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El desarrollo de la

capacidad creadora
LOWENFELD
1.- SIGNIFICADO DEL ARTE EN LA EDUCACIÓN

EL SIGNIFICADO DE LAS ACTIVIDADES ARTÍSTICAS

El niño nos transmite sus emociones a través del arte, el arte construido
por él gracias a sus experiencias. La educación del niño lo convierte en un
miembro útil y adaptado a la sociedad, pero sin embargo en la escuela más
que aprender premisas morales se valora el memorizar datos, unos datos que
no se cuestionan cuando lo óptimo sería enseñarles a los niños a descubrir y
buscar respuestas por sí mismos; y esto último está contenido precisamente en
las actividades artísticas.

A los niños no hay que encorsetarlos en su acción creadora, sino dejar


que aprendan a crear creando, porque ellos no tienen que ver la realidad sino
con su propia mirada, la de un ser que asimila y descubre su entorno.

SIGNIFICADO DEL ARTE PARA LOS NIÑOS

Para los niños el arte es un medio de expresión, y a diferencia de lo que


se hace comúnmente, el maestro no debe coartar su libertad creadora
diciéndole qué color usar y demás, pues esto acabaría otorgándole miedos que
destruyen su confianza en sí mismo. Así, el arte será un instrumento de auto
expresión para niños tímidos y retraídos.

LOS SENTIDOS COMO BASE DEL APRENDIZAJE

Solamente a través de los sentidos puede tener lugar el aprendizaje, y


esto es algo que no se valora lo suficiente en la educación del niño.

En un mundo donde las experiencias sensoriales con el medio son cada


vez más difíciles debido a la artificialidad del mismo, la educación artística es la
única disciplina que realmente se concentra en el desarrollo de las experiencias
sensoriales. Es ahí donde el niño entrará en contacto con las texturas, las
formas y el color más profundamente.

IMPORTANCIA DE LA AUTOIDENTIFICACIÓN Y DE LA AUTOEXPRESIÓN

En la actualidad vivimos en un mundo alienizante en el cual el individuo


pocas veces se siente identificado con lo que hace. Será entonces cuando la
diversión y el entretenimiento cobren una mayor importancia para la
autodeterminación del individuo.

Este problema descrito anteriormente debería amortiguarse con la


educación, una educación que nos ayude a identificarnos con nosotros
mismos. Se debe enseñar al niño a interactuar con otros seres humanos, a
relacionarse, y no sólo con niños de su misma edad, sino con una muestra más
amplia, lo que podría evitar el alejamiento, la indiferencia, el antagonismo e
incluso la violencia.

No hay expresión artística posible sin la auto-identificación con la


experiencia expresada; es la verdadera expresión del yo, y para que un niño
comprenda las necesidades del prójimo, primero debe conocerse a sí mismo,
algo a lo que el arte ayuda; la auto-expresión. Existe una gran satisfacción en
poder expresar los propios sentimientos y emociones en el arte, expresando
así su propia importancia a través del medio apropiado. Sin embargo, el niño
que imita puede convertirse en un ser dependiente en cuanto a sus
pensamientos y llegar a subordinar sus ideas a las de otro, lo que puede
conducirlo a la frustración.

EL ARTE COMO ELEMENTO IMPORTANTE EN LA SOCIEDAD

Se suele considerar el arte como la forma más elevada de la expresión


humana, siendo también un reflejo de la sociedad dentro de la que surge.
2.- COMPRENSIÓN DEL DESARRollo
EL ARTE COMO MEDIO DE INTERPRETACIÓN DEL DESARROLLO

La figura que un niño dibuja o pinta refleja los sentimientos, la capacidad


intelectual, el desarrollo físico, la aptitud perceptiva, el factor creador implícito,
el gusto estético, e incluso el desarrollo social del individuo. También se perfilan
en ellos todas las transformaciones que sufre el niño a medida que crece y se
desarrolla, un desarrollo compuesto pro varios factores.

DESARROLLO EMOCIONAL O AFECTIVO

Un dibujo y la intensidad con la cual el creador se identifica con este,


puede constituir la oportunidad para su desarrollo emocional.

Los niños que padecen desajustes afectivos frecuentemente se evaden


hacia una representación rígida. Un niño que se acostumbre a depender de
tales moldes, que ejecute bien las copias, puede perder la confianza en sus
propios medios de expresión y recurrir a las repeticiones estereotipadas como
un mecanismo de evasión. No introduce nada que indique su relación con esos
objetos; está simplemente representándolos de forma pasiva.

Con la inclusión directa del yo, el niño participa realmente en su dibujo;


puede aparecer directamente en su trabajo de creación o representar a alguien
con quien se identifica. Esto es característico de un niño seguro, afectivo o
emocionalmente libre, que no se distrae fácilmente con lo que le rodea y confía
en su expresión artística.

DESARROLLO INTELECTUAL
El conocimiento que revela el niño cuando dibuja indica su nivel
intelectual. Generalmente, un dibujo rico en detalles subjetivos proviene de un
niño con elevada capacidad intelectual.

A medida que el niño crece cambian los detalles y la toma de conciencia


del ambiente que lo rodea. Los individuos que tienden a quedar retrasados en
este aspecto están demostrando falta de desarrollo intelectual.

DESARROLLO FÍSICO

En el trabajo creador de un niño, se revela su desarrollo físico por su


habilidad para la coordinación visual y motriz, por la manera en que controla su
cuerpo, guía su grafismo y ejecuta ciertos trabajos.

Por otra parte, la exageración o la omisión reiteradas de ciertas partes


del cuerpo pueden vincularse con el desarrollo físico del individuo. Un niño
físicamente activo retratará movimientos físicos activos.
DESARROLLO PERCEPTIVO

El cultivo y el desarrollo de nuestros sentidos es una parte importante de


la experiencia artística. La observación visual desarrolla una progresiva
sensibilidad hacia el color, la forma y el espacio. Los niños que rara vez se
sienten influidos por las propias experiencias perceptivas demuestran poca
habilidad para observar y poca agudeza para apreciar diferencias en los
objetos.

DESARROLLO SOCIAL

Generalmente, el primer objeto reconocible en los dibujos de un niño es


una persona. A medida que el niño crece va incluyendo más personas en sus
dibujos; este sentimiento de conciencia social es el comienzo de la
comprensión que el niño adquiere de un mundo más amplio, del cual forma
parte.

DESARROLLO ESTÉTICO

La estética es el medio de organizar el pensamiento, los sentimientos y


las percepciones en una forma de expresión que sirva para comunicar a otros
estos pensamientos o sentimientos.

Los productos de la creación de los niños revelan su desarrollo estético


por la capacidad de integrar experiencias en un todo cohesivo; esto se logra a
través de las líneas, texturas y colores utilizados. La estética está también
íntimamente ligada con la personalidad.

DESARROLLO CREADOR
El desarrollo creador comienza tan pronto como el niño traza los
primeros rasgos. Lo hace inventando sus propias formas, de manera que es
algo únicamente suyo. El dibujo del niño refleja el desarrollo de su creatividad.

EL ARTE COMO REFLEJO DEL DESARROLLO

Los productos de la actividad artística del niño revelan muchas cosas. El


arte proporciona al niño una amplia gama de posibilidades; gracias a este, las
respuestas que tiene que buscar y las soluciones que encuentra son suyas.
Comprendiendo la forma en que un niño dibuja podemos apreciar la
complejidad y las variaciones que tienen lugar en el proceso mediante el cual el
niño crece y se desarrolla.

EL TEMA EN EL ARTE

En el arte el tema tratado será el mismo en cualquier edad, lo que varía


es la forma. En cierto sentido, no hay temas en arte, sino diferentes modos de
representar nuestras relaciones con las cosas, las personas, los sentimientos y
las emociones que provoca el mundo que nos rodea.

ETAPAS DE DESARROLLO EN EL ARTE

A medida que los niños cambian, también varía su expresión creativa,


pero no todos los niños pasan de una etapa a otra en la misma época.

El niño muy pequeño comienza a dibujar haciendo trazos desordenados


en un papel; a esto se le suele llamar la etapa del garabateo o del garabato, y
esta dura normalmente de los 2 a los 4 años. Será entonces y hasta los 7 años
cuando pase a la etapa preesquemática, en la que el niño hace sus primeros
intentos de representación.

Luego viene la etapa esquemática que va aproximadamente de los 7 a


los 9 años, donde el niño suele disponer los objetos o personas que está
dibujando en línea recta, al pie del papel y según el ancho del mismo.

De los 9 a los 12 años el niño comienza una etapa de naciente realismo,


donde se interesa mucho más por los detalles. Entre los 11 y los 12 años se
empieza a preocupar por las proporciones y la profundidad (etapa
pseudonaturalista).

El desarrollo natural de un joven no se extiende más allá de los 14 años,


pero puede ir adquiriendo conscientemente un perfeccionamiento de las
técnicas artísticas.
SIGNIFICADO DE LAS ETAPAS DE DESARROLLO

Los niños no intentan copiar la naturaleza tal cual los adultos la conocen.
Hay estadios en el desarrollo del intelecto estrechamente paralelos a las etapas
mencionadas anteriormente; y algunas cosas no pueden enseñarse hasta que
el niño sea intelectualmente capaz de captar los conceptos.

LA IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA ARTÍSTICA

Nunca se han tenido las actividades de dibujar y pintar como


necesidades básicas para el correcto desarrollo de los niños, pero sin embargo
esta parece ser una forma natural de aprender.

