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ülti¡ ; ': 'cSk derrot3do. Se trata más bien de que la corre CAPiTULO 1
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ANA MARIA MIRALLES
Periodismo, opi nión pública y agenda ciuuadana
o de testigos de sucesos que ocupan la atención de los estrategias que visibilizan y silencian temas. Rescatar a
medios. En la noticia los ciudadanos rara vez salen como la ciudadanía de la invisibilidad a la que ha sido some
protagonistas y en su lugar se conviene al poder en espec tida históricamente , en primer lugar el reto que se
táculo, en ;lIgo para ser observado como una realidad plantea es no suplantarla a partir de figuras periodísti
distante cuyas funciones competen a otros. So·lamente cas o políticas. En segundo lugar, pasa por la derrota de
k,s lidere.s de opinion tienen un espacIo y desarrollan los mitos t.¡ue se han tejido alrededor la idea del ciudada
una relaCIón simbiótica con los medios: suministran el no. Un personaje del mundo privado, apático frente a los
material atractivo para el consumo de masas. Los per asuntos públicos, desinteresado, desinformado, destina
sonales son presentados de una manera distante en un do a que otros piensen por él , con la única exce pción
ámhito que afecta a todos los ciudadanos pero incluye de la puerta que abre el sufragio universal, con las con
a muy pocos "Los movimientos de los personajes políti sideraciones que se pueden hacer sobre los niveles de
cos son las ocasiones que sirven para marcar cuándo conciencia del voto. O el ideal desde la óptica del ciuda
son oportunas las entrad¡ls y las salidas de las institu dano modelo de la mode rnidad , racional, bie n infor
cio nes a las que representan , en b ceremonia ritual del mado, con un perfil altamente político en el se ntido
t.¡uehacer político. Apariciones que, en cualquier ca clásico. En esta bipolaridad se ha movido la angustIa
50 , se repetirán al día siguiente, porque la reiteración de ser ciudadano duplicada porque la historia latinoa
equilibrada de triunfos y de fracasos es lo que hace posi mericana nos muestra no una nación creadora de Es
ble el renacimiento rilUal de Leviatán y la eficaz parlici tado, es decir, que se haya dotado de sus instituciones,
patión del Receptor en la celebración" tManín Serrano, sino todo lo contrano , sin que además se hayan anali
lL)l) J 115). De cierto modo , esto produce una de las zado las prácticas cli entelistas y patrimoniallstas que
perspectivas d e la espiral dd siloH.io (Nbelle Neuman, indudablemente forman parte de nuestra cultura polí
1Y4 5l. hay una l)pinióll predominante en virtud de los tica . Las posibilidades de una sociedad civil crítica y
Illedil)s y de los periodistas que pretende estar repre autónoma se han abierto apenas en la historia recien
sentando todos los espectros de opinión cuando sola te. Desde la perspectiva del periodismo público se tra
mente representa una parle de ese conjunto diverso y baja con el ciudadano tal comO es, se le pregunta qué
contradictorio por naturaleza . Esto produce el e{cclo de piensa en vez de tomarlo como víctima del poder o de
((lIl S¡JI1t1I1LÍd irreal y una mayoría silenciada frente a una las fuerzas ele la naturaleza . La ciudadaniza ciól1 de la
opinión prnlominantc de car~lcler minoritario. La ma política de la que ha escrito y hahlad o Lechner en va
yo na sile nci osa existe debido a l¡Ue se autocensuran rios de sus escritos nos pone de presente que uno de los
las opiniones contrarias a la que se hace pública, por mayores retos de la cultura política es abrirse a otros
tcn1l1r al ai:,lamie11l0 social. La relación entre periodis sentidos de ciudadanía, es pecialmente a las formas eJe
mo y actualidad ha propiciado el desarrollo de diversas hacer política (Lechner, 1997: 16)
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ANA MARIA MIRALLES Periodismo, opini6n públi r:a )' ~gen(h ciudadana
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ANA MARIA MIRAU.ES Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
desde la esfera polílica y periodística en relación con el ha intentado mantener sus relaciones históricas con el
poder, mas ljue realmente con la ciudadanía. Sin em poder al ponerla de escudo en sus críticas a esa instan
bargo , el tomar los sondeos como punto de llegada y cia. La propia crisis de la representación política pro
no de partida para mejores análisis de lo que realmente blematiza 1;] cuesl ión cuamlo busca cu Ipablcs de su
piensa la ciudadanía, trabajar con preguntas cerradas de propio debilitamiento, de su pérdida de conexión, en
tal manera que se obtienen respuestas y no opinio suma, de su pérdida de espacios y de legitimidad El
nes (Champagne, 19<;)8), creer que en la suma de opi periodismo !)úblico establece mecanismos para dejar
niones individuales hay una construcción colectiva, de suponer que sabe lo que la optnión pública piensa .
