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LA MISION CRISTIANA HOY


JOH.N R. W. STOTT
¿Para qué existe la Iglesia? ¿Está bien que se limite su
tarea a la predicación del Evangelio? ¿Hasta qué punto
el servicio y la acción social y política son también
parte es'encial de su misión? ¿Qué es la evangeli-
zación? ¿Qué lugar hay para el diálogo en la comuni-
cación del Evangelio? ¿Cómo se relaciona la salvación
con la transformación social? ¿En qué consiste la
conversión cristiana?

Todas éstas son preguntas que se han venido debatien-


do aceleradamente entre cristianos tanto en reuniones
internacionales como en reuniones a nivel nacional y
local. Son preguntas de vital 'importancia porque tienen
que ver con la identidad cristiana en una época en que
muchos ponen en tela de juicio el valor de la Iglesia y
su mensaje .

En la presente obra el autor las encara no sólo con la


preocupación del teólogo y evangelista que cree en la
Iglesia, sino también con el conocimiento y la expe-
riencia de quien ha participado activamente en el deba-
te sobre la misión cristiana durante varios años y que
continuamente se esfuerza por ser justo con aquéllos
que mantienen posiciones opuestas a las suyas. Fomen-
ta así un mejor entendimiento de los múltiples aspec-
tos de LA MISION CRISTIANA HOY.

El autor JOHN R. W. STOTT, inglés, es uno de los


pensadores evangélicos más destacados de la actualidad.
Ha escrito muchos libros, incluyendo Cristianismo Bá-
sico y Las Controversias de Jesús.

san je.ion 4383 "' ~ 'Jl


C'(Rrf:L~
buenos aír.zes
1.

JOHN R. W. STOTT •
Del mismo autor
Hombres nuevos
Las controversias de Jesús
Las Cartas de Juan
Creer es también pensar ( 2a. edic.)
Cristianismo básico ( 2a. edic. corregí.da)
Cómo comprender la Biblia

LA MISION CRISTIANA HOY•

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EDICIONES CERTEZA •
BUENOS AIRES - ARGENTINA
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Título del original inglés: Christian Mission in the Modern


World. © Falcon Books , 1975.
© 1977 Ediciones Certeza, San Juan 43 83 , 1233 Buenos Aires,
Argentina.

Traduj.o al cast ellano : David Powell

Edicio nes Certeza es la empresa editorial


d e la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos.

INDICE

PREFACIO 7
INTRODUCCION 11
l. LA MISION 17
II. LA EV ANGELIZACION 45
UI. EL DIALOGO 77
¡ IV. LA SALV ACION 109
• f

v.
l LA CONVERSION 145

l

PREFACIO
Aparte del hecho de haberme dedicado _a la evangeli-
zación, tanto a través de la iglesia local como en la
universidad -esto último a partir de una misión llevada a
cabo en la Universidad de Cambridge en 1952- , cuatro
acontecimientos especiales han contribuido a que se es-
cribiese el presente libro.
Primero, en 1968 concurrz', en calidad de "consultor'',
a la Cuarta Asamblea del Consejo Mundia l de Jglesjas gue
se llevó a cabo en Upsala. S e me designó para integrar la
Sección JI ("Renovación del Concepto de Misión"), por lo
cual me vi de inmediato sumergido en lo más denso del
debate contemporáneo sobre el sentido de la misión cris-
~~ -
Luego, si bien no me fue posib le asistir a la confe-
rencia denominada "La Salvación Hoy", celebrada en
Bangkok en enero de 19 73, la seguf, naturalmente, con
sumo interés y profunda preocupación. Cuando al año
siguiente fui invitado a dictar en Melbourne, Australill, la
conferencia anual en memoria del obispo Donald Baker
(profundo conocedor del Nuevo Testamento y ex-ret!tor
del Ridley College, en Melbourn e), eleg{ como tema "La
Salvación Ayer y Hoy". L o sustancial de dicha disertación
aparece, con la autorización correspondiente, pero am-
pliado, en el cap(tulo 4.
En tercer lugar, la Comisión 01ganizadora del Congreso
Internacional de Evangelización Mundial, celebrado en
Lausana en julio de 1974, me pidió que iniciara las
sesiones con una exposición sobre "La naturaleza de la
evangelización blblica", y que procurase proporcionar
una definición bíblica de las cinco palabras que siguen:
"misión", "evangelización", "diálogo", "salvación'• y
"conversión".

7
D e modo que -en cuarto lugar-, cuando en 1975 el
Quizá lo que más urge en relación con el debate
canónigo Jim H ickinbotham, rector del Wy cliffe Hall, Ox-
ecuménico actual se relacione con la necesidad de llegar a
ford, me invitó a ocupar la n-ibuna Chavasse (en memoria
una hermenéutica píblica común, ya que si falta ésta es
tanto d el obispo F. J. Chavasse de Liverpool, Inglaterra,
poco probable que se alcance jamás un grado más amplio
que fu era rector del Wy clzffe Hall, como de su hzjo,
de consenso en cuanto al significado de nuestra "misión"
Christoph er Chavasse - también obispo-, que fuera direc- y a la obligación que ella nos impone.
tor d el St. Peter's College y presidente de la comisión
adn.1i11istradora del Wyclzffe Hall), la oportunidad me pa- Abril de 19 75
reció p ropicia para tomar esos mismos vocablos como
base de m is disertaciones a fin de d esa.rrollar más am-
pliamente lo que hab i'a intentado bosquejar en Lausana.
!Vle siento muy agradecido para con el rector, el personal
y los alumnos d el Wycliffe Hall, por la calurosa acogida
que m e dieron y el interés demostrado en el tema, como
también por el estz'mulo recib ido como consecuencia de
las preguntas que surgieron al final de cada conferencia.
Si bien no es mi intención ocultar mi identidad ni
disimular el h echo d e que soy un cristiano de orientación
"evangélica '', esta obra no tiene como fin realizar propa-
ga/fida de tipo partidista. No persigo ningún fin interesado,
sino el de perseverar en la búsqueda de lo que el Espz'ritu
quiere comunicar a las iglesias a través de la Palabra. Nada
m e resultó m ás alentador en el Wy clzffe Hall qu e escuchar
las palabras finales del rector en el sentido d e que mi
exposición había sido "escrupulosamente justa" para con
aquellos con los cuales me he atrevido a disen tir. Por
cierto que es esto, precisa.mente, lo que me habz'a pro-
puesto. Además, asz' como expreso mi parecer sobre opi-
niones ajenas, es mi d eseo ser riguroso conmigo mismo,
como también con mis colegas evangélicos. La vida es un
per.egrinaje constan te, un viaje d e descubrimiento, en los
que los puntos d e vista equivocados se van corrigiendo, las
nociones torcidas se rectifican, las opiniones superficiales
se profundizan y parte de nuestra tremenda ignorancia se
redu ce.

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-~ ..: ... ~..:;-~-7---.;;::w~---;----------- -- ·-- ....._...... ' -.. ~... -~.-- --- .

INTRODUCCION
LAS PALABRAS Y SUS SIGNIFICADOS

Todo cristiano, cualquiera sea su formación cultural o su


persuación teológica, se ha de preguntar en algún mo-
mento acerca de la .relación entre la iglesia y el mundo.
Sea que nos desenvolvamos en el contexto del secularismo

poscristiano dentro del así llamado mundo libre, o en el
de algún tipo de marxismo dentro del bloque comunista,
o en el de una cultura saturada de hinduísmo, budismo o
islamismo en alguna de las naciones del Tercer Mundo 1
inquietan a la conciencia cristiana, en forma ineludible,
los mismos interrogantes: ¿Cuál ha de ser la relación de la
iglesia con el mundo? ¿Cuál es la responsabilidad del cris-
tiano para con sus parientes, amigos y vecinos no cris-
tianos? ¿Cuál su responsabilidad para con la comunidad
no cristiana total? ·
En respuesta a dichos interrogantes la mayo ría de los
cristianos emplearía el término "misión" de algún modo"tl
otro. Resulta casi imposible discutir las relaciones entre la
iglesia y el mundo sin echar mano del concepto de "mi-
sión". Pero habría profundas divergencias en cuanto a
nuestro concepto de lo que constituye esa ·-~mis ió n", en
cuanto al papel de la "evangelización" en la misión, y en
cuanto al papel que le corresponde al " diálogo" en la
evangelización. Me temo, más aún, que disentiríamos unos
de otros no sólo en lo que entendemos co mo la ·natura-
leza de la misión, la evangelización y el diálogo, sino
también en lo que entendemos como el objetivo de los
mismos. Probablemente los términos "conversión" y "saj.-
vación" habrían de figurar de algún modo en nuestra
definición de los objetivos, pero es posible que tan1bién

1l
LA MlS lON CR lSTlANA HOY INTRODUCCION

aquí hubiese poco consenso con respecto al significado de Mi punto de partida, con todo, no será la palabra de
los m ismos. Mi tarea consiste, por lo tanto, en tomar este Dios sino la sabiduría de Alicia en el Pa{s de las Mara-
cGnjunto de cinco palabras - misión, evangelización, diálo- villas, o, m ás precisamente, de Alicia a través del Espejo.
go, salvación y conversión- para intentar definirlas bíbli- El lector recordará la conversación co n Humpty Dumpty.
camente. Como lo expresé en Lausana, tengo sumo interés - Cuando yo uso una palabra - dijo Humpy Dumpty en un
en que mi propósito no sea mal interpretado. Todos tono más bien despreciativo- , ella significa ni más ni menos
tenemo s conciencia de que durante los últimos años, espe- que lo que yo he decidido que signifique.
cialmente a partir de la Cuarta Asamblea del Consejo - La cuestión está en saber - respondió Alicia- si puedes
hacer que las palabras signifiquen cosas diferentes. .,
Mundial de Iglesias en U psala en 1968, las relaciones entre - La cuestión está en saber - dij o Humpy Dumpty- quien
los cristianos ecuménicos y los evangélicos (si se me per- va a ser el amo -eso es todo.
mite emplear por conveniencia estas expresiones a modo
Resulta constructivo reflexionar sobre esta conversación.
de d escripciones sintéticas -porque reconozco que de
Alicia y Humpty Dumpty comenzaron disc utiendo la pala-
ningún modo se trata de expresiones mutuamente exclu-
bra "gloria" (que Humpty Dumpty mencionó a Alicia con
y~nte s) , se han endurecido y han adquirido las caracterís-
una sonrisa desdeñosa y que ella, por supu esto, no en-
ticas de una confrontación. No es mi deseo contribuir a tendió hasta que él le explicó lo que significaba), luego la
que esta situación empeore. Tampoco he de echar mano, palabra " impenetrabilidad" (a la que Humpty Dumpty le
espero, al dudoso recurso de colocar en fila unos cuantos dio tantos significados que terminó por agregar: "C uando
" blancos" ecuménicos a fin de derribarlos con otros tan- hago que una palabra eje cu te muchas funciones, corno en
tos "dardos" evangélicos bien dirigidos, para que podamos este caso, siempre le ·pago extra"), y , finalmente, el
luego aplaudir y congratularnos ante una fácil victoria. poema "Jabberwocky" (que le hizo decir a Humpty
Desde luego que pienso que algunos de los puntos de vista Dumpty que algunas palabras son como las alforj as, por-
corrientes del ecumenismo son errados. Pero de igual que encierran dos significados en un solo vocablo).
modo creo sinceramente que algunas de las formulaciones Los norteamericanos bien podrían po nerle a Humpty
evangélicas tradicionales también son erróneas. Muchos Dumpty el sobrenombre de "sophomore "*, por cuanto
crist ianos ecuménicos no parecen haber comenzado a constituía una extraña mezcla de sabiduría e insensatez,
aprender a someter su vida a la autoridad de las Escri- · de sentido común y falta de sentido. Tenía t oda la razón
turas. Nosotros los evangélicos creemos que sí - y no cabe cuando decía que algunas palabras son realmente así, Y
duda de que con toda sinceridad queremos hacerlo-, pero que otras merecen pago adicional dadas las múltiples fu~­
ocurre que a veces somos bastante selectivos en nuestra ciones que desempeñan. Pero estaba completamente equi-
sumisión, mientras que otras veces las tradiciones de los vocado al imaginar que él p odía ser el señor de las
ancianos en el campo evangélico parecieran reflejar más palabras y que podía imponerles significados en forma
bien la cultura que la doctrina de las Escrituras. Mi propósi- arbitraria, según su éapricho momentáneo.
to principal, por lo tanto, es el de someter tanto el pensa-
miento ecuménico, como el evangélico a la misma prueba * El término se usa para hacer referencia a los alumnos de segundo
año en la universidad (N. del T.).
n eutral y objetiva, vale decir, la de la revelación bíblica.

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-~--·- - ... ..
~· -:-~- ·----~~ ·- ··----- ~ - · - - ·-·- - .
INTRODUCCJON
.
lA MISION CRISTIANA HOY

Sin embargo (me atrevo a decirlo), algunos teólogos cipio elemental, generalmente se lo real~a mediante la
modernos parecen tan perversos como Humpty Dumpty expresión algo pomposa de "exégesis histórico-gramática".
en su uso de los términos bíblicos. Si yo tuviese una Visto negativamente, esto quiere decir que no tenemos
fracción de la imaginación de Lewis Carroll intentaría libertad para imponer a las palabras b{blicas significados
hacer una parodia titulada Malicia en el País de las Mara- que quienes las emplearon jamás quisieron darles. Visto
villas o A venturas en el campo de la fantasza teológica. positivamente, nos obliga a la disciplina de estudiar las
No se niega que el tiempo cambia el significado de las palabras tanto en su contexto gramatical como en su
palabras. "El ideal del 'inglés eterno' -escribió C. S. marco histórico. La gramática y la historia conjuntamente
Lewis en una de sus Letters to Malcolm (Collins)- es determinan el significado de las palabras, como pue.cte
pura tontería. Ninguna lengua viva puede ser eterna. Sería confirmarlo cualquier abogado acostumbrado a interpretar
como hablar de un río irunóvil." documentos. E. D. Hirsch lo resume en su libro Validity
Ningún escritor moderno ha demostrado este hecho in Jnterpretation (Y ale U niversity Press, 1967): "El texto
con más vigor que Alvin Toffler en su Future Shock tiene el significado que le quiso dar su autor".
(Bodley Head, 1970). Tiene en dicha obra una sección
fascinante sobre la transitoriedad del lenguaje humano,
titulada "El Shakespeare semiinculto" (pp. 159-162), en
la que cita a Stuart Berg F lexner, director del Random
House Dictionary of the English Language: "Si Shakes-
peare apareciera súbitamente en Londres o Nueva York
hoy, podría entender un promedio de sólo cinco de cada
nueve palabras de nuestro vocabulario. El gran bardo sería •
semi-inculto."
Lo que nos están diciendo Lewis, Flexner y Toffler es
que el significado de las palabras evoluciona. Lo que
significa hoy un vocablo probablemente sea muy distinto
de lo que significaba ayer, y más aún de lo que significaba
anteayer, y más todavía el día anterior a ése. Pero el
hecho de que tengamos conciencia de que el significado
de hoy es diferente ·del de ayer no nos autoriza a confun-
dirlo s, o a darle el significado moderno a un vocablo que
aparece en un contexto antiguo. Por el contrario, el vo-
cablo de ayer ha de t ener el significado que correspondía
entonces, mientras que la palabra actual ha de tener el
-
significado actual.
Cuando se aplica a la interpretación bfblica este prin-

14 15
l. LA MISION

En primer lugar tenemos que considerar la palabra "mi-


sión". Antes de -intentar una definición biblica quizá re-
sulte provechoso echar un vistazo a la polarización co~
rriente.

Dos puntos de vista extremos


• El punto de vista antiguo o tradicional consiste en consi-
derar eq.uj_y~~ntes los términos misión y evangelización,
misioneros y evangelistas, misiones y programas de evangeli-
zación. Ni siquiera la Comisión de Evangelismo y Misión
Mundial hizo distinción entre "misión" y "evangelización"
en su acta de constitución, sino que definió su objetivo
como el de "promover la proclamación del evangelio de
Jesucristo a todo el rriundo, a fin de que todos los
hombres puedan creer en él y ser salvos" . Como lo ex-
presó Philip Potter en su discurso ante el Comité Central
del Consejo Mundial de Iglesias que se reunió en Creta en
1967 , "la literatura ecuménica desde Amsterdam ha em-
pleado los vocablos 'misión', ' testimonio' y 'evange-
lización' en forma intercambiable."
En su forma externa este concepto más antiguo, de
que la misión de la iglesia consiste en la evangelización
únicamente, ponía también el acento en la proclamación
verbal. Al misionero se lo caracterizaba con frecuencia
representándolo · bajo una palmera, con sombrero de ex-
plorador, recitándole el evangelio a un grupo de aborí-
genes pobremente vestidos y respetuosamente sentados en
el suelo a su alrededor. De este modo la imagen tradi-
cional del misionero era la del predicador, y, para colmo,

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~ ··--· ---- ~·-··---- --
LA MISION CRISTIANA HOY LA MIS ION

la de un predicador más bien paternalista. Al poner el forma en una organización cerrada, o aun en un estable-
énfasis en el carácter prioritario de la predicación evange- cimiento semimonástico. Luego el único contacto que
lizadora se dejaba poco lugar en algunos casos hasta para tienen tales cristianos con el mundo (al que consideran
la creación de escuelas cristianas. Philip Crow nos contó total e irremisiblemente malo) es el que se produce p~r
en la conferencia c1e Islington de 1968 acerca de un tal R. las ocasionales incursiones al mismo con fines evangeli-
N. G_ust que en 1888 sostenía que los fondos misioneros zadores. Les resultan muy naturales las imágenes o metá-
"se reunían con el fin de convertir almas, no el de foras apocalípticas. El mundo es como un edificio que se
agudizar intelectos." En 1894 modificó ligeramente su incendia, afirman; la única misión del cristiano consiste en
posición a fin de incluir "evangelistas laicos, evangelistas montar una operación de rescate antes de que sea dema-
del sexo femenino, médicos evangelistas cuando la pre- siado tarde. Jesucristo puede venir en cualquier momento ;
dicación del evangelio constituye la misión principal", no tiene sentido ocuparse de las estructuras de la so-
pero agregó: "Cuando se sugiere que debemos contar con ciedad, por cuanto la sociedad está condenada y a punto
un capataz de fábrica devoto o un fabricante de tejas de ser destruída. Además, cualquier intento de mejorar la
evangélico, o un criador de ganado o cultivador de nabos sociedad no puede ser sino improductivo porque los hom-
de la baja iglesia, allí trazo la línea" (Mission in the bres no regenerados no pueden edificar un mundo nuevo.
Modern World, Patmos, 1968). Sólo así podría concebirse que la sociedad renaciera. Pé"ro
Con todo, el que acabamos de mencionar constituye ya es demasiado tarde hasta para eso.
un caso extremo. La mayoría de los que se adhieren al Un pesimismo de esta naturaleza, que niega el mundo,
punto de vista tradicional sobre la misión aceptarían que constituye un fenómeno extraño en quienes afirman que
las tareas educacionales y médicas son perfectamente creen en Dios. Pero claro, la imagen que tienen de Dios
aceptables; más todavía, que constituyen complementos está sóló parcialmente formada por la revelación bíblica.
sumamente valiosos de la obra evangelizadora, con fre- No se trata del Creador que en el principio dio al hombre
cuencia como indicación de la compasión cristiana para un "mandato cultural" de sojuzgar y gobernar la tierra;
con los ignorantes y los enfermos, si bien a veces se los que ha instituido autoridades que gobiernen como sus
menciona descaradamente como "plataformas" o "tram- "ministros" para organizar la sociedad y administrar jus-
polines" para la evangelización -los hospitales y las es- ticia, y a quien, como lo expresa el Pacto de Lausana, en
cuelas proporcionan de este modo en la persona de sus razón de que es "tanto el Creador como el Juez de toQ.os
pacientes y alumnos un auditorio cautivo o aprisionado los hombres", concierne "la justicia y la reconciliación en
que está obligado a escuchar el evangelio. toda la sociedad humana" (párrafo 5).
Este concepto tradicional no está muerto y enterrado, En el polo opuesto a est e concepto anti bíblico de la
ni mucho menos. El denominado "Movimiento de Jesús" misión como evangelización exclusivamente? está el con-
ha fomentado la formación de comunidades cristianas a cepto ecuménico corriente , por lo menos a partir de
las que se incorporan fervoro sos jóvenes evangélicos con el mediados de la década del 60 y de las actividades prepa-
objeto de alejarse del mundo malo que los rodea. Una ratorias de la Asamblea de Upsala. La publicación en
comunidad de esta clase fácilmente degenera y se trans- 1967 de los informes de los grupos de trabajo de Europa

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LA MlSlON CRISTIANA HOY LA MISION

occidental y de Norteamérica sobre " la estructura misio- junto como el objetivo de la misión de la iglesia (D"iálogo ,
nera de la congregación" , titulada The Church for Qthers pp. 13-16). " De ahí que la misión tenga que ver con la
(WCC), le dio vigencia a todo un conjúnto de vocablos solución de disputas industriales, con la superación de la
nuevos relativos a la misión. La tesis que se sostenía en división de clases, con la erradicación de la discriminación
dichos informes era la de que Dios ,__ obra en el proceso racial" (p. 16). Más aún, "debemos asociarnos con Dios
histórico, que el propósito de su misión, de la missio Dei, en la historia para renovar la sociedad" (p. 18).
es el establecimiento de la shalom ("paz" en hebreo) en el Buena parte de este intento de reconstruir el concepto
sentido de armonía social, y que esta shalom (que sería de "misión" fue citada en las Notas para las Secciones,
idéntica co n el reino de Dios) se ejemplifica en la "eman- que se publicaron como parte de los preparativos para la
cipación de las razas de color, la preocupación por la · asamblea de Upsala. Se consideraba a la misión como el
humanización de las relaciones industriales, diversos in- proceso históricp de renovación de la sociedad, .y el texto
tentos de de sarro llo rural, la búsqueda de una ética comer- lema de Upsala fue "He aquí , yo hago nuevas todas las
cial y profesional, la preocupación por la honestidad y la cosas" (Apocalipsis 21.5). Pero esta palabra de Dios cons-
in tegridad in telec tu ales" (The Church for Others, p 15). tituye una afirmación escatológica. Fue pronunciada desde
Más todavía, para cumplir este objetivo Dios se vale de el trono (en la visión de Juan), casi inmediatamente des-
"hombres y muj eres tanto dent ro como fuera de las pués que aparecen el nuevo cielo y la nueva tierra. Sin
iglesias", y el papel peculiar de la iglesia en relación con embargo, varias veces se la usó en Upsala como expresión
la misión divina es el de " indicar que Dios está obrando de una realidad presente y no de una esperanza futura, de
en la historia del mundo" (p . 16), descubrir lo que está "la aceleración del cambio social y político" y no de la
haciendo, compenetramos de su sentido y finalmente regeneración final del universo.
cornp rometernos en la tarea, porque la relación primaria Aparte de este empleo equivocado de la Escritura,
de Dios es hacia el mun do, se decía, razón por la cual la ¿qué diremo s acerca de la identificación de la misión de
secuencia verdadera ya no ha de encontrarse en la fó rmula Dios con la renovación social? Cabe hacer una cuádruple
"Dios-iglesia-mundo" sino en esta otra: "Dios-mundo- crítica. Primero, el Dios que es el Señor de la historia es
iglesia" (p. 16). Siendo así, "es el mundo el que tiene que también el Juez de la historia. Resulta ingenuo aclamar a
proporcionar la agenda para las iglesias" (p. 20) - y las todos los movimientos revolucionarios como si fueran
iglesias deben tomar en serio al mundo y procurar servir señales de la renovación divina. T ras una revolución el
de conformidad con las necesidades sociológicas contem- nuevo status quo a veces ampara más injusticia y opresión
poráneas de éste. que el desplazado.
J . G. Davies, que fue miembro del grupo de trabajo de Segundo, las categorías bíblicas de shalom, la nueva
Europa occidental, expresó ideas similares en sus dos humanidad y el reino de Dios, no deben ser identificadas
libros titulados Worship and Mission (SCM, 1966) y D"iá- con la renovación social. Cierto es que en el Antiguo
logo con el Mundo (La Aurora, 1967). Equiparó los Testamento shalom (paz) significa con frecuencia bien-
conceptos de humanización, reconciliación, shalom y la estar político y material. Pero, ¿puede acaso sostenerse',
instauración del reino de Dios, considerándolos en con- con seriedad exegética y bíblica, que los escritores del

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LA MISION CRISTIANA HOY LA MISION

Nuevo Testamento presentan a un Jesús que obtiene esta nozcan o no. Pero esta no es su "misión". La "misión" se
clase de paz y que se la otorga a la sociedad en su relaciona con el pueblo redimido, y con lo que les ha
conjunto? Dar por sentado que todas las profecías del dado a ellos para que hagan en el mundo. •
Antiguo Testamento se cumplen en forma literal y ma- ¡ Cuarto, la preocupación de U psala por lo relativo al
¡ cambio social dejó poco tiempo, prácticamente nada, para
terial equivale a cometer el mismo error que cometieron !.

los contemporáneos de Jesús cuando intentaron tomarlo y tratar lo relativo a la evangelización. Fue esta falta de
hacerlo rey por la fuerza (Juan 6.15). El Nuevo Testa- equilibrio contra lo cual, si se me permite hablar personal-
mento indica que el cumplimiento de las profecías del mente, me sentí obligado a protestar en la sección ple-
Antiguo Testamento trasciende las categorías en las que se naria en la que se presentó el informe de la Sección II
dieron las promesas. De manera que según los apóstoles la sobre la "Renovación en el concepto de 'misión'".
paz que predica y ofrece Jesús es algo más profundo y La Asamblea ha considerado seriamente lo relativo al ham-
más rico, es a saber, la reconciliación y la comunión con bre, la pobreza y las injusticias del mundo contemporáneo
Dios y entre nosotros (véase por ejemplo, Efesios -manifesté-. Y con toda justicia. Yo mismo he sido tocado en
2.13-22). Más todavía, esta paz no se otorga a todos los este sentido. Pero no encuentro la misma preo cupació n o
compasión en cuanto al hambre espiritual de lo s ho mbre~ ..
hombres sino a aquellos que le pertenecen, a la comu- que (como nos lo dicen Cristo y sus apó stoles repetidamente),
nidad redimida por él. De modo que shalom es la bendi· al no tener a Cristo, se pierden ...
ción que el Mesías trae para su pueblo. La nueva creación El Consejo Mundial de Iglesias manifiesta conocer a Cristo
Y la nueva· humanidad se han de ver en aquellos que están Jesús como Seño r. Pues bien, el Seño r Jesu cristo mandó a su
en Cri~to (2 Corintios 5.17); además, el reino tiene que iglesia a predicar las buenas nuevas y a hacer discípulos ; no veo
que esta Asamblea en conjunto esté muy ansiosa por obed ecer
ser recibido como un niño (Marcos 10.15). Por supuesto este mandato. El Señor Jesucristo llo ró por la ciudad impen i-
que es deber cristiano recomendar, mediante argumentos tente que lo había rechazado ; no veo que esta A samblea esté
Y por medio del ejemplo, a quienes no han recibido el derramando lágrimas de un modo semejante.
reino o ingresado en él, las elevadas normas de justicia
que lo rigen. Es así como vemos que la justicia del reino
se irradia, por así decirlo, hacia diversos sectores del
mundo, con el resultado de que se tiende a borrar hasta
cierto punto la frontera que los separa. Con todo, el reino
¿Una síntesis bíblica?

Teniendo en cuenta el punto de vista tradicional , según el


-
se mantiene incólume, diferenciándose de la sociedad in- cual la misión cumple una función exclusivamente evange-
crédula, y el ingreso en el mismo depende de un nuevo lizadora, y el punto de vista ecuménico actual , según el
nacimiento espiritual. cual consiste en establecer la shalom, nos preguntarnos
Tercero, la palabra "misión" no puede usarse con pro- nosotros si no hay un modo mej or, más equilibrado y más
piedad para abarcar todo lo que Dios está haciendo en el bíblico, de definir la misión de la iglesia, y de relacionar
mundo. En cuanto se refiere a la providencia y a la entre sí las responsabilidades evangelizadora y social del
gracia común es indudable que Dios está activo en todos pueblo de Dios. Los delegados que concurrieron a la
los hombres y en todas las sociedades, sea que lo reco- reunión de la Comisión de Evangelismo y Misión Mundial,

22 .23
LA MlSION CRISTIANA HOY
LA MISION

celebrada en ' la ciud ad de México en diciembre de 1963 vida común del hombre es una negación de la encarnación, del
tuviero~ conciencia del problema, pero manifestaron qu~ amor de Dios .Pªra con el mundo manifestado en Cristo (The
no pudiero n encoh trar una solución. En el informe de la Upsala 68 Report, edición preparada por Norman Goodall,
Sección 11 confesaron que : WCC, Ginebra, 1968, pp. 317-18).
..La discusión volvió vez tras vez a la relación entre la acción de Lamentablemente, lo que México dejó incompleto Upsala
D io.s Y a través de la Iglesia, y a todo lo que Dios está no lo completó, y las esperanzas d e Visser't Hooft no se
haciendo en .el mu~d o en fo rma aparentemente independiente cumplieron. Esa vieja polarización continúa.
d e la comunidad cn stiana. ¿Puede trazarse una distinció n entre
la acción providencial cte Dios y la acción redentora de Tendríamos que poder convenir en que la misión surge
D.ios? : · · Pudimos establecer la tesis y la antítesis en las ante todo de la naturaleza de Dios mismo y no de la
d1ssus1ones, pero nos resultó imp~sible, ll egar a la verdad que, iglesia. El Dios vivo de la Biblia es un Dios que envía.
segun . nos. parece,. se enc uentra mas alla de la dialéctica (Wit- Creo que fue Johannes Blauw en su libro The Missionary
n,e~:s in S1x Conn nenrs, edició n preparada por R. K. O"°chard
Edmburgh Ho use Press, 1964, 7. ' Nature of the Church (McGraw-Hill, 1962; hay traducción
portuguesa por ASTE, Sao Paulo, 1966: A naturaleza
Muchas personas fueron a Upsala con la esperanza de que missionária da lgreja) quien primero empleó la palabra
se produjese un genuino encuentro de mentalidades dis- '"centrífuga" para describir la misión de la iglesia. Luego
puestas a resolver dicha tensión. En uno de los discursos J . G . Davies la aplicó a Dios mismo. Dios -escribe- es
inaug urales W. A. Visse r't Hoo ft m anifestó la esperanza de "un Ser centrífugo" (Worship and Mission, 1966, p. 28).
que la Asamblea hab ría de tratar la cu estión "positiva- Es esta una metáfora dramática. Pero, con todo, no es
mente y ecuménicame nte -"positivamente en el sentido más que otra forma de decir que Dios es amor, que con
de que demos un claro sentido de orientación a nuestro espíritu de sacrificado servicio se extiende incesantemente
movimiento" y "ecuménicamente en el sentido de que para alcanzar a otros.
r~almente no s escuch emos unos a otros". Prosiguió ha- De modo que envió a Abraham, mandándole que se
ciendo su propia contribución en estas palabras: fuera de su tierra y de su parentela y se encaminase hacia
un gran mundo desconocido, prometiendo b endecirlo y, a
Cre~ que, con relac!ón a la gran tensión entre la in terpretación través de él, bendecir al mundo si le obedecía (Génesis
vertical del Evangeho como relacionada esencialmente con la i2.l-3). Luego mandó a José a Egipto, venciendo incluso
~cció n sal~~fica de. Dios en la vida de los individuos, y la
..mterpretac1o n hon zontal de ella como vinculada principal- la crueldad del hermano, a fin de preservar en la tierra un
mente con las relaciones humanas en el mu ndo debemos remanente fiel durante la escasez que sobrevino (Génesis
salin:10s de ~ste movimiento oscilatorio más bien pri~itivo que 45 .4-8). Más adelante envió a Moisés a ese pueblo opri-
cons~st~ en rr de u n extremo al otro, lo cual no es digno de un mido en Egipto, con buenas noticias de liberación, dicién-
movumento que por su misma naturaleza procura abrazar la
doct~ina del ~vang~~o en su plenitud. Un cristianismo que ha
dole: "Ven, por lo tanto, ahora, y te enviaré a F araón,
perdido su d1111ens1on vertical ha perdido la sal y no sólo se para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de
torna insípido en sí mismo, sino que resulta inútil para · el Israel" (Exodo 3 .1O). Con posterioridad al éxodo y a la
mundo. Pero un cristianismo que se vale de la preocupación toma de posesión de la tierra prometida les mandó una
vertical como medio para eludir su responsabilidad para con la
sucesión de profetas con palabras de advertencia y de
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25
LA MISION CRISTIANA HOY LA MISION

promesa. Como dijo por boca de Jeremías: "Desde el día La Gran Comisión
que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta •
hoy , os envié todos los profetas mis siervos, enviándolos Esto nos lleva a considerar los términos en que está
desde temprano y sin cesar; pero no me oyeron ni incli- expresada la Gran Comisión. ¿Qué fue lo que el Señor
naron su oído ... " (Jeremías 7.25,26; cf. 2 Crónicas Jesús encomendó a su pueblo? No cabe duda de que la
36.15,16). Después del cautiverio babilónico les concedió mayoría de las versiones de la misma (p.or cuanto ~arece
la gracia de enviarlos nuevamente a su tierra, y mandó ser que la repitió en varias formas en diversas ocasiones_)
más mensajeros con ellos y a ellos que los ayudasen a realzan la evangelización. "Id por todo el mundo Y predi-
reconstruir el templo, la ciudad y la vida nacional. Por cad el evangelio a toda criatura" reza el conocido m.anda-
fin, "cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió miento de la "conclusión más larga" del Evangelio de
a su Hijo"; y finahnente el Padre y el Hijo enviaron al Marcos, conclusión que parece haber sido agregada por
Espíritu en el día de pentecostés (Gálatas 4.4-6; Juan alguna mano después que la conc;~sión original _de ,Marcos
14.26; 15 .26; 16.7; Hechos 2.3). se hubo perdido (Marcos 16.15). Id, y hace~ ,d1sc1pulos;;i
Todo esto constituye el trasfondo bíblico esencial para todas las naciones, bautizándolos. . . y ensenandoles. . . ,
comprender lo que significa la misión. La misión primaria dice el relato de Mateo (Mateo 28.19,20), mientras que
corresponde a Dios, por cuanto fue él quien mandó a los Lucas registra al final de su Evangelio las palabras d~
profetas, a su Hijo, a su Espíritu. De todas estas misiones Cristo de "que se predicase en su nombre el arrepenti-
la del Hijo resulta central, por cuanto era la culminación miento y el perdón de pecados a todas las naciones" Y, al
del ministerio de los profetas, y porque comprendía en sí comienzo de los Hechos, que su pueblo habría de recibir
misma como punto cuhninante el envío del Espíritu. Y poder para convertirse en testigos suyos "hasta lo último
ahora el Hijo envía, así como él mismo fue enviado. Ya de la tierra" (Lucas 24:27; Hechos 1.8). El énfasis acur:iu-
durante su ministerio público mandó primeramente a los lativo resulta claro. Dicho énfasis se coloca en la predica-
apóstoles, y luego a los setenta, como una especie de ción el testimonio y la tarea de hacer discípulos, Y
extensión de su propio ministerio de predicación, ense- muchas personas deducen de esto que la m.isión de lª
ñanza y curación. Luego, después de su muerte y resurrec- iglesia, según la especificación del Señor resucitado, con~­
ción, amplió los alcances de su misión a fin de incluir a \' tituye una misión que consiste exclusivame nte en pr~di­
todos los que lo reconocen como Señor y que se consi- car, convertir y enseñar. En honor a la verdad , co~ieso
deran sus discípulos. Porque con los doce apóstoles había 1 que yo mismo sostuve esto en el Congreso M_u~d1al de
otros cuando se enunció la Gran Comisión (véase, por 1
1
Evangelización en Berlín en 1966, en las expos1c1ones en
ejemplo Lucas 24.33). No podemos restringir su aplica- que intenté explicar las tres versiones principales de la
ción a los apóstoles. 1 Gran Comisión.*
1
! Hoy, no obstante, me expresaría de otro modo. No se
1
1 "' Las exposiciones sobre la Gran C:omisión ~ ~.ue se : e.fiere el aut~;
1 forman parte de la Evangelizacion y la B1b t'.:i. Ed 1c10nes Evanº e-

1
licas Europeas, 1969 (N. del E.) ..
.
26 27
...

LA MISION CRISTIANA HOY LA MISION

t_rata solamente de que la comisión incluye la responsabi- venido a "buscar y salvar lo que se había perdido" (Lucas
lidad , de ep~eñar a los convertidos todo lo que Jesús 19 .1 O). En estos aspectos no podemos emularlo. Nosotros
mand o antenormente (Mateo 28.20), y de que la respon- no somos salvadores. Sin embargo, todo esto no deja de
sabilidad social se encuentra entre las que Jesús mandó. constituir una declaración incompleta del por qué de su
Ahora veo más claramente que si no queremos ser cul- venida.
p_ables de distorsionar las palabras de Jesús, hemos de Resulta mejor comenzar con algo m ás general, y afir-
ent~nder que la comisión misma incluye la responsabilidad mar que vino a servir. Sus contemp oráneos estaban fami-
s?cial tanto como la evangelizadora, y no que aquélla sea liarizados con la visión apocalíptica de Daniel, la visión
sunplemente una consecuencia de la comisión. del Hijo del Hombre que recibe dominio y que es servido
L~ .~ersión fu~dan:ental en que nos ha llegado la Gran por todos los pueblos (Daniel 7.14). Pero Jesús sabía que
Com1s1on es, la JOaruna (aun cuando es la más ignorada para ser servido antes debía servir él mismo, y que debía
por ser la ~as costosa o difícil). Jesús la había anticipado enfrentar el sufrimient() antes de que pudiera recibir do-
. en su orac1on en el aposento alto cuando le dijo al Padre: minio. De modo que fusionó dos imágenes veterotesta-
"Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mentarias y aparentemente incompatibles - la del Hijo del
mundo" (Juan 17.18). Luego, probablemente en el mismo Hombre de Daniel y la del siervo sufriente de Isaías, y
aposento alto pero después de su muerte y resurrección dijo : "el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
transformó la expresión afirmativa de su oración en u~ para servir, y para dar su vida en rescate por muchos"
mandamiento o comisión al decir: "Como me envió el (Marcos 10.45). El sacrificio de rescate por el pecado es
Padre, así ~ambién yo os envío" (Juan 20.21). En estas algo que sólo él pudo ofrecer, pero esto habría de ser la
dos expresiones Jesús hizo más que trazar un paralelo culminación de una vida. de servicio - y nosotros también
entr~ su misión y la nuestra. En forma deliberada y podemos servir. "Yo estoy entre vosotros - dijo en otra
precisa puso a su misión como modelo para la nuestra ocasión- como el qúé sirve" (Lucas 22.27). De modo que
curu;~~ dijo: "como me .envió el Padre, asz' también yo os se entregó a sí mismo en desprendido servicio a los
envio . En consecuencia, nuestra comprensión de la demás, y su servicio se caracterizaba por la gran variedad
mis10n de la iglesia h emos de deducirla de nuestra com- de formas en que se manifestaba, según las necesidades de
prensión de la misión del Hijo. ¿Por qué y cómo envió el los hombres. Por cierto que predicaba, que proclamaba las
Padre al Hijo? buenas nuevas del reino de Dios, y que enseñ aba lo
Naturalment e que el propósito principal de la venida relativo a la venida del reino y el carácter del mismo ,
del Hijo al mundo tenía un carácter único. Quizá sea en como también la forma de ingresar en él, y al modo en
p •arte por esta razón que los cristianos han titubeado ante que se h abría de extender. Pero servía con hechos tanto
la idea de que su misión pudiera ser comparable en como con palabras, al punto que resultaría imposible
sentido alguno a la del Hijo. Porque el Padre mandó al separar en el ministerio de Jesús sus obras de sus palabras.
Hijo a ser el Salvador del mundo, y con ese fin expiar Alimentó bocas hambrientas y lavó pies sucios; sanó en-
nuestros pecados y ob tener para nosotros la vida eterna (1 fermos, consoló a los tristes y hasta volvió muertos a la
Juan 4.9,19,14). En efecto, él mismo dijo que había vida.

