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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE YACAMBÚ

FACULTAD DE HUMANIDADES

PSICOLOGÍA FAMILIAR

Víctor Cova

Cédula: 25.389.637

Expediente: 182-00223V

Puerto La Cruz, Octubre, 2019


PSICOLOGÍA FAMILIAR

Los humanos no siempre han ocupado la posición que tienen en la


naturaleza. Los antepasados, los homínidos anteriores, eran muy vulnerables
y estaban sometidos a las variaciones de la naturaleza, las cuales han llegado
a controlar en gran medida. Si se compara el desarrollo humano con el de otros
animales, se aprecia diferencias notables, tales como que los humanos nacen
muy desvalidos y con pocas de las características que llegan a tener los
adultos, gracias a su crianza y al rol de la familia.

La familia es concebida como la unidad social, y se la considera como


una organización social primaria que se caracteriza por sus vínculos, y por las
relaciones afectivas que en su interior se dan, constituyendo un subsistema de
la organización social. Los miembros del grupo familiar cumplen roles y
funciones al interior de esta, que son los que permiten relacionarse con otros
sistemas externos, tales como el barrio, el trabajo, la escuela, etc.

Es dentro del grupo familiar en donde se aprenden los valores y se


transmite la cultura, la cual será filtrada y orientada por cada sistema. La
ubicación geográfica de este sistema familiar (rural o urbano) determina
también ciertas características de la organización y los roles que en ella se
dan.
Según Rodrigo y Palacios (autores del libro Familia y desarrollo
humano) “La familia se define como la unión de personas que comparten un
proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se
generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un
compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones
de intimidad, reciprocidad y dependencia”.

El concepto de la familia ha cambiado mucho, desde la típica familia


“mamá-papá-hijos/as”. Es importante destacar, que una familia monoparental,
que mayoritariamente el adulto es la madre, tiene menos recursos para educar
a un niño, que una familia biparental. En las familias monoparentales hay una
cierta “sobrecarga” por la atención que necesitan los hijos. La responsabilidad
de tomar una decisión uno solo, puede ser una carga muy pesada.

En el seno de una familia pueden surgir numerosos problemas entre la


pareja, los hijos, los hijos con las parejas u otros miembros de la familia
influyendo esto en desarrollo y comportamiento de sus integrantes. La
psicología familiar se encarga de analizar la estructura familiar, miembro por
miembro, comprendiendo a la familia como un sistema donde cada parte se
mueve en función de sostenerlo. El todo es más que la suma de las partes que
lo integran. Este sistema posee reglas implícitas y explícitas que hacen que
funcione de determinada manera sosteniendo ese «todo», logrando un
proceso de retroalimentación mediante la posición que cada miembro ocupa
dentro de esta estructura.

El psicólogo familiar examina los patrones de relación entre los distintos


miembros con el fin de resolver diversos problemas y conflictos. A través de la
terapia familiar, trata de mejorar la comunicación entre padres e hijos,
hermanos o conyugues.

La década de los 50’s en Estados Unidos se vio marcada por


importantes cambios derivados de la segunda guerra mundial. Entre otras
cosas, las problemáticas sociales empiezan a ser pensadas desde un campo
reflexivo que se había visto opacado por los conflictos políticos. Surge una
comprensión holística y sistémica del individuo y los grupos humanos que
impacta rápidamente los objetivos y aplicaciones de la psicología.

Si bien la psicología venía desarrollándose desde perspectivas


fuertemente centradas en el individuo (las más dominantes eran el
conductismo clásico y el psicoanálisis); el auge de otras disciplinas como la
sociología, la antropología y la comunicación permitió un intercambio
importante entre los enfoques individuales y los estudios sociales.
En este periodo, la terapia de enfoque psicoanalítico no daba resultados
visibles en el tratamiento de la psicosis, con lo que los especialistas tuvieron
que voltear a ver otros elementos más allá del individuo, y el primero de ellos
fue precisamente la familia.

En este enfoque, uno de los pioneros fue Milton Erickson, quien puso
especial énfasis en el estudio de comunicación más allá del psiquismo. En el
mismo sentido, son representativos Theodore Lidz, Lyman Wynne y Murray
Bowen. Otro de ellos fue Nathan Ackerman, quien comenzó trabajando con
familias a manera de “complemento de terapia infantil” desde el mismo
enfoque psicoanalítico. Este último fundó el primer servicio de atención
familiar, el primer instituto familiar, y la principal revista de terapia familiar del
momento: Family Process.

La personalidad del ser humano se forma de los 3 años a los 7 años de


edad, pues es cuando mayor estabilidad emocional debe tener el niño y
deberían reforzar sus valores éticos, morales y espirituales que tanta falta
hacen en nuestra sociedad. Sin embargo este desarrollo se puede ver
afectado por muchos factores, como por ejemplo el factor material, sobre todo
por los problemas económico-sociales como sub empleo y desempleo de parte
de los padres de familia y otra desintegración de la familia.

