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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAPOLITICA

ESCUELA - PROFESIONAL DE DERECHO

TAREA:

LA VICTIMOLOGIA Y SU CLASIFICACION

CURSO: PSICOLOGIA JURIDICA

AUTOR
VILLANUEVA TAMAYO ANGEL

DOCENTE

Docente Tutor: ENRIQUE CRUZ RODRIGUEZ

LIMA – PERÚ
2019
DEDICATORIA
INTRODUCCION

A partir de la segunda mitad del Siglo XX, hay un cambio paradigmático e importante en la

criminología como ciencia. Desde Lombroso (determinantes antropológicos), pasando por

Garófalo (anomalías psíquicas), Ferri (socioculturales), se había buscado determinantes de

la conducta desviada, pero centrándose exclusivamente en la figura del infractor de la ley .

Sin embargo la frase célebre de Werfel, pronunciada ya en 1920: “No el asesino, sino su

víctima es culpable” (Nicht der Mörder der ermordete ist schulding), predecía el cambio.

Quizás también se había agotado la búsqueda infructuosa de marcadores de la criminalidad

en la figura individualizada del delincuente, y se pretendía encontrar en la interacción con

la víctima, la explicación de la criminogénesis. “Durante décadas, el único protagonista de

la ‘escena criminológica’ ha sido el criminal, el mal llamado ‘sujeto activo del delito’, con

sus condicionamientos biológicos, psicológicos y socioculturales. Su figura, atractiva,

misteriosa y amenazante, genera sentimientos ambivalentes de rechazo‑ admiración, y

frecuentemente morbo.”

A esto se sumó, que la psiquiatría mostró un progresivo interés por aquellos que sufren

acontecimientos vitales catastróficos, (tras el clima humanitario y solidario propio de la

segunda postguerra mundial) la teoría sobre el estrés y el afrontamiento, el aislamiento del

Síndrome de estrés postraumático (TPEP) por la Asociación Psiquiátrica Americana

(APA), ampliándose de este modo el campo de estudio victimológico dentro de la

criminología hacia: la prevención del crimen, la disminución y tratamiento de sus víctimas.

Estudios de Psicología, sobre la personalidad del delincuente, motivación, perspectiva

social, etc. La Psiquiatría estableciendo modelos clínicos de clasificación de los

delincuentes. Y luego los aportes de la Psicología Social, con investigaciones

victimológicas. La teoría de la equidad, de Adams. La teoría de la atribución, de Kelley.


La teoría del mundo justo, de Lerner. La teoría de la indefensión aprendida, de Seligman.

Estudios sobre comportamientos de asistencia o de abandono de la víctima del delito de

Latané y Darley.

Y ya finalmente un tercer acápite, con grupos sociales de víctimas con objetivos solidarios,

que reclaman una nueva conciencia cívica ante las víctimas . También es innegable que los

movimientos feministas, la pujanza del pensamiento feminista de carácter científico-

reivindicativo apoyaron y aportaron al resurgimiento de la víctima, denunciando la doble

moral y la victimización secundaria.

Surgió así el nacimiento de la Victimologia, una ciencia nueva, consecuencia de la

criminología, algunos dicen sustituto de ella. Elías Neuman sostiene que: "la victimología

es una suerte de criminología, pero al revés, de la víctima". El hindú radicado en Canadá,

Abdel Ezzat Fattah definió a la victimología como: "aquella rama de la Criminología que se

ocupa de la víctima directa del crimen y que designa el conjunto de conocimientos

biológicos, sociológicos, psicológicos y criminológicos concernientes a la víctima". A ello

se suman: Ellemberg , y Goldstein, “ la victimologia es una parte de la Criminología que

estudia a la víctima y no como efecto nacido en la realización de una conducta delictiva,

sino como una de las causas, a veces principalísima, que influyen en la producción de

delitos”.
VICTIMOLOGIA

“La victimología (derivado del inglés Victimology) es una disciplina cuyo origen se sitúa a
mediados del siglo pasado, concretamente en el trabajo de Von Henting en 1948, en el que
trataba de poner de relieve la figura de la víctima, habitualmente olvidada por la
criminología tradicional. Surge por tanto como una rama de la criminología y dedicada al
estudio del otro elemento integrante de la “pareja criminal”, la víctima.” Y
fundamentalmente, en su momento, como contrapuesto al termino de criminología.

El uso del término se atribuye a Mendelson y otros lo atribuyen a Wherttam.

Para Tamarit , la victimología es la ciencia multidisciplinar que se ocupa del conocimiento


de los procesos de victimación y desvictimación, es decir de las diversas dimensiones de la
victimación (primaria, secundaria y terciaria) y de las estrategias de prevención, reducción,
de respuestas sociales, jurídicas y asistenciales tendientes a la reparación y reintegración
social de la víctima. Para Beristain, la victimologia es la ciencia de la victimacion.

Sin embargo para otros autores la victimologia, es una ciencia nueva, una ciencia
autónoma, con objeto, método y fin propios. (Israel Drapkin , Aniyar de Castro , Benjamín
Mendelsohn, Separovic; Young-Rifai) El objeto es la víctima, el estudio psicológico y
físico de la víctima, de los factores victimógenos, dentro de una concepción similar al “iter
criminis”, pero denominandose “Iter victimae”; y que, con el auxilio de otras disciplinas,
debe procurar la formación de un sistema efectivo para la prevención y estrategias de
intervención.

