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Los Derechos Humanos en la actualidad han adquirido una cierta importancia a tal punto que
ante cualquier hecho esta en boca de una persona, sin embargo no los tenemos bien
entendidos como sociedad, en el presente trabajo desglosaremos mas acerca de estos y la
manera en que se fueron estructurando con forme pasaba el tiempo.
Es importante iniciar este resumen con remover algunas de las creencias que tenemos, la
principal es que el derecho a la vida no es un derecho absoluto; cuando se refiere a la
privación de la vida esta tiene condiciones que la rigen y determinan, si aplica o no; se
considera como arbitraria la privación de la vida, cuando no se tienen los suficientes
fundamentos para retener a la persona, por tal motivo se requiere implícitamente la existencia
de una forma de investigación oficial efectiva. Ya que la CIDH ha calificado como arbitraria la
negación del derecho a la vida tanto en casos de aplicación de pena de muerte como en casos
de ejecuciones extrajudiciales.
Cuando las circunstancias permiten concluir que la finalidad del uso de la fuerza pudo haber
sido legítima, la proporcionalidad de la fuerza empleada constituye un tema clave. Los
instrumentos relativos al uso de la fuerza por la policía y otros cuerpos de seguridad incluyen
tres instrumentos no convencionales, a saber: el Código de conducta para funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, los Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las
armas de fuego por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los Principios sobre la
eficaz prevención e investigación de ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias. Una de
las principales reglas que se tienen, puesta en el articulo tercero del Código de conducta “Los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando sea
estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas”. El uso de
la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad estatales debe estar definido por la
excepcionalidad, y debe ser planeado y limitado proporcionalmente por las autoridades.
Los Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego reconocen cinco
circunstancias en las cuales el recurrir a armas de fuego puede eventualmente ser necesario.
Dichas circunstancias son la defensa propia, defensa de la vida o integridad de otra persona o
personas, la prevención de ciertos delitos graves, la prevención de la fuga de una persona
peligrosa y la represión de manifestaciones violentas. Cuando el uso de armas de fuego se
considera necesario utilizarlas se veden de tomar en cuenta las siguientes premisas:
Los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y las Armas de Fuego contienen las
dos disposiciones siguientes que reafirman, tratándose de las personas privadas de libertad,
los principios generales enunciados arriba:
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas
bajo custodia o detenidas, no emplearán la fuerza, salvo cuando sea estrictamente
necesario para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos o cuando
corra peligro la integridad física de las personas.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas
bajo custodia o detenidas, no emplearán armas de fuego, salvo en defensa propia o en
defensa de terceros cuando haya peligro inminente de muerte o lesiones graves, o
cuando sea estrictamente necesario para impedir la fuga de una persona sometida a
custodia o detención que presente el peligro a que se refiere el principio 9.
La Convención Americana dispone en el segundo párrafo del artículo 4 que la pena capital
“sólo podrá imponerse en cumplimiento de una sentencia ejecutoriada de un tribunal
competente y de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a
la comisión del delito”. La Convención Americana limitan la eventual aplicación de la pena de
muerte a “los más graves delitos”, debe interpretarse de forma restrictiva en el sentido de que
la pena de muerte debe constituir una medida sumamente excepcional”.
De los términos expresos del artículo 6 se desprende también que la pena de muerte
solamente puede imponerse de conformidad con el derecho vigente en el momento en que se
haya cometido el delito y que no sea contrario al Pacto. El derecho a apelar es particularmente
importante en los casos de pena de muerte. La denegación de asistencia letrada a una persona
indigente por un tribunal que revise una condena a muerte constituye una violación, ya que en
esos casos la denegación de asistencia jurídica para apelar impide de hecho una revisión
efectiva del fallo condenatorio y de la pena por un tribunal superior. Artículo 6 del PIDCP
señala que “toda persona condenada a muerte tendrá derecho a solicitar el indulto o la
conmutación de la pena. La amnistía, el indulto o la conmutación de la pena capital podrán ser
concedidos en todos los casos”.
La Observación General No. 32 del Comité de Derechos Humanos señala que: Infligir malos
tratos a una persona contra la que pesan acusaciones penales y obligarla a hacer o a firmar,
bajo coacción, una confesión de culpabilidad constituye una violación del artículo 7 del Pacto,
que prohíbe la tortura y el trato inhumano, cruel y degradante, y del apartado g) del párrafo 3
del artículo 14, que prohíbe obligar a una persona a declarar contra sí misma o a confesarse
culpable.