son los grandes rcduccionismos que operan hoy en día Así, rompió con dos posturas clásicas: entender la upi
en torno a la idea de opinión pública Los sondeos son nión pública como una abstracción que se ha citado
importantes para conocer las tendencias de opinión, editorialmente para apoyar sus propios argumentos y
pero no son equiparables a la opinión publica (Wol el miedo frente a las manifestaciones concretas dc la (lpi
ton , 1992), lamentable confusión que le ha dado una nión pública . Ha ido un poco mas allá internándose en
legitimidad política desmedida a esta práctica, a favor la investigación sistemática y en profundidad de las
de quienes la estimulan. No entender los resortes de corrientes de opinión y haciendo de ellas su material
la opinión pública, temerle a su materialización y hablar central de trabajo .
olímpicamente a nombre de ella es ya toda una tradi Ésa es la incomodidad que ha generado el periodis
ción periodística que desde esta perspectiva ha sido mo público en el periodismo tradicional : el primero
prolongada por los sondeos. no supone lo que piensa la opinión pública, diseña
El problema es qlle tanto periodist<ls como políti mecanismos para establecerlo y trabajar con esas vi
cos han sostenido que representan y hablan a nombre siones . Mientras el periodismo tradicional siga trah;]
de b opinión pública, como una entidad abstracta que jando con una idea de opinión pública que coincida'
los dota de legitimidad para hahlar realmente desde siempre con sus propias visiones , como ulla entidad
sus propias perspectivas. Para el periodismo resultó que no tiene materialización, es muy difícil hablar de
muy cómoda desde el principio esa postura, aún no una democracia hasada en el gobierno de opinión que
abandonada, de sostener esa noción abstracta que les ha reivindicado Sanori (J 994) El reto del periodIsmo
servia en sus discursos para enfrentarse o aplaudir al público es autonomizar la agenda ciudadana, y por eso
poder, sin molestarse realmente en establecer qué pensa se trata de un fenómeno cuyo eje son los temas y las
ha esa opinión pública. La representación de los intereses prioridades de los ciudadanos, siendo ésa la verdadera
ciudadanos y la confrontación con el poder político co función de la opinión pública: construir y visibilizar
mo p:uadigmas del periodismo hicieron de la opinión sus temas .
pública su caballito de batalla para un periodismo que
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ptibliws es una de las principales crílicas del periodismo gada a la formación de públicos, no entendidos corno
público al IradlCional. Abrir espacios para ciudadanos audiencias de los medios de comunicación sino como
que en calidad de púhlicos asuman un más significalivo públicos en el sentido político del término, como sujetos
perfil en el espacio público, es una de las propuestas privados que se reúnen a conversar sobre 10 público
cClltraJ.cs del periodismo púhlico . Esto no excluye a (Habermas, 1993), o que están distantes y expuestos
otros sectores, como los expertos, los políticos pro a los mismos mensajes y se vinculan por 10 tanto a una
fesionales)' lQS funcionarios oficiales. Es evidente que esfera pública común?
