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La repercusión de la Revolución

Cubana y la política del “foco


guerrillero” en Argentina
Roberto Ramírez*

Estos temas que nos fueron propues-


Resumen tos por el profesor Mario Maestri al invi-
Analizamos en este artículo el desarro- tarnos gentilmente a escribir este artículo
llo que tuvieron en Argentina los mo- –la repercusión de la Revolución Cubana y
vimientos guerrilleros, especialmente del foquismo en Argentina– exceden, por
en el agitado período que fue desde el supuesto, los límites de un breve texto.
“Cordobazo” de mayo de 1969 hasta el Estos puntos, en verdad, son compo-
golpe de estado militar de marzo de nentes de un tema mucho mayor, el con-
1976. El balance del papel jugado por
vulsivo período de la años 60 y 70 sobre el
las organizaciones guerrilleras –prin-
que, justificadamente, se viene escribiendo
cipalmente Montoneros y ERP– sigue
mucho. En los últimos 10 años, en Argenti-
siendo uno de los temas más importan-
tes y controversiales en la historia re- na hubo y hay una avidez de “recuperar” la
ciente de Argentina y de América La- memoria de esta etapa de su pasado, cuyo
tina, y también uno sobre el que más lapso más álgido transcurrió entre las re-
se viene publicando. Aquí se presenta
un punto de vista diferenciado tanto
de las opiniones de la “historia oficial” *
Durante parte del período que trata este artículo,
que demoniza a la guerrilla, como de fue periodista y editor del semanario clandestino
los apologistas que en los últimos años La Verdad, del PRT (Partido Revolucionario de los
se han presentado en algunas corrien- Trabajadores), hasta diciembre de 1971, y luego de
su sucesor legal, Avanzada Socialista, del PST (Par-
tes de la izquierda argentina. tido Socialista de los Trabajadores), desde marzo de
1972 hasta marzo de 1975. Después, hasta el golpe
de estado de marzo de 1976, centralizó la edición
Palabras clave: Montoneros. Argenti-
de Revista de América, una publicación mensual de
na. Guerrilla. temas internacionales. Hoy forma parte de la redac-
ción de la revista Socialismo o Barbarie.

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beliones obreras, estudiantiles y populares progresivamente a esos países después de
de 1969 (inauguradas por el “Cordobazo”, la Segunda Guerra Mundial, la Revolución
en mayo de ese año) y el golpe de estado Cubana de 1959 demostró en la práctica,
de marzo de 1976, que iniciaría la dicta- para amplios sectores de la sociedad, que
dura militar más sanguinaria de la histo- era posible –y deseable– un cambio revolu-
ria nacional. Estudios históricos en libros cionario radical, tanto social como político,
y revistas, crónicas y memorias, películas como solución de esos problemas.
y literatura han puesto la mirada en esos Aquí es necesario distinguir y se-
momentos en que estuvo planteada seria- parar esta “repercusión de la Revolución
mente –como perspectiva real y casi inme- Cubana” en su sentido más amplio, del
diata– una transformación revolucionaria otro tema propuesto: la política del “foco
de la sociedad. guerrillero”. Esta repercusión fue mucho
Este proceso y estas perspectivas no mayor (y más compleja) que lo que podría-
fueron exclusivas de Argentina. Asimis- mos llamar en sentido estricto la “estrate-
mo involucraron, bajo formas distintas, a gia guerrillerista”, propuesta inicialmente
otros países del Cono Sur –como Chile y por el “Che” Guevara.
Uruguay– y también, en términos muy di- Dicho de otra manera: En los años 60
ferentes, a Bolivia.1 Igualmente, tuvieron y 70, en América Latina y específicamente
en común que esos procesos que apunta- en el Cono Sur, en el marco de una crisis
ban a un cambio revolucionario político y de sus formaciones económico-sociales y de
social, sólo pudieron ser interrumpidos por sus relaciones con la potencia dominante
golpes militares que instauraron dictadu- en el continente, EEUU, se desarrolló un
ras extremadamente represivas (Bolivia, ascenso de luchas obreras, estudiantiles
agosto 1971; Uruguay, junio 1973; Chile, y populares que apuntaba a transforma-
septiembre 1973 y, finalmente, Argentina, ciones revolucionarias. Por su parte, el
en marzo 1976). Uno de los tantos reflejos triunfo de la Revolución Cubana en 1959
de que se trataba de un proceso de con- era una demostración práctica de que era
junto, fue el hecho que las dictaduras de posible romper el sometimiento a EEUU y
esos países, junto con la de Brasil y la CIA, llegar incluso a la expropiación de la pro-
constituyeron una coordinadora de repre- piedad privada capitalista. Esa fue su re-
sión, el llamado Plan Cóndor. (CALLONI, percusión en el sentido más amplio.
GAUDICHAUD). En este proceso, entra en acción una
En un sentido más general, la reper- nueva y numerosa generación de militan-
cusión de la Revolución Cubana fue indis- tes políticos y activistas sindicales, estu-
cutiblemente un importante factor que diantiles y de movimientos populares, que
se combinó con otros en esos desarrollos. se ve confrontada a diversas propuestas
Aunque, por supuesto, estos procesos te- estratégicas para lograr una transforma-
nían sus raíces en las crisis económico- ción político-social.
sociales y políticas que fueron golpeando

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El “foquismo” –y, más en general, la El hecho de que la fuerza orgánica y
llamada “estrategia guerrillera” (o “méto- la influencia política que respaldaban cada
do guerrillero”, como decía Guevara– fue una de esas posiciones estratégicas, fuese
sólo una de las propuestas estratégicas muy desigual –incluso, aunque menos, en
que se confrontaron en esa vanguardia. Argentina–, produjo una cierta distorsión
Otra de ellas fue la de la “vía pacífi- en este debate central en la vanguardia la-
ca al socialismo”, sostenida especialmente tinoamericana de esos años.
por los partidos comunistas afines al PC En este texto, vamos a enfocarnos en
de la Unión Soviética, pero compartida el curso de las experiencias guerrilleras en
también, total o parcialmente, por secto- Argentina, especialmente del ERP y Mon-
res socialdemócratas radicalizados, como toneros, desarrollando algunos puntos po-
el Partido Socialista de Chile. Esta polí- lémicos que aún hoy siguen en debate.
tica fue la que guió a la Unidad Popular
chilena, que asumió el gobierno con Salva-
La formulación inicial de
dor Allende en enero de 1970. El golpe del
11 de septiembre de 1973 encabezado por Guevara y las críticas desde la
Pinochet –en ese momento ministro de Al- izquierda
lende– marcó la bancarrota de esta orien-
tación, y su desaparición como programa Aunque la formulación inicial de
global.2 Guevara en sus textos –principalmente
Por último, hubo una tercera corrien- La guerra de guerrillas (1960) y Guerra de
te, minoritaria en relación a las dos ante- guerrillas: un método (1964)– es bastante
riores, que se opuso a ambas estrategias conocida, conviene recordar algunos de sus
–la guerrillerista y la de la “vía pacífica principales puntos. Guevara los resume
al socialismo”–, desde posiciones encua- así:
dradas en lo que puede definirse como el Consideramos que tres aportaciones fun-
“marxismo clásico”.3 Fue precisamente damentales hizo la Revolución Cubana a
en Argentina donde esta tercera posición la mecánica de los movimientos revolu-
cionarios en América, son ellas:
en el debate estratégico –sostenida por
1. Las fuerzas populares pueden ganar
el Partido Socialista de los Trabajadores una guerra contra el ejército.
(PST)– alcanzó a tener un peso importan- 2. No siempre hay que esperar a que se
te, especialmente en sectores del movi- den todas las condiciones para la revolu-
ción; el foco insurreccional puede crear-
miento obrero, aunque por detrás de las
las.
corrientes guerrilleras, que se organizaron 3. En la América subdesarrollada el ter-
principalmente en Montoneros y en menor reno de la lucha armada debe ser funda-
medida en el PRT-ERP (Partido Revolucio- mentalmente el campo. (GUEVARA, La
nario de los Trabajadores-Ejército Revolu- guerra...).5

