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Al personal directivo y las trabajadoras sociales del Instituto Nacional del Menor, del
Estado Mérida, quienes facilitaron el material necesario y sus conocimientos para el
desarrollo de la presente investigación.
A todos aquellos adolescentes que formaron parte de nuestra muestra de estudio, y que
he obtenido una gran enseñanza y respeto hacia la situación familiar y personal que
cada uno de ellos lleva consigo.
A las Criminólogas, María Carolina Dugarte, Marisay Mora y Maria Rafaela Altamiranda,
quienes con agrado, discusiones y trabajo practico, colaboraron en la realización de la
investigación.
A todas aquellas personas que de una u otra forma contribuyeron a dirigir el logro de las
metas propuestas.
Página
Resumen.
Abstract.
Índice General.
Índice de Tablas.
Introducción. 12
Capítulo I: El Problema. 17
1.1 Planteamiento del Problema. 17
1.2 Formulación del Problema. 22
1.3 Objetivos de la Investigación. 22
1.3.1 Objetivo General. 22
1.3.2 Objetivos Específicos. 23
1.4 Justificación de la Investigación. 23
1.5 Delimitación del Problema. 24
Capítulo II: Marco Teórico. 26
2.1 Antecedentes. 26
2.1.1 Antecedentes Sociales. 26
2.1.2 Antecedentes Académicos. 27
2.1.3 Antecedentes Criminológicos. 31
2.2 Bases Teóricas. 34
2.2.1 Adolescencia. 35
2.2.2 La Familia. 40
2.2.2.1 Estructura del Sistema Familiar. 44
2.2.2.2 Tipos de Familias. 46
2.2.3 La Delincuencia Juvenil. 55
2.2.4 Derecho Penal Juvenil. 62
2.2.5 Teorías Criminológicas. 69
2.2.5.1 Teoría sobre la Dinámica Familiar. 69
2.2.5.2 Teoría del Control Social o de los Vínculos Sociales
de Hirschi. 70
2.2.5.3 Teoría de las Faltas Parentales. 72
2.2.5.3.1 Teoría de la Transformación Malevolente.. 72
2.2.5.3.2 Teoría del Aprendizaje del Afecto. 72
2.2.5.4 Teoría a Nivel de las Familias. 72
2.2.5.4.1 Teoría del Control Familiar. 73
2.2.5.4.2 Teoría de la Identificación. 74
2.2.5.4.3 Teoría la Interacción.
Relación Delincuencia-Padres. 75
2.2.5.5 Teorías Sociológicas. 76
2.2.5.5.1 Teoría de la Asociación Diferencial. 76
2.2.5.5.2 Teorías Subculturales. 76
2.2.5.5.3 Teoría de la Anomia. 77
2.3 Definición de Términos Básicos. 78
Capítulo III: Marco Metodológico. 82
3.1 Tipo de Investigación. 82
3.2 Diseño de Investigación. 82
3.3 Métodos. 83
3.4 Población y Muestra. 84
3.5 Instrumentos y Técnicas de Recolección de Datos. 85
3.6 Plan de Análisis y Tratamiento de los Datos. 88
3.7 Limitaciones. 89
Capítulo IV: Descripción y Análisis de los Resultados. 92
4.1 Tablas de Frecuencia. 92
4.2 Tablas de Contingencia. 98
4.3 Síntesis de los Resultados Obtenidos. 124
4.4 Análisis de los Resultados. 126
Capítulo V: Discusión y Propuesta. 131
Conclusiones. 136
Índice de Referencias.
Referencias Bibliográficas.
Anexos.
INDICE DE TABLAS.
Página
RESUMEN
ABSTRACT
The present investigation has as purpose to determine the relationship between the
family disfuntion and the juvenile delinquency, through the revision of the files of the
adolescents that entered in the National Institute of the Minor of Mérida State for the
years 2000 at 2003, among other objectives intends, to give explanation at the levels of
discipline in their families, to the affective relationships among their parents, brothers
and other relatives, to also identify the characteristics of the adolescents that enter in
the Institution, it seeks to determine which are the guarantees that it exercises the
Organic Protection Law for Boys, Girls and Adolescent (LOPNA) as family regards. It is
an investigation of the descriptive-correlational-explanatory type, since it looks for to
specify the important properties of people and center their interest in explaining the
occurrence of the phenomenon like the one that thinks about, through the design of a
schedule of information, made up of several sections, as the personal data of the
adolescents, the institutional ones, the family and social characteristics and the
particularities that refer to the criminal behavior, applied in a sample not probable of 143
files, being observed the results by means of the description of charts of frequency and
of contingency that obey to an I not calculate parametric denominated chi square; this
way you could verify that the juvenile criminal behavior, especially the thefts and
robberies are presented mostly in the adolescents of the masculine sex, between 15
and 17 years, both sexes didn't conclude the primary education, the family composition
is of the nuclear type, some live with stepfathers and other relatives, results related with
influential secondary factors were also presented in the criminal behavior; being
concluded that theories that to be a favor from the relationship between disfuntional
family and juvenile delinquency are framed in the environment of the present
investigation, what allows the spirit of suggesting proposals of preventive character
towards the families and the Institution.
La sociedad está conformada por familias, razón por la cual se ha considerado que las
peculiaridades sociales pueden ser descritas delineando las relaciones familiares,
indicándose que debe comprenderse el comportamiento familiar para lograr entender
los procesos sociales más generales. La importancia que hoy ha tomado el estudio de
la familia como célula social, hace imprescindible que se expongan en una
investigación de esta naturaleza, algunos conceptos, aunque muy generales, sobre la
constitución de aquella y su importancia como modeladora fundamental de la conducta
juvenil.
Es por esto, que los análisis históricos revelan que la dinámica familiar ha sido centro
de atención para muchas ciencias y para la criminología en especial, por considerarla el
primer agente de socialización de un individuo capaz de incorporar patrones normativos
que influirán en la adaptación del mismo y que permitirán la adecuada unión del sujeto
al grupo social donde ha de integrarse, se encarga también del estudio de las
relaciones interpersonales, de las relaciones familiares, comunitarias, institucionales,
hasta abarcar a la sociedad toda. Consideramos que criminológicamente, un estudio
que se encargue de indagar fenómenos de interrelación de la dinámica familiar, podría
proporcionar algunos elementos que originen o se asocien a los comportamientos
delictivos y además, podría ser una herramienta para la planificación de las políticas
dirigidas a prevenir el fenómeno delictivo, abarcando la familia.
Sin embargo, en la adecuada integración del individuo a la sociedad, esfuerzo que
realiza en un primer momento la familia y más específicamente los jefes del hogar,
depende entre otros factores, de la comunicación que exista entre los miembros y del
control que ejerzan los padres sobre sus hijos. Especial referencia hacemos al control
físico, que remite el concepto de fuerza ejercida con el fin de obtener de un individuo o
de un grupo lo que uno quiere conseguir libremente, es siempre una forma de ejercicio
de poder mediante el empleo de la fuerza, ya sea física o psicológica, que implica la
existencia de uno más fuerte sobre otro débil. En este caso las formas de los roles
padre-hijos, en la conducta de los adolescentes sobre los cuales recae el control físico,
puede afectar el desarrollo armónico dentro del núcleo familiar, pudiendo surgir
dificultades en la escuela o para relacionarse, pérdida de confianza, fugas, acciones y
actitudes cuestionadas como el irrespeto a las normas, que pueden calificarse como
conductas transgresoras y bajo esta misma perspectiva de búsqueda de factores que
expliquen las conductas desviadas en la adolescencia.
Inclusive, (Stone y Church citados por CRAIG, 1990) mencionan que los adolescentes
participan en multitud de grupos sociales: familia, clase social, grupo religioso,
comunidad, escuela, etc., y todas esas entidades comparten ideas, creencias,
expectativas y patrones conductuales, donde es la familia la entidad en que recae
mayor responsabilidad en el desempeño de la función socializadora, porque además de
integrar al adolescente en la unidad familiar, los padres representan para él la sociedad
externa y su cultura, desde la religión hasta los valores morales le son inculcados a
través del núcleo familiar. Para estos autores, el tipo de familia en que nace el
adolescente afecta radicalmente las expectativas, roles e interrelaciones en toda su
existencia.
EL PROBLEMA.
La sociedad está conformada por familias, razón por la cual se ha considerado que
debe comprenderse el comportamiento familiar para lograr entender los procesos
sociales más generales. (GOODE, 1966). Dada la importancia de la familia, la sociedad
debe propiciar que ésta cumpla sus roles y funciones y que lo haga de manera tal que
contribuya al mantenimiento del ordenamiento socialmente aceptado, lo cual implica la
normativización y regulación de la vida en pareja, apta para la reproducción en la
especie.
Por otra parte, el entorno económico y social actual desfavorece la atención que se les
pueda prestar a los adolescentes infractores, debido a que existen actualmente
problemas individuales por solventar, como los casos de tasas de desempleo, los
precios de productos básicos difícilmente asequibles, clases sociales diferenciadas,
(predominando los de bajos estratos socioeconómicos sobre aquellos de alto ingreso),
que influyen necesariamente en la formación y educación de la familia y los hijos.
De igual manera, el uso físico o psicológico de la fuerza como control, como forma de
ejercicio de poder familiar, implica la existencia de uno más fuerte sobre otro débil que
adopta habitualmente la forma de roles complementarios: padres-hijos, maestros-
alumnos, entre otros (CORSI, 1994); lo cual indica, que los adolescentes son
socializados, en el plano organizativo bajo las formas de dominación y sumisión.
