Sei sulla pagina 1di 26

Cancionero de 1628.

ISS

f. 1 H E R A C L I T O C H R I S T I A N O Y SEGUNDA HARPA

A IMITACIÓN DE DAUID

D. Francisco Gómeç de Queuedo y Villegas.

Al lector.
Tú, que me as oido lo que e cantado y lo que me dictó el
apetito, la pasión o la naturaleça, oie ahora, con oído más
puro, lo que me hace decir el sentimiento verdadero y [el]
arrepentimiento de todo lo demás que e echo ; que ésto lloro
5 porque así me lo dicta el conocimiento y la consciència, y
essas otras cosas canté porque me lo persuadió assí la
edad.

A Doña Margarita de Espinosa, mi tía.

Esta confesión, que por ser tan tarde ago, no sin vergüença
embío a Vm. para que se diuierta algunos ratos, bien que em-
10 pleándolos todos en su viudeç y retiramiento con Dios, antes
será hurtárseles. Sólo pretendo, ya que la voç de mis moceda-
des a sido molesta a Vm. y escandalosa a todos, conocer por
este papel diferentes propósitos y ruegue a Dios Nuestro Se-
ñor me dé su gracia. Torre de Joan Abad, 3 de Junio de 1613.
156 José Manuel Blecua

f. i v. Psalmo primero.
Vn nueuo coraçón, vn hombre nueuo
a menester, Señor, el alma mía ;
desnúdame de mí, que ser podría
que a tu piedad pagase lo que deuo.
5 Dudosos pies por ciega noche lleuo,
que ya e llegado a aborrecer el día,
y temo que e de hallar la muerte fría
embuelta, en bien que dulce, mortal cebo.
Tu imagen soi, tu hacienda propria e sido,
ió y, si no es tu interés, en mí no creo
que otra cosa defiende mi partido.
Haç lo que pide el verme quai me veo,
no lo que pido yo ; que de perdido
aún no fío mi salud a mi deseo.

Psalmo segundo.
¡ Quán fuera voi, Señor, de tu rebaño,
lleuado del antojo y gusto mío !
¡ Lléuame mi esperança viento frío
y a mí con ella disfraçado engaño !

1. Publicó ALDERETE dos versiones de este soneto, que pueden leer-


se en ASTEANA. Los dos manuscritos coinciden con el publicado en Las
lágrimas de un penitente. Llamo U al soneto XVII de la Musa Ura-
nia y L al de Las lágrimas... ASTRANA, Psal, XIII, 390, Ms. M., f. 307.
3 M desnúdame de mí, que ser podía
7 U y temo que hallaré la muerte fría
8 L envuelta en bien y dulce mortal cebo
9 U Tu hacienda soy: tu imagen, Padre, he sido
11 L que defiende otra cosa mi partido
12-13 U y L Haz lo que pide verme cual me veo
no lo que pido yo, pues, de perdido
14 U no recato mí salud a mi deseo.
2. ASTEANA,
A S T Ï Psal. XI, 390. Ms. M, f. 307 v.
3 ¡ Llévame mi esperanza el tiempo frío
4 y a mi con ella un disfrazado engaño !
Cancionero de 1628. ¡ST

5 Vn año se me va tras otro año,


[y] yo más duro y pertinaç porfío,
por mostrarme más verde mi aluedrío
la torcida raiç de tanto daño.
Llámasme, gran Señor ; nunca respondo :
10 sin duda mi respuesta sólo aguardas,
pues tanto mi remedio solicitas.
Mas, ¡ ay !, que sólo temo en mar tan hondo
que lo que en castigarme ahora aguardas,
doblados los castigos, lo desquitas.

f. 2 Psalmo tercero.

¿Hasta quándo, salud del tiempo enfermo,


sordo estarás a los suspiros míos ?
I Quando mis tristes ojos, bueítos ríos,
a ti podrán llegar desde este yermo?
S ¿Quándo amanecerá tu blanco día
la obscuridad que el alma me anochece ?
Confiesso que mi culpa siempre crece,
y que es la culpa de que creçca mía.
Su fuerça muestra el raio en lo más fuerte,
10 y en los reyes y príncipes la muerte ;
resplandece el poder mnacesible
en dar facilidad a lo imposible,
y tu piedad inmensa
más se conoce en mi maior ofensa.

8 la torcida raíz do está mi daño


13 Z que en lo que en castigarme ahora aguardas
14 doblando los castigos ïo desquitas.
3, ASTRANA, Psal. X, 389. M, í. 308.
1 ¿Hasta cuándo, salud del mundo enfermo
4 a tu mar llegarán desde este yermo?
5 ¿Cuándo amanecerá tu hermoso día
14 Z mas se conoce en mi maior defensa.
158 José Manuel Blecua

Psalmo quarto.

