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La base exportadora y la necesidad de su análisis en un sistema de

innovación regional. El caso de Sinaloa


Por: Sergio Rosales Inzunza1 y
Santo López Leyva2

Palabra clave: el entorno interno y un primer acercamiento cualitativo de actores


homogéneos y predispuestos a encontrar las líneas convergentes de la eficiencia de la
economía.

Resumen
El desarrollo regional preocupa a través de diferentes puntos de vistas, y en su
búsqueda surgen infinidad de voces y análisis. Sinaloa no escapa a esta realidad ni a la
necesidad de encontrar una alternativa que asegure su viabilidad y su éxito en el corto
plazo. La diversificación de la base exportadora tal vez hoy es mucho más importante que
cualesquier pronunciamiento teórico que exista al respecto, ya que en el nuevo entorno el
problema de balanza de pagos regional si genera un problema microeconómico (ej.
Desempleo, emigración, anarquismo urbano, etc.), que por la vía del desequilibrios de la
macroeconomía tiene que ser subsanado.
Por mucho, Sinaloa tiene en su estructura económica su principal adversidad, a la
par que en ella tiene que encontrar la potenciación de su fortaleza. De ello da testimonio la
infinidad de posibilidades que le permite el mercado interno, junto al nacional e
internacional. Sin embargo, toda esa potencialidad se tiene que abordar con esquemas de
política pública realmente innovadores, como lo constituye el mejoramiento cualitativo del
entorno, término que puede sintetizarse con la palabra de “Sistema de Innovación
Regional”. Sin embargo, este concepto sistémico, no se aborda como un todo acabado para

1
Director de Vinculación y Proyectos del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Sinaloa
2
Director de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa y miembro del SNI nivel II.

1
Sinaloa, sino sólo indicativo ya que es un proceso inacabado de perfeccionamiento
continuo cuyo paso inicial es la necesidad de tener un acercamiento entre actores
homogéneos y que reúnan cierto liderazgo para ver el paso que en conjunto se pueda dar,
siendo esa la filosofía de la estrategia.

Introducción
El proceso de desregulación, conocido como neoliberalismo o globalización, ha

alterado las determinantes de la prosperidad en general y ha puesto a las regiones en una

situación de competitividad asimétrica en particular. En este nuevo en torno, las

oportunidades, por gravedad, caerán en regiones con tradición en desarrollo y

fortalecimiento de sus factores internos, siendo el trabajo sistémico una de sus expresiones

institucionales más acabadas. Sinaloa, por mucho se encuentra en desventaja ya que al

interior de su estructura económica no hay la actitud sistémica, y sus sectores claves se

desenvuelven al margen de agrupamientos económicos, siendo la falta de innovación una

característica del proceso productivo de la entidad. Por lo que observa los síntomas

propios de toda región en declive: un en torno adverso para una prosperidad de largo

plazo. Baste decir que al interior de los sistemas económico y político de Sinaloa, los

actores se desenvuelven sobre los preceptos primarios de la monodependencia y de

exportación principal, y a la globalización la afrontan con los supuestos clásicos del

comercio internacional, como si la mera existencia de recursos naturales, ubicación

geográfica y mano de obra barata fuera condición suficiente para ser competitivos. De

hecho, la persistencia de esos paradigmas pueden ser la principal razón del por que Sinaloa

ha sido incapaz de completar su reestructuración y de transitar a una fase superior de

desarrollo donde el conocimiento sea la principal fuente de valor.

2
No por ello, el resarcirle a la entidad su capacidad de prosperidad de largo plazo

deba ser tarea imposible, desde que no se trata de inventarle las vocaciones económicas

que no tiene ni de sugerirle una competitividad ficticia (vía proteccionismos, déficit

públicos, subsidios y endeudamientos), cuyo desenlace inevitable sería obstruir más su

reestructuración, no se diga hacer de Sinaloa una región líder en aquellas subramas que

son su fortaleza, como son las actividades agrícola, hortícola, pecuaria y acuícola. Lo

anterior es factible ya que Sinaloa no empieza de cero ni tiene que reinventarse. Baste

decir que los componentes de un sistema de innovación regional ya se encuentran en

Sinaloa, aunque no estén en una senda de desarrollo y fortalecimiento. Empero, ¿es el

enfoque sistémico la respuesta para que Sinaloa transite a una fase superior de

desarrollo?. La respuesta es sí, y la evidencia apunta en ese sentido: la competitividad es

sistémica y las regiones líderes se desenvuelven sobre la base de sistemas de innovación

regional y sectorial.

El presente ensayo intenta poner en la agenda de la política pública de Sinaloa la

importancia de la base exportadora y del papel que en su potenciación tiene el entorno,

siendo éste el espacio donde actores afines conviven, toman decisiones y convergen en la

realización de propósitos específicos de interés común y regional.

