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Buenas Tardes… continuando con las intervenciones del grupo

N°3: Cannabinoides- microbiota intestinal y metabolismo


huésped.
La obesidad en la actualidad constituye uno de los más importantes problemas de
salud pública en los países occidentales por su elevada prevalencia. De allí el
surgimiento del interés en este tema, a raíz de la descripción del sistema
endocannabinoide (SEC) y la síntesis de agonistas y antagonistas de este, que
cuenta con gran cantidad de trabajos en experimentación animal que dejan clara la
relevancia del SEC en la regulación del apetito, así como su propuesta como terapia
terapéutica por parte de investigadores.

Es importante revisar estudios genéticos de dicho sistema en las alteraciones de la


conducta alimentaria, en obesidad y estudios de localización de receptores
Cannabinoides en sitios relacionados con la ingesta.

Muchas investigaciones se han basado en la investigación del papel del SEC en la


modulación del apetito, el peso y el balance energético en animales, señalando un
efecto estimulante del apetito de los agonistas Cannabinoides y un efecto
anorexígeno de los antagonistas. Son de gran relevancia los modelos de animales
knock-out (KO) para el receptor CB1, es decir, carentes de este. Los primeros
estudios con agonistas Cannabinoides referían un efecto hipofágico pero fue debido
al uso de dosis elevadas, prevaleciendo el efecto sedante. Los ensayos más
recientes confirman el efecto orexígeno de los agonistas incluso en animales
saciados y dicho efecto esta mediado por los receptoresCB1.

La regulación de la conducta alimentaria es compleja e intervienen múltiples


centros neurales con gran relevancia, es decir, se pasa de una estructura jerárquica
a la distribución de centros cerebrales distribuidos en tronco encefálico, sistema
límbico e hipotálamo. Así hay que destacar una serie de estructuras hipotalámicas
como son los núcleos arcuato (ARC), VMH, LH, paraventricular (PVN), dorso medial
(DMH); además de otros núcleos como el núcleo accumbens (NAc) que forma parte
de los circuitos de recompensa cerebral, el núcleo del tracto solitario (NTS) y núcleo
parabraquial del troncoencefalo y diversas estructuras del córtex cerebral
(Broberger, 2005; Berthoud, 2002).

El encargado de recibir la información directa del torrente circulatorio sobre estado


de glucemia es el núcleo arcuato próximo a la eminencia media, donde gracias a la
mayor permeabilidad de la barrera hematoencefálica recibe esta información, así
como también estado de los depósitos energéticos a través de la leptina y la insulina
que indican las reservas del tejido adiposo y la grelina que informa sobre el estado
del tubo digestivo. En este centro existen dos grupos neuronales con una serie de
neuropéptido que regulan de la conducta alimentaria: el neuropéptido Y (NPY) y la
proteína relacionada con el agouti (AgRP) de efecto orexígeno y la hormona
estimulante de melanocitos (αMSH) y el transcripto regulado por anfetaminas y
cocaína (CART) de efecto anorexígeno (Wynne, Stanley, McGowan y Bloom, 2005).
Cabe destacar que se ha demostrado en ensayos animales existe tolerancia a los
efectos anorexígeno de los antagonistas Cannabinoides aunque el descenso del
peso se mantenía durante el resto del experimento y hay un efecto rebote tras la
supresión.
Los niveles de endocannabinoides varían según la ingesta alimentaria, puesto que
en situación de deprivación alimentaria, se incrementan los niveles de 2-AG
hipotalámico y de 2-AG y AEA límbicos y tras la ingesta disminuyen los niveles de
2-AG hipotalámicos.
Se ha demostrado la asociación del cromosoma 6 con la obesidad, el cual se
encuentra el gen que codifica el receptor CB1. Igualmente, se ha observado una
asociación entre el polimorfismo del gen que codifica la enzima FAAH (C385A) y la
obesidad (Sipe, Waalen, Gerber y Beutler, 2005).

Para concluir podemos decir que el sistema Cannabinoide es un mecanismo crucial


en la regulación de la ingesta alimentaria y en el metabolismo energético, ya que
estudios actuales sugieren un estado de hiperactividad Cannabinoide en la
obesidad y, además, dicha hiperactividad puede constituir un factor pronóstico. A
partir de lo anterior destaca su importancia como terapia y que próximamente se
vaya a comercializar un antagonista Cannabinoide, el rimonabant, para su uso en
obesidad que, adicional a la disminución de peso, consigue mejorar el síndrome
metabólico, generando cambios en el metabolismo lipídico y glucidico no
observados por otros fármacos antiobesidad actualmente en el mercado.

Queda aún mucho por investigar en relación al tema Cannabinoides- microbiota


intestinal y metabolismo huésped. Como la investigación de los efectos de
metabolitos bacterianos específicos en componentes de sistemas Cannabinoides,
así como sus receptores y enzimas catalizadoras de la síntesis y degradación de
endocannabinoides. Probar en humanos los efectos de la modulación de la
microbiota intestinal en el sistema endocannabinoides, así como los niveles
circulantes y los análogos endocannabinoides después de la modulación de la
microbiota como en el caso de prebióticos.

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