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EL SISTEMA DE FALLAS DE ALGECIRAS HACIA EL SUROESTE DE COLOMBIA Y LA

ACTUAL TRANSPRESIÓN DE LOS ANDES DEL NORTE

Conference Paper · August 2001

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Francisco Velandia Roberto Terraza Melo

Industrial University of Santander Servicio Geológico Colombiano
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Henry Villegas

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 EL SISTEMA DE FALLAS DE ALGECIRAS HACIA EL SUROESTE DE
COLOMBIA Y LA ACTUAL TRANSPRESIÓN DE LOS ANDES DEL
NORTE
FRANCISCO VELANDIA P.
Ingeominas, Sede Central, Diagonal 53 No. 34-53, Bogotá; fcovelan@ingeomin.gov.co
ROBERTO TERRAZA M.
Ingeominas, Sede Central, Diagonal 53 No. 34-53, Bogotá; rterraza@ingeomin.gov.co
HENRY VILLEGAS V.
Ingeominas, Sede Central, Diagonal 53 No. 34-53, Bogotá; henville@ingeomin.gov.co

RESUMEN

A partir de la visión regional que ofrecen las escenas Landsat TM procesadas digitalmente, se
cartografiaron e integraron los trazos relacionados con la continuación de la Falla de Algeciras hacia el
SW de Colombia (departamentos de Huila, Cauca, Putumayo y Nariño).
Los lineamientos geológicos asociados con el trazo principal de la Falla de Algeciras, hacia el SW
del país, configuran un esquema de fallamiento de rumbo con componente vertical, conocido como
“wrench fault”. Este fallamiento involucra rocas ígneo-metamórficas pre-cretácicas, en una disposición
que confirma su carácter dextral, con sus fallas relacionadas tipo Riedel, sintéticas, antitéticas y en “cola
de caballo”. Entre las geoformas resultantes, se destacan a nivel regional, las depresiones de Pitalito, San
Juan de Villalobos, Sibundoy y Estero, que corresponden a cuencas de tracción, lo mismo que Algeciras,
El Paraiso y Balsillas, más al NE del área.
Se propone denominar este conjunto de fallas como Sistema de Fallas de Algeciras, por ser en esta
localidad del departamento del Huila, donde inicialmente se reportaron los rasgos morfológicos que
permitieron establecer su actividad reciente y movimiento de rumbo dextral. Otros nombres de fallas
cartografiadas, estarían agrupados como trazos relacionados genéticamente al sistema.
La comparación de la cartografía de este sistema de fallas, con modelos de laboratorio propuestos
por diversos autores para el desarrollo de “wrench faults”, permite inferir los segmentos donde se puede
manifestar la actividad neotectónica. Sismos históricos mayores, también se pueden relacionar con los
trazos del Sistema de Algeciras.
Por sus características en el país y su continuación en trazos rectos hacia el sur, este sistema de
fallas se asume como parte de la megaestructura a lo largo de la cual se presenta la actual transpresión de
los Andes del Norte, que se origina en el Golfo de Guayaquil en Ecuador, con dirección NE, hasta unirse
en Colombia con el Sistema de Fallas de Guaicáramo.

