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Universidad Abierta Para Adultos (UAPA).

Escuela de Ciencias Jurídica y Políticas.

Materia:
Legislación de Transito.

Tarea:
1.

Participante:
José Acosta.

Matricula:
16-11234.

Facilitador(a):
Licda. Lourdes Pichardo

Lugar:
Santo Domingo, Este.

Fecha:
10-11-19.
DESARROLLO.

Distinguido participante:

Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes


complementarias del curso; luego realice la actividad que se describe a
continuación:

1. Realiza una línea de tiempo sobre el origen y la evolución histórica del


Derecho Notarial, haciendo énfasis en los siguientes aspectos:

 Acontecimientos del Derecho Notarial antes del Descubrimiento.


 Acontecimientos del Derecho Notarial en la Época Colonial.
 Primer Notario de América. Fecha
 Primer documento notarial de América. Fecha
 Primera ley sobre el notario en República Dominicana.

Acontecimientos del Derecho Notarial antes del Descubrimiento.

Orígenes del Notario:

La institución del notario como tal tiene su origen en la edad media y se


desarrolla en los países del derecho escrito, bajo la influencia del Derecho
Romano. En los inicios de la práctica notarial como función regida por el Estado
los nombramientos se hacían por influencias de tipo político, social o religioso.
La multiplicidad de notarios fue tal que hubo de ser minuciosamente
reglamentada por la autoridad real.

Las solicitudes para actuar como notarios en Francia eran de tal magnitud que
se les llego a considerar antes de la Era Napoleónica como una plaga porque
además de los notarios reales todas las jurisdicciones señoriales tenían
notarios especiales. Había notarios episcopales, imperiales y apostólicos, todos
ejercían sus funciones con brusquedad y en virtud de una investidura a
menudo dudosa.
Acontecimientos del Derecho Notarial en la Época Colonial.

El Derecho Notarial en la Época Colonial:

Vinculados al descubrimiento de América, se conocen algunos casos de


escribanos o notarios que en alguna u otra forma intervinieron en el magno
acontecimiento del descubrimiento y en las primeras manifestaciones de
la conquista Española.

Un artículo publicado en la revista internacional del Notario intitulado "Los


Notarios en el descubrimiento de América", el autor reconoce como el primer
hombre en ofrecerle su ayuda a Cristóbal Colon a Don Luís de Santagel,
funcionario de la corona de Aragón, que desempeño en 1481, el cargo de
escribano de ración o jefe de la tesorería del rey Fernando Católico.

En el artículo “Los Notarios en el Descubrimiento de América”, publicado en la


Revista Internacional del Notario, el autor reconoce como el primer hombre en
ofrecerle su ayuda a Cristóbal Colon a Don Luís de Santagel, funcionario de la
Corona de Aragón, que desempeño en 1481 (once años antes del
Descubrimiento), el cargo de escribano de ración o jefe de la tesorería del rey
Fernando Católico. Era amigo personal de Colón y fue quien intercedió por él
ante los Reyes para la firma de las Capitulaciones de Santa Fe y que le
financiaran el viaje a América.

A Don Diego Méndez se le reconoce como escribano y secretario de Colón y


se le atribuyen los relatos conocidos del Descubrimiento.

El Primer Notario de América fue Don Rodrigo de Escobedo, Escribano de


Cuadra y del Consulado del Mar, que era en esos tiempos la institución
encargada de regular las relaciones y las actividades marítimas-comerciales en
España, quien en ejercicio de sus funciones acompaño a Colon en su primer
viaje y levantó un acto que da cuenta de la toma de posesión de la isla de
Guanahaní, en nombre de los Reyes, isla que el Almirante llamó San
Salvador.

Con la llegada de Colón en 1942 fueron trasladadas a América muchas


instituciones jurídicas vigentes en la España de aquella época y, como en la
legislación española el oficio de escribano tenía gran importancia, así también
fue reconocida en la legislación indiana.
Hernán Cortes, Notario en Azua

El legendario conquistador de México, Don Hernán Cortes, ejerció la


escribanía en nuestra isla, había sido empleado de notarios en Valladolid y
Sevilla, antes de venir como expedicionario a las Ameritas recién descubierta.

Nicolás de Ovando vino a la isla en 1502 y en 1504 solicita ser nombrado


escribano del Rey para la ciudad de Santo Domingo, pero no obtiene
éxito, posteriormente obtiene la escribanía del Ayuntamiento de Azua, Cargo
que ejerció hasta 1511.

En 1512 salió conjuntamente con Diego Velásquez y se establece en la


vecindad de Santiago de Baracoa, en Cuba, y allí es nombrado escribano en
recompensa a su valor en el campo de batalla y la ejerce hasta 1519, cuando
sale de Cuba y conquisto el imperio de los aztecas.

