TECNOLOGÍA Y BIEN COMÚN

Si partimos del hecho de que el objetivo de la vida humana es sociedad es el beneficio de la

mayoría de los integrantes de las naciones de y de los pueblos, entonces resulta claro que el uso
de la tecnología debe estar orientado a la consecución del bien común. La ciencia y la tecnología
no deben ser utilizada en provecho solo de unos cuantos, con todo y que resulta evidente que
aquellos solo avanzan gracias al pensamiento y las reflexiones de pocos. La ciencia no es
propiedad de ningún individuo particular, sino lo es de toda la humanidad. De allí que se busque
siempre beneficiar al mayor número de individuos y de sociedad con ella. Lo mismo sucede con las
tecnologías conseguidas en la aplicación de las ciencias.

Sin embargo, desafortunadamente, el desarrollo tecnológico necesita de recursos económicos

para mantener su avance, pues las materias, el trabajo de los científicos y el de la aplicación en
esos materiales tienen un costo. Y a través de la historia no son pocos los individuos que han
considerado que quienes proporcionan los medios y recursos para desarrollar la tecnología deben
ser recompensados, ya sea económicamente, políticamente, o con el privilegio de la misma.

Y no solo eso, sino que al ser los recursos económicos los que determinan la propiedad de los
avances tecnológicos, y el beneficio de su distribución y comercialización, en primera instancia,
únicamente las personas con los recursos económicos suficientes pueden aspirar al uso y beneficio
de los mismos, o bien de la participación en la comercialización y distribución. Siempre en
beneficio propio.

Todo ello plantea un reto para el pensamiento en las sociedades actuales, pues se debe preguntar
en qué medida es necesario que los dueños de los recursos económicos sigan teniendo e
incrementando su capacidad de producir tecnología y lucrar con ello, de manera que no afecte a
todos aquellos que no poseen la misma capacidad económica; ya que estos se ven obligados a
partir del incremento del poder económico de los mismo y el empobrecimiento propio, gracias a la
urgencia cada vez mayor de las tecnologías.

Responde las siguientes preguntas.

1. ¿Cuál es el objetivo de la tecnología?

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2. Da un ejemplo del impacto ambiental negativo que tiene la producción de la tecnología.
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