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PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS (PAP)

DEFINICIÓN.

Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) son un enfoque modular, basado en evidencias y destinado
a ayudar a niños, adolescentes, adultos y familias afectadas por un incidente crítico.
Son la primera atención que reciben los afectados por este tipo de incidentes y, por tanto, se aplican
en las primeras horas tras el impacto, considerándose que tras las primeras 72 horas ya no son la
técnica de elección.
La aplicación de los PAP está diseñada para lograr tres objetivos muy importantes:
 Reducir el nivel de estrés inicial causado por el evento traumático
 Fomentar la adaptación a corto, medio y largo plazo
 Potenciar las estrategias de afrontamiento

CARACTERÍSTICAS:
Incluyen formas de recogida de información para ayudar a los proveedores a hacer evaluaciones
rápidas de las necesidades inmediatas de los afectados y poder así aplicar los PAP de forma flexible.
•Los PAP parten de estrategias basadas en evidencias científicas.
•Los PAP deben adaptarse de forma adecuada y rigurosa a los diferentes contextos culturales y a las
distintas franjas de edad en que son utilizados.
•La aplicación de los PAP requiere del uso de material psicoeducativo (folletos, pautas que se pueden
descargar desde una página web, etc.) que ofrezcan información importante para la recuperación de
los jóvenes, los adultos y las familias.
Los beneficiarios de los PAP son cualquier persona o grupo de personas expuestos a un incidente
crítico como puede ser un accidente, un atentado, una catástrofe, etc.
Pueden ser niños, adolescentes, adultos, padres/madres, cuidadores principales, intervinientes, otros
profesionales que trabajen con las personas afectadas.

PERSONAS QUE PUEDEN APLICAR LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS:


Los primeros auxilios psicológicos pueden ser aplicados por cualquier persona que haya sido entrenada
para ello y que forme parte de los equipos y las organizaciones de respuesta a los incidentes críticos.
En las emergencias masivas, los proveedores de PAP deben intervenir siendo coordinados por los
equipos de primera respuesta y/o los servicios de atención a los incidentes críticos.
En los incidentes críticos cotidianos, los PAP suelen ser aplicados por personas del contexto habitual
de la familia afectada (maestros, enfermeras, religiosos, líderes comunitarios) que hayan sido formados
en esta técnica.
DONDE SE APLICAN LOS PAP
En las emergencias masivas, los primeros auxilios psicológicos se aplican en los centros de recepción
de familiares y afectados: centros cívicos, polideportivos, aeropuertos, etc. Es importante que estos
lugares sean tranquilos y seguros, que estén aislados lo máximo posible de los medios de comunicación
y que, si son cercanos al lugar de la emergencia, estén protegidos de la vista y de los sonidos de la
catástrofe.
En las crisis cotidianas, los PAP suelen aplicarse allí dónde se producen las malas noticias: hospitales,
consultorios, escuelas, delegaciones de la policía, etc.

BUENAS PRACTICAS Y PRINCIPIOS ÉTICOS.


Cuando Usted aplique los primeros auxilios psicológicos, es muy importante que tenga en cuenta los
siguientes principios:
•Modele respuestas saludables: actúe con calma, amabilidad, de forma organizada y respetuosa.
•Manténgase visible y cercano, aunque sin resultar invasor.
•Asegure la confidencialidad.
•Por difícil que sea la situación, no exceda sus competencias ni ultrapase el marco de la aplicación de
los PAP.
•Si fuese necesario, refiera a las personas que lo necesiten a centros y/o profesionales adicionales.
•Si está Usted interviniendo con otros profesionales y/o voluntarios, sea respetuoso y aténgase a las
indicaciones de la coordinación.
•No olvide su propio auto cuidado y esté atento a sus propias necesidades físicas y emocionales

OBJETIVOS DE APLICACIÓN DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS.


La aplicación de los primeros auxilios psicológicos (PAP) debe promover en el afectado:
Seguridad física y emocional
•Calma.
•Conexión con la red social de apoyo.
•Autoeficacia y eficacia del grupo y/o de la comunidad.
•Afrontamiento.
•Ayuda.
Cada uno de estos principios se articula con diferentes estrategias.
A.- COMO PROMOVER LA SEGURIDAD.
 Ofrecer, dentro de las posibilidades, un lugar de reunión apartado del escenario, del contacto
con los cuerpos de intervención y de los sonidos y los olores de la emergencia.
 Estabilizar a las personas que están abrumadas, desorientadas o en shock.
 Ofrecer información sincera y veraz sobre la emergencia o situación traumática, sobre los
esfuerzos invertidos en el rescate, sobre tiempos de espera, etc.
 No hacer falsas promesas.
 Tampoco tratar de restar “importancia” a lo ocurrido: los afectados desconfiarán de nuestra
comprensión.
 Atender a las necesidades básicas de las personas en cuanto a comida, bebida, ayuda médica,
material, etc.

B.- COMO PROMOVER LA CALMA

Procurar confort físico y emocional de las personas afectadas.


Comunicar hablando de forma pausada, tranquila y sin estridencias. Es importante usar
palabras adecuadas, que no tiendan a la dramatización.
Escuchar a las personas que desean hablar, sin forzar las a hacerlo.
Ser amable y reconfortante con aquellas personas que se comportan de forma “difícil”, es decir,
que se muestran muy exigentes, demandantes o irritantes.
Suministrar información repetida, simple y exacta sobre dónde y cómo obtener ayuda

C.- COMO PROMOVER LA CONEXIÓN CON LA RED SOCIAL DE APOYO.

