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García Colín (2001) nos brinda una idea clara acerca de los costos en relación con los
recursos utilizados y el valor económico que estos suponen:
A su vez Anderson Raiborn (2000) afirma que “el costo constituye un sacrificio
económico, el cual se mide por el valor monetario de la transacción de cambio”. Todo
esto nos lleva a precisar la diferencia entre costo y gasto, ya que si bien ambas son
erogaciones monetarias la principal diferencia es debido a que el gasto es aquella
erogación de la cual no esperamos obtener un ingreso futuro, y dándole el enfoque
empresarial, es todo lo que incurre en la distribución, administración de los procesos
relacionados con la gestión, comercialización y venta de los productos; mientras que el
costo es una erogación de la que sí se espera un ingreso futuro y todo lo que interviene
para la fabricación de un producto/servicio.
Teniendo una idea más clara de lo que se refiere el costo, podemos pasar a una
clasificación básica de los autores Thompson y Antezana del sitio web
promonegocios.com:
Costos variables. Son aquellos en los que: “el costo total cambia en
proporción directa a los cambios en el volumen de producción, dentro del rango
relevante”, en tanto que el costo unitario permanece constante.
Según la clasificación de los costos de acuerdo con su comportamiento, los costos
variables fluctúan en relación directa a un volumen dado. Dicha actividad puede ser
referida a producción o ventas; por ejemplo la materia prima cambia de acuerdo con la
función de producción y las comisiones de acuerdo con las ventas.
Los costos fijos son aquellos que independientemente de que si se esté o no fabricando
un producto o brindando un servicio son constantes tales como el agua, teléfono y renta,
además de que no le están dando un valor agregado al producto/servicio; sin embargo,
los costos variables tienen que ver directamente con la producción y este varía de
acuerdo a la demanda, esto quiere decir que a mayor o menor demanda, es la
producción requerida y por lo tanto varia la materia prima, la mano de obra y los costos
indirectos.
También hay costos semifijos o semivariables, que son los que poseen
características de costos fijos y variables. Un ejemplo de un costo semifijo o
semivariable es la energía eléctrica, debido a que una parte de ella es consumida
independientemente del volumen de producción.
Con lo anterior, cerramos lo que es la clasificación básica de los costos en que incurre
una empresa y así pasamos a hacer mención de la composición de un costo que nos
atañe en gran manera, el costo de producción de la mano del autor anterior:
Los conceptos que integran los costos indirectos son: materia prima
indirecta, mano de obra indirecta, depreciaciones de fábrica, amortizaciones de
fábrica, aplicaciones de activos diferidos febriles pagados por anticipado,
erogaciones febriles: renta, luz, calefacción, impuestos a la producción, etc.
En cuanto a la mano de obra, para reafirmar, la directa son todos los operadores, es
decir aquellas personas que están en contacto directo con la fabricación del producto;
mientras que la indirecta son las personas que influyen para sacar la producción, que
nos dan la pauta para producir como por ejemplo, los supervisores.
Y por último los costos indirectos como ya bien se dijo es todo lo que ayuda a que la
planta se mantenga en funcionamiento, donde la influencia directa sobre la producción
es de menor cantidad pero reflejan los medios para llegar a un fin.