ningún debate público se podría dar sin ellos. De 10 Quien asiste al espectáculo es considerado un espec
que se trata es de poner el énfasis en la necesidaJ de que tador. Fue hacia la segunda parte del siglo XVIII cuan
k)s ciudadanos sean vinculados a práCl icas de delibera do se empezó a hacer la distinción entre espectador
ción mediante las cuales puedan configurar posiciones pasivo y espectador activo, el segundo ya francamel1le
que tengan visibilidad e impacto en la escena pública, descrito por el pensamiento moderno como púhlico:
en la medida en que, mediatizadas, entran a formar par "Cuando es pensada como parte actora y no corno ac
te de la comunicación política (Ferry, 1992). L1 particu tuada, la opinión convertida en púhlica pierde su carác
laridad de los medios periodísticos es que sus públicos ter general, excluyendo de hecho a las multitudes que no
son abiertos y diversos por la amplia capacidad de tienen competencia para dictar las sentencias que pro
convocatoria Ljue tienen , especialmente los públicos clama" (Chartier, 1995 : 47) La distinción entre masa,
aportados por la televisión e Internet. La pregunta que multitud y público en opinión pública es una de las
está en el centro del debate es : ¿qué tal si conside claves en la comprensión del paso de los espectadores
ramos que el asunto del periodismo no son solamente pasivos a los espectadores activos. Richard Sennett
las noticias sino la construcción del interés general, 0978: 255-271) describe la evolución histórica del es
pero no al estikl totalitario que homogeneiza a los me pectador y del actor. En el caso del espectador encuentra'
uios y los lleva a comprometerse con una causa, sino que la gente que iba a las obras de teatro interactuaba
recogiendo 10 mejor de la tradición liberal revisada, con los actores, bien sea mediante frases o abucheos y
es decil', reconociemlo el pluralismo y los disensos y aplausos en medio del desarrollo de las obras. Incluso
aprovechado la deliberación para la construcción de lo el público podía solicitar repetición de algún fragmento,
I'ü/J/ico el1 pü/Jli((1~ El planteamiento gira en torno a la especialmente música, las veces que quisiera. Lo que me
idea de pensar si la misión del periodismo es la construc interesa destacar es el poder de la interacción para mar
ción de la opinión púhlica, más allá de la información car la diferencia entre público activo y pasivo . "La con
al hacer que el informador se pregunte : ¿el trabajo de versación es una clave para comprender la diferencia
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ANA MARIA MIRALLtS Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
entre k) activo y lo pasivo : la prensa no ejerce una in social" (Sennell, 1978: 266) . Los ciudadanos empezaron
Illlencia uirecta y autoritaria, anima mis bien el progra a aislarse por un muro invisible al asistir al café, lugar
ma de las conversaciones: 'Basta con una pluma para público por excelencia, y buscar la preservación de su
poner en movimiento un millón uellenguas', uice Tarde. privacidad frente a las miradas furtivas de los demás.
Sin lugar a duuas, este autor es partidario de la idea de Lugar de consumo, más que de encuentro. Lo que está
un púhlico activo : es su inventor; es más, sostiene que en discusión en las sociedades masivas contemporáneas
la democracia pan icipat iva se define por esta caracte es si será posible la construcción de públicos a partir de
nstíca" (Katz, 19Y7 : 19) Ese púhlico activo ue Tarde las audiencias , que se han convertido en el referente
est:l integrado en una comunidad de interpretación . Es predominante . Mucho se ha hablado sobre las audien
decir. lo que hace de un grupo humano un público ac cias, pero el tema de los públicos resulta más complejo
tivl) tiene que \'er, no solamente con estar expuestos a y dificil de estudiar. "Si un verdadero público se cons
Jos mismos temas de conversación. sino que justamente truye por la interacción discursiva de los ciudadanos,
¡ll discutirlos se con\'ierten en grupos ljue comparten tal vez haya que considerar el concepto de audiencia
sent iuos . A finales ud siglo XIX y pese <1 las tendencias como una etapa, una etapa modesta , pero necesaria
masiftcadoras provenientes ue la industrialización y ue hacia la construcción de ese público" (Dahlgren, 1997:
la expansión de la prensa popular, Tarde insistió en un 262). Es pensar en la posibilidau de impulsar la gran
modelo en el que medios, conversación, opinión y ac conversación a la que hacía referencia Dewey en su libro
ción se suceuell IlI1ealmente . Sin embargo, las earacte Lo público y sus problemas (1927),' pero hoy potenciada
risticas ue lo rderiuo con la palabra público cambiaron. por muy diversos medios de comunicación, cuyos espa
I-listóri camentc, dejÓ de ser acti\'o en el momento de cios físicos ue encuentro no coinciden ya con los cafés,
la exhibición de la obra. Poco a poco se fueron oscu la plaza o el ágora, sino con muy diversos recintos que
reciendo las salas de teatro y se exigió el silencio por exigen presencialidad o no y en los cuales se pueda dar
parte de los recién conveniuos en espectadores. Sennetl esa interlocución.