INTRODUCCIÓN moviéndose hacia el NE respecto de la Placa

La actividad orogénica que dio lugar al
levantamiento de Los Andes ha sido interpretada
por autores como Coney & Evenchick (1994),
como un tectonismo de plegamiento y
cabalgamiento de antepaís, con avance principal
hacia el oriente, desde Perú a Ecuador y Colombia.
Según Noblet et al. (1996), se trata de la migración
del sistema de cabalgamiento subandino hacia el
oriente que comenzó en el Mesozoico y continuó
progresivamente durante el Cenozoico.
Los modelos regionales consideran los
Andes del Norte como un bloque tectónico
Suramericana (Pennington, 1981; Kellogg et al.,
1985; Freymueller et al., 1993; Mann, 1995;
Kellogg & Vega, 1995), a lo largo de una serie de
fallas denominadas Sistema o Zona de Fallas
Frontales del Oriente Andino, que han sido
relacionadas generalmente con las fallas del
piedemonte de la Cordillera Oriental en Colombia,
hasta unirse con el Sistema de Guaicáramo y en
Venezuela con Boconó. Para el Cuaternario, este
límite se ha Interpretado con una tectónica
transpresiva con movimiento lateral derecho
(Freymueller et al., 1993), donde Kellogg et al.
(1985) calculan un desplazamiento de los Andes
del Norte de aproximadamente 10 ± 2 mm por año PROCESAMIENTO DIGITAL DE IMAGE-
hacia el NE, respecto de la Placa Suramericana. NES LANDSAT TM
Sin embargo, la cartografía existente del
SW de Colombia, no ha definido un conjunto de Aprovechando la visión sinóptica de
fallas que con continuidad muestren la conexión grandes extensiones de terreno, que ofrece el
desde Ecuador hasta el Sistema de Fallas de Landsat TM 5, se ensambló un mosaico con cinco
Guaicáramo en la parte central del país, tal que escenas de los siguientes “path” (P), “row” (R) y
permita su interpretación como el límite fecha de toma: P9R58, P9R59 y P9R60 de agosto 7
transpresivo señalado en los modelos de 1989 y P8R58 y P8R59 de enero 2 de 1988.
geotectónicos. El área de estudio se encuentra totalmente
En el SW de Colombia, en la parte central vegetada; posee bosques primarios en las laderas y
de la Cordillera Oriental, se han identificado rasgos patrones de cubierta vegetal alterados por actividad
de actividad neotectónica asociada con trazos antrópica, como agricultura y ganadería, en las
rectos de la Falla de Algeciras, con movimiento de zonas más bajas, que coinciden con las planicies
rumbo lateral derecho (Vergara ,1996; Chorowicz por las cuales drenan los ríos mayores. Teniendo en
et al., 1996). Velandia (1997, 2000) muestra con cuenta la gran abundancia de material vegetal en el
imágenes de radar, las características de esta terreno considerado, se dio relevancia a aquellas
estructura como “wrench fault” y su continuidad al bandas que corresponden con propiedades de
NE hasta unirse con las fallas de piedemonte que reflectividad alta de la vegetación, de acuerdo con
conforman el Sistema de Fallas de Guaicáramo. la curva típica de reflectividad de una hoja (Drury,
El objetivo de este trabajo es señalar la 1987).
continuidad de la Falla de Algeciras hacia el SW Para el Landsat TM 5 estas bandas son 2,
del país, hasta el límite con Ecuador (Fig. 1) y 4, 5 y 7. La composición elegida fue 4 en rojo, 5 en
mostrar los trazos que la conforman como una verde, 2 en azul, con ecualización de histogramas,
estructura compleja o sistema de fallas tipo porque además de mostrar patrones texturales que
“wrench fault”. ayudan a establecer contrastes litológicos, resalta la
red de drenaje en color azul, que suele estar
80° 78° 76° 74° 72° 70° asociada con la expresión superficial de las fallas y
Bogotá lineamientos presentes en el área. Para resaltar aún
6°
COLOMBIA
Bogotá
más dicha expresión en las imágenes, se aplicó un
filtro de realce de bordes. La interpretación de las
CAUCA HUILA
mismas se realizó a escala 1:200.000, sobre calcos
4° 4°
transparentes montados sobre impresiones de
NARIÑO Florencia
Pasto plotter, aunque varios sectores de interés se
Mocoa
PUTUMAYO CAQUETÁ interpretaron a escalas más detalladas.
2° 2°
N ECUADOR MARCO GEOLOGICO-TECTONICO

