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Pontificia Universidad Javeriana.

Profesor: Orlando Solano Pinzón


Materia: Patrología.
Alumno: Daniel Magin Sambony
“La pobreza no viene por la
disminución de las riquezas,
sino por la multiplicación de
los deseos” (Platón).
Clemente de Alejandría, Pedagogo III, 34-36 (solo el cristiano es rico)

Rico no es el que posee todo, sino el que sabe administrar el tesoro que Dios le ha
confiado el servicio y abnegación por lo demás y dar lo mejor de sí. Lo material no
lo es todo, eso solo basta para cubrir necesidades y nos lleva a perder la dignidad
y hacer personas que no ayudamos en la contribución del reino de Dios, solo porque
nos dejamos llevar por el orgullo la vanidad y la sevicia y hace que el corazón del
hombre se pierda en medio de las cosas banas del mundo. Y es lo que podemos
observar hoy en nuestro campo religioso, cuantos de nuestros hermanos han
convertido el sacerdocio en un estatus social y no pastoral, eso me da tristeza saber
que esto sucede con mucha frecuencia en los jóvenes, ya no se quiere hacer nada,
solo aspirar a una vida religiosa o consagrada para subir el estatus y creo que
estamos fallando en esto, ya no se ve como vocación sino ambición por el dinero y
las cosas superficiales que el mundo ofrece.
La riqueza es otra cosa más bella de lo que imaginamos, es amor, alegría, paz,
bondad etc. Que maravilloso poder descubrir esa paternidad de Dios en medio de
cada uno de estos tesoros que nos brinda y que nos permite compartir con humildad
sencillez y abnegación, con el otro. << La generosidad es el mejor fruto del alma,
pues la riqueza tiene su sede en el alma. >> la riqueza es de espíritu mas no de lo
material; de que nos sirve como seres humanos tener todo sin que nos falte nada
de lo físico o de lo normal, si no tenemos un corazón capaz de amar al otro tal como
es y cómo nos corresponde hacerlo o mejor como no lo piden los consejos
evangélicos. Dice San Agustín “no traía nada; llegué a esta iglesia sólo con la ropa
que traía puesta” y así debemos ser, debemos llenarnos de sabiduría y no de lo
material y de mucha paciencia, no llenar los bolcillos, sino el corazón de mucha
generosidad. <<El que no desea nada de lo que no le es propio, y el que desea todo
aquello que posee, incluso lo que desea santamente, puede obtenerlo con sólo
pedirlo a Dios. ¿Cómo un hombre así no va a ser rico, incluso poseerlo todo, si tiene
a Dios, el tesoro eterno? Al que pide —dice la Escritura— se le dará, y al que llama
se le abrirá. Si Dios no niega nada, al que es piadoso le pertenece todo. >>

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