3.- EL DESARROLLO DE LA CAPACIDAD CREADORA

LA IMPORTANCIA DE LA CREATIVIDAD

El desarrollo del pensamiento creador tiene una importancia enorme


para nosotros como individuos y como sociedad. La capacidad creadora se
considera como un comportamiento constructivo, productivo, que se manifiesta
en la acción o en la realización; es el valor opuesto a la conformidad mental.

El arte puede considerarse un proceso continuo de desenvolvimiento de


la capacidad creadora. En cualquier proceso de creación hay varios factores
implícitos, como el ambiental o el de los valores sociales, además de la
personalidad del propio alumno.

EL COMPORTAMIENTO CREATIVO E INTELECTUAL

Todos los niños nacen creativos, es el medio que les rodea el que inhibe
su curiosidad natural y su comportamiento exploratorio.

Algunas veces se confunde la inteligencia con la capacidad creadora,


cuando en realidad estas tienen poca relación. Es mucho más importante en
los niños el desarrollo de la capacidad creadora, porque esta no puede
adquirirse a edades más avanzadas.

LA ESCUELA Y LA CAPACIDAD CREADORA

Existen pruebas de que a los maestros no les gusta el niño creador, y sin
embargo el niño dócil y conformista recibe en la escuela su recompensa.
LA MEDICIÓN DE LA CAPACIDAD CREADORA

Casi todos los maestros miden la creatividad, pero generalmente de


acuerdo con sus propias pautas. Algo en lo que todos concuerdan es en
considerar como parte integrante del pensamiento creador la aptitud para
concebir gran número de ideas; otro factor sería la aptitud para pasar de un tipo
de pensamiento a otro; otro sería la aptitud para concebir ideas no usuales o
remotas.

MÉTODOS PARA DESARROLLAR EL POTENCIAL CREATIVO

Hay muchos programas ideados para desarrollar el potencial creativo,


pero su eficacia es dudosa en un sistema educativo donde este no se valora
suficientemente. Ahí entrará la influencia del maestro de arte, que debe
fomentar el espíritu de investigación, pues la curiosidad es un don natural al
que se le debe prestar apoyo desde una edad temprana.

EL ARTE Y LA CAPACIDAD CREADORA

Aunque el arte y la capacidad creadora no es lo mismo, con un método


de enseñanza correcto uno puede ayudar al desarrollo del otro.

A la hora de dar una clase de arte, la mayor creatividad se da al usar


menos cantidad de material pero profundizando más en este que al contrario. Y
es precisamente este contrario, el uso de muchos materiales y el profundizar
poco en ellos, lo que se da actualmente dentro de nuestro sistema educativo.
Pero la creatividad no sólo se debe aplicar al campo del arte, sino a todos
(matemáticas, ciencias…).
4. LOS COMIENZOS DE LA AUTOEXPRESIÓN.

LA ETAPA DEL GARABATEO: DE 2 A 4 AÑOS.

En los primeros años de vida, el arte puede contribuir al desarrollo del


niño, pues el aprendizaje tiene lugar en la interacción del niño y el ambiente. El
arte no comienza para el niño cuando hace su primera raya en un papel, sino
mucho antes, cuando los sentidos tienen su primer contacto con el medio y el
niño reacciona ante esas experiencias sensoriales.
La etapa del garabateo comienza alrededor de los 18 meses. Este primer trazo
supone un paso muy importante en su desarrollo, pues es el comienzo de la
expresión que no sólo va a conducir al dibujo y a la pintura, sino también a la
palabra escrita. Es lamentable que la palabra “garabato” tenga connotaciones
negativas para los adultos, ya que suele sugerir pérdida de tiempo o falta de
contenido, pero la realidad es que significa todo lo contrario, pues la manera en
que se reciban estos primeros trazos y la atención que se les preste, pueden
ser la causa de que el niño desarrolle actitudes que aún poseerá cuando
comience su escolaridad formal.

Entre los 2 y los 4 años, los garabatos tienden a seguir un orden


bastante predecible. Comienzan con trazos desordenados y van evolucionando
hasta convertirse en dibujos con un cierto contenido reconocible para los
adultos.

Podemos clasificarlos en 3 categorías:

GARABATEO DESORDENADO: Hacia los 2 años, el niño realiza trazos sin


sentido, en los que suele mirar hacia otro lado mientras los realiza. El niño aún
no tiene control visual de sus garabatos. Emplea “grandes movimientos” para
él, aunque para un adulto resulten movimientos en pequeña escala. La
satisfacción del niño deriva en esta etapa en la experiencia de movimientos que
realiza. Es muy importante interesarse por lo que el niño está haciendo, pues
debe sentir que este medio de comunicación es aceptado por los adultos.

GARABATEO CONTROLADO: Hacia los 2 años y medio, el niño ha


descubierto el control visual sobre los trazos que ejecuta. Éstos son el doble de
largos y el niño suele llenar toda la página. Los garabatos son mucho más
elaborados y en algunas ocasiones, el niño descubre ciertas relaciones entre lo
que ha dibujado y algo del ambiente. El papel del adulto es ahora mucho más
importante, ya que el niño a menudo acudirá a él con sus garabatos, deseoso
de hacerlo partícipe de su entusiasmo. Es la participación en la experiencia y
no el dibujo lo que en realidad importa.

EL GARABATEO CON NOMBRE: Alrededor de los 3 años y medio, el niño


comienza a dar nombre a sus garabatos. Esta actitud de dar nombre a los
garabatos es muy significativa, pues es el indicio de que el pensamiento del
niño ha cambiado. Antes estaba satisfecho con los movimientos que realizaba,
pero ahora ha empezado a conectar dichos movimientos con el mundo que lo
rodea. El niño dibuja ahora con una intención. La cantidad de tiempo que
dedica ahora al dibujo aumenta y los garabatos van a ser más diferenciados.
Los trazos a veces van acompañados por una descripción verbal de lo que se
está haciendo. Esta conversación es una comunicación con su propio yo. Los
garabatos y líneas que los adultos pueden considerar sin sentido, tienen un
significado real para el niño que los está dibujando. Los adultos deben tratar de
inculcar confianza y entusiasmo en este nuevo modo de pensar. En esta etapa,
tenemos una clave para interpretar su pensamiento, con lo que ahora podemos
estimular el pensamiento del niño y alentar su imaginación. Los trazos que
realizan, deben mirarse como tales: círculos, líneas verticales, horizontales…, y
no cómo símbolos ni como trazos que tengan otro significado que no sea el de
garabatos.

Respecto al significado del color, éste va a desempeñar un papel


secundario en la etapa del garabateo. Es en la etapa de dar nombre a sus
garabatos cuando el niño desea realmente emplear diferentes colores para
distintos significados. Sin embargo, el color como parte de proceso de
garabateo es principalmente exploratorio, y el uso de ciertos colores puede
estar vinculado más con la distribución física de los colores que con la
personalidad y las emociones del niño. Trabajar y explorar con los colores
resulta agradable para el niño.

En cuanto al proceso del desarrollo del niño, es muy importante


considerar el garabateo como parte de éste. En esta etapa, el niño reflejará en
su trabajo creador su desarrollo físico, intelectual y emocional. El adulto
deberá en un principio ser mero espectador de este proceso, y deberá ayudar a
estimular con sensaciones el pensamiento del niño en la última fase.

En lo que respecta a los materiales artísticos, deben ajustarse a las


necesidades de los niños. En esta etapa, el niño necesita practicar y
experimentar sensaciones que despierten sus sentidos. Los materiales deben
estimular la expresión espontánea sin que su uso suponga dificultades
técnicas.
Poco recomendables: Acuarela, (ya que los colores se mezclan con facilidad)
lápiz común, (la punta aguda no se desliza fácilmente por el papel). Pintura
aplicada con los dedos, (ya que el niño va a centrar su atención en la
consistencia pastosa del material, y no en utilizarlo como medio de expresión).
Las actividades de pegado, doblado, rayado o recortado jamás deberían
incluirse en programas destinados a niños en la etapa del garabateo, ya que
esos trabajos sólo sirven para poner de manifiesto la inhabilidad del niño para
realizarlos, ya que están fuera de su nivel y capacidad.

Bastante recomendables: Creyón, tiza blanca para utilizar en pizarra, témpera,


(con una textura consistente para que no escurra en el papel); la arcilla es un
material excelente para esta edad, ya que el manejo de un material
tridimensional le permite al niño utilizar los dedos y los músculos de forma
diferente. Mediante el “collage”, el niño se va a familiarizar con el color y la
textura, por lo que conviene utilizar este recurso en alguna que otra ocasión.

5. PRIMEROS INTENTOS DE REPRESENTACIÓN.

LA ETAPA PREESQUEMÁTICA: DE 4 A 7 AÑOS.

Esta etapa surge directamente de los últimos periodos del garabateo. El


niño ahora crea ciertas formas que tienen alguna relación con el mundo que le
rodea. Esta creación conciente de formas, adquiere gran significado si
pensamos que es el comienzo de la comunicación gráfica. El niño ahora, trata
de establecer una relación con lo que intenta representar. Estos dibujos son
importantes, tanto para el niño, como para los adultos, que ahora cuentan con
un testimonio palpable del proceso mental del niño, ya que permite obtener
ciertas claves de lo que es importante en la vida de éste y sobre la forma en
que comienza a organizar su relación con el ambiente. Por tanto, puede decirse
que el arte de los niños en la etapa de las primeras representaciones se puede
considerar como un reflejo directo del niño mismo.

