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UNIVERSIDAD DE LAS CIENCIA DE LA SALUD

“HUGO CHAVEZ FRIAS”


NUCLEO: LICEO ANDRES BELLO
ESPECIALIDAD: PENSAMIENTO LATINOAMERICANO
GRUPO “A”
PROF. JUAN DE DIOS MORENO

IDEAS POLITICAS RELEVANTES DE LOS LÍDERES Y


PENSADORES MÁS CONNOTADOS DE LA AMERICA
LATINA Y DEL CARIBE DURANTE LA HEMOGENIA
DE LOS EUROPEOS HASTA FINALES DEL SIGLO XIX

Aleida Granado
V17.708.139

Caracas, Noviembre 2019


PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA FRANCISCO DE MIRANDA,
VENEZOLANA

Francisco de Miranda fue un político, militar, diplomático, escritor y humanista,


que junto al argentino José de San Martín y el venezolano Simón Bolívar, fue el gran
impulsor de la independencia iberoamericana.

El 'Precursor de la Emancipación Americana' nació el 28 de marzo de 1750 en


Caracas, cuando el actual territorio venezolano formaba parte del Imperio Español.
También conocido como 'El Primer Venezolano Universal' y 'El Americano más
Universal', Miranda fue partícipe de la Independencia de Estados Unidos, de la
Revolución Francesa y posteriormente de la Independencia de Venezuela.

Sus orígenes parten de la más pura humildad. Su padre, Sebastián de Miranda


nació en Tenerife, una de las Islas Canarias de España, en 1721. Por razones de
nacimiento, se le acusaba de mestizaje que, en la mentalidad de la época, tenía una
consideración social inferior por los estatutos de limpieza de sangre. La familia viajó
a Venezuela y en Caracas nació Francisco de Miranda, el primero de los nueve hijos
que tuvo con su esposa, la caraqueña de ascendencia canaria Francisca Rodríguez de
Espinosa.

A pesar de los malos inicios de la formación familiar, que era considerada


inferior por la no pureza española de su ascendencia, con el tiempo comenzaron a
gozar de cierto estatus social debido a las actividades comerciales del patriarca. Los
orígenes de los miembros de la familia siempre estuvieron en entredicho y fueron
objeto de burlas y odio por parte de los mantuanos, los blancos criollos perteneciente
a la aristocracia local.

Al padre de Francisco de Miranda no le limitaron las restricciones de la pureza


sanguínea entre las que se encontraba la prohibición a la educación y a la universidad
de sus hijos. Sin embargo, en enero de 1762 el primogénito comenzó sus estudios en
la Universidad de Caracas, donde estudió latín durante dos años e hizo sus primeras
incursiones en la gramática del humanista español Antonio de Nebrija y catecismo del
jesuita Jerónimo Martínez de Ripalda.

PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA TOUSSAINT-LOUVERTURE


(HAITI)

Militar, político y líder del movimiento de independencia de Haití, apodado ‘el


Precursor’ Hijo de esclavos, nació el 20 de mayo de 1743 en Cabo Francés, Santo
Domingo (hoy Cap-Haïtien,Haití).

La parte francesa de la isla La Española tenía un papel estelar en la estructura


de dominación Francia ya que proveía de las dos terceras partes de todo el comercio
colonial, con el azúcar cómo exportación principal.

De raza negra y autodidacto, Toussaint era esclavo en la plantación de Breda.

Pese a su condición de esclavo aprendió a leer y escribir en francés lo que le


ayudó a entrar en contacto con los escritos de los pensadores ilustrados franceses. En
1777 obtuvo la libertad y contrajo matrimonio con una mujer libre con la que tuvo
dos hijos.

En 1791 se unió a la rebelión de esclavos capitaneada por Bukman. Al morir el


jefe rebelde, se convirtió en uno de los caudillos del movimiento insurgente.

Dos años más tarde aprovechó el conflicto entre Francia y España para pasar al
sector hispano de la isla, donde reclutó y mandó un ejército con el que combatió a los
franceses que se negaban a terminar con la esclavitud. En 1794 a raíz de que Francia,
amenazada su ocupación por fuerzas españolas e inglesas, finalmente acepta poner fin
a la esclavitud, Toussaint regresó a la zona francesa de la isla.
Al año siguiente, a tenor de los términos del tratado de Basilea que ponía fin al
conflicto franco-español, pasó a dominio francés toda La Española. El cambio radical
que se había producido y el ascendiente que Louverture tenía sobre la población
negra contribuyeron a su nombramiento de general, primero, y comandante militar de
las tropas haitianas después. Organizó la isla como un estado semiautónomo, redujo
los focos rebeldes de mulatos y colonos franceses y rechazó el intento de invasión
británica de 1798. Proclamado gobernador vitalicio de la isla, aplicó un sistema de
producción que, si bien propició la reactivación económica, al mantener el sistema de
plantación pero con la población negra cómo trabajadores asalariados provoco
resistencias en sectores de los revolucionarios.

Para restablecer plenamente la dominación francesa de la isla con su decisiva


industria azucarera y con el claro objetivo de que se retornara a la esclavitud de la
población negra, Napoleón envió en 1802 al general Leclerc al frente de una
expedición de más de 10 mil hombres. Este general, tras sostener una estrategia de
genocidio y tierra arrasada, aprovecho un proceso de negociación para apresar a
Louverture y enviarlo a Francia.

A bordo del buque Heros el prisionero escribía: “Al apresarme no han abatido
en Santo Domingo más que el tronco del árbol de la libertad de los negros; pero
retoñará, porque sus raíces son profundas y numerosas”.

El líder revolucionario moriría en prisión el 17 de abril de 1803 a causa de una


enfermedad y la falta de asistencia médica. Sus carceleros castigaban así en el cuerpo
del combatiente negro la osadía de todo un pueblo de poner en evidencia que los
principios supuestamente universales de libertad, igualdad y fraternidad de la
revolución francesa no incluían a la población negra de sus colonias.

La ocupación francesa sería finalmente derrotada en 1803 y la sanción de la


constitución de 1804 coronaba la primera rebelión de esclavos triunfante en el mundo
y la primera revolución de la independencia latinoamericana exitosa que además
ostentaba el mérito de vencer a todas las potencias coloniales de su época.

TRAICION A LA LUCHA POR LA IDEPENDENCIA. GUERRAS


CIVILES EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE.

Revolución de las Reformas

Los caudillos federales encabezados por Santiago Mariño se alzan contra el


gobierno conservador de José María Vargas con apoyo de José Antonio Páez en junio
de 1835. Mariño y sus seguidores son vencidos en marzo de 1836.
Los conservadores mantienen el poder por más de una década. Nuevas rebeliones
liberales, a menor escala, estallan en junio y septiembre de 1844.

Insurrección campesina de 1846

Producida en septiembre de 1846, animada y dirigida por el liberal Ezequiel


Zamora contra el presidente conservador Carlos Soublette. Páez se convierte en el
principal apoyo del gobierno y consigue pacificar el país para mayo de 1847. El poder
de los conservadores es debilitado y se debe pactar para que un liberal como José
Tadeo Monagas asuma el poder, se inicia el Monagato u Oligarquía Liberal (1847–
1858).

Guerra civil venezolana de 1848–1849

La rebelión de Páez estalla el 4 de febrero de 1848, cuando el caudillo alza a


sus llaneros contra el gobierno liberal de Monagas. Se les unen Zamora y Soublette.
Forma una tropa 3000 hombres. Monagas envía 6000 soldados a enfrentarlo. Vencido
en Los Araguatos (10 de marzo), huye al Caribe hasta reunir seguidores y seis mil
mosquetes, se apodera de Maracaibo pero sus tropas son vencidas en Tatarata (6 de
abril), debiendo atrincherarse en Maracaibo. El 2 de julio de 1849 Páez desembarca
en La Vela de Coro y concentra 2000 rebeldes, pero es vencido en Casupo el 12 de
agosto, rodeado por cuatro o cinco millares de soldados gubernamentales se rinde tres
días después. Es desterrado, debiendo exiliarse hasta 1858.
Rebelión de Barquisimeto

En agosto de 1853 en Cumaná se habían alzado un millar de conservadores


exigiendo el retorno de Páez, rápidamente fueron aplastados y el gobierno decidió
incrementar el ejército a 10 000 plazas. Una nueva revuelta en Barquisimeto estalló
el 12 de julio de 1854 al mando de Juan Bautista Rodríguez, amotinándose 3000
hombres; de inmediato los divide en tres batallones para una ofensiva combinada al
interior. Quince días después Rodríguez y 1700 soldados son vencidos cerca de su
ciudad por 2500 gubernamentales. El 28 se rendían 1000 rebeldes dirigidos
por Antonio José Vásquez. El tercer batallón se disolvió en Portuguesa en partidas
guerrilleras. Una nueva rebelión de 150 soldados estalló el día 31 en la misma ciudad,
pero a mediados de agosto se habían rendido.