(BERGER, 1976) Así puede afirmarse, que los adolescentes que crecen en familias con
estilos de crianza que suponen técnicas disciplinarias agresivas o punitivas,
especialmente si se observa una marcada inconsistencia en el empleo de tales
técnicas, por parte de uno o ambos progenitores, serán propensos a conductas
delictivas y violentas por efectos del aprendizaje. (GLUECK, 1950)
Todos los centros de internamiento para niños y adolescentes tienen como objetivos
fundamentales la ejecución de un sistema organizado, de tipo complementario,
contentivo de elementos socioeducativos y laborales, referidos al logro de valores,
esquemas de conducta y modelos de personalidad ajustados para un sano convivir
comunitario; dirigidos a los niños y adolescentes y su grupo familiar. Su Reglamento
Interno contiene derechos y garantías propiciadoras de un trato justo y una vida segura,
además de requisitos mínimos de condiciones de vida y de apoyo socioeducativo, que
estructuran la base fundamental de dicha Institución.
MARCO TEORICO.
2. Antecedentes.
Básicamente se expondrán dos temas claves para el desarrollo del presente estudio;
por una parte, los diversos aspectos de la delincuencia juvenil, pues ésta constituye la
problemática propuesta en la investigación, y, por la otra, el tema de la familia y sus
disfunciones, intentando demostrar, por medio de precedentes teóricos, la relación
existente entre estas dos variables, es decir, si las disfunciones manifiestas en una
familia pueden desencadenar conductas transgresoras o delictivas ejecutadas por
jóvenes.
Los cambios suscitados en la familia son el producto directo del desarrollo social y de él
previene una crisis; que ha influido, por la diferenciación de clases sociales, además, de
la división y especialización del trabajo en el mundo actual. El desempeño que la
sociedad encomienda a los padres no sólo refiere al alcance económico o de
productividad ante el conglomerado, sino que sobrepasa a las mismas necesidades de
la familia; es decir, los padres están bajo la responsabilidad de trabajar para el
desarrollo social y atender las contrariedades relacionadas al hogar.
Dentro de este marco, se han realizado algunos estudios que exponen los puntos de
vista que sugieren el estudio de la violencia, disfunción en las familias y las
consecuencias que esto trae para el ambiente del hogar, problemas que determinan de
cualquier forma la orientación de la personalidad y su éxito o fracaso en la vida social.
Respecto a los precedentes que dan base a la siguiente investigación, destacan entre
otros, los siguientes aportes de tesistas de la Escuela de Criminología de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas, de la Universidad de los Andes, de Mérida, Venezuela;
pudiendo mencionarse la contribución realizada por Leonardo Rattia (2003), quien
analizó la conducta delictiva de 355 jóvenes estudiantes en los liceos Libertador y Tulio
Febres Cordero del Estado Mérida, aplicando una encuesta que medía la relación con
la Teoría del Control de Travis Hirschi. Los resultados obtenidos demuestran un vínculo
débil con el orden convencional y esta relación se encuentra esporádicamente con la
comisión de los actos delictivos en los jóvenes de la muestra estudiada; Endira Mora
(2003), quien realizó una investigación referida a las familias desarticuladas y su
influencia en la formación de conductas agresivas en los niños y niñas, pertenecientes
del cuarto a sexto grado de la Escuela Básica “José María Velaz” del Estado Mérida. La
información obtenida fue producto de la aplicación de un cuestionario, en una muestra
de 60 alumnos, divididos entre familias desarticuladas y amalgamadas. Obteniendo
como resultado que aquellos niños que pertenecían a familias desarticuladas y la
ausencia de una de las figuras paternas, presentaban en mayor proporción,
comportamientos agresivos, en comparación con aquellos de familias amalgamadas.
Además, características como: rechazo al proceso de aprendizaje educativo,
desobediencia de las normas de la institución educativa, daños a los objetos
personales, escasa participación en las actividades recreativas de la institución,
amenazas verbales y peleas hacia sus compañeros, relaciones familiares regulares,
entre otras definen el patrón conductual de la agresividad y la relación familiar de estos
niños; Niliam Ramírez (2003), quien investigó las características socio-económicas de la
familia, que influyen en la formación de conductas agresivas y/o violentas en los niños
entre nueve y once años de edad, habitantes del barrio Loma de Maitines, Municipio
Libertador del Estado Mérida. Aplicó una encuesta que constaba de 30 ítems de varias
alternativas de respuesta, referidas a: datos personales, características familiares,
sociales, escolaridad y ocupación, aplicada a 60 niños y niñas del mencionado barrio.
Obtenida sus respuestas y procesadas para el análisis de los datos, la investigación
terminó refiriendo que la falta de atención al niño, el poco dinero que tienen sus padres
y el ambiente inestable en la familia, hacen que el niño altere su conducta y actúe de
manera impulsiva tomando como salida inmediata que adopte por hogar las calles y
mantenga el contacto con personas violentas fuera de la familia, produciéndose de esta
manera en él desadaptación social y familiar.
Clenn Calderón (2003) analizó la realidad social, los contrastes y las consecuencias del
fenómeno delictivo juvenil; para ello realizó encuestas y entrevistas cerradas a dos
muestras de jóvenes, una en el Instituto Nacional del Menor de Mérida (INAM) y la otra
en adolescentes de educación media y diversificada en dos liceos de la población de
Ejido, Estado Mérida; los resultados obtenidos refieren, a la percepción que se tiene del
problema en cada sujeto, debido a que los estudios individuales pueden ayudar a
mejorar la situación real de cada adolescente en conflicto con la ley. Finalmente,
propuso que para lograr la reducción en los índices de agresión, depresión,
desesperanza y uso de drogas entre los adolescentes recluidos, así como un
incremento en los índices de autoestima y religiosidad, se orientaran programas para la
búsqueda de nuevos valores y para su transición hacia esquemas personales menos
asociados a la desviación; Amalia Valero (2001), realizó una investigación referida al
control físico y las conductas transgresoras en una muestra de adolescentes de tercera
etapa de educación básica, en la ciudad de Mérida. Abordó como fuente primaria de
recolección de datos, encuestas de autorrevelación en una muestra de 1.489
estudiantes de educación básica, para obtener el control físico ejercido por sus padres y
la relación con las conductas transgresoras. Su investigación arrojó como resultado la
existencia de una relación entre el control físico ejercido por los padres y las conductas
transgresoras de los adolescentes. Significa esto que, las estrategias utilizadas por los
padres para obtener lo que ellos desean de sus hijos se relaciona con las conductas
transgresoras que estos producen, también que, éstas conductas están caracterizadas
por una desadaptación familiar, social y algunas veces de violación de normas jurídicas.
Finalmente, el estudio señaló problemas de comunicación entre padres e hijos,
deficiencias de los padres de asumir su rol como autoridad, y por último, carencia de
herramientas afectivas, cognitivas y conductuales; Yuslemy Rivas (2000) realizó una
investigación con la finalidad de determinar la desintegración familiar como elemento a
considerar en la manifestación de la conducta agresiva, en una muestra de
adolescentes pertenecientes al 9º grado de educación básica y 1º del ciclo
diversificado, de diferentes planteles educativos ubicados en el Distrito Campo Elías del
Estado Mérida en el transcurso del año 2000. El instrumento de investigación usado
para medir la actitud hacia la violencia, fue elaborado y validado en el Laboratorio de
Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela (LACSO). Los resultados
obtenidos, permitieron observar que existe una relación estadísticamente significativa
entre la situación de crianza y la actitud agresiva de los adolescentes encuestados.
Cabe considerar además, que por ser esta una investigación de corte criminológico, se
mencionen aquellos autores e investigadores destacados que en esta ciencia han
aportado sus estudios sobre la relación delincuencia juvenil y familia. Entre ellos
destacan: Patterson y sus colegas en 1992, quienes propusieron que un niño antisocial
le causará a los padres rechazos, enfados y una relación hostil en sus practicas como
padres. Así la teoría interaccional consigue una relación recíproca entre los padres y la
delincuencia, prediciendo el incremento de la delincuencia en los casos de aquellos
padres ineficaces en el cumplimiento de sus roles. A través de esta área, que promete
mucho en cuanto al interés en los procesos de la familia y la explicación de la
delincuencia, los investigadores probaron que no siempre se han demostrado estos
resultados como consistentes, respecto a la teoría interaccional.
En este mismo orden de ideas, Henggeler, (1989), evaluó 112 familias de jóvenes
delincuentes varones y un grupo control integrado por 51 familias de jóvenes no
delincuentes, seleccionados en un mismo vecindario; observando, que las relaciones
familiares inapropiadas, especialmente en lo referente a la falta de atención y ayuda
materna, favorecía el inicio de carreras delictivas juveniles. Pese a todo, encontró que
la presencia de dos factores diferentes, como lo son, el contacto con jóvenes
delincuentes y la edad de la primera detención, predecían mejor aún la conducta
delictiva, que las propias relaciones familiares.
Por su parte, Canter (1982), encontró que el sentimiento de pertenencia a la familia los
adolescentes, evaluado a partir de su grado de implicación en actividades familiares, se
relaciona negativamente con la conducta delictiva. Es decir, cuanto mayor sea la
integración de los jóvenes dentro de la propia familia hay una menor probabilidad de
delincuencia juvenil.
Travis Hirschi (1969), presentó una teoría del control social donde consideraba que la
capacidad para desviarse de la conducta normativa es universal y que la mayor parte
de las personas no se deja dominar por la conducta descarriada en virtud de los nexos
que posee con la sociedad. Para probar su teoría, aplicó una encuesta en 1965 a una
muestra estratificada tomada al azar, compuesta por 3.605 adolescentes masculinos
que formaban parte del Proyecto Juvenil de Richmond, California. En sus estudios
afirmó, que la conducta delictiva se desarrolla o no, de acuerdo a la presencia de
cuatro elementos:
Por último, los esposos Glueck (1950), aportan los estudios más difundidos sobre la
materia desde el punto de vista criminológico.
