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CONSEJO DE ESTADO
SECCION PRIMERA
“La Solicitud de Autorización de Embarque deberá presentarse a la Aduana a través del sistema
informático aduanero, previa la constitución de una garantía bancaria o de compañía de seguros
que asegure la entrega, dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de embarque, de una
certificación expedida por el transportador donde acredite la salida de la mercancía del territorio
aduanero nacional.”
En ese sentido pareciera que se estuviera consagrando un alcance preciso y una forma solemne de
cumplirse tal obligación aduanera, de donde no serían válidos ningún sentido ni forma o medio
distintos de la acreditación en comento, luego los aludidos documentos no serían idóneos frente a
una interpretación exegética de la citada norma, toda vez que ninguno de ellos es nominalmente la
certificación anotada ni indican expresamente que la mercancía salió de territorio aduanero
nacional. Esa es la interpretación que ha hecho la Administración en el acto acusado, y de la cual en
cierto modo se ha apartado el a quo en la sentencia apelada.
La obligación y, por ende, el objeto de la póliza, consiste entonces en presentar dentro de los quince
(15) días siguientes a la fecha de embarque de la mercancía la certificación de este evento dada por
el transportador; de modo que no es un asunto puramente formal, como lo pretende hacer ver la
accionante, argumento con el cual simplemente está pretendiendo pasar por alto o desconocer los
términos de la póliza que ella misma tomó y, por lo tanto, los del correspondiente contrato de
seguro celebrado entre ella y la aseguradora.
Como quiera entonces que la demandante no dio oportuno cumplimiento a la obligación prevista en el
artículo 307 del Decreto 2685 de 1999, aún bajo la interpretación amplia que de éste hace la
Sala en cuanto a las posibilidades de instrumentalizar la certificación que prevé, es claro que
aconteció el siniestro objeto de la garantía, surgiendo así para la aseguradora la obligación de
cancelar la suma amparada en la correspondiente póliza, como se ordenó en los actos
acusados, de allí que el recurso tenga vocación de prosperar, ya que el acto administrativo
acusado se encuentra ajustado a las normas en que se fundamenta, las cuales, por cierto, no
aparecen invocadas en la demanda como violadas, amén de que las invocadas no aparecen
vulneradas por la expedición del acto enjuiciado ni lo decidido en ese acto.
I.- ANTECEDENTES
1. LA DEMANDA
1. 1. Pretensiones
1. 2. Los hechos
Se dice en la demanda que el 25 de mayo de 2001, con la garantía dada en la
póliza antes mencionada, por valor de $ 8.606.457.oo, se realizó el reembarque de
una mercancía previamente importada por la actora, consistente en un scanner cut
neg. Referencia 8805103, operación que le fue autorizada por la DIAN con destino
final Miami (EE.UU.) a solicitud de la actora el 21 de mayo de 2001 con la
presentación de la Declaración de Exportación 0282200.
2. Contestación de la demanda
La DIAN, en representación de la Nación, manifiesta que se opone a las
pretensiones de la demanda, que los actos acusados fueron proferidos legalmente,
ya que obedecen a los artículos 306 y 307 del Decreto 2685 de1999, donde se prevé
como requisito para autorizar el reembarque constituir póliza que garantice la
entrega de una certificación expedida por el transportador donde acredite la salida de
la mercancía del territorio aduanero nacional, y en este caso la actora tenía como
plazo para presentar ese certificado hasta el 19 de junio de 2001, pero sólo el 29 de
junio de 2001 solicitó la cancelación de la póliza, sin que hubiera allegado nunca ese
certificado. Por lo tanto considera que los cargos son infundados, y solicita que se
nieguen las pretensiones de la demanda (folios 103 a 116).
Señala que el meollo del asunto radica en que no se anexó la certificación de que
trata el artículo 307 en cita, y en la consecuente declaración de incumplimiento de la
obligación aduanera respectiva y la orden de hacer efectiva la póliza, sobre lo cual
encuentra que si bien la certificación fue allegada el 30 de noviembre de 2001, esa
omisión no obedeció a actuación que dependiera de la parte demandante, sino de un
tercero, esto es, la aerolínea, que no se la había expedido pese a que la actora se la
solicitara en virtud de requerimiento de la DIAN; y de los otros documentos
aportados por ella se evidencia que la mercancía salió del territorio nacional el 25 de
mayo de 2001.
Por ende, en aras del principio de eficiencia y justicia, consagrado en el artículo 2 del
estatuto Aduanero, procedió a la anulación del acto demandado, y dispuso el
restablecimiento del derecho en el sentido de declarar que no existe incumplimiento
de la obligación aduanera de reembarque por parte de la actora ni a hacer efectiva la
póliza de marras.