La hipótesis
El declive prolongado de la economía sinaloense no se debe a la globalización ni a

la alternancia política de los últimos años del gobierno federal. Si bien ambos procesos

imponen nuevas reglas para el desarrollo, la problemática estatal y su recrudecimiento en

las últimas décadas, no se debe a esos eventos exógenos, sino a los muy diversos y

heterogéneos factores institucionales endógenos a Sinaloa que, por complacencia,

comodidad o ignominia, han desatendido las determinantes de la competitividad sistémica.

3
Desde esta perspectiva, el declive de la economía sinaloense es sólo la

manifestación de una estructura económica endeble cuyo comportamiento es propio a la

falta de una política de estado que privilegie la eficiencia estructural del entorno siendo la

monodependencia sectorial de bienes de demanda inelástica una consecuencia inevitable

de esa ausencia. Por lo tanto, mientras más se privilegie el desarrollo y fortalecimiento de

un entorno que premie la diversificación de la economía sobre bases locales, cuanto mayor

será la base para la prosperidad sustentable de largo plazo de la entidad.

Objetivo
Poner en la mesa de la política económica de Sinaloa elementos que le ayuden a la

entidad emprender la ruta de su diversificación productiva para conquistar mejores y más

estables espacios dentro y fuera del país, cuyo lado inverso es ser menos vulnerable a las

vicisitudes externas de la economía.

La base exportadora
En su origen, la proposición central de la teoría base exportadora es que el estimulo

inicial para el desarrollo de una región, se sustenta en la existencia y explotación de su

base natural de recursos, y en su capacidad para atender los requerimientos del comercio

interregional e internacional (Armstrong y Taylor 1978: 35-37). Con ello, la estructura

económica de la región se organizará en torno a un conjunto de empresas ligadas a la

exportación, y que se denominarán básicas, mismas que, a su vez, impulsaran el desarrollo

de otras industrias que le servirán (complementarias e interdependientes), a las que se

denominarán domésticas y que, entre otro de sus atributos, le permitirán usufructuar

diferente tipo de economías (externas, de aglomeración y de urbanización), así como el

acceso a otros insumos especializados que por si misma la industria básica no podría auto

abastecerse.

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A partir de ahí, la economía regional mostrará una base económica común,

integrada por las actividades básicas (de exportación) y las domésticas (correlacionadas a

las anteriores). Así, la base exportadora, dice Pleeter (1988), sería aquella parte de la

economía regional que resulta de una estructura sectorial ligada a la exportación y otra que

directamente le sirve. Con ello, la región entraría a un proceso donde la especialización

sería tan importante como su capacidad no sólo para diversificarse sobre bases endógenas,

sino también para desarrollar nichos de alto valor comercial tanto ligados a la exportación

como a la sustitución de importaciones.

Para la base exportadora, son importantes tres parámetros en particular:

i) El cociente de localización, a decir de numerosos investigadores (Cfr.

Aguilar, Graizbord y Sánchez, 1996; Boisier, 1981; Isard, 1960; Nourse, 1969;

Ottensmann, 1985), señala las fortalezas y debilidades económicas de una región en

particular. Industrias donde le valor del cociente sea >1, son actividades exportadores, y

valores <1 son sectores deficitarios. Los primeros, constituyen las fortalezas de una región

y no deben descuidarse, sino desarrollarse y fortalecerse, en tanto que los segundos

muestran las débiles y, por lo mismo, deben atenderse para reducir las fugas de

importación. Dicho coeficiente asume que para satisfacer las necesidades locales una

región requiere un nivel de actividad económica industrial proporcional a la nacional, cuya

expresión aritmética es la siguiente:

Eir/Er
LQi = ---------- (1)
EiN/En

Donde LQi es el coeficiente de localización para la industria i; Eir, el valor

regional de la industria i; Er, el valor total de la economía regional; EiN, el producto

nacional de la industria i; y En, el producto nacional.

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De esa manera, el coeficiente de especialización compara el porcentaje de empleo

en una actividad i, en la región j, con el porcentaje del empleo en esa actividad i en el país;

aquellos sectores donde el valor del coeficiente es >1, podemos identificarlo como

especializado, y según el número de categorías, esa región podrá ser considerada

diversificada. Se infiere que el saldo comercial de la región estará en función directa del

grado de especialización y diversificación. Con el tiempo, y una vez que la región haya

rebasado cierto umbral demográfico, urbano y económico, tendrá incentivos para producir

internamente algunos de los bienes y servicios previamente importados. Lo que haría

ascender el valor de lo que hoy son los sectores deficitarios, pudiéndose convertir en

sectores exportadores. Para simplificar el análisis, aquellos sectores con coeficientes

mayores a la unidad se agruparan en la denominada base exportadora (BE) y menores a la

unidad conformarán la base doméstica (BD). Aunque hay que considerar la existencia de

un parte de la economía que es autónoma (A), cuya expresión algebraica es la siguiente:

PIB= BE + BD + A (2)

La ecuación anterior nos dice que el PIB de una región tiene tras grandes

estructuras: una que es la ligada al comercio exterior; otra en la que la región es deficitaria,

y; la última, que es un segmento autónomo independiente de la base exportadora y

doméstica. Sin embargo, ¿qué impacto tendrá un incremento del sector exportador en la

economía regional?. La respuesta dependerá del multiplicador de la base exportadora y de

lo que acontezca en la base doméstica, cuya expresión aritmética es la siguiente:

PIB = 1 E (3)
1-m
1/1-m, representan el multiplicador de importación, cuyo valor no es estático y lo

mismo puede crecer que descender. Pero el reto es que reduzca su valor.