Ayudar a las personas a contactar con familiares y amigos:


•Reunir a las familias.
•Sobre todo, mantener a los niños con sus progenitores o familiares cercanos, siempre que sea posible.
•Ayudar a los afectados a establecer contactos con las fuentes de ayuda comunitarias.
•Respetar las normas culturales acerca del género, la edad y las estructuras familiares.
•Ofrecer ayuda religiosa de todas las religiones implicadas

D.- CÓMO PROMOVER LA AUTOEFICACIA Y LA EFICACIA DEL GRUPO O DE LA COMUNIDAD

 Animar a las personas a formular sus propias necesidades.

 Ayudarles a tomar decisiones, ayudándoles a priorizar los problemas, sin resolverlos para ellas.

 Normalizar sensaciones y sentimientos.

 Promover la recuperación del control sobre aspectos de la propia vida.

 Promover y apoyar iniciativas grupales.

 Ofrecer espacios para esas iniciativas.


E.- COMO FACILITAR EL AFRONTAMIENTO.

 Conectar a las personas con sus propios recursos personales

 Facilita el inicio de los procesos de duelo

 Reconducir los estilos evitativos o de negación.

F.- COMO PROMOVER AYUDA DE FORMA EFICAZ.

 Ofrecer todos los apoyos gubernamentales y no gubernamentales

 Ofrecer información y derivar a los afectados a los servicios de ayuda disponibles y de su


elección.

 Ofrecer información y pautas psicoeducativas.

 No hacer falsas promesas.

¿CUÁNDO Y DÓNDE SE APLICAN LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS?


Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) son una técnica de primera respuesta ante un incidente
crítico, ya sea una emergencia cotidiana o un suceso masivo.
Por tanto, todos los expertos en atención a crisis y emergencias estamos de acuerdo en que habría
que aplicarlos en la primera de las fases de una crisis. Es decir, que es la técnica de elección para ser
utilizada en la fase de shock y adaptación, justo tras el momento del impacto y durante las primeras 72
horas.
Pero, ... ¿qué ocurre cuándo por las características de lo ocurrido no es posible prestar los PAP dentro
de ese marco temporal?
Los PAP no deben usarse fuera de la fase de impacto:
Postura de los expertos europeos.
• Basada en los conocimientos actuales sobre los mecanismos de activación psicofisiológica.
• Parte de la posibilidad de ofrecer PAP desde los primeros instantes.
Los PAP son el primer eslabón de respuesta y pueden usarse durante las primeras semanas tras el
incidente crítico:
• Postura de la OMS y diversas ONG’s.
• Basada en la experiencia en intervenciones en situaciones de guerra y catástrofes naturales.
• Parte de la evidencia de que, ante grandes catástrofes, lo primero suele ser salvar vidas y asegurar
los suministros y que, ante esta realidad, los PAP deben esperar a una 2a fase.

SOBRE LAS EVIDENCIAS.


Cuando los expertos nos formulamos preguntas, lo mejor es acudir a las evidencias científicas.
Por tanto, si nos preguntamos cuándo hay que usar los PAP y si éstos siguen siendo útiles fuera de la
fase de impacto y semanas después de un incidente o una catástrofe, lo lógico sería buscar la respuesta
en investigaciones realizadas sobre la aplicación de primeros auxilios psicológicos.
Sin embargo, las evidencias científicas no son claras: no hay ningún estudio que demuestre, sin
discusión posible, que las personas a las que se ha aplicado PAP se recuperan mejor que aquellas a
las que no se ha aplicado la técnica.
Y esto es así, para empezar, por:
•Cuestiones éticas.
•Problemas de muestro.
•Otros.

RECOMENDACIONES:
Si es posible intervenir dentro de las 72h tras el impacto, los PAP son la técnica de elección:
En este caso el énfasis debe de estar en el control de la activación, en la información y en la conexión
con la red social de apoyo.

Si no es posible, aplicar los PAP adaptados dentro de las primeras 4 a 6 semanas:


Haciendo menos énfasis en el control de los niveles de activación y más en los factores potenciadores
de resiliencia.

Si han transcurrido más de 6 semanas:


Usar otro tipo te técnicas de intervención basadas en la psico - educación y la normalización.

DÓNDE Y CÓMO SE APLICAN LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS


Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) se van aplicar en cualquier lugar lo más confortable posible,
fuera de la zona de impacto donde ha tenido lugar el suceso.
En caso de comunicación es de malas noticias se intentará generar un entorno amigable donde la
persona se siente cómoda
En situación de grandes catástrofes los lugares más comunes para la aplicación de PAP son:
•Albergues donde está concentrada la población.
•Centros de servicios asistenciales.
•Centros de recepción de familiares afectados.
•Centros de asistencia familiar.
•Líneas de atención telefónica en emergencias.
•Puestos de primeros auxilios de emergencia.
•Hospitales.

ANTES DE APLICAR LOS PAP.