2.2.1 Adolescencia.
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano que media entre la niñez
dependiente y la edad adulta autónoma, siendo una etapa crucial en la vida del ser
humano; puesto que con ella comienza la participación del adolescente en todas las
áreas de interrelaciones humanas y por ende consolida su integración a la sociedad.
Con esto se explica el por qué de entender al adolescente como aquella persona que
se encuentra en una etapa de crecimiento en diversas áreas; y que por lo tanto,
mientras en él no se complete la etapa evolutiva de desarrollo humano, no puede ser
tratado como un adulto.
“Un agente activo de su propio desarrollo que debe afrontar los cambios
y presiones que le demanda su contexto, que en ocasiones pueden ser
opuesto, demasiado numerosos, en condiciones indeseables y/o una edad
que no le corresponde, demasiado temprana o demasiada tardía”.
(CALDERON, 2003:18).
Lo anteriormente expresado, dilucida que aún cuando se solicite un trato distinto del
adolescente respecto al adulto, debemos precisar que es él, la única persona que tiene
la potestad y responsabilidad de sus actuaciones, indistintamente de las condiciones
que se le presenten.
Entendido así, ser adolescente no es fácil, puesto que debe adquirir su autonomía,
independizarse de sus padres, alcanzar el ajuste heterosexual, elegir su vocación y, por
último, nada menos que obtener una adecuada integración de su personalidad; tareas
estas todas que se realizan en medio de una situación de duelo permanente por la
pérdida de su cuerpo infantil, de su identidad infantil y de la relación con los padres de
la infancia.
Por otra parte, aunado a estos conflictos internos y sociales, se presentan otros, que de
igual manera colaboran el proceso de formación del adolescente, estos son:
Como hemos visto, existen ciertos factores que han sido estudiados para conocer y
analizar las conductas trasgresoras en jóvenes sobre todo en lo relacionado con la
socialización del adolescente. Comprobando que la relación existente entre los jóvenes
y sus padres, según investigaciones llevadas a cabo, ha inducido a pensar que los
sujetos que se apegan a los padres tienen mayores posibilidades de sentirse obligados
a adecuarse a las normas sociales y consiguientemente presentan menos conductas
transgresoras. (HIRSCHI,1969)
En otro orden de ideas, (Leland, citado por RIVAS, 2000), profundiza los conflictos
sociales, ambientales y complejos de la temprana adolescencia, según este autor los
conflictos ocultos y los complejos inadvertidos en público, contribuyen a diseñar, como
causas y factores el molde delictivo del adolescente. Esta inseguridad puede ser
causada por los siguientes factores:
Por otro lado, la situación social cuando existen bajos recursos económicos empeoran
para el niño con el divorcio, pues en muchos casos él tiene que salir a la calle a trabajar
para ayudar a su madre y posteriormente puede llegar a convertirse en desertores del
sistema educativo y se encuentran expuestos a cometer delitos que en su mayoría son
violentos.
b) Padres alcohólicos.
c) Escolaridad e indumentaria insuficiente.
d) Familias numerosas y escasos ingresos.
e) Rechazo durante la niñez y
f) Protección e indulgencia exagerada.
2.2.2 La Familia.
Dar un concepto universal para referirnos a la familia es difícil, por cuanto existen
innumerables visiones de ella; unos dirigidos al área social, otros desde el punto de
vista biológico, otros son religiosos o culturales; algunos legales y otros criminológicos.
Desde un punto de vista restringido, entendemos por familia “El grupo social
caracterizado por una común habitación, cooperación económica y reproducción”.
(CHIOSSONE, 1968:12); lo cual implica entenderla como un grupo íntegramente unido
aunque cambiante, puesto que también es “... un grupo de personas que tienen lazos
de consaguinidad y/o legales que de acuerdo a los tiempos, las culturas y cualquier tipo
de crisis, ha sabido adaptarse y funcionar...”. (SILVA, 1991:16).
Para los fines del control social, es un grupo social primario; ya que es el espacio donde
se adquieren las conductas básicas, incluyendo variadas formas de represión y
regulación conductual; de allí que los adolescentes sean socializados tanto en el plano
organizativo, como en las formas de dominación y sumisión; por otra parte, la familia
debe cumplir funciones básicas, como la reproducción, la nutrición, la protección y la
transmisión de valores y cultura a sus miembros; idealmente debería ser, un lugar de
autorrealización, de apoyo material y afectivo, donde exista respeto, solidaridad, y
seguridad, pero los hechos revelan que está lejos de cumplir este rol. En su intimidad,
la convivencia es fuente de conflictos cotidianos, que pueden ser detonadores de
conductas violentas. (DOMÍNGUEZ, 2000)
Ahora bien, para que la familia sea considerada, como la base de toda sociedad es
preciso que actúe, como lo señaló Chiossone (1968) de manera integrada, cumpliendo
algunas funciones universales, entre las que destacan, la reproducción, la protección, la
socialización, y el control social; determinantes del estatus para el adolescente, en la
canalización de afectos. En el ámbito de la satisfacción de necesidades de sus
miembros, estas pueden ser de orden tanto biológico o psicológico, de acuerdo con
el campo operativo físico o afectivo de sus miembros (MORA, 2003). En otro orden la
familia cumple, por lo menos, otras funciones principales: educación, provee el
sostenimiento orgánico, los hábitos y las costumbres, para la normal continuidad de la
vida, transmite valores como: amor, identidad, permanencia, felicidad, unidad, respeto,
solidaridad, lealtad, compromiso, comunicación y enseña cultura, todos estos son
factores de socialización positiva o prosociales. (MOLINA,1998)
Entonces, la familia juega un rol importante como agente socializador, puesto que las
relaciones que se forman en la infancia determinan muchos de los patrones para la
socialización temprana del niño.
“... hoy por ejemplo se reconoce la importancia de la relación que se
establece con el padre, los hermanos, los abuelos y otros familiares o
cuidadores y no como se creía anteriormente cuando solo se reconocía la
importancia de la relación con la madre para el desarrollo del niño. A través
de esto se otorga la importancia a la familia como una unidad ya que
cumple el rol socializador del niño y en la medida en que se creen lazos
afectivos significativos dentro de ella, esto va a determinar la futura
capacidad del niño para establecer relaciones intimas y estables”.
(PAPALIA,1997:234).
Lo anterior coincide con lo planteado por Torrente (2003) para quien la función
socializadora de la familia, se caracteriza por la cohesión y el conflicto, por representar
las dimensiones más criticas de los procesos familiares en la dinámica de la
socialización, donde:
“La cohesión se puede definir como lazo emocional entre padres e hijos,
y suele manifestarse por los sentimientos positivos y las relaciones de
cooperación entre los miembros de la familia, ...la conflictividad puede
hacer referencia a los problemas que suscitan las relaciones entre padres e
hijos durante la preadolescencia...” (TORRENTE, 2003:90)
Para el logro de este aprendizaje, los progenitores ejercen un control del manejo
educativo tanto formal como informal, que se puede observar en la siguiente tabla
descriptiva (Tabla Nº 1):
TABLA Nº 1: MODELOS EDUCATIVOS PARENTALES. (URRA,1996)
a) El Jerárquico: Trata de buscar quien ejerce el poder dentro del contexto familiar.
En el medio social lo más usual es que el padre sea el que posea mayor
jerarquía, pero en ocasiones esto es sólo en apariencia, pues casi siempre es la
madre la que impone la autoridad, como suele suceder en la sociedad actual,
donde la figura del padre es transitoria y fugaz; y suele ser la madre quien debe
asumir con la responsabilidad del ejercicio de la autoridad familiar. Cuando la
jerarquía está en manos de alguno de la generación inferior suelen presentarse
situaciones que favorecen la disfunción familiar.
ABUELOS
↓
PADRES
↓
HIJOS
Este esquema funciona dentro de las familias amalgamadas, al contrario de las familias
desarticuladas donde se pierde el respeto por los miembros y se violan los limites
dentro del sistema familiar. (MOLINA,1998)
Para lograr cumplir con los objetivos planteados en la presente investigación, y que dan
el sustento teórico necesario, es fundamental conocer los tipos de familia y su posible
relación con la conducta delictiva del adolescente.
La familia moderna tiende a ser de tipo conyugal, es decir, aquella integrada por el
marido, la mujer y los hijos, con una reducción de la tasa de natalidad y equiparación
entre los roles masculinos y femeninos, en cuanto al trabajo y responsabilidades
comunes. Gran parte de las teorías y especulación sobre las funciones y crisis de la
familia asumen este modelo como prototipo. (GABALDON,1987).
Al tocar el punto de las crisis familiares, se debe estar prevenido a qué tipo de crisis se
presenta, puesto que existen dos situaciones catalogadas dentro de esta área de las
crisis: la crisis intrafamiliar, condicionada por varios factores, entre los cuales pueden
mencionarse los siguientes:
Beltrao (1975), destaca el uso de la palabra familia como una generalización que sirve
para identificar diversos tipos de organización familiar, y de acuerdo con su
conformación orgánica, se distinguen:
b) Familia extensa:
Estos tipos de organización familiar son los más conocidos en cuanto a su constitución
orgánica, debido al número de integrantes y la relación jerárquica entre los mismos.