¡ Que tengo yo, Señor, atreuimiento


(¿ quién me lo oye decir que no se espanta ?)
de procurar con los pecados míos
agotar tu piedad y mi tormento !
5 La lengua se me pega a la garganta;
agua a mis ojos falta, a mi voç bríos;
nada me desengaña;
el mundo me a echiçado.
I Dónde podré esconderme de tu saña,
io sin que el rastro que dexa mi pecado
por donde quiera que mis passos lleuo,
no me descubra [a] tu rigor de nueuo?

Psalmo quinto.

¡ Como sé quán distante


de Ti, Señor, me tienen mis delitos,
porque puedan llegar al claro techo
donde estás radiante,
5 esfuerço los solloços y los gritos,
f. 2 v. y, en lágrimas desecho,
suspiro de lo hondo de mi pecho !
Mas, ¡ ay !, que si e dexado
de ofenderte, Señor, pienso que a sido

4. ASTKANA, Psal. I, 387. M, 308 v.


1 ¡ Que tenga yo, Señor, atrevimiento
2 (¿ quién me lo oye decir que no se espante ?)
4 agotar tu piedad o tu tormento
Z ahora tu piedad...
M agotar tu piedad y tu tormento
5. ASTEANA, Psal. II, 387. M, f. 308 V.-9.
9 de obedecerte, Señor, temo que ha sido
M de ofenderte, Señor, temo que a sido
Cancionero de 1628. 159

10 más de puro cansado,


que no de arrepentido,
i Indigna confession, confuso espanto
del que a tu sufrimiento deue tanto!

Psalmo sexto.

¡ Que llegue a tanto ya la maldad mía !


aún Tú te espantarás, que tanto sabes,
eterno author del día,
en cuia voluntad están las llaues
5 del cielo y de la tierra.
Como que, porque sé por experiencia
de la mucha clemencia
que en tu pecho se encierra,
que aiudas a qualquier neccesitado,
10 tan cierto estoi en mi mortal enrredo,
que no te oso llamar, Señor, de nueuo
de que quieras sacarme de pecado.
¡ O baxa seruidumbre :
que quiero que me queme y no me alumbre
15 la luç que la da a todos!
¡ Gran cautiuerio es éste en que me veo !
¡ Peligrosa batalla
mi voluntad me ofrece de mil modos !
No espero libertad, ni la deseo,
20 de miedo de alcançalla.
I Quál infierno, Señor, mi alma espera
maíor que aquesta sujeción tan fiera?

12 Terrible confusión, confuso espanto


Z Indigna confusión, confuso espanto-
6. ASTRANA, Psal. III, 388. M, 309 r. y v.
2 aun Tú te espantarás, que bien lo sabes
10 tan ciego estoy en mi mortal enredo
M tan ciego estoy a mi mortal enredo
19 no tengo libertad, ni la deseo
ÏÓO José Manuel Blecua

Psalmo séptimo.

¿Dónde pondré, Señor, mis tristes ojos


que no vea tu poder diuino [y santo] ?
Si al cielo los leuanto,
del sol en los ardientes raios rojos
5 te miro hacer asiento;
si al monte, de la noche somnoliento,
leies te veo poner a las estrellas ;
si los baxo a las tiernas plantas bellas
te veo pintar las flores;
io si los bueluo a mirar los pecadores,
que tan sin rienda viuen como viuo,
allí hallo tus braços ocupados,
más en sufrir que en castigar pecados.

Psalmo octano.

Dexadme vn rato, bárbaros contentos,


que al sol de la verdad tenéis por sombra
los arrepentimientos ;
que la memoria misma se me asombra,

7. Psal. IV, 388. M, f. 309 v.


ASTRANA,
6 si al manto de la noche soñoliento *
11 que viven tan sin rienda como vivo
14 más en sufrir que en perdonar pecados
* ASTRANA dice en nota: «En la edición príncipe y en todas las
demás :
Si al monte de la noche soñoliento
parece clara errata por manto, y, en consecuencia, hacemos la correc-
ción.» ASTRANA sigue al ms. M, que trae la lección manto, pero nótese
que se establece una gradación: dirigir los ojos al cielo, al monte y a
las tiernas plantas.
8. ASTRANA, Psal. V, 388. M, f. 310.
1Z Donde digo Dexadme vn rato bárbaros contentos
4 que aun la memoria misma se me asombra
Cancionero de 1628. 161

5 de que pudiesen tanto mis deseos,


que vnos gustos tan feos
hiciessen parecer hermosos tanto.
Dexadme, que me espanto,
según soñé, en mi mal adormecido,
10 más de auer despertado que dormido ;
contentaos con la parte de los años
que deuen vuestros laços a mi vida ;
que yo la quiero dar por bien perdida,
ya que abracé los santos desengaños
15 que enturbiauan las aguas del abismo
donde me enamoraua de mí mismo.

f. 3 v. Psalmo nono.

