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Hospitales Psiquiátricos en la Antigüedad

Luz Santana 2019-00048

Grace Pérez 2019-00158

Manuel Hernández 2019-00021

Escuela de Psicología; Universidad UTE

PSI-120: Historia de la Psicología

Myrna Pluyer

Octubre 18, 2019

Santo Domingo, D.N.


I

ÍNDICE

ÍNDICE.......................................................................................................................................I

INTRODUCCIÓN....................................................................................................................1

OBJETIVOS..............................................................................................................................2

OBJETIVO GENERAL................................................................................................................2

OBJETIVOS ESPECÍFICOS..........................................................................................................2

METODOLOGÍA.....................................................................................................................2

MARCO TEÓRICO.................................................................................................................3

HISTORIA DE LOS HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS DE LA ANTIGÜEDAD.......................................3

MANICOMIOS Y SU PROPÓSITO EN LA ANTIGÜEDAD...............................................................7

TIPOS DE PRÁCTICAS EMPLEADAS EN HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS DE LA ANTIGÜEDAD........8

CONCLUSIÓN.......................................................................................................................14

BIBLIOGRAFÍA.....................................................................................................................15
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Introducción

La historia de los hospitales psiquiátricos no solo estuvo estrechamente vinculada a la de

todos los hospitales del continente americano como del europeo, pero también nace a raíz de las

ideologías religiosas y los mitos populares en aquella época, pero el resultado obtenido de

críticas hacia esos pensamientos sin base científica, sirvió como puente para una nueva idea del

tratamiento a lo que se le conoce como trastorno mental. Estos continentes, tanto el americano

como el europeo, apoyaron la creación de los primeros hospitales públicos y privados a

mediados del siglo XVII – XVIII y reconocieron la misión importante de brindar atención y

tratamiento a las personas con síntomas graves de enfermedades mentales.

La mayoría de los hombres y mujeres físicamente enfermos permanecían con sus familias y

recibían el tratamiento en sus hogares. Dentro de las comunidades sociales, toleraban la idea de

que una persona podía tener comportamientos extraños y que podían permanecer en sus hogares

y llevar un tratamiento igual que a los demás en función de lo que derecho se refiere. Pero otras

personas eran demasiado violentas o perturbadoras para quedarse en casa o en las comunidades.

Estas ideas que luego se le llamó tratamiento moral, prometieron una cura para las

enfermedades mentales a quienes buscaban “asilo” en un hospital psiquiátrico.


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Objetivos

Objetivo General

Explicar la historia de los hospitales psiquiátricos en la antigüedad.

Objetivos Específicos

 Demostrar la institucionalización de los hospitales psiquiátricos de la antigüedad.


 Informar acerca de las funciones y condiciones de los hospitales psiquiátricos de la

antigüedad.
 Conocer las distintas prácticas empleadas en los hospitales psiquiátricos.

Metodología

Mediante la utilización de instrumentos tales como revistas médicas, artículos de páginas

web, libros e informes, se sustentó la investigación acerca de la evolución hacia el trato de los

enfermos mentales, la institucionalización de las instituciones psiquiátricas en la antigüedad y los

tipos de técnicas empleadas.


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Marco Teórico

Historia de los hospitales psiquiátricos de la antigüedad

La medicina moderna puede verse como una búsqueda para comprender la patogénesis 1 de

una enfermedad. Una vez que la patogénesis se ha establecido mediante un experimento

científico, se pueden hacer diagnósticos precisos y desarrollar terapias dirigidas. A veces, la

patogénesis de una enfermedad es increíblemente sorprendente, un ejemplo de esto es las

úlceras. Antes se creía que esta enfermedad era causada por estrés, pero nadie tenía idea de que

algunas bacterias podían vivir en un ambiente ácido como el del estómago. Más adelante, Robin

Warren y Barry Marshall observaron la bacteria en el epitelio del estómago gástrico inflamado y

posteriormente en gastritis asociadas a úlceras péptica[ CITATION Paj06 \l 1033 ]. Este

descubrimiento propuso que una bacteria llamada Helicobacter pylori era crucial para la

aparición de muchas úlceras pépticas. Pero, ¿qué puede hacer la medicina cuando la patogénesis

sigue siendo difícil para alcanzar?

