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1HEMIS

Revista de Derecho

Mario Alzamora Valdez


Entrevista a Luis E. Roy Freyre
Humberto Medrano • Dieter Blumenwitz
Diego García Sayán • Enrique Elías Laroza
Pedro Flores Polo • Guillermo Lohmann
Rafael Picasso • Juan Monroy
Manuel Aguirre Roca
THEMIS Revista de Derecho

Publicación Trimestral editada por los alumnos de la Facultad de Derecho


de la Pontificia Universidad Católica del Perú

Comité Directivo: Beatriz Roza Dibós, Allan Hennings Marianyi, Mariana Negri
Mendiola, Antonio Pinilla Cisneros. Comité Consultivo: Carlos Cárdenas Quirós,
Manuel de la Puente y Lavalle, Fernando de Trazegnies Granda, Domingo García
Belaúnde, Alfredo Ostoja López Alfara. Comité de Redacción: Alfredo Bullard G.,
Fernando Cantuarias S., Inés Elías D., Nicolás Lerner M., Milagros Muñoz B., César
Parodi M., María Teresa Quiñones A., Juan José Ruda N. Diagramaciún e impre-
sión: publiART.

LOS ARTlCULOS REPRODUCIDOS DEBERAN INDICAR LA FUENTE


DERECHOS RESERVADOS

Carátula: Teodoro Núñez Ureta


"Preparando el fallo"

Dirección: Av. Universitaria Cdra. 18- San Miguel


Facultad de Derecho - Apartado 17 61 - Lima 100
THEMIS
Revista de Derecho
INDICE
3
Presentación
5
Entrevista a Luis E. Roy Freyre
11
Mario Alzamora Valdez
El poder político en la filosofía de Santo Tomás de Aquino
13
Manuel Aguirre Roca
Las "sentencias" del Tribunal de Garantías Constitucionales frente a la crítica
21
Humberto Medrano Cornejo
Responsabilidad tributaria de los directores de sociedades anónimas
33
Pedro Flores Polo
De los actos de comercio a la noción jurídica de empresa en la realidad peruana
40
Rafael Picasso Salinas
Una introducción a la Bolsa de Valores
43
Jorge Delgado Calisto
Los llamados dividendos a cuenta en el Derecho Mercantil
49
ACTUALIDAD: TERRORISMO
Dieter Blumenwitz
La prohibición universal del uso de la fuerza y la lucha contra el terrorismo internacional
58
Enrique Elías Laroza
Conceptos jurídicos sobre la acción terrorista frente a un estado democrático y sobre la
calificación del terrorismo como delito común
63
Diego García-Sayán
La paz es posible
67
COMENTARIOS AL CODIGO CIVIL
Guillermo Lohmann Luca de Tena
Ensayo sobre el c:rror en los testamentos
7.3
Eduardo Benavides Torres
La aplicación de la excesiva onerosidad de la prestación en nuestro país: riesgos
y posibilidades

76
Alfredo Bullard González
La prescripción adquisitiva y la prueba de la propiedad inmueble
81
JURISPRUDENCIA COMENTADA
Transacción extrajudicial y procedencia del recurso de nulidad contra el
auto confirmatorio que deniega la ejecución
85
RESEÑA DE TESIS
Fundamentos doctrinarios de la extradición 1 El carácter social del contrato en el
Código Civil de 1984 1 El contrato de locación de obra frente al Derecho Civil y al
Derecho del Trabajo 1 El contrato de participación 1 El subcontrato.

Segunda Epoca /1987 f N° 7


Tener el mejor horario bancario
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Presentación

Al presentar nuestra sección "Actualidad" afirmamos que el Derecho so-


lo tiene vigencia en tanto se relacione con la realidad y que sólo se renueva
en la medida que se discutan y analicen sus principios desde diversos puntos
de vista. Con estas palabras no quisimos hacer otra cosa que ser consecuentes
con nuestra responsabilidad como estudiantes de Derecho de procurar que el
sistema jurídico esté al servicio del progreso social. Somos conscientes que la
dación de una norma no basta para solucionar algunos graves problemas que
aquejan nuestra sociedad, pero es el primer paso. Resulta a todas luces claro
que si en algún problema se refleja la inoperancia de la norma para cambiar la
realidad es en el caso del terrorismo. Es por ello, que hacemos públicas en es-
te número diversas aproximaciones a este fenómeno, ya que sólo en la medi-
da que aunemos esfuerzos conseguiremos la paz. Así la sección de "Actuali-
dad" y la entrevista al doctor Roy Freyre están destinadas a profundizar en
el estudio de este complejo tema.

Incluimos, además, artículos de connotados hombres de leyes y destaca-


dos estudiantes. Como es ya usual continuarnos con nuestras secciones "Co-
mentarios al Código Civil", "Jurisprudencia Comentada" y "Reseña de Te-
sis".

Haciendo eco del pedido de nuestros lectores hemos querido asumir un


compromiso mayor con el futuro, ofreciendo a partir de este número suscrip-
ciones a la revista. De esta manera queremos facilitar el acceso de un mayor
número de profesionales y estudiantes a los más recientes trabajos de investi-
gación en el campo del Derecho. La decisión de llevar adelante esta idea no
ha sido fácil, pues supone no solamente el compromiso de los actuales miem-
bros de Thémis sino, más bien, un voto de confianza en las generaciones
futuras, quienes no dudamos sabrán cumplir con creces el encargo.

Junio de 1987

El Comité Directivo

3 Thémis 7
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Entrevista a Luis E. Roy Freyre

Luis E. Ro y Freyre, Doctor en Derecho, es uno de los penalistas con mayor renombre en el país; es egresado
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde ha ejercido la docencia como Catedrático principal de
Derecho Penal durante más de veinticinco años. En 1965 formó parte de la Comisión Redactora del Código Penal
Tipo para Latinoamérica. Actualmente es catedrático principal de la Universidad Particular San Martín de Porres.
Así mismo, fue autor del Decreto Legislativo No. 046, que constituyó la primera Ley Antiterrorista dada en
nuestro país, Ley que incorporó a nuestro ordenamiento jurídico, figuras tan controvertidas como el delito de
apolog/a del terrorismo y asociación il/cita para el terrorismo. Este Decreto, recientemente derogado, constituye
la fuente principal de la hoy vigente Ley 24651.
Cuando Thémis decidió abordar en este número el tema del terrorismo, no tuvo ninguna duda que la voz más
autorizada al respecto era la del Dr. Ro y Freyre, quien gentilmente, a pesar de sus recargadas labores como pro-
fesional del Derecho y maestro universitario, accedió a responder a nuestras interrogantes. ..

damente represivo o concreto, como es el caso de


Thémis: ¿cree Ud. que el sistema jurídico cons- aquellos artículos que tipifican el delito de terroris-
tituye un instrumento eficaz para combatir la violen- mo, que sancionan su financiamiento y resultados
cia terrorista? praeter intencionales; tales como lesiones o daños gra-
ves a la salud, muerte de la persona, daño grave a una
Roy Freyre: Claro que sí. Estoy convencido que propiedad privada o pública. Estas vendrían a ser ya
la ley penal sustentada en una determinada realidad disposiciones de carácter represivo.
social, que cuenta con un objeto preciso y que ha sido
elaborada respetando los principios constitucionales Si nosotros tratamos de precisar cuáles son las
que informan nuestro ordenamiento jurídico, repre- causas del terrorismo, es decir, ya no nos preocupa-
senta un instrumento de control social con potencia mos solamente por las disposiciones legales, sino por
suficiente para luchar con buen éxito contra la sub- los aspectos criminológicos, causantes y explicativos
versión terrorista y lograr de manera inmediata la se- del delito de terrorismo, tendremos que llegar a la
guridad pública y mediatamente la paz social que tan- conclusión de que no basta la ley para luchar contra
to necesita el Perú en su hora actual. Pero, quisiera el terrorismo. En este sentido, por ejemplo, no puede
agregar, que no basta la vigencia de la ley. Se necesita pasar desapercibido que la miseria de las clases popu-
también, además de la validez de la ley, o sea de su lares constituye un factor que -aunado a una propa-
prestigio por los méritos jurídicos, que la hace respe- ganda ideológica- puede llevar a determinados secto-
table ante la ciudadanía, que existan jueces prepara- res de la población a la comisión de actos de terroris-
dos moral e intelectualmente para cumplir con sus mo. Sería conveniente también adoptar medidas de
graves funciones. Esto último que he dicho es muy carácter económico que solucionen problemas graves,
importante para lograr el derecho que todo hombre como los de vivienda, alimentación, salud y mayores
tiene a vivir. fuentes de trabajo. No es un hecho casual que preci-
samente el terrorismo haya surgido en Ayacucho, uno
Thémis: ¿Qué mecanismos legales propondría de los departamentos más pobres del Perú. Pero a esta
Ud. para luchar contra el terrorismo, trátese de pre- situación de pobreza se unió una circunstancia muy
vención o sanción del delito? especial: el hecho de que en Ayacucho comenzara a
funcionar una Universidad, la Universidad de Hua-
Roy Freyre: En la lucha contra el terrorismo manga, en donde empezaron a difundirse determina-
pueden adoptarse medidas legales que permitan ope- das ideas políticas. ¿Qué nos quiere hacer notar ésto?
rar tanto de manera preventiva como represiva. Así Que para que se produzca este fenómeno de violen-
por ejemplo, considero que tipificar como hechos de- cia no basta solamente una situación económica de
lictivos la incitación al terrorismo, la apología del te- pobreza, sino también, en cierta forma, una propa-
rrorismo y la asociación ilícita para el terrorismo son ganda ideológica que haga realmente que esa persona
precisamente figuras penales que permiten a la socie- que vive en circunstancias miserables pueda reaccio-
dad actuar preventivamente ante este fenómeno. nar buscando una salida, una solución a su propio
Otras disposiciones legales tienen un carácter marca- problema.

5 Thémis 7
Thérnis: ¿cómo diferenciaría Ud. la agresión te· Thémis: Si bien la jurisdicción ordinaria es una
rrori~ta de la insurrección guerrillera, y cómo califi- garantía de la administración de justicia. ¿cree Ud.
caría usted dentro de estos parámetros a los movi- que la creación de Tribunales Especiales corregiría las
mientos subversivos que ~isten en el Perú? deficiencias del Poder Judicial? ¿sería inconstitucio-
nal, a su parecer, la creación de estos Tribunales?
Roy Freyre: Entre una y otra existen marcadas
diferencias, aún cuando la agresión terrorista pretende Roy Freyre: No estoy de acuerdo con la creación
pasar por un movimiento guerrillero. Tenemos así de Tribunales Especiales, con mayor razón si se quie-
que, mientras el guerrillero es un hombre convencido ren establecer para juzgar los casos de terrorismo. Su
de que su actuación obedece a un ideal político, que creación significaría que en el Perú se estaría recono-
aspira con fe a la captura del poder gubernamental ciendo que existen unos jueces más inteligentes, más
pctr medio de las armas, que pertenece a una organiza- valientes o más diligentes que otros, o que -por al-
ción jerárquica paramilitar, que viste uniforme, que gún incentivo económico o de progreso en la carrera
ostenta las armas y que en el combate respeta las le- judicial- están dispuestos a exponer imprudentemen-
yes de la guerra; parece, en cambio, que el terrorista te su vida o la de-sus familiares.
es todo lo contrario, desde que ha perdido la fe en lle-
gar al poder político por medio de las armas. Su pro- No estoy de acuerdo con Tribunales Especiales
pósito es desestabilizar a la sociedad y a su gobierno a porque aquí no hay jueces peritos en terrorismo pa-
cualquier precio; llevado por su afán nihilista y su ex- ra investigar, interrogar ni sancionar con más valen-
tremismo vesánico, ni siquiera repara si sus acciones tía que otros los casos que realmente merezcan san-
favorecen un contra ataque de las fuerzas de la dere- ción. De acuerdo con este criterio, también tendría-
cha o propician un asalto al poder de tipo comunis- mos que crear Tribunales Especiales para juzgar a los
ta-soviético. Yo estoy convencido que la subver- narcotraficante y, después, Tribunales Especiales para
sión que actualmente existe en el Perú no es guerrille- juzgar a los contrabandistas.
ra, sino terrorista. No discuto que algunos terroristas
de hoy fueran ayer hombres de buena voluntad, pero
su falta de fe en lograr el acceso al poder poi ít ico res- Con la creación de Tribunales Especiales aparece-
petando elementales derechos humanos los ha llevado rían ciertos jueces ofreciéndose como "voluntarios"
a utilizar métodos propios de una delincuencia per- para juzgar solamente determinados delitos, movidos
por la compensación económica del riesgo que se su-
versa. El terrorista no cuenta con la simpatía popular
pone correrán. Si así se procediera, creo que se esta-
que acompaña al guerrillero. Fueron guerrilleros, y al
ría perdiendo, desde antes del juzgamiento, la respe-
mencionarlos quiero honrar sus memorias, Luis de la
tabilidad que debe inspirar el procesado, todo órgano
Puente Uceda, Guillermo Lobatón, Juan Chang Nava-
administrador de Justicia. Cuanto más impersonal sea
rro y Javier Heraud, quienes ofrendaron sus vidas al
un juez en el conocimiento de una causa, tanto más
servicio de una causa política a todas luces respetable.
garantizada estará su seguridad y los fines de la Justi-
cia.
Thémis: ¿cómo definiría Ud. el delito de terro,
rismo, como una ilicitud penal común o como un de-
Thémis: Las actuales tendencias del Derecho Pe-
lito político-social? ¿Qué implicancias traería consi-
nal, llámese Derecho Penal Liberal, señalan que la ti-
go la definición del terrorismo como delito común?
pificación de los delitos debe hacerse conforme a cri-
terios objetivos. A su modo de ver, ¿cuál es la justifi-
Roy Freyre: Bueno, veo que hay varias pregun- cación para conservar en el Art. 288-A de la Ley No.
tas. Para mí el delito de terrorismo, siguiendo el cri- 24651 el criterio subjetivo para la tipificación del de-
terio adoptado por nuestra Constitución Poi ítica, es lito de terrorismo?
un delito común; en los diversos Congresos realizados
para la prevención y represión del terrorismo ha sido Roy Freyre: Bueno, un tipo penal no solamente
invariable esta tendencia. Si el terrorismo es un delito contiene la descripción de elementos objetivos. Sin
común, pues, entonces, son improcedentes el asilo di- violar los principios del Derecho Penal Liberal resulta
plomático y el asilo territorial. Esto significa que la que muchos artículos existentes en nuestro Código
extradición -como contrafigura del asilo territorial- Penal contienen referencias a estados anímicos dfl au-
sí sería procedente. El terrorista es extraditable, no tor o a elementos subjetivos del tipo en orden a lo in-
así el delincuente político-social. En mi concepto, justo. En mi concepto, el art. 288-a en mención, que
no basta que el individuo actúe con una idea políti- viene a ser una reproducción del artículo 1 ro. del de-
ca para ser considerado, por este solo hecho, como un rogado Decreto Legislativo No. 046 -del que fui au-
delincuente poi ítico-social. Así, por ejemplo, el suje- tor- no tipifica el delito del terrorismo con un crite-
to que únicamente acciona movido por su afán de de- rio subjetivo. Cosa distinta es que en su texto se con-
sestabilizar a los Poderes del Estado a través del te- tenga un elemento subjetivo representado por la fór-
rror, sin propósito de construcción y progreso socia- mula "el que con propósito de provocar o mantener
les, no es un delincuente político-social que tenga un estado de zozobra, alarma o terror", etc. Es este
derecho a las consideraciones penales y penitenciarias elemento subjetivo el que precisamente permite carac-
que merece el delincuente evolutivo. terizar el delito de terrorismo frente a cualquier otro

Thémis 7 6
análogo en el que se utilicen los mismos medios, o o escrita, públicamente difundida, se incita tácitamen·
que sea capaz de crear los mismos peligros. Ese ele· te a la acción terrorista, entonces se hace evidente que
mento subjetivo es precisamente lo que caracteriza el Estado, en defensa de la sociedad, tiene el derecho
el delito de terrorismo frente a un acto, por ejemplo, y el deber de anticiparse a los efectos que pretende el
de homicidio. 1nclusive en la discutida figura de la promotor. No puede aceptarse que, impunemente, se
apología del terrorismo; vemos que, para que se cons· haga una propaganda destinada a desquiciar el orden
tituya el delito, no basta el elogio de un libro que tra· social. Entiéndase bien que la figura de la apología del
ta del terrorismo o -vamos a llamarla así- de la ideo· terrorismo no sancionaba como delito la difusión de
logía del terrorismo. Se configura el delito si se hace lo que podríamos llamar, con dispensa del lenguaje, la
elogio de una de estas dos cosas muy concretas: de un "teoría terrorista".
acto de terrorismo ya cometido o de una persona con·
denada ya, definitivamente, por un acto terrorista. Me
Thémis: Como es bien sabido, en el Decreto Le
parece que en esta figura tan difícil no puede haber,
gislativo No. 046 se establecieron dos figuras indepen·
de manera alguna, elementos subjetivos. Al contrario,
dientes para sancionar los delitos de apología e incita·
los elementos son objetivos.
ción al terrorismo. No obstante haberse suprimido el
primero en la nueva Ley Antiterrorista, en aras de evi·
Thémis: ¿cree usted que la existencia de un ele·
tar restíicciones a la libertad de expresión y opinión,
mento subjetivo en la calificación del delito de terro·
¿por qué cree Ud. que se ha suprimido el delito de in·
rismo ha sido la responsable de la deficiente aplica·
citación al terrorismo?
ción del D. Leg. 046 por parte del Poder Judicial?

Roy freyre: Si bien es cierto que el Poder Judi· Roy Freyre: Bueno, si la eliminación se hizo co·
cial no ha aplicado efectivamente el derogado D. L. mo se sugiere en la pregunta, también en aras de la li·
046 no fue porque en el texto de su artículo 1ro. se bertad de expresióQ y opinión nuestro legislador de·
hubiese incluido "el propósito de provocar o mante· bería suprimir las figuras delictivas de la calumnia, di·
famación e injuria que atentan contra el honor de las
ner un estado de zozobra ... ". La verdad que permite
personas. Con el mismo criterio, también debería su·
explicar por qué no se aplicó este Decreto Legislativo
primirse el desacato como delito contra la autoridad
está en el hecho de que éste fue satanizado por los
pública. Por otro lado, según creo haberlo insinuado
parlamentarios y periódicos de izquierda. Y, en conse·
ya en una respuesta precedente, la supresión de am-
cuencia, se le hizo perder validez a un instrumento le·
bos tipos legales es un lamentable error del legislador
gal para la lucha contra el terrorismo. Frente a este
peruano.
desprestigio las cárceles se poblaron de terroristas, pe·
ro los magistrados no aplicaron la ley para acelerar
esos procesos, fenómeno que en cierta forma produjo Creo que la razón tal vez se encuentre en el he·
lo que nosotros ya sabemos que aconteció en los pe· cho de que nuestro Código Penal prevé la incitación a
nales los días 18 y 19 de junio de 1986. Fue debido a cometer delitos en su artículos 282, siempre que el
ese desprestigio realmente que no se aplicó, pero no delito al que se incite tenga la pena de penitenciería.
porque el articulado ofreciera dificultades. Si noso· Pero no olvidemos que el C.P. es de 1924; el propósi·
tros revisamos el C.P., encontraremos numerosos dis· to del dispositivo contenido en el D. Leg. 046 que tra·
positivos en los que se hace referencia al móvi 1, a la taba de la incitación al terrorismo hacía referencia a
intención o al propósito del agente, éste no es el úni· los medios de comunicación social a través de los cua·
co artículo. les se puede inicitar -tal vez más peligrosamente, con
más efectividad- a la comisión de los actos de terro·
Thémis: ¿Qué opina Ud. sobre el delito de apolo- rismo. En consecuencia, el art. 282 del C.P., por la
gía de terrorismo en un país donde la Constitución época en que fue promulgado, se refería más que to·
consagra el derecho a la libertad de expresión y opi· do a una incitación pública a la comisión de actos de
terrorismo pero que requería -digamos- la presencia
nión?
física del incitador y de los incitados. Con el avance
de los medios de comunicación social, con el progreso
Roy Freyre: Opino que no existió contradicción de la radio y la televisión, ya no es necesario para una
alguna entre lo que fue una norma penal -recorde- incitación al terrorismo que el incitador se encuentre
mos que ya está derogada por la Ley No. 24651- y la frente a las personas instigadas. Y es todavía más efec·
aludida garantía constitucional. Libertad de prensa no tivo por el mayor radio de difusión que alcanzan estos
es libertinaje, libertad de opinión tampoco es liberti· medios. En consecuencia, ese era el objetivo, y por
naje. ¿Por qué? porque realmente este panegírico, es- eso es que en el D. Leg. 046 al hablarse de incitación
te elogio, vienen a ser una incitacjón a cometer actos se hacía referencia concreta a la radio y la televisión.
de terrorismo, y una sociedad debe de estar organiza-
da para actuar preventivamente frente a los hechos Thémis: Dentro de la perspectiva de la sanción y
delictivos. No debe esperarse que el delito se materia· previsión del delito de terrorismo, ¿cuáles serían, a su
lice en su aspecto más grave para recién pensar en las parecer, los efectos de la implantación de la pena de
medidas preventivas. Si a través de la palabra hablada muerte en el Perú?

7 Thémis 7
Roy Freyre: No creo que la pena de muerte pue- Roy Freyre: En la misma medida en que la ley lo
da resolver las causas que motivan la comisión del de- está indicando, estas personas pueden denunciar a
lito de terrorismo ni de algún otro hecho delictivo. otros sujetos que pertenezcan a la misma organiza-
Somos contrarios a la aplicación de la pena de muer- ción terrorista, puede permitir su identificación, que
te, y concretamente en el caso del terrorista pienso se les señale como partícipes en tales o cuales hechos.
que ésta significaría construir un pedestal sobre el Yo creo que el caso del terrorista arrepentido puede
cual tendríamos pronto ya a un héroe. Esto evidente- tener éxito cuando es una agrupación la que se arre-
mente es inconveniente para la sociedad. Para ningún piente. Cuando sus miembros concertan voluntades,
delito creo que debe aplicarse la pena de muerte, pues hacen sus proposiciones y todos ellos acuerdan arre-
estaríamos renunciando a la resocialización del delin- pentirse_ En este caso, no tienen que temer reacción
cuente y proclamando nuestra impotencia para rein- alguna. Pero que se arrepienta uno de ellos y que de-
corporarlo a la sociedad. Matar al autor de un hecho nuncie inclusive a los otros, ese está muerto ya. Por
delictivo, por muy grave que sea la infracción penal eso es que en Colombia los que se arrepintieron no
cometida, significa haber perdido la fe en la recupera- fueron individuos sino grupos, y ahí puede estar el
ción del ser humano a través de los medios científicos éxito. Pero si se piensa que se trata de que una perso-
que ofrece la moderna ciencia del Derecho penitencia- na individual se arrepienta, creo que la ley está mal
rio. concebida.

Una cosa es la supuesta inidoneidad de las cien-


cias para resocializar al autor de un delito y otra cosa Thémis: En cuanto a técnica legislativa, ¿qué sig-
distinta_ es la inhabilidad del Estudio para ponerlas al nifica la inclusión del articulado sobre terrorismo en
servicio de la resocialización del delincuente. Pienso el Código Penal?
que aplicar. la pena de muerte a un terrorista sería tanto
como edificarle un pedestal para su vesánica glorifica- Roy Freyre: Para mí tal inclusión representa un
ción. Sus efectos serían negativos. Si el terrorista, co- grave defecto de sistematización jurídica. Resulta que
mo· parece plobarlo la experiencia, está dispuesto a la Ley No. 24651, a diferencia del derogado Decreto
entr~gar su vida en una de las acciones que le son pro- Legislativo No. 46, es una ley de excepción. Se dijo
(?)as, resulta casi seguro entonces que no le t¡¡me a la sin ningún fundamento de que el D. Leg_ 046 era una
muerte. ley de excepción, y quienes hicieron esta crítica pen-
saron -y piensan seguramente hasta el momento-
que una ley es de excepción cuando no está en el Có-
Thémis: ¿Está Ud. de acuerdo en legislar benefi- digo Penal, criterio éste que evidentemente es erró-
cios para el terrorista arrepentido? neo. Una ley es de excepción cuando sus disposicio-
nes se apartan de la llamada Parte General del C.P.
Roy Freyre: Estoy de acuerdo en que al terroris- Cuando se da una ley complementaria del Código cu-
ta que se arrepiente con el propósito de reincorporar- yas disposiciones no se apartan de sus normas genera-
se a la sociedad -y no solamente con•el fin de conse- les, no podemos hablar de una ley especial, ni de una
guir una atehuación de la pena- se le debe considerar
ley de excepción. Creo que con el propósito de supe-
ese arrepentimiento como una atenuación. Pero no es-
rar esta crítica que se hizo es lo que viene a explicar el
toy de acuerdo con la Ley 24651 que ya no solamen-
que la Ley 24651 haya pretendido incorporar siste-
te considera el arrepentimiento como un motivo para
máticamente las nuevas normas que prevé dentro del
atenuar la pena, sino que estima éste como un caso de
Código Penal. Hecho que evidentemente, si lo ha lo-
exención de penalidad. Y considero que el legislador
grado, ha sido al grave precio de haber resquebrajado
peruano ha hecho una errónea interpretación de su
la armonía sistemática del C.P. de 1924.
fuente españóÍa, la Ley Orgánica No_ 08 de 1984, en
do,nde el arrepentimiento se estima como una causa
de atenuación de pena. El legislador peruano ha co- La· 24651 es una ley de excepción, porque sus
piado textualmente ese dispositivo y, a pesar de que normas no se ajustan a las disposiciones generales del
el membrete en la ley española dice "causa de atenua- Código Penal, por ejemplo, la disposición general de
ción de pena", con el mismo texto ya no es solamente que procede la liberación provisional de toda persona.
una causa de atenuación sino que puede ser inclusive Cuando viene esta ley y dice que no procede, enton-
una causa de exención de pena. Todo motivado por el ces es una ley de excepción. Sin embargo, siendo una
hecho de que el legislador peruano ha confundido la ley de excepción se incorpora al C.P. para dar la sen-
"remisión de la pena" -que en el texto español se re- sación de que no lo es. Yo creo que si la idea era su-
fiere a la condena condicional- con el perdón de la primir las figuras de la incitación, la instigación y la
pena. En consecuencia, estoy de acuerdo con que el apología del terrorismo, pues podían haberse deroga-
arrepentimiento sea motivo de una atenuación, pero do estas normas, quedando subsistentes en el D. Leg.
en ningún caso de una exención de responsabilidad 046 aquellas otras disposiciones que tipifican el delito
penal. de terrorismo, el abastecimiento terrorista y su finan-
ciamiento_ En mi criterio, no había necesidad de in-
Thémis: ¿En qué medida ayudarían estas disposi- corporar al C.P. las normas que contiene la Ley
ciones a erradicar el terrorismo?· 24651. Debo de hacer presente que el D. Leg. 046 ha

Thémis 7 8
sido copiado casi literalmente por la 24651; así pode- En primer lugar, la Ley 24651 carece cit: ur1a E"
mos comprobar que los artículos 1, 2, 2, 4, 8, 9 y 10 posición de Motivos. Muchas leyes no tienf!ll r:xpos,
del derogado están textualmente en la nueva ley a ción de motivos, pero si se trata de una ley quu deseo
la que hemos hecho referencia. Por otro lado tam- noce la importancia de figuras delictivas tales como le~
bién, estamos en condiciones de afirmar que el legis- apología del terrorismo, la incitación al terrorrsmo v
lador peruano ha copiado textualmente los artículos la asociación i1 í cita para el terrorismo, hubiera srclo
6o. y 9o. de la Ley Orgánica Española 8-1984 pro- necesario que en la exposición de motivos se expliqur·
mulgada el 26.12.84 y que se refiere a los casos en por qué razones estas figuras que estaban incorpur ;,
que se atenúa de pena a quien desiste con el propósito das a nuestro ordenamiento jurídico van a de¡ar clt: ''"
de reinsertarse socialmente, así como también se pre- tar vigentes.
vén como delito los casos de colaboración con el deli-
to de terrorismo. Otro defecto es el haber incorporado en el tr:xtu
del C.P. el denominado art. 85--A, establecir:ndo en
este dispositivo circunstancias de exención y iltr.:nua
Thémis: ¿cómo definiría Ud. el delito de fun- ción de las penas. En todo caso, como este art. 85- A
ción? se refiere concretamente al delito de terrorismo y no
a los delitos en general, no ha debido estar incorpore~
Roy Freyre: De la siguiente manera: es un ilíci- do en esta parte general del Código Penal, sino t!ll la
to penal cometido por un servidor o funcionario pú- parte especia l.
blico, civil o militar, ya sea infringiendo sus deberes o
abusando de sus atribuciones. La ley penal debe indi-
car, tácita o expresamente, por la naturaleza del texto Nuestros legisladores no han tomado en considera-
en el que está codificada -como ocurre con el Código ción importantes aspectos de la ya referida Le·¡ Orqi1
de Justicia Militar- o por referencia expresa que se nica española que le ha servido parcialmente de fuen
hace en el tipo legal, que el sujeto activo es un funcio- te. Se ha transcrito literalmente dos de sus normas er1
nario o servidor público. Creo que aquí está la clave la redacción de los arts. 288-E y 85-A incorporados
para la identificación. hoy a nuestro C.P. Hago esta afirmación basado en
que la Ley Orgánica española 8/1984 contiene las fi-
Thémis: En el supuesto que un miembro de las guras de la asociación terrorista y diversas moda 1 ida-
FF.AA. o FF.PP. cometiera un delito en ejercicio de des de la apología del terrorismo en sus artículos séti·
sus funciones, ¿en qué tipo de delito incurriría y cuál mo y décimo, respectivamente. En la citada ley hispa-
sería el fuero competente para su juzgamiento? na, hasta la simple proposición para constituir un gru
po terrorista conforma ya el delito de asociación ilí-
cita.
Roy Freyre: Veamos. Si el delito está previsto en
el Código de Justicia Militar, entonces el hecho será Por otro lado, también observamos que la figura
juzgado por el fuero castrense, aún cuando también lo de la asociación ilícita para el terrorismo no está pre
estuviera en el C.P. común. Aquí tenemos a la mano vista en la Ley 24651, pero sin embargo sí está consi-
el C. de J.M. que está en vigencia desde 1980. Lo que derada como una circunstancia agravante de la pena
hemos dicho se sustenta en su artículo 340. Para el en el art. 288-B inc. a). Si ya se está reconociendo la
caso en que una misma persona cometa un delito mili- existencia de una organización que está dispuesta a
tar y otro común distinto e independiente del ante- utilizar como medio el delito de terrorismo, ¿a qué
rior, entonces cada fuero conoce del delito respectivo esperar que dicha asociación, o sus integrantes, come-
y se harán conocer las sentencias que dicten para el tan el delito de terrorismo para sancionarlos?
efecto de refundir la pena. Corresponde a la Corte Su-
prema de Justicia resolver cualquier duda o cuestiona- También considero que es un defecto grave de es-
miento de la competencia, teniendo en cuenta quepa- ta ley el haber desconocido los principios del Drnecho
ra determinarla debe aplicar el principio de la pena Penal Liberal, del Derecho Penitenciario Humanitario.
más grave. Si las penas fueren iguales, pues por tratar- Según su texto, los terroristas no tienen derecho al
se de un "delito de función" corresponderá al fuero beneficio de la liberación condicional, tampoco a la
militar conocer del citado delito, según puede com- reducción de la pena por medio del trabajo o del estu-
probarse con el art. 344. dio, ni derecho a la sernilibertad y a la conmutación
-salvo los casos que se estimen de colaboración del
Thémis: ¿cuáles considera Ud. que son los acier· terrorista con la Administración de Justicia-. Pero en
tos y deficiencias de la Ley No. 24651 con respecto al principio y a priori estos beneficios le han sido nega-
Decreto Le!:)islativo No. 046? dos. De tal manera entonces que hoy tenernos corno
consecuencia del art. 5o. de la ley, que la pena de in-
Roy Freyre: El acierto creo yo que estaría en el ternamiento no menor de 25 años es una pena real
hecho de que la Ley 24651 establece, al igual que el mente perpetua, puesto que si el terrorista no se am!
D. Leg. 046, una responsabilidad respetando el prin- piente, entonces nunca podrá recuperar su libertad.
cipio de la culpabilidad. Los desaciertos creo que son La ley ha pensado en que algunas personas que come-
varios. Podríamos mencionar los siguientes: tan actos de terrorismo, frente a la gravedad de la san-

9 Thémis 7
ción van a arrepentirse y por eso, cuando se arrepien~ en vez de la palabra remisión -que es suspensión con-
ten, les permite la procedencia de los beneficios que dicional de la pena en la legislación española- acá no
hemos señalado. Pero la ley no ha pensado en los ca~ han puesto causas atenuantes sino causas de exención
sos en que por miedo a las represalias o por convic· de la pena. Porque creen que remisión es perdón. Sino
ción el terrorista no se arrepiente; entonces tendrá miren el art. 85-A en su última parte: "Esta remisión
que cumplir penas muy severas señaladas por le Ley quedará condicionada a que el reo no vuelva a come-
24651. ter cualquiera de los delitos previstos en la ley". ¿có-
mo condicionada si ya está excento de pena? La condi-
Otro defecto que podemos señalar en la ley es el ción sí funciona en la ley espariola, donde la remisión
caso de haberse incorporado a nuestro Código Penal, es una suspensión condicional de la ejecución de la
creándose la Sección Octava-A con la denominación pena, ahí si tiene una explicación este artículo. Acá
"De los Delitos de Terrorismo". Es un defecto de ca- simplemente esa exención es cosa juzgada.
nícter técnico: el C.P. peruano clasifica los hechos de-
lictivos según la naturaleza del bien jurídico lesiona- Podríamos mencionar varios más, pero vamos a
do. Así tenemos los delitos contra la vida, el cuerpo y terminar exponiendo otro defecto como si fuera el úl-
la salud, contra la tranquilidad pública, contra el pa- timo: el tipo básico de terrorismo previsto por el ar-
trimonio. Pero la Sección Octava-A se denomina tículo 1ro. de la Ley 24651 resulta siendo más grave-
"De los delitos de terrorismo", lo cual evidentemente mente castigado que las modalidades calificadas que
rompe la armonía a la que ya he hecho referencia. contempla el artículo 2o. de la misma Ley. En efecto,
Sobre el D. Leg. 046 se publicó y se dijo de todo, mientras que en el primer dispositivo legal se prevén
que era "Anticonstitucional", que estaba "dirigido alternativamente las penas de penitenciaria e interna-
contra el pueblo, 1 íderes poi íticos, sindicales y d iri- miento, ocurre que en el segundo texto mencionado,
gentes de izquierda", que constituía un atentado con- salvo su último inciso, se prescribe exclusivamente la
tra la libertad de prensa y que con ese Decreto, pen- pena de penitenciaria. E 1 absurdo es evidente.
sar también era delito. ¿cómo es posible que ahora,
después de seis años que salió la ley, se hayan copiado Thémis: ¿Quisiera Ud., Dr. Roy Freyre, decirnos
siete de sus disposiciones exactamente? No ha debido algo más sobre el tema de la entrevista?
de hacerse otra ley, por eso yo califico a la 24651 co-
mo una ley perezosa; porque el legislador ha actuado Roy Freyre: Si ustedes me permiten, deseo agre-
sin espíritu crítico. Ha tomado el D.L. 046 y ha co- gar que estoy sorprendido de la complacencia con la
piado siete de sus dispositivos, ha tomado la ley espa- que el legislador peruano ha reproducido textualmen-
ñola y ha copiado dos dispositivos y lo peor que tiene te en la Ley No. 24651, sin espíritu crítico, la mayo-
es lo único de su cosecha. Lo peor que tiene es el ar- ría de las disposiciones contenidas en el derogado De-
tículo 5o. que dice que no hay liberación condicional, creto Legislativo 46, a pesar de la satanización de que
no hay semilibertad, no hay remisión de la pena por fue objeto dicho documento por parte de poi íticos
medio del trabajo; lo peor que tiene la ley es lo origi- que todavía hoy continúan su carrera parlamentaria.
naL El D. Leg. 046 es una ley desprestigiada, fue des- Asimismo, no deja de llamar la atención el que algu-
prestigiada, ha perdido realmente respetabilidad y va- nas normas sobre terrorismo previstas con un carácter
lidez; y ahora la han copiado íntegramente, como si temporalmente limitado por la fuente española hayan
nada hubiera pasado. La ley ha sido copiada sin nin- sido incorporadas, con presunta permanencia, al cuer-
gún espíritu crítico, donde dice "causas atenuantes", po del C.P. de 1924. Nada más.

Thémis 7 10
El poder político en la filosofía
de Santo Tomás de Aquino

Mario Alzamora Valdez


Profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y Pontificia Universidad Católica del
Perú.

Santo Tomás de Aquino fué uno de los filóso- la forma. En la materia reside la forma; la forma hace
fos que con mayor hondura y acierto trató el pro- que lo social sea lo que es. En e( caso especial del
blema del hombre. Estado, la forma es el modo como actúa, como reali-
za su función, propia y distintiva, en otros términos,
En el triple aspecto de la filosofía, nacida del cómo ejerce el poder.
asombro humano frente al gran problema del mun-
do como enseñaron los maestros de Grecia, se refleja El poder político pertenece al pueblo. Entre el
el orden del universo y de sus causas ("ut in ea dis- pueblo y el gobierno existe una íntima relación. En
cribitur ordo universo et causarum ejus"). Ese triple tanto que la comunidad, como conjunto de personas,
aspecto se manifiesta en la Metafísica, la Lógica y la no puede realizar el mando directamente ni menos
Etica que a su vez comprende el conocimiento de la ocuparse de todas las funciones políticas, en sus di-
sociedad y la política. versos aspectos, está llamada a realizar una "transla-
ción" a una o a varias personas ("translatio imperii").
El hombre es un ser eminentemente social. Baun-
ker, en una obra clásica, recuerda que en el siglo XIII Esta "Translatio" no significa una "alienatio
-el siglo de Santo Tomás- acababa de traducirse la total" de modo que nunca pueda ser revocada, sino
obra de Aristóteles, que imprime su vocación sobre la una transferencia provisional (o momentánea) que
sociabilidad del ser humano. está sujeta a la voluntad, por cierto legítima, del titu-
lar.
El conocimiento filosófico examina las causas E 1 poder poi ítico se ejerce por alguien que es una
últimas de los seres y de los problemas, a diferencia especie de gerente o representante de la comunidad,
del conocimiento científico que se limita a las próxi- pero que puede ser sustituído, por voluntad del man-
mas. dante, en cualquier momento.

Las causas últimas son de cuatro tipos, como se En cuanto a las formas del poder, Santo Tomás
sabe: la material, la formal, la eficiente y la final. La considera dos cuestiones: 1) quién o quienes lo ejer-
causa material del Estado, aquella que lo constituye,
cen y 2) cuál es el fin que se persigue.
para expresarlo en términos más fáciles "de lo que
está hecho", es la multitud de los hombres que lo for-
En el primer caso, si se trata de un solo hombre
man. La causa formal, la forma para usar el lenguaje
(virtuoso) se realiza el reino (regnum); si es una mino-
escolástico, lo que da a esa multitud su estructura
ría seleccionada por la virtud de sus integrantes, la
propia, aquello por lo cual deja de ser un simple con-
aristocracia; y si es todo el pueblo, se ha ll'egado a la
glomerado, aquello por lo cual es lo que es, está en el
forma que se denomina democracia.
Poder; la causa eficiente, la que le da origen, punto de
partida, de la cual proviene la sociedad política, el En el segundo caso, si ejerce el poder un solo
impulso social del hombre proviene de Dios; y la hombre pero que no persigue como fin el bien co-
causa final, a la que la sociedad se dirige, o más bien, mún, sino su propio provecho, la forma se denomina
el objetivo que persigue, es el bien común, vale decir, tiranía; si lo hace un grupo en su particular beneficio
aquello a lo cual la multitud se orienta. se dá la oligarquía (oligarchía), y si lo detenta la mul-
Entre las cuatro causas se da una unión insepa- titud, demagogia.
rable. No se pueden separar una de las otras. Esta
unión es mas manifiesta entre la material y la formal. Tres de estas formas -monarquía, aristocracia y
La materia es el substractum o subjetum receptor de democracia- son formas sanas y legítimas; en tanto

11 Thémis 7
que otras tres son ilegítimas o corruptas: la tiranía, de una sola. En sus "Comentarios a la Etica Nicoma-
la oligarquía y la demagogia. quea" insiste el Maestro de Aquino en el mismo razo-
namiento. "En la Timocracia se busca el bien de to-
La presencia del pueblo en las formas de gobier· dos, pobres y ricos, por eso su perversidad es menor
no varía. Simbólicamente en el reino; mediante un que la de la oligarqula y la tiranla real". 4
grupo selecto en la aristocracia y realmente en la de·
mocracia. Los reinos se rigen mediante "constitucio- La forma más mala y detestable de gobierno es la
nes"; las aristocracias por "senatus consultus" y las tiranía monárquica. El título del Cap. V del libro 1
democracias por leyes 1 . del "Gobierno de los Príncipes" lleva este título "En
el gobierno de muchos se dá con más frecuencia la
Los gobernantes se orientan por la ley divina, que tiranía que en el gobierno presidido por uno por lo
norma a todos los seres y a todos los actos del hom- cual es mejor el régimen real"s.
bre; después de ella, y por debajo, por la ley natural, En las tiranlas se produce la fatalidad que cada
que significa el conjunto de los mandatos de Dios uno es peor que las precedentes, "Asl sucedió con
puestos en la mente humana; y finalmente, por las Dionisia, tirano de Siracusa; muchos deseaban su
leyes humanas que expresan su voluntad. muerte; mas una anciana oraba porque se conservara
sano y fuerte. Al saberlo el tirano preguntó por qué
Dadas las tres formas legítimas del gobierno
lo hacía. Ella contestó: cuando yo era niña teníamos
¿cuál es la mejor?. A la inversa, dadas las tres formas
un tirano muy duro y yo deseaba su muerte; mas
corruptas, ¿cuál es la peor?.
cuando este murió, otro más cruel le sucedió y yo se·
guía deseando que terminase su dominio; mas el ter-
Es evidente, dice Santo Tomás, que la mejor for·
cero fué aún más nefasto que los anteriores, y ese
ma de gobierno es la monarquía. Señala sus razones
eres tú. Así, pues, si te derrocaran, te sucederla uno
en el Cap. 1 del Libro 1 del "Opúsculo sobre el Go·
peor". 6
bierno de los príncipes". Los animales -expresa-
están provistos por la naturaleza de medios que les En la monarqula se pueden combinar los tres
confieren su vida y su sustento, no así el hombre, que principios fundamentales del gobierno en busca de un
tiene la sola calidad de la razón. régimen mejor.

El hombre que por naturaleza está destinado a El problema esencial y más grave es el de eliminar
vivir en sociedad, necesita de alguien que lo oriente. un gobierno unipersonal corrupto.
Pero ésto no en su propio provecho, sino en el de la
comunidad hacia la cual se orienta y dirige. El Anti- En el "Régimen de los prlncipes" Santo Tomás
guo Testamento dice: "Ay de aquellos pastores que señala los medios para evitar la tiranía. El primer me-
pastorean buscando sus propios bienes" (Ex. 34.2). dio consiste en el acierto en la designación del rey.
Este medio supone la monarqula electiva. Este méto·
En el caso de un régimen injusto, con una sola do lleva a una honesta designación, y a prevenir, dada
cabeza, que buscase solo su propio beneficio y no el la calidad de los hombres, el abuso y el latrocinio.
bien de todos, se trataría de un "tirano", nombre que
proviene de "fuerza", en cuanto arriba por ella al po· El segundo medio, aunque no fue precisado en la
der "y no se rige por la justicia". 2 obra, consiste en "templar el poder mediante una or·
ganización adecuada para evitar excesos y desviacio-
Por la misma razón son indeseables la oligarquía nes en su ejercicio", como anotan muchos de sus co-
y la demagogia, que solo buscan el beneficio de un mentaristas.
grupo o de la totalidad del pueblo. Pero, hay que te-
ner en cuenta que "cuanto mayor es la unidad de un En tercer término. si la tiranla no fuese excesiva
poder tiránico mayor es su nocividad. La tiranía mo- es preferible soportarla, pero esto no puede realizarse
nárquica es peor que la oligarqula y esta es peor que sino por un período corto o transitorio; pero si con-
la democracia corrompida". 3 tinuase la tiranía, surge el grave problema del tirani-
cidio. Santo Tomás no aboga porque una persona o
Este razonamiento se hace claro y patente a tra- un grupo privado dén muerte al tirano. Considera que
vés de la argumentación teleológica. El poder justo el pueblo tiene el derecho de "resistencia" aunque de
puede hacerse, o de hecho se hace injusto, cuando él, "de modo indirecto", pueda resultar la muerte del
busca el bien de un menor número de personas o el tirano.

1. Santo Tomás de Aquino; "Del Gobierno de los prfncipes", Lib. 1, cap. IV


2. Santo Tomás, Cap l. 1
3. Santo Tomás, Cap. 1, 3.
4. Santo Tomás, Cap. 1 O.
5. Santo Tomás, Lib. 1, Cap. VI.
6. Santo Tomás, Lib. 1, Cap. VI.

Thémis 7 12
Las "sentencias" del Tribunal de Garantías
Constitucionales frente a la Crítica

Manuel Aguirre Roca


Magistrado del Tribunal de Garantías Constitucionales

He leído con mucha atención y -lo confieso- tí culo 17o., inciso 5, de la LOTGC, lo que se sostiene
preocupación creciente, el artículo que, con el título es, obviamente, la comisión de una falta de gravedad
de "El Tribunal de Garantías Constitucionales ante el suficiente como para que todos los magistrados del
dilema de ser o no ser", se acaba de publicar en la Tribunal que suscribieron los comentados pronuncia-
"Revista de Derecho Thémis" (Segunda Epoca, 1986, mientos sean destituidos, por haber incurrido en cau-
No. 4; pp. 40 a 44). Su autor, el distinguido colega y sal de vacancia "por grave e inexcusable incumpli-
catedrático universitario Aníbal Ouiroga León (AQL). miento de sus deberes de función".
analiza asuntos no sólo de enorme importancia y tras-
cendencia, sino de considerable e indiscutible interés Y ahí no quedan las cosas, pues en otros pasajes
nacional y general. Estimo necesario, por ello, como expresa, por ejemplo, que el fallo del TGC en el caso
Magistrado del Tribunal de Garantías Constituciona- de la demanda relacionada con el desacato y el terro-
les que emitió los tres pronunciamientos tan severa- rismo " ... con un sui generis resultado similar a otros
mente criticados en el artículo de la referencia, y, posteriormente emitidos ... " (configuró) " ... una sen-
además, como autor de un comentario citado y glosa- tencia que, en puridad, no fue sentencia, y que por
do en él, precisar conceptos y delinear realidades y ello ha merecido severas y fundadas críticas, pese a la
verdades, sin perjuicio de aportar -habida cuenta del defensa, endeble en mi concepto, que se ha querido
tenor del artículo, de la inocultable gravedad de al- hacer respecto de ello 1 • llegándose al extremo de
gunas de sus apreciaciones y conclusiones, y de las otorgarles la curiosa denominación de declaración en
2

responsabilidades y obligaciones que la investidura y vez de resolución". Más adelante agrega, siempre en el
el cargo que desempeño entrañan- las correspondien- mismo diapasón: "La inicial perplejidad que se causó
tes y cabales refutaciones y justificaciones, tanto más frente a esta decisión de no decidir ... en un primer
cuanto que el doctor AQL llega a afirmar que los pro- momento fue trocada por el subsecuente estupor y el
nunciamientos emitidos por el TGC en los célebres ca- final resignamiento, pues tal pronunciamiento ha sido
sos de los votos válidamente emitidos, y de la deman- lamentablemente reiterado por el Tribunal de Garan-
da contra el artículo 2o. de la Ley 23321 (caso del tías Constitucionales en momentos cruciales para la
"desacato") y contra el artículo 6o. del Decreto Le- vida democrática de la Nación, como cuando se inter-
gislativo No. 46 (caso del "terrorismo"), hacen incu- puso la acción de inconstitucionalidad contra la ley in-
rrir a sus miembros en nada menos que "responsabili- terpretativa del artículo 203 de la constitución ... en
dad funcional", o, para ponerlo en sus propios tér lo referente a los votos válidamente emitidos ... " (los
minos, " ... cuando menos el flagrante omisión y, subrayados son míos).
cuanto poco, en responsabilidad funcional ... aquella
a la que se refiere el artículo 17o., inc. 5, de la propia 2. lMAS CONTRAVENCIONES?
LOTGC, y que resulta exigible ante el Parlamento"
(los subrayados son mí os). En otro párrafo se pregunta: "¿por qué, enton-
ces, en el presente caso, se ha obrado así en contra-
1. WESTITUCION DEL CARGO? vención con claros postulados constitucionales y lega-
les?" E inmediadamente agrega: "Saque el lector su
Si se tiene presente el tenor del mencionado ar· propia conclusión. Nada más reiteraremos que, en es-

1. Según se exJ.Jlica más adelante -bajo el rubro de "No Rehuyo Responsabilidades"-, en el artículo que publiqué en Thémis
(2nda. Epoca, No. 3, con el Titulo de "Los Fallos del Tribunal de Garantías Constitucionales ante la Crítica",) no se trató de
"defender"' un fallo, sino de explicarlo.
2. El término "declaración" se empleó oficialmente en la publicación aparecida en "El Peruano", según se aprecia del texto co-
rrespondiente. que se reproduce más adelante en el párrafo titulado "No Rehuyo Responsabilidades"

13
te proceder, es posible encontrar responsabilidad fun- una situación como la planteada, asunto este último
cional ... " (los subrayados son mí os). que pretende hacer, sin conseguir su objetivo, el Ma-
gistrado Aguirre Roca" (el subrayado es mío).
3. QUIEN CALLA, OTORGA
Las cosas van subiendo, pues, de tono. Los enjui-
Se dice que "quien calla otorga"; y aunque ello ciamientos de la conducta y las decisiones del TGC se
no sea siempre cierto, quien haya leído el artículo agravan, ahora, en lo que a mi respecta, pues se me
examinado, comprenderá por qué el suscrito no pue- atribuyen propósitos de "pretender hacer un asunto",
de permanecer mudo. Como magistrado al servicio de que consistiría, al parecer, "en rehuir responsabilida-
la Nación, me siento obligado a explicar la razón de des, sin conseguí rlo".
mis actos públicos -de función-, cuando son públi-
camente enjuiciados por quien puede invocar derecho Aclararé, penetrando en el meollo, que en el ar·
y autoridad para hacerlo. Además, no quisiera que las tículo citado (que publiqué en Thémis) no he preten-
sensaciones de "perplejidad" y de "estupor" que re- dido rehuir responsabilidades, toda vez que, no ha-
cuerda haber sentido el doctor AQL al leer los glosa- biendo incurrido en ninguna responsabilidad, de nin-
dos fallos del TGC, hagan también presa de quienes guna podía -ni puedo- escapar. Dije, entonces, co-
lean el artículo comentado, como tiene que haber mo repito ahora, que el pronunciamiento del TGC re-
ocurrido con mis colegas y como, por cierto, no dejó caído sobre la demanda de inconstitucionalidad rela-
de suceder conmigo mismo. Entrese, pues, en materia. cionada con los "votos válidamente emitidos", tlNO
fisonomía de "declaración" y no de setencia -y así
4. EN LA NUEZ DEL DUBIUM fue, en efecto, como se verá luego- porque el articulo
So. de la LOTGC no permite resolver las acciones de in-
Debo agradecer, para comenzar, las tres mencio- constitucionalidad con menos de seis votos concordan-
nes que se hacen de mí (MAR) en el artículo exami- tes, cosa que, entonces, no se logró. (Esa "declaración"
nado. Dos de ellas se refieren a la nota que publiqué -de paso y además- ocurre que no fue firmada por
en la Revista de Derecho Thémis, sobre temas afines 3 . mí, de modo que, aun en ese sentido, gráficamente li-
La tercera destaca la calidad de mi voto en una cues- teral e histórico, mal podía yo pretender escapar de
tión incidental que surgió a propósito de la demanda responsabilidades inincumbentes). Reproduzco, en se-
de inconstitucionalidad planteada por veinte (20) se- guida, la parte pertinente del pronunciamiento del
ñores senadores contra el artículo 2o. de la Ley 23321 TGC. Véase como en ella se usa, oficialmente, el tér-
(el asunto del "desacato"). y 6o. del D. L. No. 46 (re- mino "declaración" en lugar del de sentencia, talco-
lacionado con el delito de "terrorismo"), y que versó mo lo digo -sin inventar nada ni faltar por tanto, a la
sobre si la acción, dado el retiro de una de las firmas verdad- en el artículo publicado en Thémis, artículo
(la del Senador Yashimura, como se recuerda). se ha- que, por consideraciones que lamentablemente no se
bía extinguido o no. La mención honrosa aparece en señalan, el doctor AQL califica como "defensa ende-
el siguiente pasaje: "En primer lugar, la decisión en ble" de los pronunciamientos examinados del TGC.
mayoría del Tribunal de Garantías Constitucionales En ese artículo, dicho sea de paso, yo no ensayé, en
es acertada cuando niega dar por concluída la acción puridad de verdad, una "defensa", sino que me pro-
o acciones de inconstitucionalidad por el repentino puse explicar, con la mayor claridad y brevedad po-
arrepentimiento de uno de los Senadores firmantes y sibles, las razones legales y constitucionales del fallo
el subsecuente retiro de su firma, careciendo por com- -pronunciamiento o "declaración"- sin sentencia.
pleto de sustento la argumentación de los votos d is- En lo que sigue, al analizar y refutar la nota comenta-
crepantes en ese particular de los Magistrados Silva da, se incidirá en lo mismo. El lector quedará, pues,
Salgado y Basombrío Porras. Y ello, aunque la Reso- en posición de formarse su propio juicio sobre la hi·
lución lo omita y los votos favorables no lo precisen potética "endeblez" de mi "defensa". Pero he aquí el
-excepción hecha con el del Magistrado Aguirre Roca pasaje anunciado: " ... Visto el resultado de la vota·
que es el más cercano en su argumentación- porque ción y estando a lo prescrito en el artículo octavo de
dicho resultado es acorde con la más esencial doctrina la Ley Orgánica del Tribunal número veintitrés mil
constitucional ... ". trescientos ochenticinco, que dispone que para obte-
ner resolución en las acciones de inconstitucionalidad,
5. NO REHUYO RESPONSABILIDADES se requiere de seis votos conformes; no habiéndose
obtenido este número en la indicada votación; el pri-
No hay elogio, en cambio, cuando, en el cuarto mer párrafo del artículo sexto de la Ley número vein-
párrafo del artículo, con referencia a la publicación titres mil novecientos tres conserva su vigencia; y los
que hice en Thémis (Segunda Epoca, No. 3, con el tí- accionantes su derecho a replantear la demanda. Agre-
tulo de "Los Fallos del Tribunal de Garantías Consti- gue como parte integrante de lo actuado, los funda-
tucionales ante la crítica") se dice que" ... no es el ca- mentos de los votos de los señores Magistrados inter·
so rasgarse las vestidur¡¡s por esa situación, como tam- vinientes. Regístrese; comuníquese y archívese. Egt.r
poco lo es el rehuir las responsabilidades del caso ante ren Bresani, Basombrío Porras, Silva Salgado, Corso

3. V.. nota precedente.

Thémis 7 14
Masías, Peláez Bazán, Rodríguez Mantilla, Osores Vi- He contado -s.e.u.o.- hasta nueve argumentos
llacorta. Se publicó conforme a ley. Lo que certifico. en la tesis que se anal iza, si bien es cierto que los mis-
Manuel Visalot Chávez, Secretario- Relator. mos pueden reducirse a cuatro clases. La primera cla-
se tiene dos manifestaciones: la que sostiene que la ju-
"La declaración4 que antecede se publica sin la risdicción constitucional es positiva; y la que dice que
firma del Magistrado Dr. Aguirre Roca, por haberme la ley del TGC sólo señala un caso en que dicha juris-
manifestado no estar de acuerdo con ella" (el subra- dicción constitucional puede ser negativa. De ello de-
yado es mío. El texto dice "declaración"). Lo que duce el doctor AQL que, al no resolverse la cuestión
certifico: Manuel Visalot Chávez. Secretario Rela- constitucional sin que se diera el caso en que la juris-
tor ... ". dicción constitucional puede ser negativa (que, según
la tesis examinada, sería el del artículo 37 de la
Recordemos, retomando el hilo, que el artículo LOTGC, es decir, el que se presenta cuando la norma
So. de la LOTGC dice: " ... El Tribunal resuelve y impugnada ya no se encuentra en vigencia). el TGC
adopta acuerdos con un mínimo de 5 votos confor- debió emitir sentencia y no abstenerse de hacerlo.
mes, salvo para resolver los casos de inconstituciona-
lidad o inadmisibilidad de la acción que exigen 6 vo- S. ARGUMENTACIOI,\I PRIMERA
tos conformes ... ".
Respecto de esta argumentación, debe recordarse
6. LA TESIS DE AOL Y LA LEY que el artículo So. de la LOTGC no permite resolver
la cuestión de inconstitucionalidad con menos de seis
El doctor AQL sostiene, empero, que el Tribunal votos conformes. No es, pues, exacto que sólo el ar-
sí debió sentenciar y resolver, entonces, el problema, tículo 37o. de la LOTGC contemple lo que se deno-
es decir, la acción de inconstitucionalidad, en lugar de mina -no sabemos con cuanto acierto- "jurisdicción
pronunciar "una sentencia que, en puridad, no es sen- negativa". En suma, este argumento, a mi juicio, no
tencia"5. Entre la tesis del estimable colega y el texto sólo no entra en materia sino que, al contrario, en-
del inequívoco mandato legal, existe, pues, profunda rumbado por una equívoca vía, se sale del tema. Ade-
y evidente discrepancia. Las dos cosas no pueden ser más, dicho sea de paso, 'el glosado artículo 37o. de la
válidas al mismo tiempo: Si la voluntad del legislador LOTGC no establece, en puridad de verdad, ningu-
debiese prevalecer sobre la tesis del doctor AQL, el na situación de "jurisdicción negativa". Se limita a un
Tribunal no habría incurrido en ninguna responsabi- supuesto de "pérdida de materia": No existiendo la
lidad funcional. Si, al contrario, la tesis del ilustre pu- ley impugnada, ya no hay sobre qué pronunciarse.
blicista debiese prevalecer sobre la ley, entonces sí po- Mutatis mutandis, lo mismo ocurre en las acciones
dría alegarse que el TGC se equivocó. Pero, téngase constitucionales de habeas corpus y amparo en el 1er.
presente que, aun en este insólito caso, no habría, inciso del artículo 6o. de la Ley 23506, es decir,
tampoco, "responsabilidad funcional", ya que, como cuando la violación del derecho ha cesado. Además, y
lo dicen la Constitución vigente y el clásico brocardo para cerrar este punto, lacaso los supuestos de inad-
jurídico, "no hay pena" -ni responsabilidad, agrego misión, señalados en los artículos 6o. y 30o. de la
yo- "sin ley", y cuando el TGC se pronunció, no LOTGC, no son, usando la misma nomenclatura del
existía disposición jurídica alguna que otorgarse -y Dr. AOL, otros tantos de "jurisdicción constitucional
creo que aun no hay- a ningún jurista (por versado negativa"?
que fuese o sea) potestad para derogar leyes o para
hacer prevalecer su criterio sobre ellas. 9. LOS ARGUMENTOS DEL SEGUNDO TIPO

7. EXAMEN PORMENORIZADO El segundo tipo de argumentación se basa en el


artículo 57o. de la LOTGC y en las fuentes supleto-
Para que no se piense que me estoy limitando a rias y las concordancias que allí se señalan. Según es-
formular afirmaciones dogmáticas y carentes de sufi- ta línea de análisis, en efecto, el caso debió haberse
ciente sustento, examinaré, seguidamente, aunque de resuelto por aplicación de las normas supletorias de la
modo sucinto, la tesis recusada. Veremos, entonces LOPJ, del CPC y de la Constitución que, a juicio dei
-así lo espero, por lo menos-, que su solidez es más doctor AOL, exigen, textualmente, " ... que en nin-
aparente que real. gún caso se pueda dejar de administrar justicia por de

4. Repárese en el'empleo textual y oficial del vocablo "declaración". Por lo demás, yo no firmé dicha "declaración (aunque si vo·
té la causa, en el sentido de que ambos extremos de la demanda eran fundados, como fluye de mi extenso voto que, conjunta·
mente con los demás magistrados se publicó en "El Peruano") por las razones que se exponen en la carta explicativa y aclarato-
ria que, al respecto, publiqué en "El Peruano" del 21 de marzo de 1985.
5. La situación es, curiosamente, la contraria, pues lo que el TGC hizo fue, valga la paradoja, pronunciar una "no -sentencia"
que, en puridad de verdad, tuvo valor de sentencia, según se explica en lo que sigue de este artículo. En efecto, el pronuncia-
miento del TGC, que no fue formalmente una sentencia, sí tuvo la virtud de administrar, en la perspectiva que luego se explica
en este artículo, justicia, y, además, en el plano material y fáctico, de "resolver" el problema. Podría, pues, decirse, si se quiere
-por lo menos con bastante más propiedad-, que el TGC, sin resolver, formalmente, en verdad sí resolvió; que no que resolvió
formalmente, pero que lo hizo no resolviendo (o sin resolver) material o tácticamente.