Cosa distinta es la perspectiva de la Victimologia, desde la definición de la Criminología:


“ciencia empírica e interdisciplinaria que tiene por objeto el crimen, el delincuen-te, la
víctima y el control social del comportamiento delictivo; y que aporta una información
válida, contrastada y fiable sobre la génesis, dinámica y variables del crimen -contemplado
éste como fenómeno individual y como problema social, comunitario-; así como sobre su
prevención eficaz, las formas y estrategias de reacción al mismo y las técnicas de
intervención positiva en el infractor.”

En dicha definición, entra además el delincuente, porque la criminogénesis depende de una


compleja relación entre víctima y victimario, que interaccionan, sus 'roles' respectivos,
llegando a confundirse, en los que Mendelsohn denomina la 'pareja penal', la víctima (que
ya no es considerada como sujeto pasivo, puede contribuir a su propia victimizacion).
Aunque el control racional del crimen, corresponde al Derecho Penal, uno de los objetivos
de la criminología según Garcia-Pablos, es el “control racional y razonable de la
criminalidad, con el menor coste social posible.”

La victimología es fundamentalmente el estudio de la víctima, de la persona que padece un


sufrimiento físico, psicológico y social, a consecuencia de la violencia o de una conducta
antisocial, que puede estar tipificada ante la ley como un daño al bien jurídico, o no ; de la
valoración de las secuelas y las formas terapéuticas de reparación o reintegración social. Y
en el devenir de la persona en víctima, se puede producir los tipos de victimizacion
(primaria, secundaria y terciaria).

El propio Tribunal Supremo reitera la constante línea jurisprudencial de elementos


fácticos como "las relaciones que ligasen a autor y víctima; personalidad de agresor y
agredido; actitudes o incidencias observadas o acaecidas en momentos precedentes al
hecho, particularmente si mediaron actos provocativos, insul-tos o amenazas, ...".

Hoy en día, casi todos, por no decir todos, los criminólogos, incluyen en sus estudios la
problemática de las víctimas, por ello surge la denominada Criminología Victimológica
que, en definitiva, es un intento de integrar la Victimología en la Criminología. Otros
hablan de la Victimología Criminológica , que es una “síntesis criminológica”, que incluye
a la victimologia. Y hay que destacar el uso del término por parte de Hassemer , y Silva
Sanchez , de la "Victimodogmática" (viktimogmatik Ansatz) que plantea la necesidad de ir
más allá en el estudio de la víctima, pero sobre la base del principio de
“autoresponsabilidad de la víctima”, evitando el excesivo protagonismo de la víctima y el
sentimiento implícito de lamentación, dando por hecho que la víctima es punitiva, que
busca el castigo del ofensor, poniendo mayor énfasis en las necesidades económicas de la
víctima . Muy contrario a lo que defiende la Victimologia, que aboga por una mayor
participación de la víctima en el proceso, obteniendo información, participación y
protección; y no necesariamente el factor económico, por tanto hay una gran diferencia
entre la victimologia y la victimodogmatica.

La víctima no ha sido tomada en cuenta por el derecho, porque no encontraba en algunos


casos su factor punitivo, y en otros la falta de argumentación en torno a los delitos sin
víctima, le obligó a ignorar a la víctima para no perder su validación doctrinal. “En este
sentido la Criminología ha sido clara en establecer que el conflicto le es expropiado por el
Estado al ofendido, en donde su interés a nivel sustantivo se ve reemplazado por el
abstracto bien jurídico tutelado y su derecho a la acusación se ve suprimido en aras de la
persecución estatal promovida por la vigencia del principio de oficialidad de la acción
penal”.

Y aunque las leyes procesales utilizan los términos perjudicado y ofendido, que son más
amplios que el de víctima, de lo hasta ahora expuesto se colige que “el concepto de
ofendido es más amplio que el de perjudicado, de tal forma que aquél engloba a éste”.

LA VICTIMA

Abdel Ezzat Fattah definió a la victimología como: "aquella rama de la Criminología que se
ocupa de la víctima directa del crimen y que designa el conjunto de conocimientos
biológicos, sociológicos, psicológicos y criminológicos concernientes a la víctima". Raúl
Goldstein la define como: "parte de la criminología que estudia a la víctima no como efecto
nacido de una conducta delictiva, sino como una de las causas, a veces principalísina, que
influyen en la producción de los delitos". Y el abogado de origen Rumanés, Benjamin
Mendelshon, nacionalizado en Israel, la definió como: "la ciencia sobre las víctimas y la
victimidad".

Desde la perspectiva de la Psiquiatria Forense, la víctima es la persona que como


consecuencia de la violencia, de una conducta antisocial o de un delito, enfrenta un trauma
de dolor y sufrimiento, que puede provocar daños colaterales en aspectos físicos,
psicológicos y comportamiento psicosocial que afecta a su entorno debido al
quebrantamiento de las reglas de convivencia y/o normas establecidas por las leyes. Y
además del sufrimiento y la violencia, la víctima luego de ese momento, tendrá que
convivir – en algunos casos de modo muy cruel – con los daños colaterales de ese anónimo
“quiebre de reglas.

La Declaración de los Principios Básicos de Justicia para las Víctimas de Delito y del
Abuso de Poder, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 11 de diciembre
de 1985, en ese sentido reconoce que víctimas, son:

“aquellas personas que, individual o colectivamente han sufrido perjuicio incluyendo daño
físico o mental, sufrimiento emocional, pérdida económica o deterioro substancial de sus
derechos fundamentales por medio de actos u omisiones en infracción de las leyes penales
operantes en los Estados Miembros, incluyendo aquéllas que establecen prescripciones
relativas al abuso del poder”.