Esta pregunta pudo haberse realizado durante muchos años en la antigüedad. En la obra de

Anne Harrington, profesora de historia de ciencias de Harvard, llamada reparador mental, en su

titulo original “Mind Fixer”, explora la problemática de la psiquiatría en la búsqueda biológica

de la enfermedad mental, donde se muestra una progresión de paradigmas adoptados por

neurólogos, psiquiatras y psicólogos, así como pacientes y sus defensores. Su narrativa inicia a

finales del siglo XIX, cuando investigadores exploraban la anatomía del cerebro en un intento de

identificar los orígenes de los trastornos mentales. Los resultados fueron infructuosos y un

fracaso. Algunos psiquiatras buscaron causas no biológicas, incluidas las psicoanalíticas, para los

trastornos mentales. Otros, se duplicaron en el enfoque biológico y como la autora describe,

1 S. origen y Desarrollo de una enfermedad o trastorno mental o físico. También llamada nosogénesis; patogenia. -
patogénico adj.[ CITATION Ame02 \l 1033 ]
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“persiguieron cada vez más una mescolanza de teorías y proyectos, muchos de los cuales, en

retrospectiva, parecen tanto mal considerados como incautos”[ CITATION Har19 \l 1033 ].

Los hombres por años han puesto la existencia de agentes externos al cuerpo y al ambiente

como influencias en el accionar de la persona, en su pensamiento y emociones [ CITATION

Esp06 \l 1033 ]. En base a esto, las creencias religiosas sepradas de las filosofías de la

antigüedad, jugó un papel importante en el estudio de la salud mental o en las ciencias médicas

en general, debido a que el hombre justificaba que las enfermedades mentales eran otorgadas por

entidades superiores e inalcanzables al hombre. Para los siglos XVII-XVIII, los “profesionales”

de la mente, consideraban que los trastornos eran posesiones demoniacas y que su unica cura era

la muerte. Pero, más adelante, los dolientes que presentaban sindromes de trastornos mentales

eran encerrados y aislados de la sociedad para ser “tratados” o mejor dicho, para ser pasarse

como conejillos de india en la búsqued de una explicación de las anomalías presentadas por los

pacientes[ CITATION San19 \l 1033 ]. Estos establecimientos que en la actualidad se les conoce

como hospitales psiquiátricos, se les conocía como asilos para lunáticos.

El surgimiento del asilo mental y su transformación gradual y su eventual reemplazo por el

moderno hospital psiquiátrico2, explica el surgimiento de la psiquiatría organizada e institucional.

Partiendo de lo expuesto anteriormente, es cierto que hubo instituciones anteriores que

albergaban a los llamados locos, pero esas instituciones tenían como propósito o, mejor dicho, la

idea de que la solución adecuada para tratar a personas consideradas como locas era parte de un

proceso social que comenzó a buscar la solución a dichos problemas que indirectamente

ayudarían a familiares y comunidades sociales. En sus orígenes fueron templos griegos, luego al

pasar por el oscurantismo, las personas eran recluidas en instituciones donde no recibían

2 Centro hospitalario destinado al tratamiento, cuidado y custodia de los enfermos mentales [ CITATION Mic19 \l
1033 ]
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tratamiento y cuando presentaban conductas trastornadas, eran encadenadas. En el mundo

islámico, los bimaristas3 eran tratados con respeto por su trabajo y empeño con el cuidado y

amabilidad hacia los pacientes. En el año 872, Ahmad Ibn Tulun, construyó un hospital en el

Cairo el cual brindaba atención a los locos aplicándoles la musicoterapia.

El nivel instituciones especializadas para el control y cuidado de locos seguía siendo

extremadamente limitados a comienzos del siglo XVIII. La mentalidad acerca de lo que se

consideraba “locura” fue vista principalmente como un problema doméstico con las familias y

autoridades parroquiales en Europa e Inglaterra [ CITATION Suz91 \l 1033 ]. Algunas ciudades

tenían “torres de tontos” caracterizadas por un número pequeños de celdas reservadas para

lunáticos. A finales del siglo XVII este modelo comenzó a cambiar, los asilos se privatizaron y se

expandieron en tamaño.

