Declaración Universal de los Deberes Humanos

Borrador Para Naciones Unidas

10 de diciembre de 2018

Barranquilla, Colombia, América

Introducción
Para contribuir con los esfuerzos que adelanta la ONU, y los principales lideres mundiales que
buscan nuevos paradigmas para el desarrollo de nuestra civilización Orientadas por una ética global,
cuyas columnas serian los derechos inherentes a la persona humana y la correlativa deberes
humanos, hemos esbozado estos trazos de declaración universal procurando que nuestro obrar en
el siglo XXI se conduzca hacia la civilización del amor, dejando los miedos seculares del hombre,
cruzar el umbral de la esperanza. Se trata de hacer el bien, “dar a cada cual lo suyo, no dañar a nadie
y vivir honestamente”.

El PREAMBULO

Considerando el estado de derecho que reclame su fundamento en las relaciones de la justicia legal
también en esencia se legitiman por la existencia de la justicia perenne que también es distributiva
y conmutativa.

Considerando que todo derecho humano tiene su correlativo deber. Considerando que toda
persona humana tiene derechos y deberes inherentes e inalienables, que transciende la soberanía
de las naciones.
 Proclamamos

Artículo 1
Se constituye en deber humano, reconocer respetuosamente el Valor y las diferencias de todas las
religiones esparcidas por la tierra, así como el código deberes inscrito en todos los credos y filosofías
y apuntan a la civilización del amor y la justicia.

Artículo 2
Se constituye en deber humano, respetar y hacer respetar los derechos inalienables de la persona
humana codificada en la declaración universal de los Derechos Humanos, y aprobada el 10 de
diciembre de 1948 por la asamblea General de las naciones unidas, así como los nuevos derechos
que se le reconozcan universalmente la persona humana. Los deberes humanos se fundamentan en
la aspiración del hombre a la libertad, igualdad y la fraternidad.

Artículo 3
Toda persona humana en virtud de su dignidad tiene el deber de hacerse respetar sus derechos
inalienables ante el Estado, por el Estado y trascendiendo incluso al estado nacional ante las
instancias humanitarias del derecho internacional.

Toda persona humana tiene el deber de procurar la paz, obrando en justicia, evitando las guerras,
o contribuyendo a limitar las cuando estás inevitablemente aparezcan.

A todos nos compete preservar el planeta.