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Escuela de Postgrado
Maestría en Derecho Penal
CRIMINOLOGIA CLINICA
PRESENTADO POR:
ASIGNATURA:
CRIMINOLOGIA
DOCENTE RESPONSABLE:
CICLO: I
LIMA, PERÚ
2019
INTRODUCCIÓN
La criminología clínica es una corriente criminológica y, nació como tal con César
Lombroso. El concepto ha sido desarrollado por múltiples autores como Benigno
Di Tullio, Ferri, Laurent y Pinatel entre otros. En base a su definición, la
criminología clínica intenta explicar el delito a partir del estudio del delincuente.
Estudio que se basa en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de dicho sujeto.
Por tanto, una parte muy importante de la misma es la investigación de nuevas
teorías y métodos.
Métodos como el estudio del caso, la comparación de delincuentes y no
delincuentes, el análisis estadístico, la aproximación tipológica y los estudios
longitudinales.
Sin embargo, para hablar de criminología clínica debemos hablar en un primer
momento de la criminología general. Para Luis Rodríguez Manzanera, esta última
se desarrolla en sentido vertical, se coloca en la cúspide del haz constituido por
las ciencias criminológicas y criminologías especializadas. La criminología general
expone los conocimientos teóricos.
La criminología clínica por su lado, se desarrolla en un plan horizontal y consiste
en el enfoque multidisciplinario del caso individual, con ayuda de los principios y
métodos, al igual que la criminología general, de las ciencias criminológicas o
criminologías especializadas. La criminología clínica pretende aplicar los
conocimientos teóricos adquiridos.
LA CRIMINOLOGIA CLINICA
ANTECEDENTES
HISTORIA
MARRO en Italia, 1887, recoge material valioso al señalar los caracteres de los
delincuentes que examina antropométricamente, así como sus antecedentes, su
psicología e historia del delito cometido. Distingue a los anormales intrauterinos de
otros anómalos por deficiencias en su instrucción o por detenciones en el
desarrollo, o por la intervención de un proceso morboso agudo o crónico; entre los
congénitos y degenerativos diferenció a los atávicos de los no atávicos o atípicos.
4) Legislativo.
Para HEALY cualquier teoría es una verdad a medias, demasiado mecánica y muy
remota a la realidad, por lo tanto, frente a las complicaciones que presenta un
caso real, las generalizaciones de la Criminología tienen una tendencia a
desvanecerse.
Esta conclusión del Congreso de Roma fue ratificada por los Congresos de
Antropología Criminal de París (1889) y de Bruselas (1892), y ampliado en el de
Amsterdam de 1901.
La palabra "clínica" viene del griego Kliné: lecho. Es la parte de la medicina que
enseña a observar, diagnosticar, curar y pronosticar las enfermedades a la
cabecera de la cama de los pacientes.
La Criminología Clínica tiene por objeto, por analogía con la Clínica Médica,
formular una opinión sobre un delincuente, conteniendo esta opinión un
diagnóstico, un pronóstico, y eventualmente un tratamiento. En frase, según
parece de Sánete de Sanctis, el fin de la Criminología Clínica es el conocimiento
de la personalidad del delincuente por medio de la "Descomposición Analítica y su
Recomposición Sintética"
Igualmente, en qué medio vive este sujeto antisocial, hasta dónde influyó la
sociedad en llevarlo al crimen, su ambiente cultural y económico; vamos a estudiar
a su familia, si está integrada o no, cómo es su biografía, cómo ha vivido, qué
posibilidades de satisfacer sus necesidades tiene, dónde trabaja, etc.
Cuando terminemos de estudiar todo esto, hasta entonces podremos decir porqué
cometió este sujeto ese hecho antisocial, y hasta entonces podremos decir qué
tan responsable es, mientras tanto no hacemos justicia ni podremos jamás aplicar
una sanción. El estudio criminológico del sujeto debería ser previo a la sanción, no
posterior.
