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LA CRIMINALIDAD

La criminalidad es el conjunto de delitos producidos en un espacio y tiempo determinando,


es un tipo de desviación negativa la cual atenta contra los derechos humanos del grupo y /o el
individuo.

En nuestro país, como en la mayoría de los países de la región, el tema de la criminalidad tiene
particular importancia y se sigue con mucho interés. La cultura de la violencia social en la República
Dominicana, cada día es más aterradora, tanto por el aumento significativo, como por las distintas
modalidades que hoy nos están acorralando como sociedad.

La República Dominicana está pasando por un problema de transformación más violenta de la


cuenta, ha llegado a su máximo nivel, donde toda esta violencia viene del stress social, donde las
causas son las condiciones socio-económicas desfavorables, causantes del fracaso escolar y la
exclusión social; la desesperanza por la falta de oportunidades que se origina, sobre todo, por los
altos niveles de desempleo juvenil y el predominio del empleo informal poco remunerado. Estos
últimos factores promueven la actividad ilegal entre los jóvenes como modo de supervivencia o de
ascenso social, siendo muchas veces el tráfico y venta de drogas una salida.

Diariamente miles de pequeños robos y asaltos no son reportados por falta de confianza de la
población en las autoridades policiales y judiciales.

Cada hora al menos seis personas son víctimas en nuestro país de las acciones de raterismo, robos
o asaltos a nivel más sofisticado.

En las últimas dos décadas la inseguridad y la criminalidad se han convertido en el pan nuestro de
cada día, a tal punto que no hay zonas seguras para trabajar, caminar, recrearse, o estudiar en todo
el país, ya que sin importar la provincia, el día, o el instante, cualquier espacio puede ser el lugar y
hora equivocada para ser asesinado, atracado o agredido.

Datos estadísticos suministrados por Observatorio de Seguridad Ciudadana (OSC) y la Policía


Nacional demuestran que toda la sociedad está por igual bajo el asedio de los atracadores que se
mueven con toda libertad sembrando la incertidumbre y el terror, mientras despojan a sus víctimas
de cualquier objeto que puedan vender. Los robos y atracos se han convertido en una epidemia
fuera de control que afecta a todos, sin importar si pertenecen a la clase alta, clase media o viven
en los barrios pobres.

Ha aumentado de manera alarmante en los últimos meses en nuestro país y es un problema que
cada vez genera mayor preocupación social tanto por su incremento y su progresiva peligrosidad.

El fenómeno de la criminalidad es muy complejo, hay muchas causas y están íntimamente ligadas
una a la otra, tanto en lo social como en lo económico en la vida familiar, en la falta de valores que
rigen estos individuos, y en la falta de oportunidades, todo estos factores detonan a su vez como
una bomba de tiempo.
Los actos delictivos son reportados por las personas que son víctimas de atracos, riñas, violaciones
y enfrentamientos con agentes policiales. Esto pone en evidencia los fallos de las autoridades para
afrontar este problema, que sigue siendo la tarea pendiente, pero que nunca se ve una mejoría.

Todos estos casos evidencian la falta de un plan efectivo contra esta problemática, que cada año
cuenta por centenas las víctimas fatales a causa de la delincuencia y la inseguridad, que ha llevado
a muchos dominicanos a buscar alternativas para defenderse, entre ellas, la adquisición de armas
de fuego, cuya adquisición en manos de civiles es otro grave problema.

Para enfrentar el origen de la delincuencia, es necesario que el Estado garantice oportunidades de


desarrollo a todas las personas ponga freno a la corrupción e impunidad.

Las reacciones a estos hechos han centrado el acontecer noticioso del país, dando a conocer que
acontecimientos como estos ocurren a diario en los campos y ciudades de nuestro país, que se ha
insensibilizado ante el alto grado de violencia social que nos afecta.

Cada día vemos como las páginas de nuestros periódicos se llenan incidentes violentos; brutalidad
pública y privada, muertes por disparos de armas de fuego, suicidios, violencia intrafamiliar,
violaciones y agresiones de todo tipo contra los más débiles de nuestra sociedad.

El problema es que a medida que aumenta la espiral de criminalidad en el país, hemos asumido la
actitud de negarla, encubrirla, hacerla invisible, tomarla como algo natural o hacernos insensibles a
ella.

La sociedad se va a acostumbrando a estos episodios, de modo tal que nada llama la atención,
hasta que le ocurre a alguien muy conocido o una familia de alto perfil social.

Es decir, en una sociedad ya acostumbrada a la delincuencia como la nuestra, se requieren dosis de


mayor violencia para conmovernos, solo los actos más escalofriantes llaman la atención, los
crímenes menores que involucran a los seres humanos normales solo ocupan lugares ocultos en los
periódicos porque no involucran a personas conocidas.

El fenómeno de la criminalidad que vivimos los dominicanos, requerirá de medidas de fuerza y


cambios estructurales, que devuelvan el exclusivo uso de la fuerza al Estado y sus instituciones, que
es una de las bases donde se sostiene un estado de derecho.

La Poca confianza y credibilidad en el sistema judicial y los organismos de seguridad generan una
inseguridad ciudadana, está acompañada de poca credibilidad en los organismos encargados de la
justicia, lo que incrementa la actitud de tomar la justicia por sus propias manos.

Las raíces de la violencia están estrechamente vinculadas a las estructuras de poder, al control
económico, político, social que ejerce un grupo, generalmente minoritario, sobre otro.”

Causas biológicas y sociales en el desarrollo de la criminalidad


Existen varias teorías que desde tiempos inmemoriales han buscado explicar y encontrar las causas
de porque existe la criminalidad en el mundo y mayormente se han resumido en dos
tipos: biológicas y sociales.

Las biológicas sostienen que los factores que contribuyen a la criminalidad se encuentran en el
individuo y el ambiente en el cual este se desarrolla y vive, entonces, lo social solamente incidirá en
la forma y la frecuencia del delito.

Y las teorías sociales, por su lado, dan absoluta responsabilidad a los factores externos o sociales al
individuo en cuestión, atribuyéndole a lo individual, prácticamente cero incidencia.

¿Qué es la psicología criminal?

Es una disciplina, o sub-disciplina, proveniente de la psicología, que se encarga de estudiar los


procesos mentales que contribuyen a que una persona acabe delinquiendo o cometiendo crímenes.
Por tanto, estamos ante un estudio dentro del ámbito psicológico; se trata de entender las
motivaciones o los mecanismos que conducen a una persona a cometer tales actos.

En definitiva, en la psicología criminal tratamos de entender el fenómeno de la criminalidad en el


ámbito social. Pero aquí, y ya desde una perspectiva más amplia, no se trata solo de analizar el
punto de vista del delincuente, sino también el de la víctima; entenderla y analizar condicionantes y
posibles causas en la victimización.

Otro punto fuerte de esta disciplina es la reinserción. Desde la psicología criminal queremos
entender por qué algunas personas, tras su supresión de libertad, pueden rehabilitarse y volver a
formar parte en la sociedad y otras, por el contrario, no.

Se considera que en la psicología criminal pueden interferir tres tipos de factores:

Factores genéticos: todo lo que tenga que ver con la forma de ser innata de la persona y que venga
dado por la propia biología del sujeto, como ciertas predisposiciones, enfermedades, impulsos, etc.

Factores ambientales: Aquí es de gran importancia la etapa de la infancia en la que la persona ha


desarrollado su personalidad, si hubo conflictividad o no, si tuvo el desarrollo y motivaciones
adecuados, etc.

Factores sociales: todo lo referente al entorno social actual de la persona, cómo se relaciona y qué
comportamientos desarrolla.

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