Es importante, que la familia esté bien constituida porque es la célula social modeladora
fundamental de la conducta de sus miembros. Así autores como, De Greff, afirman que,
la familia juega un papel importante en la formación de la personalidad del delincuente,
esto basado en que son numerosas las investigaciones que establecen que, cuando
una perturbación trastorna la acción que ejerce la familia sobre el adolescente,
generalmente aparecen con el tiempo casos de delincuencia juvenil. Al igual que Pinatel
(1974), para quien la familia:
"El medio ambiente más importante de una persona por ello también de
los jóvenes, es su familia, es la primera responsable de su evolución,
buena o mala. En todas las investigaciones acerca de la causa de la
criminalidad juvenil se ha comprobado siempre que en una gran parte de
jóvenes existían defectos de educación, que los padres eran incapaces de
educar y también que no querían ocuparse de la educación, y que las
familias consideradas en su conjunto, no ejercían ya sus funciones
normales y se habían desorganizado y desintegrado". (MIDDENDORFF,
1963:111).
Dentro de este marco de exposiciones, Gassin (1990) considera que debe tenerse
conciencia sobre la importancia de la familia en la etiología del delito, debido a que, la
falta de afectividad de numerosos delincuentes y, en particular de los más peligrosos,
está en relación con las carencias afectivas que ellos han sufrido en la infancia. Burt,
encuentra que “...las relaciones familiares defectuosas son dos veces más numerosas
entre los delincuentes que entre los no delincuentes”. (FRIEDLANDER, 1981:147). No
sería extraño pues que en las estadísticas de los jóvenes delincuentes, la gran mayoría
de los casos registrados, presenten situaciones familiares problemáticas o
disfuncionales. “Es evidente que el ambiente familiar y los factores de interacción tienen
gran influencia en la conducta desviada. Considerando al delincuente como un
emergente del grupo familiar, exponente y consecuencia de las tendencias del grupo”.
(MARCHIORI,1975:4)
Entonces, corresponde realizar una clasificación de la familia refiriendo la funcionalidad
de la misma, y su relación o no con la conducta delictiva del adolescente. De acuerdo a
su funcionalidad, tenemos:
Este tipo de familia, a su vez presenta una subdivisión en cuanto a disfuncionalidad; así
autores como Silva (1991), refieren que existen:
Por otra parte, existen factores secundarios relacionados con la delincuencia juvenil,
como deserción escolar, el empleo del ocio, el consumo de sustancias psicotrópicas y
estupefacientes, consumo de alcohol, la privación de factores elementales para una
vida normal, las características notables en aquellos adolescentes con una formación
caracterológica antisocial, son:
Autores comenzaron a realizar estudios en esta materia, como Cloward y Ohlin (1960),
asociando la delincuencia juvenil a dos factores fundamentales:
Patterson y sus colegas del Oregon Research Institute, en Estados Unidos, realizaron
una serie de investigaciones tratando de encontrar métodos eficaces para aplicar
tratamiento clínico a niños delincuentes en ambientes familiares y escolares. Los
supuesto en que fundamentaron estas técnicas son los siguientes:
Por otra parte, David (1974), la define como la expresión del joven con las normas,
valores y tradiciones de un grupo delincuencial o subgrupos que el adolescente
considera como su grupo de referencia cuyas normas y valores ha internalizado. Y para
Middendorff (1964), la delincuencia juvenil “es un comportamiento reprobado por la
sociedad que provoca la intervención del Estado dentro de los limites legales
concernientes a la edad y responsabilidad penal”. (Middendorff, citado por
TOCAVEN,1991:39).
Los anteriores conceptos permiten afirmar que existe un factor fundamental, para definir
la delincuencia juvenil, como lo es, la comisión de un hecho tipificado como delito por
parte de un menor cuya edad debe estar por debajo de los 18 años, debiendo ubicarse
dentro de la categoría de la “minoridad”.
Además de esta condición que nos permite distinguir al joven delincuente, del
delincuente adulto, existen ciertos caracteres asociados con la delincuencia juvenil;
como lo son:
Entonces, cualquiera sea la forma y la fuerza de amonestación hecha por el Juez del
Niño y del Adolescente a un delincuente juvenil, si éste es devuelto a su familia,
reincidirá; esa es la regla. Esto se explica por cuanto el joven que ha cometido un
delito, es indicador de que su familia le ha sido nociva, o por lo menos, ha sido incapaz
de impedirle cometer una infracción.
Entre otros de los factores que se encuentran asociados con la delincuencia juvenil,
tenemos:
d) Malas compañías: Una de las más poderosas influencias en la vida del joven es
la compañía de otros de su edad. Como los adolescentes están ansiosos de
amoldarse a un grupo y sentirse aceptados, en algunas ocasiones hacen lo
indecible para buscar a quienes han de ser sus amigos. Los grupos de amigos
son preferidos al medio familiar, bien por simpatía, por arrastre, por imitación, o
por necesidad de evasión del medio familiar, lo que hace difícil apartar a los
adolescentes de sus indeseables amigos. Con el correr del tiempo puede que
conozca a otros compañeros aún peores que lo lleven a toda una serie de actos
delictivos”. (Documento en línea, disponible en: www.knockout.com.bo/temas)
En materia de justicia penal juvenil existe una nueva praxis político-criminal respecto a
la delincuencia del adolescente o delincuencia juvenil, como la denomina la
Criminología y el Derecho Penal, refiriéndose a la criminalidad de los jóvenes. El
Derecho Penal Juvenil, propone una transformación que avanza, por la línea del
Derecho Penal Garantista, hacia un Derecho Penal Mínimo, el cual no debe aplicarse
para reprimir sino para socializar y educar al adolescente.
Venezuela también, se suscribe a las orientaciones propuestas por las Reglas Mínimas
de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores, estas reglas
son de vital interés en la presente investigación, por cuanto de ella nacen principios
rectores para que el Estado, promueva el bienestar del menor y su familia, cree
aquellas condiciones que le garanticen una vida significativa durante el período de edad
en que el menor es más propenso a un comportamiento desviado, a través de un
desarrollo personal y de educación, exento del delito y la delincuencia en lo posible y
por último, cuando se concreta en el menor la infracción de la Ley, se debe promover el
bienestar del menor, por medio de un tratamiento efectivo, humano y equitativo; donde
las medidas a aplicarles deben disponer todos los recursos posibles, como: voluntarios,
escuelas, comunidad pero con especial énfasis en la familia.
En base al cumplimiento de estos Pactos y Tratados Internacionales, podemos
entonces, comenzar a hablar de la existencia de el Derecho Penal Juvenil:
En el caso del Derecho Penal Juvenil, la LOPNA en su artículo 531, establece que el
Sistema de Responsabilidad del Adolescente sólo se aplicará en los casos en que el
hecho punible sea cometido por personas comprendidas entre los doce y dieciocho
años de edad.
“El Derecho Penal Juvenil y el Derecho Penal Común, forman parte del
mismo sistema de control social de naturaleza punitiva diferenciándose,
entre otras razones, por el hecho de que el Juvenil se refiere a los
adolescentes, es decir, a los jóvenes y el Común a los adultos, esto es a
las personas mayores de dieciocho años de edad, de acuerdo con la
normativa penal vigente, tanto en la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente (LOPNA), como en el Código Penal Venezolano
(CPV)”. (MARTINEZ,2003:149)
Desde este punto del derecho penal juvenil, hay que puntualizar tres aspectos
fundamentales, en cuanto a las sanciones:
1- “La sanción impuesta al adolescente es de carácter penal
(subrayado nuestro) y no social. En ningún momento, debe olvidarse que el
adolescente es un ciudadano, un protagonista de la convivencia social, con
derechos y deberes, entre los que se destaca el de respetar el derecho de
los demás. Siendo el joven capaz de entender la ilicitud de su acto, debe
entender también que su conducta es reprochable y que debe corregirla.
Ahora bien, en los casos en que los comportamientos típicos juveniles no vayan
acompañados del daño o peligro evidente sobre los bienes jurídicos protegidos, no se
podrá imponer medida alguna a título de responsabilidad penal al adolescente
enjuiciado, o en aquellos casos de que operen causas de justificación. (MARTINEZ,
2003)
En consecuencia, podemos observar que el Derecho Penal Juvenil es
fundamentalmente, control social preventivo-educativo, donde se imponen medidas
sancionatorias o sanciones penales, cuyo carácter es educativo y que en éste fin
educativo debe participar el Estado a través de sus autoridades competentes y la
familia.
En esa relación Estado y Familia, como responsables del fin educativo del niño y
adolescente, aparece la representación de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (CRBV), por ser el órgano divulgativo de las funciones propias de estos
entes. En Venezuela la familia es considerada de gran importancia, así se indica en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 82 donde
establece que, toda persona tiene derecho a una integración familiar y comunitaria, al
igual que derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios
básicos y esenciales para una vida plena y en familia. De acuerdo a lo anterior, “el
Estado dará prioridad a las familias...” (CRBV,2000).
Las investigaciones criminológicas llevadas a cabo han inducido a pensar que los
sujetos que se apegan a los padres tienen mayores posibilidades de sentirse obligados
a adecuarse a las normas sociales y consiguientemente, cometen menos acciones
delictivas, (Hirschi, citado por FERRACUTI, 1977). En contraposición a la teoría
psicoanalítica se ha sostenido, “... que el apego a uno u otro de los padres tiene efectos
análogos en la prevención de la delincuencia, al menos mientras dura dicho apego”.
(FERRACUTI, 1977:32)
Es una de las teorías más importantes de la criminología moderna; formulada por Travis
Hirschi en 1969 en su obra “Causas de la Delincuencia Juvenil”, esta teoría propone
que la existencia de vínculos afectivos con personas socialmente integradas constituye
el principal elemento que retiene a los jóvenes de implicarse en actividades delictivas.
En esta teoría:
Hirschi (1969), considera que existen cuatro elementos relacionados entre sí, que unen
a los jóvenes a sus familias y a la sociedad y que los retraen de cometer delitos, estos
elementos son:
Gowitz, Colsen y otros, (citado por BURGOS, 1991) postulan que, la relación afectiva
con el mundo social se aprende; si no hay un estímulo de “afecto”, la respuesta de
“querer a alguien” no se aprende. El valor asignado a amar se aprendería por
condicionamiento clásico y operante. En caso de que no se aprenda a amar, se
produce la característica deficiencia afectiva que se observa en algunos delincuentes.
