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Figura 1. Vista general del Centro de Investigación y Educación ambiental La Tribuna ... 23
1. MARCO CONCEPTUAL
Desde hace décadas se han propuesto y se vienen empleando diferentes metodologías para el
cálculo de los índices de calidad de las aguas, los cuales tienen como propósito simplificar
en una expresión numérica las características positivas o negativas de cualquier fuente de
agua, entre los que se destacan análisis univariado y multivariado, y los índices de calidad.
El sistema del Índice de Calidad de Agua (ICA), basado en el índice de Horton, involucra
parámetros que permiten establecer el grado de contaminación que podrían ser atribuidos a
actividades específicas, como por ejemplo las realizada por industria petrolera,
diferenciándolo del causado por otras fuentes como ganadería o la población humana (APHA
– AWWA, Sánchez et al, 2001, 46), este índice simplifica y organiza la inmensa cantidad de
datos de calidad en un marco homogéneo que permite comunicar y evaluar el estado del
cuerpo de agua en una forma comprensible y sin una distorsión importante en la información
de calidad del agua (León-Vizcaíno, 1988, 4)
Los ICA tienen como objeto la estimación de un número generalmente entre 0 y 1, que define
el grado de calidad de un determinado cuerpo hídrico continental. Con ello se pretende
reconocer problemas de contaminación de una forma ágil sin tener que recurrir a la
observación de cada una de las numerosas variables fisicoquímicas determinadas, sus
bondades resaltan al evaluar un recurso hídrico en forma periódica (Ramírez y Viña, 1998,
65).
El procedimiento para definir los índices se inicia con la selección de variables físicas y
químicas a caracterizar, asignación de valores de calidad (0 a 1) según concentraciones de
las variables o establecimiento de una relación entre índice – variable, y por último se le
asigna un coeficiente de ponderación o importancia para cada variable. De acuerdo con el
índice obtenido, la calidad de un cuerpo de agua se define en ciertas escalas como Excelente
- Buena - Regular - Mala - Pésima.
El oxígeno disuelto es uno de los indicadores más importantes de la calidad del agua. Los
valores normales varían entre 7.0 y 8.0 mg/L. la fuente principal de oxigeno es el aire, el cual
se difunde rápidamente en el agua por la turbulencia en los ríos y por el viento en los lagos.
En los lagos, la fotosíntesis es la fuente más importante de oxígeno y su medición se usa para
determinar la productividad primaria, y en cierta medida deducir el estado de eutrofización
(Roldan, 2003).
La conductividad, esta variable mide indirectamente la riqueza iónica del agua, la cual puede
verse afectada por las presentaciones, el tipo de suelo y los procesos de evaporación y
cristalización; asimismo, la conductividad se ve influida por los aportes de componentes
orgánicos. Se ha observado que la conductividad es inversa a la profundidad y que durante
la época de sequía tienden a aumentar sus niveles (Welcomme, 1979)
La alcalinidad total, es la capacidad para neutralizar ácidos, reaccionar con iones hidrogeno
y aceptar protones. Por lo tanto, es una medida de la cantidad de iones carbonatos e
hidróxidos presentes en el agua, este recurso presenta sabor desagradable con un alto
contenido de alcalinidad; está asociado a la dureza del agua, y puede generar precipitación
de sales de calcio en tuberías, reduciendo con el tiempo su capacidad hidráulica. Se determina
por titulación con ácido sulfúrico y se expresa como mg/l de CaCO3 equivalente a la
alcalinidad determinada. Los iones H+ procedentes de la solución de ácido sulfúrico
neutralizan los iones OH- libres y los disociados por concepto de la hidrólisis de carbonatos
y bicarbonatos (Sánchez et al. 2004, 7).