Cuando me bueluo atrás a ver los años


que a[n] neuado la edad florida mía;
quando miro las redes, los engaños
donde me vi algún día,
5 más me alegro [de] verme fuera de ellos,
que vn tiempo me pesó de padecellos.
Passa veloç del mundo la figura,
y la muerte los pasos apresura ;
la vida fujitiua nunca para,
10 ni el tiempo buelue atrás la anciana cara.
A llanto nace el hombre, y entretanto
[que] nace con el llanto,

7 los pudiesen hacer hermosos tanto


15 que enturbiaron las aguas del abismo.
Sic en M.
9. ASTEANA, Psal. VII, 389. M, fs. 310 r. y v.
9 la vida nunca para.
En Z, nunca passa.
12 Nace el hombre sujeto a la Fortuna,
y en naciendo comienza la jornada
desde la tierna cuna
11
IÓ2 José Manuel Blecua

y todas las miserias vna a vna,


y sin saberlo empieça la jornada
15 desde la primer cuna
a la postrera cama reusada;
y las más veçes, ¡ o terrible caso !,
suele juntarlo todo un breue passo.
Y el necio que imajina que empeçaua
20 el camino le acaua:
dichoso el que dispuesto ya a pasalle
lo empieça o anda con miedo de acabañe.
Sólo el necio mancebo,
que corona de flores la cabeça,
25 es el que sólo empieça
siempre a viuir de nueuo.
j O dichoso quien viue de tal suerte,
que sale a reemir la. misma muerte !

P'salmo décimo.

Trabajos dulces, dulces penas mías;


pasadas alegrías
que atormentáis ahora mi memoria ,
dulce en vn tiempo, sí, mas breue gloria,

a la tumba enlutada,
y las más veces suele un breve paso
distar aqueste oriente de su ocaso.
Sólo el necio mancebo,
que corona de ñores la cabeza
es el que sólo empieza
siempre a vivir de nuevo.
Pues si la vida es tal, si desta suerte,
llamarla vida agravio es de la muerte.
18 Z suele hurtarlo todo vu breue passo
27 M dichoso aquel que quiere de tal suerte
que él sale a rreciuir su misma muerte.
10. ASTSANA, Psal. VI, 388. M, fs. 310 v. y 311.
1 Trabajos dulces, (dulces) penas mías
Cancionero de 1628. 163

5 goçada en años y perdida en días ;


tarde y sin frutos derramados llantos,
si sois castigo de los cielos santos,
con vosotros me alegro y me enriqueçco,
porque sé de mi mismo que os mereçco
10 y me consuelo más que me lastimo ;
mas si regalos sois, más os estimo,
mirando que en el suelo,
sin merecerlo, me regala el cielo.
Perdí mi libertad, mi bien con ella ;
15 no dexo en todo el cielo alguna estrella
que no solicitasse
entre llantos la voç de mi querella :
¡ tanto sentí mirar que me dexase !
Mas ya, ved mi dolor, me he consolado
20 de ver mi bien perdido,
y, en parte, de perderle me e olgado,
por interés de auerle conocido.

Psalmo vndécimo.

Nací desnudo, y solos mis dos ojos


cubiertos los saqué, mas fué de llanto.
Bolber como nací quiero a la tierra;
el camino sembrado está'de abrojos;

5 que lleuaron tras sí mis breves días ;


mal derramados llantos,
con vosotros me alegro y enriquezco
5Z goçada en años o perdida en días
18 tanto sentí el mirar que me dejase
Mas ya me he consolado
de ver mi bien, ¡ oh gran Señor !, perdido.
En Z se leen estos versos del siguiente modo:
mas ya a venido ¡a ora ved mi dolor
me he consolado
Se ha tachado lo impreso en cursiva.
164 José Manuel Ble cua

5 todo es horror y espanto;


mi paç [voy], a esconder a tanta guerra,
y sepan todos que por bienes sigo
los que nunca podrán morir conmigo.
Pues mi maior thesoro
IO es no inuidiar las púrpuras ni el oro,
que en mortajas conuierte
la vengatiua mano de la muerte.
Rehuso de goçarlo,
por ahorrar la pena que reciue
15 el hombre, que lo tiene mientras viue,
quando es llegado el placo de dexarlo :
que el que preuiene el fin a que yo aspiro
despreciando las cosas
por vana y necia estimación preciosas,
20 desembaraça el vltimo suspiro.
De nada hace thesoros, Indias hace
quien, como yo, en nada está contento
y con fácil sustento
la hambre flaca y aiuna satisface.
U. Psal. VIII, 389. M, £. 311 v. y 312,
ASTRANA,
5 enmudezca mi lira, cese el canto ;
suenen sólo clarines de mi guerra,
Z y M mi paz va a esconder a tanta guerra,
8 los que no han de poder morir conmigo
10 es no invidiar la púrpura ni el oro
11 la trágica guadaña de la muerte
16 cuando es llegado el plazo de dejailo :
que el mayor tropezón de la caida
en el humano ser, es la subida.
De nada hace tesoros, Indias hace
quien, como yo, con nada está contento
y con frágil sustento
la hambre ayuna y flaca satisface.
Pretenda el que quisiere,
para vivir, riquezas mientras muere
pretendiendo alcanzallas ;
que los más quando llegan a gozallas
de la cumbre más alta,
alegre vida que vivir les falta
Cancionero de 1628. 165