uescubre que uesue meuiados del siglo XIX el rol ud Históricamente predominó un público anclado en
público es ver y no responder. Con el ca(e, tan desta la escritura y la lectura, con un tipo de habilidades que
cado como lugar de conversación en uonue la causa excluían a vastos sectores de la población y que m¡¡rca
revolucionaria se fraguó. pasó lo mismo, al igual que ron la diferencia entre público y pueblo . Ahora, con La
con 1,1 efervescencia de los salones literarios o las casas televisión, indudablemente el medio de mayor alcance,
de té . "Cuanuo el café se transformaba en un lugar ue
lonversación cptre trabajauorcs, amenazaba el orden
4 Citado por varios de los periodistas ch'icos nOTlCamCrilanc's
social; cuando el café se volvía un lugar donue el alcoho que han hecho sus aportes a lo qur podrta denominar,e llna filosp
lismo destruía la comunicación , se mantenía el orden fía del periodismo público.
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ANA MARtA 1\11RALLES Periodismo, opinióll pública y agrnda ciudadan~
no es necesario saber leer y escribir para ser parte de modelo central para la transmisión de informaciones;
ulla c(l\l1unidad de sentido. Esto significa que nuevos presenta los hechos distantes de las necesidades de los
perfiles de públicos se han venido configurando, que lectores , telespectadores y radioescuchas. además de
ya 110 son tan homogéneos ni tan exclusivos como los que la noticia es una historia qüe ya pasó o está suce
formados por la era de la tipografía. Las palabras fina diendo, pero los' ciudadanos sólo pueden interactuar a
les de Habermas (l q93 : 36) en el prefacio a la edición partir de formas de seudoparticipación como los vO~'( ror,
alemana de Historia y crítica de la opinión /1lih/ica son lo llamadas telefónicas al aire o sondeos para responder
sulicientemente inquietantes frente al tema: "Existe una con un "sí", "no", "no sabe, no responde". Del mismo
considerable evidencia que viene a confirmar la ambi modo que ha sido posible la construcción empírica de
valenCia del potencial democratico de una publicidad las audiencias como nichos de mercado, la perspectiva
cuya infraestructura esta marcada por las crecientes del periodismo público apunta a con struir empíri ca
exigencias de selección impuestas por la comunicación mente los públicos que debaten sohre los temas .
electrónica de masas. Con ello quiero decir que. si hoy En términos de opinión pública, los públicos se defi
me atreviera otra vez a investigar el cambio estructural nen. entonces, como grupos drásticamente más reduci
de la publicidad, no sabría qué resultado tendría para dos que las audiencias, ya que se interesan por los temas
una tcoría de la democracia. Quizás uno que diera mo polémicos del momento . Son libres de participar Y. cuan
¡iyo para una estimación menos pesimista y para una do lo hacen, es a partir de su interés por los asuntos
perspecti\'3 menos desafiante, meramente postulatoria. públicos generados por las nuevas est rategias que se
que las que di en su día" . mezclan con el esquema más clásico de los hechos deto
AlIn en mediO de procesos unilaterales de informa nantes y los líderes de opinión . El interés por participar
ción, más allá de los sondeos, de los clientes o consumi responde a las expectativas propias de los ciudadanos y
dores, para pasar al ciudadano es necesario involucrarlo no a la movilización de agentes externos. Por eso, los pú
en los asuntos de interés púhlico . Con información con blicos son grupos transitorios e imprecisos que entran y
n'biela para la participación ciudadana, el periodismo salen de lo público y participan en un proceso que ¡iene
púhlico provoca en los ciudadanos procesos de delibe los siguientes elementos (Price. 1994): determinación
ración que llevan él la construcción de su agenda de del asunto. discusión. resolución y disolución . En la idea
prioridades. con la aspiración de ejercer inl1uencia so de periodismo como constructor de públicos tendríamos
bre el poder. La relación aquí es clara : la información que hacernos con Dahlgren (1994: 262) algunas pregun
cambia desde sus objetivos, sus protagonistas y sus tas que solamente un análisis más a fondo y el desarro
formas narrativas Toelo está previsto para abrir el de llo de más experiencias de periodismo público podrían
hateo la construcción e interacción de discursos. El pe ayudar a responder porque son interrogantes que los pe
ri(lc\ismo traclicional, al trahajar con la noticia como el riodistas no suelen hacerse : "¿Cómo se constiluyen los
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ANA MARIA ¡VllRALLE S Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
públicos? ¿Cuál es el papel que los medios desempe público como lo publicable, identificar lo público con
i'¡an en este proceso? ¿Cuál es la naturaleza de los víncu lo estatal y referirse periodíslicamente a lo público
los sociales entre los miembrps del público? ¿Cómo el desde lo físico espacial. La idea de! interés público in
periodismo y los demás medios logran favorecer o ex formativo no ha remitido a una noción política de lo
cluir la posibilidad del diálogo y del debate?". público, sino que se ha basado en el criterio de lo pu
La interacción de públicos en competencia represen blicable a partir de los criterios de lo que es noticia.