Durante la Ilustración, las actitudes hacia los enfermos mentales comenzaron a cambiar. Los

trastornos para ese entonces se les atribuía un tratamiento compasivo que ayudaría en la

rehabilitación del paciente. Estos tratamientos humanitarios fueron introducidos por el médico

francés Philippe Pinel y William Tuke. En la primera revolución psiquiátrica, Philippe Pinel,

motivado por la institucionalización de un amigo en un asilo mental, pasó años observando los

mentalmente afligidos. El formó parte y es acreditado a la descriminalización de los trastornados

mentales e hizo retirar cadenas a esas personas y abogó que los problemas mentales debían ser

manejados cuidadosamente mediante la observación y trato moral, pero se permitían el uso de

camisas de fuerzas. A los pacientes se les permitió moverse libremente por los terrenos de las

instalaciones y finalmente se les habilitó habitaciones iluminadas y bien ventiladas. Pinel

3 Término persa que denota un hospital psiquiátrico donde los enfermos eran atendidos y acogidos por un personal
cualidifado [ CITATION Dic19 \l 1033 ].
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argumentó que la enfermedad mental era un resultado de una exposición excesiva al estrés social

y psicológico, a la herencia y al daño fisiológico [ CITATION JRa19 \l 1033 ].

William Tuke dirigió el desarrollo de un nuevo tipo de institución llamado el Retiro de York,

donde más de 30 pacientes vivían como parte de una pequeña comunidad tranquila donde se

dedicaban al descanso combinado con conversaciones y trabajo manual, rechazando las teorías y

técnicas médicas. Minimizaron las restricciones y cultivaron la racionalidad y fuerza moral. Toda

la familia Tuke fueron conocidos como fundadores del tratamiento moral. Crearon un espíritu de

estilo familiar. Si los pacientes se comportaban adecuadamente, eran recompensados, de lo

contrario, se les infundía miedo. El tratamiento dependía de la autonomía moral del paciente.

Samuel Tuke nieto de William, publicó un tratado con la utilización de el tratado de la locura de

Pinel y le llamó El Retiro de Tuke. Este se convirtió en un modelo en todo el mundo para el

tratamiento humano y moral a pacientes que sufren de trastornos mentales.

Con el tiempo, las teorías e ideologías de profesionales dieron paso a una idea orientada a los

derechos humanos y se formularon legislaciones que protegían el cuidado físico y mental de los

pacientes en instituciones para enfermos mentales en países industrializados. A finales del siglo

XIX, se habían establecido sistemas nacionales de asilos regulados para enfermos. En gran

Bretaña había quizás, miles de lunáticos alojados en una variedad de instituciones dispares; pero

a principios del siglo XX, la cifra de perturbados mentales creció a más de 100,000[ CITATION

Roy06 \l 1033 ].
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Manicomios y su propósito en la antigüedad

El propósito de las primeras instituciones mentales no era el tratamiento ni la cura, sino la

segregación forzada de los reclusos de la sociedad", escribe Jeffrey A. Lieberman en Shrinks:

The Untold Story of Psychiatry. "Los enfermos mentales eran considerados desviados sociales o

inadaptados morales que sufrían castigos divinos por alguna transgresión inexcusable.

Si bien el manicomio existió junto a otros modos alternativos de comprender y tratar la

locura, en sus inicios, allá por el 1800, gozó de un gran consenso entre el cuerpo médico porque

el proceso de curación se sostenía sobre una fe inquebrantable en la necesidad de aislar al

paciente de la comunidad. Incluso cuando la segregación dejó de ser el eje de la teoría y la praxis

asistencial, tras comprobar su ineficacia, los psiquiatras siguieron aferrándose al manicomio

como signo de identidad [ CITATION Lóp88 \l 1033 ].

Luego, en 1905, el descubrimiento de las bacterias de la sífilis demostró que podría haber una

causa física para los trastornos mentales. Pronto Sigmund Freud llegó, y él y sus seguidores

demostraron que la enfermedad mental puede ser también un resultado de factores

medioambientales o traumas. Pero incluso después de estas formas alternativas de ver y entender

la enfermedad mental, junto con los avances científicos de la época, la población en general, a

principios de 1900, todavía no tenía una comprensión real de estos trastornos. La mayoría de la

gente veía los hospitales psiquiátricos como lugares de miedo y horror.