FASES DE APLICACIÓN.
FASE 1
 Presentarse de forma no intrusiva

 Explicar por qué nos hemos acercado

 Establecer el setting (confidencialidad, necesidades, cómo trabajamos…)

FASE 2

 Cubrir necesidades vitales básicas

 Ayudar a la reagrupación familiar

 Especial atención a personas que tengan familiares fallecidos

FASE 3
 Contención emocional

 Orientación temporal y espacial

FASE 4
 Identificar las necesidades y preocupaciones inmediatas

 Reunir información adicional sobre las personas afectadas,

 En especial sobre los acontecimientos vitales estresantes previos

FASE 5

 Explorar y analizar necesidades inmediatas

 Explicitar y reordenar necesidades

 Planificar necesidades y acciones a llevar a cabo

FASE 6
 Fomentar la conexión con su red social de apoyo

 Ayudar a realizar las acciones de búsqueda necesarias

FASE 7
. Informar de las reacciones básicas de estrés esperables (físicas y psicológicas)
• Dar pautas de comunicación de malas noticias a niños
• Enseñar técnicas básicas de relajación
• Dar pautas de higiene del sueño
• Normalizar sintomatología de estrés agudo

FASE 8

. Informar de tiempos aproximados para pedir ayuda a un especialista


•Dejar conectado con la red de salud pública o servicios análogos
•Reforzar el mantenimiento de un contacto adicional en caso de crisis
TRASTORNO POR ESTRÉS AGUDO Y TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Conceptos clave en la definición del Trastorno por Estrés Agudo (TEA):
• Trastorno transitorio.
• Gravedad importante.
• Respuesta a un estrés excepcional.
• Remite en horas o días.
• Acontece durante las 6 primeras semanas después del suceso.

Diferencias de definición del TEA en función del manual diagnóstico:

 Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV-TR)


• Habla de trastorno.
• Sólo incluye amenazas físicas.
• Prolonga su duración hasta cuatro semanas.
• Precursor del Trastorno por Estrés Postraumático.

 Criterios Diagnósticos de Investigación (CIE-10):


•Recoge el TEA desde 1992.
•Defiende una postura normalizadora.
•Habla de reacción transitoria.
•Su duración es de unos días.

Conceptos clave en la definición del Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT):


• Trastorno cronificado.
• Muy grave.
• Respuesta a un estrés excepcional debido a un hecho traumático.
• No remite sin ayuda profesional.
• Es la cronificación de un TEA mal gestionado.
• La duración de los síntomas es superior a un mes

Criterios diagnósticos del TEPT: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders(DSM-IV-TR)
• Exposición a un hecho traumático.
• Re experimentación persistente del hecho traumático.
• Evitación recurrente de estímulos e inhibición conductual.
• Síntomas persistentes de activación aumentada.
• Duración de síntomas superior a un mes.
• Afectación de la vida cotidiana.

SINTOMATOLOGÍA.

SINTOMATOLOGÍA TRASTORNO DE ESTRÉS POST TRAUMA:

HIPER ALERTA:
• Dificultades para conciliar el sueño
• Dificultad de concentración
• Irritabilidad y/o episodios de cólera
• Hipervigilancia

RE EXPERIMENTACIÓN
• Recuerdos repetitivos e intrusivos (imágenes, pensamientos o percepciones)
• Flashbacks
• Pesadillas recurrentes
• Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos relacionados con el suceso
• Respuestas fisiológicas consecutivas a estos estímulos.

EVITACIÓN
• Esfuerzos para evitar acciones, personas o lugares
• Embotamiento afectivo intenso
• Imposibilidad para recordar ciertos aspectos del suceso
• Descenso de las actividades cotidianas y de las relaciones sociales
• Dificultades para planificar e imaginar el futuro

Epidemiología del TEA:


 La mayoría de la población general ha vivido experiencias traumáticas.

 Su prevalencia varia a lo largo de la vida en las diferentes culturas.

 Con el paso del tiempo el nº de afectados por TEA suele ir disminuyendo.

 El TEA puede presentarse en cualquier grupo de edad, en ambos sexos.

 Se observa mayor prevalencia en mujeres que han padecido o padecen abuso físico y/o sexual
y asaltos criminales o similares.

 En hombres, la mayor prevalencia se observa en aquellos que participan en combates, que son
víctimas de atentados y/o en los que ven amenazada su integridad física.

 Situaciones extremas de trauma.

 Accidentes automovilísticos, estresores médicos, pérdida de empleo.

 Desastres antropogénicos.

 Desastres naturales.

Epidemiología del TEPT:


 Varía mucho en función del contexto (territorio en guerra o no).
 En general, un 65% de los adultos se recuperan sin secuelas de un hecho traumático.

 Un 35% desarrollará TEPT agudo o crónico.

 Valores más bajos en hombres (3’5%) que en mujeres (9’7%).


LECCIÓN 2 - PAP EN NIÑOS HASTA 12 AÑOS.

PAP EN NIÑOS DE 0 A 3 AÑOS.


La mayoría de nosotros sabe qué son los primeros auxilios y muchos hemos aprendido a aplicarlos.
Consisten en una serie de acciones ordenadas que es recomendable que practiquen aquellos que
primero llegan a un accidente o atienden a una persona que se ha lesionado.