En los dibujos preesquemáticos, los trazos evolucionan hacia formas


reconocibles y este primer símbolo logrado va a ser la figura humana, que se
representa mediante un círculo para la cabeza y dos líneas verticales para los
pies. Hacia los seis años, el niño puede llegar a trazar un dibujo bastante
elaborado de la figura humana.

En los dibujos y pinturas realizados en esta edad, hay normalmente poca


relación entre el color elegido para pintar un objeto y el objeto representado. Es
evidente que si se le critica al niño el uso del color o se le indica cuál es el color
correcto para tal o cual dibujo, se estará interfiriendo con su expresión. Hay que
dejar que el niño descubra libremente sus propias relaciones con el color, ya
que sólo a través de la experimentación establecerá una correspondencia entre
sus propias reacciones afectivas frente al color y la organización armónica de
éste frente al dibujo.
Los objetos en el espacio tienden a estar en un orden un tanto
caprichoso. El niño concibe al espacio como aquello que lo rodea, es decir, que
los objetos aparecerán arriba, abajo o uno junto a otro, en la forma en que el
niño los comprende.

Los niños difieren muchísimo en esta edad de los 3 a los 6 años, ya que
cada niño es un producto de su ambiente. Sin embargo, por regla general,
tienden a ser muy curiosos, llenos de entusiasmo, y deseosos de expresarse
aunque no en forma lógica. El desarrollo en los niños de esta etapa, sigue las
mismas pautas de desarrollo que otros aspectos de su vida. Al igual que hay
grandes diferencias entre los niños, también existen grandes diferencias entre
sus dibujos. El dibujo es un medio mediante el cual el niño desarrolla relaciones
y concreta muchos pensamientos vagos que pueden ser importantes. El dibujo
se convierte en sí mismo en una experiencia de aprendizaje.

En general, cuanto más detalles se encuentren en un dibujo, mayor será


la conciencia que el niño ha tomado de las cosas que lo rodean. Uno de los
indicios más importantes de esta etapa es la flexibilidad del niño, hecho que se
puede apreciar en los frecuentes cambios que se producen en sus conceptos.
La manera de representar las cosas es un indicio de las experiencias que el
niño ha tenido con ellas. Por tanto, el arte de los niños nos proporciona no sólo
la oportunidad de comprenderlos, sino que además nos brinda la ocasión de
influir en el desarrollo a través de la educación artística. Esto no quiere decir
que vayamos a influir positivamente en el comportamiento de un niño por
brindarle modelos o técnicas que lo lleven a conseguir un producto final “más
bonito”. El cambio en el producto mismo se debe producir a través de la
evolución del pensamiento, los sentimientos y la percepción del niño. En este
proceso se evidencian variaciones en el comportamiento o en las pautas de
desarrollo. En él tienen lugar, también, cambios significativos en el producto
artístico.

Para que la motivación artística sea exitosa, debe hacer de la


experiencia artística mucho más que una simple actividad. Debe estimular en el
niño la toma de conciencia de su ambiente y hacerle sentir que la actividad
artística es extremadamente vital y más importante que cualquier otra cosa.
Mientras el adulto quede fuera de la motivación y simplemente dirija la actividad
artística, no podremos esperar que los niños se interesen. Es más importante la
forma de decirle algo a un niño, la atmósfera que se crea, que lo que se le dice
en sí. Por tanto la actitud del adulto es vital en la experiencia del aprendizaje.
Las motivaciones artísticas en esta edad deben empezar con el niño mismo,
puesto que todo contacto con el ambiente el niño lo establece a través del yo.
Por tanto, el niño necesita descubrir una relación entre sus propios trazos y el
mundo exterior. Dado que nuestro contacto con el ambiente se hace
solamente a través de los sentidos, es primordial desarrollar y cultivar la
percepción en la educación artística. Este tipo de motivación puede llevarse a
cabo haciendo intervenir al niño activamente en una experiencia práctica, como
por ejemplo: conversar cómo se siente un niño bajo la lluvia, que ropa se tiene
que poner, como se siente la cara mojada, las gotas golpeando en la ropa…etc.
El niño debe tener todas las experiencias que le brinde la vida por sí mismo,
como entidad, como individuo que puede, debe y va a pensar por cuenta
propia.

A la hora de elegir los temas para esta etapa de los primeros intentos de
representación deben tenerse en cuenta el significado que tiene la actividad
para los niños. Cuanto más entregado esté a la actividad artística, más se
identificará con lo que hace y más activamente empleará los sentidos y más
significativo será para él.

Igual pasa con el material: Cualquier material artístico puede ser un tema
apropiado, ya que este desempeña en sí un papel secundario, ya que la
expresión del niño es lo importante. Cualquier tema de expresión artística, no
sólo debe estar íntimamente ligado al yo corporal del niño, sino que además,
debe proporcionarle la oportunidad de establecer una relación entre sus dibujos
y su medio.

Teniendo en cuenta que el proceso de creación tiene mucho más


significado que el producto final obtenido, se debe seleccionar el material
artístico de modo que llene las necesidades del grupo para el cual se ha
planeado el trabajo.

Los materiales más adecuados para esta edad son la témpera


preparada como pintura espesa, los creyones, lápices comunes para dibujar
detalles, tizas de colores, lápices de fibra, papeles coloreados, materiales para
“collage”, la arcilla y la plastilina.

Se desaconseja la pintura intencionadamente chorreada, cereales


pegados sobre el papel, figuras de papel recortadas, los proyectos
decorativos, etc., es decir, todo lo que se interponga en el proceso creador del
niño, ya que lo significativo en sí debe ser la experiencia artística.
6. LA OBTENCIÓN DE UN CONCEPTO DE LA FORMA.
LA ETAPA ESQUEMÁTICA: DE 7 A 9 AÑOS.

La importancia de la etapa esquemática.

Después de mucha experimentación, el niño llega a formarse un


concepto definido del hombre y su ambiente. Aquí llamaremos esquema al
concepto al cual ha llegado un niño respecto a un objeto. Hay que diferenciar
entre esquema y estereotipo, ya que éste último consiste en que la repetición
es siempre exactamente igual, mientras que el esquema es flexible y presenta
variaciones y desviaciones.

Estos conceptos tienen un carácter altamente individual. El esquema


puede estar determinado por la forma en que un niño ve algo, el significado
afectivo que él le adjudica, la impresión táctil del objeto, o la manera en la que
éste funciona.

Un esquema es puro cuando el niño crea una representación que no


revela experiencias intencionales. El estudio de las clases de modificaciones
que sufre un esquema nos permite comprender la intención subyacente en la
representación. A través de este cambio en el esquema, el niño va mostrando
su experiencia particular.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DIBUJOS ESQUEMÁTICOS

El esquema humano.

Usamos el término esquema humano para descubrir el concepto de una


figura al cual el niño ha llegado después de mucha experimentación. Durante
sus primeros intentos de representación, el niño dibuja la figura humana de
muy diversas formas, y puede variar de un día al otro. La figura de un hombre,
trazada por un niño de siete años de edad, debe ser un símbolo fácilmente
reconocible. La opinión de que el perfil representa una etapa más avanzada en
el concepto de creación del niño es incorrecta. Para algunos niños la simetría
del cuerpo es lo más importante.

El esquema espacial.

El principal descubrimiento durante esta etapa es la existencia de un


orden en las relaciones espaciales. El niño ahora es parte de su ambiente, y se
expresa por un símbolo que se llama línea de base. En esta etapa el niño no ha
alcanzado la representación de un espacio tipo tridimensional, por ello el
esquema del niño es en dos dimensiones. La línea de base es universal, y con
la misma legitimidad se la puede considerar como parte del desarrollo natural
de los niños que al acto de aprender a correr o a saltar.

Es evidente que en la realidad, ni los objetos ni las personas que se


apoyan en el suelo se hallan sobre una línea. Cuando se les interroga al
respecto, los niños invariablemente contestan que esa línea es el suelo.

La línea de base como parte del paisaje.

Cuando un niño está dibujando o pintando un tema de exteriores, la


línea de base simboliza unas veces la base sobre la cual se apoyan las cosas,
y otras, la superficie del terreno del paisaje. La utilización de dos líneas de base
implica un desarrollo mayor, y es un paso hacia la perspectiva.

Otros medios de representación espacial.

Aunque la línea de base es el medio más común utilizado por los niños
para representar el espacio en sus dibujos, en algunas ocasiones se produce
una desviación hacia otras experiencias, como el proceso de “doblado”. Por
“doblado” entendemos el proceso de crear un concepto de espacio dibujando
los objetos perpendicularmente a la línea de base, aun cuando parezca que
esos objetos están dibujados en forma invertida; de esta forma se consigue una
representación que al ser doblada por las líneas de base (pueden ser varias) el
dibujo tenga sentido espacial.

Representaciones de espacio y tiempo.

Por representaciones de espacio y tiempo queremos significar la


inclusión de un mismo dibujo de diferentes secuencias de tiempo o de
impresiones espacialmente distintas. Así como el niño tiene su propio modo de
mostrar objetos de dos y tres dimensiones, a veces usando plano y elevación al
mismo tiempo, también tiene su manera propia de señalar acontecimientos que
tuvieron lugar en diferentes momentos. Estas representaciones se pueden
realizar en dibujos separados (de modo que el tema de la serie es
generalmente el mismo), o en un solo dibujo que asienta distintas acciones que
han tenido lugar en diferentes momentos.
Los dibujos del tipo de rayos X.