Estas teorías se desarrollan a partir del hecho de que existe un alto índice de
delincuentes cuyos grupos familiares están perturbados. Estas teorías son:
2.5.4.1 Teoría del Control Familiar.
Gold (1963) postuló que si la familia ejerce escasa atracción sobre sus miembros, el
grado de control social que pueda ejercer sobre ellos también será escaso.
(BURGOS,1991)
Estudios realizados con grupos de control, han podido comprobar que es mucho más
frecuente la no identificación con el padre entre los delincuentes que entre los que no
son. La no identificación con el padre se facilita:
“Al fracasar la identificación con el padre, ésta se hace con algún amigo
o par de más edad. Si este par resulta ser un delincuente, el sujeto asume
la conducta delictual. La carga de agresión contra los padres se desplaza y
amplía; se extiende a la sociedad establecida, percibida como
representante de las figuras paternas. La identificación con un modo de
vida delictual se produce por este mecanismo”. (BURGOS,1991:35)
2.2.5.4.3 Teoría de la Interacción. Relación Delincuencia - Padres.
Esta teoría postula la existencia de una relación bidireccional entre los padres y
delincuencia. Específicamente, Thornberry (1987) defendió que la delincuencia está
incluida en la interacción y en los procesos de desarrollo. Y la influencia paterna en la
delincuencia es uno de los modelos importantes y recíprocos necesarios para un
examen exacto de cuales son los procesos causales, sostiene que "una vez desligado
del mundo convencional, el individuo aún ha de aprender a delinquir en un contexto
desviado (habitualmente el grupo de amigos). Este contexto le reforzará las conductas
antisociales y le facilitará la interiorización de actitudes delictivas" (STEWARD,2002).
Los teóricos de la interacción social sugieren que los padres como fuertes sistemas de
disciplina preparan a los adolescentes para ser antisociales. En otros términos, un ciclo
coercitivo de interacciones negativas con fuertes e inconsistentes practicas paternales
conduce un aumento en el adolescente de conducta antisocial.
En este mismo orden de ideas, Liska y Caña (1985) estudiaron varias relaciones
bidireccionales entre los lazos paternales y la delincuencia. Encontrando que los lazos
paternales significativamente y negativamente afectaron la delincuencia, y la
delincuencia no influyó significativamente en los lazos con los padres. En conjunto,
estos resultados sugieren que los lazos afectivos entre padres afecta la delincuencia
pero la delincuencia no afecta los lazos entre los padres. Estos resultados se hacen
más concretos cuando Agnew (1985), encontró que no existe un soporte bidireccional
en las relaciones entre padres y la delincuencia. Estos dos informes sugieren que no
existe ninguna iniciación de delincuencia ni que la gravedad de la delincuencia tiene un
efecto significante sobre los tardíos lazos paternales. (Jang,citado por STEWARD,2002)
Por último, la relación entre ciertos estilos de padres y el comportamiento de los jóvenes
han sido documentados en los aportes criminológicos, propuestos por Loeber y
Stouthamer (1986), quienes hicieron un análisis de estudios Británicos, Escandinavos y
Americanos, postulando cuatro rasgos principales de padres y lo que encontraron,
como asociado con el desarrollo de la conducta delictiva. Estos son:
a)“Abandono y falta de vigilancia
b) Los conflictos entre padres e hijos, involucran la desobediencia crónica
en el niño y el fracaso en el padre para ejercer el control en una constante
manera no agresiva.
c) Comportamientos y actitudes no convencionales por parte de los
padres.
d) Ruptura familiar, en particular la perturbación emocional y la presencia
de agresión entre padres”.(HENRICSON, 2000:326).
Para finalizar el breve análisis de las teorías criminológicas que dan explicación, al
comportamiento delictivo del adolescente, no podemos olvidar, aquellas teorías
criminológicas que abarcan la explicación sociológica del tema.
Esta teoría fue expuesta por el sociólogo norteamericano Edwin Sutherland a mediado
del siglo XX, ella plantea la asociación de personas que están más alejadas del
cumplimiento de la norma, y que tienden a identificarse valorando positivamente su
incumplimiento; la conducta delictiva resulta de la asociación del sujeto con individuos
previamente desviados, antisociales por vía de la adopción de normas subculturales
delictivas de grupo. En resumen, esta asociación incide predisponiendo a los sujetos
que se asocian, a violar la ley, produciendo un acercamiento a sujetos que ven a dicha
transgresión como positiva. Por ende las acciones ilegales se aprenden, estimulándose
las transgresiones por medio de la imitación grupal.
Plantean que existen algunos sectores de la sociedad que por sus características
tienden a agruparse, generando un conjunto de valores y normas propios del grupo, y
teniendo una relación dual con las pautas y normas de la cultura dominante, ya que por
un lado se contrapone y por otro tiene coincidencias. El sociólogo Stanley Cohen, uno
de los principales exponentes de esta teoría, al estudiar grupos de delincuentes
juveniles, identificó valores y creencias que proporcionaban cohesión al grupo, estos
valores diferentes a los dominantes proporcionan "adaptación" a los miembros del
grupo. Esta teoría refuta la teoría de la anomia ya que los grupos marginales no
carecen de normas, sino que ellas le son propias, así los jóvenes se asocian con
quienes estén más cerca de la violación de las normas, alejándose de los que están
cerca de cumplirlas.
Luego de expuestas en forma sucinta dichas teorías, se trata de plantear algunas ideas
con el propósito de buscar respuestas más humanas y eficientes a la infracción del
adolescente. Una de las mayores críticas que se puede hacer a muchas de estas
teorías criminológicas es, que pretenden dar explicación al delito en la sociedad en
forma genérica, cosa imposible dada la heterogeneidad del fenómeno.
Por otra parte, consideramos pertinente aclarar, que el delito como descripción de una
conducta antijurídica es una construcción social, el hombre va creando el delito, este no
tiene una existencia ontológica, varía según el momento histórico y la sociedad
específica, es decir, que lo que era delito hace cien años puede no serlo hoy
obligatoriamente, y lo que hoy lo es, no lo será necesariamente siempre; por esto
algunas de las teorías se desechan por cuanto ha variado en sus formas de
manifestarse, inclusive dentro del mismo comportamiento delictivo del adolescente y
sus relaciones familiares; por cuanto insistir enfáticamente en la aplicación certera de
una teoría, sería cerrar las puertas ha futuras investigaciones o nuevos criterios sobre el
delito.
Por último, en cuanto a la mención de algunas carencias que presentan las teorías
criminológicas, es que insisten en presentar un perfil de la población captada por el
sistema, confirmando que la mayoría de los adolescentes provienen de hogares pobres
y donde se observan características tales como: deserción escolar, analfabetismo,
situación de pobreza, marginalidad o indigencia, hogares sin servicios mínimos,
hacinamiento; desestructuración familiar, vínculo afectivo y proceso de socialización
deficitaria, baja autoestima; desempleo, subempleo, informalidad laboral, bajos salarios,
etc. Estas situaciones exponen a los adolescentes a una situación de vulnerabilidad
extrema, que dificulta en forma clara su proceso de integración social. Y en el mismo
sentido, esa vulnerabilidad de los sujetos y sus familias, los hace mejores candidatos
para ser seleccionados por el sistema de control social.
Disfunción Familiar: Desórdenes que se desarrollan dentro del núcleo familiar. Estos
desórdenes se manifiestan en seis planos básicamente: comunicación entre los
miembros de la familia, relaciones, estructura de poder, diferenciación, afecto y
capacidad resolutiva.
Familia: Grupo que tiene diversas maneras de actuar, de pensar y de sentir en buena
medida conductas aprendidas y obligatorias, es decir, es una institución social; asimila y
refleja los cambios que afectan la sociedad global; en otras palabras, acusa las
características de una época y cultura dada.
MARCO METODOLÓGICO.
3.3 Métodos.
La población, “es el conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie de
especificaciones” (Selltiz, citado por HERNÁNDEZ,1998:204), para nuestro caso, las
especificaciones de la población son los adolescentes de ambos sexos, en edades
comprendidas entre 12 y 17 años, recluidos en el Instituto Nacional del Menor (INAM)
del Estado Mérida, para los años 2000 a 2003.
La muestra, “suele ser definida como un subgrupo de la población” (Sudman, citado por
HERNÁNDEZ,1998:204). El sujeto clasificado como muestra en la presente
investigación se seleccionó a través del muestreo no probabilístico, que es “aquel
donde la elección de los elementos de la población no dependen de la probabilidad,
sino de causas relacionadas con las características del investigador” (1998:208), es
decir, que el procedimiento depende del proceso de toma de decisiones de una persona
o grupo de personas. En nuestro caso, la selección de la muestra se realizó por medio
del muestreo por accidente, la idea básica que involucra este tipo de muestra es que
“el investigador simplemente incluye los casos más convenientes en su muestra y
excluye de ella los casos inconvenientes” .(LEVIN, 1992:94).
Para lograr estos objetivos mediante el uso del programa, es necesario conformar una
matriz de datos que se inicia definiendo cada una de las variables (Entiéndase como
variables cada uno de los ítems del instrumento de recolección de información), con
cada una de las posibles alternativas de respuestas, asignándole a estas últimas un
código de representación a los fines de procesamiento estadístico. Posteriormente, se
procedió a vaciar el contenido del instrumento en la hoja de cálculo del SPSS.