La Corte Interamericana que pueden calificarse como torturas físicas y psíquicas aquellos actos
que han sido “preparados y realizados deliberadamente contra la víctima para suprimir su
resistencia psíquica y forzarla a auto inculparse o a confesar determinadas conductas delictivas
o para someterla a modalidades de castigos adicionales a la privación de la libertad en sí
misma”.
El Comité declaró que “cuando un Estado aplica la pena de muerte, dicha pena no sólo deberá
esta limitada estrictamente según lo dispuesto en el artículo 6, sino que deberá ser ejecutada
de manera que cause los menores sufrimientos físicos o morales posibles”. Al igual que
mantenerlo en incertidumbre en cuanto al resultado de su apelación, genera un efecto
negativo psicológicamente hablando. El Comité de Derechos Humanos ha señalado en varias
oportunidades que la ejecución pública de un preso condenado a la pena de muerte es
incompatible con la dignidad humana, y violatoria del PIDCP.
La Corte Interamericana ha advertido que “si bien pudiera entenderse que cuando se priva de
la vida a una persona también se lesiona su integridad personal, no es este el sentido del
citado precepto de la Convención Americana [artículo 5], que se refiere, en esencia, a que
nadie debe ser sometido a torturas, ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, y a
que toda persona privada de libertad debe ser tratada con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano”.
El derecho de las personas privadas de libertad a ser tratadas humanamente y con debido
respeto a la dignidad inherente al ser humano; el Comité de Derechos Humanos resalta que el
derecho a un trato digno y humano no se limita a los presos, sino que se extiende a toda
persona privada de libertad “en virtud de las leyes y la autoridad del Estado”.
La servidumbre por deudas, o sea, el estado o la condición que resulta del hecho de
que un deudor se haya comprometido a prestar sus servicios personales, o los de
alguien sobre quien ejerce autoridad, como garantía de una deuda, si los servicios
prestados, equitativamente valorados, no se aplican al pago de la deuda, o si no se
limita su duración ni se define la naturaleza de dichos servicios;
La servidumbre de la gleba, o sea, la condición de la persona que está obligada por la
ley, por la costumbre o por un acuerdo a vivir y a trabajar sobre una tierra que
pertenece a otra persona y a prestar a ésta, mediante remuneración o gratuitamente,
determinados servicios, sin libertad para cambiar su condición.
De acuerdo con el PIDCP y la Convención Americana, la obligación básica del Estado con
respecto al tráfico de personas es prohibirlo. Según el párrafo 5 del artículo 9 del Protocolo, es
deber de los Estados promover la adopción de medidas legislativas, de orden social, educativo
y cultural con el propósito de disminuir la demanda que propicie cualquier forma de
explotación conducente a la trata de personas, especialmente la de mujeres y niños.
La expresión ‘trabajo forzoso u obligatorio’ designa todo trabajo o servicio exigido a un
individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece
voluntariamente. Las principales formas de trabajo forzoso serian:
El Comité de Derechos Humanos manifestó al respecto: que el párrafo 2 del artículo 9 del
Pacto establece que toda persona detenida será suficientemente informada de las razones de
su detención como para que pueda tomar medidas inmediatas a fin de obtener su puesta en
libertad si considera que los motivos aducidos no son válidos o carecen de fundamento. El
Comité opina que no basta con informar simplemente [al individuo] que ha sido detenido, al
amparo de [la ley de seguridad nacional] sin notificarle en qué se basa la acusación. El Comité
de Derechos Humanos “reconoce el grado de sufrimiento que conlleva estar indefinidamente
sin contacto alguno con el exterior y recomienda que los Estados Partes dispongan que no se
podrá mantener a un detenido en situación de incomunicación”. el derecho a ser informado de
los cargos en su contra es aplicable únicamente a partir del momento en que se ha
determinado la acusación.
El Comentario General del Comité de Derechos Humanos sobre la libertad personal subraya
que el derecho a impugnar la legalidad de una privación de libertad se extiende a toda
privación de libertad, incluso a la detención administrativa por motivos de seguridad nacional y
a otras formas de reclusión por motivos ajenos al Derecho Penal. el Comité de Derechos
Humanos interpreta que el derecho reconocido por el párrafo 4 del artículo 9 consiste en el
derecho a impugnar la legalidad y razonabilidad de una privación de libertad, y no tan sólo su
legalidad, como sugeriría una lectura literal de su texto.
El sistema universal ha desarrollado en los últimos años una jurisprudencia que considera
ciertos hechos como violatorios de la seguridad personal. La jurisprudencia del Comité de
Derechos Humanos sobre amenazas violatorias del derecho a la seguridad ha sido confirmada
y ampliada en otras decisiones. El Comité ha analizado como presuntas violaciones de la
seguridad personal, y no de la integridad personal, casos de personas heridas por autoridades
en circunstancias que no sugieren la intención de torturarlas.