La ley de ayudas y asistencias a las víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual
reconoce con acierto: Que además de las víctimas directas (las que sufren lesiones como
consecuencia directa del delito), hay también víctimas indirectas. Por desgracia, limita
excesivamente el número de las víctimas indirectas pues lo reduce al cónyuge, hijos, padres
supervivientes a una persona fallecida a consecuencia directa del delito.

LA PAREJA PENAL

Henting y Mendelshon, cuando hablan de la pareja penal, denominación nueva para hablar
del la víctima y del victimador, contribuyen a una nueva configuración del delito y a hablar
de la víctima como un ente dinámico, capaz de influir en la configuración del hecho
delictivo.

“Mendelshon, con notable acierto, se refiere a la “pareja penal”, que debe ser distinguida de
lo que el italiano Escipión Sighele denominaba "pareja delincuente". En esta última existe
mutuo y pleno consenso delictivo para que dos personas, que caracteriza como incubo y
súcubo, se involucren en uno o más delitos. Es la comisión del delito en que dos están de
acuerdo.”

Sucede todo lo contrario, en la "pareja penal", ya que no es nada armónica, sino


contrapuesta. Los roles están delimitados el victimador y la víctima. Ocasionalmente puede
comenzar siendo armónica, como en la estafa, pero lo que interesa al delincuente, y que
finalmente, de lo que deriva su éxito, es cuando destaca los roles a los que estaba destinado
el acto delictual: Estafador y estafado.(victima). Aunque la victima ayudo al proceso, de
modo tan concreto como ineluctable . Pero no se debe confundir, dice Rodríguez
Manzanera, “la pareja criminal es la forma más simple de delincuencia asociada y sus
intereses son homogéneos y la pareja penal por el contrario está compuesta por la víctima y
el victimario y sus intereses son antagónicos”.

Señala García‑ Pablos (1988) “el microscópico mundo de la pareja penal, origen de la
victimología debe ser superado y que el tradicional concepto de víctima muy restrictivo
carece de operatividad”. Por otra parte, también existen otras muchas víctimas sociales
además de las que el delito genera, por lo que el definitivo deslinde entre criminología y
victimología se encuentra en debate. La inclusión de todas aquéllas en el campo de estudio,
obligaría según Neuman a “reconocer el nacimiento de una nueva ‑ y autónoma ciencia de
las víctimas in genere con el acopio y la información, multidisciplinar pertinente”.

Gulotta denomina y entiende a la pareja víctima-ofensor como un Sistema Interactivo y


haciendo un símil comparativo a un sistema informático establece que los aportes de uno y
otro son mutuamente retroalimentados.

Esta nueva ciencia victimológica, es en realidad la nueva criminología, que nos obliga
desde el punto de vista pericial, a la atención de la pareja penal, o pareja victimal. No solo
es la valoración corporal y psíquica de la víctima sino también del victimador y cuyo
estudio competería a una rama que nos atrevemos a denominar “victimología forense”.

Siguiendo a Rodríguez Manzanera , a estas alturas es ya inadecuado e incompleto hacer un


estudio criminal, sin la víctima, pero en el estudio del fenómeno criminal, en la crimino-
dinamia y en la crimino génesis, se debe tomar en cuenta 4 factores.

a) El infractor

b) La victima

c) Las correlaciones biopsicosociales entre ellos

d) Las causas psíquicas profundas que producido la aproximación de los factores.

EL INFRACTOR

El victimador precisa someterse a un proceso de desensibilización y distorsión cognitiva,


previas, en su relación con la víctima. Porque necesita sentirse legitimado en su accionar.

Y en su deliberación criminal precisa neutralizar su auto percepción negativa, por ello en


las entrevistas a violadores, “manifiestan paladinamente haber internalizado estas
creencias.” Como veremos más adelante, en esta conducta "racionalizadora" hay una
actitud dolosa indudable.

La desensibilización le permite:
1) neutralizar la resistencia mortal,

2) para sobreponerse a la inhibición

La distorsión cognitiva le permite:

1) reducir el silencio del inconsciente del delincuente,

2) legitimar el acto delictivo, negar a la víctima, desvalorización de la victima

3) Si no es suficiente, se drogan o ingieren alcohol para “darse valor”.

Uno de los temas más estudiados son las “distorsiones cognitivas” en agresores sexuales de
niños, una explicación de lo que motiva a un sujeto pedofilico. La distorsiones cognitivas
que hacen que el victimador, se convenza de que las “Las caricias sexuales no son en
realidad sexo y por ello no se hace ningún mal.” Entre otras muchas formas de distorsión de
cognitiva, de manera que se sienta legitimado para realizar el delito. Precisan crear
constructos cognoscitivos falsos, distorsiones cognitivas; que se usan como creíbles y que
les sirven de excusa para justificar sus conductas, injustificables dentro de las normas y la
lógica de la población general. Finkelhor encontró cuatro modelos acerca de ello.

LA VICTIMA.

En las victimas se producen varias fases de reacción ante la victimacion, una primera
reacción inicial, que puede incluir una sensación de choque (shock), enojo, rabia, temor,
miedo, desamparo, incredulidad y culpa. Puede haber una adaptación, pero si no, pasar a la
etapa de desorganización, con efectos psicológicos como pensamientos penosos sobre el
evento, pesadillas, depresión, culpa, miedo y una pérdida de confianza y estima. Hay una
pérdida de la fe o de creencias anteriores. Conductas de abuso de alcohol o sustancias,
ruptura de relaciones sociales, evitación de todo lo relacionado con el evento traumático:
personas, situaciones y lugares. Puede seguir una adaptación y finalmente una elaboración.
Siempre hablando de una caso no complicado. Por ejemplo en un simple robo con
violencia, se darán todas las fases, aunque es verdad que el tiempo de adaptación y de
elaboración, no será el mismo en un robo, que en una violación, ni tampoco las secuelas.