III.- EL RECURSO DE APELACIÓN
IV.- TRAMITE
VI.- DECISION
CONSIDERACIONES
1ª. El acto acusado está conformado por las Resoluciones Núms. - 03-064-216-
670-5000-00-0170 de 22 de enero de 2002, de la División de Liquidación de la
Administración Especial de Aduanas de Bogotá, 036-064-656-5000-01-730 de 5
de marzo de 2002, de la misma División, confirmatoria de la anterior en recurso de
reposición, y 03-072-193-607-0545 de 7 de junio de 2002, de la División Jurídica
Aduanera de la Administración Especial de Aduanas de Bogotá, que igualmente la
confirmó en virtud del recurso de apelación.
Las razones aludidas son, en síntesis, las que atrás se han expuesto, es decir, que
la actora no allegó la certificación de que habla el artículo 307 del Decreto 2685 de
1999 dentro del término que éste señala: 15 días siguientes a la fecha de
embarque, y que esa obligación estaba justamente amparado con la aludida póliza
de cumplimiento de disposiciones legales.
2ª. La nulidad de esa decisión que viene decretada por el a quo descansa en que
ese incumplimiento se debió a un tercero y no a la actora.
4ª.- Por lo tanto, no hay discusión sobre la veracidad de los hechos, de allí que la
cuestión a despejar consiste en establecer si ellos determinan o no el
incumplimiento de la referida obligación por parte de la actora y, en caso de
respuesta positiva, si éste es o no atribuible a la actora o a un tercero.
5.1. El artículo 307 del Decreto 2685 de 1999 ciertamente establece la obligación
de acreditar la salida del territorio nacional aduanero de la mercancía, importada
bajo la modalidad reembarque, en el término de 15 días, y la forma señalada en
ese artículo, visto literalmente, consiste en allegar una certificación del
transportador, tal como se puede leer en dicho artículo, a saber:
5.3.- Sin embargo, en cuanto hace a la guía aérea, la Sala, desde la sentencia de
11 de diciembre de 1997, expediente núm. 4487, consejero ponente doctor
Ernesto Rafael Ariza, y basada en la publicación denominada “GUIA PARA LA
CONTRATACION DEL TRANSPORTE INTERNACIONAL DE MERCANCIAS”, de
la Oficina de Apoyo y Facilitación al Usuario, del Instituto Colombiano de Comercio
Exterior INCOMEX, ha venido señalando de manera sostenida y uniforme que la
guía aérea “es un documento que contiene información semejante al conocimiento
de embarque, expedido en 3 originales y 9 copias por la aerolínea o el agente que
la representa”. En dicha providencia se dice que la guía aérea Ampara el traslado
de las mercancías del aeropuerto de origen al aeropuerto de destino y en ella se
relaciona la información de la carga que se transporta, previa verificación física del
peso, volumen e inspección física de la misma.
5.4.- Lo anterior significa que en este caso la guía aérea, con el manifiesto de
carga al cual está anexo, en tanto se equipara al conocimiento de embarque,
hacen las veces o implican por mandato legal una certificación del transportador,
de modo que respecto de esa connotación, es jurídicamente válido acoger la guía
aérea como certificación emanada del transportador cuando el interesado la
entregue en tiempo por no poder aportar dentro del señalado término un
documento con la forma expresa de certificación.
Para una mejor valoración de esa inferencia, es muy ilustrativo el cambio que tuvo
la regulación de este punto entre el Decreto 2666 de 1984 y el Decreto 2685 de
1999, de lo cual sirve destacar que la normativa anterior exigía prueba de la
llegada de la mercancía a país extranjero, mientras que la actual se refiere a
certificación de la salida de la mercancía de territorio aduanero nacional;
situaciones que son totalmente distintas, de las cuales la última se cumple con la
entrega formal de la mercancía al transportador. Igualmente se ha destacar la
drástica disminución del término, como quiera que en la primera era de cinco ( 5 )
meses y en la segunda y actualmente vigentes es de 15 días, diferencias que se
explican por las implicaciones de cada una de esas situaciones anotadas.
En efecto, el artículo 281 del Decreto 2666 de 1984, que regulaba el punto,
prescribía:
“Requisitos (del reembarque). Los Administradores de Aduana
podrán autorizar reembarque de mercancías importadas antes de la
presentación de la declaración o antes de la expiración del término
legal de abandono, pero siempre que el declarante preste una fianza
por el doble de los derechos de aduana correspondientes para
garantizar la presentación de la prueba de la llegada de esa
mercancía a país extranjero, la cual deberá acreditarse dentro de
los cinco (5) meses siguientes a la autorización de reembarque...”