15 Thémis 7
fecto de las leyes, debiéndose recurrir, en tales casos, tad para hacer las correspondientes declaraciones. Pe-
a los principios del derecho". ro, además, los argumentos analógicos que emplea el
distinguido colega para llegar a la conclusión que cri-
Esta argumentación, a mi criterio, se mueve den- ticamos, tampoco son convincentes. ¿cuáles son es-
tro de un círculo vicioso, pues, en efecto, supone ab tos argumentos analógicos? Se basan, en síntesis, en
initio -y gratuitamente-, que el TGC, al pronunciar- el caso de la inadmisibilidad.
se mediante "declaración", y no mediante "senterr
cia", no ha administrado justicia y, además, ha viola- 12. LA INADMISIBILIDAD
do los dispositivos legales, constitucionales y concor-
dantes de la referencia. La LOTGC exige, para resolver los casos de inad-
misibilidad de las demandas de inconstitucionalidad,
10. PERO SI SE ADMINISTRO JUSTICIA; Y NO no menos de seis votos7. El Dr. AOL parece estimar
SE VIOLARON NORMAS que, por ello, con menos de seis votos en tal sentido,
deben declararse "admisibles" las demandas, y que,
Nada solventa, empero, semejante conclusión, por analogía, de igual manera, no lográndose los seis
pues la justicia quedó administrada con el pronuncia- votos necesarios para declarar la "inconstitucionali-
miento -léase: "declaración" 6 que hizo el TGC, de dad" de la ley, procede que se declare la "constitu-
conformidad con el artículo 8o. de su Ley Orgánica. cionalidad" de la misma.
No negamos, por cierto, el derecho de entender por
justicia o administración de justicia otra cosa, pero El silogismo es, sin duda, ingenioso y efectista,
nada obliga al TGC a hacer suya una tesis tal, ni hay pero no es válido sino en apariencia, y ello no sólo
nada, tampoco, en la ley que apunte en tal dirección. por lo ya dicho (no existe, entre nosotros, acción de
Si justicia es, como lo quiere el clásico e insuperado "constitucionalidad" por ante el TGC, ni posibilidad
brocardo romano, dar a cada cual lo suyo, el pronun- -no sólo jurídica, sino tampoco lógica- de que, por
ciamiento del TGC, al declarar que, por no haberse ello mismo, el TGC haga tales declaraciones en una
alcanzado seis votos conformes, la ley impugnada se- sentencia), sino porque, tratándose de la inadmisibi-
guía vigente y, al mismo tiempo, subsistente el dere- lidad, la -LOTGC sí establece, textual y expresamen-
cho de replantear la acción, sí dio, clara, formal y te, al lado de la declaración de "inadmisibilidad", la
materialmente, a cada cual lo suyo, y "resolvió" así, de "admisión" o admisibilidad. Es más, el ya citado
dentro de los límites de la matemática de la ley, -val- artículo 30o. de la LOTGC, al reglamentar estas ma-
ga repetirlo- no sólo formal, sino también material y terias, se ocupa, primero, de la admisión o admisibi-
prácticamente, la cuestión, sin perjuicio, por cierto, lidad, y sólo después, tratando los casos de excepción
de que el criterio y el sentido del voto de cada magis- -lo que podría denominarse la patología procesal-,
trado pueda ser discutido, elogiado o recusado (algo toca lo atinente a la hipotética y eventual declaración
más sobre este punto se dirá luego). de inadmisibilidad. Es entonces cuando dice, refirién-
dose a la declaración de inadmisibilidad, que ella re-
Considérese, de otro lado, que no existe, en nues- quiere no menos de seis votos conformes. Mas he
tro sistema jurídico, el derecho de pedir que el TGC aquí el meridiano texto del glosado artículo 30o. de
declare la "constitucionalidad" de las leyes. Por tan- la LOTGC: " ... Interpuesta la demanda, el Tribunal
to, no lográndose los seis votos requeridos para la de- dentro de un plazo que no puede exceder de diez
claración de "inconstitucionalidad", no cabía pronun- días, resuelve sobre su admisión. Dentro del mismo
ciarse -dentro del marco de referencia de la normati- término y motivadamente, el Tribunal resuelve la
vidad vigente- tampoco, por la "constitucionalidad". inadmisibilidad de la demanda, si concurre alguno
Luego el TGC no sólo administró justicia, sino que lo de los siguientes supuestos: 1. Oue la demanda se
hizo sin violar las normas que, empero, el Dr. AOL haya interpuesto vencido el plazo previsto por el ar-
sostiene que se violaron. Y esta reflexión nos lleva a tículo 25o.; 2. Oue la demanda contenga algún de-
las dos últimas series o clases de argumentos. fecto de forma o no acompañe los documentos a que
se refiere el artículo anterior. También puede decla-
11. ULTIMAS RAZONES rarse la inadmisibilidad si el Tribunal hubiere ya de-
sestimado una cuestión de inconstitucionalidad sus-
La primera de estas dos últimas clases de razones tancialmente igual en cuanto al fondo".
sostiene que, precisamente, si no pudiese declararse
-por falta de votos- la "inconstitucionalidad", de- 13. VERDADES COMO CATEDRALES
bía declararse la "constitucionalidad". Ya se ha indi-
cado que ello no es factible, porque no existe, entre El artículo reproducido pone de manifiesto un
nosotros, acción de "constitucionalidad" de leyes por hecho grande como una catedral, verbigracia, que la
ante el TGC, y éste, en consecuencia, carece de potes- LOTGC distingue clarísimamente entre los casos de

6. V. Supra; especialmente el correspondiente pasaje del fallo del TGC reproducido líneas arriba. Véanse las notas precedentes,
especialmente la -respecto de la "administración de Justicia"- y las, respecto del empleo del vocablo "declaración".
7. Véase el artículo So. de la LOTGC, reproducido líneas arriba, bajo el rubro de "No Rehuyo Responsabilidades".

Thémis 7 16
"admisibilidad" e "inadmisibilidad", y, además, es- a propósito del instituto procesal de la admisibilidad,
tablece los únicos tres supuestos en que procede la se consagran, en forma textual y conceptualmente in-
declaración de "inadmisibilidad". Fuera de estos tres dependientes, dos posibilidades: admisión e inadmi-
únicos supuestos, podría pensarse, en consecuencia, sión; a propósito de las decisiones de fondo sobre las
que, no surgiendo -por hipótesis- la cuestión de la demandas de inconstitucionalidad, la misma LOTGC
inadmisibilidad (para cuya resolución el artículo So. no contempla la hipótesis de una declaración de
de la LOTGC sí exige una mayoría calificada no me- "constitucionalidad", la que, por lo tanto, no es via-
nor de seis votos conformes). el acuerdo de "admi- ble, independientemente del número de votos confor-
sión" puede adoptarse, como todo acuerdo no califi- mes que se alcancen. No existe, tampoco, concordan-
cado, por los cinco votos señalados en dicho numeraL do con lo expuesto, vía procesal para demandar de-
La especial circunstancia, pues, de que la LOTGC dis- claraciones de "constitucionalidad". La ausencia de la
tinga, como supuestos independientes, los de "admi- dicotomía, en lo que refiere al ámbito de la declara-
sibilidad" e "inadmisibilidad", hace factible que se ción de inconstitucionalidad, deja sin sustento cualita-
piense que las correspondientes resoluciones, en con- tivo a todo propósito ?lnalógico basado en la regla-
cordancia con el artículo So. de la LOTGC, pueden mentación del instituto procesal de la inadmisibilidad,
requerir distintas mayorías: seis (6) votos conformes, pues este sí señala, en forma perfectamente clara, se-
como mínimo, para la declaración de inadmisibilidad; gún se ha explicado, una doble alternativa.
y sólo cinco (5), siguiendo la regla general, para la de
admisibilidad.
En resumen, puede decirse que la LOTGC no
14. El RIGOR LOGICO
sólo no enfoca los temas de las declaraciones de in-
Sin embargo, desde un punto de vista estrictamen- constitucionalidad e inadmisibilidad de modo analó-
te lógico, podría sostenerse que el textual y preciso gico, sino que los concibe de manera tan distinta que
señalamiento de la doble vertiente legal, no es razón les da un tratamiento p~ecisamente antitético. lO me
suficiente para solventar la conclusión de que, no sur- equivoco?.
giendo ninguno de los tres posibles casos de "inadmi-
sibilidad" contemplados en el artículo 30o. de la 16. ARGUMENTOS FINALES
LOTGC, procede que se declare, con arreglo al crite-
rio general de sólo cinco (5) votos, la admisibilidad. La última serie de argumentos postula la necesi-
En efecto, un razonamiento rigurosamente lógico dad de buscar (la cómo dé lugar?) la mayoría de los
puede llevar a la conclusión de que toda declaración seis votos concordantes. En verdad, este enfoque pa-
de admisibilidad entraña, necesariamente -aunque rece estar en contradicción con algunos de los prece-
sea en forma sólo implícita- la declaración de no dentes -si no con todos ellos-, pues supone, en efec-
inadmisibilidad, cosa que implica, lógicamente tam- to, el respeto de la regla que exige no menos de seis
bién, la solución, en el fondo, y aunque sea en forma votos conformes para "resolver" la cuestión y que,
tácita, de un problema de "inadmisibilidad". "Admi- precisamente, el TGC acató. Cuando, en efecto, des-
tir", cuando existe la alternativa de no hacerlo, en- pués de citar al egregio maestro Niceto Alcalá Zamora
traña, lógicamente, el rechazo del otro extremo: la y Castillo, se dice que, en todo caso, el TGC pudo
"inadmisión". lO no es así? "reservar la votación e impulsar el nombramiento del
magistrado faltante, para someter, con éste, una vez
En cualquier caso, se acepte o no la tesis restric- incorporado, nuevamente la cuestión a votación, o co-
tiva expuesta en el párrafo precedente, según la municar el impase al Parlamento, como lo dispone el
LOTGC no se puede declarar la inadmisibilidad con artículo X del Título Preliminar del Código Civil de
menos de seis (6) votos, ni la admisibilidad con me- 19S4 ... para subsanar legislativamente el defecto", se
nos de 5 (y si se acepta la tesis del párrafo preceden- está respaldando, precisamente, la conducta del TGC
te, con menos de 6). -lo no es así?- pues ésta, en esencia, consistió en re-
conocer que, por falta de la mayoría legal, no podía,
15. WONDE ESTA, PUES, LA "ANALOGIA"? el TGC; "resolver la cuestión" mediante "sentencia".

No vemos, pues, en que procedimiento "analógi- 17. RECOGIENDO LOS HILOS


co" sea susceptible de apoyarse la tesis de que con só-
lo tres votos -según aparentemente la sostiene el ar- Antes de terminar, conviene agregar dos cosas:
tículo analizado- procede la declaración de "consti- la primera - y aqu ( trataré de recoger algunos cabos
tucionalidad". sueltos y de articular, de modo unitario e integra-
do, aunque sintético, la tesis sostenida- es que, a mi
Además, si desde el ángulo matemat1co, cuanti- juicio, la discusión generada en torno al "fallo-sin-
tativo, según se acaba de comprobar, ninguna analo- sentencia" (por falta de los seis votos conformes). del
gía permite llegar a la conclusión recusada; desde el TGC, carece de sentido y obedece a un espejismo que,
punto de vista cualitativo, ocurre que no hay analo- a su turno, es producto de un enfoque, no por tradi-
gía posible, pues -y como también consta del propio cional o clásico adecuado, que, a la postre, dado el
texto de la LOTGC y ya se ha recordado- mientras, carácter harto novedoso y realmente sui-generis del

17 Thémis 7
caso, desnaturaliza el problema. En efecto, los dispo· planteado, pues dejó vigente la ley impugnada. A
sitivos legales invocados en la nota comentada, no di- este respecto, interesa tener presente la enorme dife-
cen que los jueces deban siempre culminar su augusto rencia que hay entre un juicio corriente de derecho ci-
cometido mediante la emisión de "sentencias". Sólo vil (y, aun, de derecho penal, aunque la situación no
dicen (tanto el artículo VIII del T.P. del C.C. vigente, sea, en verdad, exactamente la misma) y los plantea-
como el XXI del homólogo del derogado del 36', el dos por las demandas de inconstitucionalidad. En los
23 de la LOPJ, el 233, inciso 6o., de la Constitución primeros, se suele partir de "cero" -sobre todo tra-
vigente, y las reglas concordantes de los códigos adje- tándose de juicios "constitutivos"-, o de la "nebulo-
tivos), que los jueces no dejarán de administrar justi- sa" (en homenaje a la brevedad, no se profundizará,
cia por deficiencia u oscuridad de la ley. Eso es todo. ahora, en los distingos, por importantes que sean, en-
La tesis criticada sería válida si la expresión "adminis- tre juicios de cognición y de ejecución, declarativos y
trar justicia" fuese sínónima de la de "emitir senten- constitutivos, etc., etc.), y se busca el nacimiento. la
cia", y si, además, -en el contexto de esta polémica- modificación, o el ejercicio de un derecho. o, para
emitir sentencia significase, necesariamente, pronun- abreviar, la precisión y la claridad en el ámbito de las.
ciarse sobre el fondo de la demanda, es decir, emitir situaciones o relaciones jurídicas. Si, por ejemplo,
resolución de mérito que declarase fundada o no la Juan pide alimentos a Pedro el Juez no puede con-
acción. cluir alegando que la ley no precisa si los debe o no
-lo que equivaldría a "mandar por huevos a la otra
18. LAS PREMISAS FALLAN esquina"-, sino que debe ordenar que los pague o
que no los pague. Igual cosa sucede en un juicio, por
Ahora bien, ninguno de estos prenotandos es cier- ejemplo, de filiación, de cumplimiento de obligación
to. La administración de justicia puede producirse y de dar, de hacer o de no hacer, o de pago de soles. En
plasmarse, tanto en el ámbito civil como en el penal estos casos, según se barrunta, si el Juez diera la calla-
-para no hablar del "administrativo", el "laboral", da por respuesta o se abstuviera, el "cero" -la nada-
etc.- mediante pronunciamientos que no resuelvan o la "nebulosa" -la indeterminación- seguirían ense-
el fondo del problema y que, además, no sean, ni si- ñoreándose en el discutido ámbito, y el legítimo anhe-
quiera formalmente, sentencias. Piénsese, en lo penal, lo de alcanzar la paz por el derecho se convertiría en
en los autos de sobreseímiento o de archivamiento, utopía, pesadilla o comedia. Nadie sabría, en suma,
y, en lo civil, en los de abandono, o en los que -para qué le toca, a qué puede aspirar, ni qué es lo suyo.
abreviar- sancionando un desistimiento o una tran- No hab~ía administración de justicia, sino odisea kaf-
sacción, ponen punto final al juicio, sin sentencia. kiana, y los órganos judiciales estarían de más ... y
Por otro lado, como se sabe, hay sentencias que se li- habría -claro- que suprimirlos.
mitan a declarar la "improcedencia" o, en su caso, la
"inadmisibilidad" de la acción y que, por ello, no en- En los casos de las demandas de inconstituciona-
tran en el fondo de la cuestión controvertida. En to- lidad, por lo contrario, no se parte ni de cero ni de la
dos los supuestos mencionados, sin sentencia, o sin nebulosa, sino que se parte de una realidad firme, om-
sentencia de mérito, la justicia -haya o no deficien- nipresente y hasta opresiva: una ley debidamente pro-
cia u oscuridad de la ley- sí es ádministrada, cual- mulgada y publicada. Por tanto, si el TGC no la de-
quiera que sea, por supuesto, el concepto que merez- clara inconstitucional, no hay nebulosa, ni cero, ni
ca el sentido de las correspondientes resoluciones ju- caos al cual retornar -ni "huevos a la otra esquina"
diciales, y la oportunidad en que las mismas se expi- por los cuales mandar- sino que se afirma la ley im-
dan. pugnada que sigue vigente. Así pues, por aparente
omisión, resulta que sí se administra justicia,s y ello
19. INSISTAMOS: EL TGC SI ADMINISTRO sin violentar los esquemas legales ni los criterios pita-
JUSTICIA góricos de la LOTGC.

Valga añadir que el pronunciamiento del TGC, Piénsese, de otro lado, que en el TGC se obtuvie-
no sólo administró, en esta perspectiva, justicia (se es- ron los siguientes resultados: a), respecto de la com-
té o no de acuerdo con el sentido de los votos de los putabilidad y validez de los votos nulos, cinco votos
magistrados), sino que, además, realmente, "resol- en contra de la ley impugnada (es decir, a favor de la
vió", según ya se ha dicho (mediante abstención sui demanda de inconstitucionalidad). y tres a favor de
géneris o parcial, si se quiere), el problema práctico su validez; y que b), respecto de los "blancos", el re-

8. Véase la nota precedente No. 5. "Administrar Justicia", procesal mente hablando, no significa, por lo demás, ni acertar en el
fallo ni resolver el problema de fondo, ~in o simplemente poner fin al proceso con arreglo a los 1imites y términos de las normas
jurldicas (legales y constitucionales) que lo presiden e informan. La administración de la justicia constitucional, según nuestro
ordenamiento, fuera de los supuestos de "inadmisibilidad", "sustracción de materia", "improcedencia", etc., sólo permite, en
los casos de las demandas de inconstitucionales de leyes o dispositivos semejantes, una de dos: o a), declarar fundada la deman-
da, y, por ello, inconstitucional la norma (total o parcialmente): o b), en su defecto, no alcanzándose seis votos conformes en
tal sentido, declarar que la ley atacada sigue vigente, lo mismo que subsistente el derecho de volver a impugnarla, ya que no
hay "cosa juzgada". Obsérvese, de paso, en que en ambos supuestos sí se pone fin, aunque sea provisionalmente, al problema,
y ello, además, sin dejar el caso en la nebulosa o la indefinición, sino con certeza, claridad y seguridad, según con mayor deta-
lle se expone en el cuerpo del artículo anotado. •

Thémis 7 18
sultado fue la inversa: tres a favor de la demanda, y necesario para articular un pronunciamiento decisorio
cinco en contra. como el que emitió: En efecto, en la medida en que la
LOTGC no era ni oscura ni deficiente, sino meridia-
20. CURIOSA MATEMATICA: ¿3 = 5? namente clara (y sin asomo de inconstitucionalidad),
se sometió, a ella y, en consecuencia, no alcanzándose
Ahora bien, lo que parece sostenerse -entre otras los seis votos exigidos, no resolvió -formalmente, por
cosas- en el artículo examinado, es que, en ambos ca· lo menos- la cuestión de inconstitucionalidad; pero
sos, se debió declarar infundada la demanda y consti· en la medida en que la ley no decía, por deficiencia o
tucional el artículo impugnado de la correspondiente laguna, qué debía hacerse en tal predicamento, sí se
ley. Se pretende, pues, que en un caso, tres votos pre· elevó a los principios generales del derecho y a las re-
valezcan sobre cinco, y, en el otro, al revés, cinco pre· glas analógicas de los sistemas supletorios y de mayor
valezcan sobre tres, y todo ello a propósito de una jerarquía, y dijo, consecuentemente, que no habién-
misma demanda y en una misma "sentencia"-. Esto dose conseguido los seis votos conformes, la regla le-
no parece comprensible y, a mayor abundamiento, no gal atacada seguía vigente y que, por ende, subsistía
sólo violenta el artículo 8o. de la LOTGC -que exi- el derecho de replantear la acción. Un pronunciamien-
ge, por lo menos, seis votos- sino que lleva a la con- to tal, como ya se ha anotado, tiene la virtud de po-
clusión de que: a) basta,n tres votos para resolver las ner fin, provisionalmente, al problema planteado y de
cuestiones que, según la LOTGC, requieren seis; b) brindar, de ese modo, solución práctica, real y legal, a
el TGC puede -y debe- resolver por minoría, cuan- la situación; pero todo ello sin violar la ley. Fue así
do no logre mayoría; e) el TGC puede declarar cons- como, llenando lagunas y superando deficiencias y os-
titucional una ley, no obstante que no existe acción curidades, el TGC administró justicia, es decir, la úni-
abierta para pedir tal cosa, sino sólo para, precisa- ca que, en las circunstancias, podía administrar.
mente, lo contrario: pedir la declaración de inconsti-
tucionalidad; y d) lo que parece más, pero mucho más 22. EL INCIDENTE DE CADUCIDAD
grave, es que el TGC podría, también, cerrar el cami-
no para el replanteo de la acción, mediante una sen- El último punto que debo tocar ahora se refiere
tencia, que pasaría en autoridad de "cosa juzgada". al incidente surgido en la demanda de inconstitucio-
conseguida por virtud de una minoría de tres votos y nalidad dirigida contra las leyes del desacato y del te-
con todas las agravantes ya indicadas. rrorismo, y que ha sido brevemente comentado líneas
arriba. A propósito de ese tema, en el artículo exami-
No se duda de que quienes ganasen -por virtud nado se sostiene que los votos de los doctores Silva
de esta matemática parda- el juicio con tres votos. Salgado y Basombrío Porras carecieron "completa-
podrían estar dispuestos entonar encendidos ditiram- mente de todo sustento"; y que los de los demás ma·
bos en loor de la "sabiduría" del TGC; pero también gistrados, si bien acertados en su sentido, no precisan
es claro que, con sobrada razón, los perdedores, a los fundamentos de la correspondiente decisión (aun-
quienes se diera, en tal predicamento, con las puertas que se hace, verdad es, una mención honrosa respecto
en las narices y se arrebatara el derecho de replantear de mi voto) lO. Dicho lo cual, se argumenta en el senti-
la acción, tendrían abierto el camino para acusar ante do de que -¿o me equivoco?- el real fundamento de
el Congreso a los Magistrados del TGC. no sólo por la no caducidad (por el simple hecho -como se recor-
haber resuelto el caso de inconstitucionalidad con dará- del retiro de la firma de uno de los veinte seño-
menos de seis votos (cometiendo, así, en su perjuicio, res senadores demandantes) radica en que el verdade-
prevaricato, al fallar en contra del texto expreso de la ro titular de la acción, una vez intentada y admitida
ley). sino también por haber basado su sentencia en la misma, "iniciada su andadura"- es el propio TGC.
una minoría de tres votos9, no sólo con violación,
otra vez, del texto expreso de la ley, sino, además, de
toda regla de equidad y de toda norma supletoria, 23. SERA PARA OTRA VEZ
principio general de derecho o criterio matemático.
Estoy plenamente de acuerdo con la parte de la
21. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO tesis que sostiene -como yo lo hice en mi voto, del
Y LAS LAGUNAS mismo modo que, en mayoría, el TGC- que el pro-
pósito de retirar una de las firmas habilitantes de la
El TGC, en el fallo tan duramente criticado por demanda -y, aun, el retiro, en su caso, de la firma-
el doctor AQL, por otro lado, sí aplicó los principios no extingue la acción; pero no lo estoy con todas las
generales del derecho y las reglas analógicas y supleto- razones en que se apoya dicha tesis, ni con las conse-
rias del CPC, la LOPJ y la Constitución del Estado. cuencias que se atribuyen a las diferencias que distin-
Pero lo hizo, justamente, en la medida en que ello fue guen a la legitimatio ad processum de la legitimatio ad

9. Aunque menos impresionante, el caso del fallo con sólo cinco votos sería igualmente ilegal y estaría igualmente expuesto a la
crítica y a la acusación constitucional, si bien cinco votos no serían minoría sino mayoría.
10. Véase el correspondiente pasaje del articulo comentado del distinguido colega, reproducido líneas arriba, bajo el subtítulo de
"En la Nuez del Dubium...

19 Thémis 7
causam, si bien es innegable que tales diferencias son das de inconstitucionalidad se reyiesen por los mismos
reales e importantes. Y también creo -discrepando, principios que las de "acción popular", cuando según
otra vez- que, al igual que en las acciones constitu- es sabido, la ley les da tratamientos completa y mar-
cionales de habeas corpus y amparo (que también in· cadamente distintos y hasta antagónicos.
teresan, indudablemente, al orden público) cabe, en
las demandas inconstitucionalidad (mientras una ley
no lo prohiba, por supuesto, y dentro de las limita· No se ignora que en algunas latitudes se prohibe
ciones propias de cada tipo de juicio o de acción), el el desistimiento en cierto tipo de acciones constitu-
desistimiento. Como el examen del tópico exige más cionales. Ello parece razonable, y tal vez convenga
espacio del que parece razonable tomar, pues este co· limitar o reglamentar los desistimientos correspondien-
mentario ya ha crecido demasiado, baste recordar, tes entre nosotros. Mas no parece que los eventuales
por ahora, que los legitimados ad-causam, si no se le- límites y las reglamentaciones -o prohibiciones- de-
gitiman ad-processum, no pueden promover ni soste- ban ser meras consecuencias de las diferencias que
ner -directamente, por lo menos- acciones, ni par- median entre los institutos procesales de legitimatio·
ticipar en procesos, ni tampoco (de existir, in abstrac- ad causam y legitimatio ad processum, o entre las ac-
to, el derecho de hacerlo) formular desistimientos. ciones de derecho común y las de tipo constitucional.
De otro lado, no parece haber razón para suponer Se antoja, antes por el contrario, que la temática es
que, por el mero hecho de existir, las demandas de bastante más rica y compleja, y también que, a prio-
inconstitucionalidad hayan de convertir a la Nación, ri, no hay motivo para juzgar que jamás sean aplica-
al País, al interés público, o a todo ciudadano, en le- bles, en lo que se refiere a los hipotéticos desistimien-
gitimados ad causam de las mismas. Si ello fuera así, - tos que pudieran formularse en las acciones constitu-
cualquier acción de inconstitucionalidad, por infun- cionales, las reglas de procedimiento normalmente
dada (o disparatada) que fuese, se haría acreedora aplicables, mutatis mutandis, en las acciones del dere-
-ipso tacto e ipso jure- al privilegio del interés na- cho civil común. Al contrario, hay motivo para supo-·
cional, y también resultaría inmune, pese a su no im- ner que, en estas materias, han de ser más abundantes
probable futilidad (que puede alcanzar ribetes de co- los parecidos procesales que las diferencias, y que,
micidad y aun de inverecundia), al piadoso remedio consecuentemente, los denominadores comunes han
de un leyítimo y saludable desistimiento; y, a la in- de brillar más, llegado el caso, por su p-resencia que
versa, se haría obligatoriamente pasible de recibir y por su ausencia. Y esta era la segunda cosa que que-
admitir, por vía de adhesión principal o coadyuvante, ría agregar, según anuncié bajo ell epígrafe de "Re-
cogiendo los Hilos" (V. supra).
el apoyo de cualquier ciudadano, como si las deman-

TrEnEr
Thémis 7 20
Responsabilidad tributaria de los directores
de sociedades anónimas

Humberto Medrana Cornejo


Profesor de Derecho Tributario en la Facultad de
Derecho de la PUC.

1. PODER TRIBUTARIO Y RELACION JURIDICA El artículo 1 o. del Código Trib-utario señala que:
"La relación que origina el tributo entre el acreedor
La finalidad del Estado es lograr el bien común. y el deudor tributario es de naturaleza legal, de dere-
Para conseguir ese propósito requiere de financia- cho público y exigible coactivamente".
miento que obtiene, esencialmente, de las econo-
Nuestro Código no define el concepto de tributo
mías de los particulares a quienes en uso de su poder
sino que se limita a enumerar los gravámenes incluí·
tributario puede compeler para que le proporcionen
dos en ese "término genérico" (norma 11 del Título
los medios necesarios, todo lo cual genera una serie
Preliminar) y a consagrar los principios generales de
de vínculos entre acreedor y deudor que al ser disci-
plinados por el derecho dan lugar a la relación jurí- tal relación jurídica, en la que pueden distinguirse los
elementos siguientes: el sujeto activo, el hecho impo-
dico-tributaria.
nible, el sujeto pasivo, y la prestación.
Por lo tanto, dicha relación es el nexo que surge
entre el sujeto activo (en principio el Estado) y el a) El sujeto activo
sujeto pasivo (una persona considerada de derecho Es el acreedor en la relación; es la entidad que
privado) a quienes la ley atribuye, respectivamente, conforme a ley tiene derecho a exigir que los parti-
el derecho de exigir y la obligación de efectuar la culares sacrifiquen una porción de su patrimonio a
prestación pecuniaria materia del tributo. título de tributo. En nuestro país tal sujeto activo
por excelencia es el Estado, existiendo varios otros
Desde luego, los derechos y obligaciones de las sujetos que lo son sólo de manera delegada, aún cuan·
partes no dependen del arbitrio de una de ellas, por do se trate de entidades de carácter autónomo o au-
cuanto el vínculo entre ambas es -como se ha dicho- tárquico (SENATI, FOPTUR, ITI NTEC, etc.). Estos
de naturaleza jurídica y surge exclusivamente por últimos son "entes tributarios menores"; es decir si
mandato de la ley. bien se les considera como sujetos activos, ellos ca-
recen de "soberanía financiera", su calidad de tales
El principio de legalidad (o de reserva de la ley) puede quedar sin efecto en cualquier momento por
domina el Derecho Tributario. Las circunstancias mandato de la ley.
que determinan el surgimiento de la obligación, la
cuantía de la misma, el sujeto activo, el señalamien- En los países de organización federal el carácter
to del contribuyente, entre otros, son aspectos que de sujeto activo alcanza de manera "originaria" a los
deben ser materia de ley expresa. diversos estados miembros de la federación ya que tal
calidad le es atribuída directamente por la Constitu-
Se trata, pues, de una relación de derecho donde cion, de suerte que cualquier alteración del status
el Estado moderno no es -a diferencia del príncipe- jurídico tendría que pasar necesariamente por una
dueño de vidas y haciendas. Es cierto que el Estado modificación constitucional.
tiene derecho a exigir de los particulares el sacrificio
de parte de su patrimonio a título de tributo, pero En nuestro país, de organización unitaria, el ca-
.ello debe efectuarse de la manera en que ha sido re- rácter de sujeto activo reposa exclusivamente en el
glado a través de sus representantes por el propio pue- Estado. Sin embargo, la Constitución vigente contiene
blo obligado al pago. Esa manera se inicia en la Cons- dos casos singulares de sujetos activos que gozan de
titución y concluye -de acuerdo con su importan- prerrogativa tributaria por mandato constitucional,
cia- en la ley y sobre ciertos tópicos menores en me- aun cuando no se encuentran en el mismo nivel que
didas del poder administrador. el Estado.

21 Thémis 7
En primer lugar debemos citar el caso de los Mu~ después de fori"Jiular la relación de los mismos (párra-
nicipios que de acuerdo con el artículo 139o. de la fo 1o. de la norma 11) señala que "las aportaciones de
Carta pueden crear, modificar y suprimir contribu- los regí menes que administra el 1nstituto Peruano de
ciones, arbitrios y derechos o exonerar de ellos "con- Seguridad Social, no están comprendidas en el párrafo
forme a ley". Es decir que tales Municipios no están anterior. . . " aunque más adelante el propio Código
constitucionalmente facultados para, por sí y ante precisa (artículo H2o., párrafo 1o.) que el Tribunal
sí, crear, modificar o exonerar tributos sino en tanto Fiscal es competente para resolver en última instancia
y en cuanto una ley del Congreso los autorice, ley sobre las reclamaciones que formulen los contribu-
que además debe establecer la cuantía, el hecho im- yentes respecto de tales contribuciones.
ponible, etc.
Nuestro Código considera como sujeto activo a
"la entidad o persona acreedora del tributo" y señala
Como se sabe, la ley a que se refiere la Carta es la que sólo el gobierno central, los gobiernos regionales
Ley Orgánica de Municipalidades, la misma que reser- y locales son acreedores de obligación tributaria así
va al Parlamento la creación de impuestos, señala que como las entidades del sector público con persone-
las tasas de ciertos arbitrios serán fijadas por el propio ría jurídica propia siempre que la ley les atribuya esa
Congreso, etc. En resumen, no tienen los Municipios condición.
"soberanía" en el sentido que estamos tratando de
explicar aquí. Los Municipios pueden actuar como 1nteresa destacar que en el caso de los gobiernos
sujetos activos cuando lo señale el Parlamento y res- regionales su carácter de entes menores fluye con
pecto de los extremos que éste fije a través de una ley. toda nitidez de lo dispuesto en el tercer párrafo del
artículo 139o. de la Carta donde se establece que
No obstante, el artículo 257o. de la Constitución ellos " ... pueden crear, modificar y suprimir tributos
otorga a los municipios derecho sobre la recaudacion o exonerar de ellos con arreglo a las facultades que se
generada por ciertos tributos, al indicar que son bie- les delega por ley".
nes y rentas de las Municipalidades: "Los tributos que
gravan el valor de los predios urbanos y rústicos de su Como se advierte, la Constitución no les otorga
circunscripción; las licencias y patentes que gravan el soberanía tributaria sino que, por el contrario, subra-
ejercicio de las actividades lucrativas y profesionales; ya que su carácter de sujeto activo depende en ultima
el impuesto de Rodaje; la contribución por peaje, instancia de lo que decida el Poder Legislativo.
pontazgo y mejora de las obras que ejecutan".
b) El hecho imponible
Si bien tales tributos tienen que ser establecidos Naturalmente el legislador no señala nominativa·
por ley y pueden, asimismo, ser modificados por el mente a las personas que deben cumplir con las pres-
Poder Legislativo lo cierto es que la Constitución ha taciones tributarias sino que se limita a puntualizar las
fijado al sujeto activo señalando que sólo los munici- circunstancias o hechos que en caso de ocurrir en la
pios tienen derecho a ingresar lo que se recaude por realidad hacen surgir la obligación de pagar el tributo.
los tributos indicados. En consecuencia, no sería
constitucionalmente posible que el producto de los Para Geraldo A tal iba: "una ley describe hipotéti-
mismos sea apropiado por el Estado o destinado a una camente un estado de hecho, un hecho o un conjunto
entidad diferente de los municipios. de circunstancias de hecho y dispone que la realiza-
cion concreta en el mundo fenoménico de lo que fue
Otro caso especial es el de la institución encarga- descrito determina el nacimiento de una obligación de
da de la seguridad social, ya que el artículo 14o. de la pagar un tributo" 1 .
Carta precisa: "Una institución autónoma y descentra-
lizada, con personería de derecho público y con fon- Para denominar a tal circunstancia se ha popula·
dos y reservas propios aportados obligatoriamente por rizado la expresión "hecho imponible". Para el gran
el Estado, empleadores y asegurados, tiene a su cargo maestro brasilero "hipótesis de incidencia" es la des-
la seguridad social de los trabajadores y familiares. Di- cripción en el plano teórico, en el plazo de la posibili-
chos fondos no pueden ser destinados a fines distin- dad aún no concretada, mientras que el hecho impo-
tos a los de su creación, bajo responsabilidad". nible es lo fáctico, lo que efectivamente ha aconteci-
do en un determinado tiempo y lugar.
También en este caso dicha institución tiene ase-
gurado el ingreso por las contribuciones de seguridad Nuestro Código Tributario se refiere a este aspec-
social. Digamos de paso que en nuestro país se ha to esencial de la relación jurídico tributaria denomi-
adoptado un curioso temperamento respecto de esta nandolo en diversas formas, así por ejemplo: "Sólo
contribución. Sin duda se trata de un tributo pero por ley se puede ... deteminar el hecho imponible ... "
el Código le niega expresamente este carácter cuando (Norma IV del Tftulo Preliminar). "En vía de inter-

1. Ataliba Geraldo: "Hipótesis de Incidencia Tributaria", Lima 1987, p. 57.

Thémis 7 22
pretación no podrá crearse tributos, establecerse tanto, el Estado no habría adquirido la condición de
sanciones ni extenderse las disposiciones tributarias sujeto activo y carecería de derecho para exigir la
a personas o supuestos distintos de los señalados en prestación y, correlativamente, el particular no ha-
la ley" (Norma IX del Título Preliminar). "La obli- bría sido convertido en sujeto pasivo.
gación tributaria nace cuando se realiza el presupues-
to legalmente establecido para configurarla ... " (Ar- Existe en doctrina una corriente que tiende a
tículo 23o.). "A efectos de lo dispuesto en este títu- prescindir de las formas jurídicas adoptadas por los
lo se entiende por deuda tributaria la que procede de contribuyentes y que para establecer la existencia o
un hecho imponible ... " (Artículo 46o.). no del hecho imponible toma en cuenta ~ólo el aspec-
to económico ("interpretación económica") que
Aun cuando, como se observa, nuestro legisla- nuestro Código no admite al señalar que la interpre-
dor otorga distintas denominaciones a este importan- tacion no puede conducir a que las leyes tributarias
te elemento, todas ellas se refieren a lo mismo: el su- se extiendan "a personas o supuestos distintos de los
puesto considerado en la ley que en caso de ocurrir en señalados en la ley" (Norma IX).
la realidad dé nacimiento a la obligación tributaria.
En consecuencia, si la hipótesis es descrita de
En consecuencia, si la hipótesis no se concreta y manera tal que incluye una cierta forma jurídica, no
no se convierte en hecho, el sujeto activo carece de se convertirá en hecho imponible si es que no se pre-
atribuciones para exigir la prestación tributaria; es senta esa específica forma prevista en la ley. Cuando
decir que su caraéter de tal sería meramente potencial los particulares alcanzan un propósito determinado
por cuanto no existiendo hecho imponible no puede pero a través de un medio distinto al descrito en la
válidamente titularse acreedor. hipótesis; es decir cuando "orillan" la hipótesis sin
quedar incursos en ella se suele decir que estamos
Ahora bien, si a pesar de haber surgido la obliga· frente a una "elusión". Se trata, pues, de un medio
ción el sujeto pasivo no cumpliera con la prestación que no da nacimiento a la obligación de tributar y
debida nos encontraríamos frente a una inconducta que no implicando 'una inconducta jurídica no resul-
(evasión) que -de mediar dolo- puede conducir a lo ta sancionable.
que nuestro Código llama genéricamente "defrauda-
ción tributaria", tal como aparece de sus artículos Por lo tanto, podemos afirmar que entre evasión
163o. y siguientes. y elusión existe la misma diferencia que entre aborto
y control de la natalidad.
En cambio, no existiría evasión si es que los he-
chos no son "imponibles" es decir si lo fáctico no se En efecto, el aborto supone eliminar una vida
ajusta a la hipótesis descrita por la ley. Ocurre como que ya ha surgido y constituye, por lo tanto, un de-
en el Derecho Penal donde el delito previsto y san-
lito que deberá ser reprimido. En la evasión la hipó-
cionado sólo es jurídicamente tal si el sujeto activo
tesis se ha convertido en hecho imponible y, sin em-
ha real izado u omitido el acto descrito por el legisla-
bargo, no se ha cumplido con la prestación debida,
dor como ilícito penal; el hecho punible es descrito lo cual dará lugar a la exigencia fiscal más recargos
en la ley sancionatoria advirtiendo que serán casti- e intereses.
gados determinados sujetos que se comporten de la
manera que allí se tipifica. Así, por ejemplo, el ar-
En el control de la natalidad no surge vida y, en
tículo 212o. del Código Penal al referirse al delito de
adulterio señala: "El cónyuge que cometier~ adulte- consecuencia, no hay vida alguna eliminada: no se tra-
rio y su complice serán reprimidos con prisión no ta de un delito, no es una conducta antijurídica, no
mayor de 6 meses". habrá pena por imponer. En la elusión los particulares
pueden alcanzar una cierta finalidad querida por ellos
Como se advierte, para que exista delito es ne- pero mediante un acto jurídico o una forma jurídica
cesario que sea "el cónyuge" quien mantenga rela- distintos a los específicamente previstos por el legis-
ciones con un tercero de manera que ello supone la lador como hechos gravados. No surge obligación de
preexistencia de matrimonio. No cometería tal delito tributar y desde luego no se paga tributo alguno.
el conviviente.
Para los efectos que aquí interesa reseñar sólo se
De la misma manera, si una ley gravara "lasven- toma en cuenta el aspecto jurídico sin que ello signi-
tas de automóviles que personas naturales efectúen a fique formular ningún juicio de valor; esto es, sin
favor de sociedades anónimas", no habría lugar al postular una posición en el plano de la moral o en
tributo si en el mundo real una persona natural en cualquier otro campo distinto al Derecho.
lugar de vender aportara un automóvil a la constitu-
ción o aumento de capital de una sociedad anónima. e) El Sujeto Pasivo

Es la persona de derecho privado o considerada


En este ejemplo es evidente que el hecho no es como tal que por mandato de la ley resulta obligada
imponible porque la realidad ocurrida no tiene co- al pago del tributo. Tal persona es de ordinario la que
rrespondencia con la descripción hipotética. Por lo debe sufrir el impacto económico de la prestación.

23 Thémis 7
Sin embargo, la peculiaridad del derecho tributa- En este caso el contribuyente continuarla siendo
rio hace que en ocasiones la exigencia se dirija a un el vendedor pero el comprador asumiría la condición
tercero que por encontrarse en una ubicación especial de responsable. Obsérvese que ambos son calificados
entre el acreedor y el deudor es señalado por la ley como sujetos pasivos, pero sólo uno de ellos (el ven-
para cumplir materialmente con la obligación, aún dedor) verá disminuído su patrimonio por efecto del
cuando no sufrirá el "perjuicio" patrimonial que el tributo. Es él el contribuyente. El vendedor que debe
tributo supone, ya que está en aptitud de exigir el "colaborar" obligatoriamente con el Fisco tiene la
reembolso de parte de aquel a quien la ley desea afec- condición de responsable.
tar. En otros casos dicho tercero debe comportarse
como agente de retención entregando a la tesorería Sin embargo Villegas considera que es incorrecta
fiscal el monto del tributo aun cuando el importe del la denominación de responsable que se otorga al ter·
mismo lo extrae de las sumas que corresponden a cero porque "todos aquellos a quienes la ley declara
quien, conforme a ley, debe sufrir el impacto de la sujetos pasivos ... son igualmente responsables ... con
prestación tributaria. prescindencia de si son o no los "realizadores" del he-
cho imponible" 2

El artículo 3o. del Código Tributario señala: "Es


deudor tributario la persona obligada al cumplimiento En otros casos la ley instituye responsables por-
de la prestación tributaria como contribuyente o res- que el contribuyente está imposibilitado de cumplir,
ponsable". por sí mismo, la obligación a su cargo; es decir que no
obstante que el tributo lo afecta patrimonialmente, la
obligación "material" debe ser satisfecha por el res-
Como se advierte, para nuestra ley la condición
de deudor (sujeto pasivo) abarca no sólo al contribu- ponsable. Así, por ejemplo, el Impuesto al Valor del
yente; esto es la persona respecto de la cual se cumple Patrimonio Predial tiene como contribuyente al pro-
el hecho imponible y cuyo patrimonio (al margen de 'pietario del inmueble. Si tal propietario es un menor
eventuales traslados económicos) debe soportar el de edad o un enfermo mental, es claro que estos no
impacto de la prestación, sino que la misma condición podrán cumplir personalmente con el mandato legal,
de deudor se atribuye a los terceros a quienes se califi- el que deberán satisfacer a través de los responsables
ca como responsables; es decir, a quienes a pesar de (padre, tutor, curador).
no ser contribuyentes están obligados por la ley a res-
ponder por el cumplimiento de la prestación a nom- En caso de incumplimiento el Fisco puede dirigir
bre del contribuyente. su acción de cobranza contra el contribuyente o con-
tra el responsable. Según veremos más adelante, los
Para nuestro Código Tributario son contribuyen- Directores en ciertas circunstancias tienen la calidad
tes " ... las personas naturales o jurídicas y entidades de responsables solidarios respecto de los tributos
que tengan patrimonio, ejerzan actividades económi- adeudados por la sociedad anónima.
cas o hagan uso de un derecho que, conforme a ley,
genere la obligación tributaria". d) La prestación
El objeto de la obligación tributaria es una pres-
tación generalmente en dinero pero que también pue-
La definición adoptada permite identificar el de consistir en otros bienes si es que la ley así lo au-
contribuyente con la persona respecto de la cual se toriza. Se trata siempre de una obligación de dar y
cumple el hecho imponible. En otras palabras, el con- nunca de una obligación de hacer. La obligación tri-
tribuyente es la persona que el legislador ha previsto butaria se cancela transfiriendo la "cosa" ordenada
debe pagar el tributo en caso de materializarse en los por la ley, de manera que no podría calificarse como
hechos la circunstancia considerada por el legislador tributaria la obligación de hacer el servicio militar o
como hipótesis de incidencia. la de cumplir con la labor de ser miembro de mesa
en los procesos electorales.
Así, por ejemplo, si una ley estableciera· "La
venta de inmuebles está sujeta al impuesto a las trans- El artículo 27o. del Código Tributario permite al
ferencias con la tasa del 3 o! o. El tributo a que se re- Poder Ejecutivo disponer el pago de tributos en espe-
fiere esta ley debera ser pagado por el vendedor". cie. Esta autorización no resulta violatoria del princi-
pio de legalidad pues se entiende que la cuantla de la
En este caso no cabe duda que el vendedor tiene obligación debe ser fijada por la ley. Dicho de otra
la condición de contribuyente, cumpliéndose el hecho forma, frente a una obligación ya cuantificada por la
imponible respecto de él. Sin embargo, si la misma ley ley el contribuyente -de ordinario- la cumplirá des-
agregara: "El impuesto deberá ser retenido del precio plazando dinero al Estado. No existiría inconveniente
por el comprador y entregado al Banco de la Nación para que el Poder Ejecutivo ordenara el pago por im-
dentro de los 15 días siguientes al pago". porte equivalente pero no en dinero sino en bienes,

2. Villegas Héctor: "Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tributario", p. 225

Thémis 7 24
tal como ocurrió hace algunos años con las empresas Banco de la Nación para que éste procediera a la co-
petroleras a quienes se exigió pagar el impuesto a la branza y hubo ocasiones en que simplemente comu-
renta mediante la entrega de barriles de crudo. nicaba a dicho Banco el nombre de las sociedades
deudoras y era la entidad recaudadora la que exigía
2. LOS DIRECTORES DE SOCIEDADES el pago a los directores considerándolos responsables
ANONIMAS a pesar de no haber sido notificados con la liquida-
ción, de no estar inclu ídos en ésta y de no haber sido
a) Antecedentes
Conviene destacar que antes de 1966 las leyes im- declarados como responsables por la entidad acota-
positivas en nuestro país no atribuían responsabilidad dora.
solidaria a terceros por las obligaciones correspondien-
tes a las sociedades contribuyentes. Tal responsabili- Con frecuencia esta pretendida responsabilidad
dad es consagrada de manera general sólo a partir de fue utilizada con criterio poi ítico, es decir, como un
la entrada en vigencia del Código Tributario lo que arma contra los adversarios del Gobierno de turno.
ocurrió a fines de dicho año, por lo cual carecería de
base legal atribuir a terceros la calidad de responsables Se puso así en evidencia la razón que asistía a los
y exigirles el pago del tributo por hechos ocurridos autores del modelo del Código Tributario para Amé-
rica Latina (proyecto OEA/BID) quienes no recomen-
antes que el Código Tributario resultara aplicable.
daban penas privativas de la libertad por "los caracte-
res políticos y administrativos de los Fiscos Latinoa-
Así lo ha reconocido el Tribunal Fiscal (Resolu-
mericanos. En tales aspectos existen riesgos innega-
ción No. 17041) al señalar" ... debe tenerse presente
bles de que el sistema no funcione eficazmente e, in-
que la liquidación . . . corresponde al año fiscal de
cluso, pueda ocultar móviles de discriminación entre
1963. . . cuando regía la ley 7904 y dispositivos co-
los contribuyentes por razones poi íticas o deje de
nexos ninguno de los cuales establecía la responsabi-
aplicarse a los infractores".
lidad solidaria y por lo tanto el recurrente no puede
ser compelido al pago ... ". La jurisprudencia redujo "la objetividad" de la
Sin embargo, tampoco el Código Tributario con- Administración y exigió el cumplimiento de meca-
tiene una mención expresa a la responsabilidad de los nismos procesales básicos. Posteriormente -hace
directores de sociedades anónimas, sino que ellos se pocos años-- la norma fue variada por el legislador a
encuentran incluidos en la denominación global de fin de "subjetivizarla".
"representantes" a que se refiere el artículo 7o. in-
ciso 2o. del citado Código. Dicha norma en su versión b) lDeben los directores ser considerados como
original establecía: "Son responsables solidarios: Los responsables?
representantes por las deudas tributarias que dejen de Al respecto consideramos que en éste como en
pagar deliberadamente por sus representados respecto los otros casos la responsabilidad sólo debe atribuirse
de los bienes que administren o dispongan". a quienes incumplen (o hacen incumplir) intencional-
mente las obligaciones tributarias de sus representa-
En un primer momento la Administración apo- dos. Por lo tanto, no puede establecerse a priori que
yándose en la disposición transcrita comenzó a exigir por la sola circunstancia de ser director una persona
a los directores el pago de los tributos no satisfechos inevitablemente debe ser considerada como respon-
por las sociedades, sin entrar a considerar la participa- sable.
ción o no de determinados directores en la decisión
de no pagar los tributos o de pagarlos por monto in- De otro lado, al verificar la situación del repre-
ferior al señalado por la ley. En otras palabras, para la sentante de una empresa debe analizarse la posibili-
Administración no era necesario que existiera dolo o dad que tuvo o no de conocer acerca de los adeudos
culpa sino que se aplicaba la norma "objetivamente", tributarios de la sociedad y las actitudes que adoptó
prescindiendo de la intencionalidad ya que se consi- a la vista de ellos. Es sabido que los directores se
deraba que la sola circunstancia de haber sido direc- reunen muy pocas veces en el año y cada vez por un
tor cuando la obligación debió ser satisfecha era sufi- corto lapso. Obviamente con tan escasa participación
ciente para formular la exigencia a título de responsa- en el manejo social resulta desmesurado, por decir lo
ble. menos, exigir a un director el pago de las obligaciones
incumplidas por la sociedad, incumplimiento del que,
Aún más, el director (que podría haber dejado eventualmente, pod(a no tener la menor noticia.
de serlo hace algún tiempo) se enteraba de la preten-
sión fiscal en el momento que la entidad recaudadora Es evidente que los directores por el sólo hecho
lo notificaba para el pago, sin haber tenido la posibi- de serlo no se convierten automáticamente en exper-
lidad de presentar pruebas de descargo o de alegar lo tos en tributación. Aún más, un director puede ser
que creyera conveniente en su defensa. elegido para el cargo en razón de su versación técnica
sobre las materias que constituyen el giro de la empre-
La entidad administradora del tributo se limita- sa pero sin tener ningún conocimiento de cuestiones
ba a proporcionar los nombres de los directores al tributarias.