25 Pretenda el que quisiere


para viuir riqueças, mientras muere
pretendiendo alcançallas ;
que los más, quando llegan a goçallas,
tras tan grande cuidado,
30 quando con que viuir an alcançado,
en ventura tan alta
la vida que viuir quieren les falta.

Psalmo duodécimo,

¿Quién dixera [a] Cartago


que en tan poca ceníça el caminante
con pies soberbios pisaría sus muros?
¿ Qué presagio pudiera ser bastante
5 a persuadir a Troia el fiero estrago
que fué vengança de los griegos duros?
¿De qué diuina y cierta profecía
f. 5 la gran Hierusalem no se burlaua?
¿A qué verdad no amenaço desprecio
10 Roma, quando triunfaua
segura de llorar al postrer día,
con tanto César, Mario, Bruto y Decio ?
Y ya de tantas vanas confiancas
apenas se defiende la memoria
15 de las obscuras manos del oluido.
j Qué burladas están las esperanças
que así se prometieron tanta gloria !
i Cómo se a reducido

12. ASTRAWA, Psal. XII, 390. M, fs. 312 r. y v. V, f. 27 V.-28 r.


3 Z con pies soberuios pisaría tus muros
6 V venganza infame de los griegos duros
7V ¿De qué alta y divina prophecía
12 Con tanto César, Marco Bruto y Decio?
Sic en M.
14 V apena se defiende la memoria
16 Z ¡Qué voladas están las esperanças
i66 losé Manuel Blecua

su fama illustre a mal formado eco !


20 A donde fué Sagunto es campo seco :
contenta está con ierua aquella tierra
que al cielo amenaço con ira y guerra.
Descansan Creso y Crasso,
poca ceniça y fría en frágil vaso.
25 De Alexandra y Darío
duermen los blancos huessos sueño frío.
Con todos burla y juega la Fortuna
quanto[s] en cerco açul cubre la luna.
Y assí, abracando amigo desengaño,
. 30 cuento que me da el cielo tantas vidas
como tiene momentos cada vn año ;
y en voces de dolor arrepentidas,
viendo acabado tanto reino fuerte,
agradeçco a la muerte,
35 con temor excesiuo,
todas las horas que prestadas viuo ;
si viue alguna de ellas,
quien las passa en temores de perdellas.

19 toda su fama a un eco.


Sic en V,
24 vueltos menudo poluo en frágil vaso.
ídem en V.
De Alejandro y Darío
duermen los blancos huesos,
que todo, al fin, es juego de Fortuna
En V, porque con todo juega la fortuna,
cuanto ven en la tierra Sol y Luna.
Sic en V.
Y assí, abrazando noble desengaño
En V, Y así, creiendo el cierto desengaño,
vengo a juzgar que tengo tantas vidas
En V, bengo a contar...
32 y, con voces del ánimo nacidas
Sic en V.
36 todas las horas que en el mundo viuo,
ídem en V.
Cancionero de 1628. 167

Psalmo décimo tercio.

La indignación de Dios, airado tanto,


mi espíritu consume,
y es su piedad tan grande, que me llama
para que 3^0 me ampare de su fuerça
5 con su piedad y con su braco santo.
Aduierta quien presume
en negro oluido sepultar mi fama,
que si Dios me castiga, que me es fuerça :
sus alabanzas canto ;
10 y en tanto que su nombre acompañare
con mis humildes labios,
no temeré los fuertes ni los sabios
que de inuidia amarilla el mundo armare.
Confiesso que e ofendido
15 al Dios de los exércitos de suerte,
que [otro que] El no hallara la venganca
igual la recompensa con mi muerte ;
pero, considerando que e nacido,
aunque en varro, su viua seme janea,
20 espero en su piedad quando me acuerdo
que pierde Dios hacienda si me pierdo.

13. ASTRANA, PsaL XIV, 391. M, £. 313.


5Z con quien su piedad y con su braco santo
5 contra su mismo brazo y poder santo
Advierta el que presume Sic en M.
ofender a mi fama,
8 que si Dios me castiga que El me esfuerza
13 que el mundo contra mi de envidia armare
19 su viva semejanza
21 que pierde Dios su parte si me pierdo
21 Z que pierde a Dios...
168 José Manuel Blecua

Psalmo décimo cuarto.

