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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
PLANTEL 5 “JOSÉ VASCONCELOS”

“Ética para Amador” de Fernando Savater

Pravia Tello Escarlet Danahi


502

Pérez Campos y Correa Virginia


Análisis de los capítulos del libro Ética para Amador
Capítulo I:
“De qué va la ética”
Este capítulo nos habla sobre el conocimiento, la voluntad, y la libertad.
Los seres humanos no somos capaces de saberlo todo, por lo que debemos
elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Por el contrario hay
cosas que debemos saberlas para sobrevivir, es decir, distinguir entre lo bueno
y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir.
Podemos los seres humanos inventar y elegir a nuestra voluntad, en parte
nuestra forma de vida, podemos optar, equivocarnos, etc., a pesar de nuestra
programación biológica y cultural. El arte de vivir es lo que llamamos ética. El
poder optar, es la principal diferencia que tenemos con otras especies que se
encuentran programadas naturalmente para sus vidas. Por esto podemos decir
que somos seres libres, no estamos obligados a hacer una sola cosa.
Éste capítulo nos deja en claro, que todos tenemos la libertad de opción, de
elegir y de seguir ampliando nuestro conocimiento día a día, construyendo
nuestras propias vidas. Por esto cuanta más capacidad de decisión y acción
tengamos mayores resultados tendremos de nuestra libertad.
También esto depende de nuestra cultura, educación, tradiciones, hábitos y
formas de comportamientos, qué es bueno y qué es malo para cada persona.
Esto nos hace seres únicos, individuales.
Es esencial para nosotros, reconocer lo anterior, que cada uno es único y libre
para tomar sus propias decisiones. Estaremos expuestos cada día frente a
situaciones donde tendremos que optar, o decidir, qué es lo mejor o más
adecuado para nosotros, como también para nuestra familia, comunidad,
amigos, etc con cada uno de ellos.
Capítulo ll
“Órdenes, costumbres y caprichos
El autor, en este capítulo nos explica que generalmente al momento de elegir,
optamos por lo que preferimos, pero en ocasiones estamos obligados a decidir
por algo que se nos impuso, es decir, elegir lo más conveniente. Somos libres
de decidir la opción, pero a veces, no la circunstancia impuesta. Nuestras
acciones diarias se vuelven automáticas, porque no le damos vuelta a lo que
nos conviene o no, muchos de estos actos se vuelven instintivos y resulta más
cómodo y eficaz que plantearse un problema. Y para llevar a cabo estos actos
tenemos motivos. Existen los motivos por órdenes u obligación, cuando nos
mandan a hacer algo, condicionado al miedo a la represalia si no se obedece.
Los motivos por costumbre, cuando repito o hago el mismo acto por hábito sin
pensarlo, éstos se notan en la comodidad de la rutina diaria y en no contrariar
al resto que hace lo mismo y por último, los motivos por caprichos, cuando lo
hacemos porque nos da la gana, éstos son propios y sólo dependen de uno
mismo, por lo que nos hacen sentir más libres.
Lo esencial de este capítulo, es el dilema que se da entre lo que queremos
hacer y lo que debemos hacer, y el que tan libres somos para tomar esa
decisión. Dentro de esto mismo, también se analiza a qué están condicionadas
nuestras decisiones o las opciones que nos da la situación, que por lo general,
no son elegidas por nosotros. Cuando hablamos de hacer, es decir, ejecutar
acciones o tomar decisiones, es fundamental mencionar los motivos que
tenemos. Cuando son órdenes, vienen de otra persona, las seguimos porque
las sentimos una obligación frente a la persona que dio la orden. También
pueden ser costumbres, las que hacemos por cotidianidad y rutina, en esto las
órdenes y costumbres son similares, en que ambas son externas a uno. Por
otro lado, están los caprichos, los que son espontáneamente de uno mismo.