cionario del Pueblo).4

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Que “las fuerzas populares pueden explosivo de su lucha contra las estructu-
ganar una guerra contra el ejército” no es ras feudales, en el marco de una situación
una aportación exclusiva de la Revolución social de alianza entre explotadores loca-
Cubana, sino en general de las grandes les y extranjeros”. (GUEVARA, Guerra de
revoluciones político-sociales que logran guerrillas: un...)
triunfar. Cuando se trata de algo más que En cambio, según Guevara, en las
de un mero cambio de régimen y/o de per- grandes ciudades latinoamericanas, no
sonal político, las cosas se dirimen en úl- hay lugar para esas “luchas explosivas”.
tima instancia en el terreno de las armas. Los centros urbanos fomentan las luchas
O sea, alrededor de si “las fuerzas popu- pacíficas: “la influencia ideológica de los
lares”, de una y otra forma, logran batir a centros poblados, inhibe la lucha guerrille-
la expresión armada del antiguo régimen. ra y da vuelo a luchas de masas organiza-
Pero la novedad que introduce Gue- das pacíficamente”. (GUEVARA, Esencia
vara son las dos tesis restantes: el “foco de la lucha...).
insurreccional” que puede crear las con- El “foco” guerrillero puede consti-
diciones para la revolución y “el campo” tuirse “con una base de 30 a 50 hombres;
como centro no sólo geográfico sino princi- esta cifra es suficiente para iniciar la lu-
palmente social de la lucha revolucionaria. cha armada en cualquier país del mundo
Este “foco” inicia una guerra de guer- americano...” Debe comenzar como “una
rillas: “En las condiciones actuales de tarea conspirativa alejada de la acción del
América Latina, la guerra de guerrillas pueblo y reducida a un pequeño núcleo de
es la vía correcta... la acción guerrillera” iniciados...” Al inicio, “hay un grupo más o
en el campo es el “eje central de la lucha”. menos armado, más o menos homogéneo,
(GUEVARA, Guerra de guerrillas: un...). que se dedica casi exclusivamente a es-
Esto es así, en primer lugar, por la conderse en los lugares más agrestes, más
necesidad de resguardar a la dirección intrincados, manteniéndose en escaso con-
revolucionaria. En la ciudad, sería fácil- tacto con los campesinos”. (GUEVARA, La
mente liquidada: “en cambio, el núcleo guerra...).
guerrillero, asentado en terrenos favora- Claro que, en sus escritos, Guevara
bles a la lucha, garantiza la seguridad y no deja de tener en cuenta a las masas. En
permanencia del mando revolucionario.” respuesta a las críticas que empezaban a
(GUEVARA, Guerra de guerrillas: un). Es generar estas concepciones, sobre todo por
que la guerrilla rural, puede asentarse “en los notorios fracasos de sus primeros en-
lugares donde las fuerzas represivas no sayos, Guevara responde así: “Suele criti-
puedan llegar” (sic). (GUEVARA, La guer- carse a aquellos que quieren hacer la guer-
ra...). ra de guerrillas, aduciendo que se olvidan
La segunda razón fundamental es de la lucha de masas... Nosotros rechaza-
“la situación general del campesinado la- mos el concepto que encierra esa posición;
tinoamericano y el carácter cada vez más la guerra de guerrillas es una guerra del

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pueblo, es una lucha de masas... La guer- Las dos etapas del
rilla es la vanguardia combativa del pue-
blo, situada en un lugar determinado de
guerrillerismo guevarista
algún territorio dado, armada, dispuesta
Esta concepción –que ganó a un am-
a desarrollar una serie de acciones bélicas
plio sector de la vanguardia latinoameri-
tendientes al único fin estratégico posible:
cana– tuvo dos etapas en su aplicación.
la toma del poder. Está apoyada por las
La etapa inicial se desarrolla en los
masas campesinas y obreras de la zona
primeros años de la década del 60 y cul-
y de todo el territorio de que se trate...”
mina con la muerte del Che (octubre de
(GUEVARA, Guerra de guerrillas: un...).
1967). Sin excepciones, todas estas inicia-
Pero Guevara no aclara cómo las ac-
tivas acaban más o menos rápidamente en
ciones armadas de “un pequeño grupo de
fracasos rotundos, que significan simultá-
iniciados”, “alejado de la acción del pueblo”,
neamente costos terribles en vidas de lu-
desembocarían finalmente en una “guerra
chadores revolucionarios, como fueron los
del pueblo”, en que su lucha sería “apoyada
casos, entre otros, de Venezuela, Paraguay,
por las masas campesinas y obreras”. Este
Perú, etc.7 El último y más grave, le cuesta
problema será la “cuadratura del círculo”
la vida al mismo Guevara, en Bolivia.
con la que chocarán –y se hundirán– todas
Pero luego, en Argentina especial-
las experiencias guerrilleras inspiradas
mente, se produciría una segunda etapa de
en Guevara. En Argentina, como veremos,
iniciativas guerrilleras de alcances mucho
esto iba a tener gravísimas consecuencias,
más amplios, donde se desarrollan Monto-
que irían mucho más allá del éxito o el fra-
neros y el ERP como organizaciones prin-
caso de los “pequeños grupos de iniciados”.
cipales, pero también una constelación de
El caso de Argentina tuvo además
grupos menores.
otra particularidad, que ya apuntamos y
Esta segunda ola modificaría de dis-
que la diferenció bastante de otros países:
tintas maneras el rígido y metafísico es-
la estrategia guerrillerista no sólo fue cri-
quema guevarista, tratando de adaptarlo
ticada desde la derecha –desde posiciones
a las realidades concretas de la sociedad
“pacifistas” como la de los partidos comu-
argentina y de sus luchas políticas y so-
nistas afines a la URSS–, sino también
ciales. Sin embargo, estas adaptaciones
desde la izquierda, a través de la corriente
tácticas no cambiarían lo esencial, que
que conformaría luego el Partido Socialis-
sería finalmente su “talón de Aquiles”: la
ta de los Trabajadores (PST), con una pre-
centralidad de las acciones armadas de un
sencia importante en el movimiento obrero
aparato militar, que, en última instancia,
y estudiantil, que serían los principales ac-
obra por cuenta propia, cualesquiera sean
tores del agitado período de 1969 a 1976.6
las situaciones políticas, las opiniones y
acciones de las distintas clases y sectores
sociales, inclusive, de las mismas masas
trabajadoras y populares de las que se

