose de esas amenazas del medio que lo rodea.

En pocas palabras es importante trabajar con el menor las conductas para lograr
una mejor adaptación a su ambiente escolar y familiar pero también es igualmente
importante trabajar sus cogniciones ya que estas controlan sus acciones y sentimientos.

I. Objetivos del tratamiento:

1.1. Objetivos generales

Disminuir la frecuencia de las conductas disruptivas así como instaurar o


potenciar la emisión de conductas adecuadas.

Modificar los pensamientos referidos la oposición hacia sus compañeros y


familiares.

1.2. Objetivos específicos

En la escuela:

Explicar los mecanismos psicobiológicos de las conductas del niño hiperactivo y


negativista desafiante y los mecanismos de aprendizaje implicados en su
mantenimiento y en su incremento. Cómo pueden ellos mismos influir en la
presentación y mantenimiento de tales conductas.
En la familia:

Explicarles, adaptando la información a sus posibilidades de comprensión, en


qué consiste el trastorno, insistiendo en la naturaleza involuntaria de la gran mayoría de
los síntomas.

Con el niño:

Informar el contenido de la intervención y de los objetivos finales, precisando


los logros que se pretenden obtener a corto plazo. Tratando de incrementar la
motivación e implicación del niño en el tratamiento.

Aplicar procedimientos conductuales pretendiendo alterar las condiciones


ambientales que influyen y mantienen conductas problemáticas del niño en el colegio y
en el hogar; disponer el ambiente para estimular, en su lugar comportamientos
adaptados.

Lograr que el niño aprenda una estrategia general de pensamiento y actuación


basada en el uso del lenguaje para regular el comportamiento, y desarrollada en base al
enfoque de solución de problemas.

II. Técnicas utilizadas

Ensayo conductual:

Es el momento en que la persona tiene que llevar a la práctica las conductas o


comportamientos que forman parte de la habilidad comunicativa y que previamente ha
sido informada y observada en el modelo. Los ensayos conductuales pueden ser reales o
encubiertos.

Contratos conductuales:

Es un escrito que firman el paciente, el terapeuta y sus familiares;


comprometiéndose ambas partes a cumplir lo acordado con respecto a la adherencia a
tratamiento farmacológico (horario de la toma de medicamento, visita al terapeuta, etc).
Reforzamiento:

Se trata de proporcionar consecuencias positivas al sujeto cuando éste haya


emitido las conductas adecuadas o ha realizado alguna de las aproximaciones que se
desea fortalecer. Según el tipo de reforzadores utilizados puede haber reforzamiento
verbal y reforzamiento material.

Debe aplicarse de forma inmediata y contingente al comportamiento. Los


refuerzos que se apliquen han de ser funcionalmente válidos, esto es, que sean
importantes para los sujetos, adecuados a la situación

Instigación verbal:

Se trata de explicar al niño/a lo que debe hacer, describiendo verbalmente y con


detalle la conducta deseada.

Economía de fichas:

Esta técnica consiste en establecer un sistema de refuerzo mediante la


utilización de unas pequeñas fichas (tarjetas, clips,...) para premiar las conductas que se
desean establecer.

Realizando las conductas que se determinen previamente. El niño es


recompensado con fichas que posteriormente son intercambiadas por reforzadores
materiales y/o sociales que, en un principio se han acordado con los responsables

Entrenamiento de auto instrucciones:

Es un sistema de “hablarse a sí mismo” para darse unas pautas-guía que le


ayuden a resolver las tareas de forma autónoma, sin que haya que ir diciéndole cada uno
de los pasos y favoreciendo así la interiorización de los procesos mentales.

Terapia de solución de problemas:

Es un proceso meta cognitivo determinado por el funcionamiento de esquemas


cognitivo-emocionales (creencias, emociones, etc.) que reflejan en gran medida la
percepción del individuo sobre los problemas que ocurren en su vida y sobre su propia
capacidad para resolverlos.

Tiempo fuera:

Consiste en un periodo de tiempo en que se separa al niño de toda consecuencia


gratificante. Se le sitpua en otro cuarto, en el pasillo, etc. El lugar de aislamiento no
debe ser atractivo ni estar muy lejos. Hay que evitar todo tipo de refuerzo a la ida, a la
vuelta y durante la estancia en el área de tiempo fuera. No debe mantenerse más de un
minuto por año de edad. Se debe evitar aplicar este procedimiento en casos en los
cuales sirva para salir de situaciones desagradables.

Técnica “La Tortuga”

El objetivo tortuga no es conseguir el nulo movimiento del niño, sino que


aprenda a controlar su excesiva actividad permitiendo cierto movimiento. Se aconseja
para ello:

Alternar a lo largo del tiempo actividades que requieran que esté sentado y
actividades en las que pueda levantarse y moverse.

Permitirle levantarse un número limitado de veces en un tiempo determinado

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