Estas explicaciones nos hacen pensar, que nos hemos convertido en seres que
hacemos las cosas sin reflexionar o analizar, porque ya hemos aprendido una
forma de hacer las cosas que ha dado resultado previamente, por lo cual todas
estas elecciones se limitan a estos tres motivos.
Capítulo lll
“Haz lo que quieras”
Si bien todo lo que hacemos es movido por que nos mandan, por costumbre o
por beneficio, al momento de tomar enserio las decisiones, estas razones
pierden importancia. Esto tiene que ver con la Libertad, que es la capacidad de
decir si o no. “Libertad es decidir, y darte cuenta de que estas decidiendo. Es lo
más opuesto a dejarse llevar”, ya que al pensar en la decisión tomada es
cuando cuestionamos sus motivos.
Moral es lo que consideramos válido, ética es el porqué lo consideramos así.
En este contexto, bueno se entiende por lo que conviene y malo no indica más
que docilidad, o no causar problemas. Sin embargo, no es sencillo decir
cuando un ser humano es bueno, porque no hay un único reglamento para ser
buen humano ni el hombre es instrumento para conseguir nada. Uno es bueno
a su modo y depende de las intenciones que muevan a cada uno.
El primer concepto importante del capítulo, es la libertad. Al indicar que es una
herramienta de toma de decisión, se asocia inmediatamente al análisis que nos
lleva a la toma de éstas decisiones. Entonces, la libertad se relaciona
inmediatamente con el segundo grupo de conceptos: bueno o malo.
Es como entendemos el concepto de hacer el bien o mal al ser antónimos. Sin
embargo, el ser humano es complejo, lleno de matices, cuyas acciones no van
dirigidas solo a una función específica y universal para todos. Por esto, lo que
es bueno para mí según mi punto de vista, puede ser nefasto a vista de otro ser
humano. Esto se da, porque las leyes morales dependen estrechamente del
desarrollo como seres que tenemos durante el tiempo, de las experiencias que
pasamos y su resolución.
No podemos juzgar entonces de bueno o malo a otros o a nosotros mismos,
solo por el resultado de una de muchas acciones. Debemos repasar
mentalmente nuestro accionar una y otra vez, ya que es a través del análisis
crítico, donde sopesamos la importancia de determinados actos, su causalidad
y sus consecuencias en nuestras vidas y en las de otros.
Capítulo lV
“Date la buena vida”
“Date la buena vida” tiene implícito el concepto de la libertad humana, si
deseamos darnos la buena vida es por nuestra propia elección, desde nuestro
propio punto de vista y de lo que uno crea que más le conviene, deseamos
esto, o aquello, y lo hacemos porque somos libres: “estamos condenados a la
libertad”. No debemos confundirnos cuando decimos “haz lo que quieras” con
que hagas "lo primero que te venga en gana" la idea es que hagas lo que creas
que para ti es más conveniente. Tenemos que ser capaces de ver mas allá de
lo que nos apetece en cierto momento y lo que realmente queremos como
finalidad. Puede que queramos tener todas las riquezas y facilidades del
mundo, y tener personas que hagan las cosas por nosotros, pero esto podría
significar sacrificar relaciones de afecto fundamentales en la relación humana,
finalmente luego de tenerlo todo nos daríamos cuentan que lo mas valioso fue,
es y será el afecto humano. Por lo que la buena vida humana está en estrecha
relación con las sociedades humanas; en su lenguaje y por lo tanto todos
estamos es proceso de tener una buena vida y nos apoyamos unos a otros sin
darnos cuenta para alcanzarla.
La ética nos enseña que lo que queremos es lo que debe guiar nuestras
decisiones porque somos libres de elegir como será nuestra “buena vida” y
como vivirla. Teniendo en cuenta que no somos animales, ya que hemos sido
capaces de crear complejos sistemas sociales y organizaciones muy complejas
gracias a nuestra herramienta básica que es el lenguaje, el cual nos permite
expresar emociones, sentimientos, ideas, etc. Que van dirigidas a otro ser
humano que tiene las mismas potencialidades que nosotros, que nos permite
evidenciar la libertad humana y elegir nuestra buena vida, compartirla con otros
y dar buena vida. A todos nos gustaría ser tratados con respeto, que valoren
mas allá de la situación en si, nuestro sentir, nuestras dificultades y mas
importante aún destaquen nuestras aptitudes para alcanzar una buena vida, y
así también los demás puedan dar ese buen vivir a alguien más.