Los requisitos aplicables a todo proceso se refieren principalmente a las características del
tribunal y no al procedimiento como tal. El tribunal debe ser competente, independiente e
imparcial. El derecho a ser oído ‘dentro de un plazo razonable’ está plasmado en el primer
párrafo del artículo 8 de la Convención, aplicable en todo proceso legal, y en el artículo 14.3
del PIDCP relativo a los procesos penales. El Comité de Derechos Humanos en su Observación
General No. 32 sobre el derecho a un juicio imparcial y a la igualdad ante los tribunales y
cortes de justicia, explica el alcance de la expresión “determinación de sus derechos y
obligaciones de carácter civil”, se basa en la naturaleza del derecho de que se trata, más que
en la condición jurídica de una de las partes o en el foro que señalan los distintos
ordenamientos jurídicos nacionales para la determinación de derechos específicos; no se
consideran derechos u obligaciones de carácter civil cuando las personas son sometidas a
medidas adoptadas en su contra en cuanto personas subordinadas a un nivel alto de control
administrativo, como en el caso de las medidas disciplinarias que no equivalen a sanciones
penales tomadas contra un funcionario público, un miembro de las fuerzas armadas o un
preso.
La Convención se refiere al derecho de toda persona a ser oída por un ‘juez o tribunal
competente’ para la ‘determinación de sus derechos’, esta expresión se refiere a cualquier
autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones
determine derechos y obligaciones de las personas. Por la razón mencionada, esta Corte
considera que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter materialmente
jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido
proceso legal en los términos del artículo 8 de la Convención Americana.
El artículo 8 de la Convención Americana establece los requisitos que deben observarse en las
diversas etapas procesales para que pueda hablarse de verdaderas y propias garantías
judiciales; Este artículo comprende distintos derechos y garantías que provienen de un valor o
bien jurídico común y que considerados en su conjunto conforman un derecho único no
definido específicamente pero cuyo inequívoco propósito es en definitiva asegurar el derecho
de toda persona a un proceso justo.
El derecho a una audiencia pública y con las debidas garantías ante un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, está garantizado en la segunda oración del
párrafo 1 del artículo 14 cuando se trata de sustanciar una acusación de carácter penal
formulada contra una persona o de determinar sus derechos u obligaciones de carácter civil; El
requisito de la competencia, independencia e imparcialidad de un tribunal en el sentido del
párrafo 1 del artículo 14 es un derecho absoluto que no puede ser objeto de excepción alguna.
La noción de ‘tribunal’, en la segunda oración del párrafo 1 del artículo 14, se refiere a un
órgano, cualquiera sea su denominación, creado por ley, independiente de los poderes
ejecutivo y legislativo, o que goza en casos específicos de independencia judicial al decidir
cuestiones jurídicas en actuaciones de carácter judicial. Los jueces resolverán los asuntos que
conozcan sin restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o
intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier
motivo. El requisito de imparcialidad tiene dos aspectos. En primer lugar, los jueces no deben
permitir que su fallo esté influenciado por sesgos o prejuicios personales, ni tener ideas
preconcebidas en cuanto al asunto sometido a su estudio, ni actuar de manera que
indebidamente promueva los intereses de una de las partes en detrimento de los de la otra. En
segundo lugar, el tribunal también debe parecer imparcial a un observador razonable. El
principio de la publicidad del proceso está consagrado tanto en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y el PIDCP, como en la Declaración y la Convención Americanas. Los dos
primeros instrumentos reconocen este principio como aplicable a todo proceso judicial,
mientras que los instrumentos regionales lo limitan a procesos penales.
La Observación General sobre el artículo 17 del PIDCP se limita a afirmar que los Estados
partes tienen la obligación de adoptar legislación que garantice estos derechos y recursos
eficaces para hacer valer dichas normas.
La CIDH se pronunció sobre algunas actuaciones estatales que pueden implicar la violación del
derecho a la honra y dignidad. Así por ejemplo, mencionó que para que estas personas puedan
realizar su trabajo con libertad, es indispensable que el Estado les garantice la protección de
estos derechos, y que para tal fin se requiere que ciertas situaciones específicas resulten
intolerables, tales como los actos de hostigamiento e intimidación, agresiones, seguimientos,
intervención de correspondencia y de comunicaciones, así como las actividades de inteligencia
ilegales.