Revolución de Marzo

Los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas se mantienen turnándose en


el poder hasta el 5 de marzo de 1858, cuando rápidamente una revuelta acaudillada
por el liberal (con apoyo de los conservadores) Julián Castro Contreras estalla en
Valencia, pronto tiene más de cinco mil seguidores armados. El 18 de marzo Castro
Contreras entra en Caracas, tres días después de la renuncia de los Monagas. La
alianza entre liberales y conservadores dura poco, lo que desencadena un nuevo y
peor conflicto.

Guerra Federal

Fue una insurrección masiva que estalló el 20 de febrero de 1859 bajo el mando
de Zamora, formando un ejército de 3000 rebeldes (las guerrillas serán la mayoría de
las acciones bélicas y las grandes batallas solo dos). Este vence en Santa Inés el 10
de diciembre de 1859 (2500 rebeldes vencen a 3200 gubernamentales, sufriendo 200
y 800 bajas respectivamente). Su ejército crece hasta los 7000 hombres con ayuda del
oriental Juan Antonio Sotillo pero es asesinado el 10 de enero siguiente y sucedido
por Juan Crisóstomo Falcón (muchos rebeldes desertan). El ejército liberal incluye
3000 llaneros orientales veteranos.37 Los liberales son vencidos en Coplé (17 de
febrero de 1860) por León de Febres Cordero y 5000 soldados, pasándose a una etapa
de guerra de guerrillas que sumerge al país en una profunda anarquía. Este conflicto
fue el más sangriento de todos los vividos, entre 20 0000 y 100 000 vidas se
perdieron. El Tratado de Coche el 23 de mayo de 1863 pone fin a la guerra con la
victoria de Falcón. Tras la caída de Guanare (5 de abril de 1863), los conservadores
no tenían como resistir. Los liberales controlaban Coro, Maracaibo, Barquisimeto y
Guayana, con dos ejércitos (4000 plazas en el oeste venezolano y 3000 en el
sudoeste).

La Genuina

En septiembre de 1867 el general Luciano Mendoza se alza en Bolívar contra


Falcón, descontento con ese gobierno. En diciembre lo hacen los generales Miguel
Antonio Rojas en Aragua y Pedro Arana en Carabobo. Falcón envía a los generales
Pedro Manuel Rojas al sudeste y a José Loreto Arismendi y José Eusebio Acosta al
oriente. Manuel Ezequiel Bruzual queda a cargo del Estado Mayor. Los rebeldes al
mando del general Natividad Mendoza son vencidos en cerro La Esperanza,
en Petare, por los generales gubernamentales Justo Valles y Vidal Rebolledo. Los
rebeldes quedan obligados a limitarse a la actividad guerrillera. El 16 de
octubre Blanco Guzmán negoció un acuerdo de paz con Mendoza. Dos días después
se entregaba el indulto.

Revolución Azul

Tras años de tensión política, el 12 de diciembre de 1867 se alzan José Tadeo


Monagas y los rebeldes reconquistadores o azules (liberales descontentos y
conservadores) contra el gobierno de Falcón. Suman 4000 soldados del Guárico,
Carabobo y Aragua. Estos, al mando de Miguel Antonio Rojas, son vencidos doce
días después cerca de la capital. El movimiento azul había comenzado con
levantamientos autónomos y sin coordinación. El 25 de abril de 1868 Falcón debe
renunciar, pero esto no satisface a los azules. El 6 de mayo se enfrentan en Las
Adjuntas y cuatro días más tarde en Monte Caballería. El gobierno interino
de Manuel Ezequiel Bruzual intenta negociar, pero Monagas concentra 4000 soldados
alrededor de la capital. Entre el 22 y 25 de julio 3300 azules asaltan Caracas,
defendida por 2300 gubernamentales. Mueren más de 1000 combatientes de ambos
bandos. El 26 de junio de 1868 Monagas entraba en Caracas. Monagas nombra
presidente interino a Guillermo Tell Villegas. Bruzual huye a La Guaira y después a
Puerto Cabello, Monagas con 3000 plazas lo asedía durante diez días hasta la
capitulación el 14 de agosto, muriendo Bruzual en los combates. Luego envía a
Rojas a pacificar el oeste.

Revolución de Abril

Llamada también Revolución Amarilla, sucedió el 14 de agosto de 1869 cuando


el liberal amarillo Antonio Guzmán Blanco intentaba buscar apoyo para enfrentar al
gobierno de Monagas es atacado por el ejército. Debe refugiarse entre las
delegaciones extranjeras y exiliarse. La rebelión estalla tras dos años de anarquía
política durante el gobierno de Monagas. Su coalición liberal-conservadora se había
fracturado cuando los conservadores empezaron a concentrar el poder. Guzmán
Blanco desembarca en Curamichate, cerca de La Vela de Coro, el 14 de
febrero de 1870. Había reunido 52 barcos en Curazao, trayendo material para armar
rápidamente un ejército de 18 000 rebeldes. El 27 de abril, tras tres días de lucha,
Guzmán Blanco y seis a ocho mil rebeldes entran en Caracas (la ciudad tenía apenas
1600–2000 defensores, la mayoría vecinos armados). Guzmán Blanco marcha con
6000 soldados sobre Apure, pacificándola para inicios de 1871 y asegurando su
poder. Se inicia el largo periodo del Liberalismo Amarillo.

Revolución de Coro

La Revolución de Coro o Colinada comienza en octubre de 1874, los rebeldes


son comandados por el general León Colina pero para febrero siguiente estaban
vencidos. En el oriente se alza el general José Ignacio Pulido Briceño. Guzmán
Blanco debe dejar el poder pocos años después en favor de sus opositores.
Revolución reivindicadora

Francisco Linares Alcántara inicia un gobierno muy contrario al guzmancismo,


pero es asesinado el 30 de noviembre de 1878. El 3 de enero de 1879 Guzmán Blanco
se alza contra su sucesor José Gregorio Valera. Rápidamente el grueso del ejército
venezolano deserta, más de 10.000 soldados se unen al antiguo dictador mientras que
solo 3000 permanecen leales al presidente. El rebelde divide su ejército en tres
fuerzas y envía al general José Gregorio Cedeño con 2300 soldados a La Victoria, ahí
se da la batalla decisiva el 6 de febrero. Mueren más de 2000 combatientes y apenas
quedan 300 leales a Valera capaces de luchar. El 13 de febrero Cedeño entra en
Caracas. Guzmán Blanco sigue en el poder hasta su muerte en 1888.

Revolución Legalista

Guzmán Blanco es sucedido por sus lugartenientes con los


gobiernos continuistas. El 11 de marzo de 1892 el liberal Joaquín Crespo se rebela
con sus llaneros en el Guárico. El gobierno de Raimundo Andueza Palacio envía al
general Sebastián Casañas con 4000 hombres a sofocar el movimiento, centrándose la
lucha en Táchira, donde el gobernador Cipriano Castro se suma a los rebeldes. Tras
algunas victorias iniciales, las fuerzas gubernamentales empiezan a retroceder en el
oeste hasta la decisiva derrota en Táriba (14–15 de mayo), permitiendo a los rebeldes
Castro y Juan Vicente Gómez entrar en Mérida a la cabeza de 3000 soldados. Tras
este éxito Crespo pasó de movilizar pequeñas partidas a importantes contingentes en
todo el país. El 17 de junio Andueza Palacio renuncia a la presidencia y Tell Villegas
queda como interino. El 1 de julio, en La Cortada del Guayabo, se enfrentan dos
ejércitos de cinco mil combatientes cada uno. Nueve mil rebeldes asaltan Villa de
Cura el 9 de agosto. Tras una nueva derrota en Los Colorados, el 4 de octubre, el
gobierno abandona la capital. Crespo se aproxima con 10.000 soldados y el 6 de
octubre entra victorioso en Caracas.
Revolución de Queipa

En 1897 Crespo organiza un fraude electoral para asegurar la victoria de su


partidario, Ignacio Andrade. El candidato vencido y caudillo José Manuel
Hernández se levanta el 17 de marzo de 1898. Los rebeldes de Hernández y Luis
Lima Loreto suman 700 combatientes pero vencen al expresidente Crespo y 1500
plazas en Mata Carmelara, en Cojedes, el 16 de abril. Crespo muere en el combate. El
ejército rebelde rápidamente crece a 16 000 combatientes, mientras que el gobierno
tiene 20.000, incluyendo milicias de caudillos leales. El ministro de Guerra, Antonio
Fernández, también es vencido el 5 de junio. Finalmente, Andrade encarga a Ramón
Guerra la campaña. Este obliga a Hernández a capitular el 12 de junio en El Hacha,
en Yaracuy.