25 Thémis 7
¿Por qué atribuir responsabilidad a un Director una corporación importante exista un "gerente de im-
en tales condiciones? ¿Por que atribuirle responsabi- puestos" cuyo campo de responsabilidad sea precisa·
lidad si es que en el examen practicado por auditores mente cuidar el cumplimiento de todas las obligacio-
independientes no se ha hecho ninguna referencia a nes tributarias de la empresa. En ese caso carecería
tales obligaciones?. Si los asesores que. se supone, son de toda logica pretender atribuir responsabilidad a los
expertos en la materia no detectan una omisión tri- directores que aprueban un balance donde no se con-
butaria, no es razonable pensar que un director sí de- signa "tributos por pagar" a pesar que en los hechos
bió percatarse de la falta de payo de tributos. Es sabi- la empresa hubiera incumplido con sus obligaciones
do que muchas veces aún los especialistas en tributa- ya que existiendo un funcionario cuya tarea especí-
ción no pueden establecer con exactitud si en ciertos fica es cuidar que el payo de tributos esté al día, no
casos existe o no hecho imponible o si determinados cabe responsabilizar a quien no es experto ni tiene a
beneficios o exoneraciones re su !tan o no aplicables a su cargo esa área. por el mero hecho de ser director.
un contribuyente concreto.
Por lo tanto, para que exista la posibilidad de
En tales condiciones ¿qué razón valedera puede atribuir responsabilidad a un director es indispensa-
invocarse para atribuir responsabilidad solidaria a ble que éste conozca de los adeudos tributarios, que
quien no sólo no conoce la existencia de incumpli- se encuentre en aptitud de decidir acerca de su pago
mientos impositivos sino que está imposibilitado de y que, sin embargo, opte por no disponer la cancela-
conocerlos? ¿En las empresas con comunidad indus- ción de los mismos. Es decir que, en principio, debe
trial puede atribuirse responsabilidad a los directores tratarse de un incumplimiento consciente por parte
representantes de los trabajadores?. de quien tiene competencia sobre la materia.

Existen al respecto algunos ejemplos ilustrativos Sin embargo, no basta saber o decidir acerca del
recient s. Como se sabe, los bancos por la naturaleza incumplimiento de las obligaciones tributarias porque
de sus actividades llevan a cabo numerosas operacio- aún en la hipótesis que un director supiera que efecti-
nes que constituyen sendos hechos imponibles. Cuan- vamente la empresa adeuda determinados tributos
do los balances, cuenta de resultados, y demás docu- pero no los puede satisfacer en razón de la mala situa-
mentos usuales son remitidos a los miembros del di- ción económica o financiera de la empresa ¿puede ser
rectorio es claro que deben haber sido revisados y considerado responsable si emplea los escasos fondos
encontrados conformes por las gerencias respectivas. de la sociedad a pagar los salarios de los trabajadores
Si los directores no perciben en tales documentos o el consumo de energía eléctrica para evitar una
nada ostensiblemente irregular no se puede pretender huelga, la "toma de la fábrica" o el corte del servicio?.
atribuirles responsabilidad pues evidentemente en este
caso concreto mayor responsabilidad incumbe a los Puesto en la disyuntiva de pagar al Fisco o pagar
ejecutivos encargados del área específica que dieron
los salarios ¿puede considerarse responsable fiscal al
su conformidad a tales documentos. Sin embargo ta· director que vote en favor de pagar a los trabajadores
les ejecutivos no son "representantes" de la sociedad o de pagar el servicio eléctrico?
y por ello no les alcanza responsabilidad tributaria.

Insistir en la responsabilidad de los directores Al respecto bien dice Freytes "Creer que el legis-
significaría trabar la marcha de la empresa por cuanto lador ha consagrado la norma· El Fisco antes que
obligaría a todos y cada uno de ellos -interesados en nada, es incurrir en un serio error. La ley tributaria
salvar su responsabilidad- a un estudio minucioso de no puede exigir de un director más de lo que razona-
cada uno de los instrumentos o situaciones que se pre- blemente éste puede hacer de acuerdo con la situa-
sentaran a su consideración y a investigar sobre temas éión financiera de la sociedad y ante apremios coyun-
no sometidos a decisión del directorio pero que pu- turales que es indispensable sobrepasar. Evitar ejecu·
dieran tener repercusión fiscal ya que dentro de la óp- ciones de letras y paralizar pedidos de quiebra son
tica "objetiva" allí donde hay un no pago correcto medidas que debe tomar imprescindiblemente cual-
de cualquier tributo el director resulta responsable. quier administrador y ello no puede acarrearle respon-
sabilidad fiscal, salvo, claro está. que su actuación an-
Hasta el menos observador tiene que percatarse terior no haya sido la que llevó a la empresa a la situa-
que esta posición extrema conduciría a insalvables ción de crisis" 3
absurdos de manera que debe recusarse la posibili-
dad de establecer que ser director conlleva una res Por lo tanto, creemos que los Directores sólo
ponsabilidad automática. En una empresa determina- pueden ser considerados responsables si actúan a sa-
da puede darse el caso que ciertos funcionarios espe biendas, con animus de incumplimiento sin que exis-
cíficos tengan a su cargo supervisar el cumplimiento tan situaciones que impidan el payo correcto de los
de las obligaciones tributarias. Imaginemos que en tributos de que se trate.

3. Freytes Roberto Osear: "Responsabilidad Tributarla de los Admmistradores de Sociedades Anon1mas". Memor~as de las VIII
Jornadas Latmoamericanas de Derecho TributariO, p 94

Thémis 7 26
Si no obstante conocer la existencia del hecho Por lo tanto, tuvo gran importancia la primera
imponible, la exigibilidad de la consecuente obliga- Resolución en que el Tribunal Fiscal interpretó la
ción tributaria y a pesar de contar con los fondos su- norma legal citada efectuando una precisión de sus
ficientes, el directorio decide -por ejemplo- abonar alcances. En el informe que sustenta dicha Resolu-
retribuciones a sus miembros o disponer de otra for- ción se indica que "la ;:>alabra deliberadamente no
ma de los recursos de la empresa en lugar de atender puede interpretarse en su acepción puramente grama-
las obligaciones fiscales, sólo así podría considerarse tical, o sea p"revia una discusión oral del asunto. Sin
la existencia de responsabilidad a los directores. En duda, el legislador ha querido referirse a la intención
resumen, la responsabilidad no puede ser objetiva sino maliciosa que haya motivado dejar de pagar las deu-
subjetiva. Al respecto resulta ilustrativo referirse a lo das tributarias" (R.T.F. 7097 de 9.5.72).
que ha ocurrido con el régimen de sancione< conteni-
do en el Código Tributario. Como se advierte, esta Resolución tiende a "per-
sonalizar" la responsabilidad y le otorga una carga de
Como se sabe, el artículo 146o. de dicho Código subjetividad al aludir a "intención maliciosa". Quedó
consagra el principio de la objetividad en materia de claro, entonces, que no bastaba ser director para ser
considerado automáticamente como responsable por
sanciones al señalar: "La infracción será determinada
las deudas tributarias de la sociedad sino que se reque-
en forma objetiva y sancionada administrativamente
ría que en la condición de director se hubiera actuado
con penas pecuniarias".
con intención de no dar cumplimiento de manera co-
rrecta a las obligaciones impositivas.
Como se aprecia, el Código prescinde del dolo o
de la culpa, de la ignorancia o del conocimiento que
A partir de la citada Resolución, el Tribunal Fis-
sobre la materia pudiera haber tenido el infractor. cal comenzó a perfilar el concepto insistiendo en que
Esta posición sólo es compartida por el Código Tribu- la intencionalidad era elemento indispensable. Así, en
tario del Brasil en cuyo artículo 136o. se establece: la época en que se permitía establecer la utilidad im-
"Salvo disposición legal en contrario, la responsabili- ponible de empresas por "auditor la interna"; es decir,
dad por infracciones tributarias es independiente de sin revisar los registros, libros o documentos del con-
la intención del agente o del responsable". tribuyente, el Tribunal señaló que el representante de
No obstante, como ya hemos señalado en otra o- una sociedad a la que se había acotado mediante ese
casión4 es evidente que la posición objetiva no res- procedimiento no podla ser calificado como responsa-
pondía a la realidad de nuestro medio, llegando el Tri- ble ya que "por la forma en que se ha practicado la
bunal Fiscal a señalar que en caso de duda razonable acotación y de lo actuado en autos res u Ita que no se
procedería dejar sin efecto los recargos, a pesar del ha demostrado que ha habido intención maliciosa
mandato objetivo contenido en el artículo 146o. del conducente a pagar menores impuestos que los que
Código Tributario. realmente correspondía" (R.T.F. 8713 de 19.9.73).

Finalmente, se "subjetivizó" la pos1C1on con un Obsérvese que en el caso referido aun cuando por
texto que, en esencia, mantiene el actual articulo una ficción jurídica pudiera llegarse a la conclusión
155o. del Código Tributario que señala que no proce- que la suma establecida mediante ese procedimiento
de la aplicación de sanciones cuando la infracción re- es la "realmente" debida, ello no puede conducir a
sulta de la interpretación equivocada de una norma y que el tributo sea exigido al representante de la em-
siempre que el sentido de la misma haya sido debida- presa a título de responsable porque, en rigor, tal re-
mente aclarado por la entidad pertinente después de presentante no tenía posibilidad alguna de tomar co-
cometida la infracción. nocimiento de que existiera algún tributo pendiente
de pago, ya que la determinación fue efectuada me-
Un camino similar ha recorrido la jurisprudencia diante el procedimiento de auditoría interna. Este
al interpretar el inciso 2 del artículo 7o. del Código extremo recobra importancia ahora que nuevamente
Tributario -en su versión original- pues se ha ido re- se permite la acotación por auditoría interna, de a-
duciendo a límites más razonables la responsabilidad cuerdo con lo previsto por el Decreto Legislativo 412.
que la Administración pretendía atribuir a los directo-
res. Conviene recordar que dicha norma se refiere a La "personalización" trazada por la jurispruden-
quienes dejen de pagar los tributos "deliberadamen- cia condujo a considerar como responsable solidario
te". Es obvio que la expresión debla ser tomada como a quien hab1·a sido "director gerente y en otras épocas
sinónimo de "intencionalmente"; es decir voluntaria presidente del directorio" de la empresa contribuyen-
y conscientemente. Sin embargo, en los primeros te, estando probado que "incumplió con el pago del
tiempos de aplicación de la norma las autoridades no impuesto decidiendo la liquidación de la sociedad y
analizaban este extremo y atribuían responsabilidad a retirando de ella el único bien de valor que poseía,
los directores por el solo hecho de 5erlo, sin entrar a reuniéndose así los requisitos para que opere la soli-
considerar la existencia o no de intencionalidad. daridad" (R.T.F. 15444 de 28.9.79).

4. Medrana Cornejo Humberto "Consideraciones sobre Recargos e Intereses en el Código Tributario", Revista del Instituto Pe-
ruano de Derecho Tributario, Volumen 7, p. 23.

27 Thémis 7
Es obvio que en el caso descrito el responsable te- la correcta administración de la empresa. En conse-
nía la condición qÚe se le atribuyó porque había ac- cuencia no sería suficiente justificativo la mera cali-
tuado en la administración de la sociedad de manera dad de representante o director".
directa, había tomado para sí el único bien de signifi-
cación con que contaba lél empresa y, adicionalmente, Esta recomendación derivada de un evento cien-
era titular del 96.4 o/o de las acciones representativas tífico tiene la máxima importancia y, debe haber in-
del capital sociaL En este caso resulta manifiesta la fluIdo en las decisiones posteriores de nuestra juris-
"intención maliciosa", determinante para generar res- prudencia. Es indudable que para atribuir responsa-
ponsabilidad. bilidad es menester que la persona de la cual se trate
tenga a su cargo la obligación de vigilar el cumpli-
En cambio, cuando el dirsctor no ha tenido posi- miento de las normas tributarias así como la atribu-
bilidad de conocer acerca de los eventuales adeudos ción de decidir sobre el particular. Ello supone que
tributarios el Tribunal ha señalado que no cabe la atri- debe estar en aptitud de conocer la existencia del
bución de responsabilidad ya que "no hay prueba al- adeudo. Por lo tanto, si el directorio de una empresa
guna acerca de que la recurrente haya tomado conoci- por considerar que no existe hecho imponible o que
miento de los mencionados S/. . . y, mucho menos, ello resulta dudoso por la oscuridad de la norma, de-
que haya actuado deliberadamente para dejarlos de cide e 1 no pago después de consultar con sus abogados
pagar (por lo cual) tampoco procede atribuirle la res- y obtener de éstos un informe en el sentido de que la
ponsabilidad solidaria prevista en el inciso 2 del ar- empresa no está sujeta a dicho tributo, es evidente
Hcuio 7o. del Código Tributario" (R.T.F. 18020 de que no habría fundamento alguno para atribuir res-
25.11.83). ponsabilidad a los miembros del directorio.

El sentido otorgado por la jurisprudencia armoni- En consonancia con lo expuesto nosotros consi-
za con la Recomendación (Primera A) de las VIII Jor- deramos que no puede atribuirse responsabilidad a los
nadas Latinoamericanas de Derecho Tributario, de directores cuando resulta aplicable el artículo 155o.
acuerdo con la cual la responsabilidad: "Debería im- del Código Tributario que -como hemos indicado-
putarse a las personas que en virtud de las funciones señala que no hay lugar a recargos en los casos de in-
que desempeñan tienen facultades de decisión que in- terpretación equivocada de una norma cuyo sentido
cidan en la materia tributaria o el deber de controlar se aclara posteriormente o si ha existido dualidad de

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La R3nix Peruana

Thémis 7 28
criterios. Ello es así porque cuanto si el propio legis· Sin embargo, de ordinario, en la generalidad de
lador considera que en esos supuestos la empresa con- los casos director no es sinónimo de representante.
tribuyente si bien debe pagar el tributo no está sujeta No existe disposición alyuna que establezca esa ecua-
a sanción alguna, con mayor razón no podrá atribuir· ción. El articulo 162o. de la Ley General de Socieda-
se responsabilidad a los directores, ya que las circuns· des señala· "El directorio tiene las facultades de re-
tancias enunciadas pon•m en evidencia que no ha ex is· presentación legal y de gestión necesarias para la ad-
tido ni podía existir intención maliciosa. ministración de la sociedad•.. ".
Aún más el artículo 172o. de la Ley General de
De otro lado, nos parece esencial subrayar que
Sociedades precisa que los directores estarán exentos
cumplidos todos los supuestos reseñados los directo-
de responsabilidad "si hubieran salvado su voto en los
res a quienes puede atribuir.se la responsabilidad son
acuerdos que causaron daño, pudiendo dejar constan·
aquellos que ejercían el cargo cuando el tributo devi·
cía en la propia acta o mediante carta notarial".
no exigible y no aquellos que lo eran cuando se pro·
dujo el necho imponible. Al respecto cabe recordar
Esto supone como previo requisito esencial que
que según el artículo 23o. del Código Tributario que
exista un acuerdo del órgano colegiado; una decisión
ya hemos mencionado en el acápite b) del punto 1,
del directorio que cause el daño o en el caso que nos
"la obligación tributaria nace cuando se realiza el pre·
ocupa seria dejar de pagar o pagar en forma diminuta
supuesto legalmente establecido para configurarla".
los impuestos adeudados por la sociedad. No debe lle·
var a confusión lo dispuesto en el mismo artículo se-
En el Impuesto a la Renta, por ejemplo, tal pre-
gún el cual "los directores desempeñarán el cargo con
supuesto (renta imponible) se produce al cierre del
la diligencia de un ordenado comerciante y de un re-
ejercicio que, por mandato de la ley, es siempre el 31
presentante legal. .. ".
de diciembre de cada año (excluyendo los casos de
transformación o disolución) pero, sin embargo, el Este texto se refiere sin duda al comportamiento
tributo no es exigible en esa fecha por cuanto el con- que debe mantener el director, a su actitud en el seno
tribuyente dispone de 90 días para realizar el pago. del órgano donde debe tener como norte velar por los
Vencido este plazo es recién que el tributo resulta intereses de la sociedad. Debe ser, de un lado, diligen·
exigible. te y, por otra parte, leal. Pero ese artículo no lo de-
clara ni convierte en representante de la sociedad.
Por lo tanto si en la empresa del ejemplo el di-
rectorio varía en enero del año siguiente al del hecho De ordinario por su solo título de director una
imponible, la responsabilidad no podría atribuirse a persona no puede salir a juicio a nombre de la empre·
quienes eran directores hasta esa fecha sino a quienes sa, contestar una demanda, no puede tampoco presen·
desempeñaban el cargo en el momento en que la obli- tarse a pagar tributos o a interponer reclamación ante
gación se tornó exigible. Cuando los primeros dejaron las autoridades impositivas. No puede por sí solo girar
el cargo el Fisco no podía todavía proceder a la co· cheques contra las cuentas corrientes de la sociedad ni
branza por lo tanto el no pago del tributo no podría aceptar o girar letras de cambio o librar pagarés a
considerarse incumplimiento y, por ello, carecería de nombre de ella o abrir y cerrar cuentas en los bancos
base legal cualquier pretensión de atribución de res- o solicitar créditos, etc. Si ello es así, el director -sin-
ponsabilidad a los anteriores directores. gular mente considerado- no tiene la condición de re-
presentante de la sociedad y por lo tanto no se le pue-
Sin embargo, recordemos que nuestro Código de atribuir responsabilidad solidaria.
Tributario no se refiere especlficamente a los direc-
El representante de la sociedad es el Directorio y
tores sino considera como responsables a los "repre-
por lo tanto es este órgano el que debe haber actuado
sentantes". Cabe, entonces, preguntarse lson los di·
con intencionalidad, lo cual supone demostrar que el
rectores representantes de la sociedad?. Es nuestra
incumplimiento tributario deriva de un acuerdo, de
opinión que la respuesta es negativa. Expliquémosnos.
una decisión del representante que es el ente colegia-
Creemos q·ue la representación de la sociedad descan-
do.
sa en "el Directorio" entendido como órgano colegia·
do de la sociedad. Ninguno de los directores aislada·
Para Garrigues " ... el órgano de administración
mente considerado representa a la sociedad, salvo
claro está en casos en que los Estatutos hayan previs· de la sociedad anónima está investido de la represen-
to atribuciones importantes a cualesquier director tación orgánica de esa sociedad .. .'' 5 y entre nosotros
singularmente considerado o establezca, por ejemplo, Montoya Manfredi señala que "la ley conjuga las fun-
determinadas facultades importantes para el gerente y ciones de administración y representación que corres-
señale que de iguales atribuciones gozan cada uno de ponden al directorio". 6
los directores o, en fin, si de cualquier manera en ca-
sos puntuales pudiera sostenerse que existe tal repre- Por otra parte, debe recordarse que el texto atri-
sentación singular. buye responsabilidad a lm representantes respecto de

5. Garrigues Joaquín: "Comentario a la Ley de Sociedades Anónimas", p. 27.


6. Montoya Manfredi Ulises: "Comentarios a la Ley de Sociedades Mercantiles", p. 286.

29 Thémis 7
los bienes que administren o dispongan. Ningún direc- ción de oficio ubicaba y notificaba a los directores a
tor, aisladamente considerado, puede administrar o r>esar que el nombre de ellos no figuraba en las acota-
disponer de los bienes de la sociedad. Por lo tanto no ciones.
se le puede atribuir responsabilidad, salvo que medie
-según lo dicho- acuerdo o decisión del directorio. Al director se le presentaban, así, los hechos con-
sumados sin haber tenido siquiera la posibilidad de
Dentro de esta óptica es seguro que mayor cali- argumentar a su favor o de impugnar la acotación. La
dad de r!')presentante de la sociedad tiene el gerente injusticia y arbitrariedad del procedimiento descrito
aunque -desde luego- habría que analizar los Estatu- no necesitan demostración.
tos de cada sociedad en concreto. Por lo tanto consi-
deramos un error pensar de inmediato en los directo- Sobre este extremo las V 111 Jornadas Latinoame-
res como responsables ya que su actuación de admi- ricanas de Derecho Tributario señalaron (Recomenda-
nistradores tiene frecuentemente carácter meramente ción 3ra.): "Sin perjuicio de los procedimientos admi-
decorativo y resultan nombrados para cumplir con nistrativos que cada ordenamiento jurídico establezca
una formalidad. ¿Qué pueden administrar los direc- para la determinación del tributo o para la revisión de
tores a quienes la ley sólo obliga a reunirse una vez los actos administrativos, deberá reconocerse siempre
al año?. al responsable la posibilidad de recurrir a la vía judi-
cial con las más amplias garantías de alegación y de-
Finalmente, si los directores deben responder so-
fensa y sin que se le exija el pago previo de los impor-
lidariamente por las obligaciones tributarias de la em-
tes reclamados por la Administración".
presa (si se dan todas las circunstancias requeridas)
resulta interesante indagar sobre las consecuencias De nada serviría la exigencia de "intención mali·
que se derivarían para tales directores si la empresa ciosa" si no se otorga a los directores la posibilidad de
contribuyente está obligada a efectuar la prestación defenderse; es decir si la "intencionalidad" es definida
tributaria en especie en la forma que señalamos en el y decidida por las autoridades tributarias sin escuchar
acápite d) del punto 1. siquiera a tales directores. La actitud de la Adminis-
Al respecto, imaginemos el caso de una empresa tración provocó las reclamaciones de los afectados
petrolera obligada a pagar el tributo sobre la renta produciéndose diversas Resolusiones del Tribunal Fis-
entregando al Estado -físicamente- determinada cal que han contribuido a esclarecer las fórmulas pro-
cantidad de barriles de petróleo crudo. Si se preten- cesales que deben cumplirse. De acuerdo con tales
diera -por responsabilidad- exigir a los directores el Resoluciones es indispensable que la atribución de
cumplimiento de la obligación en forma idéntica a la responsabilidad solidaria sea efectuada por la entidad
que correspond la a la empresa contribuyente nos en- acotadora, de manera que no puede la entidad recau-
contraríamos frente a un imposible jurídico ya que a dadora dirigir su acción de cobranza contra persona
tales directores se les estaría exigiendo una prestación distinta a la consignada en la liquidación fiscal.
que se sabe no podrán cumplir; es decir que de insis-
"Que por tanto, el acto mediante el cual el Banco
tirse en una prestación idéntica tales directores esta-
de la Nación solicita y consigue que en el procedi-
rían en la imposibilidad de satisfacer la pretensión
miento seguido a la compañía ... se dirija la cobran-
fiscal.
za_ .. a un tercero a quien le atribuye la condición de
Pero, de otro lado, no resultaría justo que en tal responsable solidario, adolece de nulidad ... " (R.T.F.
caso no se les pudiera atribuir responsabilidad a los 13718).
directores. Como ya dijimos en el citado acápite d), la De otro lado, si la intencionalidad -como hemos
determinación de la cuantía del tributo es un aspecto dicho- resulta esencial, la persona a la que se sindica
reservado al legislador. El Poder Ejecutivo puede dis·
como responsable debe tener la oportunidad de de-
poner que ese mismo monto se pague en especie. Si
fenderse para lo cual debe ser notificada con la acota-
por la naturaleza de la "cosa" materia de la prestación
ción respectiva, indicándose las razones en que se basa
es imposible que los directores puedan tener acceso a
la Administración para atribuirle responsabilidad.
ella, nosotros consideramos que la exigencia tendría
que series formulada a través de liquidaciones giradas
"Que ... la Administración Tributaria debe noti-
en términos monetarios por el importe consignado en
ficar al presunto deudor solidario con las liquidacio-
la ley, aunque la "cosa" resulte distinta a la prevista·
nes correspondientes a fin de que éste pueda ejercitar
por el Poder Administrador al disponer el pago en es-
su derecho a la reclamación, si no considerara arregla-
pecie.
da a ley la responsabilidad que se le atribuye" (R.T.F.
15192).
e) La Garantía Procesal
Como expresáramos en el punto a) "Anteceden- De acuerdo con ello, el director a quien se sindica
tes" cuando las a4toridades comenzaron a atribuir como responsable debe contar con las mismas garan-
responsabilidad solidaria, la entidad acotadora se limi- tías que el Código otorga a las empresas contribuyen-
taba a indicar los nombres de los directores que por tes, de manera que tendrá el plazo de 30 días útiles
ese solo hecho eran considerados responsables y ocu- para interponer reclamación sin que deba pagar el
rrió, en algunos casos, que el propio Banco de la Na- monto acotado ya que, como se sabe, si el recurso se

Thémis 7 30
presenta en tiempo hábil no opera la regla "salve et digo Tributario al limitarse a señalar que el director
repete"; asimismo, dispondrá del término probatorio reclamante "no puede alegar desconocimiento de las
previsto en el artículo 124 de dicho Código y, llegado omisiones... ", siendo así que tanto el Código como
el caso, podrá apelar ante el Tribunal Fiscal, etc. la jurisprudencia exigen que la entidad acotadora de-
muestre que el director ha actuado con deliberación
d) El nuevo Texto del Inciso 2o. del Artículo 7o. del y malicia, probanza que evidentemente no se da con
Código Tributario la simple afirmación de que los directores no podían
El Decreto Legislativo 300 modificó la norma ci- ignorar los adeudos tributarios de la sociedad porque
tada señalando que tienen la condición de responsa- se reunlan con frecuencia.
bles solidarios: "Los representantes por las deudas tri-
Para desvirtuar tal fundamento bastan·a con seña-
butarias que dejen de pagar maliciosamente por sus
lar que en ninguna de las reuniones "frecuentes" los
representados, respecto de los bienes que administren
directores trataron acerca de los adeudos tributarios,
o dispongan".
de manera que la presunción fiscal carece de sustento
Como se aprecia, el texto ha sustituido la palabra
"deliberadamente" por la palabra "maliciosamente".
Permitir que con el argumento esgrimido por la
Es nuestra opinión que con ello el legislador ha queri-
entidad acotadora se atribuya resporlSabilidad solida-
do acentuar la necesidad del carácter subjetivo del in-
ria a los directores importaría un serio retroceso en
cumplimiento para que éste pueda dar origen a la res-
este campo que, en el improbable caso de prosperar,
ponsabilidad. Si bien "deliberadamente" es con pre-
induciría a muchos directores a renunciar a sus cargos
meditación, "maliciosamente" es con "malicia" y ésta
porque podrían verse comprometidos sin razón algu-
es "calidad de malo, inclinación a lo malo y contrario
na en obligaciones cuantiosas.
a la virtud; calidad que hace una cosa perjudicial".
Se exige, pues, no sólo que exista intencionalidad Resulta curioso anotar que mientras el Tribunal
sino que ésta se encuentre guiada por el ánimo de per- "subjetiviza" la responsabilidad de los directores, la
judicar. Si no fuera porque tal carácter debe ser apre- entidad acotadora utiliza criterios "objetivizantes" ya
ciado -por lo menos en principio- por la Administra- que resulta ajeno a la lógica y al derecho atribuir res-
ción y el Tribunal Fiscal, podríamos afirmar que el ponsabilidad a los directores sosteniendo que ellos
legislador exige que los representantes se hayan colo- "debían tener conocimiento de los adeudos" cuando
cado, por lo menos, en el umbral del dolo. lo que corresponde es que las autoridades tributarias
prueben que los directores tenían tal conocimiento y
Esto tiene importancia porque corresponderá a la que intencionalmente y con fines perjudiciales deci-
Administración aportar las pruebas de tal inconducta dieron el no pago. Las resoluciones comentadas equi-
de un director, de manera que -con mayor razón que valen a sostener que asumir el cargo de director im-
antes- no bastará el simple incumplimiento objetivo porta haber decidido no pagar los tributos.
de la obligación por parte de la sociedad sino que ello
tiene que deberse a una actitud intencionalmente per- El Tribunal Fiscal ha sido muy claro al señalar
judicial de los directores de la misma. que "la responsabilidad tributaria no puede presumir-
se si no que debe ser consecuencia del examen de la
Con posterioridad a la modificación del texto, el
actuación del representante que acredite su partici-
Tribunal Fiscal ha declarado nula e insubsistente la
pación en la decisión de no pagar los tributos adeu-
Resolución de Primera Instancia que "no ha efectua-
dados ... " (R.T.F. 19886).
do las verificaciones pertinentes destinadas a probar la
existencia de deliberación y malicia al dejar de pagar Con una interpretación de este corte, sumada a la
la deuda tributaria" ( R.T. F. 19964 de 10.12.86). necesidad de notificar al director y al innegable dere-
Sin embargo, la Dirección General de Contribu- cho que le asiste de reclamar utilizando todas las ga-
ciones en pronunciamientos recientes (véase, entre rantías que otorga el Código Tributario, nosotros con-
otras, las Resoluciones O irectorales Nos. 00427 y sideramos que de producirse la notificación fuera del
00422 de 26 de febrero de 1987) señala que los di- término para la prescripción el director puede invo-
rectores de una sociedad son responsables por las deu- carla para oponerse a la cobranza.
das tributarias a cargo de ésta porque: "El directorio Por tales razones preocupa la forma en que el
tiene las facultades de representación legal. .. de con- Tribunal Fiscal se ha pronunciado en la Resolución
formidad con el Artículo 162 de la Ley General de 19886, citando el articulo 1196 del Código Civil
Sociedades ... ". según el cual "los actos mediante los cuales el acree-
dor interrumpe la prescripción contra uno de los deu-
"El directorio. tenía por costumbre llevar a dores solidarios ... surten efectos respecto de los de-
cabo sus sesiones con frecuencia por lo que el recu- más deudores ... ". Allí parece llegarse a la conclusión
rrente no puede alegar desconocimiento de las omi- que notificada la sociedad contribuyente e interrum-
siones tributarias ... ". pido por lo tanto el término prescriptorio que venía
Como se aprecia, la entidad acotadora de un lado corriendo en favor de ella tal notificación interrumpe
hace bien al referirse al directorio como "representan también la prescripción que favorecía al director a
te" de la sociedad. pero -evidentemente- viola el Có quien se atribuye responsabilidad.

31 Thémís 7
Obsérvese que si bien la cita del Código Civil no las autoridades notifican a la empresa y a pesar que el
es impertinente en tanto que puede aplicarse suple- ex -director no tenga noticia alguna sobre la preten-
toriamente de acuerdo con la norma X del Título sión fiscal. Si ello fuera así carecería de sentido la
Preliminar del Código Tributario, debe tomarse en exigencia de poner la obligación en conocimiento del
cuenta que la solidaridad en materia civil tiene con- presunto responsable.
notaciones distintas de la regulada específicamente
para el campo tributario. En efecto, hemos señalado De prosperar este temperamento bastaría que la
insistentemente que de acuerdo con la doctrina, con entidad acotadora notifique a la empresa para que
nuestra ley positiva y la jurisprudencia, los directores ello interrumpiera la prescripción respecto de perso-
no pueden ser considerados responsables solidarios en nas que ignoran la responsabilidad que se les puede
forma automática, por el solo hecho de haber sido atribuir y a las que tal entidad podría ni siquiera ha-
elegidos como tales, sino que la entidad acotadora ber identificado.
debe demostrar que han actuado con intencionalidad
maliciosa. En cambio, la posición que se infiere de la resolu-
ción sí podría ser aplicable, por ejemplo, a los condó-
De ello se sigue que el simple incumplimiento tri- minos de un inmueble respecto del Impuesto al Valor
butario de la sociedad no convierte a los directores en del Patrimonio Predial originado en dicho inmueble.
responsables solidarios y que, por lo tanto, la notifi- En este caso se trata de ca-contribuyentes donde la
cación a dicha sociedad no puede interrumpir la pres- responsabilidad es solidaria en forma "original" y
cripción que podrla estar corriendo en favor de tales donde, por lo tanto, la notificación a cualesquiera de
directores. En efecto, si el principio es que la inte- tales condóminos interrumpe la prescripción que ve-
rrupción de la prescripción respecto de un deudor nía corriendo en favor de los demás.
solidario la interrumpe para los demás ello supone
como requisito previo que el director tenga la condi- La misma tesis podría aplicarse respecto del cura-
ción de responsable solidario. Por lo tanto la notifi- dor y curado con relación a los tributos en que éste es
cación a la empresa interrumpirá la prescripción que contribuyente o entre el sujeto pasivo de derecho y el
corrla para el director si él ha sido previamente cali- agente de retención que no cumplió con practicar tal
ficado como responsable solidario. Para los fines de retención.
tal calificación -como ya se indicó- se debe poner
en su conocimiento la resolución que le atribuye esa En todos estos casos resulta pertinente remitirse
calidad la misma que para surtir efecto tiene que ser al articulo 1196 del Código Civil, pero tratándose de
cursada dentro del plazo de prescripción. los directores la norma es manifiestamente inaplicable
porque la solidaridad de éstos está supeditada a la
Por lo tanto consideramos que es erróneo aplicar concurrencia de la serie de requisitos que hemos
la regulación del Código Civil para el caso que nos enunciado lo que debe ser materia de investigación y
ocupa. La solidaridad a que se refiere dicho Código es probanza por la entidad acotadora.
''originaria"; esto es el responsable conoce de su con-
dición desde el principio por haber asumido una deu- Sostenemos, por lo tanto, que de acuerdo con el
da en esa calidad (contratista y subcontratista en el Código Tributario y con la jurisprudencia, la notifica-
contrato de obra, los fiadores; los mandantes plurales ción a la sociedad deudora o a ciertos directores de
frente al mandatario común, etc.). En cambio la res- esa sociedad no interrumpe la prescripción que pudie-
ponsabilidad del director está supeditada a que se ra favorecer a otros directores que no han sido notifi-
acredite que efectivamente actuó con la intención cados ya que, en principio, no existe responsabilidad
maliciosa que le atribuye la Administración, la mis- solidaria; ésta no es inevitable sino que necesita ser
ma que debe notificarlo a fin de que el interesado declarada después de escuchar en el proceso a la per-
pueda alegar lo que creyera conveniente a su derecho. sona a quien se le atribuye. El derecho del Fisco a
exigir el pago a los directores prescribe, individual-
Es indiscutible que tal notificación tiene que mente, respecto de cada uno de ellos, quienes deben
efectuarse dentro del plazo prescriptorio a que se re- ser notificados personalmente porque pueden ser dis-
fiere el articulo 39 del Código Tributario porque de tintas las razones que cada uno de ellos alegue para
lo contrario se llegaría a la absurda ~onclusión de que demostrar que no actuaron con la intención maliciosa
no corre el término prescriptorio respecto de quien que es el supuesto esencial exigido por la ley para la
dejó de ser director hace mucho tiempo, sólo porque atribución de responsabilidad solidaria.

Thémis 7 32
De los actos de comercio a la noción
jurídica de empresa en la realidad peruana

Pedro A. Flores Polo


Gerente General de la Cámara de Comercio de Lima.

Uno de los temas más apasionantes que existen como elemento necesario para la intensifi.;:ación de
hoy en los campos del Derecho Económico, Derecho la industria, de la producción y del consumo, según
Empresarial y Derecho Comercial es el problema del acota nuestro distinguido maestro, Andrés León
concepto y definición de la "empresa", su naturaleza Montalbán.
jurídica y los fundamentos jurídicos de la "empresa" Si nos remitimos al Código de Comercio de 1902,
como institución. Como acota el maestro venezola- en el artículo lo., cuando se trata sobre quiénes son
no Alfredo Morles Hernández, a nivel mundial ni "comerciantes" y se habla de: "Las compañlas mer-
siquiera existe uniformidad en la terminología que cantiles o industriales que se constituyeren con arre-
utilizan los autores al referirse a la "empresa". Hay glo a este Código"; y cuando en el artículo 2o., in
-dice- notables excesos conceptuales donde los fine, se dice: "Serán reputados actos de comercio, los
autores abusan de las concepciones abstractas, a tal comprendidos en este Código y cualesquiera otros de
extremo que algunos expertos, como el venezolano naturaleza análoga", ahora, 85 años después, en 1987,
Mármol Marquis, citando a Asquini, concluye en que: podemos advertir cómo el legislador de aquel enton-
"pudiera suceder que el lector terminara por pregun- ces intuía el formidable desarrollo que iba a adquirir
tarse si la empresa realmente existe". Agréguese a ello el comercio como fenómeno económico cuyas pro-
las corrientes de unificación del Derecho Mercantil al yecciones ya no se limitarían al simple intercambio
Derecho Civil, o a la inversa, que permiten tomar co- de bienes y servicios con propósito de lucro, sino que
mo eje conceptual al "acto de comercio". ya en aquel entonces abarcaba a "las industrias", o
En este artículo, partiendo del estudio de la rea- sea, las empresas encargadas de la transformación de
lidad peruana, exponemos algunas reflexiones con la la riqueza, y a muchas otras formas de actividades
finalidad que sirvan como un punto de partida para productivas que tienen relación con los diversos pro-
intentar una solución a un problema que en nuestro cesos del fenómeno económico, de la producción, cir-
país también es objeto de agudas divergencias, pero culación, distribución y consumo de la riqueza.
que en nuestra opinión se contrae a cuestiones de
forma y no de fondo, porque para nosotros la em- La Exposición de Motivos del Código de Comer-
presa existe como realidad y como instituto jurídi- cio, respecto del artículo 2o., sobre el problema de la
co desde muchos años atrás, a tal punto que la "co- determinación de cuáles son los actos de comercio y
munidad laboral" que dejaron los militares en la úl- cuáles no, decía: "Verdad es que el concepto que ha
tima dictadura (1968-1980) es una de las expresiones formado del Derecho Mercantil el nuevo Código, exi-
más peruanas de la llamada "reforma de la empresa". ge para su completo desarrollo la determinación, por
Las bases jurídicas de la empresa en el Perú están parte del legislador, de una regla o patrón que sirva de
perfectamente establecidas en la Constitución de criterio a los particulares, y a los tribunales para deci-
1979. dir en cada caso concreto lo que debe entenderse por
acto de comercio. Pero esta determinación constituye
1. DE LOS "ACTOS DE COMERCIO" A LA uno de los problemas más difíciles de la ciencia mo-
NOCION DE "EMPRESA" derna. Así, la Comisión ha ensayado la redacción de
La noción jurídica de "empresa" nació con los varias fórmulas, fundadas unas en el sistema de una
actos de comercio y circunscrita a la "empresa mer- definición científica, y calcadas otras en la idea de
cantil", o sea, la actividad económica jurídicamente una enumeración de todos los actos comerciales. Este
organizada que tenía por objeto la circulación de la último método, seguido por el Código Italiano, aun
riqueza. Así la recibió nuestro Código de Comercio en el supuesto de que fuera completa la lista de las
de 1902, copiándose los fundamentos del Código operaciones mercantiles, ofr~cería siempre el incon-
Español de 1885, considerando a la riqueza misma veniente de cerrar la puerta a combinaciones hoy des-

33 Thémis 7
conocidas, pero que pueden fácilmente sugerir el in- una sociedad anónima con el objeto de prestar servi-
terés individual y el progreso humano, según atesti- cios profesionales de cirugla cardio-vascular o de neu-
gua elocuentemente la historia de los últimos cin- ro-oftalmologla; o de comercialización mayorista de
cuenta años. Y en cuanto al primer método, sobre un grupo de fabricantes; o de una empresa dedicada a
que ya es antiguo dogma jurídico, que toda defini- la recuperación de minerales; o de una sociedad anó-
ción en Derecho es peligrosísima, la discusión de nima que explote el giro de bingos o juegos de azar o
cuantas fórmulas han sido presentadas, ha puesto en esté afecta al pago de licencias especiales de policía y
relieve que en sus términos generales se comprendían que pague impuesto a la renta bajo cifras estimadas.
actos de la vida civi 1, que en manera alguna caben en En forma inconsciente se ha venido consagrando la
la categoría de comerciales. La Comisión, en vista de idea de que todo aquello con carácter mercantil tiene
tales dificultades, se decidió al fin por una fórmula contenido empresarial cuando se practica de modo
práctica, exenta de toda pretensión científica; pero habitual, organizado, bajo una estructura legal deter·
tan comprensiva, que en una sola frase enumera o re- minada.
sume todos los contratos y actos mercantiles cono- La evolución del concepto de "acto de comer-
cidos hasta ahora, y tan flexible, que permite la apli- cio" nos permite sostener que en nuestro pals el De-
cación del Código a las combinaciones del porvenir. recho Mercantil se ha venido enfocando desde el pun-
Acontece a menudo que es muy difícil, por no decir to de vista de la empresa para desembocar en la actua-
imposible, abarcar en una definición o en una clasifi- lidad ante una realidad tlpicamente empresarial que
cación hecha a priori, un orden determinado de fe- sigue dos grandes modalidades: 1) empresario indivi-
nómenos o hechos jurídicos que, sin embargo, es cosa dual; 2) empresario colectivo.
fácil clasificarlos a posteriori, y distinguir su verdade-
ro carácter a medida que se van presentando. Ni los 2. EL "FACTOR HUMANO", EL "FACTOR
tribunales, ni los comerciantes han vacilado en califi- CAPITAL" Y EL "FACTOR POLITICO" EN EL
car de actos de comercio las nuevas combinaciones y CONCEPTO ACTUAL DE "EMPRESA"
efectos mercantiles inventados en los últimos tiem-
pos, cuando realmente han tenido ese carácter; y por La función económica del "empresario" -afirma
esto la Comisión, fiando más que en la ciencia, en el el maestro mexicano Mario Bauche Garcla Diego- es
buen sentido, ha declarado que son actos de comer- la de "organizar los elementos de la producción" (ca-
cio, tódos aquellos que menciona el Código y cuales- pital y trabajo). La importancia de esta función es tan
quiera otros de naturaleza análoga; dejando la califi- grande que se ha llegado a afirmar que el "único fac-
cación de los hechos, según vayan apareciendo en la tor de la producción es el empresario", mientras que
escena mercantil, al buen sentido de los comerciantes el capital y el trabajo son simples medios de la pro·
y a la experiencia y espíritu práctico de los jueces y ducción" 1 . Compartimos la primera premisa; dis·
magistrados". crepamos absolutamente de la segunda; y queremos
La misma disyuntiva que se les planteó a los que completar el esquema, a nuestro modo de ver, aña·
elaboraron la Exposición de Motivos del Código de diendo el "factor polltico" como uno de los elemen-
Comercio en 1902, se les presenta ahora a quienes tos que, en nuestra realidad, componen el proceso
buscan los fundamentos jurídicos de la "empresa" a productivo mirado a la luz del concepto jurídico de
nivel mundial, en 1987, con la diferencia sustancial empresa. Este aspecto "poi ítico" debe entenderse
de que hoy nadie discute en lo relativo a la realidad como el marco institucional donde actúa el empresa·
peruana que el marco de la empresa comercial le ha rio; donde se desarrolla la empresa. Economía social
servido de referencia a la empresa en general para que de mercado, según nuestra Constitución.
construya su estructura y normativa y vaya elaboran- Pasada la 2da. Guerra Mund ia 1 y sobre la base del
do su teoría general de relieve jurídico y con marcado extraordinario desarrollo de la sociedad anónima y de
corte económico. negocios que en torno a ella pueden explotarse, orga-
nizarse y desarrollarse, se advierte que el listado de
La jurisprudencia de la Corte Suprema ha venido comercio de bienes y servicios traspasa los 1 imites de
precisando desde 1902 qué negocios entran en el la circulación de la riqueza y entra a otros campos de
marco del artículo lo. del Código de Comercio, y se la actividad económica, involucrando fenómenos de
ha ido pasando de una posición mercantilista y muy explotación de recursos naturales en la fuente de pro·
limitativa, donde una empresa agrícola o inmobilia· ducción, como la actividad minera en sus múltiples
ria, o ganadera, no podía calificarse como de natura- formas hasta actividades de circulación que abarcan
leza jurídico-mercantil, hasta la fecha, en que nadie muchos países y continentes, dando forma a las "em-
se preocupa de estas disgresiones de tipo tradiciona- presas multinacionales de transporte, financieras, ser-
lista, y por tanto, superadas, porque la realidad es vicios, tecnológicas, etc. Hemos pasado del acto de
poderosa y supera a la ley, la misma que decae y comercio ( 1902) a la "unidad de producción" ( 1987)
muere, ante nuevos requerimientos de la dinámica
socio-económica. En 1902 no se podía concebir que Pero la noción de empresa que estaba subyacente
entre los actos de comercio se incluya el negocio de en el acto de comercio, con el transcurrir del tiempo,

1. Bauche Garcia, Diego Mario:" La Empresa". Ed. Porrúa S.A., Méx·,co 1977.

Thémis 7 34
desde 1902 a la fecha, ha ido tomando otros elemen- tinentes sobre contrato de sociedad mercantil que
tos del proceso productivo que le han marcado p•o- contenía el Código de Comercio de 1902 (Artículos
funda huella en su contenido conceptual, como son 124o. a 181o., 211o. a 236o. y 958o. a 960o.); Ley
los elementos: 1) capital; 2) trabajo; 3) recursos na- también de corte exclusivamente capitalista, donde
turales; 4) marco político e ideológico. Suficiente con no se menciona en lo absoluto al trabajador, salvo la
revisar los subtítulos del Título 111 del Régimen Eco- pálida referencia contenida en el artículo 119o. sobre
nómico de nuestra Constitución Política, del artículo "títulos de goce" o "participaciones acordadas a los
11 Oo. al artículo 163o. Se trata sobre los recursos trabajadores", pero sin reconocerles carácter de "ac-
naturales, la propiedad, la empresa, la hacienda públi- ciones", es decir, sin permitirles injerencia alguna en
ca, la moneda y la banca, el régimen agrario y lasco- el capital de la empresa o sociedad. La figura contrac-
munidades campesinas. Todos estos rubros están re- tual más difundida por esta Ley No. 16123 es la so-
feridos, de un modo u otro, al contenido conceptual ciedad anónima, forma societaria que no ha sido su-
de la empresa. perada hasta hoy en el mundo occidental; mucho me-
Haciendo una revisión rapidísima del tratamiento nos en nuestro país, pese a los intentos de la dicta-
del "factor trabajo" y del "factor capital" antes de la dura militar de 1968 a 1980, dentro del marco de la
Constitución de 1979, apreciamos que en el Código llamada "reforma de la empresa".
de Comercio de 1902 se les considera a los trabajado- Parece que los legisladores y los empresarios en
res ya como comisionistas u otras formas del "man- nuestro país se olvidaron de que somos parte inte-
dato mercantil", bajo las denominaciones de "facto- grante de la cultura occidental y que los tiempos iban
res, dependientes y mancebos" (Arts. 275 y sgtes.). cambiando. En la década del 60 se comienza a vivir
Estas normas eran aplicables no sólo a los negocios la corriente de "socialización de la empresa" o socia-
comerciales sino a los industriales, de servicios, agrí- lización de los medios de producción. 1nclusive, la
colas, bancarios, mineros; y así sucesivamente se fue Iglesia Católica formula expresiones tangibles de re-
extendiendo su campo de acción, porque estábamos forma en el tratamiento del capital y del trabajo, abo-
ante los albores del concepto de "empresa" en nues- gándose por la dignificación del trabajador y por una
tro país; y el Derecho regula y reposa en normativa participación más justa en la distribución de la rique-
sobre hechos que tienen trascendencia jurídica, y lo za. Los modelos socialistas de economía centralmen-
que estamos recordando son hechos con trascenden· te planificada comienzan a infiltrarse profundamente
cia jurídica en la vida empresarial peruana, marcada· en la estructura empresarial occidental y en nuestro
mente mercantil hasta la Constitución de 1979, con país los militares resultan subyugados por el "modelo
sus antecedentes desde 1968 a 1980 que fueron lla- yugoeslavo", y nos encontramos con el Gobierno Re-
mados por los militares como expresiones de la refor- volucionario de la Fueza Armada que impone los mo-
ma de la empresa. delos exóticos de la Comunidad Laboral y de la Em-
Estas normas del Código de Comercio de 1902 presa Autogestionaria, sin consultarle a los protago-
fueron superadas por la legislación laboral, cuyo es· nistas del proceso empresarial, es decir, a los empre-
pectro fue creciendo en la medida en que fue dismi- sarios y a los trabajadores, y por ello su rotundo fra-
nuyendo el carácter objetivo de la empresa mercan- caso, con las consecuencias de atraso para el desarro-
til para dirigirse más hacia el hombre, como agente llo socio-económico del país.
y fin de la producción. Las normas sobre Comunidad 1ndustrial, Comu-
nidad Minera, Comunidad Pesquera, Comunidad de
En 1959 se promulgó la Ley No. 13270, Ley de
Telecomunicaciones y sus correlativas Comunidades
Promoción 1ndustrial, a la que podemos calificar co-
mo la primera expresión tangible del Derecho Empre· de Compensación, junto con las Empresas de Propie-
sarial Peruano, porque define a la "empresa indus- dad Social, constituyen los ejemplos más claros de la
trial" y regula el marco jurídico de su actuación, pero profunda intervención del Estado en la empresa pe-
sin considerar, en lo absoluto, al factor trabajo. Por ruana, a tal extremo que los militares le llaman a este
eso se le califica como una ley exclusivamente de cor· proceso "reforma de la empresa"; y en la práctica ello
te ca pita 1ista; es decir, referida, orientada, guiada sólo se traduce en la admisión forzosa de la Comunidad
en función del factor capital. Su artículo 3o. decía: Laboral como socio obligatorio en la empresa priva-
"Se denomina 'empresa industrial' o simplemente da, a título de cogestión, o sea, participación en la
'empresa', a la persona natural o jurídica que ejerce propiedad, en la dirección o gestión empresarial, y
una detf!rminada actividad económica que, por su fi- en las utilidades de la empresa. Todo ello, en fun-
nalidad, está amparada por esta Ley de Promoción ción del factor trabajo. Pero, a los trabajadores no
Industrial, con la amplitud o con las limitaciones que se les hizo participar democráticamente en la elabo-
ella determina". Se identifica a la empresa con su titu- ración de estas "reformas"; tampoco a los empresa-
lar, sea persona individual o jurídica, pero siempre rios a quienes, por el contrario, se les satanizó y no
que ejerza actividad económica preponderantemente supieron hacer frente común y solidario a través de
industrial. No contiene esta ley ninguna norma referi- sus instituciones representativas que fueron hostili-
da a los trabajadores de la empresa industrial. zadas por la dictadura.
Esta es una realidad que los peruanos no pode-
E:11966 se promulgó la Ley No. 16123, Ley de mos pasar por alto porque hemos vivido dentro de
Sociedades Mercantiles, derogándose las normas per- sus marcos desde octubre de 1968 hasta 1980, y son