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reclama “representante” y/o “vanguardia botajes, realizada por ocasionales “coman-
armada”. dos” de la resistencia peronista, aunque
sin llegar a configurarse una organización
guerrillera como tal. Los Uturuncos daban
La primera etapa en
ahora el paso en ese sentido. Algunos au-
Argentina: Los Uturuncos, el tores (CARRERAS; SORIA) sostienen que
EGP, las FARN y Taco Ralo “no pensaron en el Che Guevara” y que “su
guerrilla era una mera creación autóno-
El 24 de diciembre de 1959, un grupo ma”. Sin embargo, la trayectoria de varios
armado toma el local de la policía de la ciu- de sus protagonistas indica que marcaron
dad de Frías –límite entre las provincias como mínimo una transición a la guerrilla
de Santiago del Estero y Catamarca. Así de inspiración guevarista.
iniciaba sus operaciones el primer grupo El siguiente intento fue el del EGP
guerrillero argentino, que sería conocido (Ejército Guerrillero del Pueblo), que se
como los “Uturuncos”, aunque su nombre desarrolló de 1963 a 1964. A diferencia de
oficial era el de “Ejército de Liberación Na- los Uturuncos, ésta fue iniciativa direc-
cional-Movimiento Peronista de Libera- ta de Guevara y actuó bajo su comando.
ción”. (SALAS). Este sería liquidado poco (CARRIZO; SÁNCHEZ). En el terreno, fue
después, con la detención del “comandan- dirigida por Ricardo Masetti, periodista
te Uturunco”, Manuel Enrique Mena, en argentino –llamado “Comandante Segun-
marzo de 1960. do” (Guevara era el “Comandante Prime-
Como su mismo nombre sugiere, esta ro”)–, y el cubano Hermes Peña, capitán y
“protoguerrilla” (SALAS) tenía un doble escolta personal del Che. Por consiguiente,
antecedente: por un lado, el de la llamada se aplicó en forma “químicamente pura” el
“resistencia peronista”, desarrollada des- esquema expuesto más arriba.
pués del golpe militar que en septiembre El grupo de jóvenes que conformaba
de 1955 derrocó a Perón, presidente con el EGP, era efectivamente “un pequeño
amplio apoyo popular especialmente en el núcleo de iniciados” completamente “ale-
movimiento obrero; por el otro, el reciente jado de la acción del pueblo”, y en “escaso
triunfo de la Revolución Cubana. contacto con los campesinos” del lugar. La
La “resistencia peronista” contra la zona elegida por el mismo Guevara para
dictadura militar “gorila” (1955-58) y luego comenzar el foco, era uno de esos “luga-
contra el gobierno “civil” de Arturo Frondi- res donde las fuerzas represivas no pue-
zi (1958-62) que mantendría la proscripci- den llegar”. Al mismo tiempo, se trataba
ón del peronismo, tuvo el componente fun- de una región marginal e históricamente
damental de acciones de masas, entre ellas ajena a cualquier tradición de lucha social
grandes huelgas generales y de gremios. y política, que en Argentina había pasado
Pero también hubo numerosas acciones esencialmente, desde fines del siglo XIX,
violentas, principalmente atentados y sa- por las masas urbanas.

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Como era de esperar, el EGP fue fá- bían a las concepciones de Guevara y los
cilmente destruido por las fuerzas repre- proyectos guerrilleros. Se va a producir un
sivas que llegaron al lugar sin ningún in- profundo cambio de la situación política.
conveniente. Fue una prefiguración –hoy Montoneros y el ERP se desarrollarán en
bastante olvidada– del trágico final de ese nuevo contexto político, al que trata-
Ñancahuazú cuatro años después. rán de adaptarse y aprovechar.
Casi simultáneamente al fracaso del
EGP, se produce otro desastre, que marca
La dictadura de Onganía y el
el fin de esta primera etapa. El 21 de julio
de 1964 estalla un apartamento en la ciu- Cordobazo
dad de Buenos Aires, derrumbando gran
El 28 de junio de 1966, las Fuerzas
parte del edificio. Allí estaba el arsenal de
Armadas dan su enésimo golpe de estado.
otro grupo que se proponía iniciar un nue-
Se inicia la dictadura del Gral. Juan Car-
vo foco, esta vez en la provincia de Tucu-
los Onganía. Explícitamente programada
mán. Se trataba de las FARN (Fuerzas Ar-
para durar décadas –como la de Franco,
madas de la Revolución Nacional), grupo
de quien Onganía, inspirado por el Opus
organizado por Ángel “Vasco” Bengoechea,
Dei y el “integrismo católico”, era admi-
ex dirigente trotskista de la corriente de
rador (POTASH), comenzó sin embargo a
Nahuel Moreno, que había sido ganando
derrumbarse en mayo de 1969 cuando en
por el Che durante una estadía en Cuba
Córdoba –importante ciudad industrial
en 1962. (NICANOFF; CASTELLANO).
y universitaria del centro de la Repúbli-
La explosión de calle Posadas termina con
ca– estalló una masiva rebelión obrera,
la vida de Bengoechea y de la mayoría del
estudiantil y popular. Este estallido in-
grupo, reunido allí en esos momentos.
surreccional –que pasaría a la historia
Años después, en septiembre de 1968,
con el nombre de “Cordobazo”– había sido
se produce el operativo de Taco Ralo. En
precedido por fuertes movilizaciones, ini-
las cercanías de esa localidad de la provin-
cialmente estudiantiles y luego de trabaja-
cia de Tucumán, la policía captura el cam-
dores y sectores populares en otras ciuda-
pamento de las FAP (Fuerzas Armadas Pe-
des, principalmente Corrientes y Rosario.
ronistas), una guerrilla en formación que
(BALVÉ).
aún no había llegado a operar. Pero lo de
A partir del primer Cordobazo, en los
Taco Ralo va a expresar de alguna manera
tres años siguientes, este tipo de rebelio-
una transición a una segunda etapa, por-
nes serían frecuentes en las ciudades del
que con ellas se inicia una revisión táctica
interior. En la Capital Federal y el Gran
de las iniciales tesis “foquistas”.
Buenos Aires no ocurrirán estallidos simi-
Sin embargo lo más importante es lo
lares, entre varios motivos porque el con-
que va a suceder por fuera y al margen de
trol de los aparatos burocráticos sindicales
las corrientes que, tanto desde el campo
sobre el movimiento obrero organizado era
del peronismo o del marxismo, se adscri-
más férreo que en provincias. Pero, de to-

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dos modos, en Buenos Aires y el Gran Bue- A nivel político, Perón desde el exilio,
nos Aires no era menor el clima de repudio después de alimentar esperanzas en On-
y oposición al régimen militar. ganía, pasó a una oposición cada vez más
En la Argentina de 1969 se da una virulenta. Es que, lejos de levantar la pros-
de esas combinaciones que caracterizan cripción del peronismo y su Partido Justi-
los momentos históricos que abren la po- cialista, Onganía tenía el plan de gobernar
sibilidad de revoluciones o, por lo menos, décadas, a través de un sistema corporati-
de explosiones de rebeldía generalizadas: vo, inspirado en le régimen de Franco, que
distintas clases y sectores sociales y políti- excluía a todos los partidos políticos. Por el
cos –a veces por muy diferentes motivos– mismo motivo, ahora también se alineaban
coinciden en oponerse con cierta virulencia en la oposición las tradicionales corrientes
al poder existente. Si además, éste es un políticas antiperonistas (radicales, social-
régimen militar que no tiene “juego de cin- demócratas, conservadores, etc.), que an-
tura” ni ofrece recambios, el camino a los tes habían apoyado gobiernos militares
estallidos suele ser inevitable. –como el del Gral. Aramburu (1955-58)–
En este caso, no había casi sector so- porque se beneficiaban de la proscripción
cial o político (incluso de franjas de la bur- del movimiento peronista. Por supuesto, la
guesía) que no tuviese motivos de agravios. izquierda, perseguida en su totalidad por
(POZZI) En primer lugar, la poderosa cla- Onganía, había estado en contra desde la
se obrera fabril y también los asalariados primera hora.
de “cuello blanco” detestaban a una dicta- Finalmente, en ese arco iris opositor,
dura que proseguía con el recorte de sus se combinó un matiz que tendría serias
conquistas históricas, muchas de la época consecuencias (especialmente en el tema
peronista.8 Las clases medias “ilustradas”, de la guerrilla): aunque el régimen se pre-
los estudiantes y la intelectualidad –sec- sentaba como ultra católico, dentro de la
tores de gran peso y amplitud en la socie- Iglesia, en sectores de sacerdotes y sobre
dad argentina de la época– odiaban a un todo en la juventud católica (GILLESPIE),
régimen que había asaltado con la policía se desarrollaron fuertes corrientes de re-
las sagradas universidades laicas, apale- chazo, que tenían que ver con el giro de la
ando estudiantes, profesores y científicos Iglesia reflejado en el Concilio Vaticano II.
de renombre, y que pretendía imponer una De allí –y no del marxismo– provendría
censura de las actividades culturales ba- casi todo el núcleo fundador de Montone-
sado en el más cerrado integrismo católico. ros, que sería luego la organización guer-
Sectores de la burguesía, especialmente rillera más poderosa.
del interior, tampoco querían a Onganía, En mayo de 1969, esta silenciosa
cuya orientación económica “monetarista acumulación de material explosivo de todo
ortodoxa” (que hoy llamaríamos neoliberal tipo y color, le explotó en las narices a los
a ultranza) los perjudicaba. desprevenidos militares, que además no
tenían un “plan B”.