La turbidez, es una expresión de la propiedad óptica que origina que la luz se disperse y
absorba en vez de transmitirse en línea recta a través de una muestra de agua. Es causada
por materiales en suspensión, como arcilla, limo, materia organiza e inorgánica finamente
dividida, organismos planctónicos y demás microorganismos. La transparencia del agua es
importante para la elaboración de productos destinados a consumo humano y para numerosos
usos de cuerpos de agua. El método Nefelométrico se basa en la comparación de la intensidad
de la luz desviada por la muestra y la de una suspensión patrón de referencia, bajo las mismas
condiciones. La medición se hace en un turbidímetro calibrado con soluciones patrón de
turbidez conocida, se coloca la muestra en el turbo del aparato y se toma la lectura directa en
Unidades Nefelométricas de Turbidez (NTU). (Rodier, 1981 citado por Sánchez, 2004, 10)
1.2 Macroinvertebrados
Existe un grupo de organismos conocidos como Macroinvertebrados Acuáticos; los cuales
se definen como todos aquellos organismos que se pueden ver a simple vista; es decir, todos
aquellos invertebrados con tamaños superiores a 0.5 mm de longitud, el prefijo “macro”
indica que estos organismos son retenidos por redes con ojo de malla de un tamaño que varía
entre 200-500 µm y además, superan en fase adulto o último estadio larvario los 2.5 mm.
Este grupo incluye taxones como: Moluscos, Crustáceos (Anfípodos, Isópodos y
Decápodos), Turbelarios, Oligoquetos, Hirudíneos y fundamentalmente insectos entre los
cuales se encuentran Coleópteros, Hemípteros, Efemerópteros, Plecópteros, Odonatos,
Dípteros, Neurópteros y Tricópteros (Roldán, 1988).
El uso de organismos en la evaluación de la calidad de agua ha sido ampliamente utilizado
(Cairns y Pratt, 1993; Hellawell, 1986), sin embargo, de todos los grupos que han sido
considerados en los monitoreos biológicos de las aguas continentales, los
macroinvertebrados bentónicos han sido los más recomendados (Hawkes, 1979;
Wiederholm, 1980; Suess, 1982; Hellawell, 1986; Abel; 1989; Rosenberg y Resh; 1993), de
estos métodos de evaluación de calidad de aguas, los basados en macroinvertebrados ofrecen
múltiples ventajas tales como: encontrarse en todos los sistemas acuáticos, por lo que
favorecen los estudios comparativos, su naturaleza sedentaria, que permite un efectivo
análisis espacial de los efectos de las perturbaciones (Slack et al., 1973; Hawkes, 1979;
Hellawell, 1986; Abel 1989) presenta ventajas técnicas asociadas a los muestreos
cuantitativos y análisis de las muestras, los que pueden ser realizados con equipos simples y
baratos (Hawkes, 1979; Wiederholm, 1980; Suess, 1982; Hellawell, 1986).
La taxonomía de muchos grupos está bien estudiada (Hawkes, 1979; Suess, 1982; Hellawell;
1986, Abel; 1989; Roldán, 1988) existen numerosos métodos para el análisis de datos,
incluyendo índices bióticos y de diversidad, los cuales han sido utilizados ampliamente en
biomonitoreos a nivel comunitario (Hellawell, 1986) y de respuestas individuales (Hawkes,
1979; Suess, 1982; Rosenberg et al., 1986) simplicidad metodológica, rapidez en la obtención
de los resultados y una alta confiabilidad (Alba-Tercedor y Sánchez-Ortega 1988, Zamora et
al. 1995), por su tamaño relativo (visibles a simple vista), por sus ciclos de vida estaciónales,
porque su presencia-ausencia es indicativa de cambios en el ecosistema y porque sus
variaciones temporales reflejan los cambios de las características físicas y químicas. Estas
características los hacen idóneos para la vigilancia rutinaria de las cuencas hidrográficas
(Instituto Mi Río, 1997).
Los macroinvertebrados pueden vivir en ecosistemas lénticos que son aquellos de aguas
quietas o estancadas como embalses, represas, lagunas. Los remansos de los ríos y quebradas
se comportan en general como hábitats lénticos dependiendo de la geomorfología del cauce.
Estos ecosistemas por lo general presentan abundante vegetación ribereña y sumergida, lo
que ofrece un variado hábitat para gran número de organismos, siendo más frecuentes los
hemípteros, odonatos y coleópteros que ciertos dípteros, moluscos y cangrejos.
