Marco teórico

Según Pervin (1988) “La personalidad es una organización compleja de cogniciones,

emociones y conductas que da orientaciones y pautas (coherencia) a la vida de una persona.
Como el cuerpo, la personalidad se encuentra compuesta tanto por estructuras como por
procesos y refleja tanto la naturaleza (genes) como el aprendizaje (experiencia). Además, la
personalidad engloba los efectos del pasado, incluyendo los recuerdos del pasado, así como
construcciones del presente y del futuro(moreno).
Dentro de la compresión y análisis de la personalidad se enfatiza el estudio de la cognición,
las emociones y la conducta (lo que pensamos, sentimos y hacemos), siendo primordial para
la personalidad la formación (interrelaciones) de estos elementos; es necesario incluir una
dimensión temporal, ya que aunque la personalidad sólo pueda operar en el presente, el
pasado ejerce una influencia en el momento actual a través de los recuerdos y de las
estructuras resultantes de la propia evolución, y el futuro ejerce su influencia en el presente
a través de las expectativas y las metas que se plantea alcanzar el individuo ( moreno)
La adolescencia es una etapa de transición en donde el adolescente busca lograr una identidad
propia, dentro de este periodo el adolescente pasa por una etapa en donde se enfrenta a la
crisis de identidad o confusión de roles, Según Erickson la crisis de la identidad es un proceso
en donde el joven debe resolver tres problemas principales presentados en este estadio: La
elección de una ocupación, adopción de valores y el desarrollo de una identidad sexual
satisfactoria(papalia).

La adolescencia según la Organización Mundial de la salud está comprendida entre los 10 y

19 años de edad. Sin embargo, en los últimos años estudiosos del área están tendiendo a
considerar bajo su ámbito de acción a aquellos individuos entre 10 y 24 años, grupo
denominado “población joven” o “gente joven”, ya que actualmente este rango etario abarca
a la mayoría de las personas que están vivenciando cambios biológicos y de transición en los
roles sociales que definieron históricamente la adolescencia (Gaete, 2015).
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062015000600010

Esta estap posee sus propias tareas del desarrollo. Estas tareas surgen en cierto período de la
vida de la persona donde el logro de estas conduce a la estabilidad y éxito en las tareas
posteriores, por otro lado, el fracaso conduciría a la infelicidad del individuo, a la reprobación
de la sociedad, y a dificultades en el logro de tareas posteriores. El progreso del desarrollo se
obtiene en la medida en que estas tareas se lleven a cabo con éxito e integren con
competencias que emergen posteriormente, llevando finalmente a un funcionamiento
adaptativo durante la madurez (Gaete, 2015)
Las características del desarrollo psicosocial normal en la adolescencia son el resultado de la
interacción entre el desarrollo alcanzado en las etapas previas del ciclo vital, factores
biológicos como el desarrollo puberal y el desarrollo cerebral propio de este período, además
de cambios hormonales de la pubertad y la influencia de diversos determinantes sociales y
culturales ( Gaete, 2015)
La tarea central que se da en esta etapa fue descrita por Erikson como aquella búsqueda de
identidad sentido coherente y estable de quién se es. El logro de una identidad personal hacia
fines de la adolescencia y comienzos de la adultez involucra varios aspectos: la aceptación
del propio cuerpo, el conocimiento objetivo y la aceptación de la propia personalidad, la
identidad sexual, la identidad vocacional, y que el joven defina una ideología personal
(filosofía de vida), que incluya valores propios (identidad moral). El autoconocimiento, no
aparece como consecuencia inexorable del desarrollo, sino que es producto de un proceso
activo de búsqueda de distinción para el adolescente entre quién es de verdad y quién desea
ser, haciéndose cargo tanto de sus fortalezas como de sus limitaciones. Los jóvenes pueden
experimentar de diferentes formas ya sean estilos y grupos de pares como una forma de
buscar su identidad, proceso que también involucra algún grado de rebeldía respecto de la
imagen familiar. Los individuos que logran una identidad se sienten en armonía consigo
mismas, aceptan sus capacidades y limitaciones. Así también, una vez establecida esta
identidad personal, adquieren una buena disposición para la intimidad y para comprometerse
con una pareja y una vocación. La extensión actual del período adolescente impacta en el
desarrollo de la identidad, que puede tardar más consolidarse.

La última tarea en esta etapa del desarrollo en la adolescencia es el logro de la autonomía lo

que ocurre cuando el joven llega a ser emocional y económicamente independiente de sus
padres. El adolescente pasa por un proceso de alejamiento de su familia de origen, lo que
habitualmente conlleva un grado de conflicto con sus padres. Como parte del mismo proceso,
establecerá lazos emocionales y sociales cada vez más profundos tanto con sus pares y pareja
lo que influenciará para migrar. Para alcanzar su autonomía, el joven tendrá también que
adquirir habilidades vocacionales y laborales que le permitirán avanzar y generar
autosuficiencia. Así entonces, el adolescente lograra tomar decisiones y no depender de la
familia además de asumir funciones, prerrogativas y responsabilidades propias de los adultos,
y dependiendo de las circunstancias, su independencia.

Almonte menciona que la adolescencia se encuentra determinado por transformaciones

biológicas relacionadas con la maduración sexual, psicológicas y conductuales que se van
desarrollando de forma desorganizada y en otras formas de mayor organización, debido a
estos cambios y adquisiciones de nuevas capacidades, en cuanto al autoconcepto y su relación
con el mundo cambia, esto genera tensiones y preocupaciones constantes que la gran parte
de las veces lo llevan a manifestar conductas desadaptativas e incomprensible para los
adultos, ligados a la etapa ( almonte)