PERÚ Para el presente trabajo se seleccionó una

0°
0 300 Km
80° 78° 76°
Fig. 1. Localización del área de estudio
El análisis se basa en los rasgos lineales
interpretados a partir de imágenes Landsat
procesadas digitalmente y correspondientes al
sector SW de la Cordillera Oriental y el Macizo
Colombiano, en los departamentos del Huila,
Cauca, Putumayo y Nariño.
0°
franja al SW de Colombia, desde la población de
74° 72° 70° Algeciras en el norte hasta el límite con Ecuador en
el sur, involucrando sectores del costado SW de la
Cordillera Oriental, sector norte de la cuenca del
Putumayo, el borde meridional del Valle Superior
del Magdalena (Subcuenca de Neiva), Macizo
Colombiano, margen SE de la vertiente Oriental
Andina y Nudo de Los Pastos.
La variada litología aflorante en la zona,
pone de manifiesto la compleja evolución
geológica que conformó esta parte de Los Andes
del Norte. En el área se han cartografiado rocas
metamórficas, plutónicas, volcánicas y sedimenta- Van Der Wiel, 1991) sugiere que los movimientos
rias con edades que abarcan desde el Precámbrico de rumbo a lo largo del Sistema de Fallas Frontales
hasta el Neógeno; además depósitos del Cuater- del Oriente Andino comenzaron durante el
nario. Plioceno, aseveración que Van Der Wiel (1991)
Las unidades metamórficas del Precámbri- reafirma para la margen oriental de la Subcuenca
co están conformadas por neises, granulitas, an- de Neiva y Bakker & Kleinendorst (1989) para el
fibolitas, mármoles y cuarcitas, en algunos sectores sector de Pitalito.
con estructuras migmatíticas. Para Coney & Evenchick (1994) la
El Paleozoico del área está representado Orogenia de Los Andes comienza durante el
por rocas metamórficas de bajo grado y por rocas Mesozoico continuando durante el Cenozoico y
sedimentarias depositadas en una plataforma Cuaternario; mencionan además, que mientras Los
marina somera. Andes Centrales se caracterizaban por períodos
Las rocas ígneas jurásicas están amplia- compresivos y distensivos alternos, en Los Andes
mente extendidas en la zona, en forma de batolitos del Norte el régimen tectónico era principalmente
y “stocks” de composición granítica y otras en compresivo, y al menos durante los últimos dos
secuencias vulcano-sedimentarias producto de la millones de años, con movimientos de rumbo
actividad de estrato-volcanes continentales en una (transpresivo).
cuenca de retro-arco (Bayona et. al., 1994). A finales del Plioceno la actividad volcáni-
En el Cretácico temprano se inicia, ca en la Cordillera Central se incrementa de nuevo
regionalmente, una transgresión marina desde el ocurriendo lahares e ignimbritas. Terminando el
norte (Etayo et. al., 1969), produciendo secuencias Plioceno y durante el Pleistoceno, también se pre-
de plataforma siliciclásticas, mixtas y calcáreas, sentan depósitos de vulcanitas básicas, como lavas
con una posible comunicación entre la Subcuenca y escoria en regiones del sur del departamento del
de Neiva del Valle Superior del Magdalena y la Huila y hacia los límites de Putumayo, Cauca y Na-
Cuenca del Putumayo desde el Albiano medio o riño, especialmente localizados en la depresión de
tardío (Etayo et. al., 1997). En algunos sectores la Sibundoy. En el Cuaternario, depósitos recientes se
sucesión cretácica se observa confinada por fallas acumularon en depresiones y valles interandinos.
entre rocas jurásicas, pero en general su base se El régimen tectónico se mantiene activo en
encuentra discordante sobre rocas vulcano-clásticas el presente y estaría relacionado con la subducción
jurásicas. de la placa Nazca debajo de la placa Suramericana
Desde el Maastrichtiano tardío y durante el (Fig. 2), con una rata que se ha calculado
Paleoceno se registran condiciones continentales en aproximada desde 70 mm por año (Freymueller et
la Subcuenca de Neiva y Cuenca del Putumayo, al.,1993), 64 mm por año (Kellogg & Vega, 1995),
produciéndose el depósito de unidades lodolíticas y 60 mm por año (Taboada et al., 2000), hasta 54
arenosas en ambientes deltaico, costero deltaico y mm por año (Mann, 1995).
continental fluvial (Etayo et. al., 1997).
El principal evento tectónico tuvo lugar en NICARAGUA Isla San Andrés
Cint urón deformado
Ca ribe Sur
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el Eoceno y Oligoceno con el levantamiento de la sa
Ce C in t u ró n d ef orm a do
CARIBE
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Cordillera Central, por esfuerzos compresivos a lo er
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10° N R IC AN A
largo de las fallas de cabalgamiento del Sistema de A
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Chusma.
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VENEZUELA
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En el Mioceno, se produce continuo COCOS COLOMBIA

art a

BLOQUE ANDES
levantamiento de la Cordillera Central y el Isla del Coco
NAZCA NORTE

comienzo de una fase de vulcanismo en la Bogotá AMERICA

Isla Malpelo
DEL SUR
no

Cordillera Central. El evento tectónico que causó el

di

Cali
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mayor levantamiento de la Cordillera Oriental