Revolución Liberal Restauradora

Los venezolanos exiliados en Colombia al mando de Cipriano Castro regresan a


su país en una expedición el 23 de mayo de 1899. Como la famosa Campaña
Admirable en 1813, las fuerzas de los rebeldes o restauradores o tachirenses, crecen a
medida que entran en el centro andino venezolano para derrocar al impopular
gobierno de Andrade. Inicialmente Castro y 57 compañeros, pronto suman 700,
vencen en Paso Yegüines a 5000 tropas gubernamentales y entran en Mérida. El 12
de septiembre con 2000 tropas vence en Tocuyito a 4000 ó 4600 plazas
gubernamentales comandadas por el ministro de Guerra, general Diego Bautista
Ferrer, quien pierde 2000 hombres intentando asaltar las posiciones enemigas. Dos
días después Andrade asume el mando personal de la guerra y Castro lanza una
ofensiva coordinada contra Caracas. Después de esto varios caudillos y sus milicias
desertan para el bando rebelde: Leopoldo Baptista con 3000 seguidores y Luciano
Mendoza con 4500. El 20 de octubre Andrade es derrocado en un golpe de Estado y
forzado a exiliarse en Curazao. Con 10.000 soldados, Castro entra en la capital el 23
de octubre con los generales y caudillos Luciano Mendoza (liberal amarillo), Samuel
Acosta y Luis Lima Loreto (nacionalistas liberales o "mochistas", es decir, fieles al
caudillo José Manuel "Mocho" Hernández).
Revolución Libertadora

Inicialmente, el 26 de julio de 1901 un ejército de 4000 exiliados y


colombianos al mando de Carlos Rangel Garbiras intento regresar a su país, pero
fueron vencidos en San Cristóbal. Ante las medidas de Castro, que buscaban
centralizar el poder político y militar diversos caudillos se alzaron, inicialmente en
focos aislados, pero posteriormente en una gran revuelta liderada por el
banquero Manuel Antonio Matos, quien llevaba meses formando una coalición de
oposición con políticos y militares, y apoyada por empresas extranjeras con intereses
en el país. El primero en rebelarse fue el gobernador Mendoza de Aragua el 19 de
diciembre. Castro envió a Gómez contra Mendoza, enfrentándose en San Mateo y
Villa de Cura el 21 y 22 de diciembre respectivamente. Mendoza es vencido y
perseguido. El 7 de febrero se produce una gran rebelión. Los mochistas estaban
alzados en el centro y oeste del país, los amarillos en el este y la guarnición
de Ciudad Bolívar se había alzado liderada por Rolando. Tras la decisiva batalla de
La Victoria (12 de octubre de 1902) los rebeldes empiezan a ser sometidos, el
poderoso ejército de 12 000 a 16 000 combatientes que habían concentrado sufre
3000 bajas. Castro apenas tenía 6000 soldados. Es la última guerra civil del país y
acaba el 21 de julio de 1903, después de tres días de asedio, cuando las tropas
rolandistas se rinden en Ciudad Bolívar. Cipriano Castro se hace con el poder
absoluto hasta ser derrocado por Juan Vicente Gómez en 1908.

LUCHAS DE RESISTENCIA EZEQUIEL ZAMORA Y LA GUERRA


FEDERAL (VENEZUELA)

LA GUERRA FEDERAL

Guerra civil venezolana, también conocida con el nombre de Guerra Larga,


Revolución Federal o Guerra de los Cinco Años, utilizada esta última denominación
por aquellos historiadores que sitúan el comienzo de la guerra con los primeros
alzamientos ocurridos contra el recién instaurado gobierno de Julián Castro (mayo-
julio 1858). Después de la Guerra de Independencia, es considerada como la
contienda bélica más larga y sangrienta que haya asolado al territorio nacional, así
como la prolongación de los problemas políticos y sociales presentes en nuestra gesta
emancipadora, dejados sin resolver una vez lograda definitivamente la emancipación
de España con la victorias de 1821 y 1823 y la separación de la Gran Colombia
bolivariana en 1830. En términos generales, en la Guerra Federal se enfrentaron dos
bandos políticos que venían luchando por el poder desde 1846: Conservadores y
Liberales.

El primer enfrentamiento de importancia fue la Batalla de Santa Inés, el 10 de


diciembre de 1859, saldándose con una victoria de los federales capitaneados
por Ezequiel Zamora. Esta victoria permitió a Zamora asentar el dominio federal en
los llanos venezolanos y preparar el avance de los liberales hacia el centro del país.

En el marco de esta ofensiva liberal, las tropas de Zamora asediaron San


Carlos en enero de 1860. El asedio se prolongó durante una semana, suponiendo la
muerte del propio Ezequiel Zamora y un elevado coste militar para los federales. Tras
la muerte de Zamora, Juan Crisóstomo Falcón comenzó el avance hacia la ciudad
de Valencia con la intención de tomarla. Sin embargo las tropas rebeldes estaban muy
debilitadas tras el asedio de San Carlos a la vez que los conservadores comenzaban a
recibir refuerzos, por lo que Falcón tuvo que evitar en varias ocasiones el combate
con las tropas gubernamentales y desviarse hacia el estado Apure.

Finalmente, en febrero de 1860 se produjo un enfrentamiento conocido


como batalla de Coplé, resultando una victoria conservadora que el general
gubernamental León de Febres Cordero no supo aprovechar. Los federales pudieron
retirarse en buen orden sin haber sufrido grandes daños. Tras esta derrota Falcón
dividió a su ejército para ejecutar una guerra de guerrillas en las distintas partes del
país mientras él marchaba primero a Colombia y luego a otros países del Caribe para
conseguir apoyos y refuerzos. Sin embargo estas partidas guerrilleras no fueron
efectivas y se encontraron en muchas ocasiones a merced de las persecuciones del
ejército conservador en acción permanente contra los federalistas venezolanos de
la Provincia de Portuguesa.

Pese a todo, en poco tiempo el ejército federal comienza a aumentar y a


fortalecerse gracias a los refuerzos y pertrechos conseguidos por Falcón. Éste vuelve
a ingresar en Venezuela en julio de 1861 desplegando una intensa actividad militar.
En diciembre se sostendrán unas infructuosas negociaciones de paz. Finalmente el
desgaste civil y económico aunado a los avances finales de los federalistas obligaron
a buscar una solución negociada, cuya consagración fue el Tratado de Coche, en abril
de 1863.

REVOLUCIÓN MEXICANA

La Revolución Mexicana fue un gran movimiento armado que comenzó en 1910


con una rebelión encabezada por Francisco Madero.

Madero contra el antiguo autócrata general Porfirio Diaz. Fue la primera de las
grandes revoluciones del siglo XX, pero no tuvo una ideología clara como
la revolución rusa o francesa.

Esta revolución fue caracterizada por una variedad de líderes de cuño socialista,
liberal, anarquista, populista, y en pro de la reforma agraria.

