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LA VICTIMOLOGIA Y SU CLASIFICACION
AUTOR
VILLANUEVA TAMAYO ANGEL
DOCENTE
LIMA – PERÚ
2019
DEDICATORIA
INTRODUCCION
A partir de la segunda mitad del Siglo XX, hay un cambio paradigmático e importante en la
Sin embargo la frase célebre de Werfel, pronunciada ya en 1920: “No el asesino, sino su
víctima es culpable” (Nicht der Mörder der ermordete ist schulding), predecía el cambio.
la ‘escena criminológica’ ha sido el criminal, el mal llamado ‘sujeto activo del delito’, con
frecuentemente morbo.”
A esto se sumó, que la psiquiatría mostró un progresivo interés por aquellos que sufren
Latané y Darley.
Y ya finalmente un tercer acápite, con grupos sociales de víctimas con objetivos solidarios,
que reclaman una nueva conciencia cívica ante las víctimas . También es innegable que los
criminología, algunos dicen sustituto de ella. Elías Neuman sostiene que: "la victimología
Abdel Ezzat Fattah definió a la victimología como: "aquella rama de la Criminología que se
sino como una de las causas, a veces principalísima, que influyen en la producción de
delitos”.
VICTIMOLOGIA
“La victimología (derivado del inglés Victimology) es una disciplina cuyo origen se sitúa a
mediados del siglo pasado, concretamente en el trabajo de Von Henting en 1948, en el que
trataba de poner de relieve la figura de la víctima, habitualmente olvidada por la
criminología tradicional. Surge por tanto como una rama de la criminología y dedicada al
estudio del otro elemento integrante de la “pareja criminal”, la víctima.” Y
fundamentalmente, en su momento, como contrapuesto al termino de criminología.
Sin embargo para otros autores la victimologia, es una ciencia nueva, una ciencia
autónoma, con objeto, método y fin propios. (Israel Drapkin , Aniyar de Castro , Benjamín
Mendelsohn, Separovic; Young-Rifai) El objeto es la víctima, el estudio psicológico y
físico de la víctima, de los factores victimógenos, dentro de una concepción similar al “iter
criminis”, pero denominandose “Iter victimae”; y que, con el auxilio de otras disciplinas,
debe procurar la formación de un sistema efectivo para la prevención y estrategias de
intervención.
Hoy en día, casi todos, por no decir todos, los criminólogos, incluyen en sus estudios la
problemática de las víctimas, por ello surge la denominada Criminología Victimológica
que, en definitiva, es un intento de integrar la Victimología en la Criminología. Otros
hablan de la Victimología Criminológica , que es una “síntesis criminológica”, que incluye
a la victimologia. Y hay que destacar el uso del término por parte de Hassemer , y Silva
Sanchez , de la "Victimodogmática" (viktimogmatik Ansatz) que plantea la necesidad de ir
más allá en el estudio de la víctima, pero sobre la base del principio de
“autoresponsabilidad de la víctima”, evitando el excesivo protagonismo de la víctima y el
sentimiento implícito de lamentación, dando por hecho que la víctima es punitiva, que
busca el castigo del ofensor, poniendo mayor énfasis en las necesidades económicas de la
víctima . Muy contrario a lo que defiende la Victimologia, que aboga por una mayor
participación de la víctima en el proceso, obteniendo información, participación y
protección; y no necesariamente el factor económico, por tanto hay una gran diferencia
entre la victimologia y la victimodogmatica.
Y aunque las leyes procesales utilizan los términos perjudicado y ofendido, que son más
amplios que el de víctima, de lo hasta ahora expuesto se colige que “el concepto de
ofendido es más amplio que el de perjudicado, de tal forma que aquél engloba a éste”.
LA VICTIMA
Abdel Ezzat Fattah definió a la victimología como: "aquella rama de la Criminología que se
ocupa de la víctima directa del crimen y que designa el conjunto de conocimientos
biológicos, sociológicos, psicológicos y criminológicos concernientes a la víctima". Raúl
Goldstein la define como: "parte de la criminología que estudia a la víctima no como efecto
nacido de una conducta delictiva, sino como una de las causas, a veces principalísina, que
influyen en la producción de los delitos". Y el abogado de origen Rumanés, Benjamin
Mendelshon, nacionalizado en Israel, la definió como: "la ciencia sobre las víctimas y la
victimidad".
La Declaración de los Principios Básicos de Justicia para las Víctimas de Delito y del
Abuso de Poder, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 11 de diciembre
de 1985, en ese sentido reconoce que víctimas, son:
“aquellas personas que, individual o colectivamente han sufrido perjuicio incluyendo daño
físico o mental, sufrimiento emocional, pérdida económica o deterioro substancial de sus
derechos fundamentales por medio de actos u omisiones en infracción de las leyes penales
operantes en los Estados Miembros, incluyendo aquéllas que establecen prescripciones
relativas al abuso del poder”.