Finalmente, la elaboración de las tablas de frecuencias y las de contingencia, se
realizaron a través de la función estadística de dicho programa; las tablas de
contingencia exhibidas en el presente trabajo, son aquellas que lograron tener una
asociación significativa, la cual señala que los resultados se han dado por un vínculo
entre las características y no por acción del azar; esta asociación significativa se
determina mediante el cálculo de un estadístico, denominado “Chi-Cuadrado” (x2),
este es una prueba de significancia no paramétrica, que se usa para hacer
comparaciones entre frecuencias, su cálculo tiene que ver “esencialmente con la
distinción entre las frecuencias esperadas y las frecuencias obtenidas”
(LEVIN,1992:171). Para interpretar el valor del chi cuadrado (x2), por medio del uso del
paquete estadístico, el resultado se proporciona junto con su significancia, si ésta es
menor a .050, se considera la variable válida para la investigación. Por esta razón de
validez, no serán exhibidos en el capítulo cuatro, todos los resultados arrojados por la
planilla de recolección de datos, solo se plasmarán aquellos que obtuvieron
significancia estadística.
3.7 Limitaciones.
Masculino 85 59,4
Femenino 58 40,6
La tabla Nº 4, indica que entre los adolescentes que ingresaron en el INAM, para los
años 2000-2003, el 59,4% eran del sexo masculino.
La tabla Nº 7, indica que el 32,9% de los adolescentes que conformaron la muestra del
presente estudio, ingresaron al INAM en el año 2003 y el 26,6% ingresó en el año 2000.
Condicion del
Adolescente Frecuencia Porcentaje
Procesado 19 13,3
Sancionado 91 63,6
Medida de
32 22,4
Proteccion
Total 142 99,3
NHI 1 ,7
Perdidos
Total 1 ,7
Total 143 100,0
Tabla Nº 10: Instrumento utilizado por el adolescente para la comisión del delito.
La tabla Nº 10 indica que, el 21% de estos adolescentes usó la fuerza física para
cometer su delito, seguido del uso del armas de fuego, aunque el 56,6% de los casos
no presentaron ningún tipo de información al respecto.
Tabla Nº 11: Medida impuesta al adolescente.
Es reincidente del
Inam? Frecuencia Porcentaje
Si 94 65,7
No 44 30,8
Total 138 96,5
NHI 5 3,5
Perdidos
Total 5 3,5
Total 143 100,0
La tabla Nº 14 muestra que, en la relación sexo y medida impuesta para los varones el
53,5% le fueron impuestas medidas no privativas de libertad y para las hembras el 80%,
medidas privativas de libertad.
Tabla Nº 15: Sexo y fugas del hogar.
El adolescente se ha
fugado del hogar?
Sexo Si No Total
N 42 37 79
Masculino
% 53,2% 46,8% 100,0%
N 42 12 54
Femenino
% 77,8% 22,2% 100,0%
N 84 49 133
Total
% 63,2% 36,8% 100,0%
La tabla Nº 15 señala que, el 53,2% de los varones y el 77,8% de las hembras se han
fugado del hogar.
Numero de amigos
Sexo Muchos Pocos-Ninguno Total
N 39 44 83
Masculino
% 47,0% 53,0% 100,0%
N 14 39 53
Femenino
% 26,4% 73,6% 100,0%
N 53 83 136
Total
% 39,0% 61,0% 100,0%
El adolescente
consume drogas?
Sexo Si No Total
N 47 38 85
Masculino
% 55,3% 44,7% 100,0%
N 15 41 56
Femenino
% 26,8% 73,2% 100,0%
N 62 79 141
Total
% 44,0% 56,0% 100,0%
La tabla Nº 17, refleja que existe relación entre el sexo masculino y el consumo de
drogas en un 55,3%, mientras que el 73,2% de las hembras no presentan esta relación.
En el mismo orden de ideas, las presentes tablas de contingencia guardan relación con
la edad de adolescente.
Sexo
Edad del adolescente Masculino Femenino Total
N 5 16 21
De 12 a 14 años
% 23,8% 76,2% 100,0%
N 80 42 122
De 15 a 17 años
% 65,6% 34,4% 100,0%
N 85 58 143
Total
% 59,4% 40,6% 100,0%
La tabla Nº 19 apunta que, en la relación edad del adolescente y con quién vive el
mismo, para aquellos con edades comprendidas entre 12 a 14 años, el 60% viven con
padrastros/ madrastras o familiares y entre los de 15 a 17 años, el 38,3% viven con sus
padres y hermanos.
El adolescente
amenaza a las
personas?
Edad del adolescente Si No Total
De 12 a 14 N 8 5 13
años % 61,5% 38,5% 100,0%
De 15 a 17 N 78 14 92
años % 84,8% 15,2% 100,0%
N 86 19 105
Total
% 81,9% 18,1% 100,0%
Sexo
Causa de Ingreso Masculino Femenino Total
N 29 6 35
Homicidio-Lesiones-Violacion
% 82,9% 17,1% 100,0%
N 45 14 59
Robo-Hurto-Estafa
% 76,3% 23,7% 100,0%
N 8 8 16
Sustancias Psicotropicas
% 50,0% 50,0% 100,0%
Abandono padres-Fuga Hogar y del N 2 25 27
Inam % 7,4% 92,6% 100,0%
N 3 3
Actos Lascivos-Abuso Sexual
% 100,0% 100,0%
N 84 56 140
Total
% 60,0% 40,0% 100,0%
La tabla Nº 21 arroja entre sus resultados que, la mayor proporción de delito cometido
por los adolescentes que ingresaron en el Inam para los años 2000-2003, se encuentra
representando para los varones en 76,3% para los delitos de robo-hurto y estafas, y las
hembras, 92,6% presentaron fugas del hogar, abandonos de los padres y fugas del
Inam.
Tabla Nº 22: Causa de ingreso y el adolescente se ha fugado del hogar?
El adolescente se ha
fugado del hogar?
Causa de Ingreso Si No Total
N 11 20 31
Homicidio-Lesiones-Violacion
% 35,5% 64,5% 100,0%
N 41 16 57
Robo-Hurto-Estafa
% 71,9% 28,1% 100,0%
N 7 8 15
Sustancias Psicotropicas
% 46,7% 53,3% 100,0%
Abandono padres-Fuga Hogar y N 21 3 24
del Inam % 87,5% 12,5% 100,0%
N 1 2 3
Actos Lascivos-Abuso Sexual
% 33,3% 66,7% 100,0%
N 81 49 130
Total
% 62,3% 37,7% 100,0%
La tabla Nº 22 señala que aquellos adolescentes que han cometido algún tipo de delito
o han sido abandonados por los padres, presentan fugas del hogar.
El adolescente
consume drogas?
Causa de Ingreso Si No Total
N 15 20 35
Homicidio-Lesiones-Violacion
% 42,9% 57,1% 100,0%
N 33 26 59
Robo-Hurto-Estafa
% 55,9% 44,1% 100,0%
N 8 8 16
Sustancias Psicotropicas
% 50,0% 50,0% 100,0%
Abandono padres-Fuga Hogar N 5 20 25
y del Inam % 20,0% 80,0% 100,0%
N 3 3
Actos Lascivos-Abuso Sexual
% 100,0% 100,0%
N 61 77 138
Total
% 44,2% 55,8% 100,0%
El adolescente
amenaza a las
personas?
Causa de Ingreso Si No Total
N 22 6 28
Homicidio-Lesiones-Violacion
% 78,6% 21,4% 100,0%
N 40 6 46
Robo-Hurto-Estafa
% 87,0% 13,0% 100,0%
N 7 4 11
Sustancias Psicotropicas
% 63,6% 36,4% 100,0%
Abandono padres-Fuga Hogar y N 15 1 16
del Inam % 93,8% 6,3% 100,0%
N 2 2
Actos Lascivos-Abuso Sexual
% 100,0% 100,0%
N 84 19 103
Total
% 81,6% 18,4% 100,0%
La tabla Nº 25, muestra la relación con quién vive el adolescente y discusiones de los
padres en el hogar, aquellos que viven con sus padres y hermanos el 56,3% de sus
padres discuten en el hogar, al igual que el 57,1% de los que viven con padrastros/
madrastras y familiares.
La tabla Nº 27 muestra que, la relación afectiva con los padres de los adolescentes
entre las edades 15 a 17 años es 83,5% poco comunicativa, problemática o indiferente.
La tabla Nº 28 determina que, la relación afectiva con los padres poco comunicativa,
problemática e indiferente de los padres, se vincula en un 94,3% de relación familiar
autoritaria, conflictiva o violenta.
Tabla Nº 29: Relación afectiva con los padres y la conducta del padre en el hogar
del adolescente.
Tabla Nº 30: Relación afectiva con los padres y adaptación a la disciplina escolar.
Adaptacion disciplina
escolar
La relacion afectiva con los padres era: Si No Total
N 8 12 20
Comunicativa
% 40,0% 60,0% 100,0%
Poco comunicativa-Problematica- N 20 83 103
Indiferente % 19,4% 80,6% 100,0%
N 28 95 123
Total
% 22,8% 77,2% 100,0%
Se ha fugado del
Inam?
La relacion familiar era: Si No Total
N 2 17 19
Armoniosa-Respetuosa
% 10,5% 89,5% 100,0%
N 41 68 109
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 37,6% 62,4% 100,0%
N 43 85 128
Total
% 33,6% 66,4% 100,0%
Es reincidente del
Inam?
La relacion familiar era: Si No Total
N 8 11 19
Armoniosa-Respetuosa
% 42,1% 57,9% 100,0%
N 79 32 111
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 71,2% 28,8% 100,0%
N 87 43 130
Total
% 66,9% 33,1% 100,0%
El adolescente recibe
maltratos por otros
familiares?