Un niño puede usar otra interesante forma no visual de representación


para mostrar diferentes aspectos que no sería posible percibir visualmente al
mismo tiempo. Este sistema es el de describir simultáneamente el interior y el
exterior de un edificio o de cualquier otro ambiente cerrado.

Significado de las variaciones en el esquema.

Existen tres formas principales de desviaciones en los dibujos de los niños:


1) Exageración de partes importantes.
2) Desprecio o supresión de partes no importantes.
3) Cambio de símbolos para partes afectivamente significativas.

Todas estas características se refieren a la forma en que los adultos


observan todas estas variaciones, los niños no son conscientes de esas
exageraciones, ya que para ellos son relaciones de tamaña real.

EL SIGNIFICADO DEL COLOR.

El niño descubre naturalmente que hay una relación entre el color y el


objeto. No es una elección casual o de tipo afectivo la que determina el color
que va a emplear en sus pinturas. El establecimiento de un color definido para
un objeto y su constante repetición es un reflejo directo del desarrollo
progresivo del proceso intelectual del niño. Para el niño el poder comprobar
que el color de su pintura es el mismo que el del objeto que está pintando
resulta un importante descubrimiento y una experiencia satisfactoria.

EL SIGNIFICADO DEL DISEÑO.

Los niños de estas edades ignoran cualquier aspecto formal del arte. La
enseñanza de “fundamentos del diseño” durante este período sería una
imposición artificial y podría destruir la capacidad creadora espontánea del
niño. Uno de los atributos importantes es el ritmo, y éste se encuentra a
menudo en los dibujos de los niños en la forma de repeticiones. La enseñanza
de los aspectos formales de las proporciones iría en detrimento de la
espontaneidad y de las libertades típicas de los dibujos de los niños, pues
interferiría con su innata necesidad de expresión.

EL DESARROLLO DEL NIÑO EN EDAD ESCOLAR.

El niño ya no representa objetos en relación consigo mismo, sino que


comienza a representar objetos en relación lógica con otros objetos. Ahora
bien, el niño se incluye a sí mismo en su concepto, de la misma manera que
incluye el árbol, la casa o todo el medio circundante. El niño trata de encontrar
orden en su ambiente y de desarrollar fórmulas para lograr un comportamiento
adecuado. Estas fórmulas, a veces, carecen de sentido para un adulto, pero
pueden ser muy importantes en la vida de un niño.

LOS DIBUJOS ESQUEMÁTICOS COMO REFLEJO DEL DESARROLLO.

El arte puede contribuir mucho al desarrollo de un niño, estimulando su


toma de conciencia de las cosas que están a su alrededor. La clarificación de
los conceptos y el estímulo para captar los detalles pueden ser un gran paso
hacia una mayor conciencia respecto de los ojos. Teniendo en cuenta que los
niños son un producto de lo heredado y del medio, debemos luchar para que el
ambiente en que viven sea muy rico y estimulante, para que así puedan
desarrollar todas sus posibilidades.

LA MOTIVACIÓN ARTÍSTICA.

La clase y tipo de motivación que un maestro debe utilizar en los


diferentes niveles de edad surge de las necesidades de los niños en cada una
de esas etapas particulares del desarrollo. Ya hemos visto que durante la etapa
esquemática, el niño ha desarrollado un concepto definido de hombre, espacio,
color y objetos en todos los terrenos de la expresión artística y en su desarrollo
psicológico en conjunto.

La tarea del maestro consiste en dar al niño la oportunidad de usar estos


conceptos, no como rígidos símbolos de formas, sino como experiencias
vividas. Nuestra motivación debe crear una atmósfera en la cual se estimule en
el niño la conciencia de que forma parte del medio. Del mismo modo, es
necesario que estimulemos una mayor toma de conciencia de las acciones y
funciones de la figura humana.

MATERIALES ARTÍSTICOS

La selección de un material artístico, su aplicabilidad para un


determinado grupo de niños y para sus necesidades en un momento dado, y su
preparación y manejo, son todas consideraciones de suma importancia.
Cualquiera que sea el material artístico, debe facilitar la expresión del niño y no
ser un impedimento para ello.
7. EL COMIENZO DEL REALISMO.
LA EDAD DE LA PANDILLA DE 9 A 12 AÑOS.

IMPORTANCIA DE LA EDAD DE LA PANDILLA

Un rasgo sobresaliente de esta etapa del desarrollo es el descubrimiento


que hace el niño de que es un miembro de la sociedad: una sociedad
constituida por sus pares. Durante esta época los niños construyen la trama de
lo que luego será su capacidad para trabajar en grupo y cooperar en la vida de
los adultos.

CARACTERÍSITCAS DE LOS DIBUJOS EN LA EDAD DE LA PANDILLA.

El esquema ya no es adecuado para representar la figura humana


durante este período. Ahora el niño está interesado en expresar características
vinculadas al sexo, como por ejemplo, los chicos con pantalones y las niñas
con polleras. Ahora el niño desarrolla una mayor conciencia visual, ya no
emplea el recurso de la exageración, omisiones u otras desviaciones para
expresarse. Aunque a la edad de nueve años la mayoría de los niños exagera
el tamaño de la figura humana, los estudios han demostrado que el empleo de
dicho recurso tiende a desaparecer.

Significado del color.

El niño va desde una rígida relación color-objeto hasta una


caracterización del color. En esta etapa distingue entre un pulóver rojo violáceo
y otro rojo anaranjado. Este mayor conocimiento de las diferencias de color no
puede considerarse una verdadera percepción visual, pues él no señala los
efectos que sobre el color tiene la luz y la sombra, o la atmósfera.
Significado del espacio.

El niño descubre que el espacio entre las líneas de base adquiere


significado, y además también descubre el plano. Podemos suponer que el
niño puede descubrir físicamente el plano gracias a su creciente actividad física
y a su curiosidad en desarrollo.

Significado del diseño.

Una de las principales funciones del diseño puede ser establecer


relaciones armoniosas. A esta edad es importante que estimulemos el
pensamiento de los niños y les ofrezcamos oportunidades que den lugar a
descubrimientos que se relacionen con la belleza natural de los materiales que
ellos encuentran intactos en el ambiente.

DESARROLLO DEL NIÑO EN LA EDAD DE LA PANDILLA.

Durante esta etapa el niño comienza a desarrollar mayor conciencia y


sensibilidad hacia su ambiente. A esta edad, los niños no poseen aún un
control absoluto sobre sus emociones, y a veces vemos que un incidente que
calificaríamos de menor resultará de extrema importancia para la criatura. Esta
intensidad de emociones puede aprovecharse en los programas de educación
artística.

LOS DIBUJOS EN ESTA ETAPA COMO REFLEJO DEL DESARROLLO

Uno de los rasgos sobresalientes de esta edad es que el niño descubre


su independencia social. La medida en la que se ha apartado de la
representación esquemática y la necesidad que experimenta de caracterizar
objetos o figuras determinadas o el mismo ambiente, son indicios de sui
desarrollo intelectual.

En esta etapa, los niños evitan el recurso de la exageración que


utilizaban en etapas anteriores. Observamos que hay proporciones más
naturales. La evolución social guante este período es uno de los factores
sobresalientes del desarrollo.

LA MOTIVACIÓN ARTÍSTICA.

La motivación se debe orientar a que el niño acentúe el sentido de


independencia social que recientemente ha descubierto, a fin de que logre un
sentimiento de propia estimulación. Una experiencia artística debe ofrecerle la
oportunidad para que exprese su progresiva conciencia del sexo, para que
desarrolle un mayor conocimiento del yo y satisfaga su nueva curiosidad del
ambiente.

MATERIALES ARTÍSTICOS.

El niño ha evolucionado más allá del uso de las líneas geométricas y de


las representaciones con línea de base en su significado lineal. Un material es
bueno sólo si contribuye a satisfacer las necesidades del niño y lo ayuda a
expresar lo que tiene en su mente. Aunque existen materiales para el uso
infantil en número ilimitado, debe tenerse precaución de asegurarse de que los
que se eligen presten para la expresión y no restrinjan la originalidad del niño.

8. LA IMPORTANCIA DEL ARTE EN LA ESCUELA SECUNDARIA

EL ROL DEL ARTE

El arte significa algo más que los cuadros colgados en las paredes de
los museos, es mucho más que realizar pinturas o esculturas, o que derribar
viejos edificios y levantar nuevas estructuras, o planificar espacios abiertos. El
arte también puede significar una actitud hacia la vida, un medio de formular
nuestros sentimientos y emociones y darles una expresión concreta. Es un
medio de elevar y refinar nuestra sensibilidad hacia las experiencias.

En nuestros alrededores existen formas y texturas interesantes. El


desarrollo de la sensibilidad hacia el arte es al mismo tiempo el desarrollo de la
sensibilidad hacia el propio medio. El estudiante debe entender el arte como un
reflejo de la cultura de la época y debe apreciar sus relaciones con los cambios
que se producen en nuestra sociedad.

Los medios de expresión que son socialmente aceptables y que al


mismo tiempo están a disposición de los jóvenes de esa edad son
estrictamente limitados. El arte puede ser el único terreno, dentro del marco de
nuestro sistema escolar, en el que se reconozca el desarrollo de sentimientos y
emociones.

