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El Imperialismo

El término imperialismo hace alusión a las doctrinas políticas que establecen una
relación entre naciones en términos de superioridad y sumisión. Es decir que una
de ellas es dominada y otra ejerce la autoridad en materia militar, económica y/o
cultural. Así se impone la agenda que le resulta mayormente favorable a la
dominadora.

La dominación imperial puede darse, por un lado, mediante la colonización. La


misma implica el poblamiento del territorio colonizado, la explotación económica
y/o la presencia militar.

El imperialismo es un fenómeno político de larga data en la historia de la


humanidad y que ha contribuido a formar el panorama mundial
contemporáneo. Así, se dibujan en el mundo relaciones desiguales y verticales.
El mayor beneficio siempre se lo lleva la nación más poderosa

Características del Imperialismo


 El Estado busca su expansión, principalmente a partir de la sumisión
económica de otras naciones.

 El Estado dominante ejerce influencia política, cultural o económica sobre los


demás, sea formal o informalmente.

 Etnocentrismo (donde se decía que unas razas estaban por encima de otras).

 Darwinismo social (superioridad de los pueblos dominantes en relación a los


dominados además que promueve la supervivencia del más apto como un
factor social).

 Proceso de expansión de las potencias europeas, para ser más dominantes.

 Capital industrial fundido al capital financiero.

 Fuerte impulso gracias al desarrollo industrial dado por la revolución industrial.

 Utilización de mano de obra barata en los pueblos conquistados.

Ideales del Imperialismos


Históricamente, las causas del imperialismo han estado impregnadas de
motivaciones ideológicas, económicas y políticas.

La explotación de territorios

El deseo de adquirir territorios para explotar las riquezas que existan en él es uno
de los motivos que dio origen al imperialismo del siglo XV y XVI.
La obtención de beneficios económicos

Otra causa del imperialismo es la búsqueda de beneficios económicos a través


de la creación de mercados de intercambio económico en las colonias, que
involucraban la interacción entre el Estado y compañías privadas.

Ideas de superioridad y darwinismo social

Desde el punto de vista ideológico, la noción de superioridad y supervivencia del


más apto (esta última sustentada en la teoría del origen de las especies de
Charles Darwin) propició la integración de Gran Bretaña como imperio, ya que
sostenía que el hombre blanco debía contribuir con la civilización de pueblos
rezagados.

Motivación política

La voluntad de fortalecer la preeminencia diplomática, la aspiración de poder, la


seguridad y el renombre son los imperativos políticos que justifican la necesidad
de expansión de las naciones como una manera de protegerse y mantenerse en
el liderazgo mundial.

Razones demográficas

A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, la población del continente europeo
creció considerablemente. Las precarias condiciones laborales y la escasez de
trabajo llevaron a los países a expandir sus dominios para incrementar el mercado
laboral.

Razones militares

Toda gran potencia debe tener una flota moderna, bases navales en el Pacífico y
en el Caribe.

La religión

Durante el siglo XIX, era común entre las naciones europeas enviar misioneros
hacia las colonias. Sin embargo, detrás de esta evangelización existía un motivo
ulterior: controlar a los pueblos a través de las prohibiciones impuestas por la
religión.

La Doctrina de Monroe
La doctrina Monroe consistía en considerar cualquier intervención europea en los
destinos de los países americanos como un agravio directo a los Estados Unidos
que ameritaría una respuesta inmediata y contundente.

Esta medida fue de particular repercusión en la política internacional de la época,


pues coincide con las luchas emancipadoras de numerosas antiguas colonias
europeas, enfrentándose al colonialismo e imperialismo directamente y sirviendo
de garante a las nacientes repúblicas latinoamericanas.

Postulados de Doctrina Monroe


1. Las potencias europeas no tienen derecho de intervenir en los asuntos
interiores de los Estados americanos.

2. Toda intervención de esta clase será considerada como una amenaza hostil y
un peligro para los Estados Unidos.

3. La fundación de colonias en América es inadmisible, por hallarse ya repartido


todo el Continente americano entre Estados civilizados. Todos ellos se han
resumido en el célebre aforismo «América para los americanos».

Quienes implementa la doctrina Monreo


Es el principio de la política exterior de Estados Unidos de no permitir la
intervención de las potencias europeas en los asuntos internos de los países del
hemisferio americano. Derivado de un mensaje al Congreso por el presidente
James Monroe el 2 de diciembre de 1823.

Para que la Implementan


Debido a las pretensiones de Rusia sobre la costa del Pacífico, asimismo sobre
las intenciones que las potencias europeas por obtener América Latina. Monroe
pedía con firmeza a las potencias europeas que no interviniesen en América.