La ley de ayudas y asistencias a las víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual
reconoce con acierto: Que además de las víctimas directas (las que sufren lesiones como
consecuencia directa del delito), hay también víctimas indirectas. Por desgracia, limita
excesivamente el número de las víctimas indirectas pues lo reduce al cónyuge, hijos, padres
supervivientes a una persona fallecida a consecuencia directa del delito.
LA PAREJA PENAL
Henting y Mendelshon, cuando hablan de la pareja penal, denominación nueva para hablar
del la víctima y del victimador, contribuyen a una nueva configuración del delito y a hablar
de la víctima como un ente dinámico, capaz de influir en la configuración del hecho
delictivo.
“Mendelshon, con notable acierto, se refiere a la “pareja penal”, que debe ser distinguida de
lo que el italiano Escipión Sighele denominaba "pareja delincuente". En esta última existe
mutuo y pleno consenso delictivo para que dos personas, que caracteriza como incubo y
súcubo, se involucren en uno o más delitos. Es la comisión del delito en que dos están de
acuerdo.”
Señala García‑ Pablos (1988) “el microscópico mundo de la pareja penal, origen de la
victimología debe ser superado y que el tradicional concepto de víctima muy restrictivo
carece de operatividad”. Por otra parte, también existen otras muchas víctimas sociales
además de las que el delito genera, por lo que el definitivo deslinde entre criminología y
victimología se encuentra en debate. La inclusión de todas aquéllas en el campo de estudio,
obligaría según Neuman a “reconocer el nacimiento de una nueva ‑ y autónoma ciencia de
las víctimas in genere con el acopio y la información, multidisciplinar pertinente”.
Esta nueva ciencia victimológica, es en realidad la nueva criminología, que nos obliga
desde el punto de vista pericial, a la atención de la pareja penal, o pareja victimal. No solo
es la valoración corporal y psíquica de la víctima sino también del victimador y cuyo
estudio competería a una rama que nos atrevemos a denominar “victimología forense”.
a) El infractor
b) La victima
EL INFRACTOR
La desensibilización le permite:
1) neutralizar la resistencia mortal,
Uno de los temas más estudiados son las “distorsiones cognitivas” en agresores sexuales de
niños, una explicación de lo que motiva a un sujeto pedofilico. La distorsiones cognitivas
que hacen que el victimador, se convenza de que las “Las caricias sexuales no son en
realidad sexo y por ello no se hace ningún mal.” Entre otras muchas formas de distorsión de
cognitiva, de manera que se sienta legitimado para realizar el delito. Precisan crear
constructos cognoscitivos falsos, distorsiones cognitivas; que se usan como creíbles y que
les sirven de excusa para justificar sus conductas, injustificables dentro de las normas y la
lógica de la población general. Finkelhor encontró cuatro modelos acerca de ello.
LA VICTIMA.
En las victimas se producen varias fases de reacción ante la victimacion, una primera
reacción inicial, que puede incluir una sensación de choque (shock), enojo, rabia, temor,
miedo, desamparo, incredulidad y culpa. Puede haber una adaptación, pero si no, pasar a la
etapa de desorganización, con efectos psicológicos como pensamientos penosos sobre el
evento, pesadillas, depresión, culpa, miedo y una pérdida de confianza y estima. Hay una
pérdida de la fe o de creencias anteriores. Conductas de abuso de alcohol o sustancias,
ruptura de relaciones sociales, evitación de todo lo relacionado con el evento traumático:
personas, situaciones y lugares. Puede seguir una adaptación y finalmente una elaboración.
Siempre hablando de una caso no complicado. Por ejemplo en un simple robo con
violencia, se darán todas las fases, aunque es verdad que el tiempo de adaptación y de
elaboración, no será el mismo en un robo, que en una violación, ni tampoco las secuelas.
Hasta 1970, los estudios sobre la violación eran escasos, se hablaba poco de los
devastadores efectos psicológicos que produce la violación. Los primeros en descubrir un
patrón de respuestas psicológicas en 13 víctimas, fueron Sandra Sutherland y Donad J.
Scherl, indicando tres fases:
1.- Una reacción aguda, inmediata o tras horas o días, después de la violación.
2.- Una fase de adaptación, de retorno a sus actividades, lo que no quiere decir que se haya
resuelto las consecuencias del impacto psicológico de la agresión. Fundamentalmente es
una rechazo, como protección al yo individual y sus relaciones con los demás. Puede
continuar con un sentimiento interno de depresión. Aunque, para el inicio de esta fase es un
tiempo variable, suele darse a las dos o 3 semanas, con pesadillas y fobias.