El PAP, Es un término reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha editado
varias guías al respecto. Es aplicable a personas de todas las edades, pero aquí nos vamos a centrar
en niños y adolescentes. Suele difundirse más bien en situaciones extraordinarias, como las catástrofes
humanitarias. Sin embargo, por su alto valor preventivo, todas las personas y en especial las familias
con niños deberían conocer los primeros auxilios psicológicos y saber aplicarlos en contextos de vida
cotidiana.
¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?
Los primeros auxilios psicológicos o PAP sirven para acompañar a los niños a enfrentarse a una
situación difícil y extraordinaria, fuera de su vida diaria, a la que vamos a llamar incidente crítico (IC).
Deben aplicarse a cualquier situación que reúna los siguientes criterios:

 Ser inesperada y encontrarse fuera de las vivencias habituales que ha tenido hasta el
momento.
 Suponer un cambio pasajero o permanente en las rutinas habituales del niño.
 Generar miedo o temor intenso en el mismo niño o (muy importante) en sus cuidadores
principales.
Para ser efectivos deben de aplicarse desde los momentos inmediatamente posteriores al incidente.
Si el incidente crítico es puntual, la pauta requiere aplicar los PAP durante al menos las 72 horas
posteriores y, como máximo, durante una semana, periodo tras el cual la situación de estrés se habrá
reconducido.
Si el IC es de largo recorrido, se aplicarán durante todo el periodo de su duración y hasta al menos un
mes tras finalizar el incidente.
¿Qué hay que hacer con niños entre 0 y 3 años?

 Contener: trata de evitar separarse del niño o la niña. Cógele las manos para que no pegue
y dile que no lo haga. Dale un espacio para el llanto o el grito controlado, es decir, sin que se
desborde.

 Calmar: ayuda al niño a relajarse. Trata de conseguir que se sienta comprendido, amado y
apoyado. Facilita, si es posible, que pueda liberar energía nerviosa. Si el niño tiene más de
dos años, ayúdelo a poner nombre a los sentimientos y conectarlos con lo que ha sucedido.
A veces, es muy útil distraer al niño con elementos de su mundo imaginario. Un gorrito de
protección para entrar en el quirófano puede acercarle a Spiderman; un carrito de material
médico puede ser una nave espacial, etc.

 Informar: intenta explicarle al niño en un lenguaje adaptado a su edad cuál es la situación.


Incluso si el niño no le entiende, le tranquilizarán tus palabras. Usa frases cortas y céntrese,
sobre todo, en tratar de que pueda entender dónde está, que no está sólo y cuál es lo
siguiente que va a ocurrir. No le ocultes información al niño: aunque no pueda entender todo
lo que ocurre, notará que tus palabras y tus emociones no coinciden. Dile a menudo que le
entiendes y que sabes que está triste y tiene miedo, pero que pronto se sentirá mejor.

 Normalizar: establece una rutina para ir a dormir adaptada a la situación (contar un cuento,
dar beso de buenas noches, etc.). No le obligues a comer si no tiene hambre. Intenta realizar
las comidas en un entorno lo más relajado posible y sin presión. Establece límites razonables
para las rabietas (re direccionando con mucha ternura).

 Consolar: procura realizar actividades positivas con el niño para ayudarle a pensar en otras
cosas. Trata de escuchar al niño cuando le “hable”. Permite que el niño tenga control sobre
cosas pequeñas para aumentar su sensación de seguridad. Ayúdelo a expresar sus
sentimientos jugando o dibujando.
¿Qué reacciones podemos esperar con niños de hasta 3 años?
Las reacciones más frecuentes que podremos observar durante e inmediatamente después de un
incidente crítico son:

Problemas al dormir o que el pequeño se despierte gritando

Dificultades para aceptar estar lejos del adulto de referencia (ni para que éste vaya al baño)

Problemas de alimentación

Un retroceso en los aprendizajes: el niño deja de hacer cosas que ya sabía hacer.

Aumento de los miedos: se asusta de cosas que antes no le daban miedo

Incapacidad para estar quieto y para prestar atención a nada

Juega de forma violenta

El niño se vuelve más intransigente

Rabietas y malhumor

Grita mucho más de lo usual

Pega al adulto y/o cuidador


Dice “¡Vete, te odio!”

Dice “Todo esto es culpa tuya”

No quiere jugar, no quiere hacer nada.

Aparenta no tener ningún sentimiento (felicidad o tristeza)

Llora mucho

Hay que tener en cuenta que el llanto en los bebés y niños pequeños es su forma normal de
comunicarse, es importante como padres aprender del niño y poder interpretar sus necesidades. Un
llanto continuo e inconsolable, una vez satisfechas las necesidades básicas, suele ser una señal de
alerta.
¿Cuándo acudir a un profesional especializado?
Las conductas anteriormente descritas son respuestas esperables en los niños tras vivir un incidente
crítico y, como tales, absolutamente adaptativas. Suelen disminuir de forma gradual cuando acaba la
fase más aguda del incidente crítico y desaparecer al cabo de unas cuatro semanas aproximadamente.
Si se prolongaran mucho más, lo adecuado es consultar a un psicólogo especialista en estrés agudo
y/o trauma infantil.
cada niño es diferente, no siempre sabe lo que pasa, desconoce la relevancia de lo que está pasando,
se muestra asustado y a veces no sabemos cómo tranquilizarlo y se crea una situación estresante para
las familias. Por ello, no dudes en preguntar y en solicitar ayuda siempre que lo necesites para poder
gestionar la situación de la mejor manera posible
Recuperado de https://faros.hsjdbcn.org/es/node/5942

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS EVOLUTIVOS (DE 3 A 6 AÑOS).

CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DE LOS 3 A LOS 6 AÑOS


Pensamiento egocéntrico.
Inventan historias.
Interés por el mundo que les rodea.