Perdióle a la raçón el apetito


el deuido respeto,
y es lo peor que piensa que delito
tan grande puede a Dios estar secreto ;
5 cuia sabiduría
la obscuridad del coracón del hombre,
desde el cielo maior le era más claro.
Yace esclaua del cuerpo el alma mía,
tan oluidada ya del primer nombre,
lo que asta su perdición compra tan caro,
f. 6 que no teme otra cosa
sino perder aquel estado infame
que deuiera temer tan solamente,
pues la raçón más viua y más forcossa
15 que me consuela y fuerça a que la llame,
aunque no se arrepiente,
es que está ya tan fea,
lo mejor de la edad pasado y muerto,
que imajino por cierto,
20 que se a de [ar] repentir quando se vea.
Sólo me da cuidado
[ver] que esta conuersión tan preuenida
a de venir a ser agradecida,
mas que a mi voluntad, a mi pecado;

14. ASTRANA, Psal. XV, 391. M, fs, 313 r. y v.


1 Nególe a la razón el apetito
3 y es lo peor que piensa que un delito
En Z, delicto; en M, el delito.
4 tan grave puede a Dios estar secreto
7 desde el cielo mayor la lee más claro
8Z Y sale esclaua del cuerpo el alma mía
10 Falta en las ediciones.
12 sino perder aqueste estado infame
18-9 Faltan en las ediciones.
22 ver que esta conversión tan conocida
Cancionero de 1628. 169

25 pues ella no es tan buena


que desprecie por mala tanta pena ;
y [él] es tan vil y de dolor tan lleno,
aunque muestra regalo,
que sólo tiene bueno
30 el dar conocimiento de que es malo.

Psalmo quince

Pise, no por desprecio, por grandeça,


perlas el auariento, fatigado
viua siempre, muriendo enamorado
de su verdugo el oro y su riqueça.
5 Haga coronas del a su cabeca,
y de su dios se mire coronado ;
guarde la causa de su miedo el ado,
y sirua esclauo vil a su riqueça.
El escultor a Deucalión imite,
10 y haga viuir las piedras de su casa;
los muertos el pincel los resucite.

27 y aunque él es vil, y de dolor tan lleno,


M, y él es tan vil...
28 que al infierno le igualo,
29 sólo tiene de bueno
15. ASTRANA, 420. M, 315 r. y v.
ASTEANAlo incluye entre sus fragmentos del Heráclito, sirviéndose
del manuscrito madrileño. Coinciden exactamente, aunque en ASTBA-
NA está mal copiado, y, en cambio, es totalmente diferente del incluido
por GONZÁLEZ DE SALAS en la Musa II. Ahora bien, ASTEABA, que
fecha el Heráclito en ¿1613?, sin indicar el porqué, fecha nuestro
soneto en ¿1636?. Asignando el ffls. aragonés la fecha de 1613 a
todo el Heráclito, no debe haber ningún inconveniente en aceptarla
también para este soneto. He aquí las variantes :
2 perlas el avariento, y fatigado
5 Haya coronas de él a su cabeza
[70 José Manuel Blecua

f. 6 v. Que en mi cabana, con mi lumbre escasa


no halle la muerte nada que me quite,
ni la fortuna en qué ponerme tassa.

Psalmo d [i] eciséis.

Ven ya, miedo de fuertes y de sabios :


irá el alma indignada con gemido
debaxo de las sombras, y el oluido
veberán por demás mis secos labios.
5 Por tal manera Curios, Decios, Fabios
fueron ; por tal a de ir quanto a nacido ;
si quiere ser alguno bien venido
trae con mi vida fin a mis agrauios.
Esta lágrima ardiente con que miro
io el negro cerco que rodea mis ojos,
naturaleça es, no sentimiento.
Con el aire primero este suspiro
empecé, y oy le acaban mis enojos,
porque me deuo todo al mouimiento.

7Z guarde la causa de su mdedo al hado


13 no halla ia Muerte nada que me quite
Sic en el ms.
16. Si damos valor a las afirmaciones de GONZÁLEZ DE SALAS
(As. 421), este soneto fué refundido por el mismo Quevedo «con mucho
espíritu». ASTRANA, viendo los mss. que contienen fragmentos del Herá-
cliío, se decide por la versión corregida, en lo cual acierta, pero
señala como fecha la de 1644, que, naturalmente, hay que adelantar
a 1613. El ms. Z yerra en los vv. 4, reuerberan, por beberán, y o,
mira, por miro.
ASTRANA, 434, a, b. M, f. 315 v.
7 si quieres ser a alguno bien venido
10 el negro cerco que rodea a mis ojos
14 porque me deba todo aí monumento.
Cancionero de 1628. 171

Psalmo di[e]cisiete.

