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LA JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA EN EL SISTEMA ECUATORIANO

- JURISDICCIÓN

La jurisdicción es la potestad pública de juzgar y ejecutar lo juzgado. Esta definición

la recoge el Código Orgánico de la Función Judicial, en su artículo 150.

Entonces se infiere que solo los jueces nombrados y posesionados legalmente tienen

jurisdicción, y más aún aquellos que establecen la Constitución y las leyes. Para que el Juez

o Tribunal pueda actuar necesita de dos presupuestos importantísimos como son: La

jurisdicción y la competencia:

Según lo previsto en el artículo 398 del Código Orgánico Integral Penal nos dice:

La jurisdicción consiste en la potestad pública de juzgar y ejecutar lo juzgado. Únicamente las

y los juzgadores, determinados en la Constitución, el Código Orgánico de la Función Judicial

y en este Código, ejercen jurisdicción en materia penal para el juzgamiento de las infracciones

penales cometidas en el territorio nacional y en territorio extranjero en los casos que establecen

los instrumentos internacionales suscritos y ratificados por el Estado. (Código Orgánico Integral

Penal, 2014)

Todo esto obviamente es una manifestación del principio de legalidad que deviene

en la seguridad jurídica: las persones debemos conocer a que procedimiento y a que jueces

nos someteremos en caso de que exista un proceso en el cual nos veríamos involucradas.

Nadie puede ser condenado sin un procedimiento judicial preestablecido, ni puede ser

castigado sino en virtud de un juicio formal ante sus jueces naturales, en el que se respeten

las garantías establecidas en la ley.

De la legalidad deriva otro principio procesal que aborda la necesidad imprescindible

del juez natural, o sea el predeterminado en la Constitución y la Ley, lo que significa que

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únicamente pueden investigar o juzgar funcionarios judiciales creados y designados con

anterioridad al comportamiento que se investiga y luego se juzga.

Es decir, que esta potestad le corresponde exclusivamente al órgano jurisdiccional,

por lo tanto, no debemos confundirle con los otros poderes del Estado, debido a que este

tiene el poder exclusivamente de administrar justicia, tampoco la podemos confundir con la

competencia, debido a que la jurisdicción es el género y la competencia la especie, y por

último la jurisdicción es el poder y deber atribuido por la Constitución y la Ley, mediante

la función del órgano jurisdiccional.

Por lo tanto, es necesario indicar que esta potestad no está atribuida a los particulares,

debido a que ellos no pueden tomar la justicia por sus propias manos, si no por órganos o

funciones de un Estado investidos de potestad para juzgar y ejecutar lo juzgado,

perteneciendo a un Estado Constitucional de Derechos y Justicia.

COMPETENCIA

Para empezar el presente análisis de lo que trata la competencia es necesario que

tengamos en claro un concepto bastante definido para que de esta forma se nos facilite su

entendimiento es así como para algunos autores como Miguel Penech la competencia es “el

derecho y la facultad de un Tribunal para conocer de ciertos asuntos concretos frente a los

demás Tribunales del mismo orden jurisdiccional penal” (Zhuno & Adriana, 2003). La

competencia no puede ser un derecho y menos una facultad, porque la competencia surge del

poder jurisdiccional el cual es el que posibilita el actuar de los órganos jurisdiccionales

otorgándoles una especial capacidad que no la tiene cualquier órgano, como es la capacidad de

administrar justicia. Si no es derecho, menos puede ser “facultad”, ya que la función de

administrar justicia se desarrolla por imperio del Estado y de acuerdo a los mandatos

constitucionales y legales. Es pues, un deber no una facultad- del órgano jurisdiccional ejercer

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la función de administrar justicia en cada caso concreto.

Origen de la Competencia Penal

“La competencia en materia penal nace de la ley", los órganos jurisdiccionales tienen su fuente

en la Constitución, la Corte Nacional de Justicia ejerce la competencia objetiva sobre todo el

territorio nacional y los otros órganos jurisdiccionales tienen competencia regional, o

provincial. Pero en cuanto a la forma como se distribuye la competencia entre los diversos

órganos jurisdiccionales y las reglas para fijar dicha competencia, es la ley la que, por mandato

constitucional, dicta las normas correspondientes. Estas normas de organización y competencia

se las encuentra principalmente en el COFJ, así como en las respectivas leyes de procedimiento

y en el COIP. En consecuencia, queda claro que la competencia penal está preestablecida por

la ley y no es disponible por las partes. (Coria, 2006)

En consecuencia, la ley es la única fuente de la competencia penal. No se puede otorgar

competencia penal extralegal, esto es, por la voluntad de las partes, por lo que se concluye que

la competencia no es disponible por las partes procesales.