¿Por qué luchaban en la Revolución Mexicana? La revolución iniciada en el 20


de Noviembre de 1910 fue el escenario de una serie de reivindicaciones que buscaban,
sobre todo, garantizar derechos usurpados de la población.
ANALISIS DEL ESCRITO SIETE ENSAYOS Y EL PROBLEMA DE LA
TIERRA 1928

Al inaugurarse el evento que nos congrega hoy, tuve la ocasión de ocuparme de


algunos aspectos puntuales de la obra del Amauta: su origen, el escenario en el que
fuera escrito, su repercusión interna y externa y su actualidad. Ahora, debo hablar un
poco de su importancia como aporte al pensamiento peruano, su trascendencia, y sus
proyecciones en la vida nacional. De ese modo, y desarrollando al unísono una
valoración en torno a su contenido, tendré una opinión de conjunto para compartir
con ustedes.

Como sabemos, el trabajo orientado a escribir los “7 Ensayos”, lo inició


Mariátegui en 1924, apenas volvió del viejo mundo. Aunque el agravamiento de su
salud lo obligó a interrumpir su actividad intelectual, entre 1925 y 1928 publicó en la
revista “Mundial” diversos trabajos que luego ordenó en un libro, Ajustándolo a sus
requerimientos básicos, a fines de ese año -1928- publicó la que sería su obra más
trascendente.

Otras, ciertamente, son muy ilustrativas: “La escena contemporánea”, “la


novela y la vida”, “El alma matinal”, “Historia de la crisis mundial” y “Defensa del
marxismo”; reflejan no sólo la esforzada voluntad de trabajo del Amauta, sino
también perfilan los objetivos de su vida, derivados de sus convicciones esenciales.
Pero los “7 Ensayos”,reviste las características de una obra monumental.
Fue escrita en una de las etapas más complicadas del proceso peruano, cuando
el régimen de Leguía pasó de su etapa de esplendor -a mediados de la década del
veinte- a su declive. Y cuando comenzaron a agravarse los conflictos sociales que
habían alcanzado un punto alto en 1919 con la lucha por la Jornada de las 8 horas.

Hay que considerar, adicionalmente, que esta etapa generó otras expresiones de
la creatividad del Amauta. Entre 1927 y 1930 -los que Jorge del Prado llamara “los
años cumbres de Mariátegui”- el autor de los 7 Ensayos escribió puntualmente en
diversas revistas, dictó conferencias y charlas, publicó algunos libros, fundó el
Partido Socialista y la revista Amauta. Publicó Labor, y luego extendió la partida de
nacimiento a la Confederación General de Trabajadores del Perú. Un conjunto de
creaciones del primer nivel, que acreditaron su vida y lo ubicaron en el escenario de
la eternidad.
Si hoy, Mariátegui es evocado siempre y si se le considera el pensador más
calificado del Perú en el siglo XX, el hecho debe atribuirse a su inmensa producción
intelectual; pero, sobre todo, a que ella, fue producida en un tiempo muy breve,
apenas en cinco años de actividad intelectual y política. El conjunto de su obra fue
algo así como un legado de oro a la historia peruana.

LA IMPORTANCIA DE LOS 7 ENSAYOS


Tres, diríamos que fueron los factores que ayudarían a ubicar los “7 Ensayos”
como la obra más importante y trascendente de la política peruana en nuestro tiempo.
Fue, por cierto, el primer esfuerzo orientado a analizar la realidad nacional.
Hasta ese momento se habían conocido aportes puntuales, reflexiones relativas
a un momento, o a una etapa del proceso peruano; pero no se había producido una
obra de conjunto que abarcara distintos tiempos y aspectos. Los “7 Ensayos” aborda
informaciones y análisis referidos al Imperio de los Incas y en general a las culturas
pre hispánicas; al virreinato y a la República en todas sus etapas y momentos. Pero, al
mismo tiempo, alude a la economía, la problemática social, la tierra, la raza, la
educación, el centralismo, el regionalismo, la religión, la instrucción pública y el
proceso de la literatura. Abarca, entonces, un espectro muy amplio de la realidad
nacional y permite mirar al país con una verdadera visión de conjunto.

En segundo lugar, hay que reconocer que fue la primera versión marxista del
proceso peruano. Con la Revolución Socialista de Octubre, la imagen del socialismo
arribó a nuestro continente. Antes, había existido en América una suerte de visión
mesiánica referida al pensamiento socialista. Se le intuía como algo novedoso,
fulgurante, pero también muy lejano; como algo que respondía a la reflexión de otro
mundo, distante y distinto de esta América aún semi colonial y dependiente.
Mariátegui -como se sabe- asimiló en Europa no sólo el dominio de la realidad
de su tiempo. También el dominio del Marxismo como una verdadera concepción de
vida, y un método certero para el estudio de la realidad mundial. Pudo, en efecto en
Francia, Italia y Alemania -sobre todo en esos países- asimilar no sólo la teoría del
marxismo; sino también su práctica concreta. Apreciar en vivo y en directo las luchas
de los trabajadores y el proceso de formación de los Partidos Socialistas y
comunistas, que llenaron buena parte del siglo pasado.

Pudo, además, ver de cerca la Revolución Rusa y su incidencia en el proceso


mundial. El Bolchevismo fue, para José Carlos, una inagotable fuente de inspiración
intelectual y política y una intensa experiencia, de la que supo extraer enseñanzas y
lecciones.

Y es que Mariátegui vio el Marxismo en los libros y en la vida. Y pudo valerse


de él, no sólo para discernir serenamente en torno a la realidad nacional; sino también
para juzgar los hechos recogidos en la historia. Con la precisión científica de un
calificado cirujano, vio las entrañas de un país entumecido y doblegado. Y pudo
percibir que sus males, estaban motivados por una alianza contraria a los intereses del
país; la que sumaron -y aun suman- las oligarquías internas y el Gran Capital,
expresiones del modelo de dominación vigente.

El tercer elemento que cabe subrayar, es que este libro -los “7 Ensayos”- fue
producido “abajo”. Mariátegui, no tuvo formación académica. Ni siquiera
elementales estudios universitarios. Es más, como el mismo lo dijera, fue extra
universitario y hasta anti universitario, enfrentado siempre a la visión decimonónica
de una universidad llena de burocracia y ritos. En términos formales, no llegó
siquiera a concluir el tercer año de primaria, de manera que fue un verdadero
autodidacta.
No tuvo a su disposición equipos de investigación, ni Fundaciones que
alentaran sus esfuerzos indagatorios. No recibió apoyo exterior de ninguna clase. Y
debió batirse siempre con sus propios recursos y sus precarias fuerzas. Si avanzó en
la vida, y en la investigación científica, fue por su empeño, su disciplina de trabajo y
su prodigiosa inteligencia. Debió enfrentar, en efecto, severos problemas de salud;
pero también dificultades de orden económico. Muchos de los libros que leyó, le
fueron remitidos o entregados por sus propios autores, o le llegaron del exterior como
reconocimiento a su capacidad creadora y a su esforzado trabajo.

Elaborado en estas condiciones, el libro que comentamos tiene inmensos


méritos, no sólo por las circunstancias en las que fue creado, sino también por sus
calidades, que no han sido superadas, y ni siquiera igualadas a través del tiempo.

UNA OBRA TRASCENDENTE


Dijimos ya que cuando este libro nació, fue simplemente relegado. Los medios
de comunicación de la época, virtualmente lo silenciaron. No hubo registro alguno de
su edición, ni publicación que alentara el más elemental análisis de su contenido. La
prensa de la época -incluso aquella en la que el autor escribía calificadas columnas-
optó por ignorar los “7 Ensayos”· obedeciendo -quizá- el mandato expreso –o tácito-
de la clase dominante, para la que, en ningún caso un libro de inspiración marxista
podría lucirle interesante o atractivo.

Pero hay más. Desde su primera edición, en 1928, el libro dejó de circular
hasta 1943. Y una tercera edición de hizo sólo en 1952. Esto significa que, en los 24
años que separan 1928 y 1952, hubo apenas una edición de los “7 Ensayos”. Sin
embargo, una segunda edición de los “7 Ensayos”, fue la que se publicó en Chile en
1934, fruto, seguramente, de la voluntad de algunos peruanos radicados en ese país, o
del Partido Comunista de Chile, que siempre mostró una alta consideración por el
Amauta.

Pero en todo caso, esa edición, confirma la trascendencia de la obra. Porque,


aun ignorada en el Perú, trascendió las fronteras nacionales. De Chile, pasó a
Argentina, donde cayó en manos de una inteligencia calificada que supo entender su
naturaleza. Posteriormente –como ya es conocido, “7 Ensayos” fue publicado en
todos los idiomas conocidos de la tierra. Ediciones en ruso, chino, vietnamita,
finlandés, húngaro, alemán, italiano, inglés, francés; y otras lenguas, hicieron del
libro de Mariátegui, una de las publicaciones más conocidas y requeridas.