Los ecosistemas lóticos se refieren a los ríos, quebradas y arroyos donde las corrientes rápidas
juegan un papel importante en la distribución de los macroinvertebrados. Los organismos
aquí presentes, por lo regular tienen adaptaciones corporales como ganchos, ventosas y
cuerpos aplanados para resistir la velocidad de la corriente (Roldán, 2003). En general sus
hábitats están representados por macrófitas acuáticas, piedras, grava, arena, lodo, material
vegetal en descomposición (troncos, frutos, hojas), a los cuales se adhieren, permaneciendo
algunos, todo su ciclo de vida en el agua o parte de él como los emergentes (adultos).
Sus hábitos alimenticios están representados según su nivel trófico en la trama alimentaría.
Algunos son carnívoros, otros herbívoros, otros omnívoros y otros detritívoros. Su
alimentación puede estar representada por algas, bacterias, hongos, protozoos, rotíferos,
materia en descomposición, vegetación, alevinos, crustáceos, entre otros (Instituto Mi Rió,
1997).
Viven en su mayoría debajo de las piedras, troncos, ramas, hojas y sustratos similares, en
aguas poco profundas, tanto corrientes como estancadas. La mayoría viven en aguas bien
oxigenadas, pero algunas especies pueden resistir cierto grado de contaminación; por otra
parte son fuente de alimento para ninfas de odonatos y otros insectos acuáticos, nematodos,
anélidos, y algunos crustáceos.
1.3 Peces
Los peces son vertebrados acuáticos poiquilotermos, con respiración branquial y la mayoría
poseen aletas. Son los vertebrados más antiguos, se originaron a partir de un cordado
antecesor desconocido en el Cámbrico o posiblemente antes. Hay cuatro clases de peces, los
más primitivos son los mixines (Clase Mixines) y las lampreas (Clase Cefalaspidomorfos),
sin mandíbulas, grupos vestigiales con cuerpo anguiliforme, sin aletas pares; esqueleto
cartilaginoso (aunque sus ancestros, los ostracodermos, tenían esqueletos óseos), una
notocorda que persiste a lo largo de la vida y una boca en forma de disco adaptada para
chupar o morder. El resto de los vertebrados tienen mandíbulas, un paso decisivo en la
evolución de los vertebrados. (Hickman, 1998).
Los peces son los únicos vertebrados que habitan ambientes netamente acuáticos y, salvo
ciertas excepciones, su morfología externa es bastante característica, por lo que resulta fácil
su reconocimiento visual, como gran grupo. Han colonizado todos los ambientes hídricos del
planeta, marinos y fluviales, naturales y artificiales, lo cual los convierte en especialistas de
la supervivencia; en efecto, su presencia en la Tierra ocurre desde las primeras edades
geológicas reconocidas, manteniendo altas potencialidades de permanecer, por largo tiempo,
ayudados, entre otros factores, por la relativa estabilidad del medio acuático, comparado con
el terrestre.
A nivel ambiental, el oxígeno es la variable que ha sido referida por la literatura como la de
mayor limitación para el desarrollo de la ictiofauna, según Muss (1967) citado por Ramírez
y Viña (1998, 109) anota que concentraciones menores a 1,8 mg/L son críticas y conducen a
la muerte íctica, aunque 4 y 5 mg/L son señalados por la legislación en Estados Unidos como
concentración mínima para aguas cálidas y frías respectivamente (mayores y menores a 25ºC)
(National Committe on Water Quality – WQC – 1986) en atención no solamente a la
supervivencia de las especies, sino a su alimentación, reproducción y crecimiento.
Roldan (1992) señala que el amonio es una limitante de la ictiofauna, que en concentraciones
superiores a 0,25 mg/L inhibe su desarrollo y en mayores a 0,5 mg/L resultan letales.
Se estima que la riqueza íctica de Suramérica supera las 8000 especies de peces según
Schaefer (1998), citado por Maldonado y Usma, (2006), con base a valoraciones de Cala
(2001) la riqueza íctica de Colombia es mayor a 2000 especies, representando un 25% de
toda la diversidad íctica de la región neotropical, logrando ser la región con la mayor riqueza
de este recurso a nivel mundial, debido a los procesos de especiación producido por la
orogénesis de los Andes.