LOS CAMBIOS PSICOLÓGICOS DESDE LA ESCUELA ELEMENTAL A


LA SECUNDARIA

Cuando los niños empiezan a dibujar y pintar, lo hacen sin ninguna


inhibición. Sin embargo, cuando el niño llega a cuarto, quinto y especialmente a
sexto grado, nos encontramos con que se ha hecho cada vez más consciente
de su propia obra artística, y su expresión ya no es espontánea y libre de
inhibiciones, ha desarrollado, por el contrario una conciencia crítica. Es un
periodo realmente crítico en su evolución: no ha desarrollado un análisis
objetivo consciente de sus actos, pero al mismo tiempo se siente inseguro en
su infantil aproximación del arte.

Una de las importantes tareas de la educación artística durante la


escuela secundaria, y en especial durante la primera parte de ésta, es
proporcionar los medios para que el joven pueda continuar utilizando el arte y
conservando la confianza en sus propios medios de expresión.

Si comparásemos dibujos, sobre un mismo tema, de chicos de diferentes


edades, (desde los seis años hasta la adolescencia), veríamos claramente que
el método para representar el mismo motivo cambió desde una forma de
representación egocéntrica del yo hasta una forma de representación que
intenta reproducir el hecho con una semejanza más fotográfica. El estudiante
secundario ya no está atado por el yo; para él, el éxito o fracaso del dibujo
estaría probablemente determinado por la mayor o menos fidelidad con que
resultara representada la naturaleza.

LA IMPORTANCIA DE LA AUTOIDENTIFICACIÓN.

Lo importante no es analizar u observar el trabajo artístico en sí, en


términos abstractos u objetivos, sino, más bien, identificarse con el creador y
con los problemas y relaciones emocionales que tenga en el momento de
completar su obra. Lo importante es lograr que el individuo sea sensible a los
valores, a las actitudes y a los juicios en una experiencia apreciativa.

Al parecer, el tener la oportunidad de poder expresarse en forma


creadora proporciona algunos medios para reaccionar frente al medio social en
forma aceptable para esta sociedad. Posiblemente, aquellos que descubren
que no son capaces de crear, que no encuentran satisfacción en construir o
producir, pueden reaccionar en forma negativa.

DESARROLLO DE DOS TIPOS CREADORES.

Podemos distinguir dos tipos de creación artística. Ambos evolucionan


gradualmente en los niños alrededor de los doce años de edad. Uno de ellos se
llama tipo visual y el otro se suele denominar háptico. Estos tipos son,
teóricamente, los dos extremos opuestos de la expresión creadora,
considerada en conjunto, y se refieren al modo de organización perceptiva y a
la categorización conceptual del medio externo. La persona con mentalidad
visual es la que se relaciona con el medio primariamente, a través de los ojos, y
se siente como espectadora. La persona con tendencia háptica, por el
contrario, se preocupa esencialmente por sus sensaciones corporales y sus
experiencias subjetivas, que la afectan emocionalmente. La mayor parte de la
gente se halla entre estos dos extremos.
El tipo visual es el observador y generalmente juzga las cosas por su
apariencia. Un factor importante en la observación visual es la capacidad de
ver primero el total, sin tener en cuenta los detalles. El individuo de mentalidad
visual puede analizar las características de forma y estructura de un objeto y
sentirse atraído por las variaciones que sufren esas formas bajo la influencia de
la luz, la sombra, el color, la atmósfera, la distancia.

El tipo háptico utiliza las sensaciones musculares, las experiencias


kinestésicas, las impresiones táctiles y todas las experiencias del yo para
establecer una relación con el mundo exterior. Los tamaños y formas se
determinan por la importancia que tienen para el individuo. La persona háptica
aprecia las texturas y siente el placer de palpar los objetos con las manos. El
arte del háptico es más subjetivo.

Es importante recordar que nuestra enseñanza debe estimular la


expresión de los estudiantes, independientemente de su modo de
representación. Es necesario que se proporcione tanto el estímulo visual como
el háptico y que ambas clases de representación artística reciban recompensa.

Es muy importante comprender la teoría háptico-visual, pues es la base


de gran parte del desarrollo en el arte. El arte infantil puede clasificarse
generalmente, como háptico en su naturaleza, pues las experiencias que se
representan son aquellas que se originan primariamente con el yo e incluyen lo
que podría considerarse como el espacio tangible.

MÉTODOS DE TRABAJO EN EL ARTE.

En dos estudios realizados por Beittel (1966) y Beittel y Burkhart (1963) se


encuentran bien diferenciados dos métodos o técnicas muy distintos para el
aprendizaje en el arte. Dichos métodos se denominan espontáneo y divergente.
Los estudiantes espontáneos comienzan con un conjunto desprovisto de
detalles, experimentan con la forma y aprovechan los accidentes. Sus obras se
presentan como muy libres y tienden a ser de naturaleza no visual. Los
estudiantes divergentes generalmente empiezan con finos dibujos de detalles y
los completan con elementos simples, desarrollando una cierta organización.

Aunque estos dos métodos de trabajar en el arte son totalmente opuestos


entre sí, también parecen ser flexibles (Beittel, 1966).

Es peligroso que un maestro trate de imponer su propio método de trabajo


a sus alumnos. El dibujar continuamente con el mismo método puede colocar al
estudiante dentro de cierta rutina; por eso, puede resultarle beneficioso conocer
que hay otras posibilidades. El objetivo de cualquier profesor de arte de la
escuela secundaria debe ser crear un ambiente en el cual los pensamientos y
la expresión, cuando se expongan, puedan tratarse con sensibilidad y respeto.
LA CAPACIDAD CREADORA EN EL PROGRAMA ARTÍSTICO DE LA
ESCUELA SECUNDARIA.

En el arte, siempre ha existido la impresión de que la creación es parte


esencial de la experiencia, pero a menos que se tenga la precaución de
asegurarse que los estudiantes desarrollen una actitud creadora y de que las
condiciones ambientales sean tales que alienten el proceso creador, no hay
ninguna seguridad de que las experiencias artísticas en sí puedan dar origen a
la creación.

En la escuela secundaria, el desarrollo del pensamiento creador debe estar


contemplado en un programa planificado, en el cual la flexibilidad, la fluidez, la
originalidad y la facultad de pensar de forma independiente e imaginativa no se
dejen al acaso. Es de primordial importancia desarrollar pautas de pensamiento
creador a esta edad, puesto que las actitudes y valores que desarrollen estos
jóvenes en este momento los acompañarán toda la vida.

El profesor de arte, por lo tanto, debe planificar las experiencias que


desarrollen la capacidad del pensamiento creador. Es importante desarrollar la
facultad de pensar en forma creadora, de aprender a crear. Para algunos
estudiantes, esto puede ser una experiencia difícil, pues muchos han triunfado
siguiendo las fórmulas o pautas ajenas.

La capacidad creadora no se alienta en una atmósfera caótica, sin


estructura. No obstante, un cierto grado de ambigüedad y diversidad puede
resultar un medio propicio, en el cual el individuo desarrolle su propia estructura
mejor que en un ambiente en el que todo está ya predeterminado y dispuesto
minuciosa y ordenadamente de acuerdo con los patrones de otros.

La preocupación principal por parte de los profesores es la tremenda


presión ejercida por los grupos de alumnos sobre el individuo en la escuela
secundaria. Esta preocupación es bien fundada. Los estudios hechos al
respecto demuestran que los individuos son muy sensibles a la presión de los
compañeros.

Por otra parte, el grupo puede estimular y apoyar el pensamiento


innovador. A cada individuo, dentro de cada grupo de trabajo, se le pide que
exprese tantas ideas como le sea posible, espontáneamente, y sin permitirle
evaluaciones negativas o críticas.

La capacidad creadora se puede mejorar en cualquier nivel; el método más


efectivo parte de la aceptación sin reservas de que un estudiante en un
individuo digno, con pensamientos e ideas propias.

EL PROFESOR DE ARTE EN LA ESCUELA SECUNDARIA.

El profesor de arte en la escuela secundaria se halla en una situación muy


importante. A través de él se crea la atmósfera para el aprendizaje, y este se
realiza con el sentido que el docente le imprime. Debe tener una auténtica fe en
sus estudiantes y estar dispuesto a aceptar sus valores al igual que los propios.
Debe dar origen a una atmósfera que promueva la capacidad creadora y donde
no exista la evaluación exterior. No debe ser una amenaza para los
estudiantes. Es claro que la libertad individual en la clase debe estar
restringida, hasta cierto punto, por el ambiente físico y por los límites del
comportamiento que la sociedad exige. Sin embargo, no debe limitarse la
expresión simbólica de estos sentimientos; la oportunidad de transformar las
inquietudes –reales o imaginadas- en formas artísticas constructivas no debe
ser jamás menospreciada.

9. LA EDAD DEL RAZONAMIENTO.


LA ETAPA PSEUDONATURALISTA: DE 12 A 14 AÑOS.

IMPORTANCIA DE LA ETAPA PSEUDONATURALISTA.

Esta etapa del desarrollo marca el fin del arte como actividad espontánea,
y señala el comienzo de un período de razonamiento. Significa un cambio
desde el dibujar inconsciente lo que se conoce, a la realización consciente de
lo que se ve.

En el área intelectual se desarrolla una capacidad para el pensamiento


abstracto.

La persona a cargo de las experiencias artísticas tiene grandes


responsabilidades, pero también una excelente oportunidad de organizar una
interesante experiencia de aprendizaje que implique conciencia de la historia
del arte, búsqueda de materiales, contactos con artistas en ejercicio y creación
artística que guíe a los niños en todas las facetas del aprendizaje. Sea cual
fuera la organización de la escuela, ésta será, para la mayoría de los niños, la
última educación artística formal que reciban.

