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SUNEDU DENIEGA LA LICENCIA INSTITUCIONAL A LA UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

La UIGV no demostró el cumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad establecidas en la Ley


Universitaria

A la fecha, la SUNEDU ha denegado el licenciamiento a 19 universidades

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), mediante resolución


de su Consejo Directivo, ha denegado el licenciamiento institucional solicitado por la Universidad
Inca Garcilaso de la Vega Asociación Civil. En consecuencia, esta universidad iniciará un proceso
ordenado de cese de actividades, el cual no podrá exceder de dos años, contados a partir del
próximo semestre académico. De inmediato, queda impedida de convocar admisiones por nuevos
ingresantes, bajo cualquier modalidad.

La decisión de denegar la licencia institucional obedece a que la UIGV no ha sido capaz de


demostrar ante la SUNEDU el cumplimiento de ninguna de las Condiciones Básicas de Calidad
(CBC), indispensables para la prestación del servicio educativo de nivel universitario en el Perú.

La UIGV es una universidad privada de carácter asociativo. Fue fundada en 1964 y a la fecha
cuenta con trece facultades y una Escuela de posgrado. Su oferta educativa está conformada por
97 programas de estudio, 48 de pregrado, 38 maestrías y 11 doctorados además de 24 programas
de segunda especialidad. Su sede se encuentra en Lima (donde tiene nueve locales) y cuenta con
una filial en la ciudad de Chincha, provincia de Ica. A la fecha tiene 16.650 estudiantes, de los
cuales el 60% están inscritos en programas en modalidades presencial, mientras que el restante
40% cursa programas semipresenciales. Asimismo, cuenta con 570 docentes.

Principales incumplimientos

Entre las principales deficiencias encontradas en la evaluación de la UIGV, cabe resaltar las
siguientes:

La instancia encargada de la gestión de la calidad en la universidad no tiene una estructura


organizacional definida ni cuenta con todo el personal a cargo requerido; además, sus
instrumentos de gestión no están articulados entre sí.

La universidad no presentó planes de estudio para todos sus programas declarados y, en el caso
de los planes que sí fueron remitidos, la información es inconsistente.

Durante el proceso, 82 documentos de planificación presentaron observaciones en su aprobación


por autoridad competente; mientras que 22 no tuvieron documento de aprobación alguno, lo que
evidencia desorden en la gestión institucional.
Se encontraron inconsistencias en la información del mantenimiento de la infraestructura y
equipamiento de la universidad, tanto en el presupuesto como en el plan y en la evidencia de lo
ejecutado. Las inconsistencias halladas impactan en la operatividad del equipamiento de
laboratorios y talleres y en la seguridad de los mismos; es decir, en la infraestructura general de la
universidad.

Algunos locales conducentes a grado académico no cumplen con lo establecido en la normativa


vigente (Reglamento Nacional de Edificaciones), lo cual incide directamente en la seguridad del
estudiante y en el uso que se hace de su infraestructura.

La universidad no ha demostrado la implementación y gestión de actividades de investigación


planificadas: no hay evidencia de que sus proyectos de investigación 2019 hayan pasado por un
proceso de selección para la adjudicación de financiamiento, aunque así lo establece su propia
normativa; ni que se hayan ejecutado capacitaciones para los investigadores.

La universidad no pudo demostrar que cuenta con personal responsable para todas las instancias
que conforman el órgano de investigación, como es el caso de la Unidad de Investigación
Formativa y Capacitación, o que cumplan con todos los requerimientos establecidos por la
universidad. Además, desde el 2017-I hasta el 2019-I los docentes han incumplido los criterios
establecidos en su propia normativa para ser considerados docentes investigadores en la
universidad.

La universidad no demuestra la culminación de la mayoría de sus proyectos de investigación para


el periodo 2017-2019. Además, los únicos proyectos culminados en este periodo no cumplen con
criterios de integridad científica. Asimismo, para el 2019-I no tiene docentes vinculados a la
investigación que se encuentren ejecutando proyectos para la Universidad.

Si bien la universidad presenta una plana docente que cumple con los grados académicos mínimos
requeridos, durante el proceso no pudo demostrar el vínculo laboral del 40% de sus docentes.
Tampoco ha podido asegurar su disponibilidad y solo ha evidenciado que el 11.22% del total de
sus docentes tiene un régimen de dedicación a tiempo completo. De otro lado, y de acuerdo a la
información recogida durante la evaluación se evidenció que la Universidad no ha ejecutado
procesos de ordinarización desde el 2008, ni promoción docente desde el 2012.

