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TEMA Nº 13: LA VOCACIÓN CRISTIANA

1. OBJETIVO: Que el joven descubra que Dios lo llama a vivir no de cualquier manera sino como sus HIJOS y
los invita a llevar a cabo un proyecto de vida.

2. ORACIÓN: “PADRE NUESTRO”

3. HECHO DE VIDA:
“Yo no quería saber nada de la iglesia; pero cuando llegó el año de mi confirmación
tuve que ir un poco obligado. Sin embargo, con el correr de las semanas me gusto ir al grupo, y al final me
sentí muy emocionado cuando llego el día de mi confirmación. No obstante, después dejé la iglesia porque
tenía que trabajar y estudiar. Vivía mi vida de la mejor manera estando fuera. Nuevamente me aleje de Dios.
La verdad es que al poco tiempo de haber dejado de participar en la iglesia me sentí con deseos de volver.
Pues creo que Dios me estaba llamando para nacer de nuevo. Ante este nuevo llamado, al principio me
resistí un poco, porque pensé que no necesitaba de Dios, sin embargo no era así. Cada vez que me resistía
a Dios, él más insistía, hasta que al fin decidí entrar a un grupo de una parroquia. Fue así como fui
haciendo más amigos, incluso de los grupos de personas mayores. Ellos me empezaron a estimar.
Entonces fui descubriendo que trabajar, estudiar y salir con mis amigos del barrio, era estupendo, pero me
sentía más genial cuando compartía lo que tenia con mis nuevos amigos de los grupos de la parroquia.
Sin quererlo, Dios me estaba llenando de mucha felicidad, y yo quería devolverle esa gracia con mucha
entrega de mi parte. Sentía a Dios muy cerca de mí.

Pero no todo era felicidad. Muchas veces sentí que Dios me había abandonado, porque tuve que pasar por
muchos problemas. Tuve mis momentos de crisis muy fuertes y hasta, lo digo con sinceridad, llegué a
renegar de Dios, me parecía que había perdido tiempo valiosísimo estando en parroquia. Perdí mi trabajo,
perdí un familiar, se terminó mi relación sentimental con una chica muy atractiva e inteligente, mi mejor
amiga se casó, no tenía con quien hablar, mi mejor amigo se cambió de residencia. Tuve momentos de
mucha hambre de pan y de Dios. Al final, comprendí que para ser un buen cristiano, lo único que tenía
que hacer era tomarme siempre de la mano de Dios, que todo tiene sentido, tanto las desgracias como los
mejores momentos. Y que todo lo que me pasaba era para formar y fortalecer mi fe.

Ahora le doy gracias a Dios por todo lo que me dio. Él me fue formando, porque me quería que yo le
sirviera para algo más; igual que el apóstol Pedro, igual que María, la hermana de Martha, al igual que el
apóstol Pablo, yo decidí seguir a Jesús de cerca.”
(Anónimo)

4. QUE ES LA VOCACIÓN CRISTIANA?

La Vocación Cristiana es un llamado de Cristo, a varones y mujeres, para vivir de una manera digna, desde un
estado de vida. Tiene gran relevancia bíblica tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, connota un
aspecto fundamental de las relaciones del hombre con Dios.
Este llamado es de SERVICIO: para anunciar, exhortar la palabra de Dios, dar un buen testimonio de vida y así
cumplir un compromiso que de sentido a nuestra existencia en la iglesia. Así; la Iglesia es el pueblo de Dios,
formada por todos los bautizados y aunque no todos realizamos lo mismo, nuestra meta es una: La Santidad.

5 LAS DIVERSAS VOCACIONES DE LA IGLESIA:


A. VOCACIÓN LAICAL.- es la vocación a la vida de Cristo y dar un testimonio de ella a través del testimonio,
en familia, en las actividades profesionales y sociales. En la participación en diversos ministerios de la iglesia,;
tenemos seglares laicos(solteros) y los llamados a la vocación del matrimonio. Diferente sentido a este
llamado al servicio de parte de Dios es la vocación a los ministerios laicales y el llamado desde la profesión
B. VOCACIÓN SACERDOTAL.- Jesús continúa su misión por medio de os apóstoles y sus sucesores, los
Obispos y sacerdotes, como ministros de la Palabra, ministros de los sacramentos organizadores de la
comunidad cristiana, cultivadores y animadores de las diversas vocaciones en la Iglesia.
C. VOCACIÓN RELIGIOSA.- llamados a una “consagración total de sí mismos a Dios, amándolo por sobre
todas las cosas” por medio de los votos de POBREZA, CASTIDAD, OBEDIENCIA dentro de un instituto
religioso de acuerdo al carisma.