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Esto lleva a un cambio radical de la nes. En este contexto, la irritación de los
situación política. En este nuevo cuadro, distintos sectores sociales y políticos antes
por todo un período, el elemento determi- mencionados, no hacía más que crecer. Es
nante pasa a ser este multitudinario “es- en esa atmósfera que se desplegaría la se-
tado de rebelión”. Que éste fuese hetero- gunda etapa de la guerrilla en Argentina.
géneo, y no tuviese política, organización En junio de 1970, Onganía es de-
ni dirección unificadas, salvó al régimen puesto por la Junta de Comandantes de la
militar de ser derribado en lo inmediato. FFAA, días después de la primera y más
Pero el régimen y Onganía en particular resonante acción de los Montoneros: el se-
quedan profundamente debilitados y pier- cuestro y ejecución del Gral. (r) Pedro Eu-
den la iniciativa. genio Aramburu, presidente del gobierno
La oficialidad comienza a entrar en militar ferozmente antiperonista de 1955
“estado deliberativo” y a dividirse sobre la a 1958, y que había encarcelado, tortura-
salida. En un extremo, un sector reflejado do y fusilado a numerosos activistas de ese
por Onganía, quiere seguir adelante con el movimiento.
modelo corporativista. Otro sector, encabe- La Junta militar lo substituye por
zado por quien sería luego presidente de otro general, Roberto Marcelo Levings-
facto, el Gral. Alejandro Agustín Lanusse, ton. Pero el atolladero político continúa y
propone la retirada: convocar a elecciones. se agrava. Levingston apenas se mantie-
(POTASH). ne 300 días y cae en marzo de 1971 por
Pero aquí los militares chocan nue- obra del segundo Cordobazo, más conocido
vamente con la piedra con que venían como el “Viborazo”.
tropezando desde el golpe de 1955, en que En una situación que se va haciendo
depusieron a Perón. Llamar a elecciones insostenible, asume la presidencia el jefe de
mínimamente democráticas, implicaba el la Junta de Comandantes, el Gral. Lanusse.
triunfo del peronismo y el retorno de su
Propone un pacto político –el llamado Gran
líder, algo que aún resultaba intolerable
Acuerdo Nacional (GAN)– con los partidos
para buena parte de la burguesía argenti-
burgueses y especialmente con el peronis-
na y el establishment militar y civil, y que
mo, y anuncia la marcha hacia elecciones
tampoco agradaría al Departamento de
generales, que se realizarían finalmente en
Estado. Por otra parte, las elecciones con
marzo de 1973. Pero, mientras tanto, el cre-
proscripción del partido mayoritario ya
cimiento de la guerrilla, en primer lugar de
habían generado gobiernos civiles débiles
Montoneros, sería vertiginoso.
y sin legitimidad, como los de Frondizi y
Arturo Umberto Illia (1963-66).
Entran así en un atolladero: no pue- Se abre la segunda época de la
den seguir adelante con los planes de per- guerrilla en Argentina
petuar su gobierno vía el corporativismo,
pero tampoco pueden escapar virando El terremoto del Cordobazo no sólo
hacia la salida “democrática”: las eleccio- sacudió al régimen militar. También cam-

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bió cualitativamente el escenario para las segundo lugar, el PCR (Partido Comunista
organizaciones políticas de izquierda, fue- Revolucionario), una escisión maoísta del
sen o no guerrilleras. tradicional Partido Comunista Argentino,
Aunque en números hay diferentes afín a la Unión Soviética.
evaluaciones –y es difícil la verificación A diferencia de todas estas corrien-
en organizaciones que debieron ser clan- tes, el PCA, aunque mantiene un vasto
destinas incluso después de las elecciones aparato, venía ya desangrado por sucesi-
de 1973–, hay coincidencia en estimar un vas escisiones juveniles que terminaron
crecimiento a saltos a partir del Cordoba- alimentando en mayor o menor medida
zo con decenas de miles de jóvenes invo- a esas cuatro organizaciones rivales. Asi-
lucrados, muchos provenientes del medio mismo, su política “moderada”, por decir
estudiantil pero también del numeroso lo menos, sintonizaba poco con las ondas
activismo sindical y popular de la época. combativas que primaban en el activismo
Este crecimiento tuvo también diferentes estudiantil y sindical.
altibajos según la organización y las cir-
cunstancias políticas.
La nueva guerrilla intenta
El primer y más espectacular creci-
miento fue el de Montoneros y especial- resolver la “cuadratura del
mente de sus organizaciones de “periferia” círculo”
–la JP (Juventud Peronista), JTP (Juven-
tud Trabajadora Peronista), la JUP, de es- El Cordobazo y la seguidilla de re-
tudiantes universitarios, y la UES, de los beliones urbanas posteriores eran un des-
secundarios. Montoneros que llega al cenit mentido del “método guerrillero” de Gue-
en 1973 y mediados de 1974. Pero es tam- vara. La dictadura se tambaleaba no por
bién el primero en comenzar a declinar, la acción de una guerrilla rural nacida de
por el fracaso político y las contradiccio- un pequeño foco, que había ido creciendo
nes que encierra su enfrentamiento final desde un lugar remoto y que ahora era
con Perón (GILLESPI), tema que veremos “apoyada por las masas campesinas” y
luego. El ERP (Ejército Revolucionario del avanzaba hacia las ciudades. Lejos de eso,
Pueblo), sin alcanzar jamás a las dimen- los grandes protagonistas eran las masas
siones de Montoneros, llega después de urbanas, encuadradas principalmente en
éste a su máximo desarrollo. (POZZI). El organizaciones sindicales y también estu-
fracaso político de la guerrilla peronista va diantiles. Sus estallidos insurreccionales
a dejarle un espacio. (como el Cordobazo) eran inconcebibles
En esos años, aunque por detrás de para las teorías de Guevara, que a las ciu-
la guerrilla, también hay un notable for- dades, a las masas urbanas y a las organi-
talecimiento de dos corrientes no guerril- zaciones obreras las consideraba el territo-
leras: en primer lugar, el ya mencionado rio del pacifismo.
PST (y su antecesor, el PRT-La Verdad); en