Primer Notario de América. Fecha

Un artículo publicado en la revista internacional del Notario intitulado "Los


Notarios en el descubrimiento de América", el autor reconoce como el primer
hombre en ofrecerle su ayuda a Cristóbal Colon a Don Luís de Santagel,
funcionario de la corona de Aragón, que desempeño en 1481 y 1485, el cargo
de escribano de ración o jefe de la tesorería del rey Fernando Católico.

El legendario conquistador de México, Don Hernán Cortes, ejerció la


escribanía en nuestra isla, había sido empleado de notarios en Valladolid y
Sevilla, antes de venir como expedicionario a las Ameritas recién descubierta.

Se señala como el primer notario de América fue Don Rodrigo de Escobedo,


escribano de cuadra y del consulado del mar, que era en esos tiempos la
institución encargada de regular las relaciones y las actividades marítimas-
comerciales en España, quien en ejercicio de sus funciones acompaño a Colon
en su primer viaje y levanto un acto que da cuenta de la toma de posesión de la
isla de guanahani, en nombre de los Reyes, isla que el Almirante llamo San
Salvador.
Primer documento notarial de América. Fecha

El primer documento notarial de América, el viernes 3 de agosto de 1492,


cuando el futuro almirante de la mar oceana, parte desde el puerto de palos de
Moguer, en la calavera "Santa Maria", capitaneada por el propio Cristóbal
Colon, viene con Don Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, por
ser el primero en pisar tierras Americanas y haber tenido el honor de levantar el
acta en la que requería a los indígenas que le manifestaran si tenían alguna
objeción contra la ocupación que hacían de esos territorios en nombre de los
reyes de España.

Al pisar por primera vez las tierras que Colón creyó eran las Indias dijo a
Rodrigo de Escobedo, Escribano de toda La Armada, y a Rodrigo Sánchez de
Segovia, así como a todos los cristianos que se encontraban allí “que le diesen
fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión
de la isla, a la cual ponía nombre de Sant Salvador, por el Rey y por la Reina
sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían”.

Rodrigo de Escobedo, en cumplimiento de las funciones a su cargo, tuvo que


levantar documento auténtico del acto solemne del desembarco y toma de
posesión de la isla, ya que la costumbre de la época exigía este tipo de
documento; y Colón debía llevar ante los reyes documentos de su hazaña.

La Independencia Efímera.

Fue el período de tiempo transcurrido desde el golpe de Estado encabezado


por José Núñez de Cáceres el 30 de noviembre de 1821 hasta el 9 de febrero
de 1822, fecha de inicio de los 22 años de unificación de la isla Española bajo
las leyes de la República de Haití.

Durante el resto del tiempo de la colonia la situación de nuestro notariado no


registro ningún cambio, hasta el 1821 con la independencia efímera, y la
consecuente ocupación del país en 1822 por los haitianos.”No tenemos
referencias sobre cómo se desarrolló el notariado en la época, pero suponemos
que fue común al notariado haitiano”. (Gómez, Manuel. “Tratado de Derecho
Notarial Dominicano”)
El Derecho Notarial Durante el Periodo de la Ocupación Haitiana

Tan sólo tres meses después de obtener la independencia de España en 1821,


la parte oriental de la isla fue sometida al yugo haitiano por 22 años,
terminando ésta con la proclamación de Independencia el 27 de febrero de
1844.

En 1822 entraron a regir los códigos Franceses en el país y con ellos la ley
Francesa del 25 del ventoso, año XI del calendario de la Revolución Francesa,
o sea, el 16 de Marzo de 1803.

La administración Pública estaba dirigida, por aplicación de una Ley del 22 de


marzo de 1819, por tres altos funcionarios: El secretario de Estado, el
Secretario General y el Gran Juez, a este último le correspondía, hasta que su
cargo fue suprimido por la Constitución haitiana de 1843, designar los notarios
luego de ser aprobados en un examen por una comisión de tres colegas y
estaban limitados a seis en la capital de la República, cuatro por cada común
cabecera y dos para cada una de las otras comunas.

Estos notarios quedaban bajo la supervisión de los tribunales y debían enviar al


Gran Juez copia de todos los actos traslativos de propiedad Inmobiliar y cada
tres meses debían someter sus protocolos al examen del comisario del
gobierno.

Con la ocupación haitiana durante 22 años se afianzó el desarrollo de la


legislación Francesa en la parte oriental de la isla y cuando se proclama la
independencia de la República en 1844, ya la adopción de los códigos
Franceses iba a ser una realidad.
Época Republicana.

Por el Manifiesto del 16 de enero de 1844, que unificaba todas las tendencias y
justificaba las causas para luchar por la Independencia de Haití, se creó un
gobierno provisional llamado Junta Central Gubernamental con la facultad de
emitir decretos hasta tanto se aprobara la Constitución de la que sería una
nueva República.