Los primeros estudios realizados de peces en los Andes colombianos fueron desarrollados
por Humboldt (1805), a partir de esto, el conocimiento de la diversidad de peces
dulceacuícolas colombianos ha venido creciendo, desde el trabajo de Fowler (1942), el cuál
registró un total de 387 especies para el país, incentivando el desarrollo de las investigaciones
de la fauna íctica, pues esta cifra desde entonces, viene en constante aumento tras varias
investigaciones desarrolladas en el país y que basados en estos estudios, Maldonado-Ocampo
et al, (2006), da un dato de riqueza de especies ícticas dulceacuícolas de Colombia de 1357,
pero según Rubio-Rincón en el 2008 reporto 1740 especies demostrando que el aumento de
la riqueza íctica ha sido significativa.
Tabla 1. Riqueza de peces dulce acuícolas por país.
Número de
País Fuente
especies
Brasil 2309 Buckup et al. 2006
Maldonado-Ocampo
Colombia 1547
observación personal
Venezuela 1198 Lasso et al. 2004
Perú 736 Ortega & Vari 1986
Ecuador 706 Barriga 1991
Argentina 411 López et al. 2003
Fuente: Maldonado Ocampo (2006)
En otras áreas andinas del país, existen más reportes recientes sobre diversidad de peces en
corrientes medianas, que analizan la importancia de este grupo en ríos de Antioquia y Cauca
(Román et al., 1999; García et al., 2003) los cuales son comparables con la posible
composición íctica de corrientes similares del Huila. En otras regiones del país se han
efectuado inventarios amplios de peces como los realizados en la zona del Catatumbo (Galvis
et al., 1997) y en el Putumayo (Castro, 1994), además del trabajo de Dahl (1971) para toda
la zona norte de Colombia.
Las especies nativas de peces que viven en las aguas dulces de Colombia, están representadas
en 14 órdenes y 47 familias. Los órdenes con el mayor número de especies son Characiformes
(672 especies) con 14 familias, Siluriformes (524 especies) con 12 familias, Perciformes (124
especies) con 4 familias y Gymnotiformes (74 especies) con 5 familias, las restantes 42
familias tienen de 1 a 52 especies; Characidae es la familia que posee el mayor número de
especies (424 especies), seguida de Loricariidae (166 especies), Cichlidae (114 especies),
Pimelodidae (54 especies) y Trichomycteridae (54 especies); Los datos presentados indican
que 346 especies se encuentran distribuidas solamente en Colombia (Román et al., 2008)
En algunos casos, los cambios a través de tiempo en la abundancia de la taxa (por ejemplo,
especies dentro de un género), de otro tipo de organismos se han logrado solucionar gracias
a la aplicación de métodos numéricos que trabajan con probabilidades, es decir, métodos de
clasificación que combinan la técnica de las claves tradicionales con el análisis numérico
completo de los datos.
Posee una base de datos de 8.450 individuos identificados, valor que aumenta cada día; aparte
pesa 5 Megas, donde es posible comprimir toda la información en tan poca capacidad.
Posee un enlace directo a la página web de FishBase para cada uno de los órdenes, familias,
géneros y especies que están en la base de datos
Es genérico, predice con exactitud nuevas especies
Es experto, con base a algoritmos, el programa va mejorando con el tiempo al aumentar su
base de datos.
Crea un archivo de datos que se puede guardar y seguir añadiendo información
posteriormente en él.
Trabaja en muchos idiomas y puede trabajar con varias personas y culturas, ayudando y
facilitando el trabajo con otras personas, además le suministra el nombre vulgar de todos las
partes de donde se conoce la especie, en diferentes idiomas y lenguas, hasta nombres vulgares
de especies que le han dado los indígenas.
Permite ver el listado de todas las especies incluidas y también las fotos si están en la base
de datos, además facilita el mapa de distribución de las especies, mostrando puntos de donde
existen reportes.
Existe una sola especie reportada para el Magdalena y sus principales afluentes; Hoplias
malabaricus (dormilón), puede alcanzar tallas de 50 cm de longitud estándar, se encuentra en
corrientes lentas, pantanos y charcas de poca profundidad, su dieta en estadios juveniles son
larvas de crustáceos e insectos y al madurar cambian su dieta hacia la ictiofagia. (Galvis et
al., 1997, 29).