Al tiempo que creció el interés por su contenido, se incrementó también el ansia


por profundizar en el pensamiento del Amauta. Y en la medida que se fue conociendo
el reto de su vida, fue también aumentando la admiración por este hombre cuya
genialidad aún no ha sido suficientemente dimensionada.

Cuando Mariátegui, en marzo de 1924, aludió a los rasgos preeminentes de la


personalidad de Lenin, dijo que el líder bolchevique poseía una extraordinaria
inteligencia, una extensa cultura, una voluntad poderosa y un espíritu abnegado y
austero. Todas estas características pueden definir también lo que fuera la
personalidad del Amauta. Si uno tuvo la posibilidad de llevar a la práctica sus sueños
y encabezar una Revolución triunfante en 1917, José Carlos alcanzó a diseñar el
camino por el que transitarían los pueblos, el peruano, y el de los otros países, en la
búsqueda de un porvenir mejor.

La trascendencia de la obra del Amauta hay que apreciarla también


considerando el hecho que sobrevivió a todas las dificultades. Las sucesivas
dictaduras registradas en el país desde 1930 hacia adelante, han querido no solo
minimizar su obra, sino también desaparecer su imagen, e impedir que se convierta en
un símbolo para las nuevas generaciones de peruanos. No lo han logrado.

Particularmente en los años de Sánchez Cerro y Samanez Ocampo, Benavides,


Odría, Pérez Godoy, Morales Bermúdez y Alberto Fujimori; se implementaron
diversos esfuerzos por empequeñecer su aporte y hasta escarnecerlo. Hubo momentos
en los que hablar de Mariátegui era motivo de carcelería o relegamiento. Podríamos
aludir, en efecto, a mayo de 1935, cuando Isidoro Gamarra, Asunción Caballero y
otros, fueron encerrados en la Intendencia de Lima; o después, cuando Hugo Pesce,
Jorge del Prado, Alberto Tauro y muchos más, fueron confinados en El Frontón o en
Él Sepa, por reivindicar la obra del Amauta.

Incluso en los años más recientes –el primer gobierno de García y la dictadura
Fujimorista- los pobladores del interior del país pusieron en riesgo sus vidas por tener
entre sus libros, los “7 Ensayos”, expresión de “pensamiento subversivo”, de acuerdo
a los parámetros oficiales. No obstante, la voluntad orientada a denigrar su obra, fue
más allá cuando una estructura terrorista autora de numerosos crímenes, pretendió ese
derrotero acuñando burdamente la idea que respondía al “sendero luminoso” de José
Carlos Mariátegui.

Cualquier persona que leyera los “7 Ensayos”, o que revisara otros libros del
autor, podría darse cuenta que sus reflexiones, enseñanzas y lecciones estuvieron
absolutamente distantes del terrorismo en cualquiera de sus modalidades. La
trascendencia de este libro, entonces, nada tiene en común con la práctica corrosiva y
disolvente de algunas despistadas gentes. En Este marco. Cabe preguntarse entonces
¿Por qué alcanzó esa trascendencia? Veamos

Los “7 Ensayos” nos llevaron a mirar el Perú y pensar en él. Antes, a su modo y
en su contexto, lo habían hecho también Guamán Poma y algunos cronistas, y
después el Inca Garcilaso de la Vega. Pero luego hubo un largo interregno de
opacidad y silencio. Quizá fue el virreinato, el que nos sumió en ese largo periodo.
Con la República, cambió en alguna medida el escenario, pero quizá no la voluntad
de los peruanos. Ocurrió que los criollos se birlaron la causa y arrebataron la
República a los peruanos de ancestro. Y entonces asomó en el escenario una clase
que, como lo dijera en su momento Jorge Basadre, aprendió a ser clase dominante,
pero nunca clase dirigente.

Fue con el siglo XX, entonces que asomó un nuevo mensaje. Y es que desde un
inicio, esa etapa que lució sugerente. Aunque el capitalismo no se había desarrollado
a cabalidad, sí había surgido con fuerza el proletariado, y asomaban en el horizonte
los grandes conflictos sociales. Ellos, en 1905 generarían dos episodios de la historia:
la insurrección de Varsovia y las barricadas de Moscú. Ambas, premonitorias de lo
que ocurriría más tarde: la Revolución Rusa.

Como se recuerda, el capitalismo pretendió resolver su propia crisis a través de


la guerra. Y generó por eso, el conflicto del 14 que se prolongó hasta 1918 causando
pavor en el mundo. Pero ni la economía de guerra, ni la venta de armas, ni el nuevo
reparto de las colonias, particularmente en Asia y África, dejaron a salvo las cosas.
Por el contrario, la crisis se agravó y el gran capital no tuvo otra alternativa que
recurrir al fascismo. Mariátegui fue un espectador de ese escenario

El segundo factor fue que los “7 Ensayos” nos enseñaron a ver la realidad. No a
ilusionarnos con elucubraciones de corte intelectual o académico, por bellas que
pudiesen ser; sino a descubrir en la vida misma, los problemas y los retos planteados
ante los ojos de los pueblos. Y el tercero a considerar, fue el hecho, que Mariátegui
nos mostró -como él mismo lo dijera- que la realidad peruana estaba más
estrechamente vinculada al escenario mundial, que lo que los peruanos suponíamos.
Nos dio, entonces, una clara visión internacionalista.

EN LA PERSPECTIVA
Para concluir, se impone dar un vistazo al escenario que se abre ante nuestros
ojos.

En el Perú, hoy mismo se libra una dura batalla. Nuestro pueblo, ha tenido ricas
experiencias en el pasado. Ha registrado avances y sufrido derrotas. Pero en lo
fundamental, ha crecido moral y políticamente y ahora ve el porvenir en otras
condiciones cuando logra batir a la mafia que supo retener en sus manos los resortes
del Poder.

Se afirma en amplios sectores sociales, el alma nacional. EL proceso de Velasco


Alvarado; la constante lucha de los trabajadores; el esfuerzo por elevar la conciencia
política de las masas, que se desarrolla desde diversas trincheras; y la creciente
mirada al escenario continental; ayuda a nuestro pueblo abandonar el letargo en el
que quedara sumido en las últimas décadas. Y ahora, retorna al camino con la adarga
al brazo. Será dura la lucha. Y probablemente, no será corta. Pero existirá: nuestro
pueblo no tiene otro camino.

Lo mismo ocurre con otros pueblos de nuestro continente. El proceso


emancipador latinoamericano tendrá avances y retrocesos; pero -como decía Marx- la
historia seguirá avanzando en espiral y por lo tanto, afirmando los mejores valores de
la humanidad.

En ella, las ideas de Mariátegui habrán de fructificar. Nos llamarán a la acción


por un mundo más feliz y más justo. En él, se afirmará, en perspectiva, el
pensamiento del Amauta.

PENSAMIENTO POLITICO DE FIDEL RUZ (CUBA)

Fidel Alejandro Castro Ruz (Birán,4 13 de agosto de 1926-La Habana, 25 de


noviembre de 2016)1, más conocido como Fidel Castro, fue
un abogado, militar, político y revolucionario marxista cubano. Fue mandatario de su
país como primer ministro (1959-1976) y presidente (1976-2008) después de su
victoria en la revolución cubana contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Durante su mandato, Cuba se convirtió en un Estado socialista de


carácter marxista-leninista, bajo el liderazgo del Partido Comunista de Cuba, único
legal en la isla a partir de su llegada al poder, y se llevaron a cabo nacionalizaciones y
expropiaciones de medios productivos con el objetivo de llevar a cabo una política
económica socialista.