ta para Fraser (1997: 103) la posibilidad de construir la En la segunda co nfusión, desde el punto de vista de
igualdad participativa en los procesos de deliberación los lenguajes, de los enfoques y de la práctica cotidia
porque no habría una esfera pública dominante ni pú na del periodismo, se ha estimulado la visión de que
blicos subordinados, como sí aparecían en la opinión lo público coincide con lo estatal y no de que lo es
pública analizada por Habermas. Ahora bien, enmarcar tatal es solamente una parte de lo público. Unir estas
la idea de públicos periodísticos dentro de la idea clási dos imágenes ha desgastado la idea de lo público, no só
ca de! ciudadano político no ofrece mayores alternativas lo al confinarlo al sector estatal, sino porque les secues
para pensar al ciudadano desde lo cultural, particular tra a la ciudadanía y a los propios periodistas cualquier
mente frente al tema de las identidades que en este caso responsabilidad asertiva con e! interés general. Yen la
tiene mucha proximidad con la construcCión de inte tercera confusión, los llamados a estimular el tratamien
reses colectívos. Los modos en que los ciudadanos se to de temas que resulten públicamente pedagógicos ha
articulan a los procesos públicos tienen una innegable derivado en propuestas periodíslicas que toman el es
conexión con la forma en que se conectan con procesos pacio público físico como el leitmotiv de la idea de cons
más cotidianos, incluso del ámbito privado. Los apor trucción de proyecto colectivo de ciudad.
tes que una teoría cultural de la ciudadanía debería ha La crítica en el sentido de que en el modelo liberal
cer al tema más explícito de la participación política son el interés informativo no coincide necesariamente con el
necesarios si se trata de sintonizar desde el periodismo interés público definido políticamente, porque el prime
público la perspectiva ciudadana construida a modo de ro se basa en las características de objetividad y actua
públicos. Partir de que el ciudadano comparte una visión liclad, es uno de los aspectos centrales de la crítica del
clásica de la política y de que se percibe a sí mismo en los periodismo público al periodismo tradicional.
términos del proyecto de la modernidad, es un riesgo
grande y quizás un abuso teór ico. Elobjetivismo
Tal vez, de todos los elementos de la constntcciól1 teórica
Confusiones sobre lo público del sistema informativo liberal, el de la objetividad es el
Las confusiones históricas del periodismo frente a lo pú que más profunda influencia ha tenido y sigue tenien
blico. Las tres confusiones históricas han sido: tomar lo do en la definición de las funciones públicas de la in
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ANA MARIA MIRALLES Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
formación en los medios de comunicación. Criticada por disímiles que sean, bajo un mismo formato. Así, el
por los periodistas cívicos y definida como objetivis acontecimiento, que en realidad es una ruptura del or
mo, esta idea, que adquirió el carácter de doctrina, den social, aparece siempre bajo la misma cara . Si el
moldeó de manera contundente las labores de los pe acontecimiento es considerable como una mptura, esto
riodistas y permeó la formación de periodistas en las se debe a lo que se considera noticia: es lo novedoso,
universidades. De ahí surgió aquel dogma de la infor lo inédito, lo que tiene interés colectivo, y hoy algunos
mación como "espejo de la realidad" y la necesidad de estarían dispuestos a añadir que noticia son los hechos
crear unos moldes informativos llamados géneros pe negativos, pues es evidente que predominan las noticias
riodísticos que dieran buena cuenta de ella. De esos de este tipo en los medios. Por ello no es extraña esta
géneros, a no dudarlo, el que adquirió mayor impor "normalización" de las informaciones en el formato noti
tancia fue la noticia, y sobre ella gravita aún la activi cioso: hasta las más terribles masacres pueden conver
dad informativa. tirse en frías estadísticas, en relatos estandarizados.
