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1. ¿Qué es Liberalismo?

El liberalismo es una corriente ideológica de pensamiento que considera que las personas deben
gozar de completa libertad civil, opuesta a cualquier tipo de despotismo o absolutismo, y se apoya en
la primacía de las personas como individuos libres.
La palabra, dentro de esta definición, ha tenido una multiplicidad de usos según las coyunturas y los
contextos políticos, lo que hace que deba ser necesario repasar brevemente la historia del
liberalismo.
Como doctrina política, el liberalismo se deriva del racionalismo del siglo XVIII, por la singularidad de
diferenciarse de la arbitrariedad del poder absoluto, característica de muchos de
los gobiernos monárquicos de la época. El liberalismo aparece en un contexto que asigna gran
importancia al debate y la discusión, en un clima de tolerancia y libertad.
En paralelo, la cuestión del progreso derivada del uso de la razón surge en rechazo de los dogmas y el
absolutismo religioso. El liberalismo, entonces, se oponía a las ideas de jerarquía y autoridad,
presentando las de libertad e igualdad a partir de las doctrinas de Montesquieu, Voltaire y Rousseau.
El medio con el que se podía llegar a esto, se sabía, no podía ser otro que el de la revolución, y no
tardó en llegar con el llamado ciclo de las revoluciones liberales durante las primeras décadas del
siglo XIX. Estos son los puntos más salientes en lo que respecta a la faceta política del liberalismo. Con
estas líneas se funda el respeto a la democracia liberal y a la división del poder del Estado en muchos
países.
La otra faceta importante es la que se da desde el costado económico y con la que durante siglos se
ha logrado legitimar al sistema capitalista de producción. El pensador Adam Smith, a partir de la
observación de una fábrica de alfileres, creyó encontrar las condiciones en las que se desarrollaba
la conducta humana en las decisiones económicas.
Así es como formuló la teoría de la importancia del libre juego entre la oferta y la demanda de
cualquier bien y servicio, a partir de la base de que las personas dejadas en total libertad para actuar
terminarán yendo por el camino del bien común. El primer fundamento del liberalismo económico es
la no intromisión del Estado ni de ningún mecanismo coercitivo a la libertad absoluta de los agentes
económicos. A partir de esto es como se fueron formulando una serie de funciones y agregados que
determinan la conducta de los agentes: las leyes de oferta y demanda, los puntos de equilibrio y
la competenciaperfecta.
Es indudable que el liberalismo funcionó siempre a partir de una serie de principios filosóficos que lo
justifican, basados en primera instancia en la completa libertad de las personas. A esta libertad se la
consideraba como inviolable, y se creía que debía ser lo más grande que pudiera (incluyendo la tan
importante libertad de culto, con un Estado laico), con el único límite de no atacar la libertad ajena.
A partir de esto es que otra premisa es la igualdad, pero una igualdad en la relación de las personas
frente al Estado y a la Justicia. No se referían a la igualdad en el sentido de la distribución equitativa
de la riqueza, que solo sería responsabilidad del mercado: en el eventual caso de que se quiera
repartir las ganancias, sería únicamente debido a la caridad privada de los que obtienen la ganancia.
Sin embargo, aquella caridad privada se contrapone con uno de los principios fundamentales de esta
doctrina, que es el individualismo, entendido como las personas en ejercicio de su libertad, por fuera
de una pertenencia a un colectivo.
Sin embargo, la palabra liberalismo ha variado un poco su sentido con el paso del tiempo, llegando a
representar una posición de un país como Estados Unidos, y una muy distinta en otros, como los de
Latinoamérica. Esto puede suceder porque luego del proceso de globalización, el modelo que
pregonaba la ausencia total del Estado comenzó a mutar pidiendo su intervención a favor de las
empresas transnacionales, y las políticas económicas liberales comenzaron a tener rumbos claros:
privatizaciones, políticas monetarias y fiscales restrictivas, flexibilización laboral. A esto se le suele
llamar hoy neoliberalismo.

Capítulo 8. La aspiración federalista a fines del siglo XIX en el Perú


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A lo largo del siglo XIX surgieron en el Perú planteamientos a favor del establecimiento
del federalismo como forma de gobierno y organización del territorio. Sin embargo,
en contraste con la mayor parte de los países americanos que fueron colonias de
España —muchos de los cuales llegaron a tener experiencias de gobierno federal de
distinta duración o tuvieron facciones políticas resueltamente interesadas en su
concreción—, en el Perú encontramos una situación particular que se caracterizó por
una postura ambigua frente al federalismo por parte de la clase política, que por lo
general reconocía en éste —a futuro— la «felicidad de la nación».

Desde su constitución como República, el Perú hizo frente a la heterogeneidad de sus


regiones y a los intereses provinciales con diversas fórmulas administrativas sin ceder
atribuciones políticas a éstas. La implementación de instancias administrativas
intermedias a nivel departamental para responder a las «necesidades interiores» y el
establecim...

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