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Ante ello, si la región procura que la base exportadora desarrolle y fortalezca lazos

de interdependencia y complementariedad con la base doméstica, no sólo se reducirán las

fugas de importación, sino se incrementará el multiplicador de la base exportadora, sin que

ello signifique que su peso relativo en el PIB sea siempre alto. De carecer de una estrategia

para aminorar las fugas por importación, el valor del multiplicador, y sus efectos en otros

sectores de la economía regional, será bajo. El primer caso, ilustrará una situación en que

la política regional hace de la base exportadora una fuente de desarrollo y la vía para

sustituir importaciones (ahorro de divisas de manera indirecta); el segundo, hará evidente a

una región que carece de una política de desarrollo, a la par de reflejar una situación en

que la exportación no es factor de prosperidad local (Cfr. Rosales 2006).

Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo aquí expuesto es una abstracción que

no toma en cuenta la manera en que al interior de la región reaccionará el capital, la

tecnología, el consumo, la inversión y el ahorro, tampoco habla de si la especialización se

da por conducto de bienes de demanda elástica o inelástica. Además, no se consideró el

entorno ni las características institucionales de la región, como sus normas, costumbres y

valores. Pero ello, no minimiza la lógica del argumento ni la necesidad de la

diversificación, como tampoco la de aminorar las fugas de importación.

ii) El componente local es una variable de peso en los abocados a la contabilidad

regional ya que la magnitud de su presencia en la generación de cada unidad de valor,

impacta en el multiplicador del PIB regional (Cfr. Berendsen 1978 y Hilhorst, 1988). Para

entender un poco tanto el valor como la lógica del argumento, hay que considerar las

variables que conforman la balanza de pagos de una región, cuya expresión aritmética es

la siguiente:

(E – M) + Cg = Bg + Bf + D + N – Tg – Tc – P (4)

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Baste decir que E y M, son las exportaciones y las importaciones; Cg, las ventas

que la región le hace al gobierno central; Bg, los préstamos netos que el gobierno central

le hace a la región; Bf, los préstamos netos que de la región se hace al resto del mundo; D,

los impuestos directos pagados por la región al gobierno central; N, serían los impuestos

indirectos menos subsidios pagados por la región; Tg, son las transferencias, donaciones y

regalías que recibe la región del gobierno central; Tc, la transferencia neta de capital

recibida en la región por parte del gobierno central; y P, los ingresos netos que recibe la

región de los diferentes factores del resto del mundo, incluyendo las remesas de braseros

que, para México en general y Sinaloa en particular, son de las principales fuentes de

divisas. Al final, la diferencia de las exportaciones con las importaciones y lo que el

gobierno regional obtiene del central una vez deducidos impuestos, subsidios y

transferencias, junto al saldo de las transferencias que fluyen entre la región y el resto del

mundo, determinará la capacidad de la región para financiar sus necesidades de consumo,

ahorro e inversión. Si el saldo es positivo, la región tendrá capacidad para financiar su

desarrollo y canalizar los excedentes al resto del mundo en forma de inversión directa o

financiera; de ser negativo, sucederá lo inverso y esa región será prácticamente

dependiente del exterior. Lo cual, desde el punto de vista de la matriz de insumo producto

de cada sector en una región específica nos dará la parte de la producción que es local,

representada por el parámetro r, y aquella que es importada, sintetizada por el parámetro

m, cuya expresión algebraica es la siguiente:

r = 1 –m (5)
Cabe aclarar que “m”, refleja el contenido de importación que tiene las variables

relacionada al consumo, la inversión y las exportaciones (mC+mI+mE), y que esas

mismas al igual tienen una parte que es local (rC+rI+rE).

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El reto para la política regional es cumplir con una relación donde se cumpla con la

siguiente expresión: rC+rI+rE > mC+mI+mE. De ser lo inverso la regla, esa región tendrá

un problema de estructura y de funcionamiento, difícil de revertir manipulando sólo las

variables relacionadas a la oferta gubernamental.

