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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONOMICAS

PROGRAMA DE SOCIOLOGIA
CURSO: AUTORES LATINOAMERICANOS
PROFESORA: ROSA E. BERMUDEZ
ENSAYO FINAL
HENRY ALEJANDRO TRIVIÑO
1526576

Antes y después de los 80s: Un análisis del proceso de transición y democratización en


Brasil.
En la década de los 80s Latinoamérica atraviesa una crisis de ámbito económico que influyo
en lo político y social, esta se dio en diferentes grados y condiciones, desde los gobiernos
autoritarios los proceso de transición condujeron hacia la constitución de un nuevo rumbo
para el cual las formas de gobierno se transformaran radicalmente hacia la participación
política de sus actores, a la vez que precedentes como la recesión económica posibilitara una
transición de larga duración hacia la democracia. El presente ensayo tiene el propósito de
intentar comprender cómo ha sido el proceso de transición y democratización en Brasil en
los años 80s, este proceso se orientará en apoyo de Terry Lynn Karl (1991) en “Dilemas de
Democratización en América Latina”.
Brasil posee ciertas peculiaridades que se pueden esbozar a partir de la instauración de la
dictadura cívico-militar. De acuerdo con O’Donnell y Schmitter1 estos regímenes se
constituyeron a partir de la alianza entre la derecha tecnocrática y las fuerzas armadas las
cuales representaban a la sociedad civil, como el cuerpo y ellos como la cabeza dotada de
razón encargada de orientarlos en el deber ser y de reprimir aquello que bajo su concepto
estuviera en contra de sus ideales, posteriormente condujo un proceso de democratización
que según Terry Lynn (1991) se entiende como un proceso histórico con fases de transición,
consolidación, persistencia, y por consiguiente analíticamente distintas, si bien
empíricamente superpuestas.
El régimen cívico militar de Brasil (1964-1985) derrocó al gobierno democrático del
presidente João Goulart e instauró una dictadura militar encabezada por Humberto de
Alencar Castelo Branco. Este periodo se caracterizó por adoptar el nacionalismo, el
desarrollismo y el anticomunismo. El punto más álgido de la fase de represión se presentó
entre 1969 y 1973, a partir de allí se mantuvo abierta una escena política bipartidista –el
ARENA2, partido oficialista, y la oposición tolerada del MDB3-, la represión ideológica y
cultural fue matizada, sobre todo después de la eliminación –física o por exilio- de los
elementos más radicales, y la Doctrina de Seguridad Nacional no fue solo una doctrina de

1
O´DONNELL, G. y SCHMITTER, P (1988) Transiciones desde un gobierno autoritario. Conclusiones tentativas
sobre las democracias inciertas, vol. 4, Buenos Aires, Paidós.
2
Alianza Renovadora Nacional.
3
Movimiento Democrático Brasileño, partido de oposición “tolerada”.
contrainsurgencia sino también de desarrollo4. Aunque el neoliberalismo fue fundamental
para la política económica, esta no postulo una apertura total de la economía en la dictadura
pero -si el ingreso de capitales y tecnología extranjeros diversificados en su origen y
orientados a la modernización capitalista del país-produciéndose una militarización
profesional y tecnocrática a causa de una excesiva dependencia del mercado internacional5.
En el ámbito social, producto de este proceso de modernización capitalista, se da una
burguesía industrial fortalecida y el acrecentamiento de una clase obrera moderna.
Crisis política y transición
En 1974, Ernesto Geicel (presidente entre 1974 y 1979) elabora y empieza dentro del
gobierno un proyecto de transición política “lenta, gradual y segura” que se extendió hasta
1985. Superado el bipartidismo forzado con la victoria electoral del MDB (1979), el
escenario se empieza a tornar multipartidista. A partir de 1978 con la nueva ley de partidos,
el ARENA se convierte en PDS6 y el MDB en PMDB7. Aparecen entonces nuevas
organizaciones y disposiciones legales de democracia política que se ven reflejadas en las
elecciones de prefecturas de 1985. La ruptura del partido de gobierno PDS da origen a la
constitución del PFL8 -esta facción apoya y hace un llamado en el movimiento las diretas ja
que principalmente buscaba elecciones directas presidenciales- y junto con el PMDB
constituyen la AD9. El triunfo de la Alianza Democrática en el Colegio Electoral dio la
presidencia a Tancredo Neves, pero este murió antes de asumir el cargo y lo sucedió su
vicepresidente José Sarney. Y aunque el elegido presidente es por elección desde el Colegio
Electoral, sus antecedentes siguen siendo de un acuerdo entre las elites políticas de la AD,
continuando el ejecutivo fuera de una consulta popular y democrática.
La Nova Republica de José Sarney (1985-1990) trae consigo el discurso de liberalismo con
una pretensión de conciliación con el neoliberalismo y con el desarrollismo, pero esta escena
política abre caminos diferentes. La derrota del PMDB, siendo el partido político más grande
del país, en las dos principales ciudades y la ruptura de la Alianza Democrática, retornando
el PFL con facciones del PDS y surgiendo así el PLP10 como nuevo partido de la derecha, se
consolida el escenario político para la nueva izquierda configurada por el PDT11 y el PT12.
Un significativo avance hacia la transición democrática se da en la redefinición de la agenda
pública, dada a partir de un conjunto de factores externos e internos, que rompe con el anterior
orden en aspectos políticos y económicos y la construcción del régimen democrático