Las cadenas, las torturas, las camisas de fuerza, el hacinamiento, la mala alimentación, el trato

denigrante y otras lindezas fueron remitiendo, aunque muy lentamente. Es fácil entender que en

esas condiciones era difícil recuperar a un paciente para que pudiera hacer vida normal.

Hoy, por supuesto, tenemos una comprensión mucho mejor de salud y enfermedad mental. Es

difícil de creer que la tortura fuese un tratamiento para la enfermedad mental antiguamente, pero
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hay ¡tantas cosas difíciles de creer en la historia! hoy en día tenemos medicamentos , tecnología

y otros tratamientos para ayudar a curar a los enfermos mentales. Tal vez algún día la ciencia

será capaz de darnos una mejor comprensión e incluso respuestas a las causas de estas

alteraciones en toda su amplitud.

“Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparíamos de estar encerrados por locos…”

(Jacinto Benavente)

Tipos de prácticas empleadas en hospitales psiquiátricos de la antigüedad

El tratamiento de salud mental hoy en día no es un paseo por el parque, desde compañías de

seguros que niegan cobertura, hasta un estigma duradero, incluso hasta el hecho de que muchos

de los enfermos mentales más graves entre nosotros eran abandonados en las calles o enviados a

prisión. Es un eufemismo decir que queda trabajo por hacer. Sin embargo, la historia inhumana

del tratamiento de salud mental nos recuerda cuán lejos hemos llegado.

Antes de la psicoterapia moderna, antes de Prozac, antes de la estimulación cerebral profunda,

existían trépanos craneales, duchas calientes y extracciones dentarias como ya hemos

mencionado anteriormente. Los anales de la medicina psiquiátrica datan desde los griegos y los

egipcios antiguos y contienen (tal vez más que en cualquier otro campo de la medicina) una serie

de tratamientos inusuales que en la actualidad inquietarían incluso al consejo de certificación

médica más tolerante. Algunos tienen un grado de sentido científico, algunos eran avances

genuinos y casi todos eran calamidades. A continuación hemos integrado una serie de algunos de

los tratamientos psiquiátricos más extravagantes propuestos durante toda la civilización humana.
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Trepanación

El procedimiento neuroquirúrgico más antiguo conocido, la trepanación, es el método

mediante el cual se trepana un orificio en el cráneo y se extrae un segmento de hueso,

exponiendo de esta manera el contenido intracraneal. Los indicios arqueológicos indican que la

trepanación ya se llevaba a cabo desde el periodo Mesolítico, utilizando herramientas de piedra

bruta, y casi en todos los rincones del mundo. Los motivos exactos de que nuestros ancestros

llevasen a cabo este procedimiento se pierden en el tiempo, aunque probablemente tenían

orígenes ritualistas o espirituales. Su utilización se expandió para tratar las enfermedades

mentales y la epilepsia (ambas probablemente agrupadas bajo el término general de "locura")

durante la Edad Media y el Renacimiento, cuando se creía que retirar hueso permitiría "escapar

al demonio". Un contingente pequeño pero vocal de los adeptos en los días modernos continúa

abogando por sus beneficios en la Nueva Era para expandir la consciencia y lograr el

esclarecimiento[ CITATION Ver13 \l 1033 ].

Tratamiento de la histeria

A pesar de su título merecido de "padre de la medicina occidental", la teoría de Hipócrates en

torno a las enfermedades mentales en las mujeres inspiró muchos siglos de misoginia médica. El

médico griego antiguo atribuía los síntomas psiquiátricos de la mujer a "histeria" o el

desplazamiento del útero por todo el cuerpo. Una "cura" implicaba la exposición a sustancias

malolientes, cuyo propósito era repeler al útero de las regiones superiores del cuerpo. Platón

propuso que las pacientes simplemente se casaran y se embarazaran, pues, según creía, la

gestación aseguraba la posición adecuada del útero. En la era cristiana surgió un nuevo

sospechoso principal de los síntomas histéricos: la posesión demoníaca. El famoso neurólogo

francés Jean-Martin Charcot creía que la "histeria" era resultado de la disfunción de la corteza
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cerebral, en tanto que su estudiante Joseph Babinski consideraba que era de carácter psicológico.