El significado de esta etapa se puede comprender mejor si la


consideramos como una transición entre un periodo en el que el mundo adulto
era todopoderoso y un período en el que el joven adolescente está
comenzando a asumir un importante papel. Después que el niño ha superado
la edad de la pandilla, entra en una etapa en la que se desarrolla hasta el punto
de poder afrontar casi cualquier problema y, sin embargo, en sus reacciones
todavía sigue siendo un niño.
LA REPRESENTACIÓN DE LA FIGURA HUMANA.

Es natural esperar que la representación de la figura humana sufra


variaciones acordes con la progresiva toma de conciencia y preocupación
respecto de los cambios que están empezando a tener lugar en el cuerpo del
preadolescente.

Los niños se esforzarán por lograr un mayor realismo e incluirán las


articulaciones en sus dibujos de la figura humana. Antes de esta edad, los
niños dibujarán ropas sólo como medio de identificación, es decir, para indicar
mujer y hombre. Ahora, en cambio, hay cada vez más conciencia de las
apariencias variables de las ropas cuando se doblan o cuando se arrugan,
cuando las luces y sombras cambian, cuando el cuerpo está sentado, cuando
el color varía con las diferentes condiciones atmosféricas.

Probablemente, una de las tareas más difíciles que un joven tenga que
afrontar en esta etapa pseudonaturalista es la de dibujarse a sí mismo. Los
dibujos hechos por preadolescentes pueden resultar sorprendentemente
parecidos a los de otras etapas anteriores, encontraremos, sin duda, una
mayor conciencia respecto a los detalles, con especial atención puesta en la
ropa, en el estilo del peinado y en los rasgos faciales. Si un joven está
preocupado por su nariz, puede ser que exagere este rasgo o que lo deje de
lado por completo, aunque en el dibujo de otra persona la nariz pueda
convertirse en el detalle caricaturesco principal. El dibujo de la propia persona
es, pues, el reflejo de la propia capacidad para enfrentarse a sí mismo.

LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO.

Uno de los importantes descubrimientos que hace el joven de mentalidad


visual es que el tamaño de los objetos distantes se reduce. Algunos jóvenes
aprecian ahora el espacio en sus cualidades tridimensionales. La mayoría de
los jóvenes de esta edad están en condiciones de manejarse con los
problemas de la representación del espacio en profundidad, pero la cuestión es
saber si está bien empleado el tiempo en desarrollar esta competencia en los
jóvenes.

La representación de la profundidad debe ser descubierta por el alumno;


evitar esto explicándole la perspectiva, puede significar privarlo de una
importante experiencia. Hay que dejarlo que tenga conciencia de sus propios
descubrimientos. El profesor no debe privar al alumno de la alegría de sus
propios descubrimientos, sino que, al contrario, debe facilitarle las cosas,
brindándole el justo estímulo, siempre que lo necesite, para que el
descubrimiento surja.

LA IMPORTANCIA DEL COLOR Y DEL DISEÑO.

El preadolescente tiene un sentido intuitivo del color y del diseño, y la


enseñanza formal de estos factores parece desvinculada de sus intereses.
En la enseñanza no se debe aplicar generalizaciones que impidan al joven
ensayar el color en forma creadora. El color es profundamente subjetivo en su
significado, ya que, por ejemplo, para un individuo el rojo puede significar
horror, pues tal vez lo asocie con la sangre. Mientras que para otro, el horror
puede estar representado por el verde si es que lo asocia con una casa en
ruinas, cubierta de moho.

El joven adolescente puede encontrar gran variedad de colores y diseños


en los objetos que le rodean. El maestro no debe tratar de imponer su gusto
personal sobre los alumnos.

LA MOTIVACIÓN ARTÍSTICA.

Uno de los temas centrales de la adolescencia es la lucha por lograr una


identidad. El joven necesita llegar a un acuerdo consigo mismo y ser capaz de
expresar sus intensos sentimientos, que necesitan una salida constructiva.

El papel primordial del profesor durante este periodo es proporcionar la


guía y el estímulo para que la expresión de sus alumnos adquiera una forma
significativa, sin coacciones.

Los jóvenes de estas edades disfrutan y necesitan la oportunidad de


compartir e intercambiar ideas con algunos de sus compañeros. Posiblemente,
la mejor distribución para un salón en el que se desarrolla una clase de arte
sea la de disponer mesas para pequeños grupos de estudiantes, de modo que
las actividades puedan discutirse y evaluarse entre compañeros y profesores.

El desarrollo de una actitud crítica hacia el mundo que lo rodea ha hecho


que el adolescente se preocupe mucho más por el naturalismo. El esquema
que antes viéramos en los dibujos ha desaparecido. Sin embargo, el joven
puede no sentirse dispuesto a intervenir en experiencias artísticas; en parte, tal
vez, porque sus realizaciones anteriores en el terreno del arte hayan sido
ignoradas o aun ridiculizadas, en parte por una progresiva conciencia crítica.

La motivación artística debe incluir la oportunidad de que se utilicen todos


los tipos de expresión. Limitar las oportunidades de expresión artística
exclusivamente a los individuos que son de mentalidad primordialmente visual,
como sucede muy a menudo, puede restringir o incluso anular definitivamente
la expresión de esos otros jóvenes que no son capaces o no están aún en
condiciones de retratar su mundo en una forma que no es comprendida.

Debe dejarse bien sentado que el dibujo, la pintura o cualquier otro trabajo
artístico no son el objeto o meta final de ninguna motivación. Por el contrario, lo
que importa es la oportunidad de desarrollar en el joven una mayor conciencia
de sí mismo y de las cosas que lo rodean.
La motivación en sí puede variar considerablemente, no sólo según las
condiciones de la clase, los intereses de los estudiantes y los objetivos de los
profesores, sino por las circunstancias del momento.

Resulta relativamente fácil motivar a los jóvenes que están ansiosos por
dibujar o pintar, pero el alumno que se niega a la actividad es probablemente el
que más necesita de la experiencia.

La motivación debe originar en el joven un deseo de crear y no debe estar


programada para lograr que se construyan objetos, se terminen proyectos o
simplemente para que se mantengan ocupados los jóvenes.

LOS TEMAS.

En el programa artístico existen muchas oportunidades para que el


profesor haga del tema un material sobre el cual los estudiantes puedan tener
algún control.
 Sentimientos y emociones. La expresión de sentimientos y
emociones debe tener un lugar importante en el programa artístico
de la escuela. La expresión artística de emociones y frustraciones
requiere un alto grado de sensibilidad. Los temas pueden estar
relacionados con sentimientos de alegría o e tristeza, de amor o de
odio, de contento o de enojo, o con incómodos recelos en una
situaciones social. A veces, estos sentimientos aparecen en pinturas
abstractas; a veces en formas tridimensionales o a veces, en
representaciones directas.

 El yo y los otros. Los jóvenes de esta edad son concientes de su


propio desarrollo físico. Son concientes de sí mismos y se ha
despertado en ellos la curiosidad por el sexo opuesto. A esta edad,
dibujar copiando de modelos vivos puede producir un profundo
efecto, como ningún otro tema lo produciría. El dibujo del modelo no
debe ser una lección sobre proporciones, equilibrio, anatomía, ni un
estudio de luz y sombra. Por el contrario, debe ser una oportunidad
de ver el modelo como alguien que forma parte de la vida, con
problemas, con errores, y sobre el cual se puede proyectar la propia
personalidad.

 La vida en la escuela. Puesto que muchos alumnos piensan que la


escuela es algo que hay que “soportar”, las actividades artísticas
pueden desempeñar el doble papel de ayudar a los estudiantes a
expresar sus sentimientos y contribuir a que se sientan más
compenetrados con la escuela en una forma significativa.

 El diseño y la naturaleza. No hay límites para las aplicaciones del


diseño y, a esta edad, la progresiva sensibilidad hacia la belleza y la
preocupación por la ornamentación se tornan importantes. Muchas
formas y modelos extraídos de la naturaleza pueden servir de
estímulo para las experiencias de diseño. La adaptación de formas
provenientes de la naturaleza puede también ser muy interesante.
El descubrimiento de un orden lógico en el interior de una naranja o
de una manzana puede resultar una sorpresa.

MATERIALES ARTÍSTICOS.

A esta edad, los materiales deben desempeñar un papel secundario en el


programa artístico. El material debe adaptarse a las necesidades expresivas de
los alumnos. Los jóvenes ya son físicamente capaces de manejar casi
cualquier material, aunque salpiquen yeso y la pintura se les corra, pero la
experiencia de trabajo con esos materiales se convierte en el mejor medio de
comprenderlos.

Actualmente hay muchos materiales que se pueden utilizar en las clases


de arte, de los cuales no se disponía hace algunos años. Aunque la témpera es
la pintura que más se usa, existe una cantidad cada día mayor de otras
pinturas utilizables. Algunos de estos materiales nuevos, y por cierto también
los viejos, constituyen imprevistos en potencia en la clase de arte: la posibilidad
de olores penetrantes, el riesgo para la piel y el peligro de incendio, son
algunas cosas que deben tenerse en cuenta.

Probablemente el material tridimensional más antiguo es la arcilla. A esta


edad, el torno de alfarero puede constituir un verdadero estímulo.
10. EL PERÍODO DE LA DECISIÓN:
LOS ADOLESCENTES EN LA ESCUELA SECUNDARIA:
DE 14 A 17 AÑOS.