Hasta 1970, los estudios sobre la violación eran escasos, se hablaba poco de los
devastadores efectos psicológicos que produce la violación. Los primeros en descubrir un
patrón de respuestas psicológicas en 13 víctimas, fueron Sandra Sutherland y Donad J.
Scherl, indicando tres fases:

1.- Una reacción aguda, inmediata o tras horas o días, después de la violación.

2.- Una fase de adaptación, de retorno a sus actividades, lo que no quiere decir que se haya
resuelto las consecuencias del impacto psicológico de la agresión. Fundamentalmente es
una rechazo, como protección al yo individual y sus relaciones con los demás. Puede
continuar con un sentimiento interno de depresión. Aunque, para el inicio de esta fase es un
tiempo variable, suele darse a las dos o 3 semanas, con pesadillas y fobias.

3.- Una fase final, cuando la víctima tiene ganas de hablar de lo sucedido y hay una
integración y resolución de los conflictos generados con el trauma de la violación.

Por otra parte en la victima puede suceder que la reacción inicial sea distinta por ejemplo en
los secuestros, que explica el fenómeno de la eclitofilia criminal (admiración por el
criminal), Rodríguez Manzanera expone un caso muy particular: “El síndrome de
Estocolmo consiste en la afinidad que los rehenes desarrollan hacia sus captores y depende
mucho de la intensidad de la experiencia, la duración de los acontecimientos, la
dependencia del rehén para todos su movimientos, la intransigencia de las autoridades,
etc.,”

Burgués y Holmstrom, describieron las fases y los síntomas somáticos y emocionales y


conductuales en víctimas de violación y delimitaron el síndrome de Trauma por violación:
como un conjunto de reacciones conductuales, somáticas y psicológicas, en una fase aguda,
un proceso de reorganización a largo plazo.

En una etapa temprana hay un pensamiento retrospectivo, en el que las víctimas


desean que todo sea como era antes y poder volver el tiempo hacia atrás. Superando esta
etapa crucial, hay una aceptación de lo que ha sucedido Puede ser mediante una
reconstrucción cognitiva, en la que las víctimas reinterpreten su experiencia para disminuir
los efectos del delito y posiblemente encontrar una explicación para lo que ha ocurrido,
Pero para mucha gente esto es seguido por un periodo de reconstrucción y aceptación, que
lleva a la normalización o adaptación.
La Organización Mundial de la Salud ha refinado su clasificación de tales desórdenes en la
décima edición de la International Classification of Diseases (Clasificación Internacional de
Enfermedades CIE-10). Desde una perspectiva histórica, el cambio significativo
introducido por el concepto de Desorden de Stréss Post-Traumático (DEPT) fue la
estipulación de que el agente etiológico estaba fuera del individuo (es decir, el evento
traumático), antes que en una debilidad inherente al individuo (una neurosis traumática). La
llave a la comprensión de la base científica y la expresión clínica del DEPT es el concepto
de “trauma”. Se trata de un trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un
acontecimiento. En 1980, la Asociación Psiquiátrica Norteamericana agregó el DEPT a la
tercera edición de su Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-III) y
posteriormente en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los trastornos Mentales), DSM
– IV, con el codigo: F.43.1 “Trastorno por estrés postraumático”.

Un evento traumático fue conceptualizado como claramente distinto de los factores


stresantes dolorosos que constituyen las situaciones normales de la vida como el divorcio,
el fracaso, el rechazo, la enfermedad grave, los reveses financieros y situaciones similares.
Esta dicotomización entre traumático y otros factores estresantes estaba basada en la
suposición de que, aunque la mayoría de los individuos tienen la habilidad de enfrentarse
con el estrés ordinario, sus capacidades de adaptación se ven probablemente abrumadas
cuando se confrontan con un factor estresante traumático.

Las correlaciones biopsicosociales entre ellos, las variables de conocimiento y actitud.

Variable Conocimiento:

A) Criminal y víctima se conocen (ejemplo: estupro)

B) EL Criminal conoce a la víctima pero ésta no al criminal (Ej. Un robo, hay un estudia
a la víctima antes de robarle)

C) LA Víctima conoce al criminal pero éste desconoce previamente a la victima

D) Víctima y criminal eran desconocidos (ejemplo: accidentes de tránsito)


Variable la Actitud:

Variable Atracción:

a) víctima y criminal se atraen: pacto suicida.

b) atracción del criminal hacia la víctima pero ésta rechaza al criminal: ejemplo los
crímenes pasionales.

Variable Rechazo o Repudio

a) el criminal rechaza a la víctima pero ésta se ve atraída por aquel.

b) ambos se rechazan.- ejemplo: duelos, riñas, venganzas

Variable Atracción y Rechazo

a) el criminal se ve atraído por la víctima, pero ésta es indiferente.

b) el criminal rechaza a la víctima, a ésta le es indiferente aquel .

c) la víctima se ve atraída por el criminal, éste le es indiferente.

d) la víctima repudia al victimario, éste adopta una aptitud indiferente.

e) ambos son indiferentes.