MÉTODO
Además, hay que recordar que "Enfermo mental o enfermo físico, criminal o
alienado, el desviado valoriza al clínico que de él se ocupa, y a la profesión de
clínico en general"
Una de las preocupaciones más importantes entre los criminólogos clínicos es, sin
duda, el respeto a los derechos y la dignidad del hombre, delincuente o no, así nos
lo hace ver la frase de Di TULLIO: "Antes de llegar a violar la ley, el delincuente es
un individuo que lucha por la existencia"
PELIGROSIDAD
a) Capacidad criminal muy fuerte y adaptabilidad muy elevada. (Es la forma más
grave: cuello blanco, político, financiero, industrial, etc.).
a) Peligrosidad presunta. Son los casos en los cuales, una vez comprobada la
realización de determinados hechos o ciertos estados subjetivos del
individuo, debe ordenarse la aplicación de una medida de seguridad, no
debiendo el juzgador examinar la existencia o no de la peligrosidad, pues
ésta se presume por el legislador.
b) Peligrosidad comprobada. Son los casos en los cuales el magistrado no
puede aplicar medidas de seguridad, sin antes comprobar la existencia
concreta de la peligrosidad del agente. Además de lo anterior, cuando se
hace referencia a la peligrosidad de un individuo, deben considerarse, como
lo hace JIMÉNEZ DE ASÚA, los elementos siguientes:
a) La personalidad del hombre en su triple aspecto, biopsicosocial.
b) La vida anterior al delito o acto de peligro manifiesto.
c) La conducta del agente, posterior a la comisión del hecho delictivo o
revelador del hecho peligroso.
d) La calidad de los motivos.
e) El delito cometido o el acto que pone de manifiesto la peligrosidad.
Es indudable que existen sujetos que son socialmente peligrosos, y que tienen
mayor probabilidad que otros de cometer alguna conducta antisocial, pero es
indudable también que el concepto de peligrosidad debe manejarse con
extraordinaria precaución. Ya algún autor se ha referido a los peligros de la
peligrosidad, y estamos de acuerdo, aunque debemos hacer notar que, en gran
parte, la embestida no es tanto contra el concepto de peligrosidad (o cualquier otro
similar), sino contra la fragilidad de ciertos diagnósticos y pronósticos de
peligrosidad.
DIAGNÓSTICO
Nos dice Ruiz FUNES que una simple enumeración de los antecedentes que se
deben tomar en cuenta para la determinación de la personalidad del delincuente,
no ofrece una solución para el problema. Es importante el poder interpretarlos y
penetrar para eso en su contenido. No todos tienen una importancia igual, unos
poseen una relevancia fundamental, como verdaderos núcleos de la personalidad
humana, otros un valor menor, estrictamente cooperante en la fórmula general y
que se recoge en la síntesis de esa personalidad.
Efectivamente, una vez aplicados los diversos exámenes a que hicimos referencia
en el punto 5, debemos pasar a la descripción, explicación e interpretación de los
componentes de la peligrosidad. Por lo general, esto lo hace el criminólogo clínico
en reunión con los componentes del consejo criminológico, cada uno de los cuales
aportará sus resultados parciales, los que han de integrarse en un diagnóstico
criminológico.
Para PINATEL los elementos de la capacidad criminal son los que determinan el
umbral criminal, es decir, la mayor o menor facilidad del paso al acto. Pueden
distinguirse, en el iter criminis, cuatro fases:
a) El consentimiento mitigado.
b) El consentimiento formulado.
c) El estado de peligro.
d) El paso al acto
ETIENNE DE GEEFF (1898-1961) elaboró una teoría de la personalidad criminal,
deduciendo cuatro rasgos generales que la identificarían y que son básicas para
llegar al diagnóstico criminológico, estos son:
a) Agresividad.
b) Egocentrismo.
c) Imprevisión.
d) Indiferencia afectiva.