Capítulo V
“¡Despierta Baby!”
Esau como Kane tenían claro que querían darse una buena vida, pero no
sabían en que consistía, no es querer cosas simples, que se fijan en un solo
aspecto de la realidad. En cambio que la vida es complejidad y complicaciones.
Kane estaba obsesionado por conseguir cosas y dinero, tratando a las
personas como cosas, poseyéndolas y dominándolas a su gusto, y cuando no
les servían, las desechaba, así trataban a Kane como una cosa, solo les
importaba el dinero de Kane, no dando cosas verdaderas que solo el ser
humano puede otorgar, el amor o la compañía, pero él se dio cuenta que le
faltaba el verdadero afecto.
La reflexionar de lo que se hace comprendiendo lo que es vivir. Uno de los
temas que trata la ética, es la moral, que no es solo cumplir las reglas, es
comprender que comportamientos con hacen bien y cuales pueden hacernos
tener una buena vida. Son nuestras necesidades las que nos hacen apegarnos
a otros seres humanos, por lo que un ser feliz, es un ser solitario, pero si
pudiera bastarse a si mismo y que no tuviera alguna necesidad no podría amar,
y que quien no ama, no puede ser feliz
Darnos la buena vida es lo que se refiere este capítulo, y para lograrla es estar
bien con uno mismo. Es saber dar afecto, comprensión y compañía a los
demás, ya que somos los únicos que podemos darlo, porque eso nos hace
seres humanos. Todo esto se deja de lado si solo nos enfocamos en las cosas
materiales, cosas simples, dejando de lado lo que de verdad importa, que son
las complicaciones de la vida, y el aprender a solucionarlas y vivirlas, nos
permiten vivir de verdad. Al centrarnos en cosas materiales, tratamos a las
personas como “cosas” perdiendo el verdadero sentido de la humanidad. Las
personas que solo se centran en cosas materiales, nunca podrán tener la
felicidad verdadera, en donde esta permite tener una buena vida, sintiéndonos
bien con nosotros mismos y con nuestro entorno.
El dinero y las cosas materiales pueden ser importantes en muchos aspectos
de la vida, pero también se tiene que valorar que hay aspectos que no compra
el dinero y que nos hacen seres humanos, como lo son la amistad, el amor, etc.
Estas cosas materiales pueden hacer que tratemos a los demás como objetos,
o que suceda al revés, que seamos tratados como objetos, dejándonos
manipular por las cosas materiales, pero siempre debemos de defender el
respeto por uno mismo, para que así no pasemos a ser cosas para otros. Esto
se refiere a una visión moral, que no es solo el saber que está bien o mal, sino
que es comprender porque llevamos esta vida y que la hace buena.
Capítulo Vl
“Aparece Pepito Grillo”
El autor elabora una traducción hacia quienes son representados como cojos
del ánimo (Bastón para imbéciles), o bien, débiles de espíritu. Establece varios
modelos de imbéciles: a) Imbecilidad relacionada con el hastío y la apatía (no
sabe lo que quiere), b) Imbecilidad relacionada con la ansiedad de vivirlo todo
(permanente contradicción de sus deseos), c) Imbecilidad relacionada con la
pereza mental (conformismo y rebeldía sin causa), d) Imbecilidad relacionada
con la ley del mínimo esfuerzo (poca fuerza o voluntad en hacer realizar sus
planes), e) Imbecilidad relacionada con la falta de sentido de realidad (deseos
de cosas imposibles). La mayoría de estos casos perviven y son factores
importantes en la construcción de un proyecto de vida armónico.