El diagnóstico persistió hasta muy avanzado el Siglo XX; sin embargo, al padecimiento se le ve

ahora como un "trastorno conversivo", en el cual el estrés psicológico se manifiesta en síntomas

físicos [ CITATION Ste16 \l 1033 ].

Frenología

Uno de los disparates mejor conocidos de la historia de la psiquiatría, la frenología o "la

ciencia de la mente", proponía que zonas diferentes del cerebro controlaban funciones singulares

relevantes para la personalidad y las facultades mentales. Inicialmente desarrollada a fines del

Siglo XVIII por el médico vienés Franz Joseph Gall, la frenología puede considerarse casi como

un avance con respecto a las supersticiones antiguas, al establecer la primera teoría exhaustiva

moderna de la localización cerebral. No obstante, en la práctica, la frenología rápidamente se

transformó en algo más cercano a un juego de salón. Los frenólogos consideraban que diferentes

regiones del cerebro, ejercitadas como músculo, estarían proporcionalmente representadas en el

cráneo, y podrían "interpretarse" para determinar las fortalezas y debilidades del carácter. La

frenología dejó de ser utilizada por los médicos cuando se determinó que no tenía poder

predictor, pero su repercusión negativa en la historia resultaría más duradera.

Mesmerismo

A principios de la década de 1770, el médico austriaco y teólogo Franz Friedrich Anton

Mesmer planteó su noción de "magnetismo animal", que más tarde se definió con el término de

"mesmerismo". Mesmer postuló la teoría de que cualquier serie de enfermedades eran producidas

por campos magnéticos naturales, los cuales luego se realineaban para mejorar la salud.

Inicialmente administraba hierro en dosis altas a los pacientes, el cual sería guiado a través del

cuerpo por Mesmer con la ayuda de imanes colocados en zonas estratégicas. Otras variaciones
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exigían que los pacientes se sentaran en tinas llenas de sustancias químicas con barras de hierro

aplicadas a las zonas del cuerpo afectadas. Con el tiempo, Mesmer afirmó poseer él mismo

poderes magnéticos y utilizaría la energía sugestiva de solo sus manos para tratar a los pacientes.

Con sus dotes para la representación teatral (no era infrecuente el uso de prendas de color

púrpura de mago) y con afirmaciones de haber curado la ceguera histérica con sus tratamientos,

Mesmer se ganó con su encanto a las altas esferas de la sociedad parisina. Su capacidad

persuasiva encontró sus límites ante un escéptico Rey Luis XVI, quien creó una comisión real de

científicos que con el tiempo desacreditó las afirmaciones de Mesmer. Aunque escarmentado en

lo personal, las teorías de Mesmer resultarían perdurables, sentando las bases para la práctica del

hipnotismo y de diversos tipos de psicoespiritualismo estadounidense.

Terapia giratoria

A principios del Siglo XIX hubo una moda pasajera y desconcertante de utilizar la fuerza

centrífuga para tratar las enfermedades mentales. La "terapia giratoria", como se le conocía, se

atribuye a Erasmo Darwin, abuelo de Charles, quien propuso que el giro excesivo disminuiría la

"congestión cerebral" al aumentar la presión. Las teorías de Darwin encontraron un adepto

entusiasta en el Dr. Joseph Mason Cox, quien desarrolló una nueva técnica para girar los cuerpos

de los pacientes en una silla especialmente diseñada. Los informes de pacientes que alcanzaban

un estado tranquilo después del procedimiento favorecieron su divulgación en todo el continente

europeo. Médicos de Alemania e Irlanda utilizaron variaciones de las supuestas curas milagrosas

del diseño de Cox para pacientes con histeria, así como la inducción beneficiosa del sueño en la

manía de inicio reciente. No obstante, aunque los beneficios medicinales de estas terapias eran

probablemente inexistentes, fueron notables ya que representan las primeras descripciones de los

efectos biomédicos inducidos por la fuerza G.