La desintegración familiar se conoce como el proceso mediante el cual


se modifica significativamente la organización previamente establecida de un
grupo emparentado de personas. No toda modificación en la organización de
las familias significa la desintegración de la misma, para que ocurra una
disgregación en la familia tiene que modificarse el parentesco de manera
cualitativa o las dinámicas sociales con los mismos. Por lo general, el cambio
de este último es consecuencia de la ausencia parcial o total de uno de los
progenitores o cuidadores. La modificación o la separación familiar no son
necesariamente negativas; es decir, en muchos casos se trata de un acuerdo
o una situación que asegura el bienestar físico o psicológico de los miembros.
Dicho de otra manera, el reacomodo o la disrupción de una organización
familiar previamente establecida puede ser la solución a situaciones
conflictivas ocasionadas en el seno familiar, y como tal, puede tener efectos
positivos en sus miembros. Según cómo sea la dinámica familiar, puede pasar
que su desintegración tenga efectos más positivos que su mantenimiento.

Se han estudiado especialmente los efectos negativos de la


desintegración familiar en los hijos. A grandes rasgos, las investigaciones han
dado a conocer que la desintegración familiar dificulta la satisfacción de las
necesidades que se espera que cumpla una familia.

A mediano y largo plazo, y a nivel psicológico, dichos estudios han


propuesto, por ejemplo, que la desintegración familiar tiene como efecto una
baja autoestima, sensaciones y conductas de indefensión, así como
dificultades para entablar vínculos sexo-afectivos (Portillo y Torres, 2007;
Herrera, 1997). De igual forma se ha investigado el comportamiento social y
su relación con la desintegración familiar, por ejemplo, en el aumento de
conductas violentas o el retraimiento excesivo mientras que a corto plazo y
sobre todo en la primera infancia, se ha visto que la desintegración familiar (al
presentarse como un evento imprevisto y un cambio significativos en la
estructura cotidiana) puede causar confusión, angustia, culpa, rabia o
comportamientos autodestructivos.

Las causas que han sido estudiadas y establecidas tradicionalmente


como factores determinantes en la desintegración familiar son las siguientes:

1. Abandono

Se entiende por “abandono” desamparo, descuido, renuncia o


alejamiento. Se trata de una situación que se ha propuesto como una de las
principales causas de la desintegración familiar. A su vez, este descuido,
renuncia o alejamiento puede estar ocasionado por distintas causas.
Por ejemplo, la ausencia del cuidado o de alguno de los cuidadores
primarios es en muchos casos consecuencia de las condiciones
socioeconómicas que no permiten satisfacer al mismo tiempo las demandas
domésticas y las de provisión. En otros casos puede deberse a la repartición
o el reacomodo inequitativo de las responsabilidades de cuidado o de provisión
dentro del seno familiar.

2. Divorcio

En este contexto un divorcio es la disolución legal de un matrimonio.


Como tal, implica cambios significativos en las dinámicas familiares que
sustentan una pareja, con y sin hijos. A su vez el divorcio puede tener muchas
causas. Por ejemplo, ruptura del contrato de fidelidad del matrimonio, violencia
doméstica e intrafamiliar, desacuerdos frecuentes entre las personas
involucradas, entre otras.

3. Muerte

La muerte de uno de los miembros de la familia es otro de los principales


causantes de la desintegración familiar. En este caso no necesariamente la
muerte de uno de los progenitores o cuidadores causa el reacomodo en la
organización de la familia. Especialmente si se trata de uno de los hijos, puede
experimentarse un proceso de desintegración muy importante.

4. Migración

En muchas ocasiones la separación o la desintegración de una familia


es consecuencia de los procesos migratorios que llevan a uno o a ambos
cuidadores a moverse de la ciudad de asentamiento hacia otra donde pueden
aspirar a mejorar su calidad de vida. Así mismo los procesos de deportación
que están teniendo lugar en muchas sociedades industrializadas han
generado el mismo efecto.
Se puede entender de todo esto, entonces que las relaciones con los
demás miembros de la familia se verán afectadas de alguno u otro modo según
la etapa de la vida o situación que esté atravesando (en la niñez y la
adolescencia no siempre vemos las cosas con claridad y no asumimos los
problemas con madurez, además el cambio hormonal influye mucho en
nuestro comportamiento) pero también por la manera en que pensemos en
ellas, las veamos, las enfoquemos y tengamos claro qué significan para
nosotros. La manera en que asumimos las situaciones por las que
atravesamos, la posibilidad de ver las cosas con realismo, es algo que también
pertenece a la actividad de pensar y razonar de los seres humanos y que
también se ve afectada por factores biopsicosociales.

Cada uno de los miembros que conforma una familia es diferente,


diverso, cargado de significados, además viviendo una etapa diferente. Cada
niño o niña o integrante de la familia crea sentidos del mundo manera diferente,
basado en las experiencias personales, estudios, culturas, factores biológicos
pero que se relacionan con las de los demás, por lo que es necesario aprender
a conocer los situaciones por las que atraviesa cada uno y tener una mejor
convivencia con los demás miembros porque el hecho de que seamos distintos
no quiere decir que haya unos inferiores a otros, o que sus sentimientos sean
de menos importancia de hecho ninguno debería ser discriminado por razones
de color, sexo, orientación sexual, o su manera de pensar.
Bibliografía

 Portillo, C. y Torres, E. (2007). Efectos en la crianza de familias


uniparentales: la autoestima.
 Rodrigo, M. y Palacios, J. (1998). Familia y Desarrollo Humano
 Herrera, P. M. (1997). La familia funcional y disfuncional, un indicador
de salud. Revista Cubana de Medicina General Integral, 13(6).
Recuperado de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
21251997000600013

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