Fidel Castro también fue diputado de la Asamblea Nacional del Poder


Popular desde 1976, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (1956-2008),nota 1
y mantuvo el poder como primer secretario
del Partido Comunista de Cuba desde 1965 hasta 2011, cuando definitivamente dejó
su puesto como líder de su país y transfirió todos los poderes de la nación como
establece la constitución al primer vicepresidente, su hermano Raúl. Profesionalmente
era abogado, licenciado en derecho diplomático y doctor en derecho civil.5

Fidel Castro se inició en la vida pública como político opositor y destacó


especialmente tras el asalto al cuartel Moncada en 1953, por el que fue condenado
a prisión. Tras ser indultado gracias a la presión de la opinión pública, 6 se exilió
en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956. Llegó al poder tras
encabezar la Revolución cubana, que triunfó el 1 de enero de 1959, derrocando a la
dictadura de Fulgencio Batista. Fue nombrado primer ministro el 27 de febrero del
mismo año por el presidente Manuel Urrutia. Lideró en 1961 la adopción
del marxismo por el Gobierno revolucionario, estableciendo el primer Estado
socialista de América. Tras la reforma constitucional de 1976, fue elegido presidente
del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Fue el fundador del Partido
Comunista en 1965, y desde entonces hasta 2011 fue su primer secretario.

El 19 de febrero de 2008, en una carta publicada en el diario Granma, anunció


que no se presentaría ni aceptaría el puesto de presidente y comandante en la reunión
de la Asamblea Nacional del Poder Popular del 24 de febrero del mismo año.7

En el ámbito internacional, inicialmente trató de establecer buenas relaciones


con los Estados Unidos; entabló, luego, estrechos lazos con la Unión Soviética.
Después de una serie de expropiaciones a propietarios estadounidenses, los
desencuentros con los Estados Unidos desembocaron en el embargo económico
contra Cuba. Desde entonces, su relación con la superpotencia ha sido abiertamente
antagónica, lo que quedó confirmado tras la fracasada invasión de Bahía de
Cochinos en 1961.

Pese a la férrea oposición estadounidense, Fidel Castro recibió decenas de


condecoraciones nacionales y extranjeras. Debido a su larga gestión y a las
características controvertidas de sus políticas, se ha generado un polémico e intenso
debate entre opositores y partidarios sobre su gobierno: desde calificarlo como
una dictadura hasta considerarlo la expresión de la voluntad del pueblo cubano.
PENSAMIENTO POLITICO DE ERNESTO CHE GUEVARA (ARGENTINA -
CUBA)

La imagen de uno de los líderes de la Revolución Cubana es tan potente que se


convirtió en el símbolo de la rebelión en el mundo. Pero el Che estaba muy lejos de
ser un hippie con barba entre crecida que se volvió guerrillero recorriendo
Latinoamérica. Esa figura de hombre de acción, de combatiente heroico, terminó
atentando contra la riqueza intelectual del propio Guevara. Hoy su cara está en todas
las remeras pero su pensamiento y sus libros y escritos no se han vuelto tan
populares. Y una de las grandes cualidades de Guevara fue poner en juego su
formación intelectual contrastándola con la vida real. No era simplemente un
idealista, era un hombre de ideas.

Cuando Ernesto Guevara comenzó a viajar ya tenía una sólida formación


intelectual. Amante de los diarios personales, supo dejarnos el legado de su formación
como intelectual en seis cuadernos a los que llamó Apuntes (o Diccionario)
filosóficos, en los que encontramos la evolución ideológica de aquel joven Guevara.
Miembro de una familia de extracción liberal que influyó en su formación, tuvo una
precoz avidez por la lectura. Cuando los Guevara vivieron en Córdoba tenían de
vecino a Deodoro Roca, un marxista que había redactado el manifiesto de la Reforma
Universitaria de 1918 y, al hacerse amigo de su hijo, el joven Ernesto accede a su
biblioteca y a sus primeras lecturas marxistas. “A los 14 años leía a Freud, se
enamoró también de la poesía de Charles Baudelaire (…) leyó a [Alexandre] Dumas
padre, a [Paul] Verlaine y a [Stéphane] Mallarmé en su lengua original.
Posteriormente, bajo la influencia de los republicanos exiliados, se volvería hacia
Federico García Lorca y Antonio Machado (…) También se aficionó al poeta chileno
Pablo Neruda”, recordaba Alberto Granados en un reportaje en el diario cubano
Granma, en 1967.

De los seis cuadernos de sus Apuntes filosóficos se recuperaron cinco, que


contienen 1.265 páginas foliadas por él. Casi como en un recorrido histórico,
comenzó con la concepción filosófica de los pensadores griegos, como Platón y
Aristóteles, para seguir luego con los orientales, como Buda y Confucio. Dos libros
fueron fundamentales en esa formación: 'Breve historia del mundo', de H. G. Wells, y
'La historia de la filosofía', de Jaime Luciano Balmes. Si bien comienza con sus
primeras lecturas de 'El capital', de Karl Marx, el otro gran tema de ese primer
cuaderno es la psicología. Guevara lee 'Teoría general de la neurosis', de Freud, y
'Vieja y nueva moral sexual', de Bertrand Russell, intrigado por los conceptos de
angustia, sueño e histeria. En el segundo cuaderno profundiza sobre la filosofía china
pero también se anima a los persas y egipcios. Luego sigue con la filosofía política
inglesa de los siglos XVII y XVIII, donde estudia sobre los conceptos vida, justicia,
deber, bondad, ética, libertad, patriotismo en Thomas Hobbes, John Milton y David
Hume. El cuaderno tres está dedicado a la lectura de Karl Marx.

Pero también aborda al marxismo desde Mi lucha, de Adolf Hitler, y desde la


óptica de Josep Stalin y Lenin. Pero es en El comunismo y los cristianos, de H. P.
Ducatillon, que aparece un concepto que será fundamental en el ideario guevarista: el
humanismo marxista. Algunos de los pensamientos que Guevara apunta en este
cuaderno son: “El comunismo es, además de una doctrina, un fenómeno de pasión”,
“El capital de Marx fue para el comunismo un poco lo que la Suma teológica de
Santo Tomás de Aquino fue para el pensamiento cristiano”, “La doctrina filosófica y
la doctrina económica están en el comunismo estrechamente ligadas”, “Es imposible
ser comunista socialmente, sin serlo filosóficamente”, “La doctrina comunista tiene la
característica de estar indisolublemente unida a la práctica de la vida”. En los dos
últimos cuadernos recuperados continúa estudiando filosofía con Juan Herssen,
Locke y, sobre todo, con Crepúsculo de los ídolos, de Friedrich Nietzsche, y Crítica
de la razón pura, de Inmanuel Kant.

En síntesis, realizó un profundo estudio de la filosofía en general y del

marxismo en particular haciendo una especial conexión entre el humanismo y el


marxismo, y profundizó en la definición del socialismo destacando su carácter
materialista y el papel que le otorga a la economía. Cuando el joven Ernesto inicia sus
viajes (por doce provincias argentinas en 1950 y por Latinoamérica en sus dos
travesías entre 1951 y 1955), además de continuar su evolución ideológica, encuentra
la oportunidad de observar en la práctica la forma de constatar lo que leía. Le escribe
a su tía Beatriz, en diciembre de 1953: “Tuve la oportunidad de pasar por los
dominios de la United Fruit, convenciéndome una vez más de lo terrible que son estos
pulpos capitalistas”.

Así se fue formando su ideario político latinoamericanista y antiimperialista al


constatar el poderío estadounidense y la explotación de los pueblos latinoamericanos.
Al llegar a México, en septiembre de 1954, profundiza sus estudios de marxismo y
relee 'El capital' y avanza con 'El Estado y la revolución', de Lenin. Cuando toman el
poder en Cuba lee los 'Manuscritos económicos y filosóficos' de Marx, donde habla
de la enajenación y, durante un año, junto a Fidel Castro y al profesor soviético-
español Anastasio Mansilla, estudian otra vez 'El capital'.

GUEVARISMO

Su pensamiento de base marxista contenía reflexiones sobre la forma de realizar


una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia. Una de
las características fundamentales del pensamiento guevarista (más allá de su
antiimperialismo, su latinoamericanismo y su humanismo marxista) fue su
antidogmatismo. Supo discutir al propio Marx en El socialismo y el hombre en
Cuba (1965) y al sistema económico impuesto por el Partido Comunista ruso,
en Apuntes críticos a la economía política (también de 1965 pero inédito hasta 2006).

En el primero discute aspectos centrales de la toma del poder, desarrolla su


teoría de las condiciones objetivas y subjetivas para lograrlo y debate el determinismo
materialista de Marx. También allí insiste sobre el concepto de humanismo marxista.
“El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la
miseria y al mismo tiempo contra la alienación (…) si el comunismo descuida los
hechos de conciencia puede ser un método de repartición, pero deja de ser una moral
revolucionaria”, dijo en una entrevista a Jean Daniel del Express, en Argel, en julio de
1963.