En la otra Variable: relaciones antes y después del delito, Segstock y Liang sugieren los
siguientes:

A) El modelo de precipitación victimal, en el cual la victima seduce o tienta al ofensor para


cometer el acto ilegal.

B) El modelo de conflicto victimal, en el cual el agresor y víctima están envueltos en un


largo conflicto, en un período de tiempo, y alternan los roles de agresor y víctima.

C) El modelo de disponibilidad victimal en el cual el agresor ha observado a la víctima y


puede predecir su comportamiento, pero la víctima tiene un limitado conocimiento del
ofensor.
Las causas psíquicas profundas que producido la aproximación de los factores.

En el estudio de la criminogenesis del fenómeno criminal hay que analizarlo desde el punto
de vista de la víctima y del victimador.

La víctima puede intervenir en cuatro forma diferentes: ([46])

a) La víctima puede ser la causa de la infracción. El centro de la relación lo ocupa una


vinculación personal nacida de una fijación psíquica o física.

b) La víctima puede ser el pretexto de la infracción. Existe una relación de mero contacto
anterior al delito

c) La víctima puede ser el resultado de un consenso. Una relación semejante surge sólo y/o
exclusivamente durante la comisión de un hecho.

d) La víctima es el resultado de una coincidencia. Se caracteriza por el anonimato, por la


calidad impersonal de la relación. Se podría decir entonces que sus intereses y por lo tanto,
la responsabilidad de cada uno de ellos son inversamente proporcionales a la del otro, es
decir, la de la víctima y la del victimario.

TIPOS DE VICTIMAS

El primero en desarrollar un sistema de clasificación de las víctimas fue Benjamin


Mendelshon , quién elaboró la siguiente tipología victimal:

· Víctima totalmente inocente (Víctima ideal)

· Víctima por ignorancia. Es aquélla que por desconocimiento se produce un daño a sí


mismo, es el caso de la mujer que se practica por medio propio un aborto y por ignorancia
pierde la vida durante el mismo, convirtiéndose en víctima.

· Victima por imprudencia.

· Víctima voluntaria, tan culpable como el delincuente. Aquélla que por voluntad propia se
convierte en víctima. Es el caso del suicidio.

· Victima agresora.
· Víctima provocadora Víctima más culpable que el autor. Es la que incita al infractor a
cometer el ilícito con su conducta.

· Víctima como única culpable. (Víctima simuladora).

· Victima imaginaria. Imaginada en la mente victimal.

Una clasificación de Peris ([48]) reconoce la existencia de:

1. Víctimas Participantes.

1.1 - Víctimas por imprudencia.

1.2 - Víctimas provocadoras.

1.3 - Víctimas voluntarias.

2. - Falsas víctimas.

2.1- Víctima simuladora.

2.2- Víctima imaginaria. Es aquélla que cree ser víctima.

3. - Víctimas ocultas.

Para Abdel Ezzat Fattah ([49]): hay una clasificación, compuesta de cinco tipos básicos y
varias subclasificaciones.

a) Víctima no participante: es aquella que rechaza al ofensor y a la ofensa, y no ha


contribuido al origen de la agresión.

b) Víctima latente o predispuesta: es en la que se puede encontrar cierta inclinación a ser


víctima, por defectos de carácter o por otros factores.

c) Víctima provocativa: incita al criminal a cometer la acción, creando una situación que
pueda conducir al crimen.

d) Víctima participante: interviene en el crimen adoptando una actitud pasiva o facilitando


la acción, o aun auxiliando al criminal.
e) Víctima falsa: es la presunta víctima de un crimen cometido por otra persona, o que ha
sido víctima de sus propias acciones.

Tipos de víctimas, a las que añade otras más

a) víctima deseosa o suplicante: esta es una víctima que desea el acto delictuoso y que hace
todo lo posible por incitar a la gente a cometerlo; ella pide; ella suplica y presta su ayuda y
aún asistencia para facilitar la ejecución del acto (menores que piden alcohol, eutanasia
solicitada, aborto pedido. etc.)

b) víctima que consiente libremente: la víctima voluntaria con diferencia de la víctima


deseosa o suplicante, no toma generalmente una parte activa, en la comisión de la
infracción. Por otra parte ella no se decide, no hace objeción, no resiste y no ensaya
defenderse o impedir que la infracción tenga lugar.

c) víctima sin consentimiento: el hecho de que la infracción tenga lugar sin el


consentimiento de la víctima no quiere necesariamente decir que ella no haya favorecido la
comisión de la infracción, y que ella sea por lo tanto excluida de toda responsabilidad.

“Explica Fattah que la víctima puede ser sucesivamente provocadora (instigadora o


suplicadora) en la fase de descarga y participante en la fase de ejecución, constituyendo en
tal modo un tipo mixto.”

Marta González, realiza una conceptualizando de cada una de las tipologías anteriores de la
siguiente manera:

a) Víctima Participante: Es la persona que activamente interviene en la dinámica


criminal, aparece cuando se produce un determinado nivel de actividad victimal en la
materialización del delito.

b) Víctima por Imprudencia: Es la persona cuya negligencia e irreflexión conductual


aporta las condiciones facilitadoras de la ejecución delictiva, ejemplo: el incorrecto cuidado
de la propiedad, irresponsabilidad en el control de actividades económicas empresariales.