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Sin embargo, a pesar de este desmen- ensayan soluciones distintas a este proble-
tido, paradójicamente, las nuevas guer- ma crucial.
rillas alcanzarían una envergadura cuali-
titativamente superior. Pesaron más otros
Montoneros: “soldados de
factores, en primer lugar, los sentimientos
con que irrumpía toda una “vanguardia de Perón”9
masas”: decenas de miles de activistas –
Montoneros, como toda la guerrilla
principalmente sindicales y estudiantiles–
peronista, intentaba “una fusión de la
emanaban a raudales de todos los sectores
guerrilla urbana –adaptación de la teoría
sociales y políticos furiosos con la dictadu-
del ‘foco’ de Guevara– con las luchas po-
ra.
pulares del movimiento peronista”. (GIL-
Un amplio sector de esta vanguardia,
LESPIE). El hecho de ubicarse como parte
que daba sus primeros pasos en la acción
del peronismo –un movimiento nacional-
política, sacaba la razonable conclusión de
populista que tenía apoyo de la mayoría
que a un gobierno exclusivamente basado
de la clase trabajadora y las masas popu-
en la fuerza de las armas, había que con-
lares– parecía ofrecer la solución de esa
testarle de la misma manera. Una expre-
“cuadratura del círculo”.
sión común en esa época “agarrar los fier-
Sin embargo, las cosas no eran tan
ros” (tomar las armas), hacerse “fierrero”,
simples. Esa táctica descansaba sobre una
se imponía para muchos, por encima de
caracterización de Perón y su movimiento
cómo y sobre todo con qué política hacerlo,
–común a toda la guerrilla peronista y en
para desarrollar una lucha efectiva y no
especial a Montoneros–, que se revelaría
simplemente una aventura de consecuen-
trágicamente equivocada.
cias contraproducentes.
Uno de los tantos órganos de la guer-
Es también, en ese contexto, que los
rilla de vocación peronista, la revista Cris-
diversos núcleos que conformarían la se-
tianismo y Revolución, con el título, “Perón
gunda y más poderosa ola de organizacio-
no es encuadrable en el sistema”, la sinte-
nes guerrilleras, consuman un importante
tiza así:
giro.. De la guerrilla rural ya no se habla
(o se posterga para más adelante, como fue El movimiento peronista esta constituido
esencialmente por la clase trabajadora.
el caso del ERP). Ahora lo que se busca es
El peronismo es la mayor y más clara
cómo resolver esa “cuadratura de círculo”: identificación de clase de nuestro pueblo.
cómo cerrar la brecha entre la “guerra” ini- A su vez el antiperonismo identifica a la
ciada por “un pequeño grupo” y el apoyo oligarquía. La presencia insobornable del
peronismo explica la dictadura militar en
de la masas para que eso fuese realmente
nuestro país. El peronismo, sinónimo de
una “guerra del pueblo”. El foco se había pueblo, impide cualquier maniobra refor-
trasladado del campo a la ciudad, pero la mista o pseudodemocrática [...] el pero-
estrategia de fondo y su gran dificultad se- nismo ha constituido sin lugar a dudas,
guía siendo la misma. Montoneros y ERP la más consecuente oposición antioligár-
quica.

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Así, junto a esa la realidad incuestiona- en elogios a las “formaciones especiales”
ble, se verifica un profundo odio por par- (la guerrilla peronista): son “una juventud
te de la oligarquía y simultáneamente un
maravillosa, que todos los días está dando
profundo amor y respeto, por parte del
pueblo, hacia el líder máximo e indiscuti- muestras inequívocas de su capacidad y su
ble [Perón]. Así, ha quedado demostrado grandeza... Tengo fe absoluta en nuestros
que Perón no es encuadrable de ninguna muchachos que han aprendido a morir
manera dentro del sistema. Está claro qué
por sus ideales”. Perón, además prometía
significa el retorno de Perón y, además,
que esto sólo es posible en el transcurso de a la “juventud maravillosa” que ella iría
un proceso revolucionario. El retorno de tomando gradualmente la conducción del
Perón, es, entonces, una consigna revolu- movimiento peronista. A eso lo llamaba
cionaria, porque es la más clara identifi- “trasvasamiento generacional”. (PERÓN,
cación de clase y porque está supeditado
a la derrota total de la oligarquía por el
Actualización...).
pueblo en armas. Perón, viejo caudillo populista, era
un maestro en decir a cada interlocutor
Tres años después quedaba probado
lo que éste quería escuchar. Tenía larga
no sólo que Perón y su movimiento eran
experiencia en el juego de arbitraje entre
perfectamente “encuadrables en el sis-
las alas de izquierda y derecha de su movi-
tema”, sino también que entre ellos y “la
miento, así como entre la clase trabajadora
oligarquía” podía llegarse a acuerdos de
y la patronal nacional y extranjera cuando
fondo. Más aun: sería el mismo Perón,
había gobernado. Pero ahora lo más im-
cuando vuelve al gobierno en 1973, quien
portante era que las “formaciones especia-
organiza los “escuadrones de la muerte”
les” le daban gratuitamente un formidable
–la tristemente célebre Triple A–, para
elemento de presión sobre los militares, la
asesinar a los miembros de las guerrillas,
burguesía argentina y el Departamento de
pero también a los opositores de izquierda
Estado.
en general. (BONASSO; GAMBINI). Mu-
Por supuesto, el objetivo de Perón no
chos de ellos no tenían nada que ver con
era una revolución como la de Cuba, en-
Montoneros o el ERP, e incluso se oponían
cabezada por las “formaciones especiales”
políticamente al guerrillerismo. Pero eran
y que impusiera el “socialismo nacional”,
cuadros políticos o sindicales que moles-
como creía –cándidamente– la guerrilla
taban al peronismo en el poder, especial-
peronista.10 Sus objetivos –personales y
mente a los burócratas de los sindicatos.
políticos– era regresar con todos los hono-
Un ejemplo fue el del PST, con numerosos
res (incluyendo la restitución de su grado
asesinatos, bombas y ametrallamientos de
militar), terminar con la proscripción y
sus locales.
volver a gobernar, por supuesto, “encua-
Pero, mientras tanto, el mismo Pe-
drado en el sistema”.
rón alimentaba esta confusión fenomenal
Esto es lo que sucedería –para es-
de la guerrilla peronista. En otro número
tupor de Montoneros y la “izquierda” pe-
de la revista ya citada, Perón se deshacía
ronista– en el año vertiginoso que va de