La definición de la noticia, que usualmente se toma La asepsia , el distanciamiento de los periodistas fren
en la academia como una cuestión mecánica -a escri te a los hechos, y la redacción en forma expositiva son
bir se aprende escribiendo-, representa la columna los otros elementos que dan forma a la objetividad del
dorsal de la doctrina liberal de la información. Estructu discurso periodístico. Esta ausencia de compromiso
rada en el modelo montado sobre los seis interrogantes, frente a los hechos, al menos en apmiencia, ha creado la
qué, quién, dónde, cuándo, cómo, por qué, conocidos sensación de que, tras el modelo liberal de la informa
como las 6 vV, muy pronto quedaron aun más recorta ción, no hay un proyecto político, que se trata de un mo
das al qué, dónde y quiénes. El cómo y sus posibilida delo neutral. Pero, en primer lugar, la objetividad es im
des narrativas y explicativas sobre los sucesos fueron posible, más si se tiene en cuenta que el periodismo se
aplazados, bien sea porque realmente no interesaba o ocupa de hechos sociales que son dinámicos y que se leen
por la falta de suficiente cultura en los periodistas para con más acierto como procesos. En segundo término, el
dotar a su trabajo de los componentes que lo harían más modelo informativo sí está comprometido con la teoría li
profundo, aunque quizá men~s "objetivo". beral de la ciudadanía, con una esfera pública de exper
El esquema de la pirámide invertida -dar las informa tos, con un esquema representativo de poder y con una
ciones jerarquizando de mayor a menor importancia opinión pública anclada en el ámbito privado, debido
pronto se convirtió no sólo en dogma sino en ritual. Se a la radical separación de lo público y lo privado que
trata de encajar la realidad en el esquema. Ésa es la que supone esta teoría. Además, la objetividad se ha presen
Manuel Martín Serrano ha llamado la mediación estruc tado como una estructura narrativa diseñada para mos
tural yen la que está focalizada la idea de la objetividad. trar la realidad y al mismo tiempo para ocultarla, en el
El ritual consiste en homologar todas las informaciones, sentido de hacerla inaccesible a una visión pública.
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Con excepciones desde formatos más narrativos planteamiento norteamericano del periodismo público
como la crónica o el gran reportaje, en la noticia está hace la crítica a la objetividad, pero deja prácticamen
centrado todo el peso de! trabajo de los medios infor te sin tocar otros aspectos estructLtrales de la actividad
mativos y en ella queda representado lo más importante periodística. La problematización de la forma en que
del modelo, especialmente porque la agenda informativa se selecciona la noticia no es tan radical como cabría
se construye a partir de los criterios con los que desde esperar yeso es paradójico si se tiene en cuenta que el
úna sala de redacción se considera que algo es noticia. tema de la agenda está en e! centro de las propuestas de
Justamente, el replanteamiento de los temas de la la participación ciudadana. Michael Schudson (1999:
agenda informativa está en el centro de la discusión de 122) lo considera por ello un movimiento conserva
la concepción que de lo público existe en e! periodis dor, pues le hace retoques al periodismo basado en "la
mo, y ¿hoy una de las principales preocupaciones de los verdad", pero sin criticar a fondo sus implicaciones.
periodistas cívicos. La orientación de los estudios de la Este autor reclama el hecho de que el periodismo públi
agenda selting puede resumirse en lo dicho por Bregman co no se ha abierto un espacio como movimiento junto
(1992: 212): "La prensa puede no ser exitosa la mayor a la prensa de mercado, la de partido y la de "la verdad"
parte de! tiempo para decirle a la gente qué pensar, pero -los tres momentos del periodismo norteamericano se
es sorprendentemente exitosa para decirle a sus lectores gún él-, justamente porque no hace una verdadera rup
acerca de qué pensar". A partir de ahí se pueden destacar tura y no contiene propuestas que impliquen una especie
dos ideas: 1) La agenda no orienta particularmente la in de revolución que pase por movimientos, como la pose
tensidad de las actitudes de las audiencias hacia los temas sión ciudadana de algunos medios, consejos permanen
seleccionados del acontecer y 2) La preocupación central tes de lectores, la democratización interna de los medios
son los efectos que produce la selección del espectro de de comunicación, la elección popular de editores, eLc.
temas posibles sobre la mente de las audiencias. "Se pone a participar al ciudadano, pero finalmente el pe
Aunque no es de! todo desdeñable el hecho de que los riodista y el medio son los que deciden qué se publica."