LA IMPORTANCIA DEL ARTE EN LA ESCUELA SECUNDARIA.

Para el estudiante de los últimos cursos de la escuela secundaria, el arte


ha pasado a ser algo que puede hacer o dejar por completo. Este período se
convierte en algo importante ya que señala el comienzo de un aprendizaje
voluntario en el arte.

La mayoría de adolescentes no siente que el arte sea algo esencial para


sus necesidades. Para la mayor parte de los estudiantes de esta etapa, el arte
fue algo entretenido, pero que pertenece a la esfera de la escuela primaria.
Solamente uno de cada diez estudiantes elige el arte como materia optativa, la
mitad de las escuelas no tienen ninguna materia sobre cultura artística para
ofrecer a los alumnos.

El arte puede desempeñar un papel especial entre la gente joven, si es


que el programa artístico responde a sus necesidades.

Es muy necesario, en la escuela secundaria, acercar el arte al


conocimiento consciente de los estudiantes.

Urge proporcionar un toque de salud y un contacto con nuestros propios


pensamientos, y el programa artístico en la escuela secundaria resulta ideal
para que ellos se lleve a cabo.

EL ALUMNO DE LA ESCUELA SECUNDARIA.


A los doce o catorce años, la perspectiva de ser artista puede haber
resultado muy agradable, pero la posibilidad de hacer elección de una carrera
para toda la vida asusta un poco al graduado de colegio secundario. Algunas
veces, la elección es accidental: para el joven cuya familia no está en situación
económica holgada, el empleo que pudo ser de pocas horas, puede tener que
convertirse en un trabajo de toda la jornada. Pocos jóvenes son capaces de
mantener su idealismo más allá de la escuela secundaria, y los primeros
intereses románticos por el arte son muy pronto puestos a un lado.

a) El adolescente y la sociedad.

Los adolescentes van sufriendo cambios a lo largo de su desarrollo,


estos cambios les preocupan y tienen un efecto sobre la forma en que se ven a
sí mismos en relación con el resto de la sociedad.

El adolescente se está haciendo cada vez más consciente de los


problemas sociales, y no acepta los valores de una generación mayor sin
discutirlos. El joven de esta edad tiene muy pocas oportunidades para
rebelarse en forma socialmente aceptable, y muy a menudo los padres le
parecen los fabricantes de reglamentaciones.

Podemos afirmar que la sociedad no crea las condiciones para que el


adolescente de dieciséis años sienta que él puede contribuir, o que esta
contribución va a ser aceptada por el mundo de los adultos.

b) El ambiente de la escuela secundaria.

Aunque la sociedad pueda asignar un gran valor a cierto tipo de


educación, el joven que asiste a la escuela secundaria puede mirar esto con
una perspectiva muy diferente. A menudo, la escuela se considera algo a lo que
hay que sobrevivir, más bien que algo que se pueda disfrutar. El estudiante que
triunfa es aquel que ha descubierto cómo llevarse bien con el sistema, pero no
siempre es que va a aprovechar mejor el aprendizaje que ahí se dispensa. Lo
más importante que se aprende en clase es lo que el maestro desea, y no una
verdadera comprensión del tema. Es una cuestión de sobrevivir con el menor
esfuerzo posible, y son pocos los maestros que logran crear en la clase una
atmósfera de entusiasmo por el aprendizaje.

Los estudiantes suelen considerar la educación como la imposición de


verdades preestablecidas, sin preocupación alguna por las necesidades o
deseos personales del joven. No existe ningún curso organizado para que los
estudiantes lleguen al conocimiento de sí mismos, de sus luchas en la
sociedad, o al análisis de los sueños y deseos que nutren para el futuro.

Las escuelas tienden a aislar a los jóvenes del mundo real en un


momento en que las energías y el idealismo de éstos jóvenes pueden ser
provechosamente incorporados a la sociedad.
Algunas veces, se intenta introducir las artes en el programa de todos
los alumnos, ya sea bajo el título de cursos de humanidades, o exigiendo por lo
menos un curso de arte de un semestre a cada estudiante. Frecuentemente,
los cursos de arte que se dan en la escuela han sido planeados con mucha
anticipación por alguna comisión central del estado, y deben ir desarrollándose
progresivamente según se ha establecido, paso a paso, en el proyecto original.
En verdad, lo que es realmente necesario es un programa de arte significativo
e interesante.

Parecería evidente que el estudiante secundario desarrolla un cierto


resentimiento hacia la sociedad, a través de sus experiencias en la escuela
(Nordstrom y col, 1967). Si hay que hacer un cambio fundamental en la
escuela, tal vez convendría hacerlo en aquel sector del programa que es más
flexible y más dispuesto al cambio. El arte parece reunir las condiciones
necesarias para señalar el camino en este sentido.

LAS BASES PARA EL ARTE EN LA ESCUELA SECUNDARIA.

No hay razón alguna para que no podamos planear un programa de arte


que no solamente sea distinto en su naturaleza sino que además proporcione
la base necesaria para ayudar a satisfacer las necesidades de esta edad y a
propiciar posibilidades para un desarrollo continuo.

Si se quiere desarrollar un programa de arte que tenga verdadero


sentido, debe estar basado en las necesidades de los jóvenes que asisten a
estos cursos. Debe brindar la oportunidad para que el adolescente exprese sus
sentimientos, emociones y reacciones frente al medio que lo rodea. Debe ser,
un programa con el que el individuo se sienta compenetrado, en el cual los
métodos y materiales estén tan alejados como sea posible de las restricciones
ambientales y psicológicas de la escuela y que logre arrastrar al estudiante a
un proceso fundamental de creación de un producto con valor realmente
utilitario, no sólo para él, sino también para la sociedad en general. Este tipo de
programas debe confeccionarse teniendo presentes a los jóvenes adultos que
se mueven en el mundo de hoy y que se preocupan por él, y no orientarse
hacia la idea de lograr artistas.

Para que el arte sea importante, debe reflejar al individuo que lo realiza.
Al parece, hay tantas clases de expresión artística como estudiantes, y no sería
sensato valorar una forma de expresión más que otra.

El programa de arte en la escuela secundaria debe ser activo. Los temas


deben fundamentarse en algo más que en los archivos del profesor y más allá
del ambiente de la escuela; debe ser una parte vital de la propia comunidad.

Los cursos de arte no tienen por qué estar reservados a la expresión de


resentimientos, puesto que otros sentimientos, como el amor, la admiración por
la belleza, la sensibilidad hacia los acontecimientos sociales, son legítimas
preocupaciones del arte.

La base de un programa artístico en los cursos superiores de la escuela


secundaria debe ser la misma que se aplica para el individuo en la sociedad.
Su propósito debe ser que el estudiante se compenetre totalmente con la
cultura en la cual se encuentra, que disponga de un medio de realizar cambios
concretos y que se enfrente consigo mismo y con sus necesidades.

LA ESTRUCTURA DE UN PROGRAMA ARTÍSTICO.

El objetivo del curso de arte será interesar al alumno hasta el punto que
resulte para él una experiencia significativa, lo cual lo llevará a descubrir que el
arte puede ser un valioso medio de concentrar energías en la solución de
problemas de creación, no solamente en la escuela sino también después de
haberse graduado.

Es posible organizar el programa de arte de modo de hacer una cosa


interesante y con significado. El primer paso sería tratar a los adolescentes
como adultos. Tratar al alumno secundario como a un adulto, implica respetar
sus opiniones y aceptar que ha tenido experiencias que pueden haber ido más
allá de las nuestras en ciertos terrenos y que se ha acercado al arte por propia
decisión.

LOS TEMAS.

La pintura se puede hacer con toda una variedad de materiales y no hay


por qué esperar que los alumnos adopten un procedimiento estrecho.
Enfrentarse con una superficie en blanco es responder a un desafío, y la
experiencia debe ser tan fundamental como la que encara el pintor profesional.
El adolescente tiene conciencia crítica de la inmadurez de su obra. Fácilmente
se puede sentir desalentado por el “primitivismo” y la “simplicidad” de sus
dibujos y a menudo siente temor de proyectar su pensamiento directamente en
un papel. Encarar directamente este problema podría significar una ampliación
de su concepto sobre el arte adulto.

Otro terreno muy amplio que debe formar parte de la base de un


programa artístico es la intervención del estudiante en experiencias con su
propia escuela. Hay muchas escuelas que tienen numerosos pasillos, salones y
lugares vacíos que ofrecen excelentes superficies aptas para la pintura, y los
estudiantes pueden aprovecharlas para pintar murales.

Hay muchos campos, fuera de la clase donde los estudiantes pueden


desempeñar bien ciertas funciones de planeamiento y diseño; diseñar un sector
de los terrenos de la escuela, convertir en parque una parte abandonada de la
propiedad, proyectar una serie de bancos para la parada o apeadero de los
transportes colectivos de pasajeros, son todos proyectos artísticos apropiados.

Parte del programa artístico puede incorporarse a las funciones


normales de la comunidad en una forma en que no puede hacerlo ningún otro
sector e la enseñanza (el planeamiento y diseño de una sección de una casa).

La esfera del arte es casi ilimitada en sus posibilidades. La fotografía


puede ser importante si hay una culminación, un último objetivo, como por
ejemplo la publicación. El trabajo en la escultura, si la forma esculpida pasa a
formar parte de la comunidad, también puede llegar a ser una fuerza poderosa.
La imprenta puede ser interesante si se relaciona con la impresión y
publicación de artículos escolares o el anuario de la escuela, que generalmente
se encargan a una imprenta comercial. Casi todos los proyectos con
orientación artística pueden adquirir un significado si combinan las necesidades
del joven adolescente con la oportunidad de trabajar en los problemas que él
enfrenta.

