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EFECTO DE VARIAS ESPECIES DE MICORRIZAS NO INOCULANTES EN LA

RESPUESTA A LA DEFICIENCIA DE FÓSFORO EN PLANTAS DE LUPINUS ALBUS

Jhennifer Toledo Núñez

Profesor Guía Dr. Néstor Fernández Del Saz

Departamento de Botánica

Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas

Universidad de Concepción

2019
1
Agradecimientos

Agradezco a los profesores, que contribuyeron con espacios, materiales y buena


disposición. Así como también a mi profesor guía Néstor Fernández Del-Saz que me
dio las herramientas para llegar a estas instancias. Además a los profesores y
compañeros de laboratorio de Fisiología vegetal, por el grato ambiente de trabajo y
compañerismo. Finalmente a mis padres, familia y amigos por acompañarme en este
largo e intenso camino universitario.

2
Índice Nº Pagina

Resumen 4
Abstract 5
Introducción 6
Metodología 10
Resultados 13
Discusión 24
Conclusión 28
Bibliografía 30

3
Resumen

Entre las principales adaptaciones de las plantas a condiciones limitantes de fósforo (P)

se encuentra la asociación simbiótica con hongos micorrízicos (especialmente la

formación de micorrizas arbusculares), y el desarrollo de raíces proteoideas. Lupinus

albus, una planta de la Familia Fabaceae cultivada en Chile por su gran contenido

proteico, puede presentar asociaciones con Micorriza Vesículo Arbusculares (MVA) y

desarrollar raíces proteoideas. En adición, previos estudios han observado que la

exudación de carboxilatos a través de las raíces proteoideas suponen un mayor gasto

de carbono y menor adquisición de P para la planta que la simbiosis con hongos

formadores de micorrizas. En contrate L. albus en presencia de un inóculo mixto de

MVA, formó raíces proteoideas en respuesta a la deficiencia de P. A pesar de ello el

tratamiento con inoculo de mix de micorrizas no inoculantes exhibió una significativa

mejora en la fotosíntesis, conductancia estomática y transpiración de Lupino. El

mecanismo por el cual lo hace es una interrogante a resolver en futuros estudios.

4
Abstract

Among the main adaptations of the plants to phosphorus limiting conditions (P), there is

the symbiotic association with mycorrhizal fungi (especially the formation of arbuscular

mycorrhizae), and the development of proteoid roots. Lupinus albus, a plant of the

Fabaceae Family grown in Chile for its high protein content, may present associations

with Vesicular-Arbuscular Mycorrhiza (VAM) and the development of proteoid roots. In

addition, previous studies have observed that the exudation of carboxylates through

proteoid roots implies a higher carbon expense and lower capture of P to the plant than

the symbiosis with mycorrhizal fungi. In contrast, Lupinus albus in the presence of a

mixed inoculum of VAM, formed proteoid roots in response to P deficiency and

transpiration of Lupine. The mechanism by which it does this remains a question to be

resolved in future studies.

5
Introducción

El Fósforo (P) es el nutriente inorgánico más importante para todos los seres vivos

después del N. Es un componente estructural de los ácidos nucleicos y fosfolípidos,

que interviene en el metabolismo del carbono, y además participa en la activación de

numerosas enzimas relacionadas con la síntesis de ATP (Lambers et al., 2008). El P

puede limitar la síntesis de ATP cloroplastidial y mitocondrial y la actividad respiratoria

debido a una reducción en la síntesis de azúcares (Grusak, 2001). Además, es

componente estructural de moléculas de ADN, ARN y fosfolípidos de membrana y

participa en procesos de señalización celular (Epstein & Bloom, 2005). Su cantidad en

el suelo y su accesibilidad para las plantas son bajas, limitando 40-60% del rendimiento

de los cultivos y sistemas naturales, sin embargo éste puede suministrarse como

fertilizante (Uexküll & Mutert, 1995; Hinsinger, 2001; Vance et al., 2003). En suelos

pobres en P, algunas plantas han desarrollado ciertas adaptaciones para maximizar la

absorción de éste macronutriente (Lambers et al., 2008). Algunas de estas incluyen un

aumento del área y longitud radicular, el incremento en el número de pelos radicales

(Betes & Lynch, 2000), así como otras adaptaciones más complejas.

