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El acto sublime en la investigación: la problemtización

Dr. Rodolfo Castañeda Ramírez

Presentación

Investigar es una necesidad de conocer, comprender una realidad como totalidad,


hacerlo implica un estado de tensiones intelectuales, actos de un ir y venir cognitivo
que dinamizan las estructuras del pensamiento y el capital cultural del sujeto
investigador. La investigación se hace necesaria ante una situación problemática,
una dificultad que representan la oportunidad de hacer inteligible el dilema como
oportunidad de generar conocimiento. Es a la vez la posibilidad de transitar en una
realidad potencial con significación social. La investigación sitúa al sujeto en la
necesidad de aprehender la complejidad de la realidad, de articular sus diversas
aristas. Para lograrlo se recurre a la problematización como acción perfecta,
excelente, que no se percibe fácilmente, no se concreta como temática, pero que
determina, establece rupturas, desestabiliza, pero que tiene como finalidad en la
investigación construir el objeto de estudio como hilo conductor de todo el proceso
de investigación. La problematización es una herramienta indispensable que abre
caminos, señala posibilidades, interpela, ubica, localiza al objeto. Esta es la razón
de su existencia, omitirla es condenar a la investigación a su inconsistencia y su
falta de significado y sentido. Lo existente y la falta son momentos del acto de
problematizar que dan consistencia y dirección a toda la investigación.

La naturaleza de la problematización

La esencia de la problematización se ubica en la pregunta que atrapa el objeto de


estudio, cuestiona los conceptos, analiza, reflexiona acerca de las zonas ambiguas,
el propósito es aclarar el dilema, la coyuntura sintomática.

Sánchez (1993) señala que la problematización es un proceso complejo a través


del cual el profesor-investigador va decidiendo poco a poco lo que va a investigar
(…) es un periodo de desestabilización (…) clarificación (…) construcción gradual
del problema de investigación. La complejidad de la problematización radica en los
esfuerzos epistémicos que van configurando, delineando al objeto de estudio, sólo
que para lograrlo dice Sánchez Puentes (1993) es “un cuestionamiento radical del
ser y actuar de todo el quehacer de investigación. Hidalgo Guzmán (1997), p. 52)
señala que “problematizar es preguntarse sobre la complejidad de lo real que
hace insuficiente la explicación o que toma incomprensible y contradictoria la
sociovisión”, es proceso laborioso de planteamiento, localización y de síntesis, de
grandes preguntas y no de respuestas inmediatas. Son grandes recorridos y
deliberaciones a fin de comprender lo que se quiere investigar.
El cuestionar obliga a buscar, establecer relaciones con la metodología, la teoría,
comprender cada vez más la realidad. Es empezar a distanciarse de posiciones
estereotipadas que pueden contaminar, paralizar la construcción del objeto de
estudio. El ejercicio de distanciamiento es producto del asombro, de la pasión, de
un efecto de fascinación por el tema de estudio. El distanciamiento también se logra
con la interpretación particular de la realidad que se va presentando, las zonas
obscuras son las que requieren del ejercicio hermenéutico.

La pregunta inicial es general, que poco a poco se va especificando, esto permite


clarificar el tema de estudio, hasta reducirlo a lo esencial, generar relaciones entre
las situaciones fenoménicas que aún no tienen una estructura que refleje
comprensión al lector. Se trata de convertir el objeto de estudio en un tema de
interés, con significación y sentido.

Problematizar como acto intelectual

El ejercicio intelectual pareciera extraño o de sujetos inadaptados, descontentos,


lejos de este prejuicio, el que piensa la realidad la percibe como totalidad potencial,
la reconoce compleja, como red de significaciones, totalizaciones que requieren
indagación; no puede consumir cultura sin hacer uso crítico, ello sería el principio
de la decadencia tanto de los hombres como del conocimiento. El tomar una función
crítica genera un desafío riguroso: comprender a la realidad como totalidad
estructurada en totalizaciones. Además es ya un compromiso con una acción de
conocimiento que implica su exteriorización y uso en distintos escenarios. El
problema del que piensa y enseña su pensamiento se ubica entre la representación
y la realidad. El desafío es tomar conciencia de las significaciones de la realidad
potencial.

En su inicio la investigación es un ejercicio intelectual, proyecta sus primeras ideas,


analiza sus posibilidades; en este ejercicio va configurando al objeto de estudio.
Identifica sus manifestaciones sintomáticas, sus posibles coyunturas problemáticas
es un estado de imprecisión, de rupturas y preguntas epistemólogicas. También
suelen aparecer preguntas ontológicas producto de la percepción del investigador.
En este ir y venir el objeto de investigación va configurando cierta forma que ya se
puede ir nombrando, es decir dando cuenta de existencia real, ubicación en un
espacio, tiempo, teoría, necesidad. Para completar el acto intelectual ya se puede
exponer a un interlocutor, presentarlo como posibilidad de investigación. Es pensar
el objeto y enseñar su necesidad y posibilidades de investigación en el campo
educativo.

