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Ensayo de la lectura “La conceptualización de los desastres desde la

geografía”
Diana Karen Ramos Marcos

La conceptualización de los desastres tiene una parte subjetiva, pues esto


coincide con Lobato (1995) quien refiere que un mismo concepto es descrito con
diferentes acepciones. En otras palabras la idea y la percepción que se tiene sobre
un concepto varía según el individuo o el campo de estudio, e incluso dentro de una
misma ciencia, como la geografía y sus corrientes de pensamiento.

En este punto, es importante introducir lo que a las corrientes de pensamiento


geográfico concierne. Dentro de la geografía se tiene cuatro corrientes; la geografía
tradicional, la geografía teórico-cuantitativa, la geografía crítica, y finalmente la
geografía cultural y humanista. Cada una se caracteriza por tener diferentes
filosofías, y por ende, abordar un mismo concepto desde perspectivas diversas.

Como bien afirma Calderón (1999), “la explicación y los conceptos usados
siempre muestran la posición teórica e ideológica del autor (…)”. Está claro que no
es erróneo encontrar que un concepto como desastre sea concebido de manera
diferente, siempre y cuando tenga una base teórica, pero a mi parecer puede llegar
a ser incompleto dependiendo de los alcances que se quiera tener, pues pudiera
parecer que hay un trasfondo que no es conocido o simplemente que se quiere
delegar al olvido porque resulta más fácil de esa manera.

Habiendo dejado claro la posibilidad del amplio criterio sobre un concepto, es


pertinente mencionar cuales son algunas de las orientaciones de los estudios sobre
desastres. Calderón menciona que estos van desde una perspectiva de la geografía
física, en donde se centran en el mapeo y la localización de los fenómenos
naturales; otros, tienen el objeto de planeación y prevención; y por último, como una
visión alternativa, los que ponen a la sociedad como el centro de la investigación
pero se sigue considerando a los fenómenos naturales como detonantes se los
desastres.

Entonces, si los fenómenos naturales no son la causa del problema, ¿cuál es


entonces? Al igual que la autora, que pareciera tener una inclinación teórica hacia
la corriente de la geografía crítica, concuerdo en que los desastres no son el
resultado de ataques externos, llámese al atacante fenómenos naturales, sino lo
son de las relaciones sociales. Pero, ¿por qué de las relaciones sociales?

Imaginemos dos escenarios; un en un planeta cualquiera en donde la


humanidad no esté presente pero si los fenómenos naturales; un planeta con alta
actividad volcánica a tal manera que modificaría de manera drástica todo su espacio
y sus cercanías; y el otro escenario, en donde hay una comunidad cerca de un
volcán que hizo erupción y destruyó todo a su paso. En los dos casos existe la
presencia de un fenómeno natural, pero no en los dos casos se diría que ocurrió un
desastre.

El desastre lo asociamos al daño causado por el fenómeno natural, por lo


que la exposición y la fragilidad (económica y física) de la sociedad ante el
fenómeno condicionan la ocurrencia de un desastre. Bien cita la autora a
Dombrowsky con su definición de desastre, el cual refiere como “el colapso de la
protección cultural, así es que ellos son principalmente hechos por el hombre”.

La visión tradicional de ver a los fenómenos naturales como los detonaste del
desastre tuvo este cambio de paradigma que lamentablemente no es el que se
considera como predominante. Claro ejemplo de esto está en la definición que se
usa, en este caso en México, la cual dice:

Un desastre se define como un evento concentrado en tiempo y espacio, en el


cual la población, o parte de ella, sufre un daño severo e incurre en pérdidas
para sus miembros, de manera que la estructura social se desajusta y se
impide el cumplimiento de las actividades esenciales de la sociedad afectando,
el funcionamiento vital de la misma. (SEGOB, CENAPRED & SINAPROC,
2007, pág. 5)

Ahora bien, sabiendo que los fenómenos naturales no son los responsables
directos del desastre, entonces como es la sociedad la responsable.

Más que la sociedad, el problema está encaminado a las relaciones sociales


de producción. Abordando la problemática desde la geografía critica bajo la teoría
marxista, las relaciones de producción son la relación entre el hombre y los procesos
de producción (forma en la que se organiza la sociedad para obtener satisfactores),
el cual forma relaciones sociales, en otras palabras, cada modo de producción
(esclavista, feudalista, capitalista y socialista) conlleva una relación social
específica; por una parte se encuentran los poseedores de los medios de
producción y por la otra, los poseedores de su fuerza de trabajo. Las relaciones de
producción determinan una sociedad de clases, en relaciones de dominio y
subordinación. Esto se expresa como una diferenciación del desarrollo económico
y social en un espacio.

Entonces, es evidente que las relaciones económicas y políticas determinen


grado de vulnerabilidad de un individuo, familia, etc., puesto que tiene que ver con
la manera en la que el agente puede hacer frente o evitar un desastre. Como sugiere
Calderón (1999):

(…) son las relaciones sociales de producción, es decir los aspectos


económicos, políticos y sociales, los que hacen que loso sectores de una
sociedad presente condiciones de vulnerabilidad y produzca espacios que por
sus mismas características se conviertan en riesgosos; condiciones ambas
que en conjunto son la situación de desastre. (pág. 123)

Bibliografía
Calderón Aragón, G. (1999). La conceptualización de los desastres desde la geografía. (2), 102-127.

Filosofía en español. (s.f.). Recuperado el 24 de agosto de 2019, de


http://www.filosofia.org/enc/ros/re24.htm

Lobato Correa, R. (1995). Espacio, un concepto clave de la geografía. En Geografía: Conceptos y


temas (págs. 21-46).

SEGOB, CENAPRED & SINAPROC. (2007). Desastres. Guía de prevención. Ciudad de México,
México. Recuperado el 26 de agosto de 2019, de
http://www.proteccioncivil.gob.mx/work/models/ProteccionCivil/Resource/377/1/images
/guia_pd.pdf

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