35 Thémis 7
más de diez años de vida jurídica, aunque sea bajo los La doctrina y legislación comparadas, así como
dictados de un gobierno de facto, pero esa vida jurí- la realidad de las empresas en otros países, desarro-
dica y esa reforma de la empresa hecha por los mili- llados y subdesarrollados, nos puede servir como re-
tares ha dejado una huella profunda en la historia ferencia, pero nunca para copiarnos el esquema de
jurídica, económica y política del Perú_ Y estas ex- fondo, porque de ser así (como estamos acostum-
presiones las hemos dejado escritas en nuestra pro- brados, la ley iría contra la realidad; a espaldas de
ducción bibliográfica elaborada en plena época de la realidad. Joaquín Garrigues 2 afirma que los inves-
la dictadura, porque siempre hemos sido amigos de tigadores buscan en vano un concepto jurídico de la
llamar a las cosas por su nombre. empresa que refleje su unidad económica como or-
ganismo vivo, y para obtenerlo pretenden recondu-
Como abogados hemos advertido, también, que cir a unidad jurídica los distintos elementos de la
el llamado "modelo económico pluralista" que fue empresa. Como dice Montoya Manfredi, la empresa
la conclusión del proceso de reforma de la empresa es un "conjunto organizado de elementos heterogé-
ejecutado por la dictadura militar, ha quedado im- neos", unidos por el vínculo de la "identidad de des-
preso en el artículo 112o. de la Constitución Polí- tino económico", agrega. Mas, nosotros considera-
tica de 1979, y que se traduce en el principio que mos que los doctrinarios deben solucionar su proble-
dice: "Art. 112o.- El Estado garantiza el pluralis- ma partiendo de su propia realidad, y bajo dos con-
mo económico. La economía nacional se sustenta clusiones generales en las que podemos coincidir, y
en la coexistencia democrática de diversas formas de que precisa el maestro español Garrigues: 1) La im-
propiedad y de empresa. Las empresas estatales, pri- posibilidad de encajar actualmente a la empresa en
vadas, cooperativas, autogestionarias, comunales y de los cuadros y nomenclaturas tradicionales del Dere-
cualquier otra modalidad actúan con la personería cho; 2) La plena coincidencia del Derecho y la Eco-
jurídica que la ley señala de acuerdo con sus carac- nomía en la definición de empresa como organiza-
terísticas". Los constituyentes de 1979 recogieron la ción de elementos heterogéneos movidos por la idea
mayor parte de los esquemas sobre reforma de la rectora del empresario y por la actividad de éste y la
empresa que desarrollaron los militares desde 1968 de sus colaboradores.
hasta 1980.
Por su parte, el artículo 56o. de la Constitución 3_ LA CONSTITUCION DE 1979 Y SU
resume la "conquista de los trabajadores" durante el DEFINICION JURIDICA DE LA "EMPRESA"
período de "reforma de la empresa", y la dignifica- En nuestra opinión, e independientemente de
ción del factor trabajo dentro del llamado "pluralis- las inquietudes y dudas doctrinarias, remitiéndonos
mo económico". Su texto dice: "Art. 56o.- El Es-
a nuestra realidad económica y empresarial, que es lo
tado reconoce el derecho de los trabajadores a parti-
que trasciende al mundo jurídico, consideramos que
cipar en la gestión y utilidad de la empresa, de acuer-
para definir jurídicamente a la "empresa" debemos
do con la modalidad de ésta. La participación de los
partir de la Constitución Política de 1979 en cuyo
trabajadores se extiende a la propiedad en las empre-
artículo 130 se le define jurídicamente, aunque mu-
sas cuya naturaleza jurídica no lo impide".
chos sostienen que esta definición es "económica"
Nadie puede negar que el concepto de "empre- antes que jurídica, pero que nosotros sepamos, la
sa" en el Perú ha tenido un largo recorrido de conso- Constitución es la máxima expresión jurídica de un
lidación y de transformaciones radicales desde 1902 país y a ella nos atenemos.
hasta la fecha ( 1987). constituyendo un capítulo a- Muy distinto es que para el analista, la definición
parte, desde 1968 hasta 1980; y de allí para adelan- constitucional no satisfaga sus exigencias jurídicas, o
te, el crecimiento formidable, desarticulado y polé- que no reuna los elementos que tradicionalmente re-
mico de la empresa estatal, todo ello marcado por la coge una definición jurídica; eso es otra cosa, pero,
impronta mercantil que parte del acto de comercio a la fecha, para avanzar la construcción del Derecho
y evoluciona hacia el concepto de "empresa". Empresarial Peruano tenemos que partir, indefecti-
blemente, de la definición del artículo 130.
Como puede apreciarse, nuestra realidad empre-
sarial ofrece un universo de hechos jurídicos y eco- El numeral ya mencionado dice: "Artículo 130o~
nómicos concretos, bien definidos, porque las em- Las empresas, cualquiera sea su modalidad, son uni-
presas están allí, vivas, y siguen desarrollándose, al dades de producción cuya eficiencia y contribución
amparo de la Constitución y bajo formas societa- al bien común son exigibles por el Estado de acuer-
rias que presta el Derecho Comercial. El problema do con la ley".
doctrinario es importante; pero aparente, a nuestro
modo de ver. Sólo falta en el Perú una Ley de Bases En la bibliografía nacional, escasa todavía en lo
de la Empresa, donde se precisen y desarrollen los que respecta a nuestra Constitución encontramos el
lineamientos básicos que contienen la Constitución comentario de Chirinos Soto, quien dice: "La defini-
y las leyes vigentes. ción constitucional de empresa con la que aquí trope-

2. Garrigues, Joaquín: "Curso de Derecho Mercantil". Ed. Porrúa S.A., México 1977.

Thémis 7 36
zamos es probablemente anticientífica. En todo caso, responsables, en parte importante, del grave déficit
me parece innecesaria" 3 que viene arrastrando nuestro Presupuesto General de
la R epúb 1ica.
Miguel Mena, coincide con nosotros y concluye
en que la afirmación de Chirinos Soto carece de sus- A las empresas públicas o estatales no se les apli-
tento legal. "Podríamos aceptar que la redacción del ca en forma rígida el mecanismo burocrático del con-
Artículo 130o. no es perfecta; pero, discrepamos en trol y congelación de precios; ellas suben sus precios
cuanto se sostiene que es una definición anti-técnica cuando quieren y como quieren, y como gozan en al-
o innecesaria. Si por anti-técnica se ha querido decir gunas áreas de producción de cierta especie de mono-
que no es propio de la técnica constitucional la inclu- polio, no le queda al empresario privado otra cosa
sión de definiciones; de acuerdo, pero aún así, el a- que someterse a sus exigencias y pagar sobreprecio,
sunto es que, en realidad, el artículo 130 de la nueva para subsistir; al final, quien paga es el consumidor y
Carta no define a la empresa como instituto jurídico; esto acelera la inflación y el país sale perdiendo.
simplemente se limita a una característica económica
de la empresa (cualquiera sea su modalidad): "medio El mismo artículo 112o. de la Constitución dice
de producción", y dos finalidades que deben cumplir que la economía nacional se sustenta "en la coexis-
todas las empresas, de ahora en adelante; a) eficiencia; tencia democrática de diversas formas de propiedad y
y, b) contribución al bien común. Establece deberes de empresa". Y enumera, a continuación, las diversas
jurídicos que, si no se cumplen hacen pasibles de san- formas de propiedad y empresa, a través de realidades
ción a sus infractores". que conocemos perfectamente, como son: 1) empre-
sa estatal, que puede ser propiedad total o parcial del
En concordancia con este precepto 130o. debe- Estado; 2) empresa privada, que es propiedad de par-
mos remitirmos al artículo 112o. que dice: "Artículo ticulares; 3) empresa cooperativa, que es propiedad
112o.- El Estado garantiza el pluralismo económico. de las cooperativas y de sus socios, idealmente; 4) em-
La economía nacional se sustenta en la coexistencia presa autogestionaria, o empresa de "propiedad so-
democrática de diversas formas de propiedad y de cial", creadas en la proyección idealista de la dicta-
empresa. Las empresas estatales, privadas, coopera- dura militar de 1968-1980, y cuya concepción fraca-
tivas, autogestionarias, comunales y de cualquier otra só por resultar extraña a nuestra id iosincracia; 5) em-
modalidad actúan con la personería jurídica que la presa comunal, que se aproxima a las Comunidades
ley señala de acuerdo a sus características". Campesinas o Nativas, para impulsar su proyección
agropecuaria; 6) empresa de "cualquier otra modali-
Nada más claro para concluir, en principio, que
dad". En este último rubro anotamos a la "empresa
para nosotros, los peruanos, la empresa está jurídi-
informal", que según algunos tiene el 60 o/o de la
camente definida, "cualquiera sea su modalidad",
producción empresarial total del país.
como "unidades de producción" que tienen que
cumplir tres requisitos fundamentales: 1) ser efi- Todas estas formas de propiedad y de proyec-
cientes; 2) contribuir al bien común; 3) someterse a ción empresarial que define el artículo 112o. de la
la ley. Este marco general concuerda con la orienta- Constitución Política del Perú "actúan con la per-
ción humanista de la Carta, donde "la economía es- sonería jurídica que la ley señala de acuerdo con sus
té al servicio del hombre y no el hombre al servicio características"; ello significa, en nuestro modo de
de la economía", como reza el Preámbulo. ver, el reconocí miento formal de la personalidad
jurídica de la empresa, a nivel constitucional, con
En lo jurídico, estas "unidades de producción"
independencia de las personas naturales que la inte-
que define el artículo 130 de la Carta Fundamen-
gran y de la forma societaria o modalidad grupal que
tal, deben actuar y realizarse dentro del marco que
adopte.
delimita el artículo 112o., es decir, dentro de un
marco de "pluralismo económico", que no admite Nos ha animado a profundizar nuestra reflexión
paternalismos ni preferencias, como sucede en la rea- en este punto la lectura analítica de las reflexiones de
lidad que vivimos, en que ciertas empresas, como las nuestro apreciado amigo y colega, Fernando Vidal
estatales y las cooperativas (las de producción agra- Ramírez quien dice: "Conferirle personalidad jurídi-
ria azucarera), reciben un trato especial y privilegiado ca a la empresa supone aceptar su autonomía y exis-
frente a las empresas privadas. Por ejemplo, a partir tencia propias, dándole cabida en la gama de perso-
de agosto de 1985, implementado el control de pre- nas jurídicas, no requiriendo de un titular pues ella
cios como forma de luchar contrG la inflación, y bajo misma se constituiría en sujeto de derecho. No es ésta
el nombre peyorativo de "congelación de precios", las la posición del Derecho Positivo, lo que no obsta para
empresas privadas sufren una serie de dificultades pa- que la doctrina formule diversos planteamientos teó-
ra producir, comprar y vender, y para "coexistir" ricos con la finalidad de encontrar una explicación sa-
democráticamente con las empresas estatales, que tisfactoria y sustentable por quienes quieren encon-
gozan del proteccionismo oficial, pese a que son las trar subjetividad en la empresa e incorporarla a la

3. Chirinos Soto, Enrique: "La Nueva Constitución al alcance de todos". Editorial Andina S.C.R.L., Lima 1979, p. 136.
4. Mena, M1guel· "La Empresa en el Perú". Cultural Cuzco S.A., Lima 1986.

37 Thémis 7
gama de entes dotados de personalidad jurldica. Sin Comercio de 1902, le presta a las empresas para que
embargo, y como excepción, se da el caso de la em- adquieran personerla jurídica y forma legal; además,
presa individual de responsabilidad limitada, a la que se incluye a la Empresa Individual de Responsabilidad
Lucrecia Maish -a quien rindo emocionado recuerdo Limitada, normada por el Decreto Ley No. 21621; al
ante su trágica desaparición flsica en el movimiento modelo "reformado" de la sociedad anónima que re-
sísmico que asoló a la ciudad de México- dedicó en- cibe al socio obligatorio que es la Comunidad Labo-
jundioso estudio que la convirtió en precursora en el ral; a las transnacionales, que tienen como marco de
Perú". acción las relaciones empresariales internacionales; y,
"En la empresa individual de responsabilidad limi- en general, a cualquier otra forma societaria o de
tada, la empresa está dotada de persona 1idad j ur (d ica agrupación empresarial normada por la ley, inclusive
distinta a la de la persona natural que la funda y, co- las sociedades civiles tan mal reguladas por la Ley Ge-
mo señala Montoya Manfredi, se deja a salvo la res- neral de Sociedades (Decreto Legislativo No. 311)
ponsabilidad patrimonial unitaria del titular de la em- porque se les reconoce su fin preponderantemente
presa. Torres y Torres-Lara, quien se ha constituido económico siempre "que no constituya especulación
en el Perú en uno de los más caracterizados impulso- mercantil", o mejor dicho, que no persigan fines em-
res de la subjetividad autónoma de la empresa, en- presariales, lo que en esta época resulta contradictorio
cuentra en esta forma de organización empresarial el y absurdo.
inicio del reconocimiento a la empresa de una perso-
nalidad propia y diferente de la de su titular". 4. CONCLUSIONES
"Con la salvedad, pues, de la empresa individual En conclusión, por ahora, podemos afirmar -con
de responsabilidad limitada y con precisión en cuan- Rodrigo Urla- que la empresa, partiendo de nuestra
to a que sólo en ella la empresa ha adquirido una per- Constitución de 1979 es un modo de actividad econó-
sonalidad jurldica propia, consideramos que, por lo mica o "unidad de producción"; "actividad organiza-
menos en el Perú, en el estado actual del Derecho Po- da", como sostiene el colombiano Gabino Pinzón;
sitivo, se mantiene la distinción entre el sujeto titular plasmado todo ello en una realidad socio-jurídica
de la empresa y aquello que constituye la empresa, la compleja y en constante cambio y perfeccionamiento;
que sigue siendo, para el ordenamiento jurldico, en bajo la forma jurldica o no del negocio individual o
expresión de Montoya Manfredi, un conjunto hetero- de las sociedades comerciales, ya sea que la empresa
géneo de diversos elementos". 5 sea legítimamente organizada o que esté actuando en
Discrepamos fraternalmente con Fernando Vidal la "informalidad" como decimos en el pals para no
decir "al margen de la legalidad" porque ni paga im-
y acompañamos en sus conclusiones a Carlos Torres y
Torres-Lara, quien sostiene, al igual que nosotros, des- puestos ni cumple obligaciones sociales, pero tiene
trascendencia a nivel de las cuentas nacionales y del
de muchos años atrás, que la empresa en el Perú tiene
personalidad propia y diferente a la de su titular, tal Producto Bruto Interno, ya que moviliza mucho dine-
como sucede con la Empresa 1ndividual de Responsa- ro.
bilidad Limitada (El RL) normada por el Decreto Ley
Sostenemos que el concepto y definición jurídica
No. 21621 del 14 de setiembre de 1976, y concebida
de "empresa" como problema insoluble hoy muy dis-
como una figura jurídica nueva en el Perú, establecida
cutido por los tratadistas, no es sino un espejismo, ya
en atención a la realidad social, política, económica y
que todas las empresas legalmente establecidas en el
empresarial que siempre ha buscado -en nuestro me-
Perú y las que actúan informalmente tienen sus oríge-
dio- una solución al problema de la responsabilidad
nes -directa o indirectamente- en el "acto de comer-
en el manejo de los negocios, para diferenciar el pa-
cio", que define el artículo 1o. del Código de Comer-
trimonio del titular de la empresa, del patrimonio em-
cio y han adoptado el ropaje jurídico o la estructura
presarial afectado a la empresa misma. Además, todas
del negocio individual o de las sociedades mercantiles
las empresas legalmente establecidas en el Perú y que
o civiles. Las bases económicas, jurídicas y sociales de
actúan bajo alguna forma de sociedad comercial o ci-
la "empresa" en el Perú de hoy (1987) están en el ne-
vil tienen personerla jurldica distinta de la de sus so-
gocio o empresa comerciaL
cios o accionistas.
La afirmación anterior en el sentido de que bus-
Remitiéndonos siempre a nuestra realidad que es car otras explicaciones jurídicas a la realidad llamada
lo primero que debemos analizar y examinar con pro- "empresa" es un simple espejismo se comprueba ana-
fundidad, en todo problema jurídico, queremos pre- lizando hipotéticamente la evolución de una empresa
cisar que la Constitución deja abierta la personería ju- nacional que comenzó en 1920, por ejemplo, como
rldica de la empresa a la "que la ley señala de acuerdo simple negocio individual (amparado por el Código de
con sus características", y esto significa -a nuestro Comercio de 1902); en 1940 se transformó en socie-
modo de ver- que la Constitución se remite a cual- dad colectiva; en 1960 se transformó en sociedad anó
quiera de las formas societarias que la ley mercanti 1 nima, siempre al amparo de la ley comercial, pero tra·
establece y que desde la promulgación del Código de oajando en el negocio agropecuario (para hacer la

5. Vidal Ram1rez, Fernando· "La Concentración de las Sociedades Transnacionales y la Legislación Limitativa de su accionar en
el Perú", Separata de la Rev. Jurídica de Buenos Aires, 1986-11-111, Abeledo-Perrot.

Thémis 7 38
ejemplificación más ilustrativa) y se acogió en 1962 a núen usando la forma de sociedad anónima. Paralela·
la Ley No. 13270 (Ley de Promoción 1ndustrial), por· mente, en 1982, la principal se acoge a la nueva Ley
que incursiona a esa fecha en la actividad de transfor· General de 1ndustrias No. 23407 y adecúa su sección
mación de productos agropecuarios de uso industrial; de exportación no tradicional a las diversas leyes so-
en 1972 se ve obligada a ingresar al ciclo de "empresa bre esta materia, formando otra subsidiaria, bajo la fi-
privada reformada" que introdujo la Revolución de gura de sociedad anónima. Y así sucesivamente esta
Velasco, y tiene que cumplir con la legislación sobre empresa hipotética que hemos tomado como ejemplo,
comunidades laborales para admitir al socio obligato· debe seguir cumpliendo las diversas leyes sobre cues-
rio: "la comunidad industrial"; pero siguen los mis· tiones empresariales que se vienen dictando hasta la
mos socios de 1940 y ya no existe su socio fundador, fecha. Y lo que queríamos demostrar es que la misma
el comerciante individual de 1920; con el agregado de empresa o negocio individual que nació en 1920, bajo
que ahora a todo este esfuerzo productivo bien orga· la inspiración de la ley comercial, continúa viviendo
nizado, bajo la ley comercial, se le reconoce su carác· en 1987, o sea, al cabo de 57 años, con las mismas
ter de "empresa" y se le impone reformas. En 1975 personas que la fundaron más otros empresarios que
esta misma "empresa reformada" debió desprenderse se han ido incorporando como socios o simples inver·
de algunas secciones subsidiarias y acogerse, usando sionistas, y sigue siendo ahora una unidad de produc·
fórmulas tomadas de la Ley de Sociedades Mercanti· ción con forma de sociedad mercantil. Y es empresa,
les No. 16123, sometiéndolas a la legislación sobre Pe mejor dicho, es la proyección de un negocio indivi-
queña Empresa, porque a la empresa privada reforma- dual comercial, amparada por la Constitución de
da grande o mediana le resultó muy difícil subsistir 1979 donde se le define y se le pone requisitos para
subsistir en este período revolucionario caracterizado su actuación en el marco económico del país.
por modelos exóticos ajenos a nuestro tradicional es-
quema empresarial y democrático. Esta misma empre· Rechazando el espejismo teórico que hasta la fe-
sa originada al amparo de la ley comercial en 1920, si· cha causa dolores de cabeza a los tratadistas, retoma-
gue avanzando en su proyección histórico social, por· mos el asunto partiendo de la realidad de la empresa
que la empresa es como todo ser viviente, un ente des- en el Perú y sus bases constitucionales (que son clarí-
tinado a nacer y crecer, y expandirse, para en algún simas) y consideramos que ya es tiempo de consolidar
momento decaer y morir (disolverse y liquidarse) o nuestro Derecho Empresarial y a eso deberían dedi-
desdoblarse, para defenderse de la ley que pretende carse, entre otros menesteres, nuestros legisladores.
reformarla, limitándola, no dejándola desarrollarse a
su amplitud. Esta misma empresa en 1980 acoge algu- No creemos haber descubierto la pólvora con es-
nas subsidiarias al nuevo régimen de la Pequeña y Me- tas reflexiones; simplemente queremos ponerlas como
diana Empresa (establecido por el Decreto Ley No. uno de los tantos puntos de partida que deben anali-
23189 para intentar salvar el ensayo de la legislación zar los estudiosos cuando indagan por el concepto y
sobre pequeña empresa que en nuestro país nació es· definición jurídica de la "empresa" en el Perú; es una
terilizado por la limitación mental en su concepción) invitación a partir de nuestra realidad empresarial pa-
y las deja como "medianas empresas" para que conti· ra estudiar las proyecciones jurídicas de la empresa.

39 Themis 7
Una introducción a la Bolsa de Valores

Rafael Picasso Salinas


Abogado

La finalidad del presente artículo es la de efetuar más por una serie de características: La organización
un ensayo introductorio de la institución, es decir. corporativa, el hecho de ser frecuentada por comer-
que se utilice como una puerta de ingreso al mundo ciantes, las circunstancias de no encontrarse presentes
de la Bolsa de Va lores, a efectos de que con él se pue- en la Bolsa los objetos sobre los cuales se contrata.
da entender y comprender mejor temas específicos, Quizá los dos rasgos más salientes de la Bolsa como
tales como: el Agente de Bolsa, el Director de la Rue- mercado sea la tipicidad de los negocios y la forma-
da, los Valores Mobiliarios, las Ordenes de Bolsa, la ción objetiva (impersonal) de los precios. Ambos da-
Propuesta en Rueda de Bolsa, la Concertación de la tos son evidente manifestación de una misma tenden-
Operación, la Liquidación de la misma, la Transferen- cia a la objetivación de las relaciones mercantiles ca·
cia de la Propiedad de los Valores Mobiliarios, la Re- racterí stica de nuestro Derecho" . 1
serva o Secreto Bursátil, los Derechos Societarios en
las Operaciones en Rueda de Bolsa y, en general, to- Linares Bretón define la Bolsa como "Institucio-
dos aquellos temas vinculados con la Bolsa de Valores. nes organizadas con el fin de realizar negociaciones
mercantiles indirectas, dentro de un marco de seguri-
Antes que todo, quisiéramos dejar constancia que dad, certeza y legalidad, cumplidas por intermediarios
el presente artículo estará referido exclusivamente a mediante determinado mecanismo jurídico que obe-
los aspectos jurídicos de lo que constituye la Bolsa de decen a particulares normas técnicas, con vencimien-
Valores en su conjunto, prescindiendo -en la medida tos uniformes y protegidas por un medio de ejecución
de lo posible- de todos aquellos aspectos de carácter forzada" 2
económico y financiero sobre la materia.
Joaquín Rodríguez Rodríguez define a las Bolsas
1. CONCEPTO como "1 nstituciones auxiliares de crédito que tiene
por finalidad crear los medios necesarios para la cele-
A efectos de poder comprender y entender mejor bración de contratos sobre títulos valores y metales
lo que constituye la (s) Bolsa (s) de Valores (en ade- preciosos". 3
lante "la Bolsa") hemos considerado conveniente
transcribir las definiciones que dan algunos autores Rodríguez Sastre indica que "La Bolsa es el esta-
sobre la materia. blecimiento especialmente organizado, donde se reu-
nen las personas que, accidental o habitualmente,
Joaquín Garrigues señala que "En el lenguaje co- ejercen el comercio para contratar sobre las operacio-
rriente se emplea la palabra "Bolsa" en cuatro senti- nes a que pueden dar lugar todo género de valores pú-
dos, para expresar: el edificio o lugar, el conjunto de blicos o privados" 4
operaciones de un día determinado, el estado de las
operaciones bursátiles ("La Bolsa sube o baja o está Marcos Satanowsky indica que "Constituye la
firme") y, finalmente, la institución de la Bolsa. Sólo Bolsa o mercado una verdadera necesidad de comer-
en este último sentido nos interesa aquí. Pero la for- cio y ha sido elevada a la categoría de una institución
mulación de un concepto teórico de la institución por las leyes y usos mercantiles. La Bolsa resultó así
ofrece dificultades. Suele decirse que la Bolsa es una una institución de actividad gremial. y al mismo tiem-
clase especial de mercado, que se diferencia de los de- po el lugar de transacciones bursátiles. El mercado lo

Al doctor Manuel de la Puente y Lavalle con sincero agradecimiento.


1. Garrigues, Joaqu¡'n: "Curso de Derecho Mercantil", Imprenta Aguirre. 1936, Tomo 1. p. 53-54.
2. Linares Bretón, Samuel F.: "Operaciones de Bolsa", Ediciones Depalma. Buenos Aires, 1980. p. 9.
3. Rodríguez Rodríguez. Joaquín: "Curso de Derecho Mercantil", Editorial Porrúa S.A. México D F .. 1960, p. 23.
4. Rodríguez Sastre, Antonio: "Operaciones de Bolsa", Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1954, Vol. 1, p. 52.

Thémis 7 40
es de mercancías. La Bolsa en el primer concepto fa- los únicos intermediarios que puede actuar como tal
cilita la realización de operaciones, mientras en el se- en el Mercado Bursátil.
gundo concepto y en el Mercado -de contrataciones
mercantiles- permite realizarlas, en el sentido de ase- Linares Bretón indica que "encontramos una de-
gurar y legal izar su ejecución". 5 finida y firme caracterización de las "Bolsas", en
cuanto al elemento personal que interviene en sus
El Diccionario de Derecho Usual define a la Bolsa negociaciones; vale decir, que no son los comerciantes
de Comercio, como el "Establecimiento público auto- los que actualmente, y en forma personal, concurren
rizado donde comerciantes o sus intermediarios, tam- a las Bolsas, sino que ellos deben hacer sus negocia-
bién los particulares, y más los agentes habilitados u ciones por medio de auxiliares debidamente autori-
oficiales, se reunen para concertar negocios sobre zados para real izarlas, los que a su vez, no pueden
mercaderías, que por lo común no están en el lugar, o asumir la calidad de parte en el negocio, sino que
para convenir determinadas operaciones mercantiles siempre ese auxiliar tiene como contra-parte a otro
con valores públicos o cotizables y con documentos auxiliar de la misma categoría". 8
de crédito. 11 Conjunto de operaciones efectuadas en
un día laborable en ese edificio e institución" .6 e) La negociación es indirecta. En efecto, los comi-
tentes compradores y vendedores no son los que con·
El artículo 1o. del Decreto Legislativo 211 -Ley tratan directamente en la rueda de Bolsa, sino que lo
Normativa del Mercado Bursátil- define a la Bolsa co- hacen a través de intermediarios, que son aquellas
mo instituciones de servicio público, constituída co- personas denominadas Agentes de Bolsa.
mo Asociación Civil, cuyo objeto es centralizar la ne·
A ello hay que agregar que el intermediario
gociación de valores cuyo registro ha sido autorizado
-Agente de Bolsa- no puede ser comprador o vende-
y cuyos asociados son los Agentes.de Bolsa.
dor por cuenta propia de los valores mobiliarios. En
efecto, de conformidad con lo dispuesto por la preci-
Consideramos que de todas las citas transcritas
tada Ley Normativa del Mercado Bursátil, los A~entes
podríamos concluir que la Bolsa constituye un cen-
de Bolsa no pueden adquirir o enajenar a título one-
tro de contratación organizado, donde se efectúan
roso y por cuenta propia valores mobiliarios bursátiles
transacciones de valores mobiliarios de manera masi-
sin haber obtenido previamente, en cada caso, la au-
va. Dichas transacciones se efectúan de manera indi-
torización de Directorio de la Comisión Nacional Su-
recta, a través de intermediarios denominados Agen-
pervisora de Empresas y Valores. Se exceptúa de la
tes de Bolsa, dentro de un marco de seguridad, certe-
prohibición en referencia cuando los valores proven-
za y legalidad. En el siguiente punto señalaremos las
gan de la condición de usuario de un servicio público
principales características de la Bolsa.
o cuya adquisición se haya realizado para efecto de
.2. CARACTERISTICAS DE LA BOLSA DE VA- desgravamen tributario. E 1 hecho de que el Agente de
LORES Bolsa contravenga la prohibición antes señalada cons-
tituye causal de vacancia al nombramiento de aqueL
De las definiciones transcritas en el punto ante- Debemos mencionar que la presente norma tiene co-
rior, podemos concluir que las principales caracterís- mo finalidad evitar un potencial conflicto de intereses
ticas de la Bolsa de Valores son las que a continua- que pudiese surgir entre el comitente y el Agente de
ción señalamos: Bolsa en el desempeño de sus funciones.
d) La negociación se efectúa en masa, con una alta
a) Las Bolsas son instituciones organizadas; no cons-
concentración en el tiempo y en el espacio, es decir,
tituyen meramente una reunión de comerciantes o un
en muy poco tiempo se negocian grandes volúmenes
lugar o centro de contratación, "sino que es necesario
de valores mobiliarios.
que adopten una forma jurídica que les de persona-
lidad distinta a la de quienes concurren a ella, y
Linares Bretón comenta al respecto que "Las
decimos que deberán estar organizadas por cuanto
Bolsas, son entonces, unos mercados de alta concen-
dicha forma jurídica debe estar adecuada a la que la
tración en el tiempo y en el espacio, porque realizan
legislación respectiva permite para que funcione
las negociaciones en forma indirecta, a través de inter-
lega 1mente". 7
mediarios.
b) La negociación y/o transacciones en Bolsa sólo la Esa concentración no sería posible si todos los in-
pueden efectuar personas debidamente autorizadas teresados en adquirir o vender títulos valores o mer-
para ello, es decir los Agentes de Bolsa. Al respecto el caderías tuvieran que reunirse, porque no habría un
artículo 17o. del Decreto Legislativo No. 211 -Ley lugar que pudiera darles cabida, sino que aún por la
Normativa del Mercado Bursátil- establece que son cantidad de personas no sería posible que se encuen-

5. Satanowsky, Marcos: "Tratado de Derecho Comercial", Tipográfica Editora Argentina S.A., Buenos Aires 1957, Tomo 111,
p. 344.
6. Cabanellas, Guillermo: "Diccionario de Derecho Usual", Editorial Heliasta S.R.L., Buenos Aires 1974, Tomo 1, p. 293.
7. Linares Bretón, p. 10.
8. Linares Bretón, p. 1O.

41 Thémis 7
tren las que pretenden realizar una determinada ope- cuta forzosamente.
.. . .. " 9
racton o negoctacton .
tiva de los precios es decir, que los mismos estarán re·
e) Al momento de concertarse la operación no se re-
flejados -en la medida de lo posible- de acuerdo a la
quiere que esté presente el objeto materia del contra-
oferta y la demanda tratando de ser lo más justos.
to, lo cual facilita la concentración de las operaciones.
Asimismo se negocian bienes genéricos y fungibles,
h) Nuestra Legislación Bursátil no establece taxati-
debiendo tenerse en consideración el artículo 1142
vamente una disposición que obligue a los Agentes de
del Código Civil, que establece que los bienes incier-
Bolsa a guardar secreto o reserva de las informaciones
tos deben indicarse cuando menos, por su especie y
y operaciones bursátiles que efectúen,empero, consti-
cantidad. tuye una característica de la negociación bursátil que
los Agentes de Bolsa guarden secreto o reserva de lo
Con relación a la fungibilidad de los valores, re- antedicho. No obstante ello, de la concordancia de los
sulta pertinente citar a Ripert quien indica "Que los dispositivos legales vigentes, nos permite establecer la
valores mobiliarios son muebles ... Los valores mobi- existencia de un deber y un derecho por parte del
liarios tienen además otro carácter: su fungibilidad. Un
Agente de Bolsa de guardar la reserva o secreto de las
titulo puede siempre ser reemplazado por otro de la
informaciones y operaciones bursátiles que efectúe.
misma emisión. Esta fungibilidad no es exactamente
la del derecho civil, que se caracteriza por la ausencia
3. FUNCIONES DE LA BOLSA DE VALORES
de individualización de la cosa, pues los titulas de
Bolsa son individualizados, ya sea a nombre del titu-
Sin perjuicio de ello, y de conformidad con el ar·
lar, ya sea por un número de orden. La fungibilidad es
tículo 2o. del mencionado Decreto Legislativo No.
de naturaleza económica: Un titulo vale exactamente
211 constituyen funciones de las Bolsas de Valores,
lo mismo que otro". 10
las siguientes:
f) Existe una manera de negociación especializada,
tipica, donde los plazos de contratación ya se encuen- a) Registrar los valores mobiliarios cuya negociación
tran prestablecidos por los reglamentos respectivos, en Bolsa se hubiere autorizado;
no pudiéndose contratar bajo otros plazos aunque b) Fomentar las transacciones de valores mobiliarios
medie acuerdo entre las partes. Creemos que no esta- procurando el desarrollo del mercado;
mos ante un contrato de adhesión, sino que estamos e) Publicar la cotización de los valores mobiliarios;
frente a un contrato tipo, pero a base de cláusulas ge- d) Brindar el servicio de Caja de Liquidaciones y
nerales de contratación por cuanto se puede estipular aquellos otros afines a la negociación de valores y
-de común acuerdo- la especie, cantidad y precio de que favorezcan el desarrollo del mercado;
los valores mobiliarios a negociarse. e) Ofrecer al público la información sobre las enti·
dades cuyos valores han sido admitidos a cotiza·
De otro lado, existe un procedimiento especial ción;
para la ejecución y/o liquidación de las operaciones f) Las que le asignen las disposiciones legales, las re-
concertadas, así como que, en el caso de incumpli- soluciones de la Comisión Supervisora de Empre·
miento, por alguna de las partes, la operación se eje- sas y Valores y sus propios Estatutos.

9. Linares Bretón, p. 10-11.


10. Ripert, Georges: "Tratado Elemental de Derecho Comercial", Tipográfica Editora Argentina S.R.L., Buenos Aires, 1954 To-
mo 111, p. 14.

Thémis 7 42
Los llamados dividendos a cuenta en el
Derecho Mercantil

Jorge Delgado Calisto


Bachiller en Derecho

Es práctica en nuestro medio de reparto a los ral sobre el balance de su último ejercicio (...)" (El
accionistas de los llamados dividendos a cuenta, anti- subrayado es nuestro), haciendo clara referencia al
cipados o provisionales en el curso del ejercicio social balance del ejercicio. La junta a que se refieren los
o aun durante el período comprendido entre el cie- mencionados artículos 256 y 160 no es otra que la
rre de éste y la aprobación del balance general. En es- General Ordinaria, órgano social competente para
te artículo, trataremos sobre las particulares caracte- "aprobar o desaprobar la gestión social, las cuentas y
rí sticas de esta figura. el balance general del ejercicio" y "disponer la aplica·
ción de las utilidades que hubieren", tal como lo seña·
1. NOCION la el artículo 122 de la ley incisos 1) y 2). Para com-
prender a cabalidad este artículo, es necesario concor·
Constituye un principio que el accionista no debe darlo con el 78 inciso 14) de la misma ley, el cual se-
recibir "vigente sociedad" sumas de otras fuentes que ñala que "el estatuto expresará obligatoriamente:( ... )
no sean las utilidades del ejercicio. Nuestra Ley Gene- 14) la oportunidad en que debe someterse a la Junta
ral de Sociedades en su artículo 259 señala que "solo General la aprobación del balance de cada ejercicio y
podrán ser pagados dividendos sobre las acciones en el régimen de aplicación de las utilidades" (El subra·
razón de utilidades realmente obtenidas( ... )", y, el ar- ya do es nuestro). E 1 artículo 122 antes referido, al se-
tículo 20, del mismo cuerpo legal, señala que "la dis· ñalar que "la Junta General debe realizarse cuando lo
tribucion de utilidades puede hacerse después del ba· disponga el estatuto y necesariamente cuando menos
lance 1 que efectivamente las arroje( ... )" (El subraya· una vez al año, dentro de los tres meses siguientes a la
do es nuestro). Se desprende, pues, que sólo un balan· terminación del ejercicio económico anual", no hace
ce es capaz de legitimar un reparto de utilidades. Pe- sino señalar el plazo en que indefectiblemente debe
ro, lA qué balance se refiere la ley: a uno parcial o al reunirse la junta para aprobar "el balance general del
general del ejercicio social? El párrafo quinto del cita· ejercicio" y "disponer la aplicación de las utilidades
do artículo 20, señala que los socios que hubieran ac· que hubieren", lógicamente, en él. La ley toma las
tuado de buena fe estarán obligados sólo a compensar precauciones necesarias para que el derecho del socio
las utilidades recibidas con las que les correspondan al dividendo no sea arbitrariamente postergado. En re-
en los ejercicios siguientes" (E 1 subrayado es nuestro). sumen, tenemos que sólo el balance general del ejerci·
Parecería correcto afirmar que el balance a que se re- cio social podrá arrojar utilidades pasibles de ser dis·
fiere el mencionado artículo es el del ejercicio social. tribuidas como dividendos.
Podemos señalar, además, que el balance en cuestión
no es otro que el formulado, de acuerdo al artículo Restaría determinar ahora, cuál es la periodicidad
250 de la ley, por el directorio "en el plazo máximo de dicho balance y, por ende, la del ejercicio social. El
de ochenta dí as, contados a partir del cierre del ejer- antes citado artículo 122, al normar lo relativo al mo·
cicio social (...)"(El subrayado es nuestro), y que pre- mento en que la junta debe reunirse para aprobar el
sentará a la "Junta" para su aprobación, tal como balance del ejercicio y disponer la aplicación de las
aparece del artículo 256 del mismo cuerpo legal. Por utilidades, prescribe que dicha junta debe realizarse
otra parte, el artículo 160 de la Ley señala que "el pe· dentro de los tres meses siguientes a la terminación
ríodo del directorio termina aL resolver la Junta Gene- del "ejercicio económico anual". De esta forma, sien·

1. Sasot Betes y Sasot: "Sociedades Anónimas: Las Asambleas", Ed. Abaco, Bs.As. 1978,p. 371 y siguiente. Señalan que "tan-
to la doctrina como la jurisprudencia están de acuerdo en considerar al balance como un acto jun"dico cuya finalidad esencial
es asegurar la integridad del capital social, lo que ha permitido afirmar que el balance de la sociedad anónima es un documen-
to contable como expresión de cantidad, pero un documento jurídico como expresión de cualidad".

43 Thémis 7
do el ejercicio uno anual, el balance a que alude el ar- dividendo ni firme ni 8 cuenta: es un simple pago con-
tículo 20 de la L.G.S. no será otro que el anual. Esto dicionado a la existencia de beneficios y al reconoci-
se encuentra corroborado en la propia Ley en los ar- miento de dividendos por la Junta General" 3 . Resul-
tículos 169 y 252 inciso 2), los cuales hacen expresa ta, pues, improcedente señalar que la figura bajo estu-
referencia al balance anual. Mención aparte merecen dio ampare una real distribución anticipada de utilida-
los artículos 258 y 260, los cuales señalan que de la des, no sólo porque el derecho patrimonial del socio
utilidad líquida del ejercicio se deducirán los "im- con respecto a las utilidades se restringe al dividendo,
puestos", haciendo clara referencia al Impuesto a la sino porque las utilidades, como tales, no pertenecen
Renta cuya periodicidad es anual. Debemos concluir al accionista sino a la sociedad misma, mientras el ór-
esta parte señalando que, de acuerdo con el artículo gano social competente no delibere su aplicación al fi-
250 de la ley, el ejercicio social coincide, en principio, nal del ejercicio social. Antes del momento señalado,
con el año calendario, salvo que el estatuto establezca el dividendo será siempre incierto y aleatorio.
una coincidencia diferente.
Por otro lado, estos pagos a cuenta o anticipos
No obstante lo señalado en los párrafos anterio- "expresan por sí su carácter provisorio, sujeto a las
res, la costumbre comercial, la jurisprudencia y la le- cuentas definitivas, y a la posibilidad de su repetición
gislación de algunos países admiten el pago a los so- de quien lo hubiera habido sin derecho"4 . Esta es la
cios de los llamados dividendos a cuenta. Creemos diferencia fundamental con el dividendo propiamente
que "una acepción precisa es la de anticipos provisio- dicho: los anticipos no son definitivos. Desde esta óp-
nales o pagos a cuenta de dividendos, quedando en tica, resulta clara la norma contenida en el artículo
claro que no son definitivos, y que están sujetos a los 118 de nuestra Ley, que regula las garantías que el ac-
resultados finales del ejercicio" 2 . cionista puede o no otorgar para el caso en que el ba-
lance anual sea deficitario o arroje una utilidad menor
Las legislaciones que han regulado estos pagos, al anticipo repartido. Si se pagaran sobre utilidades y_a
son generalmente muy estrictas en su a pi icación. Esta generadas, "los recursos de que se trate saldrían del
rigurosidad, tiene su fundamento en el hecho de que patrimonio de la sociedad en forma definitiva e ingre-
los anticipos son una excepción al pago normal de di- sarían con ese mismo carácter al patrimonio del socio,
videndos. Nuestra Ley General de Sociedades hace por lo que resultaría absurdo que la ley regulara sobre
alusión al otorgamiento de anticipos a los accionistas las garantías que el accionista puede o no otorgar para
en su artículo 118, al señalar que "en ningún caso la su eventual devolución" 5 .
sociedad puede otorgar préstamos o dar anticipos con
garantía de sus propias acciones, bajo responsabilidad Los anticipos constituyen recursos que aún des-
del directorio" (El subrayado es nuestro). Posterior- pués de pagados se mantienen dentro del activo de la
mente examinaremos este artículo y las característi- sociedad. Como señala Esquive!, "la sociedad hace sa-
cas del pago de anticipos de acuerdo a nuestra ley. Pa- lir de su patrimonio dinero en efectivo, sustituyendo,
semos ahora a analizar la naturaleza jurídica de estos como resultado de dicho anticipo la posesión de nu-
pagos que como hemos señalado no constituyen uno merario con un derecho frente al accionista para reco-
por dividendos. brar esas cantidades anticipadas" 6 . Estos créditos
contra los accionistas se encuentran sujetos a la condi-
2. NATURALEZA JURIDICA ción resolutoria de existencia de dividendos, ya que
verificándose ésta se producirá una compensación au-
Creemos, que el denominar a esta figura con el tomática con el crédito que nace a favor del accionis-
calificativo de "dividendos provisionales" o "dividen- ta por concepto de dividendos. En conclusión, los lla-
dos anticipados" ha creado cierta confusión con res- mados "dividendos a cuenta" no son otra cosa que
pecto a su real naturaleza jurídica. Posiblemente las créditos "sui generis" concedidos a los accionistas,
denominaciones aludidas sólo buscan evidenciar la ca- que tienen por objeto el pago de cierta suma de dine-
racterística principal del otorgamiento de estas sumas; ro como anticipo repetible del dividendo del ejercicio
cual es su pago condicionado a la ulterior existencia en el cual se pagan.
de dividendos. Albiñana, señala que "toda entrega a
los accionistas bajo título de dividendo a cuenta no es La Resolución CONASEV No. 372-84-EFC/

2. Roitman, Horacio: "Dividendos Provisionales", En Revista de Derecho Comercial, Bs.As. 1976, Año 11, No. 61 a 66, p.
1464.
3. Albiñana, Manuel: "El Beneficio y su Distribución según la Ley de Sociedades Anónimas", En Revista de Derecho Mercantil,
Madrid 1954, Marzo-Abril, Vol. XVII, No. 50, p. 182.
4. Roitman, Horacio, p. 1464.
5. Ossio, Jorge: "Naturaleza Jurídica de los llamados dividendos a Cuenta en el Derecho Mercantil y Tributario", En Revista del
Instituto de Derecho Tributario, Lima 1985, p. 58.
6. Esquive!, Ramón: "Duración del Ejercicio Social y Reparto de Dividendos", En Revista del Foro, México D.F., Cuarta Epo-
ca, No. 15-17, 1957, p. 44.

Thémis 7 44
94.10 con fecha 28 de noviembre de 1984, ha opina· Otro problema que se desprende de la dación de
do que "las empresas podrían conceder créditos a sus estas sumas, es el relativo a su repetición en caso el
accionistas con cargo a las utilidades de su ejercicio" balance final sea deficitario o arroje utilidades en
(artículo 1 inciso b). Si bien la Resolución de CONA- cuantía menor al adelanto repartido. En este supues-
SEV no constituye una norma legal, resulta un prece- to, la sociedad tendrá frente al accionista el carácter
dente nacional importante desde que se pronuncia de un acreedor común. Esquive! señala que "en estas
adecuadamente en torno a la real naturaleza jurídica condiciones considerando el caso de las sociedades
de la figura bajo análisis. que tienen sus acciones distribuidas entre un grupo
numeroso de accionistas, y cuando el anticipo es por
3. LA CUESTION DE SU PROCEDENCIA una pequeña cantidad, el ejercicio del derecho para
recobrar tales dividendos puede resultar prácticamen-
Teóricamente, las utilidades o las pérdidas sólo se te imposible, ( ... ) ya que los gastos erogados llegarían
podrán considerar como definitivas en el momento en casi a ser iguales o superiores al reintegro que se po-
8
que se disuelva la sociedad. Sin embargo, la práctica y dría obtener de los accionistas" .
la justa expectativa del capitalista de obtener una
oportuna retribución por su aporte, ha impuesto una Autores como Garrigues-Urí a argumentan a fa-
determinación periódica de las utilidades. Es así, que vor del pago de anticipos, señalando que es "perfecta·
se llega a la división cronológica de la economía socie- mente lícito el reparto de un dividendo a cuenta del
taria en los llamados "ejercicios". Esta división, como beneficio final del propio ejercicio, uso este que está
todo enmarque temporal legalmente establecido, tie· muy extendido en las grandes sociedades, en las cua-
ne sin duda algo de arbitrario, y puede no responder a les el beneficio anual y su cuantía suelen ser constan-
las posibilidades económicas de una empresa en deter- tes"9. Notemos que el autor no se solidariza con una
minado momento. Desde esta perspectiva, el pago de aplicación irrestricta de la figura bajo estudio, sino
anticipos posiblemente nace de una distorsión del que la circunscribe a aquellas empresas que producen
afán lucrativo de los accionistas, vinculado a una co- utilidades regulares. Mas, cómo podríamos determinar
rriente de ideas que propugnan la división de la ganan- cuando una sociedad debe ser catalogada como pro-
cia en el momento que ésta se produzca. ductora de beneficios regulares. Esta cuestión es difí-
cil de precisar, y más aún en aquellos países, como el
Parte de la doctrina argumenta que no es acepta- nuestro, que se encuentran sujetos a una coyuntura
ble el pago de anticipos al socio, desde que el accio· empresarial cuya característica principal es la inesta-
nista tiene derecho a los dividendos del ejercicio y no bilidad económica y normativa. Por otro lado, los
d la materialización de una expectativa incierta de rea- efectos de la inflación podrían quebrar los cálculos
lización de beneficios por parte de la sociedad al final más conservadores. Lo dicho no significa negar la
del ciclo social. Es así que el accionista carece de legi- existencia de este tipo de sociedades en nuestra reali-
timidad para solicitar el adelanto de una utilidad de dad empresarial, sino plantear el problema de cómo
futura realización, incluso las calculadas técnicamente distinguirlas de otras no constantes en sus beneficiu>.
sobre contratos celebrados pero todavía no ejecuta- En la práctica, parece necesaria la intervención de un
dos. No puede hablarse de pago de una obligación que órgano estatal que determine si la sociedad puede o
no ha nacido, ni para la sociedad, ni para los accionis- no otorgar anticipos a sus socios.
tas.
Si bien las normas que autorizan el pago de anti-
De otro lado, como señala De Gregario, "la com- cipos son criticables teóricamente, razones de conve-
probación de las utilidades obtenidas está vinculada niencia práctica como la de aiPntar la inversión del pe-
casi siempre con las operaciones inherentes al cierre queño ahorrista justifican su incorporación en la legis-
de determinados períodos del ejercicio. Si los admi- lación. Como señala Halperin, su dación "fomenta el
nistradores en la cuenta de ganancias y pérdidas deja- aporte del pequeño ahorro, que busca la inversión se-
sen aparte estas partidas, corren el riesgo de repartir gura de una renta regular" 10 . Creemos, eso sí, que el
7
utilidades inexistentes" . El balance del ejercicio con- pago de anticipos, como figura de excepción, debe
tiene una universalidad de actos jurídico-patrimonia- mantenerse dentro de límites rigurosos, a efectos de
les que no pueden tomarse aisladamente. Caso contra- no constituir una forma de reparto de los aportes so-
rio, la posibilidad de repartir el propio capital social, ciales, con el consiguiente desmedro de la cifra formal
atentando contra su intangibilidad, es por lo menos del capital.
latente.

7.
Gregario De, Alfredo: "De las Sociedades y Asociaciones Comerciales", Vol. 11, Bs.As., Ed. Ediar, 1950, p. 84 y siguiente.
8.
Esquive!, Ramón, p. 44.
9.
Garrigues, Joaquín-Uría, Rodrigo: "Comentarios a la Ley de Sociedades Anónimas", Madrid, Imp. Samoran, 1953, p. 403.
En igual sentido: Halperin, Isaac: "Manudl de Sociedades Anónimas", Bs.As. Depalma, 1971, p. 177 y Sussini, M.: "Dividen-
dos de las Sociedades Anónimas", Bs.As., Depalma, 1951, p. 240.
10. Halperin, Isaac, p. 177.

45 Thémis 7
4. VALIDEZ DEL PAGO DE ANTICIPOS Y RES· susceptibles de ser distribuidos como dividendos. Por
PONSABILIDAD DE LOS MIEMBROS DEL DI· otra parte, el anticipo, como hemos dicho, no consti-
RECTORIO QUE ACORDARON SU OTORGA· tuye un dividendo y no se otorga en calidad de tal,
MIENTO siendo éste un hecho legítimo y no engañoso. La
aprobación del balance final y la aplicación de utilida-
Se acepta que sea el directorio, como órgano de des en favor de los socios, no convierte en dividendos
administración, el facultado para otorgar anticipos a los montos repartidos como anticipos, simplemente
los accionistas 11 . Generalmente esta facultad se halla originará una compensación de créditos. Asimismo,
supeditada a la observancia de determinados requisi- un balance deficitario no convierte en dividendos fic-
tos para el pago, los cuales se encuentran detall a dos ticios los anticipos repartidos, simplemente se tendrá
en la ley y en los Estatutos. De esta forma, el pago se- por no compensado el crédito concedido, pasando di-
rá válido en la medida que el directorio cumpla con cho monto a cuentas por cobrar, convirtiéndose la so-
las formalidades legalmente establecidas. La responsa- ciedad en un acreedor más del accionista. En conclu-
bilidad del órgano social pagador se restringe a la ob- sión, sostenemos que el anticipo no compensado no
servancia y cumplimiento de aquellas limitaciones im- constituye un dividendo fictic:o y que la acción de re-
puestas al pago. Consideramos inaceptable el ex tender petición a que se refiere el artículo 20 de la ley, no es
la responsabilidad del directorio a un hecho incierto y aplicable al caso.
aleatorio como es la aparición de utilidades al final
del ejercicio social 12 . Nuestra Ley General de Socie- 6. EL ARTICULO 118 DE LA L.G.S.
dades no establece ningún tipo de requisito previo pa-
ra el pago de estas sumas. Si interpretáramos que es El citado artículo prescribe que "en ningún caso
de aplicación al caso el artículo 20 de la ley, que trata la sociedad puede otorgar préstamos o dar anticipos
sobre dividendos y no sobre anticipos, nos encontra- con garantía de sus propias acciones, bajo responsabi-
ríamos con que éste no contiene ninguna pauta que lidad del directorio" (El subrayado es nuestro). Estos
tienda a salvaguardar, en este caso, la integridad del adelantos no son otros que aquellos otorgados con
capital social, ya que nada puede garantizar que el be- cargo al dividendo del ejercicio. No imagino otro de-
neficio arrojado por un balance parcial sea tal al final recho del accionista que sea pasible de anticiparse que
del ciclo social. Creemos necesaria la dación de una no sea el derecho al dividendo.
norma que regule el otorgamiento de anticipos en
nuestro país y circunscriba la responsabilidad del di- Esta norma es la única en nuestra L.G.S. que ha-
13
rectorio al cumplimiento de requisitos previos al pa- ce alusión al otorgamiento de anticipos . Decimos
go. Caso contrario, su responsabilidad sólo podrá ser alusión, porque el artículo no se ha detenido a regular
de gestión. la figura, ocupándose únicamente de las garantías per-
mitidas para respaldar la operación. Cabe resaltar, que
5. EL DIVIDENDO FICTICIO Y EL MONTO NO la ley ha visto por conveniente refenrse en un mismo
COMPENSADO DE LO PAGADO POR CON- precepto a dos formas de otorgamiento de sumas a los
CEPTO DE ANTICIPOS accionistas, distintas de las utilidades, y que no son
otra cosa que créditos concedidos en forma excepcio-
Existe cierta inclinación a considerar al monto no nal. En conclusión, el artículo mencionado permite el
compensado de lo pagado por anticipos como un di- pago de anticipos sin restricción alguna. Esta permi-
videndo ficticio. De esta forma, la restitución de estas sión resulta sumamente peligrosa, ya que el capital so-
sumas se obtendría, de acuerdo con el artículo 20 de cial se verá afectado en la medida que se otorguen an-
la L.G.S., a título de repetición de dividendos ficti- ticipos sin el debido respaldo, toda vez que su inco-
cios. brabilidad causará una reducción indirecta de la cifra
capital. A esto habría que añadir, el perjuicio inme-
El dividendo ficticio responde a una transgresión diato que se irrogará a los acreedores sociales en la
dolosa o negligente del balance general, la cual hace medida que se reduzca la prenda social.
aparecer como efectivas ganancias inexistentes. La
aparición del dividendo ficticio se halla estrechamen- La legislación, jurisprudencia y doctrina de aque-
te vinculada al balance final del ejercicio económico, llos países que han optado por permitir estos pagos,
ya que sólo él podrá ser capaz de arrojar resultados se orientan generalmente por preceptuar ciertos requi-

11. Farina, Juan: "Tratado de Sociedades Anónimas, Parte Especial 11-B, Sociedades Anon1mas". Rosario, Ed. Zeus, 1979, p.
462 y Sussini, p. 240.
12. El artículo 463 del código de Comercio de Chile, modificado por la ley No. 17308 del 01/07/70, ext1ende la responsabilidad
del directorio a la ulterior. existencia de utilidades. La ley No. 19550 y la Resolución No. 14 del 08/11/78 emanada de la Ins-
pección de Personas Jurídicas, ambas de Argentina, restringen la responsabilidad del directorio al cumplimiento de determi-
nados requisitos para el pago.
13. Existen en nuestro medio ciertos dispositivos legales que se han ocupado de esta figura, corno son los Decretos Leyes Nos.
20139 y 21533, y, las Resoluciones de CONASEV Nos. 053-80-EF/94.10 y 131-83-EFC/94.10, entre otros. Salvo lo es
tatuido en el D.L. No. 21533, que luego comentaremos, los dispositivos mencionados sólo se ocupan de prohibir su otorga-
miento para determinadas actividades empresariales.