3.- Una fase final, cuando la víctima tiene ganas de hablar de lo sucedido y hay una
integración y resolución de los conflictos generados con el trauma de la violación.
Por otra parte en la victima puede suceder que la reacción inicial sea distinta por ejemplo en
los secuestros, que explica el fenómeno de la eclitofilia criminal (admiración por el
criminal), Rodríguez Manzanera expone un caso muy particular: “El síndrome de
Estocolmo consiste en la afinidad que los rehenes desarrollan hacia sus captores y depende
mucho de la intensidad de la experiencia, la duración de los acontecimientos, la
dependencia del rehén para todos su movimientos, la intransigencia de las autoridades,
etc.,”
Variable Conocimiento:
B) EL Criminal conoce a la víctima pero ésta no al criminal (Ej. Un robo, hay un estudia
a la víctima antes de robarle)
Variable Atracción:
b) atracción del criminal hacia la víctima pero ésta rechaza al criminal: ejemplo los
crímenes pasionales.
En la otra Variable: relaciones antes y después del delito, Segstock y Liang sugieren los
siguientes:
En el estudio de la criminogenesis del fenómeno criminal hay que analizarlo desde el punto
de vista de la víctima y del victimador.
b) La víctima puede ser el pretexto de la infracción. Existe una relación de mero contacto
anterior al delito
c) La víctima puede ser el resultado de un consenso. Una relación semejante surge sólo y/o
exclusivamente durante la comisión de un hecho.
TIPOS DE VICTIMAS
· Víctima voluntaria, tan culpable como el delincuente. Aquélla que por voluntad propia se
convierte en víctima. Es el caso del suicidio.
· Victima agresora.
· Víctima provocadora Víctima más culpable que el autor. Es la que incita al infractor a
cometer el ilícito con su conducta.
1. Víctimas Participantes.
2. - Falsas víctimas.
3. - Víctimas ocultas.
Para Abdel Ezzat Fattah ([49]): hay una clasificación, compuesta de cinco tipos básicos y
varias subclasificaciones.
c) Víctima provocativa: incita al criminal a cometer la acción, creando una situación que
pueda conducir al crimen.
a) víctima deseosa o suplicante: esta es una víctima que desea el acto delictuoso y que hace
todo lo posible por incitar a la gente a cometerlo; ella pide; ella suplica y presta su ayuda y
aún asistencia para facilitar la ejecución del acto (menores que piden alcohol, eutanasia
solicitada, aborto pedido. etc.)
Marta González, realiza una conceptualizando de cada una de las tipologías anteriores de la
siguiente manera:
e) Falsas Víctimas: Las personas que aducen, faltando a la verdad, haber sido víctimas de
conductas criminales; en esta categoría se presentan sustanciales diferencias entre víctima
simuladora y víctima imaginaria.
h) Víctimas Ocultas: Son las que poseen como característica común el de permanecer
ocultas, lo que no excluye que en su “anonimato” puedan pertenecer a cualquiera de las
categorías o clasificaciones antes desarrolladas.
En un estudio de la tipología víctimas según Hans von Henting, en la estafa. “La victima es
de índole psíquica, y por esto invisible, consistiendo en un “determinar” que mueve al
estafado a perjudicarse a sí mismo o a perjudicar a otro en su patrimonio.” En su estudio la
idea de la víctima contribuyente (incluso potencialmente mal intencionada o dolosa) es
desarrollada con amplitud.
1. Los delitos imprudentes contra la vida y la salud, con ocasión del tráfico de
vehículos de motor.
1. Las víctimas individuales, distinguiendo entre las mismas a aquellas que carecen
de actitud victimal, frente a las que adoptan una actitud victimal dolorosa o culposa;
2. Las víctimas familiares, contando entre éstas a los niños y a las mujeres
maltratadas, así como distintos delitos cometidos en el seno de la familia.
1) Factores de origen.
2) Factores temporales
· Factores permanentes (con efectos para todo el periodo vital del individuo)
f) Víctima instigadora o promotora: aquella que facilita de forma directa el delito hasta
el punto de ayudar en su comisión. Puede dar su consentimiento o dar solo la instigación.
-Persona privada de
en coche-cama, en
tren no peligroso,
que es robada
.