6 ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA VOCACIÓN CRISTIANA:


6.1 La vocación, elección divina libre, gratuita y eterna.- La vocación presupone y comporta la «elección». Dios
primero elige al hombre, en el Hijo eterno, y sólo después quiere la creación, quiere al mundo al que el
hombre pertenece. Ahora bien, el elegido no es el hombre en general ni un individuo en particular, sino
Jesucristo, a través del cual la elección se extiende desde Israel a la Iglesia y después al hombre.

6.2 La vocación, llamada amorosa divina .- La vocación sobrenatural en sentido propio es la llamada, o acción
de Dios en el tiempo histórico, a través de la cual manifiesta su elección a un individuo determinado. San
Pablo dice que Dios es «El que llama» Esta manifestación se puede realizar de diversas maneras, no
excluyentes sino complementarias entre sí. Puede acontecer de manera directa: así llamó Jesucristo a los
Doce Apóstoles y a san Pablo.

6.3. La vocación, respuesta humana libre.- La persona ha de discernir la autenticidad de la propia vocación a
través de los signos. El conjunto de estos signos producen en el individuo la certeza moral de haber sido
llamado por Dios a seguir un camino concreto. Los signos que marcan la vocación del hombre hacia Dios
son:
a) Es luz para ver un camino e impulso para recorrerlo, efecto de la gracia. Virtualidad «noética y
dinámica» de la Palabra de Dios: transmite un mensaje y ayuda a vivirlo. Por esa luz se da, pues, una
maduración en la fe y, a la vez, un caminar en el riesgo y en la oscuridad de la fe. Por ese impulso es una
maduración en la caridad y, por ello, en la libertad.
b) Es libre: La respuesta a la propia vocación no es un acto que determina toda la vida posterior, sino que
requiere un constante ejercicio de la libertad.
c) Es carisma: su utilidad es personal y comunitaria. Mientras que la persona concreta conoce la vocación
(la santidad) por la fe, la existencia para ella de una vocación peculiar no es objeto directo de fe teologal,
sino de conocimiento de unos signos que, bajo la luz de la gracia de esa vocación, conducen la mente a la
certeza moral de su existencia.
d) Su discernimiento corresponde a la Iglesia: en toda reflexión teológica sobre la vocación personal,
se proyecta el misterio de la acción eterna de Dios en la temporalidad del mundo.

6.4. La vocación señala la meta y el camino.- Ahora bien, la vocación, como llamada de Dios, no se limita a
señalar ese término al caminar histórico de cada persona humana, sino que también le indica el camino
mismo. Recordemos que la vocación cristiana es universal, pero no se verifica de forma idéntica en todas
las personas: en cada una está personalizada. Es una vocación común todos están llamados tiene un fin
en común pero lo más importante es una vocación personal: llamada singular e irrepetible.

6.5. Toda vocación involucra la entera existencia personal.- La vocación divina involucra la entera existencia
de una persona, la totalidad de su vida: Yo te he redimido y llamado por tu nombre: tú eres mío (Is
43,1). Por consiguiente, la respuesta a la vocación exige perseverancia, fidelidad, comprometerse con
Dios de manera definitiva y total.

6.6. La vocación, don divino irrevocable, personal e irrepetible.- La fidelidad a la vocación se fundamenta
en la fidelidad de Dios: Los dones y la vocación de Dios son sin arrepentimiento Por ello, la vocación
jamás se "pierde; la tentación más peligrosa contra la vocación es la del desaliento, la de pensar que uno
no es capaz. Esta tentación se supera con humildad y visión sobrenatural, considerando que la llamada de
Dios es siempre eficaz.

6.7. La vocación cristiana tiene "lugar" en la Iglesia.- La Iglesia es destinataria de la elección-vocación,


prefigurada por la de Israel. Dios se sirvió de Israel y después de la Iglesia para desvelar sus designios a
la humanidad. La palabra de Dios se hace presente en la Historia de dos formas: llevándonos a recordar,
de una parte, la mediación humana de la Palabra divina; y, de otra, el carácter individual y colectivo de la
llamada de Dios al hombre, que es siempre llamada a la santidad.

7 CITAS BÍBLICAS: Hechos 9,3-6; Mateo 8,22; Marcos 2,14; Lucas 5,27; Juan 21,19.

8 PARA DIALOGAR: Si Jesucristo se te revelara directamente sobre tu vocación y te preguntaría: ¿Cuál es


tu respuesta?, ¿Cuál de las tres vocaciones escogerías? ¿Por qué?

9 ORACIÓN FINAL: Padre me abandono a ti. Haz de mi lo que quieras. Por todo lo que hagas de mi te doy
gracias. Estoy dispuesto a todo. Todo lo acepto, con tal que tu voluntad se haga en mí y en todas tus
criaturas. No deseo nada más Dios mío. Pongo mi alma en tus manos, con todo el amor de mi corazón
porque te amo y porque tú…. Eres mi Padre.

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