Siguiendo este camino, PINATEL reconoce como rasgos que constituyen el núcleo
central de la personalidad criminal:
a) Egocentrismo.
b) Labilidad emocional.
c) Agresividad.
d) Indiferencia afectiva.
Como es de notarse, el primer caso presenta un estado peligroso crónico, los dos
intermedios un estado peligroso marginal, y el último un estado peligroso
episódico. Muchas críticas se han hecho al diagnóstico criminológico, y ya
señalamos que muchas de ellas son ciertas, pues frecuentemente falta la
cohesión necesaria; en ocasiones (y esto es frecuente), se queda a un nivel
puramente descriptivo, sin lograr la síntesis y, por lo tanto, sin llegar a explicar e
interpretar.
PRONOSTICO
En este terreno debemos recordar que hay dos tipos de reincidencia, una genérica
y otra específica; la primera es cuando el reincidente comete una conducta
antisocial diferente a la que realizó anteriormente; la reincidencia es específica
cuando el hecho cometido es el mismo, es similar al primero.
Todos los componentes del grupo eran normales, es decir, se eliminaron casos
psiquiátricos y débiles mentales (Cociente intelectual de 92.3 para delincuentes y
de 94.2 para el grupo control).
Se encontró, como era de esperarse, que en una gran cantidad de datos no había
diferencia entre delincuentes y no delincuentes, pero se pudo identificar una serie
de rasgos en que los dos grupos eran definitivamente no sólo diferentes, sino
opuestos.
TRATAMIENTO
Para SÁNCHEZ GALINDO "es el conjunto de elementos, normas y técnicas
que se requieren para reestructurar la personalidad dañada del delincuente y
hacerlo apto y productivo en su núcleo social".
e) Cuando se trata de delincuentes que violan la ley por tener una ideología
diversa (políticos). f) Cuando nos encontramos frente a delincuentes
refractarios al tratamiento, o para los que no se ha encontrado un tratamiento
adecuado (profesionales y habituales multireincidentes, psicópatas, etc.).
El tratamiento tiene límites muy claros, tanto legales como éticos. Así, por
ejemplo, no es claro el fundamento del tratamiento a personas detenidas en
prisión preventiva, pues deben considerarse como inocentes en tanto no se les
pruebe lo contrario. Los abusos cometidos so pretexto de tratamiento han
preocupado seriamente a los criminólogos de hoy, y Naciones Unidas (ONU)
ha exigido el respeto a los derechos humanos de personas sometidas a
tratamiento, planteándose aún el dilema de si el tratamiento es obligatorio o
debe ser opcional para el reo. Por otra parte, hay ciertos tratamientos médicos
y psicológicos, cuya validez técnica y moral ha sido puesta en duda, y es
rechazado por una gran parte de la doctrina; tal es el caso de la lobotomía, el
electroshock, la castración, y ciertas técnicas de modificación de conducta.
Ciertas formas de tratamiento sociológico son también cuestionadas en cuanto
representan la inclusión forzada del sujeto a un "sistema" que él
voluntariamente rechaza.
CONCLUSION
DI TULLIO ha dicho que parece indispensable que el proceso penal debe basarse
sobre una doble indagación: antropológica y jurídica; esto permitirá al magistrado
emitir un juicio susceptible de satisfacer a la vez a las exigencias de la ley así
como a las del individuo y la sociedad.
Cierto que un equipo clínico puede subrayar más el uno o el otro de dichos
cometidos; por lo que en ocasiones se oye hablar de equipos de tratamiento y
equipos de investigación. Pero en ambos casos el otro aspecto existe y se
encuentra inseparablemente unido al que se acentúa por el equipo en cuestión; ya
que todo tratamiento amplía, confirma, niega o puntualiza los conocimientos
teóricos, y toda investigación clínica ha de hacerse alrededor de un caso concreto,
que es por lo mismo sometido a tratamiento.