El Sistema de Innovación Regional

En los últimos años, infinidad de voces e instituciones han reiterado la importancia

de la innovación regional y se ubica a ésta como condición necesaria para la prosperidad

de largo plazo (Cfr. Berglund y Clarke, 2000; Cooke, 2001a; Giesecke, 1999; Hauknes,

1999; Landabasco, Oughton y Morgan, 1999; Niosi, 1996; UNESCO, 1999; OECD,

1997). En ese sentido, la evidencia es abrumadora como también son los modelos cuyos

resultados concluyen una correlación positiva entre la innovación con el comportamiento

del PIB. Sin embargo, la importancia de la innovación, y de la evolución del término hasta

su conceptualización sistémica, data al menos de tres décadas atrás. Y de hecho, esa fue la

premisa para una nueva generación de política regional denominada “Los Sistemas de

Innovación Regional –SIR-”, cuyos antecedentes institucionales los encontramos en la

Unión Europea, siendo el Fondo Estrucutral para el Desarrollo Regional su principal

instrumentos operativo. Sin embargo, ¿puede el término de sistema de innovación

regional ser aplicado para todas las regiones?. La respuesta es NO ya que, sobre todo,

nace como solución para las regiones en declive y con problemas estructurales de

reestructuración. Pero hay que aclarar que toda región exitosa se desenvuelve sobre la base

sistémica de la innovación y que es precisamente esa la diferencia entre la prosperidad o el

declive. Y es lo primero el objetivo central que se pretende a través de los SIR, cuya

estructura organización no nes líneal ni homogénea, sino que varia entre regiones, pero se

adapta a las características específicas de una región en particular.

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Independientemente de las modalidades que los SIR toman entre regiones, en todos

los casos se persiguen situaciones ganadoras y, sobre todo, elevar la calidad de los factores

internos. Para Sinaloa, el SIR puede ser la base para transitar a una fase superior de

desarrollo, ya que a su interior, es más factible, por ejemplo, identificar los componentes

que hagan posible la competitividad de sus sectores claves; el diseño de estrategias que

aminoren la atomización y dispersión de esfuerzos, o las fallas de mercado y gobierno; los

pasos necesarios para desarrollar y fortalecer las interacciones dentro y entre sectores;

analizar a profundidad los cómo y los porqué de las regiones exitosas o de casos

específicos como el liderazgo acuícola de China y el hortícola de Holanda, etc. Cierto es

que el libre mercado, per se, no correlaciona la base exportadora con la doméstica ni

incrementa la presencia del componente local en la generación de cada unidad de valor.

Sinaloa una región en declive


Sinaloa observa síntomas de una región en declive prolongado: pierde presencia en

el contexto nacional (cuadro 3), a su vez que sus sectores observan tasas anormales de

crecimiento (cuadro 4). Lo cual lo ratifica el análisis de los coeficientes de especialidad y

de la base exportadora, cuyos principales rasgos se expresan a continuación.

A. Los coeficientes de especialidad

Atendiendo a los coeficientes de localización (cuadro 1), se constata lo siguiente: la

entidad carece de una estructura diversificada; la especialización del sector agropecuario

no se correlaciona a industrias afines, y; se constata la falta de industrialización y la des-

industrialización. En general, la manufactura pierde dinamismo (el valor de su coeficiente

es descendente), y ramas en la que Sinaloa tenía presencia nacional (agroindustrias), se

desarticulan y desaparecen, a la par que es visible la inexistencia de lazos de

interdependencia y complementariedad entre sectores afines.

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Cuadro 1
Comportamiento de los coeficientes de localización en Sinaloa
Período 1970-2004