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LA MISION CRISTIANA HOY LA MTSION

Ahora nos envía a nosotros - nos dice- así como el -dice el informe de México de 1963- as1 llama a la.
Padre lo h abía enviado a él. Por ello la nuestra, como la Iglesia a tomar al mundo secular. Es fácil decir esto pero
de él, ha de ser una misión de servicio. Se vació de su hacerlo es sacrificado" (Witness in Six Contirients, p.
propio status y tomó la forma de siervo, y su humilde 151). Nos resulta más natural gritarle el evangelio a la
sentir ha de estar en no sotros (Filipenses 2.5-8). El nos gente desde cierta distancia qu e comprometernos profun-
ofrece el modelo perfecto para el servicio, y manda a su damente en su vida, comprometernos en su cul tura y sus
iglesia al mundo para que sea una iglesia que sirva. ¿Acaso problemas, y compartir sus sufrimientos. Y sin emb argo el
no es esencial que recuperemos este énfasis biblico? En ejemplo de nuestro Señor implica esto en forma inequí-
muchas de nuestras actitudes y empresas cristianas hemos voca. Así lo expresa el pacto de Lausana: "Afirmamos
tendido (particularmente quienes vivimos en Europa y Nor- que Cristo envía a los redimidos al mundo como el Padre
teamérica) a obrar como patrones más que como servi- lo envió a él y que esto exige una similar penetración
dores. Sin embargo, parece ser que es en el papel de profunda y costosa en el mundo" (párrafo 6).
servidores donde podemos encontrar la síntesis equilibrada •
de la evangelización y la acción social. Porque ambas
deben ser para nosotros, como lo fueron para Cristo, La relación entre evangelización y acción social
expresiones auténticas del amor que se resuelve en ser-
vicio. ¿Cuál debe ser, entonces, la relación entre la evangeli-
Luego existe otro aspecto de la misión del Hijo que zación y la acción social en el contexto de nuestra respon-
tiene su paralelo en la misión de la iglesia, a saber, que a sabilidad cristiana total? Si aceptamos que no tenemos
fin de servir Cristo fue enviado al mundo. Cristo no libertad para concentrarnos en la evangelización con ex-
descendió como un visitante de otro planeta, ni llegó clusión del aspecto social o de adoptar el activismo social
como un extraño trayendo consigo su propia cultura ex- como sustituto de la evangelización, entonces tenemos
traña. Tomó para sí nuestra humanidad, nuestra cultura; que definir la relación entre los dos. Esto se ha inten-
se hizo hombre de carne y hueso como nosotros. Fue tado de tres modos, principalmente. •
verdaderamente hombre como nosotros y experimentó Primero, algunos consideran que la acción social consti-
nuestras debilidades, nuestro sufrimiento y nuestras tenta- tuye un medio para la evangelización . En este caso la
ciones. Incluso llevó sobre sí nuestro pecado y murió evangelización y la obtención de conversos constituyen los
nuestra muerte. Y ahora nos envía " al mundo", a identi- objetivos principales, pero la acción social es un elemento
ficarnos con los demás (pero sin perder nuestra identidad preliminar útil, un medio efectivo para llegar a los obje-
cristiana), como él se identificó con nosotros, a volvemos tivos propuestos. En su forma más descarada ella consi-
vulnerables como lo hizo él. Es indudable que uno de los dera la acción social (ya sea en forma de alimentos,
fracasos más característicos de nosotros los cristianos, sin medicinas o educación) como la cobertura dulce de la
excluir a los que nos llamamos cristianos evangélicos, es píldora, la carnada en el anzuelo, mi entras que en su
que raras veces tomamos en serio este principio de la forma más positiva le acuerda al evangelio un grado de
encarnación. "Como nuestro Señor tomó nuestra carne aceptación del que de otro modo carecería. En cualquier¡

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LA MISION CRISTIANA HOY LA MISION

de estos casos una atmósfera de hipocresía rodea nuestro ello en el núnisterio de Jesús. Sus palabras y sus hechos se
sentido filantrópico. Es un motivo francamente ulterior el correspondían, desde el momento en que las palabras
que nos mueve a ello. El programa social que constituye interpretaban los hechos y los hechos encarnaban las pala-
un medio para llegar a otro fin arroja como resultado bras. Cristo no sólo anunciaba las buenas nuevas del reino ;
"cristianos" interesados en las limosnas que puedan con- realizaba en forma visible "señales del reino". Si la gente
seguir. Esto resulta inevitable si nosotros mismos hemos se negaba a creer sus palabras, decía, pues entonces que le
realizado la tarea evangelizadora con este sentido. Nosotros creyesen "por las mismas obras" (Juan 14.11).
le transmitimos el engaño. Con razón Gandhi dijo en El obispo anglicano John V. Taylor adopta una posi-
19°'31: "Sostengo que realizar proselitismo al amparo de ción similar en su contribución a la serie de estudios
las obras humanitarias es, cuando menos, indecoroso ... "Christian Foundations" en la obra titulada For Ali the
¿por qué voy a tener que cambiar mi religión porque un World (Hodder and Stoughton, 1966). Hace referencia a
médico que profesa el cristianismo como religión me ha una "representación del Evangelio por tres vías" (p. 43),
curado alguna enfermedad? ... " con lo cual quiere decir que los cristianos han sido lla-
La segunda forma de relacionar la evangelización y la mados a "articular ei evangelio .. . mediante lo que dicen
acción social es algo más digna. Considera la acción social, (proclamación), lo que son (testimonio), y lo que hacen
no como un medio para la evangelización, sino como una (servicio)" (p. 40). Esto también es cierto, y está muy
manifestación de la evangelización, o por lo menos del bien expresado. Pero, con todo, me deja intranquilo.
evangelio que se proclama. En este caso la filantropía no Porque pretende que el servicio sea una subdivisión de la
es algo que se agrega la evangelización en forma más bien evangelización, un aspecto de la proclamación. No niego
artificial desde afuera, sino que surge de ella como su que las buenas obras de amor tenían realmente un valor
expresión natural. Casi podría decirse que la acción social evidencial cuando las hacía Jesús, y que lo tienen tam-
se transforma en el "sacramento" de la evangelización, bién cuando las hacemos nosotros (cf Mateo 5 .16). Pero
porque hace visible en forma significativa el mensaje. J. me resulta imposible aceptar que ésta sea su única justifi-
Herman Bavinck en su famosa obra An Jntroduction to cación, ni siquiera la principal. Aun cuando lo, fuera,
th e Science of Missions (publicada en 1954 en holandés, y aquéllas seguirían siendo, si bien tímidamente, sol.o me-
en inglés en 1 % 0 por la Presbyterian and Reformed dios para llegar a un fin. Si las buenas obras constituyen
Publishing Co.) defiende este punto de vista. La medicina predicación visible, en ese caso se espera que ocurra alg?
y la educación co nstituyen algo más que " un medio como resultado; en cambio, si las buenas obras consti-
legítimo y necesario para crear oportunidades para la tuyen manifestación visible del amor, en ese caso no se
predicación" - dice- por cuanto, "si dichos servicios están espera de ello "nada" (Lucas 6.35).
motivados en el amor y la compasión, como corresponde, De este modo llegamos a la tercera forma de establecer
dejan de ser en este caso simplemente preparación, y en la relación entre la evangelización y la acción social, Y la
ese mismo momento se convierten en predicación" (p. que a mi juicio constituye la forma verdaderamente cris-
113). No debemos titubear en aceptar este criterio, hasta tiana; a saber, que la acción social está asociada a l~
donde llega, ya que existe un poderoso precedente para evangelización, es decir, es compañera de la evangelz-

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.... ·-~-L~--· . -- - ·-- - . ·-· ······--- -~-···· - -


LA MISION
L A MISION CRISTIANA HOY

zación. Al ser compañeras se pertenecen la una a la otra, ternente. Las situaciones varían, corno varían tamb ién los
no obstante ser, al mismo tiempo , independientes. Cada llamamientos para el crist iano. Por lo que hace a las
cual existe por sí misma , y con todos sus derechos, a la situaciones, habrá mo mentos en que el dest ino eterno de
par de la o tra. Ninguna de las dos es un medio para llegar u na persona sea la consideración más u rge nte , po rque no
a la otra, ni tampoco una manifestación de la otra. Cada debernos olvidar que el hombre sin Cristo perece. Pero
cual co nstituye un fin en sí misma. Ambas son expresión con seguridad que habrá ot ros mo mentos en los que las
de un amor no fingido. Corno lo expresó el Congreso necesidades mate riales de la persona sea n tan apremian tes
Nacional Anglicano en Keele, Inglaterra, en 1968 : "L a que no estaría en co ndiciones de escuchar el evangelio
evangelización y el servicio misericordioso van juntos en la au nque tratáramos de comurucárselo. El hombre que cayó
misión de Dios" (párrafo 2.2 0). en manos de ladrones necesitaba sobre todas las cosas en
El apóstol Juan me ha ayudado a comprender esto ese mo me nto aceite y vendas para sus heridas, y rro
mediante las siguientes palabras de su primera carta: "El tratados de evangelización en el bols ill o. Del mismo
que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener modo, para emplear las palabras de un misionero en
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el Nairobi citado por el obispo J ohn T aylor , "el homb re
amor d e Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra hambriento no tiene oídos" (p. 37). Si nuestro enemigo
ni d<: lengua , sino de hecho y en verdad" (1 Juan 17, 18). tiene hambre, el mandato bíblico para nosotro s no es a
Aqu1 el amor en acción surge de una situación doble: la evangelizarlo sino a darle de come r (R omanos 12.20).
primera el "ver" al hermano que tiene necesidad, y la Luego, tamb ién, hay diversidad de ll amam ien tos cristi a-
segunda el " t ener" lo necesario para resolver la necesidad. nos, y cada crist iano ha de ser fiel a su propio ll amado. El
Si no relaciono lo que " t engo" con lo que "veo", no m édico no debe descuidar la práctica de la medicina en
puedo sostener que el amor d e Dios mora en mí. Más beneficio de la evangelización, como tampoco debe el
aún, est e principio se aplica cualquiera sea la naturaleza evangelist a distrae r su atención del ministerio de la pala-
de la necesidad que haya vist o. Puede que vea necesidad bra para dedicarse al ministerio de las mesas, corno lo
espiritual (pecado, sentido de culpa, conciencia de estar descub rieron muy p ront o los mismos apó stoles (Hecho s
perdido) y que tenga el conocimiento del evangelio nece- 6).
sario para solucionarla. O puede que la necesidad que veo
sea enfermedad o ignorancia o fa lta de vivienda adecuada,
y puede ser que tenga el conocimiento médico, educa- El Gran Mandamiento
cional o social para resolverla. Ver la necesidad y poseer
el remedio tienen el efecto de obligar al amor a actuar; y V olvamos ahora a la G ran Comisión. He trata do de de-
el que la acción sea evangelizadora, social, o incluso polí- mostrar que la forma joanina de la misma - según la cual
tica, depende de lo que " vea" y de lo que " tenga". la misión de la iglesia debe ser modelada por la del Hijo-
Esto no significa que las palabras y las obras, la evange- lleva implícita la idea de que somos enviados al mundo a
lización y la acció n social, sean compañeras tan insepara- servir, y que el h umilde servicio que hemos de prestar
bles qu e todos tengamos que dedicarnos a ambas constan- incluirá para nosotros, como lo fue para Cristo, tanto

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LA MISIO N CRISTIANA HOY LA MISION

palabras como obras, preocupación por el hambre y por la mente amamos a nuestro prój imo no cabe duda de q~~
enfermedad tanto del cuerpo como del alma ; en otras compartiremos con él las buenas nuevas del Señor Je sus.
palabras, t anto actividad evangelizadora como social. Pero ·Cómo podernos afirmar que lo amamos, si conocemos el
supongamos que algu ien sigue convencido de qu e la Gran ~vangelio pero nos rehusamos a comun icárselo? lgua}-
Comisión se refie re exc lu sivamente a la evangelización, mente sin embargo, si realmente amamos a nuestro pro-
¿qué ocurre entonces? jimo ~o nos limitaremos a evangelizarlo. Nuest.ro. prójimo
Me atrevo a decir qu e algunas veces, tal vez porque se . no es un alma incorpórea para que podamos lumtarnos a
trata de las últimas instrucc iones dadas por Jesús antes de amar su alma, ni tampoco es un cuerpo sin alma para que
volver al Padre, le acordamos a la Gran Comisión un lugar podamos o cuparnos de su bienestar físico sol~e nte, . ni
demasiado preminente en el pensamiento cristiano. Espero tampoco un cuerpo con alma aislado de la sociedad. D10s
que no se me entienda mal. Creo fümemente que la creó al hombre, que es mi prójimo , como un cuerpo con
iglesia toda tiene la obligación de obedecer. el mandato de alma, integrado en una comunidad. Po r lo tanto, si ama-
su Seño r de llevar el evangelio a to das las naciones. Pero mos a nuestro prójimo tal cual Dios lo hizo , inevita-
pienso tamb ién que no debemos considerar que esas fue- blemente tendremos que ocuparnos de su bienestar total
ro n las únicas instrucciones que nos dejó Jesús. También -el bien de su alma, de su cuerpo y de su vida comuni-
citó Levítico 19. 18, "amarás a tu prójimo como a ti taria. Más todavía , es esta visión del hombre como ser
mismo", llamándo lo "el segundo" mandamiento (y se- social tanto como psicosomático, la que nos obliga . a
gun do e n importancia sólo en comparación co n el manda- agreg~r la dimensión poUtica a la preocupación social. La
m ien to principal de amar a Dios co n todo nuestro ser) y actividad humanitaria se ocupa de las víctimas de una
agregando que "no hay otro mayor" que éste y el pri- sociedad enferma. Nosotros tendríamos que ocuparnos de
mer.o, y elaborándolo más en el Sermón del Monte. Allí la medicina preventiva o de la salud comunitaria también,
insistió en que en el vocabulario divino nuestro prój imo lo cual significa la búsqueda de estructuras sociales me-
incluye a nue stro enemigo, y que amar significa " hacer el jores en las que la paz, la dignidad, la libertad y la ju sti~ia
bien" , es decir, darnos en fo rma activa y constructiva para estén aseguradas para todos los hombres. No h ay razon
contribuir al bienestar de nuestro prójimo. que no s irnp ida, en la prosecución de esta tarea, unir
Aquí tenemo s, por lo tanto, dos mandatos de Jesús fuerzas con todos los h ombres de buena voluntad, aun
- un gran mandamient o a "amar al prójimo", y una gran dado el caso de que no sean cristianos.
comisión a "ir y ha ce r discípulos" . ¿Q ué relación hay En síntesis, como el Señor Jesús, hemos sido enviados
entre Jos dos? Algun os o bramos como si creyésemos que al mundo para servir. Porque ésta es la expresión natural
so n idénticos, de tal manera que si compartimo s el evan- de nuestro amor hacia el prójimo. Porque amamos vamo s
gelio con alguno, creemos haber completado la obligac ión y servimos. Y al h acer esto no t enemos (o no debiéramos
de amarlo. Pero no es así. La Gran Comisión ni explica, tener) motivos ulteriores. Cierto es que al evangelio le
ni ~gota, ni reemp laza al Gran Mandamiento. Lo que hace falta visib ilidad si nos limitamos a predicarlo, y le falta
es agregarle al requ isito de amar al prójimo y servir al credibilidad si los que lo predicamos sólo mostramos in-
prójimo una nu eva y urgente dimensión cristiana. Si real- terés en el alma y no n os preocupamos por el bienestar

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LA MIS ION
LA MISION CRISTIANA HOY
comenzado a aceptar la idea de que nos toca una respon-
corporal de la gente, rú por sus circunstancias o su situa- sabilidad social a la par de la evangelizadora. Pero, ¿qué
ción comunitaria. Sin embargo, la razón que nos lleva a significará esto en la práctica? Me propongo explorar tres
aceptar responsabilidad en lo social no se basa principal- áreas - la vocacional, la local y la nacional.
mente en el d eseo de dar visibilidad o credibilidad al Comencemos con la vocación, con lo cual quiero sign i-
evangelio, pensando que de otra manera no los tendría ficar la actividad que el cristiano ha elegido para la vida .
sino más bien simple y sencillamente en la compasión. Ei Con frecuencia h emos tendido a dar la impresión de que
amo: no necesita justificarse. No hace sino expresarse por si un mu ~hacho creyente está realmente interesado en
medio del servicio dondequiera que ve que hay necesidad. cumplir la vo luntad de Cristo indudablemente se dedicará
Luego, entonces, con el vocablo " misión" no indi- a la obra misionera; que si está algo menos entusiasmado
camos todo lo que h ace la iglesia. La expresión " la iglesia qu e en el caso anterior se qu edará donde está y se hará
es la misió n" suena muy bien, pero es una exageración. pastor; que si le falta el espíritu de dedicación necesario
Porque la iglesia es una comunidad que además de servir para h acerse pastor, con seguridad que se hará médico o
adora, y, si bien la adoración y el servicio van juntos, no maestro, mientras que los qu e van a parar a las obras
~en:1~~ ,~e confundirlos. Como hemos visto, la palabra sociales o a los medios de difusión o (peor todav ía) a la
mlSlon tampoco cubre todo lo que Dios h ace en el política no están lejos de termin ar en una seria claudi-
mundo. Porque Dios el Creador está permanentemente cació n. Me parece urgente que obtengamos una perspec-
activ? en s~ ?1.undo mediante la providencia, la gracia tiva más equ ilibrada en esta cuestión de la vo cac ión. El
comun y el JUICIO, aparte de los propósitos para los cuales Señor Jesús llama a todos sus di sc ípulos al " ministerio",
mandó a su Hijo, a su Espíritu y a su iglesia al mundo. es decir, al servicio. El mismo es el siervo por excelencia,
Más bien el ténnino "misión" describe todo lo que se le y nos h a llamado a nosotros a que seamos siervos igÜal-
ha encomendado a la iglesia en el mundo. Abarca la m ente. Hasta aquí estarn os segu ros; por lo tanto , si somos
doble vocación de servicio de la iglesia de ser "la sal cristianos hemos de dedica r nuestra vida al serv icio de
de la tierra" y " la luz del mundo". Porque Cristo env(a a Dios y del hombre. La única di fe rencia ent re no sotros
su pueblo a la tierra para ser la sal de la misma, y env(a a radica en la natu raleza del servicio que somos ll amados a
su pueblo al mundo para ser la luz del mismo (Mateo cumplir. Algunos por cierto son ll ama dos a la obra misio-
5 .13-16). nera, a la evangelización o al pastorado , y o tros a las
grandes profesiones relacionadas co n el derech o, la edu-
cación, la medicina y las cienc ias sociales. E n cambio
Consecuencias prácticas otros son llamados al comercio, a la industria o a la
agricultura; a las actividades co ntabl es y bancarias; a las
Para concluir, quizá resulte provechoso considerar cuáles esferas gubernamentales o al parl am ento; a los medios. de
pueden ser las consecuencias realistas de esta orientación comu nicación masiva; mi entra s qu e much as niftas, por lo
en , cuanto .ª _la "misión". Los cristianos evangélicos se demás, descubren su vocació n en las actividades de la casa
estan arrepintiendo en la actualidad del pietismo de an- y en la función de ·madre, sin que les resulte necesario
taño, que nos mantenía aislados del mundo secular, y han
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LA MlS lO N CR IST IANA HOY
LA MISION

encarar al mism o tiempo una carrera independiente. En ordenado, sino conferencias sobre la misión, que desta-
todas estas esferas, y en muchas otras además, es posible quen la amplitud bíblica de la misión divina, la apliquen
que el cris ti ano int erprete crist ianamente su actividad, y al mundo contemporáneo y lanc en un desafío a la juven-
ll egu e a verla al mismo tiempo como algo que no es un tud para que dediquen su vida sin reservas al servicio de
mal necesario (necesario, vale decir, para sobrevivir), ni algún aspecto de la misión cristiana.
tampoco como una posición útil desde la cual evangelizar Hay una segunda aplicación, que se relaciona con la
o reunir dinero . para la evangelización, sino como una iglesia local. Aquí también nuestra t endencia ha sido la de
vo cación cristian a, como la forma en que Cristo lo ha considerar a la iglesia como una comunidad de culto o
llamado a dedicar su vida a su servicio. Más aún, parte de adoración y testimonio, estando su responsabilidad h acia
su ll amado ha de consistir en mantener las normas de la parroquia o el distrito limitada principalmente al testi-
Cristo en lo que se re fi ere a la justicia, la honestidad , la monio evangelizador. Mas si la iglesia local ha sido "en-
dignid;d y la compasión humanas en una sociedad qu e ya viada" a esa zona, así como el Padre envió al Hijo al
no las acepta. mundo, su misión de servicio tendrá que ser más amplia
Cuando una comunid ad se det eriora, la culpa tiene que que la sola evangelización. Desde el momento e? que. ,la
recae r donde corresponde: no sobre la comunidad que va iglesia local en general reconozca y acepte esta dunen s1on
de m al en peor, sino sob re la iglesia que no cumple su más plena de su responsabilidad estará lista para hacer
fun ció n de sal para de tener el deterior.o. La sal sólo suya una verdad adicional. Si bien todos los cristianos
resulta efectiva cuando impregna toda la sociedad, sólo son, en términos generales, llamados a ambos tipos de
cuando los cristianos vuelven a aprender que los llama- servicio, a dar t estimonio de Cristo y a hacer de un buen
mientos divinos son sumamente variados, y sólo cuando samaritano cuando se presenta la oportunidad, no todos
so n muchos los qu e p enetran profundamente en la so- los cristianos son llamados a dedicar su vida a ambos
ciedad secular con la mira de serv ir a Cristo en su seno. aspectos o a dedicar todo su tiempo libre a ambos. Re-
Co a este propósito pienso, personalmente, que sería sulta claro que es imposible que todos h agamos todo lo
sumamen te positivo que se designasen orientadores voca- que requiere atención. Por ello tiene que haber especiali-
cionales cristianos qu e pudiesen visitar las escuelas, cole- zación de conformidad con los dones y el llamad o de
gios, universidades e iglesias, no solamente con el fin de Cristo. No cabe duda d e que algunos miembros de la
consegu ir candidatos para el past orado, sino también para iglesia local tienen el don de la evangelizació n y que son
demostrar a la juventud que existe una apasionante varie- llamados a ella. ¿Podemos, sin embargo, afirm ar con la
dad de oportunidades a su disposición en el día de hoy misma convicción que lo s dones y el llamado de Cristo
para servir a Cristo y a los demás seres humanos. Igual- encaminan a otros en dirección a lo social? ¿Estamos
mente me agradaría que hub iese en form a regular confe- ahora en condiciones de liberarnos de la esclavitud (por-
rencias para orientac ión vocacional, no solamente confe- que e·s eso justamente), impuesta por los homb res, que
rencias misioneras, que acuerdan prioridad absoluta al supone que todo cristiano realmente dedicado ha de de-
misior¡ero transcult ural, o conferencias para el ministerio, dicar todo su tiempo libre a alguna empresa concebida
qu e se dedican a realzar las actividades del pastorado para ganar almas? ¿Acaso no resulta evidente que la doc-

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. ._,,~ ...........
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•'
LA MISION CRISTIANA HOY LA MISION

trina bíblica del cuerpo de Cristo, con diversos miembros parroquiales que se pudiese establecer algún tipo de red
capacitados por el Espíritu para cumplir distintas fun- nacional. En este momento en muchos países existen
ciones, debiera ser suficiente para proporcionar este mar- organizaciones nacionales para la obra juvenil, para las
gen más amplio de libertad? misiones al exterior, para tareas de auxilio y desarroll o
U na vez que este principio ha sido aceptado, tendría (también en el exterior), como para unas cuantas activi-
que ser posible que en toda congregación haya grupos de dades adicionales -pero no para la misión en el sentido
cristianos conscientes .de su responsabilidad que se nucleen amplio. •
y formen una serie de "grupos de estudio y acción". Por De esta red de grupos locales se me ocurre que podrían
ejemplo, un grupo podría concentrarse en la actividad de surgir uno o dos grupos centrales influy entes. Hoy en día
hacer visitas casa por casa, otro dedicarse a la penetración se oye mucho acerca de la "alienación", no sólo en el
evangelizadora de algún sector particular no alcanzado sentido económico clásico desarrollado por Marx, sino .en
(por ejemplo algún club juvenil, una escuela o colegio, un el sentido más general de impotencia. Jimmy Reíd, el
bar o café), otro a entablar relaciones comunitarias con dirigente de los estibadores, de orientación marxista, que
inmigrantes, otro a crear una asociación para la vivienda a fu e designado rector de la Universidad de Gl asgow en
fin de ayudar a los .que no tienen, otro a visitar a los 1972, se refirió a esto en el discurso que pronu nció al
ancianos o a los enfermos, o a ayudar a los incapacitados, hacerse cargo de sus funciones: " Alienación es el grito de
mientras que otro podría encarar cuestiones ético-sociales los hombres que se sienten víctimas de las ciegas fu erzas
o político-sociales más amplias, tales como el aborto (si económicas más allá de su control. .. la frustración de la
hubiera una clínica para este fin en la zona) , las relaciones gente común que está excluida de los procesos en que se
laborales ( si se trata de una parroquia industrial) o asun- toman las decisiones." Y es cierto. Muchas personas se
tos relativos a la libertad y la censura (en casos donde los , sienten esclavos impotentes dentro del "sistema" . Pero los
1

negocios pornográficos o los cinematógrafos constituyen .¡


cristianos no tienen por qué unirse a este espíritu de
una ofensa para el vecindario). Con toda intención he i impo tencia. Estoy de acuerdo con Barbara Ward , quien ,
empleado la frase "grupos de estudio y acción", porque en lo que fue para mí el discurso más brill ante de Upsala,
los cristianos tenemo s una tendencia a pontificar desde dijo: "Los cristianos cabalgan sobre todo el espectro de
una posición de ignorancia, y t enemos que dedicarnos a ¡' las naciones ricas, y por lo tanto constituyen un grupo de

resolver las complejidades de nu estro t ema antes de acon- presión, o pueden constituirlo, de insospec hada im por-
sejar un curso de acción responsable a seguir, ya sea en el tancia.. ." Hablaba particularmente de las posibilidades de
campo de la evangelización o en el de la acción social o . i ayuda para el desarroll o.
en ambos a la vez. .1
'• Si aceptamos este concepto más ampl io de misió n en el
Nuestro tercer ejemplo relacionado con la necesidad de sentido de servicio cristiano en el mundo, que comprende
tomar en serio una comprensió n bíblica más amplia de la tanto la evangelización como la acció n social -concepto
misión nos coloca frente al escenario nacional. Aun cuan- que nos es impuesto por el modelo de la misió n de
do las iniciativas se han de tomar en el orden local, nuestro Salvador al mun do- luego los cristianos podría-
resultaría fo rtalecedor para los grupos de estudio y acción 1
mos, bajo la égida de Dios, hacer un impacto mu cho más

42 ¡ 43
LA MIS ION CRIST IANA HOY

grande en la soc iedad, impacto en proporción con nu estra 11. LA EVANGELIZACION


fue¡za numérica y con las radicales exigencias de la co-
misión de Cristo.

La palabra "misión", según lo qu e he sugerido hasta


ahora, tiene un sentido global, ya que abarca todo lo que
Dios quiere que su pueblo haga en el mundo. Por lo tanto
incluye la evangelización y la respo nsabilidad social, dado
que ambas son expresiones aut énticas del amor que anhela
servir al hombre en su necesidad.

La prioridad de la evangelización

No obstante, creo que tenemos que estar de acuerdo con


la afirm ac ión del Pacto de Lausana de que "En la misión ,
de la iglesia, que es misión de servicio sacrificado, la
evangelización ocupa el primer lugar" (párrafo 6). Los
cristianos tendrían que sentir compas ión y un agudo dolor
de conciencia frente a la opresión de otros seres humanos,
o cuando se descuida a éstos en cualquier sentido , ya sea
que lo que se les niega sea libertades civiles, respeto en lo
racial, educación, atención médica, ocupación, alimenta-
ción adecuada, vestido o vivienda. T odo lo que tienda a
.. menoscabar la dignidad hum ana tiene que resultamos
ofensivo. Pero, ¿existe algo más dest ructivo de la dignidad
humana que la alienación de Dios como consecuencia de
la ignorancia o el rech azo del evangelio ? ¿Cómo po demos,
además, sostener seriame nte que la lib eració n política y
económica sean igualmente importantes que la salvación
eterna? Ambas realidades constituy en por cierto un desa-
fío al amor cristiano. Pero escuchemos al apóstol Pablo
cuando escribe con solemne énfasis ace rca de su preocu-
pación por sus compatriotas, los judíos: "Verdad digo en

44 45
'\
'

LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELlZACION

Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el desde hace mucho tiempo, sea completamente eliminado.
Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor Su plan de trabajo, para ser adecuado, debe proveer para
en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, la evangelización de toda esta multitud."
separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que· son Después de la II Guerra Mundial el obispo anglicano
mis parientes según la carne" (Romanos 9.1-3). ¿Cuál era Stephen Neill fue uno de los que procuraron que l~
la causa de su angustia? ¿El que habían perdido la· inde- evangelización constituyera la médula del movimiento
pendencia nacional y se encontraban bajo la bota colonia- ecuménico. En la obra titul ada Th e Church 's Witn ess to
lista de Roma? ¿El que a menudo eran despreciados y God 's Design que se publicó como preparación para la
odiados por los gentiles, boicoteados socialmente y pri· Asamblea de Amsterdam de 1948, en la que el Consejo
vados de la igualdad de oportunidades? De ninguna ma- Mundial de Iglesias se constituyó en forma oficial, escribió
nera. "Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y así: "El problema de la misión de la Iglesia es el punto
mi oración a Dios por Israel, es para salvación" (Romanos crítico del movimiento ecuménico. Si un movimiento ecu-
10.1), y el contexto aclara sin dejar dudas que la "salva- ménico no constituye principalmente una estrategia de evan-
ción" que Pablo deseaba para ellos era su aceptación ante gelización mundial, no es, en consecuencia, más que un
Dios (vv. 2-4). El hecho de que son muy pocos, si es que interesante ejercicio académico". Philip Potter afirmó ante
los hay, los que sentimos esta agonía .interior, es una el Comité Central del Consejo Mundial en Creta en agosto
indicación de nuestra inmadurez espiritual. de 1967 que el Consejo Mundial de Iglesias estaba obse-
Más todavía, en nuestra inquietud evangelizadora la sionado con dichas palabras. La integración del Consejo
preocupación principal debiera girar en torno a aquellos Misionero Internacional con el Consejo Mundial de Iglesias
que Peter Wagner, de la Fuller School of World Mission y en Nueva Delhi en 1961 tenía como fin hacer que la
del Institute of Church Growth denomina "el Cuarto evangelización ocupase un lugar central en los planes ecu-
Mundo", es decir, esas 2.700 millones o más de personas ménicos, pero no son muchos los que afirmarían que esta
en el mundo no alcanzadas por el evangelio. En relación intención tuvo éxito. Si bien la proclama de Bangkok por
con ellas dice aquí el Pacto de Lausana: "Nos avergon- la que se solicitaba una "moratoria" - o suspensión tem-
zarnos que tantas hayan sido descuidadas; esto es un poraria- tanto de misioneros como de fondos misioneros
continuo reproche para nosotros y toda la iglesia" (párra- fue parcialmente incomprendida, no cabe duda de qu e la
fo 9). Esto es un eco de lo que dijo John R. Mott en impresión que produjo fue la de que el Consejo Mundial
conexión con la gran Conferencia Misionera Mundial de de Iglesias había perdido el entusiasmo, por no decir oti:,a
Edimburgo en 1910. En su libro The Decisive Hour of cosa, por la tarea misionera de la iglesia. El Pacto de
Christian Missions, escrito antes de salir de Edimburgo y Lausana mismo afirmaba que "la reducción del número de
también, desde luego, antes de que la euforia de Edim- misioneros y de fondos procedent es del exterior puede ser
burgo se viniera abajo cuatro años más tarde por la 1 a veces necesaria", pero agregaba que los únicos motivos
Guerra Mundial, Mott se refirió a los millones de no para tomar un paso tan drástico serían los de "facilitar en
cristianos en el mundo en los siguientes términos: "Es un país ya evangelizado el crecimiento de la iglesia na-
deber de la iglesia asegurarse que este reproche, evidente cional en autoconfianza y para desplazar recursos a otras

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LA MlSlO N CRISTIA NA HOY LA EV ANGE LIZACION

áreas no evangelizadas". No sería con el fin de reducir la " evangelizado'', es decir, necesita oír, un oír mejor, las
esfera de acción de la obra misionera. Por el contrario, buenas nu evas. Ralph Winter, otro miembro del personal
-continuaba-, " Debe haber un libre intercambio de misio- docente de la School of World Mission del Seminario
ne ros de todos los continentes a todos los continentes en Fuller, ha hecho una distinción entre tres tipos de evange-
un espíritu de servicio humilde" (párrafo 9). lización: evangelización "E-1 '', " E-2" y "E-3". La evan-
gelización tipo E-1 se refiere al que se relaciona con el ..
acto de compartir el evangelio con otras personas que
El significado de la evangelización hablan la misma lengua y pertenecen a la misma cultura
que uno mismo. La evangelización tipo E-2 es la que •
Si aceptamos el carácter prioritario de la evangelización, procura alcanzar a gente de lengua o cultura similar a la
¿cómo hemos de definirla? En pocas palabras euange- nuestra, mientras que la evangelización tipo E-3 tiene que ..
lizomai significa traer o anunciar el euangelion , las buenas ver con actividades transculturales (Let th e Earth Hear
nuevas. Dos o tres veces en el Nu evo Testamento se la His Voice, tomo oficial del Congreso de Lausana 1975
emplea en relación a las noticias comunes, casi podría pp. 215-2 16). Se trata de una diferenciación útil, 'que to-'
decirse " seculares" , como cuando el ángel Gabriel le ma en serio el factor cultural. Pero notemos que Winter
contó a Zacarías las buenas noticias de que a su mujer acertadamente designa a los tres tipo s como actividades
Elisabet le iba a nacer un rujo (Lucas 1.19), y cuando de " evangelización".
Timo teo le trajo a Pablo las buenas nuevas de la fe y el En segundo lugar, la evangelización no debe definirse
amo r de los t esalonicenses (1 Tesalonicenses 3.6). General- en función de los resultados, porque no es así como se
mente, sin emb argo, el verbo se emplea para hacer refe- emplea el vocablo en el Nuevo Testament o. Generalmente
renc ia a las buenas nuevas cristianas. Es la proclamación el verbo se encuentra en la voz media en griego. Ocasio-
del evangelio lo que co nstituye la evangelización, y este nahnente se lo usa en form a absoluta, po r ejempl o " allí
hech o nos permite co menzar afirmando negativamente lo evangelizaban", con el significado de "allí predicaban el
que no es la evangelización. evangelio" (H echos 14.7 ; cf R omanos 15.20). General-
P rimero,. la evange lización no debe definirse en fun ción mente, sin embargo, se agrega algo. Algunas veces se trata
de los que reciben el evangelio, aunqu e desde lu ego que se del mensaje que predicaban, por ejempl o: " iban por todas
supone que se rá n lo suficientemente " no cristianos" como partes evangelizando la palab ra" (H echos 8 .4), mientras
para necesita rlo. Estaba de mo da hace algunos años haée r que Felipe en Samaria "evangelizaba lo relativo al reino
una dis tinció n entre " misión" y " evangelización" diciendo de Dios y el nombre de Jesucristo" (H echos 8 .12 ). A
que la misió n estaba dirigida a quienes no habían escu- veces, sin embargo, lo que se agrega es una referencia a la
chado el evangelio antes, mientras qu e la evangelización se gente a quien se le predicaba o el lugar donde se lo hacía.
ocu pa de los que se encuent ran dentro del marco de la Por ejemplo, los apóstoles "evangelizaron" muchas pobla-
cristiandad. Pero no es así - todo el que no hay a nacido ciones de los samaritanos y F elipe "evangelizaba en todas
de nu evo en Cristo, sea que hay a escuchado el evangelio o las ciudades" a lo largo de la costa palestina (Hechos
no , incluso sea qu e se haya bautizado o no, nec esita ser 8.25, 40). No se hace mención alguna en dichos versículos

4.8 49
LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

a la forma en que fue recibida la palabra que fue " evan- 1954 se refirió a la evangelización como el acto de " llevar
gelizada" - si fue aceptada o no, o si los habitantes de personas a Cristo como salvador y Señor para que com-
los pueblos y villas "evangelizados" se convirtieron. partan su vida eterna". Pero la evangelización no consiste
"Evangelizar" en el uso que le da el Nuevo Testamento en convertir gente, ni en ganarlas, ni en llevarlas a Cris1o,
no significa ganar conversos, como es el caso generalmente si bien éste es el primer objetivo de la evangelización. La
cuando usamos la palabra nosotros. La evangelización con- evangelización consiste en predicar el evangelio. ~
'" siste en anunciar las buenas nuevas, cualquiera sea el J. l. Packer en su ensayo Evangelism and the Sove-
resultado. reingty of God (IVP, 1961), ha crit icado con justa razón
Los lectores tendrán presente que el famoso lema del la famosa definició n de evangelizac ión qu e formulara pri-
Movimiento Estudiantil Voluntario -"la evangelización meramente en Inglaterra en 191 9 la "Comisión Arzo bispal
del mundo en la generación actual" - fue criticado justa- de Investigación de la Tarea Evangelizadora de la Iglesia" .
mente por esta razón. Gustav Wameck lo atacó en la IX Comienza así: "Evangelizar consiste en presentar en el
Conferencia Continental para las Misiones, celebrada en poder del Espíritu Santo al Señor Jesuc risto de tal manera
Bremen en mayo de 1897, afirmando que se trataba de que los hombres habrán de poner su confianza en Dios
un pronóstico ingenuamente optimista y humanamente mediante él. .. " Packer llama la atención a la forma •en
jactancioso de que el mundo habría de ser ganado para que está expresada la idea: "presentar al Señor Jesucrist o
Cristo en esa ge neración. Pero John Mott salió en defensa de tal manera . .. que los hombres habrán de poner . .."
del lema. Sostuvo que " la evangelización del mundo" no Esto equivale a definir la evangelización en fun ción del
significaba su conversión ni su cristianización, que no éxito. Pero evangelizar no consiste en predicar de tal
alentaba la predicación superficial y que no debía consi- manera que ocurra algo. "La fo rma de saber si estamos
derársela como una profecía (Th e Evangelization of the realmente evangelizando no es la de preguntarnos si sa-
World in this Generation , por John Mott, 1901, citado bemos de conversiones que hayan sido el resultado de
por Hans Hoekendijk en la International R eview of Mis- nuestro testimonio. Consiste más bien en preguntarnos si
sions, NO 233, p. 26). Como lo expresa William Richey estamos dando a conocer fielmente el mensaje del evan-
Hogg en su Ecumenical Foundations (Harper, 1952), el gelio" (p. 41 ). Agrega Packer que " los resultados de la
lema constituía "un llamado a la obligación, no la pro- predicación no dependen de los deseos y las intenciones.de
fecía de un hecho" (p. 88). los hombres, sino de la voluntad de Dios Todop oderoso".
No obstante, varias definiciones de la evangelización Naturalmente que nuestro obje tivo es que sz' ocurra algo,
han incluido abiertamente una referencia a la conversión. es decir, que la gente responda y crea. Por eso es que les
Kagawa dijo que "la evangelización significa la conversión "rogamos en nombre de Cristo: R eco nciliaos con Dios" (2
de gente de la mundanalidad a una santidad semejante a Corintios 5 .20). Al mismo tiempo debemos ·tener éuidado
la de Cristo". William Temple dijo que "la evangelización de no confundir un objetivo (l o que queremos qu e ocu-
consiste en ganar hombres que . acepten a Cristo como su rra) con una consecuencia (lo que realmente ocurre). Si
Salvador y Rey, a fin de que se entreguen a su servicio en queremos ajustarnos a lo que establece la Biblia, debemos
la comunión de su Iglesia" . La Asamblea de Evanston en insistir en que la ese ncia de la evangelizació n radica en la