Víctima por Mayor o menor
ignorancia o contribución al Mujer que fallece al provocarse el aborto
imprudencia hecho
Mujer que entrega al falso contrayente
Víctima con Mayor o menor matrimonial su
escasa contribución al
Víctima culpabilidad hecho libreta de ahorro
parcialmente
culpable
Mayor o menor
Víctima Causación de la
voluntaria contribución al
muerte de/a enfermo incurable, por
hecho
su propio deseo (homicidio-suicidio)
(homicidio-suicidio)
Contribución
exclusiva de la
punible
Contribución
Víctima predominante
propiciadora del de la víctima al
delito hecho
Estafador estafado Borracho que fanfarronea
Punible en un bar
de violación
VICTIMACIÓN PRIMARIA: Proceso por el cuál una persona, sufre de modo directo o
indirecto, daños físicos o psíquicos derivados de un hecho delictivo o acontecimiento
traumático.
El termino de Victimización secundaria fue acuñado por Khüne para referirse a todas las
agresiones psíquicas (no deliberadas pero efectivas) que la víctima recibe en su relación
con los profesionales de los servicios sanitarios, policiales, o judiciales (interrogatorios,
reconstrucción de los hechos, asistencia a juicios, identificaciones de acusados, lentitud y
demora de los procesos, etc), así como los efectos del tratamiento informativo del suceso
por parte de los medios de comunicación.
Y que Shapland “se ha interesado por investigar aquellos elementos que producen más
daño, si cabe en las víctimas de un delito, que deben peregrinar por las oficinas
gubernamentales” y de la opinión que tiene las víctimas, de la Administración. Pueden
destacarse las siguientes consideraciones:
LA POLICÍA. Los miembros de la policía son vistos como seres insensibles sólo
preocupados por el aspecto burocrático. Proporcionan escasa información a la víctima y
aun estando la misma llorosa, prefieren no esperar al día siguiente para tomar declaración o
ver fotografías en la comisaría.
El juzgado, según Shapland, proporciona la mayoría las experiencias más molestas. Nadie
tiene tiempo para charlar. Las largas esperas; policías, funcionarios, etc., proporcionan una
imagen lamentable de la Administración de Justicia.
Los letrados de la defensa. Muchas veces, la víctima está desprotegida y no sabe qué hacer.
Algunos letrados más preocupados por el negocio prestan escaso interés al caso.
Los fiscales son los funcionarios peor conceptualizados: mal informados, ausentes,
distantes y despreocupados absolutamente sobre la ayuda y compensación a las víctimas a
las que ven de cerca por primera y única vez en la sala de juicios.
Además de todo ello, la víctima va a tener que soportar durante meses o años la
incertidumbre de un proceso penal que nunca parece concluir. Y en algunos casos, tendrá
que soportar en el juicio oral la reviviscencia de los hechos, las preguntas y afirmaciones en
descrédito evacuadas por la parte contraria y en ocasiones, el no ser ni tan siquiera creída.”
VICTIMACIÓN TERCIARIA: Refiere al conjunto de costes de la penalización tanto
sobre quien la soporta en propia persona como sobre terceros. Y la victimización terciaria
procede, principalmente, de la conducta posterior de la misma víctima; a veces, emerge
como resultado de las vivencias y de los procesos de adscripción y etiquetamiento, como
consecuencia o “valor añadido” de las victimizaciones primaria y secundaria precedentes.
“El Derecho Penal, como derecho sancionador, punitivo, se halla volcado hacia el
delincuente: su vocación retribucionista condena a la víctima inocente del delito a una
posición marginal en el seno del mismo. Por ello, en el proceso penal prima la
preocupación del rol del acusado, de sus derechos y garantías, sobre los derechos y
garantías de la víctima, careciendo el estatus procesal de esta última de una correlativa
definición y consagración legal paralela o semejante a la del presunto culpable” ([70]).
Este síndrome (SMV) fue descrito por Burgess y Holstrm , describiendo los signos y
síntomas que experimenta una mujer violada. Su vida se ve totalmente afectada por la
experiencia, con alteraciones de la conducta, miedo a estar sola, ansiedad irritabilidad.
Aumento de pensamientos intrínsecos sobre el suceso con rabia, furor y autoinculpación.
Cambio de residencia. La sintomatología dura más de un año. En 80 pacientes solo un
tercio se recuperó al año y un 25% no se había recuperado a los 4 años. .
Ciertamente, el dictamen pericial psicológico de las víctimas del delito debe ser una opción
con la que el juez debe contar a menudo, siempre que no venga programáticamente
encaminado a desmentir o desmantelar el testimonio de la víctima. La víctima se encuentra
en ocasiones bajo una tan fuerte presión emocional, que la ayuda de un técnico se hace,
muchas veces, imprescindible para la correcta prestación del testimonio por la víctima, así
como para una correcta interpretación del mismo a tenor de las condiciones psicológicas
victimales.