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INEXISTENCIA DE OPERACIONES CON MOTIVO DE LA VISITA DOMICILIARIA (ART.

42 CFF)

POSTURA: PARA VALORAR/ACREDITAR LA INEXISTENCIA DE OPERACIONES CON


MOTIVO DE LA VISITA DOMICILIARIA, LA AUTORIDAD FISCAL ESTÁ OBLIGADA A LLEVAR
EL PROCEDIMIENTO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 69-B DEL PROPIO CFF, YA SEA ANTES
O DURANTE LA VISITA.

La visita domiciliaria forma parte de los procedimientos que tienen las autoridades
fiscales para evaluar si los contribuyentes cumplieron con las obligaciones fiscales. Al
ejercer las facultades de comprobación, se generan dos participantes: la autoridad fiscal y
el contribuyente, la autoridad fiscal en este caso el visitador se convierte en la persona
que busca irregularidades para determinar un crédito fiscal y el contribuyente se tendrá
que subordinar a sus peticiones obviamente en el marco de la Ley. Esta es una situación
delicada que puede generar conflictos, ya que durante el desarrollo de la visita
domiciliaria, la autoridad fiscal puede actuar arbitrariamente lo cual provoca que el
procedimiento administrativo no se ajuste a las disposiciones del marco jurídico vigente,
generando con ellos vicios de procedimiento con afectación al contribuyente. Es
importante mencionar que las causas por las que procede una visita domiciliaria están
señalas en el artículo 42, la cual menciona que las autoridades fiscales a fin de comprobar
que los contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados
han cumplido con las disposiciones fiscales y aduaneras y, en su caso, determinar las
contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de
delitos fiscales y para proporcionar información a otras autoridades fiscales, estarán
facultadas para:

V. Practicar visitas domiciliarias a los contribuyentes, a fin de verificar que cumplan


con las siguientes obligaciones:

a) Las relativas a la expedición de comprobantes fiscales digitales por Internet y de


presentación de solicitudes o avisos en materia del registro federal de contribuyentes;
b) Las relativas a la operación de las máquinas, sistemas, registros electrónicos y de
controles volumétricos, que estén obligados a llevar conforme lo establecen las
disposiciones fiscales;

c) La consistente en que los envases o recipientes que contengan bebidas


alcohólicas cuenten con el marbete o precinto correspondiente o, en su caso, que los
envases que contenían dichas bebidas hayan sido destruidos;

d) La relativa a que las cajetillas de cigarros para su venta en México contengan


impreso el código de seguridad o, en su caso, que éste sea auténtico;

e) La de contar con la documentación o comprobantes que acrediten la legal


propiedad, posesión, estancia, tenencia o importación de las mercancías de procedencia
extranjera, debiéndola exhibir a la autoridad durante la visita, y

f) Las inherentes y derivadas de autorizaciones, concesiones, padrones, registros o


patentes establecidos en la Ley Aduanera, su Reglamento y las Reglas Generales de
Comercio Exterior que emita el Servicio de Administración Tributaria.

La visita domiciliaria que tenga por objeto verificar todos o cualquiera de las
obligaciones referidas en el artículo 42 de la CFF , deberá realizarse conforme al
procedimiento previsto en el artículo 49 donde las visitas domiciliarias se realizaran
conforme a lo siguiente:

I. Se llevará a cabo en el domicilio fiscal, establecimientos, sucursales, locales,


puestos fijos y semifijos en la vía pública, de los contribuyentes, siempre que se
encuentren abiertos al público en general, donde se realicen enajenaciones, presten
servicios o contraten el uso o goce temporal de bienes, así como en los lugares donde se
almacenen las mercancías o en donde se realicen las actividades relacionadas con las
concesiones o autorizaciones o de cualquier padrón o registro en materia aduanera.

II.- Al presentarse los visitadores al lugar en donde deba practicarse la diligencia,


entregarán la orden de verificación al visitado, a su representante legal, al encargado o a
quien se encuentre al frente del lugar visitado, indistintamente, y con dicha persona se
entenderá la visita de inspección.

III.- Los visitadores se deberán identificar ante la persona con quien se entienda la
diligencia, requiriéndola para que designe dos testigos; si éstos no son designados o los
designados no aceptan servir como tales, los visitadores los designarán, haciendo constar
esta situación en el acta que levanten, sin que esta circunstancia invalide los resultados de
la inspección.

IV.- En toda visita domiciliaria se levantará acta en la que se harán constar en


forma circunstanciada los hechos u omisiones conocidos por los visitadores, en los
términos de este Código y su Reglamento o, en su caso, las irregularidades detectadas
durante la inspección.

V.- Si al cierre del acta de visita domiciliaria el visitado o la persona con quien se
entendió la diligencia o los testigos se niegan a firmar el acta, o el visitado o la persona
con quien se entendió la diligencia se niega a aceptar copia del acta, dicha circunstancia se
asentará en la propia acta, sin que esto afecte la validez y valor probatorio de la misma;
dándose por concluida la visita domiciliaria.