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LA MISION CRIST IANA HOY LA EV ANGELIZACION

fiel proclamación del evangelio. Indudablemente que se claro que él estaba convencido de que era " poder de Dios
hace con la mira de persuadir. No somo s indiferentes a los para salvación" (Romanos 1.14-16).
resultados. Anhelamos que la gente se convierta. Pero
sigue siendo evangelización, sea que logremos persuadir a
l,ll gente que acepte e l evangelio o no. Volveremos a ¿Hay un evangelio neotestamentario?
referirnos a esto de la "persuasión" más adelante.
E n t ercer luga r, la ev angelización no ha de definirse en ¿Qué es, por lo tanto, el evangelio del Nuevo Testa-
fun c ión d e los m étodos. Evangelizar consist e en anunciar mento? Antes de estar en condiciones de conte star esta
las buenas n ue vas, cualquiera sea la fo rma de hac erlo. pregunta deb emos resolver d os problemas preliminares.
Consiste e n dar a co no cer las buenas nuevas, sea como Prime ramente, ¿hay realmente un sólo evangelio neotesta-
fu ere. E n dive rsos grados podemos evangelizar oralmente mentario? ¿No será, por el co ntrario, que h ay muchos?
(y a sea a individuos, grupos o multitudes) ; por medio de Es bien sabido que la escuela de Tubinga del siglo pasado
la p alabra esc rita , pi ctóricamente o en la pantalla; por basaba buena parte de su interpretació n del Nuevo Testa-
medio de una obra de teatro (sea que la obra se refiera a mento en un supuesto desacuerdo fund amental entre
algo imaginado o real ) ; me diante las obras de amor (Ma- Pedro y Pablo; y en épo cas más recientes la tendencia de
teo 5 .1 6) ; m edia nte un hogar cristrocéntrico ; mediante ciertos est udiosos los ha llevado a descubrir una cantidad
una vid a transformada; y hasta mediante el entusiasmo de puntos de vista, todos los cuales está n en cierta medida
prác ticamente ina rticul ado acerca de J esús. Con todo, en desacuerdo entre sí.
desde que la evange lización es fundamentalmen te un Por cierto que el Nuevo Testamento no nos presenta
anuncio, se hace necesaria alguna medida de verbalización un evangelio est ereotipado, rígido e inflexible. Hay claras
para qu e el co ntenido de las buenas nuevas pueda co- diferencias en cuanto a lo que destaca cada escritor - que
munica rse con cier ta precisió n. se deben a su propia formac ión y temperamento, o a la
Después d e estas co nsideraciones de carácter negativo , reve lació n del Espíritu Santo- , de tal suerte que el após-
volvamos a la aseverac ión afirma tiva de que la evangeli- tol Pablo se atreve a hablar acerca de "su evangelio"
zación puede y deb e definirse únicamente en función del cuando se refiere al "misterio" que le fuera revelado a él
mensaj e. P or ello la eva ngelización bíblica hace indispen- privadamente.
sable el evangeli o bíblico . Nada hay que ob staculice más En alguno s casos hay que co nsiderar también el desa-
hoy en día fa eva ngelizac ión qu e la dinfundida falta de rroll o histórico, incluso en el mismo escritor, de modo
confianza en la ve rda d , la relevancia y el poder del evan- que lo que Pablo escribe en sus últimas cartas es eviden-
gelio. C uando deja de ser bu enas nu evas que provienen de temente dife rente de lo que escribe en las primeras. Ade-
Dios y se transforma en cambio en "rumo res acerca de más, las circunstancias dife rentes requieren tratam iento
Dios" (Peter Berger, R umor de Angeles, Herder, 1975) no diferente. Los apóstoles encaraban las cosas según la situa-
podemo s en realidad esperar que la iglesia exhiba mayor ción, es decir "situacionalmente", o sea con una reacción
entusiasmo po r la evangelización. Pablo dij o qu e estaba sensible a cada c ircunstan cia part icul ar. E l sermón de
" deseoso" de predicar el eva ngelio en Roma. Pero está Pablo en la sinagoga de Antioquía difiere conside-

52 53
LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

rableme nte del discurso que dio en al areópago de Atenas; poco podemos negar que, a fin de comprender la revela-
su carta a los romanos es muy distinta de las que mandó ción, tenemos que ubicarnos m entalmente en dicha cul-
a los corintios. No obstante, después de h acer lugar a tura . Pero el hecho de que Dios se nos diera a conocer en
todas estas variaciones, y a pesar d e toda esa rica dive r- b ase a una cultura particular no nos da un justificativo
sidad de formulaciones teológicas que encierra el Nuevo para r echazar la revelación, sino más bien un principio
Testame nto, no hubo más que una tradición apostóliGa adecuado m ediante el cual interpretarla, ad em ás de la
básica en cuanto se refiere al evangelio mismo. Pablo solemne responsabilidad de reinterpretarla en t érminos ~ig­
insiste en la carta a los Gálatas que los apóstoles de nificativos para nuestra propia cultura. Pero no hay más
Jerusalén le habían dado "la diestra en señal de compañe- que un evangelio, y en esencia el mismo jam ás cambia.
rismo", y como demostración de su reconocimiento de la Permítaseme decir algo más en cuanto a revelación y
misió n y el lenguaje paulinos (Gálatas 1, 2; esp. 2.9). En cultura. Vengo sosteniendo qu e la evangelización ha d e o·

estos mismo s capítulos afirma vehementemente que no d efinirse en función del mensaje qu e compartimos con
hay otro evangelio, e invoca la maldición divina sobre otros. \T enemo s buenas noticias que comunicar, de mGd o
cualquiera, sea ángel o apóstol - incluyéndose también él- que si ha de haber evangel ización, tiene que h aber comu-
que pretendi ese predicar un evangelio diferente. Más tar- nicación - verdadera comunicació n entre esa antigua reve-
de , e n 1 Corintios, d espués de sintetizar el evangelio y de lación y la cultura moderna. Esto quiere decir qu e nuestro
enumerar las apariciones de J esús posteriores a la re surrec- m ensaje tiene que ser al m ismo t iempo fiel y contempo-
ción, concluye diciendo: " Porque o sea yo o sean ellos, ráneo. En primer lugar tiene que ser fiel - fiel , se entien ·
así predicamos, y así. habéis creído" (1 Corintios 15 . 11). de, a la Escritura. Primero y principalmente , tomamos
Este conjunto de pronombres personales - " yo", " ellos", nuestro mensaje de la Biblia y no de algun a situación
y lo s pronombres tácitos "nosotros" y "voso tros" - re- existenciaJ. .·.Visser' t Hooft, en un artícul o intitulado "La
sulta impresionante. Es una afirmació n de que él y los evangelización en el contexto neo-paga no" se ex presa así :
apóstoles de J e rusalén estaban de acuerdo en cuanto al
No creo que se describe la evangelización ad ecuadamen te cuan-
evangelio; que todos los ap ósto les lo proclamaban po r do d ecimos que responde a los int erroga n tes qu e se e,.stán
igual, y que la iglesia cristiana toda lo recibió y lo crey ó. planteando los ho mbres, por p rof undo s que sean dichos inte-
Hay un solo eva ngelio. rrogantes. Porque la evangelizació n consiste en primer término
La segunda cuestión preliminar a resolver es si ese en transmitir lo que Dios plantea al hombre. Y d icho pl an teo
evangelio neotestamentario único tiene carácter transitorio gira en torno a si estamos dispuestos a aceptar a J esucristo
como el solo y único Seño r d e la V ida (!nternational R eview
porque estaba culturalmente condicionado, o si tiene vi- of Mission, tomo LXJII, Nº 24 9 , e nero 1974 , p. 84 ).
gencia permane nte. Es un hecho innegab le que en los
propósitos divinos la revelación d e Dios alcanzó su culmi- Pero sigue diciendo que deb emos " tratar de relacionar
nación en el siglo I d. d e C., e n Cristo y en el testimonio el planteo divino con la situació n existe ncial d e los hom-
apostólico sob re C risto, y, por consiguiente, en lo que b re!: y demostrar que en la medida en qu e ellos respo nden
para nosotros constituye una antigua cultura con una al planteo de Dios encuentran al mismo t iempo la res-
m ezcla de ingredientes h ebreos, griegos y romanos. Tam- puesta a sus m ás profundos interrogant es" .

54 55
LA MlSlON CRl STIA A HOY LA EV ANGELIZACION

Ahora bien, resulta relativament e fácil se r fieles si no notable 'coincidencia' entre los dos. Todas las reco nstruc-
tratarnos de se r co ntempor áneos al mismo tiempo, como ciones posteriores están en deud a con C. H. Dodd, y se
también es fácil ser contemporáneo si no nos interesa verá fácilmente que yo no he h echo más que mezclar las
man tene r la fide lidad al mensaje. Lo que resulta difícil es mismas cartas, con el agregado d e algunas que él omitió
la búsqueda de una combinación aceptable de verdad y inadvertidamente.
i;.e levancia. Mas no hay otro modo de encontrar una salida Todos concuerdan en que , en una sola palabra, Jesús
que nos libere de una insensible lealtad a las fórmulas y constituye las buenas nu evas de Dios. En el día de Pente- "
contraseñas, por un lado, y de una desleal traición a la costés, después de citar a Joel, Pedro dio comienzo a su
revelac ión d e Dios por otro. " La verdad y la oportu- discurso diciendo: "Varones israelitas, oíd es tas palabras:
nidad" (para citar al obispo anglicano Phillips Brooks) Jesús . . ." (Hechos 2.22). Su primera palabra fue Jesús, y
dan curso a la comunicación, y sin comunicación no hay · ella debe ser nuestra primera palabra también. Cristo Jesús
evangelización, no ha y un real compartir de las buenas es el todo - cuerpo y alma- del evangelio. Cuando Felipe
nu evas. se sentó a la par del etíope, se nos dice literalmente que
Volvemos ahora a la pregunt a inicial: ¿Cuál es ese "le evangelizó a Jesús", es dec ir, compartió con él las ~
evangelio neotestamentario ú nico e inalterable? ¿Podemos, buenas nuevas acerca de Jesús, " le anunció el evangelio de
además, al enu nciarl o, indicar todo su vigo r contempo- Jesús" (H echos 8.35). De igual mo do Pablo comenzó su
ráneo? La primera respuesta, y la mejor, sería decir que gran manifiesto a los romanos describiéndose a sí mismo
toda la Biblia constituye la buena nu eva de Dios en toda como quien fue ". . . apartado para el evangelio de
su sorprendente relevancia. " Biblia" y "evangelio" son Dios. .. acerca de su Hljo, nuestro Señor Jesucristo" (Ro-
términos casi intercambiables, desde que la función prin- manos 1.1-4). Debemos estar profundamente agradecidos
cipal d e la Biblia en toda su extensión y en toda su por el hecho de que la personalidad de Jesús mantiene su
amp litud es la de dar t estimonio acerca de Jesuc risto. Con poderosa influencia sobre el pensamiento de los hombres.
todo, la revelación divina registrada en la Escritura ha sido Los hindúes, los musulmanes, los revolucionarios marxistas,
sintetizada para nuestro beneficio en las buenas nu evas los judíos ortodoxos y la contracultura juvenil de occidente
que proclamaban los apóstoles. ¿Cuál es esa síntesis? - todos se sienten fascinados por él ; nadie puede escapar a
Ya hace cuarenta años que C. H . Dodd pronunció tres su hechizo.
conferencias en el King's College de Londres, conferencias Pero, ¿cómo presentaban . a Jesús los apóst oles? La
qu e fueron luego publicadas bajo el t ítulo La predicación buena noticia que proclamaban contenía por lo menos
apostólica y sus desarro llos (Fax, 1974). La distinción que cinco elementos.
hizo en tre kerygma y didaqué, entre la proclamaCión del
evangelio y la instrucción ética de los conversos, se ha
hecho muy conocida. Lo mi smo ocurre con su reconstruc- Los acontecimientos evangélicos
ción del kerygma, tal como lo predicaba Pablo y tal como
está contenido en los discu rsos que se atribuyen a Pedro E n primer lugar estaban, desde luego, los acontecimientos
en los Hechos, y su reconocimiento de que existe una del evangelio. Porque ciertas "cosas" hab ían " acontecido"

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LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION


en Jerusalén delante de ellos (Lucas 1.1; 24.14, 18), que na- como hechos significativos, como actos salvíficos. Pablo
die podía negar. En especial, que Jesús de Nazaret había sido tenía claro el concepto de que "Cristo murió por nuestros
crucificado y que había resucitado. Pablo resume así la pecados" (1 Corintios 15.3 ; cf. Gálatas 1.4) y que fue
tradición evangélica: "Primeramente os he enseñado lo "resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4.25).
que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros peca- Se afirma a veces que, por contraste, el apóstol Pedro no
dos. . . y que fue sepultado, y que rysucitó al tercer tenía aún en los primeros discursos de Hechos una doc-
día... y que apareció ..." (1 Corintios 15.3, 4, 5). Men- trina de la cruz, sino que proclamab a a ésta como si fuera
ciona cuatro acontecimientos - la muerte, la sepultura, la simple historia sin significación teológica. Esta es la posi-
resurrección y la aparición de Jesús. Pero resulta claro que ción de C. H. Dodd, por ejemplo. Mas uno se pregunta si
destaca principalmente dos de ellos, es decir, el que Cristo este autor deja lugar para lo que puede deducirse de lo
murió (y que fue sepultado como prueba de ello), y el que Pedro decía. Primero atribuyó la cruz tanto al " d eter-
que Cristo se levantó de la muerte (y que fue visto como minado consejo y anticipado conocimiento de DioS''
prueba de ello). La aparición daba testimonio de la reali- como a las "manos de inicuos" (Hechos 2.23), y si la cruz
dad de su resurrección, así como la sepultura daba testi- constituía parte de los propósitos divinos, necesariamente
monio de la realidad de su muerte. tenía que tener algún significado. E n segundo lugar, men-
En los discursos que aparecen en Hechos se nota clara- cionó a Jesús como el "siervo" de Dios, lo cual debe
mente también la intención de destacar la resurrección de haber sido una alusión al siervo sufriente que llevó los
Jesús. Unas veces el apóstol Pedro comenzaba con una pecados de muchos (Hechos 3.13 ; 4.27; cf. 8.32 , 33). En
referencia a la vida y el ministerio del Jesús hombre tercer lugar está la sorprendente descripción d e la cruci-
(Hechos 2.23; 3.22; 10.36-39; cf. 13. 23-25), y otras se fixión como acto de "levantar" a Jesús en un "madero"
refería a su exaltación, su reinado y su retorno. Pero el (Hechos 5.30; 10.39; cf. 13.29). Este ejemplo de taqui-
mensaje de Pedro, al igual que el de Pablo, se centraba en grafía apostólica nos lleva a Deuteronomio 21 .23, donde
la muerte y la resurrección de Jesús. Ambos acontecimien- se dice que el hombre que es colga do o levantado en un
tos fueron reales, objetivos e históricos. Con seguridad madero está bajo la maldición de Dios, anticipando de
que la respuesta adecuada al tono existencial de la actua- este modo la doctrina plenamente desarrollada que encon-
lidad no consiste en crear un existencialismo cristiano tramos más adelante en las cartas tanto de Pablo como de
paralelo que desprecie la historia en favor de la expe- Pedro (Gálatas 3.10, 13 y 1 Pedro 2.24).
riencia y que desmitologice la resurrección transformán- Es evidente también que la resurrección fue m ás que
dola en un encuentro subjetivo con la realidad, sino más un hecho histórico. Constituía un a vindicación divina de
bien en ofrecer a la mentalidad moderna que se debate en Jesús. "(Vosotros lo) matasteis - repitió Pedro en va rias
las arenas movedizas de la subjetividad el fundamento ocasiones (Hechos 2.23 , 24; 3.15 ; 5.30, 31)- mas Dio s
objetivo de Jesucristo, .cuya muerte y resurrección consti- (lo) levantó", invirtiendo de este modo el veredicto de los
tuyen sólidos eventos históricos. hombres, arrebatándolo del lugar de mal dició n y exaltán-
Los apóstoles no presentaban la muerte y la resurrec- dolo a la diestra suya como Seño r, Cristo el Salvador
ción de su Señor como hechos históricos meramente, sino (Hechos 2.23, 24; 3.13-15; 5.30, 3 1). ...

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-LA MISION C RISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

Los testigos del evangelio padecer, y se r el primero de la resurrección de los muer-


tos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles" (Hechos
El segundo elemento en el mensaje de los apóstoles lo 26.22, 23).
constituyen los testigos del evangelio , con lo cual me El hecho de darle prominencia a las Escrituras resul-
refie ro a las pruebas a que apelaban para autenticar dicho taba signicativo en otro sentido. Ya que la muerte de
mensaje. Se trataba de comprobación doble , a fin de que Jesús, su resu rrección y el posterior derramamiento del
por la boca de dos testigos quedase establecida la vera- Espíritu, estaban todos relacionados con el cumplimiento
• cidad del testimonio. La primera la constituían las Escri- de las profecías mesiánicas, resultaba evidente que la
turas del Antiguo Testamento. Pablo en su sucinta decla- nueva era había comenzado y que fue Cristo quien le dio
ració n del evangelio recalcaba esto mediante la repetición comienzo. Como lo expresa C. H. Dodd, "El kerygma .:;
( 1 Corintios 15 .3, 4): "Cristo murió por nuestros pecados, paulino ... es una proclamación de los hechos relativos a
confo rme a las Escrituras..." y " resucitó al tercer día, la muerte y la resurrección de Crist o en un marco escato-
confo rme a las Escrituras". Pedro, igualmente, no cesaba lógico que da significación a los hechos" - más todavía,
de citar las Escrituras en sus discursos en Hechos, con el "significación salvadora" .
propósito de demostrar que el Cristo de las expectativas Pero las Escrituras constituyen sólo el primer testimo-
del Antiguo Testamento era Jesús. Resulta indudable que nio de los acontecimientos ; hubo un segundo testimonio:
podemos afirmar confiadamente que los apóstoles apren- la evidencia que proporcionan los propios ojos de los
dieron de Jesús mi smo a relacionar el cumplimiento de las apóstoles. Jesús mismo vinculó el futuro testimo nio apos-
• Escrituras co n su muerte y su resurrección, en parte tólico con el testimonio profético del Antiguo Testamen-
durante su ministerio público, pero especialmente después to, cuando agregó a su referencia a las Escrituras esto
de la resurrección, como nos lo informa Lucas. Jamás otro: "Y vosotros sois testigos de estas cosas" (Lucas
habrían de olvidar sus palabras de que "era necesario que 24.48). Lo volvió a hacer antes de la ascensión : "Me
se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de seréis t estigos" (Hechos 1.8). Ellos sabían que estaban en
Moisés, en los profetas y en los salmos". Luego les abrió una posición especial para dar testimonio de Cristo, no
el entendimi ento para que comprendiesen las Escrituras, y sólo porque habían estado con él "desde el principio" (cf
les dijo: " Así está escrito, y así fue necesario que el Marcos 3.14; Juan 15.26; Hechos 1.21, 22), sino especial-
Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer mente porque habían visto la cruz y el Cristo resucitado
día..." (Lucas 2.44 ss.). Por estas razones los apóstoles con sus propios ojos. Por ello Pedro incluía invariable-
afirmaban que elJos no eran innovadores. No habían in- mente en sus sermone s una referencia al testimonio apos-
ventado el mensaje. Como habría de afirmar Pablo más tólico:
• adelante, cuando se encontraba ante el tribunal de Agrip a:
A este J esús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos
" habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el te~tigos (Hechos 2.32); Matasteis al Autor de la vida, a quien
día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos
diciendo nada fu era de las cosas que los profetas y Moisés testigos (Hechos 3. 15); Y nosotros somos testigos suyos de
dijeron que había n de suceder: que el Cristo había de estas cosas (Hechos 5.3 2) . .

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LA MISION CRISTIANA HOY LA EVANGELI Z AC lO~

Con Cornelio Pedro fue aún más explícito oídos y de lo que han visto con sus ojos. Nuestro testimo- r.
nio siempre será secundario y está supeditado al de ellos.
Y nosotros somo s testigos de todas las cosas que Jesús hizo en De modo que no hay escape de la incesante tarea de los
la tierra de Judea y e n Jerusalén; a quien mataron colgándole estudiosos que procuran defender el carácter fidedigno del
en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se
manifestase; no a t odo el pueblo, sino a los testigos que Dios retrato evangélico de Jesús y restablecer la confia nza de
había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebi- las personas en el testimonio apostólico. Nuestra responsa- .;
mo s con él después que resucitó de los muertos. Y nos mandó · bilidad en la tarea de evangelizar no consiste en crear un
que predicásemos al pueblo, y t estificásemos. . . (Hechos Cristo según nuestro criterio que no responda a las Escri-
10.39-42).
turas, ni tampoco en adornar o manipul ar al Cristo de las
Así, los apóstoles unieron el testimonio de los profetas Escrituras, sino en dar testim onio fiel del solo y único
del Antiguo Testamento y el suyo propio, el que luego Cristo que existe, tal como Dios lo ha presentado ii.
quedó inscripto en las páginas del Nuevo Testamento. mundo en ese testimoruo not ablemente uniforme de las
No es necesario indagar mucho para darnos cuenta de Escrituras del Antiguo y el Nuevo T estamentos.
la importancia de esta doble autenticación para el día
actual. Ya hemos notado la atracción que ejerce la perso-
na de Jesús en nuestros contemporáneos, y que este hecho Las afirmaciones evangélicas
con frecuencia nos proporciona un punto de partida co-
mún. ¿De qué J esús estaba hablando, sin embargo? Hasta En tercer lugar, estaban, y están todavía, las aseveraciones
Pablo en su propio día admitía la posibilidad de que evangélicas. Cuando David Anderson era rector de W yclif~
hubiese maestros que proclamasen a "otro Jesús" que el fe Hall, escribió en 1966 a los exalumno s acerca de una
que él predicaba (2 Corintios 11.4). De la misma manera conferencia en la que se había discutido la enseñanza y Ja
existen muchos Jesuses en el día de hoy. Está el Jesús del predicación de la doctrina. Mu chas personas afirmaban en
mito bultmanniano y el Jesús del revolucionario violento; esos tiempos que "los días del sermón autoritario habían
el Jesús superestrella fracasado y el Jesús payaso de circo. pasado" y que "debemos presentar el Evangelio en térmi-
Frente a estas reinterpretaciones humanas resulta urgente- nos aceptables al temperamento inquisitivo de nuestra
mente necesario recuperar y reinstaurar al Jesús auténtico, época" .
el Jesús de la historia, que es el Jesús de la Escritura.
Pero Basil Mitchell (un fil ósofo d e Oxfo rd) - cont inuaba di-
Esto significa, más aún, que no tenemos libertad alguna ciendo David Ander son- dise nt ía co n este punto de vista.
para predicar a Cristo Jesús según nuestra propia fantasía, Cuando iba a la iglesia, decía él, quería escuchar una voz de
ni t~mpoco según nuestra propia experiencia. Nuestro verdadera autoridad en labios del predicador, y no sólo un
testimonio personal corrobora, ciertamente, el testimoruo mo ntón de proposiciones salpicadas de reservas. La palabra del
de los escritores bíblicos, especialmente el de los após- Señor es palabra de Dios y palabra acerca de Dios: no es
palabra de opinión humana, y el p redicador no está cumplien-
toles. Pero el testimonio de ellos es testimonio primario, do su come tido cuando deja de presentar al pueblo las grandts
porque ellos estuvieron " con Jesús" y lo conocieron, y afirmaciones del Evangelio.
ellos han dado testimonio de lo que han oído con sus

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LA MISION CR ISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

¿Cuáles son, entonces, las afirmaciones del evangelio? Co- La "diestra de Dios" a la cual Cristo "está sentado" es
mo hemos visto , se centran en Jesucristo. Se refieren no sólo por lo tanto, símbolo de su autoridad universal en méri-'
a lo qu e hizo hace más de diecinueve siglos, sino a lo que to a la cual tiene facultad para otorgar bendición y exigir
él es hoy como consecuencia. El Cristo histórico es el sumisión. Veamos primero la bendición. Después de su
1' Cristo contemporáneo. En palabras del Nuevo Testamen- exaltación a la diestra de Dios, recibió " del Padre la
t o , la a~irmación fundamental es la de que "Jesús es el promesa del Espíritu Santo" y derramó sobre su iglesia
Señor". Si confesamos con nuestros labios que "Jesús es esta bendición característica de la nueva era (Hechos
el Señor", escribió Pablo, y creemos en el corazón que 2.33). De conformidad con la profecía de Joel, que según
Dios lo levantó de los muertos, seremos salvos (Romanos Pedro se había cumplido, fue Dios mismo quien había
20.9). En efecto, el propósito para el cual Cristo murió y prometido -"Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne"
... volvió a vivir fu e "para ser Señor así de los muertos como (v. 17). Y no obstante, sabiendo esto, Pedro no titubea en
de los que viven" (Romanos 14.9). Por lo cual Dios ha atribuir el derramamiento del Espíritu a J esús, el que
exaltado a J esús hasta lo sumo y le ha dado un nombre ocupa una posición de supremo honor y autoridad a la
qu e es sobre to do nombre para que d'elante de él se doble diestra del Padre.
toda rodilla y toda lengua confiese que "Jesucristo es el Si desde el trono Jesús derrama bendición sobre su
Señor" (Filipenses 2.9-11). Se trata de una afirmación pueblo, espera también que ellos se sometan a él, que
esencialme nte cristiana, porque nadie puede hacerla si el doblen ante él su rodilla. "Sepa, pues, ciertísimamente
Espíritu · Santo no ilumina su entendimiento (1 Corintios toda la casa de Israel, que a este J esús a quien vo sotros
12.3). crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo" (v. 36).
Pablo insiste en estos versículos en que el señorío o la Estas palabras constituían el punto culminante del sermón
soberanía de Jesús son consecuencia directa de su muerte de Pedro. Tuvieron el efecto de quebrantar el corazón de
y resurrecció n. Pedro enseñó lo mismo en los discursos de sus oyentes y de impulsarlos a exclamar pidiendo orienta-
H echos. Es el J esús que murió y a quien Dios levantó ción par.a saber qué hacer, a lo qu e Pedro les dij o que
quie n está ahora "exaltado por la diestra de Dios" (He- debían arrepentirse. Dios había anulado el veredicto que
chos 2.32, 33 ; 3. 13; 4.11). Esto fue así para qu e se produjeron sobre Jesús, por cuanto ellos lo habían mata-
cumpliese la promesa mesiánica qu e dice "Siéntate a mi do pero Dios lo había levantado. Ahora ellos debían hacer
diestra, hasta qu e ponga a tus enemigos por estrado de tus lo mismo. Debían entregar la totalidad de su vida , tanto
pies" (Salmo 1 J 0.1 ), que no solamente aludía a la obra la individual como la colectiva, al señorío soberano de
terminada del Salvador, y de la que ya descansa, como lo Jesús. Estar en su reino o bajo su dominio equivale a
demu estra el esc ritor de la carta a los Hebreos (Hebreos contar con la bendición t otal, pero al mismo tiempo estar
10.12), sino qu e señala hacia adelante, al triunfo final sujeto a una demanda t otal también.
para el cual se prepara. Pero en esto no hay incerti- De este modo la afirmación simbó lica de que Jesús está
dumbre. Ya ant ic ipadamente Pedro pudo decirle a Cor- "a la diestra de Dios" comprende las dos grandes asevera-
nelio, si bien en un paréntesis, "éste es Señor de todos" ciones evangélicas de que él es Salvador (con autoridad
(Hecho s 10.36). para otorgar salvación) y qu e es Señor (con autoridad

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LA MISION CRISTI ANA HOY LA EVANGELIZACION

para exigir sumisión). Ambos aspectos se unen en el ciones evangélicas a las promesas del evangelio, a lo que
segundo discurso de Pedro ante el Sanedrín: "A éste, Dios Cristo ofrece ahora, y, adem ás, a las prom es.as para quie·
ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para nes acuden a él. Porque las buenas nuevas no se refieren
dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados" (He- únicamente a lo que Jesús hizo una vez (murió y se
chos 5.31). levantó), ni sólo a lo que aho ra es (que está exaltado a la
Más aún, ambas afirmaciones forman parte del carácter diestra de Dios como Señor y Salvador) , sino a Jo que
único y absolutq de Jesucristo. Si se nos pregunta en los ahora ofrece como resultado de todo esto . ¿Qué es lo que
días actuales, días de cultura crecientemente sincretista, ofrece? Hacia el final de su sermón de Pentescostés Pedro
en qué radica el carácter único de Jesús, creo que tendría- le prometió a la multitud, con gra n cert idumbre, que sr'se
mos que resp onder que "Jesús es el Señor" y que "J esús arrepentían y se bautizaban recib irían dos dones gratuitos
es el Salvador". Hablando t eológicamente, dichas afirma- de parte de Dios, a saber, "el perdón de los pecados" y
ciones dan expresión a las grandes doctrinas de la encarna- "el d on del Espírit u Santo" .
ción y la expiación, y en las religiones étnicas no existe El perdó n es un compo ne nte esenc ial de la salvación
nada comparable a ellas. Los ll amados "avatares" ("des- que ofrece el evangelio. El Señor resuc itado h abía man -
censos" o "encarnaciones") del hinduísmo, no sólo no dado que se p redicase " el perdón de p ecados en todas las
cuentan con fundamento histórico, sino que su carácter naciones" en base a su nombre ( Lucas 24.47) ; y lo que
incidental y su pluralidad los alej a de la afirmación cristia- los reformadores han entendido de la sigu iente afirma-
na central de que u na sola vez, y en el marco de la ción: "a quienes remitiereis los pecados, les son rem i-
historia verificable, Dios se hizo h ombre en Jesús. Por tidos" ( Juan 20.23), ha sido siempre que les estaba dicien-
otra parte, las repetidas promesas en el Corán del perdón do que predicasen con seguridad y autorida d las condicio-
de un Alá compasivo y miser icordioso se dirigen todas a nes en que se concedía el perdó n divino . Por cierto que
los que se hacen acreedores - aquellos cuyos méritos han esto es justamente lo que h acían los apóstoles. " Arrepen-
sido pesado s en la balanza de Alá- mientras que el tíos - exclamó Pedro- y convertíos, para que sean borra-
evangelio ofrece buenas noticias de misericordia para los dos vuestros pecados" (H echos 3.1 9). Y a Co rn elio le
que no la merecen. \)~) símbolo de la religión de Jesús es aseguró que "todos los que en él creyeren, recibirán
~ una cruz, no una balanza) El mundo sigue esperando perdón de pecados por su nomb re" (H echo s 10.43). De
escuchar estas afirmaciones'·'evangélicas, y desea escuchar- modo semejante Pablo declaró en la sinagoga de Antio-
las conjugadas en el tiempo presente de modo que le quía que " p or medio de él se os anuncia perdón de
hablen al hombre de ho y. Dichas afirmaciones son éstas: pecados" (Hechos 13.38). Por poco popular que pu eda se r
" J esucristo es el Señor" y " Jesús es el Salvador". este mensaje en el día de hoy , el perdón sigue siendo la
principal necesidad del hombre y parte indisp ensable de
las buenas nuevas. ..
Las promesas del evangelio Pero Cristo nos ofrece más qu e el perdón por nuestro
pasado. Nos ofrece también nueva vida en el present e
En cuarto lugar, nos volvemos lógicamente de las afirma- mediante la regeneración y la presencia del Espíritu Santo

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LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

... en nosotros. Al mismo tiempo el Espíritu es la garantía la crucifixión; ahora deb ían creer en él como Señor,
de nuestra fu tura herencia en el cielo. No debemos sepa- Cristo y Salvador, y expresar su aceptación de él en el
rar las dos promesas evangélicas que Dios ha unido -el bautismo. Porque, si bien el bautismo indudablemente
perdón y la presencia del Espíritu. Ambas cosas pertene- significa más que esto, no puede significar menos. Debían
cen a la "salvació nº', que en la rotunda manifestac ión de hacerse bautizar "en el nombre de Jesucristo". Es decir,
Pedro sólo hay en Cristo J esús (Hechos 4.12). Además, debían someterse humildemente al bautismo en el nombre
ambas form a n parte de la " liberación" que el hombre f de la persona misma a quien anteriormente habían procu-
moderno se afana en buscar. La verdadera libertad va más rado de struir. Nada podría haber indicado con más clari-
"" allá que la li beración de la co nciencia de culpa: compren- dad la realidad de su fe , pública y penitente, en él. Más
de la liberació n del propio yo, de lo que Malcolm Mug- 1 todavía, el arrepentimiento y el bautismo los introducía
geridge llama "el pequeño calabozo oscuro de mi propio en la nueva comunidad de Jesús. No había conversión sin
ego". U na vez que somo s rescatados del sentido de culpa 1 membresía eclesiástica, como demostraré detall adamente
•y del egocentrismo, podemos entregarnos al servicio de en el capítulo 5.
Dios y del hombre. Sólo cuando nos sujetamos a este tipo 1 El orador de Lausana que subrayó con mayor d ecisión
de servidumbre descub rirnos la verdadera libertad . 1
1 la necesidad absoluta del arrepentimiento fue René Padi-
[

¡ lla, de Argentina. Insistió también en la dimensión social


del arrepentirrúento. En la sección de su trabajo presen-
Las demandas del evangelio tado con anterioridad al Congreso, titulada "La evangeli-
zación y la ética del arrepentimiento", escribió: "Esta
En quinto lugar, ll egamos a las demandas o exigencias del nueva realidad (es decir, la venida del Reino) coloca a los
evangelio. Pasamos de lo que Jesús hizo, es y promete, a hombres en una situación de crisis -no pueden seguir
lo que pide de no sotros en el día de hoy. Hemo s visto ya viviendo como si nada hubiese acontecido; el Reino de
que la primera palabra de Pedro, en respu esta a la multi- Dios les exige una nueva mentalidad, una reorientación de
.. tud atribulada por su conciencia, fue "arrepentíos". Esta todos sus valores, arrepentimiento." Además , "el cambio
fu e, tamb ién, su última palabra al concluir su segundo que se impone involucra un nuevo estilo de vida ... Sin
sermón: "Así que, arrepentíos" (Hechos 3. 19). Pablo, por ética no hay arrepentimiento ... y sin arrepentimiento no
lo demás, concluyó su sermón ante los atenienses con la 1 hay salvación." Además, "el arrepentimiento es mucho
afirmación de que Dios "ahora manda a todos los hom - más que un asunto privado entre el individuo y Dios. Es
bres en todo lugar , que se arrepientan" (Hechos 17 .30). la reorientación completa de la vida en el mundo - en
Arrepentirse significaba dar las espaldas a su pecado, y, medio de los hombres- en respuesta a la acción de Dios
en particular, al grave pecado de haber rechazado a Jesús. 1 en Cristo J esús" (Let the Earth Hear His Voice, World-
Su metanoia o "cambio de actitud" consistía, por lo wide Publications, 1974, pp. 128 s.; C. René Padilla, El
tanto, en inv ertir comp letamente la opinión que tenían .1 Evangelio hoy, Ediciones Certeza, 1975, p. 120).
sobre Jesús, y hacer lo mismo con respecto a su actitud De este modo la responsabilidad social se transforma
t
. h acia él. Lo hab (an repudiado y expresaron su rechazo en en un aspecto, no sólo de la m isión cristiana, sino tam-

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LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

bién de la conversión cristiana. Es imposible haberse con- y sumisa a Cristo, y a los apóstoles les hubiera resultado
vertido verdaderamente a Dios (como hemos de ver en el inconcebible el que alguien pudiera creer en Cristo como
próximo capítulo) sin, como consecuencia, convertirnos a Salvador sin someterse a él como Señor. Y a hemos visto
nuestro prójimo. que el que fue ~exaltado a la diestra de Dios es Jesús el
La conversión incluye la fe tanto como el arrepenti- ,. Señor y Salvador. No podemos dividir a este Je sús en
miento. Cierto es que el mandato de Pedro a la multitud partes, para luego responder a u na de dichas partes única-
fue a "arrepentirse" más bien que a "creer". Con todo, de mente. El objeto de la fe salvadora es la persona total e
los que recibieron la palabra de Pedro, se arrepintieron y indivisa de nuestro Señor y Salvad or Jesucristo.
fueron bautizados, se dice pocos versículos más abajo que Una cosa más antes de terminar con las exigencias del
"habían creído" (Hechos 2.44). "Todos los que en él evangelio. No debernos pasar por alto la nota de urgencia,
creyeren, recibirán perdón de pecados" le dijo Pedro a tanto como la de autoridad, con que los apóstoles emitían
Corrielio (Hechos 10.43). "Cree en el Señor Jesucristo y su llamado al arrepentimiento y a cree r. Tenían concien-
serás salvo", le dijo Pablo al carcelero de Filipos (Hechos cia de que no solamente el apercibimiento procedía del
16.31). trono desde el cual reinaba J esús, sino, también, de que
Por lo tanto lo que exige el evangelio es arrepentimien- este mismo J esús volvería como Ju ez. El O íos que "a hora
to y fe y (en público) bautismo. Esto me lleva a mencio- manda a todos los hombres en todo lugar, que se arre-
nar una controversia en ciertos círculos evangélicos. Algu- pientan" ya tenía fijado el día del juicio y había designa-
nos se han esforzado tanto por mantener la doctrina de la do al Juez. Jesús, el mismo que fue muerto y luego
justificación por la fe sola que no se han podido acomo- re sucitó, es ese Juez (Hechos 17 .30, 3 1; cf 3.20, '21 ;
dar a la idea del arrepentimiento. Distinguen netamente 10.42; 13.40, 41).
entre la aceptación de Jesús como Salvador y la sumisión
a él como Señor, y hasta sostienen la noción grotesca de
que insistir en la sumisión, además de la aceptación, es El contexto de la evangelización
distorsionar el evangelio. Pues bien, respeto su sincero
deseo de proteger al evangelio de toda perversión. Y desde La evangelización consiste, por lo tanto, en compartir las
luego que la justificación viene por la gracia sola, en buenas nuevas con otros. Jesús constituye esa buena noti-
Cristo solo, mediante fe sola. Más aún, debemos tener cia. Y la buena noticia acerca de J esús que anunciarnos es
cuidado de no definir jamás la fe en forma tal que le la de que murió por nue stros pecados y fue levantado de
atribuyamos mérito alguno. Todo el valor de la fe radica los muertos, y que, en consecuencia, reina corno Señor y
en su objeto (Jesús el Cristo), no en sí misma. Con todo, Salvador a la diestra de Dios, y tiene autoridad tanto para
la fe salvadora no es una "aceptación de Jesucristo como exigir arrepentimiento y fe, corno para o torgar perdón de
Salvador" dentro de una especie de vacío místico, y sin pecados y el don del Espíritu a tod os los que se arrepien-
ninguna comprensión de lo que significa el Cristo que se ten, creen y se bautizan. Todo esto de conformidad con
ha "aceptado" o de las consecuencias concretas de dicha las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamentos. Pero
aceptación. La fe salvadora es una entrega total, penitente es más que eso. Es precisament e lo que quiere decir con