Una de las principales adaptaciones a condiciones limitantes de P son la asociaciones

simbióticas con hongos micorrízicos (especialmente la formación de Micorrizas

Vesículo Arbusculares (MVA)) y el desarrollo de raíces proteoideas (Lambers et al.,

2006).

Más del 90% de las comunidades vegetales del planeta tienen la capacidad de formar

una simbiosis micorrízica (Malloch et al., 1980). Las MVA son el tipo más común de

6
Endomicorriza, y se forman entre plantas superiores y hongos MA del División

glomeromycota. Los hongos MA son biotróficos obligados, es decir dependen

estrechamente de su huésped. La infección se activa al contacto de ambos organismos

cuando los exudados (extrigolactonas) de la futura raíz hospedante son reconocidos

por las esporas o hifas, y los factores Myc (liberados por las esporas) son reconocidos

por las células radicales (Nair et al., 1991; Giovannetti et al., 1993). Como

consecuencia, se inicia el desarrollo de las hifas a partir de la espora. Las hifas son una

red de filamentos cilíndricos que contactan con la superficie de la raíz a través de una

estructura robusta denominada “apresorio” (Nagahashi & Douds, 1997). El apresorio se

adhiere firmemente a la epidermis de la raíz y desarrolla nuevas hifas que ingresan a la

raíz, luego se desarrolla una estructura de proliferación y elongación de las hifas dentro

de la célula conocida como Haustorio (Albrecht, 1999). Finalmente, las hifas se

ramifican intracelularmente conformando una estructura conocida como Arbúsculo,

responsable del intercambio de nutrientes entre la planta y el microorganismo (Smith &

Smith, 2011). Las simbiosis con MVA aumentan considerablemente la superficie de la

planta, permitiendo la captación de nutrientes más lejanos a la rizósfera (Marschner &

Dell, 1994).

Si bien se da mucho más énfasis en la importancia ecofisiológica de las MVA las

“Raíces Proteoideas” o “Cluster Roots”, son otra adaptación para mejorar la eficiencia

de absorción de P, especialmente en suelos de baja fertilidad (Shane & Lambers, 2005;

Díaz & Zuñiga-Feest, 2012; Lambers et al., 2007). Las raíces proteoideas producen

muchas raicillas cortas y compactas, semejante a un cepillo. Su principal función es

exudar ácidos orgánicos (citrato o malato), que incrementan en el suelo la accesibilidad

7
de Pi para las plantas al separarlo de cationes del suelo que los mantiene inmóvil o

“secuestrados” (Lambers & Shane, 2007; Playsted et al., 2006; Shane et al., 2004;

Lamont, 2003; Skene et al., 1996; Purnell 1960; Florez-Saraza et al., 2014).

Lupinus albus (familia Fabaceae) es una planta modelo para estudios en raíces

proteoideas (Florez-Sarasa et al., 2014; Gardner et al., 1983; Keerthisinghe et al., 1998;

Neumann et al., 1999; Shane & Lambers, 2005). Recientemente se ha observado que

L. albus puede formar también MVA (Akay et al., 2016), asociándose especies del

género Glomus y Claroideoglomus. En Chile L. albus se cultiva principalmente en la

Región de la Araucanía y presenta especial interés económico por su gran contenido

proteico y su valor en el mercado internacional. Su principal demanda es la industria

salmonera, que requiere ingredientes ricos en proteína. Se ha estimado que solo la

industria de alimentos para salmones podría utilizar la producción de 100 mil hectáreas.

Una demanda adicional proviene de los sectores avícola y porcino, tradicionales

importadores de concentrados proteicos (INIA, 2016).