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mayo de 1973 a mayo de 1974. El 24 de de un movimiento nacional-populista de
marzo de 1973 se realizaron elecciones en masas, el peronismo.
las que triunfa la fórmula del Frente Jus-
ticialista de Liberación Nacional (Frejuli),
El Ejercito Revolucionario
encabezada por Héctor J. Cámpora, que
asume el 25 de mayo. El 20 de junio, Perón del Pueblo (ERP), el PRT y sus
regresa definitivamente al país y se produ- “frentes de masas”
ce la masacre de Ezeiza, un anticipo de lo
que vendrá. Ese día, una inmensa multi- El ERP fue fundado en el Congreso
tud se moviliza para recibir a Perón, en un del PRT-El Combatiente de julio de 1970,
acto cercano al aeropuerto de Ezeiza. En poco después de la aparición pública de
ella sobresalen las columnas encabezadas Montoneros. Pero la “solución” del PRT-
por Montoneros. Al acercarse, son ame- ERP no fue adscribirse al peronismo, sino
tralladas, con un saldo de muertos y heri- que predicó la desconfianza en el juego de
dos que aún se desconoce. Los asesinos son Perón. Ensayó, entonces, otras adaptacio-
los mismos elementos con que luego se or- nes del “método guerrillero” de Guevara.
ganizaría la Triple A. (VERBITSKY, Ezei- Explícitamente, el ERP rechazaba
za). El 13 de julio, Perón obliga a Cámpora ser tachado de “foquista”. “La lucha arma-
renunciar a la presidencia: está demasiado da a la que va a apuntar el PRT no es una
a la izquierda. Hay nuevas elecciones el 23 lucha de carácter foquista sino que surge
de septiembre. La fórmula Juan Perón- de la propia lucha de clases”, sigue soste-
Isabel Perón obtiene el 61%, Balbín (UCR) niendo hoy uno de los fundadores y diri-
el 24% y Coral (PST) un 1,8%. Perón asu- gentes del ERP. (ORTOLANI, Historia...).
me la presidencia el 12 de octubre. La rup- El PRT-ERP reivindicaba, por ejem-
tura final de Perón con Montoneros se pro- plo, a Lenin, que en su ensayo precisamen-
duce en el acto del 1º de mayo de 1974. El te sobre “La guerra de guerrillas”, sostenía
“líder máximo e indiscutible” expulsa de la que “el marxismo no liga el movimiento a
Plaza de Mayo a la “juventud maravillo- una sola forma determinada de lucha. El
sa”. Perón fallece dos meses después, el 1º marxismo admite las formas más diversas
de julio. Su esposa, Isabel asume la presi- de lucha...” (LENIN, La guerra...). For-
dencia. José López Rega, que comanda la malmente, entonces, el PRT-ERP trata de
Triple A, será su brazo derecho. diferenciarse del unilateralismo del foco
Montoneros seguirá actuando du- guevarista, dedicado en exclusividad a la
rante varios años más como “organización acción guerrillera.
político-militar”, como se autodefinía. Sin La consecuencia de esta diferencia-
embargo, ya se había producido el fracaso ción es que el PRT-ERP va realizar una
de su fórmula para resolver la “cuadratura variedad de actividades no armadas, como
del círculo”: ser la organización guerrillera por ejemplo sindicales. La otra consecuen-
cia, estrechamente relacionada con la an-

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terior, es que promoverá la construcción después derrumbarse ráoidamente–. Pero
de un partido político –el PRT– y de una siempre estuvo a años-luz de alcanzar una
variedad de organizaciones supuestamen- real influencia de masas.11
te más “amplias” o “de masas”: en primer Pero el más grave problema, es que
lugar, el mismo ERP que, en los papeles, también era una ficción lo de “las formas
debía ser una organización mucho más más diversas de lucha”. Entre esas “di-
extensa que el mismo PRT, en camino a versas formas” había una que siempre,
convertirse en un “ejercito popular”. Asi- en cualquier situación política, no sólo se
mismo, se crean los “frentes políticos de mantenía sino que era la actividad central
masas”: el FAS (Frente Antiimperialista y privilegiada: la lucha armada del ERP.
y por el Socialismo), el MSB (Movimiento Todo el resto, incluyendo el mismo partido,
Sindical de Base), el FATRAC (Frente Ar- giraba alrededor de ese eje inamovible y se
gentino de los Trabajadores de la Cultura), subordinaba a él y a sus necesidades.
la JG (Juventud Guevarista). Desde ya, esto era opuesto por el vér-
Entonces, se concluía que no se hacía tice a Lenin y al “marxismo clásico”. El
“foquismo”, sino que se tomaban “los pro- “foquismo” guevarista, expulsado por la
blemas de los trabajadores y la población”, puerta, entraba por la ventana y regía al
y se los alentaba “a participar en la cons- conjunto del PRT-ERP y sus (supuestos)
trucción de las fuerzas revolucionarias, las “frentes de masas”, en cualquier circuns-
células del PRT, las unidades del ERP, el tancia política.
Frente Antiimperialista”. (SANTUCHO, Una ilustración de esto fue la res-
Poder burgués y...). puesta del PRT-ERP frente a un hecho
Pero esto tenía un alto componente crucial: las elecciones de 1973 y el cambio
de “política-ficción”, había una enorme dis- radical de la situación política que signifi-
tancia entre lo que se escribía y la realidad. caba la retirada de los militares y la asun-
En primer lugar, ni siquiera a nivel ción de un gobierno “elegido por el pueblo”.
local o regional, el FAS y demás organis- El PRT-ERP da a conocer su posición
mos del “frente de masas”, ni mucho menos en un documento cuyo título lo dice todo:
(obviamente) el ERP, fueron realmente “de “¿Por qué el ERP no dejará de combatir?”
masas”. Eran simplemente organizaciones (PRT-ERP, ¡A vencer...). En invierno o vera-
colaterales, integrada por los militantes no, con lluvia o con sol, con una dictadura
del PRT y una menor franja de simpati- militar repudiada por la inmensa mayoría
zantes más cercanos. o con una flamante “democracia”, cuyos go-
Jamás dejaron de ser, en su conjunto, biernos habían sido votados por casi toda
una corriente de vanguardia (y ni siquiera la clase trabajadora, que tenía las mayores
de la mayoría de la vanguardia). El PRT- expectativas en ellos, el PRT-ERP “seguiría
ERP y sus “frentes de masas” tuvieron un combatiendo”. Y no fue una metáfora: 5 de
momento final de importante crecimien- septiembre de 1973, reinicia sus operacio-
to –el pico fue a mediados de 1975, para nes con el asalto al Comando de Sanidad

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del Ejército, con muertos y heridos en ple- Otros puntos de vista, asumidos por
na ciudad de Buenos Aires. buena parte de los sobrevivientes de las
organizaciones guerrilleras, sostienen que
El PRT-ERP no le concedía ni un mi- el gran error fue no haberse acomodado
nuto a las masas obreras y populares para al cambio de régimen producido en 1973,
que hicieran su propia experiencia de los pero en el sentido de ir a acuerdos con
gobiernos que habían votado, y sacaran fuerzas “progresistas” (o sea, burguesas y
sus propias conclusiones. reformistas). Entre otros, esta visión la de-
Pero lo más significativo fue el moti- sarrolla Julio Santucho, hermano menor
vo por el cual el PRT-ERP lanzó esta ope- de Roberto, en su libro Los últimos gue-
ración: la necesidad de aprovisionarse de varistas. En cambio, para otros, aunque
armamento. (POZZI). Esta exigencia del hubo errores importantes, fueron princi-
aparato militar estuvo por encima de cual- palmente tácticos o técnicos.
quier consideración política. Por nuestra parte, nos parece que un
balance debería partir de las consecuen-
cias que la “guerra de aparatos” o “guerra
La “guerra de aparatos” o
civil de bolsillo” animada por la guerrilla,
“guerra civil de bolsillo”: tuvo para el combativo movimiento obre-
elementos para un balance ro, así como también para los cambios de
actitud en el seno de la clase trabajadora
Como no podía ser de otra manera, la y las clases medias, y las relaciones entre
montaña de textos políticos o académicos sus sectores activos o de “vanguardia” y
que atañen a este período, están cruzados, las bases. (ALBA; OSCAR, Acerca...). Esto
sin excepción, por fuertes polémicas. Aun fue gran importancia no sólo para el triun-
más que en otros casos, en este tema es fo del golpe militar de marzo de 1976, sino
válido lo de Benedetto Croce, de que “toda para que éste pudiera darse con una in-
historia se escribe en presente”. sólita facilidad.12 Mucho había cambiado
Una versión que estuvo de moda en para que las Fuerzas Armadas, después
los debates de balance histórico, es lo que de haber sido corridas ignominiosamente
en Argentina se llama la “teoría de los dos hacia apenas tres años, pudiesen regresar
demonios”: los militares, por un lado, y la dando un paseo.
guerrilla, por el otro, actuaron para termi- Paradójicamente, poco antes del gol-
nar con la “democracia” naciente en 1973. pe, desde el “Rodrigazo” de junio/julio has-
Este análisis groseramente simplificado, ta principios de diciembre de 1975, el mo-
olvida, por ejemplo, que la “democracia” vimiento obrero había protagonizado otra
inaugurada en 1973 incluía a la Triple A vez inmensas movilizaciones, donde habí-
operando desde el más alto nivel del go- an aparecido organismos independientes
bierno peronista. de la burocracia sindical y del gobierno de