La relacion familiar era: Si No Total
N 2 14 16
Armoniosa-Respetuosa
% 12,5% 87,5% 100,0%
N 43 52 95
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 45,3% 54,7% 100,0%
N 45 66 111
Total
% 40,5% 59,5% 100,0%
Adaptacion disciplina
escolar
La relacion familiar era: Si No Total
N 10 7 17
Armoniosa-Respetuosa
% 58,8% 41,2% 100,0%
N 20 89 109
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 18,3% 81,7% 100,0%
N 30 96 126
Total
% 23,8% 76,2% 100,0%
Adaptacion disciplina
Inam:
La relacion familiar era: Si No Total
N 14 6 20
Armoniosa-Respetuosa
% 70,0% 30,0% 100,0%
N 46 66 112
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 41,1% 58,9% 100,0%
N 60 72 132
Total
% 45,5% 54,5% 100,0%
El adolescente se ha
fugado del hogar?
La relacion familiar era: Si No Total
N 2 17 19
Armoniosa-Respetuosa
% 10,5% 89,5% 100,0%
N 79 28 107
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 73,8% 26,2% 100,0%
N 81 45 126
Total
% 64,3% 35,7% 100,0%
Los amigos se
caracterizan porque:
Se oponen
a las
normas/
Realizan
Respetan actos
las delictivos o
La relacion familiar era: normas violento Total
N 5 13 18
Armoniosa-Respetuosa
% 27,8% 72,2% 100,0%
N 6 87 93
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 6,5% 93,5% 100,0%
N 11 100 111
Total
% 9,9% 90,1% 100,0%
El adolescente
consume alcohol?
La relacion familiar era: Si No Total
N 7 13 20
Armoniosa-Respetuosa
% 35,0% 65,0% 100,0%
N 75 37 112
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 67,0% 33,0% 100,0%
N 82 50 132
Total
% 62,1% 37,9% 100,0%
El adolescente causa
daños a la propiedad?
La relacion familiar era: Si No Total
N 5 10 15
Armoniosa-Respetuosa
% 33,3% 66,7% 100,0%
N 61 24 85
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 71,8% 28,2% 100,0%
N 66 34 100
Total
% 66,0% 34,0% 100,0%
El adolescente ha
causa escandalo
publico?
La relacion familiar era: Si No Total
N 3 5 8
Armoniosa-Respetuosa
% 37,5% 62,5% 100,0%
N 41 12 53
Autoritaria-Conflictiva-Violenta
% 77,4% 22,6% 100,0%
N 44 17 61
Total
% 72,1% 27,9% 100,0%
La tabla Nº 49 indica que, la relación familiar autoritaria, presenta relación en 77,4% con
el escándalo público causado por el adolescente.
La tabla Nº 50 refiere que, en la relación fuga del hogar por parte del adolescente y su
ausencia en casa tienen vinculación en 74,7% de aquellos que siempre se fugan del
hogar.
Tabla Nº 51: Fuga del hogar y edad de los amigos.
La tabla Nº 51 establece que, existe relación entre las fugas del hogar y la edad de los
amigos de los adolescentes, apuntando que el 66,2% de estos son mayores que él o la
adolescente.
Tabla Nº 52: Fuga del hogar y característica de los amigos.
Los amigos se
caracterizan porque:
Se
oponen a
las
normas/
Realizan
Respetan actos
El adolescente se ha las delictivos
fugado del hogar? normas o violento Total
N 3 70 73
Si
% 4,1% 95,9% 100,0%
N 7 32 39
No
% 17,9% 82,1% 100,0%
N 10 102 112
Total
% 8,9% 91,1% 100,0%
La tabla Nº 52 señala la relación entre las fugas del hogar y característica de los amigos
que se oponen a las normas y realizan actos delictivos en un 95,9%
Tabla Nº 53: Fuga del hogar y quién acude cuando el adolescente está en
problemas?
La tabla Nº 53 refiere que, en la relación fuga del hogar el 71,1% de las situaciones
problemáticas acude a su ayuda la policía o el Inam.
La tabla Nº 54 señala que, entre las características de los amigos que se oponen a las
normas o realizan actos delictivos y violentos, se corresponde en 87% de los
adolescentes entre las edades de 15 a 17 años.
Tabla Nº 55: Características de los amigos y el adolescente es reincidente del
INAM?
Es reincidente del
Inam?
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 4 7 11
Respetan las normas
% 36,4% 63,6% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 77 26 103
actos delictivos o violento % 74,8% 25,2% 100,0%
N 81 33 114
Total
% 71,1% 28,9% 100,0%
La tabla Nº 55 apunta que, entre las características de los amigos que se oponen a las
normas y realizan actos delictivos, se relacionan en 74,8% de las reincidencias en el
Inam.
Adaptacion disciplina
escolar
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 5 6 11
Respetan las normas
% 45,5% 54,5% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 18 82 100
actos delictivos o violento % 18,0% 82,0% 100,0%
N 23 88 111
Total
% 20,7% 79,3% 100,0%
La tabla Nº 56 alude que, las características de los amigos que se oponen a las normas
se corresponde 82% con los adolescentes que no se adaptan a las disciplina escolar.
Tabla Nº 57: Características de los amigos y el adolescente consume alcohol?
El adolescente
consume alcohol?
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 3 8 11
Respetan las normas
% 27,3% 72,7% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 72 36 108
actos delictivos o violento % 66,7% 33,3% 100,0%
N 75 44 119
Total
% 63,0% 37,0% 100,0%
La tabla Nº 57 indica que, aquellos amigos que se oponen a las normas y realizan actos
delictivos o violentos se vinculan en 66,7% en el consumo de alcohol de los
adolescentes.
El adolescente
amenaza a las
personas?
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 4 5 9
Respetan las normas
% 44,4% 55,6% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 73 12 85
actos delictivos o violento % 85,9% 14,1% 100,0%
N 77 17 94
Total
% 81,9% 18,1% 100,0%
La tabla Nº 58 refiere que, existe relación entre los amigos que se oponen a las normas
y los adolescentes que amenazan a las personas en un 85,9%
Tabla Nº 59: Características de los amigos y el adolescente causa daños a la
propiedad?
El adolescente causa
daños a la propiedad?
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 3 7 10
Respetan las normas
% 30,0% 70,0% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 58 25 83
actos delictivos o violento % 69,9% 30,1% 100,0%
N 61 32 93
Total
% 65,6% 34,4% 100,0%
La tabla Nº 59 sugiere que, entre los amigos que se oponen a las normas y realizan
actos delictivos en un 69,9% se relacionan con los adolescentes que han causado daño
a la propiedad.
El adolescente ha
causa escandalo
publico?
Los amigos se caracterizan porque: Si No Total
N 3 4 7
Respetan las normas
% 42,9% 57,1% 100,0%
Se oponen a las normas/ Realizan N 41 9 50
actos delictivos o violento % 82,0% 18,0% 100,0%
N 44 13 57
Total
% 77,2% 22,8% 100,0%
La tabla Nº 60 establece que, los amigos que se oponen a las normas y realizan actos
delictivos se corresponde en 82% de los adolescentes que han causado escándalo
público.
Tabla Nº 61: Consumo de alcohol del adolescente y edad de los amigos.
b) Con referencia a las tablas de contingencia, en la relación sexo se destacó para los
varones la condición de sancionados y para las hembras medida de protección, en
cuanto a la medida impuesta a los varones se les impuso medidas no privativas de
libertad y a las hembras privativas de libertad, respecto a la conducta delictiva del
adolescente ambos sexos presentaron fugas del hogar, con pocas a ninguna relación
de grupos de amigos y el consumo de drogas para el sexo masculino.
d) En cuanto a la causa de ingreso los varones presentaron delitos como robo, hurto y
estafa y las hembras fugas del hogar, abandono de los padres y fugas del INAM; y
los adolescentes que entraron por delitos como robo, hurto y estafa presentaron
consumo de drogas y amenazas a las personas.
e) La relación con quien vive el adolescente, resultó significativa en cuanto a las
discusiones que se presentan en el hogar, tanto de los que viven con sus padres y
hermanos y aquellos que viven con padrastros y familiares, lo que hace que su
conducta dentro de la Institución sea rebelde, especialmente los aquellos
adolescentes que viven solo con sus madres o padres.
f) La cuestión de la relación afectiva con los padres del tipo poco comunicativa,
problemática o indiferente se presentan en los adolescente con edades
comprendidas entre 15 a 17 años donde la relación familiar es autoritaria, conflictiva
y violenta, la conducta del padre en el hogar es del tipo severo, despreocupado y
reservado, además los adolescentes no mostraron adaptación a la disciplina escolar.
Desde la perspectiva más general, con los resultados obtenidos podemos hacer
mención que la representación del sexo masculino en la muestra de los adolescentes
es de esperar, por cuanto es en este género donde frecuenta la conducta delictiva, la
cantidad de hembras es menor y se encontraron en situación de protección debido a
que gran número de ellas se fugaron del hogar, unas por ser violadas por sus
padrastros, hermanos y otro familiar y otras por no encontrar al hogar como el refugio
ideal para su normal desenvolvimiento; es por esto que para ellas se reflejen en los
resultados medidas privativas de libertad, como medida protectora, caso contrario se
presenta en la sanción de los varones. Es pertinente destacar que como casi la
totalidad de los adolescentes ingresaron para el año 2003, existía un correcto manejo
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, por cuanto las
sanciones impuestas van dirigidas primordialmente a la educación y no a la privación de
libertad, mientras que para aquellos que ingresaron para el año 2001, se impusieron
más las privativas de libertad, debido a que comenzaba a regir esta nueva Ley en el
país.