ie

70 mm/año
F. C

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F.
b ia

F. R

ocurrió durante el Plioceno y según Kroonenberg

lo m

Jerusalen
Co

0 400 Km
0° N
& Diederix (1982) implicó una etapa de fuerte
a

90° W 80° W ECUADOR 70° W

Fo s

plegamiento, especialmente de las secuencias del

Paleógeno y Neógeno con fallamiento de bajo Fig. 2. Esquema tectónico actual del Norte de los
ángulo y de escamación delgada. Kellogg (1984, en Andes (Tomado de Kellogg & Vega, 1995)
SISTEMA DE FALLAS DE ALGECIRAS
Se propone el nombre de Sistema de
Fallas de Algeciras para integrar el conjunto de
fallas que presentan extensión regional rectilínea y
continuidad en sentido SW-NE, desde la frontera
con Ecuador hasta unirse con el Sistema de Fallas
de Guaicáramo en el borde oriental de la Cordillera
Oriental de Colombia (al norte del Macizo de Gar-
zón), que pueden estar relacionadas genéticamente
con fases progresivas de la Orogenia Andina.
Se trata de un conjunto de fallas que han
recibido distintas denominaciones durante la
cartografía geológica regional del área, hasta el
extremo de asignar nombres diferentes para una
misma falla. Es así que el nombre de Falla de
Algeciras (Vergara, 1996; Velandia et al., 1999), es
extendido hacia el sur por Marquínez y Velandia
(2001), por un tramo regional que Ingeominas
(1988) denomina Falla de Suaza, o que Ingeominas
(1989) llama Falla Garzón-Suaza en su conjunto, o
que Diederix y Gómez (1991) y Rodríguez, et. al.
(1998) señalan en el sur del departamento del Huila
como dos segmentos que denominan fallas de
Pitalito-Altamira y Garzón-Algeciras. Se trata de la
misma falla que Chorowicz et al., (1996) señalan
como Falla de Garzón, o que Van Der Wiel (1991)
también llama Falla Garzón-Algeciras, e
Ingeominas y Geoestudios (en preparación b)
cartografían como Falla Altamira.
Las fallas observadas en las imágenes
Landsat como continuación hacia el SW de la Falla
de Algeciras, han sido denominadas como Falla de
Afiladores por Ingeominas (1988), Sistema de
Fallas Río Suaza (Murcia y Cepeda, 1984), o con
nombres locales por tramos, como en el caso de
Ingeominas y Geoestudios (en preparación a),
quienes de NE a SW las llaman Falla San
Francisco-Yunguillo, Falla San Francisco, Sistema
de Fallas Afiladores y Falla Afiladores.
Esta propuesta de nombrar el conjunto de
fallas como Sistema de Fallas de Algeciras,
pretende, además de caracterizarlo, ordenar la
nomenclatura usada hasta el momento para estas
estructuras. El nombre propuesto es de utilidad
para cartografía e interpretación de modelos
geotectónicos a nivel regional; para escalas
pequeñas, los nombres locales de los tramos o de
los segmentos e incluso los nombres de las fallas
de menor longitud que se relacionan genéticamente
y hacen parte de la geometría del sistema, son
útiles para cartografía y análisis más detallados por
lo cual deben conservarse.
El nombre del sistema responde al sitio
donde inicialmente fueron definidas las
características de la Falla de Algeciras, como
rumbo deslizante lateral derecho, con rasgos de
neotectónica, por Vergara (1993, en París y
Romero, 1994). Aunque Chorowicz et al. (1996)
también describen el sitio como parte de la Falla de
Garzón, posteriormente el mismo Vergara (1996)
complementa su descripción de la Falla de
Algeciras, con base en geomorfología.
La continuidad de la Falla de Algeciras
hacia el NE, hasta conectarse con el Sistema de
Fallas de Guaicáramo es mostrada por Velandia
(1997, 2000) a partir de la visión regional que
ofrecen las imágenes de radar. Esta estructura, su
complejidad como sistema y su continuidad hacia
el SW, es la que se pretende mostrar en este
trabajo.
El conjunto de lineamientos interpretados
en las imágenes de satélite se relaciona en su
mayoría con las fallas cartografiadas en los trabajos
citados, que no habían considerado un análisis
regional e integrado, a lo largo de una zona de
aproximadamente 350 km de longitud, desde la
frontera con Ecuador hasta el borde oriental de la
Cordillera Oriental.
En este análisis se observan rasgos que
permiten clasificar el Sistema de Fallas de
Algeciras como una estructura compleja tipo
“wrench fault”, es decir, una estructura rumbo
deslizante (Fig. 3), típicamente subvertical en
profundidad, que involucra rocas de basamento
ígneo-metamórficas y de la cobertera sedimentaria
(Biddle & Christie-Blick, 1985) y que, además,
presenta importante componente vertical. La