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Isabel Perón: las “coordinadoras interfa- za, donde los distintos sectores sociales se
briles”, que probablemente esbozaban cier- involucraron masivamente.
tos elementos de “doble poder”. (COLOM; Por el contrario, fue una pelea limita-
SALOMONE, Las coordinadoras...). da entre un sector armado de la vanguar-
En ese contexto, tanto el ERP como dia (en gran medida de origen estudiantil)
Montoneros, actuando por cuenta propia, contra los militares y la policía. La masas
al margen de las masas trabajadoras, de la de la población, incluyendo a la clase tra-
gran mayoría del activismo y de sus orga- bajadora y la mayoría de sus activistas, la
nismos –como las interfabriles–, se lanzan miraron como espectadores. Sin embargo,
durante todo 1975 a una campaña de aten- esta pelea de aparatos, tuvo consecuencias
tados, ataques y asesinatos que provoca como si fuese una guerra civil. Entre ellas,
un rechazo general. Como se describía en la de legitimar la más brutal represión ge-
un artículo de esa época, la actitud hacia neralizada.
la guerrilla de la inmensa mayoría de los De esa manera, fueron la clase traba-
trabajadores y las clases medias había ido jadora y sus activistas, los que pagaron los
pasando, desde 1969, de la simpatía a la principales costos, y no los guerrilleros y,
confusión y, finalmente, al repudio. (GÓ- mucho menos, los militares. Es que la pa-
MEZ; TESORO, Antes simpatía...). tronal argentina y extranjera, sus políticos
Esto tendría serias consecuencias, y su estado, aprovecharon esa oportunidad
en primer lugar, en un pronunciado giro a para llevar adelante la “guerra” que más
la derecha de las clases medias e incluso les interesaba: la de aplastar a un movi-
de sectores más de retaguardia de la mis- miento obrero que era su enemigo más de
ma clase trabajadora, y confusión política fondo.
en el resto. Así, la casi unanimidad anti- Así, a mediados de 1975, Ricardo
militar, que había dominado la sociedad Balbín, de la UCR –el principal dirigente
argentina y presidido el Cordobazo, está político de la burguesía argentina después
desbaratada a finales de 1975, en primer de la muerte de Perón–, lanza la consigna
lugar, gracias a la guerrilla. de “terminar con la guerrilla fabril”. ¡Ponía
Es curioso que hoy, tanto desde los un signo igual entre los dirigentes obreros,
defensores incondicionales de la guerrilla, los activistas y las numerosas huelgas, y
como de los defensores de los militares re- los guerrilleros y sus acciones, exhortando
presores, se hable de que, en esos años, ha- a reprimirlos de la misma forma!
bría tenido lugar una “guerra”: una “guer- Esto se agrava porque la guerrilla
ra revolucionaria” (para los primeros) o interviene por su cuenta en los conflictos,
una “guerra contra la guerrilla apátrida” sin disciplinarse a los organismos de los
(para los segundos). trabajadores (comisiones internas, delega-
En verdad no hubo, ni de lejos, una dos, interfabriles, sindicatos democráticos,
guerra civil, como fueron, por ejemplo, las etc.). Su acciones en los conflictos son, por
de España o la de Nicaragua contra Somo- ejemplo, como en Fiat-Córdoba en 1975,

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asesinar algún gerente. Cuando eso suce- played by the guerrilla organisations
de, los activistas están ante la difícil opción – notably Montoneros and ERP – still
de quedarse en la fábrica y ser reprimi- remains one of the most important and
dos, o pasar a la clandestinidad, perdiendo controversial issues in Latin America’s
el empleo y destruyendo la organización recent history, and also one of the most
obrera. (GÓMEZ; TESORO, Guerrilla...). dealt with lately in the political lite-
rature. Here we are putting forward a
El golpe de marzo de 1976 se ve en-
viewpoint which is quite different from
tonces facilitado por un conjunto de facto-
both the “official story” (in which guer-
res, entre los cuales la guerrilla obra como
rilla movements are treated virtually
un catalizador de primer orden. Y, contra as demons) and the apologetic stance
lo que se suele creer, el blanco número uno which is widespread in some currents
del golpe no sería la propia guerrilla –ya of the Argentine left.
muy derrotada– sino esa “guerrilla fabril”,
que es, en el fondo, la que más preocupa a Key words: Montoneros. Argentina.
las clases dominantes. Guerrilla.
Por ese motivo, “de los 30.000 desa-
parecidos [por la dictadura], el 55% son di- Notas
rigentes sindicales de base, es decir, unos
18.000 dirigentes obreros. La dictadura de-
1
Utilizamos el ambiguo término “Cono Sur”, en su
sentido más restringido, que abarca sólo a Argenti-
tendría además a 300.000 de ellos y expul- na, Chile y Uruguay, aunque frecuentemente tam-
saría a 800.000 delegados de fábrica, cer- bién se incluye en él a Paraguay y el sur de Brasil.
En este caso preferimos este sentido más restrin-
rando en su curso 50.000 establecimientos
gido, porque los procesos políticos de Paraguay y
fabriles...” (LAPOLLA, La derecha...). Brasil se desarrollaron en modos y tiempos muy
Para la clase trabajadora éste fue el 2
distintos.
Esto no signiÞcó la desaparición de estas corrien-
costo de la dictadura... pero también el cos- tes, ni en el Cono Sur ni en el resto del mundo,
to del foquismo en Argentina. pero sí de lo de la “vía pacíÞca al socialismo”. En
donde ocupan el gobierno, como es hoy el caso del
PS chileno o del Frente Amplio de Uruguay, están
The impact of the Cuban orientadas por un programa distinto: una leal “ad-
ministración del capitalismo neoliberal” comple-
Revolution and the politics of mentada con un mayor o menor “asistencialismo
de la miseria” para paliar sus peores consecuen-
“Guerrilla focus” in Argentina cias. Esto ha sido también denominado como “so-
cial-liberalismo”.
3
Un texto fundamental de esta posición alternati-
Abstract va tanto a la “vía pacíÞca” como al guerrillerismo
guevarista, fue Dos métodos frente a la revolución
We are analysing in this article the de- latinoamericana (1964), de Nahuel Moreno (ver bi-
bliografía).
velopment of the guerrilla movements 4
El PRT (Partido Revolucionario de los Trabaja-
in Argentina, especially during the dores) nace en 1965 producto de la uniÞcación de
convulsive period from the Cordobazo Palabra Obrera, corriente trotskista dirigida por
Nahuel Moreno (Hugo Bressano, 1924-1987), con
(May 1969) to the military coup (March
el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano
1976). Tha balance sheet of the role Popular), organización asentada en el Noroeste