4
VASCONI, T. (1986). Argentina y Brasil: Perspectivas de dos procesos de transición democrática. Revista
Mexicana De Sociología, 48(3), 31-43. doi:10.2307/3540444.
5
KARL, T., & URQUIDI, M. (1991). Dilemas de la democratización en América Latina. Foro Internacional, 31
(3(123)), 388-417. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/27738372
6
Partido Democrático Social, partido de gobierno del régimen.
7
Partido Movimiento Democrático Brasileño.
8
Partido de Frente Liberal, partido surgido de la fragmentación del PDS y que se adhiere al MDS.
9
Alianza Democrática, partido que se constituyó entre la facción del PDS y el MDS.
10
Partido Liberal Progresista, partido que se constituye entre el PFL y facción del PDS.
11
Partido Democrático Trabalhista.
12
Partido Trabalhista, partido de origen obrero, pero con ascendencias en clases medias progresistas.
consagrado en la Constitución Política de 1988, pero donde los objetivos sociales aún eran
sustituidos por los objetivos de estabilización y ajuste fiscal.
Crisis económica y democratización
El surgimiento de nuevos movimientos sociales y cívicos, una clase media que demanda
culturalmente un cambio, la presencia de “actores significativos” en el escenario político, un
movimiento obrero fortalecido por el descontento de la recesión económica de los años 80s,
la búsqueda de la reivindicación de derechos sociales que habían sido anulados durante el
gobierno autoritario y unas condiciones laborales que se agudizaron por causas de la política
de financiarización a la deuda, da origen a unas condiciones previas13 para una
democratización.
La elección de José Sarney, es la primera reorientación política y económica de Brasil tras la
crisis económica de los 80s, aunque aún sigue siendo elitista y de origen burgués-liberal, el
gobierno de Sarney muestra un indicio de la ruptura con el pasado autoritario, pero este
proceso aún se verá como una contaminación del camino de la transición democrática. El
periodo entre 1985 y 1988 condujo a la consolidación de las reglas de juego democrático e
implicación de una garantía de gobernabilidad mediante la negociación de los conflictos
políticos. Las interacciones estratégicas y acuerdos tentativos serán la forma de consolidación
clara de la transición para dar un juego político estable, pero aún bajo un grado de
incertidumbre14 predecible y reglado. Hasta aquí aún se mantenía un modelo desarrollista,
pero hay un nuevo suceso, la consideración del retorno de la democracia consolidada
institucionalmente con la nueva Constitución Política, afirmando derechos expropiados de la
ciudadanía por la dictadura.
Fernando Enrique Cardoso (1994-1998 y 1998-2002) continuo con el proyecto de apertura
neoliberal de Fernando Collor de Mello, quien llego a la presidencia en 1989 pero que fue
depuesto por el congreso en 1992 por corrupción. Enrique Cardoso llegaría así, luego de una
significativa expansión económica y desarrollo industrial durante la dictadura y seguida de
una década de crisis, a un Brasil que se vio afectada por la recesión económica inflacionaria
de pago a la deuda. La promesa de estabilidad monetaria para la reconquista de Brasil en el
desarrollo económico, inversión extranjera para la modernidad tecnológica, la generación de
empleos, una política de redistribución de renta y acceso del país al primer mundo15 hacen
parte ahora del horizonte del “Plan Real”, que para su primer mandato se consideró exitoso
en la conquista de la estabilización monetaria sostenida, producto de esto será entonces la
ejecución de las llamadas reformas estructurales. El mantenimiento del equilibrio
macroeconómico como fundamento de crecimiento sostenible hacia unas reformas