Sin embargo, en esta familia se ubican dos especies de gran atractivo comercial como son la
dorada (Salminus affinis) y la sardinata (Brycon moorei), las cuales alcanzan tamaños de 1
m y más de 50 cm respectivamente; lo cual junto con el buen sabor de su carne y su movilidad
las hacen de gran interés para pesca comercial y deportiva (Dahl, 1970), aunque sus
poblaciones se han reducido considerablemente en el Magdalena y son muy raras en el Huila.
Fluctuaciones fuertes puntuales en los parámetros físico-químicos del medio pueden pasar
inadvertidas en un seguimiento periódico determinado si los valores extremos del factor
alterado no coinciden en el tiempo con el momento del muestreo. Los bioindicadores, por su
gran diversidad en los ecosistemas fluviales, aparte de no precisar de un coste de calibración
y mantenimiento continuos, presentan una gran amplitud de respuestas ante cualquier grado
o tipo de alteración en el medio. Son por tanto, una valiosa herramienta complementaria de
las redes de control automático físico-químico de calidad del agua.
Para cuantificar el valor indicador de los organismos, numerosos autores han desarrollado
diferentes índices biológicos de calidad del agua, basados en las distintas tolerancias de las
especies o comunidades ante los factores contaminantes. A la presencia o ausencia de una
especie o familia de organismos acuáticos, así como a su densidad o abundancia, se les asigna
un valor de calidad según el parámetro o conjunto de los mismos que se quiera valorar, en
función de su grado de tolerancia.
Existe una amplia variedad de índices biológicos de calidad del agua para sistemas fluviales,
pudiendo establecerse los siguientes grupos:
1.4.1 Índices de Diversidad.
Basados en las variaciones de la composición específica de las comunidades de organismos
y su estructura. En general, a una mayor biodiversidad le corresponde una mejor calidad del
agua y viceversa. Ejemplos de este tipo de índices son los basados en la teoría de la
información, como el de Shannon, o el de Margalef (1951).
1.4.3 Bióticos.
Son los más utilizados y se basan en la clasificación de los organismos según su tolerancia a
la contaminación, asignándoles una puntuación cuyo rango varía según el índice utilizado.
El valor de calidad para la quebrada estudiada resulta de la suma total de los valores de cada
organismo presente. Los más conocidos son el Trent Biotic Index (TBI), el IB, el Biotic
Score, o uno de los índices más utilizados actualmente el Biological Monitoring Working
Party – BMWP (Helawell, 1.978) ajustado por Alba-Tercedor y Sánchez Ortega (1.988) y
modificado para Colombia por Roldán (1999) BMWP/Col. Dicho índice fue adoptado en el
VI Congreso Español de Limnología llevado a cabo en Granada en 1.991. Para su aplicación
a la Península Ibérica, debido a su fiabilidad y fácil utilización.
El índice BMWP (modificado (BMWP’), también conocido como Índice de Alba, establece
cinco clases de calidad biológica del agua según el valor total del índice que se muestran a
continuación en la tabla 2:
Tabla. Clases de calidad, significación de los valores del BMWP/Col
FAMILIAS PUNTAJES
Las descargas de crudo sobre los ecosistemas naturales pueden afectar tanto la condición
fisicoquímica del medio como la biológica, resaltando que modificaciones sobre la primera
afectan también a la segunda. Atendiendo a los aspectos fisicoquímicos, el crudo en un
cuerpo de agua que altera inicialmente el intercambio gaseoso atmosfera - agua, limitando
sus procesos de difusión. En tal sentido, la concentración de oxigeno cobra gran importancia
por cuanto ve reducido los aportes atmosféricos, a la vez que la película superficial de crudo
limita la penetración de los rayos solares restringiendo los procesos fotosintéticos, así como
por el hecho de que la descomposición de los hidrocarburos consume este elemento.
Los mecanismos mediante los cuales los hidrocarburos lastiman a los organismos vivos son
muy variables (biofísicos y/o bioquímicas) dependiendo de la comunidad y de las especies
particulares. Debe contemplarse su capacidad locomotora ya que las especies sésiles o de
poco movimiento quedan a merced del tensor y por lo tanto sufren mayor daño con relación
a aquellas que pueden huir.