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argentino, principalmente en la provincia de Tu- tores sociales y de masas, era un problema político
cumán, y orientada por Mario Roberto Santucho que ya estaba resuelto –por lo menos potencialmen-
(1936-1976). En 1968, el PRT se divide. Surge, por te– desde antes de tirar un tiro.
un lado, el llamado PRT-La Verdad, encabezado Las condiciones concretas del resto de los países del
por Moreno, y, por el otro, el PRT-El Combatien- continente, y en especial de Sudamérica y el Cono
te, dirigido por Santucho. La Verdad y El Comba- Sur, eran profundamente diferentes, así como la
tiente eran los nombres de sus respectivos perió- conformación y tradiciones de los movimientos de
dicos. En su Congreso de julio de 1970, el PRT-El masas obrero, estudiantil e, incluso, campesino.
Combatiente funda el Ejército Revolucionario del Moreno subraya que, contradictoriamente, Gueva-
Pueblo (ERP). Desde entonces, aunque formal- ra –tan interesado en cómo “las fuerzas populares
mente el PRT y el ERP se presentaban como dos pueden ganar una guerra contra el ejército”– ig-
organizaciones distintas –un partido, la primera, y nora por completo la reciente experiencia de eso
un “ejército” más “amplio” y “popular”, la segun- en Sudamérica: la Revolución Boliviana de 1952,
da–, en verdad eran una sola corriente, que paso a donde una insurrección armada de las masas urba-
ser conocida simplemente como ERP. Por su par- nas y los obreros mineros, hizo polvo a los milita-
te, el PRT-La Verdad, junto con un pequeño grupo res. Teniendo en cuenta esas y otras experiencias
socialista de izquierda, formó a inicios de 1972 el anteriores, resultaba extraña la idea de Guevara
Partido Socialista de los Trabajadores (PST), que de que en “los centros poblados”, por “inßuencias
editaba el semanario Avanzada Socialista. ideológicas” las “luchas de masas organizadas” se-
5
Salvo indicación en contrario, los subrayados de las rían necesariamente pacíÞcas.
citas son nuestros. Moreno Þnaliza su polémica advirtiendo que las
6
Ya tempranamente, antes que se desplegasen con concepciones de Guevara ya “están sembrando el
su mayor fuerza las iniciativas guerrilleras en Ar- camino de derrotas”. Lamentablemente, lo que su-
gentina, Nahuel Moreno –en Dos métodos frente a cedería en los siguientes años, habría de conÞrmar
la revolución latinoamericana, respuesta directa a esto a gran escala.
7
Guerra de guerrillas: un método–, había analizado Una aparente excepción sería el caso de Colombia.
con agudeza los puntos débiles de la teorización de Sin embargo, estamos ante una de esas “excep-
Guevara. ciones” que conÞrman la regla. Las guerrillas de
Entre ellos, Moreno señala que, de la experiencia base campesina en ese país tenían raíces sociales e
de la Revolución Cubana, Guevara deriva una abs- históricas que se remontaban, con intermitencias,
tracción errónea en un doble sentido (y de peligro- a las guerras civiles del siglo XIX, especialmente
sas consecuencias). En primer lugar, en cuanto al la Guerra de los Mil Días (1899-1902). (Ver JARA-
contexto político e histórico en que se desarrolló el MILLO, Los guerrilleros...; PALACIOS, Colombia
proceso revolucionario en Cuba, antes de 1959. En 1875-1994...). Al producirse la Revolución Cubana,
segundo lugar, frente a las realidades concretas del Colombia venía de una reciente experiencia de al-
resto de América Latina, sobre todo después del cances masivos, las guerrillas liberales posteriores
triunfo en Cuba. al Bogotazo (1948). Las guerrillas allí no eran pro-
Moreno advierte que, en la isla, la guerrilla no la ducto de la aplicación del recetario abstracto elabo-
había comenzado un pequeño grupo de iniciados rado por Guevara para todos los países latinoame-
alejados de la acción del pueblo, sino un líder am- ricanos.
8
pliamente conocido y prestigiado, que había enca- Una de las chispas que detonaría el primer Codoba-
bezado la organización juvenil de una corriente po- zo fue el intento de sacar a los trabajadores de esa
pulista de masas, cuyas raíces se remontaban a la provincia la conquista del “sábado inglés”; a sea,
Revolución de 1933 e incluso a las guerras de la in- los sábados trabajar sólo medio día.
9
dependencia. Además, el “método guerrillero” era “Son soldados de Perón” era la segunda línea de
parte de esa tradición y no una importación exó- una canción de los Montoneros.
10
tica. Asimismo, Fidel Castro, contaba con la sim- Mucho antes de Montoneros, este juego de Perón
patía no sólo de las masas populares, sino de gran comenzó poco después del triunfo de la Revolución
parte de la burguesía (en especial la de Oriente), de Cubana, con la corriente del “peronismo revolucio-
la Iglesia, de la masonería, de los universitarios (es- nario” encabezada por John William Cooke. (RE-
tudiantes, profesores y graduados) e incluso de los CALDE, El pensamiento...; GOLDAR; ERNESTO,
sectores liberals de EEUU, encabezados por el New John William Cooke…).
11
York Times, que apoyó fervorosamente a Fidel. La Este espejismo, se puede comprender a partir del
“cuadratura del círculo”, el sostén de amplios sec- balance que años después hace el dirigente antes

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História: Debates e Tendências – v. 10, n. 1, jan./jun. 2010, p. 136-155
citado: “En el año 76 cuando se da el golpe y muere 1964. Salta: Universidad Nacional de Salta/
Santucho... entre el Partido y el Ejército había alre- Rebelión, 26 abr. 2009.
dedor de 10.000 personas en armas, lo que decupli-
caba la fuerza que tenía Fidel Castro el día que en- COLOM, Y.; SALOMONE, A. Las coordina-
tró en La Habana.” Y agrega: “Algo debíamos estar doras inter-fabriles de capital federal y Gran
haciendo bien para poder participar así, interac- Bs. As. 1975-1976. Razón y Revolución, Bue-
tuar en este auge de masas.” (ORTOLANI). Más
nos Aires: RyRCalloni, n. 4, otoño de 1998.
allá de la exageración de los “10.000 en armas”
(todos los historiadores serios dan cifras substan- GAMBINI, Hugo. Perón y la Triple A. La Na-
cialmente menores), Ortolani ilustra la profunda ción, Buenos Aires, 8 mar. 2009.
incomprensión en que se ubicaba el ERP. Castro
podía entrar triunfalmente a La Habana con sólo _______. Perón, creador de la Triple A. Equi-
1.000 combatientes, porque representaba un enor- po Nizkor de Argentina, 19 fev. 2009, Sede
me movimiento de masas que, como explicamos al central del Equipo Nizkor, Rue d’Orleans 1,
inicio, había ido disgregando política y socialmente
al ejercito de la dictadura. En Argentina, las miles
Charleroi, Bélgica. Disponível em: www.de-
de “personas en armas” del ERP (y de Montone- rechos.org/nizkor/arg/doc/triplea6.html
ros), que no expresaban un movimiento similar GAUDICHAUD, Franck. L’ombre du Condor
de las masas trabajadoras y populares, acabaron
produciendo el efecto opuesto, como veremos más
- Contre-révolution et Terrorisme d’Etat In-
adelante. ternational dans le Cône Sud. Revue de Ci-
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Esto contrastó con lo sucedido en los precedentes vilisation Contemporaine de l’Université de
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