Los suelos del Sur de Chile se caracterizan por tener un alto contenido de P total, pero

bajos niveles de P disponible (Borie & Rubio, 2003). Lo anterior hace de Chile un

escenario propicio para el desarrollo de adaptaciones que involucren lidiar con la

deficiencia de P. Al ser L. albus capaz de desarrollar estas adaptaciones, nos

preguntamos ¿Cómo enfrenta la deficiencia de Fosfato (PO4) en presencia de

micorrizas y si esto modifica la presencia de raíces proteoideas? Y además si estas

adaptaciones le ayudan disminuir los efectos negativos de la deficiencia. La hipótesis

del presente trabajo está relacionada con el número de adaptaciones al déficit de P que

L. albus puede exhibir, pues ambas requieren carbono fotosintético de la planta para su
8
construcción y funcionamiento, lo cual puede ser costoso en términos de acumulación

de carbono y crecimiento. Previos estudios han observado que la exudación de

carboxilatos por parte de las raíces proteoideas supone un mayor gasto de carbono y

menor adquisición de P para la planta que la simbiosis con hongos formadores de

micorrizas (Del-Saz et al., 2017). Debido a esto, hipotetizamos que el déficit de P

favorecerá la simbiosis con AM más que el desarrollo de raíces proteoideas con el fin

de obtener la mayor cantidad P desde la rizósfera de la forma menos costosa

energéticamente.

Los parámetros fisiológicos evaluados para poner a prueba la hipótesis fueron

Fotosíntesis Neta, Respiración, Conductancia estomática y Transpiración de L. albus

en presencia de un inóculo con mix de micorrizas (Tratamiento) y de un inóculo con

turba normal (Control).

9
Metodología

El estudio experimental se llevó a cabo en el Laboratorio de Fisiología Vegetal de la

Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción,

Concepción, Chile.

Para ello se germinaron 10 semillas de Lupinus albus de tamaños similares,

esterilizadas superficialmente con hipoclorito sódico (20 g/L) durante 2 min para su

posterior enjuague con agua destilada estéril, repitiendo 5 veces el procedimiento. A

continuación se llevaron en placas Petri a una cámara de bioclimatación a 25°C y total

oscuridad durante 3 días.

Para el control, se sembraron 5 de las semillas en Almacigo (previamente esterilizado)

con turba rubia (Kekkila Professional ®) y se regó durante 2 semana con agua

destilada.

Para el tratamiento las otras 5 semillas se sembraron en Almacigo (previamente

esterilizado) con turba que contenía mix de micorrizas xdel género Scutellospora,

Acaulospora y Claroideoglomus (Myconativa ®), donde permanecieron 2 semanas en

almacigo y se regó con agua destilada.

A continuación se llevaron las 10 plántulas a una cámara de bioclimatación a 18-25ºC a

y un fotoperiodo de 12 horas de Luz y 12 horas de oscuridad durante. Transcurridas las

2 semanas se trasplantaron los bloques con turba a macetas de 1.5 L de capacidad

con sustrato arenoso previamente autoclavado (Autoclave Vertical Modelo AV-100

Phoenix ®). Una vez trasplantadas se regaron cada 3 días con 100ml de una mezcla

10
de solución Hoagland (Schulze et al., 2006) con pH 5.14 modificada para deficiencia de

P de 0,2 mM específica para L. albus (Wang et al., 2018; Thuynsma et al., 2014) en la

forma de PO4. (Tabla 1), donde permanecieron hasta el día 45 desde su germinación.

Solución Hoagland para L. albus


en deficiencia de P
Nutrientes Concentración
Mg SO4 1mM
CaSO4 1,25mM
FeEDTA 12μM
MnCl2 4μM
H3BO3 22μM
ZnSO4 0,4μM
Na2MoO4 0,05μM
CuSO4 6μM
Ca3(PO4) 0,2mM
KNO3 5mM
Tabla 1

Análisis de muestras

Para evaluar la respuesta de L. albus se midió con IRGA (Modelo LI-6400XT)

Fotosíntesis Neta, Respiración Celular, Conductancia Estomática y Transpiración.

Además se registró su biomasa radicular y aérea y la longitud radicular (la raíz más

larga).

Por otra parte se cuantificaron las raíces proteoideas y su registró su peso seco.

En tanto para la observación de Micorriza Arbuscular se lavaron las raíces con

abundante agua hasta eliminar la tierra adherida, y se cortaron segmentos de

diferentes estratos todos de aproximadamente 1 cm. Para la tinción se usan los

11
protocolos descritos por Phillips & Hayman (1970), posteriormente se ordenaron las

muestras en portaobjetos y se observaron al microscopio.

Análisis estadístico

Las diferencias entre los parámetros mencionados se corroboraron estadísticamente

mediante test T-student y Correlación de Pearson con el programa Past3 (versión

3.24).