Por otra parte, observamos que los adolescentes de ambos de sexos presentaron
edades entre 15 y 17 años de edad, como se reflejó en el segundo capítulo del trabajo,
en este período el adolescente tiene un desarrollo psicológico evolutivo en cuanto a la
cognición y la voluntad para gozar de responsabilidad penal por el hecho cometido, esto
quiere decir que sabe y conoce su acto; respecto a la relación con la conducta delictiva,
se destacaron las amenazas a personas, presente en adolescentes tanto de familias
integradas como disfuncionales. Esto se debe a que en esta edad el adolescente
necesita llamar la atención de su familia primaria, y al no obtener la atención que
amerita ocasiona daños a las personas física o verbalmente, es por esto que los delitos
que se presentaron se dirigían contra las personas (lesiones, homicidios) o contra la
propiedad (robo, hurto), donde se usa frecuentemente la fuerza física.
Ahora bien, en los resultados presentados podemos observar que indistintamente del
tipo de variable a medir, los adolescentes presentaron fugas del hogar y del Instituto,
esto se explica para el primer caso, porque los adolescentes escapan del hogar y de la
escuela por deseo de alarmar a los padres, por temor al castigo, para llamar la
atención, o ya sea por un conflicto de autoridad que se traduce en rebeldía; y las fugas
del INAM, son el producto de razones externas al Instituto, como el hecho de extrañar a
sus familiares, deseo de volver a la libertad anterior, deseo de volver a tener un trabajo,
etc., o puede ser el producto de razones internas, ligadas a la disconformidad con el
régimen de vida. Los casos de rebeldía y de intentos de fuga se presentan en los
reincidentes; puesto que estas conductas constituyen para él, una respuesta casi
habitual, así como los actos de insubordinación, algunos de estos adolescentes
presentaron incitación de motines e intentos suicidas frecuente en las hembras.
La violencia de las mujeres/ madres, puede ser el producto de ser delegada del poder
esposo/ padre, debe ocuparse de la socialización de mujeres y varones. Tendrá que
formar niñas tiernas y sensibles, y varones fuertes y duros (de allí posiblemente el
mayor castigo hacia los niños). El castigo o maltrato físico, comienza con un grito o
insulto; el castigo corporal constituye una salida momentánea de la impotencia, la vía
de escape más accesible y directa la constituyen los hijos, cercanos por afecto e
indefensos por constitución.
DISCUSIÓN Y PROPUESTA.
Este último capítulo presenta como finalidad, a partir de la discusión de los resultados
obtenidos referidos en el capítulo anterior, darle cabida al análisis de los objetivos
planteados en la investigación, con el fin de dilucidar aquellos que se cumplieron y en el
debido caso intenta referir diversas propuestas al Instituto Nacional del Menor,
seccional Mérida y a los diversos familiares de los adolescentes infractores y en
aquellos que aún no lo son, lograr en cierta manera implementar medidas profilácticas.
Por otra parte, la referencia teórica hizo mención que la falta de afectividad
representada por los padres, es uno de los productos de la delincuencia juvenil y uno
de los elementos que caracterizan a las familias disfuncionales; en los adolescentes
que ingresaron en el Instituto Nacional del Menor, entre los años 2000 a 2003, faltaba
afecto por parte de sus padres, en mayor proporción del padre que de la madre, sin
embargo, ambos se mostraron despreocupados, reservados e indiferentes ante la
situación del hijo tanto en el hogar como en la Institución; logrando un desapego total
del hijo hacia su familia y las figuras que en ella se representan, autoritarias por parte
de los padres y conflictivas con hermanos y otros familiares.
Respecto a la relación divorcio u ausencia de uno de los padres, caso aparte de lo que
denotan las posiciones teóricas, respecto a este tema, nuestro estudio estadísticamente
no presentó relación significativa o confiable para dar explicación al comportamiento
delictivo de la muestra de adolescentes, con respecto a esta variable de estudio.
Sin bien es cierto, nos propusimos dentro de los objetivos de la investigación ilustrar los
modelos de conductas delictivas ejercidas por los padres o aquellas adquiridas en la
calle, es pertinente acotar, que la relación estadística para el primer caso, no fue
significativo si los padres delincuentes ejercían moldeamiento alguno en la conducta del
hijo, por no existir suficiente contenido informativo a esta pregunta en la planilla de
información. Sin embargo, de la lectura de los expedientes notamos que algunos
padres, sobretodo el padre, el padrastro o los hermanos tenían antecedentes policiales
y penales; en otros casos estaban varios hermanos en el Instituto, lo que hace pensar
que en cierta forma estos adolescentes si reflejan a la sociedad la conducta delictiva
aprendida en el hogar; y para dar respuesta al peso que se le da a la calle como
forjadora de conductas delictivas, pues se denota con la presencia de estos
adolescentes fuera de su hogar, aunado a la unión de grupos de amistades mayores
que ellos, caracterizados por conductas opuestas a las normas.
b) A los padres o familias y al personal del INAM, les sugerimos redactar una
especie de reglamento que sirva como marco de referencia para establecer las
conductas en el hogar, o para que se adapten a su hogar al egresar de la
Institución. Entre las pautas fundamentales en ese reglamento deben estar:
- Concluir la escolaridad primaria y el bachillerato entero como última
finalidad.
- Tener un promedio máximo de notas aprobadas.
- Realizar diversas actividades, culturales y deportivas.
- Con el dinero obtenido del trabajo, proporcionarlo para los gastos del
funcionamiento de la casa (20%), en una cuenta de ahorro (40%), el resto
para asuntos propios del adolescente.
Con esto de logra la independencia del adolescente a sus padres, se les integra a una
sociedad futura donde existen pautas y normas, se les brinda apoyo y crece en ellos un
autoestima por sus obligaciones.
e) Para incentivar las relaciones de afecto entre padres e hijos, sugerimos que en
ambos sectores se les dicten talleres de desarrollo humano, con la participación
de los trabajadores sociales y personal laboral de la Institución, especialistas en
el área de afectividad y crecimiento personal, religiosos, profesores, la
comunidad y otros familiares.
Las teorías criminológicas, han tomado al sujeto como un mero receptor de las
influencias del medio social, como pasivo frente al influjo de sus amigos desviados,
apareciendo la delincuencia como consecuencia de males como la pobreza, la
desestructuración familiar, la violencia, etc., y no como causa. Una de ellas es la teoría
interaccional de Thornberry mencionada anteriormente, la cual asume una visión
compleja del delito, donde el rol del sujeto delincuente se aleja del clásico receptor
pasivo, para trasformarse en actor decisivo en la construcción de las relaciones con su
medio; concluyendo que las propias conductas delictivas de los individuos deterioran el
clima familiar, disminuyen las posibilidades de éxito escolar, e impulsan a los sujetos a
buscar amigos desviados y crispan las relaciones sociales.
De este modo se concluye, que las conductas delictivas realizadas por los
adolescentes, representadas en su mayoría por los delitos de robos y hurtos, son el
producto de inexistentes y conflictivas relaciones afectivas entre padres o personas con
las que viven, donde reina el castigo psicológico y físico impuesto por ambos padres, lo
que desorienta el área psicoafectiva del adolescente y les impulsa a cometer delitos
violentos, puesto que los resultados reflejaron el uso de la fuerza física en su actividad
transgresora; para mejorar estas actitudes es necesario, concientizar a los padres en la
protección de sus responsabilidades.
Los estudios recientes han confirmado que, más allá de los cambios socio-culturales
que han experimentado todas las sociedades, y sin perjuicio de la falta de
oportunidades a que se ven enfrentados los jóvenes en un mundo cada vez más
incierto, una de las claves para evitar perder a nuestros adolescentes está, en la
comunicación que éstos mantengan con sus padres; es esa comunicación la que es
capaz de generar ambientes contenedores, de acogida, donde se potencien y
encaminen las cualidades de los hijos y donde se reafirmen sus personalidades.
De la misma forma en que Henggeler (1989), propuso como factores que predecían la
conducta delictiva, el contacto con jóvenes delincuentes y la edad de la primera
detención, el estudio de alguna forma termina concluyendo esta misma propuesta;
también lo referido por los esposos Glueck (1950), cuando afirman que la disciplina
impuesta por los padres hacia los hijos tiende a ser estricta o errática en el grupo de
adolescentes con conductas delictivas y de la misma forma Loeber y Stouthamer
(1986), cuando referían que la mala administración paternal reflejada en falta de
vigilancia, falta de apoyo emocional y rechazo paternal, son predictores de la
delincuencia y del comportamiento antisocial, características todas presentes en la
muestra del estudio.
Por último, todos estos resultados, nos permiten encaminarnos al área de la prevención
de la conducta delictiva de los adolescentes, además porque la investigación adquiere
una envergadura de conocimientos criminológicos; una buena manera de prevenir la
delincuencia juvenil sería evitando la formación de estos delincuentes y para ello se
requiere de la intervención del Estado, generando buenas herramientas de asistencia
social, laboral, educacional y económica. En general, las políticas que se han
implementado para atacar estas conductas de riesgo juvenil son aquellas de carácter
secundario o terciario, esto es, aquellas que buscan solucionar un problema que ya se
ha producido. Poco se hace, sin embargo, a nivel de prevención, y justamente en un
área donde este tipo de medidas puede resultar vital para darle un horizonte de
esperanza a miles de jóvenes que de otro modo enfrentan el ocaso de sus vidas a muy
temprana edad.
Por lo que creemos y confiamos que se deben implementar programas de prevención
específicamente, dirigidos a grupos de riesgo bien definidos, es decir, en familias
identificadas como influyentes en la conducta delictiva; dirigidos también hacia los
factores de riesgo no específicos, como: fracaso escolar, consumo de drogas, consumo
de bebidas alcohólicas, abuso físico o sexual, relación afectivas con grupos pares no
adecuados.
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