7hémis 7 46
sitos a ser observados en forma previa a su dación. La patrimonial y no só!o de caja, ya que se trata de saber
inobservancia de estas formalidades suele acarrear la si la sociedad podrá obtener o no utilidades al cabo de
responsabilidad solidaria de los miembros del directo- ese período. Este requisito, generalmente es exigido
rio que acordaron el pago indebido. A continuación, por aquellas legislaciones que mantienen una constan-
haremos un examen de aquellos requisitos que consi- te supervigilancia administrativa sobre las empresas
deramos de cumplimiento necesario para efectuar un pagadoras de anticipos.
pago por lo menos confiable de anticipos a cuenta.
e) Autorización Administrativa
7. REQUISITOS A CUMPLIRSE PARA EL PAGO Ante los peligros que puede acarrear a la sociedad
DE ANTICIPOS el pago de anticipos, algunas legislaciones no se han
detenido ni siquiera ante una intervención administra-
a) Autorización estatutaria tiva. Tal es el caso de la Resolución No. 141.G.P.J. de
Siendo el pago de anticipos a los accionistas uno Argentina antes mencionada. En nuestro medio, no
excepcional, resulta saludable que el propio Estatuto sólo es extraña una supervisión administrativa en este
Social lo contemple expresamente. La jurisprudencia caso, sino que la ley, como hemos señalado, no con-
14
francesa , el Código de Comercio de Chile y la ley de templa ningún requisito previo para su pago.
Sociedades Anónimas del Brasil contemplan este re-
quisito. f) 1mposibilidad de otorgarse en caso hubieran pér-
didas acumuladas
b) Elaboración de un balance parcial que determine Si existe la imposibilidad de hacer una distribu-
el monto del anticipo a distribuir ción de utilidades sobre la base del balance final cuan-
Resulta necesaria la compilación de un balance do se arrastra una pérdida, de acuerdo con el princi-
especial y de un estado de resultados del período a pio de la solidaridad de los ejercicios sociales, con ma-
que se contrae el anticipo, ya que de otro modo no yor razón deberá ser vetada la operación, si se intenta
habría forma de determinar con exactitud el anticipo repartir anticipos con cargo a utilidades cÚyo destino
a repartir. es el compensarse, primeramente, con las pérdidas.

e) Fijación de una tasa máxima g) Imposibilidad de repartirse mientras no se conoz-


Este requisito se encuentra vinculado con el he- can los resultados del ejercicio económico anterior
cho de que las utilidades en las que se funda el antici- Esta norma se desprende de la propia naturaleza
po no tienen el carácter de irrevocables y pueden no del anticipo, cual es el de ser un crédito con cargo al
estar realizadas totalmente. La posibilidad de que por dividendo del ejercicio en el cual se abonan. De esta
esta v ia se retorne el capital social a los socios, con el forma, antes de reiniciar su otorgamiento, deberá
consiguiente desmedro de la prenda social, hace nece- comprobarse que las sumas previamente anticipadas
sario condicionar su pago a la observancia de una tasa han sido compensadas con las utilidades del ejercicio
porcentual máxima, la cual se encuentra referida al clausurado. Caso contrario, se estaría repartiendo cla-
monto pagado del capital social. El D.L. No. 21533 ramente el capital social.
del 23 de junio de 1976, restringió el monto a pagar
por concepto de anticipos con cargo a las utilidades Con miras a una reforma legislativa, nos parece
del ejercicio de 1976 a un máximo del 1 O o lo del ca- imprescindible que la ley no sólo contemple en forma
pital pagado. Resulta ser este artículo el único en expresa su permisión, toda vez que la figura bajo estu-
nuestro medio que contempló un requisito previo pa- dio corresponde a una forma excepcional de reparto
ra el pago de estas sumas. de sumas a los socios, sino que tome, además, todas
las garantías necesarias para que su aplicación no de-
d) Elaboración de una proyección patrimonial de la venga en una burla al principio de la integridad de la
empresa cifra capital. De los requisitos mencionados en el pre-
La Resolución No.14delai.G.P.J.deArgentina sente numeral, los tratados en los literales d) y e) son,
señala, como condición para el abono de anticipos, a nuestro juicio, de difícil aplicación práctica, dado el
que la sociedad pagadora elabore un presupuesto fi- desorden y la poca celeridad burocrática que ostenta-
nanciero proyectado para un período de 12 meses, mos. Mientras tanto, nos parece aconsejable insertar
15
partiendo del mes siguiente al del balance especial . en los estatutos sociales una norma que precise y limi-
Debe entenderse, que la proyección aludida debe ser te los alcances del artículo 118 de la L.G.S.

14. Sussini, M., p 241.


15. Fanna, Juan, p. 462.

47 Thémis 7
~
~
toma
el lado bueno
de la vida!
Actualidad: Thrrorismo

La prohibición universal del uso de la fuerza


y la lucha contra el terrorismo internacional*

Dr. Dieter Blumenwitz


Catedrático de Derecho 1nternacional en la Universi-
dad de Würzburg y Director del 1 nstituto 1 nternacio-
nal, Derecho Europeo y Derecho Económico 1nterna-
cional de la R FA.

La acc1on militar emprendida por los Estados war". La prohibición del uso de la fuerza no rige para
Unidos contra el cuartel general de Khadafi, como re- el uso del poder estatal dentro del territorio nacional,
presalia por la responsabilidad de éste en el ataque te- como p.ej. en el caso de una guerra civil. Tampoco se
rrorista a la discoteca berlinesa "La Bella", ha plan- aplica a las formas de la lucha ideológica que son típi-
teado la interrogante de si es 1ícito recurrir a este tipo cas para el terrorismo, las cuales deben ser prohibidas
de medidas. A continuación nos ocuparemos de este y combatidas primordialmente por cada uno, de los
terna, particularmente bajo el aspecto de la contraven- Estados y sus ordenamientos jurídicos. La lucha con-
ción de los EE.UU. a la prohibición universal del uso tra el terrorismo es principalmente un asunto que
"por su esencia es competencia interna", "domaine
de la fuerza establecida por la Carta de la ONU y sus
réservée" del Estado respectivo. Recién se convierte
excepciones**. Para completar esta problemática dis-
en un problema de Derecho 1nternacional cuando las
cutiremos brevemente las alternativas de la lucha co-
medidas que se aplican para combatirlo sobrepasan el
lectiva contra el terrorismo internacional.
áre'a interna del Estado afectando las relaciones in-
terestatales y la integridad territorial de otro Estado.
1.- LA PROHIBICION UNIVERSAL DEL USO DE
LA FUERZA El Bombardeo del cuartel general de Khadafi
efectuado por la fuerza aérea de los E E. U U. el 15 de
1. EL ART. 2 lr~C. 4 DE LA CARTA DE LA ONU Abril de 1986, constituye una violación de la sobera-
Y SUS ALCANCES nía libia mediante el uso de la fuerza militar, configu-
rando de esta manera los hechos a los cuales se aplica
La prohibición del uso de la fuerza establecida la prohibición del uso de la fuerza contenida en el
por la Carta de la ONU prohibe cualquier amenaza o Art. 2 inciso 4 de la Carta de la ONU. La contravención
uso de la fuerza que se dirija contra la integridad terri- a esta prohibición sería, sin embargo, irrelevante para
torial o contra la independencia poi ítica de una na- la actual práctica política de las naciones, si hubiese
ción, o que sea incompatible con los propósitos de las perdido su vigencia por el transcurso del tiempo. Esto
Naciones Unidas. Sólo se prohibe el uso de la fuerza podría fundamentarse aduciendo que dicha prohibi-
entre los Estados, es decir en sus relaciones interna- ción, en muchos casos no es acatada por los Estados'.
cionales. Al respecto, el término "fuerza" se debe en- La doctrina norteamericana argumenta,además, que la
tender como fuerza militar. A diferencia de sus ante- condición previa para la eficacia de la prohibición del
cedentes legales la prohibición del uso de la fuerza no uso de la fuerza es la estructuración de un sistema co-
solo abarca las acciones bélicas en el sentido clásico, lectivo de segui1dad y de una vasta administración in-
sino también todas las acciones armadas "short of ternacional de justicia enmarcada dentro de la organi·

Traducción para Thémis a cargo de Beatriz Boza.


Los artfculos pertinentes de la Carta son los siguientes:
Art. 2o.- Para la realización de los propósitos consignados en el artículo 1o., la Organización y sus Miembros procederán de
acuerdo con los siguientes principios: inc. 4.- Los Miembros de la Organización en sus relaciones internacionales se abstendrán
de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia poi ítica de cualquier Estado, o
en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.
Art. 51 o.- Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inminente de legítima defensa, individual o colectiva, en
caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las me-
didas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del
derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán de manera alguna la au-
toridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime ne-
cesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.
1. Scheuner: "Krieg und Bürgerkrieg in der Staatenwelt der Gegenwart", Festschrift für Barber, 1973, p. 467, 481; Bleckmann:
"Gewohnheitsrecht trotz widersprüchlicher Praxis?". Vólkerrecht ais Rechtsordnung. ZabRV 36, 374, 386.

49 Thémis 7
zación de las Naciones Unidas. No dándose esta con de que exista o no una S1tuac1on defensiva, solo es
dición previa quedaría automáticamente sin efecto la postulado por la doctrina angloamericana 5 . Este pun-
prohibición del uso de la fuerza. to de vista solo sería compatible con el Art. 2 inc. 4
de la Carta de la ONU si se restringiese a priori consi·
2. INOPERAf\ICIA DEL SISTEMA CREADO POR derablemente la prohibición del uso de la fuerza. En
LAS NACIONES UNIDAS PARA ASEGURAR este sentido no estarían prohibidas las acciones vio·
LA PAZ Y LA LEGITIMIDAD DE LA AUTO- lentas destinadas a defender intereses legalmente pro-
DEFENSA POR PARTE DE LOS ESTADOS tegidos, ya que no violarían la independencia poi ítica
ni la integridad territorial de otro Estado ni serían in·
Los estados solo se abstendn"an de emplear medi·
compatibles con los propósitos de las Naciones Uni-
das de fuerza si la ONU ofreciese un sistema eficaz
das6. Empero, según esta argumentación la prohibi·
para asegurar la paz. Hasta ahora no existe una
ción del uso de la fuerza sen·a ilusoria, y no sería
administración de justicia obligatoria en el Derecho
aplicable ya el Art. 51 de la Carta. En esta línea los
Internacional; la solución judicial de las controversias propósitos de la ONU resultarían meras declaraciones
es la excepción. Es por ello que la ONU no puede diri· programáticas sin carácter obligatorio, y el objetivo
mir mediante arbitraje forzoso las controversias que supremo de la Carta, cual es la salvaguarda de la paz,
sus miembros no hayan podido solucionar entre ellos. quedaría obsoleto. Concordando el Art. 2 inc. 4 (nor·
La aplicación de sanciones al agresor fracasa, por regla ma de prohibición) con el Art. 51 (excepción) habría
general, debido al veto interpuesto en el Consejo de que suponer que la Carta no admite represalias arma·
Seguridad por alguna de las grandes potencias, o a la das ni la autodefensa que excedan el marco del dere-
discordia política que reina en la Asamblea General. cho de autodefensa establecido en el Art. 51 7 • Con
Es por eso, que en la práctica hasta ahora las tropas razón, la Corte 1nternacional no ha hecho suya esta
de las Naciones Unidas no han emprendido ninguna argumentación rechazando expresamente la legitimi·
acción que haya ido más allá de preservar y garantizar dad de la autoayuda basada en medios militares. K
el status qua; acción que, por cierto, sería jurídica-
mente legítima. 2 La autodefensa basada en medios pacíficos si es
posible; p. ej. sería legalmente admisible que los
Sin embargo, ningún ordenamiento jurídico pue- EE.UU. hubiesen ejercido presión política sobre Li-
de por un lado prohibir el uso de la fuerza sin ofrecer bia. La acción militar, en cambio, no resulta compati·
por el otro un sistema eficaz para impedir contraven- ble con la prohibición del uso de la fuerza establecida
ciones a la ley 3 . El posible infractor se podría sentir por la ONU.
animado a cometer delitos contra el Derecho 1nterna·
cional, si no temiese ser sancionado por violar la ley. 11. EXCEPCIONES A LA PROHIBICION DEL USO
Es evidente que esta situación resulta intolerable. DE LA FUERZA El\i EL CASO DE LA LUCHA
CONTRA EL TERRORISMO INTERNACIONAL
Desde épocas inmemoriales los Estados han recla-
mado para si el derecho a la autodefensa militar. Así, Con la prohibición de la autodefensa militar aun
por ejemplo, intentaron proteger por medios militares no queda solucionado el problema del uso de la fuer·
la vida y la propiedad de sus ciudadanos en aquellos za entre los Estados. Si la acción pacífica fuese la úni·
países, que no estaban en condiciones de brindarles ca posibilidad de defensa, los Estados tendrían muy
esta protección, a pesar de estar obligados a ello según pocas posibilidades efectivas para defenderse de las
el Derecho 1 nternacional.
4 violaciones a la prohibición del uso de la fuerza. No
se podría frenar el uso de la fuerza por falta de con·
Actualmente el derecho a la autodefensa, es decir tramedidas adecuadas. Es por eso, que la Carta de la
al uso limitado de la fuerza para la defensa de los intc· O N U prevé en su Art. 2 i nc. 4 excepciones a esta
reses fundamentales del Estado, independientemente prohibición. Además de las medidas coercitivas apli·

2. Ver Art. 42 ONU-Charta.


3. Kelsen: "The Law of the United Nations", 1951, p 270 (traducción): en igual sentido. Stone "Aggression and World Or-
der". 1958. p. 96: Rolling: "Hat des Kriegsverbot noch einen Sinn?",JIR 14 (1969). p.181; Reisman· "Coercion andSelf-
Determination: Constructing Charter Article 2 (4)". AJI L 78, 1984, p. 642-643.
4. Seidi-Hohenveldern· "Vólkerrecht'', 5. edición. 1984. p. 390.
5. Bowett: "Self-Defence in lnternational Law". 1958, p. 184 ss.: Stone: "Conflict through Consensus". 1977: Me Dougall
Feliciano: "Law and Mínimum World Public Order: The Legal Regulation of lnternational Coercion". 1967, p. 121, ss. 207
SS.
6. Así con razón Hailbronner: "Die Grenzen des volkerrechtlichen Gewaltverbots" en, Schindlerí Halbronner: "Die Grenzen
des vól kerrechtl ichen Gewaltverbots". 1986. p. 73.
7. Verdross Simma: "Universelles Vólkerrecht", 3. edición 1984, p. 294; Wildhaber· ''Gewaltverbot und Selbstverteidigung",
en Schaumann: "V ól kerrechtliches Gewaltverbot und Frierlenssicherung", 1971, p. 156; Menzell 1psen · "V cil kerrechtj 2. edi-
ción, 1979, p. 347.
8. Cfr. el fallo de la Corte Internacional de La Haya del 9.4.1949 acerca del incidente de Korfu, ICJ Rep 1949, p. 35: "The
Court cannot accept such a line of defence. The Court can only regard the alleged right of intervention as the manifestation
of a policy of force, such as has. in the past, given rise to most serious abuses and such as cannot, whatever be the present
defects in international organization. find a place in international law. lntervention is perhaps still less admissible in the par-
ticular form 1t would take here; for, from the nature of th1ngs, it would be reserved for the most powerful States. and might
easily lead to perverting the administration of international.just1ce itself".

Thémis 7 50
tulo VIl de la Carta y las que se aplicaron contra los Estado que sean tan gravr:s que equivalgan a los actos
Estados enemigos durante la Segunda Guerra Mun- 12
antes rnencionados , o si tienen una participación
dial (Art. 53 y 107), las excepciones mencionadas importante en un envío de esta lndole".
comprenden cuestiones relacionadas con el derecho
a la legitima defensa individual o colectiva conforme Esta resolución parece ajustarse perfectamente
al Art. 51, el derecho a la leg1"tima defensa en tiempos a nuestro caso; 13 sin embargo, solo es aplicable de
de guerra según el Derecho Internacional, la proble- manera limitada. Por un lado el valor de la definición
mática de la intervención humanitaria y el peligro de se ve disminuído, debido a que no tiene carácter obli-
privilegiar el terrorismo. gatorio: siendo una Resolución de la Asamblea Gene-
ral solo tiene carácter de recomendación. Por otro
1. EL DERECHO NATURAL DE AUTODEFENSA lado, esta Resolución fue adoptada para concretar el
EN EL CASO DE UNA AGRESION ARMADA concepto del acto de agresión (act of agression) con-
(SEGUN EL DERECHO INTERNACIONAL EN signado en el Art. 39, más no para definir el "ataque
TIEMPOS DE PAZ) armado" en el sentido del Art. 51 de la Carta de la
14
ONU . El Art. 6 de dicha Resolución aclara de ma
a) La aplicación del Art. 51 de la Carta de la ONU nera inequívoca que la Resolución no pretende regla-
supone que un miembro de las Naciones Unidas esté mentar el derecho a la legítima defensa contra ata-
expuesto al ataque armado de otro Estado miembro. ques armados 15
De esto se deduce que solo se podría justificar la ac-
ción de la fuerza aérea norteamericana contra Libia si Debemos, en consecuencia, diferenciar con niti-
esta fuese responsable por la acción de los terroristas. dez "ataque armado" y "agresión" 16 • De acuerdo al
esplritu de la Carta es preferible el quebrantamien-
(1) La declaración de la Asamblea General de la to de una norma, antes que la aplicación de la fuer-
ONU sobre relaciones amistosas y cooperación entre za, ya que ésta acarrea el peligro de una escalada
9
los Estados impone a los Estados la obligación "to en las relaciones entre los Estados. En caso de per-
refrain from organizing, instigating, assisting or parti- mitir la legitima defensa (autodefensa) contra cual-
cipation in acts of civil strife of terrorist acts in ano- quier tipo de agresión peligrarla la paz. Por estas
ther state of acquiescing in organized activitieswithin razones, un "ataque armado" implica, en realidad,
its territory directed towards the comission or use of algo más que una agresión. Bajo el concepto de
force". Se prohibe. además,apoyar y financiar las acti- "ataque armado" no se debe entender cualquier
vidades terroristas dirigidas contra el gobierno de otro aplicación de la fuerza en el sentido del Art. 2 inc. 4
Estado. 10 de la Carta de la ONU, si no sólo la aplicación de
fuerza por medios militares que alcancen determina-
La Resolución 3314 (XXIX) de la Asamblea Ge do grado de intensidad. Para el ejercicio de la legíti-
neral de fecha 14 de diciembre de 1974 11 que define ma defensa no basta p. ej. un pequeño incidente fron-
el concepto de la agresión, va aún más allá: determi- terizo 17 , tampoco es suficiente la incursión. prohibida
nados casos de terrorismo internacional pueden con- de aviones extranjeros (a menos que éstos sean avio-
figurar el acto de agresión tipificado por el Derecho nes de combate) IX; sin embargo, por otro lado, no es
1nternacional. Según lo dispuesto por el Art. 3, los si- necesario que las tropas hayan traspasado la frontera.
guientes actos son considerados actos de agresión, in- Si bien es sabido que la definición de ataque
dependientemente de que exista o no una declaración no supone la existencia de un "ataque armado",
de guerra: "el envío de bandas armadas, grupos partí- aquella puede ser utilizada para interpretar este úl-
sanos o mercenarios por parte de un Estado o al servi- timo. En parte se supone inclusive que dichos con-
cio de este, si ejecutan acciones armadas contra otro ceptos son idénticos 19 . Una equiparación así podría

9. Declaration on Principies of lnternational Law concerniny Friendly Relations ond Co-operation among Stotes in Accordan-
ce with th"e Charlo of the United Nations. Resolution 2625 (XXV). Text: AJIL 1971, p. 243 ss; traducción alemana en
Muller/Wildhaber: "Praxis des Volkerrechts", 2. edición 1982, p. 493 ss. und Vereinte Nationen 1978, p. 138 ss.
10. Cfr. el principio VI párrafo 4 del Catálogo de Principios del Acta Final de la Conferencia de Helsinki del1o. de Agosto de
1975: "Los estados se abstendrán de apoyar directa o indirectamente actividades terroristas, subversivas o análogas destina-
das a derrocar al gobierno de otro estado contratante".
11. Texto United Nations, Press Release GA 5194 del20.12.1974; traducción al alemán Europa-Archiv 1975 D 318.
12. Invasión o ataque por parte de las tropas de otro estado; disparo o bombardeo; bloqueo de puertos o litoral; ataque a las
tropas.
13. Cfr. "Libyen war am Berliner Anschiag beteil1gt". FAZ del 16.4 1986, 4; "Das libysche Volksbüro zog die Fiiden". FAZ del
16.4.1986, p 4.
14. Randelzhofer: "Die Aggressionsdefmition der Vereinten Nationen". EA 1975, 621; Kersting: "act of aggression" und "ar-
med attack", NZWehrr, 1981, 132.
15. "Nothing in paragraph 3 above shall be construed as intitling the State exercising a right of individual or collective self-de-
fence, in accordance with Article 51 of the Charter, to take any measures not reasonable proportionate to the armed attack
agamst it".
16. Vildhaber, p. 155.
17. En la Conferencia de Ginebra sobre Desarme (1935) se excluyó expresamente este ejemplo de la definición de agresión.
Cfr: Conférence pour la réduction et limitation des arméments. IX Désarmément 1935, IX, 4, Tomo 2, p. 684.
18. Verdross/Simma, p 290; Hailbronner: "Der Schutz der Luftgrenzen im Frieden", 1972, p. 43.
19. Kersting, p. 143.

51 Thémis 7
resuitar exagerada; habrá que verificar en cada caso si Art. 51 de la Carta de la ONU, siempre y cuando
se trata realmente de un ataque armado. En este senti- éstos actúen por orden de un Estado.
do; la definición de agresión nos puede dar valiosas lu-
ces. Asimismo, los terroristas deben actuar armados.
Este hecho se da en atentados terroristas de gran en·
(2) Además de las dificultades que surgen al defi- vergadura ejecutados empleando armas automáticas
nir el "ataque armado", se presenta el problema de y explosivos. El atentado debería ser de tal gravedad
concretar este concepto en relación a los actos terro· que pueda ser equiparado con los demás actos men·
22
ristas. La agresión en el caso del terrorismo interna- cionados en el Art. 3 que define la agresión . Esto
cional es indirecta y se caracteriza por el hecho de no se puede suponer si se trata de un único atentado
que ciudadanos de determinado Estado actúan en de efectos muy limitados. De ahí que, p. ej., el aten-
contra de otro Estado, sin que aparezca éste directa- tado contra la discoteca berlinesa "La Belle" no sea
mente. Es por ello que el co11cepto del ataque arma- suficiente para acogerse al derecho de legítima de·
do debe ser definido por separado para el caso de la fensa contemplado en el Art. 51.
agresión indirecta. No existe ataque armado si las per-
Sin embargo, cabe imaginar casos en los cuales
sonas sólo reciben del Estado armas, refugio, apoyo
la agresión sea de tal naturaleza que hagan presumir
financiero y capacitación, ya que esto no cumple con
la existencia de un ataque armado. Esto es válido por
la característica del término "armado'.' 20
ejemplo en relación a la amenaza hecha por Khadafi
de enviar comandos suicidas, o para el terrorismo que
En los casos del terrorismo dirigido por un Esta-
emplea cargas explosivas nucleares.
do, el apoyo que se presta a los terroristas va más allá
de las medidas arriba mencionadas. En estos casos se
Tratándose de la agresión indirecta el problema
introduce clandestinamente personas para que lleven
radica en determinar si la suma de pequeños asaltos
a cabo acciones violentas. Como las personas o
armados, que aisladamente no justificarían el derecho
grupos de personas actuantes no son órganos del
a la legítima defensa, puede justificarlo 23 . Israel ha
Estado que los envía, no se puede responsabilizar
invocado este tipo de "accumulations of events" en
a este Estado por los actos perpetrados por aque-
su lucha contra las guerrillas palestinas 24 , lo mismo
llos. Sin embargo·, por otro lado el Estado que los ha
que Francia en relación a Túnez y Gran Bretaña con
enviado no puede eludir su responsabilidad ante el
ocasión de la invasión del Yemén 25 .
Derecho 1nternacional por el hecho de no haber ac·
tuado a través de sus órganos sino a través de terceras La acumulación de varios atentados de menor
personas. De no ser así, el Estado tendría la posibili· importancia debe dar derecho a acogerse a la legíti-
dad de eximirse de responsabilidad. Por eso se justifi· ma defensa por que el agresor puede llevar a cabo
ca la equiparación hecha entre los órganos del Estado otros atentados sin correr mayores peligros (salvo
y las otras personas "enviadas". la aplicación de sanciones pacificas relativamente
Esta conclusión se desprende de la codifi- inofensivas). Esto supone, sin embargo, una estrecha
cación de la responsabilidad internacional reali- vinculación temporal que obedezca a un plan integral,
zada por la lnternational Law Comission (1 LC). De asi como la identidad entre atacante y atacado.
conformidad con lo dispuesto por el Art. 8 del pro·
yecto elaborado por la 1 LC 21 , los actos de una perso- La prohibición de la autodefensa preventiva no
na o grupo de personas son imputables a un Estado resta legitimidad a estos contraataques, ya que la le-
desde el punto de vista del Derecho Internacional, si gttima defensa no sólo se da como defensa de un
p. ej. consta que la persona o el grupo de personas ataque inmediato. Si el atacante reincide en su
ha actuado de hecho, en nombre de dicho Estado. El agresión con cierta regularidad, la lucha contra la
Estado estaría reconociendo el ejercicio de funciones fuente de ésta para evitar nuevas agresiones consti·
públicas si envía grupos del tipo descrito en la defini- tuye un acto de legítima defensa.
ción de agresión conforme al Art. 3g, para que ejecu·
ten acciones armadas, o si el Estado tiene una partici- (3) El ataque armado terrorista no supone nece·
pación importante en estos casos. Según el Art. 3g el sariamente que los terroristas tengan el carácter de
Estado que ha enviado a estas personas o grupos es combatientes 26 . La noción de combatientes es un
responsable internacionalmente. El envío de terroris- término del Derecho 1nternacional en tiempos de gue-
tas representa un ataque armado en el sentido del rra que destgna a aquellas personas que puedan ejecu-

20. Schindler, p. 35.


21. YBILC 1975 11. S. 60
22. Texto Unted Nation. Press Release GA 5194 v. 20.12.1974; traducción al alemán cfr. el fallo Nicaragua de la Corte Interna-
cional citado por Europa-Archiv 1975 D 318: vgl. dazu auch die Nicaragua Dolzer FAZ del 30.6.1985.p. 5
23. Cfr. Schindler p. 35.
24. Bowett: "Reprisals lnvolving Recourse to Armed Force". AJI L 66 (1972), p. 5ss.; Whiteman· "Digesto of lnternational
law" 12,p.161 SS.
25. Bowett, p. 8; Whiteman, p. 156 ss.
26. Verdross/Simma, p. 187.

Thémis 7 52
tar acciones bélicas (combatientes activos) y contra no se puede justificar el uso irrestricto de fuerza con-
las cuales se pueden ejecutar estas acciones (comba- tra el Estado agresor. En aras de la proporcionalidad,
tientes pasivos). El término combatiente es irrelevan- la legítima defensa sólo puede dirigirse contra la fuen-
te en el campo del Derecho 1nternacional en tiempos te de las agresiones 30 . La defensa debe seguir siendo
de paz, en el cual nos encontramos. una defensa auténtica: la adopción de represalias es
inadmisible.
(4) Para configurar una situación internacional la
agresión debe estar dirigida contra el Estado como tal. Asimismo,queda prohibida la defensa preventiva
Ufl ataque contra aviones comerciales o ciudadanos contra un ataque aún no realizado. El terrorismo no
no es suficiente. Los ciudadanos de un Estado que re- presenta problemas al respecto en la medida que,co-
siden en el extranjero no pueden ser considerados mo se ha explicado, exista una relación entre los dife-
puestos externos de este Estado en el extranjero, y un rentes actos terroristas.
ataque contra ellos no puede equipararse a un ataque
contra el territorio soberano de este Estado 27 . Algu- 2. LA LEGITIMA DEFENSA ANTE UN ATAQUE
nos sostienen que un Estado que procede contra ciu- ARMADO (SEGUN EL DERECHO INTERNA-
dadanos extranjeros comete ipso tacto un ataque ar- CIONAL EN l'IEMPOS DE GUERRA)
mado contra la patria de los extranjeros afectados 28 .
Se argumenta que los ciudadanos afectados son parte En caso que los actos terroristas alcancen tales
de la población del Estado y por lo tanto son elemen- proporciones que configuren un estado de guerra se
tos constitutivos de su Estado patrio, el cual se puede sucitan algunas diferencias en relación a lo expuesto
sentir agredido a través de los actos de fuerza cometi- líneas arriba en lo que se refiere a la legitimidad de las
dos en contra de sus ciudadanos. Asimismo, hay que contramedidas. En tiempos de guerra· es posible
considerar que los ciudadanos americanos no se ven adoptar cualquier medida de fuerza dentro del mar-
afectados por actos terroristas de manera casual o de- co del ius un bello. El principio de la proporciona-
bido a un comportamiento general de hostilidad fren- lidad que rige la prohibición del uso de la fuerza es-
te a los extranjeros, sino que estos actos están dirigi- tablecida por el D,erecho 1nternacional en tiempos
dos deliberadamente contra los Estados Unidos. Los pacíficos, no tendría vigencia en este caso. La guerra
objetivos de los actos terroristas son, en primer lu- permite perjudicar al enemigo, incluso de manera
gar, bases norteamericanas en el extranjero o esta- desproporcionada. Los Estados involucrados tratarán,
blecimientos frecuentados por soldados norteameri- sin embargo, que sus conflictos no alcancen el estado
canos. Una acción de este tipo dirigida contra un Es- de guerra en el sentido del Derecho 1 nternacional;
tado y no contra personas puede justificar el ejercicio consideraciones de orden público tratarían de evitar-
de la legítima defensa contenida en el Art. 51. lo.
b) La legítima defensa (según el Derecho Internacio-
nal en tiempos de paz)
3. LA INTERVENCION HUMANITARIA
Es lícito emplear la utodefensa contra un ataque
armado; sin embargo, el propio Art. 51 la restringe:
( 1) Las medidas tomadas en ejercicio del derecho de E 1 terrorismo moderno no es solo un fenómeno
legítima defensa serán comunicadas inmediata- concomitante a la guerra entre los Estados- tal como
mente al Consejo de Seguridad. p. ej. los movimientos clandestinos y la lucha de gue-
(2) Dichas medidas serán suspendidas en cuanto el rrillas; su táctica resulta particularmente eficaz y con-
Consejo de Seguridad haya tomado las medidas tundente en tiempos de paz exterior. Es precisamen-
necesarias para mantener la paz y la seguridad in- te bajo las condiciones establecidas por el Derecho
ternacionales. Cualquier Estado que prosiga sus Internacional en tiempos de paz, que resulta parti-
acciones de autodefensa más allá de este plazo, cularmente difícil tomar medidas contra operaciones
comete un acto ilegal 29 terroristas internacionales. Por regla general, los ca-
Sólo aquellas acciones encaminadas a repeler un becillas no se identifican. E 1 conocerlos conduce a
ataque ilegal constituye legítima defensa. Al respecto reflexiones diametralmente opuestas respecto de las
debe salvaguardarse el principio de la proporcionali- posibles contramedidas a adoptarse -tal como se vió
dad, es decir, la defensa no puede ser más grave que la en las recientes acciones sirias y libias.
agresión. No se puede admitir un exceso en la legíti- a) E 1 instrumento más importante y a la vez el
ma defensa por eso al repeler una agresión indirecta más discutido del Derecho 1 nternacional en tiempos

27. Así Strobel: "Nochmals zur Gelselbefreiung in Entebbe", ZaoRV 37 (1977), p. 705 ss; con razón contradice Verdross/
Simma, p. 290.
28. Franzke: "Die militiirische Abwehr von Angriffen auf Staatsangehorige im Ausland- insbesondere ihre Zulassigkeit nach
der Satzung der VN", aZoR 16 (1966), 146.
29. Berber: "Lehrbuch des Volkerrechts", 11, Tomo, 1969, p. 45.
30. Schindler, p. 36

53 Thémis 1
de paz, destinado a contrarrestar acciones terroristas, se pueden emplear son la "retorsión" (p. ej. la supre-
31
es la así llamada intervención humanitaria • sión de beneficios económicos) o la "represalia" (vio-
iación de los derechos del transgresor basándose en
(1) La intervención humanitaria es discutible por ha- que éste violó con anterioridad otros derechos). La
ber pertenecido al instrumentario clásico de la represalia es el medio "más ofensivo" para imponer
política empleada por las grandes potencias ("po- una política de der'::!chos humanos que pueda contra-
lltica de cañonera"). Las grandes potencias se rrestar el terrorismo internacional; sin embargo, es
aprovecharon de algunas violaciones relativamen- cuestionable que la coacción masiva sea, a su vez, el
te insignificantes de los derechos humanos o de la medio "más efectivo" en las relaciones internacio-
confiscación de bienes de sus ciudadanos, para lo- nales. Mientras que los Estados Unidos han tenido
grar sus objetivos hegemónicos. Por esta razón, cierto éxito con su política ofensiva en materia de
todas las legislaciones modernas al principio de la derechos hurnanos 34 , la República Federal Alema-
no intervención no prevén ninguna excepción. na mantiene una actitud reservada, que se" puso en
evidencia durante las discusiones sobre Libia y su
(2) Sin embargo, el Derecho 1nternacional moderno participación en acciones terroristas. Actualmente
protege los derechos humanos por lo menos con la posibilidad de ejercer coacción como represa-
la misma intensidad como lo hace en el caso de la lia por graves violaciones al Derecho se ve restringi-
integridad territorial de los Estados. E 1 terroris- da considerablemente por la interdependencia po-
mo implica violaciones gravísimas de los derechos lltica, económica y militar. En los últimos años
humanos que no se pueden tolerar con las manos el Ministerio de Relaciones Exteriores de la RFA
cruzadas, a menos que no se afecte el orden jurí- ha declarado en repetidas ocasiones que no con-
dico internacional en su totalidad. sidera úti 1 las re¡:;íesalias contra los Estados que
Vía interpretación habrá que encontrar una solu- violen los derechos humanos; la experiencia en-
ción que tome en cuenta la prohibición de la in- seña que ni la proscripción ni el aislamiento cambian
tervención, y que simultáneamente proporcione la actitud internacional de un Estado, ni lo hacen en-
la salvaguarda efectiva a los derechos humanos 32 . trar en razón respecto de los derechos humanos. Las
Esto sería posible mediante la intervención (limi- medidas empleadas por la denominada "diplomacia
tada a proteger la integridad física, la salud y la silenciosa" y las conversaciones bilaterales acerca de
libertad) en la soberanía territorial de un Estado las personas en situación de apremio resultan más
que no observe los derechos humanos fundamen- útiles. El consenso internacional, que en 1856 con-
tales o que no esté dispuesto a protegerlos de ma- dujo a la proscripcion de la piratería, no se da en el
nera suficiente. Una intervención de esta índole, caso del terrorismo (incluyendo la piratería aérea).
a la proscripción de la piratería, no se da en el caso
limitada a lo más indispensable, se justifica por
la irnperatividad de los derechos humanos ("ius del terrorismo (incluyendo la piratería aérea).
cogens") y por la universalidad de su aplicación
("erga ornnes") 33 Finalmente, lo expuesto también es aplicable a
las tentativas bilaterales y multilaterales que buscan
restringir e impedir el terrorismo internacional em-
b) Según las normas del Derecho Internacional pleando los medios del Derecho Penal. Estos intentos
en tiempo de paz se puede proceder contra los Esta- demuestran "el fraccionamiento del panorama inter-
dos que en su afán de apoyar el terrorismo interna- nacional en intereses, imperialismos e ideologías y
35
cional violan los derechos humanos; las medidas que sus consiguientes simpatías y antipatías"

31. El término "intervención humanitaria" abarca, p. ej., la espectacular acción israelí en Entebbe para liberar a los pasajeros, en
su gran mayoría israelíes, del avión de la línea aérea El-Al, o el fracasado intento de liberar a los rehenes de la embajada nor-
teamericana de Teherán; no así en cambio, la liberación del jet "Landshut" de Lufthansa en Mogadishu, porque la unidad es-
pecial de la Policía Federal de Fronteras actuó de común acuerdo con las autoridades de Somalia, con lo cual, desde un prin-
cipio, quedó excluida la intervención.
32. Véase en este sentido el cuarto inciso del décimo Principio del Catálogo de Principios del Acta Final de la Conferencia de
Helsinki: "Todos los principios antes mencionados son de importancia fundamental y por tanto se aplican de manera unifor-
me y sin reservas, interpretándose cada uno de ellos tomando en cuenta los demás".
33. Mientras la acción israelí en Entebbe se limitó a transgredir en lo mínimo posible la soberanía temtorial de Uganda (des-
trucción de aviones en el aeropuerto de Entebbe para impedir la persecución), la invasión norteamericana a la isla de Grana-
da excedió claramente el marco de la intervención humanitaria (salvación de ciudadanos norteamericanos de las turbulencias
de la guerra civil)- los norteamericanos en este caso sólo pueden alegar que el gobierno "de jure" (¿gobernador Scoon?)
solicitó su ayuda
En cualquier momento, empleando medios violentos se hubiera podido rescatar el barco "Achile Lauro" que estaba en poder
de los terroristas: (a) En alta mar lo pudo haber hecho el Estado de bandera o con su consentimiento; (b) en el puerto ex-
tranjero como "intervención humanitaria". En cambio, la intercepción de los aviones egipcios en que iban los autores de la
acción terrorista pertenecientes a la O LP, por parte de la fuerza aérea norteamericana no constituye ninguna intervención hu-
manitaria sino una sanción que viola la soberanía egipcia. El ataque israelí contra un campo palestino en Túnez en represalia
por el asesinato de ciudadanos israelíes en Chipre, es una represalia violenta contra TCmez prohibida por el Derecho Interna-
cional en tiempo de paz- no importa si Túnez dio refugio a los palestinos terroristas.
34. Cfr. p. ej. Schachter: "lnternational Law lmplications of U.S. Human Rights Politics", New York Law School Law Review
1978, p. 63 SS.
35. Rumpf: "Vólkerrechtliche Probleme des Terrorismus", en Aussenpolitik 1985, p. 398

Thémis 7 54
4. El peligro de privilegiar el terrorismo internacio- zan la delimitación del uso de la fuerza en las relacio-
nal nes interestatales (es decir, en el "ius ad bellum"), si-
a) E 1 terrorista como luchador por la libertad. no también la restricción de los medios a emplearse
Uno de los problemas de mayor actualidad y más ("ius in bello") y, además, tienen trascendencia en
discutido en Derecho 1 nternacional es la tipificación la lucha contra el terrorismo. Algunos Estados del
de la lucha por la liberación de los pueblos. Así p. ej. Tercer Mundo con el apoyo del Bloque Oriental no
Libia al apoyar la organización terrorista de la OLP sólo han logrado privilegiar la "lucha justa por la li-
pretende apoyar las legítimas reivindicaciones del beración" sino también -trasgrediendo las normas
pueblo palestino para obtener su autodeterminación, del Derecho 1nternacional clásico en tiempo de gue-
denegada por el régimen sionista-racista de Jerusalén. rra- reconocer los medios y métodos típicos de lu-
cha que caracterizan a esta forma de uso de la fuer-
Mientras los Estados de Occidente aplican a las za.
guerras de liberación las normas tradicionales del De-
recho Internacional que rigen la guerra civil, los países ( 1) E 1 Derecho 1nternacional clásico en tiempo de
socialistas y las naciones del Tercer Mundo defienden guerra parte de la rigurosa distinción entre com-
la tesis que los conflictos que surgen en territorios de- batientes y no combatientes; con ello se quiso
pendientes son de carácter ·internacional. Con ello, la que el uso de la fuerza en caso de guerra queda-
doctrina de la guerra justa que ya se creía superada, ra restringido a un determinado grupo de perso-
ha llegado a tener un nuevo campo de aplicación. La nas responsables por las acciones bélicas, que la
distinción entre el ejercicio "justo" y el ejercicio "in- población civil quedara protegida y que se evita-
justo" de la fuerza no puede remediar la ausencia de ce la guerra nacional total y caótica. Los franco-
paz mundial. Dado que los Estados deciden sus tiradores y guerrilleros que operaban "en la clan-
asuntos como juez y parte, rehuyendo la interven· destinidad" o tras las líneas de las tropas enemi-
ción jurisdiccional de la Corte Internacional de la Ha- gas, no tenían derecho a intervenir en los sucesos
ya. cada Estado considera que sus actos son justos. bélicos; en caso de caer en manos del enemigo,
no se les consideraba prisioneros de guerra sino
La ratio legis de la prohibición universal del uso delincuentes comunes.
de la fuerza contenida en la Carta de la ONU es la su-
premacía de la paz sobre el concepto de justicia que (2) Ya los textos del Derecho Internacional en tiem-
pudiera tener cada Estado. En esta línea la Carta solo po de guerra sancionados al terminar la Segunda
concebiría el uso de la fuerza para contrarrestar el Guerra Mundial 36 flexibilizaron la rigurosa distin-
uso "auténtico" de la fuerza. En cambio, el colonia- ción entre combatientes legales y guerrilleros, en
lismo no sería una forma genuina del uso de fuerza reconocimiento al valioso aporte de los movi-
que justificase el empleo de la fuerza contraria. To- mientos de la resistencia que lucharon contra las
dos los problemas de la lucha contra el terrorismo in- potencias del eje. El Protocolo Adicional a las
ternacional radican, en última instancia, en la contra- Convenciones de Ginebra del 12 de agosto de
dicción intrínseca existente entre la prohibición uni- 1948 sobre la protección a las víctimas de con-
versal del uso de la fuerza y la lucha por la liberación. flictos armados internacionales del 12 de d iciem-
No se trata de una contradicción imputable al Dere- bre de 197737 recoge esta tendencia. En princi-
cho 1nternacional o a la ciencia del Derecho 1nterna- pio, este así llamado protocolo 1, aun no ratifi-
cional. Esta se debe, más bien, a la conducta de mu- cado por la R FA, equipara en todos los aspectos
chos Estados que al 'reafirmar o per-feccionar la nor humanitarios la lucha nacional por la liberación
matividad del Derecho Internacional a "nivel de las Na- con los conflictos internacionales. Según el Art.
ciones Unidas buscan obtener ventajas para si o para 1 inc. 4, el Protocolo regula los "conflictos arma-
determinado grupo de Estados, por medio del secta· dos en que los pueblos en ejercicio de su derecho
rismo o parcialidad. de autodeterminación luchen contra la domina-
b) El Terrorista como Combatiente ción colonial y la ocupación extranjera, as( como
Este sectarismo y parcialidad no sólo obstaculi- contra regr· menes racistas".

cional en tiempo de paz- no importando si Túnez dió refugio a los palestinos terroristas.
36. Los cuatro Convenios de Ginebra sobre Derechos Humanitarios de Guerra del 12 de agosto de 1949, celebrados para aliviar
la suerte de los heridos y enfermos de las Fuerzas de Tierra ( 1), de Mar ( 11), sobre el trato de los prisioneros de guerra ( 111) y
para la protección de personas civiles en tiempos de guerra (IV), se aplican según lo dispuesto por sus respectivos Art. 2 en el
caso de "otro conflicto armado que surja entre dos o más altos Estados contratantes, aun si el estado de guerra no es recono-
cido por una de estas partes". En el correspondiente Art. 4 inciso 3 del Convenio por primera vez, los miembros de la resis-
tencia reciben igual trato que los combatientes legales de tal suerte que si caen en manos del enemigo, se les reconoce el sta-
tus de prisioneros de guerra. Su status de combatiente, sin embargo, depende de que (a) estén encabezados por una persona
quien sea responsable por sus subordinados, (b) lleven consigo un distintivo permanente y reconocible desde lejos, (e) porten
armas abiertamente, y (d) al ejecutar sus acciones bélicas cumplan con las leyes y costumbres de guerra.
37. Texto Bothel/lpsen/Partsche: "Die Genfer Konferenz úber humanitiires Vólkerrecht- Verlauf und Ergebnissc", en: ZaiiRV
1978, S. 1, 86-156. Fricke: "Ein neues Kapitel im humanitiiren Kriegsviilkerrecht? Zwei Zusatzprotokolle zu den Vier Gen-
ter Rotkreuzkonventionen", en N U. 1976, p. 178ss.
38. En relación a los problemas actuales ver BT-Drs. 10/445 del 5.1 0.1983.

55 Thémis 7
Con ello, el "freedomfighter" se convierte, en Finalmente también se propugna la solución bi-
principio, en un combatiente legítimo. De con- lateral para los problemas de terrorismo surgidos
formidad con lo dispuesto por el art. 44, párrafo entre dos Estados.
3, del Protocolo 1 éste se caracteriza por portar
armas abiertamente durante la preparación y 1. E 1 asesinato del rey Alejandro de Yugoesla-
actos inminentes al ataque 39 . Sin embargo, no via y del ministro francés de relaciones exteriores
queda claro el significado real de los términos Barthou, cometido por extremistas croatas el 9 de
"preparación" y "despliegue" (en inglés "deploy- octubre de 1934 en Marsella, fue la causa de la ela-
ment") para la guerra de guerrillas con fines de boración de la Convención de Ginebra para prevenir
liberación 40 . No se debe subestimar el peligro de y combatir el terrorismo del 16 de noviembre de
la "legalization of terrorism" 41 por el moderno y 1937 43 suscrita por 24 gobiernos de Europa, Lati-
humanitario Derecho 1nternacional en tiempo de noamérica, Unión Soviética, Egipto y la India, pero
guerra. Este peligro se advierte, sobre todo, allí que, sin embargo, nunca entró en vigencia debido a la
donde los conflictos entre los Estados (como por Segunda Guerra Mundial. La Convención contiene la
ej. en el Cercano Oriente) se prolongan por dece- primera (y hasta ahora única) definición de terroris-
nios y en los cuales los Estados están dispuestos mo consignada en un documento oficial de Derecho
a enfatizar sus objetivos políticos apoyando un Internacional: "criminal acts directed against a state
frente de liberación. and intendet or calculated to create a state of terror
in the minds of particular persons, or a group of per-
sons or general public" (art. 1 ).
111. MEDIDAS EMPLEADAS POR LA COOPERA-
CION ENTRE LOS ESTADOS PARA LUCHAR E 1 Art. 2 de la Convención estipuló la creación
CONTRA EL TERRORISMO INTERNACIONAL de un tribunal internacional en lo penal con sede en
La Haya para el juzgamiento facultativo de terroristas
Pese a que determinados círculos políticos coro- internacionales; por lo demás dispuso la extradición
nan al terrorista con la aureola de luchador por la li- obligatoria o la acción penal en el propio país ("aut
bertad y defensor de una causa justa, el terrorista si· dedere aut judicare").
gue siendo "un delincuente desde el punto de vista
42
del Derecho nacional" . Los tratados antiterroristas Cuando en los años setenta el terrorismo interna-
del Derecho 1nternacional pertenecen al Derecho Pe- cional adquirió alcances insoportables, los Estados
nal. La tarea del ordenamiento jurídico internacional Unidos intentaron, una vez más, que la Asamblea
es reglamentar las medidas necesarias para la coopera- General de las Naciones Unidas estableciera una con-
ción internacional. Los acuerdos postulan sistemáti- vención universai contra el terrorismo: la Draft Con-
camente diferentes planteamientos: vention for the Prevention and Punishment of Certain
En parte se intentó proscribir el terrorismo a ni- acts of lnternational Terrorism 22 . Esta fracasó debido
vel internacional, cualquiera que fuera su forma, a la resistencia que opusiese el Tercer Mundo y el Blo-
tanto en tiempos de guerra como de paz, em- queo Oriental, no obstante que la Convención recono·
pleando en su lucha los medios del Derecho Pe- c1·a el status especial de los "partisanos".
nal nacional e internacional tal como se hizo con
la piratería marina. 2. En la práctica los Estados han tomado medi-
Paralelamente se intentó proteger aquellos obje- das contra determinadas actividades terroristas. Al
tos que corren un mayor peligro frente al terro- principio el "hijacking" o secuestro de aviones con
rismo internacional (por ej. el tráfico aéreo y los secuelas criminales ocupó el primer plano. En este
diplomáticos) e impedir determinados actos par- contexto hay que destacar tres tratados:
ticularmente reprobables (como por ej. el secues- La Convención de Tokio sobre actos punibles y
tro). otros actos cometidos a bordo de aeronaves del
Aquello que no se puede lograr a nivel nacional 14 de setiembre de 1963 (en vigencia desde el
debido a las diferentes concepciones ideológicas 4-12-1969) 45 ; •
y objetivos políticos, tal vez pueda realizarse en La Convención de La Haya para combatir la toma
esferas jurídicas más pequeñas: los acuerdos an- de posesión ilegal de aeronaves del 16 de diciem-
46
ti-terroristas regionales cumplen esta función. bre de 1970 • y

39. Cfr. Menzel/lpsen, P. 543.


40. Blumenwitz: "Die Dritte Welt dringt in Genf auf Anerkennung der Partisanen", DI E WE L T del 24.5.1977, p. 5.
41. Cfr. Green: "Double Standards in the United Nations: The Legalization of Terrorism", en: Archiv des Volkerrechts, 1979,
p. 129 SS.
42. Cfr. Oppermann: "Der Beitrag des internationales Rechts zur Bekampfung des internationalen Terrorismus", Festschrift für
Schlochauer (1981), p. 504.
43. Texto Manley O. Hudson: "lnternational Legislation", Tomo 7 (1941), p. 862 ss.
44. Texto Department of State Bulletin del 16.10.1972. p. 431 ss. lagoni, Archiv 1977, p. 171 ss.
45. Texto Alexander/Browne/Nanes: "Control of Terrorism. lnternational Documents"- 1979, p. 45 ss. McWhinney: "The illegal
diversion of aircraft and international law". Recuetlle de Cours, Tomo 138 ( 1973/1), p. 267 ss·.
46. BGBI. 1972 11 S. 1505 ss.; vgl. BT-Drs. Vl3272/3820.