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LA EV ANGELIZACION

la ex presión "proclamar el Reino de Dios". Po rque en el


cumplimient o de la Escritura el gobierno de Dios ha contra algunas de nuestras formas de evangelización, agre-
irrumpido en la vida de los hom bres mediante la muerte y sivas y poco recomendables. Sin embargo , si -habla~,do
la resurrecció n de Jesús. Este reino o gob ierno de Dios se en general- no debe haber presencia sin proclamacion,
eje rce desde el trono de Jesús, quien concede salvación y tenemos que insistir igualmente en que no debe haber
exige obedienc ia. Estos constituyen la bendición y la proclamación sin presencia. La primera orden del Señor
demanda del Reino . Como lo expresó el mismo Jesús al resucitado no fue a " predicar" sino a " ir"; y el ir por el
.,. conúenzo de su ministerio público: "El tiempo se ha mundo sigrúfica presencia. . . . .
Además, tiene que ser la presencia vlSlble de u~a iglesia
cump lido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos,
y creed en el evangelio" (Ma rcos 1.15). que ofrece un aspecto atractivo. Como lo expreso S~~el
Escobar en el trabajo para el Congreso de Lausana . La
Finalmente, habiendo intentado definir la evangeliza-
iglesia primitiva no era perfecta, per~ , evidentemente era
ció n en función del evangelio, creo que se hace necesario
una comurúdad que llamab a la atencion de los h~mbres
decir algo en relación co n su co ntexto, porque la procla-
debido a la diferencia cualitativa de su forma de vida. El
ma ción del evangelio no puede considerarse como una
mensaje no sólo era escuchado de boca d~ ~os ,,creyentes,
actividad aislada. Hay algo que la precede y hay algo que la
sino que era visto en la forma en q~e vivia? . (L et t~e
sigue. Lo que la p recede pu ede denominarse co n justicia Earth Hear H is Voice, p. 308 ; Pensamzento Cnstzano, Ano
"presencia' ', y lo que la sigue "persuasión". Peter Wagner 2 1 NO 83 diciembre de 1974, pp. 259-277). No puede
en su lib ro Frontiers in Missionary Strategy (Moody, haber evan~elización sin la iglesia. El me~saj e procede de
... 1971 ) ha popularizado lo que llama la "evangelizació n una comunidad que la encarna y que recibe en su seno a
3 -P", que se refie re a las tres palabras que siguen : "pre- quienes lo aceptan. Este h~cho presenta d~ . ~run ediato un
sencia, proclamación y persuasión" (p. 134). Si bien no desafío a la iglesia. Visser t Hooft se refmo en 1949 al
me satisface la id ea de incluir los tres vocablo s en una "efecto de boomerang" de la evangelización :
defin ición estricta de la evangelización misma, con todo
creo que la presencia h a de preceder a la evangelización, La Iglesia que pretende llamar- al orden al mundo es repent~na­
así corno la persuasión ha de segu irla. · mente llamada al orden ella misma. La . pregunta que quiere
La noción de la "presencia cristiana" no h a sido bien lanzar al mundo: "¿Sabéis que pertenecéis a Cristo?" vuelve
como un eco. La Iglesia descubre que no pue~e evangelizar
recibida siempre, porque quienes la defienden han h ablado verdaderamente, que su me nsaje no resulta convincente a me-
a veces de una "presencia silenciosa" o de ·un "silencio nos que se deje transformar y renovar, a me~?s que se trans-
auténtico". No cabe duda de que h ay ocasiones cuando forme en lo que se cree ser (citado por Phihp .Potter ~n su
resulta m ás cristiano estar en silencio que hablar. Pero la discurso de i967 a la Comisió n Central del Co nsejo Mundial de
• intención de Dios es que la presencia cristiana en el Iglesias en Creta).
mundo conduzca a la proclamación del mensaje cristiano La otra es la palabra "persuasión" . Mencioné más arriba
al mundo. Al mismo tiempo tenemos que aceptar con las críticas de J . l. Packer a la definición de la Comisión
vergüenza que la insistencia ecuménica en el sil encio está Arzobispal de la palabra evangelización. P eter Wagner. ha
basada, en parte p or menos, en una justificada reacción criticado ahora la crítica que hizo J. I. Packer, Y qmere

72
73
LA MISION CRISTIANA HOY LA EV ANGELIZACION

insistir en que la persuasión es ella misma parte de la del Cristo histórico y bíblico corno Salvador Y Señor, con la
evangelización. En contestación, tenemos que aceptar, por mira de persuadir a la gente a venir . a .él ?ersonalmen te .Y
cierto, que Pablo describe su predicación evangelizadora reconciliarse así con Dios. Al hacer la uw1tac1on del Eva.ng~ho
no tenemos libertad de ocultar o rebajar el co.sto del d1sc1pu-
con la expresión "persuadimos a los hombres" (2 Corin- lado. Jesús todavía llama a todos los que quieran segmrlo a
tios 5.11), y que muchas veces en Hechos Lucas lo descri- negarse a sí mismos, tornar su cruz e identificar.s,e c~n su nuev¡
be en esta actividad, agregando que muchos fueron "per- comunidad. Los resultados de la evangelizac1on mcluyen. ~a
suadidos". Esto no se discute; pero pretender que la tarea ¡ obediencia a Cristo, la incorporación a su iglesia Y el serv1c10
responsable en el mundo.
de persuadir a los hombres constituye parte de nuestra !

l
definición de la evangelización es confundir la actividad
en sí misma con sus objetivos. Nuestra meta es cierta-
mente la de "presentar a Jesucristo en el poder del Espí-
ritu Santo de tal modo" que se logre persuadir a los t
hombres a que acudan a él en arrepentimiento. El Con-
greso Mundial de Evangelización en Berlín en 1966 decla- f
ró correctamente que "la evangelización es la proclama- t
i
ción del evangelio. . . con el fin de persuadir a los peca-
dores perdidos y condenados a que pongan su confianza ...
en Dios ... " Tenemos esta libertad para manifestar nues-
tro propósito: pero no nos corresponde a nosotros deter-
núnar el resultado. Algunas personas utilizan la palabra
"persuasión" corno si el resultado pudiese asegurarse me-
diante el esfuerzo humano, casi como si fuese otra palabra
para "coerción". Pero no es así. Nuestra responsabilidad
es la de ser fieles; los resultados están en manos del
Todopoderoso Dios.
No creo que pudiera concluir este capítulo en forma
más adecuada que citando el párrafo 4 del Pacto de
Lausana, titulado " La naturaleza de la evangelización":
Evangelizar es difundir las buenas nuevas de que Jesucristo
murió por nuestros pecados y resucitó de los muertos según las
Escrituras, y que ahora como el Señor que reina ofrece el
perdón de pecados y el don liberador del Espíritu a todos los
que se arrepienten y creen. Nuestra presencia cristiana en el
mundo es indispensable para la evangelización; también lo es
un diálogo cuyo intento sea escuchar con sensibilidad a fin de
comprender. Pero la evangelización misma es la proclamación

74 75
111. EL DIALOGO

Hasta aquí he sostenido que la palabra " misión" denota el


... sacrificado servicio que Dios ha mandado a su pueblo a
cumplir en el mundo, e incluye t anto la evangelización
como la acción sociopolítica ; que en el contexto de la mi-
sión concebida en estos términos amplios corresponde a la
evangelización una cierta urgencia , y que por lo tanto, ha de
dársele prioridad; y que "evangelización" significa anunciar
o proclamar las buenas nuevas de Jesús. Esto nos pone ante
la tercera palabra -"diálogo"-, y ante la siguiente cuestión:
¿Cabe de algún modo el diálogo en Ja proclamación de las
buenas nuevas? Es sabido que durante las últimas dos
décadas el concepto del "diálogo con los hombres de
otros credos" se ha convertido en la moda ecuménica, y
... que los evangélicos han tendido a reaccionar en contra en
forma más bien drástica. ¿Se justifica esta reacción nega-
tiva? Después de todo, ¿qué es lo que está en juego?

Puntos de vista extremos

A ambos lados de este debate se han adoptado posiciones


extremas. Los cristianos evangélicos -y a mi juicio con
razón- han recalcado siempre la indispensable necesidad
de predicar el evangelio, por cuanto Dios ha designado a
su iglesia como heraldo de las buenas nuevas. Maryn
Lloyd-Jones ha emitido recien temente un elocuente lla-
mado a la proclamación en su libro Preaching and Prea-
chers (Hodder & Stoughton , 197 1). El primer capítulo se
titula "La Primacía de la Predicación" , y en la primera
página dice el autor: " para mí la tarea de predicar consti-
tuye la vocación más elevada, más grande y más gloriosa a

77

LA MISION CRISTIANA HOY EL DIALOGO

que ~uede ser llamada una persona. Si queremos algo En el otro extremo ha surgido una creciente aversión a
ademas de esto, diría sin vacilación que la necesidad más la predicación, o , por lo menos, hacia la predicación de
urgen te en la Iglesia cristiana en el día de hoy es la de la tipo autoritario o dogmático. Se afirma que la procla-
verdadera predíc_a ción, y como se trata de la necesidad mación es arrogante; que el modo humilde de comunicar
más grande y más urgente de la Iglesia, constituye eviden- es mediante el diálogo. Sería difícil encontrar un defensor
temente la necesidad más grande para el mundo también" más vigoroso de este punto de vista que el profeso r J. G.
(p. 9). Efectivamente, por cuanto el problema esencial del Davies de Birrningham, Inglaterra. En su p equeño libro
hombre es su rebelión contra Dios y su necesidad de Diálog~ con el Mundo (La Aurora , 1967) dice:

salvación, por ello "la predicación constituye la tarea

¡
El monólogo carece enteramente de humildad : da por sentado
principal de la Iglesia" (p. 25). A su apasionada defensa que lo sabemos todo y que solamente tenemos que declararlo,
de la pred~cación Lloyd-J ones ha agregado a veces su pasarlo a los ignorantes, cuando lo q ue necesitamos es ~uscar
desaprobación del concepto del diálogo: 'Dios no ha de juntos la verdad, para que nuestra verdad sea corregida y
ser discutido o debatido. . . Creyendo lo que creemos profundizada en su encuentro con la verdad de. aquellos con
quienes estamos dialogando (p. 37).
acerca de Dios, no podemos, bajo ninguna circunstancia
1
permitir que sea · objeto de discu sión , debate o investí~
gación ... como si se tratase de una proposición filosófica'
(pp. 46, 4 7).
¡

El monólogo es deficiente en apertura (p. 38), mientras
que "el diálogo implica completa apertura" (p. 69). Y
más adelante agrega:
Lo mismo puede decirse del evangelio: el evangeli~ se
presta para la proclamación, no para la discusión amable. Entrar en diálogo de esta manera es n o sólo difícil, sino
Ahora bien , si por 'discusión' entendemos la tarea de los peligroso. Completa apertura significa que cada vez que en;
tramos en diálogo ponemos en juego nuestra fe. Si entro en
hábiles diplomáticos alrededor de una mesa de conferen- diálogo con un budista y lo hago con toda franqueza, debo
cias, cuyo cometido es satisfacer (y hasta aplacar) a todos reconocer que el resultado no puede ser predeterminado, ni
Y cuyo método consiste en llegar a un consenso mediant~ para él ni para mí. El budista puede llegar a aceptar a Jesús
componendas, entonces estoy totahnente de acuerdo con como Señor, pero puede que yo llegue a aceptar la autoridad
del Buda, o aun que los dos terminemos siendo agnósticos. A
Lloyd-J ones. El . evangelio es revelación de Dios que no no ser que éstas sean posibilidades r ea les ninguno de no sotros
~ue~e ser n egociada. Por cierto que podemos discutir su estará totalmente abierto al otro . .. Vivir en diálogo es vivir
s1gmficado Y su interpretación, mientras nuestro. propósito peligrosamente.. . (p. 69).
sea el de comprenderlo mejor nosotros mismos y ·presen-
tarlo en forma más aceptable a los demás. Pero no tene- Por mi parte considero que es ésta una exagerac1on des-
mos d~recho a sentarnos a juzgarlo, o a modificar su medida. Es cierto que una buena predicación cristiana es
contem~o. P?rque el evangelio es de Dios y no nuestro, y siempre dialogal, en el sentido de que capta la atención de
su doctrina tiene que ser recibida y no criticada, tiene que los oyentes y les habla con relevancia. Pero n o es ciertÓ
ser declarada y no discutida. Habiendo dicho esto no qu~ todo monólogo sea manifestación de o rgullo . El evan-
obst~nte, es necesario agregar que, bien entendidos' los gelista que proclama el evangelio no afirma que 'lo sabe
térmmos 'diálogo' y 'discusión' son dos cosas difere~tes. t?do', sino únicamente que le ha sido confiado el evange-
lio. Debemos estar dispuestos también, creo yo, y lo

78 79
LA MISION CR ISTIANA HOY
EL DIALOGO

- sostendré en seguida, a entrar en diálogo. Al hacerlo


aprend.eremos de la otra persona tanto acerca de sus 40.7). Y cuando se dirigía a Israel por medio de los
c~eencias como (escuchando su reacción crítica al cristia- profetas abundaban las preguntas:
nisn:?) acerca de ciertos aspecto s de las nuestras. Pero no Venid luego , dice Jehová y estemos a cuenta.
deb1eramos cultivar una 'apertura' total en la que suspen-
demos ~asta nuestras convicciones respecto a la verdad del ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron
evangelio Y a n~estro compromiso personal con Jesucristo. de r:ní. .. ?
Intentar cumplir esto sería destruir nuestra propia inteo-ri-
dad como cristianos. º ¿Por qué porfías conmigo?

¿No sabéis? ¿No h abéis oído?


Nunca os lo han dicho desde el principio?
- El diálogo en la Biblia

En este diálogo sobre el diálogo quizá debiéramos co-


¿No h abéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?

¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín?


¿Te entregaré yo, Israel?
n:e?_zar c? n una definición. No he encontrado una defi- (lsaías 1.18; Jeremías 2.5, 29; lsaías 40.21 ; O seas 11.8).
rnc1on mas s~nc illa y directa que la que se dio en el
Congreso Nac10 nal Anglicano y Evangélico que se celebró También Jesús, el que cuando niño fue encontrado en
en Keele en 1967 : 'El diálogo es una conversación en la el templo 'se ntado en medio de los doct ores de la ley,
que cada un a de las partes toma en serio tanto al tema oyéndoles y preguntándoles' (Lucas 2.46), durante su mi-
corno a la ~ersona, y desea escuchar y ap render además nisterio público entabló serias conversaciones con indivi-
de hablar e m struir' (párrafo 83). ' duos como Nicodemo y la mujer samaritana y las multi-
A continuaci.ón ~e esta definición resulta importante tudes. Raras veces, si es que alguna vez lo hizo , habló en
no tar que el Dios vivo de la revelación bi'blica entra él tono retórico o impersonal. E n cambio , ya sea en forma
... mismo en diák>go con el hombre. No sólo h abla sino que explícita o implícita, constanteme nte dirigía interrogantes
escuch_a. Hace p reguntas y espera las respuestas. Desde al pensamiento y a la conciencia de sus oyentes. Por
~ue, hizo la pregun ta que retumbó entre los árboles del ejemplo, 'Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué
Jard1n del Edé n - "¿Dónde estás?"- Dios viene buscando hará a a quellos labradores?' (Mateo 21.40). '¿Quién,
a su criatura '('.aída, y haciéndole preguntas. Naturalmente pues, de estos tres te parece qu e fu e el prój imo del que
qu e el acercamien to del ser Infinito al ser finito del cayó en mano de los ladrones? ' (Lucas 10.36). Incluso
Creador a la criatura, del Santo al pecador ha sido ~iem­ después de la ascensión, cuando se reveló a Saulo de
pre un acercamien to en el que él en su gracia se ha Tarso en el camino a Damasco, y el fariseo, postrado y
revelado a. ~í mismo. Con todo, la forma que ha adoptado enceguecid o, parecía al principio estar completamente
su revelac1on con frecuencia ha tomado la forma del aplastado por la visión, Jesús le hizo una pregunta racio-
diálogo. "Ahora ciñe c_omo varón tus lomos", le diJ·o a nal - '¿Por qué me persigues? ' - y le arrancó las siguien-
• Job. "Yo te p regu ntare y tú me contestarás" (Job 38.3: tes contra-p reguntas: '¿Quién eres, Señor?' y 'Señor,

81
...
EL DIALOGO
LA MISION CRISTIANA HOY

¿qué quieres que yo haga?' (Hechos 9.4, S; 22.10). los judíos; escuchando y respondi endo a las objeciones
. ~uando más tarde Saulo comenzó sus grandes viajes que hacían de su mensaje. Se no s informa de. q~e en
~lSlone~os con el nombre de Pablo el apóstol, resulta
Atenas 'discutía' tanto 'en la sinagoga con los JUd1os Y
u:ist~uct1vo t~rnar nota de que algún tipo de diálogo cons-
piadosos', como 'en la plaza cada día con lo~ que con-
t1tuia parte mtegrante de su método. Por lo menos, con currían' (Hechos 17.17). Este es un agregado unporta~te
basta~t~ frecuencia Lucas emplea el verbo dialegomai para
porque demuestra que empleaba su método argumentativo
descnbir un aspecto de su evangelización, especialmente tanto con los gentiles que acertaban a pasar. por ,1ª. plaz_a
corno con los J'udíos en la sinagoga. E n Cormto d1scutia
durante_ el seg~ndo y el tercer viajes. Por cierto que existe J d'
en la sinagoga todos los días de reposo, y persu~ ia a
alguna msegundad en cuanto al significado preciso de este
judíos y a griegos' (18.4), mientras que en Efeso prunera-
verbo. En el griego clásico significaba 'conversar' o 'discu-
mente 'entrando ... en la sinagoga, habló con denuedo
tir' Y se lo asociaba especialmente con la así llamada
por espacio de tres meses, discutiendo y pe_:suadiendo
'dialé_c tica', corno medio de instrucción y persuasión. Fue
acerca del reino de Dios', y luego, por dos anos, estuvo
el ~etodo ~ es~rrollado en fonnas diversas por Sócrates,
'discutiendo cada día en la escuela de uno ll amado Ti-
Platon y Anstoteles. En los Evangelios se lo usa una vez
ranno', quizá hasta cinco horas diarias (19.8-10 ; cf
en relación con la disputa que tuvieron entre sí los após-
toles sobre cuál de ellos había de ser el mayor (Marcos 18.19). .
Pablo también usaba este mi smo método en la predi-
9.34). Con referencia al ministerio de Pablo, dice Gottlob
Schrenk en el Theological Dzctionary de Kittel (Eerd- cación cristiana, porque durante la famosa reunión de
rnans) que se refiere a 'pronunciar conferencias o sermo- 'rompimiento del pan' en Troas, durante la cual el jov¡n
nes religiosos', pero no hace ninguna alusión a la 'discu- Eutico se durmió, con consecuencias casi trágicas, nueva-
sión'. El léxico de Arndt-Gingrich, en cambio, si bien mente se emplea el vocablo dialegomai para describir el
admite que algunas veces significa 'simplemente hablar o discurso de Pablo (Romanos 20. 7, 9). El último ejemplo
predicar' (por ejemplo en Hebreos 12.5),. sostiene que resulta igualmente interesante, p orque encontrarnos a Pa-
se ·u.sa para 'las conferencias que eran susceptibles de blo dialogando con el gobernador Félix, discutiendo con .
termmar en discusión'. El contexto indudablemente su- él en privado 'acerca de la justicia, de l dominio propio Y
giere esto también. del juicio venidero', hasta que Félix se alarmó Y dio
Así vernos que en la sinagoga de Tesalónica, durante término a la conversación (24. 25). R esumiendo , entonces,
tres s~rnanas 'Pablo. . . discutió con ellos, declarando y podernos decir que Pablo incluyó alguna medid~ d~, diá-
exporuendo por medio de las Escrituras, que era necesario logo en la mayor parte, si no en toda, su pred1cac1on a
que_ el Cris~o padeciese, y resucitase de los muertos; y que cristianos como a no cristianos, a judíos y gentiles, ante
Jesus, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.' Luego multitudes y con individuos, en ocasiones formales e tn-
Luc~s a~r~ga: 'Y algunos de ellos creyeron ('fueron per-
forrnales. En realidad, para agregar un versículo final ,
suadidos) (Hechos 17.1-4). Aquí aparecen juntas cinco Pablo parece haber pensado que todos los discípulos de
palabras. - discutir, declarar, exponer, anunciar, persuadir- Jesús habrían de entregarse a un diálo go continuo co n el
que sugieren que Pablo estaba en realidad discutiendo con mundo, porque a los creyentes d e Colosas les recomendó

83
82
LA MISION CRISTIA NA HOY
EL DIALOGO

. lo siguiente : 'Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazo-


nada con sal , para que sepáis cómo debéis responder a toda confianza predijeron el inminente colpaso de las
cada uno' (Colosenses 4.6). Aquí vemos a los cristianos en religiones no cristianas. En su inf? rme oficial so~~e, la
un contac to tan íntimo ' con los de afuera' (v. 5), que conferencia, Temple Gairdner pod1a expresarse .as1_. El
pueden hablarles (palabras con gracia, sazonadas con sal) espectáculo del avance de la Iglesia c ri ~ tiana, siguie.ndo
y contestar sus preguntas. muchas líneas de acción hacia la conquista de las crnco
El tipo d e ' diálogo' que estaba incluido en el ministerio grandes religiones del mundo moderno, revista singular
de Pablo era, no obstante, muy diferente de lo que con interés y magnificencia' (Edinburgh 191 O, p. 1~5). Este
frecuen cia se quiere decir actualmente cuando se usa la espíritu fue bruscamente sacudido por el estallido de la
palabra. P orqu e el diálogo de Pablo era muy claramente Primer Guerra Mundial cuatro años más tarde. En , la
parte de su pro clamación y estaba subordinado a su pro- segunda conferencia misionera (J erusalén 1928) !ª a~mos­
clamació n. A demás, el tema de su diálogo con el mundo fera ya era diferente. Los delegados tenían c_onc1en cia del
-es decir, el tema del Señor Jesucristo- lo elegía siempre crecimiento del secularismo, y hasta sugena;i que pa:a
él mi sm o, y su obje tiv o era siempre la conversión a Cristo. luchar contra este enemigo universal se hacia necesano
Si és te fu era aún hoy el caso , pocos de los que tienen contar con un frente religioso común. .
du das en cua nto al diálogo estarían en desacuerdo con el Diez años más tarde, en 1938, la tercera conferencia
método . Pero co n frecuencia el diálogo moderno de los misionera ecuménica se celebró en Tambaram, cerca de
cristianos co n Jos no cristianos parecería tener más bien Madrás. Su figura central fue el holandés Hendrik ~r~e­
un dej o de incredulidad que de fe, de buscar el aveni- 1:f
mer, cuyo libro The Christian essage in a non-Chnstzan
miento que de proclamar algo. Ya es hora de investigar el World había sido escrito y publicado poco antes de q~e se
argumento en contra del diálogo. Luego procuraré es- reuniese dicha conferencia. En parte bajo la influenc~a. ?e
grimir alguno s argumentos en favor del diálogo verdadero. la dialéctica de Karl Barth, en la que se opo~e. la. relig1on
F inalmente c oncluiré con algunos ejemplos contemporá- a la revelación (entendida aquélla como la relig1os1dad del
.. neos. hombre , y ésta como la ~alabra ~e . Dios).' ~rae~er real-
zaba la idea de que habia una d1scontmu1dad .f~nda­
mental entre las religiones del hombre y la revelacio~ de
La argumentación en contra del diálogo Dios. Rechaz aba tanto las misiones cristianas .agresivas,
por una parte, y , por otra, la noción d~ ~ue Cnsto fuese
El argumen to del cristiano conservador contra el diálogo , el cumplimiento de las religiones no cnstianas ( concep.to
en el sentido de que ra ya en la traición a J esucristo , se popularizado por R. N. Farquhar en Th~ Crown of Hm-
en tenderá mejor históricamente. La Conferencia Misionera du ism (OUP, 1913), y en s~ lugar ~ro.p o ~ia el anuncio del
Mundial de Edimb urgo, en 1910, se llevó a cabo en una evangelio en forma intrans1ge?te, s1 bien de modo. per~ua­
atmósfera de gran optimismo y confianza. No hablo de sivo y atractivo' (p. 302). Hizo un ll amado a la iglesia a
confianza en sí mismos, porque indudablemente la con- tomar nuevamente posesión de su fe 'con todo lo que

- 84 fianza de lo s asistentes estaba en Dios. Sin embargo, con tiene de único, apropiado y potente' , agregando que 'te-
nemos la osadía necesaria para sacar a los hombres de

85
LA MISION CRISTIANA HOY EL DIALOGO

ellas ~es decir, de las otras religiones) y llevarlos a los pies objetiva y la profesión de fe .. .' En esta misma . línea ~e
de Cnsto. Lo hacemos porque creemos que sólo en él está pensamiento está el libro de Raymond Pannikar T e
la salvación plena que el hombre necesita' (citado por Unknown Christ of Hinduism (Darton, L~ngman &
James A. Scherer en su colaboración con la obra Protes- Todd). En esta misma línea John Macqua:r.1e ha pro-
tant Cross-Currents in Mission (Abingdon, 1968, p. 34). puesto el reemplazo de las misiones compet1t1vas (en las
Al término de la Conferencia de Tambaram las negras que los adherentes de diversas religiones, procura~ conver-
Y tormentosas nubes de la Segunda Guerra Mundial y del tirse unos a otros) por una misión comun organizad.a por
n~evo paga~ismo que ésta amenazaba dtsatar, ya oscure- todas las grandes religiones y destinada 'a las desarradas
cian el honzonte, y cuando terminó la guerra y la acti- masas humanas que carecen de amor'. .
vidad ecuménica comenzó nuevamente, el tema del inci- u na de las creencias fundamentales de los estud1os~s
pien~e diálogo entre oriente y occidente que había pro- ecuménicos que piensan y escriben de este modo en el dia
nosticado Kraemer ya había sido retomado por otras de hoy, es la de que Cristo ya es.tá presente ~ n todas
voces. Tanto los teólogos protestantes como los catoli- partes, incluso en otras religione.s .. siendo esto as1, resulta
c?rromanos comenzaron a formular, con sentido muy presu ntuoso que el misionero cnstiano p:~tenda habl~r de
diferente al de Hendrik Kraemer, la relación entre el 'llevar' a Cristo consigo cuando se dm3e a cumplir su
cristianismo y otras religiones. En 1963 H. R. Schlette cometido; lo que hace en primer lugar es ' ~ncon t r~r' _ a
podía escribir que 'cualquiera que determina su modo de Cristo ya presente allí y luego quiz á 'de~cub ri:l o' qu1t~n­
vida individual ético y real sobre la base de un auténtico dole el velo. Algunos, incluso, van ma s all a. No solo
deseo de vivir una vida humana según un orden fundado niegan que los misioneros lleven a Cr~sto consigo, o que_
en la verdad, obtiene salvación' (citado por Carl F. Hallen- puedan ser el medio por el cu al Cnsto se : evela a s1
creutz en New Approaches to Men of Other Faiths, WCC, mismo a los no cristianos; hasta llegan. a st1gen r. que es el
1969, p. 78). En forma semejante, Karl Rahner en su no cristiano quien transmite el mensa.Je d~ Cnsto a los
obra E~tudios de Teolog{a (Ediciones Taurus, Madrid), cristianos. Por ejemplo, durante las discu siones sobre , el
comenzo a popularizar la idea de que el no cristiano diálogo en la Sección II en U psa la, una de. l a~ sec retan as
sincero debiera ser tenido por un 'cristiano anónimo': 'El del Consejo Mundial de Iglesias propuso la s1~u 1 e nt e reda c-
cristianismo no se enfrenta simplemente con un miembro ción: 'En este diálogo Cristo hab la por medio del herm~­
de una religión ex tra-cristiana como un mero no cristiano no corrigiendo nuestro limitado y distorsionado entend1-
sino con alguien que puede, y debe, ser considerado e~ mi~nto de la verdad'. Si esta redacción hubiese sid o as_ep-
este o aquel sentido como un cristiano anónimo'. En tad a el no-cristiano no sólo hub iera sido aclamado como
c~msecuencia, 'la proclamación del evangelio no se limita
'el h'ermano', sino que la única refere ncia a Cristo como el
srrnp~emente a transformar en un cristiano a alguien que que h ab la en el diálogo hubiese ocurrido ~~ ando el no
ha sido totalmente abandonado por Dios y Cristo sino -cristiano le hablaba al cristiano . ¡Esto hubiera vuelto al
que ~:ans~orina a un cristiano anónimo en alguie~ que revés la tarea de la evangelización y hubiese. pre sen t.ad.o el
tamb1en tiene conocimiento de su fe cristiana en lo pro- diálo oo como la pioclamación del evangelio al cnstiano
fundo de su ser dotado de gracia, mediante la reflexión medi~nte el no-cristiano! Afortunadamente, como resul-
86 87
LA MISION C RISTIANA HOY
EL DIALOGO

tado d e la p resió n de los cristianos evangélico s, dicha


redacció n fue m o difica da, quedando así: 'Cristo habla en . ' , (11 18) Resulta evidente, po r lo tanto, q_ue,
... este diálo go, reve lándose a quien es no lo conocen y co- para. vida.
Si , . . .d C rnelio era 'aceptable' a Dios,
. bien en algun senti 0 0 · , ' ru· 'v1·da'
rrigie ndo el conocimiento limitado y distorsionado de ., tn'a' savac1on
1 ·
ante s de su conversion no e i d'torios paganos en Listra
quienes lo co nocen.' No c reo qu e podamos objetar esta E d s sermones ante au i ' . 'd d
fo rmulació n. n sus o , 1 p blo habló acerca de la activ1 a
y en A tenas, el a~osto :1 mundo pagano. Si bien en el
Mas, ¿está presente Cristo en el mundo no-cristiano?
En nuest ra so cied ad crecientemente pluralista, y en esta
providenc~al de D1?~, e~ t das las gentes andar en sus
pasado Dios perm1tio a o ese caso 'no se dejó a sí
época sincre tista , ésta es la cuestión teológica básica que . · ' di1o aun en
propios ~ammo.s , ." , haciendo bien' a todas las gente~,
no p od ern os elu dir. Sería sencillo responder lisa y llana-
mismo sm testlll1odO:º•d l
m ente co n un 's i" o un 'no'. Pero más bien tenemos que especialmente man an o es lluvia ' tiempos fructíferos , ah-
preguntarno s qué es lo que en señaron los apóstoles en mento y alegría (Hechos 1.4.16, ~7]blo agregó que Dios el
cuan to a esta cuestión crucial. Consideraremos sucesiva-
.. m en te l as m a nife stacio nes de Pedro, Pablo y Juan.
P edro co me nzó su serm ón a Cornelio d.e este modo:
Para los filósofos ateruenses . (' ues él es quien da
Creador e~a el su~tentado~o~:;~av:~~sa~) y el Señor de la
a todos vida y ali:.nto y d de los tiempos, Y los
'E n verdad co mpre ndo que Dios no hace acepción de hlstoria ('ha pref1J.ªd~, or t~~os los hombres) con la
e!
personas, sino que en toda nació n se agrada del que le
límites, de su hab1tacion : 'bus uen a Dios, si en alguna
intencion de que todos~~~ hallade'. Porque 'ciertamente
tem e y h ace justic ia' (Hechos 10.34, 35). En base a esta
manera,' p~lpando, ~ue
afirmación alguno s han sostenido que la gente sincera,
de nosotros' ya que, como lo
religiosa y justa se salva, especialmente porque el relato co- no esta leJOS de ca a uno 'en él vivimos, y nos
mien za con la declaración de un ángel a Cornelio de que 'tus habían expresado P?etas' pagqauneos,linaJ·e suyo somos'. El
oraciones' y tu s limosnas han subido para m emoria delante Y somos Y por d
movemos, del conocimiento que e
de Dios' (v. 4). P ero tal deducción resulta inadmisible. resultado de estas ~erdades y ero no era el de que ellos
Declarar qu e el hombre que teme a Dios y practica la ellas tenían los ateruenses, en:p , , b' el de que su
n·os smo m as 1en
justicia le es 'aceptable', no puede tener el significado de
pudieran encontrar ª i t si bien la había
• que es 'aceptado' en el sentido de ser 'justificado'. El idolatría fuera inexcusabled Po~i~~ª.:h~ra manda a todo s
resto del rela to aclara esto. Este hombre sincero, temeroso pasado por alto en el pasa o, se arrepientan' (Hecho s
d e Dios y ju sto, todavía tenía necesidad de oír el evan- los hombres en todo lugar, que
gelio. Además, cuando Pedro contó luego a la iglesia de
17 .22-31). . el mismo Pablo en los
J eru salén lo que ha bía acontecido, mencionó específi- Este bosquejo fue ampliado porAll1' afirma muy clara-
cam e nte la promesa divina a Cornelio en cuanto a su . 't los de Romanos. · . ·
prlll1eros cap1 ~ . . ace rca de Dios y del b1en
p ropio papel: 'él te hablará palabras por las cuales serás mente el conoclll1ientop umversalarte 'las cosas invisibles de
salvo tú' (H echos 11.14). Y la reacción de la iglesia de en el mundo pagano. o~ u~a pe hacen claramente visibles
Jerusalén ante el rela to de Pedro fue ésta: ';De manera él, su eterno ?,°der y de1da , ~endo entendidas por medio
qu e también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento desde la creac1on d,el mun~~~ s1 se lo manifestó' (Romanos
de las cosas hechas , pues ios
88
89
1 • • '
:

LA MISION CRISTIANA HOY EL DIALOGO


' .
i
..
1.19, 20). Por otra part 1 h Escritura- poseen algún grado de luz en base a la razó n y
cimiento de la ley mora~' dos D _ombres tienen algún cono-
la conciencia. Además, no tenemos por qué vacilar al
escribió en las tablas d . ed ios, por cuanto no sólo la
e pie ra en el S · , · afirmar que todo lo bueno, todo lo hermoso y verdadero ,
en el corazón de los ho b ma1, sino también en toda la historia y en toda la tierra, proviene de CristQ,
dio al crearlos (2.14 1~) r~, en el sentido moral que les
Jesús, aun cuando los hombres sean ignorantes en cuanto
dida, dice Pablo t~d · · e hmanera que en cierta me- a su origen. Al mismo tiempo tenemos que agregar que
1
( l.21 ), conocen la leyº~e ~· ombres conocen a Dios esta luz universal no es luz que salva. Por un lado se trata
Dios' de que · ios Y conocen 'el juicio de
quienes quebrantan la 1 ' . de una media luz en comparación con la plena luz que
muerte' (1.32). Esta revelación d o· ey son dignos de reciben los que siguen a Jesús como ' la luz del mundo' y
bres -llamada 'general' e ios a todos los hom-
hombres y 'natural' por~ue se aplica a todos los a quienes es dada 'la luz de la vida' (Juan 8. 12). P or otro
como por la naturapleozraquhe viene tanto por la naturaleza lado, los hombres siempre 'amaron más las tinieblas que la
. umana- no es · b luz, porque sus obras eran malas'. Como consecuencia de
su fiic1ente para salvarlos Es .. , sm em argo, su rechazo consciente de la luz los hombres están bajo
condenarlos co · , ap~nas suficiente como para
' mo que no tienen e ' (l 2 condenación (Juan 3.18-21).
3.19). Porque toda la fu erza de lo . xcusa ·,O; 2.1; El testimonio de Pedro, Pablo y Juan es, en conclu-
Romanos está en que s· b' i5 primeros cap1tulos de sión, uniforme. Los tres declaran que Dios está conS-
Dios, no lo honran c~m~ tier _os hombres conocen a
tantemente activo en el mundo no cristiano. Dios no se
anulan la verdad que conocen CI.~1~0 2iu~ por su maldad ha dejado sin testimonio. Se revela a sí mismo en la
Pasamos ahora a Juan . , , 5, 28). naturaleza. No está lejos de todo hombre. Le proporciona
Cuarto Evangelio Aquí, { par~cula?Tiente al prólogo del
luz a todo hombre. Pero el hombre rechaza el con oc i-
Logos de Dios' ~ 'la l udan escribe a Jesús como 'el
miento que tiene, prefiere las tinieblas antes qu e la luz y
Afirma también que lau~ e l~s homb~es' (Juan 1.1-3). . no quiere reconocer al Dios que conoce. Su conocimiento
tinieblas y que las tinieb~z brilla contmuam~nte en las no lo salva; lo condena por su desobediencia. Incluso su
Luego aplica estos grandes aª~ no la han vencido (v. 5). religiosidad es una sutil forma de escape del Dios con el
~a revelación. Dice del L ornas al proceso his~órico de cual teme encontrarse y ante el cual se siente avergon-
id entifica como Jesucristo~~~~ -al que posteriormente
alumbra a todo h b · , .quella luz verdadera, que zado.
' om re venia a este d ' M,
en el mundo estaba' perm' mun o . as aun,
, anentemente (w 9 10) M
antes que viniera' al d · ' . ucho El lugar de la 'elénctica'
'estaba' y co nstanteme~~n 'v~n~n, per?ona _(v. 11) en él
presencia en el mundo era /ª a. el. Mas todavía, su No negamos, por lo tanto, que haya elementos de verdad
esclarecedora. E l es la verd~~e/gue siend?) una presencia en los sistemas no cristianos, vestigios de la reve lac ión
demás luces son sólo ti os ª luz, de !a cual todas las general de Dios en la naturaleza. Lo que negam os decidi-
luz, 'alumbra a todos fus ~ s~mb:as, y, como que es la damente es que ellos sean su fic ientes para la salvac ió n y
los hombres' - podemo f?m res. Por lo tanto , 'todos
s a rrmar con la garantía de la (con más decisión aún) que la fe cristiana y los cre dos no

90 91
LA MISION CRISTIANA HOY
EL DIALOGO

cristianos sean caminos alternativos e igualmente válidos . . . de principio a fin un tre-


para llegar a Dios. Si bien el 'diálogo' con los hombres de porque 'la Biblia constituye . o contra las tendencias
otros credos (como argumentaré en seguida) puede ocupar mendo alegato contra el paganis:n,tra la corrupción de la
P aganizan tes en Israel; en -~urna, seña 'con respecto al
un lugar importante, existe también la necesidad de los ' B 'bli tamb ien nos en .
'enfrentamientos ' con ellos, y hasta de las 'confronta- religión . La i a . ilosos intentos de buscar a DIDs
corazón hum_ano y sus s1g ' 244 ). .
ciones', en los que procuramos tanto exponer las insufi- Y al mismo tiempo escaparle ~p.
ciencias y las falsedades de las religiones no cristianas constituye una acti-
1 I elénct1ca no
como demostrar la suficiencia y la verdad, el carácter En tercer ugar, ª . como pudiera parecer.
absoluto y definitivo del Señor Jesucristo. vidad desagradable o negativf.'d d cuando hay un con-
Técnicamente esta tarea se llama 'elénctica', del verbo 'Sólo puede practicars~hen r~:: ~e otras religiones'. De
griego elenquein, 'convencer', 'redargüir' o 'reprender', y, tacto vivo con los ~ . eren a me ocupo del budismo,
' la practica nunc
por ende, llamar al arrepentimiento. J. H. Bavinck dedica manera que en b dismo nunca estoy en
sino de una persona re_al y su u musuimán y su maho-
toda la segunda parte de su obra An Introduction to the 1 15
. lam smo con un . h d
Science of Missions (Hodder & Stoughton, 1954) a este contacto con e M, , dicho contacto vivo a e
tema y describe l a naturaleza, el Jugar, la tarea y las líneas metanismo' (p. 240).1 as aun , onga de manifiesto el amor
ser un contacto en e que se p
... principales de la elénctica. La define como 'la ciencia que hacia los demás. .
desenmascara todas las religiones falsas demostrando que
son paganas y que constituyen un pecado contra Dios . . . , .d superstición es porque lo miro
Cuando me río de su estup1 ad t odavía la llave que conduce
y lanza un llamado al paganismo a conocer al Dios único con desprecio; no he encon~r~o~prendo que lo que él h~;e dle
y verdadero' (p. 222). Considera tan importante esta cien- a su alma. Tan pronto cm~ e infantil, yo tamb1en -O
cia que debiera, afirma, 'ocupar un lugar respetado dentro un modo evi?e!1temen.t,e mgenue~ tras vez, si bien de otro
h ago, Y continuo hac1endolo ~oloco a su lado, puedo, en el
del contexto de una facultad de teología' (p. 232). Para ºdo
una comprensión plena de su tesis remito al lector a las m · · · tan pronto como
1
meen opos1c1
me .. , n a él y convencerlo
0 .
nombre de Cristo, co ocar.
del pecado, tal como lo hizo n C 'sto conmigo, Y como lo sigue
cincuenta páginas en que dicho autor desarrolla cuidadosa- haciendo cada día (pp. 242s.).
mente el tema. Aquí sólo quiero llamar la atención sobre
algunos de sus puntos principales.
En cuarto lugar, Y fi~a.
. lmente en última instancia la
Primero, el propósito de la elénctica no es el de S 'to Es el Espíritu el que
... 'demostrar lo absurdo que es el paganismo', y menos aun
, .
elenct1ca ~s b del E sp1ntu an .
o ra de ·usticia y juicio (Juan 16. -
8 10)
.
ridiculizar a otras religiones o a sus adherentes. Se refiere 'convence de pecado, al J entimiento y nosotros no
'Sólo él puede llamar arrer ( 229)
principalmente 'a la tarea de convencer del pecado y de
somos sino me io~
d' en su m ano p. ·
desenmascararlo, y a la de hacer un llamado a la responsa- de la 'elén ctica' está fuera de tono
bilidad' (p. 226). 'En toda elénctica lo que importa es El concepto ~sr:io 1 te de nuestro día. Pero
invariablemente la pregunta capital: "¿qué has hecho con con el espíritu hm1do y to eraln unto de vista bíblico
b e cns i~n ·ct d d la idolatría por un lado, y e
Dios? " ' (p. 223). , . t. o que acepte e p d l
ningun
la mahgm a e : t puede
Lu ego Ja justificación de esta tarea es la Biblia misma, so !'
caracter absoluto d e1 Señor Jesucnsto, por o r 0 ,
92
93