12
Resultados

A los 45 días de crecimiento no se observó vesículas, arbúsculos ni hifas en las

células, estructuras básicas que forman la MVA, en las plantas crecidas con

20x

40x

Raíz de Lupinus albus en presencia de Ejemplo de Raíz con Micorriza Arbuscular

Turba con micorriza en Zea mays

sustrato de mix de micorrizas.

Fig 1: Raíz no micorrizada de Lupinus albus

13
A pesar de no haber sido inoculadas con bacterias se observó presencia de Rizobios

(Fig 2.1 y Fig 2.2) tanto del control como del tratamiento.

0,7cm 0,7cm

Fig 2.1: Rizobios colonizando raíz de Lupinus abus en sustrato con turba normal

0,7cm

0,7cm

14
Fig 2.1: Rizobios colonizando raíz de Lupinus abus en sustrato con turba mix de
micorrizas”.

Las raíces proteoideas aparecieron tanto en el tratamiento con sustrato de mix de

micorrizas como en el control, promediando 50 y 45,4 unidades por planta

respectivamente (Fig 3.1 y 3.2), sin diferencias significativas (p=0,445). El peso seco

tampoco mostró diferencias significativas (p=0,513), promediando 0,0167 gr en el

control y 0,0349 en el tratamiento.

0,7cm

0,7cm 0,7cm

Fig 3.1: Raíces proteoideas en Lupinus albus crecidos en sustrato con turba normal.

15
0,7cm

0,7cm

0,7cm

Fig 3.2: Raíces proteoideas en Lupinus albus creciendo en sustrato

con mix de mocorrizas.

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Con respecto a las tasas de fotosíntesis. Se observa que en aquellas plantas que

crecieron en el sustrato con mix de micorriza, la fotosíntesis fue un 50% mayor que en

plantas creciendo en condiciones control (p=0,000204). En promedio la fotosíntesis de

las plantas creciendo con mix de micorriza fue de 9,227 µmolCO2 m-2 s-1, mientras que

las plantas que crecieron en sustrato control la fotosíntesis fue de 6,83 µmolCO2 m-2 s-1

(Fig. 4).

FOTOSÍNTESIS NETA DE LUPINUS ALBUS


10

8
Fotosíntesis Neta (µmolCO2 m-2 s-1 )

5
9,228
4

3 6,0835

0
CONTROL SUSTRATO MIX DE MICORRIZAS

Fig 4: Fotosínteis Neta en µmolCO2 m-2 s-1

de Lupinus albus crecidos en turba con mix de micorrizas y en turba normal (Control).

17
Existe una tendencia a aumentar el peso seco de las raíces proteoideas conforme

aumenta la fotosíntesis en el tratamiento con sustrato con mix de micorrizas (Fig 5).

Estas dos variables presentan una correlación de r=0,644, sin embargo esta no es

significativa (valor p= 0,283) (Tabla 2).

FOTOSÍNTESIS NETA EN RESPUESTA AL


PESO SECO DE LAS RAÍCES PROTEOIDEAS
Fotosíntesis Neta (µmolCO2 m-2 s-1)

Fig 5: Modelo lineal de Fotosíntesis Neta en µmolCO2 m-2 s-1 y el peso seco de las

raíces proteoideas en gr crecidas en sustrado con mix de micorrizas.

18
Existe un efecto significativo de los grupos en la conductancia estomática (p=0,0114).

En 0,0427 mol H2O m-2s-1 para el control y 0,066 mol H2O m-2s-1 para las crecidas con

mix de micorrizas (Fig. 6).

CONDUCTANCIA ESTOMÁTICA DE
LUPINUS ALBUS
0,09
Conductancia estomática (mol H2O m-2s-1)

0,08

0,07

0,06

0,05

0,04
0,0665
0,03

0,02 0,0427

0,01

0
CONTROL SUSTRATO MIX DE MICORRIZAS

Fig. 6: Conductancia estomática en mol H2O m-2s-1 de Lupinus albus

crecidos en turba con mix de micorrizas y en turba normal (Control).

19
Para los valores de transpiración, estos presentaron diferencia entre el control y

tratamiento (valor p=0,0007). En promedio los valores de las plantas creciendo en

sustrato normal fue de 1,047 mmol H2O m-2s-1, mientras que en condiciones de sustrato

con mix de micorrizas fue 1,393 mmol H2O m-2s-1 (Fig. 7).