enfoques puedan producir cambios de actitud sobre No obstante, la visibilidad o no de los acontecimien
los temas, es evidente que la principal influencia co tos de la realidad social es una de las más poderosas
mienza por e! señalamiento de los temas de interés pú funciones de los medios y, al mismo tiempo, una de sus
blico. Aunque probablemente éste sea e! aspecto nodal tareas más complejas, ya que debe partir de la percepción
en las reflexiones sobre la agenda de los medios para los de! interés general , que no tiene reglas preestablecidas
periodistas públicos, es necesario formular de momento ni recetas tan mecánicas como las que se dan a veces
un interrogante sobre el hecho de si existe o no como en clases de periodismo y que tampoco es un asunto que
tal una agenda ciudadana o si es parte de! proceso mis se resuelva teóricamente. VictOlia Camps (1996: 151) si
mo que el periodismo cívico quiere desencadenar. El túa muy bien e! problema: "".el interés común no posee
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ANA MARIA MIRALLES
Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
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ANA MARIA MIRALLES Periodismo, opinión pública y agenda ciudádana
informativo basado en una ciencia social con perspec as1 ntos que de todo el acontecer van a ser considera
tiva ciudadana por medio de difusiones ingeniosas en dos noticia, qué participación tiene la ciudadanía al
la lIamada por esa época prensa popular -hoy prensa de menos en poner temas en ese espacio público . Los cri
masas-, como una forma de logr.lr elevar las posibilida te1~s . perio~.ísticos para la sdección de la inrormación
des ciudadanas de participar con acierto en lo público. se f mgen mas claramente hacia lo publicable .que hacia
Para él, lo Fundamental no era la información: "La ne lo público, y el interés informativo no coincide necesa
cesidad esencial, en otras palabras, es la mejora de los rialnente con el interés público definido políticamente.
métodos y condiciones de debate, discusión y persua La lnoticia responde a los criterios de notoriedad, de lo
sión" (Price, ~ 994). inédito, lo impactante, lo espectacular, Fuera de lo co
m~ n, la prominencia y la emoción, entre otros. Por el
Las agendas contrario, los criterios sobre lo público no sorl tan claros
y desde luego no son tan operativos. Los debates en los
El problema de la construcción de las agendas periodís
consejos de redacción se dirigen a determinar los temas
tica y púhlica . En el espacio púbhco contemporáneo los
a partir de los criterios tradicionales y a una que otra dis
que ponen los temas son los medios de comunicación,
cusión sobre la trascendencia de algunos temas sobre
también en combinación cOl1los hechos que producen
otros. Por lo tanto, aceptar el primer nivel de la agen
los políticos. En los años setenta la sociología de la co
da setting es reconocer el formidable poder de los me
municación y la ciencia política en los Estados Unidos
dios sobre la opinión pública, justamente en lo que la
se preocuparon por el tema de la función de fijación de
opinión pública deberia tener un mayor rol: la pno
agenda por parte de los medios -agenda sctting-, en
ridad de los temas con miras a la construcción de la
tendida como el repertorio y la jerarquización de los
agenda pública.
temas que configuran la agenda en la esfera pública.
La comunicación política surge a partir de la crisis
El pouer de los medios de comunicación es realmente
de representación política (Touraine, 1992) y nos lleva
el que se ha lIamado primer nivel de la agenda sctting:
a un modelo en que ningún sector representa el interés
uecirnos sohre qué pensar, mas no cómo pensar sobre general. Más específicamente, ni políticos ni periodislas
esos temas -segundo nivel de la agenda srtting-. Múlti
representan ya a la opinión pública : ésta se configura
ples investigaciones han demostrado de manera sucesiva
con;to un sector autónomo, que si bien no se agota en
la influencia que tienen los medios en el estableci los sondeos, tuvo en ellos el deslinde necesario del pe
miento ue los temas y de las prioridades de atención riodismo y de la política. Éste es justamente uno de los
en el espacio público. Entonces los criterios de selección mayores retos que tiene el periodismo contemporá
de la información se convierten en el aspecto central: neo: reconocer la autonomía de la esfera de la opinión
cómo , con qué criterios, con la intervención de quié pública. La comunicación política es definida (Wolton,
nes, se seleccionan cotidianamente en los medios los
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ANA MARIA MIRAlLES
Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
1992) como el intercambio de los tres discursos que se
nuevos que surgen; 2. integrar a los actores en los de
expresan con legitimidad sobre lo público : políticos,
bates políticQs del momento, y 3 . facilitar la exclusión
periodistas y opinión pública. Es un espacio para la dis
de los ternas que han dejado de ser objeto de conni~to
cusión de los temas polémicos del momento. La clave
o,que han logrado consenso temporal.