“Nuestra tesis es que los cambios producidos a raíz de la Nueva Política


Económica (NEP) han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con
su signo toda esta etapa. Y sus resultados son desalentadores (…) Se está regresando
al capitalismo”, escribía Guevara en Apuntes… y continuaba: “Una sociedad en
transición al socialismo tiene que planificar la economía violentando los mecanismos
de la ley del valor, incentivando de manera principalmente moral a los trabajadores, a
largo plazo tenemos que priorizar los incentivos morales porque tanto al violentar los
mecanismos mercantiles, como el priorizar los incentivos morales, como el priorizar
la planificación, tienen por objeto construir conciencia socialista (…) La Unión
Soviética, por más que tenga cohetes nucleares y un ejército rojo, a pesar de todo eso,
va a volver al capitalismo porque ha dejado vivo al monstruo, a la mercancía”.

Guevara diferenciaba entre el hombre trabajador como mercancía y resaltaba el


deber social del trabajo, por eso era un gran defensor del trabajo voluntario. También
sostenía el Sistema Presupuestario de Financiamiento en el que proponía la
eliminación del mercado para el manejo de la economía [que tantos problemas le
causó con el ala soviética, finalmente triunfante a pesar de Fidel, de la dirección
cubana].

En su discurso del 20 de octubre de 1962 a las Organizaciones Juveniles


Revolucionarias de Cuba, el guerrillero Guevara insiste, una vez más, en la
importancia del pensamiento político para la revolución: “Hoy la defensa del país
sigue ocupando el primer lugar de nuestros desvelos. Pero no debemos olvidar que la
consigna que guía a los Jóvenes Comunistas (el estudio, el trabajo y el fusil) está
íntimamente unida entre sí, que no puede haber defensa del país solamente con el
ejercicio de las armas (…) El estudio a todos los niveles es también hoy una tarea de
la juventud”.

IMPORTANCIA DEL RESCATE DE LA HISTORIA VERDADERA.

La muestra Marcas de la memoria en Cuba. 50 años del golpe militar en


Brasil está integrada por nueve documentales que se acercan a historias reales
acaecidas durante la dictadura militar que rigió Brasil de 1964 a 1985.

El ciclo se presenta en La Habana gracias a la colaboración entre

El Ministerio de Cultura de Cuba, el Instituto Cubano del Arte e Industria


Cinematográficos (ICAIC), el proyecto Marcas de la Memoria del Ministerio de
Justicia de Brasil, la Red en Defensa de la Humanidad y la embajada de Brasil.

En conferencia de prensa en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, el


coordinador de la Muestra, Daniel Souza, calificó los filmes de contundentes, pues
constituyen testimonio de aquellos años de represión, tortura y asesinato y no solo en
Brasil, también en Argentina y Chile.

“Quisimos presentar la Muestra en Cuba porque es un país que siempre ha sido


solidario con quienes hemos luchado contra las dictaduras y es una forma de agrader”
y — apuntó — ésta solamente se ha exhibido antes en Nueva York y Alemania, y
claro, Brasil.

El reconocido cineasta Silvio Tendller, miembro del Comité de Cineastas de


América Latina, quien presenta aquí dos de sus documentales de 2014, Abogados
contra la dictadura y Militares de la democracia, consideró importante dejar registro
de la historia para no olvidar jamás.

En tal sentido, destacó el trabajo de la Comisión de Amnistía del Ministerio de


Justicia en la lucha por recuperar una verdad ocultada durante muchos años al pueblo
brasileño y la labora magnifica — subrayó — de su presidente, Paulo Abrão.
Uno de los principales desafíos dijo en respuesta a una pregunta — es llegar al
público, pues los circuitos de exhibición están dominados por grupos de interés que
prefieren pasar página y olvidar. “Es por eso que creamos la Red Cinema por la
Verdad, y a través de ella hemos llevado la Muestra a más de cien universidades”.

Tendler cuenta en su filmografía con más de 40 cintas, entre medios y


largometrajes, todos por el rescate de la memoria y con el deseo expreso de hacer
reflexionar al espectador. Entre esos documentales se cuentan Glauber, laberinto de
Brasil, sobre el cineasta Glauber Rocha, una de las figuras centrales del Nuevo Cine
Latinoamericano y del movimiento nouvo cinema brasileiro; Jango y Años JK,
realizados y exhibidos en plena dictadura militar, en 1984 e 1980.

Otro documental significativo en la Muestra es Setenta, título que se refiere al


grupo de 70 jóvenes brasileños encarcelados luego del secuestro en 1970 del
embajador suizo Giovanni Enrico Bucher, y después enviados a Chile.

Cerca de 40 años después la directora, Emília Silveira, ella misma una expresa
política, decidió conversar con 20 de aquello jóvenes, para saber de sus vidas y como
recuerdan el hecho.

En la rueda de prensa, la cineasta comentó que “la Red Globo de televisión, que
apoyó el golpe militar contradictoriamente me apoyó para este filme e incluso ha
creado un centro para documentales de televisión. Pasó mi propio documental y lo
vieron 195 mil personas, mientras en el cine, solo cinco mil”.

El documental Setenta — dijo Silveira — será exhibido en el próximo Festival


Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana en diciembre.

Los siguientes documentales incluidos en la Muestra serán presentados por sus


realizadores: 500 Los bebé secuestrados de la Argentina, de Alexandre Valenti; El día
que duro 21 años, de Camilo Tavares; Repare bien, de María de Medeiros en
colaboración con Ana Petta y Me recuerdo, de Luiz Fernando Lobo.
También se exhiben, todos en el Multicine Infanta, Nuestras historias y Dos
historias, ambos filmes de Angela Zoe.

La Muestra Marcas de la Memoria en Cuba. 50 años del golpe militar en


Brasil es resultado de un proyecto extenso —subrayó finalmente el cineasta Silvio
Tendler — por conocer la verdad, dejar registradas las historias y que estas circulen y
fundamentalmente los jóvenes crezcan conociéndolas, “porque la historia de los
dictadores no está en los libros. De ahí la importancia de filmar”.

AUGUSTO NICOLÁS CALDERÓN SANDINO

Más conocido como Augusto César Sandino, fue


patriota y revolucionario nicaragüense. Augusto Sandino fue un líder de la
resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua
en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró que las tropas de los
Estados Unidos salieran del país, no sin antes crear la Guardia Nacional y poner a su
frente al general Anastasio Somoza García quien, a traición, acabaría ordenando
asesinar a Sandino por órdenes de la Embajada norteamericana.

Se le considera Héroe Nacional de Nicaragua y se le llama «General de


Hombres Libres». Sus ideales y enseñanzas fueron retomados años más tarde, en la
fundación del grupo marxista-leninista Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN), por Carlos Fonseca Amador junto a otros compañeros.

Calderón Sandino nació en Niquinohomo, el 18 de mayo de 1895, hijo


ilegítimo de Gregorio Sandino (un adinerado cultivador de café), y Margarita
Calderón, una indígena sirvienta de la plantación de su padre. En 1904, a la edad de 9
años, es abandonado por su madre y enviado a vivir con su abuela materna. Más tarde
es enviado a vivir con la familia de su padre, donde debe trabajar como peón de la
plantación para ganar su hospedaje.
En julio de 1912, a los 17 años, presenció la primera intervención de las tropas
estadounidenses en Nicaragua, frente a una sublevación liberal-conservadora en
contra del presidente Adolfo Díaz, que contaba con el apoyo de Estados Unidos. El
general liberal Benjamín Zeledón (originario de La Concordia) murió en combate el 4
de octubre al ser desalojadas sus fuerzas de la fortaleza de El Coyotepe luego de
feroces combates en La Barranca, ambos sitios estratégicamente ubicados en la
entrada de la ciudad de Masaya. El general Zeledón fue fusilado por las tropas
norteamericanas y conservadoras. El joven Sandino quedó impresionado con la
imagen del patriota, cuyo cadáver era llevado en una carreta de bueyes por
los Infantes de Marina para ser sepultado en el pueblo de Catarina.