13
Terry Lynn Karl en “Dilemas de la Democratización” hace la aseveración que ya estas no deben ser vistas
como condiciones previas sino como productos de un proceso de democracias estables (pág. 397).
14
Terry Lynn (1991) dice: “Durante las transiciones de régimen, todas las interacciones y los cálculos políticos
son muy inciertos” (pág. 399)
15
Véase en: “El Brasil pos-Cardoso La herencia” (2004).
estructurales será la segunda reorientación política y económica que va direccionada hacia el
neoliberalismo.
Como tercera reorientación política y económica, la ejecución de la agenda del
desmantelamiento de la “Era Vargas” produjo la desarticulación del anterior modelo de
desarrollo, desgastando el pacto corporativo que sostenía la industrialización de la sustitución
de importaciones. La extensión de las nuevas políticas económicas puestas en práctica había
alcanzado un punto de no retorno, considerándose anacrónico alguna posibilidad de
regresión. Solo el camino hacia el neoliberalismo y la desregulación de la economía se
imponen como estrategias para los desafíos actuales logrando una contención de la inflación.
Según lo anterior los siguientes datos que proporciona Sader Emir (2004) afirman que:
“Como resultado de este mecanismo monetarista, la inflación cayó del 50% en junio de
1994 a 6%, un mes después de la implantación del Plan, manteniéndose en niveles bajos a
lo largo de todos los años del gobierno de Femando Henrique Cardoso, llegando al mínimo
de 1,79% en 1998, para volver a subir después de la crisis de 1999, aunque siempre abajo
de los dos dígitos” (pág. 2)
Pero el panorama de Enrique Cardoso para su segundo mandato cambio trascendentalmente.
Con un endeudamiento del sector público superior al 30% en un periodo de 10 años y el
agravamiento de la crisis en 2002, que llevo al gobierno de Enrique Cardoso a pedir un
préstamo de 30 billones al FMI, 6 billones para no terminar su gobierno con moratoria y el
resto condicionado al próximo gobierno, el gobierno Cardoso se ha convertido básicamente
en la financiarización de la economía y la precarización del trabajo. El endeudamiento, llega
así a consolidarse como una cuarta reorientación política y económica, pero que esta vez
convergerá con el escenario social.
La financiarización y precarización de las relaciones de trabajo, las cuales afectaron
principalmente a las clases medias y recrudecieron la calidad de vida de las capas más bajas
de la sociedad brasileña, condujeron a altos índices de desempleo, informalización y
decadencia del sistema de protección social. Entendiendo que las políticas neoliberales
tuvieron un alto coste social, se generara entonces una fuerte demanda de un proyecto de
desarrollo sostenible para el dilema de estabilización o desarrollo16. Es ahora vital, aunque la
defensa de la estabilización se mantiene, un programa de desarrollo más justo, con espacios
para políticas de lucha contra la desigualdad y la exclusión social.
Como ya se había dicho, los problemas históricos de exclusión y desigualdad muestra un alto
grado de persistencia. Y si bien las anteriores transformaciones produjeron la ruptura de las
bases económicas y político-institucionales del antiguo orden, las reformas y políticas
liberales no fueron suficientes para dar un nuevo nivel de desarrollo, por el contrario,
constriñeron la reactivación del crecimiento y la conquista de niveles satisfactorios de
bienestar. En este sentido, el Partido de los Trabajadores logra capitalizar toda esa fuerza