LA MISION CRISTIANA HOY EL DIALOGO

eludir la cuestión. Por lo d , , .


necesidad de la elénctica d emas, s~~o quienes ven la nos y a conocernos tal cual somos. Descubren que noso-
del diálogo y están en co p~~ . en ta~b1en ver la necesidad tros también somos seres humano s, igualm ente pecado res.
lugar que le corresponden S1cl10nes e entender cuál es el igualmente necesitados, igualmente dependientes de la gra ...
guros de que el . o ~ente cuando estamos se- cia de la cual hablarnos. En el curso de la conversación no
cristiano no es u~:r~~~;~c. ~ial~go ~risti~no con un no sólo nos hacemos conocer por la otra persona sino que
guarda parfecta consecuenci mn e sincretismo, sino que nosotros llegamos a conocerla tambi én. Esa persona tam-
carácter absoluto de Jesuc . : con nuestra creencia en el bién es un ser humano, con pecados, sufrimientos, frustra-
considerar los argumentos r~~~'¡ e~amos ~n con~iciones de ciones y convicciones. Llegarnos a respetar sus convic-
mentes son cuatro. e an validez. Dichos argu- ciones, a compartir con ella sus pesares. Seguimos disfru-
tando la idea de compartir con eJJa las buenas nuevas
-porque el evangelio significa mucho para nosotros-,
pero también significa mucho para nosotros la persona
La argumentación a favor del diálogo con la cual querernos compartirlas. Corno lo expresa el
informe de México, 'el diálogo verdadero con un hombre
E.n prim~r lugar, el verdadero diálogo es de otro credo requiere interés en, y preocupación por, eT
czdad. Cito de la declaración de U psala: señal de autenti-
evangelio tanto como por la otra persona. Sin el primer
El ?iálog? del cristiano con otra . . . objeto de interés la conversación se vuelve plática amena.
caracter unico de Cristo . l . persona no s¡grufica negar el Sin el segundo, se vuelve irrelevante, arrogante y poco
co.n . Cristo, sino, antes' ~~ere a3ar nuestro pr?pio compromiso
cnstlano a otros ha d n, hque el genumo acercamiento convincente' (Witness in Six Continen.ts, 1964; p. 146). El
humilde. En el diálogoe c~er u~ano, personal, relevante Y diálogo coloca a la evangelización en un contexto auténti-
nidad, tanto su dignidad mpartimos nuestra común huma- camente hurnaho.
samo,s una común preocup~~t;:~ ps~ ~~t~rahleza ca.ída, Y expre- En segundo lugar, el verdadero diálogo es señal de
II, parrafo 6). r ic a umanidad (Informe
humildad. No quiero decir con esto que la proclamación
l.
,,¡,
¡.!.
sea siempre arrogante, por cuanto Ja proclamación genuina
¡ Si no hacemo s otra cosa u 1 consiste en presentar a Cristo Je sús corno Salvador y
la gente desde la d'st . q e proc amar el evangelio a
es susceptible d l alncia, nuestra autenticidad personal
Señor, y en ningún sentido cabe el alarde personal. Ld
e resu tar sospecho .Q , que quiero decir, más bien, es que cuando escuchamo s a
ellos? Los que es h sa. <., ue somos para
ment cuc an no saben. Porque en ese mo otra persona aumenta nuestro respeto por ella corno ser
y ha~a e~~:iºe~ r;~~::~n~ando ~n papel (el de predicador):
humano hecho a la imagen de Dios. La distancia que nos
separa se reduce en la medida en que tenernos presente
Además estamos tan le· ue es amos usando una máscara.
que así corno se trata de una persona caída y p ecadora,
vernos bien. Pero cuan~~s ~e ellos que ni siquiera pueden nosotros también lo somos. Más aún, nos damos cuenta
como lo hizo F eli os se~tamos al lado de ellos,
les hablamos pe en el carruaje del etíope, o cuando de que no podernos barrer con toda s las convicciones que
cara a cara se e t bl ha atesorado, haciéndolas a un lado en forma brusca e
sonal. Tenemos que b . , 1 ds fa ece una relación per- insensible. Tenernos que reconocer humildemente que no-
ªJªr as e ensas. Comienzan a ver-
94 95
LA MISION CRISTIANA HOY

EL DIALOGO
so tro s podem os ser cul able d
equivo cadas 0 por 1 p s e algunas de sus ideas nicas a la religió n, una persona que esté dispuesta a entrar en
Cristo sea ~n realiJa¡1~nos q~e su sostenido ~echazo de diálogo en ese nivel de seriedad.
Cristo que ha visto n rec azo de la cancatura de Y sin embargo, para que haya diálogo genuino tal nivel de
. en nosotros o en t . . integridad resulta esencial.
Mientras conversamos con '1 1 o ros cnstianos.
to que aprender muchas le e. y o escuchamos quizá nos
Nuestra actitud hacia dich~c10nes dolorosa~ de ese tipo. En cuarto lugar, el diálogo real y verdade ro es señal de
Pudo haber habido en nosotrope~so~a. habra de cambiar.
sensibilidad. El evangelio cristiano se desacredita cuando se
superioridad del cual estábam s .estig10~ de un sentido de degenera y adquiere formas estereotipadas. Es imposible
ya no tenemos interés en os mconsc1entes. Pero ahora evangelizar con fórmulas fijas. Llevar una conversación
vic torias. La amamos de .sadcar ventajas o en obtener forzada siguiendo líneas predeterminada s a fin de llegar a
mas1a o como p · fl un destino predeterminado es mo strarse lamentablemente
ego a c osta suya. La humildad e 1 ara _m -~r nuestro
gracia enca nta dora. n a evangel12ac1on es una falto de sensibilidad, tanto ante las reales necesidades de
nuestro amigo como a la conducción del E spíritu Santo.
E n t ercer lu gar el d · 'l
grzdad n<'lrque al co' ia ogo genuino es señal de inte- Semejante falta de sensibilida d constituye, por lo tanto,
' r~ nversar tenemos 1 . una falla en la manifestación d e nuestra fe y nuestro
las creen cias y los proble a opor.tumdad 'd e oír
las imágenes fal sas que p~a_s r ea 1~s bdel am1go, y eliminar amor, El diálogo, sin embargo, para citar a Max Warren,
Al mismo tiemp o no imos a er formado sobre él. 'es en su misma esencia un intento de "prestarse aten-
sinceros. Stephen Ne~ p~~p~nemos nosotros mismos ser ción" mutuamente, de escuchar a fin de entender. El
'discusión amable ' E ist1~gu e entre el diálogo y la entendimiento es su recompensa' (tomado de un trabajo
k ok qu e apareció. e~ ~7 art1.~ul? relacionado con Bang- inédito titulado Presence and Proclamatio n leído en la
di ciembre de 1973 dice: penod1co The Churchman en Consulta Europea sobre Estudios sobre la Misión, en abril
de 1968). E ste punto fue retomado en el Pacto de Lau-
T.~ do el q ue se haya educado e 1 . ., sana, el cual contiene dos referen cias al diálogo. Por una
dialogo com prende muy bie 1 . n a trad1c1on platónica del parte dice enfáticamente que 'rechazamo s también como
invo lucra; a Sócra tes Y sus ? ta /ntensa seriedad que el mismo un insulto a Cristo y al Evangelio to da clase de sincre-
co sa- q ue surja Ja verdad E l~ er oc utores les interesa una sola
te ner el interlocu tor cri~tia~i : s la el~~~ de interés que debe tismo y diálogo que implique que Cristo habla igualmente
Verdad, ento nces lo ún. n. un ialogo. Si Cristo es la po r m edio de t o das las religiones e ideologías' (p árrafo 3).
pero el Cristo que es la ~ce~d~e interesa e~ qu~ surja Cristo, Pero por otro lado dice con ,igual firmeza qu e 'un diálogo
para que la persona se entregue es~f blec; ex1genc1as categóricas cuy o intento sea escuchar con sensibilidad a fin de com-
na! Y excl usiva. Pu ed e muy bie~ ~ en . orma total, incondicio- prender' · es en realidad ' indispe nsable para la evangeli-
m1 smo co mpruebe q ue m· . curnr qu e en el diálogo yo
defic iente; mas, por respet~ ~rf:::b=~~r~ga a C~is t_o es bastante zación' (párrafo 4). Este princ ipio ya fue enunciado hace
no he de esperar n.i pedir para él me Y la dignidad d eJ otro , siglos en el libro de lo s Prove rbios: 'Al que responde
~id o co n respecto a mí mismo C nos de lo que espero Y palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio' (Proverbios
n encia , resulta ex tremadamente .d"f ?~º lo demuestra la expe- 18 .13).
d e las religio nes no cristianas o I ic1l enco_n trar _e n cualquiera
, en as onentac1ones antagó- En conculsión, despu és de hab er analizado algunos de
los argume ntos en contra y en favor d el diálogo en la
96
97
L A MISION CRI STIANA HO Y EL DIA LOGO

evangelización , me .gustaría ofrecer ej emplos del diálogo. nencia las rivalidades entre las civilizac iones de oriente_y
en tres co ntextos diferentes. El primero entre los hindúes occidente ni ent re las Escritura s del h induísrno Y del
: n la India, el segundo entre los musulmanes en el mundo cristianis~o, ni siquiera entre Cris to y el Kr isna, sino lo
arabe, Y el t ercero en las zo nas industriales inglesas. que la religión de cada uno de los p rese ntes significaba
para él mismo en su propia experiencia. Es~e método ha
sido criticado por Hendrik Kraemer, por ejempl o, Y no
El diálogo con los hindúes podemos me nos que admitir qu e el testimonio h uma.no
parecería haber eclipsado al testimonio d ~vino y obJe,t1vo
El p rimer ejemplo es E. S.tanley Jones, misionero meto- de Cristo en las Escrituras. Con to do, Dios le aco rdo su
dist~ norteamericano en la India, cuya influencia se hizo bendició n. En cierta ocasión se le pidió a u n hindú que
senti; entre las dos guerras mundiales. F ue un escritor había escrito un ataque virul ento co ntra el cristianismo
¡,
proh~co ,. Y sus obras más co nocidas, en las que describe - valiéndose de las arm as más mode rnas que le había
los p nncipos sobre los cuales susten tó su obra misionera suministrado la Asociación Racionalista d e la G ran Bre-
son probablemente The Chn"st of the Jndian R oad (Abing: taña, de la que era miembro-, que hab l ~ r a en un plano
don Press, 1925) y Christ at the R ound Tab le (Hodder perso nal m ás profundo, con lo cual quedo d e~conc.~rtado
and Stoughton, 1928). en el acto y se sumió en el sil encio. A cont muac1o n un
. ~~ran te una de sus campañas misioneras un hindú lo muchacho jove n, descalzo y con ropa más bien casera ,
u:vito a su casa, a una tertulia donde tendría la oportu- habló en forma natural de lo qu e el Señor Jesús signifi -
nidad de co ~ocer a alguno s de los principales miembros caba para él. 'Había milenios de cultu ra espiritu al y social
de la comunidad local. Allí se sentaron en círculo para entre el rest o del grupo y este jove n,' esc ribió S tanley
c?_nver~ar. ~tanley J ones les pfeguntó cuál sería su reac- Jorres, pero nadie podía negar la realidad y la autenticidad
~10n s1 ~nsto se presentase directamente en la India, con la que hablab a' (Round Tab le, p. 52) .
mdependienterne nte de t oda mediación occidental. E l al- Dos aspectos particulares d el método de 'Mesa Redon-
calde de la ciudad lo int errumpió para decirle: 'Oigo que da' de Stanley Jones me han imp resionado. El primero..es
habl~, acerca de encontrar a Cristo. ¿Qué quiere decir con su insistencia en la necesidad de ser j ustos y evidenciar
est?; ~orno respuesta S tanley J ones les relató su conver- respeto mutuo. Buena parte de los escrito res occident ales
sac1o n. Ahora, cuénteme', le dijo el alc'alde 'cómo puedo sobre el hinduísmo hab ían sido muy polémi co s hasta
encontrar~? yo' (~ound Table, pp. 19, 2o). De dicha entonces, y se habían concentrado inju stamente en el
r' conversac10n surgiero n las famosas 'Conferencias de la régimen de castas y la idolatría, las viudas adolescentes y
Me.sa R ed onda' de Stanley J ones. Solía invitar a unos los abuso s del hinduísmo de los templos, antes que en el
qumce adherente~ de otr~s credos - en su mayoría gente pensamiento filosófico de los Upanishadas y el Bhagavad
cu~t~ corno, por ejemplo, jueces, fun cionarios de gobierno, Gita. Me pareció q ue sería injusto -escribió Stanley
n:iedicos, .abogados y dirigentes religiosos- además de Jones- si no les permit ía a estos representantes que
cmco o seis creyentes, principalment e indios. hablasen e interpretasen su propia fe . . . A cada uno se le
E n el diálogo que se desarrollaba no adquirían p reemi- ·dab a la oportunidad de decir lo mejor que podía de;:ir

98 99
....
LA MISIO N CRISTI ANA HOY
EL DIALOGO

ace rca de su propia fe" (ibid. , pp . 8 , 9). Al comenzar


ha encontrado nada; cinco de los cristiano s han hablado Y
cada confe rencia Stanley Janes dec ía: 'Que todos se sien-
todos ellos parecen haber encontrado algo. Esto es algo
tan perfectamente libres, porque co nstituimos un círculo
realmente extraordinario' (p. 55). Durante otra conferen-
familiar ; q ue remos qu e cada cua l se sienta como en su
cia un abogado hindú se puso de pie, tomó las flores de la
casa, y escucharemos co n reveren cia y respeto lo que cada
me sa, atravesó la habitación, las depositó a los pies de un
persona te nga para compartir' (p. 22). Co mo resultado, la
cristiano, le tocó los pies y dij o: 'Tú has encontrado a
vieja 'batall a de inge nio' fue reempl azada por una atmós-
Dios, tú eres mi gurú' (p. 56).
.. fera de 'gran seriedad' (p. 23) .

H emos procurado enten der e l punt o d e vista d el o tro co n


esp íri tu de comprensió n (p. 48). El diálogo con los musulmanes
Las cosas profu nd as de la r eligió n requi eren una atmósfera
d e co mprensión. En una atmósfera d e d ebate y controversi a las
cosas más p rofundas y, po r co nsiguien te, las cosas gen uinas d e
Mi segundo ejemplo se relaciona, ya no con el . mundo
la re lig ió n, se apagan y mue ren ( p. 15). hindú sino con el mundo musulmán. Hemos temdo una
Los cruzados co nquistaro n J erusalén y al fi nal descubrieron honro'sa sucesió n de consagrados mi sioneros cristianos de
que Cristo no estaba allí. Lo perd iero n a causa d el espíritu y mucha preparación que han ido a trabajar entre los musul-
los métodos mismos que creían estar sirvie nd o. Mu ch os cru- manes. Basta con mencionar nombres tales como Henry
zado s más modernos y m ás re fi nados te rm ina n en la misma
ar idez después de la victoria (p. 11 ) . Martyn Samuel Swemer y T emple Gairdner para darnos
cuenta 'de la talla de los grandes hombres de Dios que han
Pero esto no significa que Stanley Ja nes fu ese indife- entregado su talento intelectual y su vida a la tarea de
rente a los resu ltados de sus 'Conferencias en Mesa Re- comunicar el evangelio a los seguidores de Mahoma. De la
do nda', por cua nto se tratab a de un evangelista. El se- generación presente, uno de los hombres más cono,cidos
gundo asp ecto de sus conferencias que me impresiona es en este campo es el obispo Ke1U1eth Cragg, cuyo ~ e t~do
que en todas ell as resaltaba la sup remacía de Jesucristo. dialogal con los musulmanes pare_ce h ab~r sido. la pnn?1pal
fuente de inspiración para la sene de libros titulada Pre-
No hubo u na sola si tuació n qu e p ued a reco rd ar yo en la qu e sencia Cristiana' , dirigida por el c anónigo Max Warren. La
antes de la terminación de la co nferenc ia d e la m esa r ed o nda formulación completa de Cragg aparec e en su libro The
C r is to no co n trolara moral y espiri tualme nte la situació n.
Al fina l de todo, lo demás era empujad o hacia la periferia
Cal! of the Minaret (Lutterwo rth, 1956). Cragg interpret~
com o cosa irrelevante y C risto con tr o laba la situació n (p. 5 0 ). el llamado del almuecín no sólo como un llamado ex~~1-
Nadie podía perma necer sentad o en estas conferencias sin cito a la oración dirigido a los musulmanes, sino tamb1en
. se n tir qu e Cristo era el Seño r d e todas las situaciones, pero no
e n base a afirmac iones vociferantes, o a los ruego s de hábiles
d efe n so res, sino en base a lo que él es y h ace (p. 5 6 ).
implícitamente como un llamado a los cristiano s a respon-
der al desafío del mundo mu sulmán. De manera que su
libro está dividido en dos partes principales, la primera
Al t érmino de una de las co nferen cias un hindú dij o: titulada 'El alminar y el mu sulmán', en la que expone lo
'Hoy o cho de los maestros h emos hablado, pero ninguno fundamental del credo musulmán, y la segunda , 'El al-
minar y el cristiano', en la que n os hace su qumtuple
100
101
LA MISION CRISTIANA HOY EL DIALOGO

llamado - un llamado a comprender, a servir, a la rehabi- del mu sulmán en cuanto a la teolog ía cr.istiana -;n_
~~a~­
litación (es decir, el intento de recuperar el terreno per- to a las doctrinas cristianas acere.~ de Dios y la nrn a '
dido frente a las tremendas sospechas que tienen de los de Cristo y la cruz, y de la salvac1o n. . .
cristianos), a interpretar y al ejercicio de la paciencia. P o el llamado del alminar al cristiano no ~s umca-
Dos de las cosas que recalca en su libro han concitado mente er a la comprensión. Tamb1en . . 1o es, en segundo lugar
.. ,
poderosamente mi atención. La primera es la importancia ., n a la acción· tanto negativa como pos1ti~a-
que el obispo Cragg le da a lo que él llama 'la ambición a lataccc 1ºrag'gy emplea la palabra ' rehabilitación' para. m-
men e. . .. que realizar
de comprender' (p. viii). Si queremos que nos entiendan, dicar la obra de restituc1on que tenemos .
primerame nte tenemos que esforzarnos nosotros por en~ nosotros los cristianos. 'Entre los factores que ha~ ~ontn­
tender. Y la clase de entendimiento o comprensión que buido a que se extienda el Islam' , dice, 'estaba e racaso
tiene en mente el autor no se limita simplemente al cristiano de la Iglesia. Se trataba de un fracaso en lo qµe
conocimiento académico que se puede obtener estudiando atañe al amor a la pureza y al fervo r, u~ fracaso ~el
el islamismo , sino a la comprensión mucho más íntiina , .t el I;lam se desarrolló en una atmosfera de cn s-
que se obtiene en un contacto pleno y directo con los e~p1~1
tiarnsmo unperf ec to' (p · 245) ' hasta de . un. 'cristianismo
u .. :
musulmanes. Para llegar a entender no tenemos que limi- delincuente' (p. 262). De modo que el cristia no
tarnos a los libros, sino entablar contacto con la ge nte. El
cristiano ' debe procurar ingresar en la existencia diaria de Anhela deshacer esta a lienac ión Y h ace r reparació n po r :1
pasado mediante la restituc ió n más plena d e_ qu~lseabc!f¡~~· n~
los mu sulmanes, como creyentes, como adherentes y e e Cristo para el cual el islam es un ext ra no . o J . .
como h ombres' (p. 189). e~ como creían los cruzados, vo lver a poseer lo que lla cnstl~ni
Para comenzar, el cristiano deb e entender lo que signi- d;d ha perdido, sino la restaurac ió n para los mu su ma nes e
fica el Islam para el musulmán. Debemos 'procurar cono- · Cristo que les ha faltado (pp. 2~~-6): . .t .al La
cerlo, hasta donde sea posible, desde adentro. Deseamos Quede claro que esta reh abllitac1o n no es tern on : ..
. . 1· S e prop o ne h acer1 qu e C nsea
rehabilitació n es espmtua sto más
.sea
oír en el alminar qué es lo que trae cada salida del sol y me ·or más conocido Y no a lograr que e mapa . ,
cada día qu e declina para millones de contemporáneos . Jt. Y
cns iano .. ·
La rehabilitació n no sign ifica to mar poses1on d e
d al · en devo lverles
nu estro s, y de este modo atravesar con ellos la puerta de m ezquitas para transfo rm arlas en. ca te r ~s, sm0 dem ás
a Cristo ... El restablecer a Cnsto trasciende todo lo
la mezquita y penetrar en su mundo religioso' (p. 23).
(pp. 256-7).
Pero lu ego el cristiano tien e que comprender cómo los
musulmanes ven al cristianismo. El cristiano ha de sentir De inmediato el concepto de Cragg de la 'rehabilii
la vergü enza de las cruzadas y de la agria polémica medie- tación' se ha vuelto positivo. Co ndu ce n~ tur~lm e n t~, a
val contra el Islam, y comprender por qué el musulmán segundo llamado , qu e se relaciona co n la mte1pret ac1on.
aborrece el imperialismo y el secularismo .occidentales, y
por qué no entiende en absoluto que occidente haya . .
Si Cnsto es lo qu
e Cristo es debe ser d eclarado. S i el islam es
' , . . t.ble Dondequiera qu e
.1 " d ebe" sera 1rres1s 1 ·
favorecido injustamente a Israel a expensas de los árabes. lo q ue. el is am ~s, es~ s allí deb e penetra r el testimon io; d_$l n-
El cristiano tiene que esforzarse por comprender también h aya ideas equivoca a , . . 1 belleza d e la c ruz , a
lo que Cragg llama las 'incomprensiones m asivas' (p. 319) d equiera que h aya. oscurecunl ~ endto d~equtera que h aya hombres
ésta se le d eb e quitar el ve o, o n

102 103
LA M IS ION C RI ST IANA HOY
EL DIALOGO

que no han descubierto a Dios en Cristo deben ser puestos en


contacto con él de nuevo (p. 334). ton), publicado en 1974. Su preocupación suprema es que
Presentamos a Cris to por la razó n sola y suficiente de que
merece que se Jo presente (p. 335 ). la vida de la Iglesia en las grandes ciudades se ~la c~ra.cterizado
por su incapacidad para establecer una presen.cia cr~stlana loc~l
fuerte entre los grupos que la sociedad ha dejado sin voz Y sm
Por ell o el obispo Cragg se entrega a la tarea de la
poder (p. 11). ' d 1 - s por
interpretación, y al hacerlo transita cinco áreas teológicas Grandes esfuerzos se han realizado a traves e os ano
fundamentales - las Escrituras, la persona de Jesús , la muchas iglesias en las zonas urbanas e industriales ... Pero a
cruz, la doctrina de Dios, y la iglesia. En todo momento pesar de todo raras veces se encuentran iglesias locales con
liderazgo vigoroso (p. 36).
pide p ac iencia, pide 'p aciencia para con los monumentales
• conceptos equivocados que de algún modo tienen que ser
eliminados' (p. 355), ese 'paciente estar de part o que es lo Consecuentemente la misión urbana 'no constituye un
que constituye la misión cristiana' (p. 347). tema marginal para los cristianos' sino, m ás bien, ~ u~a de
S teph en Neill escribe palabras igu alm ente conmove- las prioridades contemporáneas _en la obra de D~os (p.
doras en su capítulo sobre el Islqm en la obra Christian 16). 'El distanciamiento que existe e~ tre la _Iglesia Y el
Faith and Other Faiths (OUP, 1961): mundo, y especialmente el mundo mdustnal Y de las
actividades manuales, es históricamente ~refundo. Y
Los cristia nos debe n persistir en su ferviente invitación al contemporáneamente masivo' (p. 254). ¿Y s1 se pudiera
diálogo genuino; han de ejercitar paciencia interminable y ne-
garse a darse por ve ncidos. El tema de esta invitació n debe ser hacer algo?
"Co nside rad a J esús" ... No tenemo s otro mensaje ... No es el Por ser un hombre modesto David Sheppard no c~ enta
caso que el musulmán haya visto a J esús de Nazaret y lo ha ninguna historia de éxito dramático .. Pero ofr~ce ciertos
rech azado ; no lo ha visto nunca, y el velo d e la incomprensión principios naturales b ásicos: 'La Iglesia q~e quiere tom~r
• y del prejuicio le cubren el ro stro... (p. 65, 66, 69) .
con seriedad y madurez al Señor J esucnsto y lo que el
afirma tendrá que tener por lo menos tres ca:~cte­
El diálogo en los centros industriales rísticas: i) ha de ser una iglesia de ~- para la, zo na ; _u) ha
de ser una iglesia que cree y adora; m) tendra u~~ vida en
común que proporcione un espíritu de comumo~ en el
Mi tercer ejemp lo del diálogo cristiano nos traslada a la
Gran Bretaña poscristiana, y a lo que piensa David Shep- que esté ausente el ánimo de juzgar a lo_s demas ~.e~
pard so bre las masas indu striales no alcanzadas por el cambio se le acuerde prioridad al p e ns~1e~t~ positivo
evangelio. Es sabido que después de su curato en Islington (p. 256). Luego, a continuación de los ~nnc1pi_os, ?frece
sirvió durante o nce años como direc tor del Centro Fami- algunas ilu straciones de cómo puede surgu una igles!a q~e
liar Mayflower en Ca nning T own , antes de ser designado sirve a la clase trabajadora. Primerai;-iente hac~ refe re~cia
... obispo de Woolwich en 1969 y p ost eriormente obispo de a la nece sidad de ' construir puentes . Al considerar. c_omo
Liverpool. Las citas que aparecen a continuación han sid o invertir el tiempo los cristianos tienen que_ t~ner suf~c1e~te
tomadas d e su libro Built as a City (Hodder and Stough- interés como para darle prioridad a la actividad de unirse
a otras personas de la comunidad' para, junto con ellas,
104
105
LA MISION CRISTIANA HOY
EL D IALOGO

descubrir y buscar de resolver algunos de los importantes


(25 de enero de 1974) d ecía: 'Su libr.o c?nstituye .en
problemas sociales de la localidad en que viven (p. 258).
forma preeminente un llamado a la paciencia en. la vida
De la construcción de puentes pasa a la amistad. Nos real y en el amor real. Nos convoca a perseverar mcansa-
dice qu e en 1960 él y su esposa tomaron una decisión:
blemen te.'
' dedicamos to dos los jueves por la noche para .encontrar- Creo y espero que estos tres ejemplos, si bien de_
nos con otro s matrimonios que no concurrían a la iglesia
contextos muy diferentes -el mundo hindú, el musulmán
';·
pero con los cuales teníamos buenos vínculos '. Jueves
y el poscristiano- sirvan para ilustrar los mismos ele-
por medio visitaban a otros matrimonios en sus casas y
los jueves restantes los recibían en su propia casa. mentos que integran el diálogo genuino, elementos que h~
denominado autenticidad, humildad, integridad y sema-
Decíamos en la invitació n que habría una discusión hacia el bilidad. El diálogo es señal de genuino amor cristiano ,
• j final de la visita. En nuestro departamento siempre teníamos porque indica nuestra decisión firme de limpiar nu estra
l' música de fo ndo, porque una visita a la casa de un clérigo es
· ;·
1
mente de los prejuicios y las caricaturas que nos hayamos
una aventura que puede poner muy ner viosas a las personas
..
i,
~ ue, no van a la iglesia, y hay que evitar que la gente se quede formado sobre otras personas; de esforzarnos en oir con
,l m comodamente sentada en la silla guardando silencio. Una taza sus propios oídos y mirar con sus propios ojos con el fin
i·~·
~

b de té, un poco de conversación amena, tal vez la participación de descubrir qué es lo que les impide escuchar el evange-
,..
, •• f
e? algún ju ego ruidoso, otra taza d e té y algunos sándwiches y, lio y ver a Cristo; de comprenderlos en todas sus dud.as,
f. finalmente, una media hora de discusión de un tema. En
noches como éstas, cuando algunos ya se habían retirado, temores y preocupaciones. Nadie ha expresado esto meJOr
c?,mo también _en las visitas a otras casas, una elevada propor- que Michael Ramsey, arzobispo de Canterbury, en su
c10n de las mejores conversaciones comenzaban recién después pequeña crítica de la teología secular intitulada Ima?es
de las diez de la noche (p. 259). Old and New (SPCK, 1963). Insiste en nuestra oblig~­
ción de 'salir y meternos con amor comprensivo dentro de
Comenzando con la construcción de puentes y pasando las dudas de los que dudan, dentro de las preguntas ~e los
lu ego a la amistad expresada en visitas informales con que preguntan, y de la soledad de los que han P.~rdid o. el
discusiones amenas, pasaron posteriormente a constituir camino' (p. 14). Porque esta clase de comprens1on ex1~e
'grupos de estud io' más forma les. 'Venían cinco matrimo-
nios. Ya tenían suficiente confianza como para saber qué
que escuchemos, y escuchar significa diálogo. Una :ez
se trata del desafío de la Encarnación a renunciar a la
mas

no se los consideraría tontos, cualquiera fuesen las ideas evangelización basada en lemas inflexibles, y en su l~g ar a
que se aventurasen a expresar. Comp rend í entonces cuán sentirnos comprometidos sensiblemente en los dil emas
podero sa arma educativa se crea cuando surge un 'grupo concretos de los demás hombres.
de conversación' cuyos miembros interpretan que los
otros sienten lo mismo que ellos acerca de la vida' (p. 26).
Después de dos años y medio, David Sheppard estaba en ...
condiciones de esc ribir así: 'una can tidad de matrimonios
locales era n cristianos convencidos'. David Edwards, rese-
ñando el mencionado libro en el periódico Church Times
106
107
IV. LA SALVACION

El término "misión" denota lo que Dios ha mandado que


su pueblo cumpla en el mundo , y de importancia capital
dentro de esta misión de servicio sacrificado está la "evan-
gelización", o sea el comp artir co n otros las buenas nue-
vas que nos da Dios en cuanto a Jesús. El " diálogo", una
conversación seria en la que escuchamos además de ha-
blar, es una actividad íntimamente relacionada con la

evangelización. Por un lado se trata de una actividad
legítima en sí misma, cuyo objetivo es llegar al mutuo
entendimiento. Por otro lado, por cuanto el cristiano está
constreñido por el amor a dar testimonio de Cristo, el
diálogo constituye también un paso preliminar necesario
para poder evangelizar. Más aún , es el contexto verdadera-
mente humano y cristiano en el qu e debe desarroll arse el
testimonio evangelizador. Confesar esto con sinc eridad no
destruye la integridad del diálogo con el argumento de
que en ese caso hay un mo tivo ulterior, y que por ello se
.. ha transformado lamentablemente en un ejercicio de rela-
ciones públicas cuyo objetivo real es la conversión de la
otra perso na. Esa sinceridad candorosa m ás bien preserva
la integridad del diálogo, desde el mome nto en que pre-
serva la integridad del cristiano que participa en el diá-
logo. Porque el cristiano n o sería sincero para consigo
mismo, ni para co n la otra persona que intervien e en el
diálogo , si ocultase su creencia en el señorío universal de
Jesús o en su deseo de que esa persona adopt e su misma
posición de someterse a Jesús como su Señor. Dicha
sumisión, con espíritu de penitencia y fe, es el camino de
la " salvación"; y este último es el cuarto vocablo que
.. tenernos que considerar. ¿Q ué significa la palabra "salva-
ción"?

109
_ .... -:-p;-o.-,-- · ·---.
. ,. - -
... ~


'' LA MISION CRISTIANA HOY
LA SALV ACION

La centralidad de la salvación
resulta esta cuestión, por cua nto n?. _es ninguna .~xage­
ración decir que el cristianismo es rel1g1on de salvac.1on. El
Si lanzamos esta palabra en el medio de una conversación Dios de la Biblia es un Dios que constant eme nte viene en
entre gente que no está prevenida, con seguridad que ha busca de su pueblo para rescatarlo, que ha tom ado la
de provocar rubor, una .sonrisa, o una señal de desagrado iniciativa para salvar. Seis veces en las cartas pastorales se
o de desaprobación. Esto es así porque para algunas lo llama "Dios nuestro Salvador". " '~íos' Y 'Salvado,:'
personas el lenguaje de la salvación resulta embarazoso o son vocablos sinónimos en todo el Antiguo T~stamento ;
cómico, mientras que para otros se trata de una herencia escribe Michael Green (The M eaning of Salva tw~, Hod?e.
!. inútil que nos viene del vocabulario religioso tradicional and Stoughton, 1965 , p. 16). Lo mi smo podn a. ~~cirse
del pasado. Por lo tanto, si los cristianos hemos de seguir con re specto al Nuevo Testamento, porque la ;n1s1?n de
empleando el término , éste tiene que ser traducido a un Jesús fue una misión de rescate . "C risto Jesus vmo al
lenguaje más moderno. Esto está muy bien, incluso es mundo para salvar a los pecadores" (1 Timo teo ~; 15). "El
esencial, con la sola condición de que permanezcamos Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo (1 J~an
leales a la revela ción bíblica. Porque una cosa es la traduc- 4.14). Su ffiismo nombre indica su misión, ya ~u~, "Jesus"
ción (el viej? mensaje en palabras nuevas), mientras que significa "Dios el Salvador" o "Dios es salvac10n (Mateo
otra muy diferente es una composición nueva. La inte- 1.21), y su título completo es "nuestro Señor y Salvador
gridad del traductor radica en su disposición para sub- Jesucristo" (por ejemplo, 2 Pedro 3.18). . .
ordinar su versión a la intención del autor original. Perso- De aquí que la Biblia sea una Hezlsgeschzch~e, una
nalmente puede estar en desacuerdo con el autor, pero no historia de los portentosos actos salvíficos de Dios. Eu
tiene libertad para corregirlo. Traducción y manipuleo no efecto ella es más que una crónica del pasado; es un
son términos sinónimos.
manual contemporáneo de salvación, que ~uede ':h,~cer
Tal vez debiera darle a este capítulo el título de "la sabio para la salvación por la fe que es en Cnsto _Jesus ,~2
salvación ayer y hoy", porque lo que nos interesa es
Timoteo 3 .15). Además, las buenas nuevas constituyen . _el
determinar si las reconstrucciones modernas equivalen
evangelio de vuestra salvación" (Efesios 1.13 ); Y tamb1e~
realmente a lo que los autores bíblicos escribieron. La
"poder de Dios para salvación a todo aquel qu e ere.e
Tercera Asamblea de la Comisión de Evangelismo y Mi-
(Romanos 1.16), ya que es mediante el kerygma que Dios
sión Mundial, que se llevó a cabo en Bangkok entre el 9 y
elige "salvar a los creyentes" (1 Corintios 1.21 )._ Esta
el 12 de enero de 1973, fue precedida inmediatamente
reeminencia que se le acuerda al tema de la salvación en
por una Conferencia Mundial bajo el lema La Salvación
Hoy. Es este hecho el que nos mueve a preguntarnos si la
~l cristianismo bíblico nos obliga a indagar qué es lo que
Dios obra, lo que Cristo obtiene, lo que la Escritura revel a
interpretación hecha en Bangkok de "La Salvación Hoy"
y lo que el evangelio ofrece. Tengo que comenzar con dd"s
es fiel a lo que se entendía por salvación ayer, es decir, a la
cuestiones de carácter negativo.
enseñanza de Jesús y sus apóstoles sobre lo que es la
"salvación".
Quizá convenga reconocer de inmediato lo vital que