meteorización y topografía montañosa del área no
permiten una expresión morfológica clara de los
rasgos lineales asociados al sistema; sin embargo,
en algunos sectores se reconocen patrones y
arreglos en superficie, que ya han sido documen-
tados en modelos de laboratorio y en campo por
diversos autores (Naylor et al., 1986; Mandl, 1988;
Dooley & McClay, 1997) como correspondientes a
fallas de rumbo, bajo condiciones de cizalla simple
(Fig. 3 y 4).
Con base en los esquemas obtenidos por
Naylor et al. (1986) para mostrar la evolución de
“wrench faults” (Fig. 5), es posible identificar
trazos del Sistema de Fallas de Algeciras, que al
entrecruzarse han conformado lentes donde se
localizan los segmentos con actividad neotectónica,
hacia los cuales se deben enfocar los estudios
detallados de morfometría y sismotectónica.
Detalle de ZPD
Curvas de “contención”
Fallas sintéticas de
Riedel
Fallas sintéticas
secundarias
Zona de desplazamiento
Fallas antitéticas
principal (ZDP)
Curvas de “relajamiento”
ZPD
Areas de subsidencia
“Cola de Caballo”
Fig. 3. Esquema en planta de las estructuras asocia-
das con fallamiento rumbo deslizante lateral derecho,
producido por cizalla simple (Modificado de Biddle
& Christie-Blick, 1985)
DESCRIPCION DEL SISTEMA DE FALLAS
DE ALGECIRAS
Sector Algeciras (Huila). La Falla de Algeciras
constituye, en este sector, el trazo principal del
sistema. En este tramo se distinguen las cuencas de
tracción de Algeciras y El Paraiso (Fig. 4A), lo
mismo que fallas tipo Riedel sintéticas y
antitéticas, cuya disposición permite confirmar un
movimiento de rumbo dextral (Velandia, 2000).
Comparaciones con los modelos existentes para
fallas de rumbo, conllevan a la identificación de
este segmento como una zona de desplazamiento
principal (ZDP), donde además las cuencas de
Algeciras y El Paraiso se ubican en curvas de
relajamiento (releasing bend).
El caserío de El Paraiso (Huila) fue
completamente destruido por un sismo ocurrido en
febrero de 1967 con magnitud de 6,7 (escala
Richter) y profundidad de 50 km, que Ramírez
(1975) reporta con epicentro en Vegalarga, una
población al NE de Neiva. El terremoto afectó
otras poblaciones de los departamentos del Huila y
Tolima.
El desarrollo de la cuenca de tracción de
Algeciras es mostrado por Vergara (1996), como
un rombo angosto formado por el relevo y
consecuente tensión entre dos segmentos de la
falla. La cuenca romboidal es posteriormente atra-
vesada en forma diagonal por el segmento principal
de la misma falla, dando lugar a rasgos de
neotectónica que Vergara (1996) identifica como
escarpes, desplazamientos de abanicos aluviales,
“sag ponds”, lomos de presión, corrientes deflec-
tadas y decapitadas, de donde deduce su movi-
miento lateral derecho y una tasa alta de actividad.
La misma cuenca es considerada por Chorowicz et
al. (1996) como formada en una curva de
relajamiento de la falla de rumbo (lazy S-shaped
releasing bend basin), para la cual estiman un
desplazamiento lateral derecho de aproximada-
mente 3 km. Una de las más destacadas fallas sin-
téticas o conjugadas es la Falla de Hobo, con movi-
miento sinestral (Chorowicz et al.,1996).
Hacia el NE de la cuenca El Paraiso, se
identifica otra cuenca de tracción de mayores
dimensiones, también con forma romboidal,
llamada Cuenca de Balsillas por Velandia (1997,
2000), la cual es resultado de la tensión por el
relevo o salto lateral de la Falla de Algeciras. A
partir de esta zona hacia el norte, la falla presenta
un patrón en “cola de caballo” que Velandia (2000)
interpreta como los tramos de conexión de este
“wrench fault” con el Sistema de Fallas de
Guicáramo.
Sector de Zuluaga – Garzón (Huila). La Falla de
Algeciras conserva su trazo definido en este sector,
donde controla el límite morfológico entre la
Cordillera Oriental y la Subcuenca de Neiva,
afectando depósitos cuaternarios (Diederix y
Gómez, 1991; Van Der Wiel, 1991) como
evidencia de su actividad neotectónica en esta
zona.
La disposición de pliegues como el
Sinclinal Garzón y Anticlinal Zuluaga, en forma
oblicua a la falla, está acorde con los modelos que
muestran el arreglo de estructuras asociadas con
fallas de rumbo (Biddle & Christie-Blick, 1985) y
permite definir este sector como una zona de
desplazamiento principal de la falla (ZDP) y
confirmar el sentido dextral del movimiento (Fig.
4).
 C “Cola de
Cuenca de tracción
en forma de S N caballo”