Sectores 1970 1975 1980 1985 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Agropecuario 2.39 2.55 2.59 2.71 3.01 3.66 2.77 3.50 3.29 3.87
Agrícola 3.11 3.56 3.22 3.50 7.07 7.61 6.67 7.01 6.08 7.87
Pecuario 1.29 1.12 1.34 1.26 1.83 1.91 1.61 1.64 1.92
Silvícola 0.24 0.23 0.72 0.38
Pesquero 6.00 7.48 7.14 8.49 8.28 8.59 8.18 8.10 7.79
Minería 0.36 0.25 0.09 0.09 0.14 0.17 0.17 0.21 0.22 0.17
Manufactura 0.50 0.51 0.50 0.43 0.41 0.38 0.34 0.41 0.45 0.43
Rama I 1.33 1.27 1.42 1.18 1.23 1.18 0.97 1.14 1.19 1.16
Rama II 0.30 0.24 0.30 0.19 0.09 0.10 0.11 0.10 0.13 0.11
Rama III 0.32 0.54 0.69 0.56 0.20 0.18 0.18 0.23 0.22 0.22
Rama IV 0.14 0.41 0.28 0.31 0.62 0.62 0.55 0.70 0.71 0.67
Rama V 0.15 0.10 0.08 0.06 0.08 0.07 0.06 0.06 0.06 0.07
Rama VI 0.38 0.49 0.52 0.29 0.26 0.24 0.19 0.20 0.18 0.12
Rama VII 0.04 0.06 0.01 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
Rama VIII 0.11 0.11 0.13 0.11 0.08 0.06 0.05 0.06 0.10 0.11
Rama IX 0.08 0.03 0.03 0.25 0.09 0.07 0.06 0.08 0.08 0.07
Construcción 0.94 0.98 1.25 0.97 1.23 1.26 0.80 0.74 0.72 0.81
E-G-A 0.82 1.00 1.61 1.65 1.24 1.14 0.97 1.23 1.11 1.02
C-R-H 0.95 1.03 1.11 1.12 0.91 0.90 0.77 0.95 0.98 0.98
A-C-T 0.94 0.87 0.96 0.90 1.11 1.15 0.90 1.08 1.12 1.07
Serv. Fin. 0.91 0.82 0.99 0.81 1.12 1.11 0.94 1.11 1.07 1.01
Serv. Com. 0.96 0.83 0.98 0.94 1.07 1.02 0.88 1.08 1.06 1.03
Fuente: proyecciones propias con base a información económica del INEGI
Nota:
Rama I, Alimento, bebidas y tabaco; Rama II, Textiles, prendas de vestir e industria del cuero;
Rama III, Industria de la madera y productos de madera; Rama IV, Papel, productos de papel,
imprentas y editoriales; Rama V, Sustancias químicas, derivados del petróleo, productos de
caucho y plástico; Rama VI, Productos de Minerales no Metálicos, Exceptuando Derivados del
Petróleo y Carbón; Rama VII, Industrias metálicas básicas; Rama VIII, Productos metálicos,
maquinaria y equipo, y; Rama IX, Otras industrias manufactureras.
E-G-A: Electricidad, Gas y Agua
C-R-H: Comercio, Restaurantes y Hoteles
A-C-T: Almacenamiento, Comunicaciones y Transportes
Ser. Finan: Servicios Financieros, Seguros, Actividades Inmobiliarias y de Alquiler
Serv. Com: Servicios comunales, Sociales y Personales

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El lado inverso de una estructura económica como la mostrada, es la ausencia de

una política para el desarrollo y de un entorno que permita el aprovechamiento óptimo de

la base natural de recursos y la potenciación de las capacidades internas de los sectores

productivos de la entidad. Es inadmisible el desperdicio de subproductos agropecuarios

que pueden potenciar cadenas de valor como lo constata el comportamiento de las

actividades agrícolas y acuícolas con las ramas I y II de la manufactura que se mueven en

dirección inversa.

B. La base exportadora

Derivado del coeficiente de localización industrial (cuadro 1), se puede agrupar la

economía sinaloense en dos grandes sectores: base exportación aquellos con coeficientes

mayores a la unidad y base doméstica, los que tiene valores inferiores a 1. Lo que nos da

el siguiente cuadro.

Cuadro 2
La base exportadora de la economía sinaloense
- Miles de pesos a precios corrientes -
AÑO Base Exportadora Base Doméstica TOTAL % BE % BD BD/BE
BE (sectores con BD (sectores con
coeficiente > 1) coeficiente < 1) BE+BD
1970 4,161 6,829 10,990 38% 62% 1.64
1975 17,535 9,631 27,166 65% 35% 0.55
1980 57,094 31,815 88,909 64% 36% 0.56
1985 681,098 360,132 1,041,230 65% 35% 0.53
1993 8,047,385 18,833,643 26,881,028 30% 70% 2.34
1994 20,768,118 7,860,950 28,629,068 73% 27% 0.38
1995 27,277,781 7,421,176 34,698,957 79% 21% 0.27
1996 12,762,106 35,370,281 48,132,387 27% 73% 2.77
1997 14,851,322 42,456,178 57,307,500 26% 74% 2.86
1998 53,479,249 13,440,533 66,919,782 80% 20% 0.25
1999 62,531,875 15,231,784 77,763,659 80% 20% 0.24
2000 75,711,615 19,332,607 95,044,222 80% 20% 0.26
2001 13,754,666 86,133,882 99,888,548 14% 86% 6.26
2002 82,409,530 27,051,861 109,461,391 75% 25% 0.33
2003 90,363,307 29,091,316 119,454,623 76% 24% 0.32
2004 102,805,989 35,666,017 138,472,006 74% 26% 0.35
Fuente: proyecciones propias con base a información económica del INEGI

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Aún con las limitantes que observa una simplificación como la expuesta, se infiere

que la base exportadora no es motor del desarrollo y que su correlación con la base

doméstica es decreciente y hasta de impacto marginal. En 1970, cada peso que generaba la

base exportadora impactaba en 1.65 en la doméstica; y para el 2004, la relación es de 1

contra 0.35 centavos. Prueba de la ausencia de una estrategia a favor de la diversificación

y de que el libre mercado no subsana positivamente para la entidad las deficiencias de las

malas políticas o de la ausencia de ellas. Por lo que no extrañe que Sinaloa pierda

presencia nacional en prácticamente todas las ramas de la economía (ver cuadro 3) y que

sus tasas de crecimiento observen un comportamiento anormal (ver cuadro 4).