Miré los muros de la patria mía,


si vn tiempo fuertes, ya desmoronados,
de larga edad y de vejeç cargados,
dando obediencia al tiempo en muerte fría.
Salíme al campo, y vi que el sol bebía
los a r [ r ] o i o s del yelo desatados,
y del monte quexosos los ganados,
porque en su sombra dio licencia el día.
E n t r é en mi casa ; y vi que, descansada,
IO se entregaua a los años por despojos:
sale mi espada de la misma suerte.
f. 7 Mi vestidura a de servir gastada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
donde no viesse imajen de mi muerte.

17. ASTHANA lo fecha en 1643, que habrá que adelantar a 1613. a


no ser las correcciones posteriores del mismo Quevedo y no de los edi-
tores. Me inclino a creer que son obra de estos últimos, ya que
algunos versos, por ejemplo, el 4, son mucho mejores en los mss. y
están más en armonía con la estilística quevediana.
ASTRANA, 420, M, fs. 315 v. y 316.
3 de la carrera de la edad cansados
En M, de vejez cansados.
4 por quien caduca ya su valentía
5Z salíme al cuerpo...
8 que con sombras hurtó su luz al día
En M, sus sombras.
9 Entré en mi casa ; vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos;
En Z, despojo,
mi báculo, más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
14 que no fuese recuerdo de la muerte
172 José Manuel Bïecua

Psalmo dieciocho.

¡ Cómo de entre mis manos te resualas !


i O cómo te desligas, vida mía !
i Qué mudos passos traes, o muerte fría,
pues con callado pie todo lo ygualas !
5 Ya cuelgan de mi muro tus escalas,
y es tu puerta maíor mi couardía;
por vida nueua tengo cada día
que al tiempo cano nace entre las alas.
¡ O mortal condición ! ¡ O dura suerte !
io ¡ Que no puedo querer ver la mañana
sin temor de sí quiero ver mi muerte !

18. De las tres versiones que se conocen de este famoso soneto, los
manuscritos coinciden con la publicada por ALDERETE en Las lágrimas
de un penitente (Ast. 389), pero al mismo tiempo ofrece semejanzas
con la editada por GONZÁLEZ DE SALAS, que ASTRANA reimprime tam-
bién en la página 393, fechándolo con exactitud en 1613. Para se-
ñalar las variantes llamo A a la de ALDERETE y GS a la segunda.
En M, f. 316 v.
3A qué mudos pasos trae îa muerte fría
En Z, muchos passos.
4A con pisar vanidad, soberbia y galas
4Z que con callado...
5 A Ya cuelgan de mi muro sus escalas,
y es su fuerza mayor mi cobardía ;
por nueua vida tengo cada día
que al cauo Tiempo nace entre las alas.
En GS, Feroz, de tierra el débil muro escalas
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende al vuelo, sin mirar las alas.
SZ que el tiempo cano...
9 GS ¡ Oh condición mortal !
10A ¡que no puedo querer ver a mañana
GS vivir mañana
ir GS Sin la pensión de procurar mi muerte
Cancionero de 1628, 173

Qualquier instante de la vida humana


es vn ntteuo argumento que me aduierte
quán frágil es, quán mísera, y quán vana.

Psalmo diecinuebe.

Desconoció su pac el mar de España,


tanto, que fué su orilla sólo el cielo :
la leí de arena que defiende el suelo
recelo y no obediencia de tal saña.
5 Con temeroso grito la montaña
hyrió ; lleuóse el día negro velo ;
meçcló en los venas con la sangre yelo,
f. 7 v- eriçado temor que la acompaña.
¡ Qué me enseñó de votos la tormenta !
10 ¡Y qué de santos mi memoria deue
al naufragio y al mar ! ¡ Qué de oraciones !
Nunca tierra alcançara : antes violenta
mi ñaue errara, pues el puerto, breue,
me truxo oluido a tantas oraciones.

Psalmo veinte.

Las aues que rompiendo el seno a Eolo


buelan campos [diáfanos] lijeras,
moradoras del bosque incultas fieras
sujetó tu piedad al Hombre sólo.

12 A desta vida humana


13 GS es nueua ejecución, con que me advierte
19. ASTRANA lo publica en sus fragmentos del Heráclito, pág. 418,
según el ms. madrileño. Coinciden exactamente, salvo leves yerros
que presenta Z.
2 tanto, que fué su orilla a solo el cielo
7 meçcló en las venas en la sangre y yelo
13 mi ñaue errada, pues el puerto, breue,
20. Inédito hasta que lo publicó ASTRANA, 419, tomándolo del mis-
mo manuscrito que el anterior. Coinciden los dos textos, excepto en el
174 José Manuel Blecua

5 La hermosa lumbre del loçano Apolo


y el grande çerco de las once espheras
le sujetaste, haciendo en mil maneras
círculo firme «n contrapuesto polo.
Los elementos que dexaste asidos
io con vn braco de paç y otro de guerra,
la negra habitación del ondo abismo,
todo lo sujetaste a sus sentidos;
sujetaste al hombre Tú en la tierra,
y huie de sujetarse él a si mismo.

