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La transición global del siglo XIX al XX.

Ulises González Ku
El autor recalca desde el inicio como las sociedades cambian al pasar el tiempo y
como la vida se va intercalando y diferenciado con otras sociedades. No es lo mismo
vivir en un país desarrollado a un país de tercer mundo, en ambos casos, están
marcadas las características étnicas, religiosas o civilizadoras definen el tipo de país
en el que vives y te desenvuelves como persona.
Es importante e interesante analizar las características que tenían del siglo XX al
XXI, se presentan situaciones que hoy en día tenemos presentes, nos definen como
sociedad. Ahora bien, paso algo similar a finales del siglo XIX a inicios del siglo XX,
que es el verdadero propósito de este texto, el analizar estas situaciones y que tanto
cambio.
Del 1890 a 1910, vemos como los estados americanos se empiezan a librar por fin
del control europeo, América por fin iba a ser para los americanos, sin embargo, del
otro lado del mundo, en África y Arabia, tenemos una situación diferente, pues ahí
se estaban perfeccionando y consolidando las colonias europeas. Queda recalcado
que el sistema colonial no estaba siendo erradicado, más bien perdió fuerza en
América, pero no en otros continentes.
Europa es un poco contradictoria, pues no estaba 100% constituida, vivía crisis que
demacraban su historia, como la de 1896, donde la actividad económica europea
apenas se estaba reactivando. Los socialistas europeos son tomados en cuenta de
aquí en adelante.
Mientras tanto, en África, inicio una carrera de “Quien consigue más”, principal
víctima de las negociaciones entre europeos. Su territorio fue sumamente exigido,
buscando ocuparlo en su totalidad. Era obvio que los territorios islámicos no iban a
dejar ser controlados tan fácilmente, como el caso de “Samori Turé”. El racismo ya
existía, pero su transformación a tal cual la conocimos en las primeras guerras
mundiales, nace aquí, la idea de un hombre blanco cumpliendo su misión
encomendada. Sus principales enemigos eran barbaros y salvajes, ósea, no
blancos o no cristianos. Europa, estadounidenses y japoneses se forman con este
pensamiento. Mientras tanto, en América Latina, el catolicismo se había hecho un
verdadero reto para la iglesia.
El autor concluye con una explicación de todas las guerras por venir a inicios del
siglo XX, la repartición imperialista de territorios y la nueva ideología naciente creo
estos problemas, teniendo presente “una estructura inestable, conflictiva y violenta”
como dice el autor. Básicamente todo el país estaba en disputa, buscando una
razón más para pelear con sus vecinos.
A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX fueron de los más complicados que
vivieron el mundo, y terminaron reluciendo en una batalla aun más grande.

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