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Introducción:
I. Introducción
II. La verdadera conversión
III. La verdadera conversión
IV. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Ortodoxia)
V. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Ortodoxia II)
VI. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Calvinismo)
VII. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Calvinismo II)
VIII. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Perspectiva de Pacto)
IX. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Puritanismo)
X. Distintivos doctrinales de la Iglesia (Bautista)
XI. Responsabilidades de los Miembros (Corporativas)
XII. Responsabilidades de los Miembros (Privadas)
Ahora bien, nosotros sabemos que algunas cosas que estaremos compartiendo
con ustedes son bien conocidas por algunos. Pero, creemos que es necesario
que todos escuchen este material
Según porque entendemos que no está demás el repetir las cosas que
tenemos en el material para que se grabe bien en las mentes de ustedes y
para que cuando otros aspirantes a la membresía de la iglesia estén pasando
por esta clase, ustedes sepan cuál es el material que se está compartiendo
con ellos y así puedan ayudarles reforzando lo que están aprendiendo.
Ahora bien, nosotros consideraremos las razones por las cuales debemos
exponer a un aspirante a miembro de la iglesia a una clase de premembresía
como esta.
¿Cuáles son las razones que han llevado a los pastores de la iglesia a apartar
un tiempo para tener una clase de este tipo? ¿Es de verdad importante que
tengamos en la iglesia una clase de premembresía? Si es así ¿por qué es
importante que todo aspirante a ser miembro de esta iglesia pase por esta
clase?
¿Por qué entendemos que un aspirante a miembro de esta iglesia debe pasar
por una clase de premembresía? Para asegurarnos, hasta donde tal cosa sea
bíblicamente razonable, que sólo formarán parte de la congregación hombres
y mujeres genuinamente convertidos.
Porque uno puede ver en una persona ciertas marcas y creer que es convertido
y después de un tiempo ver que no. Pero hasta donde es razonablemente
bíblico esperarlo, asegurarnos que sólo formarán parte de la Iglesia aquellos
hombres y mujeres que genuinamente se hayan convertido.
Pero hermanos, la Biblia enseña que sí debemos asegurarnos, hasta donde sea
posible que toda aquella persona que pertenezca a nuestra iglesia sea
genuinamente convertida (Hechos 2: 43-47: Y sobrevino temor a toda
persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas
las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a
todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada
día en el templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con
todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían
de ser salvos.
Este pasaje que hemos leído describe la vida eclesiástica de los primeros
cristianos. Las últimas palabras nos enseñan que cuando el Señor añade
soberanamente a alguien a la iglesia, él añade únicamente a aquellos que han
sido salvados por él. Noten que el contexto no habla de la iglesia universal (o
sea, aquella iglesia que es la unión de todos aquellos verdaderos cristianos de
todas las iglesias locales), sino que habla en el contexto de una iglesia local.
Es por eso que las primeras clases de esta serie apuntan hacia este asunto de
la conversión. En estas clases, sobre este tema, veremos la naturaleza de la
verdadera conversión, las marcas de la verdadera conversión, y cuál es el
instrumento que Dios usa en la verdadera conversión. Al ver todas estas cosas
el aspirante a miembro podrá, de una forma objetiva, evaluarse a sí mismo.
Ahora bien, esta no es la única razón que nos ha movido y por lo que
entendemos que es necesario que pase por esta clase de premembresía todo
aquel que aspira a ser miembro de nuestra iglesia. En segundo lugar...
Para que nadie se asuste, aquí no estamos diciendo que sólo los que tienen
una comprensión total de la teología sistemática de Hodge serán admitidos en
la congregación. Aquí no estamos diciendo que sólo los teólogos serán
admitidos en la membresía de la iglesia. El que pueda decirnos cuál es la
diferencia entre ser supralapsario o infralapsario. No, hermanos, eso no es lo
que estamos diciendo. Lo que estamos diciendo aquí, es que sólo serán
admitidos aquellos que comprenden y sostienen las doctrinas y prácticas
básicas de nuestra congregación.
Hay ciertas doctrinas que son claves y que todo miembro de una iglesia que
profese descansar en la enseñanza apostólica debe comprender y sostener,
porque de lo contrario lo que tendremos aquí es una Babel, donde cada cual
cree lo que más le conviene. Cada uno habla en una lengua diferente. Si esto
no es así, que todo miembro de la iglesia comprende y sostiene las mismas
doctrinas lo que va a suceder es que tendremos un criadero de errores y de
herejías. En medio de una iglesia así no puede haber unidad.
Vamos a citar algunos textos que nos enseña, no sólo que todos los miembros
de una iglesia deben tener una misma mente y un mismo sentir, sino también
que es responsabilidad de todo verdadero creyente el buscar una iglesia donde
pueda haber unidad entre usted como creyente y los demás miembros de la
iglesia. Pero también nos enseña lo negativo que es para el alma del cristiano
estar en una iglesia donde él no tiene una mente con los demás componentes
de esa iglesia.
Pablo no está diciendo: Sería ideal que tengan una mente y un mismo sentir,
sería muy bueno si todos creyeran lo mismo. No, lo que el apóstol está
enseñando es lo que debe ser en una iglesia. Lo que tenemos aquí es una
exhortación apostólica con el sello del Espíritu Santo. Todos los componentes
de la iglesia debían, no sólo pensar una misma cosa, sino que debían hablar
una misma cosa; ellos tenían que tener una misma mente y un mismo sentir.
Cristo la cabeza de la iglesia y quien debe gobernar en toda iglesia local enseña
que esto debe ser así.