Problemas de sostenibilidad

Como parte de su proceso de evaluación, en diciembre de 2018 la SUNEDU requirió a la UIGV la


presentación de un Plan de Adecuación (PDA). Posteriormente, en julio de 2019, la Dirección de
Licenciamiento de la Superintendencia realizó una Diligencia de Actuación Probatoria en todos los
locales de la universidad, con la finalidad de recoger medios probatorios sobre el cumplimiento de
las CBC.
Pese a que la universidad cumplió con presentar el Plan de Adecuación, la SUNEDU considera que
las actividades y resultados proyectados en él no son pertinentes ni suficientes para levantar las
observaciones que se encontraron. Esto, debido a que la gran mayoría de actividades son de
diagnóstico y por sí solas no conducen al cumplimiento de las CBC. De otro lado, no se
consideraron actividades para mantener o mejorar aquellos indicadores que fueron dados como
favorables, aun cuando la SUNEDU había advertido riesgos en la sostenibilidad de los mismos.

Por otro lado, la SUNEDU ha constatado que la UIGV carece de la sostenibilidad financiera
necesaria para garantizar la implementación y mantenimiento de las CBC. En base a la información
disponible, la SUNEDU ha concluido que la universidad se encuentra en un escenario de resultados
negativos continuos y deterioro sostenido de sus activos. Adicionalmente, presenta riesgos en la
gestión administrativa y financiera, lo cual no le permitiría garantizar la asignación de los recursos
necesarios para la mejora y mantenimiento de las CBC en el corto y mediano plazo.

También es importante resaltar que la UIGV ha sido recientemente sancionada por la SUNEDU por
haber emitido títulos profesionales a bachilleres egresados de otras universidades, una práctica
que contraviene lo establecido en la Ley Universitaria. Por esta infracción, la universidad ha sido
multada con 300 UIT, equivalentes a S/1’260.000.

Asimismo, la SUNEDU ha iniciado recientemente un procedimiento sancionador por presunto uso


indebido de activos y excedentes universitarios, así como por excesos en las atribuciones
conferidas al rector de la universidad. Como parte de ese procedimiento, la SUNEDU ha dictado
medidas de carácter provisional que incluyen la suspensión del rector y la obligación de reportar
mensualmente a la Superintendencia toda la información relativa a gastos y disposición de activos
y excedentes, durante el tiempo que dure el procedimiento sancionador.

Datos de interés

A la fecha, 99 universidades peruanas han concluido su proceso de licenciamiento. De ellas, 80 ha


conseguido autorizaciones. La validez de las licencias otorgadas por la SUNEDU tienen una
duración mínima de 6 años y máxima de 10.

Asimismo, la SUNEDU ha denegado el licenciamiento a 19 casas de estudio, debido a que no


pudieron demostrar el cumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad.

Un total de 145 universidades se presentaron al proceso de licenciamiento institucional.

A la fecha, más 900 mil estudiantes cursan estudios superiores en universidades licenciadas.
Sunedu niega licenciamiento a Universidad Garcilaso de la Vega y deberá cerrar en 2 años

No puede convocar ningún proceso de admisión. Institución carece de sostenibilidad financiera

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) negó hoy el


licenciamiento institucional a la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), donde estudian
16,650 alumnos, por lo que deberá cesar sus actividades en un máximo de dos años. Vea aquí la
galería fotográfica

De acuerdo con la resolución del consejo directivo de la Sunedu, publicada en el Diario Oficial El
Peruano, dicha casa superior de estudios -fundada en 1964- queda impedida de inmediato de
convocar procesos de admisión para nuevos ingresantes, bajo cualquier modalidad.

La decisión de denegar la licencia institucional, indica la Sunedu, obedece a que la UIGV no ha sido
capaz de demostrar el cumplimiento de ninguna de las condiciones básicas de calidad (CBC),
indispensables para la prestación del servicio educativo de nivel universitario en el Perú.

Universidad privada de carácter asociativo, la UIGV cuenta con 13 facultades y una escuela de
posgrado. Su oferta educativa está compuesta por 97 programas de estudio, 48 de pregrado, 38
maestrías y 11 doctorados, además de 24 programas de segunda especialidad.

Su sede se encuentra en Lima (donde tiene nueve locales) y cuenta con una filial en la ciudad de
Chincha, provincia de Ica. A la fecha tiene 16,650 estudiantes, de los cuales el 60 % está inscrito en
programas en modalidad presencial; mientras que el restante 40 % cursa programas
semipresenciales. Asimismo, dispone de 570 docentes.

Principales incumplimientos

Entre las principales deficiencias encontradas en la evaluación de la UIGV, la Sunedu resaltó las
siguientes:

- La instancia encargada de la gestión de la calidad en la universidad no tiene una


estructura organizacional definida ni cuenta con todo el personal a cargo requerido;
además, sus instrumentos de gestión no están articulados entre sí.