En algunas especies la simple impregnación con hidrocarburos puede producir su muerte por
cuanto les impide los procesos naturales de intercambio gaseoso o les restringe la
incorporación del calor del sol; en otras más, el daño ocurre por asimilación, ingestión o
bioacumulación (Ramírez y Viña, 1998).
Aunque, uno de los efectos observados y que cobra el mayor número de individuos en un
derrame es el taponamiento u obstrucción de los epitelios respiratorios del pez. La secreción
de moco no es suficiente para compensar la acumulación de hidrocarburo o emulsiones sobre
las branquias y el pez muere por asfixia. La misma capacidad toxicológica del petróleo o sus
derivados es causa de afectación directa de la fauna ictiológica. Los efectos más comunes
están asociados con una inhibición de la sensibilidad superficial, pérdida de equilibrio y
alteraciones metabólicas que pueden conducir a la muerte directa o a alterar el
comportamiento del animal. Se han observado también efectos manifiestos en
malformaciones de embriones y huevos. Además del tiempo de permanencia del
hidrocarburo en el agua depende en gran medida el impacto que se genere sobre la biota y en
especial sobre la fauna íctica (Miranda y Restrepo, 2002).
Por tanto, cualquier alteración que se cree en ella, repercute en la estructura de las
comunidades que la habitan. El agua tiene, además, la capacidad de transporte rápido de todo
tipo de sustancias, incomparable con ningún otro compuesto sobre la tierra (Roldan, 2003).
2 METODOLOGIA
----Sendero ecológico
Casa
Quebrada el Neme
2A 2B 2C
2D 2E 2F
2G 2H
3ª
3B 3C 3D
3E
Con el fin de conocer el área de estudio y poder ubicar los puntos de muestreos del cauce de
la quebrada El Neme, se seleccionaron segmentos que permitieran la recolección eficiente de
los organismos, para ello, se efectuaron recorridos preliminares por todo el cauce de la
quebrada y por toda el área de la Tribuna, se tomaron fotografías de las posibles zonas y
lugares de interés, hasta llegar a la desembocadura de la quebrada El Neme en el río Baché,
de esta manera se seleccionaron las 3 estaciones de muestreo que se detallan en la tabla 5.
Tabla. Descripción de las Estaciones de muestreo
Rocas, arena, y
Cascada
E1 03º 03`58.2`` 75º 22`40.8`` 559 ±9 material vegetal
Chispiadal
(hojas y troncos)
Piedras, grava,
troncos, vegetación
Desembocadura sumergida en orilla,
E3 03º 03`40.26`` 75º 21`33.62`` 445±5
al río Baché y presenta material
vegetal en
descomposición.
Estas se ubicaron en la zona alta, media y baja de la microcuenca, donde se realizarón 3
muestreos en las fechas de Octubre 5, Noviembre 23 del 2010 y Enero 10 del 2011, con un
intervalo aproximado de mes y medio por toma de muestra, teniendo en cuenta la variación
climatológica, logrando abarcar una época de verano (octubre), invierno (diciembre) y una
zona de transcición (enero).
5.2.3 Análisis de laboratorio de parámetros fisicoquímicos del agua
Se utilizó la red D puesto que la quebrada El Neme presenta aguas poco profundas siendo
recomendada para las orillas y para este tipo de condiciones, método sugerido por Roldán
(2003). Esta red consiste de un marco triangular metálico de 30x30x30 cm de arista, al cual
va sujeta una red con ojo de malla de 500 um y tiene un mango metálico de 70 cm; con esta
red se trabajó de pie principalmente, aunque en ocasiones es mejor remover el sustrato con
la mano. El marco se colocó sobre el fondo en contracorriente y se removió con la mano o
con los pies (fig. 4A), el material recolectado que quedó atrapado en la red, se puso en un
recipiente blanco donde se lavó, retirándole el material como hojas y piedras, teniendo
cuidado de limpiarlos bien para no arrojar cualquier macroinvertebrado (fig 4B).