Psalmo veintiuno.

Pues le quieres hacer el monumento


en mis entrañas a tu cuerpo amado,
f. 8 limpia summa limpieça del pecado
por tu gloria y mi bien el aposento.

v
- 5! ya que la diferencia del 6 se debe a una mala lectura del editor,
porque once está representado por números, ir, que parecen un dos
romano.
5 la hermosa cumbre del lozano Apolo
6 y el grande cerco, de sus dos esferas
2 1 . ASTRANA no ío incluye en los fragmentos del Herácliío, editán-
dolo, en cambio, entre las poesías sagradas, pág. 440. Sin embargo,
el ms. M, f. 317 v., coincide con el de Zaragoza, siendo extraño que
no se decidiese a publicarlo, porque, como se verá, el soneto ha sido
retocado por completo, aunque en este caso, como en el del Psalmo 17,
no podamos averiguar si los retoques fueron hechos por Quevedo o
por el editor. He aquí el soneto según las ediciones clásicas;

Reconocimiento propio y ruego piadoso


antes de comulgar.

Pues hoy pretendo ser tu monumento,


porque me resucites del pecado,
habítame de gracia, renovado
el hombre antiguo en ciego perdimiento.
Cancionero de 1628. 175

5 Si no, retratarás tu nacimiento;


pues estando en mi pecho disfraçado
te verán en pesebre acompañado
de brutos apetitos que en mí siento.
Oy te entierras en mí con propria mano,
10 que soi sepulchro, aunque a tu ser estrecho,
indigno de tu cuerpo soberano.
Tierra te cubre en mí de tierra echo;
la conciencia me presta su gusano ;
mármol para cubrirte dé mi pecho.

Psalmo veintidós.

¿Alégrate, Señor, el ruido ronco


deste recibimiento que miramos ?
Pues mira que oy, mi Dios, te dan los ramos
por darte el viernes más desnudo el tronco.
5 Oy te reciuen con los ramos bellos,
aplauso sospechoso, sí se aduierte,

5 Si no, retratarás tu nacimiento


en la nieve de un ánimo obstinado
y en corazón pesebre acompañado,
de brutos apetitos que en mi siento.
Hoy te entierras en mí, siervo villano,
10 sepulcro, a tanto güésped, vil y estrecho,
indigno de tu Cuerpo soberano.
Tierra te cubre en mí de tierra hecho ;
la conciencia me sirve de gusano ;
mármor para cubrirte dan mí pecho.
6 M pues entrando en mi pecho disfraçado
14 Z mortal para cubrirte dé mi pecho.
22. Lo publica AST'RANA entre las Poesías sagradas, pág. 440, se-
gún el manuscrito madrileño, f. 317 v., con el título de A Cristo en la
Dominica de Ramos. Están mal copiados algunos versos :
1 Alégrete, Señor, el ruido ronco
3 pues mira que hoy, mi Dios, te dan en ramos
4 por darte el viernes más desnudo tronco
176 José Manuel Blecua

pues de aquí a poco, para darte muerte,


te irán con armas a buscar entre ellos,
f. 8 v. Y porque la malicia más se argüia
io de nación a su proprio Rey tyrana,
oy te ofrecen sus capas, y mañana
suertes verás hechar sobre la tuia.

Psalmo veintitrés.

Para cantar las lágrimas que lloro


mientras los soberanos triunfos canto,
¿quién a la musa mía
dará fauor, si el cielo amendratado
5 viendo al Señor guardado
teñido en sangre y anegado en llanto,
ageno de alegría,
en noche obscura yace sepultado ?
Si al aire blando y puro pido aliento
io viendo entre suma jente
morir al inocente,
sólo para suspiros hallo viento.
Si al mar pido fauor en mis enojos,
lágrimas solamente dan mis ojos.
15 Si a la tierra fauor pido aflijido,

11 hoy le ofrece sus capas, y mañana


2 3 . ASTRANA lo edita sirviéndose del códice madrileño, pág. 419,
fs. 314-5, incluyéndolo entre los fragmentos del Heráclito. El manus-
crito aragonés presenta bastantes equivocaciones, pero lo editado
tiene también muchas lecturas defectuosas.
1Z Para contar las lágrimas que lloro
3Z ¿ quién a la mesa mía
4Z dará fuerca, si el cielo amedrantado
5 Z viendo al Señor que adoro
8Z en noche obscura nace sepultado
10 Viendo entre humana jente
morir el inocente
14 lágrimas solamente da a mis ojos
15 M y Ast. si en la tierra favor busco afligido
Cancionero de 1628. 177