11 o
1 11
LA MISION CRISTIANA HOY
LA SALVACION

La salvación y la salud física


Además " la curación cristiana para el cuerpo y la mente,
igual q~e para el espíritu , constituye parte integrante del
Primero, salvación no significa salud psico-física. evangelio cristiano" (p. 363).
Poco despu és de la Segunda Guerra Mundial estuvo de Dichos conceptos recibieron expresión más completa
moda equiparar la salvación con la salud, y especialmente en el foll eto Th e Healing· Church publicado en Ginebra en
con un concepto de "integridad", entendida ésta como 1965 como informe de una conversación ecuménica en
una especie de, s_alud compuesta que abarca el cuerpo, la Tübingen el año anterior. U na mord az crítica del mi~mo
mente Y el esprntu. Una de las principales promotoras de apareció en 1970 como publicación ~e la Confrate rm~ad
este con~epto ha sido Phyllis Garlick, quien dictó las Médica Cristiana de Londres, con el t1 tulo de The Healmg
conferencias en homenaje a James Long en 1943 en Church: an ambiguous and misleading concept , escrito por
Oxford, bajo _el título de Th e Wholeness of Man (High°way el conocido leprólogo Stanley G. Browne.
Press). Poste norrnente desarrolló su tesis en un libro sobre Quiero clarificar el aspecto en el que me ave~turo a
la i~ terrelació n entre la religión y la medicina, titulado criticar la posición de las autoras Frost y Garhck. No
Man s S earch for Health , publicado por Highway Press en niego que, según las Escrituras, la enferm ~ dad ~epresenta
1952 .
una intrusión extraña al buen mundo de Dios, m tampoco
, _El aspecto salient e de su tesis es el de que la salud qu e con frecuencia sea atribuida a la actividad mal é fi~a de
f1s1c~ Y me~ta~, "es de la mi sma esencia del evangelio de Ja Satanás, ni el hecho de que Dios sana tanto mediante
... gracia de Dios (p. 148). Nunca llega a decir que ser sano medios naturales como, algunas veces, en forma sobrena-
Y te ne~ la salvación es la misma cosa, pero llega muy turaÍ (porque toda curación es curación divina) ; no niego,
cerca. El poder salvador de la gracia de Dios es para el
tampoco, que los milagros de sa~idad ef~ctua~o~ P?r
homb:e to_t~l" (p. 154). También, "'a buscar y salvar'. . . Jesús fueran señales de su reino, m que ev1denc10 md1g-
Ueva ~pl.1 c1ta la concepción de la curación que no se nación ante la enfermedad y compasión para con los
queda ~n1came nt~ con la curación y el alivio del que enfermos, ni que la enfermedad, el dolor y la mue r~e no
sufre, smo que tiene como fin una personalidad restau- tendrán lu gar en lo s nuevos cue rp os y el nuevo umvers,o
rada, renovada y fo rtalecida" (p. 262). El último capítulo que Dios va a crear algún día. Puedo ir m ás lejos todavia
se titula "Integridad: 'una idea a la que le ha Ueoado la y aceptar que con frecuencia un a mayor medida de salud
oportu nidad'" . En él la autora ofrece lo que eÜa e~tiende acompaña a una experiencia de salvación. Ahora que la
como el p ropósito de Cristo en términos de "vida" más medicina psicosomática atribuye mu chos de los males que
~ue de " sa lvació n". "Cristo vino no para preservar la vida aquejan a los hombres a la tensión nerviosa, m~entras que
.... smo para desarroll arl a al máximo, para que el hombre sea la medicina social atribuye otros a causas amb ientales, se
~ompleto en todo sentido" (p. 329). Evelyn Frost , en un comp renderá que la salvación, por cuanto frecuen~emente
libro anterior, Christian Healing (1940), se había referido lleva a aliviar las tensiones y al mejoramiento ambiental, a
c? ncretamente a l a salud física como un aspecto de la menudo traiga consigo curación mental y física. Más to-
vida eterna ahora. Hablaba de " la gran doctrina cristiana davía todos los cristianos deberían poder afirmar gozosa-
de que h ay vida eterna para el hombre total" (p. 361). ment~ con Pablo que la vida de Jesucristo puede manifes-
11 2
113
LA MISIO N CRISTIANA HOY LA SALV ACION

tarse en nuestro cuerpo mortal (2 Corintios 4.1 O, 11) y que mucha gente con la perso nal i?_a d desi.ntegrada real-
qu e el poder d e Jesús se p erfecciona en nuestra debilidad. mente encuentra una nueva integracion mediante ~ ª. recon-
humana (2 Corintios 12,9, 10; cf. 4.7). La nueva vida en ciliación co n Dios. No deb emos, emp ero, id~nt i ~1~a r .re-
Cristo puede con frecuencia propo rcionarnos un nuevo conciliació n e integración. Ade~;ás, .~º hay ..,}u st1f~cat1vo
:¡ sentido de bienestar físico y emo cional. Lo que sí niego
h erm en éutico para afirmar que volv10 en s1 equiv,ale a
es que dicha curación, o más bien, cualquier clase de
"vino a su padre", por cuanto en la pa.rá? o la de J esus I!.0
curación - natural o sobrenatural- sea, o esté incluida · en
eran la misma cosa, sino dos etapas d1stmtas y con secu-
lo que quiere decir la Biblia por esa salvación que ahora
tivas en la restauración del pró digo. .,
~' '
se ofrece a la humanidad por Cristo y mediante el evan-
1
:¡ ~ gelio. Un resultado de Ja confusión ent re salva c1on Y. salu d es
que h ay confusión también en cu anto a las ~unci o nes del
Claro está que en la consumación Dios redimirá a toda
médico y del pastor. El médico r e.e mp l az~ .ªl pasto r , o el
la creació n, incluyendo nuestros cuerpos humanos, y esto
pasto r se transforma en un p s iq~iatra af.1c 1o nado . En u n
puede correctamente llamarse la salvación plena y defi-
libro muy perspicaz titul ad o W11! Ho~p1ta / R eplace the
nitiva ; pero afirmar que hay curación hoy en la misma
Church ? (Christian Medica! Fell owsh1p , J 969) , M ~ rt.y n
m edida y con el carácter instantáneo qu e tiene la salva~
LJ oyd-J ones, quien abando nó su carre ra co m ~ medico
ción, o de que dicha curación constituye parte de la
esp ecialista a fin de dedicarse al pasto rado, afirm a que
salvación qu e Dios nos ofrece en Cristo ahora por medio
co n to do derecho el hospital se ha h e~.h o cargo . d e _la
de la fe, o de que los cristianos fieles no tienen por qué curación de los enfermos. L uego agrega : ¡El hospital n~
padecer enfermedad, constituye un intento de anticipar la
se h ace cargo de las fun cio nes de la igles ia,. ni p~ede, ni
re surrección y la r ede nción del cuerpo. Recién entonces podrá nunca hacerlo! Result a ente rame.nte impo sibl e que
no habrá más enfermedad ni muerte.
j lo h aga .. . La tarea auténtica de la Iglesia no es ante .todo
1
Algunos teólogos radicales modernos han intentado la d e d evolve rle la salud a la gent e ... su tarea esen cial es
L,
reinterpret ar la salvación en función de salud psicológica la de volver a los hombres a un a relac ió n correcta co n
an tes que física. Tomemos como ejemplo al obispo John Dios ... El verdadero problem a del ho mbre no .~ s sunple-
Robinso n en Sincero para con Dios (Ediciones Ariel mente que está enfermo, sino que es un. r ~be lde . .
1967). Ha biendo prescindido de un Dios personal y tras: A esta altura de mi argumento qu1za algu nos qu ieran
cendente y h abiénd olo r eempl azo por "el fondo de nues- responder que la palabra "salvac ió n" si' se emp l~a en el
tro ser", se pregunta qué puede significar la "reconci- Nuevo T estamento , p articularmente en los evange lios, p ara
liació n" cuando no hay ningún Dios con el cual haya que hacer referencia a la liberación f ísica. Tienen toda.la
reco n~~liarse; ~orno respuesta toma la frase en la parábola razó n - por lo menos verbalmente- y _p<:_r lo tanto debe-
del H.JJo. Prodigo de que "volvió en sí"' y propone que, mo s examinar este punto de vista. Sozo se emplea para
com~ D 10s es el fondo de nu estro propio ser, la salvación hacer referencia a la lib eración de la ceguera (en el caso
co nsiste en que cada cual "vuelva en sí".'. La salvación se
del ciego Bartimeo, Marco s 10. 52) , de la . lepra (Lucas
~.~ansfo~ma ,,en una especie de integración psicológica, la 17.19) y del flujo de sangre (Marcos 5 .?4). En ~~da uno
mtegndad de una persona equilibrada. No cabe duda de
de esto s casos Jesús le dijo al qu e pade c 1a el m al tu fe t e
114 115
, ''

LA MISION CRIST IANA HOY


LA SALV ACION

h a salvado", frase qu e en cad a caso Ja Versión Popular


palabras de Jesús " tu fe te ha sa~vado" ~ueron no sólo
traduce co mo " ru fe t e ha sanado". Lo mismo se dijo
para la mujer pecadora que ungio :~s pies y a _la cual
sob re la mu lt it ud de ge nte qu e padec ía enfermedades no
p erdo nó (Lu cas 7.48-50) sino tamb1en para el ciego, el
especificadas. Se nos d ice qu e to dos los que tocaban el
... manto de J esús " quedaban sanos", lo que en griego es leproso y la mujer con pérdidas de sangre, no porqu_e s_u
esozo nto ("fueron salvados") y que la Versión Po pul ar curación fuese su salvación, sino porque aquella constituia
tradu ce "quedaro n sanos" (Marcos 6 .56; cf Hechos 14.9, una parábola dramatizada de ésta. , " , .
San tiago 5 .15). Pero sozo se empl ea tambi én para hacer La interpetación de los Evangelios segun la en tic~ de
refe re nc ia al acto de sa lvar a quien se hunde ("¡Seño r, las formas" sugiere claramente el u ~o de lo s conocidos
sálvamo s, que perecem os! " , Ma teo 8.25; cf 24.30 y incidentes en la evangelización. Por e3emplo, el pec~do e~
ll echos 27.20, 3 1, 34 y 43-28 .4) y hasta a la mu erte una enfermedad moral interior crónica que n~ngun ser
("Sálva te a t i mismo, desciende de la cruz . .. A otros huma no puede sanar, y si acudimos a los reme dios huma-
salvó , a s í mismo no se puede sa lvar", Ma rcos 15 .30 ; 31 ; nos no hemos d e mejorar sino que empeoraremos. Por lo
cf Ju an 12.27, Hebreos 5.7). tanto , h agamos que el p ecador ext ienda la mano de la r:
Todo esto es cierto . ¿Qué prueba ello, sin embargo? y que toque apenas el borde d el m anto de, Cristo, Y sera
¿Hemos d e argumen ta r en base a est os usos del verbo sanado, es decir, será salvo. Por lo <lem as, . ¿amenaz~n
"salvar" que do ndequie ra qu e el N uevo T estamento pro- hund.irnos las tormentas d e la pasió n pecami,~o s~ o , m-
m e te salvación a l creye nte le está ofrecido no sólo la cluso la ira de Dios? Exclamemos entonces ¡Salva.nos,
lib eración del pecado, sino también una especie de seguro Seño;, que perecemos! ", e inme diatamente el Señ?r J esu-
glo bal contra los ma les físicos de t od o orden , incluyendo cristo aquietará la tormenta y no perece remos smo que
la enfermedad , la as fixi a y la misma muerte? Por cierto seremos salvados, y hasta podremos disfrutar de ~a p~z ~
q ue no. Resul ta r1'a imposible reconstruir la doctrina b í- de la calma de su salvación. Así es como la iglesia pru;ii-
blica de la sa lva ción en es tos término s. La sa lvación por fe tiva utilizó estos relatos de liberación física. E llos cre ian
en el Cristo crucifica d o y resuc itado tiene sentido m ora l y que Jesús ten ía la intención de 'q ue sus curaciones ilust ra-
no materia l; es un rescate del pecado y no de los males, y ran la salvació n y que no fu e ran meras promesas de
la razó n p o r la cual J esús dijo "t u fe te ha salvado'', en seguridad o de salud. ,
ambos casos, es la de qu e sus obras de resca te físico (de En forma similar el apóstol P edro, despu es de sanar al
- la enfermed ad, de perece r ahogad o, de la muerte) consti- paralítico de nacimiento a la e ntrada del templo, pudo
tuían señales in tencio n ales de su salvació n, y as í fu eron pasar d.irect ame nte del medio _p or _ e l cual _un h.~mbre
en tendid as por la iglesia primitiva. " haya sid o sanado" (griego seso_s_taz) <:_ l~. a~1rmac 1on de
T en em os qu e reco rd ar que a los milagros de Jesús se que "en ningún otro h ay sal':'a~1on (soterlíl) , p orque no
los llamó siempre semeia , señales del reino , señales de su h ay otro h ombre b ajo el cielo, e n qu e P?_d amos ser
salvación. Au n más, los apóstoles los reconocieron como salvo s" (sothenai); H ech os 4.9, 12. La cu rac1on d e ~~te
tales, e indudablemen te se valieron de estos relatos de h omb re fue una "señal m anifiesta" (4.1 6) de su salvac1o n .
milag ros e n su p redicació n y su enseñanza. Las co no cidas

11 6
117

.. m W i í 'N:m:w& AQ l!i 2 tt~- • .


LA MISION CRI STIANA HOY LA SALV ACION

La salvación y la liberación política de México. Se planteó la siguiente cuestió n : "¿Cuál es la


forma y el contenido de la salvació n que Cristo _ofrece ~
Llegar:;o s ahora al segundo aspe cto negativo, de que la los h ombres en el mundo secular? " ( Witn ess in STX Contz-
salvacio n no es liberación socio-política. nents, p . 153), p ero se reconoció incapaz de _dar una
La segunda reconstrucció n importante que se ha inten- respuesta satisfactoria. Luego, ·e n 1968, los do_s_ 1?,fo rmes
tado sobre la doctrina de la salvación ubica el dilema sobre " la estructura misionera de la congregac1on - uno
principal ~el hombre no en sus enfermedades físicas y de Europa occidental titulado The Church fo r O thers, Y el
m entales, smo en sus estructuras sociales y políticas. Rein- otro de No rteamérica titulado Th e Church fo r the World-
terpret a, por lo tanto, la salvación como la liberación de fu eron publicados juntos. Estos info rm e~ cont ribuye ron a
las gentes p obres y desamparadas que padece~ hambre, . fo rmar el pe nsamiento que luego qued o expresado en la
P?br~z~ y -~uerra, . dominación colonial, tiranías políticas, Sección II de la Asamb lea de Upsala, ese mismo año . E?
d1scrrmmac1on racial, ex plotación econ ómica, aislamiento dich os informe s "el objetivo de la misión" se defim a
en los gh ettos, cárcele s políticas y la desalmada tecnología como " humanizació n". Se afirmaba qu e Crist o era " el
del mundo moderno. El p roblema reside en la opresión, verdadero hombre , cabeza de la nueva humanidad" , Y po r
no en la e~fermedad] por ello la salvación es justicia, no ende " do ndequiera que se logre conducir a h ombres Y
salud. El ejemplo mas notable de esta formulación pro- muje'r es a la restauració n de las r~la~iones en el amo r al
cede de la A samblea ecuménica celebrada en Bangkok en prójimo , en el servicio y el suf nm1e nto en aras de ..u n
enero de 1973 , pero quizá resulte provechoso rastrear los m ayor grado de justicia y libe rtad", est_as cosas han de se_r
pasos q ue con duj eron a la misma. reconocidas como "señales de la plemtu d de la humam-
Cuando el Concilio Misionero Internacional se fusionó dad" que Cristo les está p roporcion and o (Th e _Church fo:
con el Consejo Mundial de Iglesias en 1961 en Nueva Others, pp. 77, 78). Las Notas para las S ecciones publi-
D~~-i, el fin ~ue pers~guía la Comisión de Ev~nge lismo y cadas como prep aración p ara Upsala citab an .. ex~~ nsa me nt e
MlSlon Mundial quedo definido como el de "fomentar la de' ambos informes, y t omaron de ellos la noc1o n d~ qu e
proclamación del evangelio de Jesucristo al mundo entero el objetivo de la misión pued e defin irse en forma 1gu a!-
co n e!, prop ósito de que todo s los hombres crean y sean mente adecu ada ya sea en términ os de "la nu eva hum a111-
' salv~~ , mientras que su s funcio nes, se dij o, incluían la dad" o el establecimiento de la " shalom" (la paz vist a
" orac1o n Y la exho rtación para que las iolesias complet asen como " un acontecimien to social, un evento en las relacio-
"1 o
.a ~~rea evangelizadora incomplet a" e impulsaran " la nes interperso nales") o del R eino de Dios. En respuesta al
difu sio n del evangelio en el mundo". D e estas expresio nes interrogante de México concerniente a la relac_i? n entre_ la
se desp rende con claridad que la salvación aludida en ·ese acció n de Dios a través de la Jgles ia y la acc1on de Dios
mo~ ento era una liberación individual del pecado por en el mundo aparte de la Iglesia, se inclinar~n ~uerte­
m edio de la fe y como resultado de la proclamación del mente h ac ia lo segundo , manifes tando al propio tiempo
evangelio. que la obligació n de la Iglesia era la de "hacer nuestra la
Dos añ os más tarde, e n diciembre de 1963 dicha agenda del mundo" . Buena parte de este modo ~e pensar
Comisió n celebró su primera reunió n plen aria en la' ciudad quedó reflejada en el info rme fi na l de la Secc1on II en

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LA MISION CRI ST IAN A HOY
LA SALVACION
Upsala, si bien en el proceso de composición la redacción
final incorporó té rminos algo más moderados. una humanidad dividida" aparecen estas aseveraciones:
Otro documento que gravitó en Upsala fue el informe " La salvación que trajo Cristo, y en la que nosot:os
de la Conferencia sobre Iglesia y Sociedad llevada a cabo participamos, ofrece integració~ plena frente a esta vida
en Ginebra en I 966 cuyo tema preponderante fue el del d. ·d·da Se trata de salvacion del ahna y del cuerpo,
lVl 1 · · • ·d d d 1
desa rrollo mundial. Una Co nsulta sobre el D esarrollo , de del individuo y de la sociedad, de la humaru a, Y e a
carácter ecuménico, se llevó a cabo en Monteux en 1970 creación (que) gime" (Romanos 8.19, 22) ._ . . As1, como. _la
y un trab ajo preliminar por un miembro del personal de' culpabilidad es tanto individual y .corporativa, as1 tamb1en
la Comisión de Eva ngelismo y Misión Mundial, relaciona- el poder liberador de Dios cambia a las personas y a las
do con la teología de la misión y el de sarrollo , incluía la estructuras . .. Por lo tanto vernos a las luchas por. _la
siguiente dec laració n: " La salvación de la humanidad por justicia económica la libertad política y la renovac1~n
Dios en Cristo co mprende el desarrollo de la fe , las cultural como ele~entos en la liberación t otal del rnun o
insti tuciones y las estructuras de todos los hombres . . . El mediante la misión de Dios" (pp. 88 s.). J?e este _mo do
- verd adero desarrollo es la batalla por la integridad del salvación es liberación, y la liberación c~bia .~or igua! a
hombre tanto individual como corporativa" (From Mexico las personas y a las estructuras. Esta equ1parac1on no)~ol~
City to Bangkok, p. 197). El retorno al concepto de Ja resulta muy dudosa en sí misma (corno . ,veremos ' e
"integridad" del hombre, concebido más bien en términos informe además pasa a delinear la s~lvac1~ n .e~ cuatro
socio políticos que psicofí sicos resulta significativo. dimensiones - económica, política, ,social e ~~dividua! - e
En el curso de los cinco años entre Upsala (1968) y inclu so afirma que en un sentido ' la sal:ac1on es la paz
Bangkok ( 1973), el énfasis ecuménico pasó de la humani- . de la gente en Vietnam, la independencia de Angola, la
zación y · el desarrollo a los movimientos de liberación ·usticia y la reconciliación en Irlanda del Nor~e y la
seculares, y el "Program a para Combatir el Racismo" tberación de la cautividad del poder .~n l~ comun~~ad del
(lanzado en 1969) co bró vigor. En Bangkok ocurrió lo Atlántico Norte", como lo es tamb1en co nver~1on per-
mismo qu e en Upsala: n o se llegó a una reconciliación en sonal en la liberación de una sociedad sumergid~ para
• cuanto a las cu estiones en disputa, y el I nforme de la dotarla de esperanza" o "los nu evos .estilos de v id~ e~
A samblea contiene posiciones mutuamente excluyentes. medio del egocentrismo y la falta de am or corporativo
Declara que "la salvación es la liberación del pecado y (pp. 89 s.). , · d
to das sus consecuencias que Cristo ofrece a los indivi- Este breve bosquejo del pensamiento ecurnenico u-
duos" (Bangkok A ssembly, 1973, p. l 02), y qu e Ja "con- rante los diez años que van de México 1963 a _B ang~ok
centración so bre las consecuen cias sociales, económicas y 1973 nos ha demostrado que se ha dado preem1~e~~1a a
políticas del evangelio de ningún modo niega las dimensio - palabras claves corno "humanización", " d~sarrollo ' .mte-
nes perso!}al y eterna de la salvación" (p. 87). No obs- 'd d" " liberación" y "j usticia". Perm1 tasem e dec!f de
tante, ésta es just amente la impresión que en definitiva gn a • que estas cosas,
inmediato ' ·, d e. h ?rn bres de
y la liberac1on
deja el Informe. toda forma de opresión, no son solamente objetivo~ d_esea-
En la secció n so bre " la salvación y la justicia social en bles agradables a Dios el Creador, sino que los cristianos
debleran estar activamente comprometidos en la prose-
120
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LA MISION CRISTIANA HOY
LA SALV ACION

cución de dichos fines juntamente con otros hombres


El trasfondo del libro es triple: América Latina ("el co~ti­
caritativos y de buena voluntad. Porque Dios creó a todos
nente oprimido"), la Iglesia Católica Ron:ana Y su ~ggwr­
los hombres y se interesa en todos los hombres. Quiere
namento, y la teoría económica marxista. Adrruro la
que los seres humanos vivan juntos en paz, libertad, digni-
profunda compasión de Gusta:o ~utiérrez por los explo-
dad Y justicia. Dichas cosas competen a Dios en todas las
tados su insistencia en la sohdandad co n los pobres, la
sociedades, porque el Dios de la Biblia es un Dios de
importancia que le asigna a la "praxis" social en ~uga~ de
ju sticia, así como de justificación, y detesta la injusticia y
la teorización improductiva, y su llamado a la iglesia a
la tiranía. Más aún, los evangélicos a menudo hemos sido
"un compromiso más evangélico, más auténtico, más c~n­
culpables de hacernos a un lado frente a nuestras respon-
creto y más eficaz para la liberación" (p. 184). Vanas
sabilidades sociales y políticas. Nosotros mismos tenemos
veces cita favorablemente el famoso aforismo de Marx que
la culpa de esta negligencia. Debiéramos arrepentirnos y
no tener miedo de advertirnos a nosotros mismos, y unos dice que "los filósofos se han limitado a interpreta;, el
l. a otros, que Dios puede estar llamando muchos más mundo ... la cuestión está, sin embargo, en cambiarlo.
'; .' No tendríamos por qué obj eta r la meta que de~ine , a
cristianos que los que realmente oyen su llamado , a ingre-
saber "liberación de todo lo que limite o impide al
sar en el nombre de Cristo en el mundo secular de la
hombre que se autodetermine, liberación de todos los
política, de la economía, de la sociología, de las relacio-
nes raciales, de la salud comunitaria, del desarrollo y de impedimentos al ejercicio de su libertad" (p. 52). Est_o :_s
una multitud de ámbitos similares. plenamente bfblico. Dios hizo al homb re a su misma
imagen; debemos oponernos a todo lo que lo. d_eshuma-
niza. Luego, "la meta no es sólo mejores co nd1c1ones. ~e
La teología de la liberación vida un cambio radical de las estructuras, un a revoluc1on
soci~l · es mucho más: la creación continuada, sin fin, de
una ~ueva forma de ser hombre, una revolución cultural
Poco antes de Bangkok, en 1971 , apareció en Perú la
permamente" (p. 61).
edición original en castellano de la obra de Gustavo Gutié-
rrez . T~ologz'a de la Liberación. La traducción inglesa se
publico en los Estados Unidos recién en 1973, y en
Inglaterra en 1974. Con el subtítulo "Perspectivas", la obra
de G~stavo G~tiérrez constituye el intento más completo
1
turas o ta tradición de la Iglesia, y va liéndose del auxilio de l~
Y. _seno aparecido hasta el presente de interpretar la salva- ciencias sociales, dicha teología registra su vigorosa protest~ con-
cion bíblica en función de la liberación de los oprimidos.2 tra las teologías de los Estados Uni,dos y Euro pa. _Los ex positores
más conocidos, aparte de G. Gutierrez, son Ruben Alves (Teolo-
gía de lasEsperanza humana, Sígueme) y Hugo Assman (Teolo-
gía desde la praxis de la liberac i ó~ , Sígueme, 1973). Orl~n~o Cos-
I:as citas que siguen corresponden a la edición castellana por Edi- t as los caracteriza así: "Si Alves es el profeta ,del mo_v1m1e~ ~o , :,
2 c1ones Sígu,eme, Salamanca, 1972. (N. del E.).
Assmann es el apologista, Gutiérrez es e~ t eolo?? s1st ematico
~a "teo.log ia de I~ liberación" es un auténtico producto de Amé- (fhe Church and Its Mission: A Shattenng Cntique from the
n ca Latina. A partu de la realidad histórica antes q ue de las Escri- Third World, Coverdale, 1974, p. 223).
122
123
LA MISION CRISTIANA HOY LA SALVACION

¿Cuáles son los medios para llegar a esta meta? Uno atreve a agregar que éste es "el tema paulino ?el señorío
de los temas que se repite en el libro es el de la historia universal de Cristo, en quien todas las cosas exist~~ Y han
como un proceso por el cual la conciencia de sí mismo sido salvadas" (p. 106). Adem ás, le "da valor religioso de
.. que tiene el hombre va en aumento hasta que "paulatina- un modo completamente nuevo a la acció n d~l h~rnbre
mente toma las riendas de su propio destino" (p. ej., p. -cristiano como no cristiano por igu al- en la hist~ na: La
56), obtiene su libertad, y de este modo crea una nueva construcción de una sociedad justa tiene valor e.n. termmos
sociedad (p. ej., pp. 68, 69). En términos sociológicos y del Reino, o, en términos más corrientes, p~rtic1par en el
tecnológicos el hombre ha llegado, en efecto, a "la ma- proceso de liberación es ya en cierto sentido una obra
yoría de edad". Ahora posee en toda su medida ese salvífica" (p. 107). .
"dominio" que en el comienzo de la creación Dios le En ~l capítulo titulado "Encuentro con Cnsto ~n la
·1
mandó q'!e ejerciera (Génesis 1.26-28). historia" vuelve a universalizar la obra Y la presencia de
Dios. A partir de las imágenes del "templo" tomadas de
Todo esto - la necesidad del hombre de adquirir liber-
tad y de realizarse, y de tomar conciencia de su responsa- las Escrituras, pasa a hacer la afirmación, e.nteramente
bilidad para la reconstrucción de la sociedad- es bfblico y infundada incluso a la luz de sus propias premisas, de que
bu eno. Tanto la meta como los medios están bien defini- "el Espíri~u enviado por el Padre y el Hi} o a llevar a cabo
... dos. Pero cuando el autor comienza a teorizar, a tratar de la obra de salvación en su plenitud habita en .todo ho.m-
presentar la liberación social como si esto fuera lo que la bre" (p. 249). Por otra parte, " desde que Di.os s~ h120
Escritura entiende por salvación y, de esta manera a hombre la humanidad, todos los hombres, la h1stona, son
descartar la evangelización en favor de la acción política, templo 'viviente de Dios" (p. 250). Y la. "liberación crea
en ton ces siento, de mala gana pero con firmeza, que un nuevo pueb lo elegido, que. est~ ve~. mc~uye a t?da la
tengo que apartarme. humanidad'' (p. 209). No existe JUSt1ficati~o bíblico al-
guno para tales aseveraciones. Por el contrario, los autores
El mismo auto r plantea la cuestión básica: "¿Qué rela- )'

ción hay ·entre la salvación y el proceso histórico de la del Nuevo Testamento contradicen constantemente_ esta
liberación del hombre?" Se trata , agrega, de " la cuestión noción al insistir en la distin ción entre los que es~a~ en
clásica de la relación entre... la fe y la acción política, o, Cristo y los que no lo están, los que tienen al Espmtu Y
en otras palabras, entre el Reino de Dios y la construc- los que no lo tienen (p. ej., Romanos 8.9; 1 Jua~, 5.1 2).
.ción del mundo" (p . 74). Se abstiene de identificar a los ·No cabe entonces en la formulación de Gutierrez la
do s. Pero no está lejos de hacerlo, y con el fin de lograrlo conversión? ' Sí, pero se
¿ '
trata fundamental.mente de " c~,n-
se permite una exégesis extremadamente dudosa. versión al prójimo" (p. 250). Ya ha afuma~o que el
hombre se salva si se abre a sí mismo ante Dios Y a los
Por poco b orra completamente la distinción entre igle.
demás aunque no sea plenamente consciente de lo que
sia y mundo, cristiano y no-cristiano , a fin de poder·
aplicar a todos los hombres la enseñanza bíblica acerca de está h;ciendo." La lucha por no ser egoísta ~'"por crea~
una auténtica hermandad entre los hombres , es en si
la obra salvadora de Dfos. Sea que están conscientes de
misma una respuesta a la gracia de Dios, se~ . que las
ello o no, escribe, "todos los hombres son llamados efi-
p ersonas de que se trate confiesen a Cristo expli citamente
cazmente en Cristo a la comunión con Dios". Aún más, se

124 125
: ;.
. , ···. ~-=..:- ··~·~ --
·---··~~- ~ ---- ·-
LA MISION CRISTIAN A HOY LA SALVACION

o no (p. 197). En efecto, la única forma de amar a Dios entregan al serv icio en dic~os c~r:ipos ; pero ll a.n:ar '_'~alva­
:,
es amando a mi prójimo, la única forma de conocer a ción" a la liberación soc1opoh tica, y evangehzac1on al
Dios es obrando la justicia (pp. 250s.) . Ahora bien, por activismo social, ya es hacernos cu lpables de. una torpe
l1 cierto que el verdadero amor y conocimiento de Dios confu sió n teológica. Es mezclar lo que las Escrituras m ~n- ..
t. deben expresarse en amo r y justicia para con el prójimo ; tienen separado -D ios Creado r y Dios Redentor.' el .D1os
pero ponerlo al revés y hacer que el conocimiento de Dios del cosmos y el Dios del pacto, el mu~do. ~ la igl~~ia'. l~
sea la consecuencia de hacer justicia, e, incluso, equiparar gracia -común y la gracia salvadora, la JUSt1cia Y. ~a JUSt1fi·
los dos, se parece extraordinariamente a una doctrina de cación, la reformá de la sociedad y la rege nerac1on ~e los
salvación por bu enas obras. h ombres. La salvación que se ofrece en el evangelio de
El autor insiste constantemente en que más allá y a Cristo tiene que ver con las perso nas más bien que con las
través de "la lucha contra la miseria, la injusticia y la estructuras. Es liberación de otro tip o de yugo que la
explotación la meta es la creación de un nuevo hombre" opresión política y económica. . , .
(p. 190). El autor sabe que se trata de una expresión Quizá en ningún momento se hizo mas evidente e~ta
tanto marxista como bíblica, pero no manifiesta ninguna confusión en Bangkok que cuando se trazaron analogias
turb ación ante el hecho de que si bien las palabras son las entre Mao y Jesucristo. Uno de los docu~entos prepara-.
mismas, el sentido con que se usan puede ser diferente. El torios de la conferencia se titulaba Salvatzon Today .and
"solo y nu evo h ombre" del que escrib e Pablo es la crea· Contemporary Experience? En una página alguien ~fii:ma
ción de Dios p or la muerte de Cristo y don de Dios para haber sido "salvado por Mao", mientras que en la s1gu1en·
quienes están personalmente en Cristo (Efesios 2.15, 16; 2 te algún otro manifiesta haber sido salvad~ por Je~:icri:~º·
Corintios 5.17). Resulta difícil creer que Gutiérrez piense De igual modo un delegado norteamericano diJ o: El
seriamente que esto sea lo mismo que la "creación" a presidente Mao es el Mesías de Dios para los chin~s", Y
través del marxismo d e un nu evo orden social y un nuevo un gran cartelón apareció un día . en la ~arteler~. de la
estilo de vida para todos los h ombres, sean o no cristia· conferencia que tras hacer referenc1a a la neurosis com·
nos. pulsiva" de occldente por coi:ivertir a China, d_e_cí~:,," ¿~al­
vación? ¡Dios guarde a la Chma de la q :rnvers1on . . Bien
puede afirmarse , quizás, que Mao h a "salvado" a_ la C~ina
La cuestión hermenéutica en el sentido de h aberla dotado de una nueva identidad•
nacional. Pero esto sólo po dría decirse haciendo abstrae·
Si bien la lib eración de la opresión y la creación de una ción de la espantosa pérdida de vidas humanas Y de
sociedad nueva y m ejor constituyen innegablemente la libertad en b ase a las cuales se h a obtenido dicha "salva-
buena voluntad
. de Dios para el ho·m bre ' no obstante es ción" nacional. Además, resulta pueril , al punto de rayar
n~_ce,~ano ag r~gar que est as cosas no constituyen la " salva- en la blasfemia, igualar este tipo de "salvación" con la
c1on que Dios le ofrece al mundo en y mediante Jesu- obra salvífica de nuestro Señor Jesucristo.
cristo. Podríamos incluirlas en " la misión de Dios" como El profundo temor que abrigamo s en relación co n los
hemo s visto, desde el momento que hay cristianos 'que se escritos ecuménicos de la hora tiene fundame ntalmente

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LA M ISIO N CRISTIANA HOY LA SALVACION

raíces hermenéuticas. Se relaciona con el tratamiento de te una p olítica d e control de la población" (Biblical
las Escrituras, tanto del Antiguo como del Nuevo Testa· Perspectives on Salvation, p. 3). En su esclavitud "gímie·
n:iento, en las que sus defensores procuran apoyarse. Ya· ron" y clamaron a Dios, y Dios le dijo a Moisés que
n os de, los que han criticado a Bangkok han aludido al conocía su opresión y que había "descendido para librar-
uso erroneo de. las .Escrituras en las asambleas ecuménicas. los (o liberarlos)" (Exodo 3.7-10). Años más tarde en._el
A veces es arb1tranamente selectivo (omitiendo lo que no Mar Rojo les fue dicho "estad firmes, y ved la salvac1on
resul~a conveniente), otras extremadamente descuidado que Jehová hará hoy" . Cuando se comple tó el rescate,
(torciendo lo que les parece conveniente a fin de lograr dicen las Escrituras que "así salvó Jehová aquel día a
apoyo p ara una teoría preconcebida). · Israel" , e I srael se hizo conocer como "este pueblo que
Al reve rendo Je~ónimo Haber, un sacerdote norteameri· redimiste" (Exodo 14.13; 14.30; 15.13). Los comentarios
cano de l~ sec reta na d el Vaticano, se lo invitó a evaluar la previos a Bangkok sobre esta enseñanza bíblica hacen las
conf~ren cia de Bangkok cuando ésta llegaba a su fi preguntas cruciales sobre si se la puede aplicar "a cada
Hablo en francés, pero sus palabras han sido traducidas ~~ grupo de gente oprimida" y si se la puede considerar
este m_odo : "Me asombra que ustedes puedan discutir día como "el tipo de liberación que Dio s contempla para
tras dia 'La Salvación Hoy' ... sin escuchar lo que dijo todo s los oprimidos". Deja sin respuesta a estos interro-
sobre ell~ el apósto l Pablo. No he oído a nadie hablar gantes. Pero está claro, nos parece, que la respuesta debe
sobre la JU.stificació n por la fe. No he oído a nadie hablar se r "no".
sobre la vid~ p erdu rable " (citado por Arthur Glasser en Por cierto que la opresión en cualquier forma le es
Th e Evangeltcal Response to Bangkok William Carey Li- detestable a Dios. Cierto es, también, que Dios está activo
brary 1973, p. 92). ' en la historia de todas las naciones. Tanto es así que su
. , Del mismo modo Stephen Neill ha escrito: "La salva- palabra por boca de Amós trazaba una analogía entre
c1on qu ~ se co ncibe en té rminos puramente tridimensiona· Israel por un l ado y los filisteos y sirio s (arameos) por
les _t ~rmm a _por no se r salvac ió n en absoluto. Tal vez la o tro: "¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y
de bi11da~ m as g ~ave de esta asamblea sea que su título fue a los filisteos d e Caftor, y de Kir a los arameos?" (Amós
mal .elegid o; casi no h ay nada so bre la salvación, en algún 9.7). Pero esto era afirm ar que Israel no pod ía monopo-
se ntido neotesta mentario de la palabra en sus páginas y lizar a Yahvé como si fu ese una deidad tribal ; no era
e~ . sus transacciones" (en el periódico' The Church negar la relación especial que Dio s había establecido entre
d1 c1e mbre de 1973) . man, él y su pueblo Israel. Todo lo co ntrario, fu e a través de
. , L as prin cipales pru ebas bfblicas aducidas para la po si- Amó s que Dios afirmó el carácte r único - y por lo tanto
~1 0 ~ ado~:ada e n Bangkok, concretamente las referidas a la consecuencia moral- d e dicha relación: "A vosotros
a liberac10n d e Israel de los opresores egipcios fueron solamente he conocido de todas las familias de la tierra ;
tom ada s d el Antiguo T estame nto. Gustavo GutÍérrez se por lo tanto, os castigaré por todas vuestras maldades"
apoya fuert emente e n esa mism a interpretación del éxodo (Amós 3.2 ; cf Salmo 147.20). Era esta misma r elación
E l p u.~ blo de Israe l era esclavo. "El punto de partida es l~ especial la que estaba en el trasfondo del Exodo. Dios
op res10 n en la forma de explotación económica y median- rescató a su pueblo de Egipto en cumplimiento de su

128 129
LA MISION CRISTIANA HOY LA SALVACION

pacto con Abraham, Isaac y J acob, y como anticipo de la enviado a sanar a los quebrantado s de corazó n ; a prego nar
renovación del mismo en el Monte Sinaí (Exodo 2.24; liber tad a lo s cautivos, y vista a los ciegos ; a po ner eL1
19.4-6). Co n lo s sirios y los filisteos no hizo ningún libertad a los oprimidos .. ." (Lucas 4.1 8). Aqu 1 se men-
p acto , y su actividad providencial en la vida nacional de cionan tres categorías principales de personas - los ~obres,
dichos p.u eblos no los convertía en pu eblos del pacto. En los cautivos y lo s ciegos- y en Bangkok se d~o. por
las Escnturas, los términos "salvación" y "pacto" van supuesto que se trataba en estos casos de cond1c1ones
siempre juntos. Por lo tanto en el Nuevo Testamento el literales y físicas. Pero, ¿podemos acaso dari? ·po r ~entad,0
éxodo se transforma en figura de nuestra redención del tan fácilmente? Es cierto que dura nte su mm1~teno J esus
pecado por. C ri~to, no, ~n una promesa de liberación para le dio vista a los ciegos; y por cierto que los ciegos deben
todas las rnmo n as poli ticarnente oprimidas. despertar nuestra compasión en el día ?e !ª
h?Y · Pero res-
No podernos objetar el uso de la palabra "salvación" tauración milagrosa de la vista que hac ia Cnsto lo senalaba
en un sentido político, siempre que quede claro que no como la luz del mundo; difícilmente pu eda tomars: como
estamos h ablando políticamente acerca de la salvación de instrucció n para que nosotros hoy realicemos . sUTI1 lares
Di~s e.n y .mediante Cristo. Por ejemplo, no tenernos por curas mil agrosas. J esús t ambién alivió las necesidades de
que d1scutu con Alejandro Solzenitsyn porque en su fa- los pobres y les dij o cosas bastan te desco nce rtantes ª. los
mosa "Carta a los Dirigentes Soviéticos" (fechada el 5 de ricos. Pero es bien sabido q ue " los pobres" e n el Antiguo
se tiembre de 1973 y publicada en occidente en marzo de Testamento no eran solamente los necesitados, si no _tam-
1974) se refiere a lo que personalmente co nsidera es bién los hombres piadosos cuya espe ranza , y co nfianza
"para el bien y la salvación de nuestro pueblo". Pero estaban en Dios. L a primera bien ave ntu ra nza no pu ede de
cuand_~ el Nuev? Testamento hace u so de promesas de ningún modo entenderse en el sen t id? de q~ e la po? reza
salvac1on conterndas en el Antiguo Testamento , las inter- mate rial sea una condición para rec1b1r el reino de Dios, a
preta en un sentido moral más bien que material. Tal vez m enos que estemo s disp uestos a vo lve r co m? letamente al
el ej emplo m ás notable de esto sea el Benedictus en el revés el evangelio. Pero, ¿qué po demos dec tr de los ca~­
que el "cuerno de salvación" (cf. VM) que Dios h abía tivos y lo s oprimidos? No hay pruebas de que J esus
levantado, de conformidad con la promesa dada por los vaciara literalmente las cárcel es de Palest ina. Por el COJl-
profet~s de que h ab.rfa "salvación de nuestros enemigos", trario, el principal e ncarcelado de qu e se ?ºs informa
~e e.n~1;,nde. en func1on de servir a Dios "en santidad y en (Ju an el Bautista) quedó en la prisió n y fue ejecutado. Lo
JU St1c1a , mientras que Juan el Bautista irá "delante de la que sí hizo Jesús, sin emba rgo , fue libera~ a los que se
presen.ci~ del Señor, para preparar sus caminos; para dar encontrab an esclavos del pecado y de Sata nas, y prom eter
conocun1en~? d e salvació n a su pueblo, para perdón de que la verdad haría libres a sus di sc ípul os.
sus pecados (Lucas 1.67-79). Ruego al lector que no me entiend a mal_. L~ P?~reza
Otr~ pasaje bfblico popular que se utilizó en Bangkok en lo material, la ceguera físic a y el cau~ 1ve n o !IlJUSto
es ~a c1~~ del S~ñ.or en la sinagoga de Nazaret, tornada de constituyen, t odos, condiciones qu e en diversos grados
Isai.as: E l Esp1ntu del Señor está sobre mí por cuanto deshumanizan a lo s seres humanos. Tienen que despertar
me ha ungido para dar buenas nuevas a los p~bres; me ha preocup ación en los cristianos y estimularlos a la acción