Los métodos anteriores fueron complementados tomando con las manos piedras, rocas, hojas,
o sustratos similares (ver Fig. 4C) y con una pinza de punta fina se tomaron los organismos
uno por uno que se veían y se depositaron en un frasco de 100 ml, el resto de la muestra se
depositó en un frasco de 200 ml con una solución alcohol al 90% y se añadieron unas tres o
cuatro gotas de glicerina, para mantener blandas y flexibles las estructuras de los organismos
(Roldán, 1988), se tapó muy bien y se llevó al laboratorio donde los macroinvertebrados
fueron determinados hasta su mayor taxón. El muestreo se dio por terminado cuando nuevas
redadas no aportaron capturas de nuevas familias de macroinvertebrados (Alba, 1996)
.
4A 4B
4C
5A 5B
5C 5D 5E
Los elementos que se utilizaron como métodos de captura y recolección en los 3 sitios de
muestreo fueron redes de pesca o chile de ojo de malla de 0,5 cm y redes manuales que fueron
usadas en orillas.
A los ejemplares capturados se les hizo un registro fotográfico, luego fueron transportados
al laboratorio de biología de la Universidad Surcolombiana en frascos de 250 ml de capacidad
y preservados en alcohol al 70%, allí, las especies son medidas y pasadas por claves
taxonómicas para ser identificadas hasta su mayor taxón (Fig. 6).
6A 6B
6C 6D
6E 6F
31
30
21
32
12 17
28 3 6
5 7 13 15
11 27
2
8
16 20
9 18 26
4 22
10 24
29 19
14
25
23
1
6G
Los datos de laboratorio fueron organizados en tablas de Excel, donde se muestren los sitios
de muestreos, los ejemplares identificados hasta su mayor taxón y la cantidad de individuos
que se encontraron en los muestreos, para luego ser interpretados y usarlos en la fase de
análisis de resultados.
H (ni / N ) log( ni / N )
H´ varía entre 0 y 5, siendo 5 la máxima diversidad, los intervalos para criterios de diversidad,
calculados para géneros, se presentan en la siguiente tabla.
D n (n 1) / n(n 1)x100
i i
RESULTADOS
Tabla. Resultado de parámetros fisicoquímicos del muestreo 1 (Octubre 5 del 2010) en las
tres estaciones.
SST mg/L 40 42 85
ALCALINIDAD
mg/L - CaCO3 11 12 12,2
TOTAL
RESULTADOS BACTERIOLOGICO
N.M.P. / 100
- 38 -
ESCHERICHIA COLI ml
E1 E2 E3
Parámetro Unidades
C. Chispiadal Qda, Neme Des. Baché
ALCALINIDAD
mg/L - CaCO3 12.2 11 11,9
TOTAL
RESULTADOS BACTERIOLOGICO
COLIFORMES N.M.P. / 100
- - -
TOTALES ml
N.M.P. / 100
- - -
ESCHERICHIA COLI ml
E1 E2 E3
Parámetro Unidades
C. Chispiadal Qda, Neme Des. Baché
ALCALINIDAD
mg/L - CaCO3 12.9 13,2 13,6
TOTAL
RESULTADOS BACTERIOLOGICO
COLIFORMES N.M.P. / 100
- - -
TOTALES ml
N.M.P. / 100
- - -
ESCHERICHIA COLI ml
600.00
Q (L/s)
400.00
200.00
0.00
1 2 3
Cda Chispiadal 77.35 562.75 172.44
Trampa 1 31.44 503.53 204.10
Des. al río Baché 69.44 735.57 297.04
El aumento del caudal tan abrupto es una señal evidente de la variabilidad climática en la
franja tropical del océano Pacifico, producto de la Oscilación del Sur (ENOS) denominado
fenómeno de La Niña, que se presentó en el país a finales del año 2010 y que se caracteriza
por un fuerte periodo de lluvias, mientras que en enero se presentó una reducción del caudal
a causa de la disminución de la intensidad de este fenómeno
6.2.2 pH
Variacion del pH
7.9
7.7
7.5
7.3
pH
7.1
6.9
6.7
6.5
1 2 3
Cda Chispiadal 7.81 7.87 7.1
Trampa 1 7.8 7.47 6.82
Des. al río Baché 7.3 6.66 6.93