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ACUICULTURA

La noción de acuicultura alude a un conjunto de técnicas que se emplea para cultivar especies de agua, tanto
animales como plantas. Se trata de procedimientos que permiten criar organismos acuáticos con distintos fines.

La acuicultura puede desarrollarse en agua salada o en agua dulce. En algunos casos, los especialistas trabajan en
condiciones controladas y dispuestas de modo artificial. También pueden desarrollar su labor en el medio natural,
interviniendo de distintas maneras.

Es importante tener en cuenta que los orígenes de la acuicultura son muy antiguos. Varios milenios antes de Cristo,
en China, ya se desarrollaban prácticas de este tipo, sobre todo con los peces carpa. En la época medieval, la acuicultura
comenzó a popularizarse también en el continente europeo.

Más precisamente, se tiene referencia de ejemplos de acuicultura que datan del 3800 a. C.; dos milenios más tarde la
legislatura ya protegía a los pescadores de los ladrones, y en el 475 a. C. se firmó un tratado acerca de la carpicultura.

Cuando la naturaleza lo permite, la acuicultura se desarrolla en lagunas, ríos o mares, por ejemplo. Apelando a distintas
estructuras, es posible sembrar mejillones, ostras y otras especies en el fondo marino. Estos sistemas extensivos, de todos
modos, no son los más usuales. La acuicultura suele llevarse a cabo de modo semi-intensivo o intensivo, incluso en
piscinas o estanques artificiales.

La intervención por parte del ser humano y el uso de tecnología tienen lugar en un grado mucho mayor en los sistemas de
cultivo intensivos y semi-intensivos que en los extensivos: existe un mayor control, pero también es más alto el rendimiento.

Un ejemplo claro de sistema de acuicultura semi-intensivo es el uso de jaulas flotantes para cultivar peces en lagos o en
el mar. Si bien en este caso el agua no se aporta mediante un sistema de bombeo, ya que es la que se encuentra
naturalmente en el medio, sí es necesario agregar alimentos y controlar el cultivo.

Los canales en circuito semi-abierto o abierto, y los estanques, por otro lado, también pueden servir para llevar a cabo un
sistema de cultivo de este tipo, ya que permiten aprovechar el agua corriente; esto se aprecia con mucha frecuencia en la
fruticultura (la cría de truchas).

Por otro lado, existen los cultivos denominados intensivos, los cuales suelen efectuarse en instalaciones que no se
encuentran directamente en el medio natural, sino en piscinas o tanques adecuadamente aislados con sistemas técnicos
que se encargan de captar y recircular el agua. A través de este tipo de sistema, tanto el medio como los individuos se
someten a un control absoluto.

Como puede deducirse de las características, la acuicultura intensiva resulta mucho más costosa a nivel económico que
la semi-intensiva, y en general que cualquiera de los sistemas menos dependientes de la tecnología; además, exige mucho
más control a lo largo del proceso para generar resultados satisfactorios. Sin embargo, esto se compensa con un mayor
rendimiento y un potencial productivo notable, como lo prueban diversas experiencias en el campo.

Al desarrollar la acuicultura aislada del medio natural, los especialistas pueden controlar las diferentes variables con mayor
precisión, una particularidad que ayuda a incrementar la productividad.

La salmonicultura (el cultivo de salmones y de truchas), la carpicultura(carpas) y la camaronicultura (camarones) son


algunas de las variantes más frecuentes de la acuicultura, una actividad de gran importancia económica ya que permite
obtener fuentes de alimento y recursos para distintas industrias.

¿Cómo se siembran los peces?