CONCEPCIÓN DE LA MUERTE DE LOS 3 A LOS 6 AÑOS


Conciben la muerte como algo temporal
Predominio del pensamiento mágico

¿Qué hay que hacer con niños entre 3 y 6 años?


 Contener: intenta asegurar la comodidad y el descanso del niño, poniendo atención especial
en la comida, la hidratación y las oportunidades para jugar y dibujar. Abrázalo
frecuentemente, cógelo de la mano y deja que se quede en el regazo del adulto

 Calmar: trata de hablarle en voz baja, suavemente. Procura realizar actividades relajantes:
cuéntela un cuento, dale algún masaje y, siempre que se pueda, ofrécele un poco de música
o una canción que le guste. A veces, es muy útil distraer al niño con elementos de su mundo
imaginario. Un gorrito de protección para entrar en el quirófano puede acercarle a Spiderman;
un carrito de material médico puede ser una nave espacial, etc.

 Informar: habla con él con un lenguaje adecuado a su edad. Explícale el suceso de una
forma simple y honesta, sin minimizarlo, pero tampoco exagerando sus consecuencias. Pon
especial esmero en que el niño pueda entender cuáles van a ser los siguientes pasos. Trata
de responder todas sus preguntas: es importante mantener al niño informado sobre cualquier
problema que le afecta directamente. No te canses de ofrecerle explicaciones sencillas
cuando sea necesario (incluso a diario). También es importante averiguar qué otras palabras
o explicaciones ha oído el niño y corregir o complementar lo necesario. Trata de explicarle la
diferencia entre los sueños/los miedos y la vida real. Si el incidente crítico tiene que ver con
la muerte de alguien cercano, aborda el tema de forma directa, sin dar rodeos, explicando su
carácter permanente y la tristeza que causa a los familiares.

 Normalizar: ayuda al niño a explicar cómo se siente, poniendo nombre a sus emociones
(muchas veces los sentimientos son compartidos con los adultos). Dile que está muy bien
expresar los sentimientos. Durante un tiempo (de 3 a 4 semanas) tolera sus comportamientos
regresivos o agresivos. Intenta no criticar ni enfadarse ante la pérdida de habilidades
adquiridas.

 Consolar: anima al niño a que dibuje o juegue acerca del suceso (le ayudará y entenderá
cómo el pequeño ha entendido lo sucedido). Procura mantener al máximo las rutinas
familiares. En la medida de lo posible, permítele hacer tareas productivas y apropiadas a su
edad. Usa palabras que denoten sentimientos comunes, para que el niño no se sienta
extraño. No le obligues a hablar si no quiere, pero hazle saber que puede hacerlo en cualquier
momento. Permite que el niño participe en rituales de duelo culturales y religiosos.
¿Qué reacciones podemos esperar con niños de 3 a 6 años?
Las reacciones más frecuentes que podremos observar durante e inmediatamente después de un
incidente crítico son:

 Mostrarse más callado o agitado de lo normal

 No hablar en absoluto: se mantiene en silencio ya que tiene dificultad para expresar lo que
está molestándole

 Sentir un miedo generalizado: de estar solos, de estar en el baño, de irse a dormir, etc.

 Sentir incertidumbre respecto a su seguridad: los niños suelen pensar que el peligro está
cerca de su casa, aunque el evento haya ocurrido bastante lejos
 Perder autonomía

 Volver a estados de desarrollo previos: chuparse el dedo, orinarse en la cama, hablar como
un niño pequeño, necesidad de que lo cojan en brazos, etc.

 Presentar alteraciones del sueño: miedo a estar solo de noche, pesadillas, levantarse
asustado, etc.

 No entender el concepto de la muerte: lo niños en edad preescolar no entienden que la


muerte no es reversible

¿Cuándo acudir a un profesional especializado?


Las conductas anteriormente descritas son respuestas esperables en los niños tras vivir un incidente
crítico y, como tales, absolutamente adaptativas. Suelen disminuir de forma gradual cuando acaba la
fase más aguda del incidente crítico y desaparecer al cabo de unas cuatro semanas aproximadamente.
Si se prolongaran mucho más, lo adecuado es consultar a un psicólogo especialista en estrés agudo
y/o trauma infantil.
cada niño es diferente, no siempre sabe lo que pasa, desconoce la relevancia de lo que está pasando,
se muestra asustado y a veces no sabemos cómo tranquilizarlo y se crea una situación estresante para
las familias. Por ello, no dudes en preguntar y en solicitar ayuda siempre que lo necesites para poder
gestionar la situación de la mejor manera posible.

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS EVOLUTIVOS (DE 6 A 9AÑOS)

CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DE LOS 6 A LOS 9 AÑOS


o Mayor madurez cognitiva.

o Mayor receptividad a la información, pero también a los rumores.

o Malinterpretaciones y fantasías frecuentes.

o Mayor consciencia de los miedos y la ansiedad de los adultos.


CONCEPCIÓN DE LA MUERTE DE LOS 6 A LOS 9 AÑOS

 Irreversible
 Afecta a todos los seres vivos
 Aun no hay conciencia de la muerte.

¿Qué hay que hacer con niños entre 6 y 10 años?


A partir de la edad escolar, el niño tiene una mayor madurez cognitiva. Por este motivo es
especialmente sensible a entender, pero sobre todo a malinterpretar, cualquier retazo de conversación
o información. Además, sabrá captar como pocos si los adultos le dicen una cosa, pero en realidad
sienten otra: detectará enseguida el miedo o la angustia de los padres y verá que no es coherente con
los mensajes verbales tranquilizadores que se le ofrecen.