De igual forma, la CIDH aclaró que si bien toda institución que actúa en asuntos públicos puede
estar sujeta al escrutinio público, cuando dichas críticas provengan de autoridades, éstas
deben hacerse de manera especialmente responsable, pues sólo así se puede garantizar
efectivamente la labor de protección de los defensores de derechos humanos: “los
funcionarios públicos deben abstenerse de hacer declaraciones que estigmaticen a las
defensoras y defensores o que sugieran que las organizaciones de derechos humanos actúan
de manera indebida o ilegal, sólo por el hecho de realizar sus labores de promoción o
protección de derechos humanos”.
Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a
través de medios de difusión legalmente reglamentada y que se dirijan al público en general,
tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las
condiciones que establezca la ley. El tercer párrafo del artículo agrega que las personas
responsables de los medios de comunicación no estarán protegidas por inmunidades ni
gozarán de fuero especial.
El derecho de rectificación debe considerarse una forma concreta del derecho a un recurso
eficaz, cuyo propósito es reparar violaciones del derecho a la honra y reputación.
El Comité de Derechos Humanos ha reconocido como corolarios del derecho a la vida privada
la obligación de los Estados de controlar la recopilación y almacenaje de información
personales en bancos de datos, así como el derecho del individuo a obtener acceso a
información sobre sí mismo que obre en archivos y bancos de datos públicos y privados.
El derecho que enuncia el artículo 16 en el sentido de que todo ser humano tiene derecho en
todas partes al reconocimiento de su personalidad jurídica es particularmente pertinente en el
caso de la mujer, que suele verlo vulnerado en razón de su sexo o su estado civil. Este derecho
supone que no se puede restringir en razón del estado civil o por otra causa discriminatoria la
capacidad de la mujer para ejercer el derecho de propiedad, concertar un contrato o ejercer
otros derechos civiles. Supone también que la mujer no puede ser tratada como un objeto que
se entrega a su familia junto con la propiedad del marido difunto.
La Convención sobre los derechos de los trabajadores migratorios reconoce el derecho de los
trabajadores documentados a escoger libremente su residencia en el país en el cual trabajan,
sujeto a condiciones similares a las mencionadas en el artículo 12.3 del PIDCP. este derecho se
aplica a todo el territorio de un Estado, incluso tratándose de Estados federativos, y recalca
que el artículo 12 no permite prohibir “la entrada y permanencia de una persona a una parte
especifica del territorio”. el Comité de Derechos Humanos comenta que el derecho “a entrar
en su propio país”, plasmado en el párrafo cuarto del artículo 12 del PIDCP, comprende el
derecho a permanecer en su país, o sea, el derecho a establecer residencia en éste.
Conclusión.
Los Derechos Humanos son la resultante de la Búsqueda de equidad entre los Hombres del
Mundo. Su promoción nos ha llevado a vernos de forma igual pero lamentablemente siguen
habiendo formas de acción que no permiten el libre desenvolvimiento de la persona.
Pero no solamente es esto, sino también es una forma de vida, que se traduce en la libertad de
opinión, de acción, entre otros logrando una pacífica interacción de las personas dentro de una
Sociedad.
Los derechos humanos, como podemos ver, sencillamente no pueden no conocerse o ser
pasados por alto como si fuese cualquier cosa, podemos apreciar en ambos tipos
de régimen como influyen en la cultura y en la sociedad en general.
Podemos ver como en dictadura los derechos humanos son totalmente pisoteados por los
líderes totalitaristas que los manejan, no existe la libertad de expresión y en la mayoría de los
casos de dictadura en manifestaciones o protestas no se respeta ni el primer derecho humano
y el mas importante que es el derecho a la vida.
La ignorancia es nuestro peor enemigo, permitiremos siempre que nos pisotee cualquier
Estado que imponga su sistema sobre nosotros si somos ignorantes, si no conocemos los
derechos humanos no sabemos verdaderamente que poder tiene aquel que nos gobierna, hoy
en día por lo menos se disfrazo un gobierno dictatorial de uno democrático, se han maltratado
los derechos humanos en manifestaciones (con estudiantes asesinados incluso) y los presos
políticos son abundantes, algunos dirán lo contrario, pero yo siempre he tenido claro que no
hay peor ciego que el que no quiere ver. Lo mismo va para aquellos que no quieren conocer y
ven todo por encima del hombro, prefieren quedarse en su caverna, desconocer sobre un
tema no molesta sino mas bien los deja dentro de su zona de confort, y eso también abre paso
a que se impongan gobiernos autoritarios. así como hay derecho a la vida también existen los
deberes y el deber ser es conocer para que no puedan imponerte dogmas o sistemas corruptos
que hacen un mal mucho mas grande de lo que creemos.
Bibliografía.