(Resalta la Sala).
6ª.- Demostrado, entonces, que los documentos aducidos por la actora como
contentivos de la certificación del transportador (la guía aérea con el manifiesto de
carga) ciertamente tienen ese alcance, la cuestión se viene a concretar en si la
actora hizo entrega de ellos dentro del término de 15 días contados a partir del
embarque, que establece el transcrito artículo 307.
1
Sentencia de 13 de septiembre de 2007, expediente No. 200201514 01, consejero ponente Dr. RaFael E.
Ostau de Lafont Pianeta.
2
En la sentencia precitada, la Sala dejó en claro que “el siniestro que hace exigible la póliza, o mejor, el riesgo
amparado por ella, es ni más ni menos que la no presentación, dentro de los cinco meses que tenía la actora,
de la prueba que demuestre o acredite el cumplimiento de la mentada obligación”. En otro caso igual al del
presente proceso, la Sala advirtió: “Obsérvese que la garantía constituida, en los términos del artículo 281 del
decreto 2666 de 1984 no fue para garantizar el reembarque y su efectiva llegada a un país extranjero, lo cual,
a juicio de la actora, sería su ‘obligación sustancial’, sino para ‘garantizar la presentación de la prueba de la
llegada a país extranjero’, que son objetos y riesgos asegurados muy diferentes. Y esa ‘presentación de la
prueba’ no queda al arbitrio de los interesados, ni siquiera de la autoridad aduanera, pues es la ley la que
señala un término preclusivo para ello” (Sentencia de 6 de septiembre de 1999, Expediente núm. 5362,
Consejero Ponente doctor Juan Alberto Polo Figueroa).
Como quiera entonces que la demandante no dio oportuno cumplimiento a la
obligación prevista en el artículo 307 del Decreto 2685 de 1999, aún bajo la
interpretación amplia que de éste hace la Sala en cuanto a las posibilidades de
instrumentalizar la certificación que prevé, es claro que aconteció el siniestro
objeto de la garantía, surgiendo así para la aseguradora la obligación de cancelar
la suma amparada en la correspondiente póliza, como se ordenó en los actos
acusados, de allí que el recurso tenga vocación de prosperar, ya que el acto
administrativo acusado se encuentra ajustado a las normas en que se
fundamenta, las cuales, por cierto, no aparecen invocadas en la demanda como
violadas, amén de que las invocadas no aparecen vulneradas por la expedición
del acto enjuiciado ni lo decidido en ese acto.
FALLA:
ACLARACION DE VOTO
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN PRIMERA
Consejero Ponente: Dr. RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PLANETA
El artículo 307 del Decreto 2685 de 1999 exige una certificación sobre el hecho de
que la mercancía salió del territorio aduanero nacional, y no apenas una prueba de
que el transportador se ha obligado a conducirla fuera del país:
«CÓDIGO DE COMERCIO
ART. 768. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Libro V de este código
sobre transporte marítimo y aéreo, la carta de porte o el conocimiento
de embarque, además de los requisitos establecidos en el artículo 621,
contendrá:
1. La mención de ser «carta de porte» o «conocimiento de embarque»;
2. El nombre y el domicilio del transportador;
3. El nombre y el domicilio del remitente;
4. El nombre y el domicilio de la persona a quien o a cuya orden se
expide, o la mención de ser al portador;
5. El número de orden que corresponda al título;
6. La descripción pormenorizada de las mercancías objeto del
transporte y la estimación de su valor;
7. La indicación de los fletes y demás gastos del transporte, de las
tarifas aplicables, y la de haber sido o no pagados los fletes;
8. La mención de los lugares de salida y de destino;
9. La indicación del medio de transporte; y
10. Si el transporte fuere por vehículo determinado, los datos
necesarios para su identificación.
PAR. Si no se indicare la fecha de recibo de las cosas por el
transportador, se presumirá que éste las recibió en la fecha de
emisión de dichos documentos.»
«DECRETO 2685 DE 1999
Art. 1°
…
DOCUMENTO DE TRANSPORTE
Es un término genérico que comprende el documento marítimo, aéreo,
terrestre o ferroviario que el transportador respectivo o el agente de
carga internacional, entrega como certificación del contrato de
transporte y recibo de la mercancía que será entregada al
consignatario en el lugar de destino y puede ser objeto de endoso.