El Hobo
Fallas
antitéticas San Juan de Algeciras
Villalobos ZDP A
Lentes Pliegues
Yunguillo Fallas Balsillas
Zuluaga sintéticas
Garzón
Pliegues
0 10 km
Altamira El Paraiso
Fallas
antitéticas Cuencas de tracción
Pitalito en curvas de
Acevedo relajamiento
Algeciras 0 10 km

ZDP
B Lentes
San Juan de
Lentes Altamira
Villalobos
Yunguillo
Fallas
Sibundoy sintéticas

La Cocha San Francisco Fallas Pliegues

antitéticas
Cuenca de tracción
Estero por salto lateral
Pitalito

Monopamba
Cuenca en
ZDP forma de S 0 10 km

“Cola de Fallas Sibundoy

caballo” antitéticas Fig. 4. Sistema de Fallas de Algeciras.
Se muestra el detalle de los sectores de
San Francisco Algeciras (A), Altmira-Pitalito (B), San
La Cocha Juan de Villalobos - Yunguillo (C) y Sibundoy- La Cocha (D)
Cuenca de tracción
ECUADOR por salto lateral 0 20 40 km

Estero 0 10 km
Sector Altamira – Pitalito (Huila). En este tramo
la falla se presenta rectilínea en superficie y a partir
de su trazo se observan pliegues como el Sinclinal
Guayayamba y el Anticlinal Naranjal (Ingeominas
y Geoestudios, en preparación b), cuyos ejes tienen
una dirección general NE, coincidentes también
con la disposición oblicua de pliegues en la ZDP de
una falla de rumbo dextral. Además se identifican
fallas sintéticas como la Falla Timaná y antitéticas
de corta longitud, con una distribución acorde con
la mostrada en los modelos de fallas tipo Riedel
para una zona de cizalla simple (Naylor et. al.,
1986), las cuales se entrecruzan progresivamente
con el movimiento dextral para conformar lentes
(Fig. 4B y 5), también identificados en este sector.
10 cm
A Desplaz. 2,1 cm
S S S S
B Desplaz. 2,8 cm S S S El flanco occidental de la cuenca de
C Desplaz. 3,5 cm
P tracción en forma de “S” alargada en una curva de
L P
L depósitos fluvio-lacustres y aluviales. Este rasgo
L neotectónico se localiza a partir del vértice SW de
D Desplaz. 4,9 cm
E Desplaz. 7,0 cm
Fallas activas
Fallas parcialmente activas o inactivas
(S) Fallas tipo Riedel sintéticas
(P) Fallas secundarias o post-Riedel
(L) Lentes donde se localizan segmentos
activos de falla.
Fig. 5. Evolución experimental de “wrench fault” por
cizalla simple y desplazamiento lateral derecho
(Modificado de Naylor et. al., 1986)
Aparentemente la génesis de la depresión
de Pitalito obedece a una tectónica compleja, que
podría involucrar varios eventos a lo largo de la
estructura de “wrench fault”. Se identifica un
arreglo de “lazy S shaped basin”, asociado al trazo
principal de la falla, denominada localmente como
Falla Pitalito (Marquínez y Velandia, 2001). Este
lente en forma de “S” tiene un ancho máximo de 2
km y estaría relacionado con la actividad más
reciente a lo largo de este segmento de la falla,
cuyos rasgos morfológicos locales e indicadores de
neotectónica son señalados por Cárdenas et. al. (en
edición).
Sin embargo, la depresión de Pitalito
considerada en su totalidad, tiene una forma típica
romboidal, con una longitud aproximada de 19 km
en su diagonal mayor, orientada N45ºE. Por la
disposición de las fallas que conforman los flancos
de la depresión, ésta se interpreta como una cuenca
de tracción desarrollada por la tensión resultante
del relevo o salto lateral (releasing sidestep), de
segmentos de falla en un desplazamiento de rumbo
dextral. El escarpe norte de la cuenca está
controlado por la Falla Granadillo (Marquínez y
Velandia, 2001), que además correspondería con
un trazo sintético de la falla principal y ha sido
cartografiado afectando depósitos cuaternarios
(Diederix y Gómez, 1991), indicando su actividad
neotectónica con movimiento rumbo deslizante
lateral derecho.
Pitalito está controlado por la Falla El Cedro, que
presenta además otro lente o pequeña cuenca de
relajamiento (releasing bend), donde se acumularon
la cuenca romboidal de Pitalito e indicaría una
actividad anterior de esta falla, dada la
discontinuidad que presenta hacia el SW, frente a
la expresión clara y continua de la Falla Pitalito,
identificada en este sector como el segmento
principal del Sistema de Fallas de Algeciras.
La Falla El Cedro continuaría al NE,
cortando la cuenca de Pitalito diagonalmente, hasta
unirse con la Falla Pitalito, de acuerdo con la
interpretación de lineamientos en la imagen
Landsat, pero aún se necesita fotointerpretación
detallada y trabajo de campo para comprobar tal
aseveración.
Se identifica también la Falla Acevedo,
conformando un gran lente con respecto de la Falla
Pitalito, al desprenderse desde el oriente de
Altamira y controlar el valle del río Suaza hasta
unirse de nuevo a la falla principal al sur de
Pitalito, pasando por Suaza y Acevedo. Ramírez
