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Activismos judiciales y la división de poderes en Colombia

El activismo judicial se puede definir: “como una filosofía de la toma de decisiones


judiciales a partir de la cual los jueces permiten que sus propias perspectivas personales
sobre la política, los principios y el Derecho Constitucional los guíen en su labor; jueces
que fundamentan sus decisiones en consideraciones morales o políticas personales, y no en
el Derecho legislativo o jurisprudencial. Apartándose un poco de esta conceptualización”.
(García Jaramillo, 2019)

Pero la actitud los jueces no siempre ha sido activista, desde el establecimiento del estado
de derecho y la consolidación de los poderes públicos después de la revolución francesa,
los administradores de justicia eran simple aplicadores del derecho positivo, aplicando el
silogismo para solucionar los casos planteados pues la ley era inmensamente previsiva.

Después se incursiona en un nuevo entorno “neo constitucionalista”, en el que el juez tiene


mayor margen de maniobra a los jueces, puesto que las reglas cerradas se rompen, dejando
espacios para que este pueda realizar abstracciones hermenéuticas.

En este orden, “el activismo judicial presupone que el juez realice, entre otras, una función
que en principio solo corresponde al órgano legislativo: crear normas. Pero el juez no creo
en sentido formal, si no reglas de regulación para similares casos y puede otorgar o
extender derechos que taxativamente el sistema no completa” (Mejía & Pérez, 2015, p.33).
Por lo tanto, el fenómeno del activismo judicial desvanece la separación de los poderes
públicos.

Y es que, el activismo ha hecho que en numerosas ocasiones se pueda considerar al juez


legislados positivo (creando reglas) y negativo (anulando normas), como es el caso de la
corte constitucional colombiana cuando ejerce el control de constitucionalidad y establece
algunos parámetros o reglas que hace vinculantes en el ordenamiento jurídico (legislados
positivos), o cuando declara inconstitucional una norma por lo cumplir la directriz de la
constitucional nacional (legislados negativos) (López, 2011). invadiendo los campos del
legislativo y generado inseguridad jurídica.

Así mismo, podría actuar como administrador público, en donde cabe resaltar la situación
de desplazamiento forzoso, frente al cual la corte constitucional ha intervenido, exigiendo
al gobierno la toma de medidas estructurales y vigilando el cumplimento de estas, para
afrontar ese fenómeno desatendido por parte de las instituciones por la ausencia de políticas
públicas (Mejía & Pérez, 2015).

Además hay sumarle que los controles a las decisiones de las ramas de poder es diverso los
órganos judiciales las decisiones judiciales no pueden ser controladas por otras ramas, y es
que mientras el ejecutivo puede objetar una ley expedida por el legislativo, y el legislados
puede ejercer control políticos sobre el gobierno, las decisiones de los jueces no tienen
control en otra rama del poder público aunque si hay un control interno en la rama judicial
ejercido por los superiores jerárquicos.

Con todo lo anterior mencionado es de reconocer que esa actitud activista de los jueces, ha
sido fundamental para la protección de los derechos humanos y ha ayudado a un progreso
del ordenamiento jurídico, como lo ilustran los casos mencionados, aunque a veces ello
implique que se profirieran fallos polémicos.

Ya que el activismo judicial no es negativo siempre que las decisiones no rayen en la


arbitrariedad, se respeten las garantías y principios constitucionales. Lo que preocupa, es
que la judicatura sea objeto de influencia de otras ramas de poder, impidiéndole proferir sus
fallos con total independencia.

Bibliografía
García Jaramillo, L. (05 de Junio de 2019). “Activismo judicial”: un viejo concepto para nuevos
desafíos . Obtenido de www.ambitojuridico.com:
https://www.ambitojuridico.com/noticias/etcetera/constitucional-y-derechos-
humanos/activismo-judicial-un-viejo-concepto-para

Mejía, J. & Pérez, R. (2015). Activismo judicial y su efecto difuminados en la división y


equilibrio de poderes. EN Justica, 27, 30-41
López Daza, G. A. (2011). El juez constitucional colombiano como legislador positivo: ¿un gobierno de los
jueces? Cuestiones constitucionales, (24), 169-193. Recuperado en 30 de octubre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-91932011000100005&lng=es&tlng=es.

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