Es importante aclarar que ser imbécil no es lo mismo que tonto, a lo que el
texto se refiere es a la estatura moral que se debe construir. Siendo el pilar
fundamental de esta construcción la adquisición de conciencia, la que si bien,
se edifica bajo algunas facultades innatas, se ve potenciada y reforzada
primordialmente por la atención y el esfuerzo que cada uno le asigna a las
tareas morales y éticas. Sobre esto se desprende, que la receta que nos
servirá como cura de la imbecilidad, o más bien, la conciencia que nos ayudará
a superarla sería: Saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir
bien, humanamente bien; Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos
corresponde a lo que de veras queremos o no; A base de práctica, ir
desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos
repugnen espontáneamente hacer; Renunciar a buscar coartadas que
disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las
consecuencias de nuestros actos.
También hace diferencia entre el egoísta y el imbécil, arguyendo que solo
deberíamos llamar egoísta consecuente al que sabe de verdad lo que le
conviene para vivir bien y se esfuerza en conseguirlo, y no al imbécil que cree
ser feliz con lo que tiene o posee pero al final se fastidia el mismo.
El autor nos ofrece una interesante visión sobre nuestra actitud para con la
vida, y nos invita a desarrollar nuestra capacidad crítica sobres nuestras
posibilidades de libertad.
Capítulo Vll
“Ponte en su lugar”
Comienza citando como ejemplo de la travesía de Robinson Crusoe, que se
enfrenta con los desafíos de la naturaleza y la soledad en una isla que él
pensaba desierta, hasta que descubre una huella humana en la arena, en ese
momento ya no se enfrenta a problemas relacionados con sus necesidades ni
con la naturaleza, sino más bien a un problema ético. Debe resolver como
relacionarse con esta persona desconocida, barajando múltiples opciones.
Aparece el miedo y las interrogantes: ¿Tratarlo como amigo o enemigo?
¿Se entenderán? ¿Hombre o mujer?, lo que Savater explica, es que la ética no
se ocupa de cómo resolver los problemas con las cosas; lo que le interesa es
cómo vivir bien la vida entre humanos
Se cita posteriormente a Marco Aurelio, gobernador y filósofo, quien reflexiona
sobre las personas “malas” y “buenas”, teniendo bien claro que quien hace
cosas “malas” no deja de ser humano por ello; y que todas nuestras acciones
son imitación de otras, de ahí la relevancia de dar el ejemplo. Habla también de
la importancia de ponerse en lugar del otro para tratar de tomar en cuenta sus
derechos humanos, no solo según la institución pública, sino también la virtud
de la justicia, o sea la habilidad de cada uno para entender a nuestros
semejantes. Es esto lo que nos hace vivir bien.
Robinson crusoe al verse solo en la isla, no tenía la oportunidad de
relacionarse con otros humanos, y al ver la posibilidad de que esto cambiara,
nacen en él interrogantes frecuentes, que todos nos hacemos al enfrentar a
personas desconocidas, ya que por muy semejantes que seamos los humanos
no tenemos clara cuál es la mejor manera de comportarnos frente a los demás.
Y para este náufrago ya no se trata de sobrevivir, sino que debe vivir
humanamente. Es decir debe enfrentarse a personas y relacionarse de buena
manera con ellas para lograr vivir bien, ya que solo entre humanos se da la
relación a pesar de no tener la misma cultura, ideas o valores.
Esto es porque poseen en común características humanas que los hacen
semejantes, tal como el lenguaje y el razonamiento que permite tener opiniones
sobre los hechos correctos o incorrectos, estas dos características nos separan
de las demás especies vivientes.
Para Marco Aurelio, lo importante es no dejarse llevar por las conductas de las
personas, sean malas o buenas, ya que son tan humanos como nosotros
mismos y a la vez son imprescindibles ya que dan valor a nuestra existencia,
humanizan nuestra vida. De ahí la importancia de dar el ejemplo con nuestras
acciones y que sean lo más justas posibles.