c) Víctima Provocadora: Aporta el factor causal anterior inmediato al acto delictivo,


implica una actitud agresora precedente del sujeto pasivo del delito. La conducta
provocadora posee múltiples variantes de manifestación, por ejemplo: actitudes ofensivas
personales, injurias verbales, abierto enfrentamiento y animadversión al futuro criminal.
d) Víctima Voluntaria: Aparece cuando la propia persona convertida en víctima condiciona
el proceso de su victimización a un requisito predeterminado. En ejemplificación de este
caso, clásicamente se cita el supuesto de la eutanasia o “muerte por piedad”, en la que la
persona acepta o consiente en su propia muerte en caso de hallarse en una situación de
enfermedad irreversible y dolorosa.

e) Falsas Víctimas: Las personas que aducen, faltando a la verdad, haber sido víctimas de
conductas criminales; en esta categoría se presentan sustanciales diferencias entre víctima
simuladora y víctima imaginaria.

f) Víctima Simuladora: Surge cuando la persona que se aduce víctima, proclama su


supuesta condición para dañar malévolamente al presunto delincuente. En esencia, este
comportamiento simulador es en sí mismo un delito de Acusación Falsa, reconocido en la
mayoría de los ordenamientos penales modernos.

g) Víctima Imaginaria: Presunta victimización en la que la persona actúa de buena fe, en la


creencia errónea de que ha sido objeto de una agresión delictuosa. El error puede motivarse
por percepciones alteradas producto de inestabilidad psíquica o viciadas apreciaciones de la
realidad.

h) Víctimas Ocultas: Son las que poseen como característica común el de permanecer
ocultas, lo que no excluye que en su “anonimato” puedan pertenecer a cualquiera de las
categorías o clasificaciones antes desarrolladas.

En un estudio de la tipología víctimas según Hans von Henting, en la estafa. “La victima es
de índole psíquica, y por esto invisible, consistiendo en un “determinar” que mueve al
estafado a perjudicarse a sí mismo o a perjudicar a otro en su patrimonio.” En su estudio la
idea de la víctima contribuyente (incluso potencialmente mal intencionada o dolosa) es
desarrollada con amplitud.

García de Pablos establece una gama de situaciones victimarias:

1. Los delitos imprudentes contra la vida y la salud, con ocasión del tráfico de
vehículos de motor.

2. La Víctima de negligencias profesionales.

3. Víctima de agresiones sexuales.


4. Víctima de violencia y malos tratos intradomesticos.

5. Víctima del terrosimo.

6. Victima masa y macroprocesos

Neuman ([55]) propone la siguiente clasificación:

1. Las víctimas individuales, distinguiendo entre las mismas a aquellas que carecen
de actitud victimal, frente a las que adoptan una actitud victimal dolorosa o culposa;

2. Las víctimas familiares, contando entre éstas a los niños y a las mujeres
maltratadas, así como distintos delitos cometidos en el seno de la familia.

3. Las víctimas colectivas mencionando, entre ellas, a la comunidad como nación,


por la que hace a determinados delitos como la rebelión y la sedición;

4. Víctimas de la sociedad, que son aquellas colectividades a las que el propio


sistema social convierte en víctimas o en delincuentes. En este grupo entran los niños
abandonados, minusválidos, los ancianos, los marginados socialmente, las minorías étnicas,
raciales y religiosas, etc.

5. Victimizacion supranacional.La comunidad social, en relación con el genocidio,


delitos de cuello blanco y terrorismo de Estado, y determinados grupos sociales lesionados
en sus derechos y a través del sistema penal, todo ello en relación con la tortura, excesos en
materias de prisiones preventivas, existencias de leyes criminógenas, etc.

Esbec, viene a diferenciar seis grupos de víctimas por delito:

1. “ideal”, “indiscriminada” (Nuvolone), “fungible” o “no participante” (Fattah), “pasiva”


(Ponti), “sin actitud victimal” (Neuman) o “concientous victima” (Joutsen)

2. “provocadora” (Nuvolone, Shafer, Fattah, Neuman), “provoking” y “ perpetrating


victim” (Joutsen), “más culpable” o “sólo culpable” (Mendelsohn).

3. “voluntaria” (Mendelsohn, Nuvolone), “ autovíctima” (Shafer), “ consenting victim”


(Joutsen), “ rogante” o “solicitante” (Neuman).
4. “participante” (Fattah), “cooperadora” o “coadyuvante” (Neuman, Fattah), “instigating
victim” (Joutsen).

5. “imprudente” (Nuvolone, Mendelson), “precipitada” (Shafer), “provocadora pasiva”


(Fattah), “facilit” e “inviting victim” (Joutsen).

6. “simuladora” (Mendelsohn), “falsa” (Fattah) o “ simultaing victim” (Joutsen).

En muchas ocasiones, la víctima colabora activa o pasivamente, consciente o


inconscientemente, dolosa o culposamente en su propia victimización. Por ello hay que
superar los esquemas tradicionales entre autor del delito (activo y malo) y la víctima
(pasiva y buena). Estas clasificaciones, magnifican la relación dinámica entre víctima y
victimario en la génesis del delito, pero olvidan aspectos fundamentales del fenómeno
victimológico ; algunas, están inmersas en una relación continua de tipo sado-masoquista.
Estos comportamientos desarrollan una agresividad creciente y cuando un cierto límite de
intensidad es sobrepasado, resulta una agresión seria o incluso la muerte de uno de ellos. El
azar determina quién resultará víctima y cuál será el criminal.

En relación a la predisposición a sufrir victimización, hay clasificaciones sobre los factores


victimógenos o de riesgo victimal y en algunos casos la relación de estos factores con
determinados tipos de delitos. Guglielmo Gullotta, distingue varios grupos de factores
predisponentes específicos:

1) Factores de origen.