Características de la Competencia penal. -

Improrrogabilidad

La competencia tiene ciertas características que debemos analizar y una de ellas es la

que se refiere a la improrrogabilidad, la cual se encuentra expresamente establecida en el

Art.403 COIP, que dice: “La competencia en materia penal es improrrogable, excepto en los

casos expresamente señalados en la ley” (Nacional & Oficial, 2014). Esta característica de la

competencia se hace más notoria en el campo penal, pues en esta área no es concebible el

acuerdo de las partes para entregar al órgano jurisdiccional que ellas seleccionan el

conocimiento del conflicto surgido entre ellas (“foro prorrogado”), pues, como se explica al

hablar de los principios que informan el proceso penal, éste es obligatorio cuando se trata del

juzgamiento de las infracciones previamente tipificadas por la ley penal; y ese proceso penal

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sólo podrá tener eficacia jurídica cuando sea sustanciado y concluido por un juez competente,

conforme a las reglas de procedimiento señaladas por el Estado a través de la ley procesal.

La prorrogación de la competencia consiste en el desplazamiento de la competencia

privativa de un juez hacia otro juez que, normalmente, no está capacitado para administrar

justicia en ese caso concreto. Esta prorrogación -que es un desplazamiento- sólo sucede en el

área penal de manera excepcional y en los casos expresamente previstos por la ley, a diferencia

de la prorrogación de la competencia del órgano jurisdiccional civil, por la que se puede

desplazar la competencia por la voluntad de las partes, en los diversos. (Sagástegui & Ángel,

2016).

Reglas De La Competencia Judicial

La competencia puede ser común o especial, según que el objeto de la competencia

penal se refiera al juzgamiento de cualquier conducta injusta, o se refiera a ciertas conductas

injustas. Competencia penal común es la del órgano jurisdiccional que debe juzgar cualquier

conducta antijurídica penal cometida por cualquier habitante del país. Competencia penal

especial es la del órgano que juzga, por ejemplo: la conducta injusta penal del ciudadano que

posee un cargo público.

Por otra parte, la competencia penal común se puede dividir en competencia para el

juzgamiento de los delitos y competencia para el juzgamiento de las contravenciones, según

que el objeto de este sea cualquiera de esas infracciones, respecto a la supuesta competencia

de los fiscales para la iniciación y sustanciación de la primera etapa del proceso penal, nos

haremos cargo de su comentario al analizar el artículo 404 del COIP.

Como se puede observar en el artículo regla general de la competencia diciendo que un

juez es competente para conocer de un asunto penal cuando la infracción se ha cometido dentro

de los límites de la sección territorial sobre la cual está en capacidad de ejercer sus funciones.

Esta regla general es la que, casi por unanimidad, ha sido aceptada por las legislaciones

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procesales del mundo, tanto porque permite al juez entrar de inmediato al conocimiento de la

infracción, cuanto porque le permite practicar las investigaciones desde el primer momento y,

a la vez, facilita al procesado el normal desenvolvimiento de la defensa.

Bibliografía

Código Orgánico Integral Penal. (10 de Febrero de 2014). Recuperado el 29 de Octubre de

2019, de https://www.epn.edu.ec/wp-content/uploads/2015/06/COIP1.pdf

Coria, D. C. (2006). Las garantías constitucionales del proceso penal. Recuperado el 6 de 11

de 2019, de http://corteidh.or.cr/tablas/r08047-30.pdf

Sagástegui, F., & Ángel, G. A. (2016). Derecho Procesal Penal I. Recuperado el 6 de 11 de

2019, de http://repositorio.uladech.edu.pe/handle/123456789/6398

Soler, J. M., González, M. R., & Brun, I. R. (2006). Derecho Procesal Penal. Recuperado el

6 de 11 de 2019, de http://repositorio.uca.edu.ni/4761

Zhuno, Q., & Adriana, E. (2003). La competencia en materia penal: análisis de la

competencia territorial por delitos conexos. Recuperado el 6 de 11 de 2019, de

http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/9937

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