Thémis 7 56
El Convenio Suplementario de Montreal del 23 Arabes ni por el Blo¡:¡_ye Oriental.
de setiembre de 1971 47 que protege contra el sa-
botaje a las aeronaves e instalaciones aeronáuti- 3. Los acuerdos regionales parecen más promete-
cas. dores. Los miembros de la Organización de Estados
Americanos (O.E.A.) suscribieron el 2 de febrero de
Por razones políticas estas tres convenciones no 1971 la Convención Panamericana contra el terroris-
mencionan el término "terrorismo". Lo mismo suce- mo50. Los países miembros del Consejo de Europa
de con la Convención del 14 de diciembre de 1973, llegaron el 27 de enero de 1977 al "Acuerdo Euro-
que protege a los diplomáticos, la cual, sin embargo, peo sobre Lucha contra el Terrorismo" 51 . Las partes
se propone de manera inequívoca impedir actos te- contratantes renunciaron a la interposición de excep-
48 ciones basadas en el carácter "político" del delito en
rroristas contra personas que gozan de protección .
Pese a todo esto la Asamblea General estimó necesa- caso de una demanda de extradición (art. 1 ) 52 . E 1 de-
rio dotar a la convención de una aclaración en favor nominado Convenio de Dublin del 4 de diciembre de
de la lucha nacional por la liberación: la Resolución 1979 53 complementa el citado acuerdo para los Esta-
3166 (XXVIII) explica "that the provitions of the dos miembros. de la Comunidad Europea. Este conve-
annexed Convention could not in any way prejudi- nio tiene por objeto anular a nivel europeo las reser-
ce the exercise of the legitimate right of self-deter· vas formuladas a la convención del Consejo de Euro-
pa52.
mination and independence ... by peoples struggling
against colonialism, alien domination, foreign ocupa-
tion, racial discrimination and apartheid". La "Cooperación Europea para la Lucha contra
el Terrorismo" se ha fijado como meta la lucha con-
En 1973 las Naciones Unidas reflexionaron so- junta contra el terrorismo mediante reuniones de ex-
bre posibles atentados contra diplomáticos cometi- pertos y de ministros, organizadas por el grupo de tra-
dos so pretexto de luchas de liberación nacional. Con bajo TREVI (T = Terrorisme, R = Radicalisme, E=
posterioridad, la toma de rehenes en la embajada nor Extremisme, V = Violence, 1 = 1nternational). E 1 re-
teamericana de Teherán, convierte esto en una tristl! quisito fundamental para el éxito de la cooperación,
realidad. radica en la intensificación y sistematización del in-
La R FA ha intentado poner en vigencia la Con- tercambio de información. El trabajo conjunto y la
49
vención de las N. U. contra la toma de rehenes del cooperación se da a nivel de reuniones de trabajo en-
18 de diciembre de 1979. Esta convención tampo· tre expertos, ministros de seguridad interna y los res-
co llama al terrorista por su verdadero nomore. pectivos jefes policiales.
Parte de la identidad del "delincuente que toma
rehenes", es decir, "aquél que se apodera de una 4. El intercambio de notas diplomáticas entre los
persona (rehén) o quien la mantiene en su poder, Estados Unidos y Cuba sobre el secuestro de aviones
amenazándola de muerte, daño a su integridad y barcos del 15 de diciembre de 197354 , constituye,
física o continuar privándole su libertad con el finalmente, un ejemplo apropiado para demostrar
fin de obligar a un tercero . . . . a que realice una ac· como las negociaciones bilaterales pueden solucionar
ción u omisión, como condición expresa o tácita para problemas poi íticos tan delicados (que incluso trans-
liberar al rehén". El "tercero" es "un Estado, una or- pasan las fronteras de los grandes bloques mundiales)
gani:¡;ación internacional, una persona natural o jurí- como el del terrorismo. Para la doctrina norteameri-
dica, o un grupo de personas" (art. 1 ). Pese a su am- cana el acuerdo norteamericano-cubano sobre las san-
bigüedad y a su inaplicabilidad en caso de guerra y de ciones a los "hijackers" es eficaz: el número de secues-
lucha nacional por la liberación, la Convención hasta tros de aviones entre Cuba y los EE.UU. disminuyó
ahora no ha sido suscrita por Israel, por los Estados considerablemente desde 1973 55 .

47. BGBI. 1977 11 S. 1229 ss.; vgl. BT-Drs. 8/216. 1057.


48. Convention on the Prevention and Punishment of Crimes against lnternationally Protected Persons, including Diplomatic
Agents, aprobada por la ONU sin votación, en vigencia desde el 20.2.1977, fuente en alemán BGBI, 1976 11 p. 1745; Bloom-
field/Fitzgerald: "Crimes against lnternationally Protected Persons". 1975.
"49. Convention against the Taking of Hostages, traducción al alemán BGBI. 1980 11 S. 1361 -vigente desde el 3.6.1983; cfr.
Plats: "lnternationale Konvention gegen Geiselnahmc", ZaóRV 1980,276 ss.
50. Convention to prevent and punish Acts of Terrorism taking the form of Crimes against Persons and related Extortions that
are of international significance- en vigencia desde el 20.10.1976; Texto Alexander/Browne/Nanes; p. 71 ss.
51. Texto aleman· BGBI 1978 11 p. 322; vigente desde el 4 de agosto de 1978. Cfr. Lacoste: "Die Europaische Terrorismus-
Konvention", en Schweizer Studien zum lnternationalen Recht, 1982. El convenio rige en 16 de los 21 estados del
Parlamento Europeo (Francia, Italia, Grecia y Malta aún no lo han ratificado); Irlanda se obligó en virtud del acuerdo anglo-
irlandés de noviembre de 1985 a suscribir el convenio del 24 de febrero de 1986.
52. Hay, sin embargo, excepciones (cfr. Art. 5 del Convenio) y reservas (en el caso de Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, No-
ruega, Suecia y Chipre). Cfr. Rumpf, p. 395. También Stein:"Dit> Auslieferungsausnahme bei politischen Delikten", 1983.
53. Acuerdo sobre la aplicación del Acuerdo europeo para la lucha contra el terrorismo entre los Estados miembros de la Comu-
nidad, texto ZaóRV, 1980, p. 319 ss.
54. Cfr. lnternational Legal Materials, BD. XII (1973), No. 2, p. 370 ss.
55. Cfr. Rumpf, p. 395.

57 Thémís 7
Conceptos jurídicos sobre la acción terrorista
frente a un Estado Democrático y sobre la
calificación del terrorismo como delito común

Enrique Elías Laroza


Diputado de la República y Catedrático en la Facul-
tad de Derecho de la PUC.

Vivimos una década conmocionada por el resur- E 1 terrorismo, entonces, es un medio y no un fin
gimiento de un flagelo que la humanidad conoce des- en sí mismo. Sus diversas motivaciones y finalidades
de el principio de los tiempos. En esta época turbu- originan que existan muchas clases de terrorismo: hay
lenta el terrorismo es noticia diaria, permanente, en el terrorismo psicológico, religioso, político, social, lu-
mundo en general y en el Perú en particular. Ha llega- crativo, anárquico, físico y muchos otros. Pero, en
do a formar parte de nuestras vidas. cualquiera de sus formas, es eminentemente coerciti-
vo; no dialoga; emplea la violencia.
El hombre tiende a creer que todo lo que ocurre
en su época y en su país es algo original, diferente. No La naturaleza y extensión de este trabajo no per-
es difícil encontrar quienes piensan que el terrorismo miten pretender una exposición completa sobre la in-
que sufre nuestra nación desde 1980 es un fenómeno tegridad de un tema tan vasto y complejo como el te-
típico y autóctono, sin antecedentes en la historia. rrorismo. Tampoco es posible abarcar in extenso el te-
Esto los lleva a aventurar conceptos superficiales y a ma del terrorism'o político-social, que es el que aflige
primera vista certeros, pero que en realidad carecen principalmente al mundo de hoy. Por ello, vamos a li-
de fundamentos jurídicos. mitar este artículo al análisis jurídico de dos temas
vinculados al problema del terrorismo polltico-socia~.
La verdad es diferente. Si estudiamos la historia
E 1 primero consiste en determinar quien es real-
del terrorismo, desde los orígenes de la humanidad,
mente el terrorista ¿Es terrorista el que arroja bom-
encontraremos siempre las mismas características de
bas contra un orden social injusto? ¿Es terrorista el
nuestro terrorismo del Siglo XX. Pueden haber varia-
Estado, que defiende a la clase social imperante?. A
do algunos métodos, pueden ser nuevos la piratería
primera vista, el problema dista de ser sencillo. En el
aérea, los asaltos a los Bancos y ciertos sofisticados
debate poi ítico, la [)a labra "terrorista" se convierte
explosivos. Pero esos cambios se deben solamente a
siempre en un arma. Si una de las partes logra conven-
los avances tecnológicos de nuestra era y no a una va-
cer que su opositor es el terrorista, habrá ganado
ri-ación en la esencia misma del fenómeno, que sigue y
seguirá siendo la de siempre: el empleo del terror para adeptos y habrá persuadido a muchos sobre la validez
un fin determinado. de su propia posición poi ítica.

No hay grupo terrorista, por más crueles y crimi-


Tratándose de un fenómeno tan antiguo como el nales que sean sus métodos, que no trate de defender-
hombre mismo, no es de extrañar que, desde hace si- s~ ~osteniendo que el Estado es tan o más terrorista
glos, los estudiosos del derecho hayan esbozado res- qL:"' ellos. En algunos casos tienen razón. Pero en
puestas a los principales interrogantes jurídicos que otros tal afirmación no pasa de ser una falacia efectis-
plantea este tema apasionante. Es en la doctrina iurí- ta. Es muy conocida la frase que afirma que el que es
dica, entonces, y no en la improvisación aparentemen- terrorista para un grupo social es defensor de la liber-
te creativa, donde encontraremos la real solución que tad para otro. Con ello se pretende establecer que, en
buscan nuestras preguntas. situaciones de grave conflicto social, las normas de
conducta no son anal izadas de acuerdo a criterios uni-
Si analizamos el terrorismo, en su significado más formes.
genérico, encontramos en los tratadistas una defini-
ción más o menos coincidente: se entiende por terro- Todo ello confunde situaciones; la verdad es que,
rismo la doctrina o la conducta que utilizan el terror en ciertos casos, puede sostenerse válidamente que el
como procedimiento para lograr determinados fines. Estado es terrorista, siendo entonces procedente la

Thémis 7 58
reacción violenta del individuo; pero hay otros casos fe de la tribu, que imponían su autoridad por la vía
en que nunca el Estado puede ser calificado como tal. de la superstición, hasta las modernas el ínicas psi-
Clarificar este punto es el primer objetivo de este tra- quiátricas, pasando por las torturas, pelotones de fusi-
bajo. lamiento y toda clase de policías secretas o descubier-
tas, el Estado, el Gobierno o cualquier otro organismo
El otro ámbito que pretendemos analizar ha sido o grupo que ejercen el poder pueden convertirse en
materia de debate doctrinario durante varios siglos. terroristas.
¿se encuentra el terrorismo en la esfera de los delitos
comunes, o nos hallamos en el campo de la criminali- En el campo de los individuos también encontra-
dad política?. ¿son los terroristas delincuentes comu- mos que las personas o los ciudadanos pueden recurrir
nes o infractores político-sociales?. LCabe realizar la y han empleado muchas veces los métodos terroristas.
distinción entre delitos políticos y delitos sociales?. Trátese de personas individuales, de bandas, de colec-
tividades, de grupos con motivaciones políticas, exis-
Aquí también es obvio que todos los grupos te- te también el terrorismo ejercitado por los individuos
rroristas pretenden adjudicarse la categoria de lucha- frente al Estado.
dores políticos; al ser detenidos, la de presos políti-
cos; y al huir a un país extranjero, la de perseguidos De acuerdo a las distintas situaciones políticas en
políticos. Ello se debe a la corriente liberal que impe- que pueden encontrarse los países, surgen también
ró en Europa, desde mediados del siglo pasado, gra- distintas formus de terrorismo. Hay, al respecto, di-
cias a la cual la delincuencia política fue considerada versos ejemplos.
con mucho menor severidad que en los siglos anterio-
res, quedando sometida a un tratamiento penal más En un país en estado de coloniaje encontramos
benévolo que el de la delincuencia común y quedando generalmente el terrorismo del colonizador, que em-
también ex el u ida del alcance de los tratados de extra- plea muchas formas de terror para mantener su poder
dición. sobre la colonia. Por su parte, los individuos del país
colonizado, al querer liberar a sus pueblos, al preten-
Esa doctrina liberal es materia de nueva revisión der el surgimiento de su nacionalidad, recurren tam-
en nuestro siglo, estupefacto ante la ferocidad de los bién a actos de terrorismo en contra del colonizador.
crímenes que perpetra el terrorismo, en todas las lati- Esta situación, perfectamente conocida en nuestro pa-
tudes. Nuevos conceptos se imponen en las legislacio- sado iberoamericano, también se ha producido en
nes de la mayor parte de los países del mundo, exclu- Africa y en otros lugares del mundo. Encontramos
yendo al terrorismo del ámbito de las infracciones de allí, entonces, el terrorismo que emplea el que ejerce
carácter político, independientemente de sus eviden- el poder y el que es utilizado por parte de quien in-
tes móviles poi íticos. surge contra la potencia colonizadora.

El estudio de este segundo tema, que pretende Otra situación concreta es, por ejemplo, la ocu-
otorgar al terrorismo un tratamiento penal y político pación de un pa is por parte de un ejército extranje-
benigno, es también pretensión de este artículo. ro. El invasor ejerce el poder y emplea métodos de te-
rror contra la colectividad del país ocupado. Los ciu-
1. EL "TERRORISMO DE ESTADO". dadanos que sufren la ocupación también recurren al
terrorismo para liberar a su país. Encontramos, nue-
E 1 terrorismo con motivaciones poi íticas presen- vamente, el empleo del terrorismo en ambos lados de
ta también facetas diferentes, sea en razón de la per- la muralla.
sona que lo utiliza, sea en razón de las distintas situa-
ciones poi íticas en que pueda encontrarse una nación. Veamos también otro caso: la interminable lista
de los países que sufren o han sufrido dictaduras, des-
Si estudiamos a la persona que emplea el método de los tiempos más remotos hasta nuestros días. Las
terrorista, tenemos que preguntarnos, en primer lu- dictaduras, cualquiera que sea su signo político, em-
gar: lpuede el Estado ser calificado de terrorista?. plean métodos de terror. Es cierto que es posible con-
Creemos que sí y sin la menor duda. Es más, conside- cebir una dictadura que, por excepción, no recurre a
ramos que en la historia de la humanidad es más fre- estos procedimientos, pero ello es más factible en el
cuente encontrar el terrorismo del Estado que el de ámbito de la teoría que en el de la práctica. De una o
los individuos. Son innumerables las veces en que el de otra manera, con derramamiento de sangre o sin él,
Estado ha empleado toda clase de métodos de terror las dictaduras emplean métodos coercitivos, eliminan
con el objeto de imponer ideas, de resguardar un or- el diálogo y apelan a la violencia. Los ciudadanos que
den social que le conviene, de proteger los privilegios discrepan con la dictadura también responden, con
de uno o más grupos, de asegurar la supervivencia de frecuencia, de la misma manera.
un sistema poi ítico determinado.
Ante todos estos casos, surge la pregunta: lquién
Lamentablemente, éste es un fenómeno que no es más terrorista?; le! colonizador que impone el co-
deja de repetirse en la historia. Desde el brujo y el je- loniaje o los que desean el surgimiento de su naciona-

59 Thémis 7
lidad?; ¿el ejército invasor o los ciudadanos que de- posible es el que hacen cumplir los ciudadanos mis-
sean la liberación de su país?; lel régimen totalitario mos quienes, celosos de sus propios derechos, encuen-
o el ciudadano que lucha por su libertad?_ Creo que tran motivos para proteger los derechos de otros.
en todos esos casos la respuesta es obvia_ Recordemos
también que el artículo 82o_ de la Constitución del La intención del terrorista es romper el orden,
Perú de 1979 establece que nadie debe obediencia a demostrar que los derechos de los ciudadanos y la de-
un gobierno usurpador ni a las autoridades que asu- fensa de la ley no cuentan cuando se confrontan con
man funciones violando la Constitución y las leyes, lo que él se propone lograr. Típicamente, el terrorista
que son nulos los actos de toda autoridad usurpadora cometerá alguna atrocidad para mostrar su desprecio
y que el pueblo tiene el derecho a la insurgencia cuan- por la humanidad y su deseo de ser brutal; después
do se trata de la defensa del orden constitucional. exigirá que el gobienro haga algo que quizás no pueda
legalmente hacer, o que se encuentr-e impotente para
La disposición constitucional antes citada tiene ejecutar.
su origen en una antigua corriente doctrinaria, según
la cual, como opinaba el francés Chrétiem en 1868, Lo que aterra es la crueldad pura con que se trata
los casos de opresión y de reacción dan lugar a que la a las víctimas y la evidente intrepidez del terrorista
razón jurídica sea sustituída por una necesidad de de- para matar y aceptar su propia muerte. Así quedan de
fensa directa, en términos de guerra. En otras pala- manifiesto tanto la fuerza del terrorista como la debi-
bras, el imperio del "ius belli" con respecto a la legiti- lidad del gobierno. Si este último accede a las deman-
midad de los medios empleados. das del primero a fin de obtener la liberación de los
rehenes, es débil; si el gobierno emplea una fuerza im-
En resumen, en todas las situaciones anterior- portante para rescatarlos, y algunos resultan heridos o
mente descritas encontramos que el terror que desa- muertos, entonces ha dañado a los que debía prote-
tan los individuos es una mera respuesta al terror que ger. Al terrorista no le interesa el resultado, porque de
se desencadena desde el poder. Esto es lo que ha dado cualquier modo el gobierno queda en descrédito; el
lugar, en la práctica, a que todos los grupos terroristas orden se destruye y el temor, no la· razón, impone su
traten de justificar sus métodos sobre la base de argu- dominio".
mentar que su acción es solamente una respuesta fren-
te al "terrorismo del Estado". Es también interesante reproducir la opinión del
Juez lrving R. Kaufman, con respecto a la ilegitimi-
Pero es incuestionable que esas reacciones políti- dad del asesinato terrorista: "Desde la época medie-
cas no tienen justificación alguna en un caso concre- val, los filósofos han reconocido la distinción entre
to: cuando una colectividad se encuentra en un país jus ad bellum, la justicia de guerra, y jus in bello, la
en el que impera un régimen genuinamente democrá- justicia en la guerra. E 1 terrorismo es más una estrate-
tico. Cuando el derecho de disidencia de las minorías gia civil de lo que comúnmente llamamos guerra, pe-
tiene cauces legales de expresión, cuando las mayorías ro la distinción sigue siendo válida también en este
no pueden impedir la crítica a los gobernantes, cuan- campo. La realidad moral de la guerra se divide en dos
do los representantes del pueblo tienen irrestricta li- partes lógicamente independientes. Hacemos juicios
bertad para expresar y publicar sus ideas, cuando la li- acerca de cuestiones de mayor alcance como la agre-
bertad de prensa a todos permite la difusión del pen- sión y la defensa propia; pero, empleando un cálculo
samiento y de la realidad de los hechos y cuando las distinto, hacemos juicios acerca de la observación o
autoridades son renovadas periódicamente y mediante violación de las reglas habituales y positivas del com-
voto universal; desaparecen enteramente los funda- promiso. De igual manera, debemos distinguir entre
mentos jurídicos para que cualquier grupo quiera im- nuestros sentimientos respecto de la causa del terro-
poner sus ideas mediante la violencia. rista, por una parte, y los medios ilegitimas que usa
para promover esa causa, por la otra. Dicho de un mo-
E 1 Estado democrático es el símbolo de la juridi- do sencillo, el asesinato al azar de personas inocentes
cidad. Quien ejerce una acción de violencia ilegítima siempre es terrorismo, incluso cuando es perpetrado
contra el Estado democrático, no puede argumentar a por representantes de los pueblos más oprimidos so-
su favor ni el derecho a la insurgencia ni el derecho de bre la faz de la Tierra".
la guerra. Pasa a ser un delincuente que quiebra el or-
den jurídico legítimo. Dice Harold W. Rood, Profesor En general, la doctrina coincide en señalar que el
de Estudios Estratégicos 1nternacionales de Clare- terrorismo frente a un Estado democrático tiene dos
mont: "En una democracia constitucional, la esencia caracterlsticas fundamentales: ser empleado por gru-
del gobierno es la protección del ciudadano, sus de- pos minoritarios y caracterizarse por la utilización de
rechos y su propiedad, de cualquier usurpación de li- una extrema violencia.
bertad o propiedad, sea por el gobierno, por sus con-
ciudadanos o por extranjeros enviados al país con ese En efecto, es característico de la acción terrorista
propósito_ Que el ciudadano ejerza su libertad es más frente a Estados democráticos la de ser un método
importante que la preservación de un orden perfecto empleado por grupos minoritarios. En otros términos,
dentro de la comunidad. De hecho, el mejor orden son minorlas que tratan de imponer por el terror un

Thémis 7 60
Estado distinto al democrático representativo. Si fue- tro del delito común, con exclusión del beneficio del
sen mayorías, lograrían el triunfo a través del diálogo tratamiento político para los casos de extradición.
y del voto universal. Al fracasar en este intento, recu·
Veamos al respecto la opinión de William V.
rren a métodos ilícitos. Estos grupos no pueden com·
O'Brien, Profesor de la Universidad de Georgetown:
pararse a los que insurgen en contra de un coloniaje,
"Como suele suceder con los términos polémicos, el
o de un invasor extranjero o de una dictadura. Todo
terrorismo casi nunca se define explícitamente. El te-
lo contrario. Este terrorismo dirige su acción en con-
rrorismo es una especie de guerra, y puede usarse co·
tra de la voluntad popular, que es la expresión de las
mo estrategia subordinada dentro de guerras que de
mayorías, sustento de la legalidad del Estado demo·
otro modo siguen patrones militares tradicionales.
crático.
La singularidad del terrorismo reside en su empleo de
la fuerza armada contra objetivos que serían excep-
Por otra parte, estas minorías tratan de imponer
cionales o anormales en una guerra ordinaria, con re-
sus ideas mediante la violencia, o sea perpetrando to·
sultados que tienen poco que ver con la necesidad mi·
da clase de delitos. Esto los coloca, incuestionable· litar tradicional. El ·terrorismo suele ser practicado
mente, al margen del orden jurídico y del amparo de por grupos pequeños, contra objetivos elegidos por su
la ley. efecto potencial de conmoción y no por su utilidad
militar. Su propósito es crear un ambiente de temor,
Concluimos entonces que, ante la vigencia de un aprensión y pérdida de confianza en los sistemas de
Estado auténticamente democrático, el terrorismo no seguridad existentes, con el fin de que éstos se debili·
puede justificarse sobre la base de considerar que su ten y corran el peligro de derrumbarse".
acción es una respuesta a un hipotético "terrorismo
del Estado". Las deficiencias y hasta los excepciona-
Esto origina que el terrorismo es un delito que
les excesos del sistema democrático tampoco pueden
atenta no solamente contra la seguridad del Estado,
servir de fundamento para tal pretensión.
sino que recurre, simultáneamente, a la comisión de
un sinnúmero de delitos comunes, tales como el asesi-
2. lES EL TERRORISMO UN DELITO COMUN?
nato, el asalto, los atentados por medio de explosi-
vos, la destrucción de la propiedad, el secuestro y mu·
La polémica acerca de si el terrorismo que nos
chos otros.
ocupa es un "delito poi ítico" o un "delito común con
motivaciones poi íticas" data de mucho tiempo atrás.
Por todo ello, en los últimos tiempos, la mayor
El problema se complica singularmente debido a que
parte de los Estados han excluido a los delincuentes
en la doctrina jurídica no existe una definición gene·
terroristas del derecho de asilo que normalmente se
ralmente aceptada acerca de los delitos poi íticos. Al·
concede a los perseguidos políticos. Esto lo encontra·
gunos tratadistas afirman que los delitos poi íticos
mos en muchas disposiciones de carácter constitucio·
pueden dividirse en:
nal, en las leyes internas de la mayoría de los países y
en los tratados de extradición.
Delitos políticos propiamente dichos, que sólo
vulneran o atacan el orden polltico de un Estado, Con respecto a la posición de la doctrina jurídica,
sin lesionar los bienes y derechos de particulares. Eugenio Cuello Calón, en su obra de "Derecho Pe-
Delitos políticos complejos, que tienen como ob- nal", manifiesta categóricamente que la opinión do-
jetivo no solamente el orden político sino, a la minante consiste en negar a los terroristas el trato que
vez, transgreden el d~recho común. debe concederse a los delincuentes políticos: "Se de·
Delitos comunes con motivaciones de carácter nominan delitos sociales los dirigidos a la perturba·
político (entre los cuales suele ubicarse al delito ción o destrucción del actual régimen social y econó·
de terrorismo). mico. También suele darse este nombre a los cometí·
dos con ocasión de la lucha de clases o de conflictos
La gran mayoría de las legislaciones no definen entre el capital y el trabajo. Las formas más agudas y
esta clase de delitos. Tampoco emplean la denomina- sangrientas que ha revestido esta delincuencia son los
ción de "delitos poi íticos". Otras legislaciones consi· atentados terroristas realizados por medio de explosi-
deran que los únicos delitos de carácter político son vos.
aquellos que tienen por objeto dañar la seguridad del
Estado, tanto en el frente interno como en el treme Se discute si estos delitos pueden ser considera-
externo. dos como delitos políticos; la opinión dominante es
contraria a tal identificación por considerar que mien-
Ante la dificultad de encontrar una definición ca- tras éstos solamente atentan contra el orden y la orga-
bal para esta clase de delitos, creemos que es más im- nización política de un estado determinado, aquéllos
portante analizar el tratamiento que el terrorismo ha tienden a la destrucción del actual régimen económi-
recibido en las legislaciones penales. En otras pala· co-social de todos los países. Por dicha razón, en el
bras, lo que caracteriza a la gran mayoría de las legis· caso de empleo terrorista de explosivos, niegan gene-
laciones modernas es la severidad con que tratan a es· ralmente a estos delincuentes el trato concedido a los
tos infractores y la ubicación que les atribuyen den· delincuentes poi íticos".

61 Thémis 7
En resumen, la opinión dominante en el mundo tículo transcribiendo el texto del citado dispositivo
de hoy es que ninguna protesta, por mayores que sean constitucional, cuya claridad me exime de toda expli-
sus válidos argumentos, puede justificar que ella se ha- cación.
ga patente desencadenando el terror y sometiendo a
ciudadanos inocentes al riesgo de la pérdida de sus vi- "Artículo 109o.- La extradición sólo se concede
das y de sus bienes. Por ello se niega al terrorista el por el Poder Ejecutivo, previo informe de la Corte Su-
derecho de asilo y se le incluye entre los delincuentes prema. Quedan excluídos de la extradición los delitos
pasibles de extradición. Por ello es procedente con- poi íticos o los hechos conexos con ellos.
cluir en que el tratamiento del delito de terrorismo es,
mayoritariamente, el que se asigna a los delitos comu- No se consideran como tales los actos de terroris-
nes, independientemente de su motivación poi ítica. mo, magnicidio o genocidio.

En perfecta concordancia con la opinión impe- La extradición es rechazada si existen elementos


rante en la doctrina jurldica más moderna, nuestros de juicio suficientes para considerar que se ha solici-
legisladores constituyentes redactaron el artículo tado con el fin de perseguir o castigar a un individuo
1 09o. de la Constitución de 1979. Concluyo este ar- por motivos de raza, religión, nacionalidad u opinión".

Cortesía de:

Eugenio Cogorno
Molino Excelsior S. A.

Thémis 7 62
La Paz es posible

Diego García- Sayán


Secretario Ejecutivo de la Comisión Andina de Juris
tas y Catedrático de la Facultad de Derecho de la
PUC.

Pocos pudieron prever que el ataque armado en en el plano de lo poi ítico rebasando una inoperante
Chuschi, Ayacucho, hace poco más de siete años, se- formalidad jurídica e institucional. Ello ponía de ma
ria el prólogo de una de las expresiones más serias de nifiesto la colosal distancia entre la sociedad y el Es
violencia política en la América Latina contemporá- tado derivada no sólo de las contradicciones econó-
nea. Para muchos esto era signo que atrás quedaba el micas -traducidas en la dupla riqueza-pobreza- sino,
mito de la proverbial "resignación" del peruano y, en principalmente, de todo lo que significa el proceso
especial, del habitante de la serranla. Sea cual fuere la trunco de formación de la nación peruana al que se
interpretación, las cifras frias, anónimas, expresan refiriera con acierto José Carlos Mariátegui.
con crudeza lo que ha venido pasando: alrededor de
No resulta ser un detalle de poca monta que en
10,000 muertos, más de 1 ,000 detenidos-desapareci- el Perú los preceptos básicos de una democracia libe-
dos por acción de las fuerzas de seguridad, decenas ral nunca hayan tenido vigencia y que el rostro de ella
de miles de desplazados y estado de emeruencia para sea, mas bien, un andamiaje normativo de escasa o
cerca de la mitad de los peruanos al momento de es- nula eficacia. La institucionalidad esencial de un sis-
cribirse estas 1 íneas. Hoy por hoy la sociedad peruana tema democrático no sólo ha estado permanentemen-
parece ser pródiga en una violencia que está a flor de te minada por una realidad que no logró ni logra ex-
piel. presar, sino por algo que es esencial en su precarie-
dad: su escasa legitimidad ante los grandes sectores de
Si al violentismo senderista y a la cruenta repre- la población. Es grave constatar, por ejemplo, como la
sión se agregan la delincuencia común y las b<.mdas de reducida identificación que hay entre la población e
narcotraficantes, el cuadro aparece aun más complejo instituciones como el poder judicial -devaluado y
y de difícil manejo. A veces parecerla que de pronto, desprestigiado en la percepción social- se traduce en
así porque sí, surgieron del interior de la propia socie- una muy escasa recurrencia a dicho aparato para ob-
dad los gérmenes de su dislocamiento. No cabe duda tener justicia.
que a algunos sorprendió en 1980 que se recurriera a
la violencia como instrumento de acción política; in- Se puede discutir, así, si en el Perú ha habido ciu-
cluso se pretendió tapar el sol con un dedo al reducir dadanos o si, por el contrario, se ha tratado de una si-
el senderismo a un fenómeno siquiátrico-delincuencial. tuación en la que, dentro de una igualdad formal,
Se olvidaba, de esa forma, que nuestra historia poll- unos han sido "más iguales" que otros dentro de un
tica estaba atravezada por una violencia que la histo- cuadro en el que ha predom·1nado la discriminación
riografla oficial siempre minimizó o negó. en perjuicio de las mayorías.

Para no remontarnos a las calendas griegas, sólo 1. EL CAMINO DEL INFIERNO


cabe recordar que los de "arriba" y los de "abajo"
utilizaron la violencia en el Perú durante los 50 años Es cierto que la sub-valuación del fenómeno sen-
precedentes. Los primeros mediante los gobiernos dic- derista en 1980 no fue monopolio del gobierno de ese
tatoriales, el gamonalismo y la exclusión de las mayo- entonces. Siendo así para el común de los mortales,
rías; los se~Jundos a través de movimientos pollticos resultaba más explicable que un gobierno encuadrado
violentos (como el APRA de las décadas del 30 y 40) por lo que alguien en ese momento llamó "moda re-
y de una lucha social que por lo general desbordó los tro", cometiera en este terreno un serio error de eva-
estrechos parámetros institucionales_ luación.

Las evidentes y \)raves contradicciones de la so- Pero a los pueblos les importa más los resultados
ciedad peruana, como erd de suponer, se expresaron que las buenas intenciones o las explicaciones socio-

63 Thémis 7
psicológicas de los errores de los gobernantes. Y lo de los "sinchis" o los infantes de marina. El andamia-
cierto es que la administración belaund ista tiene una je institucional que supuestamente debía operar den-
grave responsabilidad en la aceleración de la espiral tro de un régimen constitucional -y que no puede ser
violentista a partir de 1983. Si las primeras respuestas puesto entre paréntesis por un Estado de Emergen-
del gobierno al violentismo senderista estuvieron sig- cia- se paralizó por completo: el Poder Judicial y el
nadas por la sub-valuación del fenómeno -una mane- Ministerio P(Jblico parecían no existir. La autoridad
ra de tomar distancia frente al problema- luego (a mi litar no los dejaba operar, los propios aparatos ci-
partir de diciembre de 1982) le transfirió el manejo viles abdicaban de su autoridad y la población poco o
del asunto casi por entero a las Fuerzas Armadas -otra nada esperaba de ellos. El drculo de la muerte, pues,
forma de salir del problema sin resolverlo como los parecía cerrado y coherente.
hechos lo demostraron.
2. PARTIDA DE CABALLOS
En efecto al constituirse una suerte de "Estado
dentro del Estado" en la denominada zona de emer-
En el diagnóstico había una evidente diferencia:
gencia a partir de enero de 1983, la violencia se acre-
para el sucesor de Belaúnde, el fenómeno senderista
centó. Si la masacre de los periodistas en Uchuraccay tenía explicaciones en problemas sociales no resuel-
fue una especie de hito simbólico con el que se inició
tos. La respuesta al senderismo, en consecuencia, de-
esta etapa, durante 1983 y 1984 las desapariciones
bía tener en cuenta lo militar pero debía poner el cen-
forzadas de ciudadanos se sucedieron dantescamente
tro de su atención en la solución de los problemas so-
en cifras que en ocasiones superaban las i 100 perso-
ciales y económicos de la población.
nas por mes! El Grupo de Trabajo sobre Desaparición
Forzada de Personas de las Naciones Unidas presentó
Los primeros vientos insinuaban una rectificación
en marzo pasado un elocuente informe mundial den-
profunda. El mensaje inaugural en el que se anunciaba
tro del cual al Perú le cabe ocupar un poco honroso
que no se combatiría a la barbarie con la barbarie, los
primer lugar en la cantidad de casos de desaparición
espectaculares anuncios de setiembre luego de la de-
forzada de personas por obra de las fuerzas de seguri-
nuncia de la masacre en Accomarca y el nombramien-
dad durante los últimos años. Y esa ha sido sólo una
to de la Comisión de Paz parecían expresar la volun-
muestra de muy graves violaciones a los derechos hu-
tad de no seguirle haciendo el juego al senderismo con
manos derivadas de una estrategia anti-subversiva de-
la creciente militarización y de recuperar para el po-
terminada: poner el eje en una respuesta subversiva
der civil la autoridad de la que había abdicado.
para hacer frente a un fenómeno ciertamente armado
pero de naturaleza indiscutiblemente política.
Sería necio negar que algunos cambios se han pro-
ducido. La dinámica de los hechos nos indica, sin em-
La respuesta militarista y mi 1ita rizada estuvo le-
bargo, que las modificaciones parecen haber sido, a la
jos, muy lejos, de la posibilidad de disuadir al sende-
larga, más de matiz y de estilo que cualitativas. Si bien
rismo de su vertiginoso accionar violentista. Tampoco
algunos índices de violación a los derechos humanos
se orientó a conseguir algo esencial dentro de un con-
parecen haber disminuido (desapariciones, por ejem-
flicto de este tipo: atraer a la población con hechos
plo) estos han sido ampliamente compensados por
concretos que legitimaran el sistema. Ni el senderis-
otros (ejecuciones extra-judiciales). De otro lado, si
mo se aquietó ni la población se sintió identificada
bien por intermedio del 1nstituto Nacional de Plani-
con una lógica anti-subversiva que era una suerte de
ficación ( 1NP) se han anunciado ciertas inversiones en
versión "chicha" de lo ocurrido hacia poco en la Ar-
el denominado "trapecio andino", en realidad no se
gentina.
ha hecho nada espectacular. En efecto, cuando existe
un proyecto que sustenta una inversión determinada
Por el contrario, dentro de ese cuadro el sende-
-cosa que no ocurre muy a menudo- ésta se hace de
rismo amplió su ámbito de accion orientándose a ata-
muy difícil ejecución teniendo en cuenta la lógica
car a "soplones" y colaboradores llegando en deter-
senderista de atacar todas las expresiones del Esta-
minadas circunstancias a exterminar a grupos huma-
do. Las llamadas "zonas de emergencia", finalmente,
nos numerosos (como fue el caso de la Comunidad de
siguen siendo un Estado dentro del Estado con muy
Lucanamarca). La población rural pasó a encontrarse
escasa posibilidad de acción para la autoridad civil
entre dos fuegos de muerte. El uno, proveniente de
local (política o judicial) y con nuevas formas de con-
una insurgencia sangrienta y sectaria y, el otro, uni-
trol como la prohibición a los periodistas de circular
formado y oficial proveniente de las fuerzas del orden
en la zona.
cuya acción -gran paradoja- se orientaba. supuesta-
mente, al pleno restablecimiento del Estado de Dere-
El senderismo al acentuar su accionar en Lima
cho.
busca obviamente acósar al Estado y distraer hacia la
capital a parte de las fuerzas del orden. las respuestas
La lógica de muerte se impuso, dejando a la po- que se han dado no parecen haber sido sino lo que el
blación en una desprotección tan absoluta que el te- senderismo hubiera requerido. Para muestra dos boto-
mor frente a la presencia senderista parecía sólo su- nes. De un lado, el espectacular operativo contra tres
perado por el terror a ser visitado o a caer en manos Universidades de la capital que luego de movilizar a

Thémis 7 64
4,500 efectivos policiales y detener a 800 estudiantes ciencias ha insistido en la urgencia de ciertos disposi-
se tradujo en un saldo elocuentemente ridículo: sólo tivos legales como supuesta "clave" para dotar al Es·
9 estudiantes con detención definitiva. En el camino tado de los instrumentos necesarios. Las propuestas
quedaron los estudiantes algunos de los cuales pueden han girado, así, esencialmente en torno a dos temas:
ser hoy más proclives a la prédica senderista. De otro las penas frente al delito de terrorismo y la naturale-
lado, el toque de queda que al prolongarse ya por cer- za de la jurisdicción conveniente para procesar este
ca de año y medio mantiene inútilmente a Lima co- tipo de delitos.
mo la única ciudad del continente americano en don-
de rige una medida semejante. Y esto sin que se haya En cuanto a las penas, parece haber quedado en el
dado ni una sola muestra de que el toque de queda olvido la insistente reiteración con la que destacados
sirva para algo salvo para que mueran inocentes aba- voceros del régimen pasado reclamaban el restableci-
leados o estrellados contra un muro. Con un agravan- miento de la pena de muerte. Además de olvidar nor-
te delicado: la cuestionable atribución al Comando mas internacionales que no permiten restablecer la pe-
Conjunto de que sea él -y no la autoridad civil- quien na de muerte, las corrientes mortícolas no hacen más
fije las horas de toque de queda y expida las autoriza- que apelar a impulsos emocionales y elementales. Si
ciones para circular. · este tipo de impulsos resulta cuestionable, en térmi-
nos generales, como base para una respuesta civiliza-
Sin negar, reitero, los cambios de estilo, se le está da y democrática al delito, al tratarse de combatir si-
dando al fenómeno senderista en esencia la misma res- tuaciones en donde se hace frente a una convicción
puesta que antes: policial-militar y restricción de los de características fanáticas, a la moralidad discutible
espacios democráticos. Con un agravante: la respuesta de la pena de muerte se agrega su ineficacia.
se extiende a distintos rincones del país habida cuenta
de la acelerada extensión geográfica del accionar sen- No obstante, se ha venido insistiendo -y con éxi-
derista. Lo que en apariencia podría ser una reac;:ción to- en la necesidad de aumentar sustancialmente las
lógica de quien tiene que preservar el orden público penas privativas de libertad previstas en la ley antite-
no acaba siendo sino una forma torpe de hacerle el rrorista como medio, se supone, orientado a frenar el
juego a una estrategia que busca precisamente preci- delito. En efecto, al incorporar dicha ley (con ciertas
pitar una lógica de fuerza para estrechar acelerada- modificaciones) al Código Penal en marzo de este
mente los espacios democráticos. año, se han aumentado sensiblemente las penas. No
es mi deseo entrar aquí a analizar si se requiere o no
En una confrontación que es en esencia política penas severas -que si se requieren- ni a discutir los
las diferencias de diagnóstico entre la autoridad de problemas técnicos de esta modificación normativa
hoy y la de ayer no se han traducido en el diseño de -que los tiene, y muchos- sino lo peligroso que pue-
una estrategia anti-subversiva democrática y conduci- de significar sembrar la ilusión de que penas más seve-
da políticamente desde el poder civil. Por el contra- ras en el texto de la ley podrán frenar al senderismo
rio, de un tiempo a esta parte la intervención más ní- violentista. Este temor fundado se deriva de la propia
tida del poder civil -la decisión presidencial de actuar sustentación oficial a estas modificaciones normativas
militarmente en los penales en junio de 1986- no sir- que motivaron, incluso, dos legislaturas extraordina-
vió más que para desatar la matanza más gitantesca rias.
-aún impune al año de producida- que se haya pro-
ducido en nuestra historia.
Este riesgo lo veo expresado por lo menos en tres
aspectos. Primero, que la esencia del fenómeno a
3. LAS RESPUESTAS LEGALES combatir nos da palpable cuenta de un grupo humano
que si está dispuesto a entregar la vida, no se arredra-
Antes y ahora han habido quienes le han atribuido rá ante la "amenaza" de penas más altas. Segundo.
a ciertas modificaciones legales un rol tal vez excesivo que la supuesta "ineficacia" mas que probable de esta
entre las respuestas a dar al violentismo senderista. Si modificación legal para pacificar el país, no puede si-
en ciertas circunstancias estas propuestas han expre- no acrecentar el desprestigio de la legalidad y de la
sado corrientes que no han perdido la esperanza en institucionalidad. Tercero, que al contar teóricamente
una salida democrática, la mayor parte de las veces con el instrumento necesario para sentenciar, se tras-
han sido más bien posiciones totalitarias, ocultas tras ladará parte de la "culpa" a los jueces "que absuelven
ciertas propuestas "normativas", las que han levanta- terroristas" ... i como si un magistrado pudiera conde-
do ciertas tesis que formalmente están insertadas den- nar sin pruebas y en base a los grotescos atestados po-
tro del Estado de Derecho pero con un sentido pro- liciales que por lo general forman parte de los expe-
fundo que trastoca elementos esenciales de la demo- dientes!
cracia.
El otro plano en el que las propuestas de modifi-
Luego de promulgada en 1981 una "Ley Antite- caciones normativas han sido pródigas ha sido el de la
rrorista" con una muy guresa tipificación del delito autoridad jurisdiccional que debe encargarse de proce-
-que afecta el principio de legalidad- y que creó el sar estos delitos. Si bien la propuesta inicial de "tribu-
delito de opinión, el juridicismo formal de ciertas con- nales especiales" contenía ciertas inconstitucionalida-

65 Thémis 7
des, éstas parecen haber sido salvadas en el debate pezando por el reto diario de sobrevivir con honesti-
parlamentario y la ley puede ser aprobada en los pró- dad.
ximos meses. Quedaron en el aire ominosas propues-
tas como la de los jueces enmascarados o los tribuna- Si la imaginación popular es por necesidad fron-
les militares, pero estas ideas siguen por allí, aninan- dosa, contrasta el relativo anquilosamiento oficial que
do en mentalidades ultramontanas y totalitarias tan parece estar dando vueltas en torno a si mismo mor-
alejadas de nuestra problemática social que no se per- diéndose la cola en un juego que alimenta sin querer
catan que su eventual concreción no haría más que la espiral violentista. En las últimas semanas alguien
hacerle el juego al violentismo antidemocrático. poco imaginativo pretende haber dado en el clavo con
ciertos "spots" televisivos mediante los cuales se le
Escasas, sin embargo, ban sido las propuestas pregunta al ciudadano qué hace frente al terrorismo.
normativas orientadas a cortar realmente el paso a la La pregunta, en cualquier caso, revierte contra quie-
espiral violentista. Estas serían todas aquellas enca- nes la formulan.
minadas a consolidar el papel de las instituciones de- No se puede negar la necesidad de que se utilicen
mocráticas, y a garantizar el pleno respeto de los de- mecanismos policiales y militares para actuar frente al
rechos humanos y de la subordinación del poder mi- proceso en curso. Las líneas de mando, sin embargo,
litar al poder democrático-constitucional. Los pro- deben ser redefinidas para lograr una conducción po-
yectos existentes duermen el sueño de los justos en lítica frente a un fenómeno, ya lo hemos dicho, de
alguna gaveta del Congreso esperando, tal vez, las vo- naturaleza esencialmente política. Todo ello dentro
races fauces de algunas termitas condescendientes. de un cuadro de subordinación a la autoridad civil y
de respeto a los derechos humanos.

Probablemente no sean necesarias en este como


Más allá de estas respuestas y de las posibles ac-
en los demás terrenos, modificaciones formales sino,
ciones en el terreno económico y social, lo importan-
mas bien, que se respeten las normas ya existentes.
te es definir con transparencia y claridad los criterios
Con eso ya se habría dado un salto gigantesco: que se
rectores para obtener la pacificación del Perú. La dis-
respete y cumpla, por ejemplo, en todo lugar y cir·
yuntiva de apariencia retórica, pero de profundo sen-
cunstancia la ley de acciones de garantía, lo que oxi-
tido, entre la paz con justicia y la paz de los cemente-
genaría al sistema y daría aunque sea alguna esperan-
rios está planteada. Ella se expresa en cuestiones tan
za en la autoridad democrática: que los estados de
centrales como la de los derechos humanos a los que
emergencia no sean un cartabón para dictar leyes que
algunos con poder de decisión insisten en percibir co-
ostensiblemente rebasan el marco constitucional (co-
mo un inevitable obstáculo en la "eficacia" de la lu·
mo la 24150 de julio de 1985) o para resoluciones ju-
cha anti-subversiva, cuando se trata exactamente de
diciales prevaricadoras que abdican frente al poder lo contrario: de un instrumento indispensable, pro-
militar. En suma: ique se respete la Constitución! bablemente el principal, para hacer legítimo el siste-
Nada más, ... pero nada menos. ma. Ya que se trata, a fin de cuentas de un conflicto
que expresa hondos problemas no resueltos, las res-
puestas adecuadas requieren poner en marcha una ma·
4. CONSTRUIR LA PAZ quinaria que exprese la decisión de resolverlos aunque
muchas cosas importantes queden para el mediano y
En medio de un panorama en el que muchas ve- largo plazo, como resulta obvio.
ces es difícil encontrar elementos alentadores en este
terreno, no cabe duda que la principal reserva con la El reto presente es no sólo como no resquebrajar
que cuenta el sistema democrático es la aspiración de el sistema democrático desde dentro más de lo que ya
justicia y de democracia concretas de la gran mayo· está sino, más allá de ello: cómo hacer de la institu-
ría del pueblo peruano. De ese pueblo que ha estado cionalidad democrática y de un proceso de legitima-
dispuesto en las circunstancias críticas de poner el pe- ción auténtica del Estado el mejor instrumento para
cho para conseguir el pan y acabar con las dictaduras lograr la paz. Pero eso requiere más que palabras y
militares. Con razón desconfiado frente a un sistema su9íere, mas bien, la necesidad de promover impor-
institucional inoperante pero con respuestas siempre tantes camb íos sociales pregonados y postergados pe-
imaginativas para resolver sus propios problemas, em- ro hasta ahora frenados en los hechos.

Thémis 7 66
Comentarios al Código Civil

Ensayo sobre el error en los testamentos


(Primera Parte)

Guillermo Lohmann
Catedrático de Derecho Civil en la Facultad de Dere-
cho de la Universidad de Lima.

Mientras ordenaba notas y maduraba ideas para posible virtualidad o relevar.cia anulatoria, es conve-
un estudio sobre el error testamentario, el Comité de niente recordar con carácter previo, siquiera sea some-
Redacción de Thémis tuvo la gentileza de solicitarme ramente, la dis;;iplina genera! del error tal como viene
una colaboración para la revista. Acepté gustoso el regulada en las norma-; de fondo qo_:e justifi•;an el nu-
ofrecimiento, confiando poder concluir el encargo en meral 221, inci~o 2 que menciona el Dr. Lanatta. Es-
la fecha requerida y con la extensión precisada, a cu- tas normas son !as contenidas e'l los ;¡rtículos 201 a
yo propósito pensé escribir unos apuntes principales 209 ckl nuevo C6L'igo.
sobre el tema que tenía en bosquejo.
Luego veremos si tales reglas son de aplicación en
Mas según fui avanzando en la redacción e iba hil- la dogmática testamentaria.
vanando los conceptos, me venían a la pluma nuevas
ideas e inquietudes. En síntesis: que advertí con preo- 1- ANTECEDENTES
cupación que el asunto requería más severa medita-
ción y que, por mucho que se intentara, merecía tra- 1. LA DISCIPLINA GENERAL DEL ERROR
tamiento más generoso del que inicialmente había
previsto. a) Las clases de error.
Aspecto esencialísimo del tratamiento del error
Por lo tanto, y con respecto a la primera preocu- en el nuevo Código, es que regula sus dos grandes ca-
pación, la palabra ensayo con que empieza el título tegorías: el error en la voluntad y el error en la decla-
expresa fielmente el significado: las líneas que siguen ración. La primera de estas categorías es la disciplina-
constituyen un ensayo de lo que me parece que ten- da en los artículos 201 a 205; la segunda está contem-
drá que ser un estudio más acucioso. En lo que atañe plada en los artículos 208 y 209. Los artículos 206 y
a la extensión, en el número que siga de esta revista 207 son comunes a ambas especies.
procuraré concluir la exposición de los puntos faltan-
tes y que ahora, por falta de espacio, se quedan en el b) El error vicio.
tintero. Los artículos 201 a 205 aluden al llamado error-
vicio. Es aquel defecto consistente en que la voluntad
A diferencia de lo que sucede con las modalida- que se expresa como querida se ha formado imperfec-
des de los testamentos, respecto de las cuales el ar- tamente por desconocimiento "de todas las circuns-
tículo 689 del Código Civil remite a las reglas genera- tancias del caso o apreciándolas equivocadamente" 1 .
les de los negocios jurídicos, en materia del error ni el Es un problema que afecta a la formación de la volun-
artículo 809 C.C. ni ningún otro hacen remisión algu- tad en cuanto designio interno. Como consecuencia
na. No obstante, al comentar este precepto en su Ex- de ello se produce un falso o inexacto juicio sobre la
posición de Motivos, el Doctor Lanatta Ghilhem sí situación que es objeto de conclusión después del ra-
cuidó de indicar que "se refiere al efecto de los vicios zonamiento. Lo que el declarante ha considerado en
del consentimiento en el testamento, que producen su su fuero interno como correcto o verdadero, no es tal
anulabilidad de conformidad con lo dispuesto en el sino erróneo, porque no coincide con la realidad res-
artículo 221, inciso 2 del nuevo Código". pecto de la ·cual recae la manifestación de voluntad.

Considero, pues, que a fin de encuadrar con ma- Dentro de esta categoría de error se incluye la ig-
yor facilidad el estudio del error testamentario y su norancia. Son el error y la ignorancia conceptos dis·

1. Shoschana Zusman: "El error en el acto jurídico", En "Para leer el Código Civil", 11, PUCP, Lima 1985, p. 60.

67 Thémis 7
tintos, pero la segunda conduce a errar, pues la caren- esencial cuando: "1) Cuando recae sobre la propia
cia de información total puede distorsionar el enjui- esencia o una cualidad del objeto del acto que, de
ciamiento sobre algo y llevar a tener un concepto acuerdo con la apreciación genera 1 o en relación a las
equivocado de los intereses sobre los que la declara- circunstancias, debe considerarse determinante de la
ción recae. La ignorancia, no obstante, no es válida voluntad; 2) Cuando recae sobre las cualidades perso-
porque sí y 'per se' con relevancia anulatoria de la de- nales de la otra parte, siempre que aquellas hayan sido
claración errada. La concreta ignorancia tendrá que determinantes de la voluntad; 3) Cuando el error de
ser de entidad cualitativa idónea para haber causado derecho haya sido la razón única o determinante del
un error que la ley repute valedero. acto".

e) El error obstáculo. Los criterios no son rígidos, y ni siquiera objeti-


Aparte del error que vicia la voluntad como pro- vos. Al momento de juzgar, se tiene en consideración
ceso mental que lleva a querer (o no querer). o a que- sobre qué recae el error y la influencia determinante
rer Üf.l contenido negocia! de una manera determina- de él en el proceso formativo de la voluntad. Aparte
da, existe el'error que incide sobre la declaracióri: de lo dicho en el 202, también se reputan admisibles
las hipótesis de esencialidad cuando el error recaiga
El error regulado en el artículo 208, afecta la ex- sobre la cantidad o sobre el motivo declarado y acep-
teriorización (declaración) de una voluntad interna sa- tado.
na y no errada. Se trata del error denominado obs-
táculo, o error obstativo o dirimente, que se presenta Empero, la sóla consideración de error esencial
cuando un defecto espontáneo impide manifestar la reputado como tal a tenor del numeral 202, no es
voluntad tal como verdaderamente fue querida. causa sufic-iente de anulación si además no resulta co-
nocible2. Dispone el 203 al respecto: "El error se
Se le denomina también error impropio porque, considera conocible cuando, en relación al contenido,
en realidad, no está perturbada la formación de lavo- a las circunstancias del acto o a la calidad de las par-
luntad del agente declarante. El proceso mental, el tes, una persona de normal diligencia hubiese podido
razonamiento que invita a tomar una decisión, no ha advertirlo".
experimentado malformación alguna. En este orden
de ideas, el error obstativo afecta a la voluntad de rea- (2) Tampoco cualquier e;-ror en la declaración es cau-
lizar un acto adecuado a la voluntad negocia!, siendo sa de anulación. El 208 señala que "Las disposiciones
esta última la que ha elaborado el propósito o inten- de los artículos 201 a 207 también se aplican, en
ción de ciertos efectos o resultados. El error obstativo cuanto sean pertinentes, al caso en que el error en la
revela que se ha producido una disconformidad entre declaración se refiera a la naturaleza del acto, al obje-
lo querido y lo declarado; es decir, la declaración ha to principal de la declaración o a la identidad de la
venido a obstaculizar, por error, la voluntad sanamen- persona cuando la consideración a ella hubiese sido el
te deseada que se quiso expresar. La manifestación ha motivo determinante de la voluntad, así como al caso
sido infiel a lo verdaderamente querido. La disconfor- en que la declaración hubiese sido trasmitida inexac-
midad señalada es involuntaria, claro está. tamente por quien estuviere encargado de hacerlo".
Se trata, por cierto, de una regla de difícil interpreta-
d) La relevancia anulatoria (en general). ción, puesto que, por un lado, limita el error a la na-
No todo error vicio ni todo error en la declara- turaleza del acto, al objeto principal de la declaración
ción tienen relevancia anulatoria. Vale decir, para el y a la identidad de la persona. Por otro lado, hace
Derecho hay errores que no afectan la validez o la efi- aplicables "en cuanto sean pertinentes" los artículos
cacia del negocio. El ordenamiento impone ciertos 202 (esencia y cualidad del objeto, éste no necesaria-
requisitos para considerar al error como vicio jurídi- mente principal; cualidades de la persona y error de
camente aceptable. derecho). el 204 (error en la cantidad) y 205 (error en
el motivo). ¿cuándo hay pertinencia? He ahí un pro-
( 1) El error vicio sólo es causa de anulación cuando: blema bastante conflictivo al que, de momento, no
sea esencial y reconocible, o cuando recaiga sobre una encuentro respuesta definitiva y que otros tendrán
cantidad determinante de la voluntad, o cuando re- que contestar 3 .
caiga en un motivo declarado como razón determi-
nante y aceptado con tal carácter por la otra parte. 11.- LOS PROBLEMAS

Error esencial no significa que 'per se' sea grueso 2. EL ERROR Y LAS SINGULARIDADES DEL
y notorio e importante, o que lo sea para el declaran- TESTAMENTO
te. Ante la realidad legislada, esencial supone que el
ordenamiento jurídico lo reconozca como tal. A este En materia de testamentos, el artículo 809 no
propósito, el artículo 202 puntualiza que el error es hace distingo alguno entre error en la voluntad y error

2. Sobre los criterios de conocibilidad, véase mi trabajo "El Negocio Jurídico", Lima, 1986, pp. 349-353.
3. Sobre la cuestión de la pertinencia véase "El Negocio Jurídico", Lima 1986, pp. 359-361 y nota XXI del Apéndice.