· Factores innatos. (enfermedades congénitas, sexo, etc.)

· Factores adquiridos. (enfermedades que ha padecido el sujeto y que dejan secuelas


físicas y psíquicas).

2) Factores temporales

· Factores permanentes (con efectos para todo el periodo vital del individuo)

· Factores temporales (cuando funciona por determinado tiempo).

· Factores ocasionales o pasajeros (de duración breve y aparición esporádica).


En cuanto a tipología de Joutsen: la establece en dos ejes:

A) Eje vinculado a la autoría:

a) Víctima concienzuda o diligente: paradigma de víctima ideal; irreprochable.

b) Víctima facilitadora: aquella que facilita el delito por omisión preventiva.

c) Víctima invitadora: que asume de forma temeraria el riesgo y no es precavida.

B) Eje vinculado a la intencionalidad:

d) Víctima provocadora: realiza una acción esencial de inicio de hostilidades.

e) Víctima consentidora: accede a ser sujeto de la accion. Asume el daño victimizador.

f) Víctima instigadora o promotora: aquella que facilita de forma directa el delito hasta
el punto de ayudar en su comisión. Puede dar su consentimiento o dar solo la instigación.

g) Víctima simuladora: aquella que alega falsamente la comisión de un delito.

Desde nuestra perspectiva pericial, esta sistematización debe quedar ampliada,


distinguiendo la víctima “directa” e “indirecta”, la víctima “primaria” y “ secundaria” , la
victimización “simple” (vs) “complicada” y la víctima “con daño psíquico” (en su caso
físico o socio‑ financiero) y “con psiquismo incólume”. Haciendo un especial énfasis en
los factores de riesgo (víctima “predispuesta”, “potencial” o “latente”) y en los de
vulnerabilidad tanto psicológicos como situacionales (víctima “vulnerable”) que
intervienen como trascendentales elementos moduladores de la victimogénesis.

Para Zaffaroni existen dos rangos de vulnerabilidad social correlativos: la vulnerabilidad a


la criminalización y la vulnerabilidad a la victimación, bajo un enfoque socio-económico
marcador de desigualdad y discriminación. Según el autor hay: Víctimas primarias y
Víctimas primarias secundariamente victimizadas por la selección institucional.

Beristain , indica que el “cuadro siguiente [similar al de Dünkel (1990:167), al de


Landrove (1990:39), y al de Neuman (1984:69)] sintetiza algunos tipos de víctimas con
diversos grados de culpabilidad.”
Grado de culpabilidad

Víctima Tipo Participación Ejemplo


- Bomba en establecimiento público

-Persona privada de

Víctima conocimiento que es

completamente Víctima "ideal" Ninguna robada en calle céntrica no peligrosa


participación
Inculpable activa -Persona dormida

en coche-cama, en

tren no peligroso,

que es robada

.
Víctima por Mayor o menor
ignorancia o contribución al Mujer que fallece al provocarse el aborto

imprudencia hecho
Mujer que entrega al falso contrayente
Víctima con Mayor o menor matrimonial su
escasa contribución al
Víctima culpabilidad hecho libreta de ahorro
parcialmente

culpable
Mayor o menor
Víctima Causación de la
voluntaria contribución al
muerte de/a enfermo incurable, por
hecho
su propio deseo (homicidio-suicidio)
(homicidio-suicidio)
Contribución
exclusiva de la

Víctima Víctima víctima al


completamente provocadora hecho
culpable Agresor que muere "víctima" del agredido
victimizante no que se defiende legítimamente

punible
Contribución
Víctima predominante
propiciadora del de la víctima al
delito hecho
Estafador estafado Borracho que fanfarronea
Punible en un bar

con dinero y le hurtan la cartera


Falsa víctima Una mujer quiere
(delito
Denuncia falsa vengarse de un
simulado)
hombre y le acusa

de violación

LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA.

VICTIMACIÓN PRIMARIA: Proceso por el cuál una persona, sufre de modo directo o
indirecto, daños físicos o psíquicos derivados de un hecho delictivo o acontecimiento
traumático.

Para Zaffaroni, por victimización primaria se tiende a entender la derivada de haber


padecido un delito, que cuando va acompañado de violencia o experiencia personal con el
autor suele ir acompañado de efectos que se mantienen en el tiempo y pueden ser físicos,
psíquicos, económicos o de rechazo social .

La primariedad y secundariedad de la victimización dependen de la fuente victimizante. La


ofensa desencadenada por el propio hecho delictivo conduce a una victimización primaria.

VICTIMACIÓN SECUNDARIA: La víctima secundaria nace fundamentalmente de la


necesaria intersección entre un sujeto y el complejo aparato jurídico-penal del Estado.
“Consecuentemente, la victimización secundaria se considera aún más negativa que la
primaria porque es el propio sistema el que victimiza a quién se dirige a él pidiendo justicia
y porque afecta al prestigio del propio sistema.”.

El termino de Victimización secundaria fue acuñado por Khüne para referirse a todas las
agresiones psíquicas (no deliberadas pero efectivas) que la víctima recibe en su relación
con los profesionales de los servicios sanitarios, policiales, o judiciales (interrogatorios,
reconstrucción de los hechos, asistencia a juicios, identificaciones de acusados, lentitud y
demora de los procesos, etc), así como los efectos del tratamiento informativo del suceso
por parte de los medios de comunicación.