es el intercambio de discursos, el debate público y la
Es en ese espacio de interlocución donde participan
deliberación, y el meollo del asunto está en el intercam
I~s medjos con un doble rol desde la perspectiva del pe
bio de discursos pollticos, en el papel de los medios y
riodismo público: con su agenda y propiciando espacios
de la opinión pública . Como hay asimetrías entre las para que se construya la agenda de los ciudadanos .
agendas de estos tres actores. la búsqueda de ciertos
niveles de armonía es importante, o, al menos, que no Estos diez Obstáculos para la construcción de una
haya tanto desequilibrio en la fortaleza y visibilidad de 0p¡inión publica autónoma me permiten plantear un
esas tres agendas, porque eso debllita la democracia. paralelo entre el periodismo tradicional y el periodis
Lt opinión pública constituye un lugar más restringi moI público. En principio, se basa en una diferente
do que el espacio público: es el c.~raci(l público pulitico, concepción de la noticia. La llamada "noticia vieja" por
lugar de la discusión de los puntos de vista del públi parte de los periodistas cívicos norteamericanos es un
co o los públicos sobre los asuntos de interés general te>Gto aséptico y tiene un estilo expositivo. La nueva es
dirigidos al resto de la sociedad y sobre todo al poder, en{ocada y tiene un estilo más narrativo. La noticia en
como lo señala (Monzón, 1997). Wolton hahla de tres focada selecciona el contexto más relevante y ofrece el
legitimidades constitutivas de la comunicación políti trasfondo de los datos que revela. La información vista así
ca. que lal11bkn ocupará la atención de los procesos de se apoya en valores como la conversación, la participa
periodismo público La de la política y de la información ción ciudadana, el diálogo deliberativo, etc. Se pregunta
que se desarrollaron en el siglo XVIII y la de la opinión pú cómo deberla ser el enfoque para generar preocupa
blica y la comunicación, que son más recientes. Sin em ción por la vida pública, por la cullura cívica y del diá
bargo, a pesar de la \'entaja histórica de la información, logo. El criterio de noticiabilidad está más definido
afirma Wolton, el eslabón débil de la democracia es jus por la agenda· del ciudadano que por los politicos y los
tamente el periodismo porque la política y la opinión pú poderes económicos. La noticia sin enfoque no le deja
blica se basan en el principio de la representatividad, que alternativas al ciudadano más que ser espectador de la
es más sólido que el trahajo que el periodismo desarrolla bipolaridad, de las agendas de otros, generalmente si
sobre la actualidad y cuya función se limita al relato de los tuadas
I en los extremos. En cualquiera de los casos, la
hechos, pe¡:o no puede hacerlos en sentido estricto. notiba es la que indica cuál va a s~r el rol de los ciu
\Volton (1998: 111) resume asl las tres funciones de dadanos en los asuntos de los que trala.
1<1 cünlunicación política: l . identificar los problemas
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ANA MARIA MlRAI.1.ES Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana
de la burocracia política: cómo de las experiencias cotidianas de " ¿Qué consecuencias tíene?
una medida afectara la corre la gente: cómo afectara esta ¿ Qué valores intervienen'
lación de fuerzas del poder. medida a la ciudadanía. ¿Qué tal si ...? (qUé tal si consi
Usa las emociones para dar co Valora la complejidad de la ta preguntamos cuál es la solu
lar y mostrar lo que la gente ma de posiciones y decisíones ción, qué tal si... )
de discursos predominantes. dades en los temas colectivos ¿Cuándo afectará a los ciuda
I
diferentes?
Los testimonios son usados pa Hace las voces mas integrales grande impacto?
ra darles intensidad o para dar porque trabaja con tendencias ¿Dónde están las diferencias
escucha para citar. polifonla de voces. No escucha ¿Dónde está el punto de en·
ocuparse de esto?
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ANA MARIA MIRAllES
CAPITULO 2
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