16
Eli Diniz en “Democracia y desarrollo en Brasil: la relevancia de la dimensión político-institucional” hace
referencia a esta dualidad como un falso dilema en razón del éxito económico desarrollista de la dictadura y
la estabilización económica y salida a la depresión de los 80s que se dio a partir del endeudamiento.
social que quiere desligarse de un modelo neoliberal pero que continua dentro del proceso de
larga duración que intenta estabilizar la economía, así que la conjunción de estos factores
internos y externos germina hacia la victoria de Lula Da Silva en 2002.
Luiz Ignacio Lula Da Silva (presidente entre 2003-2007 y 2007-2011), fue el candidato del
PT que gano las elecciones con el 61% (53 millones de electores), entre el amplio espectro
electoral están los votos tradicionales de izquierda, de sectores descontentos por el modelo
neoliberal, incluyendo algunos sectores del empresariado y de clase media.
El gobierno de Lula Da Silva estuvo en continua tensión entre continuidad y cambio,
prevaleciendo la continuidad en función de los objetivos de estabilización económica y de
ajuste fiscal. La baja gradual de los tipos de interés hacia 2003 no estimularon la inversión
ni el aumento de la producción, tampoco la reducción del desempleo ni la estabilidad de la
renta de los trabajadores. El gobierno mantuvo una relación de choque con el equipo
económico concentrado en los altos niveles burocráticos del Ministerio de Hacienda, Tesoro
Nacional y Banco Central. La dirección de la política macroeconómica permanece hermética
a las demandas de los sectores populares a favor de la flexibilización de las políticas
monetarias y fiscales para la viabilidad del objetivo de una política de desarrollo sostenible.
Recordemos que la adquisición del empréstito de 30 billones al FMI en el gobierno de
Enrique Cardoso dejo una deuda de 24 billones al nuevo gobierno, así que aun con los
factores y compromisos exteriores, se hace posible la adaptación de las necesidades de la
globalización sin renunciar a los cambios vitales según el nuevo electorado. Ya sabiendo la
existencia de condiciones internas y externas, la política exterior del gobierno Lula se
muestra innovadora, una en defensa de la autonomía nacional y liderazgo regional, y otra
como estrategia orientada al equilibrio unilateralista y contra la agresividad de la política
exterior norteamericana.
Consideraciones finales
Hemos visto como la transición está en un proceso de larga duración, de acuerdos e
interacciones políticas desde la elite y que, si bien poco a poco ha ido perdiendo escenarios
de participación relevante ante sectores de representación de los excluidos durante el
gobierno autoritario, su antecedente de transición hacia una democratización, según Terry
Lynn (1991) esta aun enmarcada dentro de una imposición porque aun con la disminución
del uso neto de la fuerza predomino la imposición de reglas y normas desde el complejo uso
del aparato político.
Pero el fin de la guerra fría y la intensificación de la globalización en plena “tercera ola de
democratización” abre el debate acerca de la cuestión democrática, que en términos
sustantivos ya no será solamente el establecimiento de unas reglas y normas formales claras
de juego político y electoral si no el mantenimiento a largo plazo de esa democracia. Diniz,
E. (2004) afirma que, en la constitución del caso brasileño, es necesario volver a los tratados
Rousseau y superar las tres modalidades de déficit acumulados durante el largo plazo. Un
primero, el déficit de integración social, un segundo, el déficit de capacidad de ejecución del
Estado y un tercero, el déficit de responsabilidad. Conllevando lo anterior a una recuperación
del contenido social de la democracia y la ampliación de derechos ciudadanos.
Terry Lynn (1991) dijo que una forma de transición hacia un régimen democrático, que en
un principio se fundó en acuerdo mutuo entre régimen y partido de gobierno, forman ahora
una barrera de control, pero mediados por las nuevas interacciones estratégicas del contexto
de democracia política. Brasil es pues consecuencia de su propio proceso histórico, siendo la
dictadura militar de 1964 la que le imprimió al Estado un sello de juego político bipartidista,
pero que en su total control trajo consigo nuevas demandas que se extrapolaron en factores
internos y externos. Para que se diera una transición hacia la democratización implicó un
aumento de la pobreza, marginalización y desigualdad, e igualmente una reducción de
muchas formas de participación democrática, fue necesario entonces una visión diferente de
desarrollo, una que buscara una correlación Estado, Mercado y Sociedad, siendo el mercado
el que, desde unos factores externos, presionaba el cumplimiento efectivo del Estado y el
“desarrollo” de la sociedad, pero en ausencia de condiciones democráticas internas.

Luego vino la democracia política, la cual conservó el modelo económico, pero que a su vez
abrió espacios de participación política y social, manteniendo anclajes y enclaves liberales
autoritarios en algunas esferas institucionales e incluso sociales, que imposibilitaron una
democracia totalmente confiable y real, atomizándose en la cultura política vestigios
gloriosos autoritarios. Por el contrario, después de la apertura a una globalización, la
democratización aun no centraba sus metas en la equidad e igualdad de oportunidades por
preocuparse del crecimiento económico neoliberal.