DANIEL ORTEGA

José Daniel Ortega Saavedra (La Libertad, Nicaragua, 11 de


noviembre de 1945) es un político y dirigente nicaragüense, actual Presidente de
Nicaragua y líder del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Ejerció su primer mandato presidencial entre 1985 y 1990 y retomó la presidencia del
país el 10 de enero de 2007. Es el presidente que más tiempo ha permanecido en el
cargo, ya que en la actualidad transcurre su tercer periodo el cual culminará en 2022,
sumando así 15 años en tres mandatos desde su retorno al poder en 2007.

A estos años en el poder se suma la gestión que ya tuvo entre 1981-1984 como
“Coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua”. Es
uno de los líderes más importantes del Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN), formando parte del directorio que se asumió el poder luego del
triunfo de la Revolución Sandinista, que derrotó a la dictadura que la
familia Somoza mantenía con apoyo de Estados Unidos desde 1934. Fue el jefe de
Estado desde 1985 hasta 1990, año en que el FSLN perdió las elecciones ante
la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de 14 partidos que llevó a la
presidencia a Violeta Barrios de Chamorro; fue derrotado en las elecciones
presidenciales de 1996 y 2001, pero triunfó en las del 2006 realizadas el cinco de
noviembre y desde entonces ha sido reelegido en dos oportunidades más: en
las elecciones generales de 2011 y en las de elecciones de 2016. En abril del 2018 se
abrió una serie de protestas contra la reforma de sistema al seguro social, dichas
manifestaciones provocaron la muerte de 300 ciudadanos, causando indignación a
nivel internacional por las violaciones a derechos humanos.

Daniel Ortega nació en La Libertad, el 11 de noviembre de 1945 en una familia


de clase media. Sus padres, Daniel Ortega y Lidia Saavedra, fueron opositores al
régimen de Anastasio Somoza García. En 1963 ingresó a la Universidad
Centroamericana en Managua, donde se identificó con las tendencias políticas de
los sandinistas. Ese mismo año abandonó sus estudios de Derecho y se unió al Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Como militante sandinista realizó varias actividades contra la dictadura


de Anastasio Somoza Debayle. Fue detenido el 18 de noviembre de 1967 por el asalto
a un banco; acusado de robo con intimidación, pasó 7 años en la cárcel, hasta que fue
liberado de la Cárcel Modelo de Tipitapa junto a otros presos del FSLN en un
intercambio por altos funcionarios del gobierno de Somoza, tomados como rehenes
por un comando armado

JORGE ELIÉCER GAITÁN AYALA

(Bogotá; 23 de enero de 19031 — Ibidem,9 de abril de 1948) fue


un jurista, escritor, activista, orador y político colombiano. Fue rector de
la Universidad Libre (Colombia) entre 1936 y 1939,2 de la cual, además, fue
catedrático de Derecho Penal desde 1931 hasta su muerte. Fue alcalde de Bogotá en
el año 1936, titular en dos ministerios (Educación en 1940 y Trabajo en 1944)
y congresista durante varios períodos entre 1929 y 1948. También fue candidato
presidencial disidente del Partido Liberal en las elecciones de 1946 y su posterior jefe
único, además que iba a ser el candidato oficial del partido para las presidenciales de
1950 (que finalmente se desarrollaron en 1949 debido a su asesinato).3
Gaitán se forjó una reputación como orador y defensor de causas populares, que
consolidó gracias a sus intervenciones en el debate sobre la Masacre de las
Bananeras de 1928.4 Su asesinato produjo enormes protestas populares inicialmente
en Bogotá y luego a nivel nacional conocidas como el "Bogotazo", y el inicio de un
periodo sangriento en la historia del país conocido como "La Violencia".56

Las hipótesis sobre el crimen de Gaitán han mutado con el pasar de los años;
desde la teoría del asesino solitario hasta que fue producto de una conspiración
internacional para evitar la llegada del socialismo al poder en Colombia.789 El 9 de
abril del 2018, 70 años después del magnicidio de Gaitán, la Comisión de la Verdad
de Colombia (comisión creada en el marco de los Acuerdos de La Habana para la
desmovilización de la guerrilla de las FARC) anunció que solicitará a la Fiscalía
General de la Nación declarar este crimen como delito de lesa humanidad

Aunque existe una partida de nacimiento del 30 de enero de 1903 una partida
de bautismo del 26 de enero del mismo año, otros documentos personales como su
pasaporte, su cédula de ciudadanía y un diploma de la Real Universidad de
Roma datan el 26 de enero de 1903 como su fecha de nacimiento; en cuanto a su
lugar de nacimiento existen varias teorías, la mayoría de historiadores concuerdan en
que él nació en Bogotá, pero otras fuentes generan controversia ubicando el lugar de
nacimiento de Gaitán en Cucunubá, Cundinamarca.

Hijo de la profesora Manuela Ayala Beltrán y el librero Eliécer Gaitán Otálora,


desde joven Gaitán participó en la política. Apoyó la candidatura de coalición
de Guillermo Valencia en 1918; fue orador en las protestas contra el presidente Marco
Fidel Suárez, en marzo de 1919; organizó la sociedad literaria Rubén Darío y
constituyó el Centro Liberal Universitario.10 Ese mismo año inició estudios
superiores en la Universidad Nacional de Colombia, donde se titula como doctor
en Derecho y Ciencias Políticas el 29 de octubre de 1924 con la tesis titulada "Las
ideas socialistas en Colombia". En esta obra, Gaitán se declaró socialista e incorporó
postulados marxistas en su lectura de la realidad.
Para 1926, con apoyo de su hermano Manuel José Gaitán, adelanta su
doctorado en jurisprudencia en el Real Universidad de Roma y en 1927, su tesis "El
criterio positivo de la premeditación", que fue Magna Cum Laude, le significó
graduarse con honores. Fue entonces elogiado y apreciado con el premio que llevaba
el nombre de su profesor más cercano: Enrico Ferri.

Una vez en Colombia posesionado como congresista lideró, entre el 3 y el 6 de


septiembre de 1929, un debate de control en el congreso debido al asesinato de un
número indeterminado de trabajadores de la United Fruit Company en la región
de Ciénaga, en el departamento del Magdalena. Los obreros exigían condiciones
laborales dignas (hasta entonces inexistentes) y un trato justo por parte de sus
empleadores. La matanza de estas personas es conocida en la historia del país como la
"Masacre de las bananeras" y es citada en la novela Cien años de soledad de Gabriel
García Márquez. Este gesto le valió a Gaitán el título de "Tribuno del Pueblo".

En 1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y ejerció


también como catedrático de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Colombia,
cargo que ocupó entre 1936 y 1939. Se configuró como representante de la clase
media y de aquellos que estaban fuera de la vida pública, porque los unió a través de
sus discursos cargados de emoción e ilusión. Criticó también el orden "convivialista",
donde la política se practicaba en círculos cerrados, es decir, que sólo unas cuantas
personalidades decidían el futuro del país, allí donde se encontraba concentrada la
oligarquía que mantenía dominado cada ámbito de la vida en el país.

En 1933 fundó el movimiento político Unión Nacional de Izquierda


Revolucionaria (UNIR) y su órgano periodístico "El Unirismo", que poco tiempo
después disolvió para vincularse al Partido Liberal, desde donde planteó la necesidad
de una reforma agraria.

Seducido por los dirigentes tradicionales del Partido Liberal se posesionó como
alcalde de Bogotá en 1936, adelantó reformas sociales, promovió la municipalización
de los servicios públicos y trató de establecer los restaurantes o comedores escolares.
Otras iniciativas suyas no gozaron de la aprobación popular como las de prohibir el
uso de la ruana, las alpargatas, uniformar a los lustrabotas y a los conductores de
taxis, quienes con un paro y bloqueo de vías presionaron por su renuncia. En 1940, el
presidente Eduardo Santos Montejo lo nombra Ministro de Educación, desde donde
emprendió una campaña de alfabetización, implantó el zapato escolar gratuito, los
restaurantes escolares, el cine educativo ambulante, la extensión cultural masiva e
inició el Salón Nacional de Artistas. En los años siguientes, Gaitán continuó su
intensa vida pública como jurista, político y caudillo. Su acción política se dirigió
contra la oligarquía y por la restauración moral.
BIBLIOGRAFIA

FUENTES DE INTERNET

hptt/www.wikipedia.com.

hptt/www.monografias.com

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