Por lo tanto la llamada doctrina Monroe comprende dos elementos


indispensables:

 "nada de intervención europea en América”


 “nada de intervención americana en Europa"

Guerra Hispanoamericana
La Guerra Hispano-Americana fue una guerra de 1898 entre España y los Estados
Unidos, resultado de la intervención norteamericana en la Guerra de
Independencia de Cuba. Los ataques estadounidenses a las posesiones
territoriales de España en el océano Atlántico y en el Pacífico, que llevaron a la
implicación de la Revolución Filipina y, finalmente, a la Guerra Filipino-Americana.

Revueltas contra el dominio español habían ocurrido desde hacía algunos años
en Cuba. Hubo pequeños conflictos antes, como en el caso de Virginius en 1873.
A finales de 1890, la opinión pública estadounidense fue agitada por la
propaganda anti-española dirigida por periodistas como Joseph Pulitzer y William
Hearst que utilizaron periodismo amarillo para criticar a la administración
española de Cuba. Tras el naufragio misterioso del acorazado estadounidense
Maine en el puerto de la Habana, las presiones políticas del Partido Demócrata y
algunos industriales empujó a la administración del presidente republicano
William McKinley a una guerra que él tenía la intención de evitar. Así, los Estados
Unidos enviaron un ultimátum a España exigiendo que entregara el control de
Cuba. Primero en Madrid, luego en Washington, se declaró formalmente la
guerra.

Aunque la cuestión principal era la independencia de Cuba, la guerra de las diez


semanas, se desarrolló tanto en el Caribe como en el Pacífico. El poder naval
estadounidense resultó decisivo, permitiendo que las fuerzas expedicionarias
americanas desembarcaran en Cuba contra una guarnición española ya de
rodillas a causa de los ataques de los insurgentes cubanos por todo el país y por
la fiebre amarilla. Las fuerzas cubanas, de las Filipinas, y norte-americanas,
numéricamente superiores, obtuvieron la rendición de Santiago de Cuba y Manila,
a pesar del buen desempeño de algunas unidades de infantería españolas y del
combate feroz por posiciones como San Juan Hill. Con dos escuadras españolas
obsoletas hundidas en Santiago de Cuba y la bahía de Manila; y una tercera parte
más moderna llamada de vuelta a casa para proteger la costa española, Madrid
pidió la paz.

El resultado fue el Tratado de París de 1898, negociado en condiciones favorables


para los Estados Unidos, que permitió el control temporal sobre territorio cubano,
y cedió por tiempo indeterminado, la autoridad colonial sobre Puerto Rico, Guam
y las islas de las Filipinas. La derrota y el hundimiento del Imperio Español
desencadenó un profundo impacto en la psique nacional de España, y provocó
una revalorización filosófica y artística profunda de la sociedad española conocida
como la Generación del 98. Con esto, los Estados Unidos ganaron varias
posesiones insulares en todo el mundo.

La guerra marcó la entrada de Estados Unidos en los asuntos mundiales. Desde


entonces, los Estados Unidos tuvieron un peso significativo en varios conflictos
alrededor del mundo.

La guerra hispano-americana redefinió la identidad nacional, sirvió como una


especie de solución para las divisiones sociales que aquejaban a la mente
americana, y proporcionó un modelo para todo el futuro del periodismo.

Dominación de África
La historia de la colonización de África está documentada desde que los fenicios
empezaron a establecer colonias en la costa africana del Mediterráneo, en torno
al siglo X a.C. Más tarde, les siguieron los griegos desde el siglo VIII a.C. y,
posteriormente, los romanos en el siglo II a.C. Ya en el siglo V de nuestra era los
vándalos ocuparon la región, seguidos por el Imperio Bizantino en el siglo
posterior. Poco después llegaron los árabes en el siglo VII y, finalmente, los
estados modernos de Europa en su expansionismo colonial, a partir del siglo XIV.
Se puede decir que la colonización reciente de África comenzó con el
descubrimiento de América y con la ocupación de las Islas Canarias por los
portugueses, a inicios del siglo XIV.
El proceso de ocupación territorial, la dominación política y la explotación
económica de África por las potencias europeas se inicia en el siglo XV y se
extiende hasta mediados del siglo XX. Vinculada a la expansión marítima europea,
la primera fase del colonialismo africano surge de la necesidad de encontrar rutas
alternativas para Oriente y nuevos mercados productores y consumidores.
En el siglo XIV, los exploradores europeos llegaron a África. A través de
intercambios con algunos jefes locales, los europeos fueron capaces de capturar
millones de africanos y exportarlos a diferentes partes del mundo en lo que se
conoció como la esclavitud.
En el siglo XIX, con la expansión del capitalismo industrial, el neocolonialismo
comienza en el continente africano. Las potencias europeas desarrollaron una
carrera por África masiva y ocuparon la mayor parte del continente, creando
muchas colonias. Entre otras características, se caracteriza por la aparición de
competidores nuevos poderes, como Alemania, Bélgica e Italia. A partir de 1880,
la competencia entre ciudades por el dominio de territorios africanos se
intensifica. La lucha por África comienza, en efecto, con la Conferencia de Berlín
(1884), que establece normas para la ocupación, donde los poderes coloniales
negociaron la división de África, proponiendo de no invadir las áreas ocupadas
por otras potencias.
Los únicos países africanos que no eran colonias fueron Etiopía (que fue
brevemente invadida por Italia durante la Segunda Guerra Mundial) y Liberia,
que había sido recientemente formada por esclavos liberados de los Estados
Unidos de América. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, el 90% de las
tierras ya estaban bajo el control de Europa.
La ocupación de África por las potencias europeas continuaría hasta después del
final de la Segunda Guerra Mundial, cuando las colonias comenzaron a ganar
independencia, en un proceso conocido como descolonización. Con la excepción
de Egipto, que proclamó unilateralmente su independencia en 1922, y África del
Sur, que se había independizado en 1910 del Imperio Británico, los restantes
territorios africanos comenzaron a independizarse de la década 1950,
principalmente a partir de la Conferencia de Bandung en 1958, al que asistieron
los cuatro estados africanos independientes en esa fecha. La descolonización no
fue pacífica.Los últimos países africanos para lograr la independencia, ya en la
década de 1990, eran Namibia y Eritrea, que habían estado bajo su
administración, respectivamente de Sudáfrica y Etiopía, bajo la tutela de una
antigua Sociedad de Naciones. Sin embargo, todavía hay varios territorios
africanos ocupados por países europeos, como Marruecos y posesiones españolas
en las islas de Santa Elena y Ascensión, administradas por el Reino Unido.