La opción
Sinaloa puede incurrir en una fase superior de desarrollo ya que las posibilidades

existen y están dentro y fuera del país. En el renglón agroalimentario el mercado mundial

de alimentos tiene un valor cuyas cifras son difíciles de pronunciar, como se expone a

continuación:

Concepto/año 2002 2003 2004


Miles de millones de dólares

• Pescado 55.37 61.31 69.82


• Otros Productos Alimenticios 416.08 488.57 557.13

• Total de productos Alimenticios 471.45 549.88 626.95


Fuente: OMC, 2005

De esa gran cadena de valor, que no es monodependencia sectorial, Sinaloa tiene

ventajas competitivas como para aspirar a jugar un papel activo y posesionarse en nichos

específicos, ya que gran parte de esos son productos de origen tropical, como son la cesta

que conforman los bienes hortícolas, frutícolas y acuícolas, cuyo dinamismo es

extraordinaria como se aprecia en la siguiente gráfica:

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Gráfica 1
Tendencia y valor del mercado mundial de tres grandes grupos
de alimentos

200000000

150000000

100000000

50000000

0
2000 2001 2002 2003 2004
Horticultura 30837746 32959113 34287184 39354072 43471314
Pesca y acuacultura 56291187 56590485 56835726 63281121 67489416
Fruticultura 43772484 44006730 46827302 55993759 61862862
Total 130903417 133558329 137952214 158630955 172825596

Fuente: http://www.intracen.org/tradstat/

Pero es obvio constatar que el valor del mercado mundial de los tres grandes
sectores mostrados en la gráfica anterior, no se trata sólo del tomate para el caso hortícola
ni del camarón para el acuícola, como tampoco del mango para el frutícola, sino de una
cesta de bienes primarios y de una cadena de productos procesados que gira en relación a
ella. Es decir, de una base exportadora diversificada que exporta cadenas de valor
agregado. Pero la citada base no es sólo el mercado internacional, también el nacional, y
ahí Sinaloa tiene otro nicho de oportunidad de alto valor que debe potenciar y
posesionarse ya que es una manera de generar divisas de manera indirecta o simplemente
de tener un saldo positivo en la balanza de pagos de la entidad. Para dar idea, dentro de la
cadena agroalimentaria, el país importa cerca de 8 mil millones de dólares y su saldo
comercial anual, es negativo en más de mil millones de dólares (cuadro 5). Por otro lado,
la escasez de combustible que enfrenta el país tiene que ser subsanada con importaciones
crecientes de gasolina, cuyo costo le representa a México una fuga de capitales de cerca de
los 8 mil millones de dólares. Esa situación, muy bien puede ser aminorada con la
producción de bio combustibles (ej etanol) en la que Sinaloa tiene cierta ventaja al tener
tradición en cultivo de caña, aunque en paralelo se puede apoyar una alternativa más
eficiente como es la celulosa.

14
Así, la diversificación de la base exportadora y el sistema de innovación regional,
sobre todo, son una opción para el desarrollo estatal (ya que potencia la base doméstica y
lleva a Sinaloa a atender y subsanar sus deficiencias como las que observan sectores con
coeficientes menores a la unidad), y su impacto en el nacional es incuestionable, sino es
que hasta precondición para el desarrollo mismo del país. Sin embargo, la realización de
esa potencialidad no es casuística, sino que se construyen premiando el trabajo sistémico y
la eficiencia de la economía; con instrumentos de política pública que permitan la
sustitución de actividades de poco valor por las de alto valor; el desarrollo de asociaciones
empresariales para fines de competitividad específicos, como es la adopción de una
innovación tecnológica ya probada y exitosa, etc. Además, en el marco de un sistema de
innovación Sinaloa puede aspirar a una mayor presencia en los mercados nacionales e
internacionales y hacer de su sector agropecuario una fortaleza nacional. Por ejemplo, el
pretender dominar el 5% del mercado mundial de productos de origen tropical (ej.
Hortícolas, frutícolas y acuícolas) a la entidad le significarían divisas cercanas a los 9 mil
millones de dólares anuales y la necesidad de un crecimiento real de sus sectores claves a
una tasa promedio anual del 10% por tres décadas.

Conclusiones

La diversificación de la base exportadora y la manera en que se debe


interrelacionar con la doméstica es sólo el qué, en tanto que el sistema de innovación
regional el cómo y la manera para lograrlo, y ambos, son mutuamente interdependientes,
necesarios y complementarios. Sinaloa no puede minimizar la importancia que para su
desarrollo reviste el sistema de innovación regional ya que a su interior, sobre todo es más
factible identificar las fallas de la microeconomía estatal y trabajar en su corrección o
proponerse metas específicas y buscar la manera de alcanzarlas. Además, poca opción
tiene la persistencia de la estrategia tradicional, ya que en última instancia el problema de
Sinaloa no es de disponibilidad de recursos, sino de un entorno que facilite y premie su
potenciación. El sistema de innovación aquí expuesto, no es un todo acabado, sino una
orientación que deba explorarse, etapa por etapa, empezando por reunir en un mismo
espacio a las instituciones afines a una misma actividad grupal y que ese sea el inicio en la
convergencia de objetivos e intereses.