 Contener: en la medida de lo posible, intenta conseguir que las emociones del niño no se
desborden. Consigue un equilibrio entre la expresión de sus emociones, entre el llanto y el
miedo, y el control racional de estos miedos. Atiende y registra los miedos del niño, pero
responde siempre que pueda a sus pensamientos e intenta, si puedes, no dejarte contagiar
por la elevada emocionalidad del niño. El contacto corporal con el niño te ayudará en estas
tareas.

 Calmar: trata de hablarle en voz baja, suavemente. Procura ofrecerle motivos y razones
para que se tranquilice. Trata de buscar alguna situación previa, en la que el niño también
tuvo miedo, y hazle ver que pudo controlar su miedo. No le responsabilices de sus miedos,
diciéndole que si se calma todo irá mejor. Posiblemente eso no sea cierto.

 Informar: háblale con un lenguaje adecuado a su edad. Explícale el suceso de una forma
simple y honesta, sin minimizarlo, pero tampoco exagerando sus consecuencias. Pon
especial esmero en que el niño pueda entender cuáles van a ser los siguientes pasos. Trata
de responder todas sus preguntas: es importante mantener al niño informado sobre cualquier
problema que le afecta directamente. No te canses de ofrecerle explicaciones sencillas
cuando sea necesario (incluso a diario). Es posible que el niño, entendiendo que no se le
ofrecen buenas noticias ni soluciones rápidas, no quiera hablar ni escucharte. Insiste con
suavidad, logrando un buen equilibrio entre distracción y afrontamiento. Es muy importante
averiguar qué otras palabras o explicaciones ha oído el niño y corregir o complementar lo
necesario. A veces, familiares cercanos o amigos hacen comentarios inquietantes para el
niño. Si el incidente crítico tiene que ver con la muerte de alguien cercano, aborda el tema de
forma directa, sin dar rodeos, explicando su carácter permanente y la tristeza que causa a
los familiares

 Normalizar: ayuda al niño a explicar cómo se siente, poniendo nombre a sus emociones
(muchas veces los sentimientos son compartidos con los adultos). Díle que está muy bien
expresar los sentimientos, pero no le fuerces a hacerlo. Posiblemente, el niño reaccione con
irritabilidad y/o agresividad. No hagas ver que no lo notas: díle con suavidad que comprendes
que está asustado o enfadado, pero que poco a poco tiene que intentar no estar enfadado.

 Consolar: anima al niño a que dibuje o juegue acerca del suceso (le ayudará y así
entenderás cómo el pequeño ha entendido lo sucedido). Procura mantener al máximo las
rutinas familiares. Busca un buen equilibrio entre momentos de distracción y otros en los que
afrontar lo que ocurre. En la medida de lo posible, permítale hacer tareas productivas y
apropiadas a su edad. Fomenta que, en la medida de lo posible, mantenga el contacto con
sus amigos y sus compañeros de colegio (las actuales tecnologías y redes sociales lo facilitan
mucho). Permite que el niño participe en rituales de duelo culturales y religiosos…

¿Qué reacciones podemos esperar con niños de 6 a 10 años?


Las reacciones más frecuentes que podremos observar durante e inmediatamente después de un
incidente crítico son:

 Mostrarse más callado o agitado de lo norma

 No hablar en absoluto: se mantiene en silencio ya que tiene dificultad para expresar lo que
está molestándole

 O la tendencia opuesta: demandar de forma constante información sobre lo ocurrido, en


concreto sobre detalles sin importancia del incidente crítico

 Sentir un miedo generalizado: de estar solos y de separarse de sus cuidadores principales

 Sentir incertidumbre respecto a su seguridad. Suelen aparecer muchas preguntas acerca


de diversos supuestos: ¿morirán sus padres?; ¿quién le cuidaría entonces?; ¿volverá a la
escuela?, etc.

 Perder autonomía, volviendo a estados de desarrollo previos: chuparse el dedo, orinarse


en la cama, hablar como un niño pequeño, necesidad de que lo cojan en brazos, etc.

 Presentar alteraciones del sueño: miedo a estar solo de noche, pesadillas, levantarse
asustado, etc.

 Tener pensamientos, preguntas y a veces sueños reiterados acerca de la muerte. Si el


incidente crítico ha comportado la muerte de un familiar, para el niño éste será posiblemente
su primer contacto con la muerte y tendrá muchas preguntas que formular
¿Cuándo acudir a un profesional especializado?
Las conductas anteriormente descritas son respuestas esperables en los niños tras vivir un incidente
crítico y, como tales, absolutamente adaptativas. Suelen disminuir de forma gradual cuando acaba la
fase más aguda del incidente crítico y desaparecer al cabo de unas cuatro semanas aproximadamente.
Si se prolongaran mucho más, lo adecuado es consultar a un psicólogo especialista en estrés agudo
y/o trauma infantil.
Recuperado de https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/primeros-auxilios-psicologicos-ninos-6-10-anos

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS EVOLUTIVOS (DE 9 A 12 AÑOS).

CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DE LOS 9 A LOS 12 AÑOS.

