Lenguaje Intrauterino

Una pregunta que se ha planteado por años es sobre como aprendemos y

percibimos la adquisición de la lengua materna, lo cual durante la actualidad se

ha probado que los bebés son capaces de distinguir idiomas un mes antes de

nacer, lo cual prueba que el lenguaje se desarrolla durante una fase

intrauterina.

Biológicamente el feto culmina el desarrollo de su capacidad auditiva

durante las 30 semanas de gestación, en donde los primeros contactos

auditivos provienen de la madre, encontrando estímulos sonoros producidos por

los ruidos digestivos y latidos del corazón.

El primer contacto con el lenguaje del feto proviene de su madre, en

donde su voz es el sonido idiomático que reconocerá, debido a que su voz la oirá

a 24 decibelios, mientras que a las demás voces femeninas solo a 12,

permitiendo que este pueda reconocer a su madre.

1) Como primera actividad se plantea

un trabajo progresivo a través de

los últimos meses de gestación, en

donde al bebé se le debe hablar

constantemente como si este ya

hubiera nacido, lo cual facilitará el

reconocimiento de la voz de sus

padres, integrando en su memoria el ritmo y entonación, además de

propiciar un buen ambiente para este. Para mejorar resultados se

 aconseja acompañar con música relajante para asociar la tranquilidad con

la voz de sus progenitores.

2) Como segunda actividad se trabajará respecto a la asociación de

sonoridad y estímulos:

 Grabar la voz de sus padres repitiendo el nombre que tendrá el niño,

para que de esta manera lo pueda memorizar.

 Vocalizar frases afectivas, como lo pueden ser: “vas a ser un niño feliz”,

“te quiero mucho”.

 Asociar movimientos a una respuesta, tomando como ejemplo el uso de

palabras y un posterior efecto:

I. Apretar suavemente el abdomen y repetir “apretar”, “te estoy

apretando”.

II. Acariciar circularmente la piel del abdomen mientras se repite

“cariño”, “te estoy acariciando”, “te estoy haciendo cariño”.

III. Dar palmaditas en distintas zonas del abdomen y decir

“palmaditas”, “te estoy dando palmaditas”.

IV. Crear movimientos y códigos de palabras que tengan algún

significado para los padres y el niño que esta por nacer, con el fin

de que este pueda asociar movimiento y palabras.

V. Hablar con un volumen mas alto del habitual, con el fin de poder

ver y sentir si hay respuestas ante ellos.

VI. Probar a realizar los distintos movimientos descritos más arriba,

con la diferencia de hacerlos sin hablar, para así poder sentir si

hay respuestas ante los trabajos efectuados.