TRANSPIRACIÓN DE LUPINUS ALBUS


1,8

1,6
Transpiración (mmol H2O m-2s-1 )

1,4

1,2

0,8
1,3933
0,6
1,0467
0,4

0,2

0
Control SUSTRATO MIX DE MICORRIZAS

Fig. 7: Transpiración en mmol H2O m-2s-1 de Lupinus albus crecidos en

turba con mix de micorrizas y en turba normal (Control).

20
La longitud radicular muestra diferencias significativas en respuesta al sustrato con mix

de micorrizas (valor p=0,0286), promediando 56,610 cm para el control y 38,251 cm

para el tratamiento (Fig. 8).

LONGITUD RADICULAR DE LUPINUS ALBUS


70

60
Longitud Radicular (cm)

50

40

30
56,6

20 38,2

10

0
CONTROL SUSTRATO MIX DE MICORRIZAS

Fig 8: Longitud radicular en cm de Lupinus albus crecidos en turba con mix de

micorrizas y en turba normal (Control).

21
Nº cluster CR peso Longitud Conductancia
Fotosíntesis Respiración Transpiración
roots seco radiuclar estomatica
Nº cluster roots 0,85044 0,14576 0,67761 0.33657 0.38317 0.40005
CR peso seco 0,11774 0,69181 0,64424 0.78016 0.70235 0.40979
Longitud radiuclar -0,74826 0,24451 0,63129 0.91997 0.13704 0.44663
Valor P
Fotosíntesis -0,25603 0,28324 0,29387 0.41772 0.096402 0.30511
Respiracion -0.55025 0.17354 0.062896 0.47596 0.7914 0.93247
Conductancia estomatica -0.50712 0.23598 0.75868 0.81018 0.16458 0.15967
Transpiración -0.49181 -0.48305 0.45034 0.5802 0.05306 0.73202
Valor R

Tabla 2: Correlación de Pearson entre variable respuesta (Peso y Cantidad de raíces

proteoideas) y las variables independiente (Fotosíntesis, Conductancia estomática y

Transpiración.

No existe correlacion significativa entra las variables.

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Tabla 3: Promedio de todas las mediciones realizadas.

CONTROL TRATAMIENTO
REPLICAS 5 5
Biomasa Peso fresco (gr) 15,24 14,608
Foliar Peso seco (gr) 1,9349 1,8035
Biomasa Peso fresco (gr) 20,242 14,802
Radicular Peso seco (gr) 1,502 1,286
Raíces Número 45,4 50
proteoideas Peso seco (gr) 0,016692 0,03488
Longitud Radicular (cm) 56,6106 38,2512
Área foliar (cm2) 36,6038 29,9208
Altura Aérea (cm) 15,06 15,18
-2 -1
Fotosíntesis (µmol CO2 m s ) 6,08349808 9,2276741
Respiración -2,69840854 -2,828834087
Conductancia Estomática (mol H2O m-2s-1) 0,04267584 0,066451337
Transpiración (mmol H2O m-2s-1) 1,04673559 1,393341207

Se discuten solo aquellas significativas

23
Discusión

A pesar de que la solución nutritiva de riego presentaba un ph semiácido (5.14) y que

las plantas permanecieron en contacto con el sustrato micorrízico más de 32 días tal

cual señala la metodología Akay et al (2016) (específica para L. albus), no se

encontraron MVA a lo largo de la raíz en ninguna de las réplicas inoculadas con el mix

de micorrizas (Fig. 1). Numerosos estudios (Newman & Reddell, 1987; Giovannetti et

al., 1983; Avio et al., 1990) dan cuenta de la naturaleza no hospedera de L. albus

debido a exudados de la raíz que impiden la unión de las hifas y el reconocimiento

fúngico de las raíces por el hongo micorrízico (Giovannetti et al., 1993). Dichos

antecedentes advierten de la especificidad de esta simbiosis, sin embargo algunos

autores registran colonización de HFMA (Hongo Formador de Micorriza Arbuscular)