LA IMPORTANCIA DEL DISEÑO.

La escuela secundaria es un excelente lugar para intentar una


reeducación dirigida hacia el convencimiento de que el diseño es parte integral
de la función y el uso de un objeto o e un material. El diseño funcional se
refiere a tres relaciones igualmente importantes: la relación entre diseño y
material, la relación entre diseño y herramienta o maquinaria y la relación el
diseño con el objetivo.

LA ORGANIZACIÓN DE LAS CLASES DE ARTE.

El tiempo que se le asigna a las clases de arte en la escuela secundaria,


establecido oficialmente en el plan de estudios, no suele ser el más apropiado
para las experiencias artísticas. Es evidente que el tipo de programa que aquí
se sugiere no puede adaptarse con eficacia a un horario preestablecido, pues
el interés de los jóvenes no puede prenderse y apagarse automáticamente,
como un contacto eléctrico, cada 45 minutos.

Para aquellos estudiantes interesados en la escultura, el salón de clase


puede ser un buen lugar para planear la tarea, pero el trabajo el trabajo directo
sobre el bloque de piedra o el fundido del bronce, etc, probablemente se
realizará mejor en talleres apropiados, donde los alumnos pueden ir fuera de
las horas de clase.

La organización de las actividades artísticas debe centrarse en aquellos


sectores de la comunidad que puedan dar apoyo y facilidades a los estudiantes
fuera de las clases. El aula debe considerarse primordialmente como un lugar
central de reunión y de discusión, pero nunca como un local cerrado y aislado.
El hecho de organizar el salón de arte de modo que sea posible
desarrollar muchas actividades a la vez confiere una gran flexibilidad al uso del
espacio.

El estudiante que se aburre en el aula de estudio puede hallar interés en


el salón de arte y “probar” algo de lo que se está haciendo.

MATERIALES ARTÍSTICOS.

El material con el cual se ejecuta un trabajo artístico no posee ninguna


cualidad artística es su forma natural. Sólo a través de la expresión en el arte,
la forma adquiere significado y el material se convierte en artístico.

Tal vez sería mejor no proporcionar materiales artísticos a los


estudiantes secundarios. Esto significa que todo material tendría que ser
conseguido con el esfuerzo del propio estudiante. La ventaja de este tipo de
organización sería que el alumno no pensaría que el material artístico es de
exclusiva responsabilidad del profesor. También implicaría, por parte del
estudiante, un esfuerzo para la obtención de los materiales, y por lo tanto,
podría seguir utilizándolos después de graduarse.

Los materiales pueden influir mucho en el diseño y en el aspecto final de


una forma artística. Sería un error considerar el material solamente como el
medio para un fin, pues considerando el material en sí, analizando su función y
uso, puede llegarse a introducir cambios en el diseño, a revisar los planes
originales y a aplicar una mayor flexibilidad en el enfoque.

El número de materiales que podrían considerarse apropiados para la


expresión artística es infinito. Para el alumno de secundaria, un material nuevo
o difícil puede ser interesante desafío.

Conviene decir unas palabras sobre el uso de las herramientas. Los


utensilios que se consideran corrientes en las clases de arte con: pinceles,
pequeños potes para mezclar la pintura, rodillos, espátulas, tijeras, punzones,
etc. Los materiales y herramientas deberán ser de buena calidad, y de ninguna
manera la expresión del alumno secundario podrá considerarse de menor valor
que la del artista adulto.
11. EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA ESTÉTICA.

SIGNIFICADO DE LA ESTÉTICA.

Desarrollar la conciencia estética significa educar la sensibilidad de una


persona respecto de las experiencias perceptivas, intelectuales y emocionales,
de manera que las mismas se formen más profundas y se integren en un todo
armoniosamente organizado.

LA APRECIACIÓN DEL ARTE.

Algunos educadores de arte discutirán, sin duda, que la apreciación


artística es algo que debe cultivarse y que es necesario que lo enseñen
aquellos que son educados y saben mucho del tema. Esto está en contra de la
presunción básica común y, por regla general, cualquier persona, salvo que
haya sido previamente coartada, es una fuerte defensora de sus propios
gustos.

CULTURA Y CONCIENCIA ESTÉTICA.

Hoy contemplamos con interés las formas artísticas de sociedades del


pasado, y de ellas extraemos conclusiones sobre el tipo particular de sociedad
que las produjo. El templo griego es muy diferente de la catedral gótica, y cada
una de estas formas fue la expresión de las culturas de esas épocas.
Es evidente que la estética tiene mucha relación con el desarrollo del
conocimiento del niño; la perspectiva de enseñar lo que significa buen gusto,
en una sociedad tan confusa como la nuestra, parece un tanto ridícula.
LOS VALORES ESTÉTICOS Y SOCIALES.

La estética debe extraerse de lo bueno, de lo auténtico y de lo bello. El


desarrollo de la conciencia estética debe estar mucho más vinculado con el
individuo que con la imposición de ideas, términos o ciertas enseñanzas,
independientemente de lo bien intencionadas que sean dichas enseñanzas.

LOS CAMBIOS EN EL GUSTO ESTÉTICO.

El desarrollo de una toma de conciencia de sí mismos, por parte de los


estudiantes, puede ser mucho más importante que la apreciación de cualquier
estilo particular en el arte. La autenticidad en el diseño y el entusiasmo en el
arte son cualidades muy importantes y esto sólo puede hacerse a través del yo.
El arte es un reflejo del mundo tal cual es en ese momento y puede
proporcionar una dirección para el futuro; es necesario que los estudiantes
sean capaces de evaluar los cambios y sentirse curiosos por todo lo nuevo.

EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA ESTÉTICA.

Nuestra sociedad está cambiando los valores en el arte; los modelos de


lo bueno y de lo malo pueden no ser importantes; lo que es vital es el desarrollo
de una conciencia estética por parte de los niños, basada en sí mismos como
individuos, antes que en algún modelo estético que puede resultar inapropiado
dentro de veinte años.

El niño de esta edad aprende en forma activa más que pasiva. Es decir,
su interacción con el medio, el tocar, ver manipular, todo ello forma parte de su
desarrollo integral, y su desarrollo perceptivo y cognoscitivo están íntimamente
ligados. Sin embargo, pocas horas después de haber hecho un dibujo o una
pintura, el pequeño ya no lo recuerda, y naturalmente, no podemos esperar que
desarrolle ninguna capacidad de aprendizaje en cuanto a la conciencia
estética, en el sentido en el que lo adultos lo entienden. Pero es muy probable
que la sensibilidad hacia la vida se base en la continua interacción que el
pequeño mantiene con el medio. El grado en el que se estimule esta
interacción puede ser un elemento que influya en la actualidad del niño hacia la
exploración y la investigación de otras formas, en la expresión de sus gustos y
en la capacidad de discriminar diferencias más fácilmente en etapas
posteriores. El niño en edad preescolar atraviesa una época verdaderamente
crucial para el desarrollo de una sensibilidad hacia la vida.

EL NIÑO DE LA ESCUELA ELEMENTAL.

Evidentemente, existen muchos factores dentro del ambiente del niño en


edad escolar que influyen en sus gustos y desagrados, en su capacidad para
discriminar y en su desarrollo de la conciencia estética. No hay duda que la
escuela desempeña un importante papel en la evolución de la conciencia
estética, pero no es tan importante pata guiar este proceso como lo es para
estimularlo.

EL ALUMNO DE LA ESCUELA SECUNDARIA.

Si se intenta enseñar buen gusto o pautas en el arte en una clase de los


últimos cursos de la escuela secundaria, puede resultar que no se logre ese
estudiante sensible, alerto, conciente, con capacidad de discriminar a menos
que al mismo tiempo se hayan producido ciertos cambios en la personalidad.
Evidentemente, es una tarea muy difícil de realizar, pero el objetivo de formar
una población de mayor sensibilidad, una población que esté dispuesta a
realizar cambios es, por cierto, una meta digna de perseguir.

UN PROGRAMA PARA EL DESARROLLO ESTÉTICO.

Es una gran medida, pues, la comprensión del arte y de la conciencia


estética deben combinarse en un programa específicamente destinado al niño
que se desarrolla, y que forme parte de su interacción natural con el medio.

a) El periodo preescolar.

Los niños en edad escolar están ansiosos por compartir sus tesoros y
esos tesoros pueden asumir formas extrañas. Para un niño de poca edad, la
oportunidad de considerar una parte de lo que lo rodea como algo que merece
guardarse y examinarse es más importante que comunicar esa experiencia.

b) Escuela primaria.

Dado que actuamos en una sociedad democrática, la escuela primaria


ofrece una buena oportunidad para el desarrollo de gustos y aversiones y para
incrementar la conciencia de la propia actitud con respecto a las artes, con
plena comprensión del hecho que, a medida que un niño crece, cambian sus
gustos y su capacidad de responder a lo que lo rodea.

c) Escuela secundaria.

Un estudiante secundario que gusta del trabajo de un buen artesano,


que “siente” los problemas del impresor, que aprecia el tacto de las telas junto
con la modista del lugar y que se siente fascinado con los métodos de
edificación del constructor local está también en condiciones de apreciar las
bellas artes.

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