La Junta Central Gubernamental, por Decreto de fecha 17 de agosto de 1844


ordenó las impresión de papel sellado con el escudo nacional, para sustituir el
de Haití, disponiéndose que debían redactarse en papel timbrado y ante notario
“todos los actos y documentos civiles, judiciales, extrajudiciales entre partes y
bajo firma privada”, constituyendo este la primera disposición propiamente
nacional que se refiere expresamente a la actuación escribanil.

Durante la Primera República, el 7 de junio de 1845, se encargó al Secretario


de Estado de Justicia e Instrucción Pública, a supervisar las actuaciones de los
notarios y legalizar los documentos oficiales destinados al extranjero.

El Presidente Santana, mediante el decreto No. 108 del 23 de junio de 1847,


ordena la traslación de los archivos de las antiguas escribanías existentes
hasta 1821 y que estuvieren depositados en los Tribunales de Justicia Mayor
de la Capital y demás provincias, a ser entregados a la Suprema Corte de
Justicia y los de los años siguientes al 1822 a los escribanos que les
sucedieron.

La Ley de Organización Judicial de 1852 dispuso que los Escribanos fueran


designados por el Poder Ejecutivo y posteriormente, cinco años después volvió
a ser la que designa al notario
Durante la Anexión a España

En 1861 el país fue anexado nuevamente a España, recuperando finalmente su


independencia en 1865 con el Movimiento de la Restauración.

No hay documentos sobre la incidencia que pudieron tener las leyes españolas
durante

el periodo de 1861 al 1863, tiempo que fuimos considerados una provincia de


ultramar de España, pero se cree que alguna aplicación hubo ya que en
nuestra “madre patria”, se promulgo la Ley del notariado de fecha 28 de mayo
del año de 1862 que fue considerada como la mejor ley de Europa.

Derecho Notarial Después de la Restauración.

El gobierno provisional del presidente José María Cabral y Báez derogó la ley
No. 472 y se promulgó el 31 de octubre de 1866 la Ley No. 966 que creó el
Reglamento Orgánico Judicial. Esta ley hacía obligatorio para los notarios
remitir el índice de sus actuaciones a la Suprema Corte de Justicia hasta el 31
de diciembre de 1866.

A partir de esa ley de 1866 y hasta finales del siglo XIX, algunas de las leyes
se refirieron tangencialmente al tema del régimen notarial para tocar algunos
puntos específicos, generalmente referentes a la regulación de aspectos
judiciales.
Durante el Siglo XX

En el inicio del siglo XX, el día 28 de julio de 1900, el Presidente Juan Isidro
Jiménez promulgó la Ley No. 4037, del Notariado, la que, al leerla desde su
artículo primero se comienza a evidenciar que se trata de una simple copia de
la ley francesa conocida como “Ley del 25 Ventoso” la que contenía
un estatuto completo sobre el notariado, con todas las características actuales
del notario latino, y cuyas disposiciones fundamentales y principios básicos
aparecen recogidos en la legislación dominicana.

Con la promulgación de la ley de julio de 1900, se compendiaron varias


disposiciones dispersas sobre ejercicio notarial, se reglamentó la designación
de Notarios que debería hacer la Suprema Corte de Justicia, dictando normas
sobre los actos notariales y los protocolos y estableciendo una tarifa por las
actuaciones de los notarios. Se mantuvo vigente, con algunas
modificaciones, hasta el año 1927.

Primera ley sobre el notario en República Dominicana.

Varias leyes se promulgaron y se dictaron diversos decretos tendentes a


regular el ejercicio notarial en la Republica Dominicana, pero no fue sino hasta
el 11 de mayo de 1857, cuando el presidente de entonces Buenaventura Báez,
promulgo la ley no. 472 de escribanos públicos, que constituye la primera ley
sobre notariado en el país, ya que a más de regularlo, denomina por primera
vez en nuestra legislación a los escribanos con el nombre de Notarios.

El 8 de noviembre de 1927 fue promulgada por el Presidente de la República


Don Horacio Vásquez la Ley no. 770 del Notariado, publicada el 16 de
noviembre de 1927 en la Gaceta Oficial No. 3914.

La Ley tenía 63 artículos divididos en cinco capítulos que recogen lo relativo a


los notarios y sus actos, así como las copias y lo referente al protocolo y
guarda y transmisión de los archivos notariales. Esta ley No. 770, a pesar de
que sufrió varias modificaciones, se mantuvo regulando el ejercicio notarial por
más de treinta y cinco años hasta que fue completamente derogada y sustituida
por la presente ley, la No. 301, que derogó la Ley 770 y sus modificaciones, así
como cualquiera otra que le sea contraria.
BIBLIOGRAFÍA.

Ley 140-15 del Notariado e instituye el Colegio Dominicano de Notarios.

Castillo, N. (2009). Manual de Derecho Notarial. Tomo I. Santo Domingo,


República Dominicana: Ediciones Jurídicas Trajano Potentini.

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