¿cómo me le dará la tierra ingrata


9 que a su Dios [se] le niega
fixando el cuerpo suio en vn madero ?
bi a su kad re le pido,
20 1 dónde le e de tener, quando maltrata
su humana culpa ciega
la vida y su consuelo verdadero?
Y solamente, ¡ o Crue !, de oy más honrrada,
entre vuestros dolores
25 espero hallar fauores,
pues tan fauorecida y regalada
sois del que el hierro humano ofende y hiere,
que a vos sola os abraça quando muere.
Ya manchaua el vellón la blanca lana
30 con su sangre el Cordero sin mancilla,
y ya sacrificaua
la vida al Padre, poderoso [y] santo,
y por la culpa humana,
el sumo trono de su centro humilla,
3$ [y] ya licencia daua
al alma, que saliese embuelta en llanto,
quando la sacra tórtola viuda
que el holocausto mira,
solloçando suspira
40 y vn tesoro de perlas vierte muda,
9 v. mientras corren parejas a su Padre
sangre del Hijo y agua de la Madre;
y asustando los tragos de la muerte,
la poncoña le quita que tenía,
45 y bebiendo él primero,

21 M y A la humana culpa ciega


33 por la culpa inhumana
40 M y un thesoro de perlas vierte mudas
43 y quitando los tragos de la muerte
44 la ponzoña le grita que tenía
44 Z la poncoña le quita que sería
12
178 José Manuel Blecua

el vnicornio imita, que, sediento,


bebe de aquella suerte.
Oy muestra en sumo amor gran valentía;
oy, honrrando vn madero,
50 las estrellas enluta el firmamento ;
a los mortales en Adam disculpa.
Oy la rosas diuinas
se coronan de espinas;
y oy, quando rompe el laço de la culpa
55 la Paloma sin iel, a quien no toca,
a su Hijo con ella ve en la voca.
Ve dilatar las alas poderosas
el águila real por los hijuelos,
que encima van seguros
60 de muerte alada, en ñecha penetrante,
las iras licenciosas
que amenaçan li jeras a los cielos.
Y aquellos golpes duros
que en sí resciue con amor constante
f. 10 65 por mil partes en tierra la ve herida;
y sus alas desechas
con plumas de las flechas,
comprando tantas muertes vna vida;
y, viéndole espirar, nadie sabía
70 quál era de los dos el que moría.

46 al unicornio incita, que sediento


48 z oy mismo amor gran valentía
48 M oy muestra en sumo amor su valentía.
40 M oy honrrado a un madero
50 Z las estrellas enluta al firmamento
56 z a su hijo con el aue en la voca
57 Z de dilatar las alas poderosas
65 por mil partes en tierra la vi herida.
67 con plumas de tus flechas
69 y, viéndole expirar, nadie sabía
Cancionero de 1628. 179

Psalmo veinticuatro.

Llena la edad de sí toda quexarse,


naturaleça sobre sí caerse,
en espumoso campo el mar verterse
y el fuego en sus llamas abrasarse ;
5 el aire en duras peñas quebrantarse
y ellas con él, [y] de piedad romperse,
el sol y luna y cielo anochecerse,
es nombrar vuestro Padre y lastimarse.
Mas veros con vn leño mal pulido
10 de vuestra sangre por limpiar manchado,
siruiendo de martirio a vuestra Madre;
dexado de vn ladrón, de otro seguido,
tan solo y pobre, a no le auer nombrado,
dudara, gran Señor, si tenéis padre.

f. 10 v. Psalmo veinticinco.

Después de tantos ratos mal gastados,


tantas obscuras noches mal dormidas;
después de tantas quexas repetidas,
tantos suspiros tristes derramados;
5 después de tantos gustos mal logrados

Como ya advertí en 3a Introducción, pág. 14, estos dos últimos


Psalmos coinciden exactamente con los publicados por ASTHANA MARÍN.
sirviéndose del ras. de la Nacional, págs. 443 y 419, respectivamente,
Al margen del último soneto, y con distinta letra, en el ms. Z, se lee
ío siguiente: «El concepto deste soneto es sacado de [l]a respuesta
de vn [í]üóso£o, que estando enamorado de [v]na hermosa ramera,
le dixo quien [e]ra la tercera, a la que, con cierta cantidad de
[d]inero consigui[e]ra el fin de su [dejseo, y él respondió: Nolo
tanii amare earn penilentiam.»
¡8o José Manuel Blecaa

y tantas justas penas merecidas,


después de tantas lágrimas perdidas
y tantos pasos sin concierto dados,
sólo se queda entre las manos mías
10 de vn engaño tan vil conocimiento
acompañado de esperanças frías.
Y vengo a conocer que, en el contento
del mundo, compra eí alma tales días
con gran trabaxo su arrepentimiento.

Potrebbero piacerti anche