(Akay et al., 2016; Bedmar & Ocampo, 1986; Trinick, 1977). Akay et al, (2016), observó

colonización de 4 especies de HFMA en lupino: Glomus geosporum, Glomus mosseae,

Glomus caledonium y Glomus etunicatium (Ahora Claroideoglomus etunicatum), que a

diferencia del presente estudio fueron agregadas de una a la vez, tras 4 semanas de

crecimiento de las plántulas. En cambio el sustrato ocupado no fue específico para L.

albus, pues presentaba múltiples especies de HFMA, escenario que puede hacerlos

competir entre sí por puntos de infección de la raíz, ya que como señalan Wilson y

Trinick (1983) producen menos infección en conjunto que por sí solos. Otro factor a

considerar es el tiempo que estuvieron los HFMA en la rizósfera, así como su

agresividad interespecífica, que puede haber limitado también la colonización de

alguna especie en particular (Wilson & Trinick, 1983).

Los rizobios se encontraron en todas las plantas indistinto al tratamiento, a pesar de no


24
haber sido inoculadas ni estar en deficiencia de nitrógeno. Si bien estudios señalan que

en concentraciones normales de NO3 (5mM) en la rizósfera, pueden formarse nódulos,

el número, peso y fijación de nitrógeno de estos disminuye significativamente a esta

concentración, y alcanza su máximo en ausencia de NO3 (Cowie et al., 1990; Harper &

Gibson, 1984). Sin embargo, se ha demostrado que la acción de las raíces proteoideas

en L. albus mediada por la acumulación de citrato dentro de las raíces, se asocia con la

inhibición de captación de NO3 (Neumann & Roemheld, 1999; Neumann et al., 2000),

efecto reportado en respuesta a la deficiencia de P tanto en lupino como en otras

plantas (Le Bot et al., 1990; Rufty et al., 1990; Pilbeam et al., 1993; Gniazdowska et al.,

1999; Neumann et al.,2000). La presencia de rizobios a pesar de encontrarse el NO3

disponible en la rizósfera, podría relacionarse con la incapacidad de capturarlo desde la

rizósfera por efecto del ácido cítrico en las raíces proteoideas (Neumann & Roemheld,

1999; Neumann et al., 2000). En relación a las especies que nodularon la raíz,

pertenecen posiblemente al género Bradyrhizobium, el cuál muy frecuente y eficiente

en la fijación de nitrógeno atmosférico para Lupino (Barrera et al., 1997). La forma de

los rizobios (Fig. 2.1 y 2.2) responde al temprano cesar de la actividad meristemática

en su formación, que produce el alargamiento de las células, desarrollo que origina

células esféricas o globosas (2.1) que puede agruparse para formar nódulos de collar

(Fig. 2.2) Este aspecto es particular de la simbiosis entre Rizobios y Leguminosas

(Hirsch, 1992; Mayz, 1997).

Las raíces proteoideas aparecieron en todas las plantas en respuesta a la deficiencia

de P (Fig. 3.1 y 3.2), sin embargo la variación del número y peso no fue significativa

entre los grupos (p=0,445; p=0,513 respectivamente). A pesar de ello exhibieron una

25
tendencia a aumentar su peso conforme incrementa la fotosíntesis en presencia del

sustrato con mix de micorrizas (Fig. 5). Una explicación a esta tendencia se relaciona

con la retroalimentación energética, donde el aumento del costo de carbohidratos para

el desarrollo de raíces proteoideas se compensaría con una mayor fotosíntesis,

respuesta compensatoria a la deficiencia de P reportada antes en plantas de Arundo

donax, pero ante el desarrollo de MVA (Romero-Munar et al., 2017). En comparación a

las MVA las raíces proteoideas requieren un mayor gasto de energía, ya que en

L. albus la exudación de citrato pueden comprender hasta el 25% de los ácidos

orgánicos fotosintetizados (Dinkelaker et al., 1989; Johnson et al.,1996a), lo que haría

necesaria una mayor síntesis de ATP. El desarrollo de raíces proteoideas en el

tratamiento con mix de micorrizas, nos lleva a rechazar la hipótesis inicial, pues

contrario a lo planteado, a pesar de ser energéticamente más costoso L. albus prefiere

tener raíces proteoideas a formar MVA.