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Escisiones quirúrgicas y extracciones dentarias

En los primeros años de la década de 1900, la psiquiatría estaba en una posición incómoda

entre las nociones arraigadas de que las enfermedades mentales representaban fallas hereditarias,

basadas en el carácter, y el concepto freudiano más vanguardista del psicoanálisis. Los que

buscaban otra forma de avanzar tuvieron un modelo de rol infortunado en Henry Cotton, el

superintendente del Hospital del Estado de New Jersey, en Trenton. Cotton consideraba que las

enfermedades mentales tenían sólo una causa: infecciones corporales cuyas toxinas provocaban

la intoxicación del cerebro. Cotton trataba de retirar estas infecciones crónicas en su origen, que

consideraba eran los dientes, amígdalas, bazos, úteros y otros órganos de sus pacientes.

Afirmando tasas de curación de más del 80%, Cotton de hecho estaba ocultando las tasas de

mortalidad de algunos procedimientos que eran próximas al 45%. Aunque nadie aclama por un

retorno a los métodos brutales propuestos por Cotton, investigaciones recientes sobre la función

de la inflamación en las enfermedades mentales indica que su idea de que los trastornos mentales

están ligados a las infecciones, en algunos casos, tiene alguna asociación.

Hidroterapia

Muchos psiquiatras de principios del Siglo XX sobre todo los del Asilo para Enfermos

Mentales de Londres, adoptaron los potenciales poderes curativos del agua. Se pensaba que las

duchas extremadamente calientes o frías, las envolturas de agua y los baños podrían tratar

diversos trastornos mentales, entre ellos: insomnio, ideación suicida, agresividad y depresión

maníaca. Los baños podían durar hasta varios días y a menudo se llevaban a cabo en lugares

tenuemente iluminados, tranquilos, y es posible que hayan proporcionado los beneficios

psiquiátricos de diversas formas de meditación que se aprecian hoy en día. Un documento de


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1908 de la Junta de Comisionados Estatales de la Beneficencia Pública de Illinois, dice: "Los

informes de un gran número de hospitales públicos y privados para enfermos con padecimientos

mentales en Estados Unidos demuestran que la hidroterapia se ha utilizado muy ampliamente

durante los últimos tres años e invariablemente cada director médico se refiere a este tratamiento

hipnótico y curativo en los mejores términos".

Tratamiento convulsivo provocado por sustancias químicas

En 1934, el neuropatólogo húngaro Ladislas Joseph von Meduna hizo una observación: La

esquizofrenia y la epilepsia raras veces se presentaban simultáneamente en pacientes

individuales. Esta suposición desde entonces ha resultado falsa; en la actualidad se considera que

los pacientes con epilepsia tienen un incremento de ocho veces en el riesgo de esquizofrenia, y

también existe evidencia indicativa de una imbricación genética entre los dos trastornos. Sin

embargo, en ese tiempo resultó suficientemente persuasivo para von Meduna buscar tratamientos

que provocasen convulsiones para curar a los pacientes de su esquizofrenia. Después de intentar

inicialmente provocar convulsiones mediante la inyección de sangre de pacientes epilépticos a

pacientes con esquizofrenia, von Meduna pronto recurrió a sustancias químicas, comenzando con

aceite de alcanfor y con el tiempo utilizando principalmente cardiazol. A von Meduna se le

atribuye reconocer la utilidad de provocar convulsiones completas y se le considera el antecesor

del tratamiento electroconvulsivo.


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Conclusión

Al pasar el tiempo y al desarrollar nuevos conocimientos y aplicarlos a juicio crítico, podemos

darnos cuenta de las diversas tradiciones y culturas que existen en el mundo y como varían en

cada lugar. No existe una cultura que no haya sido víctima de los atroces actos cometidos en el

nombre de la psiquiatría y el tratamiento a los enfermos mentales. Partiendo de un punto de vista

humanitario, los profesionales de la salud mental en la antigüedad carecían de empatía, pero

tenían en abundancia un camino primitivo, vándalo, tedioso y cínicos. Pero claro está que lo

corrupto o dañino no se cambia rápidamente con palabra, más que con fuerza y determinación a

mejorar como fue el caso de los asilos para locos. Tras la transición a un tratamiento más

humano, en la actualidad el enfoque psicoanalítico hacia el tratamiento de la salud mental ha

beneficiado al paciente a ser tratado con más empatía y hacer a un lado los prejuicios que la

sociedad y ha permitir la mejora de los síntomas de cada persona de manera gradual con el apoyo

emocional y seguro del psicólogo.


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