Y que Shapland “se ha interesado por investigar aquellos elementos que producen más
daño, si cabe en las víctimas de un delito, que deben peregrinar por las oficinas
gubernamentales” y de la opinión que tiene las víctimas, de la Administración. Pueden
destacarse las siguientes consideraciones:

LA POLICÍA. Los miembros de la policía son vistos como seres insensibles sólo
preocupados por el aspecto burocrático. Proporcionan escasa información a la víctima y
aun estando la misma llorosa, prefieren no esperar al día siguiente para tomar declaración o
ver fotografías en la comisaría.

LOS MÉDICOS. En ellos predomina la búsqueda de la evidencia (tomar muestras, por


ejemplo) sobre el tratamiento.

La interacción de la víctima con el forense suele apreciarse como desagradable,


especialmente en delitos sexuales.

El juzgado, según Shapland, proporciona la mayoría las experiencias más molestas. Nadie
tiene tiempo para charlar. Las largas esperas; policías, funcionarios, etc., proporcionan una
imagen lamentable de la Administración de Justicia.

Los letrados de la defensa. Muchas veces, la víctima está desprotegida y no sabe qué hacer.
Algunos letrados más preocupados por el negocio prestan escaso interés al caso.

Los fiscales son los funcionarios peor conceptualizados: mal informados, ausentes,
distantes y despreocupados absolutamente sobre la ayuda y compensación a las víctimas a
las que ven de cerca por primera y única vez en la sala de juicios.

Además de todo ello, la víctima va a tener que soportar durante meses o años la
incertidumbre de un proceso penal que nunca parece concluir. Y en algunos casos, tendrá
que soportar en el juicio oral la reviviscencia de los hechos, las preguntas y afirmaciones en
descrédito evacuadas por la parte contraria y en ocasiones, el no ser ni tan siquiera creída.”
VICTIMACIÓN TERCIARIA: Refiere al conjunto de costes de la penalización tanto
sobre quien la soporta en propia persona como sobre terceros. Y la victimización terciaria
procede, principalmente, de la conducta posterior de la misma víctima; a veces, emerge
como resultado de las vivencias y de los procesos de adscripción y etiquetamiento, como
consecuencia o “valor añadido” de las victimizaciones primaria y secundaria precedentes.

Y tambien se dice Victimización terciaria: la dirigida contra la comunidad en general, es


decir contra la población total. También se denomina a los efectos que sufren los familiares
y amigos de las víctimas.

“El Derecho Penal, como derecho sancionador, punitivo, se halla volcado hacia el
delincuente: su vocación retribucionista condena a la víctima inocente del delito a una
posición marginal en el seno del mismo. Por ello, en el proceso penal prima la
preocupación del rol del acusado, de sus derechos y garantías, sobre los derechos y
garantías de la víctima, careciendo el estatus procesal de esta última de una correlativa
definición y consagración legal paralela o semejante a la del presunto culpable” ([70]).

EL SINDROME DE MALTRATO A LA MUJER (SIMAM)

Recientemente se ha definido la victimización dentro de la violencia intrafamiliar, como el


“síndrome de agresión a la mujer” (SAM) refiriéndose a las "agresiones sufridas por la
mujer como consecuencia de los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género
masculino y femenino, situándola en una posición de subordinación al hombre, y
manifestadas en los tres ámbitos básicos de relación de la persona: Maltrato en el medio
familiar, agresión sexual en la vida en sociedad y acoso en el medio laboral".

El Síndrome de Maltrato a la Mujer (SIMAM), (Lorente, 1998); se define como el


"conjunto de lesiones físicas y psíquicas resultantes de las agresiones repetidas llevadas a
cabo por el hombre sobre su conyugue, o mujer a la que estuviese o haya estado unido por
análogas relaciones de afectividad". Hay por tanto una interacción del agresor, la víctima y
las circunstancias del momento o contexto.

SÍNDROME DE LA MUJER VIOLADA:

Este síndrome (SMV) fue descrito por Burgess y Holstrm , describiendo los signos y
síntomas que experimenta una mujer violada. Su vida se ve totalmente afectada por la
experiencia, con alteraciones de la conducta, miedo a estar sola, ansiedad irritabilidad.
Aumento de pensamientos intrínsecos sobre el suceso con rabia, furor y autoinculpación.
Cambio de residencia. La sintomatología dura más de un año. En 80 pacientes solo un
tercio se recuperó al año y un 25% no se había recuperado a los 4 años. .

EL DICTAMEN PERICIAL EN VICTIMAS.

Ciertamente, el dictamen pericial psicológico de las víctimas del delito debe ser una opción
con la que el juez debe contar a menudo, siempre que no venga programáticamente
encaminado a desmentir o desmantelar el testimonio de la víctima. La víctima se encuentra
en ocasiones bajo una tan fuerte presión emocional, que la ayuda de un técnico se hace,
muchas veces, imprescindible para la correcta prestación del testimonio por la víctima, así
como para una correcta interpretación del mismo a tenor de las condiciones psicológicas
victimales.

En los Estados Unidos es frecuente la solicitud de consejo pericial, siendo el informe


pericial un instrumento procesal de primer orden, y, muy especialmente, en al ámbito de la
victimización sexual. En el modelo europeo, sin embargo, esta intervención no sólo es más
excepcional, sino que se solicita y constituye decididamente bajo el signo de una vocación
psiquiátrica orientada hacia la detección de patologías psicológicas. En Mayo de 1996, la
Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las Naciones Unidas, en su quinta
sesión, adoptó la resolución de desarrollar un manual o manuales sobre el uso y aplicación
de la Declaración (resolución del Consejo Económico y Social 1996/14). El Manual sobre
Justicia para las Víctimas.

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