130
.
131
LA MISION CRISTIANA HOY LA SALVAClON

para lograr el alivio de l os que sufren de estas formas. Lo ,. f . do un soporífero - suminis-


que quiero seña lar, co n todo, es qu e la lib eració n de estas acusación de andar o relc 1en bl ,, Pero una acusación de
d , "opio para e pue o .
co sas no co nstituye la salvació n para lograr, la cual ya ha tran o mas , . Nunca sería leg ítimo em-
'' esta naturaleza no sena J~,sta. D ·os" para co ndenar la
sido obtenida por Cristo, quien murió y resucitó.
H ay otra cuestión exegé tica que deseo mencionar en plear esas dos ?ala~~as, u:~~cep1taciÓn acrítica del statu
relación al in ten to de interpretar la salvación en términos opresión o .para J~S~ icar ellas uede n servir para transfor-
" de li beración social. Se refiere a las instruccion es que en quo. Al mismo .tiemp_o, p ~e no s dice n que Jesucristo
mar cualquier situacion. orq , . n uede ser
el Nu evo Testam e nto los apóstoles d an a los escl avos . Aun nos da una lib ertad interior, d_e esp1ntup que ºs pen P ablo
cuando no a taca n directamente la in sti tución de la esclavi- destruida ni por el tirano ~as ~ ru el. ensemo
tud , sin emba rgo Pablo insiste en que los esclavos han de . ·, . . acaso no era libre. d
ser tra tado s hac iendo " lo que es j usto y rec to" con ellos en l a pns1on. 1., • , b' negativo. He procu ra o
Hasta ahora he sido ~ªks~~i~uras que la "salvación",
(Colose nses 4.1 ). Se tra taba de una declaració n revolu-
cio na ria , porque en el imperio romano el concep to de argum entar en b ase ª.,
1 y que ahora ofrece a los
"justic ia" p a ra lo s esclavos ni se contempla ba. Más aún, por la cual Cristo mu~1'on u;s~c~ef~~ica ni liberació n socio po-
esta ex igen c ia de justicia fue lo que socavó la institución hombres, no es curac10 onstrucciones h e procurado, al
de la esclavitud y te rminó por destruirla. Más todavía, si lítica. Al rechazar estas rec tra las malas interpreta-
. t. 0 protegerme con
bien Pablo no incitó a los esclavos a la rebelió n ni a la mismo iemp , . !'vas debo op o ner tres
ciones. A las a~e~e rac1~n.es n;g'b1ios se interesa grande-
.,Peso bedienc ia civil ni a la autoliberación, en cambio les
enseñó que si podlan ob tener su liberación no desaprove- afirmaciones po s1~1vas. n;ee:ir , en nu estros cuerpos y en
charan la opo rtu nidad. De este modo r eco no ce qu e la m ente en ambas areas, es d 1 gar algún día tanto el
'edad En seaun0 o u ,
esclavitud es una ofensa a la dignidad humana. "No os nuestra soc1 · . , redimidos Tendremos nue-
h agáis esclav os de los hombres" , dice. Pero luego agrega cuerpo como la ~o.c 1edad sera~na socied ad nueva. Tercero,
estas o'tras palab ras tan significativas: "El que en el Señor vos cuerpos y viviremos. ent tanto a t rabajar en ambas
1 os impulsa m1en ras d.
fu e ll amado siend o esclavo, liberto es del Señor. . . Cada e amo r n over la salud física (por me ios
uno, h ermano s, en el estado en que fue llamado, así esfera_s, ?rocurand o pr?m rocurando c rear un o rde n
perman ezca para co n Dios" (1 Corintios 7.20-24). La te rapeut1cos y preve~t1vos) y p ofrezca al hombre liber-
importancia d e esta enseñanza es clara. Los esclavos que social radicalme~te .d~ferente, quNe obstante d espués de
d d ' 'dad JUStlCia Y p az. O ' ·
pued en conseguir la liberación social debieran hacerlo. ta ' igm ' t . de estas cosas para D10s y'
¡Pero si no pu eden, que no olviden que en Cristo, cual- haber d estacado la impor t~ndc;~ía tenemos que afirm ar que
quiera sea su condic ión social, siguen siendo h ombres por ende, para nosotros, 1 . , que D íos o frece a lo s
ell as no co nstituyen la sa vac1on
libres! Su esclavitu d no puede inhibir esa libertad pro-
funda com o seres h uman os que han sido hechos libres por se res humanos en Cristo y a~~~ªia tensión claramente:
El P act o de Lausana expr
Jesucris to, ni pued e tampoco destruir la dignidad de quie-
nes han sido aceptados por Dios. Aun en su esclavitud . anto el Creador como el Juez de
están "co n Dios". No ignoro que me exp ongo a la antigua Afirmamos que D1ops els ~ to debemos compartir su preocu-
todos los h ombres. or o an ,

132 133
LA MISION CRISTIANA HOY LA SALV ACIO N

pación por la justicia Y la reconciliación en toda Ja sociedad sa lvación era primera y principalmente "un acto aguda-
hum~~a Y por la liberación de los hombres de toda clase de mente dinámico en el que dio ses u hombres arracan por la
opres1on. La humanidad fue hecha a la imagen de Dios; conse- fu erza a otros que se encuentran e n serio pel_igr~", _Y ~ sea
cuentem ente, toda persona, sea cual sea su raza, religión, color,
cultura, clase, sexo o edad, tiene una dignidad intrínseca, a peligro de batalla o de mar , de conde~acion JUd~c1~l o
causa de la cual ~e_be ~er respetada y servida, no explotada ... enfermedad. Por ello en la literatura gnega los m ed1cos ,
Aunqu~_ la _!econcilla~ion c?n el hombre no es lo mismo que la los filó sofos, los jueces, lo s generales, los goberna,~tes Y
reconcihac10n _con_ p1os, m el compromiso social es lo mismo especialmente el emperador se cuentan ~ntre lo s salva·
que la e~~ngel1zac 1o n, ni la liberación política es lo mismo que
la ~~lvac1on, no obstante, afirmamos que la evangelización y la dores" .
acc1on so cial y política son parte de nuestro deber cristiano. E l verb o más común para exp resar el concepto de
U:ia Y otra son expresiones necesarias de nuestra doctrina de salvación en el A ntiguo Testamento tiene la idea básica de
D_10s _Y d el hom~ne, nuestro amor al prójimo y nuestra obe- amplitud, de espacio amplio, por o~osi.ción a. la est~~chez
diencia 8: J esucnsto. El me nsaje de salvación encierra también de alguna opresión. De este mo,~o m?1caba li.berac1on .~e
el. m~n~aJe .~ e juicio sobre toda forma de alienación, opresión y
?1scni:n~n ac1on , Y . no deb~ temer el denunciar el mál y la alguna prisión o confinamiento m e dian~e .la mte rvenc10 ~
m1ustic1a dondequiera que estos existan . .. " (párrafo 5). salvadora de un tercero en favor d el oprimido Y en opos i-
ción al opresor". "El pensamiento", co ntinúa G eorg Foh-
rer "no es ni el d e ayudarse a sí mismo ni el de co opera-
La salvación y la libertad individual ció'n con el o primido. La ay uda es tal qu e el oprimido se
ve ría perdido sin ella." Puede tra tarse de ~-na ciud ad que
Luego, ¿qué es la salva ció n? Es libertad individual. Es está siendo sitiad a por un ejército, una nac1on acosa da por
verd ~d que algunas_ veces da como resultado una mayor un régime n foráneo, los p obres que sufren inj us ticia, o
medida de salud f1sica y mental, como hemos visto. Es individuos que p asan alguna catástro fe .p ersonal.
verdad, también, que tiene co nsecue ncias sociales insospe- Todo esto constituye un imp o rtante tra sfondo para
chadas porque, como lo expresa el Pacto de Lausana " la nuestro entendimiento de la salvació n de Dios. El es.. el
salva~ión que decirnos tener" debe transformarnos ";n la Dios vivo, el Salvador; lo s ídolos están muer to s, Y no
t~tall~ad ?e nuestras· responsabilidades personales y so- pueden salvar. C uando D íos salv a a su pu eblo : n,? solo los
ciales (parrafo 5). No ob stante , la salvación misma la rescata del opresor sino qu e los salva para si. Vo so tros
salvación qu e Cristo da a su pu eblo, es libertad del pec~do visteis lo que hice a los egipcios", les _elij o, "Y_,~ó mo os
~~ ~odas sus h o rribles m a nifestaciones , y liberación para tomé sobre alas d e águil as, y os he tra1d o a n;,1 (E~~d~
iniciar una nueva vida de servicio hasta que finalmente 19.4). Este es el tema ya men cio nado de qu e salvac1o n
llegu emos a " la gloriosa libertad de los hij os de Dios". y "pacto" so n co ncepto s que se co rrespo nden. ~e mo do
Werner Foerster y Georg Fohrer en el artículo escrito en semejante el "nuevo cántico" de alabanza a Cnsto en el
c?laboración p ara el Theological Dictionary de Kittel es- cielo declara: " fuiste inmo lad o, y co n tu sa ngre nos has
tan contestes en que las palabras relativas a la salvación redimido para Dio s..." (Ap ocalipsis 5.9).
son fundamentalmente negativas y destacan aquello, de lo Ahora bien, l a palabra libertad es muy ~opular hoy en
cual somos salvados. Así, por ejemplo, en el mÚndo griego día , así como salvación es todo lo contrano. P ero lamen-

134 135
...
LA MIS ION CRISTIANA H OY
LA SALV ACIO N

tabl cmente casi to d o lo que se dice contemporáneamente . '


so bre la libe rtad tiene un carácter negativo. En efecto, Liberación del juicio para adquirir
muchos dicc ionari os la definen negativamente. Uno de la calidad de h ijo
ell os dice qu e es " la ausencia de impedimento, restricción,
confinamie nto, represión". Otro dice que ser libre es "no En su etapa pasada "salvación" significa liberació.n del
estar esclavizado, no estar aprisionado, no ten er restric- justo juicio de Dios sobre el pecado. No se trata s1:nple-
ción, no tener limitac ión , no tener imp edimento". Y estos mente de que nos sentíamos culpab les, qu e te mamos
·' ' conciencia d e culpa, y que en J esucristo en~ontramos
.. diccionarios no hacen sino reflejar el uso corriente, Pero ,:

nunc~ deb emos defin ir la lib ertad en términos puramente alivio, sino de que éramos culp ab les_ ~nte Di?s real y
n egativos. E n realid ad, la insistencia en una comprensión objetivamente, y que ahora h emos rec1b~~ o la libre remi-
posi tiva de la liberta d es una contribu ción netamente sión de nuestra culpabilidad, esa culpab ilidad que P,rovo-
crist iana al debate act ual. Michae l Ramsey ha escrito así : caba la mala co nciencia y el sentido de culpa . La ra.~º~. de
"Sabemos de qué q ueremo s librar a Jos hombres. ¿Sa- que el evangelio sea "el poder de ~ ios para sa!;ac1on es
bemos para qué queremos libertarlos? " Prosigue insis- la de que en ella " la justicia de D10s se r ev~ l~ (o sea, la
tiendo en qu e nuestros esfuerzos en pro de aquellas liber- forma justa de Dios de declarar ju ~t os. ª. los lflJU ~tos), Y la
tades " que e n forma más palpable mueve n nue stros senti- razón de esta revelación de la JU St1c1a ?e Dios en el
mientos" (es decir, libertad de la persecución, del encarce- evangelio es la revelación de '.'la ~ ~ de Dios... desde el
lamiento arbitrario , de la discriminación racial, del hambre cielo contra toda impiedad e injusticia de los hom?res_ ~ue
paralizante y de la po breza) debieran siempre darse "en el detienen con injusticia la verd ad". E sta secuencia lo~ica
Gontexto de Ja cuest ión más radical y revolucionaria de Ja ·
de pensamiento en R omanos 1. . 16-1 8 une . entre. s1 el
Lberación del hombre de sí mismo para Ja gloria de poder de Dios, la justicia de Dios y la Ira ~~ D10s. Su
Dios". Tal libertad , co ntinú a, se ve p erfec tamente sólo en justicia se revela en el evangelio porque tai;-ibien se revela
Jesú s : "El es libre de alguien y libre para alguien. Está su ira contra el pecado. Por la misma razon su pode r se
libre del yo, y est á libre para Dios" (Freedom, Faith and revela por el evangelio a los creye_nt,~s. . ''" ..
the Future, SPCK, pp. 15 y 12). En est a etapa pasada "salvacion equivale a JUst1f1ca-
Por ello examinaremos a co ntinuación la doc trina neo- ció n" , y ésta es lo opuesto a co ndenació n: Todos los que
testamentaria de la salvación, en los tres tiempos o e tapas están " en Cristo" so n sesosmenoi (Efesios .2.~~ 9), es
con ocidos, y en cada caso observaremos cómo los aspectos decir, los que han sido salvados, porqu~ so ~ dz.k~wthentes
negativo y positivo se complementan. " Liberación" es un (Romanos 5.1), es decir , los que ha n sido JUS.tif1cados. En
bu en equivalente de "salvación", en buena medida po rque efecto, Romanos 10.1O específicamente equipara ~os .d?s
a12unta a la libertad hacia la cual se encaminan los libera- conceptos, " porque con el corazón se c.r.ee ,,Pªra ¡~stzc.z~,
do s. pero con la boca se confiesa para salvacwn. Esta J~ s tif1-
cación se ha hecho posible sólo corno consecuencia del
sacrificio propiciatorio de Cristo (Rornano_s 3 .24-~6).
" Ninguna condenación hay para los que est ~n en.. Cr!~!~
Jesús" sólo porque Dios mandó a su propio H1JO
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137
L A SALV ACION
LA MISION CRISTIANA HOY

Liberación de sí mismo para el servicio


~,emejanz~ de carne de pecado y a causa del pecado" y
con~eno al pecado en la carne", es decir, en la carne en Consideremos ahora la etapa presente de la salvación. La
que vmo Jesus ~Romanos 8.1-3). Claro que la ira de Dios salvación en el Nuevo Testamento es tanto un proceso
no es como la ira humana, ni es la propiciación de Cristo actual como un regalo recibido en el pasado. Si me
como las propiciaciones paganas. Pero una vez que todos preguntan si soy salvo, y si antes de cont~star pienso
l?s ~lementos indignos, a saber, el concepto de la arbitra- bíblicamente, podría con igual verdad responder tanto
n~ Ira de una deidad vengativa que es aplacada por los ¡'
"no" como " sí". Sí -he sido realmente salvado por pura
miserables sacrificios de los hombres, han sido eliminados gracia de Dios de su ira y de mi culpa y condenación.
n~s qu~da la pr~piciación cristiana en la que el amor d~ Pero no - no soy salvo aún, porque el pecado sigue
Dios m~sl1'.o envio a su propio Hijo amado para satisfacer morando en mí y mi cuerpo no ha sido redimido todavía.•
su propia ira sa~t~ contra el pecado (1 Juan 2.2; 4 .10). Se trata de esa conocida tensión entre el " ahora" Y el
En la expos1c1on de la primera etapa de la salvación
~ropero , l~s apóstoles van más allá de la propiciación de l~ "todavía no" del Nuevo Testamento.
Es bien sabido que el verbo si5zi5 se emplea a veces en
rra de Dios, y más allá de la justificación divina del
el presente en el Nuevo Testamento , además del aoristo Y
pecador, cual sea la aceptación del pecador como justo a el perfecto. Los cristianos son oí sozomenoi ("los que·
los ojos de Di~ s. Pablo destaca el hecho de que somos están siendo salvados"). Esto es en parte porque se rec?-
salva~.os de l? ira y para ser hechos hijos. Dios mandó a
noce que nuestra salvación aún no ha sido co nsumada . Oi
su HIJO no sol~ para redimirnos sino también para adop- sozomenoi ("los que están siendo salvados") aparece cons-
tarnos como miembros de su familia. El que nos juzga se trastado con oí apollumenoi ("los qu e están pereciendo" ),
transforma en nuestro Padre, y el propio Espíritu Santo por cuanto ellos no han perecido t odavía, y nosotros no
nos hab~lita para exclamar "¡Abba, Padre! ",dando testi- hemos llegado al cielo todavía (cf 1 Corintios 1.18 ; h
monio Junta.mente con nuestro propio espíritu de que Corintios 2.15; Hechos 2.47). Otra razón que explica el
somos efectivamente sus hij os. En consecuencia ya no uso del tiempo presente es la de qu e durante el lapso
somo s esclavos, sino hijo s (Romano s 8.14-17; Gálatas entre nuestra justificación y la glorificación viene el pro-
4.4-7). En ad elante somos libres para vivir como hombres ceso denominado de santificación, esa transformación pau-
libres. latina del creyente por el Espíritu de Cristo a la imagen
En un conmovedor libro titulado Knowing God (Hod- de Cristo, "de gloria en gloria" (2 Corintios 3.18), hasta
der, 1.973 ~ J. l. Packer dice lo siguiente: "Si se me pidiese que finalmente seremos completamente transformados a la
que smtet1zara el mensaje del Nuevo Testamento en tres imagen del Hijo de Dios (Romanos 8.29; cf 1 Juan 3.2).
palabras, yo propondría adopción mediante propiciación Más aún, siendo que Cristo J esús, a cuya imagen es-
Y _no creo poder encontrar jamás un resumen más rico ~ tamos siendo conformados, es "el segundo hombre" o el
mas pleno del evangelio que éste" (p. 194). "segundo Adán" (Romanos 5 y 1 Corintios 15), el pi<:
nero de la nueva humanidad , noso tros mismos , que es-
tamos en Cristo, compartimos esta nueva humanidad. Ha-

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- LA MISIO N CR ISTIANA HOY LA SA LV ACION

. l de est ar encerrados en nosotro s


hay peor esclavitud qu\.~ al hombre ca ído con la ex-
cerse cristiano es en un sentido real hacerse humano,
porq ue nada deshumaniza más que la rebelión contra Dios mismos. Lutero descr~ io " "el homb re curvado o
y nada humaniza más qu e la reconciliació n con Dios y la . , "horno in se mcurvatus , .. ,
pres1on , . o" De esta pns1o n nos
comu nión co n él. Pero afinnar alegremente qu e la salva- inclinado h acia de,ntro de s idn:is~ ~ue si insistimos en
ci ón inclu ye la humanización no es en modo alguno igual libera Cristo J esus. No s a v1er ándo nos co n ego ísmo a
qu e decir qu e la humanización (el acto de rescatar a los qu erer "salvarno s" nosotrosd, agarr s Po r ~ont raste, sólo si
h om bres del p roceso deshumanizante de la sociedad mo- . ·d nos per e rem o . .
derna) equivale a la salvación. nuestra propia v1 a, d nos a no so tri>s mismos
estamos preparados para pe~ ~r él y a los dem ás, nos
Pareciera que el argumento ecuménico se desarrolla de d ándono s ent eramente ~l ~e;~c~on~sotros mismo s (M arcos
.. este modo: la sal vación según el Nu evo T estamento hace podremos encontra~ rea m do recién vivimo s; cuando
hum ano s a los hombres; por lo tanto, todo lo que hace 8 35) Cuando monmos es cuan .
humanos a los hombres es salvación. Pero este tipo de s~rvi~os, recién entonces som~s ~~~~~~~ión de las ataduras
razonamiento es tan deficiente en lógica como en teo- Esta salvac ión .presente, eds ª. ~ l' bertad en el servicio,
logía. Valdría lo mismo decir: " El ej ercicio hace bien a , para a qu1nr 1 .
de nuestro ego1 smo , . las que con frecuencia
los hombres, po r l o tanto todo lo qu e nos hace bien es d 's drast1cas que 1
hace deman as m a c·tando
1 nuevamente e
ejercicio" . O este o tro; " La aspirina alivia el dolor, por lo d. estos a aceptar. ·'
tanto todo lo que alivia el dolor es aspirina". estamos ispu " s resultados de la evangelizac1on
Pacto de Lausana, lo .t la inco rporación a su
La salvació n como proceso presente está expresada en incluyen la obediencia a Cns º '1 undo" (párrafo 4). A
dos mandamientos apostólicos sorprendentes. "Ocupaos · · esponsable en e m
iglesia y serv1c10 r l'b ados de una esclavizante
en vuestra salvación" , dice Pablo , haciend o de este modo m enos que realmente ~~~r:ios a1 l~ co nvención y al mate-
un llamado a los filipense s a que exhiban en la vida conformidad a la tra ic1on, cular · a m enos que nues-
p ráct ica la salvació n que Dios está obrando en ellos (Fili- rialismo burgu és de la cultu:a :ment~ ra dical como para
tro discipula,d? se~ l~ su~~:::des favorables al estatu quo
penses 2 .1 2, 13) , mientras que el apóstol Pe dro recalca la
necesidad de que sus lectores crezcan " p ara salvación" ( 1 volvernos cnticos e as a de o resió n y a menos
Pedro 2.2). Por cuan to en el versículo anterior les ha e indignarnos frente a t ? da fo rmf bre y pd esp re,ndidamente
dich o que h agan aband ono de la malicia, el engaño, la que en adelante no s ded1quem?sd Id d1'fícilmente po damo s
hipocresía, las envidias y las detracciones (los chismes) es . 1 · l s·a y a la soc1e a ,
a Cn sto , a a ig e i qu e estamos en proceso
evidente que considera que dichas cosas son m anifestació n afirmar que som os salvo_s,' o a~~ Reino de Dios son sínó-
de ser salvos. La sal10v~c~~;7)y y en ese re ino la auto ridad
de inmadurez, y que la "salvación" en la que quiere que
crezcan es, una vez más, h acia un comportamiento seme- nimos (cf Marco s · '
jan te al de Cristo.
de Jesús es ab soluta. d p lenitud de esta etapa
R esulta imposible .~ompreno ~~ ~escribe el Nu evo Testa-
En esta salvació n presente, también, debemos dar real- 1
ce al aspect o positivo. Esta mos si en do libra dos de la p resente de la salvac1on , com zarnos d e los fracaso s
esclavi tud a noso tro s mismo s para entrar en la libertad del . al · tiempo avergo n
mento, sm mismo . . . Tendemos a glo riarnos
servic io. Jesús dice que somos e sclavos del pecado, y no contemporáneos del cristianismo .

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LA MISION CRISTIANA HOY LA SALVACION -

t~11to en nuestra salvación asad ¿En qué consistirá esta salvació n fin al? Para comenzar,
b1do, que de scuidamos el llp da como regalo ya reci- seremos librados de la i.r a que ha de venir (R omanos 5.9;
., ,, y a darnos ínte ra
c1on ama o a "c rec_er para salva-
1 Tesalonicenses 1.10; 5.9). Más que eso, estará incluida
servicio de Dios y ~el m:.~~bcon los demas creyentes al la " redención de nuestros cuerpos", ya que nuestro s cuer-
o~onernos a la declaración d r~ No tenemos por qué pos comparten con toda la creación la "esclavitud de
misma constituye una situa . , e ?s~a ~e que la Iglesia corrupción" que hace que la creación gim a como si estu -
lo cual aludía Phil. p c1on pnontana de la misión a
ip otter en su · f ' viera de parto y hace que nosotros tamb ién gimamos
cuando dijo que "la I lesia . m orme en Bangkok
salvación hoy tiene qu~ ¡;;e
quiere ser portadora de la interiormente. Anhelamos morar en nuestros nuevo s cuer-
todo lo que es extran-o saler s ~ada ella misma, liberada de pos que estarán libres de las debilidades f ísic as (nat uraleza
. caracter revolu · · caída y muerte), y vivir en el nuevo universo ( en el que""
natono y renovador del ev . ,, c10nano, conde-
tional R eview o1Mz· . angeho (en la revista Interna- no habrá opresión alguna sino solamente la justicia). El
sszon, tomo LXII, p. 152). Nuevo Testamento también pinta esta esperanza en tér-
minos más bien positivos que en términos meramente
negativos. Nuestro gemir dentro de n oso tros mismos es un
Liberación de la corrupción para la gloria venidera anhelo de ser " adoptados como hijos", cu ando nuestro
carácter de hijos será plenamente revelado . De mo do se-
En tercer término la salvación d . mejante, toda la creación no sólo "será lib ertada de la
proceso continuo, ' es también el e ~ios, don recibido y esclavitud de corrupción" sino que ob tendr á "la libertad
ranza cristiana. Fuimos salvad ob3eto de nuestra espe-
gloriosa de los hijos de Dios" (véase R omanos 8.18-25; 2
salvos, y la "esperanza de salv~~ióc~~ la esperanza de ser
que lleva el soldado cristiano (R n es el casco o yelmo Pedro 3.13).
nicenses 5.8). omanos 8.24; 1 Tesalo- He procurado demostrar que en cada etapa de la salva~
ción individual las Escrituras no d estacan tanto nuestro
Cada día que pasa acere , propio rescate (de la ira, de uno mismo , de la corrupción
ahora está más cerca de n~ ~as esa salvación, "porque
y la muerte), sino la libertad que dicho rescate nos pro-
cuando creímos" (R so ros nuestra salvación que
No compartimos, si~me':~:/ 3.11; cf. Pedr? 1.5, 9).
porcionará - libertad para vivir con Dios como nu estro
!, Radre, libertad para entregarnos al servicio de los demás, y
describe Gustavo Gut· , go, esa v1s1on utopica que
Política" Todo lo ierre~ en su capítulo " Escatología y finalmente "libertad gloriosa" cu ando, eliminadas to das
· contrano, las limitaciones de nuestra existencia en carne y h ueso,
estaremos libres para dedicarnos sin reserva a Dios y unos
rechazamos como un sueño a . .
de que el hombre pod , ' utos~fic1ente Y arrogante la idea a otros.
N ra construu una t ,
uestra confianza cristiana es q D. u o~ia e~ la tierra. ¿Somos salvos? Sí -y nos "glo riamo s" (Romanos 5 .2 ,
Y esperamos con gran expectat _ue ios ~erfecc1onara su Reino, 3, 11). ¿Somos salvos? No -y en este cuerpo , con toda
la nueva tierra en los e al iva es,e dia Y los nuevos cielos y la creación, "gemimos dentro de nosotros mismos" míen":
. u es morara ¡ · t. · .
para siempre (Pacto de Lausa , f a JUS 1c1a y D10s reinará
na, parra o 15). . tras esperamos la consumación. Nos regocijamos y ge-
mimos; ésta es la experiencia paradójica d e los cristianos

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1
LA MISION CRISTIANA HOY

... q~e han. sido salvados y están siendo salvados, y que al


mismo tiempo no están salvados aún. V. LA CONVERSION
De manera que el evangelio constituye las buenas nue-
vas de salvación, y al igual que Pablo, debemos poder
declarar que no nos avergonzamos de él. Como dice acer- La "misión" es el serv1c10 de amor que Dios manda que
tadamente. Michae1 Green a1 final de su exhaustivo estudio los suyos cumplan en el mundo. Incluye la evangelización
The Meanmg of Salvation, ''en el mundo de hoy todavía y la acción social, porque ambas son en_sí mismas ~utén­
~ay ha~bre de salvación" (p. 240). Las buenas nuevas ticas expresiones de amor, y ninguna de ell as requiere el
siguen s1endo poder de Dios para salvación a los que auxilio de la otra como justificación. Mas teniendo en
creen.. Todavía salva a los creyentes por el kerygma el cuenta la situación espantosa en que se encuentra el
anuncio de Cristo J esús. '
hombre como ser perdido, la tarea evangelizadora reviste
• F~almente, tenemos que exhibir lo que proclamamos. el carácter de tremenda urgencia. El carácter de la "evan-
Se ~ice que el docto.r Rhadakrishnan , filó sofo hindú y ex gelización" se refleja en una fiel proclamación ?e.
las
P.residente ~e la India, les comentó a algunos cristianos: buenas nuevas. El " diálogo" constituye un paso prehmmar
Ustedes afir~a~ que ,J esucristo es su Salvador, pero no necesario, por cuanto debemo s escu char antes d~ pro~~a­
parec_e n se r m~s salvos q~: los _demás." Es inevitable que. mar; y la "salvación", que es su meta, es l~ hb_eraci?n
nuestro mensaje de sa1vacion caiga en oídos sordos si no individual a través de Cristo, si bien tiene imphcancias
ofrece~os evidencia alguna de que somos salvos, mediante sociales inevitables como anticipo de la "libertad gloriosa"
u.na vida transformada y un nuevo estilo de vida. Esto escatológica cuando Dios haga nuevas todas las cosas. La
tiene s~ aplicación en forma más directa al predicador del quinta palabra a considerar es "conversión". Denota ~a
e_va?,geli~ que a cualquier otro. "La predicación más efec- respuesta del hombre que exigen las buenas nuevas Y sm
tIYa , ~ice John Poulton en su libro A Today Sort of la cual no se puede recibir la salvación.
Ev~ngelzsm (Lutterworth , 1972), es la que "procede de
.. ~uienes encarnan las cosas que dicen. Elfos mismos cons-
t1tuyen el m ensaje ... Los cristianos.. . tienen que pare- El desagrado contemporáneo por la "conversión"
cerse a aquello de lo cual están hablando. Es la gente la
~ue comunica principalmente, no las palabras o las La palabra "conversión" encierra otro conce pto impopular
ideas . .. La aut enticidad surge de lo más íntimo y profun-. en el día de hoy. Por supuesto que en algunos círculos
d~ de las perso nas _.. Lo que tiene poder de comunica- siempre lo ha sido. Los esnobistas inglese.s de la clase
c10n ahora es básicamente la autenticidad de las personas" media alta, por ejemplo , tienden a considerar que la
(pp . . 60, 6 1) . En úl,tirr:a instancia la autenticidad persona] conversión es decididamente necesaria para las clases
cnstiana es una autentica experiencia de salvación. bajas, a las que sirve el Ejército de Salvación, _pero innece-
saria para quienes constituyen, como ellos, pilar:s del or-
. den institutido en la Iglesia de Inglaterra. En circulos de
" · 'l alta Iglesia, además, se la ha asociado con frecuencia

144 .1 145
1

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LA CONVERSION
LA MISION CRISTIANA HOY

A estas formas pervertidas de la evangelización, sin


con e~e horrib_le fenómeno del "entusiasmo evangélico". embargo, sería mej or denominarlas "proselitismo", porque
El obispo a~ghcano J. R. H. Moorman , de Ripo n, Ingla te- la evangelización y el proselitism o son dec ididamente acti-
rra, ha escrito en su libro A History of the Church of vidades muy diferentes. Por cierto que es difícil encontrar
England (A. & C. Black, 1953) acerca de una definición adecuada para los dos términos, de tal
ese notable pero excéntrico clérigo de Cornwall de mediados manera que el obispo Lesslie Newbigin h a escrito: "uno se
del siglo diecinueve llamado R. S. Hawker de Morwenstow. No siente inclinado a concluir qu e l a ú nica distinción útil es
se considerab~ ni de la al ta, ni de la baja ni de la ancha iglesia, la de que evangelización es lo qu e h acemos nosotros Y
ya _qu ~ sus intereses principales eran la Iglesia Oriental, que proselitismo es lo que hacen otro s" (The Finality of
segun el_ era la madre del cristianismo d e Cornwall. Su pequeña Christ, SCM, 1964, p. 88). El Comité Central del Consejo
parroquia (a la que se dedicó durante 41 años) estaba llena de
contra?~ndistas, rateros y cazadores furtivos, y su iglesia llena
Mundial de Iglesias arrojó algún grado de luz sobr e la
de a~t1v1dad Y de color. Para los servicios dominicales se vestía cuestión en su declaración de 1960 titulada "El testimo-
con 1mpe rm:able para la lluvia, alba y guantes de color escar- nio cristiano, el proselitismo y la libertad religiosa en el
lata, Y el dia de su casamiento con una "chaquet a clerical de
color clarete, un jersey de pescador color azul, bo tas de pesca- marco del CMI":
dor hasta la cadera y un so mbrero rosa sin ala.
El proselitismo . . . es la corrupción dl:i testi mon io. El testimo-
nio se corrompe cuando se echa mano a los halagos, el so-
Tal vez no nos sorprenda enterarnos de que no tenía borno, la presión indebida o la in timidación -en for ma sola-
~~guna f e e n la conversión. Según S. Baring-Gould , su pada o abierta- para lograr una conversión aparente; cuando
b1ografo , la consideraba una especie de "espasmo de los ponemos el éxito de nuestra iglesia antes que el ho nor de
Cristo, cuando el ego ísmo individu aJ o corporativo reemplaza
ganglios" (Moorman, p . 360). ¡No sé co n segu ridad dónde al amor hacia cada alma individ ual en qu e hemos puesto
están ubicados l os ganglios, pero dudo que R . S. Hawker nuestro interés. Esa corrupc ión del testimonio cristiano indica
lo supiese t am poco! falta de confianza en el pod er del Espír itu Santo, falta de
. Hay una segunda razón que ha he cho que la gente respeto por la natural eza del hombre y fa lta de recono cimiento
sienta desagrado por la idea de la conversión. Esta se del verdadero carácter del evangelio (WWC Cenera! Committee
Minutes, 1960, p. 214, citado por Philip Po tter en su discu rso
relacio na c~n l a impre sión de arrogante imperialismo que ante el Comité Central en Creta, agosto d e 1967 ) .
han pro ducido algu nos evangelistas. Toda vez . que nuestra
evangelizac ión baj a al nivel de "construcción de un im-
El Pacto de Lausana incluye una declarac ión b astante pa-
perio", de "caza de trofeos de guerra'', de " competencia recida. Se trata de la confesió n d e que somos culpables de
de pesca" (porque no s jactamos de las dimensiones de los
"mundalidad" toda vez que "con el deseo d e asegurar
p eces que agarramos), desde luego que desacreditamo s la
una respuesta al Evangelio , hemos acomo dado nuestro
palabra " conversión". J. G. D avies se atr eve a manifestar
mensaje, hemos m anipulado al oye nte po r medio de téc-
q~e _"me agradaría qu e el término 'conversión' pudiera ser
nicas de presión y nos .h em os preocupado demasiado por
eliminado del vocabulario cristiano" (Diálogo con el Mun-
las estadísticas y hasta hemos sido deshonesto s en el uso
do, La Aurora, 1967, p. 67), debido a lo que él llama "el
que hemos hecho de ellas" (párrafo 12) .
d eliberado intento de manipular la conversión".
147
146
I .
LA MIS ION CRI STIANA HOY
LA CONVERSION

Po r oposición al uso de la coerc1o n y el indecoro so


·espíritu triunfalista resulta alentadora la insistencia de J . a conocer a los ignorantes las buenas noticias, y la " con-
C. Hoeke ndijk en las cu al idades co ntrarias : " Evangelizar versión" dejaría de indicar un cambio de ning~na ~lase
es sembrar y esperar con respetuosa humildad y con excepto por lo que se refiere a una toma de con~1encia de
expec tante esperanza: con humildad porque la semilla que su verdadera identidad por parte del hombre. Sm embar-
se m bramos tiene que morir ; con esperanza p orque espera- go , las Escrituras no apoyan este punto de vista. Cier~o es
mos que Dios hará que la semilla germine y produzca el que se afirma que Dios ha realizado algo de caracter
cu er po co rrespo ndiente" (The Church lnside Out, SCM, objetivo y decisivo mediante la cr:i z. De este . m?,do,
1967, p. 2 1). "Dios. . . nos reconcilió consigo mismo . p o r Cnsto ,~
Si un sentido de sup eri oridad so cial y formas equivo- "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo .
cadas de evangelizar const ituye n dos razon es que ju stifi- Pero no quiere decir que todos lo s hombres se h ayan
can una reacción co ntra la "conversión", una. tercera ra- realmente reconciliado con Dios. Es por ello que ahor~
nos encomienda el ministerio y el men saje de la reconci-
_zó n es tá en las doc trinas del sin cretismo y el universalis-
liación. Y dicho s ministerio y mensaj e no consisten e_n
mo ; porque el sinc retismo decl ara que ninguna religión
tiene carácter fi nal ista, mientra s que el universalismo de- informarle a la gente que ya están reconciliados, sino mas
bien a implorarles .e n nombre de Crist o : "~:conciliaos
clara que ningú n ho mbre está perdido. La forma más
con Dios." ·Qué validez tendría una ap elac1on de esta
plau sib le en que se presentan dichas ideas en el día de
naturaleza si t. lo s que la oyen ya están reco nciliados con
hoy es aquell a que parece magnificar la obra de Jesucris-
Dios y sólo les resta saber qu e lo est án? J a más deb~mos
to . Po r ej em plo , u na de las comisiones de trabajo que
es tudió " la estru ct ura misionera de la congregación" en explicar la obra reconciliad ora de Dio ~ en y mediant_e
Bossey en 1964 info rmó : Cristo de tal modo que elimine la necesidad contempora-
nea de que los hombres se reconcilien con él. Como lo
La pasión y la resurrección de J esucristo es el éxodo para
expresa James Denney: "Es en virtud de algo Yª. _consu-
todos los h ombres. Ahora la to tali dad de la humanidad ha sido mado en la cruz que Cristo puede h acer la apelac1on ~u~
- li berada de la esclavitud y ha sido integrada en el pac to co n nos hace y obtener la respues ta en base a la cual recibi-
Dios. Al haber levantado al Nuevo Hombre, Cristo J esús, t o do mos la reconciliación" (The D eath o[ Christ , T y ndale, p.
h o m bre ha sido hecho m iem bro de la nueva huma nidad (Plan- 86).
ning fo r Mission , ed ición preparada p or T homas Wiesser,
E pwo r th , 1966, p. 54) . De manera que si hemo s de ser ve rdaderamente bíbli·
.c os en nu estro entendimiento de la doct rina, deben:o s
mantener unidos estos dos conceptos: primero , que Dios
Nos informan que "hubo di scusión intensa sobre este
estaba " en Cristo" reconciliando al mundo co nsigo mis-
párrafo" y que se propusieron d ive rsos agregados. No
mo, y , segundo , que nosotros mismos te.n.en: ~s que es~ar
ob stante, all í está, co mo u na firme declaración de salva-
" en Cristo" si h emos de recibir la reco nciliac1on (2 Corm-
ció n unive rsal ya real izada por J esucristo. Si fuera cierto tios 5.18-21 ; cf v. 7, Romanos, 5 .11).
que t odos los ho m bres so n salvos, entonces la única fun-
Más aún , constituye un d eber so lemne afirm ar que
ción que le quedaría a la "eva ngelización" sería la de dar
aquellos a quienes anunciamos el evangelio y a quienes
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149
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION

dirigimos la apelación están en camino a la "perdición". ha traducido seis veces "co nvertíos" ("ser convertidos",
Le~ proclamamos las buenas nuevas de J esú s no porque ya por ejemplo en Hechos 3 .19). Pero al mismo tiempo tiene
esten salvados, sino con el fin de que puedan ser salvos de un sentido activo y significa entonces "vo lver" , e n el
la ~,erdición. N~estra obligación consiste en "predicar la sentido de darse vuelta (cf VP). Cuando se lo emplea en
paz ~ n el ·Sentido de prometer paz con Dios mediante: el lenguaje . común, en contextos secu la res, su prrr:1era
Jesucnsto .ª los que se arrepienten y creen. Predicar la paz acepció n es " volverse", como por ejemp lo cu.ando Jesus .se
en el sentido de anunciar suaves palabras a quienes están volvió cuando estaba rodeado p o r la multitud, para ver
todavía en rebelión contra Dios, hablar de "paz paz quién' lo había tocado (Marcos 5 .30). El otro significado
cuando no hay paz" -esto es palabra de profeta fals~, no es el de "volver" en el sentido de ret ornar , regresar , como
la d e un verdadero evangelista de Cristo Jesús. El evan- cuando un saludo no deseado vuelve al que lo emitió
gelio ~~ae tanto advertencias como promesas, habla de la (Mateo 10.13), o cuando el demonio re su elve volver a la
retenc1o n de los p ecados como también de la remisión de casa que ha abandonado (M ateo 12.44), si bien el verbo
lo s mismo s (Juan 20.23). " Mirad , pues" advirtió el após- m ás usual para retornar es hypostrefiJ, como cuando ~~s
tol Pablo, "que no venga so bre vosotros lo que está dicho pastores de Belén regresaron a sus ovejas y l a familia
en los profetas: 'Mirad, oh m enospreciadores, y asom- sagrada a Nazaret (Lucas 2.20: 39). , .
brao s, Y p ereced .. .'" (Hechos 13.40, 41). " Perecer" es Cuando se emplea el mism o verbo teolog1camente re-
una p alabra terrible. También lo es la palabra " infierno". sulta evidente que su acepción b ás ica no h a camb iaclo .
P_o~emos, Y creo que debernos, m antener cierto agnos- Sigue significando cambiar de dirección, o volver de. u n
tlc1sr:io. reverente y humilde en cuanto al carácter preciso· lugar hacia otro. Por ello, de los cristian os p u ede decirse
d~l infierno, corno también de la naturaleza precisa del que "os volvisteis de los ídolos a Dios' \ ( 1 Tesalonicenses
cielo. Ambos co nceptos están más allá de nuestra com- 1.9 VM; cf Hechos 14.15 ) y t amb ién, de spués d e anda r
prensión. P ero debemo s ser cl aros y definidos en cuanto a · "com o ovejas descarriadas", como los qu e han "vue lto al
que el infierno es algo espanto so, una realidad ete rna. No P asto r y Obispo de vue stras alm as" (1 Pedro 2 .25) . Y a
es el dogm a tismo lo qu e resulta indecoroso cuando se que el volverse de los ídolos y el pecado se .ll ama ge ne.ral-
h~bla. sobr~ el hech o del infierno; pero la rabia y la m ente "arrepe ntimiento", y el volve rse a D ios y a Cristo
f~1vol1dad s1 lo son . ¿Cómo podemos pensar en el infierno "fe" lleoamos a la in teresan te ecu ació n b íblica de qu e
"arrepentimiento + fe = conversión".
' b
srn que se nos llen en los ojos d e lágrimas? .,
¿Cuál es, por lo tanto , la relac ió n entre la co nvers1o n Y
la regeneració n o nuevo nac imi ento? Po r c ier to que... se
La conversión y la regeneración corresponden la una a la otra como e l anverso y el reverso
de una mon eda. Podemos aseve rar sin duda algu na que
Luego, entonces, si el evangelio requiere una respuesta, a todos lo s convertidos han sido rege nerados y que todos
esa r espuest a se le llama "conversió n". ¿Qué significa? En los que están r egenerados son co nvertidos. Es imp osible
el N u evo T estam ento el verbo epistrefo se encuentra gene- imaginar una cosa sin la otra . Con t o do, t eológicamente. es
ralmente en la voz media o pasiva , y por este hecho se lo preci so distinguirlas. Podernos m encio nar tres d1fe renc1as.