La siembra de peces se puede presentar en diversas formas, atendiendo a que pueden ser criados en tajamares,
piscinas, estanques y ríos. Una de estas formas de crianza es la denominada piscicultura urbana, que es el
aprovechamiento de la piscina cuando no se la utiliza para el baño.
La época ideal de siembra para un sistema de producción controlado es octubre-noviembre, para que los peces puedan
ser cosechados a fines de marzo-abril (Semana Santa).
En el caso de las piscinas, esto se puede hacer generalmente cuando se aproxima el invierno, y la temperatura del agua
baja; el tiempo de engorde de peces puede realizarse hasta principios de primavera (120 días). Transcurrido ese tiempo,
la postura de los mismos alcanzará la medida para consumo.
Cabe destacar que tanto la piscina como el estanque deben ser fertilizados antes de ser utilizados.
EN ESTANQUE
La otra forma de realizar la siembra de peces, y que es la más tradicional, es la de cría en estanques.
Una vez que el estanque esté preparado, se deben sembrar los peces, que recibirán alimentos balanceados. Un cálculo
rápido señala que con aproximadamente una a dos bolsas de alimentos balanceados, el productor llegará a los 120 días
con una cantidad considerable de peces.
SUELTOS O ENJAULADOS
Durante la cría de peces, los mismos pueden estar sueltos o enjaulados dentro del estanque. En el caso de las jaulas
flotantes, estas serán ubicadas en el estanque; dentro del mismo se pueden producir peces de diferentes especies, toda
vez que el estanque esté bien preparado.
Con un buen cuidado y alimentación, se puede llegar a una proporción de la mitad de balanceados que se proporciona a
los peces, y que en una conversión sería de 2 - 1; o sea, si consumen 20 kilos de alimentos, se pueden lograr 10 kilos de
pescado.
LA COSECHA
Una vez que los peces llegan a tener el tamaño adecuado para su consumo, se podrá realizar la cosecha, que sería
durante los meses de marzo-abril. Si los mismos fueron criados en jaulas flotantes o tanques redes, se capturarán los
peces, que serán puestos en un recipiente de modo que los mismos estén frescos hasta el momento de su
procesamiento.
Cabe señalar que los alevines pueden ser adquiridos en el Departamento de pesca y acuicultura de la Facultad de
Ciencias Veterinarias de la UNA.
La siembra de peces en jaulas representa otra de las opciones válidas para aquellos que deseen dedicarse a este rubro
alternativo en época de veda.
Una vez armado el estanque, el primer paso es la obtención de la jaula. Esta puede ser comprada; sin embargo, su costo
es bastante alto y lo recomendable es construir una, con elementos sencillos de obtener.
Primeramente se deben conseguir maderas no muy pesadas y que no se deterioren fácilmente, también se utilizarán
tambores de plástico que servirán como flotadores. Para que la jaula quede bien, esta debe estar cubierta de alambres y
tejidos o telas metálicas, de modo a evitar la salida de los peces a ser criados.
TAMAÑO
En cuanto al tamaño de las jaulas, lo más recomendable es que estas sean pequeñas y con grandes densidades (en una
jaula chica se puede criar más cantidad de peces, porque ingresa mayor cantidad de agua).
También se puede optar por construir una jaula de mayor tamaño y menor densidad (cuanto más grande, es menor la
capacidad de carga de los peces).
La jaula se podrá ir adaptando de acuerdo a la biología de los peces, la medida standard es de 2 metros por 2 metros (4
metros cúbicos y 1 de profundidad), con una distancia de 2 metros entre jaula y jaula.
Lo primordial es la seguridad de la jaula; ver que la misma no cuente con filtraciones por donde puedan escapar los
peces, ya que esto servirá para evaluar el consumo de alimentos y ver si realmente los peces están donde deben.
ALIMENTACION
La alimentación de los peces en las jaulas debe ser de régimen intensivo, o sea de 3 a 4 veces al día como mínimo. El
alimento consistirá en balanceados que se obtienen en distintas presentaciones. Para los más pequeños está el iniciador,
luego vendrá el de crecimiento y finalmente el de terminación.

Hay dos formas de alimentar a los peces en jaula; la primera es introduciendo el alimento por una ventanilla ubicada en
medio de la tapa de la jaula, mientras que la otra es con alimentadores mecánicos, algo más costosos.

Uno de los peces que más rápido crecen es la tilapia, pero la especie nativa que mejor producción puede dar a los
pescadores es el pacú, seguido por la boga y el carimbatá.
TRASLADO
Se debe destacar que a medida que van creciendo los peces, estos pueden ser trasladados a otros recintos con tamaño
de malla mayor, pues la alimentación irá cambiando.
Es aconsejable hacer mediciones del tamaño y peso del pez, para ir corrigiendo la alimentación.

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