La pregunta como acto problematizador

Heidegger ( 1982) señala que la pregunta ha caído en el olvido, la pregunta no es


una pregunta cualquiera, es una pregunta por el ser”, aunque todo mundo la usa,
sin embargo no se pregunta por el ser. El preguntar es un acto de reflejar la
necesidad de conocer, de conciencia, de encontrar los hilos que conducen a la
esencia del objeto. Esto se hace posible si se tiene cuidado de plantear preguntas
ontológicas, epistemológicas, metodológicas. Es en el mismo acto de problematizar
que se hace necesaria la pregunta en estos horizontes. De aquí que se ha de
rechazar el impulso de consumir inmediatamente el objeto de estudio que se
encuentra en estado de naturaleza, por consiguiente no se puede trabajar para
otro, el esfuerzo no puede dirigirse, entregarse a otros deseos, ahí en el objeto de
estudio se constituye en conciencia, se cultiva, sublima al desestructurar una
realidad que se encuentra en estado de dada-dándose. Así transforma lo concreto
en abstracto para hacerlo concreto.
La pregunta es apertura para iniciar el camino de investigación, es empezar una
relación dialéctica de preguntas y respuestas con pretensiones de validez.
La pregunta es un acto reflexivo que abre posibilidades de encadenamiento, sólo
que ha de cumplir con ciertos rasgos epistémicos: incluir categorías que hagan que
el objeto de estudio muestre, refleje los horizontes por donde ha de transitar la
investigación.

De acuerdo a Gadamer (1993), “se ha de renovar la pregunta por el ser. La pregunta


de la filosofía plantea cuál es el ser del comprenderse. Con tal pregunta supera
básicamente el horizonte de este comprenderse. Poniendo al descubierto el
fundamento temporal que se oculta no está predicando un compromiso ciego por
pura desesperación nihilista, sino que abre una experiencia hasta entonces cerrada
y que está en condiciones de superar el pensamiento desde la subjetividad”. Poner
al descubierto es el fin de la problematización, que apoyada en diversos recursos
teóricos, técnicos logra caracterizar al objeto de estudio.

El concreto-abstracto-concreto como recorrido necesario en la


problematización

El conocimiento se va generando de lo simple a lo concreto en cada sujeto, aunque


lo concreto es el punto inicial, es un movimiento que se mueve en una dinámica
circular que va de lo concreto real a lo abstracto ideal que se va ajustando cuando
se van incluyendo categorías de análisis.

Es un movimiento que inicia por reconocer lo que se tiene, lo que se sabe del objeto
de estudio, empezar a proyectar lo que se desea, volver a regresar al principio del
objeto de estudio, así se va produciendo un círculo en el que se va produciendo
perspectivas teóricas como abstracto concreto real-concreto pensado. Es una
interacción sujeto-objeto mediada. Las primeras intuiciones, imaginarios y
parcialidades acerca del objeto de estudio han de constituirse en conceptos, es
avanzar de lo concreto a lo abstracto. Esta es un primer momento de la
investigación, es a lo que Kosik (1967) plantea señalando que la cosa misma no se
manifiesta inmediatamente al hombre. Para captarla se requiere no sólo hacer un
esfuerzo, sino también dar un rodeo”. Es la razón de la representación y el concepto,
dice Kosik (1967) la “actitud que el hombre adopta primaria e inmediatamente hacia
la realidad no es la de un sujeto abstracto cognoscente, o la de una mente pensante
que enfoca la realidad de un modo especulativo”. El ejercicio de pensar y hacerlo
de forma crítica va dando existencia al objeto de estudio, por establecer e identificar
los puentes, las relaciones que guarda cada arista.
Así de acuerdo con Kosik (1967) la realidad “no se presenta originariamente al
hombre en forma de objeto de intuición, de análisis y comprensión teórica; se
presenta como el campo en que se ejerce su actividad práctico-sensible y sobre
cuya base surge la intuición práctica inmediata de la realidad. Crea sus propias
representaciones de las cosas y elabora todo un sistema correlativo de conceptos
con el que capta y fija el aspecto fenoménico de la realidad”. El concreto-abstracto-
concreto va desestructurando la totalidad en totalizaciones. Es un buen camino que
hace posible que la problematización logre construir el objeto de estudio. Es un
descomponer el todo con el uso de categorías que se van configurando en el
ejercicio analítico sintético. Captar la esencia del objeto de estudio representa todo
un ejercicio continuo de abstracciones.

Referencias bibliográficas

De la Garza, E. ( ) El método del concreto abstracto concreto


Gadamer, H. (1993). Verdad y Método I. Sigueme-Salamanca.
Heidegger, M. (1982) El ser y el tiempo. México: FCE.
Hidalgo Guzmán, Juan Luis (1997) Investigación educativa: una estrategia
constructivista, México: Castellanos editores.
Karel, K. ( 1998 ). Dialéctica de lo concreto. México: Grijalbo.
Sánchez Puentes, Ricardo (1993). Didáctica de la problematización en el campo
científico de la educación. Perfiles Educativos, , núm. 61, México.

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