 Comprensión cognitiva similar a los adultos


 Época de cambios físicos y psíquicos
 El grupo de iguales adquiere un peso muy destacado
 Dificultad para manejar las emociones
 Inicio de los conflictos intrafamiliares por las conductas oposicionistas de los adolescentes

CONCEPCIÓN DE LA MUERTE DE LOS 9 A LOS 12 AÑOS


 Irreversible
 Afecta a todos los seres vivos
 Aumenta el miedo a la muerte de las personas más cercanas
 Aparece la consciencia de la propia muerte

¿QUÉ HACER CON LOS PREADOLESCENTES DE 9 A 12 AÑOS?

CONTENER
•Tratar que las emociones no se desborden.
•Lograr un equilibrio entre la ventilación emocional y el control racional.
•Dejar cierto espacio para que puedan estar solos (a esta edad suelen comenzar a avergonzarse de
las emociones), pero no excesivo.

CALMAR:
•Hablar en voz pausada y serena.
•Ofrecer motivos y razones que le ayuden a tranquilizarse.
•Recordar alguna situación previa, en la que pudo controlar sus miedos.
•Permitirle distraerse viendo la televisión, jugando con amigos, etc.

INFORMAR:
• Usar un lenguaje adulto, pero sencillo.
• Responder con claridad y sin evasivas a sus preguntas.
• No dar más información de la que se nos pide, pero invitar a formular más preguntas.
• Si no quiere saber nada, estará evitando el dolor. Es importante retomar el tema al día siguiente.
• Si el incidente ha comportado la muerte de alguien, abordar el tema de forma directa, sin rodeos.

NORMALIZAR:
• Animar al preadolescente a expresarse, pero sin forzarle a ello.
• Tampoco obligarle a hablar: posiblemente prefiera estar con amigos.
• Explicarle que hay muchas formas de estar triste y de “llorar sin lágrimas” y que a veces el mal humor
es una de ellas.
• Explicarle que no es necesario estar triste todo el tiempo, si ha habido una muerte en la familia.

CONSOLAR:
• Permitirle participar en los rituales de despedida.
• Animarle a explorar qué actividades les ayudan a estar mejor y a realizarlas.
• Permitirle volver a la escuela y a las actividades habituales.
• Fomentar el contacto y el tiempo con su grupo de iguales.

FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES EN EMERGENCIAS


MASIVAS

¿A QUÉ SE DENOMINA FACTORES PROTECTORES Y FACTORES DE RIESGO?

FACTORES PROTECTORES: Características detectables en una persona, una familia, un grupo o una
comunidad que favorecen el desarrollo humano y el hecho de mantener la salud o de recuperarla.
FACTORES DE RIESGO: Características detectables en una persona, una familia, un grupo o una
comunidad que «señalan» una mayor probabilidad de tener o de sufrir un daño.

a. FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO RELATIVOS A LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS


DEL NIÑO Y/O ADOLESCENTE.

FACTORES PROTECTORES:
• Estructura de personalidad de base sana
• Apego seguro entre el menor y al menos uno de sus progenitores
• Buen nivel intelectual
• Buena socialización
• Buena capacidad de resolución de problemas
• Cohesión, ternura, preocupación por los niños en el seno de las familias
• Ser niña o chica

FACTORES DE RIESGO:
• Problemas adaptativos y/o de personalidad previos
• Apego inseguro ansioso, ambivalente, evitativo desorganizado
• Dificultades en el desarrollo académico
• Pertenecer a una familia multi problemática
• Ser niño o chico
• Haber sufrido previamente acontecimientos vitales estresantes (AVE)

b. FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO RELATIVOS A LAS CARACTERÍSTICAS DE LA


EMERGENCIA EN SÍ MISMA.

FACTORES PROTECTORES
• No sufrir víctimas mortales en el contexto familiar directo
• No resultar herido/a
• La preservación del propio hogar
• La conservación de los juguetes y objetos personales del propio menor
• El hecho de que otros amigos y compañeros de escuela resulten también afectados

FACTORES DE RIESGO
• El hecho de que en el contexto familiar directo se produzcan víctimas mortales y/o heridos
• Cuando el propio menor sufre heridas, aunque sean de poca consideración
• La pérdida o destrucción parcial del propio hogar
• La pérdida de juguetes y objetos personales del propio menor

c. FACTORES PROTECTORES RELATIVOS A LA GESTIÓN DEL IMPACTO


 Niveles moderados de activación del propio menor durante el incidente

 Contención en cuanto al miedo y los niveles de activación de los progenitores y/o cuidadores
principales

 Buena capacidad de contención y consuelo de los progenitores o cuidadores principales

 Permanecer en todo momento junto a los adultos de referencia

 Recibir información suficiente y adecuada a la edad de los menores

 Ser llevado rápidamente a un lugar seguro tras


 Reestablecer lo antes posible las rutinas previas al incidente crítico

 Poder volver rápidamente a la guardería o escuela

d. FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO RELATIVOS A LA ATENCIÓN Y EL SEGUIMIENTO


RECIBIDOS EN LOS 6 MESES POSTERIORES AL IMPACTO

FACTORES PROTECTORES
•Disponer de orientación para los progenitores principales
•Tener la posibilidad de hablar, jugar o representar de formas diversas los hechos relativos al incidente
crítico
•Recibir asistencia si los síntomas de estrés agudo, incluidos los sub clínicos, persisten más allá de las
primeras 3 o 4 semanas.