- La universidad no presentó planes de estudio para todos sus programas declarados y


en el caso de los planes que sí fueron remitidos la información es inconsistente.
- Durante el proceso, 82 documentos de planificación presentaron observaciones en su
aprobación por autoridad competente; en tanto que 22 no tuvieron documento de
aprobación alguno, lo que evidencia desorden en la gestión institucional.

- Se encontraron inconsistencias en la información del mantenimiento de la


infraestructura y equipamiento de la universidad, tanto en el presupuesto como en el
plan y en la evidencia de lo ejecutado. Las inconsistencias halladas impactan en la
operatividad del equipamiento de laboratorios y talleres y en la seguridad de los
mismos; es decir, en la infraestructura general de la universidad.

- Algunos locales conducentes a grado académico no cumplen con lo establecido en la


normativa vigente (Reglamento Nacional de Edificaciones), lo cual incide directamente
en la seguridad del estudiante y en el uso que se hace de su infraestructura.

- La universidad no ha demostrado la implementación y gestión de actividades de


investigación planificadas: no hay evidencia de que sus proyectos de investigación
2019 hayan pasado por un proceso de selección para la adjudicación de
financiamiento, aunque así lo establece su propia normativa; ni que se hayan
ejecutado capacitaciones para los investigadores.

- La universidad no pudo demostrar que cuenta con personal responsable para todas las
instancias que conforman el órgano de investigación, como es el caso de la Unidad de
Investigación Formativa y Capacitación, o que cumplan con todos los requerimientos
establecidos por la universidad. Además, desde el 2017-I hasta el 2019-I los docentes
han incumplido los criterios fijados en su propia normativa para ser considerados
docentes investigadores en la universidad.

- La universidad no demuestra la culminación de la mayoría de sus proyectos de


investigación para el periodo 2017-2019. Además, los únicos proyectos culminados en
este periodo no cumplen con criterios de integridad científica. Asimismo, para el 2019-
I no dispone de docentes vinculados a la investigación que se encuentren ejecutando
proyectos para la universidad.
- Si bien la universidad presenta una plana docente que cumple con los grados
académicos mínimos requeridos, durante el proceso no pudo demostrar el vínculo
laboral del 40 % de sus maestros. Tampoco ha podido asegurar su disponibilidad y solo
ha evidenciado que el 11.22 % del total de sus profesores tiene un régimen de
dedicación a tiempo completo. Por otro lado, y de acuerdo a la información recogida,
durante la evaluación se evidenció que la universidad no ha ejecutado procesos de
ordinarización desde el 2008, ni de promoción docente desde el 2012.

No hay sostenibilidad financiera

Como parte de su proceso de evaluación, en diciembre del 2018 la Sunedu requirió a la UIGV la
presentación de un plan de adecuación (PDA). Posteriormente, en julio del 2019, la Dirección de
Licenciamiento de la Superintendencia realizó una diligencia de actuación probatoria en todos los
locales de la universidad, con la finalidad de recoger medios probatorios sobre el cumplimiento de
las CBC.

No obstante que la universidad cumplió con presentar el plan de adecuación, la Sunedu juzga que
las actividades y resultados proyectados en él no son pertinentes ni suficientes para levantar las
observaciones que se encontraron. Esto, debido a que la gran mayoría de actividades son de
diagnóstico y por sí solas no conducen al cumplimiento de las CBC. Por otro lado, no se
consideraron actividades para mantener o mejorar aquellos indicadores que fueron dados como
favorables, aun cuando la Sunedu había advertido riesgos en la sostenibilidad de los mismos.

UIGV

Por otro lado, la Sunedu constató que la UIGV carece de la sostenibilidad financiera necesaria para
garantizar la implementación y el mantenimiento de las CBC. Basada en la información disponible,
la Sunedu concluyó que la universidad se encuentra en un escenario de resultados negativos
continuos y deterioro sostenido de sus activos. Adicionalmente, presenta riesgos en la gestión
administrativa y financiera, lo cual no le permitiría garantizar la asignación de los recursos
necesarios para la mejora y el mantenimiento de las CBC a corto y mediano plazo.

La Sunedu recuerda también que la UIGV ha sido recientemente sancionada por emitir títulos
profesionales a bachilleres egresados de otras universidades, una práctica que contraviene lo
establecido en la Ley Universitaria. Por esta infracción, la universidad ha sido multada con 300 UIT,
equivalentes a un millón 260,000 soles.
Asimismo, la Sunedu inició recientemente un procedimiento sancionador por presunto uso
indebido de activos y excedentes universitarios, así como por excesos en las atribuciones
conferidas al rector de la universidad. Como parte de ese procedimiento, la Sunedu ha dictado
medidas de carácter provisional que incluyen la suspensión del rector y la obligación de reportar
mensualmente a la Superintendencia toda la información relativa a gastos y disposición de activos
y excedentes, durante el tiempo que dure el procedimiento sancionador.

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