Revolución Rusa
La revolución rusa fue un movimiento político y social realizado por el pueblo ruso
contra el régimen imperial zarista que gobernaba en aquel entonces.
Esta revolución, comenzó en marzo del año 1917 y finalizó en noviembre de ese
mismo año, con una serie de acontecimientos que llevaron a derrotar al gobierno
establecido para aquel tiempo y darle comienzo a un nuevo gobierno con políticas
comunistas y socialistas bajo el mando de Vladimir Lenin y su partido
bolchevique, que luego dio origen a la Unión Soviética.
Dicha revolución se inició para fines de la primera guerra mundial, donde el
pueblo se encontraba agotado de las políticas establecidas por el gobierno
monárquico y la diferencia de clases que desfavorecían a las clases bajas.

Causas y consecuencias de la revolución rusa


Causas

Las causas principales por las que se dio pie a la revolución rusa fueron las
siguientes:
 Mientras los demás países de europa se modernizaban gracias a la
revolución industrial, Rusia no lo hacía, ya que sostenía su sistema
económico en el monopolio de tierras, nobleza y aristocracia,
desfavoreciendo la economía local y asentando la diferencia de clases.
 La diferencia de clases impuestas por el sistema económico llevó a que la
población se encontrara descontenta con la forma de gobernar del zar
Nicolás II.
 El hecho de que se permitiera entrar capital extranjero a Rusia, que
dominaban los centros productivos, causó revueltos y protestas.
 La economía del país se encontraba paralizada y estancada, lo cual
ocasionó escasez, pobreza y miseria.
 El pueblo se encontraba sometido a un régimen dictatorial que tenía el
poder absoluto, con prácticas gobernante s fuertes, como la de imponer
la religión católica ortodoxa a todos los habitantes.

Consecuencias

Las consecuencias que se presentaron luego de la revolución rusa fueron las que
se encuentran a continuación:
 Supuso un cambio social, político y cultural que marcó un antes y un
después en Rusia.

 Se logra derrocar al régimen imperial zarista y su monarquía y se impone


el primer estado socialista del mundo, bajo el mando de Vladimir Lenin
con el gobierno bolchevique.

 Como consecuencia de la revolución rusa, en 1922 surge la Unión


Soviética, que iba a tener gran participación y poder a nivel mundial hasta
su disolución en 1991.

 Si bien se logra destituir al gobierno absolutista, comenzó un período en


donde se empieza a reprimir a cualquier persona que estuviera en contra
del gobierno comunista.

 Las religiones fueron debilitadas pues se les prohibía profesar una religión
y se incitaba al ateísmo.

Caída del Imperio Ruso

Durante esta época Rusia sufrió una grave crisis nacional debido a su derrota
militar en Oriente frente a Japón, en 1905. Las consecuencias económicas y
sociales de esta derrota provocaron protestas (Revolución de 1905) que fueron
duramente reprimidas, aunque obligaron a reformar el sistema imperial. El zar
Nicolas ll autorizó la formación de una Duma (Parlamento) aunque
posteriormente intentó prescindir de ella.
Que provoco la crisis
 Los desastres militares durante la primera guerra mundial.
 Las clases sociales estaba muy estratificadas.
 Escases de alimentos.
 Gobierno Provisional formado por socialistas el cual era muy débi.l

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