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Definición: En 1993 la OMS definió la osteoporosis (OP) como “una enfermedad

sistémica, caracterizada por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la


microarquitectura del tejido óseo que incrementa la fragilidad del mismo, con el
consecuente aumento del riesgo de fractura”.
Qué es
La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce
una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más
porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen
en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor
facilidad.

En condiciones normales, una persona alcanza a los 30-35 años una cantidad
máxima de masa ósea (“pico de masa ósea”). A partir de ese momento, existe
una pérdida natural de masa ósea.

Causas:
El origen de la osteoporosis debe buscarse en los factores que influyen en el desarrollo
y la calidad del hueso. En el interior del hueso se producen durante toda la vida
numerosos cambios metabólicos, alternando fases de destrucción y formación de
hueso. Estas fases están reguladas por distintas hormonas, la desnutrición, la mala
alimentación, el escaso ejercicio físico, los hábitos tóxicos, la falta de vitamina D y la
administración de algunos fármacos también pueden favorecer la aparición de la
osteoporosis.

El riesgo de padecer osteoporosis vendrá determinado por el nivel máximo de masa


ósea que se obtenga en la edad adulta y el descenso producido por la vejez. Además
del envejecimiento, en su aparición intervienen factores genéticos y hereditarios.

Existen muchas otras causas de osteoporosis: alcoholismo,


fármacos (glucocorticoides, tratamiento hormonal utilizado para el tratamiento de
cáncer de mama y de próstata…), enfermedades inflamatorias reumáticas,
endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, entre otras.

Síntomas:
La osteoporosis se ha conocido como la epidemia silenciosa porque no manifiesta
síntomas, hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que
aparezcan fracturas.

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Las fracturas más frecuentes son: fémur proximal, humero, las vertebrales, las de
cadera y las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del radio).

La fractura de cadera se considera un acontecimiento grave debido a que requiere


intervención quirúrgica, y para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque
sea por un periodo.

Existen distintos tipos de osteoporosis:


 Osteoporosis posmenopáusica: la causa principal es la falta de estrógenos. En
general, los síntomas aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque pueden
empezar antes o después de esas edades.
 Osteoporosis senil: resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y de
un desequilibrio entre la velocidad de degradación y de regeneración ósea. Afecta, por
lo general, a mayores de 70 años y es dos veces más frecuente en las mujeres que en
los varones.
 Osteoporosis secundaria: Puede ser consecuencia de ciertas enfermedades, como la
insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales, o de la administración de
ciertos fármacos, como corticoesteroides, barbitúricos, anticonvulsivantes y cantidades
excesivas de hormona tiroidea.

La Prevención de la osteoporosis:

Prevalencia:
Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres después de la menopausia,
aunque también puede hacerlo antes o afectar a hombres, adolescentes e incluso
niños.

Las mujeres tienen más frecuentemente osteoporosis por varios motivos: su pico de
masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida
de hueso (osteoporosis posmenopáusica).

Diagnóstico:
Es difícil establecer unos criterios diagnósticos claros y contundentes que abarquen,
además, el riesgo de fractura. En la actualidad, la densitometría ósea es la mejor técnica
que existe para medir la masa ósea, aunque los especialistas señalan que hay
excepciones, ya que la prueba indica la densidad mineral ósea del paciente, y éste es
otro de los factores de riesgo de la osteoporosis.

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El abordaje diagnóstico debe realizarse de manera individual valorando la edad y otros
factores de riesgo”, el reumatólogo valorará las características del paciente, sus
antecedentes patológicos y los factores de riesgo de osteoporosis y decidirá en cada
situación cuál es el fármaco más adecuado en cada caso.

Tratamiento:
El objetivo del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de
fracturas por fragilidad.
Como medida generalizada se recomienda mantener hábitos de vida saludable,
como una dieta equilibrada rica en calcio (leche y sus derivados), abandonar el
tabaco y el consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico
diariamente .Además, puede requerir suplementos de calcio y vitamina D.

El tratamiento antirresortivo: Es aquel que evita la pérdida de masa ósea. Dentro


de este grupo se incluyen fármacos como los bifosfonatos (alendronato, risedronato,
zoledronato…), denosumab, moduladores selectivos de receptores de estrógenos
(raloxifeno, bazedoxifeno) y estrógenos.

El tratamiento osteoformador: Estimula la formación de nuevo hueso y dentro de


este grupo se incluye la teriparatida. Por último, el fármaco que presenta
un mecanismo de acción mixto (antiresortivo y osteoformador) es ranelato de
estroncio.

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