La fotosíntesis como respuesta a la nutrición de la planta, muestra un 51% más de

eficiencia en el tratamiento (Fig. 4), cifra con mayor significancia dentro de los

parámetros medidos. Esto podría relacionarse en parte con la tendencia a aumentar

con el incremento del peso de las raíces proteoideas como se menciona anteriormente.

Al aumentar la biomasa se esperaría que también lo hicieran los exudados de

carboxilatos y por ende su efecto en la movilización de P (Gardner et al., 1983). Sin

embargo la falta de significancia en la correlación de estas dos variables (Tabla 2), no

explica en totalidad el fenómeno, es decir, existe un componente indirecto actuando en

el aumento de la Fotosíntesis Neta, como indicador de una mejora nutrición de la planta

en el tratamiento, que no fue evaluado.

26
La conductancia estomática aumentó un 31% en el tratamiento (Fig. 6). Las plantas

regulan la conductancia estomática para optimizar la absorción de carbono con

respecto a la pérdida de agua (Cowan, 1977; Farquhar et al., 1980a), esto concuerda

con el alto costo energético que implica tener raíces proteoideas, por la mayor

demanda de energía que requiere la absorción de P. Aunque se asocia las raíces

proteoideas al aumento de la conductancia estomática, no existe diferencias

significativas en el número de raíces proteoideas entre grupos, por lo que no se explica

el aumento de la conductancia estomática en el tratamiento por la presencia de raíces.

El aumento en un 33% de la Transpiración en el tratamiento (Fig. 7), refleja el mayor

movimiento de agua (Sánchez-Díaz & Aguirreolea, 2008), produciendo un incremento

en el flujo de nutrientes y P, desde el suelo hacia las hojas (López, 2000). Por

consiguiente esta diferencia con respecto al control se relaciona con una mejor

movilización de materia prima para la fotosíntesis, pero se desconoce por qué aumenta

en presencia del sustrato con mix de micorrizas.

La longitud radicular fue significativamente mayor en el tratamiento, disminuyendo un

32% (Fig. 8), lo que se relaciona directamente con la disponibilidad de P. Según Betes

& Lynch (Betes & Lynch, 2000) y Jungk (2001) en condiciones limitantes de fósforo es

común que incremente la longitud de los pelos radicales. Por consiguiente la mayor

longitud radicular en el control, a pesar de que el tratamiento se encontraba en las

mismas condiciones de deficiencia de P (0,2mM), es afectada por la demanda de P que

no estaba siendo suplida. Por el contrario, una menor longitud radicular en el

27
tratamiento se relaciona con la captación de P por parte de las raíces proteoideas, pero

además por un factor no evaluado o desconocido, mediado por la presencia de esporas

y micelio de HFMA en el sustrato del tratamiento.

Conclusión

Del estudio realizado podemos concluir que la formación de MVA en L. albus tienen un

alto grado de especificidad y no se inoculan en presencia de sustrato con mix de

distinta especies de HFMA.

En cuanto a la cantidad y biomasa de las raíces proteoideas, esta no se ve afectada

por la presencia del sustrato con mix de micorrizas, pero la tendencia a incrementar en

cantidad y biomasa conforme aumenta la fotosíntesis en el tratamiento, refleja que

puede estar influyendo en la disminución del estrés por deficiencia de P. A la luz de los

resultados la mejor opción para reevaluar el efecto sería medir párametros mas exactos

y certeros, como la cantidad de exudados de carboxilatos en la rizósfera, para ver la

verdadera diferencia entre el tratamiento y el control.

En resumen, la Fotosíntesis Neta, Conductancia estomática y Transpiración en L. albus

aumentan en presencia del sustrato con mix de micorrizas a pesar de no haber visto

inoculación. Esta variación con respecto al control no pudo ser explicada por los

factores analizados, en consecuencia subyace un mecanismo no medido o

desconocido por el cual el sustrato con mix de micorrizas aumenta los parámetros

vinculados a la nutrición.

Finalmente rechazamos la hipotesis planteada, pues en presencia del mix de

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micorrizas L. albus formó raíces proteoideas en vez de MVA, a pesar de la mayor

demanda energética que le significa. Si estos resultados se relacionan o no con la falta

de especificidad del sustrato aplicado y el mecanismo por el cual aumentó la nutricion

de la planta en presencia de HFMA no inoculantes son interrogantes a explicar en

futuros trabajos.

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