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“EL SINDICATO” UN ARMA PARA PROTEGER NUESTROS DERECHOS

Paul Arbey Andrade Salazar

El sindicalismo es producto de la Revolución industrial; y puede ser definido como una

asociación o agrupación formada para la defensa de los intereses económicos y laborales de un

grupo de trabajadores asalariados.”

Parecería una labor fácil y sin riesgos, como lo es en una mayoría de países, lamentablemente

no podemos decir lo mismo de nuestro país Colombia, ya que es calificado como el país más

peligroso para ejercer el sindicalismo, y no es solo un calificativo en vano; por el contrario, es

muy cierto, en Colombia se cometen muchas injusticas tanto como con las organizaciones

como con los líderes de los mismos. Se han evidenciado casos en los que se les hace

persecución hasta cazarlos y ser asesinados, por el solo hecho de liderar y promover derechos

fundamentales en pro de su organización.

Es asi entonces como los sindicatos en Colombia, a través de la historia han sido perseguidos

desde tiempos pasados, han luchado por este derecho hasta el cansancio y

hasta que éste se materializa en el derecho positivo de nuestro país, materialización que en el

papel es algo ideal, algo magnánimo, sin precedentes, donde por fin los trabajadores, la parte

débil de las relaciones laborales tenían un mecanismo de defensa y protección "pero esto no

es suficiente, tener una norma ahí escrita, otorgando derechos y deberes, cuando los deberes
cumplen de una forma natural con el solo hecho de existir ya en la norma, pero

los derechos tienen que exigirse, ejercitarse, pedirse, y hasta rogarse, algo bastante

incoherentes, puesto que el estado tiene claro que el trabajador es la parte débil y tras de ello

le confiere la carga de exigir de parte sus derechos, nunca brindándole una protección

garantista, real y efectiva, todo esto con base al principio de la primacía de la realidad de estas

organizaciones de asociaciones sindicales tuvieron que ejercitar y lucharse por sus

derechos no solo que estuviesen en normas plasmados, sino también con participación

política, ya que allí era donde se definía el rumbo del país en cuanto al ámbito laboral

específicamente el colectivo y como dice aquel dicho popular “lo malo no es la rosca, lo malo

es no estar en ella”, es decir, al no pertenecer a esta selecta elite dirigente de las decisiones del

país, y agregándole que es un país que no hace nada de oficio cuando se trata de beneficiar a la

parte débil, al pueblo en general, se inmiscuyen en este mundo político y logran ser escuchados

con voz y voto, de esta manera

Ahora bien, si hablamos de un caso en especial nos encontramos una institución, el Inpec la

entidad encargada de manejar las cárceles y penitenciarías del país.

En el Inpec había 76 sindicatos en el 2015, en la actualidad son ya 82. Esto según un informe

de la Contraloría que muestra hasta dónde el derecho a sindicalizarse puede terminar afectando

una función pública esencial, como lo son estas instituciones. Muchos dirán que porque unas

institución tan ejemplar y digamtica puede tener altibajos en su propio sindicato, ¡pues si¡

también los uniformados azules pueden tener estos inconveniente. Como en todo es muy difícil

poner de acuerdo a miles de personas con solicitudes diferentes y con vidas y problemas

diferentes, basándonos solo en lo laboral claramente. Sin dejar de lado la corrupción que pueda

presentarse por altos bajos y medios rangos del glorioso inpec.


Desde mi punto de vista positivo destaco todas aquellas gestiones y logros que hemos

conseguido en el sindicato UTP, un sindicato que en muchos años ha luchado en pro de todos

nosotros, en poco tiempo se ha conseguido y lucharemos por conseguir y poder tener salarios

coherentes a nuestro trabajo, por tener horarios flexibles acordes a una persona con familia con

hijos que permita dar a cada lado un poco de nosotros, asi como tener ampliación de planta y

todo por mejorar nuestro instituto, se han logrado muchas cosas positivas que nunca dejare de

destacar y que siempre me aran sentir orgulloso de pertenecer a mi institución.

De acuerdo a lo anterior también cabe mencionar lo negativo porque como dicen, nada en la

vida es perfecto, muchos guardias creen que el sindicato radica en solucionar problemas

personales pensando siempre en un bien propio y no en lo principal el bien común. Hoy en dia

cualquier miembro del inpec puede crear su sindicato y apropiarse de lo positivo que traiga

este, haciendo de esto un arma que cada vez nos acaba. Perdemos credibilidad fuerza y consigo

beneficios comunes para todos los que queremos siempre el bien común.

Luchemos por un bien común, por un sindicato libre con derechos y lucha.

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