15
Cuadro 3
Sinaloa y su presencia relativa en la economía nacional por grandes sectores
(Período 1970-2003)

Sector 1970 1975 1980 1985 1993 2000 2003

PIB 2.5% 2.5% 2.1% 2.2% 2.3% 1.9% 1.9%


Agropecuario 5.9% 6.3% 5.4% 6.0% 8.0% 7.1% 6.3%
Minería 0.9% 0.6% 0.2% 0.2% 0.6% 0.3% 0.4%
Manufactura 1.2% 1.3% 1.0% 1.0% 0.8% 0.7% 0.9%
 R-I 3.3% 3.2% 3.0% 2.6% 2.2% 2.3% 2.3%
 R-II 0.7% 0.6% 0.6% 0.4% 0.1% 0.2% 0.2%
 R-III 0.8% 1.3% 1.4% 1.3% 0.9% 0.3% 0.4%
 R-IV 0.3% 1.0% 0.6% 0.7% 1.1% 1.2% 1.3%
 R-V 0.4% 0.2% 0.2% 0.1% 0.1% 0.1% 0.1%
 R-VI 0.9% 1.2% 1.1% 0.6% 0.7% 0.5% 0.3%
 R-VII 0.1% 0.1% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%
 R-VIII 0.3% 0.3% 0.3% 0.2% 0.2% 0.1% 0.2%
 R-IX 0.2% 0.1% 0.1% 0.6% 0.1% 0.1% 0.2%
Construcción 2.3% 2.4% 2.6% 2.2% 2.1% 2.5% 1.4%
Electricidad, gas y 2.0% 2.5% 3.4% 3.7% 2.7% 2.2% 2.1%
agua
Comercio, restaurantes 2.4% 2.6% 2.3% 2.5% 2.2% 1.7% 1.9%
y hoteles
Almacenamiento, 2.3% 2.2% 2.0% 2.0% 2.4% 2.2% 2.1%
comunicaciones y
transportes
Servicios financieros 2.3% 2.0% 2.1% 1.8% 2.3% 2.2% 2.0%
Servicios comunales 2.4% 2.1% 2.1% 2.1% 2.3% 2.0% 2.0%

Fuente: Cálculos propios con base al Sistema de Cuentas Nacionales del INEGI, varios años.

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Cuadro 4
Tasa de crecimiento media anual del PIB de Sinaloa
- tomando como base el PIB a precios de 1993 -
Sector 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Gran Total 100 0.01 -0.03 0.02 0.03 0.03 0.00 0.08 0.02 -0.01 0.01 0.08

Agropecuario 100 -0.09 0.07 0.02 0.05 0.01 -0.06 0.17 0.07 -0.04 -0.03 0.17

Agricultura 100 -0.07 0.05 0.06 0.06 -0.00 -0.10 0.15 0.10 -0.07 -0.04 0.26
Ganadería 100 -0.15 0.06 0.06 0.02 0.11 0.02 0.22 0.06 -0.10 0.09 0.04
Selvicultura 100 -0.39 -0.18 0.17 0.01 0.17 -0.30 0.94 -0.20 0.28 0.05 0.35
Pesca 100 -0.16 0.20 -0.28 -0.03 -0.01 0.20 0.21 -0.07 0.26 -0.31 0.04
Minería 100 -0.01 -0.06 0.10 0.35 -0.13 -0.10 0.12 0.11 0.08 0.01 -0.20

Manufactura 100 0.07 -0.04 0.09 -0.02 0.05 0.03 0.03 0.02 -0.01 0.05 0.05

Rama I 100 0.09 -0.02 0.12 -0.04 0.03 0.03 0.05 0.04 -0.01 0.05 0.04
Rama II 100 0.13 -0.01 0.10 0.05 0.15 0.10 0.18 0.03 0.05 -0.19 0.06
Rama III 100 -0.12 -0.11 0.02 0.05 -0.30 -0.07 -0.10 0.09 -0.04 -0.05 0.06
Rama IV 100 0.17 0.00 -0.15 0.07 0.14 0.09 0.08 -0.08 -0.03 -0.03 0.04
Rama V 100 -0.04 -0.07 -0.01 0.09 0.31 0.03 -0.04 -0.01 -0.11 0.02 0.16
Rama VI 100 0.09 -0.20 0.16 -0.17 -0.14 0.11 -0.03 -0.05 -0.08 -0.12 -0.20
Rama VII 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Rama VIII 100 -0.06 -0.21 -0.00 0.29 0.39 -0.09 -0.17 -0.06 0.01 0.40 0.25
Rama IX 100 0.06 -0.06 0.14 0.01 0.29 0.06 -0.10 0.03 0.05 0.02 -0.07