(1975) reporta un sismo histórico importante
ocurrido en 1827, cuyo epicentro fue ubicado en la
“Cordillera de Los Andaquíes”, en límites de los
departamentos de Huila y Caquetá. Por la tentativa
localización del epicentro y zonas destruidas
(Timaná, Garzón, Gigante) que Ramírez (1975)
señala, es posible asociar la ocurrencia de este
terremoto con la actividad sísmica del Sistema de
Fallas de Algeciras, especialmente de la Falla
Acevedo. Ingeominas (1999) clasifica este sismo
con una Magnitud Ms > 7 y una Intensidad Sísmica
de Mercalli modificada de XII.
Sector San Juan de Villalobos – Yunguillo (Cau-
ca - Putumayo). En este tramo el Sistema de Fallas
de Algeciras atraviesa de nuevo un sector
montañoso y su trazo principal ha sido cartogra-
fiado por Ingeominas y Geoestudios (en prepara-
ción a) como Falla San Francisco-Yunguillo.
Relacionada con el trazo de falla se distingue otra
depresión donde se ubica el caserío de San Juan de
Villalobos, en la cual se presentan depósitos
cuaternarios y rocas sedimentarias del Cretácico y
Paleógeno, confinadas entre rocas ígneo-meta-
mórficas, por un arreglo de fallas en forma de “S”.
Esta depresión se interpreta como otra cuenca de
tracción (lazy S-shaped basin), en una curva de
relajamiento de la falla principal (releasing bend).
Llaman también la atención los lentes formados al
interior de la cuenca por fallas que afectan la
sucesión sedimentaria y los pliegues que se
presentan con ejes paralelos a la falla principal,
acordes con las características de estas curvas de
relajamiento.
Hacia la localidad de Yunguillo (Cauca), la
falla pone en contacto rocas pre-cretácicas de
basamento al NW, con rocas sedimentarias del
Cretácico, Paleógeno y Neógeno al SE. En estas
últimas se presentan pliegues, cuyos ejes se
orientan N45ºE, en forma oblicua hacia el trazo
principal de la falla; tal disposición confirma el
carácter rumbo deslizante lateral derecho de la falla
. En escala más detallada de cartografía es posible
distinguir las fallas sintéticas y antitéticas y la
conformación de lentes asociados al trazo principal
(Fig. 4C).
Sector Sibundoy – La Cocha (Putumayo – Nari-
ño). Esta es otra zona de complejidad tectónica,
donde el Sistema de Fallas de Algeciras presenta
relevos o saltos laterales, en ocasiones difíciles de
relacionar, debido en parte a la presencia de fallas
transversales de dirección NW.
En una morfología de montaña como la de
esta zona, se destaca la presencia de una depresión
amplia, de aproximadamente de 100 km2 de exten-
sión, con depósitos cuaternarios, que se conoce co-
mo Valle de Sibundoy; su forma es romboidal y su
diagonal mayor tiene una longitud cercana a los 18
km orientada N60ºE (Fig. 4D). En el vértice NE de
la depresión se localiza la población de San Fran-
cisco, de donde toma su nombre la falla que cons-
tituye en este sector el trazo principal del Sistema
de Fallas de Algeciras. Esta falla controla el flanco
sur de la cuenca.
El mecanismo de formación de esta
depresión es similar al que dio lugar a la Cuenca de
Pitalito. Se interpreta entonces como otra cuenca de
tracción de forma romboidal, con una geometría
que corresponde a la tensión local causada por el
relevo o salto lateral por relajamiento (releasing
sidestep) del “wrench fault”. Esta geometría corres-
ponde a un movimiento de rumbo con componente
lateral derecho. No se puede descartar el control o
influencia de fallas transversales, como la Falla
Sibundoy (Ingeominas y Geoestudios, en prepara-
ción a) en el desarrollo de la cuenca.
En el sector también se identifican fallas
tipo Riedel, sintéticas y antitéticas, que se entre-
cruzan para conformar lentes, algunos de los cuales
pueden corresponder con lomos de falla, más
difíciles de caracterizar en este ambiente montaño-
so.
A partir de rasgos lineales en la imagen
Landsat se interpreta una conexión del segmento
occidental del sistema, con la Falla San Francisco,
atravesando diagonalmente la cuenca de tracción.
La presencia de conos cineríticos del Pleistoceno u
Holoceno en el borde sur de la cuenca y su relación
con los segmentos de falla del sistema, es otro tema
que amerita mayor investigación, pero podría
indicar cierta actividad neotectónica en este sector.
Ingeominas (1999), ubica en el área de Sibundoy el
epicentro de un sismo ocurrido en 1834, con
Magnitud Ms > 7 e Intensidad Sísmica de Mercalli
Modificada de XII, que causó completa destrucción
en los alrededores.
La depresión donde se localiza la Laguna
de La Cocha parece corresponder con otra zona de
tensión local por el relevo lateral de fallas, aunque
el segmento que limita la cuenca por el occidente y
que fue cartografiado por Murcia y Cepeda (1984),