Thémis 7 68
en la declaración. Así, pues, es imprescindible diluci- ción, pero no es, por sí mismo, directo e inmediato
dar si alude a uno u otro, o si comprende las dos espe- creador de relaciones jurídicas cuya observancia se
cies y luego saber sobre qué recae el error. La cues- exija al testador o que pueda él demandar. Vale decir,
tión es importante, porque siendo distintas las causa- cuando la voluntad creadora (facción del testamento)
les admitidas en uno y otro casos, de ello dependerá se expresa, no surgen relaciones exigibles. Una garan-
la validez o posible anulabilidad del testamento como tía hipotecaria o un reconocimiento de deuda en tes-
negocio jurídico. Sin embargo, entre negocio 'mortis tamento por escritura pública, quedarán sin efecto si
causa' como es el testamento y negocio 'ínter-vivos' el testador lo revoca. Cuando las relaciones surgen al
existen singulares diferencias que es preciso poner de aceptarse la herencia o legado (con efecto retroactivo
relieve antes de estudiar el tratamiento del error, pues a la fecha de la muerte). no debe estudiarse la volun-
esas peculiaridades inciden de manera definitoria en tad del testador y por ende su posible error en tal mo-
el tratamiento legal del error. mento en que surge el vínculo sucesora!, sino el mo-
mento en que la voluntad se expresó. O sea, al mo-
El testamento es, en primer lugar, un negocio ju- mento de emitirse las instrucciones testadas sobre la
rídico unilateral. Es un negocio en el cual, fundamen- aplicación o distribución de un patrimonio. Obvia-
talmente, se regulan y ordenan intereses patrimoniales mente el error tiene desde este punto de vista una
por virtud de una declaración de voluntad del testa- cualificación distinta del que tiene en los actos entre
dor que tiene carácter de declaración no recepticia. Es vivos.
no recepticia porque no requiere para su perfección el
que haya de ser transmitida a su destinatario (en este Decíamos también que el carácter de atribución
caso el beneficiario del testamento). La declaración patrimonial gratuita en la sucesión juega un rol im-
testamentaria es válida desde que se expresa por el portante. Esta gratuidad implica (al menos parcial-
testador, sin que importe su notificación al interesado mente si el bien estuviera gravado, o afecto a un cargo
en ellas; en suma que no se requiere su recepción, sino modal, o si la herencia tuviera deudas) un enriqueci-
sólo la manifestación o declaración. Supuestas estas miento del beneficiado sin contraprestación equiva-
características de negocio unilateral (que no requiere lente. Consecuentemente, la determinabilidad del
consentimiento de otro) y no recepticio (la declara- error no debe descansar tanto en este beneficiado
ción, aunque dirigida a los sucesores y albaceas, se cuanto en la exclusiva voluntad del testador.
perfecciona por su emisión -y documentación-, no
por su recepción) es indudable que es un negocio en Por último, fallecido el testador, su voluntad tes-
el que no existe otra parte. tamentaria no puede ni renovarse ni ser indagada del
propio testador, quien por sí mismo ya no puede acla-
El testador, consecuentemente, no está sujeto a rarla ni rectificarla. El testador no está en aptitud de
la carga de responsabilidad ante terceros de lo que de- demandar la anulación de una disposición basada en
clara, ni está limitado por la confianza que en el re- una voluntad viciada. De lo cual se desprende la difi-
ceptor suscite el contenido expresado y el modo ex- cultad de conocer hasta que punto el error fue o no im-
presivo de su declaración, a lo cual deba ajustar su pulsor determinante de su disposición.
conducta.
3. lA QUE ERROR ALUDE EL ART. 809?
El testamento es, efectivamente, un acto por el
cual el testador dispone de sus bienes (aunque no ex- A partir de las anteriores premisas,que encuentran
clusivamente, Cfr. art. 689 C.C. 'in fine'). Pero asimis- su razón en la especial naturaleza del testamento, ini-
mo es una disposición singular no sólo por ser gratuita ciemos el estudio del error en esta sede de la mano del
-que también es asunto determinante, como vere- 809. Lo primero q•Je interesa saber es si se admiten el
mos-, sino fundamentalmente por consistir en ins- error-vicio y el error de la declaración.
trucciones de disposición. Me explico, el testamento,
que puede ser revocado o modificado según quiera el A mi modo de ver, el artículo comprende ambas
testador, tiene eficacia 'post mortem' -y por tanto variantes de error, que siendo de hecho o de derecho,
diferida desde que la voluntad se emite- y ello impli- incida en la formación de la voluntad del testador o
en la expresión de la misma. La doctrina está mayori-
ca que el testador no alcanza a conocer el resultado
tariamente de acuerdo en esto. Es perfectamente ad-
práctico-jurídico de su volUntad. Mientras que en los
misible que el error recaiga, por ejemplo, en las cuali-
negocios 'ínter vivos' es normal que la disposición de
dades personales que el testador creía que el legatario
voluntad la ejecute y cumpla (controle) el propio de-
tenía y en consideración a ello hizo el legado, o que el
clarante, en los testamentarios se requiere forzosa-
mente la existencia de un tercero ejecutor de dicha error consista en equivocación del nombre del legata-
voluntad, que es el albacea nombrado por el testador, rio. Típico error de derecho en la declaración (que,
o ejercerá tales funciones el que los herederos desig- sin embargo, no es causal de anulación sino de rectifi-
nen o el albacea dativo judicialmente designado. Es cación), es el previsto en el artículo 735 'in fine'. Se
misión del albacea cumplir con las disposiciones de tratará de examinar en cada caso la naturaleza del
última voluntad que el testamento contiene. Desde es- error, porque las consecuencias son diversas. En sede
te punto de vista, el testamento es fuente de informa- testamentaria, donde la voluntad del testador debe

69 Thémis 1
ser respetada, es de perfecta aplicación el artículo (2) Si nos pronunciamos por la segunda, aunque el
209, según el cual "El error en la declaración sobre la error sea nimio y aparentemente de poca monta, ha-
identidad o la denominación de la persona, del objeto brá que indagar su origen, calibrarlo en el contexto
o de la naturaleza del acto, no vicia el acto jurídico, del testador y en su ánimo en un momento dado y de-
cuando por su texto o las circunstancias se puede terminar su influencia sobre lo que el testador dispu-
identificar a la persona, al objeto o al acto designa- so. Aquí hay que apresurarse a destacar que la medida
do". de la importancia no está dada por el error mismo o
-mejor dicho- por la importancia que el juzgador le
Determinada ya la posible dualidad en el error, atribuya, sino en el peso que el testador le hubiese
nos saltan a la vista dos palabras del numeral 809 que, atribuido. La importancia, así juega como repercu-
sin duda, conviene precisar: error 'del testador'. Esto sión.
parece limitar el campo de la anulabilidad. Considero, Cosa distint<J es la naturaleza del error. Esto es, lo
sin embargo, que también deben admitirse error del que antes habíamos dicho como ignorancia o eqúivo-
notario en la transcripción de lo escrito o dictado (ar- cación notorias. Notoriedad ésta que asume particular
tículo 696) no advertido por el testador luego de serie rol cuando se examina el siguiente requisito (que el
leída cada cláusula. Es un caso de imperfecta transmi- error aparezca en el testamento. Pero de esto ya se ha-
sión de la declaración. blará 'in extenso' más adelante).

4. REQUISITOS DEL ERROR (3) El error 'esencial' también admite una tercera lec-
tura. Se trata de la más prudente. La más fácil y lega-
A tellor del artículo 809, no todo y cualquier lista también. La más ceñida al pie de la letra. El ar-
error es relevante como causal de anulación. El pre- tículo 202 apunta que "El error es esencial cuando:
cepto impone tres exigencias. Individualmente anali- 1) Cuando recae sobre la propia esencia o una cuali-
zadas son de compleja inteligencia y no menor dificul- dad del objeto del acto que, de acuerdo con la apre-
tad de aplicación. Estudiados en conjunto, el trío de ciación general o en relación a las circunstancias, debe
requisitos es de antipática conciliación interna; se avie- considerarse determinante de la voluntad. 2) Cuando
nen mal entre sí. Por último, para pasmo y desazón recae sobre las cualidades personales de la otra parte,
del examinador, la doctrina legal del 809 peca por de- siempre que aquéllas hayan sido determinantes de la
sabrida o insuficiente, y a duras penas resiste una ar- voluntad. 3) Cuando el error de derecho haya sido la
moniosa conjugación con la dogmática general del razón única o determinante del acto".
error acomodada a las singularidades del testamento.
Pero siendo esta tesis la que más cómodos discí-
a) "Error esencial de hecho o de derecho". pulos pudiera encontrar, se me hace muy cuesta arri-
La norma no alude a error a secas; antes bien, re- ba que deba admitirse como exclusiva y excluyente.
clama que la disposición testamentaria sea debida a Tendríamos que echar al canasto otras variantes de
error 'esencial'. Pero no sólo esencial, sino además de error en lo absoluto desdeñables.
hecho o de derecho. El primer problema se plantea en
saber si esta esencialidad significa: a) la idea o cuali- El segundo problema -de menor entidad, por
dad fundamental que inspira la disposición (querer cierto- concierne a la calificación del error esencial
obrar 'post mortem'); b) importancia o notoriedad como "de hecho o de derecho". Calificación antigua
del error (o sea, ignorancia o equivocación gruesas), o; y de linaje, pero estrecha y ya algo devaluada y con
e) esencialidad (legal) de aquello sobre lo que el error justicia crit'icada. Razón por la cual sabiamente, supo
recae. La distinción no es secundaria ni ociosa, pues el codificador prescindir de ellas al legislar de la doc-
dependiendo de la posici<?n que se adopte será mayor trina general del error. Pero aquí en testamentos, sin
o menor el campo de aplicación de la anulabilidad de- venir a qué, la ha traído y bendecido. Lo del error de
bida a error. Lo cual, como corolario, significará que derecho está más o menos claro. Mas agregar a él sólo
el poder de investigación será más o menos amplio. el de hecho es bastante restrictivo, como si uno pudie-
Paralelamente, el investigador tendrá más o menos ra tener la fortuna de ignorar o equivocarse sólo sobre
certidumbre de sus conclusiones sobre la voluntad del los hechos y no pudiera cometer yerros sobre con-
testador, y la declaración escrita tendrá más o menos ceptos, cualidades, funciones, esperanzas, etc. Sin en-
posibilidades de subsistir incólume ante una alegación trar en honduras, a los fines del 809 conviene aceptar
de error. y tomar como premisa verdadera que todos los erro-
res que no sean de derecho, el legislador los considera
(1) Si optamos por la primera de las tesis anunciadas, como de he":-,ü. Francamente, me resisto a pensar que
cualquier error que incida en la disposición testamen deban ser otras las interpretaciones y que con la utili-
taria con carácter necesario, inseparable y sustancia zación del vocablo 'hecho', el legislador haya querido
sería susceptible de justificar la anulación. prescindir de todo lo que no es fáctica o empírica-
mente verificable.
Quedará a criterio del juzgador examinar en cada
caso concreto qué es esencial y qué no lo es y su in- b) "Cuando el error aparece en el testamento".
fluencia sobre el testador. Aunque no se dice, se supone que lo que ha de

Thémis 7 70
aparecer es el error esencial de hecho o de derecho. cada. Por lo tanto, en sede sucesora! testamentaria
No se entiende que lo que haya de aparecer sea un debe preservarse esa voluntad. Carece de sentido anu-
error distinto. lar la disposición cuando se sabe cuál es la auténtica
voluntad, resultado de haberla descubierto al supri-
Sentado lo anterior, auguro para este requisito mir el error manifiesto. Tal error no vicia el acto, pues
que al artículo 809 impone el privilegio de ser fuente es de aplicación el principio contenido en el artículo
de hartos conflictos. Tanta sencillez despierta duda. 209, aunque las hipótesis pueden ser más numerosas.
De puro obvia, la exigencia levanta suspicacias. Digo Cuarta: si el error es en efecto manifiesto, y error en
que parece obvia porque, como es natural, si el error la declaración, tendríamos que descartar las causales
no aparece no hay para qué preocuparse. Y si aparece de anulación basadas en el error vicio cometido en la
¿acaso va a aparecer en otro negocio jurídico? etapa de formación de la voluntad. Y descartar de pla·
no como probables algunas de las variantes del error
La frasecita tiene sus bemoles. Porque dice que el esencial.
error, subráyese, tiene que aparecer. Y aparecer en el
testamento. Para mí esto es un intríngulis. Porque, si Consecuentemente, creo que procede desechar
no aparece evidentemente, no hay error ni anulabili- como correcta esta alternativa de interpretación del
dad que argumentar. Examinemos alternativas: requisito. El error manifiesto que aparezca, no es cau-
sal de anulación.
(1) Que el error efectivamente sea manifiesto. Sin
embargo, no sería esta la interpretación literal, por- (2) Que el error haya sido puesto de manifiesto. Es
que si es manifiesto, mal puede aparecer. Aparecer es decir, que se haya mostrado la comisión de un error.
verbo de tránsito y movimiento, como cambio de la Ahora bien, tal error que "aparece en el testamento",
potencia al acto. Aparece lo que antes no aparecía. no aparece por generación espontánea. Ha tenido que
Pero en fin, prescindiendo del significado textual, su- ponerse al descubierto. Alguien tiene que decir en qué
poniendo que lo que aparece haya sido empleado co- consiste el error, pues es de sentido común que el
mo sinónimo de lo que ya está y se ve, o que se atisba error no acredita su existencia por sí mismo. Quiero
como muy probable o que es claramente perceptible, decir, solamente se puede hablar de error cuando se
el error tendría que aparecer como saltante. Vale de- lo compara con lo correcto. Lo cual implica, como
cir, que está de manifiesto y que se advierte de la lec- bien se comprenderá, saber y conocer (o determinar)
tura de la disposición aislada o del contexto de ella en lo que se considera como correcto. La existencia del
el documento. · error sólo se demuestra como consecuencia de un jui·
cio valorativo, que pone a la luz que se ha confundido
Si se admite lo anterior como punto de partida, una apariencia de verdad con la verdad misma; que lo
forzoso es admitir al mismo tiempo que del propio irreal, lo inexacto o lo incorrecto se han confundido
documento tiene que desprenderse lo correcto o ver- con lo real, lo exacto o lo correcto. Para que el error
dadero, pues de lo contrario el error no podría ser exista, tiene que existir un dato o criterio aceptado
manifiesto. Al lado de lo falso, tiene que estar loco- como válido o correcto, pues de otra manera no se ve
rrecto, ya que de otro modo lo falso no podría mani- posibilidad de distinguir el error de lo que no es error.
festarse.
Consiguientemente, quien alegue error de hecho
Llegados a este punto, las conclusiones fluyen o de derecho del testador, tendrá que señalar las razo-
solas. Primera: que estamos ante un problema de in- nes en las cuales fundamenta su juicio valorativo. Mas
terpretación de declaración de voluntad. El intérpre- para ello, necesariamente deberá: a) exponer la pro-
te, merced a los datos que el testamento proporciona, posición (dato, criterio, etc.) que presumiblemente el
a través de la declaración se interna en la voluntad pa- testador consideraba verdadera, o que razonablemen-
ra escrutar cuál de los datos manifiestos es correcto y te debla considerar como tal -recalco, que el testador
cuál es falso, puesto que ambos no pueden convivir. consideraba como 'su' verdad, aunque no lo fuera pa-
Segunda: que si el error es manifiesto, tiene que con- ra el resto de la gente-; b) demostrar que efectiva-
sistir en un error en la declaración. Es decir, defectuo- mente ha existido un juicio erróneo debido a un de-
sa expresión de lo sanamente razonado. El error que fecto de razonamiento -ignorancia o equivocación-,
vicia la formación de la voluntad nunca está de mani- o que ha existido un desajuste entre lo expresado o
fiesto, porque si lo estuviera y el testador posee un declarado y lo querido como verdad (y coincidente
mínimo de inteligencia y sentido común normales, con tal verdad). En suma, quien pretenda la anulación
claro está que se trataría de una burla. Me parece por error, debe aportar los criterios (ocultos, claro es-
ocioso enfatizar y abundar en que si el error vicio es- tá, porque si fueran visibles el error sería manifiesto)
tá de manifiesto, no lo comete una persona en su sano que constituyen lo verdadero o que se admiten como
juicio. O se está burlando y pretende convertir su tes- correctos o exactos para el testador.
tamento en un acertijo, o es un insano que no sabe
discernir. Tercera: que si se trata de un error manifies- Pero, ¿dónde está lo verdadero, lo exacto, lo
to y es un error en la declaración, es fácil conocer y real?. Una de dos: o en el testamento o fuera de él.
rescatar la voluntad erróneamente expresada o expli- Me explico: o los criterios se 'extraen' de la propia de-

71 Thémis 7
claración testamentaria, o se encuentran en documen- coexistir dos distintas 'verdades', ambas opuetas en-
tos, datos, hechos (realidades, en suma) extratesta · tre sí, sobre lo mismo. Lo verdadero y lo falso no
mentarios. Pues bien, en ninguno de los dos casos el pueden convivir sqbre un mismo objeto de conoci-
"error aparece en el testamento". En el primero, lo miento; el testador no puede haber tenido dos volun-
que aparece es la verdad; lo que ahora se reputa error tades divergentes. Entonces, la tarea se reduce no a
ya estaba en el testamento y por tanto no aparece. Lo anular la disposición testamentaria presuntamente
que ocurre es que, por efecto de descubrir lo correc- asentada en el (aparente) error, sino a entenderla den-
to, también se descubre el error, que no se sabía que tro del contexto. O sea, dar un sentido coherente y
era tal hasta que apareció lo tomado y admitido co- acorde con lo testamentariamente correcto a lo que
mo exacto o correcto. En el segundo caso, ocurre era incoherente. La interpretación testamentaria ha
igual, pues la disposición testamentaria se convierte de salvar la contradicción entre voluntades o declara-
de aparentemente verdadera o correcta en falsa por ciones.
haber sido impugnada en base a datos exteriores al
testamento. Por tanto, en la medida que es necesario Ahora imaginemos que, sin salir de la declaración
salir del testamento para demostrar el error, es eviden- testamentaria, nada hay en el testamento que permita
te que el error no está en él, puesto que el testador, suponer la existencia de error. O sea, que no hay en él
inadvertidamente, consideró su disposición como ver- ningún elemento de juicio que revele la comisión de
dadera. un error manifiesto, y que tampoco permita ponerlo
de manifiesto. Todo se supone correcto; no se perci-
El problema expuesto, sin embargo, esconde uno ben contradicciones externas; ni equivocaciones o ju i-
más complejo. Me refiero a si al exigir el codificador cios imperfectos. Entonces, naturalmente, no hay
que el error "aparezca" en el testamento ha querido error "que aparece". El "error" que no aparece por-
prohibir indagación extratestamentaria de la voluntad que no se descubre del testamento, no es error y por
del testador. Pero aunque conviene dejar puesta desde ende mal podemos hablar de anulación, como prescri-
ahora esta "quaestio disputata", la examinaremos con be el artículo 809.
detenimiento más adelante.
Con cualquiera de las dos hipótesis expuestas, en
En resumen, que no creo que propiamente pueda la medida que la búsqueda del error deba limitarse al
hablarse del "error que aparece en el testamento", ámbito testamentario, llegamos a la conclusión que
pues lo que aparece en el testamento necesariamente no hay error o que éste es salvable por efecto de la in-
se considera correcto mientras no se demuestre lo terpretación. Mas tal conclusión, no satisface en lo ab-
contrario. Voy a intentar explicarlo: soluto, porque nos deja 'in albis' sobre el sentido del
Supongamos que el criterio de lo correcto se de- requisito. Yo creo que el requisito de que el error apa-
duzca del propio testamento. En este supuesto, aun- rezca en el testamento ha de tener alguna razón. Me
que efectivamente el error parezca 'estar' en una de resisto a considerarlo inútil y simple deliz del legisla-
las disposiciones testamentarias, la lógica conduce a dor. Porque si fuera inútil, la norma habría podido
descartar la existencia o comisión de un genuino quedar redactada para que se leyera as( " ... son anu-
error-vicio. Tiene que ser así, porque si de la propia lables las disposiciones testamentarias debidas a' error
declaración testamentaria examinada en conjunto, esencial de hecho o de derecho (... ) cuando es el úni-
puede colegirse que el testador conocía lo correcto y co motivo que ha determinado al testador a dispo-
lo enjuició adecuadamente en una parte del testamen- ner".
to, no cabe admitir que en el propio cuerpo declara-
tivo sufriera confusión intelectiva o cognoscitiva. Des- A mi entender, este último requisito del motivo
cubierto el criterio de lo correcto, se produciría una es el que nos debe dar la pista para la adecuada com-
aparente contradicción entre estipulaciones. Pero la prensión de la norma. Pero de ellos hablaremos en
razón obliga a desechar esta tesis, porque no pueden otra oportunidad.

Thémís 7 72
La aplicación de la excesiva onerosidad de la
prestación en nuestro país: riesgos y posibilidades

Eduardo Benavides Torres


Bachiller en Derecho

Al efectuar un repaso sobre los intensos debates Lejos estamos con estas reflexiones de pretender
que han precedido la incorporación de la "excesiva insinuar una suerte de "capitis diminutio" de la insti-
onerosidad" a los códigos de otros países, al recorrer tución incluida en el Código, y mucho menos de re-
un proceso marcado por fórmulas jurisprudenciales prochar como inadecuada tal inclusión. Diversos
intermedias, ingeniosas construcciones doctrinales, acontecimientos producidos en nuestro país durante
discusiones interminables, fallos audaces de los tribu- los últimos años -inflación, devaluación de la mone-
nales, y luego contraponer esta experiencia con la re- da, terrorismo, el fenómeno del Niño, congelamiento
cepción de la institución en nuestro derecho civil, el de precios y alquileres, indexación, régimen de reajus-
contraste es claramente chocante. te de capital para préstamos, régimen de alquileres del
D.L. 21938, licencias de cambio para la importación,
Frente al carácter "agónico" que tal consagración variación de los intereses, etc.- permiten presumir
asumió particularmente en el caso del código Italiano que existe suficiente fundamento como para lograr
y el Argentino, llama profundamente la atención la una aplicación suficiente de la figura.
absoluta facilidad con la que el asunto "pasó" en la
Comisión Reformadora y en la Revisora: ni discusio- Sin embargo, los riesgos que, en todo caso, lleva
nes encendidas ni críticas estrindentes, en el camino consigo la consagración legislativa de esta institución,
previo. Tampoco atisbos en la jurisprudencia, ni fór- por las delicadas facultades que se pone en manos de
mulas intermedias. Es cierto que en la aceptación de los jueces, se acrecientan por la escasa difusión del ca-
la figura pesaron decisivamente las opiniones de las rácter y significado de la "excesiva onerosidad" en
autoridades jurídicas en obligaciones y contratos que nuestro país. Este es el verdadero sentido de nuestra
conformaron la Comisión Reformadora -el Dr. Oster- preocupación. El generalizado desconocimiento que
ling, el Dr. León Barandiarán, el Dr. Arias Schreiber y existe sobre el tema, desafortunadamente tornado en
el Dr. De la Puente- pero ello no invalida esta impre- confusión en muchos casos, se presenta como un pe-
sión, a primera vista, de que en nuestro caso pareciera ligro de aplicación equivocada del remedio. Para mu-
haberse quemado etapas, pareciera haberse avanzado chos, la "excesiva onerosidad" se pierde en medio de
demasiado aprisa. esa gama de remedios impuestos por la equidad (abu-
La consagración legislativa en el caso de otros so del derecho, lesión, enriquecimiento indebido,
países ha sido sólo el último peldaño en un arduo y etc.) y se diluye en medio de una serie de facultade!
prolongado camino, jalonado de marchas y contra- genéricas del juez para reconstruir el contrato según la
marchas, y en el que la aceptación de la imprevisión justicia del caso.
se ha visto estimulada por la presencia de fenómenos
desbordantes, grandes crisis económicas y sociales, si- Todavía cuando se habla de "excesiva onerosi-
tuaciones ante las cuales la reacción del legislador fue dad" percibimos invariablemente un estremecimiento
entendida como la lógica respuesta del Derecho al de- de temor en nuestro interlocutor, quien ve en ésta
safío de la realidad, a las demandas de los actores. En una peligrosa atribución de poderes al juez, que po-
nuestro caso, en cambio, el Derecho pareciera haberse dría destruir arbitrariamente la relación y generar una
adelantado a cualquier exigencia de la realidad. Ni corriente de inseguridad. Ciertamente los jueces po-
pronunciamientos judiciales, ni reclamos de los juris- drían sentirse tentados de hacer un uso indiscrimina-
tas, excepción hecha de las propuestas de Osterling y do de las facultades conferidas y los litigantes podrían
de la Puente, la consagración legislativa de la institu- creer que por esta vía puede evitarse el cumplimiento
ción ha obedecido más al elevado criterio de los codi- siempre que asome alguna dificultad en la ejecución
ficadores que a presiones del medio. de su prestación.

73 Thémis 7
En 1942, un notable partidiario del instituto y Claro está esta generalizada desconfianza hacia la
propulsor de las nuevas tendencias en el Derecho Con- labor judicial en nuestro país no es gratuita. Por el
tractual, Enrique García Sayán 1 , nos advertía contra contrario, ha sido alimentada durante años por desa·
la posibilidad de dar cabida a la revisión en nuestro ciertos judiciales, extralimitaciones insólitas, fallos
código, pues "sería singularmente peligroso en un equivocados cuando no impertinentes o manifiesta-
país como el nuestro que todavía no cuenta, por lo mente contrarios a derecho.
general, con una magistratura lo suficientemente ilus-
trada para manejar instituciones tan expuestas, y en el Sin embargo, cabe advertir que muchos de estos
que el sistema de nombramientos permite, muchas ve- temores y reparos se basan en una imagen inexacta
ces, que actúen en las designaciones judiciales, in- del instituto, imagen deformada a través de su paso
fluencias políticas o intereses locales". Para García por la "cláusula" y la "teoría de la imprevisión", la
Sayán la institución sólo podía "encontrar justifica- "imposibilidad económica" y la libre revisión según la
ción y dar los resultados esperado>, en medios de cul- buena fe, hasta casi convertirse en una sombra chines-
tura jurídica superior", por requerir fundamentalmen- ca. Los recelos de García Sayán y de muchos juristas,
te una "magistratura judicial con alto grado de inde- serían comprensibles si de lo que se tratara es de otor·
pendencia y discernimiento". "Por ahora no parece, gar amplios poderes a los jueces para revisar la rela-
pues, que estemos en condiciones de incorporar a ción, estableciendo una justa equivalencia de las pres-
nuestro derecho codificado un texto semejante al po- taciones según su criterio muy personal de equidad.
laco o al italiano", concluía el gran jurista. No es este el poder que recibe el juez en los artículos
1440 y siguientes. Por el contrario, estas normas con-
Cuarenta años después, la reflexión es inevitable, ceden facultades restringidas al juez, le señalan clara-
¿ha cambiado tanto nuestra magistratura judicial co- mente los requisitos y supuestos que permiten su in-
mo para restar vigencia a las palabras de García Sa- tervención y le muestran un campo de acción debida-
yán?. Sin duda, más allá, de la depurada técnica de los mente acotado y limitado.
artículos pertinentes del Código Civil, del intachable
espíritu de la institución, no podemos cerrar los ojos A este respecto, hay que volver a enfatizar que
a los enormes riesgos que podrían estar implicados en no toca al juez regular el contrato con equidad, confi-
·una aplicación judicial inapropiada de la solución. Los gurar nuevamente las prestaciones ni restablecer si-
reparos de García Sayán se traducen hoy en una reac- quiera el equilibrio contractual, objetivo o subjetivo,
ción generalizada de temor y desconcierto, de suspica- como han creído Borda y algunos autores. Las facul-
cias y recelos por parte de nuestros letrados ante la tades del juez, y ello aparece claramente del 1440, se
sola mención del tema. Para la mayoría se trata de un limitan a expurgar de la relación el grado o propor-
remedio perfecto, soberbio, irreprochable, pero cuya ción de onerosidad que permita que ésta deje de ser
aplicación debe dejarse al juez helvético o al británi- excesivamente onerosa sin dejar de ser onerosa. Con
co, cuya cultura, equilibrio y ponderación garantizan ello se responde al fundamento de la institución que
una justa aplicación del remedio. "Magno y al mismo es la desaparición de la base del negocio y no la sim-
tiempo peligroso instituto" se dice, repitiendo a Me- ple ruptura de la equivalencia entre las prestaciones.
deiros. El acoger esta figura en nuestro país, se piensa, Con ello se logra, al mismo tiempo, un justo equili-
podría comprometer seriamente la estabilidad de los brio entre los intereses de ambas partes. El propósito
negocios y dar lugar a la arbitrariedad del juez, a de la revisión no es colocar al contratante perjudicado
quien se proporcionaría "un instrumento demasiado en mejor posición que la del contratante beneficiado.
a la mano para inmiscuirse a menudo en las relaciones A esta misma conclusión han llegado los tribunales
contractuales". 2 alemanes, italianos y argentinos, sin contar con una
norma de la precisión del 1440, al igual que tratadistas
En el seno de la propia Comisión Revisora se es- como Llambias, López de Zavalia, Morello y Busso. 3
cucharon voces atemorizadas ante la perspectiva de
una posible proliferación de juicios y un debilitamien- A pesar de ser moderados los poderes que el códi-
to del vínculo contractual. Finalmente, y afortunada- go confiere al juez, éste disfruta de suficiente libertad
mente, tales temores no prosperaron, y se respetó la como para apreciar y decidir en torno al carácter ex-
propuesta de la Comisión Reformadora, con algunas traordinario e imprevisible de los acontecimientos so-
precisiones. brevivientes, como también para determinar si la one-

1. Garcla Sayán, Enrique: "Las Nuevas Tendencias en el Derecho Contractual y la Legislación Peruana", Lima, Ed. Lumen,
1942, p. 157-158.
2. García Sayán, p. 158.
3. Llambias, Jorge, citado por Mosset lturraspe, Jorge- Jortack, Víctor: "Indexación, Abuso y Desindexación'·, Santa Fe, Ru-
binzal - Culzoni Editores, 1982, sostiene que se debe restablecer el convenio en condiciones tales que, manteniéndose en lo
posible la ecuación de las prestaciones, se elimine la estrindencia de la desproporción entre ellas "que es lo que ha hecho ne-
cesario acudir al remedio". "El resultado será que el evento acontecido seguirá actuando a favor del acreedor y contra el deu-
dor, aunque no con la brutal intensidad de los hechos ocurridos, y a la postre el acreedor habrá realizado un buen negocio co-
mo el deudor un mal negocio, pero en términos aceptables(...) La teoría de la imprevisión no es un dispositivo que le permi-
ta a alguien desligarse de los malos negocios, sino un remedio heroico que impirle la grosera vulneración de la justicia".

Thémis 7 74
rosidad sobrevenida sobre la prestación es o no excesi- haberse producido una proliferación inusitada de ac-
va. En relación a estos factores, aún cuando existan ciones sobre la materia, son muy raras las demandas
reglas valiosas, el criterio del juez en relación a las cir- interpuestas sobre el particular, lo cual además impide
cunstancias concretas y el contenido del contrato es un análisis de la conducta de nuestros jueces en torno
decisivo. a la cuestión.

Pero a pesar del carácter limitado de las normas


sobre excesiva onerosidad, siempre existe el riesgo de Tampoco parece justificado premunirse contra
que el juez pretenda sustituir la decisión de las partes, una probable aplicación exagerada de la figura. La
atribuyéndose facultades al margen o en contra de lo tendencia en Italia y Argentina, luego de la inclusión
establecido por la ley. La aparición de una figura nue- de la institución en los respectivos códigos, fue más
va de tales características puede siempre provocar un bien en sentido contrario, al menos inicialmente.
exceso de simpatía y una aplicación desmesurada, de Mientras la jurisprudencia italiana llegó a una aplica-
manera que el juez se sienta tentado de recurrir a ella ción restringida del 1467, dejando fuera los casos de
en casos en los que no se dan los supuestos y en lo devaluación monetaria, su contraparte argentina des-
que incluso podría no haberse demandado expresa- cribió una propensión inicial hacia una aplicación di-
mente tal remedio. minuta del 1198, distinguiendo deudas de valor y
deudas dinerarias, derechos fluyentes y no fluyentes,
La solución frente a tales peligros nunca está en etc. Por ello, Carlomagno 6 reclamaba un "uso intenso
objetar el principio o atacar el derecho, sino en corre- de las facultades que la investidura judicial otorga,
gir el abuso que pudiera hacerse de él. El juez que pre- instando a tener confianza en los jueces y ellos ama-
tende asumir facultades generales de revisión, se sale recerla". Decía el tratadista Argentino que "sintiendo
fuera del marco legal e incurre en conducta arbitraria el 'pathos' la pasión de su augusta tarea" el juzgador
y contraria a lo señalado en la ley. Tal riesgo se da ca- debla "aún desde tan alto sitial, también y con mayor
da vez que el juez administra justicia y en situaciones razón" luchar por el derecho no dejando que única-
incluso harto más delicadas. En lugar de resignarnos a mente lo hicieran los litigantes y sus letrados.
lo peor, la solución está en instar a nuestros jueces a
obrar con prudencia y parsimonia, a tener siempre en Sin duda, mientras quienes apliquen justicia sean
mente que se trata de un remedio excepcional, heroi- seres humanos, los fallos en materia de excesiva one-
co y que el principio y regla general deberá ser siem- rosidad, como en cualquier otro asunto, serán suscep-
pre la obligatoriedad de los contratos. Las exigencias tibles de errores y desaciertos. Las comisiones refor-
de Hedemann 4 de "jueces enérgicos y conscientes de madora y revisora han hecho su parte, poniendo a
su responsabilidad", y aquellas de Rezzónico 5 , de nuestro alcance un texto que se coloca a la cabeza de
"jueces vivos y sagaces, no pasivos e inanimados", re- las normas del derecho comparado sobre excesiva
sultan particularmente aplicables en el manejo del ins- onerosidad y que se ofrece como ejemp,lo a seguir pa-
tituto. En su delicadísima misión, nuestros jueces de- ra las futuras legislaciones. Ahora, como diría Casiello
ben obrar con suma cautela, teniendo en cuenta los " ... el resto queda librado a la inteligencia y a la dis-
intereses de ambas partes, el fin del negocio y el con- cresión de los jueces, que si ahora cuentan de manera
tenido del contrato, haciendo acopio de ecuanimidad, expresa ( ... ) con un nuevo y valioso instrumento para
conciencia, aplomo y responsabilidad. hacer justicia en el caso concreto, también deben me-
ditar que si no hacen uso de él con ponderación su-
En cuanto a las premoniciones que auguraban un ma, acabarán por lesionar gravemente otros valores
semillero de juicios como resultado de la recepción de -seguridad, certeza, confianza en el contrato- jerár-
la excesiva onerosidad, los hechos han demostrado la quicamente inferiores al valor justicia, es verdad, pe-
falta de sustento de tales pronósticos. A casi tres años ro, a la vez, sustento natural del orden jurídico diná-
de haber entrado en vigencia el Código Civil, lejos de mico e indispensable en la vida de relación". 7

4. Hedemann, J.W.: "Derecho de las Obligaciones", Madrid, Revista de Derecho Privado, 1958, Vol. 111, p. 151.
5. Rezzonico, Luis Maria: "La Fuerza Obligatoria del Contrato y la Teoría de la Imprevisión", Buenos Aires, Perrot, 1954, p.
152.
6. Carlomagno, Adelqui: "Algo más sobre la Imprevisión", Revista de Jurisprudencia Argentina, tomo 1961-IV, Buenos Ai-
res, p. 78.
7. Casiello, Juan José; "La Teoría de la Imprevisión en la Reciente Reforma del Código Civil", Revista Jurídica Argentina La
Ley, Tomo 131, JI-Spt. 1968, Buenos Aires, p. 1501.

75 Thémis 7
La prescripción adquisitiva y la prueba
de la propiedad inmueble

Alfredo Bullard G.
Alumno de 7mo. ciclo de la Facultad de Derecho de I<J
PUC y miembro del Comité de Redacción de Thémis.

1. LA PRESCRIPCION ley podría amparar a un nuevo titular del derecho.


Así, si recupera la posesión luego del año empezará
El artículo 950 del Código Civil establece que a computar un nuevo período distinto al anterior. Un
"La propiedad inmueble se adquiere por prescripción instrumento adicional que debe tomarse en cuenta al
mediante la posesión continua, pacífica y pública co- estudiar la continuidad es la presunción contenida en
mo propietario durante diez años ... ". Este artículo se el artículo 915 del Códiqo. La prueba de la continui-
refiere, pues, a la prescripción adquisitiva en base a dad de la posesión sería virtualmente imposible si de-
una posesión de mala fe, pues de mediar justo título y biera probarse el ejercicio de hecho de alguno de los
buena fe el plazo será de solo cinco años. atributos de la propiedad en cada instante durante el
transcurso del período alegado (en este caso 30 años).
Sin embargo, esta norma, de por si bastante clara, La ley acude en auxilio de poseesor diciéndole que si
deberá a pi icarse conjuntamente con el artículo 2122 prueba haber poseído en un momento anterior se
hasta el 13 de Noviembre de 1994, que señala que la considerará que poseyó en el período intermedio, sal-
prescripción iniciada antes de la vigencia del Código vo prueba en contrario.
Civil de 1984, se rige por lo dispuesto en el Código de
1936 (es decir 30 años). pero si desde que entró en vi- Un segundo requisito es que sea una posesión pa-
gencia el nuevo Código transcurriese el nuevo plazo cífica, es decir excenta de violencia. Ello implica que
establecido este surtirá efecto. Si hasta el 13 de No· ni la adquisición ni la continuidad en la posesión de-
viembre de 1994 el poseedor que pretenda adquirir ben basarse en circunstancias que impliquen el uso de
por prescripción deberá probar su posesión por 30 la coacción o la fuerza. Pacífica debe implicar tanto el
años, pero a partir del día siguiente, es decir el 14 de no uso de la fuerza física como el de la moral. La des-
Noviembre de 1994, cuando el Código tenga una vi- posesión basada en amenazas, en el secuestro de un
gencia de 10 años, su necesidad de prueba se verá ali- familiar, en el chantaje, etc. tampoco debe ser ampa-
viada, bastándole probar diez años de posesión. rada por la ley, pues la mala fe no deberá trascender
jamás el ámbito de la mera voluntad del usurpador (es
Pero no todo poseedor puede adquirir por pres· decir el conocimiento de su calidad de poseedor ileqí-
cripción. El artículo 950 exige que esta posesión sea timo) para ir al campo de los hechos, en los que lapo-
continua, pacífica, pública y como propietario. sesión del bien se base en circunstancia distinta que el.
descuido o falta de diliqencia de quien tiene el leqíti-
Oue la posesión sea continua implica que no ten- mo derecho a poseer. Este requisito debe ser cotejado
ga interrupciones, que no goce de solución de conti- con lo que señala el artículo 920 que faculta al posee-
nuidad en el tiempo. Esta afirmación no debe inter- dor a repeler la fuerza que se emplee contra él para
pretarse, sin embargo, de manera 1itera l. Sería absur- desposeerlo, cumpliendo dos únicas condiciones: que
de pretender que ha roto la continuidad de la pose- lo haga sin intervalo de tiempo y se abstenga de las
sión por una ausencia de ejercicio de hecho de los vías de hecho no justificadas por las circunstancias.
atributos de la propiedad por unas cuantas horas. La Evidentemente, el poseedor que hace uso de esta fa-
posesión será continua cuando la interrupción que se cultad no convierte su posesión en una no pacífica,
produzca no sea mayor a un año que es el plazo que así la fuerza que repele provenga del que tiene el legí-
el artículo 921 del Código exige para que el poseedor timo derecho a poseer. El fundamento de esta afirma-
pueda rechazar los interdictos que se promuevan con- ción es la presunción de propiedad que ampara lapo-
tra él. La razón de esto es obvia: quien pierde la po- sesión (artículo 912) y que hace que ésta como hecho
sesión por un período de un año pierde al mismo genere derechos distintos al derecho leqítimo a po-
tiempo el derecho conferido pues potencialmente la seer, principalmente los referidos a la defensa poseso-

76
ria. Así, en un interdicto no se discute propiedad (sal- 2. LA PRUEBA DE LA PROPIEDAD
vo el caso de interdicto de adquirir) como en una ac-
ción reivindicatoria no se discute posesión (salvo co-
Tal como hemos visto, la prescripción parecería
mo fundamento de una alegada p.rescripción adquisiti-
a una institución de uso excepcional. Difícilmente la
va por parte del demandado, pero como fundamento
negligencia de un propietario llegará a niveles tales
de propiedad).
que permitan a un usurpador poseer sus bienes por
períodos tan largos (en este caso treinta años) sabien-
Un tercer requisito es que la posesión sea pública.
do que ello puede implicar la pérdida del bien. En to-
Ouien posee no debe temer que su posesión sea cono-
do caso la posibilidad existe.
cida, debe de actuar con la naturalidad que le daría te-
ner un derecho legítimo. No adquirirá quien subrepti- Ante esto parecería difícil comprender el por qué
ciamente se introduce en un inmueble y permanece de la existencia de la prescripción adquisitiva, y que
oculto en una habitación del mismo con la intención no aparecería sino como un premio a la usurpación,
de que el propietario no lo descubra. como un incentivo, remoto pero alcanzable, para po-
seer lo ajeno.
El último y más importante requisito, es que se
posea como propietario es decir que la posesión sea Sin embargo, la prescripción responde a un inte-
de una calidad tal que publicite propiedad, así esta rés distinto, y que no solo le da un carácter no excep-
cional, sino que la convierte en uno de los fundamen-
no exista en favor del poseedor. La consecuencia prin-
cipal de este requisito es que solo adquirirán por pres- tos esenciales de todo el sistema y de la seguridad ju-
cripción los poseedores plenos o los mediatos, pero ja- rídica que dicho sistema debe conferir a las personas.
más los inmediatos, por lo que el arrendatario, el usu- La prescripción adquisitiva se convierte en la medida
fructuario, el comodatario, etc. no podrán alegar pres- de la prueba de la propiedad, nos señala sus límites, y
cripción en su favor. Como consecuencia podemos la saca de la esfera de lo "ka fkiano" para traerlo a la
afirmar que para que el poseedor pueda adquirir por esfera de la realidad.
prescripción no solo debe ejercer uno de los atributos
de la propiedad, sino comportarse como si tuviera to- Toda propiedad se basa en lo que llamaremos un
dos ellos. hecho adquisitivo, o mas comúnmente un modo de
adquirir. Se adquiere propiedad por acto jurídico, por
Finalmente para entender el funcionamiento de sucesión, por accesión, por tradición basada en un tí-
la prescripción debemos analizar un último asunto: la tulo, etc. Para probar que somos propietarios demos-
suma de los plazos posesorios. Si para adquirir por trar que adquirimos bien, es decir que nuestro dere-
prescripción la ley exigiera que la posesión hubiese si- cho procede de un hecho adquisitivo válido. Para ello,
do ejercida por una sola persona en todo el período el sistema jurídico nos presta los más variados medios
aludido los casos en que esta situación se presente no probatorios. Sin embargo, la prueba del hecho adqui-
solo serían mucho más excepcionales de lo que ya son sitivo válido. Para ello, el sistema jurídico nos presta
en realidad, sino que se impediría que la prescripción los más variados medios probatorios. Sin embargo, la
cumpliera la segunda de sus funciones, y que es de prueba del hecho adquisitivo propio no es suficien-
por si la más importante y que justifica la existencia te, pues debemos probar que el anterior propietario a
de la institución, cual es la prueba de la propiedad, su vez había adquirido bien, es decir que derivaba su
como veremos más adelante. derecho de otro hecho adquisitivo válido, y así hasta
que lleyaramos a encontrar un modo de adquirir ori-
ginario, es decir el génesis verdadero y último del de-
En atención a esto, el artículo 898 señala que el
recho de propiedad que alegamos. Como no será difí-
poseedor puede sumar a su plazo posesorio el de
cil comprender, de ordinario tendríamos que recurrir
aquel que le transmitió válidamente el bien. Ello im-
a la creación del bien, o como sucedería en el caso de
r>lica que para adquirir por prescripción puedo esta-
los terrenos u otros bienes de naturaleza perpetua, a
blecer una cadena de transmisiones válidas entre to-
dos los poseedores que me antecedieron hasta com- los orígenes de la sociedad de Hobbes, en la que todo
pletar el período que yo requiero para adquirir. Pa- era de todos y nada era de nadie hasta que se celebró
ra ello la transmisión debe ser válida y entre posesio el "contrato social" que dio origen a nuestro sistema
nes homogéneas. Sobre lo primero hablaremos más ade jurídico. Esta cadena que se proyectaría en la histo-
!ante cuando veamos lo referido a los estudios de títu- ria a través de los siglos es lo que usualmente se cono-
los y cuales son los requisitos a cumplirse en ellos En ce como la "prueba diabólica".
lo referente a que las posesiones sean homogéneas ello
implica que no serán adicionales entre sí una posesión Para evitar tener que recurrir a esta cadena inter-
mediata con una inmediata para poder adquirir por minable el Derecho nos concede una vía alternativa
prescripción. en especial si entendemos que para tal de prueba: la prescripción. El límite a la cadena serán
efecto debe existir posesión como propietario. En con- 30 años hasta el 13 de Noviembre de 1994 y 10 a par-
secuencia, sólo se sumarán posesiones mediatas o po- tir del día siguiente a dicha fecha. Ir más atrás ya no
sesiones plenas para efecto de la prescripción adquisi- interesa pues en el supuesto de que efectivamente el
tiva. transfiriente anterior al plazo señalado no hubiese si-

17 Thémis 7
do propietario, el actual poseedor hubiera adquirido abogado acude a Registros y estudia los títulos res-
ya de todos modos la propiedad por efecto de la pres- pectivos comprobando que todas las transferencias
cripción. han sido perfectamente válidas. Con el informe positi-
vo "F" compra el bien, pero cuando se dirige a tomar
Gracias a la prescripción el sistema consigue ad- posesión del mismo encuentra que en su interior vive
quirir racionalidad y se torna teórica y prácticamente "X" que es reconocido por los vecinos corno la persa·
lógico permitiendo una aplicación real y una efectiva na que posee el bien desde el año 1951. "F" indigna-
solución de los problemas que se planteen. do acude nuevar(lente a su abogado quien inmediata-
mente plantea una acción reivindicatoria contra "X",
3. EL ESTUDIO DE TITULOS quien, a su vez, reconviene pidiendo se declare la pres-
cripción a su favor. "F" es derrotado en el juicio.
El mecanismo por el que los abogados suelen eva-
luar e incluso probar el derecho de propiedad es lo b) "A" es propietario de un inmueble que en el
que conocemos como "estudio de títulos". El aboga- año 1950 vende a "8". "8", habiendo inscrito su de-
do utiliza en toda la gama de conocimientos que tiene recho vende en el año 1970 el inmueble a "C" quien
para analizar la historia del bien, es decir los hechos entra en posesión del bien pero no inscribe su adqui-
adquisitivos sucedidos en un período igual al necesa- sición. Entonces "8" aprovechando esta situación
rio para que se produzca la prescripción larga, deter- vende el mismo bien a "D" quien ni entra en posesión
minando la existencia de una posesión que cumpla ni inscribe su derecho. "E" quiere adquirir el inmue-
con los requisitos exigidos, de manera que convierta ble de "D" en 1987 en base a una escritura pública en
el derecho de propiedad en inatacable. Sin embargo a la que consta su derecho y para ello acude al abogado
nuestro entender, este estudio suele llevarse a cabo de quien hace el respectivo estudio de títulos y emite
una manera incompleta, pues se conceptualiza mal una opinión positiva. Sin embargo "D" no pudo de-
cual es la materia y las instituciones jurídicas que ana- rrotar a "C" ya que su derecho se encontraba ampara-
lizamos. do tanto por el artículo 1135 del Código, corno por
el hecho de que de todas maneras hubiese adquirido
De ordinario el abogado que estudia títulos soli· por la prescripción corta por haber poseído de buena
cita un certificado de dominio por una antigüedad de te por 1O años.
30 años si el inmueble está inscrito en los Registros
Públicos. Si por el contrario, el inmueble no está ins-
Estos ejemplos son solo una pequeña muestra de
crito o su inscripción es más reciente al perí oda refe· la inmensa gama de situaciones o variables de las mis·
rido, añade como instrumentos para su estudio otros
mas que podemos imaginar y que nos demuestran que
documentos como escrituras publicas de contratos
existe una deficiencia en los estudios de títulos que se
traslativos de propiedad o simples documentos priva- hicieron. Ni siquiera la posesión actual del transferen-
dos, testamentos o declaratorias de herederos. Con es- te sería una garantía absoluta, porque podría estar
tos elementos se sienta en su oficina y estudia las úl· poseyendo por un título distinto al que indique la se-
timas transferencias en el período requerido y ve la cuencia de transferencias realizadas. Si bien los ejó)m·
validez de los contratos, actos y circunstancias en las plos posibles pueden aparecer corno sumamente im·
"F" que desea comprar el mencionado inmueble en probables, no podemos confundir improbabilidad con
1987 se acerca a su abogado a solicitar su opinión. El imposibilidad, y en este sentido la posibilidad va de la
que se transfirió propiedad. Si encuentra que todas las mano del riesgo.
transferencias son perfectas y que no adolecen de nin-
guna causal de nulidad que las haga inválidas o nulas 4. TITULO DE PROPIEDAD Y POSESION
enviará un informe positivo a su cliente, pero si en al-
gún caso encuentra que en alguno de los eslabones Una primera distinción importante es,entre éstos,
existe una deficiencia que puede traerse abajo la uni- los derechos de propiedad y posesión. Se conoce co-
dad de toda la cadena, por insignificante o ímproba· mo título de propiedad al hecho adquisitivo válido en
ble que sea la causal de invalidez, le señalará al cliente que se ampara el derecho de propiedad, de ordinario
que la propiedad no es perfecta, pues existe un vicio un acto jurídico o los efectos de la sucesión "mortis
que no le permite ser invensible por un mejor dere· causa". Debe entenderse que no todo título transmite
cho. propiedad: en ocasiones quien aparece como transfe-
rente carece de la facultad por no ser propietario, sin
Soy de opinión, que esta forma de proceder ado-
que este hecho convierta al título en inválido.
lece de una grave imperfección ya que el derecho así
analizado no se convierte en absolutamente invensible
De otro lado, lo comun es que el efecto del título
como se podría pretender. Podemos señalar dos ejem-
al transferir la propiedad sea el de transmitir la pose-
plos que ilustran el fundamento de nuestra posición:
sión, pero esto tampoco es cierto en todos los casos.
a) "A" es propietario de un inmueble que vende La realidad suele presentarnos a la propiedad unida a
a "8" en el año 1950. "8" vende a su vez a "C", este la posesión, sin que ello signifique que se trate de una
a "D" y finalmente compra "E". Todos proceden di· verdad absoluta, pues ambas no son inseparables, tan
ligentemente e inscriben sus derechos, pero ninguno es así que el sistema jurídico admite la posibilidad
entra jamás a poseer el bien. En estas circunstancias que quien ejerza posesión sin ser propietario pueda en