Construcción 100 0.07 -0.14 -0.07 0.04 0.12 0.19 0.10 -0.30 -0.25 -0.02 0.25
E-G-A 100 0.04 0.05 -0.05 -0.00 0.03 0.13 0.00 0.03 0.02 -0.06 -0.01
C-R-H 100 0.03 -0.13 0.00 0.05 0.00 -0.02 0.11 0.05 -0.02 0.03 0.10
A-C-T 100 0.00 0.03 0.06 0.07 0.02 0.02 0.12 0.00 0.01 0.07 0.07
Serv. Finan. 100 0.03 -0.00 -0.01 -0.04 0.03 0.05 0.06 0.06 0.05 -0.02 -0.00
Serv. Com. 100 0.00 -0.04 0.01 -0.01 0.04 0.01 0.01 0.01 0.02 -0.01 0.01
Fuente: proyecciones propias con base a información del INEGI

17
Cuadro 5
México: saldo comercial de algunos subgrupos de la cadena agroalimentaria
- en miles de dólares -

Grupo 1999 2000 2001 2002 2003


Año
609,307 179,342 -1,399,295 -1,656,702 -1,154,494
Total

LIVE ANIMALS EXCEPT FISH 101,428 192,660 196,570 83,671 377,404


BEEF, FRESH/CHILLD/FROZN -584,773 -761,033 -879,039 -994,937 -821,023
MEAT NES,FRESH/CHLD/FROZ -347,880 -567,984 -715,203 -635,854 -865,903
MEAT/OFFAL PRESERVED -18,944 -37,795 -65,929 -57,957 -49,824
MEAT/OFFAL PRESVD N.E.S -51,488 -54,168 -76,394 -84,086 -80,143
MILK PR EXC BUTTR/CHEESE -278,500 -355,305 -514,475 -362,630 -410,925
BUTTER AND CHEESE -64,174 -58,085 -65,741 -69,578 -80,389
CHEESE AND CURD -97,531 -127,477 -179,248 -176,886 -186,672
EGGS, ALBUMIN -14,126 -17,550 -16,683 -21,802 -25,075
FISH,LIVE/FRSH/CHLD/FROZ 49,247 50,011 37,151 44,631 72,914
FISH,DRIED/SALTED/SMOKED -6,372 -4,682 -9,034 -9,969 -11,034
CRUSTACEANS MOLLUSCS 473,248 542,149 440,510 364,741 346,190
FISH/SHELLFISH,PREP/PRES 34,475 30,152 14,423 27,910 7,700
WHEAT/MESLIN -291,377 -257,256 -344,788 -401,656 -463,419
RICE -120,034 -101,105 -103,911 -86,252 -135,093
BARLEY GRAIN -31,313 -31,284 -8,095 16,753 1,369
MAIZE EXCEPT SWEET CORN. -599,812 -549,782 -644,823 -644,100 -728,198
CEREAL GRAINS NES -444,167 -487,565 -535,543 -541,959 -424,984
FLOUR/MEAL WHEAT/MESLIN -6,422 -3,563 -4,871 -7,139 -7,259
CEREAL MEAL/FLOUR N.E.S 168,334 188,874 206,859 225,466 270,024
CEREAL ETC FLOUR/STARCH 1,813,313 1,929,652 1,976,846 1,717,010 1,974,270
VEGETABLES,FRSH/CHLD/FRZ -3,759 -28,323 -52,894 -61,328 -5,433
VEG ROOT/TUBER PREP/PRES 631,069 616,131 596,365 564,217 850,208
FRUIT/NUTS, FRESH/DRIED -223,152 -343,139 -394,208 -367,614 -357,149
FRUIT PRESVD/FRUIT PREPS 55,930 20,635 -47,069 -46,642 -112,847
FRUIT/VEG JUICES 133,450 74,397 85,063 179,885 76,618
SUGAR/MOLLASSES/HONEY 117,558 104,827 63,540 141,987 156,997
SUGAR CONFECTIONERY 632,364 670,996 215,107 162,458 175,550
COFFEE/COFFEE SUBSTITUTE -12,932 -19,529 -23,972 -13,950 -19,603
COCOA 14,929 18,906 22,656 20,453 28,455
CHOCOLATE/COCOA PREPS -87,657 -99,798 -132,996 -137,553 -148,849
TEA AND MATE 26,887 27,159 25,402 28,853 21,825
SPICES -30,357 -32,584 -32,444 -23,491 -22,097
ANIMAL FEED EX UNML CER. -306,757 -322,062 -404,976 -462,758 -539,447
MARGARINE/SHORTENING -21,398 -27,138 -27,451 -26,596 -18,652
Fuente: http://www.intracen.org/tradstat/

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