150 15 1
LA MISION CR ISTIANA HOY
LA CONVERSION

Primero, la regen crac1on es un ac to divino, mientras gozo y paz. Mas el paso de la muerte a la vid~ no es en sí
que la co nve rsión es un acto humano. La regeneración es mismo una experiencia que se pueda sentir. Como lo
un nuevo nacimiento, un nacimiento " de arriba" (ano- expresó John Owen en su obra (del siglo XVIJ! .Pneuma-
fhen), un nacimiento " del Espíritu". Es la obra específica
tologia o A Dictionary Concerning the Ho ly Spzrzt la obra
del Esp íritu Santo de infundir él mismo vida a lo s muer- regeneradora del Espíritu Santo "en sí misma es secreta Y
tos. La conve rsión , por otra parte, es lo que hacemos escondida, que se manifiesta por su s efectos so~amen te"
cuando nos arrepentimos y creemos. Es cierto que tanto (nota al pie de página de la 4ta. edición, 183 5.; vease todo
el arrepentimi en to como la fe so n regalos de Dios, y que el pasaje en pp. 76-83 , en el que bosqueJ.ª t~nto las
no podr íamos arrepe ntirnos ni creer si no fu ese por la diferencias como las similitudes en la expenencia de la
grac ia de Di os (por ejemplo, Hechos 11 .18; 18.27). No gente con respecto al nuevo nacimiento.) Efec~ivamente ,
obstante, lo que hace la gracia de Dios es librarnos de las es esto lo que nuestro Señor parece haber quendo expre-
tinieblas y la escl avitud para que podamo s arrepe ntirnos y sar cuando le dijo a Nicodemo : "el viento sopla de donde
creer. No creo que valga la pena pe rder sueño trata ndo de
quiere, y oyes su sonido ; mas ni sabes d~ dónde vie~~, ~!
resolver cuál viene primero. Las Escrituras parecen aco rdar a dónde va; así es todo aquel que es n acido del Espuitu
prioridad alternada mente , unas veces a la un a y otras
(Juan 3 .8). El nuevo nacimiento es en sí obra misteriosa;
veces a la otra. Lo que realmente importa es que son
inseparables. Sus consecuencias, sin embargo , so n evidentes. Resultara
útil trazar una analogía con el nacimiento físico. No
En segund o lugar, la regeneración es inco nsciente,
éramos conscientes del proceso p or el cu al nacimos; he-
mientras que normalm ente la co nversión es un acto cons- mos tomado conciencia de ello subsecuentemente. En
ciente. Esta últ ima no lo es siempre, en el sentido de ser forma semejante la razón que puede llevarnos a saber que
un acto consciente que se recuerda, porque muchas per- hemos nacido de nuevo no es el que hayamos sido cons-
sonas que se han criad o en un hogar cristiano han amado cientes del hecho en el momento en que ocurrió, sino
a Dios y h an creído en Cristo desde la más temprana edad porque sabemos que el h echo de que .he.mos tomad_o
y no p ueden reco rdar época alguna en la que fueran conciencia de noso tros mismos como cnstianos, o mas
incré dul as, o un momen to en que h ayan cre ído por pri- bien que hemos tomado conciencia de Dios, por tratarse
mera vez. A los tales debemos decirles, ju ntame nte co n el de una señal que indica vida espiritual, tiene que haber
doctor Packer, que " la conversión como estado interesa tenido su origen en un nacimiento espiritual.
más que la co nversión como experiencia" (en Evangelicals La tercera diferencia entre ·1a regeneración y la conver-
Today, reco pilación de J. C. King, Lutterworth, 1973, p. sión es que la primera es obra instantánea y completa d~
22). Para los adultos, sin embargo, el act o de volverse de Dios, mientras que el acto de volvernos en arrepenti-
los ído los al Dios viviente, y del pecado a Cristo, es un miento y fe que llamamos "conversión" es más bien un
acto con sciente de penitencia y fe. Pero la regeneració n es proceso que un acontecimien~o. No ca~ e duda d~ que el
algo qu e se ope ra inconscientemente. Sus resultados bien nuevo nacimiento es instantaneo. La unagen misma del
pueden disfrutarse conscie ntem ente, por cuanto propor- nacimiento lo dice con claridad. Porque, aun cuando lo
cionan seguridad, liberación, comunió n co n Dios, amor, preceden meses de gestación y aun cuando va seguido de

..
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153
LA CONVERSION
LA MISION CRISTIANA HOY

con la furia de la corriente ; pero con algunos viene p aula-


años de crecimiento, el nacimiento mismo es un evento
tinamente , así como la piedra se desgasta con la incesante
crítico. Nacemos o no nacemo s, del mismo modo en que
estamos vivos o muertos. Además, el nacimiento es una caída de una gota de agua" (Th e Moo n and Sixp ence,
experiencia completa. Una vez que h emo s nacido no hay 1919, edición Penguin, p. 53).
Es indudable que en la experiencia de muchas personas
nada qu e se pueda agregar o modificar que lo que está
llega un momento en el que ese vo lverse que llamamos
dado en el momento en que el que nace abandona la
conversión se completa, y la fe nacient e se transforma en
matriz. Así es también con el nuevo nacimiento. Citando
fe salvadora. Más todavía, algunas ve ces el que lo experi-
nuevamente a J ohn Owen, la regeneración "no. . . está
menta tiene conciencia del momento. Mas el Espíritu
sujeta a grados, de modo que podamos ser más regene-
Santo es un Espíritu suave; con frecuencia se toma su
rados que otros. Todo el que es nacido de Dios lo es en la
tiempo para volver a la gente de su egocentrismo a Cristo.
misma medida, aun cuando uno pueda ser más hermoso
Y aún entonces, después de que con de recho podamo s
que otro, en el sentido de tener la im.~gen de su Padre
describirnos como "cristianos convertidos", su obra está
celestial impresa en forma más evidente, si bien no en
lejos de ser completa. Porque si bien la regeneració n no
forma más real. Lo s hombres pueden ser m ás o menos puede aumentar, el arrepentimiento y la fe que consti-.
santos; o stentar un m ayor o m enor grado de santificación; tuyen la conversión sí pueden aumen tar ; m ás aún, deb en
pero no pueden ser m ás o m enos regenerados" (p. 78). aumentar. El arrepentimiento debe profu ndizarse y la fe
E s evidente, sin embargo , que muchas conversiones son debe fortalecerse. La conversión es sólo el comienzo.
graduales. La persona comienza a sentir que la conciencia Delante nuestro se extiende una vida entera de creci-
le molesta y a comprobar la necesidad del arrepenti- miento para llegar a la madurez en Crist o, a la transfo rma-
mie~to . El Espíritu Santo comienza a abrirle los ojos y
empieza a ver en Je su cristo al Salvador que necesita. ción en la imagen de Cristo.
A veces se sugiere que la conversió n es un fenómeno
Puede lueg~ sobrevenir un p eríodo de luch a, en el que la
psicológico común a muchas religiones. William J ame s,
p ersona resiste p arte del tiempo , y cede parte del tiempo.
por ej emplo , en sus famo sas conferencias Giffo rd , The
Le pue de ocurrir como a Agripa, qu e fu e " casi p ersua-
Varieties of R eligious Ex perience (1 902), pu do decir: " L a
dido", o como al p adre del epiléptico que simultánea-
m ente creía y dej aba de creer. Hasta Saulo de Tarso el conversión es un proceso , gradu al o súbit o, m ediante el
cual una persona, hasta aquí dividida y conscientemente ...
ej_emplo n:ás co nspicu o de conversión repentina que,' se-
gun se afirma, registra la historia, sirve de ej emplo. No equivocada, inferior e infeliz, se vuelve uni ficada y cons-
tenemos por qué imaginar que su primer contacto con cientem ente correcta, superior y feliz, mediante el estable-
Jesucristo fu e en el camino a Damasco , porque evidente- cimiento de una relación correcta con el objeto del senti-
mente y a hacía tiempo que venía "dando coces contra el miento religioso". De igu al m odo en Bangkok, la Sección
aguij ón" . Somerset Maugh am se valió de una m etáfora I (Cultura e Identidad) informó : " La conversión como
fen ómeno no está restringida a la comu ni dad cristiana;
diferente para destacar las diversas " form as" en que se
produce ~a conve: sión: " con algunos h ombres se requiere tiene su lugar en otras religiones como tamb ién en ciertas
un cataclismo, as1 como una piedra puede h acerse pedazo s comunidades políticas e ideológicas" (Bangkok A ssembly

15 5
154
1
l
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION
11
19 73, p. 75). Eso es cierto, si se piensa meramente en un 1
discipulado; antes bien, indicaba a quienes querían ser sus
cambio de lealtad, juntamente con el se ntido de liberación ?
'
discípulos que deb ían "sentarse prim ero y calcular los
psicológica posterior a un período de tensión y lucha. gastos", porque les estaba exigiendo que, si querían se-
Pero los cristianos han de agregar a esto que la expe- guirle, debían negarse a sí mismo s y tomar su cruz.
riencia de la conversión cristiana tiene dimensiones pecu- Cualquier táctica hábil para lograr "decisiones" que sa-
liares, únicas, ya que por ella Dios por su Espíritu rege- crifica la honestidad sobre el altar de las estadísticas no
nera a la persona de que se trata y que "el objeto del puede menos que ocasionar otras pérdidas o bajas al
sentimiento religioso" (para usar la expresión de William mismo tiempo, víctimas de nuestra propia locura. Estamos
James) no es otro que el Señor Jesucristo. obligados a enseñar que la nu eva vida en Cristo traerá
Después de este intento de definir la palabra conver- aparejadas inevitablemente nuevas actitudes, nuevas ambi-
sión , tanto en sí misma como en su relación con la ciones y nuevos niveles y normas de vida. Esto es así
regeneración, debemos ahora proceder a explorar ciertas porque en la conversión cristiana n o sólo se trata de que
consecuencias de este cambio radical. las cosas viejas pasan sino que en su lugar vienen cosas
nuevas (2 Corintios 5 .17).
Además de la integridad, la predicación del arrepenti-
La conversión y el arrepentimiento miento y del señorío de Cristo requiere realismo. No
basta con llamar a la gente al arrepe ntimiento en términos
Primeramente consideremos la conversión y el señorío de vagos , como si la conversión pudiese efectuarse en una
Cristo. Hemos visto en el capítulo segundo , sobre la . especie de vacío místico del que se ha extraído previa-
evangelización, que el arrepentimiento y la fe son requi- mente toda la vida real. Cuando Juan el Bautista predica-
sitos gemelos del evangelio, y ya hemos notado en este ba su bautismo de arrepentimiento insistía en que quienes
mismo capítulo que ambos constituyen la conversión. El respondían debían producir "frutos digno s de arrepenti-
elemento del arrepentimiento está lamentablemente au- miento". Pero no se quedaba con eso tampoco. Hacía
sente de bu ena parte de la predicación evangelizadora referencia a cuestiones específicas. Los pudientes debían
moderna, a p esar de que ocupaba un lugar prominente en compartir su s riquezas con los desposeídos. Los recau-
el m en saje de nuestro Señor (p. ej., Marcos 1.15 ; Lucas dadores de impuest os debían reemplazar la extorsión por
13.3 , 5) y en el de sus apóstoles (p. ej., Hecho s 2.38; la probidad. Y los so ldados no debían jam ás valerse de su
3."'1 9 ; 17.30). poder para robarle al pu eblo, sino más bien conformarse
Lo que ho y se n ecesita al predicar el arrepentimiento con su sueldo (Lucas 3.8, 10-14). Es evidente que J esús
es t anto integridad como realismo. En toda la tarea evan- hizo lo mismo, porque Zaqueo comprendió p erfectamente
ge lizadora ti ene que haber integridad. La preocupación que para él el discipulado habría de significar la devolu-
por conseguir conve rtidos a veces nos induce a callar el ción de las ganancias adquiridas ilícitamente. Procedió
llam ado al arrepentim iento. Pero ocultar deliberadamente entonces a dar la mitad de su capital a los pobres, presu-
este aspecto de nu es tro mensaje es tan deshonesto como miblemente porque le hubiera resultado prácticamente
imprud ente. El Señor Jesús jamás encubrió el costo del imposible ubicar a la mayoría de las p ersonas a las que les

15 6 157
LA MISION CRISTIANA HOY 1 LA CONVERSION
\
había robado. Nosotros también tenemos que enumerar que se denomina generalmente el "comunalismo". Se trata
en t érminos realistas y concretos las consecuencias con- del surgimiento de una comunidad cristiana que, en luga~
t emporáneas del arrepentimiento, la conversión y el se- de estar esparcida en medio de la comunidad no cristiana
ñorío de Jesucristo. a modo de sal y luz, se aísla de ella en un intento po r
perfirlarse como entidad cultural distintiva en sí misma.
Volveremos a esta cuestión cultural más adelante.
La conversión y la iglesia Una segunda razón que h ace que podamos comprender
la posición de M. M. T homas se relaciona con el estado de
La segunda consecuencia de la conversión es la membresía la iglesia a la que se espera que se agreguen los conve r-
eclesiástica. En nuestro día , sin embargo, se oyen ciertas tidos. Como lo dijo Philip Potter al Comité Central del
voces influyentes que sugieren que no se les debe necesa- Consejo Mundial de Iglesias en la reunión de Creta en
riamente requ erir a los convertidos que se unan a alguna 1967: "Existe una general desilusión con la congregación
iglesia. M. M. Thomas en su libro Salvation and Humani- en su estado actual. Alguien que está relacionado con
zation (CLS, Madrás, 197 1), por ejemplo, argumenta en experimentos en la evangelización en una gran ciudad h<f
favor de lo que ll ama "una comunión secular cristocén- comentado que 'la pobreza espiritual y falta de prepara-
trica fuera de la iglesia" y -en el contexto de la India- ción de la iglesia es tal que nadie puede desear que un
"una comunión cristocéntrica de fe y ética en la comu- gran número de los que ahora se encuentran afuera entren
nidad religiosa hindú". Amplía este concepto suyo agre- a las iglesias tal como están' . Y así es. Supo ngo que
gando que " la conversión a Cristo" no debiera involucrar todos nos hemos desencantado del statu quo eclesiástico.
necesariamente "conversión a la comunidad cristiana". En Pero, ¿acaso no es nuestro deber cristiano, a la luz de lo
lugar de ello los convertidos deberían procurar construir expresado, procurar renovar la iglesia, en lugar de eludirla
"una comunión cristocéntrica de fe dentro de la sociedad, o abandonarla? Ella sigue siendo la iglesia de Dios, a
la cultura y l a religión en la que viven, transformando sus meno~, naturalmente, que haya apostatado totalmente de
estructuras y valores desde dentro". Según su parecer esto la verdad revelada por él. A pesar de sus amargas fac-
hasta podría incluir un rechazo del bautismo, que se ciones, de la inmoralidad que toleraba, de los desó rdenes,
habría convertido en su opinión en "u na señal no princi- en los cultos de adoración públicos y de las vicisitude·s
palmente de incorporación a Cristo sino de proselitismo, doctrinales, Pablo se dirige a la iglesia de Corinto llamán-
para incorporación en una comunidad socio-político-reli- dola " la iglesia de Dios que está en Corinto" ( 1 Corintios
giosa". El convertido del hinduísmo no tendría que estar 1.2).
obligado a separarse " de la comunidad hindú en el sentido El obispo Lesslie Newbigin escribió una nota biblio-
social, legal y religioso". gráfica muy comp rensiva del libro del doctor M. M.
Por revolucionarias que nos parezcan las propuestas de Thomas en el número de marzo de 1971 de la revista
Thomas, creo que debemos responder a ellas co n espíritu R eligion and Society, en la que planteó algunas cuestiones
de comprensión. El trasfondo de su argumento es el muy penetrantes. En correspondencia posterior con el
desastroso de sarrollo , en la India y en otras partes, de lo doctor Thomas (publicada en Asia Focus, 4to. trime stre

158 15 9'"
J
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSIO N

de 1972) describió su propuesta como algo " muy poco bargo debemos insistir en que la "comun ión cristiana" es
realista" Y agregó que "el hombre que constituye parte de algo dife rente en esencia. Tiene origen y naturaleza sobre-
la comunidad hindú en lo religioso, cultural y social es naturales, porque comprende la comunión co n Dios al
lúndú". mismo tiempo que con los demás in tegrante s. La congre-
Frente a este debate contemporáneo debemos volver a gación cristiana que llama a lo s h ombres a co nvertirse y a
la Biblia Y a su testimonio invariable de que mediante el unirse a la iglesia ha de exhibir en fo rma visible "la gracia
.proceso histórico Dios ha venido llamando y sigue llaman- de Dios, el amor de Dios y la com unión del Espíritu
do a los hombres a volverse hacia él, a constituir un Santo".
pueblo que h a de ser distinto del mundo en cuanto a sus
convicciones y sus n ormas de vida, mientras permanecen
dentro de él. Según la carta a lo s Efesios esta comunidad La conversión y la sociedad
redimida o~~pa lu gar central co n respecto al evangelio
como tamb1en a la historia. Más aún, a partir del día de En tercer lugar, co rresponde examinar la relación entre la
pentecostés, cuando el pueblo de Dios se co nvirtió en el conversión y la responsabilidad social . El info rme de la
cu erpo de Cristo ll eno de espíritu , los apóstoles esperaban Sección 1 de Bangkok incluía la decl aración de que "la
qu e los que se con vertían se uniesen a ese cuerpo. El conversión personal siempre ll eva a la. acción social" (p.
ll amado de Pedro al pueblo ese mismo día no fue só lo al 76). Esto es así realmente, o debiera serlo; porque el que
!rrepentimiento y a creer -como si su conversión pudiera se co nvierte a .Jesu cristo vive en el mundo tanto como en
que dar en una transacció n individualista- sino además a la iglesia, y tiene, por lo tanto , obligacio nes para co n el
se r bautizados y de esa m anera a "ser salvos" de esa mundo así como para con la iglesia. Creo que· es la
,, p erversa generac10
. ''
n y a ser "añadidos" a la nueva
;

tendencia de las iglesias a "eclesiastizar" a sus miembros


comunidad d el Esplritu (Hech os 2.40-47). Algún tip o de lo que h a h ech o que tantos cristianos modernos miren
tran sfcrencia de un a comunidad a otra (más adelante con recelo , y comprensiblemente , la cuestión de la con-
precisaré lo que qu iero decir con la palabra "transfe- versión y la m embresía de la iglesia. La conversió n no
rencia" ) se consideraba necesario desde el comienzo. debe apuntar a sacar al converso del mundo, sino más
Es evidente qu e en Bangkok se acep taba la necesida d bien a dejarlo en el mundo ; se trata ahora .de la misma
de la inco rporación a la iglesia por el bautismo: "La persona en el mismo mundo y, sin embargo, un a nueva
conversión c ristiana . .. po ne a la gen te en contacto con la p ersona con nuevas convicciones y nuevas normas de vida.
comunidad cristiana ... La co nversión critiana congrega a Si la primera orden de Jesús fue " ¡Venid! ", la segu nda
la gente en la comunidad de adoració n, la comunidad fue "¡ Id! ", es decir, tenemo s que volver al mundo del
docente y la comunid ad del servicio a todos los hombres" cual hemos salido , pero como emb ajadores de Cristo.
(p. 76). E n efecto, si bien existe indudablemente una E l informe The Church f or Others alud ía a esta ten-
cierta "comunidad humana" fuera de Cristo , y millones sión :
de personas la están buscando h oy en día en la tecno-
cracia despe rsonaliza da de occidente, n osotros sin em- La perspectiva bíblica de la conversión contempla un doble

160 161
J.1Jd,..~ ~~~- -- - - :.~-~--- ....-----'""':--~---
LA MISION CRISTIANA HOY 1 LA CONVERSION
1
movimiento, siendo uno el de volverse de la preocupación por 1 La conversión y la cultura •
los intereses propios, y el otro el de volverse hacia los intereses 1!
del prójimo (Filipenses 2.3). Es un movimiento de alejarse del 1
1 Llegamos, en cuarto lugar, a la cuestión de la conversión
mundo, en el sentido de que las condiciones del mundo,
basadas en el egocentrismo, ya no pueden ser aceptadas. Al
¡ y la cultura humana. Y a hemos mencionado algo en
mismo tiempo, es un movimiento de retorno hacia el mundo, ¡ relación con este tema al referirn os a la mernbresía ecle-
visto ahora desde una perspectiva de esperanza, a la luz de los siástica. Permítaseme presentar el tema de la siguiente
1
propósitos de Dios" (p. 75). manera. Algunas personas piensan y hablan acerca de la

Con su sencillez acostumbrada Michael Ramsey sintetizó l


l
conversión como si ella no significara mayor trastorno, Y
poco o ningún cambio en el estilo de vida d el convertido.
las alternativas en una de sus aamoniciones previas a la Otros parecen esperar un cambio tan completo como para
ordenación titulada "El Sacerdote y la Política". Se ex- fumigar virtualmente al converso de toda supuesta conta-
presó así minación provocada por su cultu ra anterior. Pero la con-
versión no supone la renuncia automá tica a toda la cui-
Pienso que hay tres procedimientos claramente diferenciados. tura heredada. Por cierto que la co nversión supone el
Es posible predicar el evangelio de la conversión sin tener a la arrepentimiento, y el arrepentimiento significa renuncia-
vista para nada su contexto social. Es posible predicar un
evangelio social que omite Ja realidad de la conversión a Cristo. miento. Mas esto no es lo mismo que exigirle al converso
Adoptad Ja posición sabia de predicar el evangelio de la con- que se haga a un lado completa mente de su cultura
versión, dejando en claro que se trata del hombre completo, anterior y se introduzca a una sub-cultura cristiana que
con todas sus conexiones, el que se convierte a Jesús como el sea enteramente distintiva. ¡Algunas veces pareciera que
Señor de todo lo que es y hace (The Christian Priest Today,
SPCK, 1972; p. 37). esperamos que la persona se retire completamente de1
mundo real!
La entrega a Cristo lleva consigo la entrega a ese mundo Tanto en occidente como en oriente resulta vital que
al cual y para el cual vino él. aprendamos a distinguir entre Escrituras y cultura, y entre
En octubre de 1973, en el transcurso de una misión en aquellas cosas de la cultura que son inherentemente mala"S,
la Universidad de Dar-es-Salaam, tuve el privilegio de que y a las que debemos por lo tanto renunciar por amor a
se me concediera una breve audiencia con el presidente Cristo, y aquellas cosas que son buenas o neutras y
Julio Nyerere. Hablamos acerca de la medida en que los pueden por ello ser redimidas, o incluso transformadas o
cristianos debían estar comprometidos con el desarrollo enriquecidas. En occidente, según los autores de God's
nacional en Tanzania. Mwalimu (como le llama el pueblo Lively People (Fontana, 1971), "nuestras congregaciones le
con afectuoso respeto) dijo luego con gran decisión: "Yo exigen a cada nuevo miembro no só lo una co nversión sino
mismo estoy comprometido. Todo cristiano debiera estar también un cambio de cultura. Tiene que abandonar parte
comprometido. A veces le pregunto a ciertas personas que de su comportamiento y aceptar los moldes viejos que
se titulan 'cristianos comprometidos' con qué se han com- prevalecen entre la mayoría de los miembros de la congre-
prometido. Cristo estaba comprometido con el pueblo. gación. El nuevo cristiano tiene que aprender los viejos
Así debiera ser con nosotros también." himnos y tiene que apreciarlos. Tiene que aprender ~el

162 163
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION

lenguaje d el pú lpito. Tiene que compartir ciertas op1ruo- es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos" (Hechos
nes políticas co nservadoras. Tiene que vestirse un poco 6.14; 16.20, 21). En ambos casos, aunque un contexto
fuera de moda... En resu men, tiene que volver atrás dos era judaico y el otro romano, la cuestión se relacionaba
generacio nes y somet erse a lo que podría llamarse una con " las costumbres", ya sea el abandono de las viejas
penosa c ircun cisión cu ltural" (p. 206). costumbres o la introducción de costumbres nuevas. La
En forma pa rec ida escribe el obispo David Sheppard cultura consiste en las costumbres, y la gente se siente
que "pocos so n los que consiguen ser tan objetivos como amenazada cuando las costumbres corren peligro. Desde
el represen tan te grerrua l que dijo que las iglesias le exigen lu ego que, en un sentido, Jesucristo es invariablemente un
a· un o que haga un curso acele rad o en comportamiento de perturbador de la paz, porque lanza un desafío a todas las
clase m edia, más . bien que aprender la madurez cristiana" costumbres, convenciones y tradiciones heredadas, e insis-
(Builr as a City , p. 50). te en que la vida toda tiene que someterse a su escrutinio
En el Tercer Mundo, también, y dondequ iera que algu- y su juicio. Mas no constituye parte necesaria de nuestra
na religió n no cr istiana domine la cultura del país, los devoción a la causa cristiana el hacernos iconoclastas Y
cristiano s requieren gran sabiduría para discernir entre lo destruir la cultura del pasado por la sola razón de que es
que puede conservarse y lo que debe ser abandonado. En antigua o de que fuese parte de nuestra vida anterior a la
muchos casos los nuevos convertidos adop tan una actitud conversión. La cultura es ambivalente porque el hombre
dem asiado nega tiva· hacia su cultura anterior. Esto puede mismo es ambivalente. Como lo expresa el Pacto de Lau-
acarrear varias consecue ncia s se rias. Los cristianos que se sana, "Porque el hombre es una criatura de Dios, algunos
deshace n completamente de la sociedad en que fueron de los elementos de su cultura son ricos en belleza y
cgad os pueden temlinar sintiéndose sin raíces e inseguros, bondad. Porque ha caído, toda su cultura está mancillada
Y hasta pueden - al haber abandonado las restricciones por el pecado y algunos de sus aspectos son demoníacos"
conve ncionales imp era ntes- caer en el libertinaje moral. (párrafo 10). Por lo tanto "la cultura debe siempre ser
Pueden también desa rrollar un "comunalismo" cristiano probada y juzgada por las Escrituras", y necesitamos dis-
que les ofrece nueva seguridad a cuyo amparo pueden cernimiento para evaluarla.
vivir pero qu e los aísla de sus amistades anteriores y sus Escribiendo contra un trasfondo musulmán, Kenneth
parientes. Pueden tam bién despertar la oposición. Cuando Cragg resume claramente la relación entre la conversión y
se da lugar a pensar que los cristianos minan la estructura la cultura:
de la socied ád tradicional se los considera corno fanáticos i
1
1. El bautismo, o sea el modo de incorporar personas a la
peligrosos y provocan la hostilidad desenfrenada. Ha ha- 1
i iglesia, significa su incorporación por fe a la comunión suprana-
bido ejemplos de esto desde los primeros días de la cional de Cristo. Bien entendido esto no tiene el efecto de
iglesia, como cuando los judíos acusaron a Esteban de 'desculturizar' al nuevo creyente; lo 'eclesiastiza'. Esto último,
enseñar " que ese Jesús de Nazaret . .. cambiará las cos- a medida que profundiza y amplía su impacto, fructifica en
tumbres que nos dio Moisés" y cuando algunos comer- forma creadora en todas las áreas de su contexto. El nuevo
cristiano se hace responsable, ante Cristo, de su antiguo medio
ciantes de F ilipos acusaro n a Pedro y a Silas de "alborotar ambiente, y, ante su antiguo medio ambiente, a la luz de la
nuestra ciudad" , porque "enseñan costumbres que no nos nueva doctrina que ha hecho suya. Pero no por ello se "vuelve

164 165
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION

foráneo". Todo lo que no es incompatible con Cristo va con él En rigor de verdad, ésta es, prec isamente, la impresión
al bautismo. La conversión es una " migración"; es el descubri- que damos con frecuencia. En esta era pragmática la
miento personal del significado del Cristo universal dentro de iglesia fácilmente se acomoda a la s perspectivas del mundo
la vieja estructura de raza, lengua y tradición (The Cal/ of the
Minaret, Lutterworth, 1956, p. 336). y da por sentado que la clave del éxito evangelizador radica
en la eficiencia organizativa. De manera qu e publicamos
manuales con instrucciones evange lizadoras del tipo de
La conversión y el Espíritu Santo " hágalo u sted mismo", y sobre cómo perfeccionar las
metodologías eclesiásticas. ¡Aclaro que yo mismo creo en
El quinto y último aspecto de la conversión a de sarrollar es la eficiencia, y no tengo ninguna razón para sup oner que
el de su relación con la obra del Espíritu Santo. Creo que los cristianos deban lucirse 'po r su ineficiencia! Al propio
esta es la nota apropiada con la cual concluir, porque buena tiempo, nunca deb emos rebajar la evangelización hasta
parte de lo que h e escrito hasta ahora puede haber parecido transformarla meramente, y menos aún princ ipalmente, en
demasiado centrado en el hombre y autosuficiente. La mi- una técnica que se pueda apre nder o una fórmul a que se
sión, he insistido, es lo que a nosotros se nos ha mandado a puede recitar. Algunas p ersonas parecen estar esperando
hacer en el mundo. En la evangelización somos nosotros los co n delicia el m omento cuando la obra evangelizadora de
que proclamamos y en el diálogo somos nosotros los que la iglesia podrá someterse a la computadora, cuando todas
escu charnos. La salvación es lo que nosotros deseamos que las actividades se lleven a cabo con la ayuda de máquinas
nuestro·s amigos reciban. Y la conversión describe (incluso y no de p ersonas, y la evangeliza ción del mundo consti-
en el N uevo Testame nto) lo que nosotros hacemos, tanto tuirá el triunfo final de la tecnología humana.
cuando n osotros mismos nos volvemos a Cristo como E n co ntraste con el tono de arrogante autosuficiencia
cuando llevamos a otros a Cristo. De este modo , en los de la era moderna los apóstoles se apoyaban humilde-
Hech os se habla de los que se "convirtieron al Señor" m ente en el poder d el Espíritu Santo. Ellos creían (y
(por ejemplo 9.35; 11.2 1), y J esús mismo habló acerca de nosotro s debemos creer con ell os) que el hombre está
que necesitamos "volvernos" y hacernos humildes como muerto en delitos y pecados, ciego a las verdades espiri-
niños si h emos de en trar en el .reino de Dios (Mateo 18.3, tuales, y que es esclavo del pecado y de Satanás. E n
4) . Juan el Bautista, asimismo, h abría de h acer "que consecuencia, no puede "volverse" por sí mismo ni sal-
muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su varse a sí mismo. Tampoco puede o tro hombre ha cerlo
Dios" (Lucas 1.16, VP), mientras que el apóstol Pablo "volver" ni salvarlo. Solamente el Espíritu Santo puede
había de h acer "volver" a muchos gentiles " de las tinie- abrirle los ojos, iluminar su oscuridad, liberarlo de su
blas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios" (Hechos esclavitud, volverlo a Dios y traslada rlo de la mu erte a la
26.17, 18, VM; cf v. 20 y Santiago 5.19, 20). Pero todo vida. El Nuevo Testamento declara cla ramente que el
este lenguaje relacionado con actividad humana resulta arrepentimiento y la fe corresponden a los hombres (He-
sumamente engañoso si se lo interpreta en el sentido de chos 2 .38; 16.31; 17.30); pero, como hemos visto, son
que en última instancia la misión es obra humana y la también regalo de Dios (p. ej., Hechos 11.1 8; Efesios 2':'8;
conversión es realización humana también. Filipenses 1.29). Y por más desco nce rtante que pueda

166 l67
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION

resultar esta an tinomia, en nuestro mundo en que el modo puede parecer aceptable, hasta que recordamos que
hombre ocupa el lugar preeminente resulta necesario sos- citar mal las Escrituras es una de las artimañas de Satanás.
tenerla , para que nos mantengamos humildes delante de Jesús se refería a la hora de la persecución y no a la de la
Dios~ proclamación, y al banquillo del acusado en los tribunales,
A todos nos resultan familiares los adelantos de las y no al púlpito de la iglesia. El confiar en el Espíritu
técnicas de la psico logía mo derna - para fines publicitarios Santo no debe tener como fin evitarnos la tarea de prepa-
(técnicas t anto públicas como subliminales), para la propa- rarnos. Por cierto que el Espíritu Santo puede darnos
ganda o fic ial o estatal, para inducir deliberadamente la palabras si sorpresivamente nos vemos ante la necesidad
historia colectiva, y para ese más perverso de los asaltos a de hablar y no hemos tenido oportunidad de prepararnos.
la perso nalidad humana que es el llamado "lavado cere- Pero también puede clarificar y dirigir nuestro pensa-
bral". Pero noso tro s los cristianos debemo s esforzarnos miento en el estudio. En realidad la experiencia indiCa
por dem o st rar en forma absolutamente satisfactoria que la que realiza un trabajo más efectivo allí que en el púlpito.
evangelización es una actividad enteramente diferente (sea lo Luego, la confianza en el Espíritu Santo no puede
que fu ere la posición que sustente William Sargent en su constituir justificativo alguno para un antiintelectualismo.
famq_sa obra Battle fa r the Mind, Heinemann , 1957). La "excelencia de palabras o de sabiduría" a que renunció
Deberno s rehusamos a fo rzar a la ge nte a que entre a Pablo no era la predicación do ctrinal o el uso de la
golpes en el reino de Dios. El solo h ech o de intentarlo mente sino la sabiduría popular del mundo y la floreada
constituye un insu lto a la dignidad de los seres humanos y retóri;a de los griegos. En contraste con la primera había
una p ecaminosa usurpación de las prerrogativas del Espí- resuelto ser fiel a la locura del mensaje de la cruz; Y en
ritu Santo. Además resulta improductivo. Porque un resul- contraste con la segunda, en su debilidad humana había
t ado inevitable de la evangelización por medios ilegales (lo de hablar "con demostración del Espíritu y de poder" (1
que Pablo llam ó " lo oculto y vergonzoso", 2 Corintios Corintios 2.1 -5). Pero Pablo de ningún modo fue un
4.2) es que aqü ellos conve rtidos mediante tales "procedi- antiintelectual. Sus sermones estaban llenos de su stancia
miento s" terminan por alejarse de la iglesia. doctrinal y de razonamientos. El y los demás apóstoles no
Se h ace nece sario agregar a continuación algunas pala- eran simplemente heraldos que anunciaban las buenas
bras de precau ción , para que , como consecuencia de la nuevas; · eran abogados que defendían una causa. En pala-
neces idad de la obra del Esp íritu Santo en la evan- bras de Wolfhart Pannenberg:
gelización , no hagamo s deducciones que no se justifican. Un mensaje que no convence no puede adquirir el po der para
Men cionaré brevemente cuatro aspectos para los cuales no convencer apelando simplemente al Espíritu Santo... La capa-
se justifica confiar en el Espíritu Santo. El primero es la cidad de convencimiento del mensaje cristiano sólo puede na-
fa lta de p reparació n adecuada. "No tengo ningun a nece- cer de su contenido. Cu ando no es este el caso, apelar al
Espíritu Santo no ayuda en absoluto al predicador. .. La
sid ad de p reparanne para predicar" , argumentan algunos ; argumentación y l~ obra del Espíritu ~~nto no entra.n ~n
"confío e n qu e el Espíritu Santo me dará las palabras competencia entre si. Al co nfiar en el Esp ~ntu P_ablo de ~mgu_n
adecuadas. Jesús mismo prometió que nos sería dado en modo dejaba de pensar y d e argume ntar (Baszc Questzons m
aquella h ora lo que habríamos de decir. " Hablar de este Theology, SCM, 1971, tomo II, pp. 345.).

168 169
LA MISION CRISTIANA HOY LA CONVERSION

. ~~ tercer.lugar, el ~onfiar en el Espíritu Santo no puede ramos frente al espejo con el fin de preparar conscien-
Justificar la Irrelevancia. Algunas personas afirman devota- temente gestos y mímicas, toda autopublicidad y toda
mente que el Espíritu Santo es en sí mismo la solución autosuficiencia. En sentido positivo hemos de ser como
completa y satisfactoria al problema de la comunicación, somos, hemos. de actuar naturalmente, h emos de desarro-
Y que, en efecto, cuando está presente y activo, entonces llar y ejercitar los dones que Dios nos ha dado, y al
la comunicación deja de ser un problema. ¿Qué significa mismo tiempo hemos de depositar nue stra confianza, no
semejante afirmación? ¿Es que tenemos ahora la libertad en nosotros mismos, sino en el Espíritu Santo que se
de ser todo lo oscuros, confusos e irrelevantes que se nos digna obrar a través de nosotros.
ocurra, porque el Espíritu Santo aclarará todas las cosas? Pareciera que a lo largo de toda su historia, la iglesia.
Valemos del Espíritu Santo para racionalizar la holgaza- ha oscilado de un extremo al otro. A veces adopta un
nería se acerca más a la blasfemia que a la piedad. Por criterio tan mundano que llega al ex tremo de la autosufi-
supuesto que sin el Espíritu Santo todas nuestras explica- ciencia, como si la evangelización fuera simplemente cues-
ciones son inútiles. Pero esto no quiere decir que con el tión de eficiencia organizativa y técnicas humanas. Otras
Espíritu Santo también son inútiles, por cuanto el Espí- veces se vuelve tan del otro mundo que se va al otro
ritu Santo ha elegido obrar a través de ellas. El confiar en extremo, al del auto desprecio , como si la evangelización
el Espíritu Santo no debe ser usado como forma de fuese enteramente obra del Espíritu Santo y nosotros no
evitamos la tarea de realizar estudios bíblicos y contem- tuviésemos absolutamente nada con que contribuir a ella.
poráneos. . Pero si entendiésemos en forma verdaderamente bíblica el
En cuarto lugar, confiar en el Espíritu Santo no justi- propósito del Espíritu de obrar a través de algunos hom-
fica la supresión de nuestra personalidad. Algunas perso- bres para conducir a otros a la conversión, nos veríamos
nas parecen suponer que si el Espíritu Santo tiene el libres de ambos extremos, el d e la auto suficiencia y el dei
control ab s~luto, ellas tienen que eliminarse completa- autodesprecio, del orgullo y de la pe reza.
m ente. ¿Que doctrina del Espíritu es ésta? Lo que sa- Lo que las Escrituras nos enseñan , en cambio , es la
bemos de la inspiración bíblica debiera habernos prote- necesidad de una adecuada combinac ión de humildad y
gido de este error. Porque con el fenómeno que llamamos humanidad - la humildad necesaria para permitir qu e Dios
"in spiración" , el Espíritu no suprimió la personalidad de sea Dios, reconociendo qu e sólo él puede dar vista a los
lo s escritores humano s, sino que prilnéramente lámo1d.eó ciegos y vida a los muertos, y la huma nidad de ser como
y luego la utilizó plenamente. Aun cuando los cristianos somos, de ser como él nos ha hecho , sin suprimir nuestra
modernos que comunican el mensaje no puedan hacer gala individualidad personal, sino ejercitando los dones que él
de una inspiración semejante, pueden tener la certeza de nos ha dado y ofreciéndonos a nosotros mi smo s a Dios
que ese mismo Espíritu no tiene ningún deseo de anular- como instrumentos de justicia en su s manos. Me pregunto
les la personalidad a ellos tampoco. si habrá mayor necesidad para la mi sión cristiana en la.
Lo que nos es prohibido es todo afecto a la retórica, a época moderna que esta saludable fu sión entre hu mildad
todo intento deliberado d e producir efecto , toda artificia- y humanidad al poner nu estra confianza en el po der del
lidad, hipocresía y dramatización, toda inclinación a pa- Espíritu Santo.

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