Thémis 7 78
un período de tiempo ganar la propiedad. Por ello de- el simple transcurso del tiempo. La entrada en pose-
bemos entender que se gana por prescripción un bien sión deberá ser cotejada con la existencia de la po-
cuando este efectivamente se posee y no cuando se sesión actual del bien que permitirá la aplicación de
tiene una cadena de títulos de propiedad válidos. la presunción de continuidad del artículo 91 5 del Có-
digo Civil. Romper la presunción será sumamente
Como vimos, de no existir la prescripción la prue- difícil, y esta dificultad aumentará conforme se pueda
ba de la propiedad sería "diabólica". La cadena sería probar posesión en otros momentos intermedios. El
interminable y "saltaríamos" de un título a otro sin informe podrá no llegar· a ser nunca absolutamente
llegar nunca al final. No debe entenderse con ello que inatacable, pero corresponde al abogado reducir dicha
la prescripción acorta el mismo camino, sino que posibilidad casi hasta el absurdo.
plantea un camino distinto y paralelo al anterior, pero
que goza de la ventaja de un 1í mi te temporal fijado El asunto tomará mayor complejidad en el caso
por la ley. Los caminos son distintos porque mientras de existir transmisiones de posesión que hagan necesa-
el primero se construye sobre propiedad, el segundo ria la aplicación de la suma de posesiones contempla-
se construye sobre posesión, es decir sobre un hecho da en el artículo 898 del Código Civil. Esta norma se-
y no sobre un derecho. Estos caminos suelen estar le- ñala que "El poseedor puede adicionar a su plazo pose-
vantados sobre un mismo terreno en la misma direc- sorio el de aquel que le transmitió válidilmente el bien".
ción pero podrían ir por 1ugares diferentes, como en
el caso de los ejemplos anteriormente citados. En es- Una primera cuestión será esclarecer qué se en-
tos casos los estudios de títulos realizados resultaron tiende por transmisión válida. Este término suele in-
insuficientes. terpretarse como la necesidad de la existencia de un
título válido para transmitir propiedad. Esta posición
El sistema jurídico tuvo que acudir a la posesión parte del errado concepto que lleva a confundir título
para resolver el problema de la prueba de la propie- de propiedad con posesión, lo que nos llevaría a apli-
dad, a mi entender por dos razones: caciones cuestionables d.e la norma.
a) De ordinario, en la gran mayoría de los casos
A mi entender la. "transmisión válida" debe ser
el poseedor es el propietario y por regla general, al
considerada como la tradición causada en un título
proteger al primero se está protegiendo al segundo y
válido, que no necesariamente será transmisivo poten-
solo por excepción se le está perjudicando. De acá se
cialmente de propiedad. Los fundamentos de esta
genera el efecto publicitario de la posesión recogido a
afirmación son a mi entender dos.
manera de presunción en el artículo 912 del Código
Civil. El hecho ordinario es recogido como una forma a) La transmisión contemplada en el artículo 898
de dar la imagen de la propiedad. es de posesión, no de propiedad. Si bien es cierto que
la propiedad inmueble se transfiere por el mero con-
b) La propiedad es un derecho que teniendo un sentimiento, con la posesión no pasa lo mismo. El ar-
solo titular (sea una persona o un grupo de copropie- tículo 900 señala claramente que la posesión se ad-
tarios) puede ser pretendida por varios distintos en un quiere por tradición, salvo los casos de adquisición
mismo instante en el tiempo. Por lo contrario, lapo- originaria, de lo que podemos concluír que se transfie-
sesión es ante todo un hecho que implica para su re también por tradición. Ello no quiere decir que no
realización de una inmediación física-espacial o jurí- sea importante estudiar el título pues la tradición no
dica al bien que hace casi imposible que dos personas es otra cosa que el cumplimiento de una obligación
posean al mismo tiempo sin advertirlo, lo que evitaría preexistente, es un acto debido, como claramente se
que dos puedan adquirir por prescripción, salvo el ca- desprende del artículo 901. Así la tradición se realiza
so de la coposesión. mediante la entrega del bien a quien deba recibirlo, es
decir al acreedor del transferente. Pero apreciamos
5. EL INFORME SOBRE PROPIEDAD que el simple estudio de los títulos resulta de por si
insuficiente. De un lado, su existencia no prueba que
Para informar sobre la validez o no de un alegado la tradición efectivamente se produjo, y por el otro,
derecho de propiedad el abogado deberá manejar en podría suceder que la desposesión del deudor no sea
primer término los conceptos de posesión y prescrip- producto de una tradición sino de la usurpación por
ción con los alcances e impl icancias que se señalan en parte del acreedor, en cuyo caso la tradición, no se
el rubro primero del presente trabajo. Pero esto no produjo, pues la ley ni el derecho autorizan a estepa-
implica que los estudios de títulos se dejen de lado, ra que se haga justicia por su propia mano. En refuer-
pues como veremos al anal izar las posibles situaciones zo de este argumento por el cual la posesión se trans-
que pudieran presentarse un elemento importantísi- fiere solo por tradición estaría la última parte del 898
mo está constituido por títulos para poseer. que señala que se puede sumar el plazo posesorio de
" ... aquel que transmitió válidamente el bien". El con-
Si quien argulle propiedad tiene un título propio senso transfiere, valga la reiterancia, propiedad, pero
anterior a los 30 o 1 O años según el caso, bastará es- no transfiere el bien, pues este puede quedar en poder
tudiar su entrada en posesión sin interesar para nada del deudor. No es lo mismo transferir el derecho que
la validez del mismo, pues ésta está convalidada por el objeto del mismo, y en Derecho, de acuerdo con el

79 Thémis 7
sistema contemplado por el Código para los inmue- temporal pero no duración. Es solo un instante en el
bles, sucede en dos momentos diferentes. sentido más estricto de la palabra, un punto en el
tiempo, no un lapso. Por lo tanto la posesión basada
En contra de este primer argumento se puede s~s­ exclusivamente en actos de disposición constituiría
tener que es irrelevante la distinción que se hace entre una no continua, faltándole por tanto uno de los ele-
título y posesión en virtud de que la existencia del tí- mentos fundamentales exigidos por el artículo 950, y
tulo implica el ejercicio de hecho de uno de los atri- haciéndola inefectiva para adquirir por prescripción.
butos de la propiedad, por lo que la tra-nsferencia, so- Si bien se puede argumentar que uno puede hacer uso
bre todo en el caso de contratos que tengan por obje- de la presunción de continuidad, esta podrá ser rota
to transmitir dominio, constituye un hecho posesorio. por la prueba de posesión de quien efectivamente ha-
Acá creo que vale la pena hacer una distinción bastan- ya estado en relación directa con el bien.
te sutil entre la facultad de disposición como atributo
de la propiedad y como un ejercicio de hecho. La in- b) Un segundo aspecto es, que, si bien no nega-
terpretación del artículo 896, que define la posesión mos el análisis del título como un requisito necesario
como el ejercicio de hecho de uno de los poderes in- pero no suficiente, debemos ver que naturaleza debe
herentes de la propiedad se debe llevar a cabo con su- tener este. De ordinario se sostiene que necesariamen-
mo cuidado. Lo que la norma pretende decirnos es te tiene que ser un título que potencialmente pudiese
que es poseedor quien se comporta frente al bien co- transmitir propiedad si el transferente efectivamente
mo propietario, sea por qu,e lo es en realidad, por que fuese propietario. Esto a mi entender no es estricta·
este le cedió ese derecho de comportamiento (un mente necesario.
arrendamiento) o simplemente porque así lo hace de
En primer lugar, si bien el artículo 898 nos es de
facto (el usurpador o el poseedor de buena fe). No
utilidad para el caso de la prescripción, su alcance no
creo que del texto del artículo 896 se logre despren- es exclusivo de este campo. Se pueden sumar posesio-
der que si veinte personas deciden celebrar compra- nes para efectos distintos como sería el caso de la de-
ventas sobre un bien del que no son propietarias, y fensa posesoria (léase interdictos) en cuyo caso no se-
efectivamente lo hacen, ese simple hecho los convier- rá necesario, como resulta obvio, que la tradición se
te a todos en poseedores. Como ya vimos posesión efectúe en virtud de un título que transfiera propie-
implica inmediatez física-espacial o jurídica respecto dad. El efecto de la transmisión de posesión entre dos
del bien, una relación directa que genera la publicidad inmediatos resulta intracendente para efectos de la
del dominio. En este sentido quien se comporta como prescripción no por que no puedan sumar posesiones,
propietario debe disponer como propietario si preten- sino por que no poseen como propietarios.
de que este hecho sea posesión.
Sin embargo, es sostenible la existencia de un
Para que la disposición pueda ser interpretada co-
contrato en que se transfiera posesión plena e incluso
mo ejercicio de hecho no basta la simple celebración
una posesión mediata, sin transferir o pretender trans-
de un acto jurídico, con efectos obligacionales sino
ferir propiedad. El usurpador que ha poseÍdo por un
que requiere adicionalmente de disposición posesoria.
período de tiempo determinado celebra un contrato
El acto jurídico obligatorio solo no tiene ese elemen-
con otra persona para cederle de forma gratuita u
to de relación directa que hasta un lego en derecho in-
onerosa la poses¡Ón q'Je ha venido ejerciendo. El ad-
tuye en el término posesión. El ejercicio de hecho de
quirente conoce plenamente la situación del transfe-
la facultad de disposición implica desposesión volun-
rente y así se hace constar en el contrato, pero la
taria, sea esta física o jurídica, pues en el acto jurídi-
acepta pues le servirá para adicionar el plazo poseso-
co lo único que publicita propiedad es la palabra de
rio anterior. Así, si la ley ampara al usurpador se hará
quien dispone, o en el mejor de los casos el registro,
lo mismo con quien continúa poseyendo en virtud de
que constituye una forma de publicidad diferente. En
una transferencia de posesión. En conclusión: deberá
síntesis, el ejercicio de hecho de una de las facultades
considerarse título válido a aquel capaz de transmitir
que concede la propiedad, en este caso la de disposi-
posesión plena o mediata, que es el caso de los títulos
ción, no pueden desvincularse del público comporta-
que transfieren propiedad de ordinario, pero esta ca-
miento en relación física o jurídica directa con el
tegoría no establece un "monopolio" al respecto.
bien, y en este sentido disponer implica no solo ex-
traer de la esfera jurídica patrimonial el derecho de
A manera de conclusión podemos afirmar quepa-
propiedad, sino también de los derechos que la misma
ra informar sobre la propiedad deberá analizarse la
posesión genera como relación jurídico-material, es
posesión efectiva mediante la existencia de tradicio-
decir como hecho en si mismo que de la apariencia
nes fundadas en títulos válidos, valiéndonos de todos
de propietario. Mientras esto no suceda, en estricto
los instrumentos analizados en este trabajo, muy es-
no se ha dispuesto del bien pues sobre él se siguen
pecialmente la suma de posesiones y la presunción de
conservando derechos.
continuidad. Es cierto que probablemente con un fe-
Sin embargo, en el supuesto negado de que consi- nómeno tan complejo y especial como la posesión en
derásemos los títulos de transferencia hechos poseso- juego, nunca podamos informar sobre la propiedad
rios, esta situación tampoco permitiría la defensa afirmando que ésta es inatacable, pero si sobre el ni-
efectiva de la propiedad. Ei título tiene ubicación vel probabilístico del riesgo que pudiera asumirse.

Thémis 7 80
Jurisprudencia Comentada

La transacción extrajudicial y Procedencia del


recurso de nulidad contra el auto confirmatorio
que deniega la ejecución

La permanente y muchas veces cómoda costum- social, económico y político que mayoritariamente
bre de formular planteamientos jurídicos a partir de recusamos, aún cuando, con su actividad científica,
la interpretación de la norma, genera -entre muchas muchos guardan bien que se mantenga.
graves consecuencias- una suerte de inmovilismo en
el Derecho, que cada vez es menos instrumento de Una alternativa para superar la corriente exegé-
cambio social, en la medida en que -en forma inver- tica es el estudio crítico de la jurisprudencia. Si el
samente proporcional- es cada vez más medio de Derecho es una ciencia social, bien vale detenerse en
control. lo que los órganos jurisdiccionales están entendiendo
"dice" la ley, antes que, exclusivamente, en las fór-
Esta visión de la función estática del derecho es mulas teóricas de interpretación. E 1 primer supuesto
un rezago del predominio "legislativo", como postu- tiene un inmediato correlato con la función social
lado de la Revolución Francesa. Una revolución bur- que -al momento actual- esté cumpliendo el Dere-
guesa, como sabemos. La frase de un profesor de De- cho. El segundo, es el enmadejamiento de hipótesis
recho de aquella época (Buguet): "Yo no enseño De- de aplicación de la norma, óptimas para una evalua-
recho Civil, yo enseño el Código de Napoleón", gra- ción universitaria aunque menesterosas en su aporte
fica ese estado de ánimo. Esta concepción del Dere- social.
cho, conocida históricamente como la "Escuela de la
Exégesis", acabó vencida hace más de un siglo por su A continuación, presentamos el estudio de un ca-
propia incapacidad de crear y de adecuarse a una rea- so jurisprudencia! reciente (1987), en donde se puede
lidad dinámica. observar las consecuencias de una formación exegéti-
ca en los encargados de administrar justicia. Entre la
A la fecha, los estudios de Derecho Privado en el tendencia a mantener un estado de cosas y la tenden-
Perú parecen desconocer que la corriente exegética es cia a innovar, la exégesis genera, aún en el órgano ju-
un dato histórico. En nuestra opinión, los citados es- risdiccional, un estado de conciencia estático. Se po-
tudios (los de Derecho Privado) se mantienen en los drá defender esta concepción del Derecho diciendo
cánones tradicionales porque responden, con tal que privilegia la seguridad jurídica, sin embargo, la
conducta, a los intereses del sistema social imperan- verdad siempre nos traerá una versión distinta: se
te. En otras palabras, un estudio exegético propug- trata que el Derecho no altere el orden social, aún
na el conservadorismo, la mantención de un estado más, se trata que lo mantenga.

Documento de Reconocimiento de Deuda


Conste por el presente documento. el acuerdo al que llegan don José Maria Serra y del otro, don Javier Li-
zarzaburu Gómez: en los ténninos y condiciones siguientes:
PRIMERO: El señor Javier Lizarzaburu Gómez, en adelante el deudor, reconoce deber al señor José María Serra,
en adelante el acreedor, la suma de $4,500.00 (Cuatro Mil Quinientos Dólares Americanos) y la suma de 1/.
8,000.00 (Ocho Mil Intis).
SEGUNDO: El deudor, se compromete pagar al acreedor, la suma citada en la cláusula primera en 49 (cuarenti-
nueve) cuotas mensuales, que se empezarán a devengar desde el 30 de mayo de 1986.
TERChRO: Las primeras cuatro cuotas mensuales serán de 1/. 2,000. 00 (Dos Mil Intis) y cubrirán la deuda en
moneda nacional. Las siguientes cuarenticinco cuotas serán de$ 100.00 (Cien Dólares Americanos) y cubrirán
la deuda en dicha moneda.
CUARTO: El plazu para el pago de cada cuota, vencerá indefectiblemente al octavo dza calendario contado desde
la fecha en que fue exigible.
QUINTO: El incumplimiento en el pago de una de las cuotas en la fecha prevista en la cláusula anterior, determi-
nará el vencimiento automático de toda la deuda pendiente. La presente cláusula de aceleración determinará el
derecho del acreedor de exigir ;udicialmente el integro de la deuda, intereses y costas.

81 TMmis 7
SEXTO: La deuda en dólar amencano, generará un illtcrc;s ec¡uiJ•alenlc al JO 50/u anual al rchatir. /)ic/w suma
será pagada por el deudor adicümalmcnte a cada una de las cuarellticinco cuotas en lfliC asu111e su deuda en dicha
moneda.
SETIMO: Habiéndose las ¡wrtes realizado concesiones reCljJrocas res¡)('cto de sus derechos, el ¡Jresente reconoci-
miento de deuda tiene la eficacia juridica de una transaccián extra-¡údicial r se rige ¡)()r lo dis¡Juesto e11 los arts.
J302o. y siguientes del Códi¡;o CM!.
OCTAVO: Las partes acuerdan 1¡ue la deuda e11 intis 110 generará intereses. Si11 Clli/J{lfxo. la deuda e11 cli!larcs ge11e·
rará el interés convenido desde el 30 Je agosto de 1986, debiendo rm¡ducirse su primera amorti::aci<!11 el 30 Jc se-
tiembre de 1986, jun tu con el primer ¡1a¡;o Je capital en moneda americana y as/ sucesival!lentc. l:'nc'Uillrándosc
las partes de acuerdo a los extremos del presente documento. lo .firman f)(!r du¡J/icado a los seis dfas Jclmes de
abril de mi/novecientos oclzemiseis".
Seílor Juez Jet Tercer Juzgado en lo Civil ele Lima:
José María Serra (;racies de confonllidacl con lo dis¡JUesto ¡)()r el i11ciso JO) del art. ~o. dellJ.L ¡\(J. ~IJ236 y
los arts. 1302o., 1303o., 1304o. y es¡Jccialii!Cillc el 1312o. del Cádi¡;o Civil. illter¡}()lll(O del/la/Ida e11 la I'IÚ eiccutiva
contra don Javier Lizarzaburu Gámc:: a fill de que cumpla con ¡Jaganlle la suma de USS 4.500. ()(} (Cuatro Mil
Quinientos Dálares Americanos) que sólo para efectos de la cuantia asciende a la suma ele 1/. 62,91U.OO (Sesen-
tidós Mil Novecientos Diez lntis), y, la suma de 1/. 8,000.00 (Ocho Mil lntis), más los intereses pactados y lasco~­
tas procesales y personales. Fundamento la presente demanda en el hecho de que con fecha 7 de abril de 198(J.
el ejecutado celebró conjuntamente co11 el suscrito un acuerdo, mediante el cual se fiOIIIÚ término a obli¡;aciones
dinerarias por parte del ejecutado. Dicha transacción consistir! en que el ejecutado reconocit! y se comprometió
a pagar la suma materia de la presente demanda, cuyo monto se encuentra detallado en la Cláusula Primera del
mencionado documento. Hn tanto que me obligué a dividir la mencionada suma en 49 cuotas mensuales 1¡ue em-
pezarian a devengarse el 30 ele mayo de 1986, con.fórme a la Cláusula Scgwzcla ele la referida trai/Saccilm. Por
otro lado, la deuda en moneda nacional se pagaria en las 4 primeras cuotas en armadas de 1/. 2,000.00 cada una.
Asimismo, se transigió que las 45 cuotas restantes ascenclerian cada una a la suma de US$ 100.00 cuyo monto
cubriria el importe total ele la deuda en dicha moneda extranjera. Lo expresado se encuentra detallado en la Cláu-
sula Tercera del mencionado documento. Asimismo, se convino con el ejecutado, que el {!lazo para el pago ele ca-
da cuota vencerz'a indefectiblemente el octavo dz'a calendario contado desde la fecha en que era cxi¡;iblc. Fn la
Cláusula Quinta se estableció que el incumplimiento en el pago de una de las cuotas determinarzú el vcncimielltu
automático de toda la deuda pendiellte. Es asi seíiorJue::. que el ejecutado ha incumplido en todos sus extremos
la transacción celebrada y, no habiendo honrado nin¡;una Jc las cuotas acordadas, cumplo con recaudar la transac-
ci(m extrajudicial al presente escrito de demanda, para dejarla expedita. Por tanto· A l.!uzgado Pido· Se sirPa expe-
dir el correspondiente Auto de Pago requiriendo al e¡'ecutado la cancelación ele la deuda, baio apercihimicnto de
embargo. Lima, J5 de octubre de 1986.

Resolución de Primera Instancia


Lima, veintitrés ele octubre de mil novecientos oclzelltiseis. Por presentada; en lo princi¡1al y otrosíes: aten-
diendo que el documento de reconocimiento de deuda que se acompatla: por ser de carácter priPado, 110 dá lile;_
rito a despachar ejecución, por tanto no resulta exigible la obli¡;ación conjimne a lo se1!alado en el artz'culo trece
Resolución de la Quinta Sala Civil
del Decreto Ley veinte mil doscientos trcintiseis.: se declara INADMISIBLE la ejecucián que se pretende y, de-
vuélvase los recaudos adjuntos.- Dr. Néstor Pomareda.- Juez.- Jaime Ormei1o.- Secretario. - Lo que notifico
a usted.~ Lima, 29 de octubre ele 1986.
I:,xp. 3185~86. Lima, diecisiete de febrero ele mil novecientos ocliclltisicte. AUTOS Y VISTOS: e imervi-
niendo como ponente el seiior Vega Maguilla: por los fúndamemos de la resolución recurrida:)' CONSJDI:RAN-
DO además: que el instrumento de fóias dos, denominado de reconocimiento de deuda, 110 es sino un documellto
privado; que no obstante que en la parte .final del mismo los otorgantes le dan la calificación de "transacción ex-
tra-judicial" y que el artículo mil trescientos cuatro del Código Civil sólo requiere c¡ue la transaccir!n se haga por
escrito, esta disposición no ha modificado el articulo segundo del Decreto Ley veinte mil doscientos treintiseis, de
suerte que dicho documento privado no tiene mérito e¡'ecutivo: CVNFJRMARON el auto de fójas seis vuelta, su
fecha veintitrés de octubre ultimo, que declara INADMISIBLE la ejecusi(m que se pretende: y los devolvieron-
Tello Solz's, Landa Zapater, Vega Maguiíia.

Resolución de la Quinta ,'-,'ala Civil


Ex p. 3J85 -86.- Lima, seis de marzo de mil novecientos ochentisiete. A lo ¡Jrincipall' otrosi: Gm los reci-
bos de tasa judicial que se acompaiian y estando a lo clistJUesto en el artü·ulo veinte del decreto ley veillte mil
doscientos treintiseis: Declararon improcedente el Recurso de Nulidad que se interpone, y en consecuencia de-
vuélvanse los autos al Juzgado de ori¡;en.- Tres nlbricas ele los setiores Vocales.-- Secretario Bereche.

Resolución Suprema (Primera Sala Civil)


QUEJA No. 1 05~87.- Lima, trece de mayo Je mi/novecientos ochentisiete. VISTOS; por los fundamentos
del denegatorio que en fótocopia corre a fojas diez: declararon INFUNDADA la 1¡ue¡'a inter¡JUesta por don José

Thémis 7 82
María Serra Gracies contra la Quinta Sala de la Corte Superior de Lima: en los seguidos con don Javier Lizarzabu-
ru Gúmez, sobre pago de intis: condenaron en las costas del recurso y en la multa de diez céntimos de illti a la par-
te 1¡ue lo interpuso; mandaron transcribir la presentt.' resolución al Tribunalqueiado; archivándose donde corres-
¡JOnda. Rodríguez Montoya, Portugal Rendón, Méndez Osborn. Valladares Ayarza y Peralta Rosas.

1. CUESTIONES JURIDICAS SALTANTES EN dad habilitante que la transacción deba constar por
EL CASO JURISPRUDENCIAL ANALIZADO escrito o por petición ante el Juez que conoce del li-
tigio. Esto significa que en materia de formalidad, la
a) Cuestión de Derecho Municipal: transacción extrajudicial sólo requiere para tener
¿El tratamiento sustantivo y procesal de la tran- existencia y eficacia jurídica: constar por escrito.
sacción extrajudicial ha variado en el Código Civil de Por· otro lado, en materia de ejecución de la transac-
1984, respecto del derogado? ción, el Código vigente dispone que la judicial se hará
b) Cuestión de Derecho Procesal: como si fuera una sentencia y, respecto de la extra-
¿El auto expedido por una Corte Superior (se- judicial, manifiesta que se hará en la vía ejecutiva
gunda instancia) confirmando el de primera instancia (art. 1312o.).
que deniega ejecución, es susceptible de recurso de
nulidad? (3) Crítica al autor denegatorio de ejecución de Pri-
mera Instancia.
2. RESPUESTAS DE LOS ORGANOS JURISDIC- Descontada la plena vigencia del Código de 1984
CIONALES A LAS CUESTIONES JURIDICAS para el caso en mención, y, advirtiendo los términos
PLANTEADAS del documento que se recaudó a la demanda ejecuti-
va, queda evidente que un documento privado que
a) Sobre la cuestión de Derecho Material: contiene -por expresa decisión de las partes- una
El Juzgado de Primera Instancia declaró inadmi- transacción extrajud_icial, tiene mérito ejecutivo.
sible la ejecución porque el documento acompañado
era privado. Sustentó su decisión en el art. 13o. del Cuando el juez de Primera 1nstancia reclama que
Decreto Ley No. 20236. el documento sólo tiene la calidad de privado está
La Corte Superior confirmó la decisión anterior aplicando al caso sometido a su decisión, una norma
por los mismos fundamentos, aún cuando agregó otro. y una interpretación pertenéciente al Código deroga-
Expresó que el art. 1304o. del Código Civil de 1984, do. Casi nos atreveríamos a decir que el juzgador ac-
no había modificado el art. 2o. del Decreto Ley No. tuó por inercia ("siempre he resuelto así, ¿por qué
20236. debo cambiar mi decisión ahora?"). El culto a la ley
tradicional fue más fuerte que su obligatoria respon-
b) Sobre la cuestión de Derecho Procesal: sabilidad de estudiar y aplicar la ley que correspon-
La Corte Superior denegó el recurso de nulidad dia al caso, sin perjuicio que ésta ya había sido incor-
deducido contra el auto confirmatorio expedido por porada a su conocimiento, como se aprecia de la lec-
ella. Sustentó su denegatoria en el art. 20o. del Decre- tura de la demanda.
to Ley No. 20236.
1nterpuesto recurso de queja, la Corte Suprema la Por lo demás, la cita al art. 13o. del Decreto Ley
declaró infundada, sin agregar ni citar sustento a su No. 20236 es originada en la imperiosa necesidad de
decisión. sentirse protegido por la ley (otra vez, la ley como
instrumento mítico de solución de los conflictos).
3. COMENTARIO A LAS DECISIONES JUDICIA-
LES RESPECTO DE LAS CUESTIONES PLAN- Si el juez hubiera buscado en la racionalidad de
TEADAS las normas que se citaron en la demanda, el propósi-
to del legislador y el objeto de la norma jurid ica antes
a) Sobre la cuestión de Derecho Material que lp "seguridad de la ley conocida", otra hubiera si-
(1) El Código Civil en 1936 en materia de transac- do su decisión.
ción extrajudicial.
ca (art. 1308o.). No tenía referencia alguna en mate- (4) Crítica al auto confirmatorio del denegatorio de
ria de ejecución de la transacción, sin embargo, es ejecución expedido por la Corte Superior.
posible afirmar que la actividad judicial en la mate- Si bien es la ratificación de lo de primera instan-
ria determinó que la transacción judicial se ejecutará cia, interesa analizar el agregado porque denota -esta
otorgándole a la transacción el. equivalente de una vez en tres jueces- el mismo defecto de buscar la pro-
sentencia y la transacción extrajudicial -al estar con- tección de la ley conocida, antes que el análisis crea-
tenida en un instrumento público- determinaba el dor y fecundo.
inicio de una demanda ejecutiva.

La Corte afirma que el art. 1304o. del Código vi-


(2) El Código Civil en 1984 en materia de transac- gente no ha modificado el art. 2o. del Decreto Ley
ción extrajudicial. No. 20236. La afirmación a nuestro entender es im-
El Código vigente dispone en materia de formali- pecable, en efecto, una norma no ha modificado a la

83 Thémis 7
otra. Lo lamentable es que la Corte no ha sabido que lidad porque la norma vigente NO rompe con la de-
hacer con una conclusión correcta, por lo que termina rogada en materia de racionalidad. Si la anterior con-
utilizándola para "sustentar" una decisión distinta y ced la todos los recursos posibles cuando se denegaba
equivocada. ejecución, la vigente también hace lo mismo. Lo que
ocurre es que la vigente regula ésta situación de ma-
El Código vigente no ha modificado el art. 2o. nera más compleja, ya que incorpora el supuesto de la
del Decreto Ley No. 20236 para otorgarle mérito eje- concesión del recurso de apelación contra el auto de
cutivo a la transacción extrajudicial, simplemente por- pago, que no se encontraba en la derogada. Sin em-
que no era necesario. E1 inciso 10) del citado art. 2o. bargo, tal hecho no basta para considerar que la racio-
dispone: "Son títulos que aparejan ejecución: ... 10) nalidad de la norma derogada se mantiene en la vigen-
Cualquier otro título al que la ley da fuerza ejecuti- te en materia de denegatoria de ejecución.
va". En consecuencia, el art. 1304o. del Código vigen-
te, como bien dice la Corte, no modifica el art. 2o. ci- (3) Posición de la Corte Superior respecto de la cues-
tado, así como tampoco lo hace el art. 1312o. que tión procesal.
dispone la ejecución en vía ejecutiva (pleonasmo en Más que una interpretación equivocada del art.
que incurre la misma norma), al contrario, el código, 20o. del Decreto Ley No. 20236, la Corte ha efectua-
en estricto, ha enriquecido el art. 2o. al incorporar do una lectura defectuosa de dicha norma. Sin necesi-
· un nuevo supuesto de documento con mérito ejecuti- dad de recurrir a antecedentes legislativos, sólo bus-
vo. Posibilidad legislativa que, por lo demás, se en- cando en la racionalidad de la norma, hubiera encon-
cuentra abierta sin que se necesite modificar la nor- trado su verdadero sentido. Ciertamente tal acto im-
ma, tal vez, como lo quiso el legislador del Decreto portaba un esfuerzo creativo que la judicatura no
Ley No. 20236. siempre está dispuesta a realizar, tal vez sin darse
cuenta que en tal acto se encuentra la posibilidad de
recuperar su rol social, a la fecha deteriorado.
b) Sobre la cuestión de Derecho Procesal

e) Conclusiones
( 1) Antecedentes al art. 20o. del Decreto Ley No.
20236. (1) Sin perjuicio de forzar el significado del con-
El art. 607o. del Código de Procedimientos Ci- cepto, opinamos que una ley sustantiva o material
viles disponía: "Contra el auto que deniega la ejecu- (una norma civil, por ejemplo), muere casi a poco de
ción, proceden los recursos de reposición y apela- haber sido creada. Toda la actividad jurígena que esta
ción, sin dar audiencia al demandado. produzca con posterioridad a su vigencia, depende
La apelación será admitida en ambos efectos, y fundamentalmente del herramentero que la utilice y,
se remitirán los autos a la Corte Superior, con sólo socialmente, de que le encuentre nuevas fórmulas de
la citación del demandante. Hay recurso de nulidad aplicación. Su función terminará cuando todas esas
si se confirma el auto de primera instancia y lo per- fórmulas conduzcan a contradicciones con la reali-
mite la cuantía de la demanda". Como se aprecia, la dad y el objeto del derecho. Entonces será necesario
norma anterior contempla en su último párrafo ex- una nueva norma que, clclicamente, morirá al nacer,
presamente la concesión del recurso de nulidad en pero tendrá todos los efectos jurldicos que los técni-
caso de denegatoria de ejecución. cos en derecho le arranquen a partir de su función so-
(2) Racionalidad del art. 20o. del Decreto Ley No. cial y de su aplicación real (jurisprudencia).
20236. (2} Desde esta perspectiva, resulta indispensable
Con la vigencia de una nueva norma procesal reducir los estudios exegéticas (que no por antigüos
reemplazante de la derogada, se presenta dos alterna- dejan de ser útiles) a un rol de complementación de
tivas: o la norma mantiene su racionalidad o asume tos estudios jurídicos en donde la jurisprudencia sea
una posición distinta, respecto del tema específico. el punto de partida de los estudios doctrinales que,
Tratándose de normas procesales (en consecuencia, una vez fecundados, se traduzcan en normas que con-
normas de conducta al interior de un proceso), se creten el valor Justicia, razón de ser del derecho.
aplica al tercio excluído.
La norma vigente se coloca en supuestos distin- (3) Esta nueva perspectiva permitirá contar con
tos a la norma anterior. Así, la derogada no conce- jueces que se sacudan de su equivocada autoconcep-
día recurso alguno contra el auto de pago (el que ad- ción de "aplicadores de la ley", y pasen a convertir-
mite ejecución), la actual sí. se en creadores de derecho, en auténticos forjadores
Esta es la razón por la que la norma vigente se de un derecho actual, vivo, dinámico, que quiere y
coloca en un supuesto totalmente extraño al de la busca una respuesta justa a un conflicto de intereses.
derogada: que la Corte Superior confirme el auto de Es decir, en un fallo que tal vez no esté escrupulosa- •
pago. En este caso, la vigente dispone que no se con- mente "arreglado a derecho", pero sí a justicia.
cede recurso de nulidad. Sin embargo, sí concede el
recurso cuando apelado el auto de pago, la Corte Su- Juan Monroy Gálvez
perior lo revoca, ¿por qué la norma concede recurso Catedrático de Derecho Procesal Civil en la Universi-
de nulidad en este caso? Concede el recurso de nu- dad San Martín de Porres.

Thémis 7 84
Reseña de Tesis

va", (p. 89). Concluye esta parte Un primer aspecto que asoma
Fundamentos doctrinarios de
señalando que, en su concepto, de inmediato es la amplitud del tra-
la extradición
los antecedentes propiamente di- bajo. No por el número de sus pá-
chos de la aparición de la figura ginas que alcanzan a 352, sino por
de la Extradición, se hallan en los la revisión de diversos temas que
Renato Valdivia Aliaga
siglos XVIII y XIX. van desde la ubicación del contrato
en la ciencia del Derecho hasta las
(Tesis de Bachiller sustentada en di- La tesis aborda el estudio de instituciones contractuales correcti-
ciembre de 1986 ante los Ores. Fran- diversas fuentes documentales, es- vas de la desigualdad (contrato por
cisco Eguiguren, Marcial Rubio y Miguel casamente utilizadas en nuestro me- adhesión, cláusulas generales de
de Althaus. Sobresaliente)_
dio, y cuenta con un apéndice en el contratación, excesiva onerosidad
La tesis aborda el tema de la ex- que consta lo siguiente: lista de de kl prestación y la lesión) pasando
tradición, combinando el análisis Convenios Bilaterales vigentes sobre por la autonomía de la voluntad y
exegético de la legislación peruana la extradición; lista de convenios la obligatoriedad del Contrato en el
(y del proyecto de ley en actual trá- multilaterales sobre el mismo tema; Código Civil de 1984. Abordar esa
mite) con el campo de los tratados texto del Tratado de Extradición variedad de temas y dedicarse a in-
y los aspectos históricos de la ins- entre Perú y España (denunciado vestigar con rigor y acierto cada una
titución. por el Perú); y, texto del tratado de de las figuras mencionadas, demues-
extradición entre Chile y el Perú. tra una férrea _voluntad de investi-
Parte de definir a la extradición gador que no le huye al esfuerzo.
como "una acción internacional El contenido de la tesis, y las
ejercida por un Estado, destinada a fuentes que suministra, la hacen un La lectura de la tesis permite
solicitar o entregar a otro Estado, trabajo indispensable para quienes afirmar que los argumentos que se
un individuo delincuente para su se hallan interesados en el tema de plantean a lo largo de ella se sostie-
juzgamiento o para el cumplimien- la Extradición desde el punto de nen en dos elementos sustanciales:
to de una condena". (p. 4). A su me vista jurídico. (Marcial Rubio Co- una amplitud de lecturas sólidas y
que contiene dos elementos esen- rrea). una reflexión interesante.
ciales en su fundamento: la instau-
ración de la justicia y la persecu- El autor parte de una premisa
ción del delito (como acto trans- fundamental: el contrato es una es-
gresor de la norma y la paz social), tructura que procura la satisfacción
ensamblados con la reafirmación El carácter social del de las necesidades sociales. Desde
del principio de cooperación inter- contrato en el Código . que el hombre se organiza en comu-
nacional. nidades -por muy primitivas que
Civil de 1984
éstas sean- existe la necesidad de
Hace luego una revisión de la conciliar el interés individual con el
Cosme Nalvarte Ruiz
historia de la extradición, some- interés colectivo. El instrumento
tiendo a crítica las opiniones que para tal finalidad, sostiene el autor,
(Tesis de Bachiller sustentada en julio
afirman su origen en la antigüe- de 1986 ante los Drs. Manuel de la Puen- es el contrato. Pero no el contrato
te, Jorge Muñiz y Humberto Jara. Sobre- entendido así en forma tan genéri-
dad. Para el autor, "los primeros saliente).
que plantearon principios doctri- ca, tan simplista, sino que ese con-
narios acerca de este importante Una de las buenas costumbres trato va unido o responde a una fi-
instituto fueron pensadores como del quehacer académico es el elogio losofía determinada. El pensamien-
Bodin, Budero, Cocejo y, particu- merecido al esfuerzo intelectual. En to que guía a una sociedad en un
larmente, Gracia en su obra "De el caso de la Tesis del Bachiller Cos- momento histórico determinado es
Juri Belli ae Pacia", quienes sostu- me Nalvarte Ruiz el ejercicio de esa el que influye o determina la con-
vieron que el Estado que deniega costumbre se hace imprescindible. cepción contractual. Así, sostiene
la entrega de un delincuente se ha- Por varias razones su investigación Nalvarte, la doctrina liberal, por
ce cómplice de su acción delicti- merece un cálido elogio. ejemplo, es la que ha sido la más en-

85 TMmis 7
fática en marcar las pautas que han El argumento tiene un énfasis su hipótesis es un telón de fondo,
influenciado enormemente en las discutible porque no se puede afir- sobre el cual desarrolla un análisis
reglas de los contratos y, por ende, mar, lamentablemente, que nuest~o detallado, a la luz de la doctrina y
en la contratación. Lo cual es cier· Código Civil se haya adscrito clara- la ley, de las diversas instituciones
to. El respeto a la palabra empeña- mente a una línea de pensamiento ya mencionadas; de modo que se
da, la necesidad de un sistema so- social. Ha tenido tantos autores par- trata de un texto en el cual se pue-
cial estable, la irrestricta l;bertad ciales y tan heterogéneos y tan ale- de encontrar un estudio sobre Con-
de las partes contratantes y el re- jados de una preocupación ontoló- tratos en una vertiente doctrina -
chazo a cualquier intervención del gica que carece de un pensamiento positivista.
Estado o si se quiere más que in- y un postulado filosófico.
tervención, intromisión del Estado, En líneas finales queremos de-
han sido los pilares en base a los Sin embargo, el argumento de cir q~_;e hemos resaltado los méritos
cuales se estableció todo un órden Nalvarte, discutible por lo enfáti- de la investigación de Cosme Nal-
que marcó las rutas de las relacio- co, en alguna medida es cierto, si varte R uiz. Probablemente tenga
nes sociales, económicas y, por cier- se revisan las novedosas reglas con· deméritos como toda producción
to, jurídicas. tractuales incorporadas a nuestro intelectual. Del conjunto de virtu-
Código. En ese aspecto el Código des y defectos se encargarán quie-
del 84 tiene una valiosísima cuota nes accedan a la lectura de la Tesis;
El famoso principio liberal del de modernidad que el Maestro Ma- lectura que esperamos haber moti-
"Laissez faire, Laissez passer" ha si- nuel de la Puente y Lavalle intro- vado porque creemos, al igual que
do inocultablemente la causa efi- dujo gracias a la actualidad de sus el Sr. Nalvarte, que "el paso de un
ciente de la reglamentación contrac- estudios, a la creatividad de sus re- estudiante de Derecho por una Uni-
tual contenida en la mayoría, sino flexiones y a la amplitud de su pen- versidad, debe tener en cuenta que
la totalidad, de los Códigos Civiles samiento. las ciencias jurídicas no sólo son la
Occidentales. La formulación libe- preocupación por el aspecto técni-
ral es impugnada por el autor ori- Para Cosme Nalvarte la función
social del contrato aparece en el tra- co de la normatividad positiva, el
ginando así un mérito notorio de su Derecho es también una reflexión
Tesis: discutir, atacar una larga y tamiento exhaustivo de la autono-
mía de la voluntad, que si bien es sobre los problemas sociales, una
arraigada tradición por considerar creación que trasciende".
que los principios liberales son en respetada en sus dos manifestacio-
la actualidad ineficientes para resol- nes de libertad contractual y liber·
tad de contratar, es también simul- Un comentario adicional. Si lo
ver situaciones de injusticia. expuesto a lo largo de esta nota no
táneamente limitada en atención al
llegase a convencer a una curiosa es-
Ahora. bien, no basta, como es interés social. Asimismo, el concep-
pecie aparecida en los claustros uni-
obvio, vislumbrar el problema, im- to de orden público asoma con un
versitarios y a la cual podríamos ca-
porta más bien y sobremanera pos- énfasis imperativo mayor en aras de
lificar como "los aficionados al ar-
tular una solución, la misma que, en que la ley establezca un equilibrio
gumento de autoridad", hacemos
opinión del autor, debe tener en contractual que quizá los contra-
saber que en el Jurado existió una-
cuenta dos aspectos de suma impor- tantes no habrían llegado a estable-
nimidad para otorgar el calificativo
tancia: una serena reflexión del le- cer debido a su desigualdad patri-
de sobresaliente. ( Humberto Jara)
gislador respecto a las normas que monial. Igualmente, los monopolios
debe incorporar al sistema jurídi- han recibido parámetros normativos
co -positivo y una definida opción a raíz de haberse legislado por vez
acerca de la filosofía a seguir. primera el contrato por adhesión y
El contrato de locación
las cláusulas generales de contrata-
de obra frente al Derecho
Para Nalvarte "es innegable que ción para lograr "la provisión de Civil y al Derecho del Trabajo
hoy en día, existe una tendencia ha- bienes y servicios bajo términos jus-
cia la socialización del contrato, sea tos".
Wilfredo Sanguineti
en lo que atañe a los contratos más
modestos como a los más comple- Hasta aquí el presente comen- Tesis de Bachiller sustentada en
jos. El fenómeno de la socialización tario podría sugerir que se trata de diciembre de 1986 ante los Drs.
del contrato es una tendencia que una Tesis de Teoría General del De- Javier Neves, Manuel de la Puente y
se manifiesta en una activa interven- recho. No es verdad. Y no quere- Mario Paseo. Sobresaliente.
ción del Estado que busca que el mos dejar esa impresión. Sobre to-
Derecho sea un instrumento de paz do porque podría quedar oculto Al publicarse el proyecto del
y que constituye el mejor método uno de los aspectos más interesan· nuevo Código Civil, se pudo cono·
posible de autocomposición de inte- tes de la investigación de Cosme cer que contenía disposiciones
reses distintos". Basado en esta Nalvarte. Si bien parte de una pre- reguladoras del contrato de trabajo
constatación postula la tesis de que misa que podría sugerir una especu- (que en verdad se limitaban a defi-
el nuevo Código Civil peruano ha lación meramente Teórica, incluso nirlo y remitir su normación a la ra-
consagrado en sus reglas contractua- con algún corte filosófico, no ingre· ma jurídica correspondiente), así
les la función social del contrato. sa en ese terreno. Por el contrario, como de otros contratos de presta-

Thémis 7 86
ciones de servicios, tales como la servicios no dependientes. En el El contrato de participación
locación de servicios y el contrato sistema francés, en consecuencia,
de obra. hay sólo contratos de trabajo, de un Tesis de Bachiller sustentada en Setiem-
lado, y de obra, del otro. En el bre de 1986 ante los Drs. Carlos Cárde-
nas César Luna-Victoria y Humberto Ja-
A partir de entonces, se suscitó alemán, además de éstos, hay un ra. Sobresaliente.
un debate entre los laboralistas, del tercero denominado como hemos
que se extrajeron sustancialmente mencionado, situado como el de Bruno Olcese Chepote
dos conclusiones: 1) que la inclu- obra, también en el ámbito civil.
sión del contrato de trabajo en el Nuestro Código Civil vigente acoge Al recibir la tesis tuve una
Código Civil era inapropiada, dada este último modelo. grata impresión. El trabajo tra-
la incuestiu;1able autonomía del taba de llenar un vacío impor-
área laboral respecto de la civil, y 2) Wilfredo Sanguineti no se ha tante en los asuntos de Dere-
que la fórmula genérica con que se limitado a indagar por el origen cho Mercantil. El contrato de
había definido el contrato de lo· histórico de estas diversas figuras participación ha sido poco tra·
cación de servicios, abría la posibi· contractuales y su recepción por el tado y, en la práctica, muy maltra·
lidad de utilizaciones fraudulentas tado por los usuarios. Utilizando las
derecho contemporáneo, particu-
de dicha figura para esconder mismas palabras del señor Olcese,
larmente por el nuestro, lo que de
verdaderos vínculos laborales. " ... el carácter usualmente oculto
por sí hubiera constituido un apor-
Como resultado de este debate, los de este contrato y, por ende, la
te valioso de su trabajo, sino que
autores de este proyecto eliminaron falta de publicidad del mismo (ha
con una fundamentación sumamen-
la mención al contrato de traba· determinado que) las partes lo
te sólida ha cuestionado el modelo
jo, pero no introdujeron ninguna utilicen y regulen sus relacio-
alemán y por ende el nuestro. Su
precisión adicional que permitiera nes de acuerdo a sus propias con-
estudio brinda importantísimos ele-
evitar el uso indebido del contrato veniencias, sin reparar siquiera en
mentos para una extraordinaria
de locación de servicios. E 1 1ímite saber si el acto jurídico que han
clarificación de esta materia tras-
fundamental entre una y otra figura celebrado es un simple contrato
cendental dentro del Derecho del
quedó fijado en el concepto de mercantil o si, por el contrario, han
Trabajo.
subordinación (poder de mando del formado una sociedad o asociación
empleador con el correlativo deber con capacidad propia, distinta a
En cuanto a su metodología, la
de obediencia del trabajador), que sus integrantes ... ".
integra el contrato laboral pero no el Tesis que comento está elaborada
civil, y no deja de ofrecer dificul· en una perspectiva fundamental-
tades en su aplicación a la casuísti- mente doctrinal, habiendo revisado El trabajo no sólo se presenta-
ca. En todo caso, en el menciona- detenida y críticamente el pensa- ba interesante, sino también muy
do debate no se objetó la existencia miento jurídico de los más impor- audaz. Desde la misma introduc-
misma del contrato de locación de tantes autores laboralistas y civi- ción, el señor Olcese se planteaba
servicios. listas que se pronuncian sobre un reto muy presuntuoso: " ... es
este campo, desde ópticas di- precisamente eso lo que busco con
vergentes. El trabajo de Wilfre- esta tesis: realizar un estudio doc-
En el marco de estos he- do Sanguineti, sin embargo, toma trinario sobre la integridad de la ins-
chos, Wilfredo Sanguineti empren· los conceptos que brindan dichos
dió una rigurosa investigación que titución que pueda servir eventual-
autores para construir a partir de mente como texto de consulta ... ".
ha culminado en el trabajo que le
ellos su propia elaboración teórica Admito que la pretensión, tan de
ha servido para optar el bachillera-
sobre la materia, lo que propor- inicio, me pareció excesiva. Sin em-
to. Al término de su minucioso
ciona a su Tesis un elevadísimo bargo, conforme adelantaba la lec-
estudio ha podido comprobar la
nivel de creatividad personal. tura del trabajo, me iba convencien-
existencia de dos modelos en esta
materia, denominadas por él: 1) do que el objetivo propuesto se rea-
Considero no incurrir en exa- lizaba. La impresión quedó total-
"modelo legislativo francés" y
geración si destaco la excelencia mente confirmada en la sustenta-
2) "modelo doctrinario alemán". El
académica de este trabajo, que ción. La calificación de sobresalien-
primero, con antecedentes en el
desde mi punto de vista está desti- te hace justicia al trabajo.
derecho romano, establece una
nado a constituí rse en una obra de
identidad entre el contenido de la
promesa de trabajo y el tipo de importancia en nuestro medio jurí- Efectivamente, el trabajo del
vínculo entre los sujetos, de modo dico, incluso fuera del ámbito señor Olcese constituye un texto
estrictamente universitario. Su ya de consulta para quien quiera pro-
tal que si se ofrece la actividad ha-
decidida próxima publicación va a fundizar el conocimiento del con-
brá siempre subordinación y si se
contribuir indudablemente a ello. trato de participación (la llamada
ofrece un resultado habrá autono-
(Javier Neves Mujica) "Asociación en Participación" de
mía. El segundo, en cambio, admite
una variante en esta regla: es posi- n·1estra Ley General de Socieda-
ble que ofreciéndose la actividad d es). En mi opinión, el trabajo tiene
haya sin embargo autonomía. Tal es dos grandes virtudes. En primer lu-
el caso del llamado contrato de gar, plantea con mucho acierto que

87 Thémis 7
el contrato debe formar parte del gimen de co-propiedad entre los di- La investigación tiene una vir-
tratamiento de los contratos en el versos administradores. tud central: se ocupa de una figura
Código de Comercio y no ser trata- que no ha sido mayormente estu-
do dentro de la Ley General de So- diada y que por lo mismo al carecer
Desarrolla extensamente las re-
ciedades. En segundo lugar, analiza de material bibliográfico obliga a
laciones entre administradores y
en profundidad todas las caracte- una creatividad mayor.
partícipes, reconoÚendo a estos úl-
rísticas contractuales de la Institu-
timos los derechos de información
ción, superando largamente el de- La autora sostiene que no es
que les permita examinar las cuen··
ficiente tratamiento que actualmen- correcta la postura de quienes sosla-
tas del administrador. En esta mis-
te tiene en la Ley General de So- yan al subcontrato por considerarlo
ma lógica del análisis de las carac-
ciedades. una figura dependiente y derivada
terísticas contractuales, concluye
de otra llamada contrato base. Para
en que es aplicable al contrato de
Para el señor Olcese, cosa que ella "las recientes necesidades de la
participación, en forma supletoria,
comparto plenamente, el contrato vida económica moderna requieren
las normas que regulan los contra-
de participación es uno con presta- que a través de figuras como el
tos civiles mas que aquellas otras
ciones recíprocas, oneroso, consen- subcontrato se posibilite la transfe-
que regulan las diversas formas
sual, no formal y de naturaleza rencia de derechos y obligaciones a
societarias. (César Luna-Victoria
mercantil. Precisa que la relación terceras personas, con la particula-
León)
de las partes genera un v1'nculo es- ridad en este caso que los contra·
trictamente obligacional y no un tantes originarios que queden des-
ente social (persona jurídica) dis- vinculados de sus respectivos con-
tinto a los contratantes. tratos tal como ocurre en la cesión
de contratos".
Propone un cambio de deno-
El subcontrato
minación al asociante y al asociado Por lo mismo postula la conve-
designados así actualmente en la niencia de reformular nuestro siste-
María Ana Brigneti Suito
Ley General de Sociedades, sugirien- ma actual incorporando al subcon·
do se les denomine Administrador trado en un título específico del li-
Y_ Partícipe, respectivamente. Man- Tesis de Bachiller sustentada en
bro VIl, Sección Primera, Contra·
tiene la idea que la gestión de ne- enero de 1987 ante los Drs. Jorge
tos en General, de nuestro Código
gocio corresponde exclusivamente Muñiz, Humberto Jara y Jack Bi-
Civil.
al administrador y que, en tal vir- gio. Sobresaliente.
tud, es el único que adquiere dere- Algún autor ha dicho que "ca·
chos Y asume obligaciones frente a La investigación efectuada por
da libro contiene su contralibro".
terceros, siendo esta responsabili- María Ana Brigneti se origina en la
La frase es aplicable a la tesis de
dad ilimitada. En la complejidad del ausencia de normas especificas so-
Maria Ana Brigneti. Particularmen-
análisis, evalúa la posibilidad de la bre el subcontrato. A partir de esa
te consideramos que el subcontrato
existencia de pluralidad de adminis- motivación organiza su investiga-
no requiere regulación específica. Si
tradores y partícipes. ción en tres capítulos. El primero
un Código se ocupara de todas las
denominado Generalidades, contie-
relaciones subsidiarias tendrlamos
Indica con claridad que la obli- ne la terminologla, el concepto y la
una suerte de Código infinito. Cree-
gación de los partícipes es el aporte naturaleza jurídica del subcontrato;
mos que la causa que anima su in-
de recursos para ejecutar el negocio el segundo, titulado el ámbito del
vestigación es buena pero sus razo-
Y que esta transferencia debe ser en subcontrato, estudia el objeto, el
nes no persuaden tanto.
propiedad, con excepción de las contenido, las características, las re-
prestaciones consistentes en los de- laciones y la utilidad práctica del
Sin embargo, observaciones
rechos de uso o usufructo. Coinci- subcontrato. Por último, el tercer
aparte, debe quedar constancia de
dente con la idea que el contrato no capítulo presenta las aplicaciones
que se trata de una investigación in-
forma una persona jurídica, conclu- particulares del subcontrato en la
teresante, planteada con acierto y
ye en que todos los aportes transfe- legislación peruana (subarrenda-
que denota un trabajo efectuado
ridos no constituyen tampoco un miento, subcontrato de obra, sub-
con dedicación y cuyos aportes
fondo social, admitiendo sin embar- mandato, subdepósito y subcomo-
pueden revisar los interesados en la
go, la posibilidad que se cree un ré- dato).
materia. (Humberto Jara)

Thémis 7 88
THEMIS agradece a todas aquellas personas que de una manera u otra
han hecho posible la publicación de este número, en especial a:

Cecilia Arciniega, Carolina Awapara, Lorena Borgo, Mauro Calderón, Raúl Canelo,
Lorena Cook, Ernesto Coz, Lourdes Chang, Javier Chocano, Elena de Beaumont,
Javier de Belaúnde, Marcelo de Bernardis, María de Del Castillo, Ana María de
Díaz, Paula de Mallma, Mónika de Rivera, Luis José Diez- Canseco, Rocío Fernán-
dez, Carlos Garatea, Juan García Montufar, Silvia Granda, Carmela Hernández, José
Alfredo Jiménez, Wally Joly, Gulnara La Rosa, Rogelio Llerena, Juan Carlos Mejía,
Patricia Mendoza, Guillermo Morales, Jorge Muñiz, Dante Nagaro, Francisco Nava-
rro, Dante Nieri, Fabián Novak, Alfonso y Fernando Orbegoso, Carlos Ortega, Rosa
María Palacios, Elena Pardo de Figueroa, Rafael Picasso, Roberto Reátegui, Anabe-
lla Rivera, Leonie Roca, Patrick Stenning, Filiberto Tarazona, José Tola Pasquel,
Alberto Varillas, María Eugenia Yábar.

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