Así que la forma de transición hacia el régimen democrático en Brasil determinado por las
interacciones estratégicas, teniendo en cuenta que la necesidad de la estabilización
económica y ajuste fiscal eran fundamentales para hacer tránsito hacia un desarrollo
sostenible y no dejaba al Estado en entredicho con las responsabilidades exteriores, pero que
aun buscaba en este desarrollo el devenir de un proyecto político sostenible17, la estrategia
de predominio de la elite por Imposición18 en el largo plazo agudizo la situación social,
política y económica del país.

Por tal, precarización de los factores internos y externos llevaron al indicio de la necesidad
de una estrategia de transición por Reforma19, una que reconfigura las interacciones que se
“pactaron” durante el régimen autoritario y que dio cuenta que estás ayudaron a una
transición hacia la democratización20, siendo posible por esto el que aún persistan halagos
positivos hacia “formas autoritarias” en la sociedad brasileña, dejando la -cultura política-

17
Esto lo podemos ver más claramente durante el gobierno de Lula Da Silva cuando damos cuenta de que
este buscaba un equilibrio entre los factores internos y externos que lo sucedieron.
18
Uso de la fuerza. Cuadro 1 en: Dilemas de la democratización de Terry Lynn (1991).
19
Acuerdo. Cuadro 1 en: Dilemas de la democratización de Terry Lynn (199).
20
Siguiendo los argumentos de los autores y autoras aquí tratados.
como otro asunto por discutir. Finalmente, la posibilidad de institucionalización de un tipo
de democracia en Brasil a partir de una transición impuesta, hace difícil el camino de la
democratización porque, según Terry Lynn (1991):
“en la medida en que las transiciones sean unilateralmente impuestas por las fuerzas
armadas que no están obligadas a negociar, amenazan con convertirse en gobiernos
civiles controlados por elementos autoritarios que es poco probable que luchen por una
mayor participación, responsabilidad frente a los gobernados, o equidad para la
mayoridad de la población” (pág. 412)
Por tal motivo la consolidación como democracia por Imposición hacia la posibilidad de una
democracia por Reforma condujo hacia un distanciamiento de la dependencia 21 hacia una
autonomía y fortalecimiento de la economía interna, llegando a la oportunidad de una quinta
reorientación política y económica, una que retomo el asunto de la equidad. A su vez que la
visible transición de pacto, cuya principal característica es la democracia corporativista y
que está claramente reflejada durante el periodo de apertura a la globalización y neo
liberalización del mercado, quedo relegada. Finalmente, la transición mediante Reforma con
la intención de un proyecto político sostenible, que tuvo que lidiar con el alto establecimiento
financiero y burocrático que aún era fiel a una apertura económica neoliberal, reforzó la idea
de una política exterior para una renovación de alianzas que gestaron la institucionalización
de políticas económicas, políticas públicas y políticas sociales, el reflejo de esto es el G322,
Mercosur, la ALCA23, CDES24 entre otros.

Bibliografía
1. Karl, T., & Urquidi, M. (1991). Dilemas de la democratización en América
Latina. Foro Internacional, 31(3(123)), 388-417. Retrieved from
http://www.jstor.org/stable/27738372

2. Vasconi, T. (1986). Argentina y Brasil: Perspectivas de dos procesos de transición


democrática. Revista Mexicana De Sociología, 48(3), 31-43. doi:10.2307/3540444

3. Diniz, E. (2004). Democracia y desarrollo en Brasil: La relevancia de la dimensión


político-institucional. Revista CIDOB D'Afers Internacionals, (65), 61-77. Retrieved
from http://www.jstor.org/stable/40586080

4. La Venganza de la Historia. Hegemonía y contra-hegemonía en la construcción de un


nuevo mundo posible. Cap.: El Brasil pos-Cardoso. La herencia. Buenos Aires:
CLACSO, Fondo de Cultura Económica, 2004. ISBN: 950-9231-98-3

21
Teoría de la Dependencia de Enrique Cardoso y Faletto.
22
Grupo conformado por Brasil, Sudáfrica y la India.
23
Área de Libre Comercio de las Américas.
24
Consejo de Desarrollo Económico y Social.

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