El hacer lo contrario era lo que había llevado a esta iglesia al estado en que se
encontraba. De igual manera, un creyente que crea una cosa diferente con la
iglesia a donde es miembro, no sólo está aportando para que su iglesia sea del
mismo estilo que la iglesia de Corinto, sino que él mismo está en el peligro de
que su alma caiga en decadencia espiritual.
No es que todos pensemos lo mismo en todas las cosas. Hay algunas ideas en
las que podemos diferir. Pero en las cosas esenciales, que son aquellas que
podemos encontrar en la Escritura, no podemos diferir. Hay ciertas cosas
básicas, ciertas cosas claves de las Escrituras en las que todos debemos hablar
una misma cosa.
También debe aceptar que Dios es trino, que Dios es soberanos en sus
decretos y acciones. Debe aceptar las doctrinas básicas del evangelio de
Cristo, que la salvación es sólo por gracia por medio de la fe, etc.
Ahora bien, esta aceptación no sólo debe involucrar la mente, sino también el
corazón (Ro.6: 17: Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la
cual fuisteis entregados.)
Hay una forma de doctrina, y estos creyentes, cuando fueron movidos del
pecado a la santidad, de las tinieblas a la luz, abrazaron de corazón estas
doctrinas. Aunque estoy seguro que no tenían una comprensión perfecta de
todo lo que esas doctrinas implicaban.
Estos hermanos tal vez, no tuvieron todos los elementos que involucraban
esas doctrinas, sin embargo, las aceptaron de corazón porque era la
enseñanza clara y diáfana de las Escrituras.
En una iglesia local, así como debe haber un solo Señor que gobierna, nuestro
Señor Jesucristo, así también debe haber una sola fe. Y aquí no se está
hablando que todos los creyentes tienen que tener la fe salvadora y no otro
tipo de fe. Eso es verdad pero se enseña en otros pasajes. Lo que le está
diciendo Pablo a la iglesia local de Éfeso es que ellos debían tener una misma
fe, un mismo grupo de doctrina que creer. En la iglesia no se debía creer lo
que a la gente bien le pareciera. No, todos debían tener una misma fe, todos
debían creer lo mismo.
Hay algunos que dicen: El amor es lo que une a una iglesia. Y eso en parte es
verdad. Pero si hay amor y no hay unidad doctrinal esa iglesia no está unida,
esa iglesia no puede crecer hasta la madurez como iglesia. Será fácil que sean
movidos por cualquier viento de doctrina.
La meta de los pastores, no debe ser que la iglesia sea más atractiva para los
inconversos, porque Dios no lo estableció para eso. La meta que deben tener
los pastores después de glorificar a Dios, es la edificar a los hermanos para
llevarlos a la unidad doctrinal (Fe), y del conocimiento del Hijo de Dios.
En Hechos capítulo 2 que citábamos hace un momento, se nos dice que los
primeros creyentes tenían todas las cosas en común. Ellos perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, doctrina que era común en todos ellos.
Romanos 16: 17: Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que
causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros
habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Era obvio que la iglesia conocía esta doctrina y que todos estaban de acuerdo
con ella. De otra manera cómo obedecerían esta exhortación. Si fuera una de
las actuales iglesias le enviaría una carta de respuesta diciendo: No
entendimos lo que nos quieres decir en esta parte de la carta ¿A qué doctrina
te refieres? Aquí no hacemos énfasis en la doctrina, aquí hacemos énfasis en
el amor y en predicar a Jesucristo.
O le dirían: Pablo nosotros no podemos cumplir eso que nos dices, es verdad
que ellos no creen la doctrina bíblica, pero es que amamos mucho a los
hermanos y no se vería bien que nos separáramos de ellos.
Y un texto muy conocido, que todo aquel que no está de acuerdo con la
enseñanza doctrinal de una iglesia debe tener bien presente (Amos 3: 3:
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
La respuesta que se espera de esa pregunta es no. Tenemos que estar seguros
de que todos tenemos nuestra mente atada a la Palabra de Dios. Y es nuestro
interés al dar estas clases que aquellos que serán miembro de nuestra iglesia
conozcan las cosas que creemos lo más rápido posible. Porque es urgente para
ellos ser miembro de una iglesia local, pues es lo que manda la Biblia, pero
por otro lado, la iglesia con la que ustedes hagan un compromiso tiene que
ser una iglesia que puedan ustedes con una limpia conciencia decir que tienen
una misma mente y un mismo sentir con ella.
Pero hay más textos que nos enseñan esto. 2 Corintios 13: 11: Por lo demás,
hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo
sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.
Depende la paz de una iglesia, no sólo que los miembros se amen los unos a
los otros, el que podamos como iglesia vivir en paz y que el Dios de paz esté
con nosotros como iglesia depende en mucho que tengamos todos los
miembros de la iglesia un mismo sentir. Aquellos que creen distinto a la iglesia
donde es miembro porque tienen cierto afecto por los hermanos, y no se guía
por los principios bíblicos que hemos estado viendo. Porque lo que Dios quiere
para estar y bendecir a una iglesia es que todos tengan un mismo sentir.
Espero que estos textos hayan sido suficientes para demostrar el punto.
Conclusión:
Para concluir, espero que a lo largo de estas semanas, las cosas que estaremos
hablando les sirvan para su crecimiento en la gracia y en el conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo. Es mi oración que al terminar con estas clases
ustedes puedan decir con una limpia conciencia que creen aquellas doctrinas
que tanto defendemos y que creen aquella práctica eclesiástica que
entendemos que es la correcta de acuerdo a la Palabra de Dios y un día puedan
ser miembros de nuestra iglesia.