FACTORES DE RIESGO
•La desorientación de los padres o cuidadores principales
•No tener opciones ni espacio en los que procesar lo ocurrido
•No recibir asistencia ante el malestar, aunque sea subclínico

CÓMO IMPLICAR A LAS FAMILIAS CON NIÑOS DE 0 A 12 AÑOS EN LA APLICACIÓN DE LOS


PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

La mayoría de crisis, ya sean cotidianas o masivas, afectan a familias enteras.


Cuando estas familias tienen hijos de edades comprendidas entre los 0 y los 12 años, es crucial implicar
a los progenitores y/o cuidadores principales en la aplicación de los primeros auxilios psicológicos.

BENEFICIOS DE LA IMPLICACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LA APLICACIÓN DE LOS PAP

MAYOR EFECTIVIDAD:
• Los progenitores y/o cuidadores principales son las personas de referencia.
• Por ello, generan la mayor sensación de seguridad

REDUCE LA ANSIEDAD DE LA FAMILIA:


• A menudo, no saben qué hacer.
• O temen hacer algo mal.

MINIMIZA EL RIESGO DE ABANDONO:


• A veces, los progenitores y/o cuidadores principales están tan afectados por lo que acaba de ocurrir,
que no pueden (o creen que no pueden) cuidar a sus hijos.
• Implicarles en la aplicación de los PAP significa ayudarles en este cuidado

JUEGO DE ROLES.

Buenas y malas prácticas en la aplicación de los PAP en familias con niños de 0 a 12 años
El objetivo del role playing es escenificar cómo acercarse a las familias con niños de 0 a 12 años y
cómo no hacerlo cuando hay niños presentes. Para ello repasaremos los conceptos vistos a lo largo de
esta semana a través de cuatro escenas:
1. Sala de espera de un hospital (crisis cotidiana)
Un buen acercamiento es clave para la efectiva aplicación de los primeros auxilios psicológicos. Por lo
tanto, tras presentarnos:
 No debemos hablar con los padres sin dirigirnos a los niños.
 No debemos ignorar a los niños.
 No debemos dar nosotros la mala noticia a los niños.
Por el contrario, teniendo presentes cuáles son las particularidades de los niños de entre 3 y 6 años,
en el momento de acercarnos a una familia con niños por primera vez debemos:
 Saludar tanto a los progenitores o cuidadores principales de los niños como a los niños.
 Invitar a los niños (en el caso de que sean muy pequeños a uno de los padres) a jugar solos.
 Implicar a los progenitores o cuidadores principales de los niños dándoles pautas y consignas
a los progenitores.
 Estar presente cuando los padres hablen con los niños, pero permaneciendo en segundo plano
matizando los mensajes si fuese conveniente.
 Tratar de situarnos ante la familia respetando su espacio y sin ser intrusivos.
 Preguntar por sus necesidades y actuar en función de éstas.

2. En un rincón del centro cívico (emergencia masiva 1)


Cuando nos encontramos con bebés, que no pueden hablar y dependen casi en exclusiva de sus
cuidadores principales, en este caso de su madre, debemos atender no solo las necesidades del adulto
sino también asegurarnos de que éste le prestará la atención necesaria al recién nacido.
Role Playing:
Por tanto, no debemos: Desatender a la madre. Reñir a la madre por no prestar atención al bebé o por
no hacerlo adecuadamente. Gritar o escandalizarnos por la falta de cuidados que brinda al recién
nacido. Hacernos cargo del recién nacido por ella.
Todo lo contrario, como intervinientes debemos: Tranquilizar a la madre. Estar con ella
ayudándola/guiándola en las tareas de contener, calmar y consolar al bebé:
 Hacerla consciente de que tiene a su bebé en brazos.
 Conseguir que preste atención al recién nacido.
 Explicarle que debe atender a su bebe alimentándolo, meciéndolo, susurrándole.

3. Centro cívico (emergencia masiva 2)


En esta escena también debemos tener presente cuál es la edad de los niños (de 7 y 9 años) y conocer
las particularidades de esta etapa evolutiva. En cuanto al concepto de muerte, recordemos: creen que
es irreversible y que afecta a todos, pero no sin consciencia de su propia muerte.
En cuanto a sus características psicosociales destacamos una mayor madurez cognitiva, mayor
receptividad de la información, fantasías frecuentes y mayor ansiedad que los adultos. Es por ello que
no debemos: Hablar delante de los niños sin saludarlos. Ignorarlos. Tratar de tranquilizar a los niños.
No despedirnos de ellos. Dejar a la familia desconectada de la red asistencial.
Una intervención adecuada la llevarían a cabo dos intervinientes para poder repartirse las tareas de
forma coordinada y proporcionar a todos los miembros de la familia una atención homogénea: Tras la
presentación y atención a todos los miembros del núcleo familiar una interviniente se lleva a los niños
mientras la otra se queda con los progenitores. La interviniente que se queda con los padres les explica
cómo deben actuar con los niños y qué deben explicarles. Con el regreso de los niños y las
intervinientes delante, los padres tratan de aplicar los pasos que la intervenirte les ha dado. La
interviniente les ayuda si es conveniente. Finalmente, debemos informar de los recursos básicos
disponibles:
o Esperaremos hasta que llegue alguien de su red de apoyo social o un relevo.
o Daremos pautas de cuándo deben pedir ayuda.
o Dejaremos un número de contacto en caso de emergencia o crisis.

LECCIÓN 3 - PAP EN ADOLESCENTES Y ADULTOS.

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