Capítulo Vlll
“Tanto Gusto”
El autor de este capítulo explica que la sexualidad del ser humano se cree que
está enfocada a la relación sexual, por lo que es un tema que muchas veces se
ve como algo inmoral, porque se asocia a algo que no debe ser mostrado a la
luz de todos, por lo que depende de su uso. “Aquel que se empeña en no gozar
porque piensa que alguien lo está pasando mal, lo único que logra es
amargarse la vida”. Estos son los puritanos, los cuales piensan que algo es
bueno cuando no les gusta hacerlo. El placer es algo que no se deja de lado,
pero el mismo llega a ser culposo porque no se saben cuáles son los límites de
hasta dónde puede llegar, por lo que hay que darle el uso necesario, pero sin
abusar del mismo; sabemos que su límite es cuando perjudica, que es cuando
ya no da la alegría cotidiana. Para vivir bien la vida es necesaria la alegría, por
lo que hay que disfrutar los placeres de la vida, sean cuales sean, porque
existen para aceptarlos y disfrutarlos. Hay que ayudar a los demás cuando lo
necesitan, pero no hay que lamentarse por no estar pasándolo mal con ellos.
Muchas veces lo moral e inmoral se ve relacionado con el tema sexual, por lo
que desde ese punto de vista, el placer y el gozo de la vida de cualquier ser
humano puede ser catalogado de bueno o malo dependiendo de las
características o creencias de la persona que esté mirando acerca del sexo.
Según él, el sexo es algo común a los seres humanos que la gente oculta tras
la idea de lo inmoral. El placer puede ser algo positivo ya que mejora la vida, y
a su vez puede convertir el hombre en animal, pero los animales lo usan sólo
para procrear, en cambio el hombre lo usa para diferentes fines positivos lo que
resulta más humano. Los puritanos son aquellos que tienen miedo al placer,
sienten que así lo pasan mal.
El placer es una manera moral para vivir la buena vida y que no se le debe
tener miedo, ayudando a alcanzar la plenitud, dando como resultado no
sentirse esclavos.
Capítulo lX
“Elecciones Generales”
En la política y la ética, ambos casos se busca el vivir mejor a través de lo que
más le conviene a cada cual. Pero también podemos encontrar diferencias
como es el hecho de que la ética se ocupa de lo que uno hace con su libertad
mientras que la política trata de manejar lo que el resto hace con su libertad,
para la ética lo importante es el “querer el bien” y la política se interesa más por
los resultados de las acciones más que de las razones por las que se hagan.
Ahora ningún orden político es tan malo que evite el vivir bien, sino que es
responsabilidad de cada uno el cómo se decida vivir y hacer las cosas bien a
pesar de lo malo. Además, debe fomentar la justicia, es decir, tratar a las
personas como tales, ser empáticos, respetar la dignidad de las personas.
Según el texto, hay un gran rechazo hacia la política, ya que por lo general se
hacen promesas difíciles de cumplir o que respondan a las expectativas de la
gente debido a que hay una gran exigencia por parte de las personas hacia los
políticos y en la ética lo define como “elegir lo que más nos conviene y vivir lo
mejor posible”, la política busca “organizar lo mejor posible la convivencia
social, para que cada cual pueda elegir lo que le conviene”.
La política se interesa más por los resultados de las acciones que permitan vivir
mejor socialmente. Por lo que, a pesar de que en la mayoría de las ocasiones
no se cumplan nuestras expectativas, no se puede culpar siempre de todo lo
malo que sucede a la política, ya que es deber de cada uno el tratar de llevar la
mejor vida posible a pesar de las dificultades que se presenten.
Opinión personal de libro
Muy buen libro, maneja la ética filosófica de una manera muy fácil y accesible,
pero sobre todo, nada de palabras incomprensibles. Ejemplos muy a nuestro
alcance para hacerle entender a los chavos, y a los no tan chavos cuales son
los puntos de referencia, para darnos la mejor vida posible en esta época que
vivimos y en planeta, que es por ahora el único que poseemos.

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