cambia bruscamente su dirección hacia el NW para
terminar contra otra falla de dirección NW, difi-
cultando su relación con el Sistema de Fallas del
Algeciras. En cambio, el segmento oriental si es
posible continuarlo hacia el SW, aunque un tanto
desplazado por una falla transversal. Al oriente de
la Laguna de La Cocha se distingue otra depresión
conocida como El Estero, con depósitos cuaterna-
rios como relleno, que igualmente, se puede inter-
pretar como una cuenca de tracción por relevo o
salto lateral de sistema de “wrench fault”.
Sector Monopamba (Nariño) - Ecuador. El Sis-
tema de Fallas de Algeciras se conoce en esta zona
como Falla Afiladores (Ingeominas, 1988). En
cercanías a la población de Monopamba en la
desembocadura del río Afiladores en el Guamués,
se han identificado rasgos morfológicos indicado-
res de actividad neotectónica (comunicación verbal
de los geólogos Jaime Romero y Jairo Osorio,
2000).
A partir de la divisoria de la cuenca de
Afiladores y hacia la frontera con Ecuador, la falla
adquiere un patrón en “cola de caballo” (Fig. 4),
cuyos ramales se separan máximo unos 30º y se
conectan con fallas que atraviesan el río Chingual.
Una alternativa es que el sistema continúe a lo
largo de las fallas del piedemonte andino del
Ecuador, pero se prefiere inferir una conexión con
fallas de continuidad más clara, que tienen su
origen en el Golfo de Guayaquil y han sido
cartografiadas atravesando diagonalmente las
cordilleras ecuatorianas (Longo y Baldock, 1982),
pasando por Quito y Mampiro hasta Santa Bárbara,
en la frontera con Colombia.
CONCLUSIONES
La visión sinóptica de grandes extensiones
de terreno, que ofrecen las imágenes Landsat
procesadas digitalmente, permitió la interpretación
de rasgos lineales que en su conjunto se pueden
interpretar como una estructura de carácter regio-
nal, denominada Sistema de Fallas de Algeciras en
el SW de Colombia.
El nombre y la caracterización del Sistema
de Fallas de Algeciras es una propuesta para orde-
nar la nomenclatura usada en la cartografía de la
región. El trazo principal del sistema estaría con-
formado de NE a SW por las fallas de Algeciras,
Pitalito, Yunguillo, San Francisco y Afiladores.
El Sistema de Fallas de Algeciras se define
como una estructura rumbo deslizante, con impor-
tante componente vertical, en la cual se involucran
rocas de basamento y de la cubierta sedimentaria
(wrench fault). A pesar de manifestarse en terreno
montañoso, es posible determinar rasgos indicado-
res de la actividad neotectónica del sistema y fallas
tipo Riedel asociadas, las cuales se presentan entre-
cruzadas en algunos sectores, conformando lentes
donde se localizan los segmentos de mayor
actividad.
De NE a SW, las depresiones de Balsillas
(Huila), El Paraiso (Huila), Algeciras (Huila),
Pitalito (Huila), San Juan de Villalobos (Cauca),
Sibundoy (Putumayo), Estero (Putumayo) y La Co-
cha (Nariño), se constituyen en cuencas de tracción
asociadas al Sistema de Fallas de Algeciras. Son
cuencas en forma de “S” o romboidal, producidas
por la tensión local en curvas de relajamiento (re-
leasing bend) y por el relevo o salto lateral (relea-
sing sidestep) del trazo principal del sistema. La
disposición de estas cuencas y de las estructuras
plegadas asociadas, permiten confirmar el despla-
zamiento lateral derecho de este “wrench fault”.
El Sistema de Fallas de Algeciras y su
orientación al NE, es la expresión de la cizalla
simple provocada por la subducción de la Placa
Nazca bajo la Placa Suramericana en sentido W-E.
El sistema hace parte de la megaestructura o límite
regional de los Andes del Norte, que partiendo del
Golfo de Guayaquil en Ecuador, se une al Sistema
de Fallas de Guaicáramo, en el oriente colombiano
y a la Zona de Fallas de Boconó en Venezuela.
Para el SW de Colombia, se determina que
el Sistema de Fallas de Algeciras constituye el
límite a lo largo del cual ocurre actualmente la
transpresión de Los Andes del Norte en dirección
NE, con respecto de la Placa Suramericana. Esta
precisión aclara la idea general de asociar el límite
actual de transpresión a las fallas del piedemonte
oriental de Los Andes, incluida la Cordillera
Oriental de Colombia (“Sistema de Fallas Frontales
del Oriente Andino”).
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue posible gracias a las facili-
dades de infraestructura ofrecidas por Ingeominas,
incluyendo los reconocimientos de campo durante
la cartografía geológica regional. Agradecemos
también la discusión técnica y colaboración de los
geólogos Jaime Romero, Eduardo López y Jairo
Osorio.
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