VI. Si con motivo de la visita domiciliaria a que se refiere este artículo, las
autoridades conocieron incumplimientos a las disposiciones fiscales, se procederá a la
formulación de la resolución correspondiente. Previamente se deberá conceder al
contribuyente un plazo de tres días hábiles para desvirtuar la comisión de la infracción
presentando las pruebas y formulando los alegatos correspondientes. Si se observa que el
visitado no se encuentra inscrito en el registro federal de contribuyentes, la autoridad
requerirá los datos necesarios para su inscripción, sin perjuicio de las sanciones y demás
consecuencias legales derivadas de dicha omisión. La resolución a que se refiere el párrafo
anterior deberá emitirse en un plazo que no excederá de seis meses contados a partir del
vencimiento del plazo señalado en el párrafo que antecede.
Los ciudadanos deben cumplir con la obligación constitucional de pagar impuestos
y las autoridades fiscales tienen como función ejercer sus facultades de comprobación
para verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales, y que incluye la de
realizar los actos necesarios para revisar si las operaciones que éstos hicieron constar en
los documentos que integran su contabilidad en realidad se efectuaron, y si concluye en
sentido negativo, ello producirá, necesariamente, la declaración de inexistencia relativa y
los comprobantes fiscales carecerán de valor probatorio para efectos fiscales; es decir, no
podrán tomarse en cuenta y deberán rechazarse para hacer procedentes las deducciones.

Cuando el contribuyente caiga en tal supuesto de inexistencia, el CFF, establece el


procedimiento determinado para verificar la inexistencia de operaciones, la cual el
articulo 69-B del Código Fiscal de la Federación dispone un procedimiento especial para
comprobar si un contribuyente ha estado emitiendo comprobantes sin contar con los
activos, personal, infraestructura o capacidad material, directa o indirectamente, para
prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los bienes que amparan tales
comprobantes, o bien, que dichos contribuyentes se encuentren no localizados, esto es,
para presumir la inexistencia de las operaciones amparadas en tales comprobantes.

Las operaciones inexistentes, constituyen básicamente la simulación de actividades


comerciales para evadir el pago de los impuestos que corresponden y por su naturaleza,
puede dar origen a un delito de índole fiscal.

Una vez que la autoridad fiscal determina la presunción de operaciones inexistentes,


notifica a los contribuyentes respectivos a través del Buzón Tributario, de la página de
Internet del SAT, así como mediante publicación en el DOF, con el objetivo de que dichos
contribuyentes puedan manifestar lo que a su derecho convenga y aporten la información
pertinente para desvirtuar los hechos que llevaron a la autoridad a notificarlos.

En ese sentido, con fundamento legal en el citado numeral 69-B del CFF, las autoridades
fiscalizadoras tienen la facultad de determinar la existencia de operaciones inexistentes;
recordando que tal determinación, también puede llevar a configurar el delito de
Defraudación Fiscal.

Desde octubre de 2017, se sujetó a discusión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


sí el artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, resultaba suficiente para ejercer esta
facultad, es decir, para determinar que un contribuyente había cometido o no,
obligaciones inexistentes o si forzosamente resultaba necesario agotar el procedimiento
de mencionado 69B del CFF. Ese análisis si resolvió finalmente sin materia.

No obstante, el pasado 17 de agosto de 2018, el Segundo Tribunal Colegiado en materia


penal y administrativa del Décimo Séptimo Circuito, determinó a través de la tesis XVII 2o.
P.A24 A (10a), con número de Registro 2017625, y de título “INEXISTENCIA DE LAS
OPERACIONES HECHAS CONSTAR POR LOS CONTRIBUYENTES. LAS AUTORIDADES PUEDEN
DECLARARLAS EN USO DE LAS FACULTADES DE COMPROBACION PREVISTAS EN EL
ARTICULO 42, O MEDIANTE EL PROCEDIMIENTO ESPECIAL REGULADO EN EL ARTICULO 69-
B, AMBOS DEL CODIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN”, la cual si bien NO ES OBLIGATORIA sí
sienta un precedente importante, porque a través de este criterio se establece que por el
simple ejercicio de las facultades de comprobación previstas por el numeral 42 del CFF
(precepto legal que concede la facultad a las autoridades fiscales para verificar que los
contribuyentes han cumplido con sus obligaciones tributarias a través del desarrollo de
procedimientos como Visita Domiciliaria o Revisión de Gabinete, y según lo establecido
por esta tesis, inclusive la de realizar los actos necesarios para revisar si las operaciones
que éstos hicieron constar en los documentos que integran su contabilidad en realidad se
efectuaron, y sí concluye en sentido negativo, ello producirá, necesariamente, la
declaración de inexistencia relativa y los comprobantes fiscales carecerán de valor
probatorio para efectos fiscales), se puede determinar y por tanto, sancionar la realización
de operaciones inexistentes y sin necesidad de sustanciar el procedimiento previsto por el
numeral 69-B del CFF.

En resumen en la tesis comentada se concluye el objeto y las consecuencias de la


declaración de inexistencia de operaciones dependen de la facultad de comprobación que
la autoridad fiscalizadora haya optado por ejercer y, por ende, válidamente puede derivar
del ejercicio de las facultades de comprobación a que se refiere el artículo 42 citado, ya
que el diverso numeral 69-B no limita el uso de las atribuciones previstas en aquél.

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